Bahia Del Dolor

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BAHIA DEL DOLOR Colección ALBOR, No. 2, 1950. Lima – Perú. Comparte autoría con Sebastián Salazar Bondy. Colegio Militar Leoncio Prado. R.T. "Sinfonía del Alma" y otros. Sinfonía del alma A Adriana Flores M. ¡Qué belleza tendrá la vida si se entrega entre lágrimas y sangre! Sólo es bella la flor; la espuma es bella en su precaria estancia. La vida vegetal de verde somnolencia es bella todavía. El polvo así que llora olvido bello es aún de inerte, pero la vida humana, y más aún, la vida superior del alma ¡ay, deleznable greda la carne sometida a la tristeza! Porque vivir es un dolor, ya que en dolor se nace. La vida libre encausa, pero en viviendo......¡y hela la verdad! hacen vivirnos, ¡sí!, dosificándonos el tiempo y el espacio, suministrándonos la libertad, por la razón, ¡por la única razón! de la maldita condición de haber nacido; creer en verdad que existe la verdad, creer que se ve, pero dudar porque se ve llegando a la ceguera y sentir desgarrarse el alma irremisciblemente tal diáfano cendal a que devoran furibundas llamas; pero sentir, pero mirarse y comprender que... ¡Y la vida crucificada en todas las miserias! ¡y los ojos sangrándoles dolor a las estrellas! ¡y el pañuelo único puerto a tanta pena!

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BAHIA DEL DOLORColeccin ALBOR, No. 2, 1950. Lima Per. Comparte autora con Sebastin Salazar Bondy.Colegio Militar Leoncio Prado.R.T."Sinfona del Alma" y otros.

Sinfona del almaA Adriana Flores M.

Qu belleza tendr la vida si se entrega entre lgrimas y sangre!Slo es bella la flor; la espuma es bella en su precaria estancia.La vida vegetal de verde somnolencia es bella todava.El polvo as que llora olvido bello es an de inerte,pero la vida humana, y ms an, la vida superior del almaay, deleznable greda la carne sometida a la tristeza!Porque vivir es un dolor, ya que en dolor se nace.La vida libre encausa, pero en viviendo......y hela la verdad!hacen vivirnos, s!, dosificndonos el tiempo y el espacio,suministrndonos la libertad, por la razn, por la nica razn!de la maldita condicin de haber nacido;creer en verdad que existe la verdad, creer que se ve,pero dudar porque se ve llegando a la cegueray sentir desgarrarse el alma irremisciblementetal difano cendal a que devoran furibundas llamas;pero sentir, pero mirarse y comprender que...Y la vida crucificada en todas las miserias!y los ojos sangrndoles dolor a las estrellas!y el pauelo nico puerto a tanta pena!la pena no agotndose jams, y nunca la muertefatigada de ser muerte y nicamente muerte!

Y decirle a nuestra fe derribadaII.Y decirle a nuestra fe derribada, decirle,y ahora decirle como yo:que se hubo cado de la ms alta cimacomo si hubiera roto tan de sbito el sol,como si hubieran ya tocado a muerte las campanas,como si de improviso dieran hora de la muerte!-como si ya me hubieran llamado de la noche.Haberla buscado en la pureza dormida del silencio.Haber hallado la ceniza de tanta soledad, tanta catstrofe,haberla perdido en el vientre desnudo de la niay haberme quemado el alma en un sollozo,y quedarme en la doliente plenitud de las rodillasen el trance de contener la fuga de la sangre,en el intento de acabar los ojos tras los prpados...Hube sentido la tristeza, la tortura, y la angustiade la ceguera,del nocturno extravo del ave desolada...oh, de caminar sobre zarzales ardiendo!oh, de mirar y no saber a dnde!y llevarse la mano al pecho y sorprender una herida!y amar el eco muerto de la voz humana y necesaria an!llorar sobre el cadver de la palabra mutilada!y sin tregua explorar todas las zonas de la sangre!y mirarse uno mismo muerto, inmvil, como la imagendilatada de espanto al fondo del estanque adormecido,como la sombra en los cristales yertos de los ojos,como el dominio de la pena sobre el mundo,como la nada!Para haber merecido la total soledad se han quebradolos lirios y camelias junto al fuego del besoy la mirada bella y fatal como guadaa de cristal.Tornaron ataviadas de luto las dulces golondrinas.Las barcarolas del ensueo se ahogaron en olvidoy el mismo jbilo crepit a fuerza de su propia llama,cay trastabillandoregando el vino intenso de su alma de amapola.del que como ya se muere avizorando otras riberas!Ay, del hombre nacido como yo!Ay, del triste con agujas de sal en la garganta!Ay, del encadenado, que an camina, an,cayndose y cayendo hasta encontrarse en la cenizade un hubo sido nada,cayndose y cayendo como palabra muerta!Ay, del silencio crucificado de labio a labio!Y la sangre no emancipada de sus vboras!Que la hoz del pecado corto la albura de los lises.Que el instinto es de mil y fuego.Que humaredas de incienso y mirra la ilusin.Por el xtasis sorprendido en la dulzura del suplicio,por la ausencia del grito, la anemia de la carne,por los ojos poblados de tenebrosidadesy el amor coronndose de mirtos y de llanto intil...heme aqu florecida la carne de tristeza,heme aqu con el alma hecha selva de heridas...Cuando quise decir mi primer versoya estaba a muerte del dolor herido.Oh, las palabras bautizadas en sangre!Ay, de la lengua ma: candela y sal de angustia!Ponedme aqu la mano donde la vida puso la dentadura!Estoy de pie, siempre de pie; fuerza es que digasabed, yo soy la herida subsistiendo a la muerte!

Ahora Crescencia maIIIAhora Crescencia ma:

Hora de tener junto a mi costado de par en par abierto.Hora ltima, mximo minuto de dolor.Hora en que torne a crucificar la muerte a mi agona.Hora del cumplimiento de la sal impelida a los ojos.Hora en que me sienta denso de corazn como el mar.Hora en que el cadver del beso se levante de sus cenizasy nos pida la convulsiva sepultura de los labios.Cuando se ama con la intensidad de todos los sentidos,slo el egosmo salta sobre el mundo como si quisieraensanchar sus dominios de fuego, de desastre pstumo,como si quisiera aniquilar a todos los hombresy dormir una silenciosa eternidadbajo pabellones empurpurados de rosas, sangre y jacintos....Hora del viraje al vrtigo de los sueos en delirio.Hora en que el control se ignore de existir y ruede innime.S. Los ms grandes amadores como nosotrosse fueron hasta la muerte a comprenderse que se amaban.Yo y t, aislados como dos ocanos y curvados de angustia.Querer sabernos compenetrados querer hallarnos en unidadtal es la amarga raz que nos crece en la sangre,y pensar que es una suavidad de rocola ternura levemente diseada en nuestra actitudy que ocultamos el mayor grito de sabernos poco,que nos buscamos voraces cuando ms cerca estamos,que tenemos pena como si tuviramos un abismo entre nos...ay, yo buscarte como si estuvieras ms distante que la muerte!

Que este dolor no es de DiosIV.Que este dolor no es de Dios, sino nada ms que del hombre.Que este dolor, nico madero de fuego en hombros del mundo.Que esta actitud inmensurable de la herida del alma.Yo,contra la muerte que funden los verdugos y fariseos,contra la peste que desciende de todos los palacios,contra la sed que nos devora en este valle de lgrimas-,contra el hambre que nace nada ms que del oro,contra el Csar.Y por la madre que llora reducida en la sangre,por el pan muerto y su cortejo universal de splicas,por la irredenta entraa que se reparte el mundo.por el brazo que se cay molido a palos, y no grit,por el nio que aprende amar la muerte y temer la vida,por la luna queriendo ser poseda y ser sembrada,por quien me dice seor- y no comprendo esa palabra,por el maestro perdido en el desierto de las almas,por la mujer que suea frutecer un redentor,y por la vez primera que quiero sonreir...por t,por m.