Balance Historiografico: Los Animales en la Conquista
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LOS ANIMALES PARA LA CONQUISTA DE AMÉRICA
Jheysson Duvan Archila Prieto
Se sabe que el hombre ha utilizado animales para su vida cotidiana, sobre todo para los
pueblos indígenas de América prehispánica. Por ejemplo, el uso de animales para la
agricultura, como las vacas y bueyes; para el desplazamiento rápido los caballos, etc. Todo
este tipo de concepciones que ya se tienen sobre la relación laboral entre animales y
hombres son hacen muy normales porque todavía se ven. Pero en este imaginario que se
presentan mucho en libros de educación y televisión hay algo que no es muy profundo, no
está completo o le falta más información. A mi parecer los animales han cumplido más
funciones que solo el de la agricultura y en varios campos más se debieron haber destacado
o colaborado con el hombre.
Durante la conquista, la guerra fue él método de expansión española y ofensiva indígena o
viceversa. Este campo pues, debió haber sido uno en los que los animales cumplieron una
función, ya sea para llevarlos consigo para apoyo del hombre –Cazando o Luchas- o
simplemente como uso para rituales antes o después de esto. Los rituales también entran en
este trabajo puesto que los sacrificios tenían muchos significados, entre ellos se hacía a un
Dios para que brindara protección apoyo a una tropa es parte del acto de la guerra. Por
ende, es importante ver para este trabajo, los rituales.
Además de uno que otra decoración en trajes de guerra y mitología, porque hay dioses
zoomorfos que debieron tener un significado y aún más probable, un Dios de la guerra
representado en animal. Por lo tanto, el fin de este balance historiográfico es ver las fuentes
consultadas, valorarlas y obtener conocimiento más profundo o complementario sobre el
tema y los autores.
Ecuador Prehispánico
En el texto de “Interrelación Hombre-Fauna en el Ecuador Prehispánico” de Gutiérrez
Usillos. El autor explica en su texto que el propósito principal de la investigación es llegar
a definir los vínculos entre el hombre y el mundo animal. Para ello, se hizo una
1
investigación en el territorio ecuatoriano. Estas investigaciones fueron llevadas a cabo
gracias a una serie de artefactos recuperados en excavaciones arqueológicas.
El texto está dividido en tres partes. Pero de esas tres, la más importante para la
sustentación del tema es la parte dos, titulada “Interrelación hombre - fauna en el Ecuador
Prehispánico”. Pero así como el libro, este apartado tiene gran información, y por lo tanto,
el autor lo dividió en 3 subtítulos o subsistemas (Subsistema Social, Económico e
Ideológico) pero para ser más específico, el subsistema Económico habla en las técnicas de
caza, aquí se menciona algo muy importante y es el uso del veneno de la rana, en el cual
este veneno se extrae de la piel de la rana y luego se aplica a la punta de una cerbatana o
lanza. Posteriormente esta arma con veneno se usa para cazar animales. La cerbatana se
dispara hacia el animal que queda envenenado y herido, luego de un tiempo el animal
queda inmovilizado y es cuando el cazador lo puede capturar.
Pero para el tema que estamos trabajando, el que más aporta información al tema es el
Subsistema Ideológico, en el que dice el autor que:
“Por un lado, observamos que en los yacimientos ecuatorianos han sido identificados
numerosos perros, que testimonian la existencia de razas de distinto tamaño y
constitución. Además, se han encontrado perros en enterramientos individuales con
ofrendas, al menos desde Formativo Temprano (Real Alto), lo que sugeriría que
habían sido muy apreciados por sus dueños, pero esto no implica necesariamente que
fueran grandes cazadores, puesto que también serían altamente estimados como
animales de compañía. Por otro lado, los estudios sobre la alimentación de los perros
ecuatorianos prehispánicos, y en concreto realizados con restos procedentes del
período Formativo Temprano, del sitio de Real Alto, indican que más del 63% de la
dieta de un perro estaba compuesta por maíz, […] Es difícil imaginar que un perro
utilizado para la caza fuera alimentado con vegetales, por lo que creemos que se trata
de animales de compañía (o de engorde con el fin alimenticio). Por tanto, las
evidencias que disponemos en la actualidad sugieren la no utilización de perros para
la cacería en el Ecuador prehispánico.”1
1Gutiérrez Usillos, Andrés. Interrelación hombre-fauna en el Ecuador prehispánico. España: Universidad Complutense de Madrid, 2006. Página 412.
2
En el contexto o subsistema ideológico, el uso de animales relacionados con la guerra, va
por el lado de las representaciones, por ejemplo dice el autor:
“En Mesoamérica, el águila se asocia con el sacrificio de sangre, el sol, etc. Fue
símbolo de la valentía en la guerra y sus plumas señalaban la presencia de un
valeroso guerrero (recordemos que las dos órdenes militares aztecas eran los
caballero tigre y los caballero águila). Para poder proveerse de las plumas necesarias
los señores se hacían tributar águilas arpías.2
Esto es la información que se puede encontrar en este texto en cuanto a los animales en la
guerra. Hay más animales de los que se hablan, pero estos tienen un fin más espiritual hacia
los muertos, iconos en las construcciones y símbolos para objetos. Este texto es interesante
porque aclara que no se usaban animales como perros, para la caza.
Concluyo entonces con respecto a esta fuente que este texto los indígenas por lo menos en
ecuador, no utilizaron perros para la caza y por lo tanto, se puede deducir que la técnica de
caza con perros, era una técnica que no se usaba ya que como se puede inferir, el perro es
más para compañía que para otra cosa, pero por otro lado, el uso de otros animales como la
rana si era algo que se utilizaba por su veneno.
En cuanto a la valoración de la fuente, es decir, en cuanto al balance historiográfico, el
documento expuesto sirve de ayuda más para leer acerca de los yacimientos donde se
encuentran vestigios físicos de las culturas del ecuador, si se habla de los animales pero no
del uso en la guerra o sus rituales, sino en la influencia de estos en los materiales cotidianos
de las tribus como morteros, pendientes, y materiales de uso cotidiano. Lo que se expuso
aquí de este documento fue lo único que se hablaba acerca del tema, por lo tanto, aunque
aclara muchas cosas como los perros en la vida cotidiana del hombre y es acerca del
carácter de compañía hacia este, de todas formas la fuente no es muy rica en información
de la temática tratada o de la que se está investigando.
Los Perros
Por otro lado, el siguiente texto titulado “Los perros de la guerra o el Canibalismo canino
en la Conquista” de Ricardo Piqueras. Es interesante puesto que, da otra visión en cuanto
2 Ibíd. Página 554
3
al uso de los perros y aporta mucha información en cuanto al tema. El autor dice que los
colonos dentro de su dieta en América, además del conejillo de indias, comían perro. Los
Conquistadores consideraban el perro americano un manjar pero que solo devoraban perro
americano, el texto no habla de si comían o no, sus propias razas europeas, sin embargo, la
carne del perro americano sabía a carne de chivo. Mientras que para los indios, la reacción
frente a los perros provenientes de Europa era muy diferente, ya que estos eran más grandes
y de aspectos diferentes. Los indígenas reaccionaban con miedo frente a estos anímales y
así, los españoles aprovecharan este miedo para usar a los perros contra ellos.
Mientras que el perro nativo, que para los conquistadores españoles se ganaron el adjetivo
de “perros mudos”, porque no ladraban, aunque sí aullaban, gruñían y resoplaban, era más
bien pequeño, grueso y doméstico, y fue usado principalmente como alimento, animal de
compañía o era destinado al sacrificio ritual a determinados dioses, el conocido en el
occidente cristiano como “mejor amigo del hombre”, pasó a ser en las tierras a conquistar
un importantísimo aliado militar. Así, de la existencia de pequeños perros caseros, criados y
consumidos por los indios, se pasa a la presencia de medianos o grandes perros criados y
entrenados para matar y devorar indios. Las razas escogidas para tal efecto fueron el
mastín, el alano y el lebrel, que ya habían demostrado en España su fortaleza, ferocidad,
valentía y capacidad de agarre de la presa, como auxiliares en la caza mayor (ciervos,
jabalíes,…) o enfrentamientos con toros bravos en espectáculos.
Puede decirse entonces, que los usos son que se le daban a los perros, eran diferentes
dependiendo del continente. Los perros para los indígenas eran perros que por su carácter
pasivo, servían como acompañantes, y que por ser también serviles, iban hacer parte de
sacrificios y de acompañamiento a las tumbas es decir, también estarían enterrados con su
amo. Mientras que para los españoles, el perro hizo parte de su dieta y además, iban a servir
como armas para amenazar y matar a los originarios de Mesoamérica en guerras contra
ellos.
“Tal fue el caso de un mastín o lebrel perteneciente a Francisco de Lugo, soldado de
la hueste cortesana […] donde los caciques preguntaban a los aliados cempoaltecas
de los españoles si era tigre o león, o cosa con que mataban los indios. La respuesta
no pudo ser más clarificadora e intimidatoria: Traénle para que cuando alguno los
4
enoja los mate. Sin quererlo, los indígenas estaban entrando en una nueva dinámica
del terror dominada entre otros por el acero, la pólvora, los caballos y los nuevos
canes”3
Las funciones según el texto, eran 4. La primera, era la función de prevención. Mediante
sus olfatos finos, podían oler a los indios escondidos y alertaban a los soldados para evitar
ataques sorpresas. “Centinelas en los campamentos o Reales, actuaban como el mitológico
Cancerbero, que custodiaba con celo la puerta de los infiernos. Sus tres cabezas, sus
múltiples ladridos y sus mordeduras, impedían a los seres vivos acercarse a las moradas
subterráneas.”4
La siguiente función era la de Agresión: “Los perros fueron utilizados constantemente en
combate durante toda la conquista, formando parte de la hueste, ya fuera en vanguardia
como tropa de choque, lanzándolos contra las muchedumbres indígenas para aprovechar
el temor y desconcierto inicial o en retaguardia en labores defensivas del grupo de
conquista, a cargo de la guarda del ganado o de los enfermos que siempre lastraban y
retardaban el avance general del grupo”.5 Se deduce entonces que la labor de los canes era
tan importante como la de cualquier soldado.
Otra función era la de la Represión. Con el uso de perros como apoyo de los soldados, los
canes adquirieron fama por sus funciones, como la anteriormente mencionada, esto hizo
que se generara un temor psicológico en los indígenas, lo que fue aprovechado por los
conquistadores para evitar ataques o rebeliones.
El aprovisionamiento alimenticio era otra función. A diferencia del anterior texto, donde se
decía que los canes no eran una táctica de caza en el ecuador prehispánico, parece ser que
en Mesoamérica, los conquistadores si utilizaban a los perros para que ayudaran a cazar, lo
cual les permitían obtener alimento para sus tropas. Otra manera de aprovisionamiento
también, era como ya se mencionó, la ingesta de perros en los largos periodos de hambruna.
En conclusión para este texto, se ve que la labor de los animales, en este caso, los perros
eran animales de demasiado valor para los europeos en tierras mexicanas. Eran tan 3 Piqueras, Ricardo. “Los perros de la guerra o el “canibalismo canino”. Página 189. Universidad de Barcelona. Boletín americanista, ISSN 0520-4100, Nº. 56, 20064 Ibíd. Página 1905 Ibíd. Página 191
5
importantes como cualquier otro soldado, por lo tanto, los conquistadores que llegaban a
Mesoamérica -además de soldados- tenían perros entre sus filas, esto por las grandes
funciones que cumplían en combate. La versatilidad de funciones que el perro ejerce en el
contexto de la conquista se hace distinguible junto al caballo, del que es complemento
ideal, como uno de los más firmes y constantes aliados militares de los conquistadores
españoles. En la mayor parte de la iconografía de la conquista, el conquistador casi siempre
va acompañado de una de estas dos figuras, cuando no de las dos, fieles compañeros de
cuatro patas, a los que se les exigirá una entrega total y sin reservas a la causa
conquistadora. Útiles de conquista cumplirán ante todo funciones de carácter
marcadamente militar y logístico, participando activamente en todas aquellas acciones
donde su uso fue posible y aconsejable desde el punto de vista táctico. El medio físico, con
terrenos abruptos, espesos o despejados y el tipo de defensas indígenas, determinarán el
mayor o menor uso de este elemento táctico apreciado siempre por unos hombres
necesitados de demostrar ante la superioridad numérica indígena, su superioridad militar.
Al final el autor expresa que los animales cumplieron un papel fundamental en las guerras y
con su apoyo al hombre, y que de todas las armas utilizadas por los europeos para la
Conquista del “Nuevo Mundo”, el perro es el animal que más protagonismo tenia. Éstos,
sumados a los caballos, armaduras y arcabuces contribuyeron en gran medida al triunfo en
la lucha con los indígenas.
Este documento entonces, es de gran valor para la investigación del tema, expone muchos
rasgos característicos de las funciones, aunque solo hable de perros y caballos, está claro
que su información es muy rica, ya que muestra las diferentes maneras en las que los perros
eran utilizados a la hora de luchas. En cuanto a los caballos también se habla, de manera
corta pero igual son mencionados y esto muestra la diversidad de animales que a su vez van
haciendo un catálogo al lector de los distintos animales y las distintas labores que tenían.
El siguiente texto, aunque poco pero relevante en información por ser fuente de
complemento para el tema es “Conquista y resistencia en la Historia de América” Es un
complemento en el uso de perros, por lo que me parece pertinente nombrarlo en este
balance pues complementa y sirve como segunda base a la hora de hablar de los perros para
la represión y ataque hacia los indios por parte de los conquistadores.
6
En el primer capítulo titulado “Conquista” Se va hablar del primer viaje de los
conquistadores a Venezuela, es entonces cuando se habla de las crónicas de Alfinger y su
visita al valle de los Pacabueyes. Lo importante de este capítulo es que se reafirma los dos
animales con los que siempre andaba el conquistador –El Perro y El Caballo- por eso dice
el texto: “Los dos animales por antonomasia que acompañan al conquistador allá donde
vaya: el caballo y el perro”6
El último capítulo, el “Epilogo” Se reafirma lo del uso del perro del conquistador para
retener al indio. Pero lo que hace este capítulo complemento es que se explica que además
de este uso, también estaba la cacería de indígenas con perros. Por lo cual, además de la
guerra, el animal se podía usar de manera de entretenimiento para el conquistador. Hay una
anécdota de Oviedo en el que justifica sus actos. Este dice que “los indios son animales a
los que se deben cazar y no hombres con los que se deba luchar”7
El resto del texto son ensayos sobre diferentes épocas de América –Conquista, Colonia y
Contemporaneidad- y por lo tanto no aportan más información respecto al tema trabajado.
Sin embargo, esta fuente me parece un buen complemento al tema de los perros y el
conquistador, que son un apoyo para el tema de la caza que como se sabe, entra en el marco
del tema de investigación; y que además, nos muestra una nueva zona geográfica como
Venezuela.
El siguiente documento sin embargo, habla de nuevo de los perros pero esta vez se puede
conocer el nombre de la raza de canes que existía en México. El “Xoloitzcuintle” por Raúl
Valadez Azúa es un texto en el cual el autor explica primero la importancia del perro en el
siglo XVI con el hombre, a partir de 3 funciones principales que tiene para el: Su valor
como compañero y protector, su ciclo reproductivo y su fuente de carne. Y en un segundo
lugar, el autor habla de una raza que aunque no sea muy importante ni sea el más fuerte, el
“perro pelón” es el que más ha resistido al paso de los años.
Pero lo que vale la pena mencionar en este capítulo es que aunque no fuesen los más fuertes
ni los mejores, esta raza de perro era mandada a la guerra. Dice el documento que durante
6 Pilar García Jordán, Miquel Izard. Conquista y resistencia en la historia de América. Página 87. Edicions Universitat
Barcelona, 1992.
7 Ibíd. Página 454.
7
“La Guerra de Castas” –Conflicto entre Criollos y Mayas en la península de Yucatán- Los
mayas asistían junto a sus perros para luchar8 Por lo que se muestra que no siempre los
mejores perros ni los más fuertes eran los únicos que se usaban para la guerra.
Es importante ver además de este texto, que acaba con una idea que muchos tienen, y es el
hecho de pensar que el Xoloitzcuintle es la única raza que existió en la época prehispánica.
En el texto se habla de otras razas pero es algo más arqueológico que lo relacionado con la
guerra. Aunque se puede decir que la mayoría de razas son competentes para la guerra,
pues muchas son descendientes de lobos y por lo tanto sus habilidades para cazar y luchar
son las que lo hacen un animal tanto de compañía, como de guerra o caza.
El Puma, El Cóndor y La Serpiente
El siguiente texto se titula “La fauna sagrada de Huarochirí” En este documento, el autor
Luis Millones junto a Renata Mayer, hablan de los animales sagrados de la cultura peruana,
lo cual vienen siendo tres los principales: Puma, Cóndor y Serpiente. El texto está dividido
en 4 capítulos pero el capítulo pertinente para esta investigación es el capítulo 3, titulado
“El Puma, El cóndor y la Serpiente”.
En este capítulo se habla del uso del puma en un ritual llamado warachikuy o ritual de
iniciación. El documento narra el rito así:
“El complicado ceremonial tenía una larga duración y varias formas de festejo. Hacia
el final se realizaba la danza llamada taqui coyo, caracterizada por el sonido de
tambores y por el hecho de que los danzantes eran dos representantes […] quienes
bailaban estaban cubiertos por las pieles de pumas desollados y traían puesta en la
cabeza la piel del cráneo de los mencionados felinos. […] En esos días, se hacían los
sacrificios correspondientes al Hacedor, al Sol, al Trueno, a la Luna, al Inca y a
quienes habían pasado el rito de pubertad, que las crónicas españolas apellidan
«armarse de caballero». La idea básica detrás de estos sacrificios era el deseo de que
los «caballeros fuesen dichosos en la guerra y en todo lo que pusiesen la mano»”9
8 Valadez Azúa, Raúl, Mestre Arrioja, Gabriel. Xoloitzcuintle. Página 46. UNAM, 2007
9 Millones, Luis, and Mayer, Renata. La fauna sagrada de Huarochirí. Página 91. Perú: IEP Ediciones, 2012. ProQuest ebrary. Web. 23 May 2015. Copyright © 2012. IEP Ediciones. All rights reserved.
8
Por lo tanto, cuando el hombre se vestía de puma, este intentaba asimilar las características
del felino que era la fuerza y el poder. Justamente para la guerra, lo que hace a un buen
guerrero son estas dos características y por eso, a la hora del ritual los jóvenes tenían que
asumir el papel de puma desde el inicio del ritual hasta el final.
El resto del libro habla de mitología y crónicas que no tienen nada que ver con el tema
abordado, si bien habla del Cóndor y la Serpiente, lo expuesto acerca de estos dos animales
va más por el carácter de pinturas y su asociación con los mitos. Por eso, para la valoración
de esta fuente, pienso que no es muy rica en cuanto a información, si bien habla del puma
que es otro animal para que el lector vaya ampliando el bestiario en cuanto al campo de la
guerra, de todas maneras no ofrece mucha información respecto a este animal. Para la
investigación esto puede ser más un dato curioso para la persona que una fuente seria para
el balance historiográfico.
Los Felinos
Por otro lado, el texto “Los felinos en la escultura Azteca” del autor Ignacio Díaz Balerdi
habla bastante de los felinos y la guerra. En un principio del texto el autor comenta de
manera global de los felinos en las culturas. Hay un ejemplo de la relación entre hombre y
felino con el famoso “libro de la selva” el cuento para niños en la que el autor expone esa
rivalidad entre Baghira y Mowgli. Pero esto es poco relevante. Yendo al capítulo 5 del
texto, titulado “Los felinos en la cultura azteca” Se habla de lo mismo que se habló en el
anterior texto, pero a diferencia del puma, los aztecas utilizaban al jaguar.
Se dice que los aztecas se ponían el cráneo del jaguar en la guerra para desaparecer “En la
guerra la persona humana desaparecerá, o deberá desaparecer como tal, para encarnar
las cualidades y virtudes del jaguar. Deberá ser un jaguar”.10 Por lo tanto, lo único que
cambia entre aztecas y las tribus peruanas del texto anterior es el tipo de felino porque
físicamente, en altura y corpulencia, el puma y el jaguar son muy parecidos.
Después en el capítulo 7 “La iconografía de los felinos” es muy precisa en las
descripciones de indumentaria guerrera y bases militares. Describe además, los aspectos
10 Díaz Balerdi, Ignacio. Los felinos en la escultura azteca. Página 166. España: Universidad Complutense de Madrid, 2005.
9
animales en la arquitectura de las bases militares y el uso de pieles en los soldados aztecas.
Pero cabe aclarar que las pieles de jaguar en las ropas solo eran para de acuerdo a la clase
social, porque la piel de jaguar era símbolo de valentía y esta era asociada a la guerra. Por
lo tanto, las clases más privilegiadas y dentro de lo militar, los rangos más altos eran los
que tenían la posibilidad de vestir piel de jaguar.
La asociación de felinos con soldados valientes también tenía su significado en el ritual.
Así, “En la fiesta Uey Tecuilbuitl […] los capitanes valerosos llevaban como rasgo
distintivo unos plumajes sujetos a la espalda, llamados quauhtzontli, rematados por flores
que salían de una especie de vasitos de cuero de tigre”11 Lo que demuestra que a la hora de
los rituales de guerra, en la vestimenta de los aztecas va siendo clave algún objeto animal.
Pero además de los objetos, los rangos militares tienen un nombre animal. El texto habla de
que se hacían torneos entre dos bandos rivales, los Guerreros-Jaguar y los Caballeros-
Águila. Estos bandos vestían indumentarias alusivas al animal de su bando.
En la arquitectura de monumentos, por ejemplo, el templo de Moctezuma tiene según el
texto, pilares decorados con águilas y jaguares. Como se sabe, el templo a la vez es una
base militar, y en la relación del águila y el jaguar, para los bandos militares. Para la
iconografía general del pueblo, los pilares zoomorfos en la cultura azteca, tenían que estar
en el templo del líder Moctezuma.
En la guerra, y en los rituales a ella asociados, los felinos, bien como concepto de valentía,
o bien como atributo para adornos y trajes, jugaban un destacado papel. Las obras que se
analizan aquí lo confirman. Eran los garantes de un orden social que a su vez, participaban
en elevadas ceremonias emulando un orden superior.
Este documento tiene muy buena información para la consulta del tema. Como fuente de
investigación parece pertinente la consulta de este texto a la hora de una investigación sobre
animales pero no solo a nivel de guerra como lo planteo en este balance, sino también para
conocer más sobre mitología, cosmovisiones e iconografía en el mundo azteca. Por lo tanto,
el texto es una buena fuente de estudio, deja de lado los animales comunes a nivel social
como el perro, para enfocarse en los felinos y el águila.
11 Ibíd. Página 260.
10
Otros Caninos y Aves
El siguiente documento se titula “Los animales domésticos de la América precolombina”
Que en un plano general va seguirá hablando de los perros para la caza y también para la
guerra pero en un espacio geográfico como Sudamérica. El texto en primer lugar habla
acerca de las tribus establecidas en el delta del Orinoco como los guaros, los aruacos, los
acowaies, los macoushis, y las tribus caribes. Dice el texto que se usaba una especie de can
derivado del zorro para cazar ciervos.
En un segundo lugar, el autor ubica en al sur del continente sudamericano, donde las
crónicas de un señor llamado Sarmiento cuenta su encuentro con la tribu de los patagones y
habla sobre los perros que estos tenían, que eran del porte de un lebrel o galgo grande, que
tenían diferentes colores especialmente blancos y pardos, y que los indios los usaban para
la guerra haciendo que atacasen al enemigo, para las luchas haciéndolos luchar entre ellos
mismo, y para la caza llevándolos sujetos con correas.
Lo siguiente referente a los animales en la guerra es el uso de nuevo de plumas para
identificar los rangos de los guerreros. En este caso, es algo más atractivo, pues el ave que
se usa no es el águila como los aztecas, sino los papagayos y los loros. Los Mbayás en
Paraguay pelaban los papagayos para sacar penachos de plumas, llamados “llantos” y se los
ponían para ir a la guerra, el objetivo era indicar el rango e importancia del guerrero. Las
tribus de Venezuela (Provincias de Cumaná y Los Llanos) hacían lo mismo con los loros
que “Para ir a la guerra se empluman de varios colores de plumería, porque demás de los
valientes penachos que se ponen; siembran de ellas todo el cuerpo sobre un baño de
trementina o aceite de canime que se dan primero, con que se ponen de graciosa vista”12.
Para finalizar, el texto es de gran importancia como consulta porque muestra la
diversificación en el uso de las aves en el aspecto de la guerra. Además del águila en las
culturas mesoamericanas, el loro y el papagayo también juegan un papel importante en las
prendas de guerra de los soldados. Por otra parte, el texto muestra otro punto de vista
respecto al perro. Muestra como no solo los conquistadores usaban perros para la caza y la
12 Latcham, Ricardo Eduardo. Los animales domésticos de la América precolombina. Página 196.Impr. Cervantes, 1922.
11
lucha, sino que los indígenas en esta parte del continente también utilizaban los canes para
los mismos actos, aunque no fuesen la misma raza, el perro cualquiera que fuese hacia la
misma labor.
Valoración final
El tema trabajado es un tema poco estudiado, es por ello que las fuentes con buena y
bastante información son muy escasas. Sin embargo, hay otro tipo de textos que tienen
fuentes secundarias que ayudan de igual manera a consultar sobre el tema. Hay fuentes con
mucha información como el caso de los textos “los perros de la guerra o el canibalismo
canino en la conquista” y “los felinos en la escultura Azteca”. Ya que eran textos muy
específicos hacia el tema y dejaban muy claro los principales animales para el campo de la
guerra y además, muestran al lector la manera como en canino tenía una función más física
o de lucha directa mientras que el felino tenía funciones en rituales y temas más indirectos a
la lucha.
Pero por otro lado, no hay que dejar de lado las fuentes con información más implícita. Ya
que no solo cierta manera refuerzan las fuentes anteriormente mencionadas, sino que dan al
lector más variedad de lugares y de animales como es el caso de las lecturas “la fauna
sagrada de Huarochirí” y “los animales domésticos de la América precolombina” que
exponen otros animales como loros, papagayos, serpientes, cóndor, águila y ranas; y esto
hace que se salga un poco del marco de los animales principales y se expongan otros
animales que cumplen otras funciones no menos importantes.
En cuanto a diferencias, las lecturas pueden ser divididas en dos grupos que son: Las que
no hablan de perros y las que si hablaban de perros. Sin embargo, las que no hablaron de
canes presentaron cada una un animal distinto y esto hace que mostraran en este balance,
las diferencias en textos que se pueden encontrar y por lo tanto, la diversidad de
información en cuanto a animales que participaron de alguna u otra manera en el campo de
la guerra. Las diferencias permiten ver que el conquistador y el indígena en Mesoamérica
era muy distinto al de los andes, tal vez se debe la poca, lenta o difícil comunicación entre
cada grupo en esas regiones, pero lo que sí es seguro es que el uso del perro era muy
diferente. Mientras que en los andes el perro no era más que compañía en la vida y en la
12
muerte del individuo, en Mesoamérica, el perro tenía más funciones aparte de la compañía,
la agresión, prevención, represión y alimento eran las funciones más notables de un can.
En las similitudes, los textos en un marco general mostraron que el hombre para la guerra
siempre tenía que apoyarse en un animal y por lo tanto, los dioses no siempre jugaron un
papel importante para la confiabilidad de una vida como la humana y que por lo tanto, el
hombre también necesitó una ayuda más física a la hora de luchar. Y en el grupo de lecturas
que hablaban de perros, la similitud básicamente radica en las funciones.
BIBLIOGRAFIA
-Díaz Balerdi, Ignacio. Los felinos en la escultura azteca. España: Universidad
Complutense de Madrid, 2005.
-Gutiérrez Usillos, Andrés. Interrelación hombre-fauna en el Ecuador prehispánico.
España: Universidad Complutense de Madrid, 2006
-Latcham, Ricardo Eduardo. Los animales domésticos de la América precolombina. Impr.
Cervantes, 1922.
-Millones, Luis, and Mayer, Renata. La fauna sagrada de Huarochirí. Perú: IEP Ediciones,
2012.
-Pilar García Jordán, Miquel Izard. Conquista y resistencia en la historia de América.
Edicions Universitat Barcelona, 1992.
-Piqueras, Ricardo. “Los perros de la guerra o el “canibalismo canino”. Universidad de
Barcelona. Boletín americanista, ISSN 0520-4100, Nº. 56, 2006
-Valadez Azúa, Raúl, Mestre Arrioja, Gabriel. Xoloitzcuintle. UNAM, 2007.
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