bonsái- reporte de lectura

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Bonsái, de Alejandro Zambra Reporte de lectura Al final ella muere y él se queda solo. ¿Por qué leeríamos una historia de la que ya conocemos el desenlace? Por el tratamiento: las palabras elegidas y los juegos retóricos que nos revelan la intencionalidad poética del autor. En Bonsái, el lenguaje, aunque lacónico y casi neutro, guarda en su selección y en su orden, un juego que va de la literatura a la oralidad, que nos permite sentirnos más cerca del narrador: “Emilia y Julio –que no son exactamente personajes, aunque tal vez conviene pensarlos como personajes – llevan meses leyendo antes de follar (….) un verso caprichosamente estirado o pervertido les funciona, los calienta (Les gustaba esa expresión, calentarse, por eso la consigno)”. El autor suelta a momentos frases que nos despojan de la comodidad de la narrativa convencional, la que da por sentado que el que cuenta en tercera persona es un ser omnisciente, lejano, un dios que ve todo desde la distancia. Nuestro narrador, en cambio, confiesa desde el principio que el nombre de los personajes es una casualidad, descarta la historia de los personajes secundarios porque no vienen a cuento, e incluso extiende la narración a su gusto, en los momentos que le parecen cruciales, y salta temporalmente de un momento a otro: de la relación de dos amigas al préstamo del marido de una a otra, de ahí a la devolución del marido con un puñetazo en la boca, la separación de la mujer y el marido, y el

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Reporte de lectura Bonsái, Alejandro Zambra

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Bonsi, de Alejandro ZambraReporte de lectura

Al final ella muere y l se queda solo. Por qu leeramos una historia de la que ya conocemos el desenlace? Por el tratamiento: las palabras elegidas y los juegos retricos que nos revelan la intencionalidad potica del autor. En Bonsi, el lenguaje, aunque lacnico y casi neutro, guarda en su seleccin y en su orden, un juego que va de la literatura a la oralidad, que nos permite sentirnos ms cerca del narrador: Emilia y Julio que no son exactamente personajes, aunque tal vez conviene pensarlos como personajes llevan meses leyendo antes de follar (.) un verso caprichosamente estirado o pervertido les funciona, los calienta (Les gustaba esa expresin, calentarse, por eso la consigno). El autor suelta a momentos frases que nos despojan de la comodidad de la narrativa convencional, la que da por sentado que el que cuenta en tercera persona es un ser omnisciente, lejano, un dios que ve todo desde la distancia. Nuestro narrador, en cambio, confiesa desde el principio que el nombre de los personajes es una casualidad, descarta la historia de los personajes secundarios porque no vienen a cuento, e incluso extiende la narracin a su gusto, en los momentos que le parecen cruciales, y salta temporalmente de un momento a otro: de la relacin de dos amigas al prstamo del marido de una a otra, de ah a la devolucin del marido con un puetazo en la boca, la separacin de la mujer y el marido, y el reencuentro de las dos amigas. As, lo escrito parece ms bien una charla muy amena con el demiurgo, como si el escritor quisiera develar en lo que cuenta su humanidad, sus dudas y afirmaciones respecto a la historia que cre. Quiero terminar la historia de Julio, pero la historia de Julio no termina, se es el problema () o bien termina as:. Tal vez la novela se llama bonsi por el cuento de Macedonio Fernndez, o por la obsesin de Julio con su novela y su planta, o tal vez porque la obra es tambin como una rplica artstica de un rbol en miniatura. Puede ser que el autor est consciente la escritura es siempre un artificio, un afn creativo que intenta aunque sabe imposible- encerrar la vida misma en una pequea maceta, o en un pequeo libro, en unas cuantas palabras.