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Punto Cero. Universidad Católica Boliviana ISSN: 1815-0276 [email protected] Universidad Católica Boliviana San Pablo Bolivia Choque Aldana, Marlene Brecha digital y juventud en Cochabamba. Desigualdades en el acceso y uso de nuevas tecnologías Punto Cero. Universidad Católica Boliviana, vol. 14, núm. 19, 2009, pp. 29-41 Universidad Católica Boliviana San Pablo Cochabamba, Bolivia Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=421839646004 Cómo citar el artículo Número completo Más información del artículo Página de la revista en redalyc.org Sistema de Información Científica Red de Revistas Científicas de América Latina, el Caribe, España y Portugal Proyecto académico sin fines de lucro, desarrollado bajo la iniciativa de acceso abierto

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Punto Cero. Universidad Católica

Boliviana

ISSN: 1815-0276

[email protected]

Universidad Católica Boliviana San Pablo

Bolivia

Choque Aldana, Marlene

Brecha digital y juventud en Cochabamba. Desigualdades en el acceso y uso de nuevas

tecnologías

Punto Cero. Universidad Católica Boliviana, vol. 14, núm. 19, 2009, pp. 29-41

Universidad Católica Boliviana San Pablo

Cochabamba, Bolivia

Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=421839646004

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Red de Revistas Científicas de América Latina, el Caribe, España y Portugal

Proyecto académico sin fines de lucro, desarrollado bajo la iniciativa de acceso abierto

Brecha digital y juventud en Cochabamba.Desigualdades en el acceso y uso de nuevas

tecnologíasYouth and Digital Divide in Cochabamba. Unequalities in Access and Use

of New Technologies

Marlene Choque Aldana

Boliviana, comunicadora social y socióloga, Magister en Ciencias Sociales (FLACSO, México) y candidata a doctora en Sociología (El Colegio deMéxico). Afiliada a CIUDADANÍA, Comunidad de Estudios Sociales y Acción Pública. Responsable del Proyecto “Educación ciudadana en derechos

humanos de jóvenes en el proceso de reformas institucionales” (Ciudadanía).

[email protected]

ResumenEl artículo discute las conceptualizaciones de la brecha digital como acceso diferenciado a las tecnologías deinformación y comunicación. Sintetiza las dimensiones que expresan con mayor claridad las brechas de accesoy manejo de las tecnologías en los jóvenes de Cochabamba a partir de una encuesta sobre “Usos del tiempo librey acceso a nuevas tecnologías por parte de jóvenes”. Las tecnologías devinieron una herramienta imprescindibley de uso cotidiano para la mayor parte de la juventud, pero a la vez expresan, reproducen y producendesigualdades sociales. La brecha adopta diversas figuras o avatares que se arraigan en elementossocioeconómicos (una conectividad desigual), en aspectos de género (hay usos diferenciados de la tecnologíapor género) y de edad (todavía las nuevas tecnologías son “de los jóvenes”), entre otros.

palabras clave: brecha digital, TICs, juventud, sociedad de la información

ResumoO artigo discute a definição da brecha digital como o acesso desigual ás Tecnologias de Informação eComunicação (TICs). Analisando os dados coletados pelo survey (ou pela pesquisa) “Jovens, usos do tempo livree acesso ás novas tecnologias”, sintetiza os elementos que expressam com maior claridade as brechas deacesso, conhecimento e uso. Ainda que as TICs ficaram convertendo se em uma ferramenta imprescindível e deuso cotidiano para a maioria dos jovens, expressam, reproduzem e produzem desigualdades sociais. A brechaassume diversas figuras ou avatares aprofundados em elementos socioeconômicos (uma conectividadedesigual), em aspectos de gênero (usos diferenciados para homens e mulheres) e de idade (hoje as tecnologiassão ainda “dos jovens”), entre outros.

palavras chave: brecha digital, TICs, juventude, sociedade da informação

AbstractThe article discusses the conceptualization of digital divide as unequal access to Information and CommunicationTechnologies. Analyzing the data collected by a survey called: “Youth in Cochabamba, Bolivia. Their leisure timeand their access to information and communication technologies”, it synthesizes the issues that express mostclearly access, knowledge, and use divides. Although ICTs became an indispensable tool for everyday life for mostyoungsters, they express, reproduce and produce social inequalities. The digital divide adopts diverse avatars thatplant their roots in socio-economic grounds (unequal connectivity), gender (“screen fright” and differentiated uses),and age issues (new technologies are still youth technologies), amongst others.

keywords: digital divide, ICTs, youth, information society

29A Ñ O 1 4 , N º 1 9 , 2 d o S E M E S T R E 2 0 0 9ISSN 1815-0276

Introducción

El epígrafe fue extraído de una canción que respondea algunos comentarios que los usuarios de YouTubedejaron sobre la música de uno de los más conocidosreguetoneros. Años antes, el mismo artista publicó undisco, llamado El disco que nunca salió, en Internet; lacasa disquera no tenía intenciones de hacerlo. Elmaterial podía obtenerse gratuitamente. Losbeneficiarios de esta decisión fueron jóvenes detreinta países, que combinaban el gusto por elreguetón y la disponibilidad de conexiones de Internetlo suficientemente capaces de “bajar un disco” sindificultades.

La red de información continúa extendiéndose por elmundo. Es posible asistir “virtualmente y en tiemporeal” a acontecimientos que ocurren en las latitudesmás lejanas. Podría decirse que el mundo gira en loscircuitos electrónicos; con mayor rapidez, si laconexión tiene suficiente ancho de banda; con másseguridad, si la protección contra virus y malware estáactualizada; más sólidamente, si el hardware y elsoftware se conjugan adecuadamente; con másfluidez, en fin, si uno conoce el funcionamiento de losprogramas y sabe optimizar su uso. Uno de los rasgosmás definitorios de la globalización es lainterconexión, la posibilidad de usar las redes parafines económicos, políticos, académicos o sin un finen particular.

En este artículo nos ocuparemos de un pequeña partede este mundo globalizado o en persistenteglobalización. Nos interesa ver hasta qué punto lasconsignas de la utopía de la sociedad de lainformación (Cf. CASTELLS 2001) toman sentido enla ciudad de Cochabamba cuando analizamos a unapoblación que debería ser la más sensible a loscambios en la tecnología personal: los jóvenes. ¿Esplausible hablar de “generación digital”, “generaciónpunto com” o “generación arroba” para caracterizar alacceso que tienen y el uso actual que los jóvenescochabambinos hacen de la tecnología? Para abordaresta interrogante se recuperan parte de los resultadosde una encuesta levantada en abril y mayo de 2009por el centro CIUDADANÍA.1 Para poder mantenercriterios comparativos con información nacional einternacional se definió operacionalmente a lajuventud como la edad entre los 15 a 29 años. El temadel uso de la tecnología ya fue abordado en otrainvestigación realizada en Cochabamba (Cf.UBERHUAGA et al. 2005); en nuestro trabajo se haceénfasis en la brecha digital en varios lugares.

La brecha digital (digital divide, en inglés) alude enuna primera acepción a la diferencia que existe entre

las personas, comunidades, estadoso países con respecto al acceso a lasTecnologías de Información yComunicación, TICs. Una de lasprimeras definiciones propuesta porMartin R. Hilbert (2001) señalaba quese ubicaba “entre aquellos que tienenacceso a las tecnologías digitales yaquellos que no”. Desde entonces seplantearon numerosas definicionesmás amplias,2 incluyendo a veces lascapacidades necesarias para usarlas tecnologías (una dimensión deanalfabetismo digital, sumada a laprivación o pobreza digital referida alos medios materiales) y no siempreconsiderando las causas de la brechao su relación con otras desigualdadessocioeconómicas. Aquí se recuperala definición propuesta por RicardoMonge (2002: 5): “el término brechadigital se refiere al accesodiferenciado que tienen las personasa las Tecnologías de Información yComunicaciones (TICs), así como lasdiferencias en la habilidad para usartales herramientas, en el uso actualque les dan y en el impacto quetienen sobre el bienestar”.

Jan Van Dijk (2008) propone unmodelo de cuatro dimensiones:motivacional, acceso material entreotros accesos físicos, habilidadesdigitales (operativas, manejarsoftware y hardware; informativas debuscar, seleccionar y procesarinformación; y estratégicas:capacidad de usar la computadora yfuentes de redes) y usos (tiempos,programas, usos de banda, usocreativo). En fin, exclusión digital estámediada por el acceso a lainfraestructura tecnológica perotambién por factores motivacionaleso de propósitos (VAN DIJK, 2008,DIMAGGIO y HARGITTAI 2001) y porfactores que facilitan o dificultan eldesarrollo de habilidades ycompetencias para un uso másadecuado de los recursostecnológicos. Más allá, el uso detecnologías es indispensable paraingresar a la “cultura de laconvergencia”, en la que no

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solamente se consumen contenidos(Cf. JENKINS 2008), e inclusive paradesarrollar movimientos sociales (Cf.WRAY 1998, CRITICAL ARTENSEMBLE 1996, RIBEIRO 1998).Además plantea la necesidad de unconcepto dinámico porque advierteque la brecha digital está enconstante evolución, gracias aldesarrollo tecnológico y a sus usosinnovadores.

La brecha digital doméstica es unfenómeno multidimensional quepresenta distintos niveles. En sumanifestación más aparente adoptadiversas figuras o avatares que searraigan en elementossocioeconómicos (una conectividad yacceso desiguales), en aspectos degénero (conocimientos, usos, gustosy prácticas diferenciadas) y de edad(competencias, habilidades yapropiaciones). Estos aspectos seránanalizados desde la mirada de tresmanifestaciones de las brechas quemás destacan en la juventudcochabambina: la brecha de estrato,la brecha de género y la brechageneracional.

1. Brecha de acceso a las nuevasTICs

Una de las primeras dimensionesestudiadas de la brecha digital (en unprincipio entendida como la brechadigital) es conocida como brechatecnológica; se circunscribe alacceso a las telecomunicaciones y ala informática, y más específicamentea la red Internet (Jijena, 2007), a laconectividad, a la tenencia ydisponibilidad material de las nuevastecnologías.

Una de las primeras dimensionesestudiadas de la brecha digital (en unprincipio entendida como la brechadigital) es conocida como brechatecnológica; se refiere a laconectividad, a la tenencia ydisponibilidad material de las nuevastecnologías.

Los indicadores básicos en los enfoques tradicionalesincluyen la posesión de una computadora en casa y laconexión a Internet. Se intentará ir más alláanalizando otras características del acceso a las TICsindagando las alternativas que los jóvenes desarrollanpara acceder a ordenadores y a los servicios deInternet (mediante el cibercafé), o para comunicarse(a través de las cabinas públicas); las frecuencias deacceso y horas de uso, etc. que nos permitiránconocer la relación entre las condicionessocioeconómicas y las oportunidades digitales.

En el gráfico se observa la gran brecha de acceso (demás de 80 puntos) que existe entre los diferentesestratos de los jóvenes cochabambinos (los estratosfueron definidos por las diferencias de acceso abienes materiales en el hogar entre los que no seincluye la computadora). El acceso va desde el 22%de los jóvenes de sectores bajos hasta el accesopleno que disfrutan los que pertenecen al estrato alto(Gráfico 1). Destaca el hecho de que más de la mitadde la población de los estratos bajos todavía no tieneacceso domiciliario a una computadora, lo cual marcauno de los primeros rasgos de acceso inequitativo porparte de la población juvenil.

Gráfico 1. Tenencia de computadora en casa porestrato

No obstante, dado que la computadora se convierteen un bien básico e imprescindible para una poblaciónen etapa formativa o en sus primeros años de trabajo,se observan diferentes estrategias para acceder a suuso, en la casa, en el lugar de estudio o de trabajo oen lugares públicos como los cibercafés. El acceso a

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las computadoras está condicionado por lasposibilidades económicas. A medida que sube elestrato, una mayor proporción de jóvenes informanhacer uso prioritario de las computadoras en suspropios hogares (Gráfico 2a). El cibercafé es elsegundo lugar donde los jóvenes pueden usar lacomputadora, adquiere mayor importancia a medidaque se baja en el estrato socioeconómico, siendo laprimera opción de acceso y uso para el estrato bajo(74%). El cibercafé se convierte en un espacio clavede inclusión digital en términos de acceso para losjóvenes cochabambinos de estratos bajos.

Del total de jóvenes encuestados, menos de la terceraparte informaron tener conexión domiciliaria deInternet, lo cual significa que más de dos tercios (losde los estratos más bajos) deben buscar otrasalternativas para conectarse a la red. Para estarconectados a la red (plugged), estos jóvenes acudenen primera instancia al cibercafé (única opción paratodos los de estrato bajo y para 76% de los de estratomedio bajo), cuya importancia disminuye a medidaque se avanza hacia los otros estratos aunque siguesiendo la primera opción para la generalidad de losjóvenes cochabambinos (Gráfico 2b). En segundolugar está la conexión en casa, que adquiereimportancia creciente para los sectores altos. A grandistancia están el trabajo y los centros de enseñanzaque tienen cierta importancia para los estratosmedios.

Gráfico 2a y 2b. Lugares de uso de la computadora yde conexión a internet por estrato

En consonancia con la disponibilidad de Internetdomiciliaria, todos los entrevistados de estrato altoafirmaron que saben usar computadora y que usanInternet; en situación parecida se encuentran los de

estrato medio alto. La mayor brechase da con el sector más bajo:solamente 56% de estos jóvenessaben usar computadora y 44%acceden a la red con regularidad(Gráfico 3a y 3b).

Gráfico 3a y 3b. Jóvenes que sabenusar computadora y usan Internet porestrato

El uso de la computadora sin Internetpor parte de los jóvenes tambiénmuestra un comportamientodiferenciado socialmente. Hay mayorfrecuencia de uso de computadorascuando el estrato sube. Casi la mitadde los jóvenes del estrato más bajono usan computadora; la otra mitadpueden hacerlo por lo menos una vezal mes o, en menor proporción, unavez a la semana o día por medio. Seobserva una cierta nivelación en lossectores medios con el sector alto;aproximadamente la mitad usancomputadora por lo menos con unafrecuencia semanal, mientras que eluso diario es casi similar en todos losestratos (Gráfico 4a).

En el caso de Internet hay unarelación clara entre las posibilidadesde acceso y el estratosocioeconómico. A medida queaumenta el estrato, los jóvenestienen más acceso a Internet, enhoras promedio diarias o semanales.Los sectores bajos sólo puedenhacerlo por poco tiempo (menos deuna hora diaria). El acceso en horas

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va aumentando al avanzar hacia lossectores altos (Gráfico 4b). Seobserva una diferencia significativaentre el sector medio alto y alto, puescasi la mitad de los jóvenes deestrato alto ya pueden acceder hastados horas promedio diarias, mientrasque la otra mitad tienen accesos quepueden llegar inclusive a todo el día.

Gráfico 4a y 4b. Frecuencia de usode la computadora y de acceso alInternet por estrato

Los usos que los jóvenes de todoslos sectores dan a la computadora yal cibercafé son diversos; seconcentran básicamente en tresáreas: actividades relacionadas alestudio, socialización virtual yentretenimiento. Se observancoincidencias y algunas diferenciaspor estrato. “Hacer trabajos” es elprimer uso que todos los jóvenes danal ordenador y al cibercafé, conpredominancia de los estratos altos(a la computadora) y de los sectoresmedios (al cibercafé). Le siguen lasactividades de socialización virtual(chatear, correo electrónico,comunicación) y luego otrasvinculadas a tareas estudiantiles(navegar, buscar información),ambas actividades son másprioritarias para los estratos altos;bajan su importancia para el estratoalto en el cibercafé, mientras subenpara el estrato medio alto (gráficos 5y 6). Llama la atención el uso lúdicoprioritario que los jóvenes del sector

bajo dan a la computadora, en estos sectoresadquieren importancia otras dos actividades: imprimiry los juegos en red. Como se vio con anterioridad, elcibercafé adquiere importancia para los jóvenes delos sectores medios, para quienes las tareasescolares o académicas y la socialización son losusos prioritarios, mientras que decae su importanciapara los sectores más bajos, ya sea porque no tienencondiciones económicas para acceder al cibercafé ono está entre sus prioridades.

Gráfico 5. Usos de la computadora por estrato

Gráfico 6. Usos del cibercafé por estrato

El uso de la computadora no sólo tiene que ver conhabilidades sino con las posibilidades concretas deaprender el uso de algunos programas básicos. Elanálisis cruzado de la edad promedio de aprendizajedel uso de la computadora por estrato muestra queexiste una diferencia de casi tres años. Este dato esdeterminante para analizar las posibilidades deinclusión digital o por los menos de inicio del procesode alfabetización digital (Gráfico 7a). Por otro lado,también se pueden ver otras dimensiones del accesoa partir de la apropiación y uso efectivo que realizanlos jóvenes de la red y su participación voluntaria encomunidades virtuales. Estas comunidades seconforman por grupos de individuos que secomunican a través de medios electrónicos y

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comparten intereses sin tener contacto físico opertenecer a una determinada etnia (Kardaras,Karakostas y Papathanassiou, 2003). Si bien lasuscripción a redes sociales virtuales inicialmente esun servicio abierto y gratuito, en los hechos es unacuestión de estrato social. La brecha de acceso porestratos sube a 50 puntos porcentuales (Gráfico 7b).

Gráfico 7a y 7b. Edad de aprendizaje del uso decomputadora y pertenencia a alguna comunidadvirtual por estrato

En el mundo virtual parecen reproducirse lasdesigualdades sociales y de consumo cultural,redibujarse simbólicamente las “fronteras” quedefinen quiénes pueden “ser parte de” y quiénesestán excluidos o no están “autorizados” paraconformar ciertas comunidades sociales virtuales. Seobserva una clara diferenciación por estratossocioeconómicos en las comunidades virtualespreferidas. Especialmente, en Facebook y en menorproporción en YouTube y Sonico, se observa unaparticipación predominante de los estratos altos;mientras que el servicio de MSN Messenger secaracteriza por ser el más grande y el más inclusivopara los jóvenes de todos los estratos (Gráfico 8). Hayque profundizar sobre la dimensión simbólica deestas comunidades (Cohen, 1985), que podríaexplicar el desarrollo de sentidos de pertenencia, asícomo los procesos de autoinclusión o auto y heteroexclusión que se generan en la interacción cotidianaen estas redes virtuales.

Gráfico 8. Preferencia de comunidades y redesvirtuales por estratoHace algunos pocos años el acceso a la telefoníamóvil era restringido a ciertos sectores privilegiadosde la población y era un indicador eficaz depertenencia a un estrato socioeconómico. En laactualidad en la ciudad de Cochabamba la diferencia

de acceso por estratos es sólo deveinte puntos porcentuales entre losestratos más altos y más bajos(Gráfico 9a). Ésta constituye una delas menores brechas de lastecnologías analizadas. Según datosdel último Censo (INE, 2001), sólo el48,6% de los hogarescochabambinos informaban tenerteléfono fijo o móvil. En la muestrautilizada en esta investigación laproporción que cuenta con celularsupera el 90%. La tenencia deteléfonos fijos expresa con fuerza ladiferenciación socioeconómica. Labrecha entre los sectores altos ybajos llega a noventa puntosporcentuales (Gráfico 9b). Este datoes de importancia para un análisis deinclusión digital, ya que la telefoníafija tiene derivaciones en el acceso aotras tecnologías como la red Internet(mediante dial-up o ADSL). Ésta seríauna determinación tecnológicainsoslayable para los estratos bajos.

Gráfico 9a y 9b. Tenencia de celular yde telefonía fija domiciliaria porestrato

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Las deficiencias de acceso acomunicación telefónica por parte delos estratos bajos se resuelven con laasistencia a las cabinas telefónicaspúblicas que proliferaron en losúltimos años y están al alcance de lossectores populares. Si bien el costono siempre es bajo y es medido portiempo, cumplen la función decomunicar a los usuarios de manerainmediata y, en general, eficiente. Lafrecuencia de uso de las cabinas estáclaramente diferenciada por estratos.Más de la mitad de los jóvenes deestratos bajos acuden a las cabinaspor lo menos una vez a la semana,proporción que desciende a unatercera parte de jóvenes del sectormedio alto y a una quinta parte delsector alto (Gráfico 10a). Los usosprioritarios3 de las cabinas sediferencian claramente por estratos.Los estratos medios y bajos las usanpreponderantemente para llamar apersonas de la misma ciudad (sea acelulares o teléfonos fijos). Lossectores altos las usan para losmismos fines pero también parallamadas a otras ciudades y otrospaíses (Gráfico 10b).

Gráfico 10a y 10b. Frecuencia deasistencia a cabinas telefónicas y usoprioritario por estrato

2. Brecha de género o de usos

La exclusión digital está determinadapor el acceso a la infraestructuratecnológica, y también por otrosfactores motivacionales (Dijk, 2008),

además de factores institucionales y contextuales quefacilitan o dificultan el desarrollo de habilidades ycompetencias para un uso más adecuado de losrecursos tecnológicos. En este apartado se analizaránlas manifestaciones de esta nueva brecha, es decir, ladiferenciación de las prácticas, accesos y usos de lasnuevas tecnologías desde una mirada de género.Reconociendo que el género es una construcciónsocial que excede la determinación biológica, seentiende que la brecha digital también puedeexpresar esta construcción o contribuir a consolidarlao reducirla. Una de las primeras manifestaciones de lainclusión digital diferenciada entre los jóvenescochabambinos se expresa en los niveles deconocimiento del manejo de computadoras y en eluso que se hace de Internet. En ambos aspectos lasmujeres muestran menos competencia en diez puntosporcentuales en comparación con los varones, lo cualmuestra las desventajas de partida que aún tienenpara su inserción digital (gráfico 11a y 11b).

Gráfico 11a y 11b. Uso de computadora e Internet porsexo

La brecha digital de género se expresa también en laedad en que los jóvenes aprenden a usarcomputadora de manera autónoma. Casi dos terciosde los varones han aprendido a usar ordenador hastalos 14 años en comparación con la mitad de lasmujeres que alcanzan este aprendizaje a esa edad(Gráfico 12a). Hay que destacar el rezagogeneralizado que tiene el país en términos dealfabetización digital. El tiempo efectivo que losjóvenes usan Internet y el dinero que gastan tambiénrevelan la diferenciación por sexo. Los tiempos de

acceso son reducidos, la mitad de los varones frenteal 70% de las mujeres acceden a la red menos de unahora promedio diaria (Gráfico 12b). Poco más de untercio de los varones pueden acceder más de unahora promedio diaria.

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Gráfico 12a y 12b. Edad en que aprendieron a usarcomputadora y cantidad de horas de uso de Internetpor sexo

En los usos de la computadora y la Internet sereproducen algunas peculiaridades de los jóvenes. Alanalizar los usos por estrato ya se vio la estructura deusos de los jóvenes, aquí sólo se visibilizarán lasdiferencias más notables por sexo. Las mujeressuelen chatear y usar el correo electrónico más quelos varones, con diferencias de diez puntos. Estadiferencia se duplica entre la proporción de varonesque juegan en la computadora y que van a jugar alcafé. Como se puede ver, en la virtualidad seexpresan peculiaridades atribuidassocioculturalmente a los géneros: mientras que lasmujeres priorizan la socialización y comunicación conamistades o familiares, reproduciendo el “cotilleofemenino” a través de medios virtuales, los varonesprivilegian los juegos (Gráficos 13 y 14).

Gráfico 13. Usos de la computadora por sexo

Gráfico 14. Usos del cibercafé por sexoFinalmente, el ámbito del entretenimiento es donde seobserva mayor diferenciación de usos entre géneros.

Casi dos tercios de los varonessaben usar videojuegos, a la inversade las mujeres. Los varones triplicanel porcentaje de las mujeres queusan Internet para jugar (Gráfico15a). El juego es una actividad tanasumida por los varones que más dela mitad informan hacerlo en suspropias casas. La tercera parte dejóvenes de ambos sexos recurren alcibercafé (Gráfico 15b).

Gráfico 15a y 15b. Jóvenes quesaben usar videojuegos y lugarprioritario por sexo

3. La brecha de edad: rezagos yapropiaciones

Más allá de la conexión, el acceso yuso de TICs problematiza lascondiciones socioeconómicas yculturales de los jóvenes. Cuando seanalizan los aspectos básicos deinclusión o alfabetización digitalconsiderando grupos de edad, seobserva una nivelación aparente. Labrecha de usos por edad es una de

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las más pequeñas y no tienerelevancia estadística (de 3 a 4puntos en el uso de computadoras, yde 8 puntos en el uso de internet).Los jóvenes reportan porcentajeselevados de conocimiento del uso deordenadores y de Internet (superioresal 85% y 77%, respectivamente). Noobstante, hay que tener en cuentaque esta relativa homogeneidadescondería una desigualdad con losjóvenes de mayor edad. Éstosdeberían tener mejores condicionesde inclusión digital y responder así alas crecientes exigencias delmercado laboral.

Las desigualdades se hacen másevidentes cuando se indaga sobreotros aspectos del uso de las nuevastecnologías. Se observa un rezagode los jóvenes de edades más altasen el aprendizaje del uso decomputadora. La mayoría de losjóvenes del menor grupo de edadaprendieron a usar ordenadores auna edad de 14 años o menos(Gráfico 16a). Menos de la mitad delos mayores de 19 años aprendierona usar computadora hasta esa edad.Inclusive un porcentaje reducidoaprendieron teniendo más de 18años. Esto constituye una desventajaimportante en una sociedad queexige competencias digitales yprocesos mínimos de alfabetizacióndigital a edades tempranas.

Se observa un uso creciente de lacomputadora sin acceso a Internet amedida que aumenta la edad de losjóvenes. Más de la mitad de todos losjóvenes usan la computadora sinconectarse a Internet por lo menosuna vez por semana. Los jóvenes delgrupo de edad más alto son los quemás usan la computadora todos losdías (más de un tercio). Esto muestrafrecuencias bajas de uso tratándosede la población juvenil, denominadageneración digital y que teóricamentedebería ser la más cercana y asiduaal consumo de nuevas tecnologías(Gráfico 16b).

Gráfico 16a y 16b. Edad promedio de aprendizaje deluso de computadora y frecuencia de uso sin Internetpor edad

La computadora y el cibercafé cubren una serie dedemandas diferenciadas por grupos de edad. Losjóvenes se apropian de estos recursos en función desus gustos y prioridades. Las actividades estudiantileso laborales (hacer trabajos), ocupan el primer lugarpara todos los grupos de jóvenes y aumenta enimportancia a medida que disminuye la edad en elcibercafé. La segunda actividad vinculada a losservicios de Internet (chatear, buscar información,navegar o correo electrónico) tienen uncomportamiento más o menos parecido en todos losgrupos; en el cibercafé la importancia del chatdesciende con la edad, mientras que navegar y elcorreo electrónico aumentan. La tercera actividad serefiere a los juegos en red, que constituyen unatractivo especial para los de menor edad y queduplica los porcentajes de los otros sectores.Mediante observación se constató que algunas vecesestas dos actividades se realizan de manerasimultánea o complementaria (Gráfico 17 y 18).

Gráfico 17. Usos de la computadora por edad

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Gráfico 18. Usos del cibercafé por edad

En relación con el acceso a Internet, se observa unamayor cantidad de horas a medida que sube la edad.Dos terceras partes de los grupos de menor edadacceden a Internet menos de una hora al día,mientras que menos de la mitad del grupo de mayoredad están en esta situación (gráfico 19a). El resto delos jóvenes de mayor edad tienen acceso de una acuatro horas diarias, mientras que sólo una quintaparte de los de menor edad pueden tener esteacceso. Esto tiene relación con los lugares dondeacceden a la red. La principal opción para más de lamitad del total de los jóvenes es el cibercafé (54%); esclave para la conexión del 60% de los más jóvenes,porcentaje que disminuye a medida que aumenta laedad, a la vez que crece levemente la conexióndomiciliaria y aparece a distancia la conexión en eltrabajo (Gráfico 19b).

Gráfico 19a y 19b. Cantidad de horas de uso y lugarprioritario de conexión a Internet por edad

El cibercafé es un espacioeminentemente juvenil, y sobre todode los menores. La frecuencia deasistencia diaria y semanal aumentaclaramente a medida que baja laedad. Aproximadamente la mitad delos jóvenes de los dos grupos demenor edad acuden al café internetpor lo menos una vez a la semana; lamayoría lo hacen dos o tres veces ala semana, mientras que sólo latercera parte de los de mayor edad lohacen con esta frecuencia (Gráfico20a). El gasto en Internet depende dela cantidad de horas que los jóvenesse conectan a Internet, que a su vezse vincula con la edad. Dos tercios delos jóvenes de los dos gruposmenores sólo gastan hasta 50bolivianos. Aproximadamente unacuarta parte de los jóvenes de todoslas edades gastan entre 51 y 200bolivianos. Sólo la quinta parte de losjóvenes mayores informan gastarmás de 200 bolivianos (28 dólaresestadounidenses) (Gráfico 20b).

Gráfico 20a y 20b. Frecuencia deasistencia al cibercafé por edad ygasto mensual en Internet por edad

La brecha digital de edad esclaramente visible cuando se indagaen el uso de las tecnologías paraentretenimiento y másconcretamente en relación con losvideojuegos. Casi dos tercios de losjóvenes de menor edad saben jugar,porcentaje que prácticamente se

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invierte para el grupo de mayor edad(Gráfico 21a). Esta diferenciacióntambién se observa al analizar lafrecuencia con la que juegan. Más dedos tercios de los jóvenes de menoredad juegan con frecuencia semanal.El porcentaje se reduce a la mitad enlos jóvenes de los otros grupos deedad. La otra mitad de estos jóvenessólo juegan con frecuencia mensual ocasi nunca (Gráfico 21b).

Gráfico 21a y 21b. Frecuencia dejóvenes que saben usar video juegosy del lugar prioritario donde jueganpor edad

Reflexiones finales

¿Se trata de una sola brecha?Las tecnologías devinieron unaherramienta imprescindible y de usocotidiano para la mayor parte de lajuventud; a la vez, expresan,reproducen y producendesigualdades sociales. A partir delanálisis de los resultadospresentados se constata que cuandose habla de brecha digital, se debesuperar la idea de un conceptosingular y unívoco, como si se tratarade una sola brecha o como si tuvieralas mismas características encualquier tiempo o espacio social. Sepropone superar el sesgotecnologicista de la brecha digital ypensar desde sumultidimensionalidad para hablar debrechas digitales, en sus varios

avatares que, como se pudo ver en el caso de lajuventud cochabambina, aparecen estrechamentevinculados a la condición de socioeconómica, algénero y la edad

¿Cuál es la relación entre la brecha digital y lasbrechas sociales?El hecho de hablar de “brecha” involucra diferenciasreales que influyen en la presencia y desempeño delas personas en un ámbito social realmente existente—el de las tecnologías de información ycomunicación— y que este ámbito, a su vez, influyeobjetivamente en la calidad de vida de las personas,al margen de sus gustos u orientaciones particulares.La brecha de acceso es la que tiene una relación másdirecta con el estrato socioeconómico. Hasta ahora elacceso a las TICs en los jóvenes y familiascochabambinas se resuelve preponderantemente demanera privada y familiar, por eso ciertas diferenciassocioeconómicas tienden a reproducirse en el ámbitodigital. Los jóvenes de estratos altos tienenposibilidades de acceso privado; mientras los deestratos bajos no pueden acceder desde sus hogaresa los servicios básicos digitales (a un ordenador o a lared). Éstos buscan alternativas de conectividad y usode TICS en lugares públicos pagando por dichosservicios, lo cual limita su acceso y uso. No obstante,esto no es determinante ya que como se vio estascondicionantes se mitigan e imbrican cuandointervienen las variables de sexo y edad, dando lugara las brechas de motivaciones, habilidades y usos.

Desde una mirada del acceso y uso de las TICs, elcibercafé o café internet deviene en un espacio clavede inclusión digital sobre todo para los jóvenes de lossectores medios y bajos, para resolver susnecesidades escolares o académicas y desocialización. Finalmente, entre la juventudcochabambina hay un sector que se encuentratotalmente excluido de los bienes y servicios de la eradigital, comprenden el grupo de los pobres digitalesextremos o los desconectados de la red (unplugged).

Las brechas digitales no son necesariamente losavatares tecnológicos de las desigualdadessocioeconómicas. Más que adoptar una visióndeterminista de causa-efecto entre las condicioneseconómicas, sociales y culturales y las brechasdigitales —lo cual llevaría a conjeturar que lasdiferencias en el acceso y uso de las tecnologíasincrementarán las diferencias sociales previas, albrindar mejores oportunidades de acceso a los que yalas tienen (ricos digitales) en detrimento de quienestienen menos (pobres digitales), y en círculo vicioso

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profundizarán así las brechas preexistentes—, se veque hay una recursividad de la relación entre las TICsy el desarrollo y que ésta puede ser positiva onegativa (ya sea contribuyendo a disminuir las otrasbrechas del desarrollo o reforzando las otrasdesigualdades existentes). No obstante, también hayintersticios donde el “mundo digital” tiene ciertaautonomía —en otras palabras, la brecha digital no eslo mismo que las diferencias socioeconómicasmateriales— y es posible identificar algunasimbricaciones que avizoran posibilidades de cierre dealgunas brechas.

En esta breve síntesis se pudo ver que haycondicionantes y algunas determinaciones en el usode las TICs; que más que semejanzas predominan losusos diferenciados (por estrato socioeconómico, porsexo y por edad). No obstante, interesa destacar lasapropiaciones que están realizando los jóvenes, quealumbran posibles salidas de esta relación circular.Para analizar sólo un caso, si bien los jóvenes más

jóvenes usan la computadora y elcibercafé para jugar, es allí dondeensayan y desarrollan habilidades ycompetencias digitales que implicanla superación del “pánico de pantalla”y facilitan y aceleran su proceso dealfabetización e inserción digital. Lastecnologías no son buenas ni malas;son simplemente necesarias. Al igualque los medios masivos, han llegadopara quedarse y sus virtudesaparecerán más rápido en losjóvenes, niños y adultos mientrasmás pronto éstos puedan manejarlasy apropiarlas y, más allá de aprendera consumir o cumplir solamente conlas exigencias de la sociedad de lacomunicación, tejer sus propiasredes, produciendo e intercambiandoinformaciones, proyectos, sueños,confidencias o preferencias.

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Notas1. La investigación se realizó en el marco del proyecto “Educación ciudadana en derechos humanos de jóvenes en el proceso de reformas institucionales”, ejecutado entre

2008 y 2009 con la participación de jóvenes de varias organizaciones y entidades educativas urbanas (Cf. CHOQUE y CÓRDOVA 2009).2. Cf. Monge y Chacón (2002), que aluden a la capacidad de las computadoras y a los servicios de Internet y telefonía. Cf. ALADI (2003), que se refiere a acceso y

capacidades, o Kemly Camacho (2005), que incluye diferencias de acceso, uso y calidad de uso.3. En algunas preguntas de la encuesta se especifican las prioridades de uso.

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Recepción: 2/09/2009Aprobación: 16/12/2009

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