Cap. 1 Marzal Historia de la Antropología indígenista en México y Perú

download Cap. 1 Marzal Historia de la Antropología indígenista en México y Perú

of 29

Transcript of Cap. 1 Marzal Historia de la Antropología indígenista en México y Perú

  • 8/16/2019 Cap. 1 Marzal Historia de la Antropología indígenista en México y Perú

    1/29

    :: o

    - •'

    'I. -

    i

    Este libro presenta "Ilectar muchas piginas olvidadas enla mayorfa de los manuales de histona de fa antropologfa.En ~ l se rec:ogc, como se lee en Ja Introduction, la reflexi6nsistematica \sobre las sociedades indigenas de MexICOy delPeru, hechoipor los misioneros, los politicos, los .historiadorts, los ensayistas y los antrop61ogos desde 13lIegadade 10. espanoles hasta la actualidad. En esteperlodode cui cincq siglos pueden seiialarsedos epeeasprivilegiada, p'ara tal reflexi6n. La primera se extiende, tnsla o n s o l i d ~ t 6 nde Ja conquista 1 a 10 largo del pdmer siglode dominio ,spailol (1550.1650), en eI que se es ~ ~ ~ f ~'"

  • 8/16/2019 Cap. 1 Marzal Historia de la Antropología indígenista en México y Perú

    2/29

  • 8/16/2019 Cap. 1 Marzal Historia de la Antropología indígenista en México y Perú

    3/29

    . AUTORES, TEXTOS y TEMAS Manuel M. Marza!. ANTROPOLOGIA

    Colecci6n dirigida por M. JesUs Bux6 i R£ y

    29HISTORIA

    DE LA A N T R O P O L O G 1INDIGENISTA:

    MEXICO Y PERU,

    .,' ,

    ..•. - 0 DE IIlvESTlGA; , >

    UrU&;IDSSUPlRIOR S I I

    AH11lCPOlO:: A SOCIALSIC' ..... , : :CA-....f \A) ~ Y R ~ ~ ~ ~ ~

    UNIVERSIDADAUTONOMAMETROPOLITANAIHO D I2TAflIlAIA 0Msi0ndo CiEraasSQcialasy---

    \. . . 028443

  • 8/16/2019 Cap. 1 Marzal Historia de la Antropología indígenista en México y Perú

    4/29

    "!J i I t ; \ ~ r ~ . ' a · : ,hrnl> ,r, - j < R

    ; :',.',

    '

    # Historia de la antropologm indigenista : Mexico y Peru I ManuelM. Marzal. - Barcelona: Anthropos ; Mexico: UniversidadAut6noma Metropolitana-Iztapalapa. 1993. - 543 p. ; 20 cm.(Autores. Textos y Temas. Antropologla ; 29)Bibliogmifa p. 511 522 Y528 529. f.ndicesISBN 84-7658405-9

    l1

    .1. Antropologfa indigenista - Historla L Universidad Aut6noma Metropolitana-Iztapalapa (Mexico) n. Titulo m. Colecci6n •

    3911397 72+85) t 4 / 1 ~ ) ( J 1 ' J ~ , ? a c _ l ~ A Antonio Ma rztJl3911397 85+72) III(Jj i lJ rl.,e H e j ( / ~ o . (

    U U 3 I11,Jioj Ae ....llmetH.O' d< .A.,;;:,vr·· E ' ~ UI T E'¥llol'l1uu:. •

    :u··t . . r ....

  • 8/16/2019 Cap. 1 Marzal Historia de la Antropología indígenista en México y Perú

    5/29

    PRESENTACI6N

    Este libro es parte de una Historia de I t S l i I ~ . ( ,logia. n el se

    recoge la reflexi6n sistematica sobre las sod ~ n d i g e n a sdeMexico y del peru, hecha por misioneros, p o ~ ~ rrlstoriadores.ensayistas y antrop610gos desde la llegada de l ( ~ · ~ l e sbastala actualidad. En este periodo de cinco s i g M ~dos epocas privUegiadas para tal reflexi6n. L a p , . ~ ~ Wse extiende,una vez consolidada la conquista, a 10 ~ ~ ~ ~ ~s ¢ deverdadero dominio espaiiol (entre 1550 y 1650 mas 0 ~ e n o s ,cuando se escriben las grandes cr6nicas sobre los imperios aztecae in ca y se reflexiona mucho sobre la transformaci6n de las socie-dades indigenas en los virreinatos de Nueva Espana y del Peru. Yla segunda se extiende a 10 largo de medio siglo (entre 1920 y 1970mas 0 menos) de la vida republicana de Mexico y de Peru, a partir

    del nacimiento del rnovimiento indigenista, cuando el indio. des-pues de ser objeto de un largo silencio, vuelve a ser noticia y aocupar una parte de la reflexi6n nadonal.

    Aunque suele afirrnarse que la ciencia antropol6gica no nacebasta la segunda mitad del siglo XIX sin duda la reflexi6n sobrelas sociedades indigenas de la epo ca colonial puede, por sus pecu-liares caracteristicas, ser calificada de antropo16gica. Esto pennite.por una parte, sistematizar con Un enfoque similar la informaci6nyanalisis hechos sobre l indio a 10 largo de casi siglo y mediotema que ha sido centro de la abundante y polemica reflexi6n delreciente V Centenario del encuentro de los dos mundos. Y por

  • 8/16/2019 Cap. 1 Marzal Historia de la Antropología indígenista en México y Perú

    6/29

    otra parte pennite d r un sentido mas iberoamericano a la historia de la antropologfa, libenindola del habitual enfoque anglosaj6n, que suele convertir a muchos excelentes cronistas colonialesen precursores mas 0 menos lejanos de esta disciplina. .

    Bs probable que l a inflaci6n editorial y la acritud polemica delV Centenario reste actualidad 0 i n t r ~a esta ambiciosa HIsrOlUADB LA ANTROPOLOGfA INDIGBNISTA. En los Ultimos afios se han multiplicado los congresos sobre el V Centenario a ambos lados delAtlantico, y en las librerias ban aparecido tan buenas edicionescriticas de las viejas cronicas con excelentes introducciones y tantos ensayos interpretativos sobre el hecho americano (raz6n por laque ai iado un anexo con obras de la Ultima decada) que parecenhaber agotado el tema. Sin embargo, como escribfa en el prologode las ediciones peruanas de esta obra, tengo la esperanza de queeste trabajo ayude a comprender mejor la grandeza y tragedia delindio. De este indio que fue el creador de las altas cultures americanas, es unaraiz importante de nuestra identidad mestiza y pluricultural, y sigue sienda un problema pendiente en nuestra vidapolitica.

    Pero, a pesar de l a intlaci6n editorial sobre el tema, creo que lareBexi6n sobre esta vieja historia del encuentro de mundos conserva actualidad por dosrazones. Por una parte, el seguir tOcandoel tema puede p romover los actuales derechos de los indios que seconsideran c o n mayor 0 menor justicia- descendientes directosde los hombres que encontr6 Co16n. Y por otra, el arullisis de losdistintos indigenismos e indianismos americanos y la formaci6nde una omnipresente cultura mestiza de todas las sangres puedeservir de punto de referencia y ensefiar una dificil convivencia a lanaciente Europa comunitaria, que tiem una poblaci6n blancacada vez menor y soporta con creciente h:>stilidad las oleadas migratorias de negros, musulmanes e iberoamericanos.

    Ademas este libro tiene una finalidad academica clara. 1 0 escribf para mis alumnos de bistoria de la antropologfa en la Facultad de Ciencias Sociales de la Pontificia Universidad Cat6lica delpern donde ensefio hace casi un cuarto de siglo. Y asf a esta HIs..TOlUA DB LA ANTROPOLOGfA INDIGBNISTA seguira. cuando me 10 permitan otros compromisos academicos impostergables. un segundovolumen de Historia de la antropologfa cultural, que tratani delevolucionismo. de la antropologia cultural norteamericana, delneoevolucionismo y de la ecologfa cultural, y un tercer volumende Historia de la antropologfa social, que presentani el desarrollode la antropologfa social inglesa y de la etnologfa francesa

    No quiero terminar el prologo sin expresar mi gratitud a todos

    10

    los que han hecho posible este libro. A los indios americanos,cuyo contacto en diferentes paises del continente siempre ha sidepara mf un motivo de cuestionamiento y de esperanza. A los misioneros coloniales, especialmente a mis hermanos jesuitas. cuyaentrega a la tarea evangelizadora y al estudio de las lenguas yculturas indigenas y cuya tenacidad en la construcci6n de utopiasen ellaberinto colonial, contribuy6 a redimir la conciencia de Oc- cidente; por eso, ahora estoy escribiendo una antologfa sobre losjesuitas-cronistas titulada a utopf.a. posible cuyo primer tome ya

    se ha publicado. Y finalmente, a l a Editorial Anthropos de Barcelona, que ha querido publicar est obra y que esta mostrando sensibilidad para h acer coediciones con editoriales y universidades deAmerica latina. Es sabido que la larga crisis econ6mica de muchospaises americanos, las barreras arancelarias de sus gobiemos y elcosto de los correos, estan haciendo cada vez mas dificil la compra y venta de libros entre ambos lados del Atlantico. Por eso,todas las formas de super ar el aislamiento editorial y de que podamos seguir leyendonos son una buena inversi6n y un modo dealimentar la comunidad iberoamericana, que debe conservar supeculiar especificidad cultural, cualquiera que sean los bloques d enaciones del mundo del futuro.

    Lirm:l. m no de 1993

  • 8/16/2019 Cap. 1 Marzal Historia de la Antropología indígenista en México y Perú

    7/29

  • 8/16/2019 Cap. 1 Marzal Historia de la Antropología indígenista en México y Perú

    8/29

    ANTROPOLOGfA

    Y POLiTICAS INDIGENISTAS

    No es posible h c e r ~ u nhistoria d el pensami ento antropo16gi-co sin empezar por precisar el objeto de esta disciplina.

    1 l objeto de l antropologia

    Pienso que la mayorfa de los antrop6logos hemos tenido mu-chas veces la experiencia de tener que explicar a otros cual es elobjeto de nuestra actividad profesionaL Por no se que estereotiposcon frecuencia se nos identifica con los que buscan el eslab6nperdido entre el mono y el hombre 0 miden pacientemente loscraneos de viejos enterramientos; otras veces se nos confunde conlos arque6logos que hacen prolijas· excavaciones para reconstruir

    antiguas civilizaciones; los mas enterados dicen que los antrop61o-gos se pasan aDos enteros conviviendo con grupos etnicos margi-nales olvidandose de la marcha incontenible de la historia que vaa acabar borrando todas las diferencias y a establecer una culturauniversaL Todo eso -cn ineos, restos arqueo16gicos y costumbresextrafias- 10 ha estudiado alguna vez la antropologfa y hoy 10sigues estudiando algunas de sus ramas pero la antropologia noes s610 eso.

    Tal confusi6n sobre la actividad profesional de los antrop61o-gas que se da en. na conversaci6n intrascendente durante unareuni6n social se repite no raras veces en los mismos circulos

    15

  • 8/16/2019 Cap. 1 Marzal Historia de la Antropología indígenista en México y Perú

    9/29

    profesionales de antr0p610gos que, cuando se reUnen, tienen necesidad de preguntarse que Cosa son.l

    Las principales explicaciones de este hecho parecen ser: que laantropolog(a es una ciencia relativamente joven y por 10 mismo,insuficientemente definida en sus metodos y en su mismo objeto;que la antropologia, como todas las ciencias sociales, esta muycondicionada por los cambios de lz realidad social que estudia yasl ha tenido que redefinir su campo; y que la antropologia, por elmismo crecimiento de la disciplina, ha tenido que sufrir una progresiva 'divisi6n en nuevas especialidades. Por todo esto, 10 quealguna vez fue el objeto de la antropolog(a 0 sus metodos :maspropios han podido dejar de serlo y por el contrario, campos 0metodos otr ora vedados a los antrop610gos quizas son hoy el cen·tro de sus preocupaciones. De esta forma :mas que hablar de laantropologia hay que hablar de las antropologias.

    Todo esto debera revelarse en esta historia del pensamientoantropo16gico, porque la dimensi6n diacr6nica es precisamente laque pennite verla evoluci.6n de un hecho social. Pero aun asf, hayque partir de una definici6n inicial de antropologia que incluya atodos aquellos que hasta ahora han hecho estudios que puedenconsiderarse antropo16gicos, aunque los a\ ItOres de tales estudiosno hayan sido' antrop610gos (no hay que olvidar que la profesionalizaci6n de la antropolog(a no tiene lugar basta bien avanzado elprimer tercio del siglo xx), para luego construir la historia de laantropologia as definida.

    Uamo antropologia a aquella ciencia social que estudia el fun·cionamiento y evoluci6n de la «otras» sociedades. Dentro de la tradici6n cientffica que se desarrolla en Occidente, que no es la Unicani quizas la mejor, pero sfla que. nos ha proporcionado el aparatoconceptual que utilizamos cuando queremos describir y explicar loshechos sociales, la antropologla nace cuando se estudian aquellassociedades que han tenido un desarrollo diferente 0 desigual al delmundo occidental. En ese sentido, Bronislaw Malinowski, recluidodurante varios afios en la isla Trobriand, en la Melanesia, para darnos una visi6n total de la sociedad y de la cultura trobiandesa, es elprototipo de antrop610go. El estudio de la evoluci6n y funciona- 'miento del hombre como ser biol6gico corresponde mas bien a laantropolog(a fisica; el estudio de las antiguas civilizaciones a traves yJ

    1. Es significativo que en el Primer Encuentro Nacional de Antrop61ogos profesionales. celebrad o en Lima entre el 3 yel 6 de julio de 1979, con el auspicio de laSociedad Peruana de Antropologia. donde hubo tres seminarios de discusi6n te6rica.el primero de ellos se dedicara al objeto de la antropolog:fa.

    16

    de sus restos corresponde a la arqueologfa, y el estudio de la estructura de las diferentes lenguas corresponde a la lingiiistica, clenclastodas que tienen clerta vinculaci6n con la antropolog(a, pero queson una cosa diferente. Este estudio de las sociedades diferentes harecibido el nombre poco afortunado de antropologfa (que etimol6gicamente significa «estudio 0 tratado del hombre»), sin duda porel aspecto holfstico 0 totalizador que se querla dar a ese estudio: elhombre, en cuanto miembro de una sociedad e inmerso en unacultura, era estudiado en todos los aspsectos de su yj da para ser

    mejor comprendido. Pero tal estudio ha tenido enfoques diferentes,y asl la antropologla se ha llamado en InglatelH antropologfa so-cial en Estados Unidos antropologfa cultural y en Francia etnolo-gfa aunque la similitud de marcos te6ricos y metodol6gicos nospermite conduir que se trata, de la misma ciencia.

    Se ha repetido muchas veces que la antropologia nace en elsiglo X X y que es una ciencia fundamentalmente anglosajona, porel desarrollo que ha tenido en el mundo de habla inglesa, a amboslados del Atlantico. Ambas afumaciones pueden tnatizarse. La antropologia como ciencia 0, al menos, como campo de conocimiento nace cuando Occidente se pone 1m contacto con el continenteamericano y los espafioles tratan de conquistar, colonizar y cristianizar a los indigenas, especialmente a las altas culturas azteca,tnaya e inca. Si es cierto que el contexto ideo16gico de ese perlodono permitia el desarrollo de una ciencia aut6noma, pues entoncesla ciencia estaba bastante mediatizada por la filosofia y la teologiaimperantes, tambien es cierto que hubo una descripci6n y unaexplicaci6n de los fen6menos sociales que son propias de la verdadera ciencia. Los antrop610gos anglosajones no suelen estar deacuerdo con esta matizaci6n. Por ejemplo, Clyde Kluckhohn, ensu difundida introducci6n a la Antropologfa (1949), escribe:

    Aunque los antiguos aqui y alia mostraron que valia la pena ocu

    parse de los tipos y las costumbres de los hombres, fueron los viajesy las exploraciones a partir del siglo xv los que estimularon el estudio de la variabilidad humana. Los contrastes observados con elcompacto mundo medioeval hicieron necesaria la antropologfa. PorutHes que sean los escritos de este periodo par ejemplo, las descripciones de viajes de Pedro Marth-) no pueden considerarse como do-cumentos cientfficos. Con frecuencia fanOisticos, se escribieron paradivertir 0 con fines practicos. Las relaciones minuciosas de observadores de primera mano se mezcla ban con anecdotas embellecidas ya menudo de segunda procedencia. Ni los autores, ni los observadores ternan una instrucci6n especial para registrar e int erpretar 1 quevefan. Contemplaban a otros pueblos y sus costumbres a traves de

    17

    http:///reader/full/evoluci.6nhttp:///reader/full/evoluci.6n

  • 8/16/2019 Cap. 1 Marzal Historia de la Antropología indígenista en México y Perú

    10/29

    lentes toscos y defonnadores, fabricados con todos los prejuicios ytodas las ideas preconcebidas de los europeos cristianos: no fue sinoa fines del siglo xvm y comienzos del XIX, cuando empez6 a desarrollarse es a antropologfa cientffica. 2

    Pero no se explica por que Kluckhohn pone precisamente elejemplo de Pedro Martir de Angleria, autor de las famosas eca-lias de or e no vo (1530), pero que nunca estuvo en contacto directo con las culturas americanas, y no pone el ejemplo del francisca

    no Bernardino de SahagUn, autor de una etnograffa casi perfectasobre la cultura azteca, a no ser que en el fondo este oculto ciertoetnocentrismo occidental de que toda la ciencia social nace en elsiglo XIX y cierto etnocentrismo anglosajon que piense que la antropologia aprendio a hablar en ingles. El desarrollo de la primeraparte de este primer volwnen de la bistoria del pensamiento antropologico sera Ia mejor prueba de hasta que punto es exageradaIa afirmacion de Kluckhohn. De todos mOOos puede resultar utiseiialar una triple e t a p c \ ~ el desarrollo de la antropologia, defini

    . da como estudio de las ~ o t r a scultw.:as» 0 de las sociedades diferentes: en Ia primera, se describen dichas c ulturas 0 se reflexionasobre la transformacion de las misrnas en la praxis social; en la s -

    gunda, se busca n las leyes cientfficas del cambio cultural; en ]a tercera, Ia bu.squeda cientffica se convierte en actividad profesional. AslIa comprension de las otras culturas pa,sa de ser un objeto de estudio a ser una tarea cientffica y una actividad profesional.

    La primera etapa corresponde al mundo colonial hispanoamericano, especiahnente a Mexico y al Peru, a partir de la segundamitad del siglo XVI. AI encontrarse los espaiioles con las altas culturns americanas y al tratar de transformarlas profundainente enel campo politico y religioso, tuvieron que hacer una serle de estudios; aunque no existfan las condiciones objetivas para el nacimiento de una ciencia social autonorna, se hicieron muchos estudios descriptivos e historicos sobre las culturas americanas y se

    acwnulo mucha reflexion te4rica, aunque no sisteJ:n8.tica, sobre latransformacion de dichas culturas.

    La segunda etapa l a comprension de las otras culturas comotarea cientffica- se desarrolla a partir de Ia segunda mitad delsiglo XIX, cuando personas procedentes de diferentes profesioneshacen las primeras formulaciones de la evolucion de la sociedad yde sus principales instituciones (Ia farnilia, el Estado, la propiedad

    2. Clyde Kluckholm i Antropologfa Mexico. Fondo de Cultura Econ6mica. 1965,p.13.

    o la religion); esas formulaciones evolutivas, cuyos ejemplos massignificativos son La cultura primitiva (1871), del ingles Edward B.Tylor, y La sociedad antigua (1877), del norteamericano Lewis H.Morgan, sefialan ya una ley de evolucion unilineal en el desarrollode las instituciones de la sociedad humana -salvajismo barbartey civilizacion, para Morgan- que se presentan como una verda·dera ley cientffica de la sociedad. Como reaccion entra en la escena el difusionismo cultural, que privilegia el pre 1tamo cultural sobre Ia invencion independiente como clave del desarrollo de las

    sociedades y que tambien es formulado por antrop6logos no profesionales de principios del siglo xx.La tercera etapa 1a comprension de otras culturas como activi

    dad profesionaI- se desarrolla a partir del primer tercio del sigloxx, cuando se institucionaliza la carrera de antropologia en las urn-versidades norteamericanas e inglesas. Casi simultaneamente sw-genlas escuelas nacionales: la antropologfa cultural de Franz Boas enEstados Unidos, la antropologfa social de Bronislaw Malinowski yAlfred Radcliffe-Brown en Inglaterra y Ia etnologia de Marcel Maussen Francia. La primera estudia Ia cultura 0 modo de ser y actuarpropio del grupo; la segunda, la estructura social de los pueblos pri·mitivos, como una rfUlla de la sociologia; y Ia tercera se interesa,sobre todo, por la organizacion social, pero tiene una fuerte preocupacion filosofica. Por este miSmo tiempo, Mexico y Peru, que hanredescubierto su poblacion indigena tras la crisis de Ia politica indi-genista liberal del primer siglo de vida independiente, destierran supreocupacion por estudiar 10 indigena y, con los marcos te6ricos dela antropologia cultural norteamericana, montan sus progr-d.InaS decambio dirigidos entre los grupos indigenas, 10 que se traduce enactividad acad6mica y profesional para los antrop61ogos.

    As , en unas cuantas grandes pinceladas, se tiene un primercuadro del desarrollo de Ia antropologfa en los cuatro wtimos siglos. A continuacion voy a presentar un cuadro mas elaborado,donde se sefialen los principales problemas que se plantean y loslogros te6ricos y metodologicos que se consiguen en el desarrollode esta disciplina.

    2. Desarrollo el pensamiento antropologico

    Es una mas detallada vision panoramica del desarrollo de laantropologia puedesn sellalarse siete corrientes, cada una de lascuales va a plantear sus propios problemas y a hacer sus peculiares aportes. Paso a enwnen:r cada una:

    18 19

  • 8/16/2019 Cap. 1 Marzal Historia de la Antropología indígenista en México y Perú

    11/29

    2.1. l indigenismo colonial

    Es Ja reflexi6n antropol6gica que se centr a en las culturas indigenas americanas d e alrl el nombre que Ie ha dado de indigenism o con ocasi6n de la conquista y colonizaci6n de Mexico y delPeru POI' los espaftoles. Su perlodo IIl 2s significativo abarca la segunda mitad del siglo XVI y a primera del siglo XVII. en que sepublican 0 almenos se escriben las obras mas originales (veasea¢ndice n.o 2 al final dellibro ). Los principales temas son:

    a) Funcionamie:nto y origen de las religiones americanas. Lamayona de los misioneros que escriben sobre las culturas aut6ctonas reconocen que es imposible evangelizar a los indios si no seconocen previamente las religiones americanas. Los mismos extirpadores de «idoJatnas». que van a organizar en el Peru, en la primera mitad del siglo XVII, campafias sistematicas contra las religiones indfgenas que sobreviven en la clandestinidad, recogen mucha informaci6n sobre el tema. Asi, en este per1odo. se producendescripcionesde los sistemas religiosos aut6ctonos: sus creenciasen Dios, en los interniediarios sagrados y en los espfritus daiiinos,con sus formuIaciones-sistematicas 0 miticas; sus ritos impetratorios, satisfactorios, festivos y de transici6n; sus formas de organizaci6n del gropo religioso y las diferentes clases de sacerdocio ychamanismo; y las normas eticas, que son parte integrante de lareligi6n 0 que se legitiman religiosamente. En estas descripcionesno faltan, con frecuencia, sugerentes comparaciones de las religiones indfgenas. con las religiones greco-romanas y orientales, queeran 'las IIl 2s conocidas de los misioneros. AI lade de las descripciones de las religiones indfgenas, se plantea tambien el problemafilos6fico-teol6gico des su valor. La mayona de los autores, influi-dos pOr la ensefianza biblica de que «los dioses de los paganos sondemonios».3 sostienen el origen demoniaco de las religiones americanas teona de la «parodia diab6lica»); pero tambien se planteael origen apost6lico de las mismas, rastreando, en las tradicionesmiticas y en ciertos sfmbolos 0 ritos. la presencia en America de

    3. Puede consultarse Xavier Le6n·Dufour, Vocabulario de teologf blblica Barcelona, Herder. 1966. En el articulo sobre demonios dice: . Los traductores griegos de laBiblia slstematizaron esta interpretacl6n demoruaca de la idolatrla identificando for·malmente con los demonios a los dioses paganos (Sal 96. 5; Bar 4. 7), introduciendolos incluso en los contextos en que el original hebreo no habIaba de elIos (Sal 91. 6;Is 13.21; 65, 3). Asl el mundo de los demonios se convertla en un universe rival deDios> (p. 186). Y en el articulo sobre Idolos dice: .Pabl o prosigue esta crltica de laidoIatria asocifmdoIa al culto de los demonios: sacrificar a los Idolos es sacrificar alos demonios» (1 Cor 10, 2.01 ) (p. 357).

    alguno de los ap6stoles de Jesucristo, pOl' m s que esa primeraevangelizaci6n se hubiera ido deformando con el tiempo por Jaidolatna. FinaImente, esta reflexi6n antropo16gica se centra tam-bien en el proceso de aculturaci6n religiosa; con ocasi6n de losexitos y fracasos de la tarea evangelizadora se presenta lJluchaWormaci6n, conceptos, hip6tesis y aun leyes sobre el cambio religioso.

    b) Funcionamiento y legitimidad de las sociedades indfgenas. Lareflexi6n antropo16gica sobre este tema esta muy condicionadaporia poutica espafiola con la poblaci6n indfgena. Como se veraampliamente en el Ultimo apartado de este mismo capitulo, Espaiia quiso conservar a las sociedades indigenas «como tales», man-teniendo muchas costumbres indfgenas compatibles conel sistema colonial y gobernando las comun idades 0 reducciones por medio de autoridades indigenas. POl' otra parte, cuando se encendi6la poIemica de los justos tftulos de la conquista, con participac i6nde juristas y te610gos, se quiso conocer la legitiroidad de las sociedades indfgenas. As se realizan las discutibles «informaciones» delVirrey Toledo. que tratan de conocer el modo de gobiemo incaicoy. de paso, investigar si er a posible proba r la iligitimidad del poderpoutico incaico. De ese modo, junto a las descripciones de los sistemas religiosos, aparecen las descripciones de los sistemas pouticos y culturales de las sociedades indfgenas.

    Frente a la alternativa ofidal. se crean alternativas ut6picas, yasi un oidor de la Audiencia de Mexico y luego obispo de Michoacan, Vaco de Quiroga, realiza la utopia de Tomas Moro en sus«pueblos-hospitales», y los jesuitas construyen la experiencia ut6pica mas grande y duradera de la historia en sus «Reducciones deParaguay». Debajo de esas experiencia concretas y de otras mu-chas que se intentan, mas vinculadas al proyecto oficial, estabaplanteada ya la problematica de la «capacidad del indio» y la hip6tesis del «buen salvaje». que van a popularizar los fil6sofos socia

    les franceses del siglo XVIII. FinaImente, la reflexi6n antropol6gicase centra tambien en el proceso de aculturaci6n de la poblaci6nindfgena que se realiza en las mismas comunidades (las detalladasvisitas y revistas que se conservan contienen muchos datos interesantes al respecto) y en,las ciudades espafiolas, a las que van incorporandose progresivamente los indios para r formando la na-ciente sociedad mestiza.

    c) El origen del indio arr:ericano Tambien se plantea este temam s te6rico, sin implicaciones directas en la praxis de evangelizadores 0 de funcionarios de la administraci6n colonial. EI tema interesa porque responde a la pregunta de romo se vincula el hombre

    20 21

  • 8/16/2019 Cap. 1 Marzal Historia de la Antropología indígenista en México y Perú

    12/29

    americano con el viejo mundo, y para responder, se utiliza el metodo comparativo en tre rasgos culturales e instituciones de las culturas euro-afro-asiaticas y americanas. Por mas que la geografia americana, tod vf no descubierta por completo, y el insuficiente conoci.miento etnografico limiten mucho el valor de las diferentes hip6tesis que se plantean sobre el origen del indio americano, llama laatenci6n la serieda.d del planteamiento y el uso del metodo comparativo. Junto a este tema hay que considerar tambien las primerasfonnulaciones del evolucionismo cultural.

    2.2. l evolucionismo cultural

    En el clima intelectual evolucionista del siglo XIX (la filosoffade la historia de Hegel, como evoluci6n hacia la libertad, el materialismo hist6rico de Marx, con su esquema de la evoluci6n de lassociedades , y el evolucionismo biol6gico de Darwin) y en el apogeo de la segunCla revolud6n geognUlca y colonial, se fonnulan lasteorfas del evolucionismo cultural de Edward Tylor (f832-1917) yLewis Morgan (1818-1881). Este sostiene en el prefacio de a so-ciedad antigua (1877): «Puede decirse abora, sobra la base depruebas convincentes, que el salvajismo precedi6 a la barruirie entod s las tribus de la humanidad, asf como se sabe que la barbarieprecedi6 a la civilizaci6n. La histQria de la raza humana es una ensu origen, una en su experiencia y una en su progreso».4 La secuenci a salvajismo-barbarie-civilizaci6n de Morgan es la formulaci6n mas rfgida de un evolucionismo unilineal y aplicable a todaslas sociedades en e espacio y en el tiempo, aunque Morgan no 1aplica sino a tres instifuciones sociales, la propiedad, la familia yel gobierno. El evolucionismo cultural tiene el gran merito de afir-mar que la historia de las sociedades humanas se puede reducir aleyes cientfficas, pero presenta pruebas empfricas sumamente debiles y se convierte, por su impliaita devaluaci6n de 1 «primitivo»y por su afirmaci6n de que la marcha de las sociedades hacia elprogreso es unifonne, en una justificaci6n de la polftica colonialdel mundo occidental.

    l evolucionismo domina, duran te varias decadas, el panoramade l a reflexi6n antropol6gica, y los que hacen antropologfa, que noson profesionales y proceden de diferentes profesiones, dedican sutiempo a amontonar pruebassobre la evoluci6n de algunas de las

    4. Morgan. La scx iedad antigua, Mexico. s.f., p. 48,

    instituciones de la sociedad, tales como el matrimonio, la ley, lareligi6n 0 el instrumental tecnol6gico. Pero la rigi:lez de la fonnu-laci6n evolucionista y su evidente debilidad empfrica hacen que sedesencadene una serie de reacciones: por una parte, aparece eldifusionismo cultural, que sostiene que, en el dasarrollo de las sociedades humanas, es mucho mas significativo la difusi6n 0 pres..tamo cultural que la invenci6n, tan privilegiada por los evolucionistas y que, por consiguiente, la histo ria no se explica tanto por eldesarrollo independiente y paralelo de sociedadeS que van reco

    rriendo el mismo camino desde el salvajismo a la civilizaci6n,como por influjo de detenninadas sociedades en otras y, sobretodo, por el influjo de determinadas sociedades privilegiadas querealizaron los mayores inventos humanos: el ingles Grafton ElliotSmith (1871-1937) va a ser el iniciador del difusionismo extremo,que defiende que la cultura humana proviene fundamentalmentede Egipto, con argumentos mas debiles todavia que los de los evolucionistas; el padre Guillermo Schmidt (1868-1954) va a ser elrepresentante mas caracteristico del difusionismo aleman (la Escuela de los Cfrculos de Cultura), que es mucho mas aceptableque el ingles y que hace prolijas reconstrucciones del pasado delas sociedades, pero que tampoco llevan a n inguna parte.

    a reacci6n del otro lado del mar Estados Unidos ante elevolucionismo cultural es mas radical todavia. Es una reacci6n detipo metodol6gico, porque no 561 se cuestiona la respuest a evolucionista, sino que se cuestiona la misma pregunta y as{ nace el«partlcularismo hist6rico», que estudia c rl sociedad individualcomo un todo y es la primera piedra de la antropologia culturalnorteamericana. Muy poco despues en Inglaterra, como reacci6ncontra el difusionismo extremo, por influjo de Durkheim, que aplica el concepto de funci6n» a las sociedades humanas, por la ana-logfa que hay entr e la vida social y la vida organ.ica, y como consecuencia de la revoluci6n metodol6gica que realiza Malinowski ensu trabajo de campo en la isla Trobriand, aparece la antropologiasocial inglesa, que tambien estudia no c6mo evolucionan las sociedades, sino c6mo funcionan.

    2.3. a antropolog(a cultural norteamer icana

    AI institucionalizar el estudio de cada sociedad particular comoun todo sobre el terreno, como 16gica reacci6n contra el evolucionismo, el aleman Franz Boas (1858-1942) establece los dos funda-mentos de la «escuela americana»: uno te6rico. el concepto de

    22

  • 8/16/2019 Cap. 1 Marzal Historia de la Antropología indígenista en México y Perú

    13/29

    cultura, Y otro metodo16gico, el trabajo de campo. Mas que ungran te6rico, autor de alguIia obra cIasica de la antropologfa (cosaque nunca hizo, ya que toda sus producci6n escrita se reduce a unmont6n de ensayos), Boas es el creador de un estilo de trabajocientffico y el formador de toda una generaci6n de antrop610gosnorteamericanos, a quienes comun ica la simpatia bacia el «primitivo. que el mismo sinti6 ruando para probar el intlujo del climasobre el hombre de acuerdo a las teorfas de Ratzel. tuvo que convivir con los esquimales y pudo «comprohar que ellos tambien

    gozan de la vida como nosotros [ .~ ] que la naturaleza es paraellos una bendici6n, que los sentimientos de amistad echan rakesen el.cor aron [ .. J que el esquimal es un hombre como nosotros».5Esta ..humanizaci6n» del primitivo, uno de los grandes aportes dela antropologfa cultural. va a ser parecida a la que se vera en laantropologfa socialinglesa. porque el acercamiento a la realidadsocial de ambas escue1as es muy similar. Los grandes temas de laantropologfa cultural son: i

    a) E concepto de «cultura». Aunque fue Tylor quien acufi6 laprimera definici6n antropo16gica de cultura (utilizando esta palabra. que ya tema otro significado en el campo de las humanidadesy en el uso coniente, 10 cual va a ser motivo de una serie de·ambigiiedades), la tarea de definir y redefinir este concepto va aestar siempre presente . en la antropologfa norteamericana. y yaKroeber ·llega a recoger, clasificar y discutir 161 deficiones. 6 Esque este concepto parece ser el mayor invento invento de la antropologfa n orteamericana. Hay que reconocer que las definicionesde cultura son cada vez mas sofisticadas y tienen en cuenta unmayor nUmero de variables de l sistema social, por ejemp19 la ecologfa. Uno de los i s p u l o ~de Boas, Herskovits, ba dado una delas definiciones ms completas de cultura en la perspectiva de estaescuela:

    Para presentar la teona de la cultura que ha ~ n s t i t u i ola basede nuestros esturlios, en la forma m s sucinta, las proposiciones quese pueden entresacar de elIos son las siguiesntes: 1 la cultw a seaprende; 2) la cultura se deriva de los componentes bio16gicos, ambientales, psicol6gicos e hist6ricos de la existencia humana; 3) lacultw a esta estructurada; l la cultw a esta dividida en aspectos;5 la cu ltw a es dinamica; 6) la cul tw a es variable; 7) la cultura

    5. Citado por H.R. Hays, el mono al angel Barcelona. L. Caralt. 1965. p. 265.6. Koeber and Kluckhohn, Culture: a critical r vi w o concepts and definitions

    Nueva York, Vintage, 1952.

    presenta regularidades que penniten su amilisis por medio de losmetodos de la ciencia; 8) la cultura es un instrumento por medio delcua1 el individuo se adapta a su sitqaci6n total, y ademas Ie proveede medios de expresi6n creadora,7

    -Una consecuencia importante de este enfoque es que el ser hu-

    mano no debe ser estudiado desde la perspectiva de la naturalezahumana universal, sino desde la perspectiva de su propia cultura,que 10 ha modelado en el proceso de socializaci6n incluso. al nivel

    mas inconsciente. Pero este enfoque neva ya un doble gennen, queva a convertirse en una doble radicalizaci6n, aparentemente designo contrario, pero en realidad del mismo signo: el determinismo cultural y el relativismo cultural.

    EI detemtinismo cultural, cuya fonnulaci6n mas pura va a dar-se en algunos articulos de Alfred L Kroeber (1876-1960), de losque posterionnente el se rectific6, sostiene que la cultura, aunquees llevada por los hombres y existe a traves de ellos, representarealmente una entidad en SI mismo «de otro orden de vida» 0«super-orgaruca» y que no puede ser explicada por la geografia, lherencia ffsica 0 la psicologfa del hombre, sino que hay que estudiarla por medio de la historia; en este estudio, no debe buscarse la

    explicaci6n de los fen6menos en la causalidad propia de las ciencias naturales 0 biol6gicas, sino en la causalidad propia de lasciencias naturales biol6gicas, sino en la causalidad de la historia,que es teo16gica (es decir, que neva bacia alguna parte, independientemente del actuar de las causas eficientes), y en este estudioel individuo no tiene valor a no ser como ilustraci6n. 8 El ejemplocIasico es la moda femenina, en la qne Kroeber, a partir de variosindicadores de la falda, cintura y escote, descubre, en un periodode unos ciento cincuenta allOS una serie de variaciones ciclicas,que parece que no pueden atribuirse a l a decisi6n de los modistos,sino a que la corriente de la cultura neva al hombre, 10 desee esteo no, a donde ella va.

    El relativismc cultural, uno des cuyos representantes mas caracterfsticos va a ser el mismo Melville J. Herskovits, sostiene quetoda realidad conocida es realidad cultural y to da experiencia hu -mana queda culturalmente mediatizada, pues cada individuo in-

    7. Herskovits, El hombre y sus obms; Mexico, Fondo de Cultura Econ6mica,1968, p. 677.

    8. Tres artfculos de Kroeber en la revista American Anthropologist: «Eighteen Professions., 17, pp. 283-288; -The Superorganic., 19, pp. 163·213; «On the Principle ofOrder in Civilization as Exemplified by Changes in Fashion., 21. pp. 235-263.

    24

  • 8/16/2019 Cap. 1 Marzal Historia de la Antropología indígenista en México y Perú

    14/29

    terpreta la experiencia a base de los principios recibidos en la propia socializaci6n y todas Sus valoraciones sonrelativas al fondocultural de la cual surgen; as , «la paligamia, cuando se mira desde el punto de vista de los que la practican, muestra valores queno son Vl

  • 8/16/2019 Cap. 1 Marzal Historia de la Antropología indígenista en México y Perú

    15/29

    indigenas y tradicionales. sino que estudian tambien la sociedadcampesina, las colonias suburbanas y las mismas sociedades nadonales, pero con metodos mas cualimtivos que cuantitativospara seguirviendo a la sociedad «d0sde dentro», 10 cualles resultamucho m s diffcil por el tamafio y complejidad de los universos.

    2 4 La antrojJologta social ingiesa

    Ya se vio que la antropologia social nace como reacci6n contrael difusionismo extremo y como consecuenda del influjo te6ricode Durkheim y metodo16gico de Malinowski. Su 000 de nacimiento puede fijarse en 1922, porque ese 000 publican sus primerosgrandes estudios de campo Malinowski y Radcliffe-Brown y muere Rivers, el Ultimo de los difusionistas que reintrodujo el estudiodel parentesco, uno de los.temas principales de esta escuela. Sellama n t r o p o ~ 9 g i asocial porque quiere ser sociologia de los pueblos primitivos y porqueestudia no toda la cultura de l s sociedades, sino 8610 su organizaci6n social. Los temas de mas interespara esta escuela son:

    a l funcionalisrno En su obra La vida sexual de. los salvajes1929) Malinowski obseIVa: «He hablado del metodo funcional

    como si se tratara de una escuela de a n t r o p o I g i ~ aestablecida deantiguo. Perm1taseme confesarlo de un vez: el pomposo titulo deEscuela Funcional de Antropologia ha sido dado por mi mismo,sobre mi mismo en cierto modo y en gran parte a partir de mipropio sentido de la irresponsabilidad ..11 Sin embargo, el,funcionalismo ejerci6 y sigue ejerciendo un gran influjo en la antropologia. Mas que una teorfa es un e t o d o

    El amllisisfuncional

    tiene por fin la explicaci6n de los hechos antropol6gicos. en todoslos nivcles de desarrollo. por su funci6n. por el papel que juegandentro del sistema total de la cultura, por 1a manera de estar unidosentre sf al interior del sistema y por la manera como este sistemaesta unido al medio fisico. a identidad re l de una cultura parecereposar en 1a conexi6n orgaruca de todas sus partes, sobre la fun-ci6n que tal detalle realiza en el interior de sus sistemas, sobre lasre1aciones entre el sistema, el medio y las necesidades humanas. 12

    II. Bronislaw Malinowski, La vida sexual de los salvajes del noroeste de MelanesiaMadrid, Morata, 1915, p. 32.

    12. Malinowski. Coral Gardens and their Magic Londres. George Allen 1935.

    Para hace r este anaIisis hay que realizar un exhaustivo trabajosobre el terreno, para conocer l s sociedades «desde dentro».

    Este an

  • 8/16/2019 Cap. 1 Marzal Historia de la Antropología indígenista en México y Perú

    16/29

    ducci6n de que ciertos tenninos de parentesco eran proeba de antiguas fonnas de fam i lUi (por ejemplo, el matrimonio entre hermanos) hizo que los hallazgos de Morgan se olvidaran durante muchotiempo. Fue Rivers quien, en unas conferencias pronunciadas en1913 en la London School of Economics, redescubri6 el parentescoy pudo ttmostrar que la tenninologla del parentesco ha sido rigw o-samente detenninada por l s condiciones sociales y que, si estaposici6n ha sido establecida y aceptada, los sistemas de parentesconos propon:::ionan el instrumento m s valioso en el estudio de la

    histriria de l s instituciones sociales».13 Esta linea de trabajo la vandesanollar ampliamente todos los grandes antrop6logos ingleses,especialmente Radcliffe-Brown, quien afuma en su celebre intraducci6n a los Sistemas de parentesco y matrimonio:

    De 1a misma fonna que el arquitecto, al disefiar los pianos de unedificio, tiene que elegir los principios estructurales que elegini, as ,aunque de u na mane ra menos deliberada, en 1a construcci6n de uns i s t ~de parentesco existen un nlimero limitado de principios es-tructurales que puede n ser utilizados y combinados de distintas maneras. El caracter de 1a estructura de la selecci6n, de la manera deusar y de la combinaci6n de dichos principios. El analisis estructural de un sistema de parentesco debe, por consiguiente, efecttiarseen referencia a los principios estru(..i:Uralesy a su aplicaci6n. 14

    Entre esos pnnClplOS estructuiales del parentesco seiiala launidad del grupo de siblings hermanos de padre y madre), la distinci6n de generaciones (las generaciones s u c e ~ i v stienden a distanciarse porque hay que transmitir la cultura y sociaIizar a los individuos con disciplinas y control, mientras que l s generacionesalternantes tienden a fusionarse, por l s relaciones faciles y lacreencia de que el nieto sustituye al abuelo en el sistema social),la unidad de los linajes como grupo, etc.

    c) Rito y mito Estos se estudian en la antropologfa norteamericana porque son parte de la cultura del grupo; en la antropologfainglesa el rito se estudia, en la linea de la sociologia de Durkheim,porque es uno de los mejores earninos para descubrir al grupo, yaque este se expresa en el ritual comm. Es ya clc'isico el metodo deanaIisis del rito que Redcliffe-Brown expone en su articulo «Tabu»(1939), que muestra c6mo los ritos 0 tabues extrai ios tienen sent ido

    13. Rivers, Kinship and Social Organization. Londres, The Athlone Press, 1968.14. Radcliffe-Brown ed), African Systems o f Kinship and Marriage Londres, Ox-

    ford University Press, 1950, p. 81.

    en la cultura, en contra de 10 que pensaban los evolucionistas, yc6mo tienen una funci6n social en el grupo. Radcliffe-Brown dis-tingue en los ritos entre el prop6sito, que pretenden logmr los que10 realizan. el significado 0 su contenido simb6lico, y los efectosreales que producen en la persona 0 en el grupo. Luego pone unejemplo de los andamanenses. quienes, cuando una mujer quedabaembarazada, daban nombre propio a la criatura que estaba tod vfen el vientre de su madre e imponfan a sus padres la obligaci6n deno comer sino detenninados alimentos durante el perlodo anterior

    al alumbramiento, y de no ser llamados por sus propios nombres,sino como padres del nuevo niiio. Aunque los andamanenses nosabian dar raz6n de esa costumbre, su significado (descubierto porparalelismos con otras situaciones similares) era que el niiio ya -nia vida propia y sf debia tener nombre propio; los padres entraban en una situaci6n anormal. para destacar la importancia delnuevo nacimiento. y asf se conseguia el efecto individual de prepararlos para el acontecimiento y el efecto social de llamar la atenci6n del grupo sobre el nacimiento de un integrante del mismo. 1S

    En cuanto al estudio del mito por la antropologfa social, tam-bien hay un notable avance. De sec una simple tabula sin sentidoo una reposici6n del pasado muerto, el mito se convierte con Malinowski en la «expresi6n de una reaIidad mayor que subsiste todavia parcialmente viva», «El mito cumple en la cult.ura primitiv auna funci6n indispensable: expresa, exalta y codifica l s creencias.custodia y legi sima la moralidad; garantiza la eficiencia del ritual ycontiene reglas practicas para aleccionar al hombre. Resulta asfun ingrediente vital de la civilizaci6n humana.»16 Pero los mitos,como todos los simbolos. son manipulables. y asi pueden se narra-dos por cada grupo en conllicto con las variantes necesarias paraservir de apoyo a su propia posici6n,I7

    2.5. a etnologfa francesa

    Durante el periodo de construcci6n de la antropologfa culturaly social, Francia estuvo bastante ausente. Se sigue cultivando lasociologla de la escuela del «Anuario sociol6gico» y. en el Ultimo

    15. En Radcliffe-Brown, Estructuray funcwn en a sociedad primitiva Barcelona,Peninsula, 1972, pp. 153-173.

    16. Malinowski. Estudios de Psicofngla primitiva Buenos Aires, Paid6s, 1963, p. 33.17. Edmund Leach, Sistemas politicos de a Alta Binnania Barcelona, Anagrama,

    1976.

    30 31

    http:///reader/full/sociales%EB%AE%B13http:///reader/full/aplicaci6n.14http:///reader/full/aplicaci6n.14http:///reader/full/mismo.1Shttp:///reader/full/mismo.1Shttp:///reader/full/sociales%EB%AE%B13http:///reader/full/aplicaci6n.14http:///reader/full/mismo.1S

  • 8/16/2019 Cap. 1 Marzal Historia de la Antropología indígenista en México y Perú

    17/29

    tercio del siglo XIX, se hacen una serle de estudios de antropologla Iisica. Marcel Mauss (1872-1950), sobrino y estre cho cola borador Ide Durkheim, puede considerarse el padre de la nueva escuela antropoI6gica e inspirador de metraux, Griaule, Dumezil. Bastide.Dumont y Levi Strauss. Sobre el escribe otro de sus disdpuIos:

    Mauss pertenece a la categorla. podrlamos decir a la generaci6nde los cetn61ogos de camara». No hace el menor estudio «sobre elt e lTenOlO. A falta de observaci6n directa posefa. para alimentar suret1exi6n. una erudici6n excepcionaI. Daba la impresi6n de haberlole1 do t o d ~ de haber conversado con todos los grandes etn6logos yde haberlo retenido todo [ ..J Nunca busca el desarrollo de una teo-rla sistematica, aunque tampoco ha cesado, a 10 largo de toda sucarrera, de busca r y multiplicar ideas originales. de indicar la direcci6n de. investigaciones, para cuya dedicaci6n eI no disponfa deltiempo ~ o Vefa, .os problemas importantes, entrevefa las so1uciones, presentaba sus descubrimientos, dandonoslo t o d ~en susescritos 0 en sus curses, a medida que una 1ectura. una conversaci6n 0 una refiex.pn , proporcionaban a su espiritu una de esas iluminaciones que· haii .hecho de el no tan s610 un jefe de escuela, sinotambien un preCursor. IS

    Aunque no tiene - c o m o tampoco otro gran jefe de 'eScueia,B o a s ninguna obra definitiva, sf acumul6 una serie de ensayosinacabados, pero llenos de s u g e r e n t e ~observaciones, como el deldon, ]a teolia general de Ia magia. etc.

    Los principales temas que ahorda la etnologia francesa son:a E1 pensamiento primitivo. Lucien Levi-Bruhl (1857-1939)

    plantea la mentalidad primitiva como prel6gica y eso, en un contexto evolucionista, es mal interpretado; su primera obra, lA:s funcionesmentales en las sociedades inferiore.s es de 1910, cuando todavfa pululan muchaS ideas evolucionistas, y as! se Ie atribuye Ia interpretaci6n evolucionista de que el primitivo vivia una etapa anterior a la16gica, como en el campo social se decfa que vivia una horda y en el

    religioso que crefa s610 en almas y no en Dios. Sin embargo, la obrade Levi Bruhl puede interpretarse correctamente, sobre todo si setienen en cuenta sus rectificaciones de los amels p6stumos (1947).

    . As1 puede hablarse de dos mentalidades: la modema, en la que elcontenido de las representaciones mentales es, no sobre todo. intelectual, el vinculo entre las mismas, l6gico, y el principio de apoyo,el principio de contradicci6n; y la primitiva. en la que el contenido

    18. Jean Cazeneuve, SocioJog{a de Marcel Mauss. Barcelona, Peninsula, 1970,pp.11 y7.

    32

    de las representaciones mentales es no s610 intelectual, sino tambienemocional y motor. el vinculo entre las mismas es mfstico 0 prel6gico y el principio de apoyo, el principio de participaci6n, seglin elcuallos seres y los objetos pueden ser, en sus representaciones. a avez ellos mismos y otra cosa, como los hororos brasilenos q\Je seproclamaban a:ranis (papagayos). Por m s que sea discutible el ana- isis de los hechos y pobre el material etnografico utilizado, no hayduda de que la tesis central de Levi Bruhl de que hay dos mentalida.des diferentes. que no son dos etapas del pensamiento humano, sinodos aspectos del mismo, es un gran aporte a la reflexi6n antropo l6gica. Cazeneuve observa al respecto;

    El conocirniento racionaI no brinda al hombre nada mas queuna satisfacci6riparcial, pues sibien, en cierto modo, da la posesi6nde l>'U objeto, 10 pone a este como exterior al sujeto, como extrafto ael, POl el hecho de ser objetivamente. Por el contralio las representaciones colectivas de la mental idad primitiva realizan una comuni6n entre los seres que participan los unos de los otros, unaposesi6n intima y profunda del objeto que hace parecer, por comparaci6n. muy incompleta la satisfacci6n que da el conocimiento ra.cional. Por ejemplo. el pensamiesnto l6gico puede aplicarse a 1a noci6n de Dios, pero no da nada al creyente que se compare con laparticipaci6n de su ser en 10. divino. 19

    b) l e.structuralismo. Si el concepto de estructura sale de losescritos de Durkheim para cruzar el canal y ser cuidadosamenteelaborado por la escuela social inglesa, des nuevo regresa para serreelahorado por el estructuralismo frances A diferencia de la estructura inglesa, que es empfrica y observable, la estructura francesa es un modele que supone un nivel de abstracci6n mayor que ]aanterior. El protagonista de esta gesta, que domina todavia buenaparte de la etnologia francesa y aun se ha extendido a otros camposdel pensamiento, es Claude Levi-Strauss (1908). Partiendo del estudio de la lingOistica, dice que la grarruitica es como la «estructura»de la lengua, a unque uno no se acuerde de las reglas gramaticalescuando esta hablando. y sostiene que podemos representarnos ] acultura, esto es, el espacio especificamente huma no, bajo la formade un conjunto de sistemas simb6licos (mito, parentela, economia)que penniten el intercambio 0 comunicaci6n a distintos niveles,entre los cuales ellenguaje sel ia al mismo tiempo el mas perfecto yel m s fundamental. Asf la antropologla puede considerarse como

    19. Cazeneuve, La mentalidad arcaica Buenos Aires, Siglo XX, 1967. p. 20.

    33

    http:///reader/full/refiex.pnhttp:///reader/full/refiex.pn

  • 8/16/2019 Cap. 1 Marzal Historia de la Antropología indígenista en México y Perú

    18/29

    una teorfa general de l s relaciones que trat a de descubrlr la estr:uctura omnipresent e. Levi-Strauss observa en Tristes tr6picos 1955):

    El conjunto de habitos de un pueblo lleva siempre la marca deun estilo; ellos fonnan sistemas. Estoy convencido de que estos sistemas no existen en nUmeI O llimitado y de que las sociedades humanas, asi como los individuos, nunea crean ~ sus juegos, sussuefios 0 sus delirio9- de manera absaluta, sino que se limitan aescoger ciertas combinaciones e n un repertorio ideal que selia posible reconstruir. Haciendo el inventario de todos los habitos obsexvados, de todos los imaginadosen los mitos, y t m b i ~ nde los evocados en los juegos de niil.os y OOultos, en los suefios de loS individuossanos 0 enfennos y en las conductas psicopatol6gicas, se llegana adisefiar una especie de cuadro peri6dico como el de los elementosqubnicos, donde las costumbres reales 0 simplemente posibles apareceIian agrupadas en famillas y donde no tendrlamos mas que reconocer aquellas que las sociedades han OOoptado efectivamente. 0

    c) Las formaciones socio-econ6micas. Este tema ha side tratado, s o ~todo, por los etnQlogos franceses marxi stas y entre ellospor Mawice Godelier. Aunque mas adelante se vera el influjo delmarxismo en los neoevolucionistas, en general puede afiIDlarse

    que aquel ha influido menos en la antropologia que en otras dencias sociales. Esto se debe quizas a que el marxismo ha estado untanto ausente de los paises anglosajones, que han tenido un ciertomonopolio en la moderna antropologia; pero, sobre todo, a que elmarxismo suele analizar temas que han preocupado poco a losantrop610gos, como el capitalismo industrial, y en cambio tienepoco que decir en temas tan antropo16gicos como la ~ t n i c i d a delcampesinado y los sistemas de dominic del Estado en las sociedades precapitalistas. 21

    La antropologia marxista ha comenzado a desarrollar trabajosempiricos a partir del aruilisis te6rico de los «modos de producci6n». Seglin esta teona, los distintos modos de producci6n produ

    20. Clau de Levi-Strauss, Truces tropicos Buenos Aires, Eudeba, 1973, p. 169.21. La modema antropologfa mandsta de la Uni6n Sovietica ha visto Ia necesi

    dad de llenar esta laguna, aunque no tenga todavia influjo en el pensamiento antrapol6gico por ser poco conocida en el mundo occidental. Una prueba de esta preocupaci6n por los problemas en la etnicidad la constituye los trabajos presentados porlos antrop6logos sovieticos en el X Congreso Intemacional de Ciencias Antropol6gic s y Etnol6gicas Nuew Delhi, 1978). Puede consultarse al respecto eI trabajo deV. Basilov, La etnografra sovietica en 1973-1978», Ciencias SociaIes Academia de Cien·cias de Ia URSS), 4 1978), pp. 62-71 ed. espaftola del Centro de Estudios e investigaciones Sociales de Bogota).

    34

    cen fOIDlaciones socio-econ6rnicas diferentes, y la estructura econ6rnica de las fuerzas productivas y de las relaciones de producci6n deteIDlinan la superestru ctura ideo16gica religi6n, organizaci6n politica, sistema de parentesco, etc.). Sin embargo, la antropologia marxista francesa, al plantearse el problema del influjode la economia en la sociedad, trata de superar el «materialismovulgar», hablando de ciertasemiautonomia de la superestructurao de que las estructuras no econ6micas funcionan como relaciones de producci6n. Asi Godelier, en su obm Instituciones econ6micas ,22 al referirse al «efecto de las estructuras econ6rnicas en laorganizaci6n de la sociedad», dice:

    Estoy de acuerdo con Marx y su hip6tesis acerca de la importancia decisiva que hay que otorgar al papel de las estructuras econ6micas, cuando queremos entender la 16gica subyacente a la fonna deoperar y evolucionar de los diversos tipos de sociedad. Pero, mi -fonnulaci6n de esta hip6tesis es tal que ya no me impide el reconocimiento y la explicaci6n del papel dominante en aqueilas socieda·des en lru que ~ s t eaparece detentado por las relaciones de parentesco, 0 la estructura y l ~ organizaci6n politicas 0 religiosas. Tal comoyo 10 veo, este es el unico enfoque que puede pennitir superar lasdificultades opuestas y complementarias que encontramos, por unlado, en la teolia econ6miea reductivista, es decir. en aquella quereduce, como 10 hace el materialismo vulgar, todas las estructurasno econ6micas a meros epifenomenos relativamente poco impo rtantes de la infraestructura material de las sociedades. y por otro 1000.en las teorlas empiricistas que,seg m el casa, reducen el con junto dela sociedad a ser no mas que una consecuencia de la religi6n, lapolitiea 0 el parentesco. De hecho, la distinci6n entre irifraestructuray superestructura no quiere decir otra cosa que el poder distinguiruna jerarqUla de funciones y causalidades estructurales que garanticen las condiciones de reproducci6n de una sociedad como tal, sinque en modo alguno implique lI juicio previo sabre la naturalezade las estructuras que en eada caso gobiernan tales funciones parentesco, politica, religi6n, etc.) 0 el nUmero de funciones que unaestructura puede soportar [1980, 109-110].

    2 6 El indigenismo moderno

    Llamo asf a la reflexi6n antropo16gica que se realiza en Mexicoy Peru en el presente siglo, entre la decada de los alios veinte y laactualidad, en tomo a las culturas indigenas que han side redescu

    . 22. Maur ice GodeIier,lnstitucione.s econ6micas, Barcelona, Anagrama, 1981.

    35

    http:///reader/full/precapitalistas.21http:///reader/full/precapitalistas.21http:///reader/full/precapitalistas.21

  • 8/16/2019 Cap. 1 Marzal Historia de la Antropología indígenista en México y Perú

    19/29

    biertas tras la tomrenta del liberalismo politico. Como se vera ampliamente en· Ultimo aparta do de este mismo capitulo al hablarde las paliticas indigenistas, y no se pretende «asimilar» a la. po-bl.aci6n indfgena sino «integrarla» dentro de la sociedad nacional,pero respetando sus peculiaridades culturales y valores propios. Porotra parte esta reB.exi6n antropo16gica sobre 10 indfgena, que en suetapa de indigenismo colonial fue pionera y as no tuvo a quienimitar. Mora puede y de hecho va a inspirarse eni otras corrientesantropol6gicas, sobre todo la antropologfa cultural. En los cas dossiglos y medio de silencio sobre 10 indigena que tuvo la Americahispana, desde el Ultimo tercio del xvn hasta la dec d de los veinteen el presente siglo, ocurren un serie de hechos que van a condidonar la nueva retlexi6n sobre el indio, especialmente el nacimiento y la profesionalizaci6n de la antropologfa. AdeII:l.lls, como a nivelde trabajo de campo es verdad aquello de «America para 10 americanos», . se van a desarrollar un serie de programas de investigad6n de los antrop61()gos nort eamericanos a este ladtt del Rio Bravoque v n a intluir significativamente en la antropologfa mexicana yperuana. Ya se hab16 de Robert Redfield y de su teoIia del continuofolk-urbano, pero el no es el unico. Finalmente, en este tiempo y a10 largo de todo este perfodo, se va a plantear una y otra vez elproblema politico de la relaci6n entre los grupos indigenas y laidentidad nacional, 10 que va a intluir en la retlexi6n antropo16gica.Aunque en esta escuela no pueda hablarse de un maestro - c o m oBoas, Malinowski, Redcliffe-Brown 0 Mauss- es innegable que elgrupo de antrop610gos mexicanos que montaron los programas indigenistas de su pals, a rafz del triunfo e institucionalizaci6n de larevoluci6n mexicana, Manuel Gamio, Alfonso Caso y GonzaloAguirre Beltran, van a ejercer un verdadero magisterio indigenistaen la America hispana. Con esta introducci6n ya es facil comprender cuaIes son los temas que trabaja esta escuela:

    a) ldentid£u1 del indio Tanto para ver que queda de 10 indigena, despues del primer siglo republicano de polfticas de asimilaci6n de la poblaci6n aut6ctona, como para conocer quienes debenser los sujetos de los programas indigenistas de los gobiernos, eneste tiempo la reflexi6n antropol6gica comienza por definir al indio. Es ya clasica la definici6n de Alfonso Caso (1896-1970):

    Es indio aquel que se siente pertenecer a una comunidad indigena, y es una comunidad incligena aquella en la que predominanelementos somaticos no europeos, que habla preferentemente unalengua indigena, que posee en su cultura material y espiritual elementos indigenas en fuerte proporci6n y que, por Ultimo. tiene un

    sentido social de comunidad aislada dentro de otras comunidadesque la rodean. que Ie hace distinguirse asimismo de los pueblosblancos y mestizos [ I958, 15].

    Tal definici6n significa un avance en la comprensi6n de 10 indigena. Para el indigenismo moderno el indio ya no es - c o m o 10fue para el liberalismo decimon6nico- un individuo aislado, sinoel grupo etnico indigena. Sin embargo, con el desarrollo del indigenismo, muchos programas indigenistas se convirtieron en pro

    gramas de desarrollo regional prescindiendo de la identidad etnicade los destinatarios, y asf disminuyc. la necesidad de identificar alindigena. Pero, como se vera en el Ultimo capitulo, la identidadindigena es un problema pendiente, pOl'que paises como Mexico 0Peru dene que ser fieles a sus raices indigenas, si quieren ser fielesa sf mismos. Por eso la definici6n de 10 indigena, aunque debe darcuenta de la realidad social (las comunidades indfgenas mexicanasson efectivamente eso que describe Caso), debe ayudar tambien adescubrir los nuevos rostros de una entidad que se redefine dialecticamente ante la cambiante sociedad nacional. Y ese es un retode la actual reflexi6n antropol6gica.

    b) a integraci6n de ns indios a f comunidad nacional Estefue otro de los temas de la retlexi6n antropo16gica, muy vinculadoal anterior. Como observa el mismo Caso:

    Se admite ahora que toda la aculturaci6n debe ser dirigida, esdecir planeada. no con el fin de asegurar el dominio de la comunidadm s fuerte sobre la mas debil, sino para evitar l desorganizaci6n y laexplotaci6n de la comunidad m s debil por la mas fuerte [1958, 36].

    No hay, en consecuencia, para resolver el problema indigena,sino un camino; el (mico cientfficamente correcto y tambien el Uni-co justo y generoso: hay que incorpora r las comunidades indigenasa la gran comunidad mexicana; transformar estas c omunidades lievandoles 10 que ya existe en otros poblados del pais [ ..] Puesto queno se trata de un problema racial, sino de un problema de atrasocultural. 10 que se necesita es transfonnar los aspectos negativos dela cultura indigena en aspectos positivos. y conseIVar 10 que las -munidades indigenas tienen de positivo y uti : su sentido de comunidad y de ayuda mutua, sus artes popuIares, su folklore. No tenemosderecho a destruir estas formas de cultura; dent ro de la cultura nacio nal, la variedad es neces aria [1958. 103].

    Hay toda una evoluci6n en el enfrentamiento del problema: nohay que «asimilar» al indio. porque eso significa matar su identidadetnica, sino «integrarlo», conservando todos los valores positivos.

    36 37

  • 8/16/2019 Cap. 1 Marzal Historia de la Antropología indígenista en México y Perú

    20/29

    Pero esta polftica. aunque estaba llena de buena voluntad. acab6por destruir la identidad etnica. Porque las culturas indigenas noson 5610 un conjunto de patrones y msgos culturales que respondena un detenninado habitat y a una experiencia hist6rica propia. sinotambien un producto de la situaci6n colonial que han vivido. enmayor 0 menor grado. a partir de la conquista espaiiola. Por eso seha fonnado una coltura «enquistada». «defensiva». «aislante».como la llama Bonfil.2l En consecuencia. hac e falta un nllnimo deautonomfa para que la cultura pueda elegir su propio camino. Enese sentido, la gran pregunta que se hace n los criticos del indigenismo es: lPueden convertirse los grupos indigenas a l menos aquellos cuya conciencia etnica no haya sido definitivamente rota por ladominaci6n colonial- en verdadems «nacionalidades» que puedanorganizarse polfticamente bajo un Unico estado multinacional? Laexperlencia europea de parses multinacionales Belgica. Yugoslaviao Espafia). a pesar de sus tensiones reales y a pesar de que allf lasnacionalidades integrantes tienen un simil ar nivel de desarrollo socio-econ6mico, parece ser un buen ejemplo a seguir.

    c) ldentidad nacional. De esta rnanera el tema de la integraci6nde los indios a la comunidad nacional se convierte en eI tema de Iaidentidad nacional. Porque esos indios, cualquiera que sea ef criterio que se maneje· para identificarlos rasgos fisicos. lengua materna. ciertos patrones culturales. sentido de pertenencia al grupo.etc.), no son, ni en Mexicom en el Peru, una minoria marginal.sino una gran masa, aunque silenciosa. Por eso la integraci6n delos «otros» a una «nacionalidad», cuya propia identidad se suponeconocida. se replantea peri6dicamente. y mucho mas cuando parecen agotarse las posibilidades objetivas de la polfti Ca indigenistaintegraciomsta, para preguntarse qu e es la nacionalidad. La categoria «mestiza» q u e plantea el Inca Garcilaso como fidelidad a sudoble herencia biol6gica y cultural, y que aplican. un tanto inmisericordemente, los hombres que hicieron Ia independencia de EspaDa, pero con cierto sabor a racionalizaci6n, al presentir, m s 0 menos conscientemente. que Ia independencia no era tan total y quelos indios no·recuperaban 10 que perdieron con la llegada de Cortesy de Pizarro- no parece explicar mayor cosa 10 que pas6 en elencuentro de dos mundos diferentes. y mucho menos 10 que debepasar. Que Mexico y Peru sean proses mestizos y Mexico m s queel Peru) es indudable. pero que significa ser mestizo en terminos

    23. Guillenno BoOOl, .Del indigenismo de Ia revoluci6n a Ia antropologla critica •• en Arturo annan ed.), e eso que llaman antropologfa mexicana. Mexico.Nuestro Tiempo. 1970. p. 52.

    38

    culturales y en terminos polfticos? El concepto. bastante claro ensu acepci6n biol6gica, por 10 que significa la mezcla de «todas lassangres» con igualdad de oportunidades, basta donde llegan nuestros conocimientos de la biologfa. resulta mucho m s oscuro en suacepci6n cultural y polltica. Como el concepto de sincretismo religioso es inoperante. si no se describen y explican el tipo de aportesy de procesos que hay en eI nuevo sistema religioso sincretico. 10mismo ocurre con el concepto de mestizaje cultural. Por eso, elproblema de la identidad nacional, ya se plantee como un mestizajecultural entre 10 «hispamco» y 10 «aut6ctono», ya como un Estadou.nico integrado por una serie de nacionalidades 0 cuasi-nacionalidades diferentes, va a ser el pensamiento antropo16gico de estosdos paises planrea problemas propios que requieren nuevos marcoste6ricos y metodol6gicos. que tambien deben considerarse antropo16gicos, a no ser que se crea que la norma objetiva de 10 que es estadisciplina la tengan los antrop610gos anglosajones.

    2.7. El neoevolucionisrno

    A medida que en la America hispana la antropologia se centra baen el estudio de las cultums indigenas y sus formas de integraci6n ala sociedad nacional, en Estados Unidos la antropologla tuvo unimpresionante desarrollo, por el volumen de trabajos, por la creciente especlalizaci6n, por el rigor metodol6gico y por el acercamiento aotras disciplinas afines. En la orientaci6n te6rica. junto a la predominante antropologia cultural, reapareci6. en la decada de los cuarenta, la antropologia evolucionista. Los instrumentos metodol6gicos m s sofisticados, especialmente en el campo de la arqueologfa.permitian abordar el tema de la historia cultural sin caer en la historia «conjetural» que tanto habia criticado Radcliffe-Brown; ademasla evoluci6n se va a estudiar no en la sociedad hurnana total 0 en

    algunas de sus instituciones, como hicieron los evolucionistas clasicos. sino en civilizaciones concretas taxon6micamente semejantes y.de un modo especial, en las civilizaciones de regadio.

    EI primero que vuelve a poner sobre la mesa el tema de la evoluci6n es Leslie A. White 1900-1975). aunque insisti6 repetidas veces que su pensamiento no era «neo», ni «diferia un apice en principio de 10 expresado en la antropologia de Tylor en 1881» 24 Parte

    24. White. The Evolution o Culture. The Development of l-ivililJ;ltion to the Fall oRDme Nueva York. Mc Graw Hill, 1959, cap. IX.

    39

    http:///reader/full/Bonfil.2lhttp:///reader/full/1881%EB%AE%B24http:///reader/full/Bonfil.2lhttp:///reader/full/1881%EB%AE%B24

  • 8/16/2019 Cap. 1 Marzal Historia de la Antropología indígenista en México y Perú

    21/29

    de que la cultura es «un mecani smo destinado a proveer al hombrecon medios de subsistencia, prote cci6n [ ..], regulaci6n social, ajuste c6smico y recreaci6n. Pero para satisfacer estas necesidades serequiere energfa. De alli que la funci6n primordial de la cultura sea[ • ] la de dominar la energ(a [ ..]. E1 funcionamiento de la culturacomo un todo halla base y determinaci6n en la cantidad de energiadominada y el modo en el que la misma es puesta a trabajar»,25 yluego seilala tres etapas en la evoluci6n. segU.n se utilice a la energfa humana Unicamente. la agropecuaria. resultante de la revoluci6n agricola. 0 la industrial. que se inicia con la maquina de vapory el motor de combusti6n interna. Pero no s6lo en el campo de laantropologfa cultural norteamericana. que habia continuado manteniendo su enfoque hist6rico. sino tambien en la antropologia social inglesa. que naci6 radicalmente ahlst6rica. las exigencias mismas del trabajo cientifico llevan a retomar los estudios hist6ricos.Fue Evans Pritchard quien lanz6 el manifiesto de rebeli6n,26 perofue sabre todo un arque61ogo. Gordon Childe (1892-1957). quienplantea una nueva teoria de la evoluci6n cultural co n tres grandesrevoluciones: la neolitica la cultura paleolitica se transforma con lainvenci6n de la agricultural, la urbana (la cultura agricola se transforma con la agricultura de regadio. que permite capitalizar reclir-sas y la concentraci6n de la poblaci6n en centros urbanos) y larevoluci6n del conocimiento. n Childe hay bastante in£lujo mar-xista, in£lujo que tambien se da en otros campos del neoevolucionismo a traves del concepto del «modo asiatico de producci6n».cuya profundizaci6n hist6rica y sociol6gica condujo a presentar hip6tesis evolucionistas de cankter multilineal.

    El tema central del neoevolucionismo es ]a metodologla para descubrir las leyes de evolud6n cultural, y su representante mas calificadoes, sin duda,'Julian Steward (1902-1972). E n s u Theory o CultureChange: the Methodology o Multilinear Evolution (1955) escribe:

    A pesar de medio siglo de escepticismo acerca de las posibilidades de formular regularidades culturales, se mantiene la convicci6nde que el descubrimiento de las Jeyes culturales .es la meta final de laantropologia [ .. ] [es] impor tante el que la antropologia reconozcaexpllcitamente que un objetivo legitimo y fundamental es intentar

    -ver las similitudes de las culturas a traves de las diferencias, descu

    25. White, La ciencia de f cullum Buenos Aires, Paid6s, 1964, p. 341.26. eanse dos ensayos de Evans·Pritchard, titulados .Antropologja social: pasa·

    do y presente» (1950) y «Antropologfa e historia. (1961), publicados en Ensayos dentropologf sociJd Madrid, Siglo XXI, 1974, pp. 4-23 Y44-67, respectivamente.

    brir procesos que se repiten independientemente en secuencias ternporales y reconocer. tambien. la causalidad y efecto. tanto en terminos ternporales (Wacromcos) como funcionales (sincronicos). Estecometido cientffico no tiene por que inquietarse. por la necesidad deque las leyes 0 regularidades culturales sean presentadas en tenni-nos comparables a las de las ciencias ffsicas y biol6gicas; es dr,que sean absolutas y universa1es 0 que proporcionen explicacionesdefinitivas. Cualquier formulaci6n de datos culturales es WUda contal que el procedimiento formulado haya sido empmco. que la hip6tesis se consuuya sobre la interpretaci6n de los hechos y que sea

    sometida a re\;si6n con la obtenci6n de los nuevos datOS.27

    Tras esta visi6n panorfunica del desarrollo del pensamiento antropol6gico en sus tres eta pas (antropologia como objeto de estudi oy de praxis social, antropologfa como tarea cientifica y antropologiacomo actividad cientifica de antrop6logos profesionales) y en suscinco grandes orientaciones (el indeginismo de Mexico y PerU, laantropologla evolucionista. la antropologia cultural de Estados Uni-dos. la antropologia social de Inglaterra y la etnologfa de Francia),el presente volumen va a limitarse a estudiar la reflexi6n antropol6gica en torno a las culturas indigenas de Mexico y de PerU desde laconquista espanola basta la actualidad. dejando para el segundovolumen el evolucionismo y la antropologia cultural de estadosUnidos y para el tercero ]a antropologia social inglesa y la etnologiafrancesa. As los tres volfunenes mantienen una cierta unidad nos6lo geografica, sino tambien de aproximaci6n tematica.

    3. Caracteristicas de esta obra

    Ante todo, se trata de una simple introducci6n. Aunque estapalabra sirve de ordinario para expresar la modestia del autorcuando se ahorda un tema complejo, en mi caso hay. ademas.ciertas circunstancias objetivas; que yo sepa. nunca se ha escritouna historia de la antropologia mexicano-peruana en torno a lasculturas indigenas desde la colonia basta la actualidad, y eso es yamotivo suficiente para considerar la primera como introducci6n.Ademas. s6lo voy a elegir a los autores mas representativos. sabiendo que la lista podia alargarse muchos mas.

    En segundo lugar. se t rata de un libro de texto. que es fruto demis clases de pensamiento antropol6gico en la Fac;;ultad de Cien

    27. En Cuadernos de Antropolog{a Socia l y Elrwlogta (Madrid, Departamento deAntropologla de Ia Universidad Complutense), 4 (1972), pp. 2.3.

    40 41

    II f I I I I I , I II I l l . I I . b • I . 1 1 a IN -- - bI IIt fiI;:;-,: _l •• • ' ~ G . . 'II a IU

    ~ , , , , , ,...1 I i · ~ ?

    http:///reader/full/datOS.27http:///reader/full/datOS.27http:///reader/full/datOS.27

  • 8/16/2019 Cap. 1 Marzal Historia de la Antropología indígenista en México y Perú

    22/29

    .; ~ i a s S o c i a l e sde la U n i v ~ r s i d a dCat6lica de Lima y que espero que~ ; ; ; ~ ~ ~ s i r v aparamis clases en el futuro. Los libros de texto han sufrido

    una cierta devaluaci6n, por haberse convertido en una receta delas disciplinas y por haber dificultado en la practica el trabajo personal del alumno en las bibliotecas; por eso, durante algt1n tiempose crey6 que bastaba las orientaciones en clase del profesor y eltrabajo personal con «separata» y bibliograIfa para que el alumnohiciera su propia sintesis de cada materia de su carrera; creo queesta creencia es muchas veces falsa y que el alumno no llega, con

    frecuencia, a hacer una verdadera sintesis; por eso pienso que lostextos, que son la sintesis del profesor, pueden ayudar a que elalumno haga su propia sintesis, con tal de que este no se limite arepetirlos mec8.nicamente, sino a completarlos y criticarlos.

    En cuanto a la organizaci6n de la obra, presento las cincograndes corrientes del pensamiento antropo16gico y, en cada corriente, a los autores mas representativos, por la calidad de susobras 0 por;el aporte real que hayan hecho al desarrollo de ladisciplina. En cada autor comienzo con una seire de notas biograficas que 10 ubican en el espacio y en el tiempo y que tratan deexplicar los condicionamientos socio-academicos y la plataformade despegue; luego se citan crono16gicamente sus obras, .0 al rilenos las mas importantes, poniendo en primer lugar la fecha de laprimera edici6n, por ser este dato importante para hacer la historia del pensamiento antropol6gico; si el ano va entre parentesis,quiere decir que es la fecha en que se termin6 de escribir la obra,aunque se publicara mucho despues; finalmente se presentan, bajoel titulo de «aportes», aquellos aspectos de la obra del autor encuesti6n que parecen ser su mayor contribucion al pensamientoantropo16gico por su novedad 0 por su profundidad te6rica 0 metodo16gica; en la exposicion de dichos aportes pondre con frecuencia troWs de los escritos, cuyas notas se reduciran al ano de laedici6n y a la pagina respectiva, por aparecer el titulo completo delas obras en el apendice final, mientras que las notas de otrosautores no incluidos en este'volumen apareceran a pie de pagina.Entre los aportes, la simple etnografia, aunque se considera unaverdadera contribuci6n, no se presenta con toda la amplitud requerida, porque haria excesivamente grande la resefia de cadaautor. No hay duda de que 10 mas discutible de este enfoque es laselecci6n de los «aportes» de cada autor y de los criterios que seutilizan para hacerla; tal selecci6n es froto de mi lectura personalde las obras y s610 puede confirmarse, completarse 0 corregirsecon la lectura de las. obras de los antrop610gos, especialmente delos clasicos, ~ los que muchos citan con frecuencia y pocos han

    42

    1 I i ?lefdo suficientemente. Por eso pienso 10 mismo ~ ~ e lPalermen su primer tomo de la Histaria t la e tnologfa (i::::)1:

    Yo no puedo concebir el estudio de la historia de la etnologfasino como una relaci6n 10 m s viva posible, casi un dialogo, con lostextos originales y con sus autores, hecho a la luz de los problemasactuales. En wrdad, un autor no puede ser «explicado» sin ser trai-cionado, y ninguno merece tal suerte. Toda tentativa de hacerlo acaba en u na visi6n distorsionada. y estereotipada y empobrecida. Carlaquien deba hacer su propia lectura». Si parezco apartarme de lanorma en este volumen, es porque estoy ofreciendo el resultado demi «lectura» en una coyuntura deterrninada. Si la repitier.a, com o dehecho ocuni6 varias veces al repetir el curso, los resultados seriandistintos [ ..J Lo que pido a los estudiantes es su propia «lectura», sies preciso en polemica con la del profesor, 0 simplemente sin tomarla en cuenta. Es mejor que polemicen y dialoguen con los textosoriginales y con sus autores. 28

    Por Ultimo, es ta obra quiere ofrecer una visi6n panorfunica, donde tienen mas importancia las ideas fundamentales, su evolucion yel porque de esa evoluci6n, que las detalladas exposiciones sobrecada autor; quiere servir de trama sobre la que se teja el estudio

    antropol6gico. A 10 largo de la exposici6n de las cinco grandes es-cuelas antropologicas sera posible descubri r la evolucion de la antropologfa en su objeto, en sus mismos nombres, en sus marcos te6ricos, en sus metodos de investigaci6n, en su aplicaci6n y en su progresiva especializaci6n. Todo esto dentro del contexto socio-politicoglobal (por ejemplo, las revoluciones geognilicas y coloniales de Es-pana en el siglo XVI y de Inglaterra en el XIX van a plantear determinados problemas a la reflexi6n antropo16gica); dentro del contextocientffico concreto el evolucionismo 0 el estructuralismo se convierten en «modas» que Regan tambien a la antropologfa); y dentro delimpacto que van a producir ciertas personalidades, que van a convertirse en goznes de la reflexi6n antropol6gica (Boas, Radcliffe-'

    Brown 0 Levi Straus van a cambiar el rumbo de l a antropologfa).Como este primer volumen va a limitarse al estudio del indigenismo de Mexico y del Peru, es preciso conocer la politica indigenista de estos dos paises. Pero hay que aclararlo iesde el principio. Una cosa es el estudio sistematico de las culturas y sociedadesindfgenas desde la conquista basta la actualidad, que es el objeto dela primera escuela antropb16gica, dentro del panaroma ya presenta

    28. Angel Palenn, Historia de fa etnologia: los precursores Mexico, Sep-Inah, 1974,pp.13-14.

    43

    http:///reader/full/autores.28http:///reader/full/autores.28http:///reader/full/autores.28

  • 8/16/2019 Cap. 1 Marzal Historia de la Antropología indígenista en México y Perú

    23/29

    do, Y otra cosa la polftica que se ha tenido con las sociedades indfgenas, que es objeto de la historia polftica de Mexico y Peru. Sinduda el indigenismo como pensamiento antropol6gico y el indigenismo como polftica tienen ciertas vinculaciones y, por eso, habraque empezar por presentar el segundo para entender mejor el primero; pero tal vinculaci6n no es simple confusi6n; tambien debajode gran parte de la antropologfa social inglesa habra u nas intenciones y una financiaci6n de tipo polftico y no por eso se Ie niega elcaracter de escuela antropol6gica. Ni hay que pensar que los indi

    genistas «cientificos» estan al servicio de los indigenistas «politicos»; esto ha sucedido muchas veces, pero tambien puede decirse1 contrario, porque la praxis politica con las poblaciones indfgenasha estado eondicionada por las ideas de los estudiosos de las mismas. Con esta advertencia, paso a exponer los diferentes proyectospolfticos indigenistas de Mexico y Peru, que han servido de marcode referencia y de estimulo a los antrop6logos indigenistas.

    4. El htdigenismo politico en Ia historia de Mexico y Peru

    El indigenismo politico en general puede definirse como-el

    proyecto de los «vencedores» para integrar a los «vencidos» dentrode la sociedad que nace despues de la conquista. Como esa sociedad ha ido evolucionando por unaserie de factores intemos yextemos en estos casi cinco siglos, puede hablarse de tres grandesproyectos politicos que han organizado los gobiemos y cuyas metas pueden resumirse asf: las sociedades y culturas indfgenas deben «conservarse como tales» bajo el control (defensa-explotaci6n)de la sociedad dominante (indigenismo colonial), deben «asimilarsell a la sociedad nacional para formar una· sola nad6n mestiza(indigenismo republicano), deben «integrarse» l sodedad nacional, pero conservando ciertas peculiaridades propias (indigenismo modemo . Veamos cada indigenismo por separado.

    4.1. l indigenisnw colonial

    La conquista signific6,. como es sabido, un grancolaPS9 para lasociedad indfgena, y las elites de esta desaparecieron por la guerra,la peste, el mestizaje la integraci6n en la sociedad colonial. Estaintegraci6n se dio, sobre t o d ~ a nivel de caciques 0 curacas. Sinembargo, habfa que salvar a la poblaci6n indigena, porque el trabajo de los indios era la base de la economfa nacional. E1 cronista

    indio Guarnan Poma de Ayala, que nace dos aiios despues de laconquista del Peru por los espaiioles y fue testlgo de la fuerte disminud6n de los indios, se 1 recuerda a Felipe i l l en su famosacr6nica: «Digo a S11 cat6lica real majestad que en este reino se estanacabando los indios ( ]; de aca a veinte aiios ya no habra ipdiospam el servicio de su corona real y defensa de nuestra santa fecatolica. Sin eUos vuestra majestad no vale gran cosa, y acuerdeseque Castilla es Castilla por los indios» (1966, i l l 186). Pero en lapolitica colonial, al lado de esta motivaci6n un tanto interesadapara salvar al indio, existi6 tambie n la motivaci6n m s altruista dedefenderlo de la explotaci6n de los encomenderos y corregidores,que olvidaban toda la legislaci6n proteccionista que habra dado lacorona espanola desde el famoso testamen to de Isabella Cat6lica.

    El proyecto politico de Espana con la poblaci6n indfgena tiene suexpresi6njuridica en la Recopilaci n de las Leyes de lndias (1681) y suexpresi6n politica concre ta en la «reducci6n» «republica de indios»,cuya implementaci6n promovi6 tan eficazmente el virrey Toledo, elverdadero organizador del virreinato peruano. l Recopilaci n dedicaa los indios casi todo el Libro VI, con sus 19 titulos y sus 536 leyes; enel titulo dedicado a la s reducciones ratifica muchas de las Ordenanzasde Toledo :19 Para la corona espaftola los indios eran libres, pero tenian

    un estatuto legal peculiar, por el cual debian vivir en reducciones paraasegurar su catequizaci6n, el cobro del tributo y el servicio personal(mita) que tenfan que prestar rotativamente (uno de cada siete cabezasde familia) a la actividad minera, que era la columna vertebral de laeconomfa colonial. El sistema de reducciones, aunq ue facilitani la explotacion colonial y significara una «des-estructuraci6n» de la organizacion social de las diferentes etnias andinas (crlterios dualistas para lavida social, control e c o l g i ~del suelo a diferentes niveles, reciprocidad al interior del grupo, vinculaci6n religiosa con la propia paqarinaetc.), sera el crisol de una nueva conciencia etnica, basada en la reciprocidad en las relaciones de parentesco y compadrazgo y en las relaclones del grupo fungiendo como cofradia del santo patrono. Como

    OOseIVa Pablo Macera: «Los espaiioles, sin querer, hicleron de los indios una sola naci6n» 30 En Mexico se di o un proceso similar, con caracteristicas propias,

    porque aunque el impacto aculturador y politico espanol fue muy

    29. Recopilaciem de /eyes de los reynas de a lrulias Madrid, Antonio Balbas, 1756 ,Iorno II, y Tomo Primero de las ordenanzas del PerU dirigidas al rey... por mana del...Duque de a Palata... (reeogidas y eoordinadas por el lie. don Tomas Ballesteros),Lima, FrdIlcisco Sobri no y Bades, 1752.

    30. Visi6n hist6rica del PerU Lima. Milia Batres, 1978, p. 152_

    44 45

    semejante al del Peru el imperio azteca tenia na organizaci6n 0

    http:///reader/full/naci6n%EB%AE%B30http:///reader/full/naci6n%EB%AE%B30

  • 8/16/2019 Cap. 1 Marzal Historia de la Antropología indígenista en México y Perú

    24/29

    semejante al del Peru, el imperio azteca tenia una organizaci6n s0cial y econ6mica diferimte a la del Tawantinsuyo. El antrop610gonorteamericano Eric Wolf, en Pueblos y culturas de Mesoamtrica(1959) dedica varios capftulos a l a polftica espaftola en la poblaci6nmexicana. Habla de que la conquista «engendr6 una catastrofe bio16gica. Entre 1519 y 1950, las seis silptimas partes de la poblaci6n deMesoamerica fueron diezmadas»,31 a consecuencia de las nuevas enfennedad.es introducidas por los espanoles (viruela, sarampi6n, fiebre tifoidea, etc.) y por los esclavos negros (malaria, fiebre amarilla,etc.) y contra las que los indios no estaban inml.Ulizados; el resultadofue la aparici6n peri6dica de pestes, contra las cuales la medicinamexicana, como tampoco la europea de ese tiempo, era incapaz dedefenderse. OtIas causas, reales pero mucho menos significativas, dela catastrofe biologica fuero n las guerras y el mal trato infligido a losindios, sobre tOOo en el «trabajo personal» de las minas. Luego Wolftrata los dos modelos de integraci6n, la «hacienda» y la «repUblicade indios», que «imprimieron con tal fuerza su marca sobre quienesles pertenedan que los delineamientos de los mOOelos pueden verseaUn, con toda facilidad, en la actual estructura de Mesoamerica Losfines que animaban a estas dos instituciones eran muy distintos: unaera el instrumento de los vencedores, otra el de los vencidos».;U ahacienda va

    aser una

    institucionmitad

    feudal ymitad

    capitalista,que se organiza para satisfacer el mercado intemo de las ciudades yde las ~ mineras y que seforma pagando por el uso de la tierraa un tesoro real cada dia mas pobre y pidiendo a los indios que seestablezcan en su tenitorio, a canbio del pago del tributo p ersonal yde un salario frecuentemente en especie. Sobre la conversion de losindios en peones de hacienda escribe Wolf:

    A. partir de 1540, un 11l1mero carla dfa mayor de indios se fuesometiendo al peonaje. Muchas veces, aceptaban este sistema comoun medio para librarse de la servidumbre cada vez mas onerosa delas comunidades indias; en estas, donde la muerte y la enfennedadhabfan producido estragos, amenazados con perder la tierra y elagua, los indios era n obligados a soportar las cargas del tribu o y deltrabajo obligatorios, calculados a base del antiguo mlmero de habitantes. Muchos recien llegados eran atraklos tambien por las nuevasmercandas de fabricaci6n espafiola; mas accesibles a tuwes de lashaciendas que en los miseros pueblos indios. Por mas ilegal quefuera el sistema de peonaje, el nuevo trabajador y su empleador sehallaron pronto asociados en una conspirdci6n para eludir el control

    31. Eric Wolf, Pueblos y culluras de Mesoamlrica, Mexico. Era. 1967, p. 174.32. lbfd. p. 181.

    46

    real. Lo s.lmcionari os de la realeza se esforzaron, sin embargo, porlimitarla, fijando en cinco pesos la cantidad que podia ser ade1anta.da a un indio, pero sin demostrar igual preocupaci6n por los lfmitesque no habrian de sobrepasar las deudas contraidas por los descendientes de uniones mixtas entre europeos, africanos e indios.

    Pero, muy pronto, el nuevo genero de vida instaurado t las haciendas -favorables a los matrimonios y a los intercambios cultura .les que daban por resultado experiencias compartidas y parentescosmultiplica dos- at6 a los trabajadores allugar de residencia corn .m,al mismo tiempo que las deudas acurnuladas los encadenaban al

    propietario de la hacienda. El pe6n se hallaba econ6mica y psicol6gicamente bajo la dependencia del propietario. 31

    El estudio mas completo sobre la poblacion indfgena mexicanadurante la colonia espanola es probablemente el de Charles Gibson, que se titulaLos aztecas bajo el dominio espana/ 1519-1810)(1964), y que termina asi:

    1 0 que hemos estudiado es la decadencia de un imperio y unacivilizaci6n indigenas. EI imperio se desplom6 primero y la civilizaci6n se vio fragmentada en comunidades individuales. Hubo ciertacreatividad en las primeras etapas de la transici6n, pero no puededecirse que el proceso en conjunto haya sido productivo para losindigenas. La comunidad Cue la unidad social indigena mas vastaque sobrevivi6 y a pesar de frecuentes y severas tensiones. a cofradfa y la fiesta la apoyaron. Casi todos los indios se sometieron a lasexigencias de los espafioles y protestaron 0010 rara vez. La civilizaci6n se vio invadida de rasgos espafioles en muchos puntas, peroconsenl6 su particular canicter indigena en parte por convicci6n, enparte porque fue reducida a una categoria social tanbaja que notuvo ocasi6n de cambiar. Una de las primeras reacciunes individuales y mas persistentes fue el darse a la bebida. Si hemos de creer ennuestras fuentes, pocos pueblos se inclinaron 1;: lto a la bebida comolos indigenas de la colonia espafiola en el curso de.la historia.34

    El contIaste con el proyecto politico oficial, hubo durante lacolonia espanola, una doble posicion extrema, que pueden calificarse de «ut6picos» y «rebeldes»:

    a) a utop{a indigenista. Va a t ener sus expresiones mas significativas en Mexico con los pueblos-hospitales del obis}:x> de Micho