Características generales de la música del Renacimiento-1
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Características generales de la música del Renacimiento
La música renacentista se caracteriza por una suave sonoridad que deriva de
la aceptación de la tercera como intervalo armónico consonante (uniéndose en
esta categoría a quintas y octavas, ya admitidas en la Edad Media) y del
progresivo aumento del número de voces, todas de igual importancia y regidas
por las reglas del contrapunto: independencia de las voces, preparación y
resolución de las disonancias, uso de terceras y sextas paralelas, exclusión de
las quintas y octavas paralelas, etc.
El prototipo de obra musical renacentista es una pieza vocal
de textura polifónica, frecuentemente imitativa, escrita para entre tres y seis
voces de carácter cantabile; cada línea melódica o voz podía ser interpretada
indistintamente con voces reales o con instrumentos. Si bien el rango de cada
línea supera apenas la octava, la extensión general del conjunto rebasa
ampliamente las dos octavas, evitándose el cruce entre las voces (que forzaba
a que estas fueran heterogéneas y contrastantes en la polifonía medieval).
El sistema melódico utilizado siguió siendo el de los ocho modos gregorianos;
las características modales (opuestas a las tonales) de la música del
Renacimiento comenzaron a agotarse hacia el final del período con el uso
creciente de intervalos de quinta como movimiento entre fundamentales,
característica definitoria de la tonalidad.
Contexto social
El ascenso de la burguesía como clase social, las ideas
del Humanismo (incluyendo la revalorización de las artes como puro disfrute
personal) y el invento de la imprenta produjeron una extraordinaria y nueva
difusión de la música culta. Esta pasó de ser un privilegio sólo al alcance de la
nobleza y el alto clero, y ejecutada exclusivamente por profesionales, a ocupar
también un lugar en el ocio de las clases medias, que consumían la amplia
literatura musical profana publicada en toda Europa para uso casero de
aficionados: canciones polifónicas en Francia, libros de vihuela y villancicos en
España, madrigales en Italia e Inglaterra... Tocar un instrumento musical pasó
de ser tarea propia de menesterosos a refinado pasatiempo de las clases altas,
recomendado incluso por Maquiavelo en El Príncipe
Abarca desde 1450 a 1600.Termino del cisma
occidente.
Toma de Constantinopla en (1453).
Fin del imperio bizantino.
Descubrimiento de América 1492).
Desmembramiento de la cristiandad (reforma y
contrarreforma).
Introducción de la imprenta (1440 y 1480)
. Toma de Constantinopla.
. Descubrimiento de América Cristóbal Colon
(1492)
Descubre puerto rico y Jamaica1498.
Descubre la costa continental1500. El
descubridor de un nuevo mundo
La reforma Reforma Protestante: intento de
reformar la Iglesia Católica buscando la
revitalización del cristianismo primitivo y que
fue apoyado políticamente por un importante
grupo de príncipes y monarcas que
"protestaron" contra una decisión de su
emperador
Johann Gutenberg (Alemania), está
considerado tradicionalmente como el inventor
de la imprenta en Occidente. La fecha de dicho
invento es el año 1450.
El siglo de las luces
Origen del término Renacimiento
El término Renacimiento deriva de la expresión
italiana rinascita, vocablo usado por primera
vez por el literato Petrarca .Lo usa para
referirse a un movimiento que hace resucitar
en el arte y la cultura los valores espirituales
de la antigüedad clásica.
Géneros y formas
Música religiosa
«Misa alma redemptoris» de Tomás Luis de Victoria, en Misas, magníficat,
motetes, salmos y otras varias composiciones, Madrid, tipografía regia, 1600.
Durante este período la música religiosa tuvo una creciente difusión, debida a
la exitosa novedad de la impresión musical, que permitió la expansión de un
estilo internacional común en toda Europa (e incluso en las colonias españolas
en América).
Las formas litúrgicas más importantes durante el Renacimiento fueron la misa y
el motete.
La misa cubría el ciclo del ordinario (Kyrie, Gloria, Credo, Sanctus-Benedictus y
Agnus Dei) y se le solía dotar de unidad al basarse en material preexistente.
Para ello se seguían dos procedimientos de composición principales:
Misa de cantus firmus: el autor toma una melodía preexistente, bien
procedente del canto llano o bien de alguna canción profana, o incluso
popular, y la sitúa en una de las voces, habitualmente la llamada Tenor. Las
otras voces son creadas ex Novo, completando una textura generalmente a
cuatro voces, y son llamadas Cantus o Superius, Contratenor Altus (luego
Altus) y Contratenor Bassus (luego Bassus). De estas denominaciones
proceden los nombres actuales de las voces según sus tesituras. La misa
de cantus firmus es típica del siglo XV.
Escuchar Obra L'homme armé,
Una variante de este tipo de misa es la de paráfrasis, en la que la melodía
preexistente es fragmentada y repartida entre las cuatro voces, como
ocurre en la Misa Pange Lingua de Joaquín Desprez.
Misa parodia o de imitación: el compositor toma un motete o una canción
polifónica anterior (propio o de otro autor), este ya de tipo polifónico, y
utiliza el material melódico y armónico: motivos de imitación, cadencias
típicas o a veces incluso fragmentos completos, pero reelaborando el
material, añadiendo motivos y a veces voces nuevas, y siempre,
naturalmente, cambiando el texto.
Escuchar la Misa Malheur me bat de Josquin Desprez, basada en una
canción de Ockeghem, o la Misa Mille regretz de Cristóbal de Morales,
basada a su vez en una canción de Joaquín.
El motete renacentista era una pieza polifónica de texto sacro y en latín.
Deudor en un principio del motete medieval, del cual procedía, pronto asumió
una continua textura imitativa de voces de igual importancia (en número cada
vez mayor: cuatro en el siglo XV, cinco o seis a finales del XVI), con frases
musicales imbricadas y nuevos motivos para cada frase textual. En el motete el
autor generalmente creaba material puramente original, sin tomar préstamos
ajenos como en la misa.
En el siglo XVI se desarrollan amplios motetes bipartitos y, en la escuela
veneciana, los policorales, para ocho o incluso doce voces. Ejemplos
sobresalientes de motete renacentista son el Ave María de Joaquín o
el Lamentabatur Jacob de Morales.
Géneros sagrados importantes, ya en lengua vernácula, fueron
el villancico religioso español, el madrigal espiritual, la laudaitaliana y
el coral luterano.
Música vocal profana
Un gran número de impresos y cancioneros manuscritos nos han hecho llegar
el amplísimo repertorio polifónico profano renacentista. Aquí sí es posible
reconocer formas peculiares de cada país:
En Italia, la villanella, la frottola y el madrigal.
En España, el romance, la ensalada y el villancico.
En Francia, una vez superadas las formas fijas medievales aún vigentes en
la escuela borgoñona (rondeau, virelay, ballade) se creó la
peculiar chanson polifónica parisina.
En Inglaterra se imitó el estilo madrigalístico italiano, apareciendo
hacia 1600 la canción con laúd isabelina.
Hacia el final del período aparecen los primeros antecedentes dramáticos de la
ópera tales como la monodia, la comedia madrigal y el intermedio.
Música instrumental
Se crean flautas de pico soprano, alto, tenor y bajos de varias tallas, y un
proceso semejante siguen instrumentos de cuerda como las violas da gamba,
de metal como los sacabuches o de madera como las chirimías.
(flautas, cornettos, sacabuches, chirimías y bajones) en las catedrales ibéricas
del siglo XVI.
Además, mucha música polifónica se ejecutaba de forma puramente
instrumental, fuera en conjuntos homogéneos (llamados consorts), en grupos
que combinaban instrumentos de diversas familias o sobre instrumentos
propiamente polifónicos, como el órgano, el virginal, el arpa, el laúd o, en
España, la vihuela.
Eran habituales los conjuntos domésticos de instrumentistas aficionados. EL
sistema de escritura peculiar para cada instrumento, llamado tablatura: hay así
tablaturas renacentistas específicas para tecla, laúd, arpa, vihuela, etc. El laúd,
derivado del al'ud medieval, se convirtió pronto en el instrumento doméstico
solista más popular en Europa. De diversos tamaños y forma de pera, se
fabricaba con gran diversidad de materiales, tratados con extrema exquisitez
artesanal.
Formas derivadas de modelos vocales: al tocar habitualmente los
instrumentistas piezas vocales, compusieron formas similares, si bien sin texto:
del motete derivaron piezas polifónicas imitativas, llamadas ricercare, fantasía
o tiento, mientras que de la chanson derivó la canzona, generalmente más viva
y más dividida en secciones que los anteriores.
Danzas: una de las funciones tradicionales de los instrumentistas era,
naturalmente, el acompañamiento de la danza. Solían estar escritas a
cuatro voces, en una sencilla textura homofónica. Hay abundantes ejemplos
de danzas de todo tempo y compás, como la bajadanza, la pavana,
la gallarda, la alemanda o la courante.
Formas improvisatorias: los músicos anotaban a veces sus improvisaciones
más logradas. Podía tratarse bien de puras improvisaciones para un
instrumento polifónico (toccata, preludio, de nuevo tiento), bien de
variaciones melódicas ornamentales sobre una o varias voces de un
modelo vocal preexistente (recercada, disminuciones) o bien de largas
series de variaciones sobre un basso ostinato muy conocido, como la
romanesca, el Conde Claros, el passamezzo antiguo o
elpassamezzo moderno.
.
Historia y evolución
Los dos siglos abarcados por el estilo renacentista suelen ser históricamente
divididos en cinco generaciones de compositores.
Primera generación: las escuelas inglesa y borgoñona (1410-1450
Guillaume Dufay y Gilles Binchois
La influencia del nuevo estilo inglés (John Dunstable, Leonel Power), basado
en el uso de terceras y sextas como consonancias (practicadas de forma
improvisada y sistemática en el fauxbourdon), hizo que fueran desapareciendo
los rasgos de la música medieval tardía, tales como la isorritmia y
la sincopación extrema, resultando un estilo más límpido y fluido. Si bien se
perdió complejidad rítmica, se ganó en vitalidad rítmica y el empuje armónico
cadencial se convirtió en un aspecto importante hacia mediados del siglo.
Es en esta época cuando fueron gradualmente establecidas las reglas
delcontrapunto académico, aún hoy de algún modo vigentes en la enseñanza
escolástica, tales como la prohibición de quintas y octavas paralelas y la
restricción de las directas. Los más notables autores de este tiempo estuvieron
en la órbita del ducado de Borgoña (que incluía también tierras de las actuales
Holanda, Bélgica y el norte de Francia), como Guillaume Dufay y Gilles
Binchois. Sus misas presentan ya voces de similar importancia, texturas a
cuatro voces, imitaciones y control de la disonancia; sin embargo en sus
chansons podemos reconocer aún ciertos rasgos medievales, como las formas
trovadorescas (rondeau, virelay, ballade), la textura a tres voces de las que las
dos inferiores se cruzan y parecen instrumentales... Incluso sus motetes, como
el célebre Nuper rosarum flores de Dufay (escrito para la inauguración de la
cúpula de la catedral de Florencia de Brunelleschi) presentan aún isorritmia y
otros rasgos ya obsoletos.
La segunda generación franco-flamenca (1450-1480)
En la generación de Antoine Busnois y Johannes Ockeghem se afianzaron las
nuevas reglas del contrapunto, consolidándose la polifonía imitativa en un estilo
erudito de frases larguísimas y sofisticadas. Se usaron extensamente las
técnicas del canon, convencional o mensural (Ockeghem incluso compuso una
misa, la Prolationum, en la cual todas las piezas se derivaban canónicamente a
partir de una sola línea musical), resultando un complejo estilo que se puede
quizás correlacionar con el detallismo imperante en la pintura y la arquitectura
de la época.
La tercera generación franco-flamenca: el estilo internacional (1480-1520)
Josquin Desprez
Todavía en torno a 1500 los mejores compositores surgen de las actuales
Bélgica y norte de Francia, fruto de una larga tradición local que exportaba
maestros de capilla a toda Europa, y especialmente a Italia: Compère,
Agricola, Obrecht, Isaac, Mouton, de la Rue... Aparece así uno de los mayores
genios de la historia musical, Josquin des Prez, cuyo estilo claro, limpio y
elegante se convierte en modelo de estilo polifónico para toda Europa:
cadencias claras y frecuentes, secciones a dos o tres voces, pasajes
homofónicos que subrayan el texto, clara articulación general de la forma,
líneas melódicas equilibradas y de apariencia sencilla... Gracias a su enorme
influencia y a la imprenta se consolidará un estilo internacional común en
Alemania, Italia, España, Francia e Inglaterra. Entre las muchas obras
maestras de Josquin, de todos los géneros, cabría destacar la Misa Pange
Lingua.
Durante las décadas de inicio del siglo XVI la convención musical de un tactus
(pensemos en el moderno compás) de dos semibreves=una breve comenzó a
ser tan común como el de tres semibreves=una breve, como había sido
habitual hasta entonces.
La cuarta generación (1520-1550)
Cristóbal de Morales
Entrado ya el siglo XVI el estilo internacional (fuertemente influenciado por
Josquin) se impone en la música religiosa, si bien autores como el
español Cristóbal de Morales,Nicolas Gombert o Willaert tienden a aumentar el
número de voces (típicamente cinco), homogeneizar la textura, alargar frases y
ocultar las cadencias, volviéndose de algún modo así a las maneras más
complejas y refinadas de Ockeghem.
Es en esta época cuando se consolidan los estilos locales de la música
profana: aparecen el nuevo madrigal italiano (Festa, Arcadelt, Verdelot) y la
chanson parisina (con frecuencia homofónica, y muchas veces onomatopéyica
y humorística). En España se publican libros para vihuela que incluyen
canciones para voz con acompañamiento (Narváez, Fuenllana, Milán,
Mudarra...).
La quinta generación (1550-1600)
Teniendo entonces el oficio de músico (cantor, maestro de capilla, organista,
ministril...) una gran dependencia de la Iglesia, la convulsión provocada por la
Reforma protestante y la Contrarreforma afectó de lleno al estilo musical.
Pasado el peligro de supresión de la polifonía (que sí se ejecutó entre algunos
reformistas radicales), el concilio de Trento desalentó la excesivamente
compleja por impedir la comprensión del texto, fomentando la homofonía y en
general la claridad. Giovanni Pierluigi da Palestrina vino a cultivar un fluido
estilo de contrapunto libre en una densa y rica textura en la cual las
disonancias eran seguidas por consonancias en cada pulso, y los retardos eran
muy habituales. Este estilo quedó fijado como modelo para la música religiosa
de su tiempo (aunque quizás no tanto como ha querido ver la historiografía
decimonónica), y desde entonces para la enseñanza del contrapunto
académico. Coetáneos de Palestrina fueron algunos de los polifonistas más
reconocidos por la posteridad: Orlando di Lasso, Tomás Luis de
Victoria y William Byrd.
En este período, el tactus era generalmente de dos semibreves por breve, con
tres por breve para los efectos especiales y las secciones culminantes; se
trataba de una revocación casi completa de la técnica que había prevalecido en
el siglo anterior.
La disolución del estilo renacentista
Diversas razones, algunas de origen puramente musical y otras ideológicas (las
reformas religiosas, el intento de recreación del teatro griego por los
humanistas en la ópera) causaron las progresiva descomposición del estilo
musical típico del Renacimiento: la policoralidad, el estilo concertante, la
creación de la monodia y la consiguiente aparición del bajo continuo disolvieron
la textura polifónica, mientras el cromatismo extremo y las tendencias tonales
(como las quintas como movimiento entre fundamentales) rompían el sistema
modal diatónico.
La policoralidad o técnica del coro "spezzato
En Venecia, desde 1534 hasta aproximadamente 1600, se desarrolló el
impresionante estilo policoral, que dio a Europa algunas de las más
espléndidas composiciones musicales de aquellos tiempos, con los múltiples
coros de cantantes, metales y cuerdas en diferentes espacios de la Basílica de
San Marcos de Venecia (ver Escuela Veneciana). Estas múltiples
combinaciones, que contenían ya el germen del estilo concertante, se
difundieron por toda Europa en las décadas posteriores, empezando por
Alemania y propagándose poco después a España, Francia e Inglaterra,
marcando el principio del cambio estilístico que conduciría al Barroco musical.
La monodia acompañada
Más comúnmente llamada hoy melodía acompañada, se creó en Florencia,
donde hubo un intento de revivir el drama y el estilo musical de la antigua
Grecia mediante la monodia, un canto declamado sobre un acompañamiento
instrumental simple (similar ya al bajo continuo); el contraste con el estilo
polifónico entonces dominante era absoluto. Inicialmente la monodia fue
utilizada sólo en la música profana. Estos músicos fueron conocidos como la
Camerata Florentina.
El manierismo
A finales del siglo XVI, acabando el Renacimiento, se desarrolló un estilo
manierista radical. En música profana, especialmente en el madrigal, había una
tendencia hacia la complejidad y hacia el cromatismo extremo (como se
observa en las madrigales de Luzzaschi, Marenzio, y Gesualdo). Musica
reservata es un término que se refiere a un estilo o a una práctica musical a
cappella de la época tardía, principalmente en Italia y el sur de Alemania,
asociado al refinamiento, cierta exclusividad y una intensa expresión emocional
del texto cantado. Además, en muchos compositores se observa una división
en sus propios trabajos entre la primera práctica (observancia de las reglas
estrictas del contrapunto) y segunda práctica (música del nuevo estilo) durante
la primera parte del siglo XVII.