Causas de Ulceración Venosa

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Causas de ulceración venosa Se ha asumido ampliamente que la insuficiencia venosa crónica se debe a obstrucción o incompetencia venosa profunda, y se ha utilizado el término "extremidad posflebítica", a pesar de que la mayoría de las personas con ulceraciones venosas no tienen antecedentes de trombosis venosa profunda. La ulceración venosa está asociada claramente con la edad; los pacientes más jóvenes con insuficiencia venosa crónica grave o severa pueden evitar la ulceración en virtud de su movilidad, lo que mantiene la función de bomba de los músculos de la pantorrilla. El tratamiento de las ulceraciones venosas está basado casi enteramente en evitar la hipertensión venosa sostenida, tanto si el mecanismo final que conduce a la ulceración es la formación de una capa fibrinosa, el atrapamiento de los leucocitos o inflamación crónica debida a lesiones repetitivas de isquemia-reperfusión. Generalmente, la hipertensión venosa sostenida se produce a causa de una combinación de factores, entre los cuales la obesidad, la enfermedad venosa y la inmovilización son quizá los más importantes. Muchos de estos factores se desarrollan o aparecen con la edad. Esta hipertensión venosa produce edema del miembro inferior, lo que incrementa la distancia sobre la cual los metabolitos deben difundir desde la microcirculación hasta las células de los tejidos. Se produce isquemia de los tejidos alrededor del tobillo durante la bipedestación, con reperfusión durante la acción de caminar o al elevar el miembro. Esta lesión crónica de isquemia-reperfusión resulta en un proceso inflamatorio con mayor edema, fibrosis tisular y formación de un tejido proteico de matriz extracelular alrededor de los capilares. Estos son los cambios que producen las características de la insuficiencia venosa crónica, que incluyen dolor y pesadez del miembro, picazón, lipodermatosclerosis, pigmentación, tumefacción, eccema y, a la larga, ulceración. El tratamiento se basa en la prevención de la hipertensión venosa sostenida y en reducir sus efectos mediante el vendaje compresivo para disminuir la rémora venosa y el edema tisular. Recolectar la leche materna: § Lavarse bien las manos § Lavar el equipo de la bomba extractora de leche materna que se pone en contacto con el seno, la leche o los recipientes de recolección en un lavaplatos o a mano en agua caliente enjabonada. Enjuagar con agua fría y dejarlo secarse al aire sobre una toalla limpia. § Depende del horario de Ud. y su bebé, cuando Ud. va a extraer la leche del seno. Intente bombear cuando el bebé normalmente amamantaría. El abastecimiento de su leche materna por lo general es más abundante por la mañana; por lo tanto, éste es un tiempo oportuno para hacerlo. Sea flexible. Si Ud. está planeando volver a trabajar y seguir amamantando, empiece a bombear una a dos semanas antes de volver. Trate de imitar como será el horario del bombeo en el

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Causas de ulceración venosa

Se ha asumido ampliamente que la insuficiencia venosa crónica se debe a obstrucción o incompetencia venosa profunda, y se ha utilizado el término "extremidad posflebítica", a pesar de que la mayoría de las personas con ulceraciones venosas no tienen antecedentes de trombosis venosa profunda. La ulceración venosa está asociada claramente con la edad; los pacientes más jóvenes con insuficiencia venosa crónica grave o severa pueden evitar la ulceración en virtud de su movilidad, lo que mantiene la función de bomba de los músculos de la pantorrilla. El tratamiento de las ulceraciones venosas está basado casi enteramente en evitar la hipertensión venosa sostenida, tanto si el mecanismo final que conduce a la ulceración es la formación de una capa fibrinosa, el atrapamiento de los leucocitos o inflamación crónica debida a lesiones repetitivas de isquemia-reperfusión. Generalmente, la hipertensión venosa sostenida se produce a causa de una combinación de factores, entre los cuales la obesidad, la enfermedad venosa y la inmovilización son quizá los más importantes. Muchos de estos factores se desarrollan o aparecen con la edad.

Esta hipertensión venosa produce edema del miembro inferior, lo que incrementa la distancia sobre la cual los metabolitos deben difundir desde la microcirculación hasta las células de los tejidos. Se produce isquemia de los tejidos alrededor del tobillo durante la bipedestación, con reperfusión durante la acción de caminar o al elevar el miembro. Esta lesión crónica de isquemia-reperfusión resulta en un proceso inflamatorio con mayor edema, fibrosis tisular y formación de un tejido proteico de matriz extracelular alrededor de los capilares. Estos son los cambios que producen las características de la insuficiencia venosa crónica, que incluyen dolor y pesadez del miembro, picazón, lipodermatosclerosis, pigmentación, tumefacción, eccema y, a la larga, ulceración. El tratamiento se basa en la prevención de la hipertensión venosa sostenida y en reducir sus efectos mediante el vendaje compresivo para disminuir la rémora venosa y el edema tisular. Recolectar la leche materna: § Lavarse bien las manos § Lavar el equipo de la bomba extractora de leche materna que se pone en contacto con el seno, la leche o los recipientes de recolección en un lavaplatos o a mano en agua caliente enjabonada. Enjuagar con agua fría y dejarlo secarse al aire sobre una toalla limpia. § Depende del horario de Ud. y su bebé, cuando Ud. va a extraer la leche del seno. Intente bombear cuando el bebé normalmente amamantaría. El abastecimiento de su leche materna por lo general es más abundante por la mañana; por lo tanto, éste es un tiempo oportuno para hacerlo. Sea flexible. Si Ud. está planeando volver a trabajar y seguir amamantando, empiece a bombear una a dos semanas antes de volver. Trate de imitar como será el horario del bombeo en el trabajo. § Antes de bombear, siéntese cómoda y relajadamente. Bombee la leche de sus senos de acuerdo a las instrucciones de los fabricantes de la bomba para senos Atención de enfermería al niño que lacta Existen cuatro signos clave para una buena postura: § Cabeza y cuerpo del lactante en línea recta. § El niño debe estar frente al pecho, con su boca en posición opuesta al pezón. § La madre debe tenerlo cerca de su cuerpo. § Debe sujetar todo el cuerpo no sólo por la cabeza.

Los cuidados de enfermería son: § Enseñar la postura a la mamá. § Colocar al niño al pecho. § Indicar como retirarlo (poner el dedo meñique en ángulo de la boca y presionar hacia a bajo). § Ponerlo para que expulse los gases. Durante y después. § Explicar como ponerlo. Posiciones para amamantar Datos de una buena postura: § Barbilla del bebé en contacto con el pecho o muy cerca de él.§ Boca abierta totalmente.§ Labio superior vuelto hacia arriba.§ Mayor parte de la aureola sobre la boca del bebé que debajo de ésta.§ El niño mama de manera lenta, profunda y con pausas.§ Debe primar la comodidad.Posiciones más comunes del bebé: § Niño en el regazo: Sentada recta en la silla, sujeta a tu bebé en el regazo a la altura del pecho. Si lo necesitas pon una almohada debajo del bebé o un pequeño taburete debajo de tus pies.§ Sandía o pelota de fútbol americano: al costado de la mamá y con los pies a la espalda de ella, sosteniéndole con el brazo del mismo lado. Colocaremos una almohada debajo del brazo.§ Acostada: pies del bebé hacia la cabeza o de lado.

¿Cuáles son las causas de las úlceras venosas, por qué se producen?

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Las úlceras varicosas o venosas se desarrollan cuando las venas de las piernas funcionan anormalmente o resultan dañadas por alguna causa que provoca su anormal funcionamiento. Trastornos o enfermedades que hagan que la sangre deje de fluir normalmente por las venas o se estanque en ellas, son causantes de úlceras venosas. Algunos de estos trastornos, que pueden reducir el normal fluir de la sangre y hacer que esta se estanque en las venas de las piernas, se pueden citar a la insuficiencia venosa crónica, las várices, la trombosis venosa profunda (se forma un coágulo o trombo dentro de la vena que impide el circular de la sangre) y traumatismos. Las venas tienen en su interior válvulas que al cerrarse impiden que la sangre circulante se estanque en ellas y pueda así proseguir su camino hacia arriba en dirección al corazón. El anormal funcionamiento de estas válvulas (incompetencia de las válvulas) aparece en los casos de várices (enfermedad venosa) y de la insuficiencia venosa crónica entre otros, condiciones que pueden llevar a la aparición de úlceras venosas. La sangre se estanca en las venas, aumentando la presión dentro de la vena y produciendo la congestión e hinchazón de la misma. El estancamiento de la sangre y el consecuente aumento de la presión dentro de las venas y capilares (pequeños vasos sanguíneos que conectan las arterias y las venas), provoca la pérdida o fuga de fluidos desde las venas y vasos sanguíneos hacia el tejido circundante. La hemoglobina de los glóbulos rojos se fuga hacia el espacio extravascular (hacia afuera de las venas y capilares) produciendo la coloración marrón-rojiza que aparece en la piel. La hinchazón de la zona y la presión interfieren e impiden la normal nutrición de los tejidos, que son normalmente nutridos por los capilares con oxigeno y otros nutrientes. Los tejidos son así dañados, mortificados como consecuencia de la falta de oxigeno y nutrientes y por la presión a la que se hallan expuestos. Aparece así la úlcera venosa como signo del daño y disolución de parte del tejido. La piel que rodea a la úlcera no recibe el oxigeno ni la vascularización normal que debería. Es así como la piel comienza a perder vitalidad y aparece la lastimadura de la úlcera, que no cicatriza debido a la situación

de escasa vascularización y aporte de oxigeno.