Claudio Orrego en The Clinic

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SABíA USTED QUE: … Para que lo atiendan en un hospital chileno hay que ser paciente. C laudio Orrego, el alcalde de Peñalolén y uno de los rostros de la renovación DC, dice que después de la junta de su partido quedó expectante pero optimista. Esto porque se consiguieron tres reformas estatutarias: le- vantar la prohibición a alcaldes para integrar la directi- va del partido, que las elecciones sean un militante-un voto y que los candidatos presidenciales salgan de pri- marias. La crisis del partido –que perdió un millón de votos en los últimos 15 años- ayuda a ese cambio. “Soy de los que miran el futuro con esperanza, pero hay que hacer cambios profundos”, dice. Alberto Espina también está mirando esperanzado el futuro. -Espina sueña con Peter Pan y el Capitán Hook. La DC se fundó saliéndose de la derecha y hoy no va a virar derecha. Es evidente que hay un asalto al centro político. Sectores de derecha, del gobierno y algunos aliados de medios de comunicación están haciendo una campaña sistemática para dividir a la DC entre los supuestamente “colaboracionistas” o “pro piñeristas” y los que seríamos claramente de oposición. La junta, si en algo fue clara, es en que la DC va a asumir donde nos mandó el pueblo, que es la oposición. ¿Ve medios metidos en esta operación? -Hay una abierta colusión entre gobierno, derecha y particularmente El Mercurio en los últimos días. Ver el C2 de El Mercurio el sábado de la junta y el domingo es increíble; el tipo de fotos que ponen, la entrevista de Al- berto Espina tratando de decir que hay dos DC. ¡No hay dos DC! Y vamos a ser oposición. Ojo, somos gente que amamos este país y cualquier proyecto que sea bueno para Chile lo vamos a apoyar, pero quienes crean que vamos a ser blandos en fiscalizar, que vamos a comul- gar con ruedas de carreta, que vamos a escuchar estos cantos de sirena… se equivoca; además, harto fea la si- rena de Alberto Espina. Nuestro domicilio conocido es la Concertación. Ojo, ¿nos gusta toda la Concertación hoy? No, nos gustaría refundarla, mejorarla, renovarla. Ignacio Walker ha dicho que no hay que crecer a la Izquierda. Pero tampoco a la derecha. -La primera definición es que somos oposición y esta- mos en la Concertación. Así como hay intentos de la de- recha de dividir a la DC, también hay intentos de otros sectores de decir que hay dos tipos de DC, los que creen en la alianza de centroizquierda y los que no. Eso tam- bién es falso. Tenemos una postura muy clara. Escucha a Osvaldo Andrade, que supongo no lo considerarán de derecha, que dice que tenemos que fortalecer esta alianza de centroizquierda. ¿Tiene que crecer la Con- certación? Obviamente, pero dónde. Hay 3,5 millones de jóvenes que nunca han votado. ¿Están esperando una alianza de partidos? No, esperan que alguien les hable, que erradiquemos los vestigios de abuso de po- der o de clientelismo o corrupción. Hay un grupo muy grande que dejó de votar por nosotros y que no votó por ninguno de los partidos, ni siquiera de la izquier- da extraparlamentaria. Algunos se fueron con Piñera y otros pa la casa. Tenemos que crecer. ¿Implica dialogar con Marco? -Primero, hay que separar a Marco de lo que Marco representó. No he creído nunca en los proyectos perso- nales ni en los caudillismos. Con muchos en la DC, en este proyecto amplio de renovación, estamos por refun- dar el partido desde adentro. Y después con nuestros aliados. Claramente hubo en la candidatura de Marco la expresión de un descontento latente y de eso tene- mos que hacernos cargo. No a una persona, sino a lo que en ese momento esa persona representó. Y Marco ha declarado que no quiere saber nada con nosotros. El primer requisito para bailar tango es que la persona tenga ganas de bailarlo. ¿La UDI creció a costa de la DC? ¿Cómo se para ese chorreo? -Creo que sí. Nosotros tenemos un origen del que no me siento para nada avergonzado, que tiene que ver con la doctrina social de la Iglesia, con el trabajo en la base, con lo que algún momento se llamó el comunita- rismo, que hoy se podría llamar capital social. Perdimos ese mundo, 20 años de gobierno nos alejó y hoy vas a las federaciones de estudiantes y a los movimientos ambientalistas y ¿están los DC ahí? Si queremos volver a ser un partido que represente a este país, hay que me- terse ahí. Y segundo, temas de futuro. La UDI tampoco está en los movimientos ambientalistas. -Pero en las poblaciones sí. Veo la Fundación Jaime Guzmán llena de cabros. Estuve la semana pasada con 200 estudiantes del sector oriente y Pablo Lon- gueira hablando de los partidos. Si algún cabro se acerca a Longueira y le dice “dónde me voy para for- marme”, él responde: Fundación Guzmán. Si alguno me lo dijera a mí, no lo voy a mandar a Alameda 1460. Nos olvidamos de formar a los jóvenes, nos de- dicamos a administrar el poder. Y un partido que se acota a eso no es capaz de generar el relevo. Si que- remos tener futuro, tenemos que volver donde están los cabros, darles formación, invitarlos a trabajar en política ahora que no tenemos el poder, que es una buena cosa, porque implica una vuelta a los ideales. El que entra hoy a la DC no va a entrar porque le van a repartir un cargo. De los ministros de Piñera, ¿alguien lo ha sorprendido gratamente? -Mañalich. Tiene un discurso que algunos van a mo- tejar de privati zador, pero tiene una cosa interesante: tiene súper claro que su centro son los ciudadanos. Y los enfermos. Muchas de las medidas están incluidas en el Auge. Es un tipo de bajo perfil, no un tecnócrata, tiene habilidad política. Sería injusto decir que apli- carle gestión al sector hospitalario en Chile es privati- zación. Hoy, administrar un hospital de 2 mil camas es una empresa de altísima complejidad. Y muchas veces se la entregamos a grandes médicos que no ne- cesariamente tienen la experiencia. Cuando dice que las decisiones hospitalarias son de médicos y que el tema de gestión debe separarse, me hace sentido. Y cuando dice que una persona con cáncer de mamas -y eso es programa Auge- que en uno o dos meses no se opera en hospital público, se va a cualquier lugar, ¿eso es privatización? ¿O es poner por sobre todo la salud de la persona enferma? POR PV Y VU • FOTO: PATRICIO MIRANDA Ahora que en la DC levantaron el veto que impedía a sus alcaldes ser parte de la mesa directiva, Orrego dice: “voy a estar en la lista si hay que estar”. El alcalde de Peñalolen acá se la juega por un buen futuro para la DC. “La derecha y El Mercurio están coludidos para dividir a la DC” Claudio Orrego:

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Entrevista al Alcalde Claudio Orrego en The Clinic

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Page 1: Claudio Orrego en The Clinic

sabía usted que: … Para que lo atiendan en un hospital chileno hay que ser paciente.

C laudio Orrego, el alcalde de Peñalolén y uno de los rostros de la renovación DC, dice que después de la junta de su partido quedó expectante pero optimista. Esto porque se consiguieron tres reformas estatutarias: le-

vantar la prohibición a alcaldes para integrar la directi-va del partido, que las elecciones sean un militante-un voto y que los candidatos presidenciales salgan de pri-marias. La crisis del partido –que perdió un millón de votos en los últimos 15 años- ayuda a ese cambio. “Soy de los que miran el futuro con esperanza, pero hay que hacer cambios profundos”, dice.

Alberto Espina también está mirando esperanzado el futuro.-Espina sueña con Peter Pan y el Capitán Hook. La

DC se fundó saliéndose de la derecha y hoy no va a virar derecha. Es evidente que hay un asalto al centro político. Sectores de derecha, del gobierno y algunos aliados de medios de comunicación están haciendo una campaña sistemática para dividir a la DC entre los supuestamente “colaboracionistas” o “pro piñeristas” y los que seríamos claramente de oposición. La junta, si en algo fue clara, es en que la DC va a asumir donde nos mandó el pueblo, que es la oposición.

¿Ve medios metidos en esta operación?-Hay una abierta colusión entre gobierno, derecha y

particularmente El Mercurio en los últimos días. Ver el C2 de El Mercurio el sábado de la junta y el domingo es increíble; el tipo de fotos que ponen, la entrevista de Al-berto Espina tratando de decir que hay dos DC. ¡No hay dos DC! Y vamos a ser oposición. Ojo, somos gente que amamos este país y cualquier proyecto que sea bueno para Chile lo vamos a apoyar, pero quienes crean que vamos a ser blandos en fiscalizar, que vamos a comul-gar con ruedas de carreta, que vamos a escuchar estos cantos de sirena… se equivoca; además, harto fea la si-rena de Alberto Espina. Nuestro domicilio conocido es la Concertación. Ojo, ¿nos gusta toda la Concertación hoy? No, nos gustaría refundarla, mejorarla, renovarla.

Ignacio Walker ha dicho que no hay que crecer a la Izquierda. Pero tampoco a la derecha.

-La primera definición es que somos oposición y esta-mos en la Concertación. Así como hay intentos de la de-recha de dividir a la DC, también hay intentos de otros sectores de decir que hay dos tipos de DC, los que creen en la alianza de centroizquierda y los que no. Eso tam-bién es falso. Tenemos una postura muy clara. Escucha a Osvaldo Andrade, que supongo no lo considerarán de derecha, que dice que tenemos que fortalecer esta alianza de centroizquierda. ¿Tiene que crecer la Con-certación? Obviamente, pero dónde. Hay 3,5 millones de jóvenes que nunca han votado. ¿Están esperando una alianza de partidos? No, esperan que alguien les hable, que erradiquemos los vestigios de abuso de po-der o de clientelismo o corrupción. Hay un grupo muy grande que dejó de votar por nosotros y que no votó por ninguno de los partidos, ni siquiera de la izquier-da extraparlamentaria. Algunos se fueron con Piñera y otros pa la casa. Tenemos que crecer.

¿Implica dialogar con Marco?-Primero, hay que separar a Marco de lo que Marco

representó. No he creído nunca en los proyectos perso-nales ni en los caudillismos. Con muchos en la DC, en este proyecto amplio de renovación, estamos por refun-dar el partido desde adentro. Y después con nuestros aliados. Claramente hubo en la candidatura de Marco la expresión de un descontento latente y de eso tene-mos que hacernos cargo. No a una persona, sino a lo que en ese momento esa persona representó. Y Marco ha declarado que no quiere saber nada con nosotros. El primer requisito para bailar tango es que la persona tenga ganas de bailarlo.

¿La UDI creció a costa de la DC? ¿Cómo se para ese chorreo?-Creo que sí. Nosotros tenemos un origen del que no

me siento para nada avergonzado, que tiene que ver

con la doctrina social de la Iglesia, con el trabajo en la base, con lo que algún momento se llamó el comunita-rismo, que hoy se podría llamar capital social. Perdimos ese mundo, 20 años de gobierno nos alejó y hoy vas a las federaciones de estudiantes y a los movimientos ambientalistas y ¿están los DC ahí? Si queremos volver a ser un partido que represente a este país, hay que me-terse ahí. Y segundo, temas de futuro.

La UDI tampoco está en los movimientos ambientalistas.-Pero en las poblaciones sí. Veo la Fundación Jaime

Guzmán llena de cabros. Estuve la semana pasada con 200 estudiantes del sector oriente y Pablo Lon-gueira hablando de los partidos. Si algún cabro se acerca a Longueira y le dice “dónde me voy para for-marme”, él responde: Fundación Guzmán. Si alguno me lo dijera a mí, no lo voy a mandar a Alameda 1460. Nos olvidamos de formar a los jóvenes, nos de-dicamos a administrar el poder. Y un partido que se acota a eso no es capaz de generar el relevo. Si que-remos tener futuro, tenemos que volver donde están los cabros, darles formación, invitarlos a trabajar en política ahora que no tenemos el poder, que es una

buena cosa, porque implica una vuelta a los ideales. El que entra hoy a la DC no va a entrar porque le van a repartir un cargo.

De los ministros de Piñera, ¿alguien lo ha sorprendido gratamente?-Mañalich. Tiene un discurso que algunos van a mo-

tejar de privati zador, pero tiene una cosa interesante: tiene súper claro que su centro son los ciudadanos. Y los enfermos. Muchas de las medidas están incluidas en el Auge. Es un tipo de bajo perfil, no un tecnócrata, tiene habilidad política. Sería injusto decir que apli-carle gestión al sector hospitalario en Chile es privati-zación. Hoy, administrar un hospital de 2 mil camas es una empresa de altísima complejidad. Y muchas veces se la entregamos a grandes médicos que no ne-cesariamente tienen la experiencia. Cuando dice que las decisiones hospitalarias son de médicos y que el tema de gestión debe separarse, me hace sentido. Y cuando dice que una persona con cáncer de mamas -y eso es programa Auge- que en uno o dos meses no se opera en hospital público, se va a cualquier lugar, ¿eso es privatización? ¿O es poner por sobre todo la salud de la persona enferma?

Por PV y VU • Foto: PAtrICIo MIrAnDAAhora que en la DC levantaron el veto que impedía a sus alcaldes ser parte de la mesa directiva, Orrego dice: “voy a estar en la lista si hay que estar”. El alcalde de Peñalolen acá se la juega por un buen futuro para la DC.

“La derecha y El Mercurio están coludidos

para dividir a la DC”

Claudio Orrego: