Clínica del niño y el adolescente - TA FINAL

download Clínica del niño y el adolescente - TA FINAL

of 17

Transcript of Clínica del niño y el adolescente - TA FINAL

2011Csar M. Hjar Carrera Psicologa de Facultad de Ciencias Humanas Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas (UPC)

[CLNICA DEL NIO Y EL ADOLESCENTE]TA FINAL

Confrontacin generacional y el manejo de normas y lmites en el adolescente

INTRODUCCIN

A travs de la historia han existido diferentes modelos instructivos y formativos dirigidos a educar a la poblacin adolescente. Se pueden reconocer desde los ms autoritarios hasta los ms flexibles, desde los ms primitivos hasta los ms sofisticados, desde los ms exclusivos hasta los ms inclusivos. A este punto, el presente ensayo no es una lectura de los procesos mencionados, sino que se dirige a exponer las caractersticas por las que atraviesan los participantes que son educados en este proceso. A este punto, es necesario dar una revista a lo que contiene el proceso madurativo de la adolescencia de modo que sea comprensible haca el fenmeno que nos interesa. As, se toma que: Una caracterstica de la adolescencia es la brusca alternacin entre una independencia desafiante y una dependencia regresiva, e incluso la coexistencia de ambos extremos en un momento dado. (Winnicott 1995 en Serrano 2002)

Se encuentra que la dinmica adolescente presta una serie de conflictos situados entre los extremos de la independencia adulta y la dependencia infantil, as como los conflictos propios del transito de una a otra. La dinmica de estos conflictos se manifiesta de una manera ms concreta en los escenarios adolescentes actuales, donde a partir de las nuevas experiencias asimiladas y el transito conflictivo hacia la maduracin se dirige la atencin del adolescente hacia una posicin de exploracin y confusin. A modo explicativo se comprende que: Dentro de la cosmovisin antittica de la adolescencia, el orden ms alto de absolutos y de opuestos se halla en la polaridad de masculino y femenino, activo y pasivo, interior y exterior, yo y t, bueno y malo. () La tendencia del adolescente a la polarizacin y su intolerancia de las gradaciones y transacciones se refleja en las peculiaridades semnticas de esta edad. (Blos 1996 en Serrano 2002) La situacin se muestra como un campo de extremos, donde los intermedios sino son considerados, son ignorados; esto es parte necesaria para el proceso de maduracin en el proceso adolescente, ya que a partir de esta exploracin entre opuestos se dar paso hacia la integracin y la sntesis. A partir de esta aproximacin se hace necesario tomar mayor importancia al proceso de estimulacin que los adolescentes tienen en su viaje hacia la maduracin de la adolescencia. En la presente poca muchos de los rdenes preestablecidos para la crianza y la educacin de los jvenes se han visto transformados y hasta transgredidos. Parte de esta situacin se aprecia en el empoderamiento tecnolgico de las nuevas generaciones de adolescentes, de lo cual, como resultado, se tiene una exposicin a diferentes tipos de contenidos y mensajes acerca de la realidad del medio. Esta consideracin invita a meditar la posicin de las figuras de autoridad y su accin al implementar normas y sostener una disciplina oportuna. As:

Nadie discute, en principio, que los nios deben ser protegidos contra las influencias dainas para su desarrollo. Lo que se debate es hasta qu punto de la adolescencia ha de mantenerse esta tutela personal e institucional (de la escuela, de la iglesia, de los tribunales, etc.). (Blos 1996 en Serrano 2002) En torno a la gua del presente ensayo, el proceso de la confrontacin generacional y el desarrollo de normas y el sostenimiento de una disciplina oportuna para la poblacin adolescente no tienen, al menos por el momento, una respuesta absoluta. Por el contrario, a partir de las diferencias entre los mismos adolescentes, entre los mismos padres, y entre ambos, la pauta de crianza y educacin se ver diferenciada. Si se toma nota de este punto es necesario que primero se considere que: El desarrollo progresivo del varn y el de la nia adolescentes no son idnticos ni paralelos, pero ambos implican la aguda diferenciacin de las cualidades que asociamos con ser hombre o ser mujer. (Blos 1996 en Serrano 2002) De esto se toma, tal como se mencion, que, con al menos, la diferenciacin de una variable el patrn de relacin entre las diferentes generaciones y su posicin frente a las normas y la disciplina pertenecientes a un determinad rol se modifican. Sin embargo, el proceso de la adolescencia no debe de ser percibido como una estructura con diferentes variables, sino como un proceso dinmico en el cual se desarrolla cada persona a lo largo de su historia. Por ello, resulta mejor comprende que en la adolescencia se manifiestan experiencias, impresiones y recuerdos que han permanecido en el aparato psquico, algunas elaboradas y otras sin haber sido elaboradas. Es as que, en la adolescencia se produce en la persona una nueva aproximacin hacia estas experiencias, con la diferencia que ahora tales personas cuentan con nuevas competencias, oportunidades y descubrimientos que les

permiten iniciar una modificacin en el aqu y ahora, tal como lo proponen Goijman y Kancyper (en Serrano 2002) No se trata aqu simplemente de una accin diferida, de una causa que permaneciera latente en la infancia hasta la oportunidad de manifestarse en la adolescencia, sino de una causacin retroactiva desde el presente hacia el pasado. Entonces entre el pasado y el presente se toma cuenta de los aspectos que van conformando la adolescencia, as como de los riesgos y dificultades que se muestran entre la dinmica de educacin y formacin intergeneracional a travs del establecimiento de pautas de comportamiento y la asimilacin de principios morales y ticos para la convivencia. Para dar al paso al siguiente punto de estudio en el presente ensayo, solo queda tomar mayor detalle en dos puntos esenciales para la comprensin del proceso adolescente. A saber el primero se explica en el proceso de duelo por el que, a lo largo del proceso, los adolescentes experimentan en su desarrollo. Al respecto se toma nota de Urribarri (1986), quien aclara que los tres duelos fundamentales que atraviesa el adolescente durante su desarrollo son equiparables con las tres fases de maduracin que tiene esta etapa. As, en la pubertad se aprecia la retirada del objeto; en la adolescencia nuclear, la idealizacin yoica y las tendencias narcisisticas; en tanto que, en el cierre de la adolescencia se produce un reencuentro con el objeto externo.1 Se toma cuenta que el mismo proceso se hace complejo durante el mismo transito, y que, en buena medida, cada fase de la adolescencia tiene un duelo especfico por procesar. Al tanto, el ltimo punto a considerar es una comprensin que engloba mucho de los aspectos involucrados en el proceso adolescente, y que, como consideracin personal, resulta nutritiva para comprender en su complejidad el proceso adolescente:

1

Serrano 2002

El adolescente es aqul que quiere llevar a la muerte al padre adulto que era el nio de ayer y que no consigue hacer nacer al hijo-padre de maana que l quisiera ya poder ser hoy, poseyendo los medios sexuales de ser tal, pero desprovisto de los medios materiales y psquicos. (Green 1993 en Serrano 2002) Como consecuencia, a continuacin se desarrollan los temas

considerados en el presente ensayo.

CONFRONTACIN GENERACIONAL

El desarrollo de la adolescencia no puede, y no debe, entenderse de manera aislada al contexto en el cual se desarrolla. La aproximacin hacia los diferentes tipos de adolescencia nos acerca hacia los diferentes tipos de realidades, sin embargo, en la mediad que este ensayo pueda plantear una exposicin clara y colaborativa, se tomar en cuenta el escenario convencional del modelo tradicional de familia occidental. Como se plante en las primeras lneas de este ensayo, la adolescencia posee una cosmovisin antittica de la realidad. Esta posicin alimenta el desarrollo del conflicto entre los participantes de diferentes etapas generacionales. A partir de esto se genera una dinmica entre los adultos y los jvenes, donde: Su condicin primera es la presencia de un otro como una alteridad ni blanda ni arbitraria que posibilite la tensin de la diferencia entre los opuestos, admitiendo por ambas partes que ser oponente no es equivalente a ser enemigo. (Goijman y Kancyper 1986 en Serrano 2002)

La interaccin entre ambas partes est sostenida por una serie de supuestos acerca de los que corresponde a cada persona, tanto como adolescente y tanto como adulto, a partir de lo cual cada uno, desde su perspectiva, espera ciertas respuestas del otro. En este modo, de manera habitual se representan los deseos acerca de las respuestas del otro en relacin con uno mismo, tanto desde la perspectiva adulta, como de la perspectiva adolescente. Del mismo modo, se plantean ideales entre los individuos en interaccin, ideales que resultan ser una aproximacin distinta de la realidad y, en la mayora de ocasiones, incrementan la tensin entre ambas generaciones. A partir de esto se encuentra que: La discrepancia generacional con estos ideales puede observarse en su peridica inversin de contenido y valencia. As naci el antihroe adolescente (). El acto heroico del antihroe adolescente consiste en vilipendiar la tradicin y desentronizar los valores absolutos. () Bajo la influencia de esta inversin de valores, ser expulsado de la universidad o vivir desenfrenadas experiencias sexuales () se ha convertido para muchos jvenes en el smbolo de estatus de madurez. (Blos 1996 en Serrano 2002) En esta consideracin se toma nota de la fuerte influencia que tiene para los adolescentes la presencia de una posicin opuesta que les permita explorar nuevas situaciones y aproximaciones, pero al mismo tiempo se muestra una posicin riesgosa para el desarrollo adecuado en esta etapa. En ese sentido, la posicin del antihroe adolescente facilita la aparicin de la oposicin adolescente y al mismo tiempo facilita la emergencia de posiciones nocivas para los adolescentes. Esta circunstancia tienta a los espectadores a tomar alerta del proceso adolescente, sin embargo es preciso entender que esta: Es la poca de la aparicin desafiante de un modelo antiadulto. Este se deja ver en la moda cambiante de manera acelerada. Cada cosa que tenga sabor a pasado es eliminada. () Esta moda se da a travs de lderes tanto positivos como negativos y su sentido final es rebelarse

contra la norma existente, generando enfrentamientos con la autoridad. (Carvajal 1993) Por ello, no se debe de considerar esta actitud como una respuesta absoluta de la dinmica adolescente, sino como el proceso de exploracin y asimilacin de nuevas experiencias, del cual como todo proceso no debe de dejarse sin gua ni direccin a sabiendas que una desatencin prolongada puede afectar intensamente al desarrollo positivo de los involucrados en el proceso adolescente. Lo que se toma en cuenta es que el proceso de confrontacin generacional corresponde tanto a las figuras de autoridad, representadas en nuestro caso por los padres y los cuidadores, como a los mismos jvenes. Por ello es que: () la adolescencia significa un periodo de turbulencia, no nicamente para el hijo que crece, sino que incluye adems a los padres del adolescente, quienes asisten a la resignificacin de sus propios momentos evolutivos y de sus esbozos infantiles y adolescentes que han dejado como secuela () algunos captulos olvidados de sus relaciones con sus propios padres y hermanos, y que se reaniman inexorablemente a partir de la confrontacin generacional con el hijo adolescente. (Goijman y Kancyper 1986 en Serrano 2002) En consecuencia, lo que sucede en la adolescencia no solo atae al adolescente que experimenta este proceso, sino que por aadidura involucra al adolescente que existe en la historia de todos los otros que interactan con el hijo, hermano, o amigo adolescente. As, en el caso de los padres adolescentes, el confrontamiento generacional despierta en ellos las experiencias que marcaron su adolescencia, a partir de lo cual reavivaran pautas de relacin aprendidas durante su maduracin. El confrontamiento generacional entre padres e hijos puede ser positivo o puede ser negativo, tanto para los padres como para los hijos. En el caso de las experiencias negativas de confrontacin generacional

se puede reconocer una tendencia hacia el abuso de poder sobre los hijos y hacia la ausencia del rol de padre. As, en el caso del abuso de poder sobre los hijos se nota que: () ciertos padres suelen reaccionar en esta etapa con severos contraefectos de autoritarismo en respuesta a los efectos del incremento progresivo del poder de autonoma que detentan los hijos adolescentes. (Goijman y Kancyper 1986 en Serrano 2002) La reaccin de los padres corresponde a su proceso adolescente, el cual es movilizado a travs del crecimiento de sus hijos. A partir de esto, se puede ratificar que la esencia de la interaccin adolescente est constituida por la historia que ambos, padre e hijo, tienen durante su proceso de maduracin a lo largo de toda su vida. En la misma consideracin, cuando los padres y/o cuidadores no estn representado a un diferente u opuesto: Se produce un borramiento de la diferencia generacional, y la necesaria rivalidad edpica deviene en una trgica lucha fraterna y narcisista. En lugar de la confrontacin, se instauran la provocacin, la evitacin o la desmentida de la brecha generacional, alterando el proceso de identidad. (Goijman y Kancyper 1986 en Serrano 2002) De uno u otro modo, sea el abuso de poder sobre los hijos o la ausencia de otro que interprete el rol generacional opuesto, se entiende que la relacin intergeneracional influye gravemente en la asimilacin de roles, tanto dentro del hogar como dentro de cualquier otra institucin. Al respecto, en la medida que la generacin adolescente no pueda asimilar su rol como tal se ver comprometida de manera severa el desarrollo de una identidad adolescente, lo cual, en el curso de desarrollo, puede decantar en la repeticin de este patrn sobre la siguiente generacin, sea a partir del abuso de poder o a travs de la no-participacin de los padres en su rol. otro que interprete un rol generacional

Es entonces que, como sntesis de este apartado cabe exponer lo siguiente: La confrontacin generacional es un proceso esencial para la adquisicin de la identidad. (Goijman y Kancyper 1986 en Serrano 2002) IDENTIDAD

Cada proceso de maduracin en el desarrollo de la persona abre y cierra oportunidades, pero sobre todas las cosas produce un estado de crisis, de caos, de reorganizacin, a partir del cual se puede dar paso a un estado psquico mejor integrado y preparado para las exigencias propias de una nueva etapa; o por el contrario, puede representar una situacin de riesgo al no superar el periodo de transformacin. Es en el proceso adolescente donde se produce uno de los procesos crticos del desarrollo humano: el establecimiento de la identidad. Es en este caso donde: () el pber y ms an el adolescente se encuentran () en un periodo transitorio de confusin que rompe con la identidad infantil y enfrenta al Yo con nuevos objetos, impulsos y ansiedades. (Fernndez 1986 en Serrano 2002) En este transito es necesario aclarar cuales son las experiencias que se involucran en la estabilizacin de la identidad en los adolescentes para comprender el proceso que atraviesan los jvenes cuando trabajan en la elaboracin de sus significados a travs de los contenidos aprendidos a travs de la confrontacin generacional y de la asimilacin de contenidos culturales e histricos. As, la identidad, como la expone Fernnadez (1986), se puede considerar desde tres sentimientos esenciales: la unidad, la mismidad, y la continuidad. En principio, la unidad representa la necesidad que tiene

el Yo de integrarse y diferenciarse del espacio. El Yo, respecto a la continuidad, responde a la necesidad de integrarse con el tiempo. Y finalmente, la mismidad que responde a la necesidad de reconocerse uno mismo a travs del tiempo y el espacio.2 Se comprende entonces que durante la asimilacin de la identidad se elabora de manera natural la integracin del Yo. La posibilidad para la integracin del Yo viene bien a medida relacionada con la oportunidad de diferenciarse a travs de otro, y la capacidad de encontrar, entre la diferencia y la semejanza, un estado de unidad, en el cual, a partir de la diferenciacin por opuestos se puede alcanzar un estado de sntesis que alimente la reorganizacin saludable del aparato psquico. Se toma entonces que: () la identidad como la autoexperiencia que vive el Yo al irse dando las posibilidades de encontrar en su existir la integracin de sus necesidades ms valoradas (morales) y corporales con aquellas ms sociales. Esto le permite autodefinirse desde el pasado (continuidad), su cuerpo presente (unidad) y sus relaciones objetales ambientales. (Fernndez 1986 en Serrano 2002)

DESIDEALIZACIN

De lo expuesto en los apartados anteriores se toma que para el desarrollo de la identidad es necesario establecer un encuentro intergeneracional, en el cual los roles participantes estn adecuadamente definidos. Sin embargo, como parte de la confrontacin generacional es necesario esclarecer otra dinmica. En este caso es la

2

Serrano 2002

desidealizacin de los modelos parentales infantiles. A este propsito se entiende que: El proceso de desidealizacin corresponde a un proceso de resignificacin a posteriori, en tanto es desencadenado por acontecimiento y situaciones, o por una maduracin orgnica que permiten al sujeto alcanzar un nuevo tipo de significaciones y reelaborar sus experiencias anteriores. (Urribarri 1986 en Serrano 2002) La maduracin adolescente corresponde al enunciado precedente. Sin embargo, esta explicacin no expone del todo como es que se relaciona el proceso de desidealizacin con los otros dos procesos: la confrontacin generacional y el desarrollo de la identidad. Para aclarar esta relacin es preciso entender que: () para crecer, el adolescente y sus padres requieren transitar por () un intrincado proceso angustioso: la desidealizacin (), sin el cual no se accede a la diferenciacin entre las generaciones. (Goijman y Kancyper 1986 en Serrano 2002) Ya en este punto queda clara la relacin indispensable entre la desidealizacin de los modelos parentales infantiles y proceso de confrontacin generacional, que como se sabe influye de sobremanera en la asimilacin de roles y por ende en la formacin de la identidad adolescente. El paso en este proceso no resulta ser fcil de elaborar y muchas veces exige de los participantes un gran esfuerzo. La experiencia de este proceso como tal resulta difcil de describir debido a la confusin que representa, sin embargo, a modo de acercamiento se puede dar una descripcin de esta situacin: Es como si el sujeto, para desidentificarse () se encontrar () mutilado de los modelos otrora admirados, valorados y no cuestionados, para luego acceder al tercer movimiento el de la sntesis, en el que aparecen sentimientos de esperanza y vivencias de renacimiento como consecuencia del nuevo producto que surge del

reordenamiento identificatorio a partir del acto de la confrontacin. (Goijman y Kancyper 1986 en Serrano 2002) Como se aprecia, es un proceso que despierta movimientos dolosos y difciles de seguir. Esto en tanto que sea una elaboracin positiva del proceso en s. El punto de este mensaje es demostrar el proceso de transito de un estado a otro, sin embargo, como contenido indivisible se muestra la experiencia de la transformacin, aunque no como tal y como se merece, al menos con la mayor intensin de representarla fielmente.

NORMAS Y LMITES EN EL ADOLESCENTE

El establecimiento de normas y lmites en la adolescencia responde prioritariamente a la necesidad de control que las figuras de autoridad experimentan en la revolucin de la identidad adolescente en relacin con las generaciones adultas. Sin embargo, el establecimiento de normas y lmites, corresponde, como debera al sincero intento de cuidar a los adolescentes de las experiencias negativas asociadas a este proceso de desarrollo. En este punto se refleja la historia del adolescente antihroe, por presentar un caso, el cual representa una fuente de influencia intensa en el comportamiento adolescente. Influencia intensa en la medida que es una conducta social admirada por los pares, los cuales en su bsqueda de la identidad adquieren personalidades transitorias antes que regresiones inadaptativas. Fuera del hogar, la institucin formativa por excelencia es la escuela. En la escuela se replican muchas de las dinmicas confrontacionales que tienen lugar en el hogar. La transformacin que produce la adolescencia en los alumnos interviene, como se vio en la

relacin con los padres, en la interaccin entre la autoridad (maestro, profesores, directores, etc.) y los jvenes. En esa medida se plantea que La transformacin de las posibilidades afectivas y relacionales repercute tambin sobre la escolaridad. () estas nuevas posibilidades afectivas y relacionales estn tambin marcadas por el peso de la rebelin, de la oposicin o de la transgresin frente a los padres o sus sustitutos: los profesores pueden aparecer como sustitutos directos. (Marcelli y cols. 1986 en Serrano 2002) El caso de la escolaridad proporciona una muestra de la relacin que el adolescente est elaborando frente a la autoridad. En este caso, de manera inconsciente, se ve reflejada la desidealizacin necesaria para el proceso de confrontacin intergeneracional, como tambin se muestra la asimilacin de personalidades transitorias tomadas del entorno. En el caso de la relacin con la autoridad se puede explicar que a nivel inconsciente el alumno adolescente: () se va a enfrentar contra todo lo superyoico que est el Yo o proyectado en el objeto externo, pero que pertenece al self y que est frecuentemente condensado los padres y los maestros, o en cualquier figura autoridad. (Carvajal 1993) en no en de

Mientras que, para el caso de la asimilacin de personalidades transitorias a partir de la exposicin al entorno, como en el caso del antihroe adolescente, se comprende que: Perdido el sentido omnipotente del Yo se ve obligado a ceder a las presiones aceptando parcial y transitoriamente seudoidentidades instrumentales que impiden regresiones de mayor grado y simultneamente dan tiempo al Yo de ir consolidando su integridad lograda y aprender los compromisos necesarios con el ambiente. (Fernndez 1986 en Serrano 2002) Las formulaciones que los jvenes van elaborando como parte de su desarrollo les permiten conocer ms acerca de s mismos, sea en actividades novedosas o no permitidas, en el proceso de confrontacin

generacional, o en cualquier otra intervencin de nivel social. Sin embargo, este proceso no suele ser considerado como se expone en el presente ensayo. La mayora de veces el contexto es incomprensible e intolerante con el proceso de maduracin adolescente, tanto desde el hogar como desde el colegio. Carvajal (1993), expone esta situacin: Es la etapa de las expulsiones escolares por mala conducta o por mal rendimiento acadmico, existiendo la tendencia a considerar todo lo que tenga visos de escolar como impropio, como no perteneciente a su constelacin de actividades. () El medio escolar no conoce de su crisis y simplemente lo califica como indisciplinado o como sujeto negativo, sin darle oportunidad de cambiar y madurar. (Carvajal 1993) A partir de esta exposicin se toma cuenta de la necesidad y de las necesidades que carga la confrontacin generacional sobre los adolescentes. Del mismo modo, demuestra la incompatibilidad entre los participantes de este proceso, lo cual influye en la tergiversacin sino deterioro de esta oportunidad de desarrollo. En esta medida se resuelve que la tarea primaria del establecimiento de normas y lmites la de formar personas conscientes de s mismas, de las dems personas y de los principios ticos necesarios para la convivencia se ha visto opacada por una versin que limita y condena la exploracin y la manifestacin de la dinmica adolescente y de la confrontacin generacional.

CONCLUSIONES

Primero, el proceso de maduracin del adolescente est cargado de duelo y conflictos que exponen al adolescente a una reorganizacin de su aparato psquico. Segundo, los recursos que el adolescente emplea para resolver sus conflictos son la confrontacin generacional, las seudoidentidades, y la inmadurez. Tercero, la confrontacin generacional, as como la adolescencia, es un proceso dinmico que involucra tanto a los adolescentes, como a los padres, y a toda persona que interactu con un adolescente. Cuarto, la adolescencia es una etapa del desarrollo humano lo mismo que es un estado mental de los seres humanos. Tal como lo explica Green (1993) La edad adulta no es exclusiva de la adolescencia. Existen adultos adolescentes tanto como adolescentes adultos. Hay adultos que siempre son adolescentes y hay adultos que recaen en la adolescencia. (en Serrano 2002)

BIBLIOGRAFA Carvajal, G. (1993). Adolecer: la aventura de una metamorfosis. Una visin psicoanaltica de la adolescencia. Bogot: Tiresias. Serrano, O. (2002). Adolescencia. Seleccin de lecturas. Lima: Escuela del Centro de Psicoterapia Psicoanaltica de Lima.