COEDUCACIÓN Y PREVENCIÓN TEMPRANA DE LA VIOLENCIA DE … · 2019. 10. 19. · coeducaciÓn y...

La primera de nuestras colecciones se denomina Aulas deVerano, y pretende que todo el profesorado pueda acceder alconocimiento de las conferencias que se desarrollan durantelos veranos en la Universidad Internacional Menéndez Pelayode Santander, en los cursos de la Universidad Complutense enEl Escorial, en los de la Universidad Nacional de Educación aDistancia en Ávila y en los de la Fundación Universidad deVerano de Castilla y León en Segovia.

Colección Aulas de Verano, que se identificacon el color “bermellón Salamanca”

• Serie “Ciencias” Color verde• Serie “Humanidades” Color azul • Serie “Técnicas” Color naranja• Serie “Principios” Color amarillo

La segunda colección se denomina Conocimiento Educativo.Con ella pretendemos difundir las investigaciones realizadas porel profesorado o grupos de profesores, el contenido de aquelloscursos de verano de carácter más general y dar a conocer lasacciones educativas que desarrolla el Instituto Superior deFormación del Profesorado durante el año académico.

Colección Conocimiento Educativo, que se identificacon el color “amarillo oficial”

• Serie “Didáctica” Color azul• Serie “Situación” Color verde• Serie “Aula Permanente” Color rojo• Serie “Patrimonio” Color violeta

Estas colecciones tienen un carácter de difusión y extensióneducativa, al servicio de la intercomunicación entre los docen-tes que desarrollan sus tareas en las distintas Comunidades yCiudades Autónomas de nuestro Estado.

9 788436 944501

COEDUCACIÓNY PREVENCIÓNTEMPRANADE LA VIOLENCIADE GÉNERO

COEDUCACIÓN

Y

PREVENCIÓN

TEMPRANA

DE

LA

VIOLENCIA

DE

GÉNERO

CCONOCIMIENTOEDUCATIVOONOCIMIENTOEDUCATIVO

InstitutoSuperior de

Formación delProfesorado

ISBN 978-84-369-4450-1

000cubiertaViolencia 19/7/07 09:32 Página 1

COEDUCACIÓN Y PREVENCIÓN TEMPRANADE LA VIOLENCIA DE GÉNERO

MINISTERIODE EDUCACIÓNY CIENCIA

SECRETARÍA GENERALDE EDUCACIÓN

INSTITUTO SUPERIOR DEFORMACIÓN DELPROFESORADO

01ViolenciaGénero.qxd 19/7/07 09:35 Página 3

MINISTERIO DE EDUCACIÓN Y CIENCIASECRETARÍA GENERAL DE EDUCACIÓNInstituto Superior de Formación del Profesorado

Edita:© SECRETARÍA GENERAL TÉCNICA

Subdirección General de Información y Publicaciones

N.I.P.O.: 651-07-188-4I.S.B.N.: 978-84-369-4450-1Depósito Legal: M-34.605-2007

Imprime: Ediciones Gráficas Arial, S. L.

http://publicaciones.administracion.es


Colección: CONOCIMIENTO EDUCATIVOSerie: Aula Permanente

COEDUCACIÓN Y PREVENCIÓN TEMPRANADE LA VIOLENCIA DE GÉNERO

El presente texto aborda la problemática de la coeducación en loscentros educativos haciendo especial hincapié en el tratamiento que através de ella se pueda hacer en relación con la prevención temprana dela violencia de género.

Este es un problema social, y por tanto, también educativo, si en-tendemos que la educación es una construcción social promovida por ypara el desarrollo de la sociedad. Pero más allá de entenderse como unproblema, que lo es, cabe considerarlo como una oportunidad más detratar hechos humanos en los centros educativos.

Entendida la educación como un proceso de conformación de ac-titudes y valores, podemos comprender un abordaje de la temática des-de dimensiones más generales que las que plantea la propia problemáti-ca. No se trata de la violencia de género en su conjunto, ni se analizancasos de violencia, sino que se habla de actitudes de personas, de expe-riencias, de la construcción de las identidades de género, de los estereo-tipos y los prejuicios, de las relaciones entre chicos y chicas, de las ex-pectativas que la sociedad tiene puestas sen ellos, de sus propiasexpectativas y cómo todo esto, dependiendo de como se viva y como seconstruya, es la semilla que siembra la violencia de género.

Se justifica así un texto que tiene como objetivos propios:

– Delimitar las causas y problemáticas de la violencia de género.– Situar la coeducación en el marco escolar y en el contexto de la

escuela inclusiva.– Conocer y valorar metodologías, estrategias e instrumentos vin-

culados al tratamiento de la coeducación y violencia de género.

Sus destinatarios son, principalmente, el profesorado de primaria,secundaria y formación profesional. No obstante, su contenido y desa-rrollo lo pueden hacer también de interés para los profesionales que tra-tan de sensibilizar a la población sobre la prevención temprana de la vio-lencia de género o los estudiosos que abordan estas temáticas.Esperamos, en último extremo, que las expectativas se cumplan.


Dirección editorial del volumen Coeducación y prevención temprana dela violencia de género: JOAQUÍN GAIRÍN SALLÁN

Coordinación: ESSOMBA, Miguel Ángel

Autores:

ESSOMBA, Miguel ÁngelGAIRÍN SALLÁN, JoaquínRIFÀ DACHS, JuditSABAN VERA, CarmenTOMÉ GONZÁLEZ, Amparo


Aproximación a la temática de violencia de género .............................Joaquín Gairín Sallán

La construcción de una escuela para todos y todas .............................Joaquín Gairín Sallán

La lucha contra la discriminación y la diferencia de género ..................Carmen Saban Vera

La violencia de género en los centros educativos .................................Amparo Tomé González. Judit Rifà Dachs

Género y etnia en la Educación Secundaria Obligatoria. Una aproxima-ción a la diversidad desde la complejidad..............................................Miguel Ángel Essomba

Material complementario ....................................................................Joaquín Gairín Sallán

Ediciones del Instituto Superior de Formación del Profesorado ........

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APROXIMACIÓN A LA TEMÁTICADE VIOLENCIA DE GÉNERO

Joaquín Gairín SallánUniversidad Autónoma de Barcelona

1. LA IGUALDAD Y LA DISCRIMINACIÓN COMO DERE-CHOS A PROTEGER

2. EL PROBLEMA DE LA VIOLENCIA DE GÉNERO. AL-GUNOS DATOS

3. INICIATIVAS DIRIGIDAS A DISMINUIR LA PROBLE-MÁTICA

4. LA ACTUACIÓN EDUCATIVA

5. EL CONTENIDO DEL PRESENTE TEXTO

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Los siguientes apuntes tratan de acercarnos a la problemática de la vio-lencia de género, entendiendo que es necesario acentuar nuestra responsabi-lidad en la educación de chicos y chicas en unas relaciones de igualdad y deconfianza como antítesis de las relaciones abusivas y de violencia.

Todos, de alguna manera, tenemos la responsabilidad individual y co-lectiva de superar los mitos y estereotipos creados alrededor de las identida-des de género y fundamentados en un proceso histórico de sociedades ma-chistas, patriarcales y sexistas. Esa situación de partida es la que ha alimentadomodos culturales y formas de hacer que sustentan y alimentan la violencia degénero.


La violencia de género no es por tanto la causa sino la consecuenciade procesos previos inadecuados. Como señalaba Amparo Tomé en la pre-sentación del Premio de Pedagogía Rosa Sensat 2005 al libro “¿Todo poramor? Una experiencia educativa contra la violencia a la mujer”,

“La violencia no es violencia cuando se llega a casos deagresiones físicas graves; violencia de género es pensar que un chi-co que liga mucho es un machote y una chica una puta o una gua-rra; es violencia de género pensar que un hombre solo sea un sol-tero de oro y una mujer sola una lesbiana o una solterona; esviolencia de género que los chicos y los hombres continúen tenien-do ciertos privilegios que la sociedad no cuestiona; es violencia degénero que la mayoría de chicas y mujeres hayan de conciliar lavida laboral con toda la carga y responsabilidad de la esfera pri-vada; es violencia de género que a los chicos no se les permita serdébiles, tiernos, no ser los mejores, no ser los número 1, no serexitosos a la vida, no ser duros y fuertes y resolver los conflictosa través de la violencia; es violencia de género que las chicas cre-an todavía en el príncipe azul y todos los mitos del amor román-tico; es violencia de género educar a las chicas en la sumisión yen una modestia mal entendida; es violencia de género que se uti-licen los celos como mecanismo de control de la pareja y en cam-bio no se apueste por las relaciones de confianza; es violencia degénero pensar que las drogas, el alcohol, ciertas vestimentas y ac-titudes de las chicas sean atenuantes de la violencia de género; esviolencia de género no dejar vivir la sexualidad como un gran pla-cer y con libertad y responsabilidad de cada persona; es violenciade género castrar los chicos emocionalmente y castrar las chicassexualmente; es violencia de género pensar que el amor lo puedetodo y que el amor nos hace sufrir; es violencia de género pensarque precisamente la violencia de género sea un asunto privado en-tre el agresor y la víctima.”

1. LA IGUALDAD Y LA DISCRIMINACIÓN COMO DERECHOS APROTEGER

La discriminación de la mujer en Europa y particularmente en Espa-ña, donde representa el 51% de la población, sigue existiendo. El Comité deDerechos Sociales y Culturales de Naciones Unidas recomendaba a nuestropaís este mismo año que adoptara medidas para solventar las diferencias detrato que afectan a la mujer en aspectos salariales, la violencia de género yla dificultad de las mujeres para hacer frente a la responsabilidad familiar delcuidado de los hijos o los ancianos (Celaya, 2005).

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La preocupación es normal si entendemos que los derechos humanosde la mujer y de la niña son parte inalienable, integrante e indivisible de losderechos humanos universales. De hecho, la plena y completa participación,en condiciones de igualdad, de la mujer en la vida política, social, civil, eco-nómica y cultural, tanto en los ámbitos regionales, nacionales e internacio-nales, y la erradicación de cualquier forma de discriminación basada en elgénero, son objetivos prioritarios de la comunidad internacional.

Desde la misma perspectiva se entiende que la igualdad de oportuni-dades y la no discriminación por género siguen siendo derechos a proteger.

2. EL PROBLEMA DE LA VIOLENCIA DE GÉNERO. ALGUNOSDATOS

Las denuncias por violencia en el ámbito familiar suben año tras año.Así, por ejemplo, en el año 2004 se registraron 99.111, un 29,17% más queen 2003, según los datos del Observatorio contra la Violencia Doméstica yde Género del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). De ellas, las de-nuncias por maltrato presentadas por mujeres contra su pareja o ex parejamasculina ascendieron a 57.527 denuncias, un 15% más que en 2003, segúnel Instituto de la Mujer, dependiente del Ministerio de Trabajo y Asuntos So-ciales. Esta misma fuente señala que las denuncias de hombres contra su mu-jer, novia o ex compañera sumaron el año pasado a 9.518 (un 7,4% más)1.

El incremento de casos no significa necesariamente un aumento de laviolencia, si tenemos en cuenta que las circunstancias sociales han cambia-do. El aumento de las denuncias se debe en gran parte a las medidas que seestán adoptando para combatir esta lacra, protegiendo a las víctimas y en-dureciendo las sanciones (la reforma del Código Penal de 2003 convirtió endelito el maltrato desde la primera agresión).

Joaquín Gairín Sallán

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1. Datos de la prensa diaria: EL PAÍS – Sociedad, 29-06-2005.


En nueve de cada diez casos de violencia familiar (que incluye tam-bién, por ejemplo, la agresión de un hijo a su padre) denunciados durante elaño 2004 la víctima era mujer (71.464 españolas y 20.401 extranjeras) y enel primer trimestre del año 2005 se han presentado un total de 24.779 denun-cias (el 88%, femeninas), según el observatorio del Poder Judicial.

Los jueces dictaron, durante el año 2004, 28.631 órdenes de proteccióna hombres o mujeres maltratados por personas con las que mantenían o tu-vieron relación de afectividad. Esta orden puede incluir tanto medidas cau-telares penales –por ejemplo, el alejamiento– como civiles (sobre la custodiade los hijos o el uso del domicilio, por ejemplo). La gran mayoría de las be-neficiarias en estos casos fueron mujeres (93,6%), considerando que dos decada diez, aproximadamente, eran extranjeras.

Por otra parte, las muertes por violencia de género no disminuyen drás-ticamente, como recoge el cuadro 1 adjunto. Seguramente, es pronto paracomprobar avances y, si hay que verlos, están en el aumento/disminución dedenuncias que se producen y en las órdenes de protección que se dictan.


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Nota 1: Datos permanentemente actualizados.Nota 2: Se incluyen aquellos casos en los que en los que el agresor es el cónyuge, ex-cónyuge, compañero sentimental, excompañero sentimental, novio o exnovio. Tam-bién aquellos en los que existe una analogía evidente con los descritos, a pesar de noexistir vinculo matrimonial. Por ejemplo, hija o madre de la compañera sentimentalo novia, etc. Y por último, también aquellos en los que la muerte se ha producidocomo sonsecuencia de una agresión de género, a pesar de que no exista una relaciónafectiva estable entre el agresor y la víctima (amigos o conocidos) o, simplemente, noexista ningún tipo de relación.

Cuadro 1. Mujeres muertas por violencia de género (Celaya, 2005: 9)

Totales Mensuales

1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005

Enero 5 9 6 7 9 4 8Febrero 4 8 3 6 5 9 7Marzo 7 11 6 6 8 11 6Abril 10 2 9 11 7 11 7Mayo 2 6 10 8 8 11 5Junio 4 11 5 4 10 9 9Julio 4 7 4 7 11 9 7Agosto 7 5 7 9 13 8 7Septiembre 4 8 8 4 7 8 5Octubre 4 7 4 8 4 11 8Noviembre 12 2 5 7 12 6Diciembre 6 11 7 6 8 8

Total 69 87 74 83 102 105 69


Todos estos datos avalan el que el problema de la violencia de génerohaya pasado de ser un problema de índole privada a un problema social, enla medida en que atenta a los Derechos Humanos y dado el coste humano,social y económico que comporta.

3. INICIATIVAS DIRIGIDAS A DISMINUIR LA PROBLEMÁTICA

La toma de conciencia de la problemática y su dimensión han forza-do la adopción de medidas diversas. Así, parlamentariamente, se están desa-rrollando o han desarrollado un conjunto de iniciativas que van dirigidas agarantizar y favorecer la igualdad entre las personas independientemente desu condición o situación. Algunas iniciativas se relacionan con la Ley de Au-tonomía Personal, dirigida a la atención de las necesidades de las personasdependientes, La Ley Integral contra la Violencia de Género, la Ley Orgáni-ca de Educación, que adopta medidas sobre coeducación y ciudadanía y lafutura Ley de Igualdad o Ley de Garantía de Igualdad de Género, dirigidaa lograr la participación activa de las mujeres en la política y en la empresa.

Pareciera que se piensa que un aumento de cuotas de autoridad, de re-presentación ciudadana y de igualdad de trato, en la medida que aumentenla credibilidad y el prestigio de la mujer, son las esperanzas para frenar laviolencia de género.

Desde el punto de vista legal, aunque se habían producido avances le-gislativos, la Ley de Protección Integral contra la violencia de género (LeyOrgánica 1/2004, de 28 de diciembre) aparece como un instrumento que pro-porciona una respuesta global a la violencia que sufren las mujeres. Con ellay a nivel judicial, se crean los Juzgados de Violencia, que asumen procesosde familia en los que sea parte la víctima. Además, se proporciona la asis-tencia gratuita y de forma inmediata y se abre, a nivel laboral, la posibilidadde traslados de trabajo en la empresa y la flexibilidad de horarios para com-patibilizar los cuidados de menores.

Cabe remarcar que la mencionada Ley afecta al articulado de variasleyes educativas2, teniendo en cuenta ya lo dispuesto en los artículos 4 a 9del capítulo I. El artículo 4 establece que los principios y valores del sistemaeducativo a considerar son: la formación en el respeto a los derechos y liber-tades fundamentales y de la igualdad entre hombres y mujeres, así como elejercicio de la tolerancia y de la libertad dentro de los principios democráti-cos de convivencia, la eliminación de los obstáculos que dificulten la plena


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2. Puede verse una síntesis en Ortigosa (2005).


igualdad entre hombres y mujeres y la formación para la prevención de con-flictos y para su resolución pacífica.

Determina así aspectos que deben de considerarse en las diferentes eta-pas educativas y que hacen referencia al desarrollo de habilidades para la re-solución pacífica de conflictos, al fomento de la capacidad para relacionarsede manera pacífica respetando las diferencias de género y la igualdad de opor-tunidades o al desarrollo de actividades en la resolución pacífica de conflic-tos. También prevé la escolarización inmediata de hijos implicados en casosde violencia de género, el velar por la existencia de materiales educativos nodiscriminativos, la inclusión de una formación específica en materia de igual-dad en la formación inicial y permanente del profesorado, la promoción porparte de los consejos escolares de medidas para fomentar la igualdad de gé-nero y la incorporación al Consejo Escolar de Estado de organizaciones vin-culadas a la defensa de la mujer.

El balance de la Ley, realizado después de un año después de su im-plantación, no resulta suficientemente positivo. Como señala Wächter(2005), hay más sombras que jueces. Aunque se ha mejorado la atención alas víctimas, garantizando una mayor coordinación de actuaciones y menosdispersión o peregrineo entre las afectadas, se señala, de acuerdo con un in-forme de Amnistía Internacional, algunos obstáculos a vencer y, entre ellos,la falta de medidas eficaces para la detección precoz en el ámbito sanitario,la formación obligatoria para todos los que estén en contacto con las víc-timas.

Desde el punto de vista laboral las actuaciones son pausadas, por losefectos que puedan tener, pero progresivas. Así, se habla de nuevas oportu-nidades para las mujeres, mejores niveles de acceso a puestos directivos, po-líticas de apoyo a las familias, conciliación de la vida familiar y laboral, en-tre otras.

De hecho, las medidas están impulsando iniciativa diversas. Es de de-satacar, al respecto, la que han tomado algunas instituciones en el desarro-llo de planes de acción sobre la igualdad. A modo de ejemplo, citamos elPlan de igualdad entre hombres y mujeres aprobado por el Consejo de Go-bierno de la Universidad Autónoma de Barcelona el pasado 4 de mayo de2006, donde se contempla cinco ejes de actuación que hacen referencia a:

– Visibilización del sexismo, sensibilización y creación de un estado deopinión.

– El acceso al trabajo y a la promoción profesional en igualdad deoportunidades.


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– Organización de las condiciones de trabajo con perspectiva de gé-nero.

– Promoción de la perspectiva de género en los contenidos de la en-señanza y la investigación.

– Representación equilibrada en los diferentes órganos y niveles detoma de decisiones.

Desde el punto de vista de la cultura y su desarrollo, se observa unamayor visualización de la contribución de la mujer al desarrollo de la cien-cia y una mayor implicación como profesionales y directivas de institucionessuperiores de formación. Los avances con relación a la red, como medio pararomper barreras espaciales y temporales, han sido extraordinarios (los nive-les de acceso a Internet son similares y superiores en el caso de las féminas,respecto a sus homólogos, en muchos países). De hecho, se confiaba en ellacomo medio, a través de la posibilidad de trabajar a distancia, para facilitarcompaginar la actividad laboral y familiar, al mismo tiempo que favorecernuevas cuotas de inserción laboral femenina.

Las TIC ofrecen a las mujeres oportunidades de expansión de sus pro-yectos y de intervención más activa en propuestas de cambio social, políticoo cultural; también, les facilita el acceso a información y procesos colabora-tivos desde cualquier parte del planeta, lo que puede romper el aislamientode muchas mujeres en sus hogares o en lugares remotos. No obstante, lo quedebería redundar en mejoras de su posición respecto a los hombres no se da.El porcentaje de las que trabajan en este sector es similar en España (34,5%)al que trabaja en otros sectores y, además, su presencia disminuye a medidaque se incrementa la categoría profesional.

Junto a las medidas anteriores se sigue considerando como importan-te la sensibilización social y familiar. Se sitúan en esta perspectiva actuacio-nes como las siguientes:

➢ Celebraciones generalizadas del Día internacional contra la violen-cia de las mujeres, siendo el último el 25 de noviembre de 2005.

➢ Jornadas de difusión y debate sobre la violencia de género, que sue-len tratar temáticas como conceptualizaciones, procesos normativosy jurídicos, el abordaje en contextos diversos (sociosanitario, cultu-ral, psicosocial, educativo,…) u otros.

➢ Desarrollo de talleres de prevención sobre la violencia de género di-rigido a jóvenes.

➢ Creación de observatorios sobre la igualdad de género.➢ Desarrollo de materiales de información y formación.


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4. LA ACTUACIÓN EDUCATIVA

Como señalaba recientemente la editorial de una revista educativa:

“Recientes estudios y encuentros han vuelto a poner en elpunto de mira la cuestión del acoso escolar. No sería adecuadoalarmar injustificadamente, pero hay que reconocer que los motes,las amenazas, los insultos, las humillaciones, las collejas, etc., co-bran cada vez un papel más relevante en los centros escolares. Anteello, no parece que minimizar el problema o mostrarse indiferentesea la mejor opción”3.

La violencia escolar no es un fenómeno nuevo, pero todo parece apun-tar a que va a más. Nuestra sociedad tiene características diversas y una deellas es la existencia de un cierto clima de violencia. Los fenómenos de vio-lencia en el hogar, en los lugares de trabajo, en los sitios de ocio, en la calle,etc. se reflejan también en la entrada de los niños y jóvenes en los ciclos de laviolencia. El peligro final es considerar la violencia como una vía normal deactuación y que los valores asociados a ella se consideren válidos y deseables.

La reacción no se ha hecho esperar y son algunos los países que, pa-ralelamente a los cambios legislativos y el deseo de una mayor implicaciónde padres y otros agentes sociales, abogan por el retorno de la autoridad delprofesorado, por el endurecimiento de las normas de convivencia, por el re-chazo, mediante la exclusión, de los participantes en el denominado bullying,y por programas que ayuden a las víctimas, y castiguen y formen a los aco-sadores.

De todas formas, una forma de violencia, quizá la más genuina cultu-ralmente, sea la violencia de género, como expresión histórica de un domi-nio de los fuertes físicamente sobre los débiles, de los dominadores sobre losdominados. Y por ello se justifica una reflexión propia y especifica sobre estatemática.

Las respuestas nunca pueden ser sencillas ni existen recetas infalibles,especialmente cuando los centros educativos se insertan en una sociedad queprima valores como el triunfo, la apariencia o el instrumentalizar a los de-más. No obstante, nuestra responsabilidad es apostar y promover el cambioreconstruyendo unas relaciones sociales más sanas donde los valores de to-lerancia, de respeto y de convivencia sean los predominantes.


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3. Editorial. En Revista Aula de Innovación Educativa, 147, diciembre 2005. Barcelo-na, pág. 4.


Desde este punto de vista, una de las mejores opciones para erradicarla violencia de los centros escolares radica en el propio alumnado. Se tratade implicar a los escolares (analizando, debatiendo y actuando sobre proble-mas reales) en el cambio social. La presión social y psicológica del grupo deiguales, de la comunidad, de los docentes y familias puede ser eficaz para vi-sionar y aislar un inadecuado comportamiento violento, al mismo tiempoque para promover conductas reactivas adecuadas.

Pero en esa tarea es importante la actuación que tenga el profesorado.Aunque hay profesores que ya educan sin diferenciar los roles en función delgénero, los progresos son lentos y aún se mantienen signos de diferencia detrato importantes

La actuación educativa tiene, al respecto, dos focos de interés. Por unaparte se trata de sensibilizar a los escolares sobre esta problemática y anali-zar críticamente, para promover conductas activas de respuesta, las situacio-nes sociales donde se da. Por otra parte, evitar que se reproduzcan en el mar-co escolar determinadas conductas tratando de evitar que las niñas dejen deser víctimas de una doble discriminación relacionada con su condición de gé-nero y por ser niñas.

Cabe considerar, no obstante, que un problema básico es la dispersiónde estrategias sobre las diferentes formas de violencia, que afectan a la con-vivencia, la construcción de valores democráticos, la perspectiva de género,etc. por lo que suponen de fragmentar los diversos tipos de violencia.

Un ejemplo de respuesta global es la potenciación de programas cen-trados en la educación sin violencia, como el proyecto “Construir una cultu-ra de paz”, desarrollado en Alemania, Dinamarca, Italia, España y Méxicocon una muestra de 25 centros de Educación Primaria y secundaria. Utili-zando una metodología de investigación-acción, se trabaja entre otros con-tenidos con los relacionados con el poder y el género, la educación sentimen-tal, la interculturalidad, la sexualidad, y la preferencia sexual, y la violenciasexual y en la vida cotidiana*.

Los proyectos e iniciativas promovidos por los Organismos de Igual-dad, el Ministerio de Educación y Ciencia o las Consejerías de Educación,en colaboración con universidades y otras entidades, han abarcado en los úl-timos años múltiples iniciativas, destacando al respecto: intervenciones siste-máticas en formación continua del profesorado, edición de materiales didác-ticos, acciones de orientación profesional coeducativa, realización de planes


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* Ver Barragán (2006) y la revista Cuadernos de Pedagogía n.º 358, junio 2006.


específicos, celebración de encuentros científicos y de intercambio de expe-riencias, realización de investigaciones sobre el sexismo y promoción de ma-teriales didácticos.

También son de destacar la puesta en marcha de planes específicos,como el Plan de convivencia escolar promovido por el Ministerio de Educa-ción y al que se han adherido sindicatos, colectivos profesionales y diferen-tes instituciones, o el desarrollo de redes de investigadores como pueda ser,como ejemplo, el Proyecto Arianne, en el que participan ocho países europe-os y que se centra en la elaboración de estrategias pedagógicas para ampliarlos horizontes de identidad masculina de los adolescentes. Asimismo, progra-mas internacionales como el Programa Europeo de Cooperación “Violenciaen la escuela”, la Iniciativa CONNECCT UK-001, el Proyecto de la UNI-CEF sobre la violencia escolar y el desarollo o la iniciativa del ObservatorioEuropeo de la Violencia escolar (Monclús y Sabán, 2006).

De todas maneras, debemos estar atentos al desarrollo de los aconte-cimientos y a su evolución. Al respecto, nos parecen de interés estudios comolos de Díaz-Aguado (2003), que experimenta los resultados de un programade intervención dirigido a disminuir las condiciones de riesgo de la violenciade género en adolescentes, o las reflexiones de Martínez y Risueño (2002 ó2003) sobre actitudes, lenguaje y roles sexistas.

Asimismo, cabe considerar la temática desde planteamientos más am-plios como puedan ser la educación para la ciudadanía, las relaciones de gé-nero o la violencia escolar, tratados por diversos autores entre los cabe citar,por coincidir con últimas publicaciones, a Martínez (2005), Villuendas y Gor-do (2003), Varios (2005), Merino (2006) y Monclús y Sabán (2006).

5. EL CONTENIDO DEL PRESENTE TEXTO

Las consideraciones anteriores nos permiten relacionar la violencia degénero con factores sociales, reconociendo como muchas veces los contextosescolares son más reproductores que superadores de las diferencias.

Situados en el contexto escolar, todo abordaje de la violencia de géne-ro, no puede obviar la coeducación y los marcos referenciales de atención ala diversidad y respeto a los derechos humanos que le dan soporte ideológi-co y operativo. Por ello, sentimos la necesidad de vehicular el tema de acuer-do con los referentes señalados (gráfico 1).

Bajo las vinculaciones establecidas se estructura el presente texto, abor-dando cada uno de sus capítulos los temas propuestos. Se reconoce así la ín-


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tima relación entre los diferentes conceptos, al mismo tiempo que se abogapor su consideración conjunta.

Otras consideraciones complementarias a tener en cuenta son:

➢ La violencia que nos afecta no sólo es la física o psicológica, sinotambién la estructural y la simbólica, que a veces está más presen-te que la primera.

➢ Considerar la educación como una herramienta de cambio nosobliga a pensar tanto en los procesos de fundamentación como enlos relacionados con la práctica educativa, comprometiéndonos así a elaborar propuestas de aplicación para el contexto aula ycentro.

➢ La actuación de la escuela será más eficaz y eficiente si logramosaunar sus esfuerzos con los del medio familiar y social, aspectosque no tratamos específicamente pero que no cabe olvidar.

No podemos olvidar, por último, que el problema de la violencia degénero a nivel escolar tiene dimensiones que van más allá del marco institu-cional y referencial. Por una parte, refleja, y esperamos que no reproduzca,los problemas sociales, culturales y económicos que a nivel social afectan ala diferencia de géneros; por otra, la violencia de género en la escuela se en-marca dentro del contexto más genérico de la violencia escolar y dentro delmarco de las relaciones de respeto e igualdad que deberían de regir las ac-tuaciones personales.


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DIVERSIDAD DERECHOS HUMANOS

COEDUCACIÓN

MARCO ESCOLAR

PREVENCIÓN VIOLENCIA DE GÉNERO

MARCO SOCIAL

Gráfico 1. La violencia de género contextualizada en el marco social y escolar.



BARRAGÁN, F. “Violencia de género”. En Cuadernos de Pedagogía, 358.Barcelona, 2006, págs. 50-53.

BONAL, X. y otros. La descentralización educativa en España. FundaciónCarles Pi i Sunyer. Barcelona, 2005.

CELAYA, B. “La igualdad real que no llega”. En La clave, 30, 5 de enero,n.º 246. April, S.A. Madrid, 2005, págs 6-11.

DÍAZ-AGUADO, M.ª J. “Adolescencia, sexismo y violencia de género”. EnPapeles del psicólogo, 84, págs 35-44. 2003.

MARTÍNEZ, J. B. Educación para la ciudadanía. Morata. Madrid, 2005.

MARTÍNEZ, R. y RISUEÑO, V. “Prevenir la violencia de género desde lasaulas”. En Cooperativa educativa, 74, págs 29-32. 2003.

MERINO, J. V. La violencia escolar. Análisis y propuestas de intervención so-cioeducativas. Arrayán editores. Santiago de Chile, 2006.

MONCLÚS, A. y SABÁN, C. La violencia escolar. Actuaciones y propuestasa nivel internacional. Davinci continental. Mataró (Barcelona), 2006.

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La consideración de una escuela para todos, como reto y compromisosocioeducativo, exige reconstruir los procesos de intervención desde paráme-tros diferentes a los actuales, Promover e impulsar respuestas educativas quetengan en cuenta la diversidad (incluyendo la del género) exige combinar lasacciones del sistema educativo y social con las iniciativas de los propios cen-tros educativos.

Paralelamente a las medidas externas que se adopten, los centros edu-cativos deben incorporar nuevos compromisos en sus planteamientos institu-

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LA CONSTRUCCIÓN DE UNA ESCUELAPARA TODOS y TODAS

Joaquín Gairín SallánUniversidad Autónoma de Barcelona

1. DIFERENCIAS ESCOLARES, DIFERENCIAS SOCIALES

2. LA ATENCIÓN A LA DIVERSIDAD COMO COMPRO-MISO SOCIAL Y EDUCATIVO2.1. Propósitos y contradicciones en la atención a la diversidad2.2. La atención a la diversidad como indicador de una escue-

la de calidad

3. LA ESCUELA INCLUSIVA COMO RETO Y RESPUESTA

4. LAS ESTRATEGIAS DE INTERVENCIÓN EN UNA ES-CUELA INCLUSIVA.4.1. Las propuestas en el programa4.2. Los cambios en la organización4.3. Los cambios en el sistema



cionales, flexibilizar las estructuras organizativas e incidir en el funcionamien-to del sistema relacional. El énfasis en las actitudes del profesorado y las me-diadas relacionadas con una mayor complicidad con el entorno y las fami-lias, también serán importantes.

Impulsar una escuela respetuosa con la diversidad es, así, algo más queatender las individualidades. Supone estructurar acciones que promuevan elconocimiento y respeto de las diferentes personas que conviven en el contex-to escolar y hacer real la utopía de una escuela que permite, en condicionesde igualdad y equidad, el desarrollo de todos y de cada uno de los usuarios.

Se realizan a continuación un conjunto de reflexiones y se presentanpropuestas que tratan de sistematizar algunas de las opciones situadas en lalínea de las llamadas escuelas inclusivas, marco deseable como respetuoso conlas diferencias de género. El análisis retoma aportaciones anteriores (Gairín,1992, 1998, 1999a, 2001 y 2004) y se orienta más a las soluciones que al aná-lisis de los problemas (que también se abordan). Se trata de preguntas y res-puestas, reflexiones teóricas y aportaciones prácticas, en la perspectiva de si-tuar las diferencias de género en el contexto de atención a la diversidad, deayudar al debate y, sobre todo, a las soluciones que la temática exige.

1. DIFERENCIAS ESCOLARES, DIFERENCIAS SOCIALES

La orientación progresista de la educación, dirigida a promover el cam-bio social, no siempre ha sido una orientación prioritaria y, cuando se hadado, no siempre ha conseguido las transformaciones que pretende. Algunosdatos que recogemos a continuación así lo corroboran.

El Centro de Investigación y Documentación Educativa (CIDE) publi-có un prontuario estadístico sobre las desigualdades de la educación en Es-paña (CIDE, 1999b) revisando datos referidos a procesos de escolarización,tomando referencias según género, cultura u origen social, oferta y partici-pación en la educación de personas adultas, participación en actuaciones decompensación educativa o género del profesorado. Los datos contenidos me-recen un estudio en profundidad que nos permite vislumbrar lo lejos que es-tamos de lo que fue la educación del pasado y de lo que debe ser en relacióna la superación de la discriminación.

A modo de ejemplo, presentamos el cuadro 1 que resumía actuacionesde compensación educativa realizadas en el territorio del MEC. Se refiere aactuaciones sobre alumnos de 3-19 años que tienen un desfase escolar signi-ficativo (dos o más cursos de diferencia entre su nivel de competencia curri-cular y el nivel en que están escolarizados). Las actuaciones afectaron a


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