Complicidadgastronomica.es, 4 de Abril de 2014

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Medio: Internet Sección: Portada Espacio: 580 x 4.375 píxeles Usuarios únicos/mes: Visitas: Valor publicitario: S/V Que si quieres arroz Catalina: Una señora paella en Madrid Por fin una arrocería en Madrid en un precio comedido; esa es la conclusión después de haber comido en Que si quieres arroz Catalina. Situado en el Palacio de La Misión (Bodas, Bautizos, Banquetes), ahora comienzan por el abecedario y le añaden la a de Arroz (solo mediodías). Propuesta de entrantes, dos ensaladas, y diversos arroces, entre ellos secos como senyoret, el negro, el huertano, y una paella de fideo número 1, entre los melosos en perol: huertano, marinero y de bogavante americano, y como especialidad de la casa una verdadera paella valenciana con pato, conejo, bachoqueta (judía verde), garrofón (alubia), alcachofas y caracoles. El servicio invita a escoger el menú entre el que se encuentran varios entrantes, el arroz, postre ó café a un precio de 25(i.i); y verdaderamente merece mucho la pena; es decir la ecuación de lo recibido versus lo solicitado es altamente satisfactoria para el cliente. En los fogones, el exbulli al que Ferrán Adriá dio en su día la responsabilidad de la Hacienda Benazuza, Rafael Morales. Criado en Valencia, llegó a conseguir dos estrellas Michelin para el hotel sevillano. En este caso, Rafa se aleja de la alta gastronomía para acercarse más a un público familiar, y de grupos que simplemente (aunque no siempre parece que esto es sencillo) quiere degustar un buen arroz. [http://bit.ly/PFBSBO] 4 de abril de 2014

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Medio: Internet Sección: Portada Espacio: 580 x 4.375 píxeles

Usuarios únicos/mes: Visitas: Valor publicitario: S/V

Que si quieres arroz Catalina: Una señora paella en Madrid

Por fin una arrocería en Madrid en un precio comedido; esa es la conclusión después de haber

comido en Que si quieres arroz Catalina. Situado en el Palacio de La Misión (Bodas, Bautizos,

Banquetes), ahora comienzan por el abecedario y le añaden la a de Arroz (solo mediodías).

Propuesta de entrantes, dos ensaladas, y diversos arroces, entre ellos secos como senyoret, el

negro, el huertano, y una paella de fideo número 1, entre los

melosos en perol: huertano, marinero y de bogavante americano,

y como especialidad de la casa una verdadera paella valenciana

con pato, conejo, bachoqueta (judía verde), garrofón (alubia),

alcachofas y caracoles. El servicio invita a escoger el menú entre

el que se encuentran varios entrantes, el arroz, postre ó café a un

precio de 25€ (i.i); y verdaderamente merece mucho la pena; es

decir la ecuación de lo recibido versus lo solicitado es altamente

satisfactoria para el cliente.

En los fogones, el exbulli al que Ferrán Adriá dio en su día la responsabilidad de la Hacienda

Benazuza, Rafael Morales. Criado en Valencia, llegó a conseguir dos estrellas Michelin para el hotel

sevillano. En este caso, Rafa se aleja de la alta gastronomía para acercarse más a un público

familiar, y de grupos que simplemente (aunque no siempre parece que esto es sencillo) quiere

degustar un buen arroz.

[http://bit.ly/PFBSBO]

4 de abril de 2014

Antes de comenzar nos comentan que nos podemos comer cierto contenido del florero, en concreto

naranja, arroz y aceituna negra. Un guiño al mediterráneo y a Valencia que se completan junto con

unos encurtidos, y un alioli de azafrán. Se recuerdan momentos bulli con la aceituna esferificada, a

la cual la falta una textura algo más consistente.

Seguimos con la ensaladilla rusa, de buena textura, con multitud de ingredientes como huevas de

trucha, aceituna negra, pepinillos, donde echamos en falta algo más de empuje en la mayonesa.

Con ella también nos llega unos boquerones en vinagre con patatas fritas, enteros y desespinados,

muy suaves y equilibrados con el vinagre en una cantidad muy reducido. Un acierto.

A continuación en otra pareja de entrantes, las croquetas de jamón y unos calamares a la andaluza.

Las primeras muy bien fritas, con mucho sabor, una parte exterior muy crujiente, y el relleno fluido,

casi líquido; notables. Los calamares también destacando en su fritura, pero con un poco de falta

de sabor.

Los entrantes no dejan de ser un preámbulo, una forma de llevar mejor la espera para la paella

valenciana. Es necesaria solicitarla al menos con 3 horas de antelación, ya que el fumé se realiza en

la propia paella. De sabor muy intenso, sin nada de grasa, con el grano muy suelto, y en su punto,

como el resto de las verduras. El arroz ha absorbido tanto el caldo que la potencia gustativa se

concentra mucho más en él que en los trozos de pato de la Albufera, o en el conejo. Imprescindible.

En la capital pocos arroces al nivel de esta paella valenciana, probablemente algunos de los la

Bomba Bistrot, aunque sin ser una arrocería y tener esta variedad. Propuesta que en la zona de la

Casa de Campo no tiene competencia, y diría que tampoco en la ciudad a este nivel de precio.

Un ejemplo de que se pueden encontrar en esta ciudad atiborrada de negocios de restauración,

pequeños nichos de mercado, donde poder diferenciarse; y encontrar clientes.

En general una propuesta sencilla, con altos objetivos en cada uno de los platos, con los arroces

como piedra angular, en los que se busca directamente la perfección. Para los arroceros, ya no

será necesario hacerse 350km para asegurarse tomar un arroz como mandan los cánones

valencianos.

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