CONSIDERACIONES SOBRE EL SURREALISMO...

22
CONSIDERACIONES SOBRE EL SURREALISMO GRIEGO RESUMEN: Breve introducción histórica al surrealismo griego; recepción del movimiento por parte de la crítica, que consideró el surrealismo griego como una versión periférica del movimiento francés que debía adaptarse punto por punto al canon del movimiento madre. Asimismo, se analiza la crítica en relación con la cuestión lingüística mediante las im- plicaciones de la opción lingüística de los autores surrealistas griegos. P ALABRAS CLAVE: Surrealismo, surrealismo griego, surrealismo y política, cuestión lingüística. ABSTRACT: A brief introduction to the history of Greek surrealism. The receiving of the movement by the critics, who considered Greek surrea- lism as a peripherical version of the French movement which should be adapted to the canons of the «mother movement». Also, the linguistic issue is analysed through the implications of the authors’ linguistic option. KEY WORDS: Surrealism, Greek surrealism, surrealism and politics, lan- guage question. 253 Erytheia 27 (2006) 253-273 13

Transcript of CONSIDERACIONES SOBRE EL SURREALISMO...

CONSIDERACIONESSOBRE EL SURREALISMO GRIEGO

RESUMEN: Breve introduccin histrica al surrealismo griego; recepcindel movimiento por parte de la crtica, que consider el surrealismogriego como una versin perifrica del movimiento francs que debaadaptarse punto por punto al canon del movimiento madre. Asimismo, seanaliza la crtica en relacin con la cuestin lingstica mediante las im-plicaciones de la opcin lingstica de los autores surrealistas griegos.

PALABRAS CLAVE: Surrealismo, surrealismo griego, surrealismo y poltica,cuestin lingstica.

ABSTRACT: A brief introduction to the history of Greek surrealism. Thereceiving of the movement by the critics, who considered Greek surrea-lism as a peripherical version of the French movement which should beadapted to the canons of the mother movement. Also, the linguistic issueis analysed through the implications of the authors linguistic option.

KEY WORDS: Surrealism, Greek surrealism, surrealism and politics, lan-guage question.

253 Erytheia 27 (2006) 253-273

13

LOS INICIOS: LA CRTICA

La palabra [iperrealisms]1, equivalente griega de surrea-lismo, aparece por primera vez en Grecia2 el 16 de septiembre de 1924, enla revista Pandognostis, en un artculo redactado por un periodista llamadoA. Doxas, Teatro y filologa. El autor de este pequeo artculo parece estarbastante informado de la produccin literaria francesa de la poca y ofrecealguna informacin sobre el movimiento del surrealismo en Pars. Algunosdas ms tarde, el 21 de septiembre, aparece el artculo El movimiento lite-rario en Francia, en el peridico I Vradin, en el que se hace una referen-cia al surrealismo, sin proporcionar ninguna informacin concreta respectoal movimiento. En este mismo peridico, el 25 de octubre, aparece un art-culo de contenido ms concreto, aunque tampoco supera el carcter mera-mente referencial: El Surrealismo. Un surrealista: Andr Breton. Sinembargo, en este artculo ya se menciona alguna caracterstica del surrea-lismo, como es su relacin con la doctrina psicoanaltica de Freud. El 16 dediciembre de ese mismo ao aparece en el peridico Elfceros Tipos otro ar-tculo, Rivales parisinos. La poesa y la novela. Las nuevas tendencias.

Pero tendremos que esperar a 1925 para que llegue el primer artculo quetrate el tema con algo ms de profundidad. De nuevo, A. Doxas escribe unartculo en la revista Pandognostis en el que se vuelve a citar a Breton. Y el26 de julio, en el peridico Elfceron Vima, se publica el artculo de C. Cu-kidis, corresponsal en Pars, que no slo est bien informado de las activi-dades promovidas por los surrealistas, sino que tambin conoce su manifiesto

L. SALAS RODRGUEZ Consideraciones sobre el surrealismo griego

Erytheia 27 (2006) 253-273 254

1 Aunque el trmino ms adecuado para la recepcin del trmino sera - [iperpragmatisms], como sugirieron Nicolas Calas o Telos Agras, el trmino consoli-dado en griego es [iperrealisms], que constituye una mezcla entre el trminogriego y el francs. Se ha traducido el prefijo y la raz se ha conservado en el original, aunqueya haba un precedente: el movimiento realista se denomin en Grecia [realisms].Tambin se ha consolidado el trmino [surrealisms], aunque este trmino pre-senta connotaciones negativas. Se aplica, en su uso corriente, a algo absurdo, sin sentido. Noes azaroso, pues es el trmino tradicionalmente usado por la crtica para desprestigiar al movi-miento. Sus partidarios, desde el principio, emplearon el trmino iperrealisms. Otro ejemplode que las opciones lingsticas nunca son neutrales.

2 Sobre la historia de los inicios del movimiento surrealista en Grecia, cf. J. L. CARAOGLU, , 41 (1985) 42; 66 (1987) 622; Y. PANAYOTU, , 36(1984) 536; S. RIVISS, . , Atenas, , 1996; N. VAYENS, , 37 (1984) 619.

y ha visitado el Bureau Gneral de Recherche Surraliste, fundado en octu-bre de 1924. Compara el surrealismo con el futurismo y muestra en todo mo-mento una actitud escptica ante el movimiento; sin embargo, proporcionauna muestra de prosa surrealista (es la primera muestra de escritura surrea-lista que llega a Grecia).

Un mes despus de la presentacin de este artculo aparece un nuevotexto en el peridico I Cesala, firmado como Filanagnostis y titulado Su-rrealismo que, pese a su estilo ligero, proporciona bastante informacin ydescribe la escritura automtica. El 28 de septiembre de 1925, aparece otroartculo3. No se puede decir que sea extenso, pero ofrece bastante informa-cin sobre el surrealismo, aunque su actitud es negativa, como deja ver ex-presamente en la siguiente frase, con la que cierra el artculo: No esnecesario, por supuesto, explicar qu clase de monstruosidades filolgicaspueden construirse sobre la base de la escritura surrealista. El surrealismo noes para el redactor otra cosa que la ltima moda en los crculos filolgicosde Pars; an as, intenta dar una definicin: Qu es el surrealismo? Unaimpresin fotogrfica de las ideas, una pelcula de los pensamientos (fraseque, por cierto, podra haber sido fcilmente pronunciada por un surrea-lista). Tambin deja constancia de la receta que da Breton en el manifiestopara escribir de manera surrealista.

Como podemos ver, la palabra empieza a aparecer en textos de carc-ter crtico y filolgico, entre 1924 y 1930. En 1929 aparece una gran canti-dad de artculos cuyo tema es el surrealismo. C. Palams, gran nombredentro de la literatura griega, en un fragmento de una epstola crtica mues-tra que conoce el contenido del primer manifiesto surrealista y hace men-cin a un soneto de Guiofili de 1927. Tambin aparece otro poema cuyottulo hace mencin al surrealismo, Ballet surrealista, de Nicos Hager-Bu-fidis. Es tambin en 1929 cuando empezar a aparecer con frecuencia elnombre de Cleon Parasjos como crtico relacionado con el surrealismo. lmismo publicar en la revista Nea Esta4 un artculo en el que establecer

L. SALAS RODRGUEZ Consideraciones sobre el surrealismo griego

255 Erytheia 27 (2006) 253-273

3 Y. Panayotu intenta descubrir quin es el autor de este artculo en: . Ofrece diferentes posibilidades dentro de los intelec-tuales de la poca, basndose en diversos criterios: a) el autor deba conocer la lengua francesa;b) tendra que haber estado en Francia en la poca adecuada o tener recursos para informarsede qu ocurra all; c) deba ser ideolgicamente progresista; d) y tener una buena predisposi-cin hacia las nuevas tendencias literarias. Baraja como posibles autores del artculo a cinco in-telectuales, aunque lo ms probable, segn l, es que fuera Azos Trigonis, historiador y periodista.

4 Revista que empieza a publicarse en 1927, y cuya poltica consiste bsicamente en se-guir la actualidad literaria, sin tener una lnea marcada a priori.

una conexin entre los surrealistas y Cariotakis, tomando como base unatendencia comn a la escritura antigua y tipificada (Mario Vitti sostiene jus-tamente lo contrario, presentando al movimiento surrealista como la supe-racin de la tradicin de Cariotakis5). Ser tambin por estas fechas,noviembre o diciembre de 1929, cuando se publicar el estudio Las ten-dencias de la literatura de posguerra, elaborado por M. Petridis y presen-tado en la revista Dianomenos, que hace referencia a los surrealistas, sinabandonar, por supuesto, la actitud negativa que caracteriza toda referenciahecha a este movimiento; a este artculo se referir a comienzos del ao1930 el crtico C. Parasjos, de nuevo en la revista Nea Esta.

En 1931 se publica en la revista O Logos un artculo de V. Casapakis, Unsurrealista: Nazim Hikmet, lo que nos da una idea del carcter catico de al-gunas de las aproximaciones al surrealismo que se realizan en Grecia en estapoca. Le seguir el artculo Hikmet es discpulo de Maiakovski de Aristo-telis Nasis, que ya haba hecho alguna referencia al surrealismo en la revistaProtopora. Y, poco despus, empieza a publicarse el primer estudio con unmnimo de profundidad sobre el surrealismo, El surrealismo y sus tenden-cias, de D. J. Mentselos, que haba conocido a Ren Crevel en un sanatorio.Ofrece la primera traduccin de luard e intenta descubrir rastros surrealis-tas en algunos escritores griegos precedentes, lo que ser unos aos mstarde causa de polmicas.

En 1932 comienzan a aparecer los textos de Nicolas Calas (o NiclaosCalamaris, o Nikitas Randos, o M. Spieros6) en la revista Nei Protopori7, es-trechamente vinculada al partido comunista. Primero se publican dos art-culos en torno a la problemtica del concepto de arte, Arte proletario yProblemas del arte proletario, en los que Calas realiza una defensa a ul-tranza del arte con fines sociales, pero, en respuesta a otro artculo apare-cido en la misma revista, escrito por N. Tendens, que caracterizaba alsurrealismo como arte de la decadencia y de la fuga burguesa, se oponea la identificacin del arte proletario con el realismo socialista, que des-

L. SALAS RODRGUEZ Consideraciones sobre el surrealismo griego

Erytheia 27 (2006) 253-273 256

5 M. VITTI, 30, Atenas, Erms, 1979.6 Nicolas Calas es el nombre con el que fue conocido en Francia y en Estados Unidos, y

que l mismo adopt como definitivo en la mayor parte de su vida. Su verdadero nombre eraNiclaos Calamaris, Nikitas Randos cuando publicaba poemas, y M. Spieros (que proviene dela adaptacin griega del nombre Robespierre, Robespieros) al publicar crticas o ensayos.

7 Revista de la izquierda establecida, conectada en mayor o menor medida al Partido co-munista, que empez a publicarse en 1930 y que pretendi constitur el rgano de la intelec-tualidad avanzada, sin conseguir superar un nivel relativamente mediocre; cf. A. ARYIRU, , Atenas, Castaniotis, 2003, p. 287.

troza el smbolo. En un artculo posterior, Sobre el surrealismo griego, ex-presa su descontento por la falta de conocimientos de los crticos, que ca-lifican de surrealista cualquier texto que no comprenden, remite a todosaquellos que deseen informarse sobre el surrealismo al estudio de D. J.Mentselos y expresa su deseo de que el paso del tiempo, la perspectiva his-trica, ayuden en los aos venideros a establecer el valor del surrealismo.Adems, desmiente que los poemas hasta entonces publicados por NikitasRandos (o sea, l mismo) sean surrealistas. Asimismo, defiende que el su-rrealismo no es solo teora, sino tambin prctica, ensalzando el contenidorevolucionario, social y personal del movimiento. La revista publica, juntoa sus artculos, una nota, en la que declara que las opiniones publicadas enla revista no son necesariamente compartidas por ella; mal presagio que seconfirmar en 1933, cuando la revista condene el surrealismo como mani-festacin burguesa (este es tambin el ao en que Brton y luard se des-vinculan del Partido Comunista Francs).

Esto muestra la actitud con la que se enfrent la izquierda griega al su-rrealismo y, en general, a la vanguardia. Y. Panayotu dice que la acogida delsurrealismo por parte del comunismo griego es diferente de lo que sucedeen otros lugares8. Mientras que en Francia se creaba un estrecho vnculoentre surrealistas y comunistas, en Grecia la acogida fue coyuntural y bastanteefmera, sobre todo despus de una cierta inclinacin al trotskismo por partede los grandes nombres del surrealismo9.

Podemos encontrar algunas contadas, pero muy honrosas, excepciones,aunque posteriores. En general, segn Y. Panayotu, las revistas que consti-tuan correas de transmisin del partido comunista, como Elfcera Grmatao Epicerisi Tejnis, fusilaron al surrealismo como movimiento, pero no seatrevieron a ejecutar metafricamente, nunca est de ms aclararlo a susrepresentantes, de los que solicitaban colaboracin regularmente10.

Y as llegamos a 1935. Este es el ao clave del surrealismo griego, el aode la publicacin de uno de los libros ms controvertidos de la historia dela literatura griega, pero tambin es la fecha comnmente aceptada por loscrticos y fillogos como punto de partida del surrealismo en Grecia.

Efectivamente, este es ao de publicacin de [Ipsicminos]de Andreas Embiricos. A lo largo de todo 1935 se publicarn numerosos ar-tculos parodiando o criticando el libro de Embiricos. Destacan aqu los nom-

L. SALAS RODRGUEZ Consideraciones sobre el surrealismo griego

257 Erytheia 27 (2006) 253-273

8 Y. PANAYOTU, , 51(1986), p. 18.9 Y. PANAYOTU, op. cit., p. 20.

10 Y. PANAYOTU, op. cit., p. 21.

bres de Mirivilis y Uranis como crticos que no contaban en las listas de susadmiradores. Tendremos que esperar al 11 de mayo de 1936 para ver apa-recer la primera crtica positiva hacia el libro, expresada en I Cacimerin.

Mientras tanto, Embiricos se mantiene en actitud de espera. No ser hasta1937 cuando acepten sus poemas en la revista Ta Nea Grmata11 debido amutuas reservas. Esta revista, que representa un papel muy importante en elpanorama literario griego de entreguerras, es objeto de controversias, de-bido a su actitud frente al surrealismo. Aunque es, tericamente, una revistade vanguardia, muchos, entre ellos Nicolas Calas, aducen que en realidadtena carcter conservador, que representaba exclusivamente a la tendenciade la poesa pura y que se neg a dar cabida a la autntica vanguardia.

Ser el joven Elitis entonces quien salga en defensa del surrealismo, me-diante la publicacin de artculos en la revista Ta Nea Grmata (en la que,por cierto, publican tambin personajes literarios de la talla de Seferis o Ca-randonis). Tambin empiezan a aparecer sus poemas, que algunos creenbajo la influencia surrealista, cosa que otros niegan rotundamente. Sobre elcaso de la potica de Elitis habr ocasin de extenderse en otro momento.En este punto nos limitaremos a hablar de su papel, en absoluto desdea-ble, en la historia del surrealismo griego a travs del debate filolgico.

En respuesta a varios artculos que criticaban el Ipsicaminos de Embiri-cos, Elitis publica dos artculos, Los peligros del saber superficial y Puntoy final, escritos en tono bastante severo. Los peligros del saber superficialcomienza con una cita de A. Rolland de Reneville: la aparicin inesperadade nuevas ideas en un lugar donde la gente no tiene en absoluto ideas, cons-tituye siempre para ellos el mayor peligro12. A esta situacin, dice, slo pue-den seguirle dos reacciones: una, el silencio, fruto de la malicia, y otra, unaagresiva irona, fruto de la ignorancia. Reprocha, pues, a los crticos la insu-ficiencia de sus conocimientos, en especial frente al movimiento surrealista,que tanto han criticado, pero del que no se han molestado en informarse enabsoluto, aunque fuera de segunda o tercera mano (con la excepcin, dice,de A. Jurmusios). A todos los artculos que se han escrito sobre el surrealismose les puede contestar con tres puntos, que explica del modo siguiente:

L. SALAS RODRGUEZ Consideraciones sobre el surrealismo griego

Erytheia 27 (2006) 253-273 258

11 La revista seguramente ms importante de esa poca en Grecia. Comienza a publicarseen 1935 y constituye el rgano de expresin de la llamada Generacin del 30, con una pol-tica literaria relativamente conservadora, que da cabida a una literatura que se mueve entre lotradicional y lo moderno, con el sentido anglosajn (Pound, Eliot) sin llegar a apostar por lavanguardia que podran constituir los surrealistas.

12 O. ELITIS, , Grmata 4-5 (1938), p. 424.

les reprocha que nada ms encontrar un texto difcil le ponen la eti-queta de surrealista, exactamente como la generacin anterior haca conel dadasmo.

discute la objecin de que el surrealismo llega a Grecia con demasiadoretraso, cuando ya esta muerto en Europa. Nunca, argumenta Elitis, haestado el surrealismo tan vivo como en estos ltimos dos aos (este ar-tculo data de 1938).

les acusa de simplificar el surrealismo hasta reducirlo a la escritura au-tomtica y a la incoherencia.

Poco despus se publicar un artculo de Y. Ceotocs, Qu es el surre-alismo?, en el que identifica el nuevo movimiento con una crisis; pone elejemplo de una crisis econmica, para luego desplazar la metfora al terrenodel arte (como el futurismo, como el dadasmo), que no dejar obras parala posteridad, pero cuya influencia, directa o indirecta, es importante13. Lacausa de esta crisis es, segn su opinin, la incapacidad del arte realizadohasta entonces para satisfacer las ansias de expresin de las nuevas genera-ciones, y su finalidad es, mediante su breve paso por la historia, cambiar elconcepto de arte y renovarlo. De igual modo, explica que el surrealismo esalgo as como una continuacin del romanticismo: ambos, dice, poseen elmismo concepto bsico del arte, una absoluta prioridad de los elementos es-pontneos de la creacin artstica14; la diferencia reside en el grado de esaespontaneidad. Es un aviso para el arte, que se ver obligado, a partir delviolento paso del surrealismo, a abrir ventanas hacia las regiones de lo on-rico y lo fantstico.

Tambin a este artculo seguir una reaccin de Elitis (Una carta en tornoal surrealismo), pero con una diferencia sustancial. En este caso Elitis con-sidera que la opinin de Ceotocs (consagrado escritor griego) es respetabley est fundamentada. Sin embargo, tiene bastantes objeciones:

la comparacin del surrealismo con una crisis econmica es inexacta ypeligrosa, dice, y adems se adapta mucho ms al dadasmo, dado sucarcter nihilista y violento, aunque ayud a proporcionar una nuevaconcepcin de arte. La diferencia estriba en que el surrealismo est fun-damentado en teoras constructivas y concretas y, adems, ha dejadoobras que an no podemos juzgar.

L. SALAS RODRGUEZ Consideraciones sobre el surrealismo griego

259 Erytheia 27 (2006) 253-273

13 Y. CEOTOCS, ;, Neoelinic Grmata 83 (1938), p. 1.14 Y. CEOTOCS, op. cit.

tambin presenta objeciones hacia la comparacin del surrealismo conlas otras vanguardias; ste es ms viable, pues su carcter es ms gene-ral y ms profundo.

teme el uso que se puede hacer de la comparacin establecida entre elsurrealismo y el romanticismo.

comparte con Ceotocs su falta de fe en la escritura automtica. Sin em-bargo, dice Elitis, esto no es ms que una fase del surrealismo, pero quedesemboc en la creacin de un nuevo modo de comprenderlo todoy, en consecuencia, de un nuevo funcionamiento psquico en la enun-ciacin basado en lo que podramos llamar nitidez del sentimiento15.

En 1939, en la revista Neoelinic Grmata16, se lanza la siguiente pre-gunta: Quin y con qu obra es el precursor del surrealismo? Se recibencartas en las que se expresan las opiniones de los lectores, y un mes mastarde se publica el resultado: Miglonoyanis, redactor de la revista, sostieneque es Doros Doris, con el Diario de un maestro loco. C. M. Mijailidis escribea la redaccin expresando su disconformidad con el resultado. Quizs sehan equivocado e intentaban proponer a Cedoros Doros17? Migloyanis res-ponde a esta carta defendiendo los rasgos surrealistas de la obra de DorosDoris.

En 1943 encontramos esas honrosas excepciones en el mundo de la iz-quierda de las que hablbamos antes. El excelente poeta y novelista Aris Ale-xandru (que, por cierto, tambin tuvo bastantes problemas con la izquierdaa raz de la publicacin de su nica novela, [To kivotio], por man-tener una postura crtica hacia la izquierda desde la propia izquierda) dice,en una revista adherida al partido comunista, al referirse a la nueva poesa,que sta constituye una renovacin en los medios de expresin y que seenfrent con grandes confrontaciones y oposiciones. Y lo principal, exige dellector, en cierto modo, una cooperacin, ya que raramente impone un sen-timiento18. No es la nica voz en alzarse en defensa del surrealismo. En 1946,Manolis Anagnostakis hace la siguiente declaracin: Nosotros desaproba-

L. SALAS RODRGUEZ Consideraciones sobre el surrealismo griego

Erytheia 27 (2006) 253-273 260

15 O. ELITIS, op. cit., p. 426.16 Revista creada en 1935 por la editorial Elefcerudakis con el fin de promocionar sus edi-

ciones, as como de informar de la actualidad literaria. 17 Enigmtico escritor, cuyo libro , aparecido en 1931, es consi-

derado uno de los precursores del surrealismo griego. El heterodoxo mtodo de distribucin(quien quisiera el libro, deba escribir a una direccin de Pars y el propio autor lo enviaba sincoste alguno), as como la escasa informacin de la que se dispone respecto a su persona, hancontribuido a crear una aureola misteriosa en torno a esta figura.

18 Y. PANAYOTU, op. cit., p. 25.

mos completamente la opinin de que el surrealismo no tiene nada de par-ticular y que sus dos propiedades, contenido y forma, son frvolos y estri-les [] Esta concepcin no est en consonancia con la seriedad de unmovimiento cuya enorme, y activa, segn nuestra opinin, contribucin al re-nacimiento de la nueva poesa, queramos o no, debemos admitir19.

TRADUCCIONES: EL CASO DE LUARD

Los manifiestos del surrealismo se traducen en Grecia, por primera vez(al completo), en 197220, es decir, cincuenta y cuatro aos despus de ser es-critos. Sin embargo, esto no es un hecho aislado: casi todas las traduccionesde poesa surrealista se realizan en la dcada de los ochenta.

Debemos hacer una excepcin: tenemos el tomo [Ipe-rrealisms A], publicado en 1938, una antologa de surrealistas franceses pre-sentados por sus colegas griegos. De este modo, Andr Breton (del que seincluyen algunos fragmentos del Primer Manifiesto de 1924) es presentadoy traducido por Embiricos; Crevel, por el pintor Canelis; luard, por Elitis, qududa cabe; Hughet, por Ritoridis; Benjamin Pret, por Nicolas Calas, quiense ocupa tambin de Gisle Prassinos; Guy Rosey, por Ritoridis, y TristanTzara, por Engonpulos21. Sorprende bastante la ausencia de Aragon y, algomenos, las de Crevel, Desnos, etc., as como sorprenden las presencias deGuy Rosey y de Gisle Prassinos. Quizs esas presencias o ausencias de-penden de criterios temporales22.

Sin embargo, esto supone que el contenido de los manifiestos (al com-pleto) no puede llegar a gran parte del pblico lector durante dcadas y,aunque la mayora de los crticos pudiera haberlos ledo en francs, todos

L. SALAS RODRGUEZ Consideraciones sobre el surrealismo griego

261 Erytheia 27 (2006) 253-273

19 Y. PANAYOTU, op. cit., p. 25.20 , trad. Eleni MOSJOV, Atenas, Dodoni, 1972.21 Todo lo cual, como podemos ver, ilustra de manera ejemplar el refrn popular Dios

los cra y ellos se juntan, que no es, aunque pueda parecerlo, una cuestin balad, ya que deah se infieren las presencias y ausencias en la antologa.

22 Sobre la funcionalidad de las traducciones: Sea apreciado como un conjunto dentro delos textos de una literatura, es decir, como subsistema del sistema literario, sea como transfor-macin textual, ndice de primer orden en las relaciones intertextuales, como sntoma del canondominante o como agresin al mismo, se trata de textos de los que es posible deducir com-portamientos de la evolucin literaria. En definitiva, testigos y testimonios, segn los casos, delcambio literario. Miguel GALLEGO ROCA, Traduccin y Literatura: los estudios literarios ante lasobras traducidas, Madrid, Jcar, 1994.

saban lenguas extranjeras? Tambin denuncia el escaso inters que se leprest al surrealismo; pero, estas dos circunstancias mantienen relacin decausa o de efecto? Si hubiera circulado una edicin con los manifiestos su-rrealistas, quizs la trayectoria del movimiento o de la opinin de la crticahabra sido diferente. Quizs no hubiera sido aceptado, pero el debate se ha-bra realizado en otros trminos. Tambin habra que reflexionar sobre quintena la responsabilidad de traducirlos. Los crticos difcilmente se hubierancomprometido en un proyecto de este tipo, ya que ira contra sus intereses(sus opiniones, negativas, hubieran quizs sido puestas en duda). A quinle interesaba que el surrealismo fuera aceptado? Tericamente, a los propiossurrealistas. Esta no-traduccin, pues, de sus propios textos, podemos verladesde dos ngulos:

uno, como una negligencia o quizs, incluso, como algo que no les con-vena, puesto que los manifiestos tenan un contenido poltico suscep-tible de comprometerles.

dos, como una postura de independencia. Es decir, quizs para ellos noera interesante (conocido es el desprecio de Embiricos por la teora) re-producir esos textos; al fin y al cabo, el surrealismo griego no tena porqu regirse por los cdigos reconocidos por el surrealismo francs.

Pero, aparte de los manifiestos, s se advierte que es en las ltimastres dcadas en las que se traduce la poesa surrealista; esto supone, poruna parte, retraso, y, por otra, un repentino inters por este movimientotan maltratado, con una excepcin: un griego. Nicolas Calas an no hasido enteramente traducido a su lengua materna23. Es ahora cuando elmovimiento surrealista griego empieza a ser valorado? Por qu? Se hannecesitado tantos aos para que se calmen las aguas y el surrealismopueda ser apreciado por lo que es, sin necesidad de ser continuamente so-metido a comparaciones y pruebas? Por supuesto, las condiciones histri-cas del Estado griego no han favorecido una asuncin normal de loselementos culturales. Desde los aos veinte, Grecia ha pasado diversas si-tuaciones polticas difciles (desde el Desastre de Esmirna, dictadura deMetaxs, Segunda Guerra Mundial, ocupacin alemana, guerra civil y dic-tadura de los coroneles) que, sin duda, no podemos obviar a la hora deocuparnos de la historia literaria, y, por supuesto, todas estas situaciones

L. SALAS RODRGUEZ Consideraciones sobre el surrealismo griego

Erytheia 27 (2006) 253-273 262

23 Rencor? Los griegos difcilmente perdonan a un desertor. El tema de la grecidad estpresente, aunque sea de modo latente, en todas las fases del estudio.

influyen tambin en la poltica de la traduccin. Cuando adems hablamosde traducir surrealismo francs, esto se agrava. Est claro que en un rgi-men dictatorial raramente se dan las condiciones para que se produzcantraducciones, o que se producirn traducciones slo de un determinadosigno poltico, o adulteraciones, pero si, encima, lo que se quiere traducires literatura extranjera, vanguardista y con un contenido poltico subver-sivo, es difcil que eso se realice.

En realidad, durante la dcada de los 30 y 40, en las revistas griegas seconcedi especial importancia a la figura de Paul luard, siendo casi nulaslas referencias a otros representantes del movimiento surrealista. Tenemos,en Nea Fila, en abril de 1937, un anexo dedicado a Breton, y en julio delmismo ao, una columna dedicada a un libro suyo que acababa de editarse,en la revista Neoelinic Grmata. Sin embargo, ninguno de estos textos esuna traduccin de textos del escritor francs, sino comentarios respecto a suobra. Tambin se comenta un libro de Louis Aragon, Les beaux quartiers, enla columna dedicada a libros extranjeros del peridico I Proa, y, de nuevo,no es un texto original del autor. El nico otro representante del movimiento(y se podra discutir a qu vanguardia perteneci) al que se dedica algn es-pacio es Andr Masson, al que se consagra una pgina de la revista Neoeli-nic Grmata en enero de 1939. En ninguno de estos casos, como vemos,se produce fenmeno de traduccin.

Por lo dems, los restantes textos traducidos del francs corresponden anombres asociados con el surrealismo de manera indirecta, es decir, son tex-tos de crticos del movimiento, como Rolland de Renville, del que YorgosSeferis traduce un artculo titulado La inspiracin en Ta Nea Grmata.

La presentacin oficial de Paul luard en el mundo de las letras griegasla lleva a cabo Elitis en las pginas de la ya citada Ta Nea Grmata, en 1936,en el que hace una introduccin al surrealismo tomando como punto de par-tida el dadasmo y refiere que, aunque el movimiento no ha llegado anhasta Grecia, ya que estn cegados y entregados a la ms catastrfica perezaespiritual, ya se ha hecho mencin a Paul luard en tres ocasiones: en unabreve nota de Mitsos Papanicolaos en la revista Nea Esta, en un artculo deD. Mentselos24 publicado en la revista O Logos, y, cmo no, en la conferen-cia pronunciada por Embiricos que, segn corrobora Elitis, constituy la pre-sentacin del surrealismo en Grecia.

Elitis presenta a luard como a uno de los nuevos poetas consagradoscon ms talento en toda Europa. Expone asimismo las caractersticas de la

263 Erytheia 27 (2006) 253-273

24 Al que ya nos hemos referido anteriormente, cf. supra .

L. SALAS RODRGUEZ Consideraciones sobre el surrealismo griego

nueva poesa, que se diferencia de la antigua, entre otras cosas, por su in-mediatez (es decir, mientras que la poesa antigua tena por objetivo al-canzar el cerebro para, a travs de l, provocar una sensacin en elreceptor, la nueva poesa nos provoca una impresin inmediata, sin tenerque pasar por el filtro cognitivo), as como por la tremenda libertad y atre-vimiento de sus imgenes. Adems, proporciona una pequea bibliografade Paul luard, con sus libros ms importantes (Capitale de la Douleur, LesDessous dune vie ou La pirmide Humaine, Lamour la posie, lInmacu-le Conception, La Vie Immdiate, La rose publique), as como una pequeabibliografa crtica concerniente a su obra, que comprende libros dedicadosal surrealismo.

Esta primera serie de traducciones se compone de once poemas perte-necientes a los libros La Vie Immdiate (que aparece representado con trespoemas, todos en verso), Comme deux gouttes deau (del que se presentaslo un poema, tambin en verso), LAmour la posie (igual que el anterior,es decir, slo un poema, y en verso), y Capitale de la Douleur, del que apa-rece una mayor representacin: en total, seis poemas, de los cuales cinco sonpequeos textos poticos en prosa.

Estas traducciones, como podemos ver, circulan por diversos peridicosy revistas, como en la revista Nea Esta, en agosto de 1936, junto con frag-mentos del libro [Prosanatolism] de Elitis, y tambin enMakedoniks Imeres, en el tomo correspondiente a octubre y noviembre delmismo ao.

Adems, en noviembre de 1936 aparece una nueva muestra de poemasde luard traducidos por Elitis, esta vez provenientes del libro La rose pu-blique, en Ta Nea Grmata, poemas que no tardarn en aparecer en la re-vista Nea Esta, apenas dos meses despus, en enero de 1937.

Que estas primeras traducciones se realizaran en 1936 no es en absolutocuestin de azar; en 1935, como ya hemos dicho, se publicaron dos librosque marcaran la trayectoria del surrealismo en Grecia: Prosanatolism e Ip-sicminos, el primero escrito por Elitis, y el segundo, por Embiricos. Mien-tras que el segundo no tuvo ninguna repercusin positiva en el panoramacrtico-literario del momento, Prosanatolism recibi el aplauso tanto de lacrtica como del pblico, y consagr el nombre de Elitis como uno de losnuevos valores de la poesa griega. Gracias a este xito, las figuras de Ta NeaGrmata le ofrecieron el espacio en la revista y su apoyo para traducir aluard, pese al rechazo que manifestaban frente al surrealismo. Es decir, quea Elitis se le otorg la posibilidad que se haba negado a otros representan-

L. SALAS RODRGUEZ Consideraciones sobre el surrealismo griego

Erytheia 27 (2006) 253-273 264

tes del movimiento (como a Embiricos, por ejemplo, o a Nicolas Calas) dehablar a favor del surrealismo, de poder defender su postura.

Esta nueva serie se compone de tres partes, cada una de las cuales estcompuesta por un poema largo. El primero lleva por ttulo Une telle femmevaleur de vie, el segundo Ce que dit le souffrant est toujours atemporel, yel tercero es un poema dedicado a Man Ray.

Un mes ms tarde, en febrero de 1937, se produce un fenmeno curioso:aparecen traducciones de luard en la revista Nea Fila, pero en este caso re-alizadas por el crtico y poeta Andreas Carandonis que, por cierto, es tam-bin el autor de las traducciones de los poemas de Jules Supervielle, en eltomo correspondiente a agosto y septiembre del ao siguiente.

PRODUCCIN PROPIA

Mientras que en Europa25 la vanguardia haba hecho su escandalosa en-trada durante la dcada de los 10 y 20, Grecia continuaba la tradicin sinque se produjera la ruptura y renovacin que las vanguardias suponen, o msbien el sentido de vanguardia como zona diferenciada de la modernidadbrilla por su ausencia [], mientras que todava las fronteras entre lo tradi-cional y lo moderno estn muy confusas26. Hasta la dcada de los treinta,la poesa estaba en decadencia, pese a la produccin de tres grandes figu-ras: Vrnalis, Cariotakis y Cavafis, que es quizs el nico al que puede con-siderarse como figura que anticipa la vanguardia. Por lo dems, las formasliterarias continuaban la tradicin, sin que se produjera la ruptura que su-ponan las nuevas tendencias.

Las nuevas generaciones no encontraban medios expresivos satisfactoriospara el nuevo discurso potico. No obstante, en el caso de Grecia contamoscon una frontera ideolgica que no es ajena a toda esta cuestin: la cues-tin lingstica. Supuestamente, las nuevas formas de poesa iban apare-ciendo en lengua demtica; esto es cierto en el grupo de Ta Nea Grmata,pero, como ya hemos mencionado, no se cumple en el caso de los surrea-listas, que se expresan preferentemente en cazarvusa. Esa cuestin, aunque

L. SALAS RODRGUEZ Consideraciones sobre el surrealismo griego

265 Erytheia 27 (2006) 253-273

25 Nos referimos a Alemania, Suiza, Francia, e incluso a Espaa y Rumana, pases en losque la vanguardia estaba en proceso de gestacin, con pequeas manifestaciones, aunque ansin organizar.

26 Victor IVANOVICI, : , , p. 41.

puede parecer irrelevante, reviste una gran importancia en el caso del su-rrealismo griego, ya que las dos opciones lingsticas estaban fuertementemarcadas ideolgicamente. Pero tendremos tiempo de detenernos para ana-lizar esta cuestin.

Es en este marco cuando surge la generacin de los aos treinta, que sever obligada, al haber habido una vanguardia escasa, a suplirla de algunamanera, desempeando de este modo un papel que no le corresponde ydejando el suyo propio a un lado27. Esto se manifiesta en dos tendencias: unaconservadora, que englobara a los literatos de Ta Nea Grmata, y dentro dela cual destacara especialmente la conservadora pero enrgica figura de Se-feris, que se consagrara a la promocin de la nueva poesa (desde la pticade la poesa pura), y la otra, el surrealismo, o, mejor dicho, los surrealistas28,tendencia que a su vez podra subdividirse en dos posturas:

una postura intransigentemente vanguardista, cuyo mximo represen-tante sera Nicolas Calas

una postura con estratgicos avances y retrocesos, cuyo representantesera Elitis (y que hasta ahora nos ha aparecido como surrealista mo-derado, sea lo que sea lo que eso signifique). El xito de esta poticasurrealista moderada puede tener diversas causas. Quizs la ms im-portante sea la exaltacin de elementos pertenecientes al paisaje griego(isla, luz, agua, viento, el azul)29; la mnima revolucin que pueda pre-sentar en las formas es entonces aceptada, pues no deja de ser poesagriega, helnica, poesa que no pone en peligro ninguna de las con-cepciones nacionalistas de la poca.

Al nacimiento del surrealismo en Francia haba precedido la reaccindadasta; es ms, el surrealismo nace directamente de las cenizas de Dad,y, en general, haba un clima de vanguardia, una especie de estado de ex-cepcin del arte, en el que las manifestaciones surrealistas encontraronun eco, si no por parte del pblico mayoritario, al menos ciertas condi-ciones que permitieron que esas manifestaciones mantuvieran una conti-nuidad y tuvieran una repercusin, adems de expandirse el grupo. Loque se produce entonces es una reaccin de negacin de la tradicin ar-tstica, una definicin por negacin que evolucionar progresivamente

L. SALAS RODRGUEZ Consideraciones sobre el surrealismo griego

Erytheia 27 (2006) 253-273 266

27 Victor IVANOVICI, op. cit., p. 43.28 En Grecia hay surralistes sans mouvement, segn Victor Ivanovici.29 Elementos que, como luego veremos, han sido convertidos en smbolos nacionales

por parte de los sectores conservadores del pensamiento y la crtica.

hasta formar definitivamente una identidad surrealista y, ms ampliamente,vanguardista.

En Grecia, sin embargo, esto no llega producirse. Por lo tanto, tras la in-troduccin del surrealismo ste debe asumir no slo su propia identidad comosurrealismo (algo que primero debe producirse en el plano individual por partede los componentes del movimiento, despus en el reconocimiento del restode los componentes y, en el caso del surrealismo perifrico, tambin con res-pecto de la metrpolis, en este caso Pars)30, sino que debe tambin suplir esevaco que presenta el panorama artstico, cosa que sobrecarga al movimientocon una tarea que no es la suya. No puede concebirse la aparicin de un mo-vimiento como el surrealismo en un terreno sin abonar, como era el griego.

Por otra parte, en cuanto a la participacin poltica y el intento de la van-guardia surrealista de proporcionar al arte una dimensin social y llevarlo ala prctica, por qu se ve tan clara la dimensin poltica incluso en el casodel movimiento francs? Primero, de algn modo fracasaron en su intento derevolucin, como dice Brger31, aunque s que lograron que la obra de artemantuviera una nueva relacin con la realidad.

EL SURREALISMO GRIEGO: LA CAVERNA DE PLATN

El asunto poltico, segn he podido comprobar, ha sido uno de los msproblemticos para la crtica griega moderna (me refiero a una segundapoca de la crtica, que abarcara desde finales de los 60 y principios de los70 hasta nuestros das).

Podemos distinguir cuatro posturas, dos que podran considerarse puntode partida de la polmica, y dos ms contemporneas:

la primera sera la defendida por Mario Vitti32, que aduce que, para lle-gar a Grecia, el surrealismo francs tuvo que mutilar el 50% de su pro-

L. SALAS RODRGUEZ Consideraciones sobre el surrealismo griego

267 Erytheia 27 (2006) 253-273

30 Esta fase tampoco lleg a completarse en Grecia, donde nunca hubo un grupo pro-piamente dicho de surrealistas, o no se ha querido ver como tal, ya que los surrealistas mante-nan frecuentes contactos entre ellos, aunque no hubo manifestaciones surrealistas (en Franciaestas manifestaciones no son propias del surrealismo en s mismo, sino propias de una etapahistrica, de la vanguardia, como ya se ha dicho).

31 P. BRGER, Theory of the Avant-Garde, en: Efi RENTSU, op. cit., p. 127.32 M. VITTI, : 1930 40, O Politis (1976) 72-

79. Resumida o recogida fragmentariamente en: T. CAYALS, Modernism and the avant-garde:The politics of Greek Surrealism, y en: A. ARYIRU, ;, Diavaso 120 (1985) 33-37.

grama (sacrificando as su proyecto poltico); y que el surrealismo, enGrecia, se limit a un radicalismo esttico y promulg nicamente la li-beracin individual. Es decir, que los artistas griegos no emprendieron,mientras pudieron, la empresa poltica de los surrealistas, y despus,tras el comienzo de la dictadura de Metaxs, en 1936, era ya imposiblecualquier tipo de compromiso poltico.

tenemos tambin la postura de A. Aryiru33, que argumenta que en Gre-cia no existi compromiso poltico si entendemos por ste afiliacin alpartido comunista, y que la visin poltica de los surrealistas griegos eramucho ms completa que la de la izquierda nacional. Segn Aryiru, elpartido comunista griego y su intransigencia en el dominio del arte, ascomo de la poltica (apoyo a la Unin Sovitica y, en el dominio del arte,adhesin al realismo socialista), eran incapaces de atraer a artistas cuyaconcepcin de revolucin y liberacin personal era mucho ms pro-gresista.

Estas son las dos opiniones a partir de las cuales comienza el debatesobre el programa poltico en el surrealismo griego. Ahora recogemos otrasdos posiciones que representan a la crtica actual:

la de T. Cayals, que aduce, frente al extendido entusiasmo que pro-voc la teora de Aryiru, que el proyecto surrealista griego encuentra susraces en la concepcin conservadora del artista del modernismo y niegacualquier relacin con el progresismo vanguardista. Segn Cayals, en laobra de los surrealistas griegos se respira la concepcin del artista comoente separado de la sociedad que representa en ella un papel casi me-sinico34.

por ltimo, encontramos el ya mencionado artculo de Efi Rentsu, quesita la dimensin poltica de los surrealistas griegos en la cuestin lin-gstica. El uso subversivo de la lengua es una de las caractersticasmorfolgicas de la vanguardia [] La experiencia surrealista consigueunir la dimensin fsica, corporal, con la lengua y la imagen35. La len-gua mixta de Embiricos, as como de otros surrealistas griegos, corres-pondera a una apertura hacia el mundo, apertura que constituye unode los proyectos bsicos del surrealismo y que no es ajena a la expe-riencia poltica.

L. SALAS RODRGUEZ Consideraciones sobre el surrealismo griego

Erytheia 27 (2006) 253-273 268

33 A. ARYIRU, op. cit., pp. 33-38.34 Reactionary modenism despairs at the decay of precisely what the Surrealists sought

to destroy: the institutional autonomy of the arts and the privileged status of the artists (CAYA-LS, op. cit.)

35 Efi RENTSU, op. cit., p. 123.

Pero el punto bsico de este artculo de E. Rentsu, aparte de la defensade la dimensin poltica del surrealismo griego, es la introduccin de un ar-gumento que nadie haba planteado antes: cul es el punto de partida paracualquier teorizacin sobre el surrealismo griego? La concepcin de que elmovimiento francs ocupa un lugar de original al que tiene que corres-ponder, punto por punto, el griego, para determinar su xito o su fracaso,parece ms bien problemtica, cuanto ms cuando el mencionado origi-nal es cualquier cosa menos inquebrantable y continuo en el tiempo y elespacio36.

Partiendo de esta cita, podemos establecer un paralelismo entre el fen-meno de traduccin y el estatus de los movimientos literarios. El centro (otexto original) se establece como autntico, indudable, y la periferia (o tra-duccin) siempre se pone en duda. Si no, cmo se explicara que la gente sepregunte por la extraccin social de los surrealistas griegos (aduciendo que nohubo dimensin poltica porque venan de una clase burguesa argumentoque, adems, no responde a la verdad o, al menos, no en todos los casos),mientras que nadie se lo pregunta respecto de Breton? Fue el surrealismofrancs, acaso, un bloque monoltico sin problemas, dudas, choques, avancesy retrocesos? Las expulsiones, los manifiestos en contra de miembros delgrupo37, parecen demostrar lo contrario. Otra cosa que cabra plantearse sonlos lmites cronolgicos del surrealismo, que no parecen nada claros y, aun-que, por supuesto, pueden darse fechas, en mi opinin, no pasarn de ser ar-bitrarias. En su inicio, se incluye a Dad o se comienza por los manifiestos?Y, para su final, cul sera el punto: la muerte de Breton, la disolucin defini-tiva del grupo francs? El desplazamiento a Amrica y comienzo de comer-cializacin de objetos con un sello de autentificacin surrealista?

Desde este enfoque, la conclusin es que, si nos ponemos a mirar decerca ese centro establecido como inmaculado, perfecto e indudable, en-contraremos en l mil fracturas, mil deslealtades a s mismo, y sin embargo,no ha cambiado por completo la relacin del arte con la realidad y, por su-puesto, el concepto de arte? No ha sido tan revolucionario que, como diceVictor Ivanovici, es muy difcil saber si hay algo que no sea surrealista en elsiglo XX? Tengamos en cuenta, no slo a los surrealistas en s mismos, sinoa aquellos grandes genios que estuvieron cerca, pertenecieron temporal-mente al movimiento (Bataille, Queneau, Paz, Prvert, etctera), que fueron

L. SALAS RODRGUEZ Consideraciones sobre el surrealismo griego

269 Erytheia 27 (2006) 253-273

36 Efi RENTSU, op. cit., p. 123.37 En 1930, todos los expulsados del movimiento (Leiris, Prvert, Desnos, etc.) publican

un libelo contra Breton que lleva por nombre Un lion chtr (Un len castrado).

influidos por el surrealismo, aunque despus se alejaran de l, y a su vez in-fluyeron a otra gente. Efectivamente, siempre que cualquier consideracin te-rica comience con un modelo al que los dems tendrn que imitar, nuestropensamiento estar limitado por una concepcin platnica38 que quizs nosimpida apreciar qu tenemos delante, pues nuestra visin estar condicio-nada por las expectativas que podamos tener respecto al original.

Esto no impide reconocer que los argumentos que encontramos en lasotras posturas tienen una base de razn y, en casos como el de Cayals, ar-gumentos slidos que parten de una lectura de obras concretas. Sin embargo,el punto de partida es, segn nuestra opinin, errneo.

EL SURREALISMO Y LA CUESTIN LINGSTICA

A finales del s. XIX y, sobre todo, comienzos del XX, Grecia se encon-traba en una encrucijada lingstica: mientras que la lengua oficial del Estadola constitua la cazarvusa, una adaptacin artificial de la lengua griega an-tigua que slo era hablada por determinados sectores de la sociedad, el pue-blo se expresaba en dimotik, que constitua la evolucin natural (aunquesubterrnea) de la lengua griega.

Aunque sea imposible desarrollar por completo este apartado, para ha-blar del surrealismo debemos comprender cul era la coyuntura poltica,ideolgica y literaria de Grecia en los aos veinte. Sin embargo, habra queremontarse al s. XIX, cuando a partir de la formacin del estado griego seproduce una separacin entre (nacin) y (Estado), ya que elnuevo Estado difiere, en sus lmites reales, de los lmites de la Grecia ima-ginada por los griegos, que inclua territorios en Asia Menor y en los Bal-canes; este problema toma forma en la y en la polticaexpansionista griega, que desembocara en la catstrofe de Asia Menor en1922, acabando as con los sueos de una Grecia como potencia territorialen los Balcanes. La reaccin frente a este desengao es el fomento del na-cionalismo (alentado desde Europa durante el Romanticismo) y la bsquedade la identidad griega.

Y as entramos en el s. XX. La mencionada bsqueda de una identidadgriega en esta poca se complica, ya que encontramos numerosos frentes

L. SALAS RODRGUEZ Consideraciones sobre el surrealismo griego

Erytheia 27 (2006) 253-273 270

38 El mito de la caverna: encontramos un original (el mundo real de Platn) y las som-bras de la caverna, a las que de partida se les arrebata todo el valor, puesto que ya se ha pro-ducido una idealizacin del original, elemento indudable y central.

ideolgicamente enfrentados, adems de influencias contradictorias que lle-gan desde Europa. Tras la dictadura de Pngalos, que concluye en 1926, lavida intelectual griega conoce una revitalizacin y se fundan numerosas re-vistas literarias portadoras de todo tipo de ideas y tendencias. Es la poca delas vanguardias en Europa, que poco a poco empiezan a llegar a Grecia,entre ellas el surrealismo, que comienza a hacer tmidas apariciones en lostextos de crtica literaria a comienzos de los aos 20 (como ya hemos vistoen el primer epgrafe).

En la segunda dcada del siglo XX se producen en Grecia dos movi-mientos opuestos:

por una parte, encontramos la introduccin paulatina de la modernidady la vanguardia, que no se produce de manera diferenciada, sino si-multnea; digamos que la introduccin de Breton y de Eliot en Greciase produce al mismo tiempo.

por otra, ste es el perodo del ascenso del nacionalsocialismo en Ale-mania y del fascismo en Italia.

Estos dos movimientos encuentran su correspondencia en la ideologa yen la literatura griega. As, por una parte nos encontramos con los- (partidarios de la lengua demtica) que, inspiradosen el costumbrismo romntico, van desarrollando una ideologa naciona-lista39 hasta el punto de aceptar un criterio geogrfico y climatolgico (ins-pirado en los argumentos de Yanpulos40) para la grecidad.

Por otra parte, nos encontramos con los intelectuales de Ta Nea Gr-mata, la llamada generacin del 30, en la que se incluyen Elitis, Seferis y Ca-randonis, entre otros, que respecto a la cuestin de la identidad griega seoponen al modelo dimoticista. Frente a este modelo, alegan un carcterabierto a las influencias literarias extranjeras (no olvidemos que son los re-ceptores de la modernidad, aunque esto lo examinaremos con ms detalleen las pginas posteriores) y una vocacin europesta, y aseguran que la gre-

L. SALAS RODRGUEZ Consideraciones sobre el surrealismo griego

271 Erytheia 27 (2006) 253-273

30 Respecto a esta ideologa nacionalista, sera interesante recoger aqu la opinin de losintelectuales marxistas: el fascismo, a causa de su composicin social, no duda en aceptar con-signas polticas de izquierdas y, del mismo modo que el fascismo italiano se apropi del futu-rismo, el griego del demoticismo. En D. TSIOVAS, , Atenas, Odiseas, 1989.

40 Pericls Yanpulos, uno de los grandes idelogos de la grecidad en su vertiente msconservadora.

cidad es un concepto dinmico, abstracto, ms parecido a un nuevo huma-nismo que pone de manifiesto su carcter liberal.

Sin embargo, todo lo dicho hasta ahora ha de ser sometido a una vueltams de tuerca, porque la cazarvusa era tambin la lengua en la que se edu-caba la gente y porque la institucin repentina por parte del Estado de la di-motik como lengua oficial no dejaba de ser tan artificial como lo haba sidola naturaleza de la cazarvusa; adems, la oficializacin de la dimotik estaba,quizs, bastante ms relacionada con una estrategia poltica llevada a cabopor el dictador Metaxs, estrategia que culminara en la instauracin de sudictadura el cuatro de agosto de 1936, y que pasaba, entre otras cosas, porla edicin de su gramtica cannica y el uso de esta lengua para reforzar suproyecto expansionista, que pretenda tomar los territorios que le habansido arrebatados a Grecia. En este punto queremos simplemente reflexio-nar sobre el modo y el momento en que se llev a cabo la oficializacin dela dimotik. Quizs habra que verlo ms como una medida populista queconfundi al pueblo, que se creera protagonista de una peripecia histricaen la que en realidad tena poco que hacer.

Todo lo dicho hasta ahora tiene especial importancia cuando hablamosdel surrealismo, ya que la opcin lingstica (y, por tanto, ideolgica, po-ltica) de los surrealistas, excepto en el caso de Elitis, fue la cazarvusa,si no en forma pura, s al menos en una forma mixta. Esto ayud a unaparte de la crtica literaria griega, que se empeaba en arrebatar al surre-alismo (en especial al griego) su valor, con la excusa (entre otras) de queel surrealismo griego estaba invlido41, ya que careca del carcter revo-lucionario que posea en Francia y, adems, su uso de la lengua era con-servador.

Teniendo en cuenta, sin embargo, que la lengua en el surrealismo read-quiri valor precisamente por abandonar las formas oxidadas de la poca yconvertirse en un vehculo inmediato del individuo, la utilizacin de la ca-zarvusa por parte de los surrealistas era lgica, puesto que era la lengua atravs de la que haban adquirido sus competencias literarias y haban reci-bido su formacin42.

L. SALAS RODRGUEZ Consideraciones sobre el surrealismo griego

Erytheia 27 (2006) 253-273 272

41 ; es el ttulo de un artculo de A. Aryiru en:: , Diavaso 120 (1985) 33-37.

42 La lengua es extrada a partir de una experiencia histrica, poltica, trae a la superfi-cie de su articulacin consciente el conjunto ideolgico inconsciente de la tradicin neohel-nica, para superarlo. E. RENTSU, op. cit.

La verdadera imposicin, pues, tanto de la dictadura de Metaxs comode la coyuntura poltica de la poca, fue, no tanto una forma poltica deter-minada ni una forma de lengua, sino la imposicin subyacente de una pro-blemtica sobre la identidad griega en todos los frentes, un cuestionamientode qu significaba ser demoticista o no, extranjerizante o no, cuyo resultadoiba desde el nacionalismo de tintes ms extremos hasta la apertura de loscomponentes de Ta Nea Grmata. Sin embargo, cualquiera que fuera la res-puesta, sta se encontraba dentro de un espectro de reacciones alienantes.Los surrealistas fueron los nicos que ignoraron esa problemtica, no pordesinters, quizs, ni por falta de politizacin, sino porque dentro del con-texto poltico griego la nica forma de subversin posible era rechazar ladefinicin y encasillamiento.

Del mismo modo que en Francia, donde la subversin consista en ha-blar y proponer nuevos principios dentro de un arte que se haba convertidoen rgimen y que nadie se tomaba la molestia de explicar porque ya se dabapor hecho, en Grecia la subversin pasaba simplemente por el no caer en latrampa de tener que responder al rgimen ideolgico dominante, que su-pona un retroceso histrico al centrar todo el debate intelectual del mo-mento en aclarar qu significaba ser griego o qu actitud haba que tomarfrente a las tendencias extranjerizantes.

Quizs lo que durante tantos aos se ha considerado desinters por partede la crtica griega, esa falta de teora dentro del movimiento surrealistagriego, o la negacin a defenderse de las irrisiones de la crtica, fue el gestoms valiente dentro de un panorama literario que cedi (incluso en el casode los introductores del modernismo) a las presiones de la ideologa domi-nante.

Laura SALAS RODRGUEZAvda. Alemania 5, 7 Z10001 CCERES (Espaa)

L. SALAS RODRGUEZ Consideraciones sobre el surrealismo griego

273 Erytheia 27 (2006) 253-273

/ColorImageDict > /JPEG2000ColorACSImageDict > /JPEG2000ColorImageDict > /AntiAliasGrayImages false /CropGrayImages true /GrayImageMinResolution 300 /GrayImageMinResolutionPolicy /OK /DownsampleGrayImages true /GrayImageDownsampleType /Bicubic /GrayImageResolution 300 /GrayImageDepth -1 /GrayImageMinDownsampleDepth 2 /GrayImageDownsampleThreshold 1.50000 /EncodeGrayImages true /GrayImageFilter /DCTEncode /AutoFilterGrayImages true /GrayImageAutoFilterStrategy /JPEG /GrayACSImageDict > /GrayImageDict > /JPEG2000GrayACSImageDict > /JPEG2000GrayImageDict > /AntiAliasMonoImages false /CropMonoImages true /MonoImageMinResolution 1200 /MonoImageMinResolutionPolicy /OK /DownsampleMonoImages true /MonoImageDownsampleType /Bicubic /MonoImageResolution 1200 /MonoImageDepth -1 /MonoImageDownsampleThreshold 1.50000 /EncodeMonoImages true /MonoImageFilter /CCITTFaxEncode /MonoImageDict > /AllowPSXObjects false /CheckCompliance [ /None ] /PDFX1aCheck false /PDFX3Check false /PDFXCompliantPDFOnly false /PDFXNoTrimBoxError true /PDFXTrimBoxToMediaBoxOffset [ 0.00000 0.00000 0.00000 0.00000 ] /PDFXSetBleedBoxToMediaBox true /PDFXBleedBoxToTrimBoxOffset [ 0.00000 0.00000 0.00000 0.00000 ] /PDFXOutputIntentProfile () /PDFXOutputConditionIdentifier () /PDFXOutputCondition () /PDFXRegistryName () /PDFXTrapped /False

/CreateJDFFile false /Description > /Namespace [ (Adobe) (Common) (1.0) ] /OtherNamespaces [ > /FormElements false /GenerateStructure false /IncludeBookmarks false /IncludeHyperlinks false /IncludeInteractive false /IncludeLayers false /IncludeProfiles false /MultimediaHandling /UseObjectSettings /Namespace [ (Adobe) (CreativeSuite) (2.0) ] /PDFXOutputIntentProfileSelector /DocumentCMYK /PreserveEditing true /UntaggedCMYKHandling /LeaveUntagged /UntaggedRGBHandling /UseDocumentProfile /UseDocumentBleed false >> ]>> setdistillerparams> setpagedevice