Derecho Obligaciones

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Javier Armaza Galdos CURSO DERECHO DE LAS OBLIGACIONES CAPÍTULO PRIMERO INTRODUCCIN ! "# IMPORTANCIA Sin la mínima intención de pretender maximizar la importancia del derecho de las obligaciones, nadie duda en que esta parte del derecho civil constituye aspecto medular del derecho privado, a tal punto que durante muchos años se ha pensado que el tema relativo a la relación obligatoria constituye el más importante del derecho civil. Resultan más que elocuentes las expresiones vertidas hace muchos años por JOSSERAND, al señalar que no es exagerado decir que el concepto obligacional constituye el armazón y el  substratum del derecho, y hasta de un modo más general, de todas las ciencias sociales!" #o obstante el nivel de las apreciaciones del gran maestro $ranc%s, entiendo que estamos le&os de aceptar tal a$irmación, lo que, de modo alguno, restaría importancia a este sector del derecho civil. 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DE LAS OBLIGACIONES

Javier Armaza Galdos

CURSO DERECHO DE LAS OBLIGACIONES

Captulo Primero

INTRODUCCIN

1. ImportanciaSin la mnima intencin de pretender maximizar la importancia del derecho de las obligaciones, nadie duda en que esta parte del derecho civil constituye aspecto medular del derecho privado, a tal punto que durante muchos aos se ha pensado que el tema relativo a la relacin obligatoria constituye el ms importante del derecho civil. Resultan ms que elocuentes las expresiones vertidas hace muchos aos por Josserand, al sealar que no es exagerado decir que el concepto obligacional constituye el armazn y el substratum del derecho, y hasta de un modo ms general, de todas las ciencias sociales: No obstante el nivel de las apreciaciones del gran maestro francs, entiendo que estamos lejos de aceptar tal afirmacin, lo que, de modo alguno, restara importancia a este sector del derecho civil. En efecto, la obligacin es una relacin jurdica como muchas otras contempladas en nuestro sistema; razn por la cual, para diferenciarla de las mismas, resultara apropiado denominarla relacin jurdica patrimonial, o si se quiere, simplemente, relacin obligatoria. Lo que se pretende afirmar concretamente es que, en todo caso, corresponde a la relacin jurdica general y no a la obligacin semejante atribucin. Nuestro sistema jurdico nacional no est estructurado sobre la base de obligaciones, sino de relaciones jurdicas. Resulta fcil hallar una enorme gama de vinculaciones no patrimoniales en cada uno de los sectores del derecho civil (e incluso de otros derechos), como las relaciones jurdico personales, las relaciones jurdico sucesorias, las relaciones jurdico familiares, e incluso, se pueden hablar de relaciones jurdico reales. En todas estas relaciones, el aspecto matrimonial o no existe o pasa a segundo plano.

Un estudio de las obligaciones o de cualquier otro sector del derecho civil debe ser realizado en consideracin a un sistema, por lo tanto, la importancia de este sector no es mayor ni menor que la relevancia de los otros mbitos del derecho privado. Todas las categoras (como el caso de las obligaciones, los contratos, el acto jurdico, etc.) forman parte de un sistema con indiferencia de una supuesta primaca de una categora sobre las otras; todas cumplen una funcin de vital importancia para el mantenimiento de nuestro sistema jurdico civil. 2. UbicacinCon la promulgacin del nuevo Cdigo Civil (1984), sin duda alguna que se han establecido algunos cambios de singular importancia en nuestro sistema, debiendo resaltarse el hecho que se ha conseguido aglutinar en el libro sexto del actual cdigo toda la normativa que directamente se refiere a las obligaciones de naturaleza patrimonial; sin embargo, esto no significa que los cambios efectuados en la actual legislacin sobre materia obligatoria haya determinado un cambio radical de las normas relativas a las obligaciones. En esencia, las instituciones contempladas tanto en el cdigo civil de 1936 como en el actual no difieren sino en aspectos menores, habindose mantenido el sentido de las normas anteriormente legisladas.

El Libro de las Obligaciones legislado en el Cdigo Civil de 1936 se haba conformado sobre la base de cuatro partes fundamentales del derecho civil (las obligaciones propiamente dichas (relaciones jurdicas de naturaleza patrimonial(, las fuentes de las obligaciones (en las que se incluyen a los contratos y a otras fuentes(, el acto o negocio jurdico, la prescripcin y la caducidad); esta era una de las razones por la cual el cdigo anterior contaba nicamente con cinco libros y no con diez como el actual.

En el cdigo vigente se legislan las materias, tratadas en el cdigo anterior en el libro quinto, en cuatro grandes libros: el acto jurdico se legisla en el Libro Segundo del vigente cdigo civil; obligaciones propiamente dichas, han sido normadas ene libro sexto, las fuentes de las Obligaciones se regulan en el Libro Sptimo; y, la Prescripcin y la Caducidad, tema fundamental del derecho en general, hoy se hallan legisladas en el Libro Octavo. Es decir, en el nuevo actual cdigo civil se han aglutinado casi exclusivamente a las normas que ataen a las obligaciones propiamente dichas en un solo libro. Respecto de esta atomizacin, considero que se justifica plenamente la separacin que se ha hecho del Acto Jurdico; en los dems supuestos, no tiene justificacin suficiente un acontecimiento como el denunciado. Slo por razones didcticas en la enseanza universitaria conviene una separacin clara respecto de las fuentes de las obligaciones (derecho de los contratos y la responsabilidad extracontractual). La prescripcin y la caducidad han debido ser tratadas en el interior del acto jurdico como normas aplicables a todos los sectores del derecho. Creemos que no son diez los temas fundamentales y ms importantes dentro del Derecho Civil, pudiendo haber sido suficiente la elaboracin de 5 6 libros en el nuevo CC. Con relacin al acto o negocio jurdico, queda una observacin final, las normas que lo integran en el libro segundo, en realidad son normas de carcter general, y es en este entender que nada impeda que el actual cuerpo normativo civil haya consagrado una parte general como prembulo a los otros libros del derecho civil; parte general que, obviamente deba incluir, con el acto jurdico a las normas del Ttulo Preliminar.

El libro materia de estudio del presente curso se denomina De las Obligaciones. Esta parte del Derecho Civil se halla ubicado en el vigente CC en el Libro Sexto; es decir despus del libro que legisla los Derechos Reales y antes del Libro concerniente a las Fuentes de las Obligaciones (Contratos, promesa unilateral, enriquecimiento sin causa y responsabilidad extracontractual).

3. Antecedentes legislativos

Constituyen antecedentes legislativos de las actuales normas sobre obligaciones los siguientes:

1. El Cdigo Civil de 1852

Este cdigo dedica el libro tercero a las obligaciones y contratos. El Ttulo I muy escuetamente intenta tratar a las obligaciones en general del artculo 1219 al artculo 1225. Los ttulos II, III y IV regulan materia estrictamente contractual y el Ttulo V retoma nuevamente la materia obligatoria para referirse a las diferentes obligaciones que provienen de los contratos. Se puede decir que la regulacin normativa de la obligacin es desordenada, no habiendo sido apropiadamente distinguida de los contratos. El artculo 1226 sealaba textualmente que Contrato es un convenio celebrado entre dos o ms personas, por el que se obligan a dar, hacer o no hacer alguna cosa. Sin duda que esta definicin del contrato es muy similar a la que se tiene de la obligacin. Su influencia sobre la legislacin posterior (1936) es indudable; se da una adecuada ordenacin de las instituciones y se supera el asunto relativo a la confusin con el contrato

2. El Cdigo civil de 1936

Se ha dicho que las diferencias entre este cdigo y el actual son mnimas, siendo evidente que las normas sobre las obligaciones reguladas en el cdigo civil de 1936 han servido de base para la elaboracin del actual cdigo, a tal extremo que muchos de los artculos tienen exactamente el mismo sentido e incluso la misma redaccin.

3. Los Proyectos y Anteproyectos

El Anteproyecto de la Comisin Reformadora de 1980, as como el Proyecto de la Comisin Reformadora de 1981 y el Proyecto de la Comisin Revisora de 1984, constituyen las fuentes inmediatas, prelegislativas ms importantes con respecto a la obligacin patrimonial y a las que, en lo que fuera pertinente, ser necesario acudir a lo largo del presente estudio, pues en muchos casos, permitir tener una visin ms cercana de la direccin que se pretendi otorgar a cada dispositivo legal, dejando constancia que lo que deber primar siempre es lo que el precepto finalmente proyecta desde su vigencia y no tanto lo que el legislador quiso programar, pues la norma, por lo general, discurre ms all de lo que el legislador quiso o pretendi fijar.

4. Sus vinculaciones con otras ramas del derechoEl Derecho de Obligaciones se relaciona con otras ramas del derecho privado; sin embargo, sus relaciones con los derechos ms importantes de nuestro ordenamiento civil se han puesto en evidencia al anotarse una concepcin sistemtica de cada categora considerada en nuestro ordenamiento jurdico nacional. Por razones didcticas voy a referirme nicamente a las relaciones con algunos de los sectores del derecho civil, sin negar la existencia de relaciones con otras partes del mismo. Asimismo, es indudable que las relaciones del derecho de las obligaciones exceden el mbito civil y se proyectan sobre otras materias (derecho comercial, laboral, etc.).

1. Vinculacin con el acto jurdico

Sin duda que una de las funciones ms importantes del acto jurdico es la creacin de relaciones jurdicas, entendida a esta ltima como una generalidad. Si bien a travs del acto jurdico se crean todo tipo de relaciones jurdicas, debe admitirse que una de estas relaciones jurdicas causadas mediando una manifestacin de voluntad es la obligacin, entendida como una vinculacin que se da entre un sujeto denominado acreedor y otro llamado deudor.

Incluso es posible que mediante un acto jurdico no contractual se generen relaciones jurdicas especiales, como la relativa a los esponsales, cuyos efectos, llegan a ser previstos por las obligaciones (inejecucin de las obligaciones) cuando uno de los promitentes incumple lo prometido. Es evidente que tambin constituyen fuentes de las obligaciones determinados actos jurdicos no contractuales.

2. Vinculacin con el derecho de familia

En el derecho de familia se identifican, normalmente relaciones jurdicas de naturaleza familiar como el matrimonio, el reconocimiento de un hijo, etc., todas ellas desligadas del aspecto patrimonial; sin embargo, tambin pueden darse relaciones jurdicas patrimoniales, como en efecto se establecen con relacin a los deberes alimentarios que se originan por los vnculos familiares. En estos supuestos se establecen derechos subjetivos (de crdito) y deberes jurdicos concretos; es decir, se atribuyen derechos subjetivos al alimentista y en contrapartida, se imponen deberes jurdicos concretos al alimentista. Sin duda alguna que se habra generado una obligacin.

3. Vinculacin con el derecho de sucesiones

El artculo 660 del Cdigo Civil seala que desde el fallecimiento de una persona sus bienes, derechos y obligaciones se transmiten a sus sucesores. Hay en el precepto una indicacin clara sobre la transmisin mortis causa de las obligaciones. En realidad el numeral acotado, utiliza el vocablo obligacin como sinnimo de deber, pues lo que parece transmitirse es el deber jurdico concreto impuesto al sujeto fallecido, salvo que se trate de una obligacin personalsima. No obstante la observacin efectuada, es incuestionable que el artculo al anotar como componentes de la transmisin a los derechos (derechos subjetivos) y obligaciones (deberes jurdicos concretos) en realidad est aludiendo a una relacin jurdica, la misma que puede tener un componente patrimonial (en cuyo caso sera una relacin obligatoria) o no patrimonial. Lo cierto que tambin con el derecho sucesorio se establece una directa relacin, con mayor razn si el artculo 1218 del cdigo civil regula la transmisin de las obligaciones por causa de muerte.

4. Vinculacin con el derecho real

Las relaciones con el derecho real tambin son bastante estrechas, dado que, por lo general, es a travs de la obligacin que se genera un derecho real; o si se quiere es la obligacin el vnculo que finalmente determina la creacin de un derecho real, para ello basta constatar el contenido de las obligaciones de dar, las mismas que contemplan la entrega de un bien a cargo del deudor, a favor del acreedor, para que, en muchos casos, se constituya sobre el mismo un derecho real.

5. Vinculacin con el derecho de los contratos

Con respecto a los contratos, el asunto es paradigmtico, sera inconcebible una nocin de la obligacin sin considerarse al contrato como una de sus causas ms importantes; en efecto, el contrato se erige como la fuente generadora de obligacin ms significativa. Es a travs del contrato que los sujetos generan una o ms obligaciones, entendida la obligacin no como sinnimo de deber, sino como vinculacin, como relacin jurdica de naturaleza patrimonial.

Se ha asistido a una verificacin funcional de las vinculaciones que se dan entre el derecho de las obligaciones con otras ramas del derecho, sin la mnima pretensin de jerarquizar una supremaca que no existe, que no se da. El anlisis que se tuviera que hacer de cualquier sector del derecho civil sera inadecuado si es que es realizado maximizando una categora sobre las dems. Todos los sectores derechos contenidos en el cdigo civil cumplen una determinada funcin y deben ser entendidos en atencin a un determinado sistema. A este sistema denominados: sistema jurdico civil, el mismo que se halla integrado por derechos personales, familiares, sucesorios, reales, contractuales, etc.

Finalmente, es necesario fijar nuestra atencin sobre la ubicacin de determinada categora en el sistema de los derechos; as, siendo la obligacin la materia de nuestro estudio, deberemos comprender dnde la hallamos y debido a qu razn aparece en nuestro sistema. El artculo 140 del cdigo civil seala que el acto jurdico es la manifestacin de voluntad destinada a crear, regular, modificar o extinguir relaciones jurdicas. Resulta innegable sealar que la funcin primordial del acto jurdico est constituida por la generacin de relaciones jurdicas. Tanto los conceptos de acto jurdico como de relaciones jurdicas, constituyen evidentes abstracciones; en efecto, una abstraccin como lo es el acto jurdico, no puede generar sino otra abstraccin. Lo que parece tener una existencia singular es un determinado acto jurdico (contractual, familiar, sucesorio, real, etc.) o una especfica relacin jurdica (obligatoria, familiar, sucesoria, real, etc.). A su turno, el contrato, como uno de los actos jurdicos ms importantes, tiene como funcin, tambin primordial, la creacin de relaciones jurdicas especficas, de naturaleza patrimonial. Si esquematizados estas dos formas de generacin de relaciones, se puede concluir con la siguiente afirmacin: el acto jurdico (como una generalidad) da nacimiento a una relacin jurdica general, en tanto que el contrato, como figura singular, genera una obligacin (entendida como relacin jurdica patrimonial, especfica).

5. La obligacin y el derecho real1. El criterio monista

Segn este criterio el derecho real es una obligacin pasivamente universal. Siendo as, no habra diferencia entre el derecho real y la obligacin, llegando a establecerse una supremaca de la obligacin sobre el otro derecho, debido a que se constituye el ltimo en una mera especia de obligacin.

2. El criterio dualista

Para el criterio dualista se fija una innegable diferencia entre el derecho de crdito y el derecho real. Se han establecido muchos criterios para diferencias la obligacin del derecho real. Normalmente han entendido que las diferencias se establece en atencin a los siguientes aspectos:

a) La obligacin es relativa, el derecho real absoluto (derecho de preferencia y oponibilidad erga omnes).

b) En el derecho real, a diferencia de la obligacin, el titular se conecta directamente con la cosa.c) El deber de prestacin en el derecho real es siempre negativo e impuesto de manera general.

d) En la obligacin no hay posibilidad de adquirir el objeto de la misma por prescripcin.

e) En la obligacin no es posible que tenga lugar una actitud persecutoria sobre la cosa.

f) Los derechos de crdito no son perpetuos, en cambio los derechos reales tienen esta caracterstica.

g) Los derechos de crdito no se adquieren por otras causas que no sean las referidas a la transmisin por acto entre vivos o mortis causa, en cambio los derechos reales se pueden adquirir por otras causas.

Esta nocin dualista resulta radical y al igual que la concepcin monista pretende una explicacin mediante la separacin absoluta entre la obligacin y el derecho real. Muchas de estas diferencias se diluyen si tenemos presente que, el derecho real puede ser explicado perfectamente a travs de la existencia de la denominada relacin jurdica real que, obviamente, tiene que ser distinta a la relacin jurdica obligatoria. Sin embargo, como autntica relacin jurdica participa de los elementos de la misma, los sujetos, el objeto y el vinculado calificado normativamente, con la particularidad de que el deber impuesto a los sujetos pasivos es de naturaleza general; es decir, a los sujetos pasivos (que no vienen a ser sino los miembros de una determinada colectividad) se les impone el deber general de no intromisin al derecho real. Este deber es siempre negativo y se le describe como una abstencin impuesta de modo general.

Por lo dems, pueden hallarse en nuestro sistema jurdico nacional supuestos en los que la obligacin y el derecho real parecen confundirse. Caso tpico de estos supuestos lo son las denominadas obligaciones propter ren.

Una autntica distincin entre la obligacin y el derecho real se establece verificando las funciones de cada una de estas categoras. Estas funciones parecen ser halladas en los siguientes aspectos:

1. En el derecho real se da una atribucin de bienes. Al titular de un derecho real se le atribuye uno o ms bienes, ejercitando sobre el mismo un poder de hecho o de derecho.

2. El trfico de bienes, mediante la cooperacin recproca constituye la caracterstica fundamental de la relacin obligatoria, sobre todo de las obligaciones que provienen del contrato.

6. Algunas de las ms significativas modificaciones en el nuevo derecho de obligacionesRespecto del Cdigo Civil de 1936, el actual Libro dedicado a las Obligaciones contiene las siguientes modificaciones:

1. Se legisla la Cesin de Derechos a diferencia de lo acontecido con el Cdigo Civil de 1936 que utilizaba la terminologa cesin de crditos, dando lugar a una singular confusin, pues la cesin de crditos forma parte de la enorme gama de supuestos cesionarios contemplados en nuestro sistema. Sin embargo, debe entenderse que el Cdigo Civil anterior, al referirse a la cesin de crditos lo haca para referirse al traspaso de la posicin del acreedor en una obligacin patrimonial, lo que no impeda que la norma pueda ser aplicada para solucionar asuntos relativos a la cesin de cualquier otro derecho que no sea necesariamente crediticio. En todo caso, no habra forma de limitar su aplicacin extensiva para todos los supuestos de cesin no crediticios. Asimismo, resultaba llamativo el hecho que la cesin de crditos se hallara legislada dentro de las fuentes de las obligaciones como una forma contractual (una especie de contrato nominado). Sin embargo, no hallo impedimento para defender tal inclusin, pues sin duda la cesin implicaba un acuerdo de voluntades con innegables efectos patrimoniales, con lo que nos acercaramos al contenido de la definicin consagrada (adecuada o inadecuadamente) en el artculo 1351 del Cdigo Civil.

2. En el actual Cdigo Civil, se realiza un enfoque ms amplio de las Obligaciones de dar sumas de dinero, legislndose, a su vez, el pago en moneda nacional y en moneda extranjera. Para ello se han extrado del mutuo (contrato) las normas relativas a las obligaciones de dar sumas de dinero.

3. El nuevo Cdigo Civil regula con mayor eficacia el asunto referido al pago de los intereses legales, respecto del inadecuado artculo 1325 del Cdigo Civil de 1936. Devino en inadecuado este dispositivo debido a las constantes devaluaciones de la moneda (comparndola con el dlar americano), resultando injusto un inters legal diminuto. Tal vez el asunto se hubiera resuelto mejor a travs de la oportuna regulacin monetaria mediantes mecanismos ms eficientes. Es decir, el problema no era tanto el inters legal fijado por la norma, sino las constantes devaluaciones provocadas por una psima administracin estatal de los recursos y una mala gestin econmica.

4. Se realiza, en el nuevo Cdigo Civil, una inclusin de la mora que resulta ms adecuado, llegando a ser definido el inters moratorio de modo expreso en el artculo 1242. Adems, se contemplan varios supuestos moratorios haciendo ms equitativo el pago de los intereses y los efectos en el caso del cumplimiento tardo de la obligacin.

7. Concepto del derecho de obligacionesNo se puede confundir entre derecho de obligaciones y la obligacin propiamente dicha; por tanto, conviene se d una nocin de lo que se entiende por derecho de obligaciones o derecho crediticio, como primera premisa para iniciar el desarrollo de los conceptos ntegramente referidos al campo obligacional. Se puede sealar, por ahora, que el derecho de las obligaciones no es sino aquella parte del derecho civil que regula, de manera sistemtica y lgica, las vinculaciones provenientes de la voluntad de la partes y de la ley, las formas asumidas por aquellas vinculaciones, su transmisin, sus diversos efectos, su ejecucin y su extincin. Se pretende, por ahora, nicamente anotar una nocin de un determinado conjunto normativo, sin que por el momento se proyecte una definicin de la vinculacin misma.Captulo Segundo

CONCEPTO DE OBLIGACIN

8. Etimologa de la palabra obligacin

La palabra obligacin proviene de la voz latina obligatio; la que a su vez se halla integrada de la proposicin acusativa ob que significa delante, a causa de, junto o cerca de, al rededor de, en torno de, etc.; y, del verbo transitivo ligare, que significa atar, sujetar, amarrar, ligar. Entendida desde esta perspectiva, la obligacin romana denunciaba un nexum (nectare) (atamiento) del deudor respecto del acreedor. Debe entenderse que este atamiento tena lugar, de modo preciso, cuando el deudor no cumpla su deber de prestacin, a no ser que, desde un inicio hubiese garantizado con su persona el cumplimiento del mismo.

Si bien en el derecho romano el nexum implicaba un atamiento, hoy no existe impedimento para designar a la obligacin como conexin o como vinculacin, pues se entiende que los sujetos se hallan relacionados sin que se opere una injustificada primaca de uno de los extremos de la vinculacin, por lo tanto, no se da, en tiempos actuales, el sometimiento al que aluda la significacin etimolgica del vocablo obligacin. No se puede imaginar hoy da al deudor sometido al acreedor en trminos tan drsticos como lo estaba en el derecho romano primitivo (e incluso hasta antes de la Lex Poetelia Papiria); el hecho que el deudor sea constreido a cumplir lo prometido no lo coloca por debajo del acreedor ni es pasible de sometimiento alguno, ni aun en el caso de la ejecucin forzada por incumplimiento de su deber y siempre con intervencin judicial. Adems, el deudor responde no con su persona, sino con sus bienes, de tal modo que el acreedor, cuando ejecuta al deudor lo hace dirigiendo su atencin sobre el patrimonio del mismo, jams contra su persona. Incluso el deudor, pese a todo, est en la potestad de no realizar la prestacin evitando que el acreedor alcance el objeto de la obligacin, situacin legtima que parece no ajustarse al pensamiento romano. Esta afirmacin, sin embargo, no ha sido compartida siempre, de este modo, entiende que existe un estado de subordinacin del deudor al poder del acreedor una corriente del pensamiento jurdico al sealar que Ciertamente, toda nocin, aunque genrica y provisoria, del deber jurdico (como quiera que se entienda este concepto y cualquiera que fuera la posicin que se le asigne respecto de la norma( confluye a designarlo como una situacin de subordinacin en la cual se encuentra el sujeto comprometido a un comportamiento que le es impuesto por el ordenamiento. Adems de no evidenciarse un autntico estado de subordinacin, pues por lo general ambos se han vinculado con la finalidad de cooperar recprocamente, el deber de prestacin no es impuesto por el ordenamiento, por lo menos en las obligaciones que nacen del contrato o de otro acuerdo de voluntades; asimismo, en tanto no se haya producido algn acontecimiento que comprometa el deber de prestacin perjudicando el derecho de crdito o dificultando su obtencin, el deudor no se halla propiamente en estado de sujecin. El denominado estado de sujecin, por lo dems, constituye figura fundamental en cualquier concepto que se tenga de la obligacin, pues l permitir alcanzar la dimensin que se le atribuye en el sistema de los derechos. No obstante todo lo dicho, puede considerarse legtimo establecer un estado de disparidad jurdica, con prescindencia de la posible presencia del denominado desequilibrio en el poder econmico de uno de los sujetos de la relacin, segn lo tiene sealado tambin una doctrina italiana; sin embargo, atendiendo a los argumentos esgrimidos por aquella doctrina, debo sealar lo siguiente: 1) El asunto parece tener aceptacin en un supuesto de responsabilidad civil aquiliana, la mismo que dara nacimiento a una obligacin legal, en la que puede no existir una autntica paridad debido a la situacin de privilegio en la que se hallara el propietario por atribucin normativa (el ejemplo utilizado por aquella orientacin disea una obligacin de resarcimiento del dao por la violacin de la propiedad ajena); por lo tanto, no se veran incluidas el enorme nmero de obligaciones que nacen de la voluntad de las partes. 2) Este estado de disparidad no significa, en forma alguna, un sometimiento del deudor a expensas del acreedor, de tal modo que no se presentara propiamente un estado de subordinacin.

Adems de todo ello sera oportuno sealar que, en las obligaciones que nacen del contrato, no existe una sujecin inmediata del deudor con respecto al acreedor, debido a que la misma aparece o se presenta nicamente cuando lo prometido mediante el deber de prestacin se hace exigible. Siendo as, deber entenderse que la exigibilidad de aquel deber de prestacin tiene lugar fundamentalmente en tres situaciones importantes:

1. Al verificarse el plazo para el cumplimiento de lo prometido por el deudor. Antes de ello, las relaciones entre acreedor y deudor son de entera coordinacin, estando habilitado el deudor, sin provocar un estado de sujecin, a relacionarse con cualquier tercero. Cuando se verifica el anotado plazo se produce un cambio en la posicin del deudor, quedando automticamente en estado de sujecin frente al acreedor. Se entiende que este estado de sujecin incide sobre los bienes o el patrimonio del deudor, por cuanto su responsabilidad se limita a la afectacin de parte de su patrimonio y excepcionalmente a todo su patrimonio cuando el crdito es superior al mismo. Los lmites a esta responsabilidad, sin embargo, se dan tambin en situaciones especiales, como acontece con la responsabilidad intra vires hereditatis en el caso de la transmisin de las deudas de un sujeto a sus herederos, estos ltimos nicamente responden hasta donde alcance el patrimonio dejado por el de cuius, a no ser que se extienda su responsabilidad al pretender entorpecer o perjudicar la obtencin del crdito del accipiens.

2. Cuando el deudor inejecuta su deber de prestacin en las obligaciones con prestaciones peridicas. Aqu debe anotarse el hecho que provocara el incumplimiento de parte de sus deberes de prestacin, por cuanto, a diferencia del supuesto anterior, se dan por vencidos todos los plazos pactados. Es cierto que con el vencimiento del primer plazo, se produce la sujecin del deudor respecto a sus bienes; sin embargo, constituye efecto adicional el hecho que se habran de dar por vencidas las cuotas restantes.

3. Cuando el deudor, realizando determinados actos, perjudica o pone en peligro el derecho de crdito del acreedor, dificultando su ejecucin, caso tpico de este supuesto es el relativo a la denominada ineficacia por fraude, tambin llamada accin revocatoria o pauliana. Situacin de sujecin provocada por el deudor antes de que el deber de prestacin se haga exigible con normalidad (vencimiento de los plazos).

Sin duda que esta no es la idea que se tena de la obligacin en el derecho romano, en el que, se vea al deudor en un autntico estado de sujecin desde el momento mismo en que se conecta con el acreedor y garantiza el deber de prestacin con su persona, tal como se percibe el supuesto en el 9. Hoy no sera posible admitir semejante situacin cuando el deber de prestacin a cargo del deudor no es todava exigible, adems de que jams responde con su persona, la responsabilidad se limita exclusivamente a su patrimonio, e incluso al patrimonio de otro, en el caso de las garantas reales y personales.

Sobre la sujecin, como momento a presentarse en muchas de las relaciones de crdito, sin embargo, quedan pendientes algunas aclaraciones:

a) Es cierto que la sujecin es entendida, normalmente, sobre todo por la literatura jurdica italiana, como la situacin pasiva correspondiente al derecho potestativo. Ella grava a aquel que se encuentra expuesto al derecho potestativo ajeno y sufre, por ello, como consecuencia del ejercicio de tal derecho, la creacin, la modificacin o la cancelacin de una situacin jurdica propia, sin poderlo impedir. Siendo as, se presenta extraa la idea de sujecin utilizada en los prrafos anteriores, sin embargo, tambin en la literatura jurdica nacional se ha ampliado el significado de la misma en los trminos expuestos en este trabajo, lo que termina clarificando el asunto relativo al estado en el que se halla en deudor en el momento que el acreedor pretende la reclamacin de su crdito, situacin que slo se presenta en los casos antes anotados y no cuando el deudor nicamente debe, perodo en el que se encuentra en efectiva coordinacin con el otro sujeto de la relacin obligatoria. Sin duda alguna que, en esta eventualidad, sera errneo calificar de subordinada la condicin del deudor con respecto al acreedor.

b) Este estado de sujecin en el que normalmente se halla aqul que se encuentra expuesto al derecho potestativo de otro, es exactamente igual al estado en el que se halla el deudor cuando se presentan las situaciones a que me he referido anteriormente (por incumplimiento, incumplimiento parcial o, finalmente, por impedir o dificultar la satisfaccin del crdito de su acreedor). En efecto: 1) En la sujecin, en su sentido estricto, un sujeto sufre las consecuencias del ejercicio de un poder ajeno, sin la mnima posibilidad de poder evitarlo. De la misma forma, el deudor que decide no cumplir su deber de prestacin y, en efecto, no lo cumple, sufre las consecuencias advenidas como consecuencia de su comportamiento omisivo; este tambin es un estado de sujecin pero provocado por el mismo deudor, y al que se podra denominar estado de sujecin inducido. 2) La circunstancia que en el primer caso la persona no se halle obligada frente a la persona que ejercita el poder, no constituye razn suficiente que permita diferenciar los efectos entre uno y otro caso, pues en ambas hiptesis dos sujetos padecen las consecuencias de determinado acontecimiento. 3) Si el deudor tiene un deber en tanto se halle en la posibilidad de elegir entre realizar o no el deber de prestacin, este deber desaparece cuando decide no ejecutar su prestacin, en cuya circunstancia, simplemente sufre las consecuencias de su comportamiento, es decir, provoc un estado de sujecin, el mismo que ha sido inducido por el mismo deudor. Es como consecuencia de este estado de sujecin que el deudor responde con sus bienes. La desaparicin del anotado deber acaece sin que, por sus efectos, se compare a la extincin de la obligacin como consecuencia del cumplimiento del deber de prestacin. 4) En el estado de sujecin, a diferencia del momento en el que debe, el deudor autoriza la agresin del acreedor sobre su patrimonio. Resultara intil negar la existencia de dos estados claramente diferenciados, distincin que, por lo dems, facilita el entendimiento del concepto que se maneje de la obligacin en sentido estricto.

En la doctrina alemana de hace ms de un siglo pueden hallarse las bases de esta orientacin, cuando se seala que Aqu se apoya la opinin que quiere atribuir a la obligacin un dominio visible, y que aprecia la esencia de la obligacin en la sujecin del deudor a la ejecucin forzada, es decir, en el vnculo de la persona, y del patrimonio del deudor, en el caso de la ausencia de la prestacin por parte de ste. La doctrina italiana tambin se muestra receptiva a una apreciacin como la expuesta en este anlisis, cuando seala que La esencia del deber (en todo campo, y no slo en el campo jurdico) puede indicarse sintticamente, en una limitacin de la actividad del individuo, cuya accin est orientada hacia cierto comportamiento. Puesto que se trata de un lmite externo, el deber es tal slo en tanto y en cuanto el individuo conserve la eleccin entre su observancia o violacin. La eleccin se pierde cuando el deber de prestacin no es ejecutado, momento en el que el deudor se coloca en estado de sujecin. Finalmente, no se podra evitar la posibilidad de que el deudor quede sujeto al acreedor sin que se haya cumplido el plazo para el cumplimiento del deber de prestacin, segn se tiene anotado (cuando realiza comportamientos destinados a evitar o entorpecer la satisfaccin del crdito de su acreedor). Por lo dems, no hay obstculo para que el deudor cumpla lo prometido aun estando en estado de sujecin inducido.

9. Antecedentes histricos

1. El derecho romano

Se ha comentado mucho la forma como en Roma, el deudor se hallaba sujeto frente a su acreedor, llegando a responder, bajo la fuerza de un derecho romano muy antiguo, hasta con su vida. Las sanciones eran extremadamente drsticas, al punto que ni siquiera la muerte del deudor llegaba a satisfacer al acreedor cuando el solvens inejecutaba su deber de prestacin, a pesar de haber recado la responsabilidad sobre la persona misma del deudor. Un pasaje de la historia del quehacer romano nos muestra la frialdad con la que se gobernaban la mayora de las relaciones de crdito en aquellos tiempos: implicando la obligacin una atadura (situacin que se presentaba fsicamente y no como mera metfora), cuando el deudor no cumpla su deber de prestacin era atado a una columna durante das y noches, expuesto a las inclemencias del tiempo, con la esperanza de que alguien (tercero), en actitud solidaria, se compadezca del mismo y en su lugar cancele sus deudas. Sometido el deudor a estas condiciones extremas, poda fallecer sin que el acreedor vea satisfecho su crdito, situacin que no impeda a este ltimo esperar que, tambin alguien, interesado en la inhumacin el cadver le pague la deuda. Este pasaje grafica claramente un estado de sometimiento personal del deudor a manos de su acreedor. El estado de sujecin se daba desde el inicio contra el mismo deudor o contra el tercero, segn alguno de ellos sea el que garantice el cumplimiento del deber de prestacin.

El estado de sometimiento en el que se hallaba el deudor con respecto al acreedor se debe fundamentalmente al hecho que, desde el punto de vista econmico-social, las diferencias, y por ende el desequilibrio, venan impuestas antes de la vinculacin, razn por la cual se afirma con bastante propiedad que Al nexum recuren quienes tiene una posicin social y econmica dbil, e incluso se ha llegado a pensar que slo es utilizado entre acreedor patricio y deudor plebeyo, es justamente debido a la presencia de tremendo desequilibrio que la situacin de nexi en que se encontraban numerosos individuos, llev a un estado de agitacin social, y tal se cuenta como uno de los captulos de la lucha entre patricios y plebeyos. Una lex Poetelia Papiria (236 a de C.( aboli el nexum, sustituyendo la atadura o vinculacin de la persona del deudor por la de sus propios bienes.

Por ello se explica el hecho que si bien empezaron a atenuarse progresivamente las sanciones con el pasar de los aos, stas se limitaban al deudor mismo, hasta que en el ao 236 antes de Cristo, mediante la anotada lex, se elimina toda sancin personal al deudor, recayendo la responsabilidad por incumplimiento exclusivamente sobre sus bienes. Esta norma, sin duda alguna, tiene una trascendencia enorme en las nuevas concepciones del derecho en cuanto a la responsabilidad del deudor y trae consigo un cambio radical en el contenido normativo de los efectos por el incumplimiento del deber de prestacin, pues se ha de considerar, en adelante y por influencia de aquella disposicin, la eliminacin de toda sancin personal en el solvens para dar paso a la responsabilidad del deudor con su patrimonio (no se concibe, en los actuales tiempos, penalizar el incumplimiento de un deber de prestacin de naturaleza patrimonial).

Enfocado el asunto en relacin a la concepcin romana de la obligacin, dos definiciones pueden ser suficientes para revelar la naturaleza de la obligacin romana o, en todo caso, nos conceden la posibilidad de conjeturar sobre una de las ms representativas figuras del derecho romano, la misma que se explicaba a travs de la existencia de una vinculacin personal entre acreedor y deudor, a pesar de que, parte de la doctrina ha puesto de relieve en aquellas definiciones romanas el aspecto pasivo de las mismas (la posicin del deudor en la relacin).

a) Definicin de Justiniano. Segn Justiniano, La obligacin es un vnculo jurdico por el que nos obligamos a cumplir algo, segn los derechos de nuestra ciudad. Esta definicin ve en la obligacin un vnculo jurdico, la misma que incide exclusivamente sobre la entrega de un bien (obligacin de dar), de tal forma que se verifica la ausencia de los otros deberes de prestacin que pueden formar parte del contenido de la obligacin (obligaciones de hacer y de no hacer). Asimismo, se insina en la definicin que la obligacin slo est regida por el Ius Civile, lo que no parece ser estrictamente cierto. Finalmente, no hay una indicacin expresa al acreedor; sin embargo, debe entenderse que el deber de prestacin alude la existencia de un derecho subjetivo, el mismo que es atribuido a un sujeto: el acreedor, de tal modo que, aun en esta antigua definicin, la obligacin es considerada como un vnculo de derecho, el mismo que, para ser tenido como tal, requiere de dos sujetos contrapuestos.

b) Definicin de Paulo. Indica Paulo que La substancia de las obligaciones no consiste, en que haga algn cuerpo nuestro o alguna servidumbre nuestra, sino en que constrie a otro a darnos algo, o a hacernos o a prestarnos. A diferencia del contenido de la definicin anterior, se pone de relieve el aspecto activo de la relacin obligatoria, al darse realce a la actitud por la que se nos habilita a constreir a alguien a hacer o prestarnos algo.

De ambas definiciones se obtiene una conclusin innegable: la obligacin implicaba siempre una relacin jurdica. Sin duda que estas definiciones se hallan muy alejadas de las que posteriormente ha dado la doctrina europea, como aquella que seala: Dase el nombre de obligacin a la relacin jurdica establecida entre dos o ms personas, por virtud de la cual una de ellas, el deudor, debitor, se constituye en el deber de entregar a la otra, el acreedor, creditor, una prestacin. Enfocada desde el punto de vista del acreedor, la obligacin implica un crdito; para el deudor supone una deuda; o como aquella otra que afirma: Por obligacin, o relacin obligatoria, debe entenderse, en efecto, una relacin entre dos sujetos (al menos), en virtud de la cual uno de ellos (deudor: llamado, a veces promitente) queda obligado, esto es, sometido a un deber, o comprometido frente al otro (acreedor: llamado, a veces, estipulante) a cumplir una prestacin, o sea, a desarrollar una actividad determinada (comportamiento) patrimonialmente valorable; y se le atribuye al acreedor un correspondiente poder que consiste en la pretensin a la prestacin, pues en estas definiciones se pone de relieve el aspecto relacionante, que es caracterstico en las obligaciones, consagrndose la existencia de una vinculacin personal, tenindose como punto de referencia un objeto y el desarrollo de determinada prestacin o comportamiento.

Es justamente en mrito a una incompleta interpretacin de las definiciones romanas que la doctrina clsica, a diferencia de las dos ltimas definiciones, ha puesto de relieve, al definirse la obligacin, el deber del deudor, y sustancialmente concentraba la obligacin en el dbito. Las apreciaciones de la doctrina clsica, al considerar el lado pasivo de la obligacin como extremo fundamental en su definicin, nos ha legado una nocin restringida de la misma, limitando su contenido a uno de sus componentes subjetivos. Sin duda alguna que esta orientacin est lejos de semejarse a la que, por ejemplo, se ha edificado en la dcada del 70 del siglo pasado, en la que se ha considerado a la obligacin como deber jurdico, esta conclusin es sustentada en varios aspectos, siendo uno de los ms importantes aquel que sostiene que la obligacin es el resultado de un acto de preceptuacin (de mando). Es la norma, observada desde el punto de vista subjetivo. No hay verificacin posible de la existencia de una obligacin sino a travs de la suposicin o constatacin de un acto mandante. Segn este criterio, tanto la obligacin como la norma estn constituidas por la misma realidad, tanto la norma como la obligacin inciden sobre la conducta del hombre; el deber jurdico lleva implcito un comportamiento, una conducta. A pesar de los significativos aportes de esta doctrina a la ciencia jurdica, en esta investigacin la orientacin es distinta.

2. El cdigo civil francs

El cdigo civil francs regula a las obligaciones en la seccin III del libro III (De los contratos o de las obligaciones convencionales en general) de modo muy peculiar, pues las normas obligatorias aparecen acaso subordinadas al contrato, as lo entiende tambin una connotada doctrina al sealar que: El Cdigo civil francs (Tit. III del libro III) presenta las reglas generales de las obligaciones como un simple accesorio de la teora de los contratos; estas reglas ocupan los artculos 1134 a 1303. Tal es plan antes seguido por Pothier, quien lo tom de las Institutas de Gayo y Justiniano. Sin duda que la influencia del derecho romano, a travs de Pothier, fue enorme en la configuracin del cdigo civil francs. Estas normas obligatorias estn referidas a las obligaciones que nacen del contrato y otras convenciones. En el ttulo IV del mismo libro, este cdigo, sanciona a las otras fuentes de las obligaciones (no convencionales), considerndose entre ellas a los cuasicontratos, los delitos y los cuasidelitos.

En todas estas normas, el cdigo napolenico no nos brinda una definicin general de la obligacin, y aun cuando define ciertas formas obligacionales, guarda silencio con respecto a las obligaciones de dar, de hacer y de no hacer. El no haberse definido la obligacin en este cdigo constituye circunstancia que no desmerece la vala del mismo, ha de entenderse que la doctrina francesa que se sustenta en el mismo ha suplido con creces esta omisin, adems de que a los cdigos no les corresponde suplir la labor de la doctrina y de la jurisprudencia.

3. El cdigo civil de 1852

Si bien el cdigo civil peruano de 1852 tuvo influencia francesa, no se puede negar el influjo de otras codificaciones. Aun cuando el cdigo de 1852 en sentido estricto no define a la obligacin, en el artculo 1220 nos seala en qu consiste el objeto de la misma, al establecer que El objeto de toda obligacin es dar, hacer o no hacer alguna cosa. Lo curioso de este cdigo es el hecho que, en el numeral 1226, al definir al contrato, lo hace en trminos obligacionales, al expresarse que el Contrato es un convenio celebrado entre dos o ms personas, por el que se obligan a dar, hacer o no hacer alguna cosa. Es fcil percibir en esta definicin del contrato un enorme contenido obligacional; en efecto, el artculo 1226 define parte del contrato y parte de la obligacin. Esta confusin no debera sorprendernos si se tiene en cuenta que aun hoy el asunto de la distincin no parece tan clara para algunos sectores de la doctrina, defecto que tambin reclama su presencia en la actual codificacin, por ejemplo, cuando considera a la obligacin objeto del contrato.

4. El cdigo civil de 1936

El Cdigo Civil de 1936 no nos prodiga una definicin de la obligacin; sin embargo, del contenido del conjunto de disposiciones dedicadas a las obligaciones (libro quinto) se puede entender que la obligacin implica una relacin jurdica, por la que un sujeto, denominado deudor, se compromete a realizar una prestacin a favor de otra, denominada acreedor. As se percibe del sistema cuando este cdigo, al sancionar las diversas formas obligacionales, pone de relieve tanto el lado activo como pasivo de esta relacin jurdica patrimonial. Este enfoque tambin ha sido asumido por los comentaristas y estudiosos de anotado cdigo. Adems de ello, el libro quinto del referido cuerpo normativo civil lleva por ttulo Del Derecho de Obligaciones, sancionndose en el mismo todos los aspectos y efectos de una relacin jurdica de naturaleza patrimonial; es decir, el trmino obligaciones utilizado por el cdigo de entonces significa vinculacin o relacin jurdica de naturaleza patrimonial y en forma alguna puede ser entendida como deber de prestacin.

10. Concepto de obligacin en el actual cdigo

Tal y como aconteci con el cdigo civil de 1936, el actual no ha definido a la obligacin; sin embargo, se mantiene aquella orientacin por la que se considera a la obligacin como una relacin jurdica de naturaleza patrimonial. No es reprochable la decisin de los legisladores en cuanto al hecho que este cdigo, como el anterior, no haya definido a la obligacin, dejando que esta labor sea cumplida por la doctrina y la jurisprudencia. Slo una afirmacin reiterativa, tanto el libro sexto como el sptimo del vigente cdigo civil, regulan aspectos y efectos de una relacin jurdica de naturaleza patrimonial, sin la mnima posibilidad de involucrar, en esta concepcin, al deber de prestacin, el mismo que coherentemente es considerado como elemento de la relacin obligatoria.

11. Nocin de obligacin

Se ha dicho, con absoluta conviccin, que Si se presta atencin a la historia de la ciencia jurdica, se podra concluir que una definicin de la obligacin es del todo intil. Sin duda que la veracidad de la anotada afirmacin se verifica si se hace un examen del contenido de las codificaciones civiles en materia de obligaciones y se confirma que, en efecto, stas no definen, por lo general, a la obligacin; sin embargo, resultara arbitrario proclamar la inutilidad de las diversas definiciones que se han dado en doctrina; prueba de ello es que el mismo autor citado, hace uso de lo que las Inatitutas justinianeas y Paulo entienden por obligacin, independientemente de lo que, al definir, terminan proyectando aquellas definiciones. A pesar de todo ello, en la literatura jurdica mundial se pueden hallar muchsimas definiciones de la obligacin, respecto de las cuales, admitiendo su importancia, omito toda transcripcin, pues dicha tarea no pareciera tener mayor utilidad, por lo menos en un estudio como el ahora realizado. Sin embargo, por lo general se percibe que, de modo frecuente, la doctrina ha diseado dos conceptos de obligacin, uno en sentido amplio y otro en sentido restringido. El asunto tiene relevancia si tenemos en cuenta que el cdigo utiliza indistintamente los dos vocablos para referirse unas veces a la obligacin propiamente dicha y otras al deber jurdico, motivo por el que ha de justificarse un anlisis previo a la nocin de obligacin desde estas dos perspectivas.

1. La obligacin en sentido lato: el deber jurdico

La obligacin en sentido amplio es considerada como deber jurdico, as nos expresamos, por ejemplo cuando afirmamos que los padres tienen la obligacin de alimentar a sus hijos. El cdigo civil se refiere a este tipo de obligacin, es decir, como sinnimo de deber jurdico, en muchsimos artculos (51, 55, 76, 78, 91, 105, 126, 128, 131, 137, 148, 154, 164, 174, 182, 187, 188, 224, 227, 235, 239, 240, 249, 287, 291, 300, 305, 306, 316, 322, 323, 347, 350, 370, 413, 424, 426, 427, 439, 441, 444, 447, 454, 456, 473, 475, 477, 478, 479, 480, 481, 482, 483, 484, 486, 512, 520, 525, 529, 536, 540, 541, 548, 551, 558, 574, 579, 596, 600, 604, 605, 621, 627, 645, 647, 660, 666, 667, 671, 708, 728, 735, 762, 787, 830, 858, 871, 874, 878, 879, 910, 932, 933, 934, 941, 943, 949, 962, 966, 973, 976, 980, 981, 982, 984, 1006, 1007, 1013, 1094, 1097, 1099, 1104, 1110, 1111, 1116, 1118, 1127, 1130, 1132, 1133, 1136, 1138, 1141, 1148, 1150, 1151, 1153, 1154, 1155, 1156, 1158, 1161, 1164, 1172, 1174, 1180, 1184, 1188, 1195, 1206, 1209, 1212, 1213, 1218, 1219, 1222, 1223, 1235, 1237, 1240, 1246, 1249, 1250, 1251, 1256, 1260, 1263, 1268, 1270, 1272, 1276, 1283, 1296, 1214, 1315, 1316, 1317, 1318, 1321, 1325, 1328, 1329, 1230, 1331, 1333, 1335, 1336, 1338, 1339, 1340, 1341, 1342, 1347, 1348, 1349, 1363, 1380, 1382, 1383, 1396, 1414, 1418, 1437, 1438, 1442, 1457, 1461, 1462, 1470, 1471, 1473, 1476, 1468, 1479, 1485, 1487, 1488, 1489, 1495, 1497, 1498, 1503, 1511, 1512, 1519, 1524, 1528, 1529, 1538, 1549, 1558, 1564, 1565, 1574, 1576, 1582, 1587, 1602, 1604, 1615, 1618, 1619, 1620, 1621, 1627, 1642, 1648, 1653, 1662, 1666, 1678, 1680, 1681, 1682, 1693, 1696, 1697, 1708, 1709, 1713, 1723, 1728, 1733, 1735, 1737, 1738, 1747, 1751, 1764, 1771, 1774, 1776, 1781, 1782, 1787, 1788, 1790, 1793, 1794, 1795, 1796, 1799, 1800, 1805, 1810, 1811, 1812, 1814, 1825, 1827, 1828, 1842, 1850, 1851, 1854, 1855, 1859, 1868, 1873, 1876, 1877, 1880, 1883, 1886, 1887, 1891, 1896, 1897, 1898, 1899, 1902, 1903, 1929, 1937, 1938, 1942, 1950, 1952, 1954, 1956, 1957, 1959, 1962, 1969, 1970, 1972, 1975, 1996 y 2119). Varios de estos numerales, incluso, regulan aspectos relativos a la relacin obligatoria. Sin duda alguna que todas las normas anotadas, si bien utilizan los vocablos, obligacin, obligaciones, obligado, obliga, etc. No se refieren a una relacin jurdica, sino a un estricto deber jurdico. Asimismo, a todos estos deberes se les contrapone un determinado derecho subjetivo, el mismo que est referido a una enorme diversidad de supuestos, de tal modo que inciden sobre derechos patrimoniales o no patrimoniales. Lo llamativo del asunto es que un buen nmero de disposiciones se proyectan sobre la relacin obligatoria contemplada en el libro sexto del Cdigo Civil, de tal manera que muy bien podran ser denominados deberes jurdicos crediticios, y que, sin duda, son de naturaleza distinta a los deberes jurdicos no patrimoniales. Definitivamente que, en este estudio, no se calificarn a estos deberes especiales (patrimoniales) como obligaciones, pues no tienen, en sentido estricto, la caracterstica de una autntica obligacin, entendida sta como relacin jurdica de naturaleza patrimonial.

Este uso significativo de la palabra obligacin como sinnimo de deber, no ha impedido al legislador a utilizar tambin este mismo vocablo en varios artculos, como acontece, por ejemplo, entre muchos otros, en los numerales 106, 234, 288, 289, 290, 291, 326, 332, 360, 418, 423, 470, 518, 526, 590, 599, 794, 941, 945, 961, 1010, 1134, 1142, 1165, 1166, etc. del Cdigo Civil.

Una definicin de la obligacin que soslaye el aspecto activo de la misma y, por lo tanto, se limite a disearla tomando como base el deber de prestacin (lado pasivo de la obligacin), no es sino una obligacin pero entendida como sinnimo de deber jurdico; por consiguiente, no se estara definiendo propiamente a una relacin obligatoria, sino a una situacin jurdica, la misma que tiene como centro de atencin la posicin del deudor en la trama obligacional. En suma, esta definicin no es propiamente una que concepte a la obligacin pero entendida como relacin jurdica patrimonial y a la que, sin mayor discusin, se refiere el libro sexto del cdigo civil, pues este libro la entiende, de modo general, como una autntica relacin de derecho, pero de naturaleza patrimonial.

2. La obligacin en sentido estricto: la relacin jurdica patrimonial

El segundo significado que se le da a la palabra obligacin es de relacin jurdica pero de naturaleza patrimonial. Una revisin histrica del asunto, nos ha llevado a verificar que, en efecto, el derecho romano tena a la obligacin como vnculo, como relacin, establecida entre dos sujetos: el acreedor y el deudor. Este es el sentido que nuestro sistema le otorga a la obligacin (relacin obligatoria), razn por la que el libro sexto del Cdigo Civil, se halla rotulado como Las Obligaciones. La voz utilizada, por el ms importante cuerpo normativo del derecho privado, para identificar esta parte del derecho civil patrimonial es inequvoca, por cuanto se refiere a una autntica relacin jurdica. No poda ser de otro modo, dado que el libro sexto no se limita a proyectar efectos jurdicos sobre uno de los extremos de la relacin obligatoria, sino sobre toda la vinculacin. Lo mismo se puede predicar del libro sptimo del Cdigo Civil (Fuentes de las Obligaciones), en razn de que este libro contempla un importante nmero de fuentes que causan o dan nacimiento a la relacin obligatoria. La obligacin a que se refieren, de modo general, los libros sexto y sptimo del cdigo, es mucho ms que un deber jurdico, se incluye tambin, en el concepto de obligacin al derecho subjetivo atribuido al acreedor; siendo as, implica siempre y en todo momento una vinculacin.

Es cierto que, por ejemplo, en el derecho de familia se nos muestran un significativo nmero de deberes jurdicos impuestos a una persona, los mismos que se hallan contrapuestos a uno o ms derechos subjetivos atribuidos a un determinado sujeto; siendo as, no hallo impedimento para designar a esta vinculacin especial como relacin jurdica familiar, absolutamente distinta a la relacin obligatoria; por lo tanto, entiendo que en el derecho de familia no hay propiamente obligaciones o si se prefiere relaciones obligatorias. No obstante lo dicho, en doctrina suelen designarse a estas relaciones jurdicas familiares como obligaciones institucionales, las que tienen una calificacin llamativa para diferenciarlas de las obligaciones propiamente dichas; estas obligaciones institucionales tienen una naturaleza propia distinta de las relaciones obligatorias, as, por ejemplo, se pronuncia una calificada opinin cuando seala que la doctrina ha hablado de una diferenciacin entre obligaciones institucionales y obligaciones especficas, distincin que es perfectamente aceptable. Las primeras existen entre personas que se hallan en una situacin determinada respecto de un conjunto de relaciones jurdicas que se dan dentro de un determinado marco institucional, entendiendo por institucin la situacin existente entre personas y cosas, destinadas a una existencia duradera, y que el ordenamiento jurdico regula conforme a criterios y normas arraigados en la vida social. Obligaciones institucionales son, por lo tanto, las que derivan de la razn de ser de la institucin, aunque no se puede decir que tengan carcter imperativo, generalmente, y que no admitan pacto en contrario, pues esto depender nicamente de la naturaleza de los intereses que persigan.

El asunto en lo tocante a los alimentos es sumamente peculiar, pues es aqu donde toda diferencia pareciera diluirse; en efecto, se podran pensar que el hijo asume la calidad de acreedor (portador de un derecho subjetivo), frente al padre que sera considerado como deudor (sujeto al cumplimiento de un deber de prestacin); por lo tanto, habramos identificado una autntica obligacin o relacin obligatoria. Entiendo que el problema tiene solucin y todo parecera indicar que esta relacin jurdica, aunque de naturaleza patrimonial es estrictamente institucional y, de consiguiente, no es una tpica obligacin o relacin obligatoria. En una obligacin estricta (no institucional) se aplican todos los supuestos sobre extincin y otros efectos de las obligaciones sin ninguna limitacin que las que, por la naturaleza de la relacin obligatoria impida su aplicacin (no por la naturaleza de la materia regulada, sino por la propia naturaleza de la figura); por lo tanto, en trminos generales, el crdito contenido en una relacin obligatoria es trasmisible, renunciable, transigible y compensable. En cambio, tratndose de una obligacin institucional (como el caso de los alimentos), por expresa determinacin del artculo 487 del Cdigo Civil, el denominado crdito alimentario es intrasmisible, irrenunciable, intransigible e incompensable. Sin duda que, desde una perspectiva prctica, resultara sumamente difcil pretender identificar un crdito estricto (activo de la obligacin propiamente dicha) con un crdito alimentario (activo de una relacin jurdica familiar u obligacin institucional).

Sea como fuere, es decir, entendiendo que en el derecho de familia nos podramos hallar frente a una relacin jurdica familiar o ya frente a una obligacin institucional, stas difieren claramente de la obligacin propiamente dicha o relacin obligatoria, aun cuando, como se ha visto, en el derecho familiar se genere una obligacin con incidencia patrimonial como lo es el caso de los alimentos, supuesto en el que, deber entenderse, no convierte a esta relacin familiar en una relacin obligatoria.

3. Concepto de obligacin

Asumiendo que nicamente la obligacin, considerada como relacin jurdica, satisface nuestras expectativas, desde una ptica estrictamente personal, considero que la obligacin puede ser conceptuada como una relacin o vnculo jurdico especial de naturaleza patrimonial, establecido entre acreedor y deudor, por el cual los sujetos vinculados buscan que el primero alcance un bien o una utilidad, valindose para ello, de una conducta positiva o negativa a ser desarrollada por el segundo.

Se pueden verificar en la literatura jurdica un enorme nmero de definiciones de la obligacin, tal vez la que se presenta parezca singular si se le compara con todas aquellas otras, pues en la misma se incluyen como componentes de la vinculacin tanto al objeto como a la prestacin lo que, seguramente, podra llamar nuestra atencin, al haberse considerado tradicionalmente al elemento prestacin como la clave para perfilar una genuina definicin de la obligacin, y que ahora, va acompaada de otro elemento (objeto) que reclama su inclusin.

12. Anlisis de la nocin de obligacin

De la nocin que se ha proyectado de la obligacin se pueden extraer, entre otros, tres ingredientes importantes, pues posibilitan perfilar una definicin de la obligacin con inclusin de todos sus componentes; sin embargo, debido a su singular orientacin, resulta oportuno realizar una explicacin de cada uno de ellos: 1. La obligacin es una relacin jurdica

La obligacin es, y esto es definitivo, una relacin jurdica, la misma que, teniendo la caracterstica de ser patrimonial, se erige como una relacin jurdica especial. Ahora bien, se trata de una relacin jurdica porque en la misma se hallan vinculados dos sujetos: un sujeto activo denominado acreedor y otro sujeto pasivo llamado deudor. Ha de notarse, en seguida, que el concepto dado se refiere a la obligacin en sentido estricto y, en forma alguna, alude al deber jurdico, el mismo que ser hallado, al interior de la relacin obligatoria, como atribucin efectuada a uno o a los dos sujetos de la vinculacin. En un intento de coherencia terminolgica, de aqu en adelante, por lo menos en este trabajo, el trmino obligacin slo es utilizado en sentido estricto. El carcter vinculatorio otorgado a la obligacin es entendido hoy de modo bastante similar a las concepciones romanas de todos los tiempos, entendida la vinculacin como relacin. Queda pendiente dejar en claro, sin embargo, que si bien la obligacin es una relacin jurdica, no todas las relaciones jurdicas son obligaciones.

2. El deber de prestacin

El deber de prestacin constituye un deber especial, pero al fin y al cabo deber jurdico, de tal modo que no viene a ser sino una de las tantas formas como se manifiesta este concepto general. A nivel normativo pueden hallarse varias formas de deber segn la naturaleza del derecho que se contrapone. El deber directamente conectado con el derecho de crdito es el denominado deber de prestacin, este deber importa, al igual que todos los dems, el desarrollo de un comportamiento, de una conducta a cargo de la persona a la que se le atribuye dicho deber. Este deber se materializa en un elemento de la relacin obligatoria denominada prestacin, la misma que es utilizada con la finalidad de que el acreedor alcance el objeto. Siendo as, desde ya se proyecta una separacin entre objeto y prestacin; elementos que cumplen, cada uno de ellos, una determinada funcin: a) la prestacin se erige como el medio hacia la obtencin del objeto, en tanto que b) el objeto es el resultado buscado por el acreedor. Ambos no necesariamente desarrollada (prestacin) o alcanzado (objeto) respectivamente, pudiendo ser considerados como meras posibilidades.

3. El resultado

El resultado, es el objeto de la obligacin y como tal pretende satisfacer las expectativas del acreedor. Es el punto de referencia obligacional y, por lo tanto, lo que le da dinamismo a la obligacin; esta situacin no compromete la importancia de la conducta debida, ni la posterga a un segundo plano, en razn de que resultara imposible que el acreedor alcance el objeto sin que haya, de por medio, una prestacin.

13. Desdoblamiento del dbito

El asunto relacionado a los elementos internos hallados en el lado pasivo de la obligacin, constituye tema de no pocas controversias. No obstante incidir el problema en el lado pasivo de la vinculacin; sin embargo, la importancia de asumir una actitud incluyente en el anlisis de los elementos internos, obliga a considerarlos en atencin a la existencia de un derecho subjetivo, el mismo que permitir, en su momento, materializar un estado de sujecin. Estos dos elementos no son sino la deuda y la responsabilidad, los mismos que, omitiendo una averiguacin histrica, reclaman su presencia en cada una de las relaciones obligatorias, sin embargo, se ha planteado en doctrina dos situaciones distintas: a) si es que sera posible y se justificara el desdoblamiento de estos dos elementos; y b) si, siendo esto factible, pueden prestarse desligados uno del otro (responsabilidad sin deuda y, en sentido inverso, deuda sin responsabilidad).

1. Responsabilidad sin deuda

Son muchos los ejemplos tericamente utilizados con la intencin de demostrar que es posible se presenten casos en los que una persona, sin tener la calidad de deudor termine respondiendo. Relacionados a esta temtica han de utilizarse tres ejemplos ampliamente conocidos en la literatura jurdica:

a) El caso del fiador. Tratndose del fiador, se dice, que el mismo no tiene la calidad de deudor y sin embargo, responde, siendo lgico que este podra ser un supuesto de responsabilidad sin deuda. La doctrina nacional y la jurisprudencia han rechazado esta conclusin, pues para ambas, el fiador debe y por lo tanto, al deber tiene la condicin de deudor. La idea central por la que se rechazara un posible desdoblamiento de la deuda y la responsabilidad radica en el hecho que el fiador puede llegar a consolidar un estado de sujecin, pues normativamente el artculo 1868 del Cdigo Civil seala expresamente que: Por la fianza, el fiador se obliga frente al acreedor a cumplir determinada prestacin, en garanta de una obligacin ajena, si esta no es cumplida por el deudor. El vocablo obliga utilizado por el referido numeral no puede significar sino deber de prestacin, por lo tanto, debe y si debe es deudor; la posicin que ocupa el fiador en la relacin jurdica, de consiguiente, no es en calidad de tercero, sino de autntico deudor. Asimismo, la relacin jurdica material que trasciende al proceso no puede ser otra en la que se hallen extrapolados un acreedor (en calidad de demandante) y un deudor (en calidad de demandado); pero resulta que el deudor en realidad no es quien se comprometi a realizar el deber de prestacin, sino el fiador que simplemente garantiz el cumplimiento de aquel deber; sin embargo, la citada norma le impone un deber de prestacin; en otros trminos, el fiador no slo garantiza el deber de prestacin sino que el mismo tiene este deber. El problema parece complicarse si es que tenemos en cuenta los efectos originados por el pago realizado por el fiador que, desde el punto de vista del cdigo, parece ser tenido como un tercero interesado en el cumplimiento del deber de prestacin (artculo 1222 del Cdigo Civil) y es por esta razn que se subroga al acreedor, segn lo establece el artculo 1889 del Cdigo Civil (El fiador que paga la deuda queda subrogado en los derechos que el acreedor tiene contra el deudor). El realidad el precepto contenido en la norma (artculo 1222) no califica al fiador de tercero, pues en realidad no lo es por expresa determinacin del artculo 1868; asimismo, el hecho que opere la subrogacin a su favor no lo deslegitima como parte de la relacin jurdica material (como acontece en los casos de subrogacin acaecidos cuando uno de los varios deudores solidarios o indivisibles paga la deuda, situacin en la que estos sujetos realizaron el pago en calidad de deudores y no de terceros. En suma, el fiador no es tercero sino deudor, esto en mrito a la imposicin de un deber de prestacin impuesto por la norma.

El problema se presenta, sin duda alguna, cuando el pago es realizado por un tercero no interesado. Aqu ya no se siente la presencia del fiador que, por lo dems, ha quedado demostrado, no tiene la condicin de tercero. Un tercero es cualquiera no vinculado con el acreedor; es decir, aqul que no forma parte de la relacin obligatoria y por este motivo en momento alguno se halla en estado de sujecin con respecto a determinado acreedor; sin embargo, termina cumpliendo un deber de prestacin en momento alguno acordado con el sujeto activo de la vinculacin. Esta posibilidad se halla contemplada, sin posibilidad de objecin, en el anotado artculo 1222, incluso dispensando el pago por tercero no autorizado y contra la voluntad del deudor. Cuando ello acontece, este acto provoca la extincin del deber de prestacin; no obstante esta afirmacin, del sistema se puede entender que, tratndose de las relaciones obligatorias simples, el pago efectuado por el deudor causa la extincin de la relacin jurdica patrimonial simple; pero, si la relacin obligatoria es compleja (solidaria, indivisible, pago realizado por tercero, etc.) lo que se extingue no es la relacin obligatoria sino el derecho a la prestacin (derecho subjetivo del acreedor), quedando latente el deber de prestacin del deudor, con las modificaciones que implicaran el paso de una obligacin solidaria o indivisible, a una obligacin mancomunada. En esta circunstancia, consiguientemente, si es posible comprobar la presencia de un supuesto de responsabilidad sin deuda, lo que no determina la presencia de este elemento desligado de la deuda, porque finalmente el pago ser absolutamente vlido y adems proceder, de ser el caso, la subrogacin a favor del tercero no interesado que pago por el deudor.

b) El caso de la obligacin natural. En las obligaciones naturales tambin se presenta discutible en problema relativo a la posibilidad de darse una obligacin en la que se responda sin deberse. Ejemplos tpicos de estas obligaciones son aquellos en los que una persona creyendo tener el deber moral de cumplir con determinada prestacin (entregar una limosna a un mendigo, hacer una contribucin a cierto grupo religioso, etc.), realiza determinado pago. Sin objecin alguna que este supuesto pago es vlido y es justamente por ello que en doctrina se suela afirmar que esta atribucin producto del cumplimiento de un deber moral de prestacin constituye una obligacin natural. Esta obligacin natural es denominada como tal porque aquella entrega voluntariamente realizada surte todos sus efectos, a tal punto que no es viable su recuperacin va devolucin de lo indebidamente pagado. Ninguna persona est legalmente conminada a realizar un pago como el anotado, pero una vez realizado, surte todos sus efectos. Se dice, por todas estas razones, que en estos supuestos estamos frente a un clarsimo caso de responsabilidad sin deuda. Creo, sin embargo, que no es correcta tal conclusin, debido a que lo que ha tenido lugar, en sentido estricto es una atribucin patrimonial a favor del mendigo o de la iglesia (segn los ejemplos utilizados), atribucin patrimonial que tiene la forma clarsima de un contrato de donacin, por este motivo, y de modo concluyente, se puede decir que no es que se haya respondido sin deber, sino que se ha plasmado entre las partes un autntico acto de liberalidad, mediante el cual se materializa una atribucin patrimonial.

c) El caso de la deuda prescrita. Tratndose la deuda prescrita, se ha dicho en la doctrina que, quien termina realizando el pago de una deuda cuya accin para su reclamacin ha prescrito, en realidad est respondiendo sin deber, presentndose un nuevo caso en el que se habra presentado la responsabilidad sin la deuda. Esta solucin no se muestra conforme al sistema en la medida que no es que el deber de prestacin (deuda) se haya extinguido, debido fundamentalmente al hecho que la prescripcin, en atencin a nuestro sistema jurdico (artculo 1989 del Cdigo Civil) nicamente extingue la accin, dejando intacto el derecho, situacin esta que la distingue de la caducidad, hiptesis en la que se ve afectado el derecho mismo. Siendo esto as, si alguien realiza el pago de una deuda cuya accin reclamatoria ha prescrito, en verdad habra realizado un pago y, por lo tanto, respondido debiendo. El deudor, en este caso, debe y adems estara cumplimiento el deber de prestacin. Prueba de ello es el hecho que el artculo 1275 del Cdigo Civil seale textualmente que No hay repeticin de lo pagado en virtud de una deuda prescrita. Dicho en otros trminos, quien paga una deuda prescrita no est realizando un pago de lo que no debe y por este motivo no puede solicitar la repeticin de lo que considera ha sido indebidamente pagado.

2. Deuda sin responsabilidad

En sentido inverso al anterior, en doctrina se suele tambin afirmar que, en circunstancias excepcionales, tenga lugar una obligacin en la que el deudor, estando obligado, sin embargo, no responda. Siguiendo la metodologa utilizada para los supuestos de responsabilidad sin deuda, se intentar descifrar la incgnita a travs de dos hiptesis:

a) El pago de las deudas prescritas. De modo distinto al referido asunto con relacin a los posibles casos de responsabilidad sin deuda, se podra afirmar que, cuando ha prescrito la accin del acreedor para reclamar el pago de lo que le debe el deudor y este ltimo hace alegacin de la prescripcin de la accin (proponiendo judicialmente la excepcin de prescripcin), finalmente no se habra respondido a pesar de que, por disposicin del artculo 1989 del Cdigo civil, la prescripcin nicamente estropea el ejercicio de la accin sin afectar el derecho. Si esto es as, sin duda que el deudor estara debiendo a pesar de haberse liberado del pago al haber consolidado su reclamacin extintiva.

Si analizamos el contenido del artculo 1989 del Cdigo Civil, se llega a la conclusin que la prescripcin tiene por exclusiva funcin liquidar la accin de una reclamacin determinada. Si esta funcin es exclusiva, no se podra negar que la prescripcin extintiva deja inclume el derecho subjetivo. Aplicando esto al caso convocado, se dira que si el acreedor no hace su reclamacin (pago de la deuda) en el plazo de 10 aos, si bien prescribe el ejercicio de la pretensin, sin embargo, se mantiene inalterado su derecho subjetivo. Prueba de ello sera el hecho que el pago efectuado por un deudor respecto a una deuda prescrita el absolutamente eficaz y no se le considerada como si se hubiera realizado un pago de lo indebido, porque el deudor sencillamente debe. El hecho que el acreedor tenga un derecho subjetivo inalterado implica que, en contrapartida, su deudor tiene que tener un deber de prestacin; de ser as, el efecto es inevitable, el deudor debe a pesar de que la deuda se halle prescrita (incluso puede renunciar a la prescripcin ya ganada (en forma expresa o tcita() pero est en la potestad de no responder.

Avala lo dicho en el prrafo anterior el hecho que el deudor, en una deuda prescrita, al no renunciar a la prescripcin, ya no se halla en estado de sujecin y como consecuencia de ello no responder. Creo, a mi modo de ver, que se habra producido un supuesto en el que el deudor, habindose debido, sin embargo, no responde. No debe olvidarse que nada impide que el acreedor, aun cuando la deuda se halle prescrita, est en la facultad de ejecutar forzadamente al deudor, el mimo que se halla en la potestad de: 1) pagar la deuda, 2) proponer una excepcin de prescripcin, 3) renunciar expresamente a la prescripcin y ventilar sus diferencias con el acreedor en la va judicial. nicamente en el punto 2) se presenta el supuesto denunciado: deuda sin responsabilidad.

b) El caso del deudor insolvente. El asunto relativo al deudor insolvente constituye un hipottico caso en el que tendra lugar la presencia de un deudor sin que responda. Veamos el supuesto. Un deudor es insolvente cuando no tiene con qu responder frente al acreedor. No ha de olvidarse que el deudor nicamente responde con su patrimonio, jams con su persona, de tal modo que si no tiene bienes que acrecientes el activo de su matrimonio, o este es insuficiente para satisfacer al acreedor, en realidad no responde en tanto se mantenga el estado de insolvencia. Incluso podra hallarse en estado de sujecin, lo que significara que este estado no garantiza la presencia del segundo momento: la responsabilidad. En suma, el deudor debe y esta afirmacin se muestra irrebatible; sin embargo, y tambin la conclusin que sigue se verifica concluyente, no responde.

3. La responsabilidad y la sujecin

Normalmente se ha identificado a la sujecin con la responsabilidad, sin embargo, todo pareciera indicar que nos hallamos frente a dos figuras distintas. El deudor se halla en estado de sujecin, entiendo, en cualquiera de los momentos a los que me he referido en el 8 de este captulo, con las observaciones all anotadas. Adems de lo que se haya dicho en aquel lugar, completo la idea con lo que a continuacin se expone:

a) Estado de sujecin con responsabilidad. Lo normal es que el estado de sujecin determine la responsabilidad del deudor; es decir, que el acreedor obtenga la satisfaccin de su crdito, ya sea porque la prestacin fue cumplida (por el deudor o un tercero) o ya porque la misma fue sustituida (por equivalencia) con un pago indemnizatorio. Por el estado de sujecin el deudor se coloca a expensas del deudor, de tal manera que el mismo se ve obligado a responder en proceso. Este estado de sujecin, por lo tanto, puede ser visto desde dos pticas: 1) Desde la ptica del acreedor, ste se halla habilitado a exigir del deudor el cumplimiento forzado de su deber de prestacin; sin embargo, esto no garantiza, de modo pleno, que el acreedor obtenga lo que busca; es decir, que el deudor responda; lo que s acontece, en la casi totalidad de supuestos, es que el acreedor obtiene lo que busca cuando ha cuidado garantizar el cumplimiento del deber de prestacin con los bienes del deudor o de otra persona (con una garanta real o una medida cautelar de embargo). 2) Desde la ptica del deudor, ste se encuentra en tal situacin que no tiene ms remedio que someterse a las reglas legalmente establecidas para los casos en que la prestacin se haya hecho exigible; sin embargo, este sometimiento no necesariamente concluye con la responsabilidad del deudor, como en el caso de insolvencia.

b) Estado de sujecin sin responsabilidad. No ha de concebirse ideal un resultado obligacional en el que el acreedor, a pesar de que su deudor se hallaba en estado de sujecin, no alcanza la satisfaccin de su crdito; es decir, que el deudor no responda. Sin embargo, en ningn caso est garantizado al cien por cien que el acreedor obtenga el resultado, el mismo que llega como consecuencia del cumplimiento del deber de prestacin por el deudor, ya sea voluntariamente o ya por va de ejecucin forzada. Es factible que el deudor, hallndose en estado de sujecin termine no respondiendo, esto acaece, por ejemplo, cuando es insolvente. El caso del deudor insolvente merece un detenido anlisis, pues si bien le debe al acreedor, debido a su estado de insolvencia no responder en tanto se mantenga este estado. Cuando el acreedor demanda al deudor insolvente (tal vez sin saber que se halla en este estado) lo hace, seguramente, porque se cumplieron los plazos para el pago sin que el deudor haya satisfecho al acreedor; es decir, por que el deudor se halla ya en estado de sujecin, situacin en la que no se hallaba antes de que los plazos para el cumplimiento del deber de prestacin se cumplan. No obstante hallarse en estado de sujecin, al materializarse el estado de insolvencia del deudor, este simplemente no responde; esto no significa que no deba, sino simplemente que no es posible la afectacin de su patrimonio por la sencilla razn que no posee los suficientes activos como para satisfacer las exigencias de su acreedor.

Sin duda que resultara difcil negar la existencia de dos situaciones distintas que si bien pueden coincidir, no necesariamente se hallan presenten en una relacin de crdito: el sujeto pasivo de la obligacin puede deber, pero no responder si no tiene con qu responder. La responsabilidad del deudor, por lo tanto, se limita a cierto aspecto de su patrimonio, podemos concluir afirmando que: quien no tiene con qu pagar no responde, sin que ello determine la prdida de su calidad de deudor.Captulo Tercero

DE LAS FUENTES DE LAS OBLIGACIONES

1. Nocin de fuentes de las obligaciones

Entindase por fuente en forma general como el principio, fundamento y origen de alguna cosa. Como fuente de las obligaciones entendemos el origen o procedencia de las obligaciones en su aspecto vincular (Guillermo Cabanellas). Se entiende que no estamos pretendiendo establecer el nacimiento del Derecho de Obligaciones, sino de las obligaciones en forma especfica, ya que todas y cada una de las formas obligacionales se hallan normadas en nuestro CC.

2. Antecedentes histricos

En el Derecho Romano, ms propiamente en la poca justinianea se haba realizado una clasificacin cuatripartita de las fuentes de las obligaciones, establecindose que son fuentes de la obligaciones: a) los contratos; b) los cuasicontratos; c) los delitos; y, d) los cuasi delitos. Ntese que esta clasificacin no incluye, de manera alguna, A LA LEY como fuente de las obligaciones; sin embargo, la clebre clasificacin justinianea ha pasado a varias legislaciones modernas.

Nuestro CC de 1852 contena 5 fuentes de las obligaciones, era la misma clasificacin cuatripartita justinianea, incluyendo adems, a la Ley como fuente de las obligaciones. El indicado Cdigo ha tomado del Cdigo Napolenico las mismas fuentes de las obligaciones.

Planiol ha atacado con toda fuerza la forma como se han establecido las fuentes de las obligaciones en las legislaciones como en la romana, francesa, peruana de 1852, y otras similares. Para Marcelo Planiol slo existe una fuente de las obligaciones: La Ley. A su entender todas las obligaciones provienen de la Ley, sin dejar de desconocer la voluntad de las partes como creadora de las obligaciones pero porque la ley as lo permite.

No comprende al desarrollo del curso atender a los conceptos de delito, cuasidelito, contrato, cuasicontrato y la Ley, porque su estudio corresponde a otras ramas del Derecho. Sin embargo, conviene, aunque sea someramente, conceptuar lo que se entiende por CUASIDELITO Y CUASICONTRATO. En el artculo 2190 del CC de 1852 encontramos una definicin de CUASIDELITO, como Cuasidelitos son unos hechos ilcitos cometidos slo por culpa y sin dolo (se trata de hechos cometidos por imprudencia, impericia, negligencia y falta de previsin). El cuasicontrato es un concepto con contenido vaco, se le ha denominado as para sealar a los actos jurdicos similares al contrato y que generan obligaciones. En la legislacin francesa se tiene como cuasicontratos la gestin de negocios, las estipulaciones en favor de tercero, el pago de lo indebido y en algunas formas de copropiedad.

En consideracin a todo ello se tiene que las corrientes y legislaciones modernas tienen como fuentes de las obligaciones a la VOLUNTAD de las partes y a la LEY, porque los delitos, cuasidelitos y cuasicontratos originan obligaciones sustentadas en la convivencia social, por lo tanto, nacen de la Ley. Nuestra legislacin actual y la de 1936 han aceptado como nicas fuentes de las obligaciones a la VOLUNTAD de las partes y a la Ley.

a) La voluntad como fuente de las obligaciones

La voluntad contratante de una o ms personas, obviamente engendran obligaciones muchas veces recprocas. Esta voluntad se manifiesta fundamentalmente mediante los contratos, por lo tanto, es evidente que el contrato general CREA OBLIGACIONES, la Ley slo interviene para sancionar lo pactado o acordado entre las partes y slo interviene para sancionar lo pactado o acordado entre las partes y garantizar su cumplimiento. Debe tenerse en cuenta que una sola voluntad puede generar obligaciones, como en el caso de estipulaciones en favor de tercero, las liberalidades, los testamentos, etc. Esta voluntad no es arbitraria y debe ser considerada en atencin a las normas pertinentes contenidas, para tal efecto, en el ACTO JURDICO (artculos 140 al 232 del CC vigente).

b) La ley como fuente de las obligaciones

Se considera como fuente de las obligaciones a la Ley, cuando la obligacin no deriva de otra fuente, en nuestra legislacin, cuando no deriva de la voluntad de las partes. En las obligaciones nacidas de la Ley, la voluntad de las partes no juega ningn papel ni es tenida en cuenta para su nacimiento. La Ley establece su nacimiento y necesariamente su cumplimiento. A este tipo de obligaciones se les denomina tambin obligaciones legales. No podemos olvidar que hay estipulaciones voluntarias en las que los contratantes nada hubieran convenido respecto a las situaciones previstas por la Ley, obviamente con intervencin voluntaria de las partes o parte. En nuestro Derecho encontramos varios tipos de obligaciones legales, como: las nacidas de la responsabilidad extracontractual, las que provienen de la patria potestad, las nacidas del matrimonio (con ciertas limitaciones), las obligaciones de ciertas personas a suministrar o prestar alimentos, etc.

En suma, se tiene que nuestra legislacin slo conoce dos fuentes de las obligaciones: La Ley y la Voluntad, sin dejar de considerar que tomamos a las fuentes de la obligacin como causas de esta (de la obligacin), como su hecho generador. No es nuestra pretensin establecer el nacimiento del Derecho de Obligaciones, estudio que corresponde a otra parte del Derecho.Captulo Cuarto

ESTRUCTURA DE LA OBLIGACIN

18. Nociones preliminares

1. Mtodo para la estructura de la obligacin

El contrato suele ser estructurado en atencin a presupuestos y elementos, debiendo los requisitos ser analizados al verificarse cada presupuesto y cada elemento. Esta forma metdica utilizada en el examen de la estructura del contrato, ser empleada, en el estudio de la obligacin, al practicarse la construccin de la misma; es decir, al procederse a la edificacin de la relacin obligatoria; en todo caso, se pretende esbozar una estructura de la obligacin en mrito a presupuestos y elementos. Esto no significa, sin embargo, que el contrato y la obligacin tengan, necesariamente, los mismos presupuestos. Se busca, simplemente, disear una estructura de la obligacin acorde con el contrato, mxime si el contrato se erige como la fuente generadora ms importante de la obligacin. Adems, todo parece indicarnos que a la obligacin nacida del contrato nicamente se le puede atribuir presupuestos y no as elementos, dado que, en mrito a la fuera trascendente del contrato, inclusive los elementos del contrato se trasladan a la obligacin pero como presupuestos.

Varios de los presupuestos y elementos del contrato se identifican plenamente con los de la obligacin; sin embargo, no se da una coincidencia plena. Advertir que la obligacin y el contrato no tienen exactamente los mismos presupuestos y elementos no constituye una afirmacin aventurada; ha de anotarse, en cuanto a los presupuestos, que el contrato carece de vnculo jurdico; y, en cuanto a los elementos, la obligacin no tiene causa fin. Tal vez por este motivo la doctrina se haya inclinado a estructurar la obligacin nicamente delineando para ella elementos.

2. Fuerza trascendente del contrato

La fuerza trascendente del contrato no significa sino que varios de los presupuestos y elementos del mismo deben trasladarse a la obligacin que genera. En nuestro sistema, como en cualquier otro, se materializa el anotado traslado. Al sealar que varios de los presupuestos y elementos del contrato se traslada a la obligacin que genera el contrato significa, en cuanto a los presupuestos, que la obligacin deber tener, normalmente, el mismo punto de referencia objetivo y los mismos sujetos que acordaron su nacimiento (con rarsimas excepciones); asimismo, respecto a la prestacin, teniendo la condicin de elemento del contrato, se traslada a la obligacin pero asume, en sta, la condicin de presupuesto (se trata, por lo tanto, de la misma prestacin y no de otra). En el nimo de verter una idea comprensible, podemos echar mano al siguiente ejemplo: el contrato de arrendamiento; en este contrato se identifican claramente los presupuestos (arrendador y arrendatario (en calidad de sujetos( y, el inmueble arrendado (en calidad de objeto() y, entre otros, el elemento (prestacin); la obligacin generada por este contrato de arrendamiento tiene como sujetos de la obligacin exactamente a los mismos que contrataron y el bien objeto del contrato de arrendamiento tambin exactamente el mismo que sirvi de punto de referencia a los sujetos del contrato; asimismo, la obligacin en referencia tiene como contenido una prestacin, la que tambin, sin orientarse otra posibilidad, es idntica a la considerada en el contrato de arrendamiento. Siendo el panorama tan evidente, slo podramos explicarnos esta situacin de traslado, admitiendo la plena vigencia de la anotada mxima referida a la trascendencia de la fuerza del contrato, por el que los presupuestos y elementos del mismo se han desplazado a la obligacin.

Frente a este pequeo panorama (debidamente ejemplificado(, seguramente, no se sern ajenas las siguientes interrogantes: Por qu se trasladan nicamente ciertos elementos y no otros?, asimismo: Porqu aparece en la obligacin un presupuesto no incluido en el contrato? Las respuestas a estas interrogantes, por razones de mtodo, sern consideradas en mrito a dos aspectos:

a) En relacin al contrato, se identifican dos elementos, como son la causa y la manifestacin de voluntad que no se han de incluir como elementos de la obligacin. Se debe ello a dos circunstancias simples: 1) Tanto la causa como la manifestacin de la voluntad constituyen dos elementos exclusivos del contrato, en tal sentido, inciden directamente sobre el contrato y no sobre la obligacin generada por aquel. Cuando se tiene un problema sobre la posible falta de manifestacin de voluntad del agente, el vicio provoca no la nulidad de la obligacin, sino la nulidad del contrato (nulidad que a su turno fomentara efectos restitutorios pero jams la nulidad de la obligacin( ; lo mismo se puede predicar de la causa. 2) De otro lado, existe un enorme nmero de obligaciones que se generan por hechos distintos a la voluntad de las partes, como aquellas obligaciones que emergen del acto ilcito y de otros hechos o actos idneos para producir obligaciones de conformidad con el ordenamiento jurdico (enriquecimiento sin causa, etc.). Por lo dems, sobre el asunto concerniente a la causa, remito al lector a lo expuesto en otro lugar.

b) En sentido inverso, se identifica un presupuesto, como es el vnculo jurdico, que no es incluido en la edificacin del contrato. La razn por la cual el vnculo de derecho no puede constituir elemento del contrato obedece a que el contrato no es una relacin jurdica y lo que se busca por medio del mismo es justamente la generacin de una relacin jurdica. No sera dable que el contrato tenga como elemento a un vnculo jurdico y al mismo tiempo pretenda generarlo. De este modo, el vnculo de derecho puede ser considerado (aunque la designacin es discutible) como un presupuesto de la obligacin pero no del contrato. Ahora bien, es cierto que la obligacin tiene una connotacin legal porque el ordenamiento jurdico le da la calidad de jurdica; sin embargo, esto no se aplica al contrato, el mismo que tiene por funcin establecer las vinculaciones necesarias con la finalidad de facilitar el intercambio de bienes o propiciar la cooperacin recproca; en suma, el contrato no puede tener como elemento a algo que busca generar; por consiguiente, la relacin de derecho, aparece como presupuesto exclusivamente en la obligacin generada por el contrato o por cualquier otro de los acontecimientos ya referidos en desarrollar el asunto concerniente a las fuentes de la obligacin.

Estos efectos trascendentes tienen lugar, obviamente, en las obligaciones que nacen del contrato o de otras fuentes convencionales (como en el caso de los esponsales, por ejemplo (para utilizar un caso que proviene del derecho civil n