Deuda externa y crisis de Méxicode la deuda externa. Conflictos bélicos causados por impagos de...
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Deuda externa y crisis de México
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Deuda externa y crisis de México
Endeudamiento soberano: algo normal
El endeudamiento soberano es algo normal y rutinario prácticamente desde que existen los mercados de capital. La mayoría de los países son hoy por hoy deudores, no acreedores, netos.
Contrario a cierta percepción popular, desarrollo económico y riqueza no implican, ni mucho menos, una posición acreedora por parte de un país.
Los mejores ejemplos en la actualidad son sin duda Estados Unidos, con la deuda nominal más elevada del mundo, y Japón, cuyo gobierno debe más o menos el equivalente a 2.2 veces el gigantesco PIB de ese país.
En tiempos recientes, los países experimentando crisis de deuda no son emergentes, sino desarrollados, destacadamente Grecia, con Portugal, Irlanda y España experimentando fuertes problemas.
México: los siameses deuda y desarrollo
Prácticamente durante toda su vida independiente como nación, México ha estado endeudado, muchas veces altamente endeudado, con acreedores externos.
No es exageración decir que la historia del desarrollo económico de México, sobre todo en los últimos 50 años, es la historia del endeudamiento externo. Esto es, caracterizado por una accidentada evolución y repetidas crisis.
Un vistazo a los últimos 189 años, de hecho, presenta un panorama que es tan desolador como patético.
La rueda de la deuda a la mexicana (1)
Una serie de accidentadas repeticiones sobre México y su endeudamiento externo:
Apenas se abre el acceso al capital, privado, bilateral o multilateral, se estira la mano para pedir prestado.
México es visto por acreedores como gran promesa, con un potencial que permite ganancia segura.
En muchas ocasiones la deuda reemplaza lo que deberían ser ingresos fiscales del gobierno, creando un espejismo de estabilidad.
La rueda de la deuda a la mexicana (2)
En muchas ocasiones se endeuda al país de manera masiva para sostener al peso y cuentas externas en extremo desequilibrio, financiando en los hechos una enorme fuga de capitales.
Se abusa de los mercados hasta que los acreedores, después de cierto tiempo, perciben que hay problemas, y cierran de golpe sus carteras.
Sin dinero para pagar, estalla una crisis de deuda.
Después de pocos o muchos años, se renegocia, se limpia el crédito, y la rueda vuelve a girar.
México: endeudamiento accidentado (1)
Entre 1824 y 1888 tenemos:
Las primeras emisiones de deuda se realizan en 1824 y 1825, con las casas londinenses de B.A. Goldschmidt & Co. y de Barclay, Herring, Richardson & Co.
Casi de inmediato empiezan las moratorias a los pagos.Durante el período hay seis suspensiones en el servicio de la deuda externa.
Conflictos bélicos causados por impagos de deuda, como la llamada Guerra de los Pasteles (1838-39).
Un repudio de deuda, por parte del régimen de Juárez a la deuda contraída por Maximiliano.
La llamada “deuda londinense” realmente se renegocia hasta 1888.
México: endeudamiento accidentado (2)
Entre 1888 y 1973:
La renegociación de 1888 marca el inicio de una nueva etapa, pues permite la re-entrada del país a los mercados internacionales de capital.
Período de endeudamiento bien administrado hasta 1913, en que México pierde el acceso a los mercados debido a suspensiones de pagos del régimen de Victoriano Huerta.
Acuerdos con acreedores en 1922 (Obregón), 1925 (Calles), 1930 (Portes Gil-Ortiz Rubio) y 1931 (Ortiz Rubio), pero todos incumplidos por México poco después de firmados.
México: endeudamiento accidentado (3)
Negociaciones extremadamente ventajosas para el país en 1942 y 1946 (Avila Camacho), con quitas al principal de 81% en promedio y los intereses acumulados casi totalmente cancelados.
Entre 1947 y 1963 hay endeudamiento, pero con otros gobiernos y organismos multilaterales.
Trivia: ¿Cuál fue el primer país que pidió un crédito al Banco Mundial, apenas inició operaciones en 1947? México, con Miguel Alemán (aunque el 12avo en obtenerlo; los europeos recibieron dinero primero).
Trivia: El tercer país en recibir un crédito del Fondo Monetario Internacional, también en 1947, fue México (después de Francia y Holanda).
México: endeudamiento accidentado (4)
Desde la segunda mitad de la década de 1950 (Ruiz Cortines), la deuda empieza a tener creciente relevancia para las operaciones del gobierno.
Las deudas renegociadas en 1942 y 1946 son liquidadas por anticipado en 1960-61 (López Mateos), limpiando ese legado histórico.
Pemex negocia un crédito por 50 millones de dólares con 10 bancos estadounidenses en 1962.
Después de 50 años, México regresa a los mercados internacionales de capital en julio de 1963, con una emisión de bonos por 40 millones de dólares.
Entre 1964 y 1972 la deuda de México se incrementa en promedio unos 400 millones de dólares por año.
Endeudamiento desbocado: 1973-76 (1)
La política económica conocida como Desarrollo Estabilizador se abandona a iniciod de 1972.
El gobierno incrementa de manera notable su gasto, aborta una reforma fiscal, y el déficit de las finanzas públicas se dispara.
El secretario de Hacienda, Hugo B. Margáin, se mostró renuente a ejecutar las órdenes de gasto, y fue despedido. Dijo entonces (1973): “la deuda interna y la deuda externa tienen un límite, y ya llegamos al límite”.Lo que Echeverría dijo al sustituirlo fue: “las finanzas del país se manejan desde Los Pinos”. Por desgracia, el que tuvo razón fue el segundo.
Echeverría designó al frente de Hacienda al hasta entonces Director General de la CFE y amigo de infancia: José López Portillo, quien apenas nombrado demostró fehacientemente que el límite del endeudamiento estaba muy lejos de ser alcanzado.
Endeudamiento desbocado: 1973-76 (2)
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1967 1968 1969 1970 1971 1972 1973
Current Account Net External Indebtedness
Endeudamiento desbocado: 1973-76 (3)
El populismo macroeconómico echeverrista lleva a una inflación de dos dígitos a partir de 1973. El desequilibrio externo (el déficit en cuenta corriente) se dispara junto con el déficit en las finanzas públicas.
El peso se sostiene en la paridad de 12.50 por dólar a pesar de esos crecientes desequilibrios. Entre 1974 y 1976 hay una igualmente creciente fuga de capitales.
El círculo se cuadra por medio de un masivo endeudamiento externo. El instrumento favorito son préstamos por grandes grupos (créditos sindicados) de bancos internacionales.
Deuda externa a fines de:
1970 4,263 millones de dólares1972 5,065 millones de dólares1976 19,600 millones de dólares
La Crisis de Deuda de 1976-77
Los bancos prácticamente dejan de prestar a fines de 1976. López Portillo toma posesión en diciembre.
A finales de 1976 se acuerda con el FMI un programa de ajuste de tres años para superar la crisis económica. Después de debatirlo con su gabinete, José López Portillo decide ratificar el acuerdo que hereda.
Para febrero de 1977, JLP le está pidiendo al presidente Jimmy Carter que interceda ante los bancos (quien responde que no puede hacerlo). En las siguientes semanas el país está al borde de la moratoria.
López Portillo, por medio del nuevo Director General de Pemex, Jorge Díaz Serrano, saca un as de la manga cuando la partida parece perdida: proclama a los cuatro vientos que México cuenta con abundantes reservas de petróleo.
El inicio de la mancuerna deuda-petróleo
Díaz Serrano presume a banqueros internacionales una auditoría de un despacho internacional sobre la riqueza petrolera de México: 11,200 millones de barriles, el doble de lo previamente estimado (estadística deprimente: a fines de 2009 dicha reserva es de 14,000 millones de barriles).
Los banqueros reaccionan con entusiasmo, y abren la bolsa. El primer crédito, en marzo de 1977, se concede, por supuesto, Pemex.
JLP y Díaz Serrano tienen el panorama claro: hay que invertir para sacar ese petróleo (destacadamente del Golfo de México) y esas inversiones se financiarán con deuda… y la deuda (creían) se pagará sola.
Arranca una mancuerna viciosa, QUE SIGUE VIGENTE HASTA HOY: Pemex paga altos impuestos al gobierno. Como no tiene suficientes recursos para invertir, se endeuda.
Momentos de euforia (1)
Momentos de euforia (2)
La crisis de deuda de 1976-77, de la que muy pocos se enteraron, se desvanece.
México le prepaga al FMI los créditos adquiridos en junio de 1978, para endeudarse sin restricciones (incluidas en el programa con el organismo).
Se descubren más y mayores yacimientos de crudo (destacadamente Cantarell), mientras que el precio del petróleo sigue el alza.
La euforia contagia a todos por igual, destacadamente al gobierno y a los banqueros internacionales.
Momentos de euforia (3)
Momentos de euforia (4)
Otra vez… populismo macroeconómico
Particularmente a partir de 1979, ya con México como una potencia petrolera y sin el freno del FMI, el gasto público empieza a desbocarse de nuevo.
La inflación se mantiene elevada y creciente, y el déficit externo empieza a crecer de nuevo.
Con todo, la política de endeudamiento es relativamente razonable, con créditos de largo plazo a tasas razonables. El operador de ese endeudamiento es José Ángel Gurría.
El gobierno apostó a que el precio del petróleo se mantendría de forma permanente al alza, mientras que el precio internacional del dinero (las tasas de interés a nivel internacional) se mantendrían relativamente bajas.
Una apuesta perdida (1)
Las tasas de interés empiezan a subir a fines de 1979, y alcanzan niveles estratosféricos en 1981.
El precio del petróleo empieza a bajar a mediados de 1981.
Era el momento de ajustar el gasto y devaluar el peso. Se hizo lo contrario, sobre todo tratando de mantener la paridad entre el peso y el dólar. Además se perdieron clientes a raudales por mantener altos los precios del crudo mexicano.
A mediados de 1981 se inicia una fuerte fuga de capitales. Gurría recibe una orden simple: contratar créditos a cualquier plazo y precio. Cumple, y entre 1981 y el primer semestre de 1982 se endeuda al país en alrededor de 33,000 millones de dólares, buena parte a corto plazo.
Una apuesta perdida (2)
Después de meses de una sangría de dólares sin precedentes, el peso se devalúa en febrero de 1982.
Para mediados de ese año los banqueros se dan cuenta de que México está pidiendo prestado, y ellos prestando, sin control. Para fines de junio se cierran los mercados de capital para México.
Para mediados de agosto, sin recursos, el país se declara en moratoria, y a las pocas semanas se nacionaliza la banca, se establece un control de cambios y se acuerda un nuevo convenio con el FMI.
Deuda externa a fines de:
1976 19,600 millones de dólares1980 33,813 millones de dólares1981 52,961 millones de dólares1982 58,874 millones de dólares
Una apuesta perdida (3)
Inicia, así, la crisis internacional de la deuda. México inicia un efecto dominó que con rapidez afectó a América Latina y otros países en desarrollo.
Sería hasta 1990, con el Plan Brady, que México podría renegociar en definitiva con la banca acreedora y volver a los mercados de capital.
Otra apuesta perdida (1)
El endeudamiento externo es prudente durante todo el sexenio salinista.
Sin embargo, de nuevo la política económica, sólida en otros aspectos, se centra en mantener un peso prácticamente fijo contra el dólar, para mantener la inflación bajo control. De nuevo, el desequilibrio externo repunta a elevados niveles entre 1992 y 1994.
Además, en 1994 hay varios acontecimientos negativos que se combinan:- Levantamiento zapatista en enero.- Alza de las tasas internacionales de interés en febrero.- Asesinato de Colosio en marzo.- Incertidumbre política por las elecciones de agosto.- Asesinato de Ruiz Massieu en septiembre.- Incertidumbre por el nuevo gobierno.
La fuga de capitales en enorme.
Otra apuesta perdida (2)
La apuesta del gobierno saliente es tratar de demostrar que el gobierno no va a devaluar.
Se recurre a cambiar prácticamente toda deuda interna denominada en pesos (Cetes) a deuda denominada en dólares (Tesobonos).
Un detalle: los Tesobonos no sólo están denominados en dólares, sino que ofrecen un plazo extremadamente corto al vencimiento (un año o menos).
La devaluación de diciembre de 1994, por ello, resulta un desastre. México tiene que ser rescatado, como en 1982, por el FMI y el gobierno de Estados Unidos.
Y, otra vez, México causa una crisis global, por medio del llamado “Efecto Tequila”.
Otra apuesta perdida (3)
0%
20%
40%
60%
80%
100%
Jan-94 Mar-94 May-94 Jul-94 Sep-94 Nov-94
Cetes Tesobonos
Otra apuesta perdida (4)
2048.3 2191.1
4157.1
10957.3
12589.413597.8
18673.1
23798.722622.5
21644.3
24691.2
29206.1
0
5000
10000
15000
20000
25000
30000
Jan Feb Mar Apr May Jun Jul Aug Sep Oct Nov Dec
México regresa a los mercados de capital en 1995, pero paga a Estados Unidos hasta 1997, y en noviembre 2000 se paga por anticipado al FMI (con José Ángel Gurría como titular de Hacienda).
La flotación del peso iniciada en diciembre de 1994 se convirtió en un elemento permanente de la política económica. Desde entonces, no hay presiones sobre el gobierno para endeudarse para sostener cierta paridad, y el sector externo ha mostrado déficit extremadamente moderados y fácilmente financiables por medio de inversión extranjera.
El gobierno emite cada vez más deuda interna, en pesos, para pagar la deuda externa, en dólares y otras divisas. Desde 2003 se emite deuda en pesos en los mercados internacionales a largo plazo (hasta 30 años) y con tasas de interés fijas.
No se ha tenido que recurrir de nuevo al FMI o al gobierno de Estados Unidos.
15 años de endeudamiento prudente
Evitar el transformar un precio clave en la economía (el tipo de cambio) en algo intocable, más cuando un tipo de cambio fijo es incoherente con el resto de la política económica.
No endeudar al país para financiar una fuga de capitales.
Evitar las deudas de corto plazo.
Tener cuidado cuando el déficit del sector externo empiece a elevarse de manera importante.
De ser factible, endeudar al país en moneda nacional.
Lecciones de un Bicentenario de deuda (1)
Lecciones de un Bicentenario de deuda (2)
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1982 Crisis 1994 Crisis1976 Crisis
Lecciones de un Bicentenario de deuda (3)Balanza de Pagos (% del PIB)
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No.
Pemex es una bomba de tiempo, tanto en el aspecto de producción (a la baja desde 2003), de la enrome dependencia que tienen las finanzas públicas de los ingresos petroleros, de pasivos que explotarán más pronto que tarde (como sus pensiones), y de DEUDA.
La trampa (o, siendo amables, el auto-engaño) de Pemex pagando una altísima carga tributaria, y endeudándose para poder invertir, permanece.
Una de las grandes sombras, desde una perspectiva financiera, que penden sobre el bicentenario (sobre todo el de 2021) se llama Pemex, y poco indica que se esté haciendo algo al respecto.
¿Podemos celebrar?
GRACIAS
