Disrupción esternal sin existencia de fractura tras...

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Disrupción esternal sin existencia de fractura tras traumatismo torácico Sr. Director: El incremento en incidencia de traumatismos en el área esternal se debe en el momento actual a un aumento en los accidentes de trá- fico, frecuentemente secundarios a impactos de alta energía (a menu- do choque frontal contra otro vehículo). Más de un 8% de los pacien- tes con traumatismo torácico posee fracturas en el área esternal originadas en su mayor parte por colisiones contra el volante o por lesiones producidas por el cinturón de seguridad o por el airbag (1). La mayoría de las fracturas esternales ocurren en el cuerpo del ester- nón (77%), sin observar desplazamiento de las mismas en el 75% de las ocasiones (2). Sin embargo la existencia de traumatismos en esta zona sin coexistencia de fractura no constituye un hecho frecuente. A continuación exponemos nuestra experiencia en este tema. Paciente de 74 años de edad ingresado en UCI debido a una fractura de pelvis y un traumatismo torácico tras ser aplastado por un objeto de 2 toneladas de peso. Ingresa intubado y bajo efectos de sedación. En la exploración inicial además de un volet costal y fracturas de las cuatro ramas pelvianas, destaca una gran deformidad en el área esternal. Se realiza una tomografía axial computarizada (TAC) helicoidal urgente donde además de múlti- ples fracturas costales derechas a varios niveles, se aprecia una desalineación del cuerpo con el manubrio esternal, siendo única- mente mediante la reconstrucción coronal de la imagen obtenida en la TAC, donde se puede evidenciar una afectación de las par- tes blandas adyacentes sugestiva de hematoma sin existencia de una línea de fractura (Figs. 1 y 2). Los traumatismos esternales se asocian hasta en un 80% a traumatismos a otros niveles, y cuentan con una considerable mortalidad –cifrada alrededor del 12%–, tanto en el lugar del accidente como intrahospitalaria (1,2). La mayoría de las lesiones esternales se producen en el cuerpo del esternón y se trata de fracturas transversales de sencillo diagnóstico mediante radiogra- fías en proyección lateral (3). Determinadas lesiones del ester- nón, como la mencionada en el presente caso clínico, así como fracturas verticales, y anomalías en la unión condrocostal y del manubrio esternal, a menudo solo se detectan mediante la recons- trucción coronal de imágenes obtenidas mediante una TAC torá- cica (4,5). Aunque existen estudios donde se comunica que tam- bién la ultrasonografía puede resultar útil para el diagnóstico de fracturas esternales debido a su fácil disponibilidad y nula invasi- vidad (6), el empleo de técnicas de imagen para el diagnóstico de las lesiones esternales es un tema controvertido (4). En ocasio- nes, cuando existe una sospecha de este tipo de lesiones que no puede ser objetivada mediante estudios convencionales, se reco- mienda la realización de una TAC torácica con imágenes recons- truidas como técnica de elección (4,7-9). B. Obón Azuara, I. Gutiérrez Cía, B. Villanueva Anadón, F. Pardo Camacho Servicio de Medicina Intensiva. Hospital Clínico Universitario. Zaragoza 1. Knobloch K, Wagner S, Haasper C, Probst C, et al. Sternal fratures occur most often in old cars to seat-belted drivers without any airbag often with concomitant spinal injuries: Clinical findings and thecnical collision variables among 42,055 crash victims. Ann Thorac Surg 2006; 82: 444-50. 2. Von Garrel T, Ince A, Junge A, Schnabel M, Bahrs C. The sternal frac- ture: Radiographic analysis of 200 fractures with special reference to concomitant injuries. J Trauma 2004; 57: 837-44. 3. Velutini JA, Tarazona PF. Fracture of the manubrium with posterior dis- placement of the clavicle and first rib. A case report. Int Orthop 1998; 22: 269-71 4. Ayrik C, Cakmakci H, Yanturali S, Ozsarac M, Ozucelik DN. A case report of an unusual sternal fracture. Emerg Med J 2005; 22: 591-3. 5. Collins J. Chest wall trauma. J Thorac Imaging 2000; 15: 112-19. 6. Engin G, Yekeler E, Guloglu R, Acunas B, Acunas G.n US versus con- ventional radiography in the diagnosis of sternal fractures. Acta Radiol 2000; 41: 296-9. 7. Kehdy F, Richardson JD. The utility of 3-D CT scan in the diagnosis and evaluation of sternal fractures. J Trauma 2006; 60: 635-6. 8. Nakae H, Tajimi K, Kodama H. Diagnosis of a fractured manubrium aided by three-dimensional computed tomographic scanning. J Trauma 2003; 55: 139-40. 9. Saab M, Kurdy NM, Birkinshaw R. Widening of the mediastinum follo- wing a sternal fracture. Int J Clin Pract 1997; 51: 256-7. Vol. 24, N.º 3, 2007 CARTAS AL DIRECTOR 151 Fig. 1. TAC helicoidal: desalineación del cuerpo con el manubrio esternal. Fig. 2. Reconstrucción coronal: afectación de las partes blandas adyacentes correspondiente a un hematoma.

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Disrupción esternal sin existencia de fractura trastraumatismo torácico

Sr. Director:

El incremento en incidencia de traumatismos en el área esternalse debe en el momento actual a un aumento en los accidentes de trá-fico, frecuentemente secundarios a impactos de alta energía (a menu-do choque frontal contra otro vehículo). Más de un 8% de los pacien-tes con traumatismo torácico posee fracturas en el área esternaloriginadas en su mayor parte por colisiones contra el volante o porlesiones producidas por el cinturón de seguridad o por el airbag (1).La mayoría de las fracturas esternales ocurren en el cuerpo del ester-nón (77%), sin observar desplazamiento de las mismas en el 75% delas ocasiones (2). Sin embargo la existencia de traumatismos en estazona sin coexistencia de fractura no constituye un hecho frecuente.A continuación exponemos nuestra experiencia en este tema.

Paciente de 74 años de edad ingresado en UCI debido a unafractura de pelvis y un traumatismo torácico tras ser aplastadopor un objeto de 2 toneladas de peso. Ingresa intubado y bajoefectos de sedación. En la exploración inicial además de un voletcostal y fracturas de las cuatro ramas pelvianas, destaca una grandeformidad en el área esternal. Se realiza una tomografía axialcomputarizada (TAC) helicoidal urgente donde además de múlti-ples fracturas costales derechas a varios niveles, se aprecia unadesalineación del cuerpo con el manubrio esternal, siendo única-mente mediante la reconstrucción coronal de la imagen obtenidaen la TAC, donde se puede evidenciar una afectación de las par-tes blandas adyacentes sugestiva de hematoma sin existencia deuna línea de fractura (Figs. 1 y 2).

Los traumatismos esternales se asocian hasta en un 80% atraumatismos a otros niveles, y cuentan con una considerablemortalidad –cifrada alrededor del 12%–, tanto en el lugar delaccidente como intrahospitalaria (1,2). La mayoría de las lesionesesternales se producen en el cuerpo del esternón y se trata defracturas transversales de sencillo diagnóstico mediante radiogra-fías en proyección lateral (3). Determinadas lesiones del ester-nón, como la mencionada en el presente caso clínico, así comofracturas verticales, y anomalías en la unión condrocostal y delmanubrio esternal, a menudo solo se detectan mediante la recons-

trucción coronal de imágenes obtenidas mediante una TAC torá-cica (4,5). Aunque existen estudios donde se comunica que tam-bién la ultrasonografía puede resultar útil para el diagnóstico defracturas esternales debido a su fácil disponibilidad y nula invasi-vidad (6), el empleo de técnicas de imagen para el diagnóstico delas lesiones esternales es un tema controvertido (4). En ocasio-nes, cuando existe una sospecha de este tipo de lesiones que nopuede ser objetivada mediante estudios convencionales, se reco-mienda la realización de una TAC torácica con imágenes recons-truidas como técnica de elección (4,7-9).

B. Obón Azuara, I. Gutiérrez Cía, B. Villanueva Anadón, F.Pardo Camacho

Servicio de Medicina Intensiva. Hospital Clínico Universitario.Zaragoza

1. Knobloch K, Wagner S, Haasper C, Probst C, et al. Sternal fraturesoccur most often in old cars to seat-belted drivers without any airbagoften with concomitant spinal injuries: Clinical findings and thecnicalcollision variables among 42,055 crash victims. Ann Thorac Surg 2006;82: 444-50.

2. Von Garrel T, Ince A, Junge A, Schnabel M, Bahrs C. The sternal frac-ture: Radiographic analysis of 200 fractures with special reference toconcomitant injuries. J Trauma 2004; 57: 837-44.

3. Velutini JA, Tarazona PF. Fracture of the manubrium with posterior dis-placement of the clavicle and first rib. A case report. Int Orthop 1998;22: 269-71

4. Ayrik C, Cakmakci H, Yanturali S, Ozsarac M, Ozucelik DN. A casereport of an unusual sternal fracture. Emerg Med J 2005; 22: 591-3.

5. Collins J. Chest wall trauma. J Thorac Imaging 2000; 15: 112-19.6. Engin G, Yekeler E, Guloglu R, Acunas B, Acunas G.n US versus con-

ventional radiography in the diagnosis of sternal fractures. Acta Radiol2000; 41: 296-9.

7. Kehdy F, Richardson JD. The utility of 3-D CT scan in the diagnosisand evaluation of sternal fractures. J Trauma 2006; 60: 635-6.

8. Nakae H, Tajimi K, Kodama H. Diagnosis of a fractured manubriumaided by three-dimensional computed tomographic scanning. J Trauma2003; 55: 139-40.

9. Saab M, Kurdy NM, Birkinshaw R. Widening of the mediastinum follo-wing a sternal fracture. Int J Clin Pract 1997; 51: 256-7.

Vol. 24, N.º 3, 2007 CARTAS AL DIRECTOR 151

Fig. 1. TAC helicoidal: desalineación del cuerpo con el manubrioesternal.

Fig. 2. Reconstrucción coronal: afectación de las partes blandasadyacentes correspondiente a un hematoma.

14. CARTAS MONTADAS 24-3 9/5/07 10:16 Página 151