DOSSIER ESTUDIOS COMUNITARIOS LATINOAMERICANOS · entonces el proceso de empoderamiento o...
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UNIVERSIDAD DE CHILE FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES DEPARTAMENTO DE PSICOLOGÍA
DOSSIER ESTUDIOS COMUNITARIOS LATINOAMERICANOS
MEDIOAMBIENTE Y
COMUNIDAD
Dossier N° 2 / Santiago de Chile, Noviembre de 2014
2
ÍNDICE
Presentación
Paloma Valdez C.
3
Prólogo
Henry Granada E.
4
Conferencia Medioambiente, Ruralidad e Interculturalidad
Germán Rozas O.
7
Estado y políticas públicas de Medio Ambiente en Chile: El MP10 y las
Comunidades Olvidadas
Pablo Troncoso, Ivo Leiva, Sebastián Cruz, Patricia Jaurés y Camila
Miranda.
21
Ineficacia legislativa a la base de los Estudios de Impacto Ambiental y reacción
de las comunidades afectadas
Rachid Faray, María Fernanda Gaete, Diego González, Carolina Salazar y
Constanza Sasso.
36
Aplicación del Modelo Problemático Integrado (MPI) en Comunidades
Escolares Rurales: Una experiencia de Investigación-Acción-Participativa en
Conflictos Socioambientales
Lorena Molina, Pascale Camus, María Teresa Hernández, Francisco
Velásquez, Camila Vásquez, Camila Morales, Violeta Gómez, Felipe Rodríguez
y Rodrigo Mardones.
52
3
PRESENTACIÓN
En este segundo número del Dossier de Estudios Comunitarios Latinoamericanos
se presentan cuatro artículos realizados por académicos, estudiantes del Magíster de
Psicología Comunitaria, estudiantes de pregrado y profesionales de otras áreas afines;
además de un prólogo realizado por el Psicólogo y docente colombiano, invitado por la
Unidad de Estudios Comunitarios Latinoamericanos, Henry Granada.
En esta oportunidad, se optó por tener un eje temático transversal a todos los
artículos aquí expuestos, razón por la cual el dossier lleva por nombre “Medioambiente y
Comunidad”. Y es que la temática medioambiental, con el paso de las décadas, ha ido
siendo cada vez más relevada desde las Ciencias Sociales, dando cuenta de cómo las
conceptualizaciones a la base de las políticas públicas en materia medioambiental,
repercuten directamente en las comunidades que se ven afectadas por legislaciones, normas
y decisiones políticas –donde el empresariado posee gran injerencia-, frente a las cuales la
sociedad en su conjunto es la principal perjudicada.
Esperamos que, con la recopilación de estos artículos, se puedan dar ejemplos de
cómo las comunidades pueden –y deben- hacerle frente a toda problemática ambiental que
los afecte, por más poderoso y disuasivo que sea el sistema, hay que actuar unidos por la
preservación no sólo del medioambiente, sino que también de las comunidades que lo
habitan.
Lc Paloma Valdez Corchs
Asistente de la Unidad de Estudios Comunitarios Latinoamericanos
4
PRÓLOGO
Henry Granada E.1
El documento de Rozas, llano, claro, coloquial toma como foco de atención la
descripción y un breve análisis del cambio (no me atrevo a denominar EVOLUCIÓN) del
concepto de Medio Ambiente. Logra involucrar de manera gradual la emergencia (¿o
descubrimiento?) de la subjetividad y la importancia del nivel comunitario de la misma,
referido principalmente a los habitantes originarios de América “descubiertos” y
“encubiertos” por los españoles. La noción de imaginario señala la dimensión subjetiva de
lo ambiental y el necesario intercambio y negociación de significados entre culturas y no
solo ni tanto entre “expertos” quienes reducen, por lo general, la noción de ambiente a la de
recurso. Esta mirada histórica ayuda de despejar ingenuidades y desnaturalizar algunos
mitos y funge como un buen preámbulo para una historia ambiental de A.L.
Por su parte, Troncoso et al. señalan el efecto que tiene la política ambiental chilena
sobre el bienestar de comunidades específicas y, a través del análisis somero de un caso,
rescatan el concepto de “legitimidad basada en la comunidad” de la legislación respectiva.
La falta de información pertinente, la reducida o ineficiente participación y el despliegue
de poderes que centran el beneficio en lo económico, sin evaluar acertadamente otros
costos como la salud en el presente caso, se mencionan como factores que reducen el
impacto del accionar comunitario y organizado en las políticas públicas. Parece un asunto
común en varios países de A.L. en donde el interés y poder de multinacionales y sectores
mismos del Estado, asumen decisiones con perjuicio visible a corto y largo plazo. Aquí la
calidad ambiental se subordina a la noción de desarrollo del actual modelo asumido.
En la misma dirección, Faray et al. manifiestan el efecto negativo que tiene del
empoderamiento de las multinacionales y empresas privadas que controlan dimensiones
estratégicas de la vida nacional (campo energético por ejemplo) al tiempo que disminuye la
1 Prólogo realizado en el marco de la visita a Chile del Psicólogo y docente colombiano, Grupo Ambiente y
Desarrollo Humano, Universidad del Valle – Buga, Colombia.
5
acción del Estado en la regulación y la supervisión de los procesos correspondientes. Sin
embargo, también indican un crecimiento en la conciencia ambiental de ciertos grupos
concernidos y la manera como el espacio dejado por el Estado empieza a ser copado por el
poder comunitario quedando prácticamente dos grandes actores en conflicto de intereses: el
interés privado y el interés sociocomunitario. Un efecto especial es que la interlocución
de las empresas tiene un actor “territorialmente” fuerte como son las comunidades, aspecto
clave en la búsqueda de un modo diferente de vida no centrado en el lucro sino en cierta
convivencia con la naturaleza.
Finalmente, Molina et al. explicitan el valor y efecto sobre aspectos como
apropiación de problemáticas, socialización y toma de decisiones cuando se usan técnicas
no convencionales (del mercado) construidas en el lugar y con los participantes. Más
importante aún, cuando los sujetos de este actuar educativo son niños a quienes se les
quiere reconocer como actores importantes del espacio comunitario, sujetos generalmente
relegados en estas intervenciones educativas. La relación con el territorio y el sentimiento
de apego permite dimensionar la noción de recurso a la de “patrimonio”, de índole
cualitativamente diferente a la primera pues no se transa ni se mercadea, se habita.
El interés por acercar y comprender los nexos entre el tratamiento de la temática
ambiental y los grupos humanos afectados por las intervenciones, permite evidenciar la
importancia de dos nociones que tal vez permanecerían ocultas de no realizarse tal interés:
la de territorio y la de fuerza de la participación. Como corolario casi necesario se destaca
entonces el proceso de empoderamiento o potenciación comunitaria en donde autogestión
y grados fuertes de autonomía se convierten en “recursos” o capacidades y
funcionamientos para identificar y afrontar conflictos ambientales.
Es crucial continuar esta línea de reflexión, investigación e intervención que se
propone en el documento presente pues el porvenir de la calidad del ambiente, de la calidad
de vida y el desarrollo del bienestar debe ser un proceso de apropiación y ejecución de los
habitantes mismos y no de fuerzas externas. Éstas, en el mejor de los casos, canalizan y
forman competencias en tal sentido.
6
La aplicación, al menos en parte, del modelo de ecología del desarrollo humano de
Bronfenbrenner, potencia y densifica el trabajo que se realiza pues no solo es ampliamente
integrador (concepto de sistemas incluyentes y de efectos recíprocos) sino que permite
profundizar la comprensión de los procesos que allí se dinamizan pues los elementos
señalados como claves por el autor (los roles, las actividades, las interacciones, las
transiciones ecológicas…) así lo proveen.
Cuando Bronfenbrenner asume que la “díada afectiva” es la relación más
importante del sistema (al menos micro y meso) y cuando afirma que constituye el
contexto crítico más importante del desarrollo humano, está reivindicando dos puntos que
aparecen matizadamente en los artículos de los autores: 1. el afecto constituye la piedra
angular sobre la cual construir el edificio del desarrollo humano; 2. propone un reto para la
psicología ambiental y el trabajo intercultural: generar y fortalecer una interface afectiva
entre sociedad y naturaleza en donde ambos ganen, desde una perspectiva de bienestar
recíproco y no de “utilización” para el “desarrollo”.
Saludo esta iniciativa y espero su continuidad y profundización en el futuro, futuro
que ya empezamos a compartir en lo social, cultural y por qué no, en lo académico. Este
espacio significativo generado por docentes, estudiantes y profesionales, conocido como
Unidad de Estudios Comunitarios Latinoamericanos permite imaginarlo.
7
Conferencia Medioambiente, Ruralidad e Interculturalidad
Dr. Germán Rozas O. 2
Resumiendo, lo que viene a continuación es un recorrido sobre la evolución del
concepto de “Medio Ambiente”, quiero hacerlo de manera especial, acudiendo,
principalmente al tema de la historia, de manera de observar que el medioambiente ha sido
conceptualizado como primitivo, luego en función del progreso, luego en función del
desarrollo; posteriormente definido en función del desarrollo sustentable, para terminar
indicando que una definición actual requiere la participación de muchos actores de modo
que construir un nuevo concepto de medioambiente, requiere probablemente una
perspectiva intercultural.
Entonces partiendo, cuando se “descubre América” ( O'Gorman, 2003) lo que la
literatura de la época señala es que el continente de América Latina geográficamente fue
percibido como un “Nuevo Mundo”, y cuando se habla de un nuevo mundo, se percibe al
medioambiente como primitivo, inmaduro, en el cual existían animales repugnantes, se
decía que eran repugnantes las serpientes, que era un medioambiente nauseabundo (Gerbi,
1993), porque era tropical, porque hacía mucho calor, en fin, había un conjunto enorme de
características negativas del medioambiente, las cuales se resumirían en este
medioambiente primitivo, incluso decían que la vida en este continente surgía del polvo, de
la tierra, ni siquiera el grado de evolución de la vida permitía nacer de la reproducción, de
la fecundidad, así se pensaba que más bien era un territorio en proyecto, que no se había
desarrollado, por el contrario y, además agrego, que esa visión se traspasaba
automáticamente a las comunidades locales de América, señalando que los seres humanos
que aquí vivían, la población indígena que vivía acá hace milenios, estas comunidades
también eran inmaduras y primitivas.
En contraposición, cuando se habla de Europa, se refieren al concepto de “Viejo
Mundo”, no como un asunto de vejez sino que se significa por ello básicamente como
2 Conferencia dictada por el Psicólogo Comunitario, Dr. En Estudios Latinoamericanos y docente del Dpto.
de Psicología de la Facultad de Ciencias Sociales, Universidad de Chile.
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adultos, maduros, que Europa es un continente maduro, que no tiene montañas agresivas
sino colinas suaves, animales dignos. Hegel (1999) decía también que Europa era mucho
más apta para la navegación y la exploración y, además Hegel agregaba, trasladando esta
mirada de lo maduro del continente de Europa hacia la población que vivía allí,
calificándola como más desarrollada, mas evolucionada, más inteligente, con más
experiencia, más educada, lo que los auto-convirtió en más “civilizados” y particularmente,
se señala, con capacidad de autogobernarse.
Entonces al hablar de medio ambiente tenemos que en un comienzo se construye
una caracterización de un continente superior y uno inferior, de una población superior y
otra inferior (Dussel, 1994). Estoy apuntando a la idea de imaginario, aquí se aplica la
psicología comunitaria, donde hay una construcción de una idea de medioambiente, y esta
construcción es la generación de un imaginario que se comenzó a configurar en el
descubrimiento de América y posteriormente, aunque disminuida estas categorizaciones
persisten hasta el día de hoy a través de diferentes expresiones.
En un segundo momento, en otra etapa de la historia, desde el siglo XVI al XIX,
durante la colonia y la independencia, ubicando didácticamente estos dos procesos juntos,
el medio ambiente fue concebido como la bodega de Europa en América Latina.
Cuando los españoles llegaron a este continente, principalmente andaban en la
búsqueda de una cuestión misteriosa que llamaban el dorado, que era una ciudad llena de
oro, un lugar perdido, una ciudad exótica que localizaban teóricamente en Perú, luego en
Bolivia, en Brasil, en distintas partes. No obstante nunca fue encontrada, tal vez lo que
más se asemeja a esa ciudad es Machu-Picchu, que tampoco nunca la descubrieron.
Pero, en concreto lo que andaban buscando era oro, plata, minerales y esto lo encontraron
en la ciudad de Potosí, en el Perú o en Bolivia, encontraron estaño en las minas de Siglo
Veinte, etc. Luego, para extraer estas riquezas no fueron los conquistadores quienes
trabajaron en ello sino que utilizaron a las comunidades locales, fueron la mano de obra,
los nativos, que fueron empujados para explotar estos recursos, y por ello también
murieron en número de miles de personas; en conclusión la percepción y concepción del
medioambiente es que es la bodega de Europa.
9
Y la bodega de Europa, digo bien, para desarrollar y para generar progreso en países
como España, Francia, Alemania, Inglaterra y otros más, porque de hecho durante la
colonia había una prohibición de que en América se generaran industrias y empresas
manufactureras, el rol de América Latina fue concebido como productor de materias primas
para alimentar la industrialización europea, y posteriormente, alimentar la de Estados
Unidos, la industria automotriz, el automóvil que es el producto simbólico más relevante
en Estados Unidos. Ello, incluso, implicó la extracción del caucho, para las ruedas de los
vehículos, riqueza que se obtuvo de zonas tropicales ubicadas en Brasil, Colombia, Bolivia,
y otros países, con gran sacrificio de la población nativa, que también implicó en la
primera parte del siglo XX, el exterminio de un alto porcentaje de la población indígena.
Es decir siempre Europa y posteriormente Estados Unidos están pensando que
somos la bodega de materias primas para su crecimiento y América Latina tiene que
satisfacer además sus necesidades, de azúcar, cacao, café, frutas, para alimentar por
ejemplo la industria del café, o la industria del chocolate, y otras.
Estuve en París, en la calle Saint Germain desPrés, una zona intelectual, bohemia,
universitaria, donde hay muchas librerías y, me encontré con un café que se llama Café
Flores. A este café iba todas las mañanas Jean Paul Sartre, el filósofo existencialista, quién
tomaba allí su café y donde escribió parte de sus libros. Lo que quiero expresar con esta
anécdota es que en Europa se inventó esta actividad que es ir a una cafetería, las cafeterías,
la industria del café en Francia, España, Inglaterra, Alemania. Esto es parte del estímulo y
motivación del proyecto Europeo y lo importante aquí es que mientras ellos toman café en
una cafetería, generando esa imagen de bienestar y de calidad de vida europea, no obstante,
en el mismo momento esta situación, es totalmente la opuesta en cuanto a cómo vive la
explotación la población local en América Latina.
En ese mismo instante este continente cumplía otra función: la producción de la
planta del café, las plantaciones, enormes extensiones de monocultivo de cafetales, ¿quién
trabaja allí?, ¿quién hace esa labor? Sin duda nuestras poblaciones autóctonas, indígenas,
afrodescendientes, campesinos, que trabajan de sol a sol con una paga miserable, la
mayoría viviendo en la marginalidad y la pobreza. Además, el monocultivo desarrollado
para satisfacer las necesidades de estas materias primas para Europa implicó dejar de
producir otros elementos propios de la diversidad alimenticia de la población local, con la
10
consecuencia de hambrunas o la urgencia de gastar divisas para comprar alimentos
importados, divisas que nuestros países no tienen. Entonces conclusión, el concepto de
medioambiente que se tiene en este periodo es que este continente conforma la bodega de
Europa, y por otro lado, cumple el rol de proveedor de materias primas.
Bien, a continuación en el siguiente periodo de nuestro recorrido histórico,
localizado en la segunda mitad del siglo XIX hasta entrado el siglo XX, se comienza a
generar una asociación entre el medioambiente y el concepto de “Progreso”, se establece
que la función del medioambiente es satisfacer el progreso. En esta etapa se hace
evidente el impacto de la ciencia, las cual empieza a definir la vida de la sociedad y se
transforma en el motor de la vida moderna. La ciencia produjo sus beneficios, inventó el
motor, la electricidad, teléfono, igualmente el ferrocarril, el automóvil, el avión etc., pero
también la ciencia fue aplicada para estudiar a las personas y a las sociedades, y
desgraciadamente se constituyó en un nuevo respaldo de la separación del mundo entre
seres humanos superiores e inferiores, una de las cosas que apoyó la ciencia fue el racismo,
la discriminación y, lo vimos fuertemente expresado más adelante con la Segunda Guerra
Mundial, cuando en Alemania, Hitler y el partido Nacionalsocialista, justifican con la
ciencia el racismo, que incluso se encuentra vigentes solapadamente hasta hoy en día.
Por otro lado, el tema del progreso también está justificado por la ciencia, y lo que
interesó a nuestros países independientes ya, a fines del siglo XIX, fue el progreso y la
consolidación de la nación. El problema era como hacerlo, y para esto, se acuñó
nuevamente la idea de la civilización, del espíritu emprendedor y, qué mejor que pedirle a
los mismos europeos que vinieran a las tierras de este continente. Fueron nuestros propios
gobernantes, quienes muchos de ellos hijos y descendientes de europeos y pertenecientes a
las clases pudientes de la época que invitaron a migrantes europeos a que se instalaran en
nuestros países.
Es así como el número de migrantes que fue altísimo, por ejemplo en caso de la
ciudad de Buenos Aires, en el año 1920, más del 50% no habían nacido en Buenos Aires, y
no habían nacido en Argentina, sino que en Europa. En el caso de Chile, prácticamente todo
el sur fue poblado por colonos migrantes ingleses y alemanes, en base a la idea de
progreso. Sin embargo, para lograr dicho objetivo, era necesario una mayor cantidad de
11
tierras disponibles y, allí estaba el problema, en tanto cuanto esas tierras se encontraban
ocupadas por población autóctona, por indígenas.
Quien ayudó a expresar las ideas de la época fue Domingo Faustino Sarmiento
quién escribió un libro el año 1845 llamado “Civilización y Barbarie”, donde se plantea
que para llegar al progreso se requiere la instalación de la civilización en contra de la
barbarie, y dado que la civilización no está aquí en estas tierras… por tanto había que
traerla, de aquí entonces, la invitación a los europeos y, por otra parte paralelamente, se
señala la necesidad de marginar y exterminar la barbarie. Esas ideas son las que toman
nuestros gobiernos y permiten en América Latina un gran exterminio de nuestras
poblaciones locales.
Este exterminio se llevó a cabo en base a algunos lineamientos, y uno de ellos, fue
el concepto de desierto, fíjense, medioambiente definido como desierto, el concepto de
desierto que se desarrolló en ese periodo no es el desierto que conocemos hoy día, como un
lugar seco, donde no hay vegetación, un lugar con mucho calor y arena. El concepto de
desierto de la época era desierto de personas, lugares vacíos, tierras vírgenes (Navarro,
2011). Pero eso no era verdad, esos espacios y territorios como la Patagonia, el sur de
chile, sur argentino y otras zonas, que han sido calificadas de desiertas, en realidad no
estaban desiertas, allí vivía mucha población indígena. Sin embargo, igualmente nuestros
gobiernos desarrollaron hacia el año de 1880 invasiones y conquistas de esas tierras. En el
caso del gobierno de Argentina, la “Conquista del Desierto” (Pinga, 2014), que consistieron
en enviar el ejército argentino a conquistar tierras y luego destinarlas al progreso, tierras
que estaban ocupadas. En el caso de Chile se desarrolló la pacificación de la Araucanía
(Marimán et al, 2006), que consistió en una invasión, una guerra, una marginación y una
exterminación de mucha población indígena de la zona.
El progreso también trae consigo el invento de la ciudad y, la ciudad también se
construye dentro de una polaridad, la ciudad y lo rural, la ciudad como el mundo de la
civilización, y lo rural como el mundo primitivo, lo inferior, lo salvaje, lo bárbaro. Así, del
mismo modo el mundo rural se comienza a configurar como el espacio que tiene que
proveer de materias primas a la ciudad. De forma que se repite la relación de Europa y
América Latina, que antes se comentaba, la ciudad se transforma en la gran consumidora,
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en el gran monstruo que consume todo lo que hay en el entorno rural, consume agua,
alimentos, minerales.
Más adelante hacia fines de la década de los 50 del siglo XX, afortunadamente esta
idea de progreso se quiebra, se rompe introduciendo otro gran proceso como fue la reforma
agraria, que se llevó a cabo en la gran mayoría de nuestros países de América Latina. La
reforma agraria no fue casualidad, comienza con un evento insoslayable en América Latina,
que fue la revolución cubana de 1959. En realidad a Estados Unidos y Europa no le
interesaba Cuba, desgraciadamente todavía no les interesa, sino lo que ocurrió con la
revolución Cubana es que fue una señal de alerta, en el sentido de que el medioambiente
que se tenía como la gran bodega no seguiría como tal. El hecho de que América Latina
haya sido conceptualizada como el patio trasero de Estados Unidos y Europa, no podía
seguir siendo tal, dado que el proyecto del progreso, no tuvo éxito, sino resultó en cesantía,
marginación, explotación, provocó luchas sociales, etc. y eso estaba ya generando
revoluciones similares a las de cuba, entonces el problema para los países hegemónicos fue
cómo parar, cómo detener una segunda, tercera, cuarta explosión social como la de Cuba en
América latina. Es así países como Estados Unidos y de Europa fueron estimulando un
cambio social, se generó así la reforma agraria, que apunta a la eliminación del latifundio y
entregarle la tierra a quien trabaja, la democratización de la tenencia de la tierra, era el
comienzo de la disminución de la pobreza, etc. Habría que señalar que estos cambios
también son fruto de las luchas internas que la población local desarrollo en el continente.
La siguiente etapa a la que entraremos es la época contemporánea, de la segunda
mitad del siglo XX hasta la actualidad. Donde, el medioambiente está principalmente
asociado al concepto de “Desarrollo” (Zibechi, 2010). El desarrollo pasa a ser la nueva
utopía, la nueva meta del crecimiento, el desarrollo se ha entendido como crecimiento
económico, y para eso se han construido indicadores. El principal indicador es el de nivel
de vida, usando como referente ahora a los países desarrollados, es decir paradójicamente a
Europa o EEUU. La idea es que América Latina alcance el desarrollo que supuestamente
no se tiene, la idea es llegar a vivir un estilo de vida moderno.
En relación al medioambiente, en esta etapa se elabora otro concepto, el de
medioambiente como recurso, en el caso de Chile el cobre, en el de Venezuela el petróleo,
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en Bolivia el gas, etcétera; son todos recursos a explotar, se dice que todos los países tienen
recursos que explotarlos, vender, transar con ellos y generar capital. Los seres humanos y
las poblaciones también son consideradas como un recurso, un recurso para vender, para
explotar y para tranzar. Elegantemente se le llama capital social. Entonces estos son
algunos de los problemas y conceptos que hay detrás de esta idea del desarrollo.
Algunas consecuencias del desarrollo, ya se han observado: desgraciadamente ha
traído el agujero de la capa de ozono, el calentamiento global, ha traído desigualdades
medioambientales. Por ejemplo en la ciudad de Santiago de Chile, hay un estudio (Rozas,
1998) que muestra que en las zonas más vulnerables socioeconómicamente una persona
tiene menos de un metro cuadrado de área verde, a cambio en otras zonas de buena
situación socioeconómica, sus comunas tienen por persona 11 metros cuadrados de áreas
verdes, una gran desigualdad, lo mismo se traduce en el consumo de agua, las mismas
comunas ricas consumen mucho más agua que el resto de la población.
Prosiguiendo en nuestro recorrido histórico, alrededor de la década de los 70, se
elaboró una nueva expresión del medioambiente, el “Desarrollo Sustentable” (Brudtland,
1987). La idea es moderar y mitigar el desarrollo clásico depredador, mitigarlo para que se
pueda disponer de ciertos recursos para las generaciones futuras. Esta nueva mirada ha
conducido a un tipo de ciudad con menos contaminación, con mecanismos de ahorro de
energía, como el uso energía solar o eólica, calificadas como no depredadoras y como
energías sustentables. Se trata también de cambiar los estilos de vida de la población,
aumentar la calidad de vida, esto significa hacer más deporte, tener un estilo de vida más
saludable. También es bueno mencionar en estas ciudades más postmodernas, la
importancia de la regulación del transporte público, hoy todos quieren andar en auto, pero
los autos son los que más contaminan, los que más extraen recursos naturales del
medioambiente, el transporte público en cambio, en la media que se mejore, elimina la
contaminación, elimina la congestión vehicular y permite un rápido acceso al trabajo, al
colegio. Estos nuevos estilos de vida hay que promoverlos y requiere una fuerte gestión
desde el Estado, igualmente, se requiere aumentar la cantidad de parques, de plazas, por
cuanto en la medida que haya más parques, más jardines se ayuda a que se mejore la
calidad de vida.
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Pero, el desarrollo sustentable también tiene sus límites, si bien es un concepto
valorable, en muchos países no se respeta. Tenemos por ejemplo el protocolo de Kioto, que
consiste en que los países desarrollados se comprometen a evitar emisiones de gases
invernadero para contribuyan al calentamiento global, desgraciadamente el único país que
no lo ha firmado es Estados Unidos.
En el caso de Chile, el proyecto Castilla en el norte del país, consistente en
construir una termoeléctrica con financiamiento brasileño. Cuando se propuso este
proyecto, un grupo de ecologistas hizo un reparo, un gran alegato dado que implicaba una
depredación del entorno donde se iba a instalar esta empresa, los jueces del momento
decidieron escucharlos y no aprobar este proyecto, pero sin embargo, en la misma zona
norte se aprobó otro proyecto que se llama Pascua Lama, es una mina que tiene oro, plata, y
otros minerales, donde la empresa a cargo llamada Barrick Gold, una empresa Canadiense
consiguió que se aprobara este proyecto. El problema aquí es que estos minerales se
encuentran bajo un glaciar, entonces ellos dicen, pese a los reparos de la población, que van
a cambiar el glaciar.
Ahora yo les pregunto ¿ustedes se imaginan cambiar un glaciar? Es decir, aquí
estamos frente un verdadero atentado homicida contra el planeta, dicho de otra forma,
estos glaciares son estructuras de hielo que se han conformado a través de millones de años,
entonces cambiar un glaciar no significa cambiarlo, sino que destruirlo y, con eso se
destruye una reserva de agua, que alimenta actualmente a la zona. Al mismo tiempo una
mina en funcionamiento como Pascual Lama será una gran consumidora de agua que
impide la llegada de este líquido esencial para las comunidades en sus procesos agrícolas,
de los cual ellos viven.
Igualmente están las carreteras, proyectos que no respetan el medio ambiente. Por
ejemplo existe hoy día la construcción de una carretera que sale de Chile, pasa por Perú,
Brasil, Bolivia, es decir, es construir una carretera transoceánica, una conexión entre el
pacífico y el atlántico. Otro ejemplo que también hemos escuchado al respecto durante este
último tiempo, es el conflicto que se vive en Bolivia, por el TIPNIS, un parque, con todo
tipo de especies, muy grande ubicado en el lado oriente del país, donde el presidente quiere
construir una carretera y dividir el TIPNIS por la mitad, ha habido mucha protesta de la
población autóctona por este proyecto. Entonces ¿De qué desarrollo sustentable estamos
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hablando?, las carreteras que son el símbolo del progreso, del desarrollo, igual que lo fue el
ferrocarril; constituyen verdaderas depredadoras del medio ambiente y al mismo tiempo
fragmentan los ecosistemas, destruyendo la frágil articulación entre las especies de flora y
de fauna.
Para cerrar este punto, quiero referirme al movimiento estudiantil que se desarrolló
durante todo el año 2011 en Chile, que protestó contra la calidad de la educación en Chile,
contra la calidad de la educación universitaria, contra el lucro, en este sentido vale decir
que Chile es un país muy neoliberal y hasta las universidades públicas cobran un alto
arancel. Entonces el movimiento estudiantil se planteó en contra del lucro y en contra de la
mala educación, pero por otro lado, ellos también dijeron otra cosa muy relevante, los
estudiantes indicaron la necesidad de un cambio del modelo de desarrollo, esto es algo muy
serio, muy profundo para la realidad del país. Ellos no quieren más desarrollo, no quieren
ni siquiera desarrollo sustentable, sino que cambiar el estilo de vida actual. Es cierto que no
es fácil saber cuál es el desarrollo que podríamos tener, o hacia donde podríamos ir, esa es
la gran pregunta, y quizás en parte una de las salidas es el tema de la interculturalidad que
retomaremos más adelante.
Decíamos al principio que el medioambiente es una construcción social y con ello
aquí entramos en una propuesta sobre un concepto distinto de medioambiente, y la
propuesta apunta a decir que tenemos que realizar una construcción, un análisis, una
negociación, un conjunto de intercambio de ideas, respecto de cuál puede ser un nuevo
concepto de medioambiente, bueno y aquí también está presente una compleja dimensión
que es la subjetividad.
Veamos algunos ejemplos que nos podrían ayudar a explicar a que nos referimos
con la subjetividad. Ustedes conocen las vertientes, ¿cierto?, las vertientes son pequeños
flujos de agua, pero que no sabemos desde dónde viene el agua, los campesinos tiene un
mito, que consiste en que el origen de una vertiente es sagrada, y ese lugar nadie debe
conocerlo, debe ser un misterio, porque al momento en que se conoce el origen, se acaba la
vertiente, ese es el mito; allí tenemos una mirada subjetiva del medioambiente.
Cuando apareció, y este es otro ejemplo, la enfermedad del Sida, principalmente en
Estados Unidos, luego en Europa, lo que dijeron los países desarrollados, era que el origen
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del Sida surgió en África, y ese otro mito (Rozas, 1988). Ellos plantearon que la intimidad
entre los seres humanos y el mundo animal produjo esta enfermedad y, que luego que esta
fue migrando. Es un mito, eso no es verdad, aquí hay una subjetividad instalada, estoy
dando algunos ejemplos para dar cuenta de la importancia de la subjetividad.
Hace un tiempo atrás, tuve la oportunidad de ir de vacaciones al sur de chile y fui a
un lago, el lago Pellaifa, parecido al Titicaca, bastante más pequeño y no internacional,
pero este lago está en manos de un grupo indígenas, los mapuche, la entrada a este lago es
de uno o dos dólares, muy barato. Es un lago maravilloso, precioso, es un regalo de la
naturaleza y yo hablé con uno de sus dueños, mapuche y le sugerí que instalara un hotel
con muchas habitaciones en dicho lugar y que seguramente ganarían mucho dinero,
generarían trabajo, pero para mi sorpresa los indígenas contestaron que no, no nos interesa,
nosotros queremos este lago tal cual, sin hotel y sin ganar más dinero, queremos
simplemente vivir nuestra vida, y nuestra vida va por otra dirección. Aquí tenemos
nuevamente también una mirada de medioambiente subjetiva, que hay que respetar. Bueno
entonces la subjetividad sería un primer aspecto en esta constitución de un nuevo concepto
de medioambiente.
Cuando hablamos de subjetividad estamos hablando además de comunidades, de
su memoria, de su imaginario, de distintas comunidades y sectores sociales que tienen sus
respectivas memorias, las cuales se encuentran en una lucha sobre la definición de que es el
medio ambiente.
Para abordar este tema, desde el punto de vista teórico tenemos diferentes
perspectivas críticas que nos pueden ayudar en esta tarea. Al respecto hay tres enfoques
aquí, el enfoque de estudios culturales, el enfoque del socio-construccionismo, el enfoque
de los estudios post-coloniales, son tres enfoques teóricos que nos ayudarían a concebir de
una manera más profunda el medioambiente desde una perspectiva subjetiva, desde la
construcción de medioambiente. Lo que plantean estos estudios, en síntesis, es el
paradigma de la diferencia, es decir, que en un país, en una zona, existen distintos
planteamientos, existen comunidades que tiene culturas diversas, y que cada una de ellas
puede tener distintas formas de ver el medioambiente, distintas cosmovisiones, etc. El tema
aquí es cómo trabajar con la diversidad, para construir un concepto de medioambiente no es
posible tener una sola idea construida, esto no es posible, eso es volver a una idea universal
17
y esencialista, lo que interesa es poder captar, poder permitir la emergencia de las distintas
ideas, de las distintas lecturas sobre el concepto de medioambiente, para construir
colectivamente una visión compartida.
También hay miradas que vienen de la ecología, por ejemplo la ecología profunda
(Gallardo, 2003), enfoque que toma distancia de la perspectiva antropocéntrica que pone en
el centro al ser humano. La ecología profunda se posiciona desde una perspectiva
biocéntrica, que pone en el centro a la vida. Esto implica el rechazo al crecimiento
económico, la igualdad entre las especies, donde el ser humano es una especie más que
debe vivir en armonía con el resto de las especies vivas de la naturaleza. En definitiva, este
paradigma de la diferencia hace presente que la realidad no es homogénea y que es
subjetivada de distintas maneras desde poblaciones diversas y diferentes. Estas poblaciones,
que tienen distintas metas y estilos de vida, son las que tenemos que reconocer, las que la
sociedad debe reconocer.
Lo importante es entender que el ser humano no es independiente del
medioambiente, al cual no se lo puede ver como primitivo, condicionado por el proyecto
del progreso, o el proyecto desarrollo, o como basado en la propuesta del desarrollo
sustentable, sino que como parte integrante del medioambiente. No es posible concebir el
medioambiente con independencia del ser humano.
Para ir cerrando, quería presentarles ahora algunas propuestas para trabajar en el
ámbito comunitario, a través de la interculturalidad. La interculturalidad es un concepto
reciente muy interesante que podríamos definirlo como un momento de conversación entre
una cultura y otra. Pero es distinto hablar de interculturalidad que de multiculturalidad, de
tolerancia o de diversidad. Cuando se habla de interculturalidad se tiene presente el tema
del poder, entonces, al poner este aspecto sobre la mesa, la interculturalidad adquiere toda
su potencialidad para producir un diálogo en términos reales, un diálogo que reconozca las
diferencias de poder. A propósito de esto, es importante decir que la interculturalidad es
fruto de las políticas de reconocimiento, las cuales surgen en las décadas del 80 y del 90
producto de movilizaciones indígenas particularmente, las cuales han exigido el
reconocimiento de la comunidad indígena en cuanto a su identidad, en cuanto a su territorio
18
y relación con el medio ambiente y particularmente en cuanto a su posibilidad de
autodeterminación y autogobierno. Eso ha permitido la modificación de las constituciones
de algunos países, por ejemplo en el caso de México, Venezuela, Colombia, Ecuador, Perú,
no en el caso de Chile desgraciadamente. Modificaciones de las constituciones que
reconocen que se trata de países plurinacionales. Es decir, países en los que existen varias
naciones, las cuales podrían desde esa perspectiva, desde esa plataforma constitucional,
entrar en un proceso de conversación intercultural. Asimismo, hoy día existen otros
sectores que surgen como son los jóvenes, personas de la tercera edad, ecologistas,
movimientos regionales, etc, también son sujetos de la interculturalidad.
Bueno, los dejaré aquí con algunas tareas y preguntas como ¿qué hacer, qué
cambiar, dónde intervenir, cómo definir el problema? Esas son preguntas que nos pueden
ayudar a construir un concepto innovador de medioambiente que hoy día está en un camino
de transformación, por tanto, un nuevo concepto que aborde lo que plantea la juventud del
movimiento estudiantil, que aborde el planteamiento de las distintas cosmovisiones de
comunidades indígenas y otras.
Quiero terminar con una frase que me gusta mucho, que dice que “la paz es
contraria a la prosperidad”. El progreso y el desarrollo, es lo que ha traído una depredación
del medioambiente, por tanto necesitamos cambiar estas metas y tal vez si incorporamos
la propuesta del “Buen Vivir” o “Suma Qamaña” (Ascarrunz, 2011), como lo están
haciendo muchas comunidades en Ecuador y en Bolivia, nuestro objetivo ya no sería vivir
mejor, con más riqueza sino… vivir con más armonía con la naturaleza.
No quiero agregar nada más, pero tampoco nada menos, Muchas Gracias.
19
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21
Estado y políticas públicas de Medio Ambiente en Chile:
El MP10 y las Comunidades Olvidadas
Pablo Troncoso
Ivo Leiva
Sebastián Cruz
Patricia Jaurés
Camila Miranda3
Resumen
Chile es uno de los países que ha mostrado una preocupación más temprana por el
tema medioambiental, sin embargo, hasta el día de hoy se han visto problemas por la falta
de una normativa ambiental que proteja los intereses y derechos de las personas. En este
contexto tiene interés analizar la derogación de la norma de calidad del aire por material
particulado MP10. Se ha visto que altas cantidades de este material y otros relacionados,
como el MP2.5, traen importantes consecuencias para la salud de las personas. Aquí
recopilamos datos al respecto y los vinculamos a una experiencia de oposición a la
derogación de esta norma por parte de habitantes de varias comunas de la Región
Metropolitana que se veían afectados. Finalmente, analizamos las implicancias que esta
situación genera en la participación -desde la perspectiva de la inclusión sociocomunitaria-,
así como también en la salud.
Palabras clave: Normativas medioambientales, contaminación, comunidades, MP10,
inclusión sociocomunitaria.
3 Artículo confeccionado por estudiantes de pregrado de tercero y cuarto año, del curso optativo “Intervención
Comunitaria”, en el primer semestre de 2014.
22
Introducción
Antecedentes
Según los antecedentes sobre la legalidad medioambiental revisados en el
documento titulado Legislación y normas ambientales en Chile (EducarChile, s.f), desde
principios del siglo pasado, Chile se ha encargado de dictar normas que regulen ciertos
aspectos de la actividad humana que tengan incidencia en el medio ambiente. Por ejemplo,
en 1916 se dictó la Ley N° 3.133 sobre la Neutralización de los Residuos Provenientes de
Establecimientos Industriales (Ley 3.133, art. 10, Diario Oficial 07/09/1916). Sin embargo,
en el Repertorio de la Legislación Ambiental Vigente en Chile, publicado en 1992 y
actualizado en 1993, se vio que existían 782 textos legales que permitían ver la dispersión y
la falta de organización sobre la legislación vigente.
Por ello, en el año 1994 se realiza una ley con el fin de estructurar y organizar la
legislación sobre temas medioambientales. La Ley N° 19.300 perseguía integrar al conjunto
de organismos con competencias ambientales en un solo sistema de cooperación y
coordinación a cargo de un servicio público denominado Comisión Nacional del Medio
Ambiente (CONAMA), bajo la tutela de un organismo superior con facultades de gobierno,
denominado Consejo Directivo (Uriarte, 2013).
Pese a esto, la gestión ambiental desarrollada en este modelo no era infalible; sus
deficiencias serían evaluadas por la CEPAL (Comisión Económica para América Latina y
el Caribe) y la Organización de Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE).
Debido a los problemas en la gestión ambiental desarrollada, es que se prepara una
nueva reforma ambiental, contenida en la Ley N° 20.417 -publicada en el Diario Oficial el
26 de enero de 2010-, y la nueva institucionalidad a la que dio vida. Esta reforma se
estructura sobre la base de cinco pilares institucionales:
1. Ministerio del Medio Ambiente.
2. Consejo de Ministros para la Sustentabilidad
3. Servicio de Evaluación Ambiental.
4. Superintendencia del Medio Ambiente.
5. Tribunales Ambientales.
El Ministerio de Medio Ambiente aparece, entonces, como una institución que define
23
políticas y genera regulaciones, junto con la creación de la Superintendencia de Medio
Ambiente, que permite llevar a cabo procedimientos más eficientes y eficaces con respecto
a la fiscalización ambiental, y en comparación a la ley del año ‘94.
Problema y objetivos
La problemática que trabajamos tiene que ver con el desarrollo que ha tenido en los
últimos años la legislación ambiental, y la discordancia que tiene con los problemas
ambientales que las comunas marginales de Santiago perciben como tales. En palabras de la
ex-ministra de medio ambiente, Ana Lya Uriarte (2013):
“Esta falta de conexión entre percepción social del problema ambiental y la
elaboración política de un sistema de protección ambiental fundado en
instituciones e instrumentos provenientes de la práctica ambiental externa,
trae como resultado una falta de legitimación de la legislación ambiental en
Chile (y en Latinoamérica) por parte de la comunidad.” (p.12).
El problema de conexión que la ex-ministra menciona, resalta la importancia de
entender cómo las políticas medioambientales actuales afectan a las personas, sin embargo,
no toman en cuenta sus propias consideraciones. Por ello, se debe estudiar cómo el ámbito
legal repercute en la vida de las personas.
A raíz de lo anterior, los objetivos de este trabajo son: a) Indagar en las políticas
medioambientales que afectan a comunas marginales de Santiago, b) reconocer los
problemas percibidos por las comunas marginales de Santiago, y, c) realizar un nexo entre
la legalidad ambiental chilena y cómo esta afecta a los residentes de comunas marginales de
Santiago.
Desarrollo
La calidad del aire
La principal norma a tratar en este trabajo es la “Norma de Calidad Primaria para
24
Material Particulado Respirable MP10”, la cual fue revisada en el informe Amicus Curiae
de Pablo Ruíz (2014). El MP10 (material particulado número 10), es un contaminante que
aparece en el aire en los procesos de combustión, y que se respira de manera diaria en
Chile, sobre todo en la ciudad de Santiago. Contiene en su estructura al MP2.5, material
particulado de menor tamaño, y ambos generan diversos problemas de salud,
principalmente de tipos cardiovasculares y respiratorios, como por ejemplo aterosclerosis,
enfermedad cardiaca coronaria (ECC), asma y bronquitis crónica, los que aumentan la
mortalidad en Chile.
Tal como cita un informe de la Environmental Protection Agency de los Estados
Unidos (EPA, 2009), estudios han mostrado evidencia que sugiere relaciones entre la
exposición a corto plazo al MP10-2.5 y afectaciones cardiovasculares, respiratorias y de
mortalidad. Estos efectos han sido demostrados de manera independiente del origen del
material y del tipo de ambiente. A su vez, en estudios epidemiológicos se han observado
relaciones entre la exposición a MP10-2.5 y cuadros hospitalarios de corte cardiovascular,
siendo estos similares a los observados en MP2.5. Se han observado incrementos en las
admisiones respiratorias en hospitales, y en las visitas a salas de emergencias, en estudios
realizados en Canadá y Europa, sin que se reporten asociaciones para síntomas de menor
importancia respiratoria. A pesar de que la evidencia actual indica una asociación entre la
exposición a corto plazo y sus efectos en los sistemas respiratorio y cardiovascular; la
variabilidad en la composición química y biológica del MP10-2.5, y la ausencia de
mecanismos claramente identificados para dar cuenta de los efectos de la exposición a
MP10-2.5, son fuentes importantes de incertidumbre.
Según el Ministerio de Medio Ambiente (2011), la Región Metropolitana fue
declarada, en 1996, zona saturada por material particulado respirable por el Ministerio
Secretaría General de la Presidencia, por lo que se elaboró el Plan de Prevención y
Descontaminación Atmosférica para la Región Metropolitana (PPDA) en 1998, con el
objetivo de lograr el cumplimiento de las normas primarias de calidad del aire y con ello,
proteger la salud de los habitantes de la región. A pesar de que durante sus primeros años
de implementación fue efectiva, la tasa de disminución anual de las concentraciones de
MP10 y MP2.5 se ha visto mermada con el tiempo y las concentraciones se han
estabilizado. En este contexto, en 2010, el Ministerio del Medio Ambiente inició la
25
elaboración e implementación del Programa Aire Limpio, mediante el cual se busca
mejorar la calidad del aire en las principales zonas urbanas del país, incorporando así un
enfoque nacional a la gestión en esta materia, no obstante, este programa está orientado
exclusivamente al control del MP2.5.
La norma en Chile, creada en 1998, establecía un límite diario de 50 ug/m3N (50
microgramos por metro cúbico normal) para el MP10. El límite de 50 ug/m3N ya era
bastante superior al nivel 20 ug/m3N, y con el cual ya se podían empezar a observar
perjuicios para la salud (Ruíz, 2014), lo que aporta un indicio claro de la mala calidad del
aire en Chile. Y esto empeora al saber que en los últimos años se haya estudiado derogar
esta norma y que se haya llegado a producir una emisión de 120 ug/m3N, 6 veces mayor al
nivel en que ya empiezan a generarse problemas de salud; quedando de manifiesto que
Chile es uno de los países con la peor calidad de aire en el mundo.
Las principales fuentes emisoras de Material Particulado respirable (como de otros
contaminantes) se resumen en la siguiente tabla:
La derogación de la norma tenía como fundamento que el MP10, al ser partículas
más gruesas que el MP2.5, se respiran pero no llegan a niveles tan profundos del sistema
respiratorio como el MP2.5 por sí mismo, por lo cual la exposición crónica al MP10 no
generaría efectos importantes en la salud, o de haber, serían menores a los perjuicios
26
causados por el MP2.5. En palabras más simples, el MP10 tendría efectos en la salud solo
por el MP2.5 que contiene; ya que al estar contenido en una partícula de mayor tamaño,
como es el caso de la MP10, ésta no llegaría a las zonas más bajas del sistema respiratorio y
su perjuicio sería inmensamente menor que el del MP2.5 por sí solo.
Sin embargo, hay investigaciones que demuestran que esto no es así: La OMS
(citado en Ruiz, 2014) preparó un documento sobre guías de la calidad del aire en 2005, en
donde se revisaron los efectos del MP2.5 y el MP10 a modo anual, concluyendo que
existen evidentes consecuencias de corto y largo plazo tanto para el MP2.5 como para el
MP10, sobre todo en efectos respiratorios, por lo que se debiera mantener controlada la
producción de MP2.5 y MP10 para salvaguardar la salud de las personas.
La comunidad
Para comprender los problemas entre la legalidad ambiental y la comunidad
necesitamos, en primer lugar, aclarar qué entendemos por comunidad. Según Maritza
Montero (1984), una comunidad sería el entramado de las relaciones individuo-grupo y
grupo-sociedad, y la psicología comunitaria estaría ahí para brindarle herramientas a los
individuos para solucionar problemas que los aquejan y lograr cambios en su ambiente y en
su estructura social. A raíz de esto, es importante reflexionar sobre la comunidad y su
ambiente, ya que las condiciones en las que vivan determinarán variados aspectos de su
cotidianidad, tales como sus relaciones interpersonales y la calidad de vida que pueden
alcanzar. Para asegurar un buen ambiente físico y buenas condiciones de vida de las
personas en Chile, es que existe una legislación ambiental que resguarde sus espacios.
Una propuesta teórica que nos permite aterrizar este problema a la comunidad es la
del Modelo Ecológico de Bronfenbrenner. Éste clasifica al ambiente en sistemas
jerarquizados y de mutua influencia, conceptualizando un microsistema definido por la
existencia de relaciones cara a cara, un mesosistema de vínculos entre microsistemas, un
exosistema de vínculos entre contextos, y un macrosistema (Leiva, 2014). Los tres primeros
sistemas se ven moldeados por planes que organizan los entornos y que corresponden al
macrosistema; es decir, el sistema de creencias, organización política, social y económica
de una determinada región, que afectan el desarrollo humano (Monreal y Guitard, 2012).
Por lo tanto, el problema que existe con la regulación de MP10-2.5, demuestra cómo un
27
macrosistema como lo es el sistema político y económico chileno, es capaz de generar
implicancias en las personas y en su salud, afectando a los sistemas que están debajo de la
escala jerárquica.
Oposición al abuso
El Cuadro 1 presentado a continuación, muestra la concentración anual de MP2.5 a
nivel nacional, medido en microgramos por metro cúbico (ug/m3). En base a la
información que se muestra, es posible concluir que el área que nos compete, la Región
Metropolitana, presenta comunas con altos índices de contaminación tales como, Cerrillos,
Cerro Navia, Pudahuel, Quilicura y El Bosque. Le siguen La Florida, Independencia,
Santiago y Puente Alto con índices un poco menores.
Tanto ha llegado a ser el problema de la calidad del aire y de la posible derogación
de la norma, que los mismos habitantes de Santiago se opusieron a ella recientemente
(Alfieri, 2014). Fue así como habitantes de la comuna de Puchuncaví, Quintero, Cerro
Navia, La Florida, Estación Central y Las Condes, perjudicados por la derogación de dicha
norma, fueron representados por la abogada Natalia Alfieri Arroyo para realizar un reclamo
colectivo contra el Ministerio de Medio Ambiente. La reclamación afirma que la
derogación de la norma se realiza con falta de evidencia e información, sin abordar el
perjuicio que genera en las zonas habitables de Santiago ni en las personas que habitan
dichos territorios, viéndose afectados por la contaminación del aire. En efecto, el Ministerio
de Medio Ambiente pareciera estar subestimando los efectos que causan en la salud los
altos índices de MP10; viendo dicha problemática desde un prisma monetario de costo-
beneficio, en vez de centrarse en el bienestar y en la salud de las personas. Reestructurar o
desechar la norma de control de la calidad del aire significa una mayor producción para las
empresas privadas y nacionales, por lo cual hay un beneficio económico de por medio. No
obstante, se están obviando los problemas de salud que vienen con el aumento de material
particulado 10 en el aire que respiramos.
28
Cuadro 1. Concentración anual de MP2.5 a nivel nacional (en ug/m3)
Fuente: Ministerio de Medio Ambiente (2011)
29
Pedro Serrano (2010) habla justamente acerca de los índices de Desarrollo
Económico en Chile, y de cómo no se alcanza un desarrollo real, pues hay muchas
carencias a nivel país en temas sociales. Luego de la importancia del desarrollo, está la
importancia de la energía, sin embargo, no queda claro para quién va esa energía pues, al
fin y al cabo, todos los proyectos y recursos se reflejan en beneficios para unas pocas
familias y empresas privadas –nacionales e internacionales-, habiendo muy poca
planificación a corto y largo plazo en el ámbito de lo público.
La visión del desarrollo que describe Serrano, se aplica a lo observando en la
derogación de la norma, siendo una clara muestra de las falencias de la normativa
ambiental de hoy en día. Hemos avanzado de no tener legislación medioambiental, a tener
un Ministerio del Medio Ambiente, pero ¿de qué sirve si no está resguardando ni
promoviendo las condiciones mínimas para la salud de las personas? Existe una tensión
entre los niveles de producción necesarios para la sociedad y la necesidad de tener un
ambiente limpio; las personas están acostumbradas a un cierto estándar de vida que
requiere de la emisión de MP10 por parte de las empresas, y eso puede ser aceptado, pero
¿cómo es posible que no se controle la cantidad de contaminantes que respiramos?
Germán Rozas (2003) habla acerca de un movimiento de los 70’, llamado Economía
de Frontera, en el cual se asume que los recursos son infinitos o que se generarán los
mecanismos científicos para obtenerlos en el futuro. Si bien ha habido mucha más
conciencia sobre el medio ambiente y los recursos en los últimos 40 años, uno podría
pensar que todavía hay una fuerte raigambre en este modo de pensar, lo que demuestra la
gran despreocupación que ha habido por la regulación ambiental. El modelo de Desarrollo
Sustentable -uno en el cual la explotación es controlada y se favorecen recursos renovables-
todavía no ha llegado a aplicarse como tal en Chile, y es que la derogación de la norma
parece ser un claro ejemplo de las malas decisiones que se están tomando en material
ambiental.
Medio Ambiente e Inclusión
Por último, podemos mencionar que es importante velar por el cuidado del medio
ambiente en cuanto a lo que implica en términos de inclusión sociocomunitaria. Estas
implicancias las podemos observar en lo que Martínez (2014) llama el Mundo de la vida y
30
el Mundo del sistema, ámbitos sobre los cuales se desenvuelven los individuos en relación
con la comunidad y con las instituciones, respectivamente. Si consideramos al medio
ambiente como una variable estructural que entrega distintas posibilidades de
autodefinición de la comunidad y autorrealización de las personas, observaremos que tiene
influencia sobre las capacidades de inclusión de las personas en el mundo de la vida, en
tanto que distintos tipos de medioambiente posibilitan distintas relaciones del individuo con
los otros y con la comunidad, posibilitando igualmente distintos grados de inclusión
comunitaria.
Al respecto, según lo revisado en una serie de informes realizada por la Biblioteca
del Congreso Nacional (Arrau, 2006), la ley 19.300 de 1994 sobre Bases Generales de
Medio Ambiente establece procesos de participación ciudadana en los diversos mecanismos
de gestión, estableciendo una “co-responsabilidad ambiental ciudadana”. Según la ley, se
mantiene un carácter informativo, donde se debe comunicar a las personas y organizaciones
ciudadanas afectadas directamente para que se pueda recoger información de ellas -que
corresponde al carácter de consulta- que pueda ser significativo en el proceso de toma de
decisiones. Un ejemplo de esto es el centro Mario Molina (2009), quien realizó una
encuesta telefónica sobre el uso de calefacción a leña en el área del Gran Santiago, en la
que se cuantificó el número de calefactores o estufas a leña y su distribución comunal en la
zona, junto con un análisis de los hábitos de consumo.
Pese a esto, en un seminario realizado en la Universidad de Chile este año, con
invitados especializados en temas medioambientales y trabajo comunitario, se dio cuenta de
que, en realidad, la gente no es consciente de la participación que tienen en este proceso. A
pesar de contar con el respaldo de la ley para ser informados y realizar consultas, tanto la
abogada Natalia Alfieri, como el especialista en medioambiente Oscar Núñez, comentaron
acerca de cómo las comunidades deben acercarse a entidades privadas o no
gubernamentales (oficinas de abogados, ONGs, entre otras) para conocer lo que ocurre en
materia ambiental en sus localidades y para poder enfrentarse a las problemáticas que éstas
generan (Universidad de Chile, 2014).
De igual manera, el tema medioambiental es relevante para la inclusión de las
personas en el mundo del sistema, dado que actualmente las decisiones medioambientales
se están tomando sin tener en consideración la palabra de la comunidad o de las personas
31
que se ven directamente afectadas, o en otras palabras, no se les permite participar de las
decisiones políticas –en su calidad de ciudadanos-, ni ejercer sus plenos derechos, lo cual
conlleva a que no estén incluidos socialmente, sino que meramente integrados a un sistema
donde ellos no son prioridad.
Discusión y Conclusiones
Si bien nuestra investigación se limita esencialmente a la regulación de la
concentración de MP10, hay muchos otros aspectos respecto a la legislación
medioambiental chilena que son deficientes en promover el bienestar de la comunidad, sin
embargo, sólo con esta investigación se pueden apreciar ciertas dinámicas de
funcionamiento político que afectan el desarrollo óptimo de las personas y su calidad de
vida. Al respecto, Patel et al. (2007) señalan y enfatizan la importancia de velar por la salud
de la gente, argumentando que esto es también una inversión para las naciones y no un
gasto, como pueden verlo algunas empresas o sectores políticos. Desarrollando prácticas
comunitarias e implementando políticas que apunten a un bienestar personal en lo que
respecta a salud física y mental, se modifican y corrigen variables no económicas que
suelen dejarse de lado, pero que de ser implementadas, tienen una considerable influencia
en cuanto a la producción, pudiendo disminuir los días de trabajo perdidos, aumentar los
niveles de producción, promoviendo un menor uso de seguros médicos, así como menores
ingresos de hospitalización, presentación de licencias médicas, etc. La evidencia muestra
que en países de bajos ingresos, entre los que se incluye a Chile, existen prácticas
disponibles, viables, efectivas y económicas que pueden ser puestas en práctica sin mayores
problemas, por lo que no habría un impedimento real o justificado para no implementarlas.
La propuesta de Patel, si bien pareciera ser bastante efectiva, podría resultar difícil
de realizar en la práctica, según la realidad chilena. Leff (2000) habla acerca de cómo la
modernización trajo consigo a la economía como un valor universal muy preciado para la
sociedad. Las personas quieren ver que haya un desarrollo económico, pues se ha
implantado la idea de que esto permitirá una mayor calidad de vida, lo que incluye un
mayor acceso a soluciones rápidas para los problemas que los aquejan. La solución que
32
propone Patel podría tomar más tiempo del que la sociedad chilena estuviese dispuesta a
aceptar, por ello es posible que se necesite, en primer lugar, lograr un cambio en la visión
de las personas llevándolos a aceptar este nuevo modelo antes de llevarlo a cabo.
Volviendo al tema de la derogación de la norma de MP10, ésta permitiría un
aumento de la relación costo-beneficio. En este sentido se deja de lado la salud de las
personas en pos del ahorro económico. Pero esta reducción de costos no es tal, ya que se
generan mayores gastos a nivel de salud, producto de los costos asociados a las ausencias
laborales desencadenadas por problemas relacionados a la presencia de contaminantes, y
los costos asociados al tratamiento de enfermedades causadas por los mismos. A su vez, el
Decreto 20 del Ministerio del Medio Ambiente de 2013, fija valores no normalizados de
MP10, lo cual no permite un control adecuado de la contaminación de la industria. Esto a
su vez tiene una serie de implicancias que contradicen el supuesto básico de las leyes
medioambientales, el cual es la protección de la salud humana, y atenta al mismo tiempo
contra el derecho humano de poder vivir en un medioambiente libre de contaminación, así
como al derecho a la vida, pues una falta de control en las emisiones de contaminantes
altamente dañinos como lo es el MP10 afecta el riesgo de enfermedades coronarias y
respiratorias en las personas, más aún en bebés, aumentando el riesgo de muertes
prematuras.
Tendremos entonces un aumento en las licencias médicas y por tanto una ligera
disminución en la producción de las empresas, tendremos mayores gastos en
medicamentos, cobro de seguros médicos y hospitalizaciones, las personas no tendrán una
mejora en su calidad de vida, afectando esto no solo su bienestar físico, sino también el
mental; agotamiento, estrés, cansancio constante, etc.
Cabe entonces preguntarse si en pos de una mayor producción económica a nivel
país, ¿realmente vale la pena sacrificar la calidad de vida y la salud de las personas?
Podemos aventurarnos a decir que una gran problemática que sobresale de todo
esto, es la poca participación que tienen las personas en la toma de este tipo de decisiones,
pudiendo deberse a un desconocimiento de estas prácticas, a un desconocimiento de los
derechos que poseemos de incidir en estas decisiones o un desinterés al respecto, lo cual
apoyaría la idea de que las personas están poco o nada incluidas en el mundo de las
instituciones (Martínez, 2014). De ser así, debería poder entregarse herramientas para que
33
los sujetos tengan más conciencia de su rol en el ámbito político y de legislación, y de esta
forma, evitar situaciones de demanda contra las autoridades políticas, fomentando un
trabajo en conjunto con el Estado.
De acuerdo a lo anterior consideramos que se hace necesario generar espacios de
información y discusión en la comunidad en distintos ejes, entre los que se puede
mencionar las políticas con respecto a la contaminación aérea en Santiago y otras
localidades a lo largo del país, y las consecuencias dañinas que tiene la presencia de altas
concentraciones de material particulado para la salud de la población. Todo esto con el
propósito de transformar a la comunidad en un ente activo que sea capaz de ejercer sus
derechos, y que sea participe de la discusión de las normas que les afectarán tanto directa
como indirectamente.
34
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36
Ineficacia legislativa a la base de los Estudios de Impacto Ambiental y reacción de las
comunidades afectadas
Rachid Faray
María Fernanda Gaete
Diego González
Carolina Salazar
Constanza Sasso4
Resumen
Este artículo tiene como finalidad hacer una recopilación crítica sobre la influencia
que han tenido los Estudios de Impacto Ambiental en el desarrollo de tres de las más
grandes catástrofes ecológicas que han sucedido en el último tiempo en Chile. Además, se
pretende realizar el nexo entre dichas catástrofes y las comunidades que se han visto
afectadas -en cualquiera de las formas que la Comisión Regional del Medio Ambiente
(COREMA) establece-. Las catástrofes ecológicas revisadas son: el Proyecto Pascua Lama
y su relación con las comunidades aymaras; el caso del Parque Industrial Ventanas junto
con el daño a la población de la Quinta Región y finalmente la tragedia del Río Cruces con
el daño que se hizo a la comunidad aledaña a dicho río. Finalmente se realiza una discusión
sobre la eficacia de las medidas preventivas del Estado según la legislación vigente y se
realiza una pequeña propuesta de mejoramiento a los Estudios de Impacto Ambiental.
Palabras Clave: Estudios de Impacto Ambiental, COREMA, Pascua Lama, Parque
Industrial Ventanas, Río Cruces.
4 Artículo confeccionado por estudiantes de pregrado de tercero y cuarto año, del curso optativo “Intervención
Comunitaria”, en el primer semestre de 2014.
37
Introducción
El presente informe se enfocará en especificar las situaciones que depredan el medio
ambiente de las comunidades a través de la contaminación del aire, el mar y la tierra. Sin
embargo, nos encontramos con el problema de que el mundo globalizado actual, posee una
gran diversidad de problemas medioambientales, por lo que acotamos el tema al territorio
chileno, y decidimos zanjar esta discusión estableciendo una suerte de columna vertebral
que dé cuenta de cómo las empresas dedicadas al rubro industrial contaminan el espacio
comunitario a lo largo de todo el país. Es por esto que analizaremos tres problemáticas
particulares, las cuales han llegado a convertirse en casos emblemáticos para la historia de
Chile.
En primera instancia, en la zona norte del país, podemos observar la controversia
por el proyecto Pascua Lama; luego, en la zona centro del territorio nacional podemos
encontrar el complejo industrial Ventanas, ubicado en la región de Valparaíso, producto del
cual se han destruido ecosistemas marinos y se ha perjudicado de manera directa a la
población; y finalmente, avanzando más aún hacia el sur, podemos encontrar las
consecuencias ecológicas de la contaminación de la celulosa Arauco, entre las que se
encuentra la catástrofe del río Cruces.
Ahora bien, se puede decir con un juicio rápido que estas problemáticas no tienen
nada en qué relacionarse con la Psicología Comunitaria, pero si hacemos un juicio más
analítico podremos darnos cuenta de que la acción de la empresa Barrick en la zona norte
podría haber afectado el recurso hídrico de comunidades que viven y desarrollan su cultura
al borde del río Loa o, por ejemplo, cómo la escuela de la zona de La Greda, ha tenido que
cerrar sus puertas por la contaminación que produce el complejo industrial Ventanas, y ya
en un ejemplo radical de lo que es la intervención del hombre en el ecosistema, tenemos el
caso del río Cruces, en donde se vio afectada la micro fauna subacuática y por ello los
cisnes, conllevando un daño ecológico biótico y también económico y cultural hacia las
comunidades que viven al borde de dicho río. Asimismo, podemos observar y estudiar
cómo las comunidades se han organizado en contra del abuso y daño al medio ambiente.
38
Antecedentes
Actualmente, el problema medioambiental ha suscitado que diversas voces estén
siendo parte de un anhelo de cambio y de la necesidad de crear conciencia sobre esta
problemática. Tal como menciona Gazaly (2008), detrás de este anhelo, se encuentra la
convicción de que no se puede sostener un vínculo utilitario con la naturaleza como se ha
sostenido hasta ahora y, pese a que las posturas con respecto a qué medidas se deben tomar
varían desde la alternativas mayormente ligadas a la comunidad -como educación
ambiental-, a aquellas que consideran mayores avances científicos y desarrollo tecnológico,
se puede desprender que lo principal de cada una de ellas es la búsqueda de una
transformación no sólo a nivel de la cognición, sino que también de las acciones y hábitos
propios de los grupos humanos.
Sin embargo, el gran problema que se presenta, es que la conciencia que tenemos
sobre los efectos en cadena que generan nuestras acciones en el sistema urbano, incluido el
medio ambiente; es débil y, por lo tanto, insuficiente. Debido a esto, es que los habitantes
no se movilizan en beneficio de sus ciudades, ya sea mediante aquello que podrían hacer,
exigir y organizarse, como aquello que podrían evitar hacer (Sabatini, 1997). Asimismo,
Rozas (2001) declara que el progreso, más allá de liberar a las personas, ha permitido la
construcción de una nueva cárcel para y por estos, donde en lugar de beneficios, se le ha
dado la bienvenida al aumento de la contaminación y la congestión, a una calidad de vida
deficiente y artificial, entre otros efectos y situaciones perjudiciales para nuestra salud y
sistemas de vida.
Wiesenfeld (2001) menciona que la armonía entre los cambios que han generado la
acción humana y las condiciones del medio ambiente parecieran estarse distanciando cada
vez más, viendo cómo cada uno de sus elementos, dígase, fauna, bosques e incluso el
mismo aire, sufre detrimentos cada vez más agudos. “Insustentabilidad” es probablemente
la mejor palabra para calificar no sólo el mal uso, sino también el abuso que se ha hecho de
la naturaleza, pues, tal como Leff (s.f.) plantea, la racionalidad modernizadora que se tiene
hasta la fecha, ha generado no sólo externalidades económicas, sino también una sinergia
negativa producto del crecimiento indiscriminado y sin límites del ámbito económico por
sobre cualquier otro, llevándonos a la insustentabilidad, caracterizada por la escasez de
recursos, el desequilibrio y riesgo ecológico, además de una pobreza extrema y
39
vulnerabilidad de nuestra sociedad. Wiesenfeld (2001) incluso llega a aseverar que nuestra
supervivencia está en juego, pues el abuso de nuestro medio ambiente ha llegado a tales
extremos que, frente a la posibilidad de que se agote un recurso imprescindible, como lo es
el agua, y frente a la mala calidad del aire que respiramos, la cual empeora cada día, nuestra
vida pendería de un hilo.
Con respecto a la última problemática mencionada, sobre la calidad de nuestro aire y,
relacionándola con uno de los actores principales de nuestro trabajo, las empresas del rubro
industrial, podemos rescatar lo dicho por Rozas (2003), quien menciona que aunque los
gases con los que la sociedad contribuye al efecto invernadero a través de sus diferentes
medios de locomoción –como el Dióxido de Carbono– tengan una participación
equivalente al 70% en éste, siguen siendo mucho más importantes las emisiones
provocadas por la producción industrial de todo el mundo, especialmente por los llamados
países desarrollados.
A partir de lo expuesto anteriormente, concordamos en que “Se necesita con urgencia
diseñar e implementar estrategias a corto, mediano y largo plazo, que promuevan una
relación adecuada con el medio ambiente, en beneficio de todos sus componentes,
incluyendo al humano.” (Wiesenfeld, 2001, p.3). Al respecto, desde la psicología
comunitaria, se propone mejorar las siguientes áreas: una mayor aproximación al mundo
natural, teniendo más contacto con la naturaleza y animales; una mejora en los estilos de
vida de las personas sin abusar de los recursos naturales, y poniendo énfasis en la
sostenibilidad social; la existencia de una Interculturalidad -Incorporación de las miradas
del mundo étnico-indígena- efectiva; y variables Psico-comunitarias tales como Identidad,
Organización Comunitaria y Comportamiento colectivo (Rozas, 2003). Estas últimas áreas
podrían constituir un gran paso entre la anteriormente mencionada conciencia débil de las
comunidades y el tomar medidas frente a la vulnerabilidad que experimentan con respecto a
sus derechos.
A nivel local, Chile cuenta con el Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental
(SEIA), que es uno de los principales instrumentos para prevenir el deterioro ambiental.
Aquellos proyectos que ingresen al SEIA, como da a conocer la Comisión Nacional del
Medio Ambiente –CONAMA- (2005), deben contar con algunas consideraciones tales
como: riesgo para la salud de la población; reasentamiento de las comunidades humanas o
40
cambios significativos de sus sistemas de vida previamente establecidos; efectos adversos
en los recursos naturales renovables, tanto de carácter cualitativo como cuantitativo;
localización próxima a áreas susceptibles de ser afectadas, como asentamientos
poblacionales, áreas protegidas y aquellas donde se encuentren recursos; valor ambiental
del territorio donde el proyecto tomará forma; alteraciones significativas en el valor
turístico y paisajístico de alguna zona y, por último; alteración de monumentos y sitios
pertenecientes al patrimonio cultural.
Para profundizar, el análisis sobre las alteraciones significativas a los sistemas de vida
y costumbres de los grupos humanos en el marco del SEIA, se inicia con la identificación
del grupo humano susceptible de ser afectado. Dicho grupo humano deberá estar inserto en
un territorio común, el cual dará origen al área de influencia específica del proyecto o
actividad para dichos grupos humanos. “Por ejemplo, en un sentido amplio podrán ser
grupos humanos, barrios o sectores urbanos afectados por impactos en sus tiempos de
desplazamiento y/o conectividad, o comunidades indígenas, de crianceros, pirquineros,
pescadores, artesanos, entre otros” (CONAMA, 2005, pág.10). A partir de esto se
determina como un problema creciente el hecho de que parques industriales, susceptibles
de causar impacto ambiental, estén cada vez más cercanos a zonas pobladas o que
representen un daño a la comunidad, tanto en una plana económica como con respecto a los
elementos que conforman su medio ambiente, ya sean naturales, artificiales y/o
socioculturales (CONAMA, 2005).
Por otra parte, las empresas que cumplan con las características específicas de la ley
19.300 tienen que presentar según su artículo 2º, una Declaración de Impacto Ambiental
(DIA), documento en el que se realiza una descripción del proyecto o de las modificaciones
que se le realizarán, de modo que el organismo competente pueda evaluar si el impacto
ambiental que tendrá se ajusta al permitido por la legislación (CONAMA, 2005).
Si la actividad requiere mayor uso e, incluso, abuso de recursos y no cumple con los
criterios para presentar una DIA, se deberá presentar de manera complementaria un Estudio
de Impacto Ambiental (EIA), describiendo detalles del proyecto y cómo este afecta a la
zona de impacto, incluyendo antecedentes de la predicción, identificación e interpretación
de su impacto ambiental, describiendo además las acciones que emprenderán para
compensar a los afectados (CONAMA, 2005). Como una alteración significativa
41
comprenderemos cualquier acción que sea temporal o sostenida en el tiempo y que en su
espacio territorial tenga algo en común con un grupo humano, provocando dificultades en
el desarrollo normal y afectando los distintos procesos socioculturales como el desarrollo
económico, cultural, entre otros, y que perjudican la expresión de intereses comunitarios.
Es a partir de los EIA que se dictan resoluciones que dan pie para el desarrollo o
paralización de estos procesos, y es por eso que un EIA mal ejecutado puede significar una
catástrofe ecológica y sociocultural.
Problema y objetivos
Es así como con respecto a lo anteriormente planteado surge la problemática que se
traduce en la siguiente interrogante: ¿Cómo afecta a las comunidades colindantes a las
empresas, la ineficacia de la legislación a la base de los Estudios de Impacto Ambiental
(EIA) y cómo esto da pie a la revolución que dichas comunidades inician debido al impacto
que sufren?
Para estudiar esto, nuestro objetivo general corresponde a revisar bibliografía sobre
problemas ambientales generados por proyectos industriales, y en los cuales se han visto
afectadas las comunidades que colindan con éstos debido a distintas faltas a lo establecido
en los EIA originales -llámese fallas en la predicción, identificación, interpretación del
impacto ambiental o en las medidas de mitigación- así como también su organización para
luchar a favor de sus derechos y sus sistemas de vida.
Los objetivos específicos son: a) Recolectar información respecto a cómo los
proyectos de los tres casos emblemáticos se concretaron en la creación de las respectivas
empresas a pesar de la legislación vigente, b) Analizar esta información con respecto a los
ámbitos específicos en que dichas empresas afectaron a las comunidades y su entorno, y, c)
Analizar las medidas que tomaron las comunidades frente a dicha situación.
42
Desarrollo
Pascua Lama: Inversiones y posible adulteración de EIA
El proyecto Pascua Lama, de la multinacional Barrick Gold, condicionará de manera
esencial la sustentabilidad hídrica del valle del Huasco, con lo cual se pone en peligro el
desarrollo de la agricultura, fundamental fuente de subsistencia para las comunidades
diaguitas que habitan a lo largo del valle Huasco. Bajo dichos glaciares se encuentran las
mayores reservas de oro a nivel mundial.
Barrick recibe autorización de funcionamiento en 2006 por parte de la COREMA,
condicionándolo a la preservación de los tres glaciares principales (E&MJ, 2006). El
impacto ambiental de este proyecto ha sido cuestionado por las falencias que presentó en la
determinación de la línea de base y las repercusiones para la comunidad. Es a partir de estas
falencias que el gobierno rechazó en algunas oportunidades el desarrollo normal de este
proyecto. Gracias a distintas modificaciones en la estructura del proyecto, se logró su
aprobación por parte de la dirección local de medioambiente.
Actualmente, el proceso de construcción de Pascua Lama se encuentra paralizado por
resolución medioambiental ratificada por la Corte Suprema de Justicia, además, Barrick
Gold fue demandado por sus accionistas minoritarios debido a las pérdidas que han
implicado las constantes acusaciones de adulteraciones de estudios de impacto ambiental
(EFE, 2014). La acción más reciente de Barrick Gold en Chile fue firmar un acuerdo con
las comunidades diaguitas afectadas por las faenas mineras (Barrick Gold S.A., 2014).
En una política conciliadora, Barrick Gold firmó un acuerdo de información y
comunicación con las comunidades diaguitas directamente afectadas (Barrick Gold S.A.,
2014). Esto implica que las quince comunidades y Asociaciones Indígenas Diaguitas de la
Provincia del Huasco conozcan el proyecto Pascua Lama a través de sus representantes y de
primera fuente, tanto sus principales efectos como sus medidas de control y mitigación.
Esta decisión de la empresa se enmarca en la nueva política externa que están
desarrollando, en pos de lograr los objetivos de la mano de las comunidades, según la
declaración oficial (Barrick Gold S.A., 2014). Si bien hoy la construcción de Pascua Lama
se encuentra paralizada en el lado chileno, se especula que durante el segundo semestre del
2014 podría haber novedades.
43
Contaminación de metales pesados en el puerto de Ventanas
En el caso del puerto de Ventanas, polo industrial por excelencia de la quinta región,
podemos identificar que el crecimiento de la economía no significa necesariamente el
desarrollo del país (Serrano, 2010). En el caso del Parque Industrial Ventanas (PIV), las
riquezas que éste genera no se ven reflejadas en su entorno, y es que las comunas de
Puchuncaví y Quintero se encuentran entre las más vulnerables de la quinta región.
Según el mismo autor, en Chile no existe una planificación energética, dado que todo
se ha entregado a manos de privados. Siendo el campo energético propiedad de empresas
privadas internacionales tales como ENDESA. Es así como la contaminación producida en
las comunidades aledañas a dichos proyectos, no se traduce en una mayor preocupación por
una buena realización de los Estudios de Impacto Ambiental. Es por esto que comunas
colindantes a parques industriales, tales como Ventanas, se ven afectadas directamente por
este autodenominado “precio del progreso” (Pageau, 2008).
De las últimas solicitudes de apertura del proyecto en el PIV, se encuentra la empresa
AES GENER, parte del consorcio CHILECTRA, el cual dentro de su EIA sobre el manejo
de residuos de combustión (RISES) incluyó que los impactos negativos eran mitigables y
que no se producirían efectos adversos significativos en la salud de la población ni en los
recursos naturales del entorno (Rojas y AES GENER, 2010). Dentro de este EIA no existe
ninguna medida de mitigación en favor de la población humana, por lo que la COREMA
decidió no admitir este proyecto.
En la resolución de no admisión del proyecto RISES, se argumenta que la fase de
operación se encuentra incompleta, al igual que la descripción de emisiones y residuos que
se generarían durante esta etapa (COREMA, 2010).
Desde la década de 1990 se han hecho notorios los efectos retroactivos de la
contaminación con anhídrido sulfuroso. Es, entonces, de carácter urgente llegar a una
solución que permita dar fin a este constante problema, ya que Ventanas -a pesar de haber
estado clausurado durante un tiempo-, volvió a funcionar y a expulsar contaminantes hacia
la comunidad de Puchuncaví, provocando nuevas intoxicaciones, y haciendo que este
problema en desarrollo se haya prolongado de sobremanera, sin que las instituciones del
Estado hayan adoptado medidas ejemplares, puesto que se cruzan prioridades como la
44
matriz energética y económica del país (refinería de ENAP, fundición de CODELCO y
termoeléctricas) (Serrano, 2010) con las necesidades de la población.
En enero del 2013, se realizó una marcha denominada “marcha por una vida digna”,
donde participaron ONGs como Oceana y el Movimiento Comunidades por el derecho de
la Vida, pescadores artesanales y cientos de personas que se congregaron en la costanera de
Ventanas. Dicha marcha tuvo por objetivo exigir que no se instalen nuevas termoeléctricas
a carbón en este sector. (OLCA, 2013).
Desastre ecológico del Santuario del río Cruces
Luego de que en 1995 y 1996, CELCO, con su proyecto de instalar la Planta de
Celulosa Valdivia, fuera rechazado dos veces seguidas por la CONAMA debido a
inviabilidad ambiental, pues en los EIA presentados contemplaba, inicialmente, tratamiento
secundario de los residuos industriales líquidos y, en segunda instancia, evacuación al río
Cruces y la construcción de un emisario al mar; CELCO decide finalmente desechar sus
opciones anteriores y establece como medida de mitigación el tratamiento terciario y
vertido de los residuos líquidos al río Cruces, logrando la autorización de la COREMA en
1998, aunque con una serie de restricciones (INDH, 2012). Es en este momento, donde
podemos evidenciar por primera vez la negligencia de la autoridad ambiental, cuando la
petición de CELCO de flexibilizar una resolución para eliminar y modificar aspectos del
monitoreo es aceptada por la CONAMA, lo cual sería clave para los eventos posteriores.
De esta forma, concordamos con lo expuesto por Sepúlveda y Bettati (2005), quienes
aseveran que la consecuencia más grave de esta situación es la pérdida de legitimidad de
normas e instituciones ambientales, debido a la aplicación parcial que las autoridades
encargadas han hecho de ellas.
En febrero de 2004, infringiendo la resolución ambiental del proyecto, esta empresa
inicia sus faenas, comenzando a desechar sus residuos al río Cruces con tratamiento
terciario un mes después, momento desde el cual los ciudadanos de las comunas
colindantes alzan su voz debido a desagradables olores que provenían desde la planta,
permitiendo constatar que la planta carecía de sistema de control y monitoreo de gases.
Esto permitió, posteriormente, comprobar que la causa de muerte y migración de los miles
de cisnes de cuello negro (entre otras especies) fue causada por el vertido de sus residuos
45
líquidos en el río ya mencionado, hecho que fue denunciado por grupos ambientalistas
(INDH, 2012). Es decir, tal como menciona Sepúlveda y Bettati (2005), las primeras
señales ecológicas de esta incapacidad del sistema para prevenir y/o mitigar los impactos
ambientales se evidenciaron de forma temprana, transgrediendo el concepto de desarrollo
sostenible planteado por Troncoso (2007), pues no se le permite el acceso al desarrollo a las
comunidades, ya sea mediante justicia social, protección a la diversidad o administración
equilibrada del ambiente que habitan.
Posterior a esto, la COREMA de Los Lagos exigió a CELCO una serie de medidas
preventivas y de mitigación, tales como la reducción de la producción anual de pulpa y
rebaja en la carga química de los riles. Sin embargo, en el año 2005 y gracias a un estudio
encargado por la COREMA, la empresa es clausurada debido a la transgresión de normas
ambientales, por segunda vez, siendo reabierta tan sólo un mes después, tal como informa
INDH (2012).
Avanzando un año de esta forma y siendo demandados por el Consejo de Defensa del
Estado por daño ambiental, CELCO busca nuevas posibilidades de desechar sus residuos,
mientras continúa vertiéndolos en el río Cruces. Además, a mediados de ese año, y como
nos informa Sepúlveda y Bettati (2007), se observa en las resoluciones 377/05 y 461/05 de
la COREMA X, una modificación de aquellas restricciones impuestas a CELCO el año
1998, renunciando al espíritu preventivo al autorizar la ocurrencia de impactos ambientales
no evaluados por el SEIA, los que terminaron ocasionando la catástrofe que hoy
conocemos.
Ya siendo tarde para medidas preventivas, y frente a la carencia de medidas de
mitigación, surge un movimiento ciudadano a través de la agrupación Acción por los
Cisnes, el cual, al demostrar la magnitud del desastre y establecer sus causas, colaboró con
las autoridades, creando conciencia en ellas del desastre y sus riesgos, logrando que el
gobierno impulsara medidas para recuperar el Santuario (Sepúlveda y Bettati, 2007). Esto
demuestra cómo los ciudadanos ya no están dispuestos a que sus derechos sean vulnerados
en beneficio de lo que Troncoso (2007) llama un ser humano alienado en lo monetario, que
fomenta el individualismo y degrada la comunidad.
Finalmente, pese a que se dio luz verde en el año 2009 para el funcionamiento de la
Planta de Celulosa Valdivia, cesando la investigación sobre la muerte de los cisnes, el
46
primer Juzgado Civil de Valdivia continúa revisando la demanda presentada por el Consejo
de Defensa del Estado contra Arauco.
Discusión y Conclusiones
Antes de responder a la pregunta de investigación que condujo la presente
investigación, se hace necesario analizar qué partes del proceso que culmina con la puesta
en marcha de la legislación basada en los Estudios de Impacto Ambiental, fueron críticas
para los catastróficos acontecimientos que se experimentarían posteriormente, pues, al
identificarlos se abre la puerta a que, a futuro, esta situación se vea revertida.
Para comenzar, en el caso del río Cruces, no se reconoce negligencia a la hora de
investigar aquellos antecedentes que permitan predecir y controlar el impacto ambiental
que se desprenda de la producción de CELCO. Sin embargo, se falla en la rigurosidad con
la que se aplica y acata la legislación: dichas normas, pese a encontrarse bien
confeccionadas, pueden no sólo ser sometidas a modificaciones y flexibilizaciones, sino
que también ser ignoradas por completo, denotando, a su vez, una falta de supervisión
permanente. Por otro lado, en el caso Ventanas, con respecto a AES GENER, se constata
un ejemplo de ineficacia en cuanto a la investigación misma del EIA, el cual indicó un
impacto específico de los RISES, supuestamente mitigable, ignorando otros aspectos
importantes, como lo fue el impacto provocado en las poblaciones humanas y la
forestación.
Terminando con estas negligencias, se encuentra el caso Pascua Lama, proyecto que
ha generado impacto ambiental de tal grado que aún se cuestiona una posible adulteración
del EIA, el cual contaba con falencias en la determinación de la línea base y cómo el
proyecto afectaría a la comunidad aledaña. Al igual que en los dos casos anteriores, se
evidencia un privilegio del ámbito económico por sobre el bienestar de las comunidades
humanas.
A partir de lo anterior, se puede desprender que, tal como se pudo constatar en cada
caso, las comunidades colindantes se ven afectadas por la ineficacia legislativa a la base de
los EIA en diferentes aspectos que van mucho más allá de afectar el entorno en términos de
47
paisaje o características estéticas. Por un lado, en los tres casos se evidencia cómo las
comunidades son vulneradas en sus derechos, como el de tener un entorno libre de
contaminación y el de manifestarse cuando no se encuentre a favor de la toma de alguna
medida o aceptación de un proyecto que, con su funcionamiento, les pueda afectar de las
múltiples formas que se relataron en el cuerpo de esta revisión. De la misma forma,
también se ve afectado el ecosistema en el que viven, pues, además de características como
el olor que se produjo debido al funcionamiento de CELCO, y tal como se informó, una no
aplicación efectiva de la legislación puede provocar la migración, daño e incluso muerte
masiva de algunas especies que habiten cerca de la empresa, tal como sucesión con el cisne
de cuello negro en el sur y otras especies marinas en Ventanas. Por último, pero no menor,
las comunidades se ven afectadas en sus sistemas de vidas, obstaculizándoles e, incluso
impidiendo que éstas se desarrollen como comúnmente suelen hacerlo, donde tenemos, por
ejemplo, la pérdida de agua por parte de Comunidades Diaguitas y el cierre de la escuela La
Greda.
Frente a esto, las comunidades estudiadas no hacen sino actuar, pero no de una forma
estereotipada, sino que cumpliendo diferentes roles que permitan revertir la situación que se
encuentran padeciendo. El rol de las comunidades diaguitas que fueron afectas
directamente por el proyecto Pascua Lama fue, en primer lugar, el de informarse sobre
cómo estaba afectando dicho proyecto en sus sistemas de vida y ecosistemas; en segundo
lugar, y con base en lo anterior, tomar conciencia de la problemática de la que estaban
siendo víctimas; en tercer lugar, evaluar cuales de sus derechos estaban siendo vulnerados
y por los cuales podían luchar. Esto, finalmente se tradujo en la firma de un acuerdo de
informar a las comunidades sobre el proyecto. A pesar de que esto parezca simple, tiene
una gran relevancia, ya que el conocimiento que las comunidades tienen a su disposición
puede ser la mejor herramienta para luchar y frenar ciertos procesos producto de los cuales
ellos y sus ecosistemas pueden verse afectados.
En el sector de Ventanas, la población ha tomado un rol activo en cuanto a no
permitir que se instalen más termoeléctricas en el lugar. Por este motivo, en enero del 2013
se realizó la marcha “por una vida digna”, donde participaron ONGs como Oceana,
pescadores artesanales y cientos de personas que se congregaron en la costanera de
Ventanas. En dicha marcha diversos actores alzaron la voz con el objetivo de hacer
48
entender a las autoridades que no es posible seguir construyendo termoeléctricas en la zona,
ya que esto elevaría la contaminación del lugar a un nivel intolerable y aún más peligroso
para las personas y el medioambiente, indicando en casos más extremos que la región de
Valparaíso va a morir con otra termoeléctrica (OLCA, 2013).
Por otra parte, el rol que cumple la comunidad en el caso del Santuario del Río
Cruces fue el de ser actores activos “intermediarios”, más allá de ser actores activos
“directos” en la resolución del conflicto, esto en tanto cumplen con el rol de ser quienes
crean conciencia en las autoridades respecto del problema y sus respectivos riesgos, para
que de esta forma, sean ellas quienes tomen las medidas necesarias, sin pasarlas a llevar
como institución. Esta comunidad también desempeña el rol de informantes, es decir,
denunciar aquellos casos en que vean una infracción a la normativa por parte de las
empresas, en pos de que las autoridades recobren su labor de protección del medio
ambiente y del ecosistema. Cabe destacar que este último rol de la comunidad implica que
las autoridades no estarían cumpliendo eficazmente su rol preventivo debido a lo notorio y
avanzado que está siendo el daño.
Desde la psicología comunitaria, parece una propuesta pertinente la que es
mencionada por Rozas (2003), de aproximarse al mundo natural, teniendo mayor contacto
con los animales y la naturaleza en su totalidad, además de no abusar de los recursos que
ésta nos otorga, buscando lograr una sostenibilidad social. Para lograr esto, dadas las
circunstancias de contrariedad entre los fines económicos que persiguen a las empresas y
aquellos derechos por lo que luchan las comunidades, estas últimas debieran empoderarse
para impulsar un cambio más global en que no sólo se tenga que alzar la voz para enmendar
el daño provocado a su entorno, sino que también se cree conciencia en las autoridades
estatales sobre los nefastos resultados que tienen las políticas basadas en economía por
sobre los sistemas de vida, de manera que el país deba repensar la relación que tiene con el
entorno en el que vive. Así, se promoverían prácticas como votaciones de comunidades,
donde se les da derecho a elección a las personas que conforman la comunidad, sobre
aquellos proyectos que pudiesen afectarles directa o indirectamente. Por último, como
menciona Troncoso (2007), permitiría el desarrollo de las comunidades, ya sea mediante
justicia social, protección a la diversidad o administración equilibrada del ambiente que
habitan.
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52
Aplicación del Modelo Problemático Integrado (MPI) en Comunidades Escolares
Rurales: Una experiencia de Investigación-Acción-Participativa en Conflictos
Socioambientales
Lorena Molina
Pascale Camus
María Teresa Hernández
Francisco Velásquez
Camila Vásquez
Camila Morales
Violeta Gómez
Felipe Rodríguez
Rodrigo Mardones5
Resumen
En el sector rural del Valle de Longotoma, V región, se realiza el proyecto
“Conflictos Socioambientales, Participación y Comunidad: Un Diagnóstico Participativo”
del Departamento de Psicología de la Universidad de Chile. Este busca indagar en la
situación de vida actual y en los posibles impactos psicosociales y culturales derivados de
la instalación de un proyecto minero en el sector. En este sentido, por medio de un
diagnóstico participativo, se promueve la visibilización del valor patrimonial a través del
trabajo participativo con docentes, niños y niñas de tres escuelas rurales de la localidad.
Para ello, se utilizan varias técnicas, entre ellas el dibujo, los “Mapas de Gulliver” y el
Modelo Problemático Integrado (M.P.I.) en el cual ahondaremos en este texto.
5 Miembros del Núcleo de Estudios e Intervención Comunitaria (NEICo).
53
Por medio de esta técnica, fue posible detectar algunos factores que inciden en la
promoción de una educación medioambiental sostenible a partir de la opinión de los
docentes. Se consideraron tres aspectos principales: patrimonio, medioambiente e
identidad. Como resultados preliminares, se concluye la necesidad de asesoramiento a las
instituciones escolares en materia de innovación pedagógica, así como instancias de
reconocimiento y valoración del patrimonio local, y mayor articulación con organizaciones
comunitarias del sector.
Introducción
A la luz del cambio climático global y otros problemas ambientales que plantean
una amenaza para el bienestar de las comunidades, los psicólogos comunitarios han
reconocido que se trata de un área prioritaria para la disciplina (Moskell & Broussard,
2013). Para ello, los estudios en este campo deberían cumplir un rol fundamental, en tanto
sean capaces de promover el respeto y la protección del entorno, a través de la
consideración del valor intrínseco de la naturaleza y no sólo por su utilidad en la mejora de
la calidad de vida humana (Amérigo, García & Sánchez, 2012).
Sin embargo, es necesario complejizar el abordaje de los estudios relacionados con
el cuidado ambiental, debido a que suelen centrarse en factores individuales e
intrapsíquicos, tales como las expectativas que tienen las personas de permanecer en sus
lugares de residencia actual (Riger & Lavrakas, 1981), el número de viviendas anteriores
(Cuba & Hummon, 1993) o el uso de los recursos locales (Ahlbrandt, 1984). Como
resultado, se dejan en segundo plano variables psicosociales como la participación
comunitaria (Cuba & Hummon, 1993; Vidal, Berroeta, Di Masso, Valera & Pero, 2013) o
el sentido de comunidad (Ramkissoon, Wailer & Graham, 2012).
Por otra parte, si se contextualiza esta discusión en escenarios de conflictos
socioambientales, los cuales pueden ser entendidos como el choque de racionalidades
distintas en torno al desarrollo, teniendo como eje central al territorio (Leff, 2006), es
54
posible abrir un nicho temático poco estudiado y relevante a nivel disciplinar. En torno a
esto, algunas investigaciones han puesto de manifiesto cómo los cambios en el territorio
pueden hacer explícitos los vínculos entre las personas y los lugares en que se encuentran
(Devine-Wright, 2009), provocando comportamientos proteccionistas por parte de grupos
de las comunidades que se enfrentan a iniciativas de desarrollo no deseadas en su lugar de
residencia (Devine-Wright, 2009; Hernández, Hidalgo, Salazar-Laplace & Hess, 2007;
Hidalgo, 2013).
Este es el caso de los vecinos colindantes al sector rural conocido como Dunas de
Longotoma, de la comuna de La Ligua, V región, Chile, que buscan evitar la instalación del
proyecto “Planta de Concentración Magnética Dunas de Guallarauco” de la compañía
minera AMISTAD S.A. Este sector abarca 800 hectáreas de terreno rico en material
arqueológico y con una flora y fauna diversa debido al humedal de la zona (Medrano, 2013,
04 de noviembre).
Con el fin de validar el rol activo de todos los miembros de la comunidad,
principalmente el de los niños y las niñas, el presente texto, abordará temas tanto teóricos
relacionados con educación ambiental y participación social, como un diagnóstico
participativo efectuado en tres escuelas rurales a través de tres técnicas incipientes, Mapa
de Gulliver, Fotografía Patrimonial y Modelo Problemático Integrado (M.P.I.).
Se plantea como punto de partida las bases teóricas provenientes de la
Investigación-Acción-Participativa (IAP), que permite sustentar la propuesta metodológica
implicada. De tal manera, que el proceso de diagnóstico sea a partir de la autogestión de los
participantes. Es importante para ello, posibilitar el reconocimiento del espacio físico como
un lugar significativo, donde existen diversos hechos conflictivos, que inciden en la
concepción que se tiene sobre el entorno, vinculando conceptos claves como: patrimonio,
identidad y medioambiente.
Considerando esta propuesta como una herramienta capaz de posicionar a las
personas como expertos en sí mismos, con el poder suficiente de analizar los problemas de
forma crítica, por medio de la exposición de factores psicodinámicos, sociales y culturales
influyentes en la comunidad escolar del sector. Favorece la cohesión grupal y enriquece la
posibilidad de mejora en cuanto a las principales amenazas y obstáculos que se visualizan
55
tanto a nivel individual como colectivo. Es decir, el trabajo participativo que se concretó
con las instituciones educativas y las comunidades con las que se relacionan, permite
visibilizar, desde la fuente directa, un mapeo problemático dinámico que sostiene la
delimitación de futuros lineamientos estratégicos de intervención.
Esta proposición apunta justamente a la validación de la participación de la
comunidad infantil dentro del proceso de reconstrucción del entorno patrimonial.
Consolidando una visión crítica acerca de los conflictos socioambientales y fortaleciendo
espacios de encuentros creativos, expresivos, críticos y colaborativos, donde se llevaran a
cabo los posteriores procesos de intervención estratégica.
Conflictos Socioambientales y Comunidad
Actualmente, la crisis ambiental es una de las grandes preocupaciones de la
humanidad (Bertoldo, Castro & Barbará, 2013; Quintana, 2007), por lo que las ciencias
sociales se han propuesto avanzar en la comprensión de cómo las personas se enfrentan a la
problemática medioambiental (González, 2002; Palavecinos, Amérigo & Muñoz, 2010). En
este contexto, la Psicología Comunitaria, carece de una robusta producción investigativa
sobre la relación entre sistemas humanos y naturales (Moskell & Broussard, 2013).
A pesar de que la consciencia ambiental ha ganado relevancia en las últimas
décadas, las acciones para el cuidado y preservación del medio ambiente no se han llevado
al ámbito práctico, por lo que la inquietud sobre las conductas pro-ambientales de los
individuos es crucial (Devine-Wright & Clayton, 2010). En este sentido, se ha vuelto
relevante el estudio de los procesos psicoambientales y psicosociales que las personas
desarrollan hacia lugares importantes en sus vidas (Brown, Perkins, & Brown, 2004;
Devine-Wright, 2009; Dixon & Durrheim, 2000; Hernández et al., 2007; Hidalgo, 2013;
Lewicka, 2011; Rollero & Piccoli, 2010; Ruiz, Hernández & Hidalgo, 2011).
Los lugares poseen un significado compartido, resultado de la interacción entre los
elementos de un grupo (Lewicka, 2011), lo que permite la emergencia de un foco de
estudio relacionado con los vínculos sociales comunitarios (Vidal et al., 2013) y la
comprensión del impacto ambiental de las acciones de las personas (Bolderdijk, Gorsira,
Keizer & Steg, 2013; Rollero & Piccoli, 2010). Acciones que inciden directamente en el
56
medioambiente y su sostenibilidad (Bolderdijk et al., 2013; Vidal, Pol, Guàrdia & Peró,
2004).
Los lugares son espacios dinámicos, y a la vez son socialmente constituidas y
constitutivas de lo social (Dixon & Durrheim, 2000). El interés por la investigación de la
vinculación socio-espacial con los lugares, ha develado cómo estos elementos fomentan
comportamientos pro-ambientales (Amérigo et al., 2012; Halpenny, 2006; Heyl, Moyano,
Cifuentes, 2013; Koger, 2013; Longhinotti-Felippe & Kuhnen, 2012). Sin embargo, a pesar
de su relevancia, las dinámicas del lugar han sido ampliamente ignoradas dentro de la
psicología (Dixon & Durrheim, 2000).
Educación Medioambiental, niñez y participación
En el proceso de formación de actores sociales más conscientes de su entorno y
capaces de contribuir en su conservación y cuidado, la educación ambiental conlleva una
trascendencia educativa que rebasa los límites de la enseñanza y el aprendizaje, penetrando
en el campo de la actuación y creación de valores en los individuos y grupos sociales
(Castellanos, 2011). Lo anterior, se condice con la idea de que la educación, y
específicamente en su relación con el medio ambiente, cobra un papel fundamental, pues
aborda aspectos esenciales en la construcción de sociedades y futuros más sostenibles
(Vega, Freitas, Álvarez & Fleuri, 2007). Ahora bien, bajo la idea del mismo autor, es
preciso considerar que el ejercicio de educar no debe ser reducido a “concienciar personas”
o “cambiar conductas”, sino que su tarea debe ser más profunda y comprometida: “educar
para cambiar la sociedad, procurando que la toma de conciencia se oriente hacia un
desarrollo humano que sea simultáneamente causa y efecto de la sustentabilidad y
responsabilidad global” (Vega, et al. 2007, pp. 541). En otras palabras, resulta evidente la
necesidad de entender la educación ambiental como un proceso en el que se pone en
relación al hombre con su ambiente, así como las consecuencias de esta relación, más allá
del simple hecho de impartir un conocimiento. En este entendido, bajo condiciones en las
que los problemas ambientales se presentan tanto a nivel nacional como internacional,
producto de un modelo de desarrollo que da prioridad a una economía insustentable, la
educación tiene un importante papel que jugar, tanto en la promoción de un aprendizaje
57
caracterizado por la anticipación, como en la participación que permita no sólo comprender,
sino también tener la capacidad de implicarse en aquello que queremos entender.
La participación comunitaria podría comprender, un proceso de concientización
colectiva, principalmente desde las comunidades, acerca de los factores que potenciarían o
disminuirían sus conocimientos y desarrollos. La reflexión crítica sería el medio de
confluencia de esta acción, la cual desencadenaría procesos de organización y asociatividad
orientadas a un logro o bien en común. En palabras de Montero (2004, p. 229), la
participación comunitaria se define entonces como “un proceso organizado, colectivo, libre,
incluyente, en el cual hay una variedad de actores, de actividades y de grados de
compromiso, que están orientados por valores y objetivos compartidos, en cuya
consecución se producen transformaciones comunitarias e individuales”.
Dado lo anterior, podemos plantear que la participación comunitaria produce el
involucramiento de las personas en los procesos de cambio en cuales se encuentran
inmersas, la transformación del entramado de relaciones entre sujetos y objetos, la
autorrealización y las condiciones para la libertad y la transformación social (Montero,
2010). La participación debiera ser un ángulo central presente en todas las estrategias de
acción comunitaria, ya que permite evaluar las necesidades y los recursos de una
comunidad, tomar decisiones y generar discusiones que tengan sentido para los miembros
de esa comunidad (Montero, 2009).
Por ello, los y las niños/as deben dejar de verse como meros objetos de tratamiento
o intervención, y situarlos como protagonistas de sus vidas, capaces de actuar y decidir ante
las situaciones que afectan y limitan su bienestar y desarrollo. Así es como, ante la
necesidad de preguntarnos qué sucede hoy con los niños y niñas, la respuesta debería
apuntar a la reflexión sobre cómo fortalecer y ampliar su poder y toma de decisiones en y
sobre aquellos procesos sociales, económicos, políticos, culturales y medioambientales en
los que están insertos (Fandiño, 2011). En este marco, el valor de la participación de
ellos/as en los procesos de transformación de sus entornos espaciales es fundamental,
permitiéndoles incidir en los asuntos públicos que afectan a comunidades concretas
(Montenegro, 2004).
58
Los niños y las niñas constituyen un porcentaje importante de la población y sus
necesidades deben ser reconocidas, sobre todo, teniendo en cuenta que la falta de
mecanismos de participación implica muchas veces que sus voces no sean escuchadas
(Todres, 2011). De esta forma, se vuelve fundamental que participen en sus comunidades,
transformándose en líderes comprometidos con los problemas de su comunidad,
produciendo interacciones activas con los adultos en los procesos de desarrollo comunitario
que generen voces más representativas que reflejen las diversas necesidades y deseos de la
comunidad y de las organizaciones dentro de ella (Brennan, 2008).
Contexto de Longotoma
La comuna de La Ligua, capital de la Provincia de Petorca, está ubicada al extremo
norte de la V Región de Valparaíso y se ubica a una distancia de 154 km de Santiago.
Cuenta con una superficie de 1.163,5 km2. El tamaño de la comuna representa un 22% de
la superficie provincial, el cual representa el 7,07 % de la superficie total de la V Región y
el 0,16% del país. Limita al norte con la comuna de Los Vilos, al sur con la comuna de
Nogales, al este con las comunas de Papudo y al oeste con el Océano Pacífico, donde se
encuentran los sectores costeros de La Ballena, Pichicuy, Los Molles y el Valle de
Longotoma (Ilustre Municipalidad de La Ligua, 2012).
En este último sector, donde habitan aproximadamente 1491 personas, se
encuentran las dunas de Longotoma, que corresponden a un extenso campo de alrededor de
18 km², formados por gruesas acumulaciones de arena, que se desplazan desde la costa
hacia el interior del continente por la acción eólica conjunta de las desembocaduras del río
Ligua y Petorca (Varela, 1994).
En este lugar se calcula la existencia de al menos 100 tipos de aves migratorias que
anidan en el sector, el cual contiene una riqueza arqueológica única, en donde se han
registrado hallazgos de cerámicas y otros artefactos utilizados por pueblos precolombinos
(Medrano, 2013, 04 de noviembre).
La comunidad colindante a este sitio, entre ellas la villa Las Parcelas, se opone en su
mayoría a la posible instalación de la “Planta de Concentración Magnética Dunas de
Guallarauco” de la Minera Amistad S.A., que pretende emplazar la fase piloto de
59
explotación industrial de arena con contenido mineral (magnetita) en las dunas de
Longotoma. Este sector está compuesto por todo el campo de duna activa, que abarca desde
la confluencia de los ríos La Ligua y Petorca, hacia el norte, hasta los cerros que la
circundan (Díaz, 2013, 27 de septiembre).
Esta faena deterioraría un ecosistema que alberga flora y fauna única en el mundo,
afectando especies en conservación como zorros culpeos, coipos, aves y vegetación
autóctona. Se vería comprometida también la calidad de vida y el bienestar psicosocial de
los habitantes, como consecuencias de la intervención territorial, la destrucción del entorno
y el aumento de enfermedades respiratorias en los grupos más vulnerables (niños/as,
ancianos, enfermos crónicos y embarazadas) por la contaminación del aire y de las tierras
cultivables. Así mismo, existiría mayor propensión a la ocurrencia de desastres
socionaturales, ya que la densa vegetación que cubre la duna contiene su avance, sumado a
su cualidad de muralla en casos de tsunamis. Finalmente, se devastaría un sitio que podría
ser Patrimonio Nacional, Monumento, Santuario de la Naturaleza, Parque Nacional, Sitio
de Conservación y/o Protección (Declaración Pública Comité de Defensa del Medio
Ambiente Valle Limpio de Longotoma, 2013).
El Trabajo en Longotoma: El Modelo Problemático Integrado (M.P.I.)
Este proyecto, “Conflictos Socioambientales, Participación y Comunidad:
Diagnóstico participativo en Longotoma, V Región”, se enmarca en la profundización del
adjudicado Proyecto Semilla 2013 del departamento de psicología de la Universidad de
Chile, en la comuna de la Ligua, capital de la provincia de Petorca. En este lugar, se
encuentran los sectores costeros de la Ballena, Pichicuy, Los Molles y el Valle de
Longotoma. En este último, donde habitan aproximadamente 1491 personas, se encuentran
las dunas de Longotoma, uno de los mayores atractivos del lugar, dado su riqueza en
material arqueológico y su gran diversidad de flora y fauna debido a la presencia de un
humedal en la zona, actualmente amenazado por la posible instalación de la “Planta de
Concentración Magnética Dunas de Guallarauco” de la Minera Amistad S.A. Un proceso
que pretende emplazar la fase piloto de explotación industrial de arena con contenido
mineral (magnetita) en las dunas de Longotoma.
60
En el contexto de conflictos sociomabientales la planificación comunitaria se hace un
imperativo para poder analizar críticamente las problemáticas y desde ese punto tomar una
línea para el desarrollo social.
De esta manera, surgen dos técnicas metodológicas para la ejecución de un
diagnóstico participativo: el Listado de Problemas y el Modelo Problemático Integrado
(M.P.I.). La primera de ellas busca que mediante la discusión grupal los actores
comunitarios, de forma descriptiva, propongan problemáticas que según su experiencia,
conocimiento y análisis, sean las responsables de los problemas que dan pie a un conflicto
determinado.
Para activar esta discusión el monitor a cargo de la dinámica debe iniciar haciendo
una pregunta que siempre versará desde ¿cuáles son las principales problemáticas con se
encuentra para…? Desde este punto comienza la discusión en que cada grupo tendrá un
tiempo determinado para exponer todas las problemáticas, durante dicho momento una
persona del grupo tomará nota de la discusión.
Una vez terminado ese primer momento los grupos procederán a redactar las
problemáticas en una cartulina. Dicha redacción debe ser precisa y concisa, entendible para
todos los que lean, enlistado y enumerados pero no jerarquizados y cuantificado. Una vez
que todos los grupos han terminado este proceso se exponen estas cartulinas para que todo
el grupo pueda leer todo lo que se ha redactado.
Ya con todos los problemas redactados se procede a generar tarjetas con cada uno
de estos, para que todos los grupos trabajen con todos los problemas que se han descubierto
en la sala. De esta forma, en una nueva cartulina se van pegando los problemas al azar y se
van viendo las relaciones de causa y consecuencia que existe entre cada uno. Si un
problema es causa de otro se dibuja una flecha que emana de este problema y finaliza en su
consecuencia. Un problema puede ser causa de mucho y consecuencia de muchos, por lo
que las flechas pueden ser hacia ambos lados, pero nunca bidireccionales.
Una vez que se termina este procedimiento, se revisa cuál es el problema más
comprometido dentro de dicha red, identificando a qué tarjeta del mapa le entran más
flechas. Con esto obtenemos el punto crítico dentro de la red, para luego desde ese punto
61
crítico hacer el recorrido hacia atrás y ver cuál es el problema base dentro de este mapa que
denominaremos como punto de ataque.
Con estas técnicas combinadas tenemos una metodología de diagnóstico
participativo con la que los actores comunitarios, primero identifican sus problemáticas,
luego las redactan para comprenderlas y con esto mapean en una red las causas y
consecuencias de dichas problemáticas, para finamente comprender los puntos de ataque y
críticos que existen dentro de todo su mapeo.
La Experiencia
La aplicación de las técnicas de Listado de Problemas y M.P.I. son determinantes
dentro del proceso de diagnóstico participativo, por lo mismo la generación de la instancia
debe ser negociada con antelación para que todos los actores comunitarios tengan la
disposición de tiempo necesario para esta actividad, ya que si se corta a la mitad puede que
no se obtengan los resultados más óptimos.
Por lo mismo, el trabajo que realizó el equipo del proyecto, en que participaron tres
escuelas del Valle de Longotoma: Poza Verde, Casas Viejas y Carlos Ariztía, fue
negociado con un mes de antelación determinando horarios, condiciones de trabajo y
disposición. Una vez en el terreno el equipo se dividió para generar el trabajo en las tres
escuelas de forma simultánea, de manera que los resultados fueran representativos de cada
una de las comunidades educativas, buscando con esto resaltar las particularidades de cada
escuela frente a la pregunta ¿cuáles son las principales problemáticas con las que se
encuentran para incluir en el currículum las temáticas de patrimonio, identidad y medio
ambiente?
Los equipos antes de comenzar el trabajo de Listado de Problemas y M.P.I. abrieron
la discusión sobre los términos patrimonio, identidad y medio-ambiente, de manera que en
el grupo se pudiera llegar a un conceso de lo que se consideraba como el significado de
estos tres conceptos.
Esto ya consensuado se dio paso a la discusión de nuestra pregunta abriendo el
debate en diferentes sentidos, primero en el ámbito meramente escolar, es decir surgieron
62
inmediatamente las problemáticas más cercanas que tiene que ver con los tiempos y
espacios con que cuentan los profesores para generar las condiciones para que dichas
temáticas se incluyan en el currículo, luego de esto el debate fue llevado a un plano mucho
más comunitario sobrepasando las barreras de la escuela para ingresar en un plano de
relación entre los diferentes actores de la comunidad, problemáticas de organización y
representatividad y de trato con el medio-ambiente, hasta llegar finalmente a la redacción
de los problemas dentro del listado propiamente tal, donde se condensaron todas las
discusiones llegando a obtener un plano mucho más ordenado de lo que antes parecía una
conversación sin hilo conductor.
En la etapa del Modelo Problemático Integrado se generó un ambiente mucho más
abierto, sin jerarquías entre los colegas y se pudieron advertir las relaciones de causa y
consecuencia de una forma mucho más colaborativa, lo que generó una comprensión de las
problemáticas por parte de todos los participantes de los equipos de profesores.
Al finalizar el taller y al hacer la evaluación de la jornada, los profesores fueron
muy enfáticos en pedir que esto no finalizara en esa metodología de diagnóstico,
comprometiendo al equipo a visualizar nuevas alternativas de trabajo que aportaran ahora a
la planificación comunitaria para el desarrollo social.
Tarea compleja si pensamos que la mayoría de las técnicas de planificación han sido
desarrolladas en una logia de mercado, que difiere absolutamente de los objetivos que se
generan a nivel comunitario. Por lo mismo, el hecho de la solicitud abre un espacio para los
investigadores, quienes deberán generar instrumentos inéditos que respondan a las
solicitudes de los actores comunitarios con los que se están trabajando, para así poder
ampliar la capacidad técnica del equipo y seguir siendo un aporte dentro de la discusión de
quien han trabajado el diagnostico participativo.
63
Conclusiones
Después de un intenso apartado acerca de la experiencia con técnicas metodológicas
aplicadas en comunidades escolares rurales insertas en contextos de conflictos
socioambientales, resulta inevitable visibilizar el impacto que estas tuvieron sobre los
diferentes actores involucrados.
El trabajo a la par que se llevó a cabo en colaboración con los profesores, logro dar
cuenta de los puntos críticos y puntos de ataque, comprometidos en la red problemática
macro dentro del currículo actual de la comunidades escolares involucradas en el contexto
de la presente investigación. Se conocieron y se analizaron las actuales condiciones en las
que se encuentra la comunidad, los principales obstáculos con los que se convive y la visión
holística de la realidad social.
Ambas técnicas permiten validad el poder de ciudadano activo dentro de la
composición y desarrollo de la comunidad, es decir, gracias a las metodologías
participativas, es posible formar ciudadanos conscientes y activos, a través de los propios
saberes locales, el carácter reflexivo de los participantes y las pretensiones de lograr
mejoras sustentables en el convivir cotidiano.
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