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Un efluvio divino golpeó mi rostro, la fragancia exquisita guio mis pa-sos hacía el lugar preciso. Entre dispuesta a saborear lo que el olfa-

to me proveía. Aspiré lentamente, olores mez-clados, granos recién tostados, bouquet al más puro estilo jarocho. La tarde llegaba a su fin. El café de la Parroquia, cobra vida una vez más, el tintineo generado por la cucharas golpean-do los vasos de cristal, es música pura. “Pide un lechero es la tradición, golpea tu cuchara y ya verás” estas fueron las palabras de doña Concepción, Concha para las amigas que es-taba esperando; una a una fueron llegando las “muchachas” con voces cantarinas, miradas alegres, vestidos blancos como la nieve, una a una se van acercando.

Afuera la marimba suena, todo es ritmo y fandango jarocho; “las muchachas” no se ha-cen del rogar, con pies ligeros saltan a la pista

dejan los años y los achaques atrás. “El baile es la metáfora de la vida”, me dijo Concha. A sacarle brillo al tacón, y así fue, poco a poco los sones se fueron intercalando, aderezados con los malabares de los baristas, meseros co-rriendo, leche salpicando por aquí y por allá, hombres jóvenes y viejos, todos llegan a gozar su café, la noche está por llegar, bullicio y buen humor.

Finalmente el cansancio hace presa de los parroquianos, casi es medianoche. Una noche hermosa con luna llena, el paso del tiempo es imperceptible. Cronos una vez más hace alarde de su poder y nos abandona al sueño, mirando a Marcelino, el dueño del negocio cerrar la puer-ta, me siento eufórica. Sin remedio tengo que partir, una mirada más al interior, veo las mesas, en cada una de ellas se tejen historias, camino lentamente con un grato sabor paladeando aún en los labios el sabor de la Parroquia.

PENSAMIENTOS,palabras y aromas

Sabe a“Puro chile”MEMORIAS

de la ciudad

Niños fuera de las aulas

Camiones y caminos

María Gregoria González Espinosa Para un pequeño “trabajar” de lim-piavidrios o pidiendo limosna se puede traducir en un ingreso su-perior a los trescientos pesos al

día. Ante esta situación cientos de aulas se ven vacías, los pequeños en condicio-nes de vida desfavorables son presa fácil para abandonar sus estudios. Mientras no existan instrumentos que regulen este tipo de actividad desfilarán por nuestras calles niños que pese a las inclemencias todavía tienen ganas de sonreír.

Dicen que todos tenemos un poco de músico, poeta y loco. Entre todo este cosmos de literalidad existen seres que llevan el amor a las le-

tras más allá de los límites, las convierten en su modus vivendi. Luis Vicente de Aguinaga, académico de profesión, poeta de corazón. Ensayista, traductor y profesor nacido en Guadalajara, en 1971. Cuenta con un docto-rado en letras románicas por la Universidad Paul-Valéry de Montpellier.

En sus propias palabras: “Los poemas toman forma, conscientemente, desde la vejez de su au-tor”. Las palabras son reflejos de nuestra vida. La poesía es la madurez del autor, para escribir poesía hay que experimentar, tocar, saborear, armar una estructura, construirla de sonidos y silencios y des-

pués retirar aquello que sale sobrando, en literatura nada está escrito al azar.

Integrante del Consejo Editorial de la Revista Luvina, define su quehacer literario como un con-junto entre las vivencias y la academia. Amante de la buena música, Luis Vicente, enumera a sus músicos favoritos: Ali Farka Touré, Ry Cooder, Bob Dylan, Arturo Meza, The Sen¬sa¬tional Spa-ce Shifters, Robert Plant, George Har¬ri¬son, J. J. Cale; Patti Smith, Char¬lie Mus¬sel¬white, Norah Jones, Leonard Cohen y otros más.

Los poetas adquiere experiencias que traslada al papel en el devenir cotidiano, sólo un alma sensi-ble es capaz de bailar, sonreír, cantar a gritos y por qué no derramar un par de lágrimas a la mitad de un concierto de Paul McCartney, esto es una pincelada de lo que experimenta Luis Vicente de Aguinaga.

Ente vivo que se cree funcional y apto para todas las edades.

Sr. Gobernador:Notifico le acepto propuesta zona 30.

Trato igual justo. ¿Cuándo llegará el vallet parking?

Firma: Diputado austero

Al chile, lo que es del chile. La relación del mexicano con el chile, es fraterna, lúdica y po-dría pensarse casi ancestral.

¿Quién no recuerda una buena enchila-da? El Sistema Universitario de Radio, Televisión y Cinematografía de la UdeG realizó una serie documental que versa sobre este tema bajo la batuta de Marisa Cruz Flores y Pablo Valadez. El pasado jueves 19 de febrero al filo de las 20:00 horas presentó la premier bajo el nombre de: A puro chile, donde se profundiza so-bre el viejo arte de comer chile, se abor-darán varios aspectos, desde el consumo, la producción y mercado. El primer capí-tulo es el “chile domesticado”

Una mala pasada del destino y una pésima instalación eléctrica son oficialmente responsables del in-cendio que provocó la extinción

del Mercado Corona; esa al menos fue la versión oficial; sin embargo la ciudad reco-noce la antigua zona comercial. Tal vez sea la nostalgia la que mueve a miles de personas a moverse alrededor de la edificación, pero es innegable que la multitud imprime nuevos bríos.

Ante un sombrío panorama económico el comercio informal sigue la lucha al pie del ca-ñón y en este caso al píe del precipicio donde se erigirá el nuevo centro comercial, habrá que esperar el resultado final para conocer el alcance y la naturaleza de los negocios que serán viables debido al costo del edificio.

Mientras tanto el ruido de la maquinaria se mezcla con olores, sabores y gente mucha gente caminando de prisa. El centro de Gua-dalajara y el corazón comercial de la urbe es y seguirá siendo el histórico Mercado Corona.

Las autoridades tendrán que valorar a fon-do, la reubicación de los comerciantes que han invadido las calles aledañas, ya que pese a las inclemencias del tiempo, parece que el comercio informal está a la alza en el centro de Guadalajara y en cualquier punto es via-ble encontrar vendedores amparados en la construcción del inmueble. Ante este pano-rama parece más factible regular el comercio informal, pues resulta difícil de comprender que un vendedor callejero pueda solventar los gastos de operación de un súper centro co-mercial, con un nombre añejo.

Arduo y lento periplo, toda una odisea de carácter monumen-tal. Molestos olores, suben y bajan. Hombres sudorosos

empujan sin parar, tocan más de una vez

las nalgas al pasar. Van con prisa: ruta 380. El Periférico es muy largo, no hay de otra, si tienes suerte quizás mañana te logres sentar, “pásale güerita” dijo el va-cuno, esto apenas va a comenzar.

Con alma de poeta

Ciudad: