El Enfoque Comunitario. El Desafío de Incorporar a La Comunidad en Las Intervenciones Sociales...

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Interamerican Journal of Psychology ISSN: 0034-9690 [email protected] Sociedad Interamericana de Psicología Organismo Internacional Canales, Manuel El Enfoque Comunitario. El Desafío de Incorporar a la Comunidad en las Intervenciones Sociales de Víctor Martínez Interamerican Journal of Psychology, vol. 41, núm. 2, 2007, pp. 251-253 Sociedad Interamericana de Psicología Austin, Organismo Internacional Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=28441216 Cómo citar el artículo Número completo Más información del artículo Página de la revista en redalyc.org Sistema de Información Científica Red de Revistas Científicas de América Latina, el Caribe, España y Portugal Proyecto académico sin fines de lucro, desarrollado bajo la iniciativa de acceso abierto

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    Canales, ManuelEl Enfoque Comunitario. El Desafo de Incorporar a la Comunidad en las Intervenciones Sociales de

    Vctor MartnezInteramerican Journal of Psychology, vol. 41, nm. 2, 2007, pp. 251-253

    Sociedad Interamericana de PsicologaAustin, Organismo Internacional

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    R. interam. Psicol. 41(2), 2007

    Revista Interamericana de Psicologa/Interamerican Journal of Psychology - 2007, Vol. 41, Num. 2 pp. 251-253

    1. En primer trmino, el libro de Vctor Martnez (2006)puede entenderse como exactamente eso: el libro de unaprendizaje construido por lo dems todo locomunitariamente que le ha ido siendo posible- en una praxisde intervencin y reflexin social. Es, en se sentido, un librode saber sabido, y reflexionado hasta encontrar lasnecesariamente lejanas abstracciones con que poder darcuenta de aquello. De saber lo sabe cuando se hace.

    Pero en segundo termino, puede leerse sin mas como unlibro donde se encuentran dialogando, con preguntaspertinentes o seleccionadas por la ecologa de su propiaformulacin en intervenciones in situ, mltiples tradicionesde pensamiento que llegan desde Heidegger hasta los maspragmticos tericos del lenguaje activo, la biologa de lacomplejidad, o la segunda ciberntica, y en fin las nuevastradiciones.

    Y as, muestra al enfoque comunitario, que el construye,prueba, vuelve a construir, piensa, escribe, reescribe, corrige,complementa. Por eso es un saber hilado: tejido lentamenteentremedio de la docencia, el trabajo, la conversacin.

    Lo muestra como un campo, como un cruce de campos,un intercampo para nombrar predominantemente sucondicin indisciplinar o transdisciplinar. Esindisciplinado el enfoque de Vctor Martnez. Estransdisciplinario. ntercampos, donde ciertas preguntas muy filtradas por la sensatez digamos de las cosas- sonanalizadas o intentadas de responder de todas las fuentesdel saber y pensar disponibles a lo complejo y a lo humano,y a lo social.

    2. Hay un modo dialgico en el texto, o en los textos.La cuestin comunitaria no se presenta directamente, sinocada vez en sus tensiones, en sus condiciones de operacin,en lo extracomunitario que lo rodea y con lo que interacta,o mejor aun, a veces lucha o compite o se asocia.

    As, voy a reflexionar con el texto de Vctor, a partir detres tensiones: 1) La tensin individuo comunidad; 2) Latensin comunidad organizacin; y 3) La tensincomunidad red.

    Recensin

    El Enfoque Comunitario.El Desafo de Incorporar a la Comunidad en las

    Intervenciones Sociales de Vctor Martnez

    Manuel Canales1Departamento de Sociologa de la Universidad de Chile

    Por una parte, hablar de comunidad es hablar tambinde individualidades o subjetividades puestas en comn,y he ah la primera y clsica tensin: comunidadindividuos. Digamos de entrada que en nuestro tiempo lacuestin es todava mas acuciante: la individuacin, en susentido mas bsico de consumacin del proyecto moderno,en su sentido tambin mas alto de consecucin de autonomao desujeccin de la subjetividad respecto a la tradicin y lagregariedad gregario viene de rebao - , es decir , en elsentido de la autonominizacion del sujeto, su cierre sobresi mismo, su conquista de o reconquista de su autonoma;aquella individuacin se ha instalado ya como el moduviviendi generalizado y comn vaya paradoja que locomn sea, en este caso, lo individuado-. Todava hasta lossesenta, el proyecto de individuacin moderna dejaba zonasextensas urbano populares, rurales- bajo la gida del otroprincipio (el comunitario pre-moderno) Los cambios en los80 y 90 y actuales, pueden describir, siquiera en parte, comodicha expansin del modelo del si mismo , de la orientacinal si mismo, precisamente una de las variables patrones, laprimera sin ir mas lejos, con que la sociologa ha definido lamodernidad, y que se opone, tambin muy ilustrativamente,a orientacin a la comunidad

    As, la comunidad de la que habamos, ahora, es una quees posterior a la disolucin o emerge de modo autnomo aaquella comunidad de pertenencia, de nombre y destino,de lazo e identidad; en este caso, se trata de sujetosautonomizados en lo fundamental, diseos de si mismos,as no sean dueos de nada mas. Ese adueamiento delsujeto, ese empoderamiento, esa concientizacion deautonoma, es la contra-cara de la soledad en que la nuevapobreza, por ejemplo, pero no solo ella, comienza a vivirsecuando ya se esta fuera de la comunidad, en la nuevasocialidad individuada y anonimia y sobre todo, competitiva.

    La nueva comunidad debe resolver precisamente y bienesta cuestin. Como articula con un ethos crecientementeindividualizante y competitivo. Como hace para no serderribado cada vez, como en el mito de Ssifo, por aquellacorriente principal. Como transforma la autonoma en nuevacomunidad. Como construye comunidades para autnomos.

    En ese sentido el libro de Vctor es una buena gua parabuscar aquellas posibilidad de comunidad que vuelvan a1

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    MANUEL CANALES

    los sujeto de unos a otros, sin suspender siquiera su estarvueltos sobre si mismos. De por ejemplo, cooperar yescucharse mutuamente.

    Es decir, un volver a plantearse una de las cuestionesbsicas de la conciencia social: la construccin de lasubjetividad en relacin con otros y a la inversa, elentendimiento de que las comunidades u otras formas degregariedad, siguen siendo, esencialmente,constitucionalmente, subjetivas, frutos de la subjetividad,que resurja parte de su autonoma y la suma, y se suma, alconjunto.

    Ni tradicional ni moderno, la comunidad como enfoquees un desvi, otra va, que precisamente acrece su valor alldonde la va moderna, o la tradicional muestran sus mayoresflaquezas. Cuando los pobres, los diversazos, las minoras,o cuando la salud mental la integracin cultural, el arte, y engeneral, la vida cuando la va moderna falla, vuelve porsus fueros una comunidad de autnomos.

    Una segunda entrada, para leer a Martnez como decaun antiguo libro y un antiguo juego con aquel libro, loencuentro en la tensin comunidad, instituciones. Seplantea aqu una de las cuestiones mas criticas de lasintervenciones socioculturales; esto es, cuando el estadodefine intervenciones en el mbito de los sentidos o de lasubjetividad como las discriminaciones, las violencias, lasadicciones, la salud mental, la pobreza, etc.-, de los mundosde vida. Se encuentra ante un realidad que le cedecompletamente, como agudamente desarrolla Martnez, quese le escapa por entre las rendijas de su lenguaje analtico,sectorial, abstracto, lineal, digital, y hago aqu un ejerciciotpicamente de Martnez para hacer un aprendizaje: el Estado,y sus polticas, se encuentran as ante una suerte de dilemao paradoja: esta obligado a actuar en un mbito como losmundos de vida- en el que, por otro lado, no esta claro quepueda hacerse como estado. Es decir, hay una cuestin defrontera, una separacin de mundos. Mientras la intervencinno requera la subjetividad ni la comunidad de losdestinatarios, el problema no se platea. Los destinatariosson tambin abstractos: puntos y puntajes, conjuntos deindividuos que se distribuyen entre los valores de unascuantas variables. Nada excede a la medida. Cuando encambio, el otro se llama mujeres, Indgenas, o el tema sellama estigma, o extrema pobreza, entonces el lenguajede las variables se hace corto; sirve pero no alcanza. Se leresta todo lo que excede la numrica y la analtica que lautiliza. Cuando el otro, o lo otro, es pura cualidad. Entoncesel estado debe producir verdaderos interfases,mediadores, zonas de contacto y mutua tradicin, ocompenetracin, para hacer, guardando la distancia necesariae insalvable, la cooperacin o la accin conjunta.

    En el caso del programa puente, por ejemplo, dichointerfase, articulador de dos lenguas, cuando menos, delmundo de la organizacin o institucin, y el mundo de las

    familias; esto es, el lenguaje con que habla con laorganizacin, y el lenguaje con que habla con la familia. Ydebiendo, por lo dems, mantener la coherencia. Es unsujeto, como los miembros de las familias, pero a su vez esun agente o profesional del estado es una funcin, unpunto en la red organizacional. En ese estar doblementehablado, se esconde creo el mismo misterio que formulaMartnez en su libro respecto a como unir lo que se origenesta separado. El estado es la organizacin, mientras lacomunidad es lo opuesto a aquello: los sujetos cara acara.Una comunidad es, en propiedad, la constituida por lossujetos que la constituyen no por otro cualquiera; lossujetos no son reemplazables. Las comunidades no quedana sus sujetos salvo que estos traigan consigo aquellos: yes ni ms ni menos que la cuestin de la elaboracin de lamemoria como requisitito de sobrevivencia de la comunidada sus sujetos, en cada generacin, que la encarnan. Laorganizacin en cambio tiene su historia clara: la va haciendocada vez y la va escribiendo.

    En el mismo sentido, una tercera tensin conceptualpermite repensar al comunidad, esta vez en relacin alredescubierto concepto de red. Tiene la red imaginemosque desde su primer uso, como tecnologa de pesca- unapoderosa capacidad de escabullirse a los limites o problemasasociados lo mismo a las organizaciones que las antiguascomunidades.

    En el caso de las organizaciones: la red lograr un ordenen el accin, como aquellas, una coordinacin, pero sin pagarel precio de la sustancializacin o independizaron respectoa sus componentes. Por lo pronto, permite un replanteo dela cuestin esencial de las asociaciones, u organizaciones,como de todos los organismos, respecto a la jerarqua:deca Weber que un grupo es asociacin u organizacin,cuando elige una directiva y se formula una direccin oreglamentacin. La red se escapa de aquello, coordinacinlas acciones, pero poniendo el centro en los flujosmultilaterales, y no en los verticales, como toda organizacin,u organismo, tiende a hacer. Al menos en sus modos clsicos.Puede decirse por lo mismo que no es raro que la mismanocin de red se aplicable a nivel de la accin comunitaria,que a nivel de la accin empresarial, que busca en los nuevosmodelos salir del organigrama y entrar a una trama ogramtica de red.

    En el caso de las comunidades tradicionales: la red lograuna pertenencia y hasta un lazo intersubjetivo, pero sobrela base de la autonoma, del gobierno de si mismo, hasta lavoluntariedad de la participacin, que a veces la comunidadtradicional vigilaba. Por ello, parece una pista muy potentepara repensar la accin comn: as puede Vctor traer acolacin desde los nuevos modelos de descripcin deltrabajo en general - como redes de conversaciones para laaccin - hasta los modelos de la nueva biologa del

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    EL ENFOQUE COMUNITARIO

    conocimiento: sistemas, autopoiticos, cerrados sobre simismo.

    Con todo, no puede tragar fcilmente, es decir no puedoasimilar fcilmente el concepto de capital social con el que elde redes ha comenzado a circular. Hay algo en capital,como lgica, que es imperiosamente desubjetivado; estoes, alienado del sujeto, fetichizado como naturaleza.Como llamar a los recursos que allega, que acumula, la redsin la metfora del capital? Patrimonio? Y habra que ver elorigen de la tal alternativa, no vaya a ser peor que lo quereemplaza. El texto desarrolla una cuarta aproximacin alconcepto y praxis de la comunidad. Esta vez, a mi juicio, delmodo ms logrado y puente, al asociarlo a la prctica. Lascomunidades son ahora de prctica, y en ellas, sobre ellas,de aprendizaje.

    La comunidad vuelve a ponerse en el horizonte comoun espacio intersubjetivo de pertenencia o contencin,encuentro, dialogo, pero ahora en torno a la accin y suspreguntas. Y mas aun cuando la comunidad de aprendizajevuelve a hacerse cargo de las tensiones anteriores: cuandose trata de articular, como una comunidad de prctica nosolo a los profesionales de la intervencin entre si, sino enconjunto con las personas y familias destinatarias.

    Destaco dos modos de ese intento, que llevan la cuestinde la comunidad de prctica a su mejor alcance:

    a) Por una parte, la tarea de generar un lenguaje comnpara describir la intervencin, que haga sentido o seaasimilable por el habla popular o comn, y el hablaprofesional y organizacional. La generacin de ese lenguaje

    comn no es solo, pero eso es muy importante, una cuestinde ajuste terminolgico. Es la construccin precisamentede la comunidad de prctica: la definicin compartida delsentido de lo que se esta haciendo como sistema, de lo quese espera que hagan los participantes, etc.

    b) Por otra parte, la posibilidad de activar, doquier hayaprcticas, intervenciones para el cambio, de aprendizajes.Las comunidades de prctica se transforman as enverdaderos analizadores de la sociedad, cuando se le intentacambiar, y espacios de aprendizaje contino, como undesarrollo de repertorios progresivos para llegar a aprenderlo que se saba hacer.

    El conjunto de aproximaciones que Vctor revisa, excedenaturalmente lo que haya podido recuperar en esta primerlectura. Pues para leer a Vctor Martnez hay que estarabiertos a una escritura en marcha, de un sujeto en proceso,vivo y aprendiz sistemtico pero todo lo analgico que seanecesario, y esas escrituras no pueden ser encerradas enuna clave de lectura. La comunidad ya tiene quien la escriba.Ahora solo falta esperar quienes la harn de nuevo, y denuevas formas.

    Referencias

    Martnez, V. (2006). El enfoque comunitario. El desafo deincorporar a la comunidad en las intervenciones sociales.Santiago de Chile: Magster en Psicologa Comunitaria,Universidad de Chile.

    Received 10/01/2007 Accepted 21/01/2007

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