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UNIVERSIDAD DE COSTA RICA
Sede de Occidente
Facultad de Ciencias Sociales
Escuela de Trabajo Social
Trabajo Final de Graduación para optar por el Grado de Licenciatura en Trabajo Social
Modalidad tesis
“El suicidio como manifestación de la Cuestión Social: Análisis de las vivencias
personales, sociales y laborales de un grupo de personas con intentos de
autoeliminación, residentes del cantón de Grecia”
Sustentantes:
Brenda Ledezma Rodíguez B03403
Estefany Lobo Zúñiga B03494
Ciudad Universitaria Carlos Monge Alfaro
2017
1
Hoja de aprobación
TESIS PARA OPTAR AL GRADO DE LICENCIADO EN TRABAJO SOCIAL
El suicidio como manifestación de la Cuestión Social: Análisis de las vivencias
personales, sociales y laborales de un grupo de personas con intentos de
autoeliminación, residentes del cantón de Grecia”
Nombre y firmas de las integrantes del tribunal examinador
Presidenta del tribunal: Msc. Ana Cristina Quesada Monge ____________________
Integrante del tribunal: Licda: Doris Piñeiro Ruiz ____________________
Directora del tesis: Msc. Melba Rodríguez Rodríguez ____________________
Lectora: Licd. Adriana Monge Arias _____________________
Lectora: Msc. Esperanza Tasies Castro ______________________
_____________________ _______________________
Sustentante Sustentante
Brenda Ledezma Rodríguez Estefany Lobo Zúñiga
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Agradecimientos
A Dios primero, por darme la fuerza en este camino y
sostenerme en todo momento.
A mi mamá y a mi hermana, gracias por apoyarme en todo
momento y por nunca dejar de creer en mí, sin su apoyo jamás
hubiera concluido este proceso.
A mi papá, que me acompaña desde el cielo, a pesar de que hoy
ya no esté conmigo mi dio las bases para ser quién soy.
A mis compañera, colega y amiga, Stef, gracias amiga por su
paciencia, por su apoyo y por todo, han sido 6 años juntas
inolvidables.
Finalmente a mi hija, gracias mi amor por ser cómo es, usted ha
sido mi inspiración, mi fuerza y quién me impulsa a salir
adelante.
Brenda Ledezma
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Agradecimientos y dedicatoria
Primeramente, agradecerle a quien ha estado presente en mi vida, guiándome, amándome y dándome
su protección especial, aún antes de mí nacimiento, gracias Diosito por cada una de las miles de
bendiciones que me has dado, por llenarme de tu paciencia y fuerza en los momentos que las mías
flaquearon, porque tu voluntad siempre me condujo a donde tu gracia me sostuvo.
A mi mamita y a mi papito, porque a ellos les debo todo lo que soy hoy, gracias por tanto amor, tanta
comprensión y apoyo. Papi, gracias porque sin usted nada de esto hubiera sido posible, su aporte a
este trabajo es invaluable, pero sobre todo gracias por las tantas veces que me hizo sentir su
seguridad y confianza en mí, y por todos esos sacrificios que sé que hiciste con tanto amor,
definitivamente usted me ha enseñado a ver el mundo diferente. Mami, mis agradecimientos hacia
usted son inmensos, gracias por todas sus oraciones, por las lágrimas que compartió conmigo, por
las noches en vela, y por todos sus consejos que me han formado como una mejor persona, gracias
porque al llegar a la casa siempre había una taza de café caliente esperando, y su amor para hacerme
sentir que juntas podíamos superar cualquier cosa. Gracias papi y mami, porque yo no hubiera
podido lograr esto sin su ejemplo de valentía, sin su apoyo y restricciones para darme a mí un mejor
futuro. Este logro lo compartimos codo a codo, porque cada vez que me creía débil, pensaba en lo
felices y orgullosos que ustedes se iban a sentir de mí, y eso siempre me alentó a dar lo mejor. Los
amo inmensamente.
A Cris, gracias porque aún sin usted saberlo fue una motivación para mí, siempre he pensado que
mi rol de hermana mayor era mostrarle lo hermoso del mundo, y enseñarle a luchar por sus metas,
gracias porque yo sé que usted también tuvo que limitarse en algunas cosas para que yo pudiera
lograr esto, muchas gracias porque aun en su silencio podía sentir su amor y apoyo.
A Alf, gracias por haberme tomado de la mano y caminar conmigo este proceso aún antes de iniciar
la aventura universitaria, gracias mi amor por todos sus consejos, por las tantas y tantas veces que
en mis crisis tuvo sus oídos, brazos y sobre todo su corazón abierto para mí. Gracias por todas las
risas compartidas, por sus anécdotas interminables, y por inventar para mí historias que me hicieran
sonreír y verle el lado bueno a las cosas. Sé que esta etapa tampoco fue fácil para usted, pero aun
así siempre pudiste encontrar la forma de hacerme sentir que todo iba a estar bien. Te amo
muchísimo.
A Bren, muchas gracias por haber hecho más llevadero todo este proceso, por convertirse más que
mi compañera, en mi amiga, por todas esas aventuras que compartimos desde el primer año de
universidad, fueron muchísimas risas, temores, y hasta lágrimas, gracias por abrirme las puertas de
su casa, y por el hermoso regalo de una amistad cultivada por tantos años.
A Ale, amigui, le agradezco tanto todo su apoyo, sus abrazos, y nuestras charlas de horas en las que
compartimos tantas cosas, gracias por haber estado apoyándonos en todo este proceso, por siempre
llenarnos de su positivismo, alegría y motivación para continuar. Todas las tardes de café que
compartimos hicieron de esto una aventura que valió la pena vivir.
Gracias infinitas a las personas valientes que participaron en este proceso, que nos abrieron y
confiaron sus historias de vida, a través de su resiliencia pudimos aprehender muchísimo. Este
trabajo no hubiera sido posible sin cada uno de sus aportes. Dejaron una huella plasmada en el
análisis de este fenómeno, pero sobre todo en mi corazón
Por último, quiero dar mi más sincero agradecimiento a nuestro equipo asesor, a Melba Rodríguez
por haber creído en nosotras desde el principio, por todas sus enseñanzas, por el apoyo y por su
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amistad. A Adriana Monge y Esperanza Tasies, porque fueron pilares importantísimos en este
trabajo, gracias por aceptar este reto, y por alimentar de una forma tan enriquecedora este
documento, sus aportes fueron demasiado valiosos. Eternamente les voy a agradecer, y las voy a
llevar en el corazón porque las tres siempre estuvieron a disposición de enriquecernos académica y
humanamente.
Estefany Lobo
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Índice de Contenido Capítulo I: Aspectos generales ............................................................................................... 8
Justificación ............................................................................................................................ 9
Problema de investigación .................................................................................................... 21
Interrogantes generadoras ................................................................................................. 23
Objetivos ............................................................................................................................... 23
Objetivo general ................................................................................................................ 23
Objetivos específicos ........................................................................................................ 23
Estado de la cuestión ............................................................................................................ 26
Suicidio ............................................................................................................................. 27
Artículos internacionales suicidio ................................................................................. 27
Trabajos Finales de Graduación nacionales .................................................................. 28
Mundo del trabajo ............................................................................................................. 38
Artículos científicos internacionales ............................................................................ 38
Trabajos Finales de Graduación nacionales .................................................................. 39
Cuestión Social ................................................................................................................. 47
Trabajos Finales de Graduación .................................................................................... 47
Balance general ................................................................................................................. 48
Marco teórico ........................................................................................................................ 52
3.1 Trabajo ........................................................................................................................ 53
3.1.1. Distintas concepciones socio históricas del trabajo ........................................... 53
3.1.3. El capitalismo tardío y las transformaciones del mundo del trabajo................... 67
3.1.4.Las contradicciones del mundo de trabajo en el sistema capitalista tardío, como
cuestión social ............................................................................................................... 78
3. 2 Suicidio y Cuestión Social ......................................................................................... 82
3.2.1 Aproximaciones teóricas alrededor del suicidio .................................................. 82
3.2.2. Cuestión Social como producto de las contradicciones en el sistema capitalista y
su relación con el suicidio ............................................................................................. 91
3.2.3. Durkheim y el materialismo histórico: Encuentros y puntos de inflexión .......... 94
3.2.4.El suicidio en el mundo del trabajo: un fenómeno producto de la cuestión social
..................................................................................................................................... 102
4. Referente contextual: Características de la salud mental y el suicidio en Costa Rica y el
mundo ................................................................................................................................. 108
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4.1. La Salud Mental ....................................................................................................... 108
4.2.Suicidio ..................................................................................................................... 121
4.3 Salud Mental en Costa Rica ...................................................................................... 128
4.3. Suicidio en Costa Rica ............................................................................................. 145
Capítulo IV: Estrategia metodológica de la investigación ................................................. 153
Estrategia metodológica .................................................................................................. 154
Premisa ontológica .......................................................................................................... 154
Premisa epistemológica .................................................................................................. 156
Enfoques de la investigación. ......................................................................................... 161
Población participante de la investigación ...................................................................... 164
Fases y momentos de la investigación ............................................................................ 166
Viabilidad ........................................................................................................................ 173
CAPÍTULO V: RESULTADOS ........................................................................................ 175
Resultados ........................................................................................................................... 176
5.1 Mi vida: análisis de las condiciones individuales y sociales de las personas
participantes en la investigación ..................................................................................... 176
5.2 . Vivir y morir en el trabajo: condiciones laborales e influencia de estas en la ideación
suicida ............................................................................................................................. 188
5.2.1 Mi trabajo me mata ............................................................................................ 188
5.2.2. Mi trabajo es mi vida ............................................................................................ 197
5.3. Suicidio y cuestión social ........................................................................................ 206
5.3.1. De lo individual a lo colectivo: Colocación de la discusión en torno a la temática
de suicidio como manifestación de la cuestión social. ................................................ 206
5.3.2 El Suicidio desde su abordaje actual ...................................................................... 211
5.3.2. El suicidio como Cuestión Social .................................................................... 217
Reflexiones finales ............................................................................................................. 232
El suicidio como Tabú .................................................................................................... 232
La centralidad del mundo del trabajo en el fenómeno del suicidio ................................ 234
El suicidio no como enfermedad mental, si no como fenómeno social .......................... 237
Recomendaciones ........................................................................................................... 240
Referencias Bibliográficas .................................................................................................. 245
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Índice de tablas
Tabla # 1. Casos registrados de intentos de autoeliminación según provincia…………….11
Tabla # 2. Casos registrados de intentos de suicidio según provincia y cantón…………....19
Tabla # 3 Distribución de intentos de suicidio por ocupación……………………………..27
Tabla# 4 Denuncias por hostigamiento ante el Ministerio de Trabajo y seguridad
Social……………………………………………………………………………………...115
Tabla # 5 Factores psicosociales de riesgo o estrés……………………………………....117
Tabla# 6 Trastornos o enfermedades de notificación obligatoria…………………......….130
Tabla# 7 Ejes de la Politica Nacional de Salud Mental………………………………......134
Tabla 8 Cantidad de profesionales destinados a la atención de salud mental………….....137
Tabla# 9 Escala SAD PERSONS……………………………………………………......211
Índice de esquemas
Esquema # 1 Esquema reflexivo del análisis……………………………………………..105
Esquema # 2 El suicidio como manifestación de la cuestión social……………………...221
Abreviaturas
HNP: Hospital Nacional Psiquiátrico
HSFA: Hospital San Francisco de Asís
OMS: Organización Mundial de la Salud
PNSM: Política Nacional de Salud Mental
UCR: Universidad de Costa Rica
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Capítulo I: Aspectos generales
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Justificación
Hablar de suicidio en la actualidad significa aludir a un fenómeno que se reproduce
día con día, según la Organización Mundial de la Salud (2013) “Aproximadamente un millón
de personas en el mundo mueren por suicidio cada año, lo que equivale a una muerte cada
40 segundos” (Organización Mundial de la Salud, 2013: sp). Lo que deja entrever que más
que hechos aislados, la sociedad enfrenta un fenómeno social que se visualiza como un
problema de Salud, que amenaza con continuar arrebatando millones de vidas, sino se realiza
un esfuerzo para comprender y afrontar este fenómeno.
Es importante tener claro que el suicidio no viene a ser un fenómeno que compete
exclusivamente a las instituciones públicas encargadas de la salud mental, sino que es
necesario que se tejan redes en la complejidad del entramado social con el fin de buscar
alternativas para abordar este desde todas sus dimensiones, lo anterior debido a que el
suicidio es un fenómeno complejo y multicausal que no viene a evocar únicamente el plano
mental, sino que muchas veces es la expresión de las pugnas entre la subjetividad de las
personas y las fuerzas sociales, económicas y culturales de la realidad en que se encuentra
inmerso, por lo cual es necesario que la teorización y el abordaje del mismo, se realice de
una forma interinstitucional, multidisciplinario y critica.
Es fundamental poder entender que al ser esta investigación un estudio desde el
marxismo, el mundo del trabajo en la sociedad capitalista va a ser la base desde la cual se va
a analizar el suicidio, sin embargo es relevante entender que dentro de este fenómeno existen
otros elementos individuales que se convierten en causales, tales como la depresión, la
discriminación, el factor económico, entre otros, los cuales se colocan de manera jerárquica,
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siempre teniendo en cuenta que estos se desprenden de la sociedad capitalista, totalidad en la
cual emerge este fenómeno.
Ante esto, las estrategias para prevenir el suicidio deben surgir a partir de las
investigaciones que muestren cuales son las relaciones y las diferentes condiciones que
pueden propiciar que se desencadene este fenómeno, es por ello que es fundamental que
desde la academia se tenga el compromiso de teorizar y estudiar sobre este, con el fin de
hacer visibles nuevos análisis, que aporten al abordaje tradicional de este fenómeno.
Estas investigaciones deben partir del compromiso de analizar el suicidio y hacer una
ruptura con la concepción culpabilizadora e individualizante que existe en torno a este, lo
anterior debido a que es imposible abordar un fenómeno que no está dimensionada en la
realidad, para ello es indispensable el análisis de las cifras mundiales, regionales y locales,
esto como una forma de traer el suicidio de un plano abstracto a uno más concreto, que es de
donde este emerge.
Sobre esto se debe clarificar que el suicidio representa 1,4 por ciento de las muertes
a nivel mundial (Varnik, 2012), y se clasifica entre las 20 principales causas de mortalidad.
En la Región de las Américas ocurren alrededor de 65 mil defunciones por suicidio
anualmente.” (Organización Panamericana de la Salud, 2014.p:1) Situación que viene a
vislumbrar la clara necesidad de teorizar el fenómeno para poder intervenir de manera
directa, y con un claro énfasis en la mejora de la calidad de vida de las personas.
Costa Rica no escapa a este fenómeno, y es que según el Observatorio de la Violencia
(2014), durante el 2013 la causa de muerte por suicidio significó la cuarta forma de muerte
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violenta más común en el país, y es que en el país la tasa de suicidios para el año 2013 fue
de 7,7 por cada cien mil habitantes, siendo la segunda más alta a nivel centroamericano.
En el plano local se cuentan con las estadísticas proporcionadas por el Poder Judicial
en el 2013, donde se visualiza que la provincia de Alajuela ocupa el segundo puesto en la
estadística de suicidios consumados con un porcentaje de 19 por ciento. Asimismo en el 2014
el Ministerio de Salud aporta una epidemiologia del fenómeno, donde Alajuela presenta el
tercer lugar en la tasa de intentos de suicidio por provincia con un total de 190 casos, lo
anterior se puede constatar en el siguiente gráfico.
Tabla #1
Casos registrados de intentos de suicidio según provincia de residencia
Costa Rica 2013
Fuente: Ministerio de Salud (2014)
Es ante este panorama, que surge una importante pregunta ¿Cómo se está abordando
el fenómeno del suicidio? Lo que obliga a pensar a las investigadoras a partir del estudio
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bibliográfico y el análisis de diferentes investigaciones y trabajo sobre la temática1, que la
mayoría de esfuerzos se están generando desde el ámbito tradicional de la salud mental y de
la psicopatología, siendo la psiquiatría y la psicología las profesiones que tradicionalmente
abordan y teorizan sobre el fenómeno. Esto se puede visualizar en lo que establece González
(2004); “Durante muchos años se han asumido los modelos patógenos de salud, aquellos que
se focalizan en las debilidades del ser humano y conciben a la persona que sufre una
experiencia traumática como una víctima que potencialmente desarrollará una patología o un
trastorno.” (p.83) Es por ello, que este estudio pretende presentar una visión que supere esta
patologización, dándole una mirada crítica y dialéctica al contexto en el que surge el
fenómeno.
Desde esta visión tradicional muchas veces las personas con ideación suicida son
concebidas como parte de un grupo de “inadaptados e inadaptadas sociales”, “enfermos
mentales”, pero sobre todo seres humanos “cobardes” que no son capaces de enfrentar su
realidad. Esta forma de explicar el fenómeno conforma parte de las representaciones sociales,
haciendo de este un fenómeno individual, en donde la mayoría de veces se culpabiliza al
individuo y se le hace responsable de la solución a “su problema” negando de esta manera
que el suicidio sea un fenómeno producto de la sociedad capitalista.
Es importante hacer mención, a que de la revisión bibliográfica diferentes autores,
hacen uso del concepto de gesto suicida para referirse a la intencionalidad materializada de
la acción suicida , no obstante en este estudio se desecha este y se decide hablar de personas
que intentaron suicidarse. lo anterior responde a que se entiende que el gesto suicida no
1 Ver Estado de la Cuestión
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representa en sí mismo una categoría teorica congruente con las dimensiones teóricas
desarrolladas sino que más bien hace alusión conceptual al suicidio, pero desde la psicología
y la psiquiatría, por lo que parte de un enfoque biomédico en el que es la persona la que es
portadora de ciertas características y potenciadores de carácter individual que conllevan a
que sea propensa a presentar episodios suicidas, ahora bien esta visión es reduccionista y no
parte de que el suicidio es también producto de una serie de presiones macrosistemicas, y
que el sistema capitalista a través de sus contradicciones viene a generar estos fenómenos.
por tanto desde el posicionamiento epistemológico y ontológico de las investigadoras el
considerar el uso de este término no es congruente con la ruptura que se pretende hacer desde
esta investigación.
Esta ruptura a la que se hace referencia parte de una perspectiva ético política y teórico
metodológica en torno al suicidio, de manera que se explique desde una perspectiva distinta
a la tradicional; partiendo de las que las exigencias de un mundo cada vez más alienante, le
imprimen a la condición humana, necesidades insatisfechas, demandas inalcanzables, y una
serie de requerimientos que pueden terminar por crear frustraciones, y conducir a las personas
a percibir su vida como un fracaso, es ahí donde se marca la diferencia analítica con otros
estduios sobre el tema, en tanto el suicidio no es visto como una cuestión individual, sino
como un fenómeno producto de la cuestión social
Es importante hacer mención que esta investigación desarrolla como punto de partida
la acepción de mundo de trabajo, como categoría central del análisis, debido a que se parte
de una base marxista, cuyo centro es el trabajo en función de la configuración que asume
en la vida de las personas. es claro que esa centralidad se entiende como el medio único de
subsistencia, con el que cuenta la clase trabajadora, por tanto este se va a convertir en un
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condicionante clave para explicar los demás fenómenos sociales. De ahí que se parte de que
las presiones laborales, el desempleo y otros factores que median en este espacio van a ser
claves para el análisis del fenómeno del suicidio.
Dentro de las demandas que ejerce la sociedad capitalista en las personas, el mundo
del trabajo no ha sido tomado en cuenta a la hora de analizar teóricamente el fenómeno2 lo
que ha impedido que se conciba las presiones que se desarrollan en la esfera laboral como
uno de las muchas condiciones base del suicidio. Obviando de esta manera que el trabajo es
la dimensión central en la vida de las personas, y que es a partir de este que se pueden
satisfacer necesidades, tanto materiales, como espirituales, es decir el trabajo es la condición
fundamental para la reproducción de la vida y la sociedad. Ante esto es importante entender
que el ámbito laboral va a ser productor de subjetividades, mediante la influencia psicosocial
que se ejerce en las colectividades humanas, por tanto mientras el ser humano produce se va
produciendo asimismo, retomando a Engles (1876) “Y lo es en tal grado que, hasta cierto
punto, debemos decir que el trabajo ha creado al propio hombre (mujer).” (p.1).
Es por esta razón que se debe de tomar en cuenta que el trabajo es el medio que
permite satisfacer las necesidades humanas, sin embargo puede también convertirse en un
agente alienante en las vidas de las personas, llevando a los seres humanos a sentirse
insatisfechos, desmotivados, y con altos índices de estrés, ante esto el trabajo en algunas
ocasiones en vez de significar una realización plena, se convierte en un impedimento de
desarrollo personal.
2 Vease la revisión bibliográfica realizada en el Estado de la Cuestión
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El trabajador no se afirma, sino que se niega; no se siente feliz sino
desgraciado; no se desarrolla con libre energía física y espiritual, sino que
mortifica su cuerpo y arruina su espíritu. Por eso el trabajador solo se siente
cómodo fuera del trabajo, y en el trabajo fuera de sí. Está en lo suyo cuando no
trabaja y cuando trabaja no está en lo suyo. Su trabajo no es voluntario sino
forzado, trabajo forzado. Por eso no es la satisfacción de una necesidad sino
solamente un medio para satisfacer las necesidades fuera del trabajo (Marx,
1844,p: 59)
Los diferentes cambios que demandan la esfera laboral en la sociedad capitalista,
conllevan a que se presente un recrudecimiento del mundo del trabajo lo que viene a implicar
nuevos retos y demandas para la clase que vive del trabajo, esto podría conducir a la
producción de una serie de fenómenos y problemáticas en la vida de las personas que
concluyan en un aumento significativo de los niveles de frustración e insatisfacción, por lo
que es aquí en donde toma relevancia que se realice investigaciones en donde se pueda
dimensionar la influencia que posee el trabajo en los distintos fenómenos que surgen de las
contradicciones de la cuestión social
En la consulta bibliográfica que realizan las investigadoras no se logra encontrar
estudios que establezcan una relación o influencia del deterioro de las condiciones laborales
y el fenómeno del suicidio, sin embargo se tiene acceso a casos concretos como el sucedido
en Francia entre los años 2008 y 2009, en donde se conoce que en la empresa France
Telecom, se suicidaron 35 personas, estos sucesos estuvieron directamente relacionados con
las pésimas condiciones laborales y prácticas empresariales abusivas, desde cambios
repentinos y frecuentes de horarios, jornada y destino, hasta controles periódicos del
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rendimiento y despidos masivos. En donde inclusive en algunos casos las personas dejaron
notas de despedida en las que vinculaban directamente su situación desesperada con sus
condiciones de trabajo enajenantes (Áviles, 2010),
A pesar de lo anterior, rara vez la depresión, el estrés y el suicidio son analizados
como parte de los riesgos laborales, al contrario se tratan siempre como enfermedades
comunes, esto debido a que se analiza como factores que la persona ya porta de su vida
privada por lo que no se le está dando las debidas responsabilidades al mundo del trabajo y
sus formas de enajenación dentro del capitalismo. Esto evidencia una clara necesidad de que
exista una investigación como la acá presentada, en la cual se logre vincular las presiones
laborales con el fenómeno del suicidio, no se trata de obviar o invisibilizar los múltiples
condiciones sociales, psicológicos, familiares, entre otros que influyen en el fenómeno, si no
sólo de ofrecer una nueva perspectiva, desde la cual se pueda presentar a la comunidad
científica un análisis distinto, que permita abrir la mirada tradicional que se le da al mismo,
colocando así un elemento base, y a partir de ahí, ver la forma en que se relacionan esas otras
condiciones comprendiendo que no todos están en el mismo nivel. Sino, que una condición
como el trabajo es un elemento central que viene a relacionarse con otros fenómenos que van
derivando de la vida familiar, comunal o psicológica, Pero que no podrían comprenderse sin
esta base.
Ante esta realidad, resulta fundamental analizar este fenómeno desde el Trabajo
Social, esto debido a que como profesión encargada del abordaje y estudio de los diferentes
fenómenos sociales es importante considerar el suicidio como parte de la cuestión social, ya
que el incremento de las tasas tanto en el contexto nacional como internacional sugieren que
este fenómeno no puede seguir siendo abordado de manera individual. Según la Dra.
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Catherine Le Galès-Camus Subdirectora General de la OMS para Enfermedades no
Transmisibles y Salud Mental.
El suicidio es un trágico problema de salud pública en todo el mundo. Se
producen más muertes por suicidio que por la suma de homicidios y guerras. Es
necesario adoptar con urgencia en todo el mundo medidas coordinadas y más
enérgicas para evitar ese número innecesario de víctimas. (OMS 2012)
Desde el año 2004 la Organización Mundial de la Salud declara el suicidio como un
problema que afecta la salud pública en general. Es por ello que partiendo de que los y las
profesionales en Trabajo Social son ejecutores de la política pública, y que sus acciones están
enfocadas a "Mediante la intervención asistencial, terapéutica, promocional, educativa y
concientizadora, la realización de los derechos humanos en todas sus formas y
manifestaciones" (Romero, 1994 : p. 7), se convierte en compromiso de la profesión, ante el
alarmante incremento de este fenómeno y con la población sobreviviente al mismo, cuyo
abordaje ha sido culpabilizante, idear prácticas y metodologías de trabajo que permitan
brindar el apoyo, la comprensión y la solidaridad para las personas con intentos de
autoeliminación, al igual que con la familia para que así puedan enfrentar la vergüenza, el
silencio y la culpa que caracterizan los estereotipos sociales en torno al suicidio.
En tanto es importante que desde la profesión de Trabajo Social se analice el suicidio
como una manifestación de la cuestión social, fortaleciendo y reorientando la atención
mediante la búsqueda de explicaciones sobre el fenómeno a partir de un análisis macro,
micro, y complejo de la sociedad, partiendo de una visión crítica y coherente con los
principios que orientan al Trabajo Social. Retomando a Bejarano (1992) se puede afirmar
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que “El ejercicio de una vida digna y el derecho a ella no se pierden ante las puertas de la
muerte" (p. 49)
La necesidad de incursionar a nivel académico el ámbito del suicidio, en el estudio
de este fenómeno es fundamental, tanto por la representación y el reconocimiento de muchas
de las personas que se ven involucradas en un proceso de intento de autoeliminación, ya sea
consumado o no, así como con el fin de que se deje de concebir como un problema personal
en donde la ausencia, el rechazo, la incertidumbre, la negligencia institucional y muchos otros
mecanismos de exclusión, influyen para que las personas no logren un debido abordaje,
provocando que ese fenómeno culmine en una cadena de problemas en salud y violencia
En cuanto a la escogencia de una población residente del cantón de Grecia, se puede
establecer como una de las principales motivaciones que las investigadoras en su búsqueda
bibliográfica, no pudieron encontrar investigaciones que aborden el tema en el cantón, esto
a pesar de que el último registro de suicidio que presenta el Ministerio de Salud (2014) en
donde se analiza las tasas que generó este fenómeno en el año 2013,se muestra que Grecia
presenta la tasa más alta de intentos de suicidios en la provincia de Alajuela, esto se puede
observar en el siguiente gráfico:
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Tabla #2
Casos registrados de intentos de suicidio según provincia y cantón
Costa Rica 2013
Fuente: Ministerio de Salud (2014)
Lo anterior registra que Grecia presenta una tasa de 62,04% de intentos de
autoeliminación para el año 2013, lo que demuestra que el fenómeno tiene una alta incidencia
en el cantón. A pesar de esto, la temática no está teniendo la debida relevancia por parte de
la academia y las instituciones como debería, esto despierta en el equipo investigativo una
motivación para estudiar el fenómeno, y aportar al cantón insumos teóricos Y metodológicos
que permitan vislumbrar la necesidad de trabajar la temática.
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La busqueda de un contexto laboral que permitiera colocar el fenómeno a estudiar,
desde una perspectiva real, justifico la importancia de colocar la investigación en HSFA,
esta decisión estuvo definida por varios aspectos:
En el cantón de Grecia la opción de atender personas con situaciones de suicido están
centradas en las instituciones de salud.
Se tuvo acceso a información que dan fe de un aumento en los casos de intentos de
autoeliminación por parte de las personas trabajadoras de este hospital
Las investigadoras logran establecer contacto con informantes claves dentro de dicho
centro, lo que facilitó el contacto con las personas que participaron en esta
investigación. fuera de su trabajo.
Debido a la naturaleza de la temática acá investigada se necesitaba establecer un
ambiente de confianza con estas personas situación que se propició gracias a la
cercana relación de las investigadoras y los informantes claves, es por ello que se
decide realizar la escogencia de este centro hospitalario para hacer inserción de esta
investigación.
Finalmente otra de las motivaciones que le imprimen relevancia a este trabajo es que
Trabajo Social como profesión que media en los fenómenos sociales, necesita definir
métodos y modelos de intervención como base del ejercicio profesional y como herramienta
necesaria para elaborar abordajes y metodologías con una visión crítica en donde se mire el
fenómeno desde la dialéctica, y que reconozca los condicionantes de las estructuras sociales
en la agudización de los fenómenos como el suicidio para comprenderlos como producto de
la cuestión social.
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Problema de investigación
Las actuales exigencias de un mundo cada vez más globalizado en todos los espacios,
han impuesto en las personas estilos de vida “ideales” ante los cuales las personas han
intentado adaptarse. La calidad de vida es medida de acuerdo a estándares de consumo, y los
fenómenos sociales han ido evolucionando con la imposición de esta cultura capitalista.
Es por esto que se crean “ideales de vida” los cuales le exigen a las personas modelos
en los que el “triunfo”, “el orden” y “el éxito” son necesarios para poder alcanzar una
plenitud, y encontrarle sentido a la vida, sin embargo estos estándares se establecen a partir
de parámetros económicos y de consumo, en donde según Vela (sf) no todas las personas
tienen acceso a estos, sin embargo se muestran como los objetivos finales que deben de regir
el proyecto de vida por lo que, esta exclusión viene a provocar frustraciones que provocan
un detrimento en el sentido de la vida.
Ante todas estas exigencias, el capitalismo global se impone como una
transformación no sólo económica, sino también cultural, lo que ha conllevado que surjan
fenómenos sociales que responden a esta cultura, de la cual derivan nuevas configuraciones
en torno a estos, los cuales requieren nuevas perspectivas ante retos que no se visualizaban
anteriormente e implican investigación e innovación en torno a esta cuestión social resultante
de la actual coyuntura, la cual según Esquivel (sf) “[…] no es generada exclusiva y
únicamente por los resultados de las transformaciones económicas, por lo que debe
concatenársele con el todo de la complejidad social” (p.1)
Es bajo este contexto capitalista que las personas se debaten entre la necesidad y la
libertad, ya que el mundo del trabajo genera una serie de contradicciones que obliga al ser
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humano a vender su libertad, esto como única salida para asegura la reproducción de su vida,
por lo que el trabajo deja de ser una expresión de su ser para convertirse en una mercancía.
Frente a lo anterior, se puede analizar el sistema capitalista como productor de
relaciones laborales enajenantes, abusivas y en donde el espacio laboral se convierte
únicamente en un lugar en el cual las personas se ven obligadas a ir para poder reproducir su
existencia y la de sus familias. Es de esta forma como el trabajo y los productos de este
dominan la vida humana; contribuyendo de esta forma a que el ámbito laboral conforme una
ontología en el sujeto y la sujeta vacía de todo sentido existencial.
Es fundamental visualizar que el capitalismo es contradictorio en sí mismo, y que
como tal, genera una serie de fenómenos que se desprenden de la principal contradicción la
cual se va a fundamentar en el antagonismo capital/ trabajo, de aquí surgen una serie de
condiciones que se van a reproducir propiamente en las condiciones individuales y subjetivas,
generando alienación en la vida de las personas, y expresándose en forma de estrés,
depresión, ansiedad e inconformidad por la vida, es de esta forma en donde el fenómeno del
suicidio se viene a presentar como una forma de protesta contra el estilo de vida que se
impone.
Ante esto se vuelve necesario poder trascender el análisis individual del fenómeno,
y realizar un estudio que logre vincular el micro escenario en el que se reproduce el suicidio,
con la base material que sustenta este modelo de sociedad, y en una interpretación dialéctica
conectar las partes con el todo, y el todo con las partes. Entendiendo que las 800.000 muertes
por suicidio que se dan por año según la OMS, no son aisladas, sino que todas presentan una
característica en común, y es que se desarrollan en un contexto capitalista que reproduce
condiciones individuales, sociales y económicas; contradictorias e injustas.
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Es ante este contexto que se establece el problema de investigación de este estudio, el cual
tiene su origen a partir de una interrogante importante:
¿Cómo explicar el suicidio como manifestación de la cuestión social a partir de las
vivencias laborales, personales y sociales de un grupo de personas con intentos de
autoeliminación residentes en el cantón de Grecia?
Interrogantes generadoras
1. ¿Cómo se vivencian los intentos de autoeliminación en un grupo de personas con intentos
de autoeliminación residentes en el cantón de Grecia?
2. ¿De qué manera el mundo de trabajo influyó en las vivencias de intentos de
autoeliminación de un grupo de personas residentes en el cantón de Grecia?
3. ¿Por qué el suicidio se puede entender como producto de la cuestión social?
Objetivos
Objetivo general
Analizar el suicidio como manifestación de la cuestión social a partir de las vivencias
personales, sociales y laborales de un grupo de personas con intentos de autoeliminación
residentes en el cantón de Grecia.
Objetivos específicos
Interpretar las vivencias personales y sociales que mediaron en la experiencia de
intentos de suicidio.
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Explicar la incidencia del mundo del trabajo en el fenómeno del suicidio a partir de
la vivencia de un grupo de personas con intentos de autoeliminación
Interpretar el suicidio en relación con la cuestión social a partir de las condiciones
que se producen en el mundo del trabajo
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Capítulo II: Estado de la cuestión:
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Estado de la cuestión
“Si buscas resultados distintos, no hagas siempre
lo mismo”
Albert Einstein
Con el fin de proporcionarle una base de revisión teórica amplia, y que logre sustentar
la temática aquí abordada, a continuación se expone el análisis de las distintas investigaciones
que se han realizado en los últimos veinte años, las cuales responden al tema aquí
desarrollado, estas estarán agrupadas en tres ejes temáticos .Primeramente el suicidio,
seguidamente se expondrá los trabajos sobre las exigencias del mundo laboral, y por último
se plasmará los estudios realizados sobre el tema de la cuestión social. Estas tres grandes
categorías fueron elegidas debido a que son las bases medulares de esta investigación, y el
analizar sus postulados y principales conclusiones permite establecer la importancia que
tienen estas investigaciones sobre el tema en el cual se enfoca esta tesis.
Es importante mencionar que para la elaboración de este recuento bibliográfico se
tomaron en cuenta distintos productos científicos tales como Trabajos Finales de Graduación,
artículos científicos, e investigaciones realizadas sobre la temática del suicidio; esta
recopilación científica incluye tanto producciones nacionales como internacionales, esto con
la finalidad de poder tener una mirada más amplia sobre el estudio de este fenómeno, y las
especificidades que presenta el análisis del suicidio dentro y fuera de Costa Rica.
Asimismo las investigaciones aquí recopiladas son elaboradas desde distintas
disciplinas tales como, Trabajo Social, Psicología, Medicina, Administración Pública, entre
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otras, esto debido a la diversidad de perspectivas que le ofrece estas profesiones a las
temáticas aquí desarrolladas.
Por otra parte la búsqueda de estos materiales científicos se realizó en diferentes
espacios académicos, tales como Bibliotecas de la Universidad de Costa Rica, Biblioteca
virtual de Trabajo Social, Repositorios, y distintas bases de datos, esto permitió poder
ampliar el panorama de exploración y obtener investigaciones pertinentes y que respondan a
esta investigación. A continuación se presentan este análisis de la revisión de material sobre
suicidio, trabajo y cuestión social.
Suicidio
Artículos internacionales suicidio
Gabriel Montes Sosa y Francisco Montes Villegas (2009) de la Benemérita
Universidad Autónoma de Puebla en México realizan un estudio titulado “El pensamiento
social sobre el suicidio en estudiantes de bachillerato” en esta investigación se ejecuta la
aplicación de cuestionarios a 169 jóvenes (mujeres y hombres), entre los 15 y 18 años,
estudiantes de diferentes colegios en Puebla México, la finalidad se centraba en poder
conocer la ideación que tienen los jóvenes frente al suicidio ,como lo definen y cuáles son
las principales razones que conllevan a pensar en suicidarse. Este estudio es importante
analizarlo debido a que en los resultados que arroja se puede visualizar como la mayoría de
las personas que fueron participes de la investigación definen el suicidio como un problema
individual, el cual expresa la cobardía y la incapacidad de enfrentar la vida.
En el caso de las mujeres y de los hombres, ambos grupos, cuando se
refieren a la definición de suicidio, su discurso cambia; la mayoría lo visualiza
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como una incapacidad para afrontar la realidad y asimismo como una salida para
finalizar los problemas de ellos y su entorno; hay, pues, una especie de
“comprensión”. De todo lo anterior, el suicidio se ve como una forma de afrontar
el mundo a partir de una serie de relaciones interpersonales y con su entorno.
(Montes y Montes, 2009, p:321)
Lo anterior visibiliza como este fenómeno tiende a individualizarse y la sociedad
achaca las motivaciones que tienen las personas con ideaciones suicidas a problemáticas
personales, esto dejando de lado la responsabilidad que también tienen las estructuras macro
sociales, por tanto este estudio permite observar la necesidad de abordar esta temática desde
una mirada más holística, en donde se pueda integrar la perspectiva social a un fenómeno
que tiende a ser problematizado desde una culpabilización del individuo.
Trabajos Finales de Graduación nacionales
El Trabajo Final de Graduación “Análisis Médico-Legal y Jurídico del Suicidio y
situaciones conexas en Nuestra Legislación Penal” del año 1988, elaborado por Mariel Astía,
propone demostrar si la crisis económica influye en el aumento de suicidios, el consumo de
drogas como motivo de suicidio y la responsabilidad familiar en el suceso del fenómeno. La
metodología utilizada en esta investigación fue de tipo histórica, comparativa, exegética,
deductiva y basada en revisión bibliográfica.
La importancia de la tesis para esta investigación radica en que analiza el fenómeno
del suicidio desde tres vertientes: la psiquiátrica, la psicoanalítica y el sociológico, en donde
las dos primeras analizan el suicidio desde los psicopatológico y lo personalístico, mientras
que el sociológico se centra en el conflicto surgido por psicotraumas del medio ambiente,
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dentro de este enfoque se encuentra la teoría del suicidio de Durkheim, en donde este plantea
que le debilitamiento del equilibrio social determina el suicidio anómico, “Dicho término
para explicar el espíritu de rebeldía de ciertos individuos frente a las exigencias de
determinada colectividad social lo que los lleva a eliminarse” (Astía, 1988: p. 64), es por
tanto que en épocas de crisis y de prosperidad el colectivo social sufre perturbaciones, en esta
última debido a según Durkheim citado por Astía (1988) “cuanto más se tenga, más se querrá
tener, puesto que las satisfacciones recibidas sólo consiguen estimular las necesidades en
lugar de calmarlas” (p. 65), es a raíz de esto que el suicidio surge frente a la falta de
mecanismos sociales reguladores capaces de poner un horizonte a las ambiciones del otro.
Finalmente la autora concluye que el suicidio es un fenómeno muy complicado por
ello todas las teorías son importantes para explicarlo, así mismo, las causas del suicido se
dividen en: exógenas o socioambientales y las endógenas o biológicas, dentro de esto, la
autora hace énfasis en que la crisis económica en Costa Rica no ha influenciado grandemente
el aumento de los suicidios, el alto consumo de drogas tampoco influye en el aumento del
fenómeno, sin embargo el alcoholismo es una de las causas más frecuentes de suicidio.
En este campo una de las investigaciones relevantes es la realizada por Prado y Brenes
(1998) denominada “Algunas características sociodemográficas del paciente con intentos de
suicidio, registrados en los hospitales de la Caja Costarricense de Seguro Social, durante el
periodo de 1991”, esta se desarrolla bajo la modalidad de tesis, con el fin de optar por el
posgrado en Medicina familiar y contaduría. Este trabajo tiene como principal objetivo el
determinar algunas características sociodemográficas de las personas registradas con intentos
de suicidio en los archivos médicos de la Caja Costarricense del Seguro Social, para ello se
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utilizó una metodología de tipo observacional descriptivo, esto debido a que se fundamenta
en la descripción de las variables sociodemográficas que influyen en el fenómeno.
Es importante que para esta tesis se tomaron en cuenta las siguientes variables, edad,
estado civil, sexo, ocupación, actividad socioeconómica, lugar de procedencia, tipo de
afiliación con el sistema de salud, fecha en que se dio el intento de suicidio, agentes o
condiciones atribuidas al intento de suicidio, lugar donde ocurrió el intento de suicidio, causa
de muerte si el intento de suicidio concluyó con esta.
En cuanto a los principales resultados se observó que el 90% de los casos está
comprendido entre las edades menores a los 15 años, y la categoría de 41 a 45 años, siendo
la edad de 16 años en la que se presenta el número más elevado de casos. Uno de los
resultados de mayor relevancia para la tesis aquí desarrollada se encuentra en la ocupación
de las personas con intentos de suicidio, que según esta investigación, la gran mayoría de las
personas se dedicaban a las labores de agricultura y ganadería, alcanzando esta un porcentaje
de 71,4%, las otras actividades muestran la siguiente distribución.
Tabla # 3
Distribución de intentos de suicidio por ocupación
Actividad Porcentaje
Servicios públicos 8,7%
Fabricación de alimentos ropa y bebida, 4,9%
Industria mecánica y de la construcción 4,3%
Comercio 3,3%
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31
Servicios personales y hogar 2%
Fuente: Elaboración propia, con base en Prado y Brenes (1998)
Lo anterior es de vital importancia para tomar en cuenta en el desarrollo de esta
investigación, ya que permite visualizar cuales son las ramas ocupacionales que mantienen
un mayor número de personas con intentos de suicidio en el año de 1991, sin embargo es
relevante mencionar que esta tesis, es meramente descriptiva y no proporciona un análisis de
las razones del por qué el tipo de trabajo puede estar influenciando en los intentos de
autoeliminación, por tanto esto visualiza la importancia de proporcionar una investigación
que tome como medular el mundo del trabajo, y la influencia que tiene este en los intentos
de suicidio.
Otro aporte importante lo realiza la tesis para optar por el grado de licenciatura en
psicología, de la sustentante Johana Chanto Alpízar (2004), denominada “Creencias
racionales e irracionales sobre la vida y la muerte y conductas suicidas: El caso de los
adolescentes Costarricenses”, la cual tiene como principal objetivo determinar en un grupo
de adolescentes Costarricenses con conductas suicidas e internados en el hospital
Psiquiátrico, sus principales ideas y pensamientos, en torno a la vida y la muerte, para ello la
autora utiliza una metodología, en donde el estudio se caracteriza por ser de carácter
transversal exploratorio, esto debido a que se considera un tema poco estudiado, en el cual
se quería determinar cuáles y cómo son las creencias entorno a la vida y la muerte.
En cuanto a los principales aportes que realiza esta investigación se puede mencionar
que en el grupo de adolescentes entrevistados predominan una concepción la muerte como
un paso a otro lugar, en donde no existe sufrimientos, atribuyéndole de esta manera a la
muerte cualidades de vida, en donde se percibe esta como un descanso del cuerpo, es así
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como el suicidio es percibido como una forma de solucionar los problemas y escapar de ellos,
esto permite visualizar como las exigencias de la vida, estas calando en la concepción que
las personas adolescentes le atribuyen a esta, y de esta manera encuentran en la muerte una
forma de escapar de una sociedad cada vez más apremiante.
Laura Fernández Kalodziez (2008) realiza un tesis para optar por el posgrado de
Magister Scientias en Psicología, la cual es denominada “El Gesto suicida y su abordaje
hospitalario: sobre la intervención a pacientes que ingresan al servicio de emergencia del
Hospital Rafael Ángel Calderón Guardia: Una lectura Psicoanalítica” esta investigación tenía
como objetivos generales el hacer una lectura psicoanalítica del lugar conferido a la palabra
del sujeto en el abordaje del equipo de salud, a la población que ingresa a un Servicio de
Emergencias por gestos suicidas, de igual manera la autora pretendía realizar un aporte
teórico y clínico a la construcción de un modelo de intervención hospitalaria que incluya la
palabra y la escucha en el abordaje a pacientes que ingresan por gestos suicidas.
La metodología de esta investigación consistió en un estudio psicoanalítico, para ello
se realizaron entrevistas, registros documentales y observación no participante, esto con el
fin de poder interpretar y analizar el discurso y los testimonios de las personas con ideación
suicida.
En cuanto a las principales conclusiones de esta investigación se subraya que el
Servicio de Emergencias del Hospital Rafael Ángel Calderón Guardia no lleva registro del
motivo por el cual ingresa el paciente, por lo que el dato de la cantidad de pacientes que
ingresa por gesto suicida se pierde, dando origen a una invisibilización del problema. De
igual manera la autora señala que existe un desconocimiento por parte del personal del
hospital de que hacer frente al fenómeno del intento suicida, esto debido a que tienen nula
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formación sobre el abordaje del suicidio, por lo que simplemente se aplica el protocolo
médico como si fuera cualquier caso más.
Esta investigación también expone que la valoración psiquiátrica que se hace al
paciente con ideación suicida, tiene como objetivo verificar la gravedad del gesto suicida, ya
que este es calificado a partir de grados, o niveles, existe el gesto verdadero y el falso. La
autora expone que esto demuestra el poco interés que se tiene ante el dolor y sufrimiento
ajeno.
Por último es de suma importancia subrayar que en esta tesis se expone que el papel
que juega Trabajo Social dentro de esta intervención, es bastante inmediatista, y lo que busca
es ofrecerle un puente al paciente entre la familia y el personal médico, en palabras de
Fernández (2008) “Hay, desde todas estas intervenciones, excelentes intenciones y
probablemente muchos logros concretos, pero subyace la prisa por concluir con el
sufrimiento, por resolverlo, medicarlo, desculpabilizarlo, y por tanto, silenciarlo.” (p.52)
Esta tesis es de suma importancia para esta investigación, ya que ofrece un panorama
de cómo se encuentra siendo abordado el fenómeno del suicidio en el país, que tomando en
cuenta los resultados de esta investigación se da una intervención culpabilizadora, individual,
en donde el paciente no es escuchado, pero sobre todo se denota un claro desinterés en el
abordaje del fenómeno, en donde se anula la voz de la persona que se interviene, se afronta
la problemática partiendo de estereotipos, en donde la prioridad principal es concluir la
intervención, medicar, internar, y ante todo borrar, anular y esconder el fenómeno. Por tanto
es fundamental que esta investigación que se pretende realizar, cuente con la mirada del
cómo, dónde y quiénes se encuentran llevando a cabo la intervención del fenómeno del
suicidio.
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Otro de los estudios tomados en cuenta para realizar esta investigación, es la realizada
por Leonel Acuña Barboza y Federico Moreira Hidalgo (2011), denominada “Revisión
bibliográfica sobre el fenómeno Suicida” esta tesis tiene como finalidad realizar una revisión
bibliográfica en materia de suicidio, para poder visualizar de qué forma se está abordando y
teorizando el fenómeno. Los principales aportes que realiza este estudio, a la investigación
aquí desarrollada es que permite visualizar que el suicidio se ha teorizado a partir de enfoques
individualistas, en donde se parte en la mayoría de investigaciones de características propias
de la persona como la edad, la biogenética, alcoholismo y adicciones entre otras.
Asimismo los autores exponen que respecto al tema del trabajo como determinante
de la conducta suicida, existen algunas investigaciones que demuestran que las tasas de
suicidio son mayores en personas desempleadas, de igual manera se argumenta que las
condiciones de deprivación socioeconómica vienen a ser parte de los factores de riesgo en
los intentos suicidas, siendo comprobada en varios estudios analizados que las tasas de
suicidio aumentan durante periodos de crisis económicas.
Mauren Chacón Baltodano (2012) en su memoria de práctica dirigida para optar por
el grado de licenciatura en Psicología trabaja el tema de suicidio, bajo una investigación
denominada “Ideación suicida en privados de libertad en el Centro de Atención Institucional
Calle Real. Liberia Guanacaste. Una propuesta para su atención.” Esta tiene como objetivo
determinar la incidencia de ideación suicida en los privados de libertad del centro
mencionado anteriormente. La metodología consistió en un estudio cuantitativo a partir de
una muestra de 510 privados de libertad, a los cuales se les aplico técnicas como entrevistas
semi-estructuradas, asimismo esto se complementó con una revisión documental.
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Esta investigación dio como resultado que tan solo el 10,2% de las personas
entrevistadas presentan ideación suicida, entre los principales causas o motivaciones que
tienen para querer suicidarse se encuentra la preocupación por la reinserción a la sociedad,
esto debido a los estereotipos que acompañan a una persona que ha estado en la cárcel.
Aunado a esto, estas personas perciben el Centro carcelario como un medio hostil que limita
sus iniciativas laborales, y recreativas lo que influye fuertemente en su estado anímico. Lo
anterior es importante debido a que se percibe como el trabajo y la recreación viene a jugar
un papel clave en el fenómeno del suicidio, visibilizando con ello la importancia de que el
suicidio sea abordado desde esta temática.
Menocal Villalobos et al (2013) realizan un Seminario de Graduación, denominado
“El fenómeno del suicidio: Una discusión teórica- metodológica desde el Trabajo Social a
partir de las opiniones de las adolescentes y los adolescentes de dos centros educativos:
Colegio Técnico de Piedades Sur e Instituto Julio Acosta en San Ramón” , esta investigación
tuvo como principal objetivo el analizar las opiniones de un grupo de adolescentes de los
colegios mencionados anteriormente, esto con la finalidad de interpretar la relación entre la
adolescencia y el suicidio, generando una propuesta de prevención desde la visión teórica
metodológica del Trabajo Social. Con el fin de finiquitar este objetivo las investigadoras
aplicaron una metodología de carácter interpretativa- descriptiva, esto combinado con un
estudio de tipo cualitativo y cuantitativo. Asimismo se realizaron grupos focales con chicos
y chicas de séptimo y décimo año, en los cuales se aplicaron una serie de técnicas e
instrumentos, como el Test IRSA para la identificación de factores de riesgo suicidas en este
grupo de personas jóvenes, entrevistas semi-estructuradas, entrevista estructurada y guías de
observación.
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Como principales resultados de esta investigación se ofrece primeramente una
definición de suicidio aportada por las mismas personas adolescentes, quienes entienden este
fenómeno como “El acto en la cual la persona se quita la vida por problemas familiares,
económicos, amorosos y drogas, donde se dejan a las personas que se quiere al tomar una
decisión fácil, reflejando con esto la falta de amor propio y hacia Dios” (Menocal et al,
2013:106). De igual manera esta investigación aporta que existe una serie de problemas
socialmente establecidos por lo que transitan las personas adolescentes y que se convierten
en un factor para que se consumen ideas suicidas, tales como los problemas alimenticios,
académicos, familiares, emocionales y las drogas.
Entre las principales conclusiones que aporta esta investigación se encuentran,
primeramente que la información con que cuenta las personas adolescentes sobre la temática
del suicidio provienen de distintos medios de información como las amistades, docentes,
familiares y los medios masivos de comunicación, estos juegan un papel muy importante en
la reproducción de ideas, concepciones y mitos.
De igual manera una de las conclusiones más importantes de este estudio, la cual se
vuelve en un aporte fundamental para esta investigación, es que actualmente se presenta una
inexistencia de políticas vinculadas con el fenómeno del suicidio, por tanto se visualiza la
incapacidad que presenta el Estado para hacerle frente a un fenómeno que está afectando
cada día más.
Otra investigación importante es la realizada por Roxana Corrales Venegas. (2014).
“Propuesta de alternativas de prevención de los intentos de autoeliminación en la niñez, a
partir de los factores sociofamiliares que se presentaron en los casos de niños y niñas de 7 a
9 años de edad, atendidos en el servicio de Trabajo Social del Hospital Nacional de Niños
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Dr. Carlos Sáenz Herrera, en el periodo del 1 d enero del 2011 al 30 de junio del 2013” la
cual tiene como objetivo el elaborar una propuesta teórico- metodológica de alternativas de
prevención de los intentos de autoeliminación en la niñez, a partir del estudio de los factores
sociofamiliares, con el fin de contribuir a la disminución de la problemática. En cuanto a la
metodología utilizada para este estudio, se planteó desde un enfoque epistemológico desde
la Fenomenología y la teoría socio critica, esto debido a que la autora poseía la
intencionalidad de comprender el fenómeno desde os propios sujetos participantes de esta
investigación, para así contribuir al cambio en la realidad en torno a la temática. Asimismo
se aborde el estudio desde un enfoque metodológico cualitativo, para lo cual se utilizaron
técnicas como la entrevista a la jefa del servicio de Trabajo Social, a las y los profesionales
en Trabajo Social que hubieran atendido el mayor número de casos de intentos de
autoeliminación dentro del 2011 al 2013, por último también se llevó a cabo una revisión de
los expedientes clínicos y sociales de los niños y niñas con intentos de suicidio.
A partir del estudio y el análisis que realiza la investigadora, esta considera que las
técnicas de recolección de información que se utilizaron no son suficientes, ya que un
fenómeno tan amplio y complejo como el suicidio, no puede ser explicado, ni entendido
meramente por el análisis de expedientes clínicos, por ello es fundamental que se escuchen
las voces de los y las personas que viven el fenómeno. En cuanto a la importancia de esta
tesis para la investigación que se desarrolla aquí es relevante mencionar que la autora
menciona dentro de sus conclusiones que las propuestas de intervención están abordadas
principalmente desde aspectos personales del niño o niña por tanto no se prioriza en los
aspectos socio familiares, de ahí que sea necesario investigar este fenómeno desde una
mirada que haga ruptura con la individuación de la temática.
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Mundo del trabajo
Artículos científicos internacionales
Sánchez et al (2008) realizan una investigación denominada “"Trabajo y Salud
Mental: Caso de Supervisores de una locación petrolera” esta investigación se realizó en una
petrolera Venezolana y tenía como objetivo el hacer un diagnóstico de la salud mental y las
alteraciones psicosomáticas que presentan los supervisores de taladro de una locación
petrolera, para ello se utilizó una metodología de estudio descriptivo, esto debido a que se
quería detallar las condiciones de salud mental de estos trabajadores, enfocándose en tres
variables principales depresión, fatiga laboral y ansiedad, para ello se aplicaron tres
instrumentos, Inventario de ansiedad IDARE, Escala de Zung, prueba de Yoshitake.
Esta investigación es de suma importancia, esto debido a que establece una
interrelación entre las exigencias del mundo laboral y la salud mental, siendo el trabajo el
lugar en donde se potencia o se limita los factores que coadyuvan al equilibrio mental de la
persona.
La salud es el producto no solo de las condiciones históricas y la forma
como el trabajador se involucra con el trabajo, además guarda igualmente una
relación muy importante con las formas de alimentarse, de recrearse, de
educarse y en general, con la manera de vivir de los pueblos, sin embargo no
podemos obviar que es en el trabajo donde pueden llegar a potenciarse
condicionantes del estado de salud (Sánchez et al,2008,p:31)
Esta investigación dio como resultado que en la locación petrolera estudiada se pudo
observar que las formas de organización del trabajo constituye uno de los factores de riesgos
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que afectan de manera directa a los trabajadores, la ejecución de intensas jornadas de trabajo
en estado de aislamiento, con altos niveles de exigencia y responsabilidad constituyen
factores de riesgo que socaban la salud mental de las personas trabajadores.
Esta investigación permite observar como el trabajo y las nuevas transformaciones
que se dan en este ámbito, las cuales van enfocadas a exigir cada vez más a la persona,
enfrentándola así a condiciones inhumanas vienen a calar directamente en la salud mental de
las y los trabajadores, llevándolos a condiciones de angustia, estrés y depresión, siendo estos
factores determinantes en el fenómeno suicidio.
Trabajos Finales de Graduación nacionales
Teresita Guzmán, en 1997 en la monografía para Seminario de Graduación
“Identificación de las Variables Sociales y Económicas que determinan la Participación de
la Juventud en la Fuerza de Trabajo en Costa Rica”, identificó los principales factores
económicos y sociales que inducen a la incorporación del joven al mercado laboral mediante
un estudio estadístico basado en la metodología para el análisis de datos llamada regresión
logística, en donde para cada grupo de edad, se estudiaron las mismas variables y se
determinaron las importantes.
Este estudio es importante para esta investigación, debido a que arroja datos de
población joven, dentro de los cuales la autora concluye que entre las edades de 10 a 24 años
los y las jóvenes se ven obligados a trabajar por variables como nivel de pobreza, zona, sexo
y asistir a educación, diferenciándose entre edades únicamente las oportunidades de acuerdo
al tipo de trabajo.
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Gonzalo Monge Umanzor (2000) realiza una tesis para optar por el grado de Magister
Scientae en Administración Pública, denominada “El programa de Movilidad Laboral en el
contexto de la reforma del Estado. Análisis del impacto en la reducción estatal. 1990-1995.”
Este trabajo tiene como principal objetivo el analizar el Programa de Movilidad Laboral
Voluntaria en el contexto de la reforma del Estado y su impacto en la reducción de la planilla
Estatal.
La metodología que llevo a cabo este autor para poder realizar esta investigación fue
la aplicación de la técnica de estadística de cohorte, de igual manera se realizó una recolecta
de la información de la Movilidad Laboral Voluntaria de 1991 a 1995, para esto se
consultaron los informes de la Contraloría General de la República, el informe del Gobierno
Central y la fundación para la Cooperación Estatal. Asimismo Monge (2000) realiza una serie
de entrevistas a personalidades políticas, técnicos y dirigentes sindicales con el fin de definir
el contexto político en el que se desarrolla este programa. Por último se elaboró un análisis
del comportamiento de la planilla estatal, con el objetivo de poder visualizar concretamente
la reducción de esta.
En cuanto a las conclusiones en esta tesis se estipula que este programa tuvo una
mínima aceptación entre los funcionarios públicos, esto debido a que aún con los incentivos
que le ofrecía este programa para que se movilizaran del sector público y con ello reducir la
planilla, estos no encontraron una opción favorable que les permitiera incorporarse al
mercado laboral o al desarrollo de una actividad propia, por lo que esto trajo consigo un
desmejoramiento en la calidad de vida. Asimismo en esta tesis se llega a la conclusión de que
existieron instituciones como el Ministerio de Obras Públicas y Transportes en donde la
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planilla se redujo a la mitad, y esta disminución de personal se concretó en los niveles más
bajos de la escala ocupacional.
Otro de los estudios tomados en cuenta en este apartado, es el elaborado por Sofía
Gamboa, Mauren Hernández y Jennifer Zúñiga, el cual tiene el nombre de “Recreación y
discapacidad: un análisis desde la Categoría Trabajo” elaborado en el año 2009 en donde las
autoras procuraron comprender la relación entre las actividades recreativas realizadas por las
personas en condición de discapacidad y la categoría trabajo cómo práctica transformadora,
utilizando una metodología de tipo exploratorio participativo, en donde por medio de una
investigación cualitativa se permitió entrelazar la discapacidad con la recreación desde la
categoría trabajo.
Esta investigación es importante para el análisis del suicidio, ya que coloca una
situación como la discapacidad y la analiza desde el fenómeno del trabajo, entendiendo a
este como medular en la vida de esta población, y conceptualizándolo como “un derecho,
como participación personal en la vida productiva que es constantemente reconocido, no se
debe restringir solamente al aspecto económico, individual o global” (Gamboa et al, 2009:
p. 37). Las autoras concluyen en la importancia de visualizar a las personas desde un enfoque
integral, incluyendo factores individuales como sociales, ya que se observa una
singularización y desarticulación de estos factores.
Lorena Campos, Rebeca Chavarría y Lucy Vindas (2009) elaboran una investigación
llamada “Condiciones de empleo y desempleo de la población del cantón de Parrita, una
aproximación al análisis desde la categoría trabajo”, en donde analizan la situación de empleo
y desempleo en los poblados de Sitradique, El Invu y Los Sueños, en el cantón de Parrita y
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en la cual exponen como en base a formas desiguales de desarrollo, surgen condiciones
sociales como el desempleo que vienen a convertirse en manifestaciones de la cuestión social.
La metodología del estudio consistió en el análisis de indicadores estadísticos,
revisión bibliográfica para caracterizar la región, entrevistas y observación de la realidad a
partir del acercamiento al objeto de estudio, tomando como base los fundamentos teóricos
ontológicos de la Teoría Marxista del materialismo histórico.
Entre las principales conclusiones a las que llegan las autoras son: el aporte del
Trabajo Social para el análisis del desempleo, ya que el reto, según Campos et al (2009) se
trata de repensar la intervención profesional a partir de las condiciones que configuran el
modo de producción capitalista, no concebir fenómenos como el desempleo como situaciones
particulares, sino como expresión y manifestaciones del contexto; así mismo concluyen que
el reconocimiento de las transformaciones en el mundo de trabajo brinda insumos para llevar
a cabo intervenciones caracterizadas por una visión crítica y amplia de las contradicciones
sociales , permitiendo potenciar el desarrollo de las capacidades de las poblaciones
vulnerabilizadas por condiciones de empleo.
Algunos de los principales aportes de este Trabajo Final de Graduación para la
investigación se puede mencionar el planteamiento de la categoría teórica trabajo como
condición básica y fundamental de la vida humana, en donde “por medio del trabajo los seres
humanos establecen una relación dialéctica entre sí mismos y la naturaleza, un proceso en
el que se concreta la relación entre el mundo subjetivo y material” (Campos et al, 2009: p.
51), de igual manera, se establece el desempleo como manifestación de la cuestión social, en
donde Trabajo Social se reconoce como una de las profesiones que se enfrentan a las
manifestaciones de la cuestión social, permitiendo este análisis trascender la apariencia de
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las transformaciones en el mundo del trabajo y la incidencia de este enfoque en el estudio e
intervención de los fenómenos sociales, mediante el carácter político del Trabajo Social.
Dentro de esta misma línea, Lisseth Quesada y Sarita Villegas en su Tesis
“Implicaciones del significado social del VIH/SIDA en el acceso y permanencia al trabajo a
partir de la experiencia de las y los usuarios de la Clínica de SIDA del Hospital San Juan de
Dios, en el período de enero a diciembre del 2008” investigan como un fenómeno como el
SIDA traía implicaciones en las personas a la hora de insertarse y permanecer en el mercado
laboral, partiendo del materialismo dialectico para comprender la realidad, utilizando el
método cualitativo, el cual permitió a las autoras construir la experiencia basada en los y las
participantes del estudio.
Dentro de los principales aportes de este Trabajo Final de Investigación al presente
estudio, destaca la connotación de la importancia del trabajo no sólo como medio de vida
sino también como un derecho, el cual implica “calidad de vida laboral, es actividad que
permita satisfacer las necesidades materiales, el esparcimiento, el acceso a la cultura y
formación, capacitación técnica o profesional sin poner en riesgo la vida humana”
(Quesada, Villegas, 2009: p. 63) de esta manera, para que el trabajo permita la realización
integral de las personas, deben de estar garantizados sus derechos en la totalidad, ya que el
tipo de trabajo que vulnerabilize la integridad y dignidad de las personas es un obstáculo en
el pleno desarrollo del individuo tanto de manera individual como social.
De igual manera, las autoras señalan la importancia de que el ordenamiento jurídico
en cuanto a materia de derechos laborales, debe apuntar a la coyuntura actual e incorporar
las necesidades que emergen del crecimiento económico, centrándose en las demandas
sociales, políticas, económicas y culturales que requieren un abordaje centrado en el ser
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humano, esto en cuanto el trabajo no solamente debe permitir la satisfacción de sus
necesidades sino también la dignificación como ser social, ya que las personas construyen su
proyecto de vida basándose en gran medida en las posibilidades de trabajar.
Finalmente las autoras plantean como una de sus principales conclusiones que la
discriminación laborales para las personas con SIDA implica una violación a su derecho de
trabajo digno, además de que limita el desarrollo del individuo en sociedad, ya que el trabajo
aporta a los sujetos y sujetas algo más que una retribución económica, contribuye al
desarrollo personal.
Dayana Espinoza, Adriana Hernández, Adrián Solís, Kattia Solórzano y Esteban
Vargas en su Memoria de Seminario de Graduación titulada “El acceso al trabajo de personas
con discapacidad, desde el Enfoque de Derechos Humanos: un estudio exploratorio en la
Región Central Occidental de Costa Rica” plantearon explorar la situación laboral de las
personas con discapacidad con el fin de ofrecer una visión global del estado de esta población
en el ámbito laboral.
Este seminario plantea el trabajo como un proceso entre el ser humano y la naturaleza,
en donde el intercambio de bienes implica el desarrollo de potencialidades como una forma
libre de creación, de esta forma el trabajo es fundamental para la autorrealización personal y
la auto representación en un nivel social, de manera que “la humanización del trabajo como
un ejercicio realizado por las personas, refleja la energía que tiene el ser humano para
transformar los medios en el mundo” (Espinoza et al, 2011: p. 79) estableciendo una tríada
alrededor del trabajo, conformada por: producción de bienes y servicios, obtención de
ingresos y reconocimiento de un rol a nivel social.
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Una de las conclusiones a las que llega el equipo investigador es que las personas con
discapacidad tienen una alta motivación para insertarse en el mercado laboral, ya que además
de suponer esto un ingreso, implica la necesidad de sentirse útiles, productivas y productivos
dentro de la sociedad, destacando el valor fundamental del trabajo como medio social.
Yury Alfaro, María Mora y Samanta Solórzano, en su Seminario de Graduación
“Contradicciones en el mundo del Trabajo: Un análisis de las particularidades y posibilidades
para el Trabajo Social en el sector privado de capital transnacional” elaborada en el 2012,
pretende analizar los procesos de Trabajo Social en el sector privado y así develar
contradicciones e implicaciones en la construcción de un proyecto ético-político, en donde
se sustenta el estudio en una posición teórica-metodológica desarrollada desde el
materialismo histórico, el cual presenta un método para interpretar los conflictos sociales y
su transformación.
Los aportes más importantes de este Trabajo Final de Graduación al presente estudio
radican en el estudio del Trabajo como categoría ontológica, en donde este “trasciende la
mera actividad instintiva, es la fuerza de las diferentes formas sociales existentes” (Alfaro
et al, 2012: p. 101), distinguiendo el trabajo en la sociedad capitalista del de otra sociedad,
en donde en el capitalismo, se sintetiza la desrealización del ser humano a partir del
extrañamiento del objeto de trabajo por parte del trabajador, por tanto esto “trae como
consecuencia un repudio del ser humano por su trabajo, en el contexto del capitalismo, por
cuanto es un trabajo forzado, compulsivo” (p. 102).
De igual manera, las autoras hacen referencia a la Cuestión Social, la cual debe ser
reconocida como fundamental objeto de trabajo de la profesión, y concluyen en que es
medular a la hora de interpretar el análisis de las transformaciones en el mundo del trabajo.
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En la Tesis “Dime en que trabajas y te diré que derechos tienes: El caso de las mujeres
insertas en el sector informal y sus posibilidades de acceso al Régimen IVM de la CCSS”,
realizada por Kindly Blanco y Shasling Quirós en el 2013, tenía como objetivo analizar los
factores que facilitan o limitan el acceso de las mujeres del cantón Central de San José en el
sector informal al Régimen del IVM y la incidencia en sus condiciones de vida, a partir de
técnicas metodológicas propias de la investigación cualitativa, como la entrevista
estructurada y semi-estructurada, la observación no participante y la revisión bibliográfica.
Las autoras presentan una perspectiva histórico-crítica del trabajo, importante dentro
de la presente investigación, ya que mencionan que las personas son capaces de crear medios
e instrumentos de trabajo que los afirma como seres sociales capaces de transformar la
naturaleza “por tanto, el trabajo sería una actividad crítica, productiva y material con
carácter instrumental y emancipador” (Blanco. Quirós, 2013: p. 58) en el que poseen los
medios para reproducir las condiciones de vida para satisfacer sus necesidades humanas, sin
embargo esto se ha transformado en las sociedades capitalistas para convertirse en una
actividad alienante del ser humano “inclusive, la reproducción de las condiciones de vida de
la población se ha tornado difícil, en tanto el acceso al trabajo y a los derechos que se
derivan de él resultan diferenciados” (p. 59) de manera que para las autoras, el tipo de trabajo
condiciona el acceso a los derechos.
Finalmente las autoras concluyen en que los aspectos laborales condensan los medios
que utiliza la sociedad para garantizar la reproducción de un sistema que se basa en la
desigualdad, inequidad y explotación entre géneros, donde el femenino resulta ser el más
perjudicado.
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Cuestión Social
Trabajos Finales de Graduación
En cuanto al eje temático de Cuestión Social, Fallas et al (2013) realizan una
investigación como memoria de Seminario de Graduación para optar por el grado de
Licenciatura en Trabajo Social, denominada “El abuso sexual intrafamiliar como
manifestación de la cuestión social: un análisis crítico a partir del Trabajo Social Forense, en
el Programa de Atención a la Violencia Infanto Juvenil, del Primer Circuito Judicial de San
José”, la cual tiene como principal objetivo Analizar las implicaciones socio-familiares del
abuso sexual intrafamiliar en personas menores de edad, a partir de la intervención del
Trabajo Social Forense en el Programa de Atención a la Violencia Infanto Juvenil, para
visibilizarlo como manifestación de la cuestión social.
Como parte de esta investigación se desarrolló un proceso metodológico, bajo un
enfoque cualitativo, en donde se analizó y describió la información recolectada, de igual
manera el modelo epistemológico en que se basaron las investigadoras, se enmarca en un
Paradigma cualitativo – interpretativo, esto debido a que este permitió analizar las
implicaciones socio-familiares del abuso sexual intrafamiliar en las personas menores de
edad, manifestando este como parte de la Cuestión Social. En lo que se refiere al
acercamiento con el objeto este se realizó a partir de la fenomenología y la teoría critica,
debido a que estas permiten llegar a la esencia del fenómeno, esto por medio de un
acercamiento a la realidad por medio de las personas participantes. Asimismo la teoría socio
critica permite dar un enfoque explicativo a la cuestión social.
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La riqueza de esta investigación para la tesis aquí desarrollada radica en que logra
colocar el abuso sexual como parte de la cuestión social, esto debido a que las investigadoras
parten de que la violencia social es producto de las estructuras sociales, y del agravamiento
de la situación socioeconómica, estos procesos son reflejados en acciones de índole agresiva
contra los sectores más vulnerabilizados de la sociedad. Asimismo en esta investigación se
concluye que el abuso sexual intrafamiliar es síntoma de las estructuras sociales,
económicas, políticas y culturales, en donde se puede identificar una metamorfosis de la
cuestión social mediante la agudización de las problemáticas sociales, en donde lo general
(cuestión social), se va a expresar en lo especifico (abuso sexual intrafamiliar). Esto permite
visualizar la necesidad de colocar al suicidio como parte de esas manifestaciones y
mutaciones que la cuestión social está presentando, y de esta manera visibilizar el suicidio
no únicamente como un fenómeno individual, y psicológico, sino como una consecuencia de
las estructuras sociales desiguales y excluyentes.
Balance general
A continuación se desarrolla un balance general en función con los ejes temáticos de
la presente tesis, para esto se toma como base los hallazgos, y posicionamientos teóricos y
metodológicos que se obtuvieron a partir de la revisión bibliográfica documentada
anteriormente.
En cuanto al eje de suicidio es importante analizar que las principales categorías
teóricas que aportan las investigaciones que se revisaron, están enfocadas a visibilizar cuales
son los factores demográficos, psicológicos, familiares y personales, que se engloban en
torno al suicidio.
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Lo anterior permite visualizar que el tema del suicidio relacionado al sector laboral,
percibiendo este último como una variable que interviene en este fenómeno, no ha sido
estudiado, únicamente en la investigación de Prado y Brenes (1988) fue tomada en cuenta el
trabajo como factor importante, sin embargo este estudio es meramente descriptivo, lo cual
deja grandes vacíos explicativos que analicen las razones de por qué existen ciertas
ocupaciones que presentan mayor número de personas con intentos de autoeliminación.
Asimismo es importante mencionar que este análisis bibliográfico permitió que se
vislumbrara la poca teorización que existe desde el Trabajo Social, en torno al fenómeno del
suicidio, siendo visibles únicamente dos investigaciones la elaborada por Menocal et al
(2013) y Corrales Venegas (2014), lo que hace perceptible la gran necesidad que existe de
que esta profesión realice sus aportes teóricos y metodológicos en cuanto a esta temática,
esto debido a que tradicionalmente este campo se ha visto como propio de la psicología ,
medicina y psiquiatría, esto se puede observar en la gran cantidad de investigaciones que se
sustentan desde estos espacios científicos. Sin embargo la perspectiva que estas disciplinas
le imprimen al fenómeno continúo siendo muy individualizada, homogenizante y partiendo
desde factores psicológicos, personales y biológicos, es por ello que se vuelve fundamental
que desde carreras como el Trabajo Social, la cual parte de una visión más holística y crítica,
se pueda investigar este fenómeno y partir de los factores macroestructurales, lo que permita
desculpabilizar al individuo de una carga que no es únicamente propia, si no que proviene de
las asimetrías propias de la estructura social.
Dentro del eje de mundo del trabajo, resulta fundamental el análisis que se hace en
todas las investigaciones como eje primordial tanto en la vida productiva de las personas
como en el espacio social, así mismo se posiciona el trabajo como un elemento emancipador,
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un derecho que dignifica al ser humano y que le asigna un papel importante dentro de las
sociedades capitalistas, visualizando las investigaciones relacionadas a espacios laborales el
gran impacto que este espacio tiene a nivel personal en los individuos e individuas, afectando
ya sea por carencia, por oportunidad de acceso o por tipo de trabajo, los demás espacios de
la vida humana.
Ahora bien, en lo que respecta al eje de Cuestión Social, se puede visualizar la
inexistente investigación que existe en torno a esta temática, siendo únicamente una tesis la
de Fallas et al (2013) la que logra colocar un fenómeno social como la violencia intrafamiliar
como parte de la Cuestión Social, esto logra advertir que a pesar de que la Cuestión Social
es parte del objeto de estudio y de intervención del Trabajo Social, esta no es estudiada como
debería de ser, lo que impide que los fenómenos en los cuales se inserta la profesión puedan
verse desde un panorama más amplio y holístico.
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Capítulo III: Aproximaciones
teóricas y conceptuales de la
investigación
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Marco teórico
“Los filósofos se han limitado a interpretar el mundo de distintos modos; de lo que se trata es
de transformarlo” Karl Marx
Este apartado tiene como finalidad exponer los fundamentos teóricos y conceptuales
desde los diferentes enfoques sobre las categorías trabajo, suicidio y cuestión social de
manera que permitan comprender el objeto de estudio de la presente investigación.
En un primer apartado se desarrollarán las premisas teórico- conceptuales que son
necesarias para colocar y analizar la categoría del trabajo vista desde las demandas de este
como condición básica y central en la vida de las personas, y las exigencias que se despliegan
de las reestructuraciones del capitalismo.
En un segundo apartado se posicionará cómo la precariedad de este espacio,
condiciona en la ontología del ser, lo cual se transforma en condiciones de sufrimiento,
debido a que el trabajo deja de ser un medio para la satisfacción de la vida y termina siendo
un sacrificio que debe ser llevado a cabo por la persona a cambio únicamente de un salario
que le permite perpetuar su existencia y la de su familia.
Y finalmente, dentro de la categoría trabajo se analizará la relación del mundo del
trabajo como parte de la cuestión social, teniendo en cuenta que el trabajo dentro del sistema
capitalista se expresa en un antagonismo de clases, situación que producirá una serie de
condiciones y fenómenos que conllevan a la pauperización de la vida.
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3.1 Trabajo
3.1.1. Distintas concepciones socio históricas del trabajo
A través de la historia el trabajo se ha teorizado desde diferentes visiones, la
conceptualización del mundo del trabajo ha sufrido transformaciones en los distintos
momentos socio histórico, asimismo el análisis de éste va a cambiar dependiendo la
perspectiva, y la ideología desde la cual se mire, es por ello que se vuelve imprescindible
comprender las variaciones que este concepto ha tenido. A continuación se desarrollaran una
serie de definiciones desde distintos autores, y se establecerá la concepción desde la cual
partirá esta investigación.
En ese orden histórico se tiene que autores como Adam Smith, 1776, en su obra
“Investigación sobre la naturaleza y causa de la riqueza de las naciones “, desarrolla la tesis
de que la riqueza de las naciones va a depender de la división social del trabajo, ya que la
especialización va a permitir que se amplíen los mercados, bajo esta premisa, Smith concibe
el trabajo como:
El trabajo humano en última instancia es la causa del valor, enfatizando
que en la sociedad capitalista este valor no corresponde totalmente a quien lo
añade, pues existe una “clase de hombres” que destinan su capital para adelantar
salarios y que deben recibir un beneficio sobre su inversión. Así, el trabajador
incorpora valor a la mercancía, pero no recibe el total de este sino la parte
correspondiente a salarios, y el valor restante va destinado a pagar los beneficios
del capital y la renta (sp)
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Por tanto, desde la visión economicista y liberal de este autor, el trabajo es la fuente
de toda riqueza, y es necesario para la reproducción del capital de las naciones. De igual
manera, el teórico David Ricardo concuerda con Adam Smith, en cuanto a que el trabajo es
una mercancía, y que este permite generar valor, de acuerdo con Bencomo (2008) para el
trabajo es:
El trabajo era la medida de todos los valores, ya que establecía que el
valor de una mercancía se determinaba por el trabajo necesario para su
producción, por tanto, el trabajo incorporado al producto constituía la fuente o la
unidad de su valor; de esa manera el trabajo determinaba el valor de cambio, y
obviamente el trabajo era visto como factor de producción y determinaba el
salario, porque el trabajo era pagado a través de un salario (p:36)
Siguiendo con este recorrido histórico de la teorización en torno al trabajo, para el
sociólogo Emile Durkheim, este va a ser una forma de coaccionar a la sociedad y controlarla,
esto a través de la división social del trabajo, así Bencomo (2008) refiriéndose a ésta
argumenta:
El nacimiento de la división del trabajo permite a las personas y a las
estructuras sociales creadas por ellas cooperar, en lugar de entrar en conflicto, lo
que hace más probable a su vez la coexistencia pacífica; el aumento de la división
del trabajo produce una mayor eficacia, lo que genera un aumento de recursos
que hace que más y más gente pueda vivir en paz. (p:42)
La anterior definición plantea un aproximado a la categoría utilizada en este estudio,
sin embargo a pesar de que existen estas y muchas otras más definiciones y formas de percibir
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el trabajo, para efectos de la investigación se tomará en cuenta la expuesta por el Marxismo,
postura desde la cual se argumenta que el trabajo es una facultad propia únicamente del ser
humano, por medio del cual el hombre y la mujer van a transformar la naturaleza en función
de sus necesidades, partiendo de esto es como Marx (1977) define de la siguiente manera el
trabajo:
El trabajo es, en primer término, un proceso entre la naturaleza y el
hombre, proceso en que éste realiza, regula y controla mediante su propia acción
su intercambio de materias con la naturaleza. En este proceso, el hombre se
enfrenta como un poder natural con la materia de la naturaleza. Pone en acción
las fuerzas naturales que forman su corporeidad, los brazos y las piernas, la
cabeza y la mano, para de ese modo asimilarse, bajo una forma útil para su propia
vida, las materias que la naturaleza le brinda. Y a la par que de ese modo actúa
sobre la naturaleza exterior a él y la transforma, transforma su propia naturaleza,
desarrollando las potencias que dormitan en él y sometiendo el juego de sus
fuerzas a su propia disciplina. (p: 216)
La elección de este concepto para esta investigación se debe a que permite
comprender de manera crítica el mundo del trabajo, ya que Marx concibe este como,
apropiación, objetivación y la plena expresión del potencial humano, sin embargo también
considera que en la sociedad capitalista se le imprime al trabajo una condición alienante,
explotadora y limitante del potencial humano.
Es por cuanto, que apoyadas en este concepto las investigadoras van a concebir el
trabajo como una praxis que no sólo permite la trasformación de la naturaleza, sino que
también posee un carácter ontológico, en el cual se desarrolla una dualidad, es decir, el ser
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humano no sólo produce materia, sino que mediante el trabajo se produce asimismo, es por
ello que todo cambio o alteración en la naturaleza del trabajo va a generar cambios en la
dimensión subjetiva de las personas, porque el trabajo no es una entidad separada de su
existencia subjetiva y social, sino que se establece como la base desde la cual el ser humano
hace y se hace historia, esto concatenado en un todo va a formar la esencia del ser. Ante esta
premisa, resulta fundamental comprender el trabajo desde la misma concepción del ser, lo
que a continuación se plantea.
Para poder colocar el trabajo como categoría ontológica, es preciso que se
contextualice lo que se comprende por ontología, esto con la finalidad de poder establecer
una relación directa entre esta y el mundo del trabajo. Para Moreno (2003), citando a
Heidegger lo ontológico va a entenderse como “lo referible al ser en cuanto este se opone al
ente, y represente el estudio filosófico de la misma realidad humana, que es la única manera
de acceder a la comprensión del ser”( p:482)
Ahora bien, si lo ontológico está referido al ser y a la comprensión de cómo se
estructura el ser en la realidad, se puede afirmar que la categoría de trabajo va a ser esencial,
debido a que por medio de esta praxis el ser humano, se forma como ser. Ante esto es
importante mencionar lo que va a considerar Lukács, citado por Abendroth et al (1971) como
lo ontológico del ser social, el cual menciona “(…) el objeto de la ontología es lo realmente
existente. Y su tarea es la de examinar lo existente respecto a su ser y encontrar las diversas
fases y transiciones dentro de lo existente” (p.21)
A partir de esta categoría, Lukács (1981) va a afirmar que el trabajo va a ser la
categoría ontológica que permite la formación del ser social, esto debido a que sin la
producción de productos con el fin de satisfacer las necesidades de las personas “(…) la
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reproducción de la vida misma no sería posible en estas dos esferas del ser, la reproducción
es la categoría determinante para el ser en general, ser significa, en sentido estricto,
reproducirse” (Lukács, 1981, p: 145)
Lo anterior plantea que el trabajo permite la interrelación entre el ser y la naturaleza
en donde esta relación va a tener como principal característica la transformación de la
materia, para satisfacer las necesidades humanas, en esta praxis la persona logra relacionarse
con los demás y con el exterior, formando así el ser social
[…] el hombre como ser viviente ya no biológico, sino miembro
trabajador de un grupo social, no está más en relación inmediata con la naturaleza
orgánica e inorgánica que lo circunda […] al contrario, todas estas interacciones
inevitables pasan por el medium de la sociedad; y ya que sociabilidad del hombre
quiere decir comportamiento activo, práctico, vuelto a su ambiente como un todo,
el no acoge simplemente el mundo circundante y sus transformaciones
adaptándose a ellas, sino que actúa activamente, contrapone a las
transformaciones del mundo exterior una praxis peculiar de él, en la cual la
adaptación a la insuprimible realidad objetivas y las nuevas posiciones
teleológicas que le corresponden forman una indisoluble unidad (Lukács, 1981,
p: 180)
Es importante comprender que esta característica ontológica del trabajo, no se
encuentra direccionada únicamente a la transformación que produce el ser humano en la
materia, y el ambiente, si no que el proceso de trabajo el ser humano se transforma a sí mismo,
y en esa transformación forma su ser social, sobre esto Marx plantea:
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“[…] el hombre se enfrenta a la materia natural misma como un poder
natural. Pone en movimiento las fuerzas naturales que pertenecen a su
corporeidad, brazos y piernas, cabeza y manos, a fin de apoderarse de los
materiales de la naturaleza bajo una forma útil para su propia vida. Al operar por
medio de ese movimiento sobre la naturaleza exterior a él y transformarla,
transforma a la vez su propia naturaleza. Desarrolla las potencias que dormitaban
en ella y sujeta a su señorío el juego de fuerzas de la misma”. (Marx, 1977, p:
216).
Ante lo anterior en la praxis que demanda el trabajo, la persona obrera establece una
relación dialéctica en la medida que la transformación material, implica una metamorfosis
del ambiente, y esta a su vez una formación de la subjetividad. Sin embargo, es importante
tomar en cuenta que con la llegada del capitalismo, el carácter ontológico del trabajo, se
transforma y deja su modo natural por medio del cual el ser humano se sentía libre y podía
desarrollar sus potencialidades, esto lo menciona Gianna (2014)
La alienación no sólo se expresa en el producto del trabajo y su proceso
de objetivación, sino que también, impacta en el ser genérico del hombre, ya que
para Marx el objeto de trabajo es la objetivación de la vida genérica del hombre.
Así, lo que es la finalidad de la praxis humana, que desarrolla al hombre en cuenta
ser social, pasa a constituirse en un medio que le permite obtener un salario para
adquirir las mercancías que satisfagan sus necesidades. (…)También, la
alienación se encuentra en las relaciones sociales que establecen los individuos
entre sí. Esta forma de alienación deviene de aquella que aliena al ser genérico,
haciendo que los individuos no se reconozcan en sus aspectos universales y se
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enfrenten unos a otros, imperando relaciones de dominación y explotación que
imperan entre los mismos. (p.143)
Por tanto para efectos de esta tesis, las investigadoras van a entender la alienación
como aquel proceso de degeneración de la libertad humana, en donde a través de la praxis
del trabajo capitalista, las personas van perdiendo su capacidad de dominio de sí mismas, de
esta manera el hombre y la mujer se vuelven ajenos en su propia naturaleza, y este
alejamiento con la realidad que promueve el sistema, les imprime un fragmentación con su
ser social, en tanto dejan de verse como parte de un todo, y comienzan a percibirsen como
seres individuales, en donde sus acciones, sus emociones y su vida le pertenece a alguien
más, a alguien ajeno a su subjetividad, por tanto este proceso de alienación desencadenado
del antagonismo capital/ trabajo al cual se enfrentan las personas , va a generar la formación
de una ontología del ser, basada en la perdida misma de la humanidad
Ante esto es importante que se entienda las contradicciones que condiciona el modo
de producción capitalista a la ontología del ser, por tanto a continuación se desarrollará el
fundamento teórico que permite entender el trabajo en el capitalismo.
El modo de producción capitalista va a ser la base que permite entender las
condiciones y características del mundo del trabajo, para ello es imprescindible definir lo que
se entiende por capital, ya que esta categoría va a ser el eje central que permite entender la
acumulación, ante esto Marx advierte lo siguiente:
“El capital no se compone solamente de medios de vida, instrumentos de
trabajo y materias primas, no se compone solamente de productos materiales; se
compone igualmente de valores de cambio. Todos los productos que lo integran
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son mercancías. El capital no es, pues, solamente una suma de productos
materiales; es una suma de mercancías, de valores de cambio, de magnitudes
sociales”. (Marx, 1977:39)
Por tanto, si el capital va a representar la suma de las mercancías, es importante
comprender que estas van a estar caracterizadas por representar “un objeto exterior, una cosa
que merced a sus propiedades satisface necesidades humanas del tipo que fueran. La
naturaleza de esas necesidades, el que se originen, por ejemplo, en el estómago o en la
fantasía, en nada modifica el problema” (Marx, 1975:p43). Siguiendo a Marx (1975) se debe
agregar que la mercancía va a estar formada por dos tipos de valor, el primero de ellos es el
valor de uso, el cual va a ser la función de satisfacer una necesidad, esta característica propia
de la mercancía será la que va a dar cabida al valor de cambio, siendo entendida como “la
relación cuantitativa, la proporción en que se cambian valores de uso de una clase por valores
de uso de otra, relación que varía constantemente con los lugares y los tiempos” ( Marx,
1975, p: 44)
Ante esto, se debe tener en cuenta que la mercancía va a contener, y se va a
materializar, gracias a la praxis del trabajo, es por tanto que el valor de la mercancía va a
estar dado por la cantidad de fuerza de trabajo que fue necesaria para producirla, sobre esto
Salama y Valier, (1973) advierten […] “una mercancía es un objeto reproducible a través del
trabajo y que se vende en el mercado económico” (p:17). Por tanto, el trabajo en el modo de
producción capitalista estará orientado a la producción de mercancías, sin embargo detrás de
esta función se encierra una aún más importante, que va a ser la característica fundamental
que permite entender el trabajo como base de la sociedad capitalista, en donde el obrero y la
obrera se verán forzados a vender su fuerza de trabajo, con el fin último de la reproducción
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de su vida, y la de su familia, mientras que el capitalista comprará esta con la finalidad de
que le permita proveer su propia subsistencia, esto mediante la reproducción y ampliación
de su capital, gracias al trabajo excedente que producirá la clase trabajadora.
El capital sólo puede aumentar cambiándose por fuerza de trabajo,
engendrando el trabajo asalariado. Y la fuerza de trabajo del obrero asalariado
sólo puede cambiarse por capital acrecentándolo, fortaleciendo la potencia de que
es esclava. El aumento del capital es, por tanto, aumento del proletariado, es
decir, de la clase obrera. (Marx, 1977:42).
Es por lo anterior que en el modo de producción capitalista el trabajo va a perder su
característica de producción de potencias y liberación del ser, donde este se desarrolla y
perfecciona por medio de un trabajo emancipador; el trabajo bajo la lógica del capitalismo
va a transformarse con una característica enajenadora del ser humano, en la cual las personas
pierden su condición de humanidad.
En resumen, el reduccionismo unidimensional de la racionalidad
económica propia del capitalismo tendría una capacidad potencialmente
emancipadora en cuanto hace tabla rasa de todos los valores y fines irracionales
desde el punto de vista económico y no deja subsistir entre los individuos otras
relaciones que no sean las dinerarias; entre las clases, otras que no sean una
relación de las fuerzas; entre el hombre y la naturaleza, otras que no sea la
relación. instrumental, haciendo nacer de este modo una clase de obreros-
proletarios totalmente desposeídos, reducidos a no ser más que una fuerza de
trabajo indefinidamente intercambiable, no teniendo ya ningún interés particular
que defender (Gorz, 1991, p:34)
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De esta manera, estas formas de producción, van a condicionar en el modo en que se
construyen las relaciones sociales, ya que esto va a originar la explotación de la clase
burguesa a la clase trabajadora, esto por medio de la opresión de la fuerza de trabajo.
Por tanto, se puede entender que el trabajo posee la característica de condicionar la
reproducción social, porque es la clase obrera la que va a proporcionar e sostén del orden
económico, pero para ello es necesario la objetivación de la persona trabajadora, en donde
ésta debe de transformar sus ser social, en una materia o instrumento que va a tener la función
de satisfacer las necesidades materiales de otros seres humanos, es decir, se convierte en una
mercancía.
Es importante comprender que bajo este modelo de producción el proletariado no
posee más que su fuerza de trabajo como medio de subsistencia, es por ello que se ve obligado
a venderla a cambio de un salario que le permita reproducir sus condiciones materiales,
mediante esta acción pierde la posibilidad de que el producto de su trabajo le pertenezca, es
decir, la persona trabajadora deja de tener voluntad propia, y con la venta de su fuerza de
trabajo, también le vende al capitalista su tiempo, su mercancía, su vida. Ante esto Ricardo
Antunes (2007) menciona:
Pero, si por un lado podemos considerar el trabajo como un momento
fundante de la vida humana, punto de partida del proceso de humanización (el
momento de ejercicio de la dimensión concreta del trabajo o del trabajo
concreto), por otro lado la sociedad capitalista, al introducir la segunda naturaleza
con su sistema de metabolismo social bajo el comando del capital, lo transformó
en trabajo asalariado, alienado, fetichizado, trabajo abstracto. Lo que era una
finalidad central del ser social se convierte en medio de subsistencia. La fuerza
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de trabajo se convierte en una mercancía, por especial que sea, cuya finalidad es
crear nuevas mercancías y valorizar el capital. Se convierte en medio y no
primera necesidad de realización humana. (.p:31-32)
Es de esta forma que la persona que vive del trabajo, del mismo modo que por medio
de su trabajo va a crear mercancía, en esta praxis se va a formar a sí mismo, el trabajo le va
a condicionar una ontología al ser humano. Sobre este proceso Antunes (2007 menciona:
“Esta doble dimensión presente en el proceso de trabajo que, al mismo tiempo crea y
subordina, emancipa y aliena, humaniza y degrada, ofrece autonomía pero genera sujeción,
libera y esclaviza” (p:32).
Esta afirmación de Antunes, lleva a problematizar las exigencias del mundo del
trabajo desde la realidad social y económica en que se desenvuelve este trabajo, por lo que
se procederá a analizar desde el modelo de producción que ha imperado actualmente.
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3.1.2. El papel de la división del trabajo como factor estructurante de la sociedad
La división social del trabajo hace referencia a la fragmentación del trabajo en partes
o procesos, en donde cada una de estas partes es elaborada por personas distintas, esta tiene
como objetivo maximizar la producción y reducir los tiempos de elaboración de un
determinado producto, es decir plasmarle una mayor eficiencia al proceso de trabajo. En
palabras de Marx (1975)
En consecuencia, se divide el trabajo. En vez de hacer que el mismo artesano ejecute
las diversas operaciones en una secuencia temporal, las mismas se disocian, se aíslan, se las
yuxtapone en el espacio; se asigna cada una de ellas a otro artesano y todas juntas son
efectuadas simultáneamente por los cooperadores. Esta distribución fortuita se repite, expone
sus ventajas peculiares y poco a poco se osifica en una división sistemática del trabajo (p:412)
Siguiendo a Marx, esta división del trabajo va a provocar que se dé una
atomización del carácter organizativo del espacio laboral, esto debido a que se
desagrega un mismo oficio en procesos individuales, lo que terminará en restarle
autonomía a la persona trabajadora, convirtiendo a esta, en la responsable de un
oficio individual y una tarea parcial.
Un artesano que ejecuta sucesivamente los diversos procesos parciales en
la producción de una obra, debe de cambiar ora de lugar, ora de instrumento. El
paso de una operación a otra interrumpe el curso de su trabajo y genera poros por
así decirlo, en su jornada laboral. Cuando el artesano ejecuta continuamente y
durante todo el día la misma operación, esos poros no se cierran o bien
desaparecen en la medida que decrecen el cambio de una operación por otra.
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La productividad acrecentada obedece aquí o a un gasto creciente de
fuerza trabajo en un espacio dado de tiempo intensidad creciente del trabajo, pues
o a una disminución del consumo improductivo de fuerza de trabajo. Ese
excedente en la aplicación de fuerza exigida por todo tránsito de reposo al
movimiento, en efecto se compensa, por la duración mayor de la velocidad
normal, una vez alacanzada. Por otra parte la continuidad de un trabajo uniforme
destruye la tensión y el impulso de los espíritus vitales, que encuentran su
esparcimiento y su estimulo en el cambio mismo de actividad. (Marx, 1975,
p:415)
El Capitalismo no sólo proporciona métodos distintos de producción, si no que la
división social del trabajo va a permitir imprimirle un carácter distinto a la reproducción de
la vida en sociedad, esto debido a que como se ha mencionado anteriormente el trabajo es un
factor estructurante en la vida de las personas, no solo representa el medio para la
reproducción, sino que tiene un fin en sí mismo para la formación de la subjetividad humana.
Así, el modo de producción condiciona la vida cotidiana de los seres
humanos en él, pero al mismo tiempo, depende de las relaciones establecidas en
ese modo de vida, esa organización de las rutinas diarias sobre las cuales se
asienta el orden económico. La producción de bienes también tiene su propia
cotidianidad, del mismo modo como la tiene el Estado; lo cotidiano no se
contrapone a estos aspectos, sino que representa su condición básica de
posibilidad. (García, sf, p.26)
De igual manera, autores como Émile Durkheim (1987) plantea que esta división
social del trabajo se puede analizar a partir de la concepción del trabajo como institución, en
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donde se convierte fundamental, especialmente en el aspecto social, ya que esta división tiene
que ver con el valor moral que adquiere la institución del trabajo, en donde la misma termina
provocando que el individuo o individua dependa cada vez más de la sociedad.
La vida social mana de una doble fuente: la semejanza de las conciencias
y la división del trabajo social. En el primer caso, el individuo es socializado,
porque, no teniendo individualidad propia, se confunde, así como sus semejantes,
en el seno de un mismo tipo colectivo; en el segundo porque, aun teniendo una
fisionomía y una actividad personales que le distinguen a los demás, depende de
ellos en la misma medida en que se distingue, y, por consiguiente, de la sociedad
que de su unión resulta. (p. 267)
Es por ello que la división social del trabajo adquiere tal relevancia para efectos de
esta investigación, esto debido a que como se puede visualizar, las prácticas sociales
determinan y son determinadas por las relaciones sociales de producción, por tanto el trabajo
va a permitir que se produzcan y reproduzcan no sólo las subjetividades, sino que a como
menciona García (sf) al interior de un modo de producción, lo cotidiano se relaciona
dialécticamente con los demás aspectos de la sociedad. Es así como las condiciones
individuales de las personas van a estar determinadas por el contexto macrosocial, por ende
las personas se van a ver afectadas en su subjetividades en cuanto el mundo del trabajo y la
sociedad les genere presiones y demandas que en su mayoría no pueden ser cubiertas debido
a las condiciones materiales en que se desarrolla la clase trabajadora.
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3.1.3. El capitalismo tardío y las transformaciones del mundo del trabajo
El capitalismo a lo largo de la historia, ha experimentado profundas transformaciones,
las cuales han dado respuesta a las diferentes crisis que este ha sufrido, estos cambios han
sido válvulas de escape que han permito que este se siga sustentando aun cuando presenta
grandes pruebas de haberse agotado. Estas modificaciones se han centrado en los procesos
de acumulación, pero de igual forma esto ha generado que los medios de regulación cambien,
trayendo consigo grandes perturbaciones en la cultura, el mundo del trabajo, y la concepción
del sujeto, es decir la instauración de un nuevo orden social.
Por tanto, el capitalismo tardío va a ser la etapa más reciente del sistema capitalista,
la cual según Torres (sf) nace después de que la ideología socialista pierde sustento, y el
capitalismo necesita de nuevos campos de acumulación masiva, y transformaciones de
regulación que les permitiera instaurarse de manera global.
Según Albarracín y Montes (2008) existieron dos procesos que facilitaron esta
transformación del capitalismo, el primero de ellos fue una debilitada clase obrera, la cual
había sido atomizada por el ascenso del fascismo, esto facilito una explotación sin
precedentes, marcada por un alargamiento de la jornada laboral y reducción de los salarios.
“. Esto provocó un aumento extraordinario de la tasa de beneficio, lo que unido a la necesidad
de reconstruir el aparato productivo que se había destruido en la guerra, favoreció considera-
blemente la acumulación de capital” (p.20)
El segundo proceso se caracterizó por un extraordinario avance tecnológico, los
cuales se desarrollaron en el campo militar, esto produjo que se diera lo que se conoce como
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la tercera revolución tecnológica, facilitando la acumulación y benefició al capital, esto
debido a que:
Como consecuencia de la misma, aparecieron masivamente nuevos
procesos productivos con los que se fabricaban nuevos productos que
rápidamente sustituían a los que existían previamente, cambió la organización
del trabajo aumentando notablemente la productividad del mismo, se redujo el
coste de la maquinaria y de las materias primas respecto al valor de la producción,
etc. En suma, la recuperación de la tasa de beneficio inducía una nueva
acumulación de capital que incorporaba unos avances tecnológicos que a su vez
reforzaban el crecimiento de los beneficios. (Albarracín y Montes, 2008: p.21)
Estos nuevos procesos de acumulación, necesitaban de un sistema de regulación que
les facilitara la expansión, es decir de una superestructura que fuera la base de sustentación
de este modelo, es ahí en donde la política neoliberal, le sirvió al capitalismo para regular los
diferentes espacios. La base de esta ideología es reducir todos los aspectos sociales,
culturales, ambientales, y políticos a planos meramente económicos, parcializando la
realidad a una razón costo/ beneficio, en el cual bajo una visión maquiavélica el fin se va a
imponer sobre los medios
Es por ende que en esta etapa del capitalismo se busca extraer el máximo de provecho
en términos económicos a todos los espacios, lo que viene a generar que se comience a dar
una acelerada privatización de servicios que anteriormente eran otorgados por el Estado,
ámbitos como la salud, y la educación se vuelven focos de atracción para el capital, y es
cuando se viene a priorizar los interés individuales sobre los colectivos, y para ello debe de
ejercer un papel reducido, sobre esto Mandel (1972) menciona:
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La hipertrofia del Estado en el capitalismo tardío es inevitable y necesaria
para el capital total, pero ello no obstante le crea nuevas contradicciones. La
nacionalización de una porción del capital sólo tiene sentido, desde el punto de
vista de la burguesía, si conduce no a una caída, sino a una estabilización y si es
posible a un aumento, de las ganancias del capital privado (…) desde el punto de
vista de la clase burguesa, el presupuesto ideal es el que genera un aumento en la
tasa de plusvalía y de ganancia. (p:464)
Según Roberto Ayala (2016) la globalización del capitalismo tardío está compuesta
por cuatro dimensiones, que son las que dan sustento al conjunto del sistema, la primera de
ella es la dimensión económica que se caracteriza por una internacionalización económica
creciente en donde se da una proliferación del capital transnacional, un engrosamiento del
sistema bancario privado, y una intensa competencia mundial por acaparar nichos de
acumulación, lo que viene a generar un desplazamiento del capital nacional, y una
ensanchamiento en la brecha de clases.
La segunda dimensión es la tecnológica la cual se caracteriza por una mejora en el
sistema de transporte, fuentes de información electrónica y nuevas tecnologías de la
comunicación, todas ellas producto del gasto que el capital ha invertido, apoyado del Estado,
en la búsqueda de mejorar la tecnología, con el fin de que ésta se convierta en una herramienta
para la expansión de la acumulación. En palabras de Ayala:
Es decir, las innovaciones no salen de la chistera de algún mago, ni
obedecen al capricho o a algún oscuro ‘instinto de curiosidad’
antropológicamente constitutivo, se ‘construyen’ a partir de las necesidades y
posibilidades generadas en cierto punto por la dinámica de la vida económica
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dirigida por el capital y su constitutiva búsqueda de ganancias siempre mayores,
dinámica en la cual la competencia entre corporaciones es un aspecto de
significación estructural (p:33)
La otra dimensión es la cultural, en donde según Ayala “las industrias culturales
(audiovisuales), organizan la canalización del placer hacia formas y ámbitos compatibles
con la reproducción económica y social del orden vigente" (p:52) esta dimensión se va a ver
caracterizada principalmente por una hiperindividualización, consumismo desmedido y
cosificación de la condición humana.
Estas tres dimensiones unidas crean un gran nicho de consumo para las personas, en
donde el capital va a generar necesidades insatisfechas y un amplio mercado que ofrezca
variedad; sin embargo este consumo está mediado por la capacidad económica que posea
cada individuo, razón por la cual el mercado no solo genera la necesidad, sino que también
va a posibilitar el acceso a este por medio del endeudamiento, haciéndole pensar a las
personas que consumir compra la felicidad, cuando en realidad se está produciendo
sentimientos de frustración.
La cuarta y última dimensión que expone este autor es la dimensión político-
institucional en donde se va a generar una legitimación del capitalismo, la opresión y la
acumulación desmedida por parte de instituciones tanto nacionales como internacionales que
se encargan de dar validez a los procesos que se producen dentro de este sistema. De igual
manera a través de la política se va a impulsar métodos para la reducción de la democracia,
sustentado en una ciudadanía y derechos humanos restringidos.
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Es fundamental entender que estas transformaciones de carácter estructural, políticas,
tecnológicas y sociales que viene sufriendo el capitalismo en estas últimas décadas, han
generado también un cambio en el mundo del trabajo, el cual evoca a una restructuración y
nueva configuración de este espacio. Estos cambios van de la mano con la era de la
tecnología, y es por ello que se centra en la informatización del espacio laboral, y el auge de
la sociedad del conocimiento. Es de esta forma, como el concepto de trabajo se transforma,
y los procesos que se desarrollan en este ámbito mutan.
Sin embargo, según Sotelo (2007) no sólo se dan cambios en la naturaleza del trabajo,
sino que el capitalismo tardío trae consigo nuevas formas de explotación “despidos masivos
de trabajadores por obra de la automatización, el aumento de la productividad social del
trabajo, revoluciones en el capital fijo y circulante y en otros mecanismos encaminados a este
fin, como por cierto constató el mismo Marx en su época en el siglo XIX. Sin embargo ello
no representó el “fin del trabajo”, sino más bien su reestructuración y una nueva
configuración estructural tanto en relación con la estructura capitalista como en su posición
en la sociedad.” (p. 12)
Para comprender estos cambios que sufre el mundo del trabajo en el capitalismo
tardío, es indispensable retomar la explicación que realiza Mandel (1972) sobre las dos ondas
que atraviesa el capitalismo tardío en su proceso de expansión. La primera de ellas es la onda
larga, esta se establece en un primer momento al finalizar la Segunda Guerra Mundial, y se
caracterizó por una búsqueda de la expansión de los procesos de acumulación, para ello se
busca una ascendencia de las fuerzas productivas, por lo que se da un desarrollo acelerado
de los medios de producción, en esta etapa el capitalismo busca desarrollarse por lo que se
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hace más proclive a incrementar la distribución de las ganancias, principalmente mediante la
mejora salarial,
Hecho que hace incrementar, por su parte, la conciencia reformista del
trabajo, o la creencia en la negociación y, en general, en las vías institucionales
para ir obteniendo mejoras continuas, de manera que la elevación de la calidad
de vida compense, para muchos, los esfuerzos laborales (los cuales incluso
pueden verse también rebajados debido al ascenso de la productividad). En esos
momentos históricos el capitalismo parece un sistema beneficioso o de suma
positiva: todos ganan con él (aunque sea en desigual proporción) (Piqueras et al,
2009, p:8)
Esta aparición de “beneficios” han legitimado este nuevo modelo, esto gracias a que
se generan procesos de acumulación desmesurada, a partir de la fabricación de nuevo
productos y tecnologías que facilitaron el incremento del capital. Aunado a esto a nivel
cultural se comienza a promover la sociedad de consuma, en donde acompañado por
aumentos salariales, le permitían a las personas tener acceso a un sinnúmero de “nuevas
necesidades”, porque la base de la felicidad estaba sustentada en el poder adquisitivo
material. Esto aunado a la promoción de una cultura individualista, y atomizadora de todo
proceso de solidaridad y unión de masas, genera un dinamización del mercado y con ello una
rápida acumulación de capital.
Los salarios crecían impulsando la demanda y con ella la producción y,
en este contexto, los grandes sectores industriales se articularon en torno al
consumo de masas. La expansión generaba un crecimiento de la renta, el
crecimiento de la renta provocaba una mayor recaudación impositiva y esta
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mayores posibilidades de financiar los gastos del Estado que pasó a desempeñar
un papel importante en la satisfacción de las necesidades colectivas y, así, se
extendieron la sanidad y la enseñanza públicas, se instauró un sistema generaliza-
do de pensiones y el seguro de paro pasó a cubrir a todos los desempleados
existentes, es decir, se instaló lo que se conoce como «estado del bienestar»
(Albarracín y Montes, 2008:p.30)
Sin embargo esta llegada del Estado Keynesiano, trajo consigo un aumento del gasto
público, y principalmente una sobreproducción de mercancias, esto para la época de 1970
concluyo en una enorme crisis, que trajo consigo el descenso de la onda larga del capitalismo
tardío. Esto acompañado de una enorme organización por parte del movimiento obrero que
empezaba a protestar contra la sobrexplotación; conllevó a que se viera la necesidad de
aplicar regulaciones que facilitaran una válvula de escape a la crisis
Es por ello que se empiezan a tomar medidas extremas, como la reducción de los
salarios que permitirían, la estabilización del capital, aunado a ello se da una restructuración
de las planillas, lo que significaba despidos masivos, y una reducción del gasto social del
Estado. Siendo el mundo de trabajo el objetivo principal de estas restructuraciones.
Una primera etapa, se produjo una reestructuración del aparato
productivo con cargo al empleo. En sectores como la siderurgia, el textil, la
construcción naval, el automovil, etc, se realizó una reconversión con la que se
buscaba reducir la capacidad de producción excedentaria y, a la vez, intensificar
la utilización de la fuerza de trabajo con el objetivo de aumentar la productivi-
dad. (…). El resultado ha sido que, en general, los aumentos de la producción
que se han registrado se han visto acompañados por paralelas reducciones del
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empleo y, aunque de forma muy desigual, la mayoría de los sectores industriales
se ha visto afectada por la misma (Albarracín y Montes, 2008:p.35)
Es importante también hacer mención que a partir de este descenso que presenta la
onda del capitalismo tardío. Según Lazarato y Negri (2001) es acá en donde aparece una
nueva fuerza de trabajo la General Intellect, esto le imprime una nueva característica a la
relación capital/ trabajo, ya que como mencionan estos autores, la relación que se establece
entre la clase trabajadora y el capital, ya que a pesar de que en su naturaleza ésta continua
siendo de carácter antagónica, el capitalismo genera procesos para haya una fragmentación
de la clase trabajadora, y esta nueva fracción de clase se sienta parte de una realidad social
distinta. Sobre esto Sotelo (2007) menciona:
La tendencia a la universalización y a la supremacía del general intellect
en la sociedad mantiene una constante contradicción con las relaciones
capitalistas de producción y de apropiación basadas en la propiedad privada y en
la explotación de la fuerza de trabajo del obrero colectivo por el capital. (p: 17)
Por tanto, en esta nueva etapa del capitalismo tardío la producción no se centra
exclusivamente en los objetos materiales, ya que el conocimiento se convierte en fuerza
productiva inmediata. Este fenómeno de la general intellect, va a nacer y a estar subjetivizado
a las leyes inminentes del capital, por tanto la relación que esta nueva fracción de clase va a
entablar con el sistema, estará sujeta a los valores de productividad, y reproducción de la
plusvalía y ganancia, a través de la explotación de su trabajo.
Cabe también hacer mención, que a parte de esta nueva forma de explotación de esta
fracción de clase, el mundo del trabajo dentro de la crisis del capitalismo tardío, ha sido
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restructurado en cuatro principales direcciones, según Sotelo (2007) la primera de ellas es la
desregulación de la fuerza de trabajo por parte del Estado, es decir las reglas en torno al
mundo del trabajo se empiezan a establecer por parte del capital transnacional, por lo que el
Estado cede este terreno, dejándolo en manos del mercado mundial, lo que trae consigo una
pérdida paulatina de derechos que históricamente la clase trabajadora había conquistado.
La segunda dirección que este autor hace referencia es la flexibilización del trabajo y
creación de obreros polivalentes, lo cual se encuentra caracterizado por nuevas prácticas
laborales, la movilidad, la precariedad, la interinidad, la subcontratación, la división de la
cadena para crear grupos semiautónomos polivalentes, que viene a generar relaciones
laborales distintas al trabajo superespecializado y constante que se hacía anteriormente.
Como tercera y cuarta dirección se establece la precarización laboral y tercerización
de las actividades productivas y de servicios, que en general se presenta “(…) una
desproletarización del trabajo manual, industrial y fabril: heterogeneización,
subproletarización y precarización del trabajo, disminución del proletariado industrial
tradicional y aumento de la clase-que-vive-del trabajo” (Antunes, 2000a p. 86). Dando como
resultado una flexibilidad del contrato laboral, muchas veces estando presente la
subcontratación. Caracterizado este proceso por una mayor desregulación de los horarios, los
salarios, y la estabilidad y la seguridad social. Abriendo esto paso también a que la persona
trabajadora, sea evaluada a partir de resultados, habilidades y conocimientos, provocando lo
que Zamora (2013) denomina una subjetivación del espacio laboral:
La subjetividad deja de ser un “factor distorsionante” para convertirse en
un factor central de producción. Esto pasa por una responsabilización del
trabajador asalariado de los resultados y, por tanto, del funcionamiento del
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proceso de producción, lo que le convierte en “sujeto” que ha de dirigir dicho
proceso. El efecto de esta activación del sujeto es la significación que adquieren
sus potenciales subjetivos y sus capacidades no sólo laborales (relacionales,
sentimentales, afectivas, motivacionales, comunicativas, etc.) (Zamora, 2013,
p.157)
Estas transformaciones del espacio laboral ha provocado que las exigencias que
condicionan el proletariado sean cada vez mayores, es de esta forma que esta clase va a ser
la responsable de cumplir con ciertas competencias que le exige el mundo del trabajo, por
ende el sistema educativo será el encargado de formar personas con las carteristas ideales
para el mercado laboral
De esta manera las nuevas personas trabajadoras deben ser formados en consideración
a los nuevos sistemas de organización productiva y en relación con las demandas crecientes
por conocimiento y manejo de tecnologías cada vez más sofisticadas en los lugares de trabajo.
El concepto de competencia que se ha introducido en las propuestas educativas,
remite a saberes, habilidades y actitudes individuales nuevos para el desempeño laboral y
pretende hacer frente a los desafíos de competitividad contenidos en la nueva organización
mundial del trabajo. (Estrada, 2012, p:10)
Todos estos cambios en el mundo del trabajo se encuentran sustentados a través de
una baja representatividad política de la clase trabajadora, es de esta forma como los
sindicatos, y los movimientos obreros, empiezan a ser atomizados, y divididos, porque todas
estas reformas del mundo del trabajo, tienen como característica que generan una
fragmentación de la clase, a través de la subjetivización e individualización. Esto viene a
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traer graves consecuencia, un movimiento proletario marcado por ideas fragmentadas, poca
capacidad de negociación y falta de acciones reivindicativas, generando una privatización
del conflicto e incapacidad de organización de lucha.
Es importante entender que estos cambios en la macroestructura y a nivel objetivo,
van a generar profundas transformaciones a nivel de la evolución social (Ayala,2016) es
decir, el nuevo orden está creando necesidades y desafíos distintos, marcados, según este
mismo autor, por un entorno hostil que va a provocar transformaciones en el orden social, la
percepción de seguridad y la autoconservación de la vida.
Las exigencias de la subsistencia, ‘la eterna lucha de la humanidad contra
la escasez y la necesidad’, su angustiante fragilidad y precarias condiciones, han
llevado a la separación de trabajo y goce/realización. El individuo es socializado
por el entorno cultural para interiorizar, actuar y transmitir los códigos del
llamado principio de realidad, los imperativos del funcionamiento social. (Ayala,
2016: 48)
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La modernidad burguesa a través del capitalismo tardío, va a venir a generar una
industria, a través de la cual se fabrica el clima cultural y se forman las subjetividades
individuales, ésta va a estar permeada de una nueva ética y moral, en donde la libertad del
ser humano se va a contraponer al placer, y es el individuo el que se encuentra en la
obligación de reprimir sus necesidades, y disciplinarse a través de la renuncia, renuncia a su
tiempo de ocio, renuncia a su familia, inclusive renuncia a necesidades básicas, esto con el
único propósito de no caer en la improductividad, en palabras de Ayala “el individuo se
convierte en el sujeto-objeto del trabajo socialmente útil, de la dominación de la naturaleza,
y de los propios seres humanos” (P.49)
Partiendo de la tesis de Ayala, se puede decir que el capitalismo crea lo que él llama
“El reino de la necesidad” el cual va a estar opuesto a la libertad, este escenario se encuentra
ligado al principio que expone que los recursos que tienen las personas están ligados a al
esfuerzo y talento propio, relacionados íntimamente a la capacidad que tenga cada individuo
de razonar y su conocimiento intelectual. Este posicionamiento ético va a generar grandes
frustraciones en el ser humano, ya que se va a sentir culpable de no poder acceder a la
“felicidad” que el consumo propicia, siendo cada individuo responsable de su condición, y
cargando el peso de contradicciones sistémicas, sobre sus propios hombros
3.1.4.Las contradicciones del mundo de trabajo en el sistema capitalista tardío, como
cuestión social
Es importante tener en cuenta al analizar la categoría de cuestión social, que esta tiene
una vinculación ontológica y necesaria al sistema capitalista, es decir su origen es producto
de las desigualdades y contradicciones que encierra este modelo de producción. Lo anterior
se puede visibilizar en lo expuesto por Mallardi (2013)
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La postura analítica aquí adoptada considera la génesis de la “cuestión
social” como un aspecto esencial y permanente del capitalismo a partir del
proceso particular y relativo de pauperización de amplios sectores de la población
en contrapartida del enriquecimiento de unos pocos. (p:15)
De esta forma se puede visibilizar que las contradicciones que se generan de la
relación capital- trabajo, y como consecuencia de los antagonismos de clase, surgen
manifestaciones de la cuestión social, las cuales van a estar plasmada en los aspectos
ontológicos e histórico-concretos del trabajo. Es de esta forma que Mallardi (2013) citando
a Iamamoto (2007) expone:
A partir de esta tendencia, hegemónica y totalizadora en la sociedad
capitalista, se genera un marco de contradicciones y antagonismos capaz de
desarrollar en un mismo proceso el enriquecimiento de unos y el
empobrecimiento de otros. Por ello, se ubica la génesis de la “cuestión social” en
la sociedad burguesa en el “carácter colectivo de la producción en contraposición
a la apropiación privada de la propia actividad humana -el trabajo-, de las
condiciones necesarias a su realización, así como de sus frutos. (p:17)
De esta manera y siguiendo a Iamamoto (2007), se puede concebir como las
condiciones de vida del proletariado dentro de las relaciones de reproducción capitalista, van
a constituir la base de la cuestión social, en donde el ámbito del trabajo se va a expresar en
la dimensión subjetiva que le imprimiéndole a ésta ciertos rasgos de opresión, lo que va a ser
un factor determinante en la aparición de las manifestaciones de la cuestión social en las
relaciones sociales.
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Desde entonces, la pobreza y la miseria de amplios sectores de la población
encuentran una explicación que seguirá vigente en tanto perduren las estructuras y
relaciones sociales que le han dado origen. Igualmente, sus consecuencias objetivas y
subjetivas tendrán una presencia permanente adquiriendo nuevas expresiones a partir
de cambios coyunturales. En esta línea, la continuidad del trabajo sintetiza reflexiones
que dan cuenta de interrogantes y necesidades de aproximarnos a estas consecuencias
de la “cuestión social” en la vida cotidiana recuperando las mediaciones y
determinaciones que le dan origen y le otorgan significado social e histórico. (Mallardi,
2013, p: 20)
Frente a lo anterior, es importante hacer énfasis en la coyuntura actual, lo cual provoca
que la contradicción capital/ trabajo, presente transformaciones, a partir de diferentes
fenómenos, esto producto de que estas exigencias entran en tensión entre el "deber ser"
esperado por el mundo del trabajo y "el ser" configurado desde el mundo de la vida de los
sujetos, donde media su condición de sujeto o sujeta individual, familiar y social, y en donde
se dan otras tensiones en relación al modelo esperado y legitimado socialmente que deriva
de un patrón de vida y de producción propio de una sociedad capitalista, esto procede en la
clasificación de las personas, tipificándolas y normalizando la praxis, en las cuales se produce
un fuerte impacto a partir de la organización tanto del Estado como desde la alineación al
mundo laboral, posicionado en el actual modelo económico y social como organizador de la
vida de la sociedad, de lo que resultan tensiones por las contradicciones existentes y la
individualización de los fenómenos, aislados de la realidad.
En la sociedad capitalista liberal burguesa, occidental y cristiana, se transforma
a la familia por excelencia, en el lugar de depositación de la responsabilidad social por
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la conducta de sus miembros, produciéndose la división entre el mundo público ligado
al trabajo y el mundo privado de la familia. (De Jong, 2000: p. 1)
De esta manera, el mundo público, asociado al mundo del trabajo y sus exigencias, se
desliga de muchos de los fenómenos sociales que surgen en los demás espacios de la vida,
siendo contradictorio, comparado con el anterior análisis del trabajo como categoría
fundamental del ser humano y su desarrollo en todos los espacios. Lo anterior viene a
demostrar que las exigencias del mundo del trabajo derivan en fenómenos producto de la
cuestión social
Ahora bien, es indispensable que acá se retome la importancia de la categoría
mediación en la dialéctica marxista, que aborda Reinaldo Pontes (1995) quien afirma que el
trabajo va a fungir como mediador entre el ser natural y el ser social, es decir
Se sostiene en la perspectiva de la relación hombre/ naturaleza, o sea, en la primacía
económica del ser social. El trabajo asume el papel de condicionante de la existencia humana,
porque proporciona la sociabilidad humana. En esa relación, a través del trabajo, el hombre
crea nuevas categorías sociales que irán, poco a poco, imponiéndose a las categorías del ser
natural. (p: 2)
Por tanto tomando en cuenta esta premisa que ofrece el autor, es importante que se
entienda que si se analiza un fenómeno social, en este caso el suicidio, vinculándolo a la
complejidad y a la dialéctica del ser social y del sistema capitalista que lo engloba, es
fundamental e indispensable que se retome el trabajo como una categoría objetiva que va a
permitir visualizar una regularidad en el fenómeno del suicidio, y que por tanto permite
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vincular un contexto abstracto a un fenómeno concreto, visualizando el fenómeno desde su
complejidad y dialéctica.
A partir de lo anterior, resulta medular analizar el suicidio como una manifestación
de la cuestión social, el cual es un fenómeno que puede ser afectado directamente por esta
contradicción capital/trabajo, y que para ello es fundamental entender las diferentes
teorizaciones que se hace de este, para poder trascender de la concepción fragmentada e
individualista del mismo, y poder colocarlo como un fenómeno que se deriva de las
contradicciones sociales.
3. 2 Suicidio y Cuestión Social
El presente apartado tiene como finalidad exponer las teorías principales en torno al
suicidio y cuestión social, para poder posicionar este fenómeno a nivel teórico como
resultado de las contradicciones de la relación capital/trabajo.
3.2.1 Aproximaciones teóricas alrededor del suicidio
Existen dos vertientes principales respecto a la concepción y análisis del suicidio
mediante las cuales se ha abordado el fenómeno. La primera que explica la conducta suicida
desde lo individual, en donde se toman en cuenta explicaciones psiquiátricas y
psicoanalíticas, y la segunda, que concibe el suicidio desde las condiciones sociales que
rodean al individuo e individua, siendo este último un enfoque con un carácter más
sociológico, por tanto más social y acorde con los propósitos de esta investigación.
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83
Enfoque Individual.
El enfoque individual del suicidio está subdividido en dos corrientes de estudio que
lo abordan desde diferentes ópticas: la psiquiátrica o biológica y la psicoanalítica. A
continuación se explicará en que consiste cada una y cuáles son sus principales
planteamientos.
Enfoque psiquiátrico o biológico
Este enfoque se centra en la explicación del suicidio como producto de alteraciones
genéticas o de enfermedad mental. Las explicaciones iniciales de las teorías genéticas
intentan dar una interpretación en aquellos casos donde existían familias con alta incidencia
de suicidios.
Esta perspectiva se remonta a principios del siglo XIX, cuando se comenzaron
diversas investigaciones para encontrar anomalías morfológicas y funcionales en las
personas que intentaban suicidarse. Se pretendía encontrar en las autopsias de los
suicidios las lesiones que podían condicionar el suicidio. (Alcantar, 2002: p. 31)
Este tipo de estudios se intentaron ligar al factor genético, sin embargo no se encontró
evidencia de que hubiera relación estrecha, más bien “es más probable que de todos los
individuos que están sujetos a algún proceso de vida estresante, tienen una predisposición
genética para ello, al igual que los que cometen suicidio” (Gracia et al, 1990: p. 4), de
manera que se sostiene desde esta perspectiva que la predisposición genética, aunada a
factores externos como el estrés, desencadenan fenómenos como el suicidio.
El enfoque psiquiátrico o biologista en general concibe al suicidio desde una
perspectiva de la patología. Así, el Dr. Héctor Rieti resume su postura: ”El suicidio es
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siempre indicio de un estado de alteración psíquica; sus causas son siempre patológicas; y
cuando existen móviles psicológicos, éstos tienen valor solamente de causas ocasionales”
(Rieti, 1925, p. 39)
En general, este enfoque se inclina a plantear el suicidio no como referido a un
conflicto en las relaciones del individuo e individua con las condiciones sociales, sino a
conflictos presentes en la persona. Las condiciones del suicidio están íntimamente referidas
a características del sujeto o sujeta particular.
Enfoque Psicoanalítico
Los aportes más importantes dentro de esta teoría provienen de Sigmund Freud, en
donde se pueden encontrar en su obra estudios dispersos, sin embargo sus contribuciones
más importantes en materia de suicidio son:
a) La idea fundamental del suicidio como parte del homicidio, b) la
ambivalencia amor y odio que está presente en la dinámica de todo suicida, y c) la
asociación de la agresividad, y por tanto del suicidio, a la manifestación de un instinto
o pulsión de muerte que al buscar constantemente un reposo eterno puede encontrar su
expresión en el suicidio. (Gracia et al, 1990: p. 2)
De esta manera, Freud sostiene que todas las personas son potencialmente suicidas,
ya que tienen una fuerza intrapsíquica de instinto de muerte, visualizando la agresión contra
sí mismo o sí misma con la persona amada perdida o el individuo o individua con quién se
identificaba, es decir, dirigiendo contra él mismo o ella misma la hostilidad que desea dirigir
contra algo exterior
Freud afirma que “la muerte propia es desde luego, inimaginable, y cuantas
veces más lo intentemos podemos observar que continuamos siendo en ello meros
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espectadores”, es decir; nadie cree en su propia muerte, o incluso en el inconsciente
todos estamos convencidos de nuestra inmortalidad. (Alcantar, 2002: p. 32)
Frente a lo anterior, es importante rescatar que el enfoque sostiene que el ser humano
sí es capaz de representarse y aceptar la muerte de los demás, sin embargo, instintivamente
se reprimen sentimientos violentos hacia aquellas personas con quien posee conflicto, de aquí
que el suicidio se interprete como un sentimiento agresivo que es introyectado.
En esta orientación, se puede citar también a Menninger 1972, quien distingue
tres elementos como esenciales en todo comportamiento suicida: el deseo de matar, el
deseo de ser muerto y el deseo de morir. De acuerdo con éste, el comportamiento
suicida se gesta desde la temprana infancia, cuando la frustración de los deseos y las
amenazas generan un intenso resentimiento y el impulso autodestructivo, con el fin de
la autodefensa, sin embargo, como es sabido, este deseo es inhibido por numerosos
factores externos e internos. (Alcantar, 2002: p. 32)
Este autor, citado por Alcantar y como ella misma señala divide el deseo de morir en
consciente e inconsciente. Para dicho autor, la falta de deseo consciente de morir, explicaría
los frecuentes intentos fallidos, y el deseo inconsciente, el desarrollo de actividades
temerarias, como exponerse propositivamente a conductas de riesgo. Gracia et al (1990)
hacen referencia, en esta misma línea, a los postulados de S. Sarieti, en donde desde este
enfoque se explican los posibles significados del intento de suicidio:
[…] al hablar de los posibles significados del intento de suicidio, comentan las
siguientes hipótesis: 1) el paciente trata de castigarse; 2) busca alivio para su
sufrimiento o desea terminar con una vida sin objeto; 3) en un nivel simbólico, trata de
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matar al otro dominante; 4) el suicidio carece de significado, no es más que una
indicación del empeoramiento del trastorno bioquímico que provocó la depresión. (p.
3)
De esta manera, desde este enfoque, se contempla el suicidio como una lucha interna
que se desarrolla en todos los individuos e individuas a lo largo de su vida, en donde median
tanto aspectos individuales relacionados con su propio proceso de socialización, como
instintos de naturaleza humana que son reprimidos, esto, contemplando de igual manera la
incidencia que puede tener el factor biológico.
Enfoque Social.
El representante fundamental de este enfoque de suicidio es Emile Durkheim, con su
obra “El suicidio. Estudio de sociología” presenta este fenómeno como producto del entorno
social en el que se desenvuelven los individuos e individuas. Este autor define el suicidio
como:
“[…] todo caso de muerte que resulte directa o indirectamente de un acto
positivo o negativo ejecutado por la propia víctima, a sabiendas que habría de producir
este resultado. El intento de suicido, es ese mismo acto, pero interrumpido antes de que
sobre venga la muerte” (Durkheim, 1965: p. 4)
Para sustentar este enfoque, Durkheim analiza el suicidio a partir de diferentes
hipótesis que intentan explicar la causa del fenómeno como algo global, de la misma manera
como se busca analizar en el presente estudio, tales como son la locura, la enfermedad mental,
el alcoholismo, la raza, la herencia, el clima o la temperatura, en donde explica basado en
datos estadísticos, cómo estas razones no dan una comprensión a nivel global del suicidio
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por sí solas, sino analizadas contextualmente “[…] si las muertes voluntarias son más
numerosas de enero a julio, no es porque el calor ejerce una influencia perturbadora sobre
el organismo, es porque la vida social resulta más intensa.” (Durkheim, 1965: p. 48)
De esta manera, este autor problematiza el suicidio como un fenómeno social y partir
de esto Durkheim (1964) plantea la necesidad de dividir los tipos de suicidio de acuerdo a
caracteres esenciales derivados de las causas a las que dependen. “En consecuencia, podemos
constituir los tipos sociales del suicidio clasificándolos, no directamente y según sus
caracteres previamente descritos, sino ordenando, las causas que los producen”. (p. 64).
De acuerdo a su concepción sociológica, describe tres tipos de suicidio principales:
el egoísta, el altruista, el anómico y el fatalista (mencionado en un pie de página).
Suicidio egoísta: este tipo de suicidio se lleva a cabo cuando a nivel
social no hay suficientes vínculos que liguen a la persona a la vida, es consecuencia
de la falta de integración social, “por individualizado que cada una esté, queda
siempre algo colectivo; la depresión y la melancolía que resultan de esta
individualización exagerada”(p. 110). Aquí Durkheim hace énfasis en la religión,
probando que algunas como el judaísmo, que genera mayor cohesión entre sus
seguidores y seguidoras es en donde menos se observa el fenómeno, mientras que
aquellas más individuales como el protestantismo poseen indicadores más altos de
suicidio entre sus practicantes, “el hombre trata de instruirse, y se mata porque la
sociedad religiosa, de que forma parte, ha perdido su cohesión, pero no se mata
porque sea instruido.” (p. 88).
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Suicidio altruista: para Durkheim (1965) este es el contrario al egoísta,
ya que se da tanta integración a un grupo que el individuo o individua pierde su
identidad, sacrificando su vida por el grupo o comunidad.
“Para que la sociedad pueda constreñir así a ciertos miembros suyos a matarse,
es preciso que la personalidad individual se cuente por poca cosa. […] Para que el
individuo ocupe tan poco lugar en la vida colectiva, es preciso que esté casi totalmente
absorbido en el grupo y, por consiguiente, que éste se halle muy fuertemente
integrado.” (p. 116).
Suicidio anómico: “[…] la sociedad no es solamente un objeto que
atraiga, con una intensidad desigual, los sentimientos y la actividad de los
individuos. Es también un poder que los regula.” (p. 130). Este tipo de suicidio se
dan en sociedades perturbadas por transformaciones demasiado repentinas, en donde
la persona no puede ejercer acción reguladora y pierde su control, este tipo de suicidio
suele ser más frecuente en sociedades con límites más flexibles.
Suicidio fatalista: Es el que se presenta al contrario del anómico,
cuando hay un exceso de reglas que llevan a los individuos o individuas a abandonar
la situación en que se encuentran “Es el que resulta de un exceso de reglamentación:
el que cometen los sujetos cuyo porvenir está implacablemente limitado, cuyas
pasiones están violentamente comprimidas por una disciplina opresiva” (p. 156), un
ejemplo que pone Durkheim es el esclavismo.
Ante estas divisiones del suicidio, Durkheim explica que su concepción es y debe ser
social, siendo esto una respuesta desde los hechos sociales, sin embargo reconoce que hay
características individuales que determinan la variación del impacto que las fuerzas sociales
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pueden hacer sobre sí, es decir, lo particular va a influir en la resistencia que tenga una
persona a las fuerzas sociales que lo rodean, ya que lo social no se manifiesta en toda su
fuerza, sino en pequeños espacios y de diversas maneras e intensidades, a esto es lo que el
autor llama las formas individuales del suicidio.
Cada suicida da a su acto una huella personal, que expresa su temperamento,
las condiciones especiales en que se encuentra, y que, por consecuencia, no puede
explicarse por las causas sociales y generales del fenómeno. Pero éstas, a su vez, deben
imprimir en las suicidas que determinan una tonalidad sui géneris, una marca especial
que las expresa. Esta marca colectiva, es la que se trata de encontrar. (Durkheim, 1965:
p. 157)
Lo anterior surge en el cuestionamiento sobre la moralidad del suicidio, y es aquí
donde esta connotación se explica a partir de individualismo, del culto al individuo e
individua como algo sagrado que provoca que no se vea bien el disponer de la vida propia.
Si la conciencia hace muchas veces la desgracia del hombre, es solamente
cuando alcanza un desarrollo enfermizo; cuando insubordinándose contra su propia
naturaleza se considera como un absoluto y busca en sí misma su propio fin. Tampoco
se trata de un descubrimiento retrasado, de la última conquista de la ciencia,
hubiéramos podido tomar del estado de espíritu estoico los principales elementos de
nuestra descripción. El estoicismo enseña también que el hombre debe apartarse de
todo lo que le es exterior, para vivir de sí mismo y para sí mismo. Sólo que, como la
vida no encuentra entonces su razón de ser, la doctrina lleva al suicidio. (Durkheim,
1965: p. 159)
Finalmente entre los aportes más importantes para el análisis del suicidio desde la
sociología y Durkheim que serán retomados para problematizar el fenómeno en esta
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investigación, destaca la importancia de este fenómeno para la sociedad, en el sentido que el
autor plantea que no hay responsabilidad a nivel social por el aumento de esta problemática
“El suicidio ha sido presentado como el producto de cierto temperamento, como un episodio
de la neurastenia, sometido a la acción de los mismos factores que ella”. (p. 169), mientras
que el análisis y revisión de datos dejan ver cada vez más evidente el carácter social del
suicidio, dándole explicación a factores considerados normalmente como biológicos o
individuales.
Es por ello que para esta investigación el suicidio será entendido desde esta visión
social y problematizadora que propone Durkheim, es decir el suicidio como fenómeno de la
cuestión social, derivado de una serie de la relación dialéctica con dimensiones individuales,
que calan en la ontología del ser, por tanto esta praxis será la consecuencia de un estado social
interiorizado que se viene a manifestar de forma particular según la historia de vida.
Las causas sociológicas que hemos determinado así, nos han explicado hasta estas
consecuencias diversas que se han atribuido a menudo a la influencia de causas materiales
y donde se ha querido ver una prueba de esta influencia. Si la mujer se mata mucho menos
que el hombre, es porque participa mucho menos que él en la vida colectiva; y siente, pues,
menos fuertemente su influencia, buena o mala. Lo mismo ocurre con el viejo y el niño,
aunque por otras razones. En fin, si el suicidio crece de enero a junio, para disminuir en
seguida, es que la actividad social pasa por las mismas variaciones de estación. Es, pues,
natural que los diferentes efectos que ella produce, estén sometidos al mismo ritmo y, por
consecuencia, sean más; marcados durante el primero de estos dos períodos, y el suicidio
es uno de ellos. (Durkheim, 1965: p. 169)
Concluyendo el autor que las cifras sociales del suicidio se explican mediante la
sociología, existiendo una fuerza colectiva en cada sociedad que lleva a los individuos e
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individuas a matarse, pudiendo esto parecer en primer lugar producto del temperamento
individual, sin embargo responderá a la consecuencia de un estado social interiorizado que
se viene a manifestar exteriormente.
3.2.2. Cuestión Social como producto de las contradicciones en el sistema capitalista y
su relación con el suicidio
La cuestión social ha tenido un desarrollo histórico importante en todo el mundo, sin
embargo en América Latina ha sido tema de especial análisis dentro de las Ciencias Sociales,
ya que permite analizar las manifestaciones de esta a partir de las transformaciones que se
dan en la región en cuanto a materia política, económica , social y cultural compete.
Según Netto (2003) la expresión cuestión social surge en la tercera década del siglo
XIX y sirvió para responder ante el fenómeno que experimentaba la Europa Occidental como
resultado de la industrialización: el fenómeno del pauperismo, “para los más lúcidos
observadores de la época, independientemente de su posición ideo-política, se hizo claro que
se trataba de un fenómeno nuevo, sin precedentes en la historia anterior conocida” (p. 57),
y es a partir de la segunda mitad del siglo XIX que la expresión cuestión social que se
comienza a naturalizar, a hablar de este término cuando eran fenómenos surgidos de la
industrialización y la modernidad. De esta forma:
El análisis de conjunto que Marx ofrece en El Capital revela brillantemente que la
“cuestión social” está básicamente determinada por el trazo propio y peculiar de la relación
capital/trabajo- la explotación. Sin embargo, la explotación apenas remite a la determinación
molecular de la “cuestión social”; lejos de cualquier unicasualidad, implica la confluencia
mediada por compromisos históricos, políticos, culturales, etc. (p. 63)
De esta manera, Netto identifica la cuestión social como todos esos fenómenos
sociales de carácter histórico, político, cultural, entre otros, que resulta de la contradicción
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capital/trabajo, presente en la sociedad capitalista, lo anterior significa que la complejidad de
relaciones en las cuales se desenvuelve y desarrollan las personas se va a encontrar
claramente condicionada por el proceso de producción en relación con la reproducción social.
[…] no es otra cosa que expresiones del proceso de desarrollo de la clase obrera
y de su ingreso en el escenario político de la sociedad, exigiendo su reconocimiento
como clase por parte del empresariado y del Estado. Es la manifestación, en el cotidiano
de la vida social, de la contradicción entre el proletariado y la burguesía, la cual pasa a
exigir otros tipos de intervención, más allá de la caridad y la represión. (Iamamoto,
1997: p. 5)
Iamamoto, de esta manera identifica que estas expresiones de la cuestión social
designan un conjunto de cuestiones reveladoras de las condiciones sociales, económicas,
políticas y culturales en que viven, interactúan, y desarrollan los individuos y los grupos
sociales explotados y oprimidos en el capitalismo.
En este sentido, es importante señalar que la cuestión social permite a investigadores
e investigadoras posicionar los fenómenos que surgen en la actualidad, mediante la
comprensión de la realidad como producto de las contradicciones que surgen en el sistema
capitalista y es aquí en donde es importante posicionar un el suicidio desde la cuestión social.
Lo anterior resulta importante porque como se explicó anteriormente, el suicidio no
es un hecho aislado ni individual, desde un enfoque sociológico, más bien, Durkheim señala
que:
[..] existirían sociedades suicidógenas, o sea, sociedades donde el suicidio es
una tendencia, como podría serlo la pobreza, ya que es una de las consecuencias
directas de lo que sucede en el discurso de dichas sociedades, sobre todo con respecto
a la administración de sus reglas. (Palacio, 2010: p. 4)
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Si se analiza desde esta perspectiva, no se puede hablar entonces de sociedades
suicidógenas sin analizar la coyuntura que las lleva a tener esta característica, es decir, una
sociedad que posee particularidades que conlleva a las personas a optar por el suicidio, va a
significar que esto es una manifestación de la cuestión social. Lo anterior permite visualizar
una conceptualización del suicidio desde:
Una teoría social macroscópica que ofrece parámetros proyectivos de los
procesos sociales, la tradición marxista puede contribuir para iluminar nuestras
modalidades de intervención socio- profesional, especialmente haciendo
puntualizaciones sobre realidades emergentes (Netto, 2003: p. 166)
Lo anterior implica que existen contradicciones en la relación capital/trabajo que se
van a expresar en la sociedad en suicidios, debido a que hay condiciones sociales alrededor
del trabajo que van a propiciar el aumento de fenómenos los cuales son “categorías centrales
de la dialéctica, inscripta en el contexto de la ontología marxista del ser social” (Pontes,
2003: p. 203), que llevan a una persona a tomar la decisión de quitarse la vida.
Es decir el capitalismo, como se explicaba en apartados anteriores, es contradictorio
en sí mismo, y por tanto, este genera particularidades que se va imprimir en sus estructuras
económicas, sociales, y culturales. Por tanto el mundo del trabajo dentro de este sistema va
a estar configurado a partir de la principal contradicción (capital/trabajo) en donde el ser
humano debe de realizar la venta de su fuerza de trabajo con la finalidad de asegurar el
cubrimiento de las necesidades básicas además del consumo de mercancía que el mismo
sistema demanda. Lo anterior va a expresarse en la cuestión social, es decir todos aquellos
fenómenos que van a derivarse de las propias contradicciones que genera el sistema, estos
fenómenos se van a reproducir en las subjetividades y a reflejarse en la cotidianeidad de las
personas, dando como resultado frustraciones, estrés y depresión, lo anterior frente a una
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sociedad que le demanda más de lo que cada persona puede cumplir. Esto puede terminar en
que la persona tome la decisión de suicidarse como una forma de protesta, y al a vez como
única salida a “problemas” que la misma sociedad le achaca al individuo, por tanto la
escapatoria termina siendo una praxis individual que va a generar que se legitime la idea de
que es el ser humano es el que tiene la obligación y la responsabilidad de velar por su vida.
3.2.3. Durkheim y el materialismo histórico: Encuentros y puntos de inflexión
El suicidio, al igual que los múltiples fenómenos que suscitan en el entramado social,
no puede analizarse desprovisto de su contexto, ni mucho menos de la síntesis histórica, que
ha generado las condiciones, para que se desarrolle el hecho social como tal. Para efectos de
esta investigación la base teórica que se utilizará de análisis y que ofrecerá el producto
explicativo, es el materialismo histórico dialectico, esto debido a que este sistema filosófico
a través de sus reglas dialécticas, busca darle una explicación al devenir histórico, y las luchas
sociales que se producen, esto se puede visualizar en la mirada crítica que emerge de la
contradicción capital-trabajo:
Concepción de los derroteros de la historia universal que ve la causa final
y la fuerza propulsora decisiva de todos los acontecimientos históricos
importantes en el desarrollo económico de la sociedad, en las transformaciones
del modo de producción y de cambio, en la consiguiente división de la sociedad
en distintas clases y en las luchas de estas clases entre sí. (Engels, 1892:p.58)
Ahora bien, como se aclara anteriormente, la elección del materialismo histórico
dialectico como base explicativa para el contexto histórico del fenómeno del suicidio, dentro
de esta investigación, no se realiza al azar o de manera antojadiza, si no que esta corriente de
pensamiento no sólo ofrece los elementos filosóficos, sociales, políticos e culturales y
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económicos, que son precisos para poder darle una mirada distinta a este hecho, y vincular
el mismo como parte de la cuestión social, si no que una de las principales premisas, parte
del movimiento, es decir el cambio como motor, lo que es esencial si se busca realizar una
ruptura con concepciones del suicidio estáticas, tradicionalistas, y que descontextualizan el
fenómeno de su génesis socio- histórica. Es importante contar con un postulado material que
aluda a la transformación de los fenómenos sociales, y de la sociedad en sí misma, esto debido
a que crea una base sólida para un compromiso de no concebir el suicidio como mero objeto
de investigación, si no como un hecho que puede y debe ser transformado. Sobre esto, Eunice
(2012) menciona.
Por tanto, la realidad no es inmutabilidad ni permanencia sino
historicidad, realidad en movimiento. Ahora bien, ¿cómo podemos explicar ese
movimiento y ese devenir? Según Hegel, el devenir y el movimiento incesante al
que está sometida la realidad en sus múltiples manifestaciones puede ser
entendido como un proceso dialéctico cuya base es la oposición y el
enfrentamiento. Por tanto, el origen del devenir y el movimiento constante de la
realidad se encuentran en el enfrentamiento y la oposición entre contrarios
(siguiendo a Heráclito "la guerra -lucha de contrarios- es la madre de todas las
cosas"); la lucha entre contrarios es la base esencial de la realidad.(p.100)
Sin embargo, a pesar de que el materialismo histórico dialéctico ofrece esa riqueza
explicativa, aún es indispensable que se responda al siguiente cuestionamiento ¿por qué el
suicidio explicado desde Durkheim, puede ser analizado desde una base materialista
histórica? Primeramente para responder a esta pregunta, se debe recurrir a la tesis que
presenta Emilie Durkheim para explicar el suicidio, en donde evoca que el suicidio más que
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tener factores explicativos de carácter biológicos, es un fenómeno que se debe entender a
partir de las regularidades sociales.
Puesto que el suicidio es un acto individual que únicamente afecta al
individuo, parecería que dependiera exclusivamente de factores individuales y
que, por consiguiente, fuese de la sola incumbencia de la psicología. [Sin
embargo] si en lugar de ver en ellos nada más que acontecimientos particulares
y aislados entre sí, que deben ser examinados separadamente, consideramos en
conjunto los suicidios ocurridos en una sociedad dada, durante una unidad de
tiempo determinada, comprobaríamos que el total así obtenido no es una simple
suma de unidades independientes, una mera colección, sino que constituye por sí
mismo un hecho nuevo y sui generis que tiene su unidad y su individualidad y,
por consiguiente, su naturaleza propia, y que, además, esa naturaleza es
eminentemente social. (Durkheim, 1965: p.8)
Por tanto, si Durkheim coloca los hechos explicativos del suicidio en la sociedad
misma, y no en el individuo, se entiende que el fenómeno no puede ser analizado de manera
aislada, sin tomar en cuenta que antes de estudiar el suicidio, se debe de tener claro en qué
contexto social económico y político, es en el que se está desarrollando el mismo, si no se
realiza esto, se corre el peligro de caer nuevamente en concepciones culpabilizadoras,
biologistas e individuales, el mismo Durkheim realiza esta advertencia cuando menciona:
En consecuencia, podemos constituir los tipos sociales del suicidio
clasificándolos, no directamente y según sus caracteres previamente descritos,
sino ordenando las causas que los producen. Sin que nos preocupemos por saber
a qué se debe la diferencia de los unos y los otros, investigaremos en seguida
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cuáles son las condiciones sociales de que dependen y agruparemos después esas
condiciones, según sus semejanzas y diferencias, en un cierto número de clases
separadas, y entonces podremos tener la seguridad de que a cada una de estas
clases habrá de corresponder un tipo determinado de suicidios. En una palabra,
nuestra clasificación, en lugar de ser morfológica, será, a primera vista,
etiológica. Esto no constituye una inferioridad, pues penetra mucho mejor la
naturaleza de un fenómeno cuando se sabe su causa, que cuando se conocen sus
caracteres, aún los más esenciales (Durkheim, 1965: p.113)
Es aquí en donde el marxismo dialectico debe presentar la base explicativa del
contexto en el que se desarrolla el fenómeno del suicidio, teniendo en cuenta que esta
corriente de pensamiento parte que el propio despliegue de la realidad, la cual surge a partir
de las contradicciones y de la negación de los contrarios, es decir que las desigualdades
sociales van a nacer de una sociedad que lleva dentro consigo el origen de la contradicción,
en donde el libre intercambio económico va a producir un efecto contradictorio, por una parte
acumulación de capital, y por otra desigualdad, por tanto de esta misma contrariedad se
podría deducir que a como el sistema busca la reproducción y producción de la vida, también
genera en sí mismo la negativa de esto, es decir, la búsqueda de la muerte, es aquí en donde
el suicidio deja de interpretarse como un hecho que nace meramente en la individualidad del
sujeto y la sujeta, y se convierte tal y como lo concibió Durkheim, en una consecuencia de la
sociedad. Francisco Erice (2012) explica esto a través de las tesis de Lukács, de la siguiente
forma:
Lukács, por ejemplo, alude a la dialéctica materialista como un
procedimiento que parte de los hechos pero que “frente a esos hechos y sistemas
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parciales aislados y aisladores subraya la concreta unidad del todo (…). El
conocimiento de los hechos no es posible como conocimiento de la realidad más
que en ese contexto que articula los hechos individuales de la vida social en una
totalidad como momentos del desarrollo social”. Lukács recoge aquí, mediante
la idea de totalidad, la tesis marxista según la cual los hechos sociales no han de
ser considerados individualmente, sino como relaciones que se desarrollan
históricamente. Si tomamos las realidades del capitalismo de modo aislado e
independiente del proceso histórico del que forman parte, éstas aparecen “como
atemporales, eternas categorías comunes a todas las formas de sociedad” (p:9)
Ahora bien, en esta discusión, interesa también, contraponer las concepciones que
realiza Durkheim y el marxismo sobre el individuo y su accionar. Primeramente es
importante definir que para Durkheim el individuo e individua no sólo actúa guiado por su
conciencia individual, si no que la mayoría de sus actos, pensamientos, y sentimientos, se
encentran guiados por los hechos sociales, los cuales le imprimen al accionar de la persona
una fuerza colectiva, y es por esto que en la persona actúa guiándose a partir de
condicionamientos sociales que están prestablecidos, de esta manera Durkheim niega la
autonomía del ser humano, ya que sostiene que estos no están influenciados por su propia
conciencia, sino que esta va a estar determinada por los condicionantes sociales.
En otros términos, si, como se ha dicho a menudo, el hombre es doble, es
porque el hombre físico se sobreañade el hombre social. Ahora bien, éste último
supone necesariamente una sociedad que lo exprese y que le sirva. Que llegue
ella, al contrario, a disgregarse, que no le sintamos ya viviente y actuante
alrededor y por encima de nosotros, y lo que en nosotros hay de social se
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encuentra desprovisto de todo fundamento objetivo. No es ya más que una
combinación de imágenes ilusorias, una fantasmagoría que un poco de reflexión
basta para desvanecer; nada, por consiguiente, que pueda servir de fin a nuestros
actos. Y, sin embargo, este hombre social es el todo del hombre civilizado; es el
que da precio a la existencia (Durkheim, 1965: p.210)
Por tanto, como se explica en la cita anterior, la vida en sociedad le genera la creación
de valores a la persona, con base a los cuales ésta va a tomar las decisiones de sus actos, es
por tanto que será el propio ambiente social que le va a generar a la persona estados anímicos
como el miedo, la frustración, y el propio deseo de dejar de vivir. Esto debido a que las
presiones del medio, generan un proceso de aislamiento y ruptura, que podría terminar en el
desencadenamiento de un acto suicida.
En cuanto a la concepción de individuo e individua que realiza el marxismo,
encuentra oposición con la elaborada concepción de Durkheim, esto más que todo porque
desde esta premisa el ser humano posee un papel transformador y dialectico en la historia
social, es decir, la persona va a buscar formas de cambiar su medio con el fin de satisfacer
sus necesidades, para ello va a transformar la naturaleza por medio de su trabajo.
Sin embargo, dentro de esta corriente de pensamiento se manifiesta que el ser
humano, no es un ente aislado, sino que posee una naturaleza social, y que por tanto va a
buscar formas de organizarse en sociedad, de esta manera la producción individual, va a
generar producción material y social, sobre esto Marx advierte “El modo de producción de
la vida material condiciona el proceso de la vida social, política e intelectual en general. No
es la conciencia de los hombres la que determina la realidad; por el contrario, la realidad
social es la que determina su conciencia” ( Marx, 1859, p. 112).
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Es importante acotar que para efectos de esta investigación se tomará la concepción
de individuo que ofrece el marxismo esto debido a que la misma parte del trabajo como
categoría central de análisis, cuando se estudia al individuo y su actuar, lo cual es
fundamental para poder investigar la temática que se desarrolla en esta investigación. Aunado
a ello esta corriente permite partir de la praxis, visualizando al ser humano como protagonista
de la historia, lo que no permite la teoría de Durkheim, ya que como se explicó, este parte
del accionar de las personas a través de los hechos sociales.
Ahora bien, es relevante entender que Durkheim parte de la interpretación de la
realidad a partir de los hechos sociales, los cuales concibe como comportamientos, formas
de sentir, obrar y pensar, los cuales son independientes del individuo e individua y que va a
determinar ciertos estándares al accionar del ser humano dentro de su vida social, estos van
a tener un carácter coercitivos, y al ser externos al individuo e individua, este no va a tener
control sobre ellos.
Una de las principales diferencias radica en que los hechos sociales de Durkheim no
parten de la contradicción capital/ trabajo, tal y como lo hace la cuestión social, si no que
según esta teoría los hechos sociales van a condicionar el accionar de las personas
independientemente de su clase social, por lo que no ofrece una mirada con conciencia de
clase de los fenómenos sociales, pierde el sujeto y la praxis, obviando de esta manera que la
vida social se organiza en torno al modo de producción, y que por tanto este va a condicionar
todos los aspectos sociales. Esta posición de Durkheim respecto a los hechos sociales se
puede visualizar claramente en la siguiente cita:
El malestar que sufrimos no se localiza en una clase dada”, afecta a la
sociedad en su conjunto. Alcanza a los capitalistas así como a los trabajadores,
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en los primeros bajo la forma de “agitación ansiosa y dolorosa” y en los segundos
bajo la forma de “descontento” e “irritación”. El problema “excede infinitamente
los intereses materiales de las clases implicadas”. Se trata de rehacer la
constitución moral de la sociedad (Durkheim, 1899. p: 8-9)
Desde la perspectiva de las investigadoras la clase desempeña un papel importante en
el fenómeno del suicidio, rara vez un capitalista se va a suicidar por las mismas razones que
lo puede llegar a hacer una persona trabajadora, las condiciones laborales, las relaciones
económicas, las opciones y las oportunidad que ofrece la sociedad para ambas clases son
muy distintas, por tanto no se puede partir de una visión de hecho social, ya que se estaría
homogenizando las clases, y las relaciones laborales patrón/obrero, se partiría de que las
condiciones laborales son iguales, situación que sería contradictoria con la realidad. Es aquí
en donde la visión marxista de la cuestión social ofrece una respuesta y se convierte en un
pilar clave de esta investigación, ya que se entiende que los fenómenos sociales nacen a partir
de la desigualdad de la vida que se desprenden y reproducen dentro del modelo de producción
capitalista, en donde la contradicción capital/ trabajo será uno de los principales ejes de esta
investigación.
A partir de esta tendencia, hegemónica y totalizadora en la sociedad
capitalista, se genera un marco de contradicciones y antagonismos capaz de
desarrollar en un mismo proceso el enriquecimiento de unos y el
empobrecimiento de otros. Por ello, se ubica la génesis de la “cuestión social” en
la sociedad burguesa en el “carácter colectivo de la producción en contraposición
a la apropiación privada de la propia actividad humana -el trabajo-, de las
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102
condiciones necesarias a su realización, así como de sus frutos” (Mallardi, 2003,
p:17)
Por ende, dentro del análisis marxista, es fundamental entender que el
contexto capitalista va a generar una serie de contradicciones que van a terminar
por manifestarse a través de fenómenos sociales, mismos que van a reflejarse en
la cotidianeidad de las personas.
3.2.4.El suicidio en el mundo del trabajo: un fenómeno producto de la cuestión social
El objeto de estudio de esta investigación, el cual es el suicidio, no se encuentra
aislado, sino que como se ha descrito en capítulos anteriores este se desarrolla y tiene su
origen en un determinado contexto social, mismo en el que las personas desarrollan su
cotidianeidad, en este confluyen múltiples aspectos, que le van a imprimir determinadas
características y especificidades desde la óptica que se vislumbre, sin embargo al ser esta
tesis posicionada desde una mirada del fenómeno como algo propio y desplegado en
relaciones sociales dialécticas, es importante que se especifique desde cual óptica se va a
investigar el suicidio, y aún más importante definir los aspectos centrales, que formaran parte
del marco de esta tesis.
Es importante tener en cuenta que esta investigación se guía dentro de una lógica
crítica, en la cual se apunta a realizar una ruptura con la mirada tradicional que se le ha dado
a este fenómeno, ya que la misma parte de una postura en donde el individuo e individua se
aísla de su contexto social, por tanto la manifestación del suicidio en las personas, suele ser
vista como una expresión de su propia individualidad, que además suele presentarse a través
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103
de una explicación biologista, patológica y cargada de culpas y rechazo social, tanto para la
persona que expresa el suicidio, como para su familia.
Es por ello que, uno de los principales propósitos de esta investigación es entender el
contexto en el cual se desarrolla el suicidio, teniendo como base el capitalismo, el cual va a
ser el sistema de producción económico, que a su vez va a estar sustentado por una
superestructura que va a ser el sustento ideológico y cultural que van a legitimar la estructura
económica sobre la cual se asientan. Es bajo este sistema que se genera el mundo del trabajo,
el cual es de carácter contradictorio, y sustenta la producción de plusvalía, para ello se
configura dentro de relaciones antagónicas de clase y bajo la contradicción capital/trabajo.
Este mundo de trabajo va a dar como resultado el surgimiento de la cuestión social, que se
basan en una serie de fenómenos sociales que van a ser el reflejo de la pauperización de la
vida que se va a dar con la explotación del proletariado.
Todos estos fenómenos que nacen de la cuestión social se van a expresar en las
condiciones individuales de cada persona, es decir las presiones que el propio sistema genera
en las subjetividades van a resultar en fenómenos como estrés, depresión, frustración, apatía
por la vida, entre otros. El ser humano al verse cargado de una serie de presiones que el
sistema le achaca a factores de índole personal, puede que encuentre en el acto de terminar
con su vida una escapatoria a sus “problemas” es acá en donde el suicidio se viene a colocar
como una expresión de la cuestión social, sin embargo a su vez este acto va a legitimar el
propio sistema del cual nace, ya que es una válvula de escape individual, reforzando la idea
de que es el ser humano quien no logra adaptarse al sistema, y que no fue capaz de esforzarse
lo suficiente para solucionar sus problemas y cubrir sus necesidades.
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Para una mejor comprensión de esta mirada al fenómeno, se realizó uso de técnicas
gráficas, y se plasmó en el siguiente esquema, el cual quiere dar a entender la relación
dialéctica que existe entre las diferentes categorías, y como se puede hacer uso de la base
marxista para entender el suicidio.
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AQUÍ va el esquema
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Partiendo de este esquema y a partir de la hipótesis de esta investigación se vincula
que algunos de los factores que pueden estar asociados a los detonantes del fenómeno del
suicidio suscitan o se desarrollan dentro del mundo del trabajo, sin embargo en la actualidad
debido a la mirada tradicionalista con que se aborda el suicidio y a la atmosfera de tabú con
el que se presenta solapadamente las explicaciones al mismo, no se ha realizado la relación
teórica entre estas categorías, por tanto a continuación se hará un esfuerzo por comprender
esta relación.
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Referente contextual: Una mirada a
la situación mundial, regional y local
del fenómeno del suicidio
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4. Referente contextual: Características de la salud mental y el suicidio en
Costa Rica y el mundo
El presente apartado tiene como fin, contextualizar el suicidio tanto a nivel nacional,
como en el mundo, brindado mediante datos y características una visión amplia del
fenómeno. Lo anterior, dentro de una lógica de salud mental, en donde ésta es socialmente
determinada en la historia, en un escenario influido por los cambios en la acumulación del
capital; lo que hace necesario captar las nuevas mediaciones históricas de salud, basadas en
acceso a este derecho, todo esto determinado en última instancia por el factor económico.
4.1. La Salud Mental
Según la Organización Mundial de la Salud, salud mental como marco general puede
definirse como “un estado de bienestar en el cual el individuo es consciente de sus propias
capacidades, puede afrontar las tensiones normales de la vida, puede trabajar de forma
productiva y fructífera y es capaz de hacer una contribución a su comunidad.” (OMS, 2013)
Teniendo en cuenta que según esta misma organización, esta dimensión no sólo hace
referencia a la ausencia de enfermedades o afecciones mentales, sino que trasciende la visión
patológica, y se posiciona a partir de la integralidad del ser, y la posibilidad de desarrollarse
en plenitud.
Sin embargo, es importante entender que en la realidad esta concepción de salud
mental no se desarrolla, y que la atención que se les brinda a las personas, en la mayoría de
los casos no trasciende de acciones paliativas, y no de prevención y promoción, las cuales se
sustentan en concepciones biomédicas, definida por Restrepo y Jaramillo (2012) como:
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109
La concepción biomédica de la salud mental se define a partir de dos
características fundamentales: la reducción de lo mental a un proceso biológico
y la ausencia de enfermedad como criterio de normalidad. (p:203)
Es a partir de este concepto que según Retrepo y Jaramillo (2012) se alimenta la
intervención de política pública que se realiza en salud mental, la cual se centra en la
ampliación del acceso a la atención asistencial, en donde los especialistas llevaran a la praxis
el enfoque terapéutico tradicional y la farmacoterapia, lo cual dista mucho de la concepción
de salud mental que promueve la Organización Mundial de la Salud.
A lo anterior se le suma que la salud mental a nivel mundial no está vista como una
prioridad, viéndose mayormente afectados los países de bajos ingresos, dada la escasez de
recurso económico y humano para brindar una atención integral en este ámbito, ya que esta
no forma parte de las prioridades de atención. Los recursos destinados a prevención y
promoción de la salud mental son limitados o inexistentes, provocando que se individualice
y desatienda la salud a las personas en este ámbito.
Según la Organización Panamericana de la Salud, en un estudio realizado en el año
2000 en todo el mundo sobre salud mental, se encontraron datos alarmantes, entre los que
destacan:
el 41% de los países no disponía de una política de salud mental;
el 25% carecía de legislación sobre salud mental;
el 28% no poseía un presupuesto independiente para la salud mental;
el 41% no disponía de centros de tratamiento para los trastornos mentales graves en
el ámbito de la atención primaria;
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el 37% carecía de centros de atención comunitaria;
un 65% de las camas para enfermos mentales se encontraban en hospitales
psiquiátricos. (OPS,2001)
Ante lo anterior, y basado en este estudio, la Organización Panamericana de la Salud
obtiene datos que indican que actualmente en el mundo:
Una de cada cuatro personas sufre un trastorno mental o neurológico en algún
momento de su vida. (Unos 450 millones de personas sufren actualmente estos
trastornos).
121 millones de personas sufren depresión y 50 millones epilepsia. (24 millones de
personas sufren esquizofrenia).
Cada año se suicidan un millón de personas. (Entre 10 y 20 millones intentan
suicidarse). (OPS, Informe sobre la salud en el mundo 2001)
Frente a estos datos, es fundamental que se analice de manera crítica, el contexto en
el cual se desarrollan las políticas públicas que abordan la salud mental, y que buscan dar
respuesta a los fenómenos que se derivan de esta dimensión. Para esto, es importante tomar
en cuenta las transformaciones que sufre el sistema de salud con el devenir del capitalismo
tardío, sobre esto Echeverri (2008) menciona que hubo tres hechos importantes que vienen a
suscitar grandes cambios en el modelo universal de salud, el cual es remplazado por una
mercantilización en este tipo de servicios. Estos hechos inician a finales de 1970 y principios
de 1980, y golpean con mayor fuerza los modelos de salud de Latinoamérica, haciendo
referencia a la privatización de las empresas del Estado, la mercantilización de los servicios
de salud y el fracaso del modelo soviético.
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Es a partir de estas transformaciones, implementadas en su mayor cantidad por el
Banco Mundial, los modelos de salud en los países latinoamericanos dejan de ser servicios
administrados por el Estado, transfiriendo esta responsabilidad al mercado, y a la sociedad
civil. Las motivaciones de esta serie de cambios, radicaba en el beneficio del interés
corporativo, dando prioridad al capital, y no al concepto de salud como derecho.
Este contexto viene a afectar de manera directa las políticas en salud mental, las cuales
con las reformas estatales, se van a focalizar, porque el presupuesto que se destina a la
atención por parte del Estado se reduce drásticamente. En esta transformación, juega un papel
importante, la Declaración de Caracas, que es firmada en 1990, en la cual la Organización
Mundial de la Salud, junto con funcionarios del gobierno de los Estados Unidos,
representantes de la mayoría de países de Latinoamérica e instituciones de salud mental,
establecen en conjunto los nuevos lineamientos desde los cuales todos los países deben de
basar la intervención en salud mental, teniendo como principal objetivo la “reestructuración
de la atención psiquiátrica ligada a la Atención Primaria de la Salud…la promoción de
Sistemas Locales de Salud… y modelos alternativos centrados en la comunidad y las redes
sociales…la revisión del papel hegemónico y centralizador del hospital psi quiátrico en la
prestación de servicios”. (Declaración Caracas, 1990: p3)
Según Scorofitz (2013), el modelo de salud mental que se promueve desde la
Declaración de Caracas, abre paso a una tendencia de atención comunitaria, que más que
abogar por la prevención de fenómenos sociales ligados a esta tipología de salud, se
promueve una autogestión por parte de la sociedad civil en esta temática, pasando así a
entregarle la responsabilidad de la prevención, promoción y atención a cada individuo, y no
al Estado.
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La Atención Primaria de la Salud como “asistencia Sanitaria basada en
tecnologías sencillas…a un costo aceptable por la comunidad”, el fomento del
“grado máximo de auto responsabilidad y la participación de la comunidad y del
individuo en la planificación, la organización, el funcionamiento y el control de
la atención primaria de salud, sacando el mayor partido posible de los recursos
locales y nacionales y de otros recursos disponibles” más la participación en la
APS de “agencias multilaterales como bilaterales, organizaciones no
gubernamentales, agencias de financiamiento” pasará a instalarse como el nuevo
“discurso (no médico) hegemónico”, en lo que se refiere a los escritos y recetas
de la OMS. (Scorofitz, 2013: p71)
A través de este proceso, se comienza a generar lo que Rhodus (2013) denomina
“culto a lo comunitario”, en donde se deja de lado la atención hospitalaria a la salud mental,
y se traspasa al abordaje primario, el cual es subsidio en su gran mayoría por fondos
comunitarios.
Aunado a eso, es importante mencionar que la poca atención que se delega al Estado,
se encuentra centrada en la farmacoterapia, lo cual individualiza el fenómeno, y beneficia a
la enorme industria farmacéutica, lo que viene a poner de nuevo al capital sobre el propio
beneficio de las personas. Esto se abala y se promueve más fuertemente a partir del año 2009
cuando la OMS publica un manual llamado Tratamiento Farmacológico de los Trastornos
Mentales en la Atención Primaria de Salud, y dos años más tarde, aparecería también la Guía
de Intervención mhGAP para los trastornos mentales, neurológicos y por uso de sustancias
en el nivel de atención de la salud no especializada. Ambos manuales se encontraban
financiados y patrocinados por grandes cadenas farmacéuticas, entre ellas Syngenta,
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113
compañía de pesticidas que es también socio comercial de Novartis, por lo que es sencillo
dar cuenta que esta promoción de la farmacoterapia a nivel de la salud mental, tiene un claro
interés de beneficiar a determinado capital.
Por tanto, a pesar de que en teoría, los lineamientos y las definiciones que surgen
desde la OMS en torno a salud mental, parecieran dar un salto importante a la mirada desde
la complejidad del fenómeno, y a procurar la atención de las personas desde un enfoque
integral; en la realidad, esta concepción responde a un contexto capitalista, en donde el mayor
beneficiado es el capital, ya que se fomenta una tipología de intervención en donde la persona
“sana”, vela por la “enferma”, y la comunidad toma el papel del Estado dentro de la
responsabilidad de la salud mental. No se trata de pretender que el sector civil y las redes
comunitarias no juegan un papel primario dentro de la salud mental, sin embargo, claro está,
que en la actualidad no se le está otorgando poder y recursos para fomentar espacios que
promuevan y prevengan los fenómenos a nivel de la salud mental, sino que solo se les está
responsabilizando de la atención de la persona “enferma”. Aunado a ello, es importante
agregar que en una sociedad en donde las personas dedican la mayor parte de su tiempo a
trabajar, ya que esta es la única forma que tienen de asegurar el cubrimiento de sus
necesidades; no existen espacios, ni tiempo en donde las personas se puedan dedicar a la
atención comunitaria de la salud mental.
El Acoso Laboral
Según recientes informes de la Organización Internacional del Trabajo, dentro del
ambiente laboral se están dando “brotes de violencia”, que llevan a las personas trabajadoras
a someterse a riesgos psiosociales y físicos, muy altos. Este mismo estudio hace énfasis en
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114
cuatro puntos importantes que arrojaron la caracterización global del acoso laboral, estas son
las siguientes.
Los brotes de violencia "que se producen en los lugares de trabajo de todo el
mundo permiten concluir que este problema rebasa en efecto las fronteras de
los países, los ámbitos de trabajo o cualesquiera categorías profesionales".
En algunos lugares de trabajo y ocupaciones, como los taxistas, el personal de
los servicios sanitarios, el personal docente, los trabajadores sociales, el
servicio doméstico en países extranjeros o el trabajo solitario, sobre todo en
los turnos de noche del comercio de detalle, existe un grado de riesgo ante la
violencia mucho mayor que el correspondiente a otros ámbitos u
ocupaciones.
Dicho riesgo es considerablemente mayor para las mujeres, dado que se
concentran en las ocupaciones más expuestas, como la Enseñanza, el Trabajo
Social, la Enfermería, la Banca y el Comercio Minorista.
Tanto los trabajadores y trabajadoras como los empleadores y empleadoras
reconocen cada vez más que las agresiones psicológicas son una forma grave
de violencia. La violencia psicológica incluye el amedrentamiento de grupo
o "mobbing", es decir, la intimidación y el hostigamiento psicológico
colectivos.(Organización Internacional del Trabajo, 2003)
Esta atmosfera de violencia va a estar caracterizada principalmente por el acoso
laboral. Este presenta elevadas cifras, que van en aumento años tras año. Según una encuesta
de la Fundación Europea para la Mejora de las Condiciones de Vida y Trabajo publicada por
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115
La Organización Internacional del Trabajo (OIT) en 2000, 13 millones de trabajadores
europeos habían sufrido acoso laboral, con lo que una de cada cuatro personas estaría
afectada.
Costa Rica no escapa a este panorama, desde el 2007 que el Ministerio de Trabajo y
Seguridad Social comienza a registrar las denuncias por esta causa, se evidencia un claro
aumento en las mismas.
Tabla# 4
Denuncias por Hostigamiento ante el Ministerio de Trabajo y Seguridad Socia
l Año 2007- 2009
Hostigamiento laboral Absoluto Variación
2007 36
2008 36 0,0%
2009 92 155,6%
Total 164 155,6%
Fuente: Vargas Morua, 2011
Estas cifras apuntan un claro fenómeno que se ve en aumento, el cual genera que las
personas trabajadoras que se encuentran expuestas a ciertas condiciones laborales, se vean
afectadas a nivel psicológico y social, provocando situaciones como el estrés, la inseguridad
y la depresión, las cuales se asocian directamente con condiciones propiciantes del suicidio.
No obstante este fenómeno no se encuentra categorizado como un accidente laboral, si no
que una vez que sucede se hace hincapié en la culpabilización del individuo e individua, y en
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116
los detonantes patológicos del mismo, sin tomarse en cuenta que este es un fenómeno que
muchas veces tiene su culminación en un espacio personal, sin embargo, el contexto que da
el origen del mismo puede estar vinculado al mundo del trabajo. Un estudio realizado por,
Leymann (1996) citado por Hirigoyen (2001). Establece que en Suecia el hostigamiento
psicológico en el trabajo origina entre el 10% y el 15% de los suicidios registrados, sin tener
en cuenta los casos que no son denunciados por temor a las diferentes represarías o
repercusiones que puedan sufrir las víctimas.
De igual manera, acá desempeña un papel trascendental el aumento de desempleo que
el capitalismo ha generado en las últimas décadas, el cual provoca que las personas vivan
con temor a perder su trabajo, que en muchas ocasiones es el único medio de subsistencia y
el de sus familias, es por ello que aun cuando se sienten acosados en el ambiente de trabajo,
se niegan a realizar la debida denuncia, esto por miedo a perder el empleo. Es por ello que
en una sociedad en donde existe una clase que vive exclusivamente de la venta de la fuerza
de trabajo, y en un contexto en donde la inseguridad laboral, el desempleo, y la precarización
del mismo, son amenazas reales; es casi imposible que las personas quieran poner en riesgo
su estabilidad económica a cambio de su bienestar mental.
Es importante entender que el acoso laboral no se da de forma unidireccional, ni que
se presenta como violencia explícita, sino que tiene múltiples formas de manifestarse. Cox
y Griffitos (1996) recogen en una investigación algunos de los principales factores
psicosociales que pueden afectar de manera negativa a las personas trabajadoras, estos se
resumen en el siguiente cuadro:
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117
Tabla # 5
Factores psicosociales de riesgo o estrés
Factores de estrés psicosocial
Contenido del trabajo Falta de variedad en el trabajo
Ciclos cortos de trabajo
Trabajo fragmentado y sin sentido
Bajo uso de habilidades
Alta incertidumbre
Relación intensa
Sobrecarga y ritmos Exceso de trabajo
Ritmo del trabajo
Alta presión temporal
Plazos urgentes de finalización
Horarios Cambio de turnos
Cambio nocturno
Horarios inflexibles
Horario de trabajo imprevisible
Jornadas largas o sin tiempo para la
interacción
Control Baja participación en la toma de
decisiones
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Baja capacidad de control sobre la
carga de trabajo
Ambiente y equipos Condiciones malas de trabajo
Equipos de trabajo inadecuados
Ausencia de mantenimiento de los
equipos falta de espacio personal
escasa luz
Excesivo ruido.
Cultura organizacional y funciones Mala comunicación interna
Bajos niveles de apoyo
Falta de definición de las propias
tareas o de acuerdo en los objetivos
organizacionales
Relaciones interpersonales Aislamiento físico o social
Escasas relaciones con los jefes
Conflictos interpersonales
Falta de apoyo social
Rol en la organización Ambigüedad de rol
Conflicto de rol
Responsabilidad sobre personas
Desarrollo de carreras Incertidumbre
Paralización de la carrera
profesional
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Baja o excesiva promoción
Pobre remuneración
Inseguridad contractual
Relación trabajo- familia Demandas conflictivas entre el
trabajo y la familia
Bajo apoyo familiar
Problemas duales de carrera
Seguridad contractual Trabajo precario
Trabajo temporal
Incertidumbre de futuro laboral
Insuficiente remuneración
Fuente: Moreno y Baez, sf a partir de Cox y Griffitos (1996)
Es fundamental entender que uno de las principales características que presenta el
acoso laboral, y las pésimas condiciones a las que se enfrentan muchas personas en su
ambiente laboral, es la dificultad para el Estado tome medidas en la regulación de estos, lo
anterior debido a que por lo general la legislación laboral se suele centrar en los aspectos
físicos, y ergonómicos, cabe resaltar que incluso en estos puntos la ley suele ser bastante
ambigua, sin embargo, el problema se torna aún mayor cuando las consecuencias se presentan
a nivel psicosocial, ya que estos factores la mayoría del tiempo no se vinculan directamente
con el espacio laboral. Aunado a ello, se le suma la invisibilización del problema que se da
tanto de las empresas, como de las personas trabajadoras, las primeras porque claramente sus
intereses y reputación se ven afectados con la acción de asumir su cuota de responsabilidad.,
en cuanto a los segundos el problema radica en el silencio, ya que muchísimos de estos acosos
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no son denunciados, esto debido a la desprotección legislativa de la que es consiente la
persona trabajadora, y por supuesto el temor a perder su trabajo como bien se explicó
anteriormente
En Costa Rica, no hay normativa específica respecto a la figura del acoso
laboral, aunque si ha habido intentos legislativos por regularlo, como ejemplo se
puede mencionar el Proyecto de Ley número n.° 16.088 (Ley para prevenir y
sancionar el acoso laboral) que se encuentra en la corriente legislativa) (…)Es
importante también acotar que claramente los Tribunales han señalado que no
hay acoso laboral si un patrono realiza acciones legítimas en función de sus
potestades de dirección en la organización de su empresa o institución. Por lo que
girar instrucciones y hacerlas cumplir, o hacer cumplir acuerdos que se
encuentren en el marco de la legalidad, no constituye acoso laboral, aun cuando
un empleado pueda sentirse amenazado con dichas instrucciones (Vargas,
2011,p: 82,87)
Es por ello que es fundamental entender y dilucidar que el trabajo y sus diferentes
espacios, son fundamentales en el desarrollo de un ser humano, y con ello por supuesto el
equilibrio mental de estos, lo anterior debido a que de esta se deriva una clara inserción social,
satisfacción personal, y relaciones afectivas, por lo que un desequilibrio en este ambiente
puede generar afectación sistémica en todos los demás aspectos de la vida de una persona.
Esto se puede observar claramente en lo mencionado por la OIT en su informe “Violencia en
el trabajo” publicado en el año 2003 en donde se afirma, “si un trabajador ya frágil en el
plano mental pierde su empleo, corre el riesgo de hundirse aún más en la enfermedad, la
angustia, la depresión, el delirio y finalmente el suicidio.” (p: 25)
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Es por ello que, aquí existe una clara responsabilidad capitalista ya que es urgente que
se reconozcan las enfermedades mentales vinculadas al trabajo, y que bajo el análisis de la
violencia estructural que sufren las personas trabajadoras, y los desequilibrios que estás
pueden provocar se trabaje en las formas y mecanismos de intervención en las enfermedades
psicosociales profesionales.
4.2.Suicidio
El suicidio, problematizado desde la Organización Mundial de la Salud como
violencia, viene a ser el resultado de una sociedad regida bajo la explotación y opresión, con
desigualdades que generan que el trabajo enajene al ser humano, condicionando los demás
aspectos de la vida y generando fenómenos como el estudiado en esta tesis, el cual, como se
ha aclarado anteriormente y se pretende demostrar con esta investigación, tiene relación con
el trabajo.
Esto se expresa en la realidad mundial y más concretamente costarricense, en donde
a partir del 2013, según el Ministerio de Salud, se comienzan a vigilar los intentos de suicidio
en el país, esto debido al número considerable de suicidios al año (aproximadamente 1 al día)
y los datos que indican que los intentos duplican la cifra de suicidios consumados. (Ministerio
de Salud). Según la Organización Mundial de la Salud:
Los factores sociales, psicológicos, culturales y de otro tipo pueden
interactuar para conducir a una persona a un comportamiento suicida, pero
debido a la estigmatización de los trastornos mentales y del suicidio, muchos
sienten que no pueden pedir ayuda. A pesar de que los datos científicos indican
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que numerosas muertes son evitables, el suicidio con demasiada frecuencia tiene
escasa prioridad para los gobiernos y los decisores políticos. (2013)
De esta manera, se reconoce que el suicidio es un fenómeno social, sin embargo no
es visto desde esta perspectiva, lo que provoca que sea problematizado como cuestión social,
siendo visto únicamente desde enfoques médicos, relacionado con problemas mentales o
patológicos, es decir, como un problema individual.
Lo anterior, no quiere decir que el suicidio exista únicamente en sociedades
capitalistas, sino que, estudiado desde este contexto histórico y social se puede apreciar como
el fenómeno tiene particularidades que deben analizarse desde una visión macro y
microestructural, en donde la manera en que se configuran las relaciones sociales en el mundo
del trabajo, está influyendo en el comportamiento de los intentos de suicidio, siendo estos
invisibilizados desde la perspectiva individual, lo cual no sólo ocasiona que su tratamiento y
prevención sean menos profundas, sino que induce a que el tema continúe siendo un tabú, un
estigma social, que ayude a ocultar la real dimensión del fenómeno que afecta a muchos
trabajadores y trabajadoras.
Los suicidios se cobran un costo alto. Más de 800 000 personas mueren
cada año por suicidio, y esta es la segunda causa principal de muerte entre
personas de 15 a 29 años de edad. Hay indicios de que, por cada adulto que se
suicidó, posiblemente más de otros 20 intentaron suicidarse. (OMS, 2013)
De esta manera, el suicidio, debe estudiarse en la realidad concreta, actual,
considerando todas las características económicas, sociales, culturales, políticas que generan,
ya que no es un fenómeno aislado, no es individual e implica miles de muertes que pueden
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123
prevenirse de diversas formas, por lo que debe ser una prioridad lograr establecer respuestas
y cambios oportunos que ayuden a la prevención del mismo.
Actualmente, calcular la tasa de suicidio a nivel mundial es casi imposible, ya que
según la Organización Mundial de la Salud afirma que:
En todo el mundo es insuficiente la disponibilidad y calidad de los datos sobre
el suicidio y los intentos de suicidio. Sólo 60 Estados miembros disponen de datos de
registro civil de buena calidad que se pueden utilizar directamente para estimar tasas
de suicidio. La calidad insuficiente de los datos sobre mortalidad no es un problema
exclusivo del suicidio, pero dada la sensibilidad de este fenómeno y la ilegalidad de las
conductas suicidas en algunos países es probable que la subnotificación y la
clasificación errónea de casos sea un problema más significativo en lo que respecta al
suicidio que a otras causas de defunción. (OMS, Nota descriptiva Nº 398, 2015)
Sin embargo, entre los datos que se han logrado obtener sobre este fenómeno, se
encuentran las siguientes cifras:
Más de 800 000 personas se suicidan cada año.
Por cada suicidio, hay muchas más tentativas de suicidio cada año. Entre la
población en general, un intento de suicidio no consumado es el factor individual de
riesgo más importante.
El suicidio es la segunda causa principal de defunción en el grupo etario de 15 a 29
años.
El 75% de todos los suicidios se produce en países de ingresos bajos y medianos.
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La ingestión de plaguicidas, el ahorcamiento y las armas de fuego son algunos de
los métodos más comunes de suicidio en todo el mundo. (OMS, Nota descriptiva Nº
398, 2015)
Ante esta realidad, la Organización Mundial de la Salud afirma que el suicidio se
debe, en la mayoría de veces, a crisis que provocan tensiones en la vida de las personas, como
problemas financieros, rupturas, trabajo, entre otras, teniendo mayores tasas de suicidio en
las personas de escasos recursos, privados de libertad o personas homosexuales. Lo anterior
viene a sustentar el problema de investigación que se estudia en esta tesis, esto debido a que
se puede sustentar por medio de datos concretos que el contexto en el que se desenvuelve
una persona va a ser fundamental dentro del fenómeno
Estos datos proporcionados por la OMS dejan al descubierto que contrariadamente
de como se ha pensado, el suicidio trasciende mucho más que la depresión, y los problemas
mentales, y que en cambio existen condiciones bases que son determinantes como el contexto
en el cual se desarrolla la persona, sin embargo a nivel de atención de este fenómeno, no se
está partiendo de esta realidad, sino que las estrategias continúan centrándose en el individuo,
en la psicopatología y en el tratamiento farmacológico.
Lo anterior se puede visibilizar en los diferentes manuales promulgados por la OMS
en donde la Salud Mental y el Suicido se contemplan, el primero de ellos es el“Plan de acción
sobre salud mental 2013-2020”, en el cual propone vínculos estratégicos estrechos con otros
planes de acción y estrategias mundiales, tales como la estrategia mundial para reducir el uso
nocivo del alcohol, el plan de acción mundial sobre la salud de los trabajadores 2008-2017,
el plan de acción de la estrategia mundial para la prevención y el control de las enfermedades
no transmisibles 2008-2013, y el plan de acción mundial para la prevención y el control de
las enfermedades no transmisibles (2013-2020).
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Según la OMS su finalidad global es “fomentar el bienestar mental, prevenir los
trastornos mentales, proporcionar atención, mejorar la recuperación, promover los derechos
humanos y reducir la mortalidad, morbilidad y discapacidad de las personas con trastornos
mentales.” (OMS, Plan de acción sobre salud mental 2013-2020)
El plan de acción está basado en seis principios, los cuales se van a medir según
indicadores establecidos mundialmente, estos principios son:
1. Cobertura sanitaria universal: independientemente de la edad, sexo,
estatus socioeconómico, raza, etnia u orientación sexual, y de acuerdo con el
principio de equidad, las personas con trastornos mentales deberán poder
acceder, sin riesgo de empobrecimiento, a servicios de salud y sociales
esenciales que les permitan recuperarse y gozar del grado máximo de salud que
se pueda lograr.
2. Derechos humanos: las estrategias, acciones e intervenciones
terapéuticas, profilácticas y de promoción en materia de salud mental deben
ajustarse a la Convención sobre los derechos de las personas con discapacidad y
a otros instrumentos internacionales y regionales de derechos humanos.
3. Práctica basada en evidencias: las estrategias e intervenciones
terapéuticas, profilácticas y de promoción en materia de salud mental tienen que
basarse en pruebas científicas y/o en prácticas óptimas, teniendo en cuenta
consideraciones de carácter cultural.
4. Enfoque que abarque la totalidad del ciclo vital: las políticas, planes y
servicios de salud mental han de tener en cuenta las necesidades sanitarias y
sociales en todas las etapas del ciclo vital: lactancia, infancia, adolescencia,
edad adulta y ancianidad.
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126
5. Enfoque multisectorial: la respuesta integral y coordinada con
respecto a la salud mental requiere alianzas con múltiples sectores públicos,
tales como los de la salud, educación, empleo, justicia, vivienda, social y otros,
así como con el sector privado, según proceda en función de la situación del
país.
6. Emancipación de las personas con trastornos mentales y
discapacidades psicosociales: las personas con trastornos mentales y
discapacidades psicosociales deben emanciparse y participar en la promoción,
las políticas, la planificación, la legislación, la prestación de servicios, el
seguimiento, la investigación y la evaluación en materia de salud mental. (OMS,
Plan de acción sobre salud mental 2013-2020)
Es importante también mencionar que aunado a esto, en el 2014 la OMS lanza un
Plan para la prevención del suicidio, en el cual se establece en primera instancia una mirada
a la situación actual del fenómeno, y a partir de esto se retoman una serie de acciones a
realizar con el fin de mitigarlo a nivel mundial, algunos de ellos son:
Mejorar la vigilancia y la investigación;
• Identificar a los grupos vulnerables y dirigirse a ellos;
• Mejorar la evaluación y el manejo del comportamiento suicida;
• Promover los factores ambientales e individuales protectores;
• Promover el conocimiento mediante la educación pública;
• Mejorar las actitudes sociales y las creencias y eliminar el estigma
Hacia las personas con trastornos mentales o que presentan
comportamientos suicidas;
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127
• Reducir el acceso a los medios utilizables para suicidarse;
• Alentar a los medios de difusión para que adopten mejores normas y
prácticas de información sobre suicidios;
• Brindar apoyo a los familiares de quienes se hayan suicidado (OMS,
2014, p: 54)
Uno de los principales focos de acción de este plan, se centra en reducir el acceso de
las personas con intentos de autoeliminación e ideación suicida a los métodos, con que
comúnmente se consuman estos hechos “Reducir la disponibilidad, la accesibilidad y la
fuerza atractiva de los medios utilizables para suicidarse (por ejemplo, plaguicidas, armas
de fuego, lugares altos). Reducir la toxicidad y el poder letal de los medios disponibles.
“(OMS, 2014: p: 57)
Lo anterior, permite entrever que la atención continua centrándose en el individuo, y
que por tanto, las acciones siguen siendo de índole paliativas, es bastante claro, que una
persona que tenga latente la ideación suicida, no va a dejar de consumar el hecho porque se
le restrinja el acceso a los diferentes medios, sino que va a buscar nuevos métodos para llevar
a cabo el suicidio. Estos planes, no buscan la prevención del fenómeno a nivel social, sino
que actúan como un abordaje paliativo y asistencial desde el individuo.
Aunado a esto, es importante analizar que ninguno de estos planes contempla las
contradicciones que el propio sistema genera, y que son señalados como principales factores
dentro de las causantes de suicidio (pobreza, desempleo, exclusión racial, de orientación
sexual y por género). Es aquí en donde Braunstein (1980) proporciona el sustrato teórico para
entender porque la política en salud mental, y por ende en suicidio, carece de un contexto
social, y de praxis en torno al sistema que genera estos fenómenos, y es que este autor señala
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128
que la psiquiatría y todo lo que compete a salud mental responde a la hegemonía dominante,
y que son instrumentos que responden a los objetivos de los mandatos sociales.
…no es un objetivo científico sino una tarea práctica que responde a
demandas concretas y que puede implementarse teniendo o no conocimiento
científico para ello…el agravante en el caso de la especialidad psiquiátrica es que
si bien, y con dificultades, pueden definirse normatividades biológicas en función
de la adaptabilidad a modificaciones ambientales, tales definiciones son siempre
peligrosas y portadoras de valoraciones sospechosas de colusión con el poder en
el caso del funcionamiento personal y social (…)… debe entenderse que cada
una de estas funciones cumplidas hoy en día por la práctica psiquiátrica merced
a servicios prestados por la clasificación depende a su vez de una determinación
más general que procede del conjunto de la práctica social, telón de fondo de la
economía política, sobre el que habrá de leerse y entenderse la actividad de la
‘medicina de almas’ en cada momento de la historia (p:44).
Por ende, es importante entender que los propios planes y estrategias que
nacen de las organizaciones de índole oficial, van a ir plasmada de intereses que
responden al capitalismo, y que por tanto es imposible que se conciba el
fenómeno desde una lógica ligada a las contradicciones sistémicas, sino que por
el contrario las acciones que se lleva a cabo van a tener como objetivo beneficiar
a ciertos intereses.
4.3 Salud Mental en Costa Rica
El tema de salud mental, si bien es cierto atañe a todas las personas, se ha visto
históricamente invisibilizado dentro de la preocupación por la salud de la población
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129
costarricense. En cuanto a los datos estadísticos de Costa Rica es importante señalar que no
se cuenta con una cifra exacta de cuantas personas padecen trastornos mentales. Sin embargo,
una investigación que realizó el Ministerio de Salud en Costa Rica en el año 2013 respecto a
la prevalencia de las enfermedades mentales, arrojo el siguiente resultado:
Tabla # 6
Trastorno o Enfermedad de Notificación Obligatoria
Total de Casos del 2013
Enfermedad mental Total de casos reportados
Depresión 41576
Intentos de suicidio 888
Suicidio 313
Trastorno afectivo Bipolar 152
Esquizofrenia 215
Fuente: Ministerio de Salud, 2013: p. 23
Este informe deja entrever que el fenómeno que concierne a esta investigación, ocupa
el segundo y tercer puesto, en cuanto a los casos que se presentaron para ese año, lo que
permite mirar la relevancia y la incidencia con que el suicidio está afectando a las personas
en Costa Rica. Sin embargo, acá es fundamental tener presente que este informe tomaba en
cuenta las notificaciones que se realizaban de enfermedades mentales, por lo que es claro que
a nivel institucional el fenómeno continua abordándose como una patología mental. Aunado
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130
a esta clasificación que se le da al suicidio, es interesante analizar como este tipo de informes
que se realizan por parte de las autoridades competentes en materia de salud mental, no
trascienden lo meramente cuantitativo, ya que al revisar este documento se puede constatar
que los datos carecen de un análisis histórico, y que no se toma en cuenta cuales fueron
condiciones sociales que prevalecieron en las personas que fueron atendidas por este tipo de
afecciones. Por lo que realmente este tipo de investigaciones no aportan al análisis de la salud
mental en Costa Rica, sino que sólo presenta un registro epidemiológico, de las patologías
que se presentan en el país.
Asimismo, según un Informe de la Organización Panamericana de la Salud (2008) el
gasto que realizaba la Caja Costarricense de Seguro Social en el sector de salud mental,
representaba tan solo un 3% del total de todo su presupuesto. Del total de este, únicamente
un 67% de este presupuesto lo reciben los hospitales psiquiátricos.
Es acá en donde se hace evidente que los proceso de mercantilización de los servicios
que presta la Caja Costarricense de Seguro Social, se encuentra afectando directamente el
área de la salud mental, esto a pesar de que las cifras de los fenómenos que se desprenden de
este ámbito son alarmantes. La salud mental en Costa Rica no es un tema prioritario, y el
gasto que el Estado hace en esta área es mínimo, centrándose en la asistencia paliativa,
patológica, y no en la prevención y promoción.
Existen 38 establecimientos de salud mental ambulatorios disponibles en
el país, de los cuales, el 8% (3) son solo para personas menores de edad. Estos
establecimientos brindan atención a 1 916 usuarios y usuarias por cada 100 000
habitantes de la población general. De todos las personas atendidas en estas
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131
instituciones de salud mental ambulatorios, el 62% son personas del sexo
femenino, que corresponde a 52 298 mujeres y el 22% son niños o adolescentes
(18 771 adolescentes de 15 años o menos). Los usuarios y usuarias atendidas en
establecimientos ambulatorios son diagnosticados principalmente: el 36% con
trastornos del estado del ánimo (trastornos afectivos) y un 26% con trastornos
neuróticos, relacionados con el estrés y somatoformos (Organización
Panamericana de la Salud, 2008, p:13)
A través de estos datos que aportan los diferentes estudios realizados en el país, es
fácil poder visualizar que Costa Rica se encuentra siguiendo los procesos y lineamientos
establecidos por la OMS en el Acuerdo de Caracas (1990), que como se vio en capítulos
anteriores, abre paso a que se reduzca la inversión que hacen los países en salud pública y
que esta se centre principalmente en la atención comunitaria y primaria, y en los tratamientos
farmacológicos.
Un hecho relevante que sustenta lo anterior es que en abril del 2016 el Hospital
Nacional Psiquiátrico, deja su modalidad de asilo, y transfiere a todas las personas que poseen
enfermedades mentales crónicas a organizaciones comunitarias y no gubernamentales que se
encarguen del cuido de estas personas, lo anterior sin ofrecer recursos económicos o
profesionales. La estrategia se centra principalmente en el sustento de integrar a estos
pacientes a la comunidad, esto con el objetivo de hacer de la atención en salud mental un
servicio que respete los derechos humanos. Sin embargo, a pesar de que las redes
comunitarias son fundamentales para que exista un correcto desarrollo de la salud mental en
las personas, es necesario que este proceso se haga con un verdadero acompañamiento, y
velando por la estabilidad de estos seres humanos. En cambio estas transformaciones vienen
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132
a responder a los lineamientos internacionales de mercantilización e individualización de la
salud.
Por otra parte, en el tema de salud mental en Costa Rica, es trascendental hacer
mención que hasta el año 2012 el país no contaba con una política pública, si no que se trabaja
con los ejes sobre el tema que establecida cada plan nacional de desarrollo, sin embargo
debido a la eminente necesidad en este año se establece la Política Nacional de Salud Mental:
“De la atención hospitalaria a la atención comunitaria” (2012-2021). Con esto Costa
Rica, según datos de la Organización Panamericana de la Salud, pasa a formar parte del 80%
de países que tienen una política Nacional de Salud Mental.
La Política Nacional de Salud Mental (PNSM) responde a la necesidad de promover
la salud mental a lo largo del ciclo de la vida de las personas costarricenses, para ello se
centran en algunos principios y enfoques que son transversales en esta política. En cuanto a
los primeros se desarrolla la equidad, universalidad, solidaridad, igualdad sustantiva, ética,
calidad y calidez, autonomía; en lo que se refiere a los enfoques se encuentra el de Derechos
Humanos, Género, Diversidad, Integración, Inclusión Social, Participación activa, Desarrollo
humano sostenible y buenas prácticas en salud mental.
En cuanto al objetivo general de esta política se establece, desarrollar un Modelo de
salud mental que garantice el derecho a la salud mental de la población por medio de la acción
intersectorial e interinstitucional, dirigida a la promoción, prevención, atención,
rehabilitación y reinserción con enfoque comunitario, para mejorar la calidad de vida y el
disfrute a lo largo del ciclo de vida de las personas, con base a sus condiciones de vida y
determinantes de la salud mental, a fin de reducir los índices de los trastornos mentales y del
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133
comportamiento. Los objetivos específicos se centran en cinco principales ejes, a
continuación se estipulara cada uno de ellos :
Tabla # 7
Ejes de la Politica Nacional de Salud Mental
Objetivos especifico
Eje Biológico Eje sistemas y
servicios de
salud
Eje ambiental Eje de
fortalecimiento
institucional
Eje socio-cultural
Conocer la
carga genética,
los elementos
orgánicos, los
procesos de
envejecimiento
y la
epidemiología
de los
trastornos
mentales, por
medio de
acciones de
investigación y
desarrollo
tecnológico
con diferentes
actores
sociales de este
campo, a fin de
Transformar el
modelo
tradicional de
atención de la
Salud Mental,
hacia un modelo
de promoción y
atención integral
centrado en la
comunidad, por
medio de la
desconcentración
de los recursos
materiales,
humanos y
financieros,
fortaleciendo,
con las acciones
rectoras del
Ministerio de
Fomentar
ambientes
saludables en los
ámbitos familiares,
laborales,
educativos y
comunitarios, por
medio de acciones
intersectoriales e
interinstitucionales,
a fin de desarrollar
aspectos
epigenéticos
positivos que
permitan modificar
el curso de los
trastornos mentales
y prevenir la
incidencia de
mismos
Abordar en
forma integral
el tema de la
Salud Mental
desde la
perspectiva del
ejercicio de la
rectoría del
Sistema
Nacional de
Salud, con la
creación de la
Secretaría
Técnica de
Salud Mental
órgano técnico,
adscrito al
Despacho
Ministerial de
Salud y la
Fortalecer el
sistema de
protección social
de la salud mental,
por medio de
acciones
intersectoriales e
interinstitucionales
para alcanzar la
equidad sanitaria
según condiciones
de vida entre los
diferentes grupos
sociales, promover
el desarrollo
emocional y el
bienestar mental
en la población
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134
poder
establecer las
relaciones
epigenéticas
(que son los
cambios
externos de los
genes, que son
hereditarios y
que pueden ser
reversibles),
sociales y
ambientales
que sirvan de
base en la
definición de
programas de
atención
integral a las
personas
Salud, de
armonización de
la provisión y
modulación del
financiamiento
para articular la
capacidad
resolutiva de la
red de servicios
oportunos y de
calidad, con
énfasis en el
primer nivel de
atención
participación
de otras
instituciones
públicas y
privadas,
sociedad civil
organizada, la
comunidad
académica y
científica.
Fuente: Elaboración propia con base de la Politica Nacional de Salud Mental, 2012
Las acciones de esta política están dirigidas a promover la salud mental a lo largo de
todos los ciclos de la vida de las personas, de igual manera promueve actividades para la
prevención e impedimento de la discriminación en personas con padecimientos mentales.
Otra de las formas de intervención de esta política es mediante la promoción de
acciones que busquen la protección y promoción de los derechos de los grupos minoritarios,
esto con el fin de garantizar el bienestar y el desarrollo integral de la salud mental. Asimismo
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135
promueve acciones inclusivas en donde se asegure el acceso a empleo, rehabilitación
adecuada y atención integral para las personas que padecen algún trastorno mental.
De igual manera se enfoca en la participación e intervención comunitaria, se
promueve que en las comunidades existan las condiciones idóneas y los recursos para el
abordaje de la atención en Salud Mental, esto con la finalidad de romper con el estigma de la
atención intrahospitalaria. Por últimos se promueve las acciones que permitan articular las
diferentes instituciones públicas y privadas que se encargan del abordaje de los trastornos
mentales.
Sin embargo estos objetivos no trascienden a la realidad, ya que como se ha explicado
anteriormente se le está relegando a la comunidad la responsabilidad de promover y abordar
la salud mental, sin embargo los recursos con que se cuentan son mínimos e incluso en la
mayoría de casos nulos, por lo que simplemente se está haciendo una focalización del gasto
destinado a la salud mental, y a su vez se responsabiliza a la sociedad civil de un fenómeno
que sobrepasa el mero ámbito comunitario
Por otra parte, en cuanto a los recursos económicos no se obtiene datos de cuanto es
el presupuesto con que cuenta esta política, sin embargo en cuanto a los recursos humanos
se presenta la siguiente información:
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Tabla # 8
Cantidad de profesionales destinados a la atención de la salud mental
Año 2012
Fuente: Politica Nacional en Salud Mental, 2012
Como bien se puede observar la cantidad de profesionales capacitados o
especializados son insuficientes para brindar una atención preventiva, oportuna y de calidad,
el país no cuenta con suficientes recursos humanos y tecnológicos para desarrollar la atención
y mucho menos el campo de investigaciones en salud mental en consonancia con la política
nacional vigentes y coherente con la magnitud estimada de los problemas mentales que
afectan a la población.
Ahora bien es importante mencionar que las acciones de la PNSM se encuentran
enfocadas en respuestas a los 5 ejes que se mencionaron anteriormente, por tanto en cuanto
al eje biológico las acciones van a estar enfocadas en temáticas como el registro e
investigaciones de los trastornos mentales en personas menores de edad, investigaciones para
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137
conocer la carga epigenetica de los trastornos mentales, y registro de datos en cuanto a la
demencia.
En lo que se refiere al eje ambiental, se centra en la atención integral a los
sobrevivientes por desastres naturales, mitigando así los daños en la salud mental, recuperar
espacios y áreas verdes, educación vial y manejo del enojo; aplicación estricta de reglamentos
sobre contaminación y vehicular; fomento de convivencia saludable, con el fin de mitigar los
hacinamientos, Formulación e implementación de políticas y planes orientados a garantizar
el acceso a agua apta para consumo humano, implementar espacios recreativos,
investigaciones orientadas a la contaminación sónica.
Por otro lado las acciones que responden al eje social-cultural y económico, se basan
en la formulación e implementación de políticas y acciones de dirigidas a las personas en
riesgo suicida con instancias de coordinación y articulación de actores sociales, participación
de manera articulada con los actores sociales responsables de atender la violencia, los
accidentes de tránsito, la pobreza, la violencia intrafamiliar, consumo de drogas, mediante el
aporte de estrategias de intervención en el campo de la salud mental, incluir en todos los
niveles de educación temáticas sobre la salud mental, promover estilos de vida saludables.
En cuanto al eje de Sistemas y Servicios de Salud, se centra en generar acciones que
respondan a armonización de la provisión de redes y servicios de salud mental centrados en
la comunidad, así como acciones intersectoriales e interinstitucionales de los actores sociales
responsables de la producción social en salud mental, deben planificar de manera articulada,
con enfoque comunitario, para atender de manera integral, oportuna, eficiente y eficaz , las
necesidades de la población en materia de salud mental.
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138
Por último en el eje de fortalecimiento institucional se basa en la reforma a la ley
orgánica del ministerio de salud N° 5412, de 8 de noviembre de 1973, reforma y adición a la
ley general de salud N° 5395 del 30 de octubre de 1973. Reforma del inciso c) del artículo 8
de la Ley 8718 para que del 3,10 que se destina a Salud, un 12 % sea para salud mental,
creación de la Secretaría Técnica de Salud Mental y conformación del Consejo Nacional de
Salud Mental.
Como se puede observar, la mirada que la la política nacional en salud mental
pretende darle al fenómeno toma en cuenta los diferentes niveles, y abarca diversos
componentes de atención, sin embargo en la realidad el cumplimiento de la misma no está
pudiendo trascender una atención paliativa, esto en primera instancia porque no se cuenta
con el presupuesto necesario para la realización de las metas de esta política.
La política actual de Salud Mental establece como prioridad la atención de tipo
descentralizado, que garantiza un acceso a este derecho mediante la promoción y el
fortalecimiento de la misma con un enfoque comunitario, con el fin de disminuir los
trastornos mentales, lo anterior a nivel de política. Sin embargo, esta realidad como se ha
comentado en múltiples ocasiones está dirigida a responsabilizar a nivel individual y a la
sociedad civil de los fenómenos que surgen en el área de la salud mental, y no a realizar un
verdadero abordaje y fortalecimiento de las redes comunitarias para velar por el correcto
desarrollo de la salud mental de las personas. Lo anterior porque no se cuenta con el
presupuesto, el recurso humano necesario, y principalmente porque las acciones no estas
enfocadas en cambios sistémicos, que como se ha comentado en múltiples ocasiones es donde
radica el origen del deterioro de la salud mental, esto provoca que los cambios no sean de
carácter radical y que por tanto no son permanentes en el tiempo.
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139
En Costa Rica existe una red de servicios de salud conformada por el primer, segundo
y tercer nivel de atención. La atención primaria se brinda en el primer nivel que cuenta con
una atención incipiente en salud mental, ya que no hay un programa especializado de atención
en la comunidad. Los hospitales psiquiátricos se encuentran concentrados en el área
metropolitana lo cual dificulta en gran medida el acceso a los servicios por parte de la
población que no reside o tiene acceso a esta zona geográfica. Existe una situación similar
con los dispositivos residenciales comunitarios. El mayor número de pacientes se atiende en
los establecimientos ambulatorios siendo el lugar con más carencias de recursos para la
atención integral de calidad. (Informe sobre Salud Mental en Costa Rica: p. 7)
Los hospitales psiquiátricos concentran los recursos de toda índole en mayor cuantía
que los otros niveles, aunque en estos recae la mayor carga de la atención. Además existen
muchas asociaciones conformadas por la misma sociedad civil y por organizaciones no
gubernamentales, pero muchas no están reguladas por el Estado, por lo tanto la interacción
entre estas instituciones y los servicios de salud de la CCSS son limitados y no cuantificados,
desaprovechándose espacios para la formación de redes interinstitucionales que fortalezcan
el abordaje de la salud mental.
De igual manera, a pesar de que la política nacional hace énfasis en una atención de
tipo integral en temas de salud mental, en la realidad no hay trascendencia a la población en
cuanto a información o capacitación, ya que: “Si bien el sistema de salud Costarricense ha
tenido un amplio desarrollo en la atención primaria de salud, esto no ha ocurrido en salud
mental, limitándose a capacitaciones aisladas a médicos generales sobre algunos
síndromes” (Informe sobre Salud Mental en Costa Rica: p. 28)
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140
En cuanto al nivel institucional, en Costa Rica, el tema de Salud Mental compete a
diversas instituciones, sin embargo la que más injerencia tiene en el tema a nivel nacional es
la Caja Costarricense de Seguro Social, la cual se encarga de trabajar desde sus diversos
centros hospitalarios la salud mental. Sin embargo en el país, el Hospital Nacional
Psiquiátrico “Manuel Antonio Chapuí” se encuentra especializado en este ámbito, por lo que
se analizará su plan estratégico de intervención para el período 2008-2012, ya que este
proporciona datos sobre el método de trabajo planteado para un cambio hacia el 2025, por lo
que sigue una línea de trabajo propuesta hasta este año, siendo imposible acceder a la
información del 2012 en adelante en cuanto a planificación.
En primera instancia es importante mencionar que este documento no responde a una
política en específico, sino que está basado en el documento llamado “Una CCSS renovada
hacia el 2025” en el que se ofrece soporte, dirección institucional y Plan de Acción de la
gerencia médica en la planificación táctica y operativa en la Caja Costarricense de Seguro
Social.
Su objetivo general es: Reestructurar el Plan Estratégico del Hospital Nacional
Psiquiátrico 2008-2012, con una visión sistémica e innovadora hacia el 2025.
Mientras que sus objetivos específicos son:
1. Actualizar el diagnóstico situacional del Hospital Nacional
Psiquiátrico, para determinar su realidad y la percepción de sus colaboradores con
respecto a esta.
2. Formular el Cuadro de Mando Local por medio de procesos
participativos e integrales, que fomente una gestión sistémica e innovadora.
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141
3. Desarrollar el Plan de acción como herramienta de seguimiento y
control en el cumplimiento de objetivos y metas establecidas.
4. Divulgar el Plan Estratégico 2008-2012 en todo el Hospital para
generar compromiso e identificación con el logro de objetivos. (Plan Estratégico
2008-2012: p. 6)
La metodología de implementación está basada en tres etapas: la primera que consiste
en sesiones informativas con las y los colaboradores del nivel operativo de los servicios para
divulgar la información, la segunda pretende que las jefaturas y subjefaturas de las tres áreas
principales (Servicios médicos, Subdirección Médica y Dirección Financiera) efectúen un
análisis FODA de cada área y recopilen información con sus colaboradores y la tercera etapa,
en la cual se integra un equipo multidisciplinario que revisan, ajustan y validan las propuestas
del Plan de acción.
El Plan estratégico del Hospital Nacional Psiquiátrico tiene como base la siguiente
visión y misión:
Visión: Seremos una institución líder en la prestación de Servicios
Integrales de salud, investigación y formación especializada en Salud Mental y
Psiquiatría
Misión: En el Hospital Nacional Psiquiátrico brindamos servicios de
salud integral con énfasis en Salud Mental y Psiquiatría a las personas con
enfermedad mental, sus familias y la comunidad, basados en derechos humanos,
la investigación, la formación, y el desarrollo de una cultura organizacional
saludable. (Plan Estratégico 2008-2012: p. 24)
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142
Y está basado en principios filosóficos de universalidad, solidaridad, unidad,
igualdad, obligatoriedad, equidad y subsidiariedad. A nivel de valores estratégicos, la
institución propuso: dignidad, responsabilidad, honestidad, lealtad, transparencia,
compromiso, excelencia, integridad, respeto y empatía.
En cuanto a las políticas a las que responde este plan se encuentra, como ya se
mencionó anteriormente, en el documento “Una Caja Renovada hacia el 2025” el cual tiene
como objetivo ser: “un eslabón más en la cadena de esfuerzos por dotar a la Institución de
un sistema integral de planificación, planeación y programación, en el que participan todas
las unidades de la Caja y al que las Gerencias, la Presidencia Ejecutiva y la Junta Directiva
le están dando apoyo efectivo.” (CCSS, Plan Operativo Institucional 2008 Renovado)
De igual manera, el Hospital Nacional Psiquiátrico, se basa en dos políticas internas
a largo plazo: el modelo integral de Rehabilitación Psicosocial, para prevenir la cronificación
y disminuir las estancias prolongadas y los reingresos y el fortalecimiento de la
desinstitucionalización como resultado del proceso integral en Salud Mental y Psiquiatría.
Por otro lado, dentro de la planificación se establecieron temas de prioridad para la
ejecución del plan, algunos de los cuales son:
Fortalecimiento de la atención en psiquiatría y Salud Mental
Liderazgo
Comunicación asertiva
Gestión gerencial
Inopia de Recurso Humano
Infraestructura depreciada
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Equipo insuficiente
Rezago tecnológico
Capacitación
Planificación
Investigación
Docencia
Fortalecimiento del clima organizacional.
Los ejes que orientan la planificación estratégica de este centro hospitalario son:
a. Prestación de Servicios Integrales en Salud Mental y Psiquiatría
b. Rehabilitación Psicosocial- desinstitucionalización
c. Gerencia y gestión
d. Investigación
e. Cultura organizacional
f. Formación
Si bien es cierto en el país existe una política de Salud Mental establecida desde el
2006 y de la cual se deriva un Plan Nacional de Salud Mental, en la realidad los planes
institucionales no están respondiendo a esta política, como se pudo observar en el caso del
plan estratégico del Hospital Nacional Psiquiátrico, el cual está formulado con base a un
documento estratégico de la CCSS, siendo este enfocado en mejoras institucionales, sin
embargo no aporta nada para el tema específico de Salud Mental, dejando un gran vacío en
cuanto a la intervención y el abordaje en esta temática.
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Aunado a ello, este plan estratégico establece capacitaciones, información y
delegación de funciones de acuerdo al proceso, sin embargo no se establece quién o quiénes
son los encargados de dar las formaciones o de socializar la información, sino que están
nombrados los jefes de departamentos como encargados de capacitar a los colaboradores y
colaborados, omitiendo a las personas encargadas de empezar el proceso de aprendizaje a
jefes y subjefes, lo mismo sucede con el resto de objetivos planteados.
Por otra parte, el plan estratégico no toma en cuenta mejoras en cuanto a la prestación
de servicios o al abordaje de las diferentes enfermedades mentales o en cuanto a la
prevención, lo cual apenas es nombrada y no se explica bien cómo se va a brindar esta y se
enfoca mucho en cuanto a mejoras a la organización e información de departamentos y
estructuras, lo cual es positivo, sin embargo es importante que se complemente con aspectos
que mejoran la propia intervención desde la realidad de las carencias que tiene la salud mental
en Costa Rica, lo cual lleva a otro aspecto importante, el cual consiste en que no se explica
en todo el documento la realidad y las carencias a fortalecer en salud mental, esto es
importante porque a nivel nacional no hay índices que establezcan que el país se encuentra
fortalecido en esta área, sino que más bien hay indicadores que sugieren un descuido en salud
mental a nivel nacional.
El Plan Estratégico tiene una misión y visión que lo guían, las cuales estén enfocadas
en el mejoramiento en cuanto a intervención en enfermedades mentales, así como la
colocación de la persona como fundamental dentro del proceso de planificación, sin embargo
a la hora de leer propiamente el plan, se desliga completamente de esta vsion y misión y se
enfoca en aspectos técnicos más que todo.
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Finalmente es importante mencionar que tanto la política nacional como los planes
institucionales a nivel estatal están dejando de lado el aspecto de prevención de enfermedades
mentales, lo cual es preocupante debido al incremento de las mismas y el deterioro de los
índices de salud a nivel nacional por el aspecto mental. La atención en los servicios de salud
es principalmente farmacológica e intramuros. Los recursos humanos capacitados o
especializados son insuficientes para brindar una atención preventiva, oportuna y de calidad.
4.3. Suicidio en Costa Rica
Actualmente, Costa Rica tiene la segunda tasa más alta de suicidio en Centroamérica,
según Mario Saénz (2011), La tendencia de este en números absolutos a lo largo de la década
(2000-2009) evidencia que a partir del año 2003 los suicidios superaron los 300 anuales,
manteniéndose en promedio en esa cifra. (p. 40)
Según este mismo autor los intervalos de 20 a 29 años y 30 a 39 años ocupan los
principales porcentajes; en este sentido es importante destacar que el período de la
adolescencia no predomina entre los grupos de edad, pues existe una creencia de que el
suicidio es una conducta típica de esta etapa del ciclo vital, estereotipada como
“problemática” desde visiones adulto céntricas. Por el contrario es la edad considerada como
“productiva” en la que prevalece la mayor tasa de suicidio, tomando en cuenta que, en
promedio es a estas edades en que las personas se insertan en el ámbito laboral, por ende las
presiones y el contexto que el mundo del trabajo le presenta al individuo es un aspecto
fundamental a analizar dentro de la realidad que ofrece estas cifras.
Ahora bien, según este mismo autor entre las principales razones para optar por el
suicidio se encuentra: problemas laborales, conyugales, depresión y financieros,
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conduciéndose a los y las costarricenses en edades adultas alrededor de los 39 años, cuando
es la edad que registra mayor cantidad de suicidios.
En el informe subregional de suicidio (Centroamérica y el Caribe) 1988-2008,
elaborado por la Organización Panamericana de la Salud, Costa Rica registra un incremento
de las tasas de suicidios para ambos sexos, pasando en términos absolutos de 4.93 suicidios
1988 a 7.14 suicidios por 100.000 mil habitantes en 2008.
Los datos desagregados por género evidencian que las tasas de suicidio aumentan en
ambos sexos, sin embargo los hombres pasaron de una tasa de 8.40 (1988) a 12.36 suicidios
x 100.000 habitantes (2008) y las mujeres de 1.33 en 1988 a 1.74 suicidios en 2008 x 100.000
habitantes. (p. 8)
.Ahora bien, a pesar de que el país cuenta con tasas alarmantes en el tema de suicidio,
y que es el segundo país en Centroamérica con el índice de suicidio más alto, no cuenta con
políticas sociales que aborde exclusivamente este fenómeno, y no es hasta el año 2012 que
se logra establecer una política de salud mental, en donde se contempla dentro de sus
lineamientos las acciones que deben establecerse para intervenir en la temática.
Uno de los primeros lineamientos que desarrolla esta política entorno al suicidio es
“Solicitar tasa de mortalidad por suicidios por sexo y grupos de edad, provincia, cantón y
distrito” (Ministerio de Salud, 2012: p: 130). Se establece que los responsables de hacer estos
reportes son todos los establecimientos públicos y privados que atiendan un intento de
suicidio o un suicidio consumado, esto por medio de una ficha de reporte que se entrega al
Ministerio de Salud.
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Como se puede observar en el Anexo número 1 (Boleta de notificación individual de
vigilancia epidemiológica)esta acción es de índole epidemiológica, se basa únicamente en el
registro individual de los casos, lo cual se hace por medio de una ficha meramente
descriptiva, en la cual no se establecen parámetros que sirvan para el análisis cualitativo del
fenómeno, lo que impide que estos registros muestren el comportamiento del suicidio en el
país, y a partir de esto se puedan establecer acciones que atiendan de manera holística y
radical el problema, tomando en cuenta los factores individuales, sociales y económicos que
influyen el fenómeno del suicidio.
La ficha de vigilancia que se utiliza para reportar el suicidio o intentos de
autoeliminación al Ministerio de Salud, es la misma que es usada para el reporte de cualquier
enfermedad de notificación obligatoria, por lo que la información con la que cuenta las
respectivas autoridades para llevar estos controles estadísticos, no trasciende el dato
cuantificativo. Aunado a ello se retoma la visión del fenómeno desde lo patológico, ya que
se reporta el suceso de igual manera que se haría con cualquier otra enfermedad.
Ahora bien, la última acción que menciona esta política en torno al suicidio es la de
“Formulación e implementación de políticas y acciones de salud mental dirigidas a las
personas en riesgo suicida con instancias de coordinación y articulación de actores sociales.
Desarrollo y ejecución de un programa nacional multisectorial para la atención integral de
las personas en riesgo suicida” (Ministerio de Salud, 2012: p: 62)
Estas acciones se establecerán en tres clases de estrategias, la primera de ella es la
prevención “universal” que según un publicado del Ministerio de Salud el 19 de noviembre
del 2014, en torno al día mundial de la prevención del suicidio, este lineamiento busca “llegar
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a toda una población, pueden procurar aumentar el acceso a la atención de salud, promover
la salud mental, reducir el consumo nocivo de alcohol, limitar el acceso a los medios
utilizables para suicidarse o promover una información responsable por parte de los medios
de difusión.” (p:25). Primeramente es importante recalcar que esta acción no establece
lineamientos reales, porque como se pudo constatar en el apartado anterior el presupuesto
total de salud mental es muy reducido, y casi su totalidad se destina a la atención paliativa y
hospitalaria de las enfermedades mentales, por lo que pretender la atención universal de todas
las personas en riesgo suicida pareciera irreal, cuando la única manera en que se está
abordando la temática es a través de que el paciente sea llevado a la atención médica por
intento o ideación suicida.
Asimismo, se puede visualizar que esta política se apoya en los lineamientos que
establece la OMS en su Plan de acción sobre salud mental 2013- 2020, el cual se enfoca en
reducir el acceso a los medios para suicidarse, sin embargo como se discutía en apartados
anteriores, estas medidas son paliativas y realmente no atiende la prevención y promoción
del fenómeno, sino que es únicamente una acción inmediata que no va a prevenir que una
persona se suicide, ya que si alguien tiene la idea latente buscará la manera de llevar acabo
su intención.
Como segunda estrategia se lleva a cabo las estrategias de prevención selectivas, las
cuales establecen las siguientes acciones “se dirigen a grupos vulnerables, como los de
quienes han padecido traumas o abuso, los afectados por conflictos o desastres, los
refugiados y migrantes y los familiares de suicidas, mediante “guardianes” adiestrados que
ayudan a las personas vulnerables y mediante servicios de ayuda como los prestados por
líneas telefónicas” (Ministerio de Salud, 2014, sp)
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La tercera estrategia se enfoca en las prevenciones indicadas “las cuales se dirigen
a personas vulnerables específicas mediante el apoyo de la comunidad, el seguimiento a
quienes salen de los establecimientos de salud, la capacitación del personal de salud y una
mejor identificación y manejo de los trastornos mentales y por uso de sustancias.”
(Ministerio de Salud, 2014, sp)
Es muy importante mirar críticamente estas estrategias y contrarrestarlas con lo que
verdaderamente se está llevando a la realidad, en una entrevista personal con la dra Nuria
Shedden, psiquiatra del Hospital Nacional Psiquiátrico, explicaba que desde el hospital las
acciones que se llevan a cabo son de índole patológico, es decir se identifica cuáles fueron
los factores que influyeron en la decisión de intentar suicidarse, se le recetan medicamentos
farmacologicos y se atiende terapéuticamente a la persona dependiendo del riesgo que
presente. Así mismo ella explicaba que a nivel comunitario lo que se trabaja son talleres sobre
suicido, en las escuelas de riesgo social, sin embargo estas acciones son esporádicas, y
focalizadas, y no se enfocan en generar redes de apoyo que ayuden a contener, e identificar
a las personas que presentan ideas suicidas. Asimismo, no se trabaja en los factores de riesgo,
sino únicamente en trabajar con las personas de manera individual, si el sistema sigue
generando contradicciones y tensiones, el fenómeno seguirá reproduciéndose.
Por otra parte, en la discusión que se llevaba a cabo en el II Foro Nacional sobre
suicidio, que se desarrolló en las instalaciones de la Universidad Autónoma de
Centroamérica, en San Ramón, los días 22 y 23 de setiembre del 2016, el doctor Mauricio
Campos Campos, psiquiatra del Hospital Nacional Psiquiátrico en su ponencia “Detección
del Riesgo Suicida” comentaba que a nivel hospitalario cuando una persona ingresa con
ideación o intento suicida, el médico valora el riesgo que el paciente presenta, y queda a
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criterio profesional, cuales son las acciones a tomar, porque no existe un protocolo que
indique como debe ser esta intervención. El mayor problema con esto, comentaba Campos,
es que muchos de estos médicos no se encuentran sensibilizados en la temática, y muchas
veces no le prestan la atención requerida al caso, enviando al paciente a sus hogares cuando
no poseen redes de apoyo, o tienen riesgo alto.
De igual manera, se torna importante analizar que a nivel tanto comunitario como del
apoyo de las redes familiares, existen ciertas limitantes que hacen que las personas que se
encuentran a cargo del cuido de un individuo que presenta riesgo suicidio, no puedan abordar
la situación de la mejor manera. Lo anterior principalmente porque en muchas ocasiones
existen limitantes económicas que conllevan a que la familia no pueda darle a la persona el
tratamiento adecuado. Aunado a esto las instituciones que se dedican a abordar la temática,
no realizan campañas de sensibilización sobre el suicidio, sino que por lo general se tiene la
percepción que éste debe ser un tema que no se discute porque puede generar ideaciones, o
repercutir a nivel psicológico, esto ha generado que la mayoría de personas no tengan
conocimiento de cómo afrontar el fenómeno, por lo que estas condiciones provocan un
debilitamiento en las redes de apoyo con que pueden contar una persona que se enfrenta a un
intento de autoeliminación.
Es claro, que actualmente no existen parámetros claros en torno al debido accionar en
la temática del suicidio, hay escasez de recursos, los y las profesionales que atienden este
fenómeno la mayoría de veces no se encuentran capacitados para hacerlo, y las acciones que
se establecen a nivel comunitario no están siendo suficientes para prevenir de forma oportuna
el suicidio, en su gran mayoría por la falta de recursos con que cuentan. Aunado a ello la
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atención que se da es de índole paliativa y patológica centrada en los fármacos, y no en un
abordaje que permita tratar el fenómeno desde sus bases.
Es importante entender que la atención que se le da a este fenómeno y la propia
categoría de salud mental está impregnada por el sistema en el cual se origina, para ello es
fundamental analizar que el capitalismo no solo crea recortes, focalización y privatización en
este nivel, sino que la relación entre el capitalismo y la salud mental evoca a un sistema el
cual está permeado de contradicciones económicas y sociales, que se sustentan en una
“cultura” construida para legitimar la acumulación desmedida de un pequeño grupo de la
sociedad, el cual produce crisis económica pobreza y precariedad; condiciones que van a
traer un claro deterioro en la salud mental de las personas. Por ende la solución no es cuestión
únicamente de la implementación de una política en salud mental o suicidio, sino que se trata
de un fenómeno que debe de tratarse desde la base, sobre esto Maestro et al (2016)
mencionan:
En un contexto social en el que la respuesta política brilla por su ausencia, se nos
propone como modelo a seguir la figura del emprendedor, el «hombre hecho a sí
mismo», la representación legítima del éxito en nuestra época. De igual manera,
el sistema nos ofrece su particular solución para facilitar la pesada digestión de
nuestros fracasos y frustraciones: la interiorización individual del desempleo, la
precariedad o la frenética flexibilidad laboral generan niveles de estrés y
sufrimiento que son tratados como trastornos mentales a base de ansiolíticos y
otros psicofármacos, para consuelo de los grandes laboratorios. (p:65)
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Ahora bien, más que una propia política que atienda el fenomeno, es importante
entender que bajo este sistema productivo existen mediaciones que van a generar la
incidencia del contexto en el ámbito mental de una persona, por ejemplo la clase desempeña
un papel trascendental, esta dictamina quien puede acceder a mejores sistemas de atención y
quien no. Por tanto pensar en una política solidaria, en un sistema productivo que no es
solidario se convierte en eufemismo.
Aunado a esto, se le suma una industria farmacéutica que ofrece felicidad en forma
de pastillas, la medicación a nivel de salud mental no es más que un negocio que beneficia al
capital, además de fortalecer la idea del individualismo, ya que las personas atienden su
frustración de manera individual, la medicación ofrece la solución al individuo, no a la
sociedad, lo que viene a generar una ruptura de los lazos comunitarios, y las redes en donde
las personas pueden crear procesos solidarios para enfrentar estos fenómenos.
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Capítulo IV: Estrategia
metodológica de la investigación
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Estrategia metodológica
“Caminante no hay camino, se hace camino al andar”
Antonio Machado
En el presente apartado se desarrolla la metodología a partir de la cual se fundamentó
y desarrolló el acercamiento de las investigadoras a la realidad vivenciada y construida por
las personas que han realizado intentos de autoeliminación, esto a partir de una concepción
de las mismas como sujetas activas de esta investigación.
A continuación se exponen los postulados ontológicas, epistemológicas y
metodológicas que guiaron la investigación, esto debido a que son el punto medular sobre
los cuales se analizó y comprendió, lo anterior a partir de la urgencia de comprender la
complejidad de lo social, económico, político y cultural de la realidad en el cual se produce
el fenómeno del suicidio.
Premisa ontológica
El objeto de estudio analizado en esta investigación se encuentra inmerso en una
totalidad dialéctica, por tanto el acercamiento y la comprensión del mismo requiere partir de
un posicionamiento ontológico que permita vislumbrar la relación de las partes con el todo,
y del todo con las partes, comprendiendo el fenómeno no como una parcela de la realidad,
sino en su interacción socio histórica. Logrando así entender las contradicciones del
entramado social en el cual se desarrolla los sujetos, que son participes de este estudio, y que
capturan en su esencia el objeto de esta investigación.
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Primeramente, es preciso contar con un marco ontológico que permita desarrollar un
análisis de los fenómenos sociales, en un intento por trascender y deconstruir la concepción
inmediata que se tiene al abordar el suicido como una “problemática” desligándola de esta
forma de su carácter social y dándole una naturaleza individual, psicologizante y patológica
que no permite analizar el fenómeno desde una visión de la totalidad que permita darle una
mirada crítica al suicidio. El cual, es producto de las contradicciones económicas, sociales y
culturales de la realidad en el cual se inserta. Por ende desde esta investigación se parte de
una ruptura con la visión clásica del fenómeno, intentando trascender la inmediatez y
colocándolo desde las tensiones y contradicciones generadas por el sistema capitalista en el
cual se encuentra inmerso este fenómeno.
La realidad social en la cual se suscita el suicidio debe de ser analizada desde una
visión crítica, que impida la naturalización del fenómeno, y la reducción del mismo a
intervenciones aisladas que parten de una problematización del mismo, culpabilizando a la
persona de forma individual de su condición, y generando con ello procesos de
discriminación, aislamiento y culpabilización.
Por tanto, desde esta perspectiva ontológica se concibe al suicidio como una
manifestación de la cuestión social, es decir las exigencias y las presiones que ejerce la
violencia estructural sobre el ser humano y en este caso concreto, la enajenación de la persona
dentro del mundo del trabajo, genera que se den la génesis de fenómenos como el suicido
que parecen ser la expresión de una forma de protesta que idea el ser humano ante los
procesos de explotación y opresión.
De esta forma, se parte de la concepción de una persona socio histórico que se produce
y reproduce, a partir de los procesos dialécticos, y divergentes que la realidad le demanda, es
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de esta forma como las personas son agentes activos y generadores de transformaciones
cotidianas, por cuanto, esta perspectiva busca hacer un quiebre con el posicionamiento
tradicional, desde el cual se aborda a la persona que ha consumado intentos de
autoeliminación como un ser pasivo, individual, patologizado e inadaptado al sistema social,
generando así procesos de victimización y exceptuando de culpas a las contradicciones del
sistema capitalista.
Por último, es importante tomar en cuenta que como parte de este posicionamiento
ontológico, la categoría del trabajo toma una especial relevancia, ya que el mismo deja de
ser entendido solo como un medio de reproducción de la vida y empieza a colocarse como
un generador de subjetividades y de procesos de configuración del ser, es decir mientras las
personas trabajan, no sólo crean objetos, sino que en este proceso se transforman ellas
mismas, es por cuanto que las exigencias que se dan desde el mundo del trabajo, van a tener
una influencia directa sobre la subjetivización de la persona, es por ello que el trabajo que es
la base material es fundamental para comprender los procesos de construcción de la
subjetividad.
Premisa epistemológica
Las premisas epistemológicas desde las cuales se abordó esta investigación, y
específicamente el fenómeno del suicidio, partieron desde dos vertientes la hermenéutica y
el materialismo histórico, esto debido a que estas permiten comprender de manera dialéctica
como las exigencias del mundo del trabajo pueden conllevar a que las personas recurran a
medios como el suicidio, esto como forma de liberarse de las presiones de la sociedad.
Asimismo permiten analizar la realidad social, económica, política y cultural en la cual se
desarrolla los sujetos participes de esta investigación.
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Es de esta forma como la hermenéutica permitió acercarse y conocer por medio de la
interpretación, la visión de las personas que han intentado suicidarse, y el materialismo
histórico generó un marco de comprensión y análisis de esta realidad, que concede dar una
visión distinta desde la que tradicionalmente se ha mirado el fenómeno del suicidio, teniendo
claro que el marxismo parte de la praxis y que esta la hace las personas.
Como se mencionó anteriormente, la elección de la premisa epistemológica de la
hermenéutica se hizo debido a que esta permite el acercamiento a la esencia del objeto de
estudio, esto partiendo de la interpretación del significado que las personas le atribuyen a su
realidad inmediata, a partir la manifestación de sus creencias, sentimientos y valores, por
tanto para efectos de este estudio se va a entender la hermenéutica desde una visión
materialista, la cual es definida por Gerardo Mora Burgos (1999) como:
La hermenéutica materialista es una ciencia empírica del texto: ella brinda
información sobre las condiciones materiales y sociales de la estructuración
histórica de los textos lingüísticos por medio de un sistema metódico propio, en
la medida en que dichas condiciones eran necesarias y suficiente para justificar
esta y no otra forma lingüística (p:10)
Por tanto para Mora (1999) la hermenéutica materialista se diferencia de la filosófica
en el tanto esta primera intenta interpretar los textos, las relaciones sociales, y las expresiones
orales como producto de la conciencia socialmente necesaria, es decir no genera una
subordinación de la sociedad como concepto abstracto como si lo hace la hermenéutica
filosófica si no que:
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La hermenéutica parte de las condiciones socioeconómicas y llega hasta
la biografía del autor; la investigación de la psicología de la personalidad y de la
estructura de la conciencia individual como estructuras paralelamente
interrelacionadas con la superestructura social a la que corresponden las
estructuras personales particulares sobre la base del trabajo individual (abstracto
o concreto), le ofrece una importante ayuda esclarecedora a la hermenéutica.
(p.10)
Es bajo estas bases teóricas que aporta a hermenéutica materialista que se construye
la relación sujeto- objeto de esta investigación, esto debido a que se pretende realizar una
interpretación tanto de las expresiones orales, como de las relaciones sociales, expedientes
médicos, sentimientos y valores que exterioriza las personas que llevaron a cabo acciones de
intento de autoeliminación. Estas interpretaciones no pretenden extraer el análisis del
contexto cultural e ideológico, en el cual las personas vivencian su realidad, si no que se
desea realizar una interpretación dialéctica en la que se visualice los discursos de estas
personas como parte de una superestructura que es creada a partir de un sistema de
producción, lo que influye directamente en la visión de mundo y en la interpretación que cada
persona le atribuya a su realidad.
Los informantes de la historia se relacionan de manera particular consigo
mismos como con los productores de la historia. De manera específica, es decir:
con relación a la ontología del ser social es que ellos se relacionan consigo
mismos como productores que no sólo han llegado a ser sujetos sino también
objetos de la producción; de manera específica, es decir: con relación a la lógica
del conocimiento es que los hombres se relacionan como productores de la
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historia, como productores cuyas categorías lógicas sólo pueden ser entendidas
como formas de ser, como determinaciones de la existencia en una determinada
etapa de la producción social. (p.11)
Ahora bien, con el fin de poder comprender el suicidio dentro de las relaciones que el
individuo establece con su contexto socio histórico, económico, político y cultural, se analizó
la información recolectada a partir del materialismo histórico, esto debido a que esta
perspectiva parte del análisis de la totalidad del entramado social, a partir del cuestionamiento
del orden social impuesto.
Es por tanto que desde esta premisa epistemológica se puede realizar una ruptura
teórica respecto a la concepción que tradicionalmente se le ha impuesto al fenómeno del
suicidio, construyendo de esta manera un ser humano emancipado, desde donde el eje central
de análisis sea el conflicto y las contradicción de clases, que se va a expresar en el mundo
del trabajo y va a generar condiciones de explotación y opresión de la esencia humana,
violencia estructural que se va a reflejar en fenómenos como el suicidio.
De igual manera el materialismo histórico, permite el acercamiento a la situación
social y política de un individuo o individua, esto partiendo de una realidad históricamente
determinada y que configura la estructura social en la que se encuentran inmersas las
personas, este contexto influye en la manifestación de sus creencias, sentimientos y valores,
de esta forma, esta ideología otorga postulados necesarios para la investigación, ya que, como
menciona Martha Harnecker (1976) propone:
[…] son los hombres los que hacen la historia, pero la hacen en
condiciones bien determinadas. Y por ello el investigador analizará, en primer
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término, esas condiciones de existencia, especialmente las materiales: la forma
en que los hombres producen los bienes materiales y las relaciones sociales en
que realizan esta actividad productiva. (p. 220)
Es bajo estas bases que el materialismo histórico parte de la premisa de que el modo
de producción tiene un papel central en el estudio de los fenómenos sociales. El suicidio,
analizado desde esta corriente de pensamiento, tiene una relación dialéctica con la manera en
que la sociedad se configura en torno al mundo del trabajo. Por tanto, la realidad social está
guiada y determinada por las condiciones concretas materiales y económicas.
De esta forma, el conocimiento que surgió de esta investigación, se basó en las
relaciones que se establecen entre el ser humano histórico y su entorno, teniendo en cuenta
que este último va a generar lo ontológico, a partir de las condiciones materiales de vida,
espacios de reproducción de la fuerza de trabajo y el proceso de producción; partiendo desde
lo más particular hasta lo más general, teniendo como principal premisa de la realidad
material, la dialéctica, entendida esta como la que “se dirige primordialmente hacia los
procesos de producción y reproducción de la vida humana, siendo que las representaciones
que surgen en la mente humana son reflejos de lo real captados como representaciones de la
conciencia” (Pontes, R.; 1995:03).
El marxismo en esta investigación aspira a descubrir causas materiales y a establecer
el carácter dialéctico de la historia y su relación con la cuestión social. Por tanto, el suicidio
como fenómeno es analizado a partir de estas relaciones concebidas desde una sociedad
capitalista, en donde impera un orden económico alienante y opresor.
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Desde esta concepción, una de las premisas fundamentales es la transformación de la
realidad a partir de un análisis crítico, que permita hacer ruptura con concepciones y
relaciones opresoras y desiguales, por tanto esta investigación pretende poder ofrecer una
mirada distinta de como concebir el suicidio, dejando de lado las visiones de enfermedad
mental, problemas individuales y culpas al individuo, para posicionar el fenómeno desde una
perspectiva dialéctica que permita desculpabilizar a las personas que han cometido intentos
de autoeliminación. En donde se perciba el suicidio como una expresión de la violencia del
sistema.
Enfoques de la investigación.
En cuanto al enfoque que se utilizó en esta investigación con el fin de poder analizar
el suicidio como un fenómeno producto de la cuestión social y más específicamente de las
exigencias impuestas en el ser humano a través del mundo de trabajo, se tomó el enfoque
cualitativo como premisa fundamental que guio este proceso investigativo. La elección de
este enfoque, se hace debido a que el mismo permite realizar un análisis de la naturaleza del
fenómeno de manera amplia, a partir de la apreciación de las subjetividades de las personas,
pudiendo vislumbrar las particularidades que forman parte de la totalidad y que la configuran
a partir de la complejidad. Sobre esto Martínez (2006) señala “la investigación cualitativa
trata de identificar la naturaleza profunda de las realidades, su estructura dinámica, aquella
que da razón plena de su comportamiento y manifestaciones” (p. 128)
De esta manera, el enfoque cualitativo permite extraer un fenómeno de la realidad
para analizar sus partes a partir de las vivencias de las propias personas, en un ir y venir, en
donde se conecte las partes con el todo, y el todo con las partes, dando paso así a que el
suicidio se estudie desde sus particularidades relacionadas e integradas con una realidad
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macroestructural que le imprime características y lo configuran como un fenómeno que no
puede ser aislado, tal como o menciona Martínez (2006):
No se trata, por consiguiente, del estudio de cualidades separadas o
separables; se trata del estudio de un todo integrado que forma o constituye una
unidad de análisis y que hace que algo sea lo que es: una persona, una entidad
étnica, social, empresarial, un producto determinado, etc.; aunque también se
podría estudiar una cualidad específica, siempre que se tengan en cuenta los
nexos y relaciones que tiene con el todo, los cuales contribuyen a darle su
significación propia. (p.128)
De igual manera es importante tener claro que este enfoque cualitativo es de carácter
interpretativo, esto debido a que lo que se pretende a través de este estudio es que las
investigadores a partir de su posicionamiento teórico, metodológico, ontológico, ético y
político puedan reflexionar sobre el fenómeno del suicidio a partir de las subjetividades y
vivencias de las personas que han intentado suicidarse. Sobre esto Stake (2007) señala
Después de una intensa interacción del investigador [e investigadora] con
las personas, objeto de estudio o no, después de una aproximación constructivista
en la búsqueda del conocimiento, después de considerar la intencionalidad de los
participantes y su subjetividad, por descriptivo que sea el informe, en última
instancia el investigador [e investigadora] termina por dar una visión personal.
(p.46)
Por otra parte, se debe señalar que esta investigación a pesar de ser de carácter
cualitativo, se hizo uso de ciertos rasgos y particularidades propias de la investigación
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cuantitativa, tal y como lo menciona Martínez (2006) “De esta manera, la investigación
cualitativa trata de identificar la naturaleza profunda de las realidades, su estructura dinámica,
aquella que da razón plena de su comportamiento y manifestaciones. De aquí, que lo
cualitativo (que es el todo integrado) no se opone a lo cuantitativo (que es sólo un aspecto),
sino que lo implica e integra, especialmente donde sea importante.” (p.128)
Por ende, se usaron algunas premisas de la investigación cuantitativa, como el
análisis científico de datos estadísticos, y la utilización de magnitudes numéricas para poder
visualizar la dimensión cuantitativa de fenómeno, haciendo uso de la ayuda de herramientas
estadísticas que permitan concretizar el fenómeno en su dimensión numérica.
Técnicas de investigación
Para efectos de esta investigación y respondiendo al enfoque y la visión
metodológica, se hizo uso de la entrevista a profundidad como técnica para la recolección de
información, esto debido a que según Taylor y Bogdan (1990) este es un instrumento que
sigue el modelo de plática entre iguales, “encuentros reiterados cara a cara entre el
investigador y los informantes”.
Sin embargo es trascendental hacer énfasis en que para efectos de esta investigación
la entrevista a profundidad es de especial relevancia porque no sólo se concibe como un
medio para obtener información en torno a las experiencias de intentos de autoeliminación,
sino que es a partir de esta que se logra trascender la realidad y hacer de una plática, un punto
de encuentros, y retroalimentación en torno al suicidio, sobre esto Robles (2011) afirma:
(…) más allá de tratarse de un término que dimensiona el contenido de la entrevista,
la intencionalidad principal de este tipo de técnica, es adentrase en la vida del otro, penetrar
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y detallar en lo trascendente, descifrar y comprender los gustos, los miedos, las
satisfacciones, las angustias, zozobras y alegrías, significativas y relevantes del entrevistado;
consiste en construir paso a paso y minuciosamente la experiencia del otro. (P: 40)
Por tanto partiendo de esa concepción de la entrevista en profundidad, la misma
permitió a las investigadoras una apertura con sensibilización a partir de la información y las
vivencias de las personas trabajadoras con intentos de autoeliminación, lo anterior sin que se
tuviera la inconveniencia de la rigidez de una guía cerrada de preguntas.
Es importante mencionar que esta técnica aportó una exhausta profundización de la
temática, esto debido a que se realizaron dos sesiones de entrevista con las personas, las
cuales estuvieron enfocadas en un primer momento en indagar sobre los factores personales,
familiares y sociales que influenciaron en su experiencia en el intento de autoeliminación,
asimismo en una segunda sesión se trabajó sobre las condicionantes en torno al espacio
laboral, centrándonos en la importancia de entrever como las personas percibieron que el
trabajo influyo en sus vivencias.
A partir de esta técnica se logró realizar las mediaciones entre lo abstracto de la teoría
y lo concreto de la realidad, además de que se pudo hacer una vinculación entre la
macroestructura y los microespacios en los que se desarrollaron las vivencias de las personas
participantes en esta investigación.
Población participante de la investigación
En cuanto a la población participante de esta investigación, como criterios de
selección se determinó que los y las sujetas de investigación deberían de estar anuentes a
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participar, también encontrarse en el rango de edad productiva entre los 20 y 55 años de edad
esto debido a que el mundo del trabajo se tomó como una variable fundamental en el análisis
de esta investigación. Por otro lado, las personas que fueron parte de esta investigación
debieron de haber presentado conductas suicidas o intentos de autoeliminación, esto con el
fin de que se pudiera analizar el fenómeno desde las vivencias de estas personas. Por último
se pretendió que estas personas fueran residentes de la zona de Grecia, ya que este estudio se
centra en este cantón. Para esta investigación no se toman como criterios de selección
relevantes el sexo, la etnia, nacionalidad, ni el credo religioso, esto debido a que no se
consideran parámetros determinantes en este trabajo.
Es importante mencionar que las investigadoras decidieron trabajar con una población
participante de cinco personas que presentan intentos de suicidio , esto debido a que se realizó
una reconstrucción a profundidad de las experiencias ligadas a los intentos de
autoeliminación de estas personas, por lo que se trabajó con una población reducida que
posibilite una investigación minuciosa de cada caso.
Asimismo en esta investigación se realizó una entrevista al señor Domingo Abarca,
presidente de la Asociación de Red Costarricense de Suicidólogos (ARCOS) y a la señora
Nuria Shedden, profesional de psiquiatría que labora en el Hospital Nacional Psiquiátrico y
que posee amplio conocimiento en el abordaje del fenómeno a nivel intrahospitalario. Es
importante mencionar que el objetivo de estas entrevistas fue conocer tanto el
posicionamiento teórico como metodológico del que parten a nivel institucional para atender
este fenómeno, y poder identificar cuáles son los principales factores que se toman en cuenta
en el abordaje de la temática
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Fases y momentos de la investigación
A continuación se describen las fases o momentos que se llevarán a cabo durante la
investigación, con la finalidad de ordenar y explicar el proceso mediante el cual se espera
llevar a cabo el presente Trabajo Final de Graduación.
I Fase. Preparatoria: En esta fase, se ha realizado un acercamiento al entorno del
fenómeno del suicidio, y el mundo del trabajo, tanto teóricamente como concretamente en la
realidad costarricense y mundial, lo cual nace a partir de una necesidad de abordar el
fenómeno desde una perspectiva social, dada la relación de las causas de autoeliminación
con el contexto en que los individuos se desenvuelven, y más específicamente el análisis de
este fenómeno de manera crítica, y ligado a las contradicciones del capitalismo.
De igual manera, se definió aspectos específicos como tema, problema, objetivos,
basados en revisiones bibliográficas del suicidio y el acercamiento teórico y metodológico
con la temática, esto lleva a la elaboración del estado del arte, marco teórico y referencial y
ejes temáticos considerados pertinentes por las investigadoras. De la misma manera, en esta
etapa las investigadoras tuvieron como objetivo elaborar instrumentos de recolección de
información, planeación de actividades, la aprobación y validación de los mismos con el
equipo asesor del proyecto.
En esta etapa se dio todo un proceso de reflexión y discusión en donde las
investigadoras tuvieron que analizar la factibilidad de la temática, y los aportes que este
documento generaría al fenómeno del suicidio y a la academia. Fue un proceso elíptico, y
representó un ir y venir entre los posicionamientos éticos- políticos de las investigadoras, la
teoría y el abordaje de la temática.
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En esta etapa se tuvieron reuniones y discusiones con diferentes profesionales
(trabajadoras sociales, médicos, sociólogos, filósofos y psicólogos) esto con la finalidad de
analizar la viabilidad de la temática y que sus experiencias en el tema guiaran a las
investigadoras.
Fase II. Trabajo de Campo: En esta fase el equipo de investigadoras se acercó a
distintos profesionales que abordan el fenómeno a nivel institucional (psiquiatra y sociólogo)
para conocer sobre la metodología y procedimientos que se manejan respecto a este tema. De
igual manera en esta etapa se realizaron las entrevistas en profundidad a 5 personas
trabajadoras con intentos de autoeliminación que accedieron a participar en la investigación.
Para efectos de esta investigaciones se utilizaron seudónimos, por tanto estas personas e
conocerán como Cara, Ginger, Randall, Pía y Amaya, todos ellos trabajadores del HSFA.
Estas entrevistas se hicieron en dos sesiones individuales, en la primera de ellas se
abordó la vivencia del suicidio desde la perspectiva personal de cada participante, para ello
se contó con un guion de entrevista, que contenía preguntas abiertas. En la segunda sesión se
desarrolló preguntas que permitieran conocer las condiciones laborales y la perspectiva que
tenían estas personas sobre su trabajo en el momento en que tomaron la decisión de intentar
acabar con su vida, esto con el fin de conocer el papel que jugó el mundo del trabajo en este
fenómeno.
En cuanto al acceso al campo, es importante mencionar que le primer contacto que se
dio con las personas participantes se hace a través de un informante clave quien labora para
el HSFA y que mantiene una relación cercana con las investigadoras, esto logró hacer el
proceso mucho más sencillo, ya que al ser una temática tabú las personas por lo general no
se sienten cómodas contando sus experiencias, por esta razón fue que se decidió realizar el
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primer acercamiento a través de esta persona. Posteriormente, se realizó una primera reunión
de carácter informal con cada persona participante de esta investigación, estos encuentros se
realizaron en los lugares que las personas escogieron, esto tomando en cuenta la comodidad
de los participantes, y se realizaron en diferentes fechas en los meses de junio y julio del
2016.
En estas entrevistas las investigadoras se presentaron, y presentaron la temática,
asimismo se les explicó en que iba a consistir su participación, se firmó el consentimiento
informado y por último se agendó una fecha, hora y lugar para la primer sesión de la
entrevista a profundidad.
Como se explicó anteriormente se realizaron dos sesiones con cada persona, en la
primera de ellas se trató de crear un ambiente de confianza, que prevaleciera la imagen de
una charla en la que compartimos café, y no de una entrevista vertical, se empezó por tratar
de conocer mejor a la persona, sus relaciones familiares, y su cotidianeidad, posteriormente
se abordó el tema del intento de suicidio, teniendo especial énfasis en que sucedió a nivel
personal y familiar, antes, durante y después de esta experiencia.
En la segunda sesión se analizó el tema del ámbito laboral, por lo tanto la entrevista
se enfocó en que las personas comentaran como había sido su experiencia laboral, tanto en
el pasado como en la actualidad, tomando en cuenta los horarios laborales, la ocupación, las
relaciones entre jefaturas y compañeros, entre otras. Se prestó especial énfasis a la percepción
que las personas le daban a su espacio laboral, y como ellos y ellas visualizaban la influencia
que su trabajo tuvo en la decisión de intentar quitarse la vida.
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Fase III. Fase analítica: Una vez recolectada la información, el equipo de
investigadoras tuvo como objetivo utilizar las grabaciones, entrevistas, apuntes e información
recolectada durante el trabajo de campo para ordenarla sistemáticamente de acuerdo a los
objetivos planteados. Es importante mencionar acá que en todo el proceso se guardó la
confidencialidad de las personas participantes, para ello se utilizaron seudónimos en el
análisis de la información, velando de esta manera que la integridad de estas personas fuera
primordial.
Posteriormente con la información obtenida, el equipo de investigadoras utilizó la
técnica de análisis de triangulación, y de esta forma con la teoría previamente establecida en
el marco teórico del documento, la realidad encontrada y el propio conocimiento, se
construyeron resultados que responden a las interrogantes de las investigadoras, tanto en el
planteamiento del problema como en los mismos objetivos.
De esta manera, con la información adquirida durante el proceso, se intentó
reconstruir el fenómeno del suicidio, a partir de la información obtenidas en el proceso.
Asimismo en esta etapa se logró establecer la relación que tiene las condiciones laborales
con este fenómeno, al igual que se intentó construir un aporte al fenómeno desde el Trabajo
Social. A partir de este análisis de la información, se realizaron las conclusiones y
recomendaciones de la investigación.
Fase IV. Informativa: Una vez finalizadas las etapas anteriores, se realizó la
socialización de la investigación a las personas participantes con intentos de autoeliminación
que deseen conocer los resultados del documento, el cual expuso los principales hallazgos y
la propuesta de intervención del suicidio desde una perspectiva socio-crítica.
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Parte central de esta etapa fue la defensa pública de este trabajo final de graduación,
el cual se realizó frente al tribunal examinador, y al comité asesor, en donde se les presentó
los principales hallazgos de esta investigación, igualmente la misma se retroalimentó con
algunas observaciones que realizó el tribunal y se validó académicamente.
Finalmente, como investigadoras y responsables del proceso nos comprometimos a
buscar medios para divulgar el conocimiento producido a través de publicaciones en revistas
especializadas y a nivel académico
Operacionalización de variables
La operacionalización de variables, comprende la articulación de las categorías y
subcategorías que representan el eje que orientó y permitió dar respuesta al problema de
investigación. A continuación se detallará dicha operacionalización
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Fuente: Elaboración propia con base en objetivos de investigación y la estrategia metodológica
Objetivos Dimensión Categoría Subcategoría Técnicas
Reconstruir las
vivencias de
personas
trabajadoras con
intentos de
autoeliminación
en la zona de
Occidente
Suicidio Condiciones
individuales y
sociales
-Relaciones personales
-Tipo de Trabajo
-Situación laboral y económica
-Entorno social
- Características personales
-Acceso a bienes y servicios
-Entrevista a profundidad a personas con
intentos de autoeliminación
Explicar la
incidencia del
mundo del
trabajo en el
fenómeno del
suicidio a partir
de la vivencia de
un grupo de
personas con
intentos de
autoeliminación
Factores
derivados de las
exigencias del
mundo del
trabajo
Factores:
Culturales
Políticos
Subjetivos
Económicos
Sociales
-Formación para el trabajo
-Manejo de Tecnologías
-Nuevas formas de organización
productiva
-Habilidades individuales
-Individualización
-Necesidades
-Marginalidad de las condiciones
laborales
-Alienación Laboral
-Entrevista a profundidad a personas con
intentos de autoeliminación
Interpretar el
suicidio en
relación con la
cuestión social a
partir de las
condiciones que
se producen en el
mundo del
trabajo
Suicidio como
resultado de la
Cuestión Social
Cuestión social
Suicidio
-Contradicciones sociales en el
espacio laboral
-Violencia estructural
-Desempleo
-Acceso al trabajo
-Flexibilidad laboral
-Percepción del suicidio
-Redes de apoyo
-Sentido de pertenencia
-Relaciones de poder
-Entrevista en profundidad a personas
con intentos de autoeliminación
- Entrevista con dra Nuria Shedden
-Entrevista con Domingo Abarca
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-Autocontrol
-Resistencia a las fuerzas sociales
-Relaciones Laborales
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Viabilidad
La viabilidad de esta investigación surge en un primer momento a nivel de la
comunidad científica, esto debido a que tras una ardua revisión bibliográfica el equipo
investigador de esta tesis pudo visualizar que no existen documentos o investigaciones que
contextualicen al suicidio como un fenómeno de las manifestaciones de la cuestión social,
influenciada por los factores originados de las exigencias del mundo del trabajo. Esta
ausencia de material científico que problematice este fenómeno, Como producto de las
relaciones sociales capitalistas, es decir de explotación y opresión, y no como un problema
aislado, patológico, individual y psicologizante; genera que se tenga una perspectiva
tradicional y poco critica de abordar y teorizar sobre este fenómeno.
Es debido a lo anterior, que una investigación de este tipo se vuelve importante y
viable, aún más desde la profesión de Trabajo Social, que a pesar de que aborda fenómenos
relacionados con salud mental, históricamente ha delegado este campo de investigación a
profesiones como Psicología o Psiquiatría. Por lo que el rescate de la visión y la perspectiva
teórico y metodológica de la profesión dentro de esta área es fundamental, tanto para
visibilizar la misma como productora de conocimiento , como para que se problematice desde
diversas visiones un fenómeno que está afectando a millones de personas a nivel mundial.
Es por ello que, las investigadoras consultaron a profesionales de distintas áreas
(Trabajo Social (Msc. Melba Rodríguez) , Psicología (Msc Juan Diego García Castro) ,
Medicina (Dra. Lineth Ramos Stanzziola) , Suicidiología (Lic. Domingo Abarca Vásquez),
entre otros) y se obtuvo la aprobación de la temática, concordando desde todas las
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174
perspectivas profesionales en la importancia y la viabilidad de la investigación sobre este
tema.
Aunado a esto, se tuvo contacto con personas trabajadoras con intentos de
autoeliminación, quienes consideran importante el estudio del suicidio desde esta perspectiva
y accedieron a colaborar contando sus propias experiencias de vida, lo cual es importante, ya
que ha habido un acercamiento a la población y hay anuencia a participar.
Por último, es importante mencionar que la viabilidad se consolida también dentro
del espacio geográfico, esto debido a dos importantes factores, primeramente que la zona de
occidente es una de las regiones que presenta mayor número de suicidios en nuestro país,
“San José y Alajuela registran alrededor de la mitad de suicidios anuales, pues precisamente
son las dos provincias de mayor población nacional, 35,47% y 18,75% respectivamente en
relación con el censo de población de 2000” (Saénz, 2008:p.50) . Por lo tanto, una
investigación de este tipo es de especial importancia. Aunado a esto como segundo factor la
cercanía de la localidad, con el lugar de residencia de las investigadoras facilitó la ejecución
de la investigación y la disminución de costos de la misma.
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CAPÍTULO V:
RESULTADOS
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Resultados
5.1 Mi vida: análisis de las condiciones individuales y sociales de las personas
participantes en la investigación
Este apartado pretende realizar un análisis a partir de las vivencias expresadas por
las personas participantes de la investigación sobre las condiciones individuales y sociales
que comprenden la realidad de los individuos y las individuas y el entorno, el cual, ejerce
un papel medular en los intentos de autoeliminación de las personas.
En primera instancia es importante contextualizar la realidad de las personas al
momento de presentarse el intento de autoeliminación. En este sentido, todas las personas
se encontraban en un rango de edad entre los 20 años a los 50 años, en un contexto social
en donde comienzan a emerger con mayor claridad las contradicciones de una sociedad que
se ajusta más a las políticas de desarrollo neoliberal (entre 1995 y el 2015)
[…] las directrices que asintieron seguir los gobiernos de turno y que
provenía de los organismos financieros internacionales, no sólo erosionaron las
limitadas condiciones de reproducción social inmediata, que se habían
institucionalizado desde mediados del siglo XX en Costa Rica, sino que además
debilitaron los mecanismos y soportes societales como lo fueron determinadas
políticas públicas con rasgos menos agresivos para la vida humana. (Esquivel,
2013; p. 95)
Es decir, la realidad, a partir de los cambios que demanda el sistema neoliberal
viene a redefinir la forma en que el capital explota al trabajo, reflejándose esto en las
relaciones de trabajo, por esto el achicamiento del Estado viene a desregular el sector
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laboral y a disfrazar de “normativas internas” nuevas relaciones de esclavitud en este
ámbito.
A continuación se exponen brevemente los principales datos de los casos analizados
durante esta investigación.
Amaya
Amaya es una mujer de 47 años de edad, divorciada, madre de tres hijos e hijas, quién
labora como enfermera en el Hospital San Francisco de Asís en Grecia. Tuvo una niñez
“tranquila, yo era muy chineada” (Entrevista personal, 2016). Se casó a los 16 años y se
dedicó desde esa edad a ser ama de casa. Vivió sus primeros años de matrimonio en la casa
de su esposo junto con su suegra, comenzó a tener problemas con la madre de su esposo y
con su esposo “[…] yo me sentía inútil, porque dependía de mi esposo para todo y tras de
todo él me recordaba todos los días que él me mantenía” (Entrevista Personal, 2016). Amaya
pierde contacto con sus familiares y amigos y se da cuenta de que su esposo es infiel “en las
últimas semanas yo sabía que de lo único que hablaban era de la infidelidad de mi marido”.
Esto aunado a la situación de violencia domestica que vivía, la hace tomar la decisión de
quitarse la vida con una revolver, sin embargo su hijo, de aproximadamente dos años de edad,
impide que Amaya concrete su decisión.
Cara
Cara es una joven de 26 años de edad, vecina de Grecia, casada, quién actualmente
trabaja como asistente de pacientes en el Hospital San Francisco de Asís. Esta afirma que
comienza a estudiar a los 17 años para ser asistente de pacientes, viéndose en la obligación
de trabajar y estudiar simultáneamente para concretar sus estudios. Cara consigue trabajo en
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178
el Hospital San Francisco de Asís apenas termina de estudiar, sin embargo “el alivio no me
duró mucho porque nomás entrando se enferma mi papá de una pierna y ya no puede trabajar
y como no estaba asegurado ni nada, mi familia no tenía ningún ingreso económico”
(Entrevista Personal 2016). Lo anterior obliga a Cara a asumir los gastos económicos de su
familia sola. De igual manera, mantiene en esta época una relación de noviazgo caracterizada
por agresiones físicas y emocionales. Esta relación termina “sentí como que se me vino el
mundo encima, ahí fue cuando me empezaron las ideas, es que imagínense yo tenía
demasiada presión encima”. Lo anterior se concreta en su lugar de trabajo, en donde Cara
decide tomarse unos medicamentos, lo que amerita una intervención de emergencia en el
lugar y posterior, un proceso disciplinario por la acción. El segundo intento se da en su caso,
en donde es intervenida a tiempo e internada con consentimiento propio en el Hospital
Nacional Psiquiátrico.
Randall
Randall tiene 53 años, casado, vecino de Grecia, padre de dos hijas, quién actualmente
labora como guarda en el Hospital San Francisco de Asís. Abandona sus estudios a la edad
de 16 años para trabajar con su papá en agricultura. Posteriormente logra concluir sus
estudios y trabajar en una fábrica, se casa a los 26 años y posteriormente tiene dos hijas. “Yo
tenía que cambiar de trabajo, cuando ya nacieron mis hijas yo ya vi que la cosa estaba dura,
yo me mataba trabajando 12 horas y no me alcanzaba para nada” (Entrevista Personal 2016).
Posteriormente comienza a trabajar en el Hospital de Grecia, en donde comienza a
endeudarse para poder proveer a su familia. “A mí lo que me hacía sentir más mal era ir a
trabajar, porque yo sentía que no servía para nada el esfuerzo que yo hacía, porque igual
todo el salario se me iba a ir en deudas” (Entrevista Personal 2016). Lo anterior provoca que
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179
Randall intente suicidarse en su casa con un arma de fuego, sin embargo el hecho no llegó a
concretarse por la intervención de su esposa.
Pía
Pía es una mujer de 50 años de edad, casada, vecina de Naranjo y madre de una hija,
quién actualmente labora como enfermera en el Hospital San Francisco de Asís en Grecia.
Pía pierde a su madre a los 10 años de edad por lo que vive un tiempo con su padre, quién
posteriormente, debido a problemas de alcoholismo, la lleva a vivir con su hermana.
“Entonces me regalo a mi tía, ella era de mucho dinero, y ella lo que quería era una
empleada, yo hacía todo el oficio de la casa” (Entrevista Personal, 2016). Afirma que tuvo
escasez de recursos económicos en esta época y poco apoyo familiar, su tía en ese momento
“ella me dio a entender que se avergonzaba de mí” (Entrevista Personal 2016) esto provoca
que Pía tenga su primer intento de autoeliminación a temprana edad, seguido posteriormente
por varios intentos provocados por el rechazo de su esposo e hija, con quienes no tiene una
buena relación. Sin embargo, ante esta situación, “mi trabajo es lo que me hace sentir útil”
(Entrevista Personal 2016)
Ginger
Ginger es una mujer de 37 años de edad, vecina de Grecia y madre de un hijo, quién
labora como asistente de pacientes en el Hospital San Francisco de Asís. Ginger se casó a los
27 años de edad, tuvo un hijo con su esposo, este falleció debido a una enfermedad a los
pocos años de casados. Esto, junto con varios síntomas que empezó a presentar “a mí me dio
una cosa que se llama menopausia temprana, a los 28 años yo ya tenía un montón de
síntomas” (Entrevista Personal, 2016) provocan que ella intente autoeliminarse con un corte
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en las muñecas, lo que con ayuda de su hermano, se pudo atender a tiempo en el Hospital.
Sin embargo, Ginger intenta pasar por el proceso de recuperación sin apoyo de familiares o
compañeros, por vergüenza y miedo de contar esta situación y de reconocerla, por lo que
vuelve a intentarlo posteriormente sin concretar el hecho, afirmando que esto fue parte de su
proceso de cambio hormonal.
Análisis.
En este espacio, se pretende realizar un análisis general de las historias de vida de las
personas participantes en la investigación, tomando en cuenta fenómenos sociales que se
identifican como producto del sistema político, económico y cultural actual y que vienen a
manifestarse en aspectos concretos de la vida de los individuos e individuas entrevistados.
Uno de los fenómenos más importantes a analizar es la cuestión de género, que viene
a manifestarse de manera muy evidente en la vida de cada una de las personas participantes
en esta investigación, y es que en este caso, el hecho de ser hombre o mujer viene a impactar
directamente sobre el suicidio y concretamente en esta investigación, en los intentos de
autoeliminación, ya que esto influye directamente en las condiciones que llevaron a que se
produjera el intento de autoeliminación.
Lo anterior se explica en gran medida en el caso de las mujeres, en que estas conllevan
una socialización diferente y las presiones del mundo del trabajo se viven desde una realidad
en donde ser mujer es sinónimo de inferioridad e implica subordinación respecto al hombre,
como es el caso de Amaya quién en su trabajo de esposa y madre se ve colocada en una
posición desventajosa respecto a su marido, siendo el espacio económico el más relevante a
la hora de definir el papel de una persona en la sociedad. Esto es mencionado por Teresa
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Alejandre, quién expone el rol que la mujer tiene en la sociedad capitalista y desde el cual se
puede comprender la historia de Amaya.
Sin duda alguna la mujer siempre ha intervenido en la economía, la
ciencia, la cultura y la estructura social; pero su intervención ha sido limitada y
poco reconocida ya que factores de orden estructural, ideológico y psico-social
inhiben su participación y la conforman como un ser con pocos derechos, grandes
responsabilidades y con escasa posibilidades de afirmarse como persona y como
ente social pleno. Se le exige el máximo de productividad en tanto que se
subordina a un papel dependiente caracterizado por la abnegación y el sacrificio.
(Alejandre, 2002, p. 71)
De esta manera, la división sexual del trabajo, viene a colocar a la mujer en un espacio
doméstico y como encargada del cuido, lo cual, bajo el modelo de trabajo asalariado viene a
sentar las bases para una profunda desvalorización del papel y del trabajo de las mujeres sin
ser visible la responsabilidad social del trabajo de reproducción y el papel que corresponde
en ello a los ámbitos privados y públicos.
Podríamos sin embargo, establecer la siguiente hipótesis alternativa: en
una sociedad capitalista, la privatización total o parcial del trabajo de cuidado, es
decir, su concentración dentro de la familia (sea cual sea el tipo de familia, e
incluyendo los hogares monoparentales), la ausencia de una socialización a gran
escala de este trabajo de cuidado, a través del Estado o de otras formas, todo esto
determina la carga de trabajo que debe mantenerse dentro de la esfera privada,
fuera tanto del mercado y de las instituciones. Las relaciones de opresión y
dominación de género determinan el modo y la escala en la que esta carga de
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trabajo se distribuye, dando paso a una división desigual: las mujeres trabajan
más, mientras que los hombres trabajan menos. Pero no hay apropiación de un
"excedente". (Arruzza, 2016: p. 5)
De esta manera, el sistema patriarcal, bajo el cual se dan relaciones de dominación y
opresión hacia las mujeres, no es independiente del sistema de producción capitalista, y viene
a legitimar estas relaciones, es decir, no es posible separar el patriarcado de un sistema de
relaciones sociales de producción. El sistema capitalista necesita de estas relaciones de
dominación que trascienden lo económico, lo que se refleja en que las relaciones sociales
patriarcales dentro del sistema de producción capitalista no se restringen a la familia, sino
que también existen en el trabajo y en otras instancias fuera de la familia, lo que viene a
significar que ambos pertenecen a un mismo sistema de producción, el cual afecta lo
económico, lo político, lo cultural y lo social. Es decir, no es posible separar el patriarcado
del capitalismo.
[…] para tratar de explicar la sociedad capitalista únicamente en términos
de extracción de plusvalía es como tratar de explicar la anatomía del cuerpo
humano explicando solamente cómo funciona el corazón. Por el contrario, el
capitalismo es una totalidad versátil y contradictoria, en perpetuo movimiento,
que contiene relaciones de explotación y de alienación que están también
sometidas a un proceso de transformación constante. (Arruza, 2016: p. 9)
Dentro de este mismo marco, es importante señalar como el mismo sistema patriarcal,
viene a colocar el trabajo remunerado como “la marca de éxito” en los hombres
principalmente. Es decir, la realidad en el espacio laboral viene a configurar el resto de la
vida de las personas trabajadoras como Randall, ya que el trabajo viene a ser uno de los
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medios más importantes en donde las personas se relacionan con la sociedad, es donde los
hombres y mujeres deberían de realizarse, sin embargo, en la sociedad capitalista el trabajo
se convierte en una alienación.
[…] el trabajador se relaciona con el producto de su trabajo como un
objeto extraño. Partiendo de este supuesto, es evidente que cuanto más se vuelca
el trabajador en su trabajo, tanto más poderoso es el mundo extraño, objetivo que
crea frente a sí y tanto más pobres son él mismo y su mundo interior, tanto menos
dueño de sí mismo es. (Marx, 1844; p. 84)
De esta manera, ante esta realidad, el suicidio surge como una salida a una realidad
que limita la totalidad de las personas a una función: producir. Es por esto que el suicidio es
un tabú, es algo prohibido, porque las personas como Randall deben de seguir produciendo
y viviendo como se establece, aun cuando no tenga la posibilidad, al igual que la mayoría de
personas.
En definitiva, los vínculos entre los intereses y los corazones, las
verdaderas relaciones entre los individuos, tienen que recrearse entre nosotros
desde los cimientos, y el suicidio no es más que uno de entre mil y un síntomas
de la lucha social general, la que podemos percibir en frescos datos históricos, la
lucha, de la que tantos combatientes se retiran. O porque están cansadas de
engrosar las filas de las víctimas, o porque se rebelan contra la idea de ocupar un
sitial de honor entre los verdugos. (Marx, 2012, p. 72)
De esta manera, Marx refuerza en la cita anterior la comprensión al fenómeno del
suicidio en las sociedades capitalistas y la historia de Randall ayuda a vislumbrar la
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dimensión central del trabajo, el cual ocupa un espacio primordial y permea la vida de
hombres y mujeres en diferentes medidas, de manera que su vida se configura en torno al
trabajo y los ideales impuestos en el colectivo. Sin embargo esto se profundizará más en los
siguientes capítulos.
Aunado a lo anterior, es importante destacar, como se menciona anteriormente, la
totalidad de los alcances del capitalismo en los diferentes espacios de la actual sociedad
costarricense, en donde se ha legitimado la centralidad del trabajo y este debe de ser el
“último fin” de todas las personas. Es aquí en donde fenómenos como el suicidio vienen a
ser invisibilizados, sobre todo porque se considera algo malo, un problema de una persona,
un fenómeno que antañe solamente a quien lo vive y en el cual nada ni nadie tiene
responsabilidad. Es por esto que las personas como Ginger se avergüenzan, porque es
“pecado”, es “egoísmo, es “cobardía”, entre muchos otros prejuicios que impiden que las
personas puedan manifestar el malestar que provoca el mismo sistema capitalista.
En las sociedades modernas de este fin de siglo, las políticas neoliberales
han promovido la privatización, no sólo de las empresas gubernamentales
deficitarias, sino de la vida misma de los ciudadanos. El ejercicio de la conciencia
reflexiva es manipulado por la lógica perversa de la mistificación de la realidad
en los medios de información. La indiferencia y la apatía en cuanto a los asuntos
públicos, salvo quizás en época de elecciones, se da junto con desorientación y
cambios profundos en las relaciones interpersonales. (Girola, 1997, p. 82)
De esta manera, el suicidio se individualiza en la sociedad capitalista, debido a una
concepción de patología mental ligada únicamente a cada persona, de forma que la sociedad
no ejerce influencia alguna en este “mal” siendo ignorado y desechado, como más adelante
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se profundizará. Es un tabú, sin embargo, menciona Juan Pérez, “el verdadero tabú en el que
debemos reparar reside en la férrea ley del silencio que la sociedad se ha impuesto a sí
misma, el pacto colectivo para mirar hacia otro lado, investido de respeto o de desprecio”
(2011, p. 14). Es decir, una mirada del suicidio y de sus factores como algo ocasionado sólo
por el mismo mal: la enfermedad mental. La cuestión pendiente que se pone sobre la mesa
es la urgencia que tiene la sociedad de afrontar las carencias de la necesidad humana, que
trascienden el mero hecho de sobrevivir al día a día y el requisito más importante que es el
de visualizar también el tratamiento de este fenómeno como producto de una sociedad
capitalista que quiere ignorar las consecuencias de un sistema inhumano y explotador.
En esta misma medida, el papel central del trabajo viene definir el valor que una
persona pueda darse a sí misma, como evidencia Pía, quién manifiesta que es su trabajo “lo
que le da sentido a su vida” (Entrevista Personal, 2016) lo que muestra el papel medular del
trabajo a la hora de definir a los hombres y las mujeres y el lugar que ocupe socialmente.
Todas las contradicciones de este tema, fundamental para el consumo, se
hacen evidentes en la acrobacia desesperada del léxico que lo expresa, en el
intento perpetuo de síntesis mágica e imposible. Si uno es alguien, ¿puede
encontrar su personalidad? Y, ¿dónde está uno, mientras esa personalidad lo
esquiva? Si alguien es él mismo, ¿necesita serlo «verdaderamente»? O, si está
siendo doblado por un falso «sí mismo», ¿basta con una «sutil nota clara» para
restituir la unidad milagrosa del ser? ¿Qué quiere decir ese rubio «tan» natural?
¿Es natural o no lo es? Y, si soy yo mismo, ¿cómo puedo serlo «más que nunca»?
Entonces, ¿ayer no lo era completamente? ¿Puedo pues elevarme a la segunda
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potencia, puedo inscribirme como valor agregado a mí mismo, como una especie
de plusvalía en el activo de una empresa? (Baudrillard, 2007, p. 94)
La cita anterior expresa la importancia del trabajo en la sociedad capitalista y como
este es el medio actual que poseen muchas personas para afirmarse como seres humanos y
humanas en este. El trabajo viene a ser el reflejo de su propia humanidad; a través de éstos
se reconoce y por ellos puede ubicarse en el medio social.
De esta manera, se evidencia como el mismo capitalismo mediante su lógica de
dominación y de producción viene a insertarse en la vida de todas las personas, en su
individualidad, formando seres funcionales al sistema. Esto viene a repercutir de manera
específica en las personas, ya que esto transforma toda la complejidad del ser humano en una
cosa, una máquina, provocando que historias como la descrita por Cara (en su trabajo) sean
señaladas, no sólo desde la institución sino también desde quienes la rodean, esto se convierte
en una marca que define como “disfuncional” a la persona.
Además de la competencia entre personas con diferentes capacidades,
existen muchos otros factores que regulan la circulación y apropiación de las
riquezas sociales, de ahí la importancia de estudiar las interacciones, pero
particularmente las instituciones gubernamentales, porque ellas regulan las
interacciones en el espacio social. En esos términos, la desigualdad es concebida
como un fenómeno de carácter multidimensional en el que intervienen factores
de tipo económico, político, social y cultural. Más aún, la desigualdad es una
situación que se fue construyendo y reproduciendo en el campo de las
interacciones sociales, estableciendo múltiples diferencias, tanto individuales
como colectivas, en todos los ámbitos de la vida humana. (Mota, 2008: p. 126)
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Es imposible tratar de explicar la sociedad capitalista a partir sólo de la explotación
sin tomar en cuenta que el capitalismo es una totalidad dialéctica y contradictoria, en
constante movimiento, que abarca todos los espacios, como se ha señalado anteriormente. En
el primer lugar está la valorización de lo económico, en el que el valor es el objeto real,
mientras que los capitalistas y los individuos se reducen al papel de sostenes o soportes de
una estructura, lo que viene a provocar que la presión que esto implica, recaiga en los
trabajadores y trabajadoras insertos en esta realidad de producción. De esta formar, se puede
decir que el capitalismo no es una mano invisible: es una totalidad viviente de las relaciones
sociales, en el que las líneas que trazan las relaciones de clase demarcan e imponen
restricciones y roles que afectan a todas las demás formas de relaciones. Entre ellas,
encontramos también las relaciones de poder relacionadas con la cultura y con todos los
espacios de la vida de las personas, en donde estos se ponen al servicio de la acumulación de
capital y su reproducción, pero a menudo en modalidades variables, contradictorias, y bajo
formas discriminatorias, como los caso analizados en esta investigación.
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5.2 . Vivir y morir en el trabajo: condiciones laborales e influencia de estas en la
ideación suicida
En el presente capítulo se pretende dar a conocer el análisis de los principales
hallazgos sobre las condiciones laborales en las que se inserta la población entrevistada, con
el propósito de identificar las características del trabajo y como estas repercuten en la
decisión de realizar un acto de intento de autoeliminación.
En un primer momento se hará un análisis de las condiciones laborales y la influencia
del mundo del trabajo como detonador o coadyuvante del fenómeno del suicido, para ello se
utilizará las experiencias expuestas por las personas participantes de esta investigación.
En un segundo apartado se analizará las historias de vida de las personas entrevistada,
que lograron identificar el mundo del trabajo como una condición positiva o un atenuador de
las ideación suicida.
Es importante aclarar que todas las personas entrevistadas son trabajadoras del
Hospital San Francisco de Asís, y estas laboran en distintas áreas de este centro hospitalario,
por tanto la especificidad, condiciones, y carga laboral a la que cada una ellas se enfrentan
son muy distintas entre sí, esto influye en que la opinión que las personas participantes le
otorgan al mundo del trabajo sea muy distinta, y se construya a partir de la vivencia cotidiana
de cada individuo e individua.
5.2.1 Mi trabajo me mata
El sistema de producción capitalismo ha producido formas de trabajo cada vez más
enajenantes, esto ha provocado que las personas se enfrenten a condiciones laborales que les
exigen no sólo entregar su fuerza de trabajo, si no que en cada jornada se materializa su
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trabajo a partir de la entrega de su propia vida, y es que lo más ilógico de esto reside, en que
para perpetuar su existencia el ser humano, debe desprenderse de su libertad, entregar la
disposición de su tiempo, vender su creatividad, fuerza, e inclusive el mundo del trabajo llega
a inmiscuirse en lo más íntimo de la vida de las personas, controlando así, su ocio, su familia,
su horario de sueño y de comida. Y es en este panorama es que surge el gran cuestionamiento
¿Cómo las condiciones laborales no van a ser un motivo para que una persona decida vivir o
morir?
(…) que el hombre, su cuerpo, en el modo de producción capitalista se
transforma en función del trabajo, y no el trabajo en función del hombre. Dicho
en otros términos, el trabajo se vuelve contra el trabajador, pues ya no se torna
una actividad vital, sino por el contrario, una actividad perjudicial e injusta. No
es el obrero quien utiliza los instrumentos de producción, sino que de un modo
opuesto, son los instrumentos los que ocupan al obrero. En vez de ser el obrero
quien las consume como elementos propios de la actividad productiva, son ellos
los que lo consumen a él. Al transformarse el medio de trabajo en autómata, en
el proceso de trabajo, la maquinaria como objeto muerto tortura y absorbe la
fuerza de trabajo viva ( Sossa, 2010, p: 42)
A partir de esto, esta investigación visualiza la necesidad de analizar esta absorción
de la vida que se produce a partir de la transformación de la materia por medio del trabajo
capitalista, de una manera concreta y contada a partir de las experiencias de las personas
participantes de esta investigación, en donde sea cada una de ellas las que reivindique su
vida, y que el contexto en que se desenvuelven sea analizado a partir de sus experiencias.
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A pesar de que a través de las entrevistas las personas participantes no logran
identificar el trabajo como el principal detónate de su ideación suicida, si manifiestan, e
identifican el mundo del trabajo como parte central de su vida, y como generador de un
ambiente que propició la decisión que tomaron respecto al intento de suicidio.
Y es que, el trabajo toma tanta centralidad en la vida de las personas, que inclusive se
vuelve el escenario en donde los seres humanos toman la decisión de morir y llevan a cabo
el acto suicida. Esto se puede observar en la historia de vida de Cara, quien contaba con 19
años en el momento que intentó suicidarse, y que laboraba como asistente de pacientes,
identifica su motivo de autoeliminación como la unión de varios factores personales, como
la ruptura con su pareja, la enfermedad de su padre y la carga económica de toda su familia,
sin embargo en su discurso manifiesta en múltiples ocasiones el papel negativo que jugo el
ambiente laboral en el cual ella estaba inserta, tanto así que fue en su lugar de trabajo en
donde ella toma la decisión de acabar con su vida.
“Yo llegué un día al trabajo, y ya yo no aguantaba más, yo no quería vivir, y tras
de todo no podía hablar con nadie porque aquí hay demasiados chismes, entonces
yo entre a trabajar a las 6 de la mañana, me fui donde se ponen las medicinas y
agarre un poco de todo, me metí a un baño y me lo tomé todo, después de eso yo
casi no me acuerdo, me contaron que me llevaron a emergencias y me hicieron
un lavado”(Cara, entrevista personal, 2016)
Es claro, como en este caso el ambiente laboral no ofrece las condiciones propicias
para que las personas se sientan bien, si no que por el contrario es acá donde el ser humano
se vuelve únicamente una maquina más, y el mostrar sus sentimientos en la mayoría de casos
no les está permitido, porque al fin y al cabo en este contexto el valor de una persona está
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dado por factores como la utilidad, productividad, eficacia y eficiencia, atributos que
parecieran ser más propios de un objeto.
Según el relato de Cara, el ambiente dentro de su contexto laboral era de carácter
enajenante, estaba sometida a grandes presiones, y a largas jornadas laborales, esto debido a
que como ella era el único ingreso económico de su hogar, se veía obligada a trabajar horas
extras, situación que le hacía sentir como una máquina.
De este modo, caen todos los antiguos referentes de la vida premoderna:
la religión, la familia, el gremio, son todos ellos sustituidos por el referente único,
abstracto y universal del dinero. Todo lo sólido se desvanece en el aire, decían
Marx y Engels en el Manifiesto; las tradiciones que estructuraban la vida
cotidiana desaparecen, llevándose consigo las cargas simbólicas que le daban
sentido a esa vida diaria, ahora reducida a simple función económica. El
capitalismo entierra las viejas supersticiones, pero sólo para erigir en autoridad
suprema a otras formas de praxis no menos sacrificiales. (García, 2005,sp)
Y es que, en el modelo capitalista como se menciona anteriormente, se da una
sustitución de valores centrados en el aspecto religioso, a unos de carácter económicos y
productivos. Sin embargo, esto no sólo viene a acarrear una valorización del ser humano a
partir de lo económico, sino que también se comienza a hacer una sobrevalorización de lo
individual, en donde la estructura social se desculpabiliza de los fenómenos derivados de la
cuestión social, y las hace propias de la persona, es acá en donde el mundo del trabajo no se
toma en cuenta como un factor del suicidio, ni mucho menos se visibiliza como un espacio
en que las personas pueden hacer externalizar sus subjetividades sobre esto Ginger menciona:
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(…) Yo viví este proceso prácticamente sola, mi familia sólo sabía que
yo estaba enferma, pero yo nunca les hablé de todo lo que estaba pasando a nivel
mental, y en el trabajo sinceramente jamás hablé con nadie sobre mis deseos de
morir, es que era algo que yo sabía que a nadie le iba a importar, si yo les decía
luego iban a ponerse a hablar sobre mis problemas” (entrevista personal, 2016)
El mundo del trabo se convierte en el espacio por excelencia en donde todo lo que
pase con la vida de una persona se hace ver más individualizado, son sus problemas, su
depresión, su falta de productividad, su vida, y su decisión de morir, situación que aísla al
individuo e individua y fragmenta la cohesión social
Junto con el nihilismo aparece, empero, otro fenómeno directamente
relacionado con él: el individualismo. Al decaer los referentes sociales feudales,
las relaciones sociales son atomizadas; del mismo modo como se impone la
propiedad privada, se produce un tipo de subjetividad centrado en una
individualidad que desconoce su función social y política en el seno de la
colectividad, y que cada vez se cierra más sobre su vida privada. El
individualismo se ve reforzado por la contradicción, creada por la división del
trabajo, entre el interés del individuo y el interés de la totalidad social (García,
2005,sp)
Aunado a esto, también existen otros factores que responden más a la naturaleza
técnica e instrumental del trabajo, como lo son los horarios inflexibles, la cantidad de carga
laboral, y la precarización de las condiciones de trabajo, situaciones que están afectando
psíquica, y socialmente la cotidianidad de las personas.
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Interesa acá centrar el análisis en las jornadas laborales, esto ya que a que fue un tema
que fue repetitivo en todas las entrevistas realizadas. Es importante partir de una mirada de
estas como elemento central en el mundo del trabajo, esto debido a que constituyen uno de
los factores que determinan en gran medida la realización de actividades personales,
familiares y comunitarias, las cuales son condiciones fundamentales en el desarrollo
psíquico, social y mental óptimo.
Dentro del sistema hospitalario se tiende a laborar jornadas muy extenuantes, muchas
veces estás superan las 8 horas diarias, a las cuales se le suman cargas de trabajo muy
demandantes, y turnos constantemente rotativos, esto claramente provoca un desgaste en la
salud de las personas que trabajan en este ámbito, por eso no es de extrañar que en la mayoría
de entrevistas se hicieran alusión a como sentían que sus problemas se intensificaban al llegar
a su trabajo. Esto es manifestado por Randall, quien explica como sentía que su trabajo era
una carga más en su vida.
A mí lo que me hacía sentir más mal era ir a trabajar, yo trabajaba
demasiadas horas, a veces de 6 de la mañana a 10 de la noche, yo casi ni podía
dormir por pensar en todos mis problemas, entonces, yo cuando estaba trabajando
me sentía cansado, y distraído, y di, como uno trabaja con personas no puede
andar pensado en las vacas, porque se puede jalar una torta con un paciente (…)
yo sentía que no servía para nada el esfuerzo que yo hacía, porque igual todo el
salario se me iba a ir en deudas (Entrevista personal, 2016)
Sobre esta misma temática, Pía hace alusión al poco tiempo con que cuentan las
personas trabajadoras del sistema salud para el autocuido, esto debido a que al ser trabajos
que demandan sobre las personas colaboradoras el velar por el bienestar y la salud de otras
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personas, genera que se sobreponga el bienestar del o la paciente o, sobre el de si mismas,
es de esta manera que son los propios trabajadores y trabajadoras las que sufren las
consecuencias de esto, ella menciona lo siguiente “ Es vacilón porque yo llego al hospital,
y ya ni tiempo tengo de pensar en mis problemas (…) uno aquí ve tantas cosas feas que se
da cuenta que lo de uno no es nada” (entrevista personal, 2016) Es aquí en donde se puede
observar que el trabajo toma tanta centralidad en la vida de las personas que éste viene a
desplazar otros espacios de la vida de los seres humanos, ya que dentro del sistema capitalista
se demanda la absorción completa de el y la individua en su actividad productiva, de lo cual
no se encuentra exentos los sistemas de salud, los cuales según Spinelli (2010) presenta una
serie de condiciones que muchas veces vienen a generar grandes cargas en las personas
trabajadoras:
Trabajar en salud entraña entre otras cosas insertarse en una estructura
organizacional con altos niveles de autonomía en la base, así como procesos de
trabajo que se extienden los 365 días del año, y que, como implica lidiar con la
vida, la muerte y el sufrimiento, pone en juego el proyecto de vida de los
trabajadores, los significados y sentidos del proceso de trabajo, sus valores e
ideologías (p: 287)
Lo anterior se puede colocar como una condición central en la decisión de cometer un intento
de suicidio, a esto se le suma algunas otras particularidades de las cuales se hacían mención
en las entrevistas tales como días de descanso que no coinciden con los fines de semana, lo
cual dificulta el pasar tiempo con su familia, situación que es expuesta por Amaya “ Para mí
era difícil pasar tiempos con ellos (hijos), ellos pasaban en la escuela y yo trabajando, casi
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nunca salíamos, porque mis vacaciones eran cuando ellos estaban en la escuela, por eso mis
hijos se enojaban conmigo y di yo me sentía muy mal” (Entrevista personal, 2016)
La realidad acá expuesta deja entrever condiciones de trabajo precarias, desgastante
y multifuncional, además de una forma de funcionamiento cotidiano que en muchas
ocasiones redunda en el sufrimiento, así como en el desgaste físico y psíquico, de la persona
trabajadora, con repercusiones concretas para su salud.
Este ambiente laboral también se encuentra constituido por métodos de coerción, que
vienen a generar una precarización de las condiciones en las que se desenvuelven las personas
trabajadoras, y con ello un pauperización de la vida de estas, esto debido a que por lo general
son castigados con amonestaciones y procesos disciplinarios que la mayoría de veces les
genera una cuota de estrés y presión bastante significativa, ya que estas represiones laborales
vienen a ser producto de la falta de atención que se le brinda a las problemas que enfrentan
las personas trabajadoras.
“En el trabajo fueron demasiado inconscientes y no les importo nada lo
que a mí me acababa de pasar, imagínese, que al segundo día de que yo intentara
matarme, yo estando internada y todo, me mandaron a decir que me habían
amonestado, y que me iban a abrir un proceso (…) yo después de eso me puse
peor, yo no tenía apoyo ni siquiera por parte de mis jefes, más bien me veían
como si yo estuviera loca (…) uno solo quiere como acabar con todo y ya”
(Entrevista personal, 2016)
Lo mencionado por Cara, traslada de vuelta una de las discusiones que se ha querido
traer a la luz a través de esta investigación, y es que el tema del suicidio siempre se percibe
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como un problema de la persona, y el mundo del trabajo y su proceso de individualización
influyen en que la persona materialice que su problema es individual, tanto así que como no
ha cumplido su papel de persona feliz y productiva que el sistema le exige, entonces merece
ser castigado o castigada no solo con el oprobio de las personas a su alrededor y de toda una
sociedad que condena “la cobardía de no querer seguir viviendo”, si no con un método
coercitivo que le recuerde que en este sistema las personas no sólo deben ser todo lo
productivas y funcionales que se espera, si no también que se debe ser una persona
agradecida, feliz y que ame su vida aun cuando esta sea una tortura cotidiana, sobre esto
Ginger menciona:
“La primera vez que yo lo intenté, mis compañeros se dieron cuenta, y
desde eso ya no me veían igual, yo no sé si era que yo me lo imaginaba, pero yo
siento que hablaban de mí, y cosas malas, porque ninguno se acercó nunca a
preguntarme como me sentía” (Entrevista personal 2016)
Lo expuesto por esta persona en la entrevista, permite analizar, como ciertas
tipologías de trabajo erosionan las relaciones intersubjetivas entre las personas
colaboradoras, esto debido a que la centralidad del trabajo de carácter individual y
competitivo en la vida de los seres humanos, genera que las relaciones con sus pares,
compañeros y compañeras, sufra un desgaste constante, porque el trabajo es visto como una
competencia individual, y como tal las demás personas se vuelven meros opositoras, y en
este proceso se desplaza la importancia de las relaciones de compañerismo y colectividad:
El deterioro en las relaciones sociales en el proceso de trabajo se pone en
evidencia, como decíamos antes, con la presencia de violencia entre pares, entre
jefes y subordinados, así como entre el personal de salud y los usuarios, y tiene
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manifestaciones tanto físicas como psicológicas (Pasos de Oliveira y Oliveira
Nunes, 2008)
En síntesis, las relaciones laborales que implementa el capitalismo y las formas de
producción mercantil y de servicios que se dan en la actualidad, generan factores como las
jornadas laborales, la individualización, la precarización de las relaciones laborales, entre
otras muchas más, que van a generar que las personas se sientan enajenadas, oprimidas y
desplazadas de su entorno social, es decir sin un claro sentido de pertenencia, esto viene a
ser un motivante para que las personas tomen la decisión de acabar con sus vidas, en palabras
de Randall “yo queriendo morirme y ellos (jefes de trabajo) exprimiéndome la vida” es a
través de estos relatos que se logra entender, que en el sistema capitalista muchas veces el
trabajo juega un papel de dualidad en la vida de las personas, ya que los y las trabajadoras,
sometidas a condiciones laborales precarizadas y alienantes, ven en el trabajo un sacrificio,
en palabras de Marx (1849) “ (…) Para él, la vida comienza allí donde terminan estas
actividades, en la mesa de su casa, en el banco de la taberna, en la cama, las doce horas de
trabajo no tienen para él sentido alguno en cuanto hilar, tejer, taladrar” Sin embargo , y a
pesar de esto el trabajo es el único medio que tiene la persona trabajadora para reproducir su
vida y la de su familia, y aun cuando represente un desgaste y un sacrificio, la venta de su
fuerza de trabajo es la única forma de obtener el dinero para su subsistencia, aun cuando en
este proceso se convierta en mercancía.
5.2.2. Mi trabajo es mi vida
Como se ha podido observar en esta investigación, el trabajo es la producción de
mercancías y a la vez de subjetividades, por tanto, el mundo del trabajo le imprime o se
configura como un espacio central en la vida de las personas De acuerdo a los aportes de
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Marx y Engels quienes dimensionaron la importancia y la centralidad del trabajo, y lo
definieron como una forma de redimir el ser, de expandir y desarrollar sus libertades y
creatividad, es la actividad principal y la más importante, debido a que es la forma de
producción y reproducción de vida, es el paso que lleva a la persona a no ser sólo un ser sin
conciencia, si no que la hace actuar directamente con un mundo material y ser social.
Sin embargo, ya se pudo constatar en capítulos anteriores que en el capitalismo el
trabajo en su forma enajenada, se convierte en un elemento que coadyuva a que las personas
superen el miedo a la muerte, y lo conviertan en un anhelo, esto debido a que su labor
productiva no cumple con esa promesa de reivindicación, y de liberación del ser, si no que
por el contrario, oprime su existencia, le aniquila su humanidad, y le obliga a vender su vida
por un salario que se supone es la manera de asegurar la reproducción de una existencia que
ya no le pertenece.
Ahora bien, esta situación cambia ostensiblemente en el capitalismo. El
trabajo se reduce a una actividad lucrativa. La idea de que los productos
inventados por el hombre [mujer] mediante su trabajo sirvan para la producción
de la vida, no produce este encuentro: el hombre [mujer] va por una dirección y
los productos van por otro distinto. No le han servido para la producción social
de la existencia, han existido sólo para ir a parar a manos de unos pocos: los
propietarios de los medios de producción. Por lo demás, el acto mismo de la
creación de estos productos, el trabajo, ha cambiado ( Sossa, 2010, p:40)
Es aquí, y bajo este panorama que se presenta la gran disyuntiva ¿Por qué existen
personas que bajo estas condiciones de trabajo, logran hacer de este su único anhelo de
continuar viviendo? Este cuestionamiento surge a partir de trabajo de campo de esta
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investigación, en donde dos de las personas entrevistadas lograron percibir su trabajo como
una de las principales razones de continuar viviendo, lograron encontrar el sentido a su vida,
sobre esto Pía expone:
“Yo en el único lugar que me siento bien es en el trabajo, porque aquí
yo siento que me necesitan, puedo hacer cosas buenas por los pacientes, es que
incluso a mí los pacientes me mandan regalos” (Entrevista personal, 2016)
Claramente se puede visualizar en el discurso de Pía, como ella encuentra sentido a
su vida en su lugar de trabajo, por el hecho de que le permite servir a los demás, sin embargo
también trabaja bajo condiciones enajenantes, posee horarios de trabajo extenuantes, y
manifiesta haber tenido algunas diferencias con sus compañeros y jefaturas, sin embargo
logra bajo esas condiciones hacer de su trabajo el medio para encontrar sentido a su existencia
¿Por qué sucede esto? Parte de la respuesta a esta interrogante la otorga Amaya, quien
también visibiliza su trabajo como una forma de reivindicar su ser ella dice:
“Yo toda mi vida me sentí inútil, como yo les conté antes, seguro porque
mi suegra y mi esposo me lo decían todos los días (…)después de todo, al tiempo,
ya después de que yo me había venido de San José, conseguí trabajo en el
hospital, yo me sentía tan feliz, es que yo me di cuenta que era útil, ya no dependía
de él (su esposo) económicamente, se volcó la tortilla, porque más bien yo tenía
que darle plata para que pagara las deudas” (entrevista personal, 2016)
Al igual que Amaya, Pía hace alusión a ese sentimiento de inutilidad que transversa
su historia de vida, ella comenta lo siguiente:
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“Yo me levantaba en la madrugada, y empezaba a hacer todo el oficio,
hasta le lavaba la ropa a mis primas, y yo nunca le quedaba bien a mi tía, ella se
levantaba a regañarme y a decirme que todo lo que yo había hecho estaba mal
hecho (…) entones yo me creí eso, yo creí que yo no podía hacer nada bien” (Pía,
entrevista personal, 2016)
Como se puede observar, ambas tienen historias de vida en donde son sociabilizadas
para que interioricen un sentimiento de inutilidad, situación que es central, esto debido a que
está sociedad otorga valía a las personas a partir de valores productivos, porque ¿Qué
significa ser útil? ¿Útil para quién? Sin duda alguna este tipo de utilidad es medida en
términos económicos, el sistema capitalista espera que cada persona cumpla con las
expectativas que inclusive antes de nacer se le asignan a cada una, que sirva para algo, que
produzca y que sea una persona de “bien”
El trabajo es una obligación universal desde que Dios condenó a Adán a
ganarse el pan con el sudor de su frente, pero no hay por qué tomarse tan a pecho
la voluntad divina. Sospecho que este fervor laboral tiene mucho que ver con el
terror al desempleo, aunque en el caso de Suiza el desempleo sea una amenaza
borrosa y lejana, y con el pánico al tiempo libre. Ser es ser útil, para ser hay que
ser vendible. El tiempo que no se traduce en dinero, tiempo libre, tiempo de vida
vivida por el placer de vivir y no por el deber de producir, genera miedo. Al fin
y al cabo, eso nada tiene de nuevo (Galeano, 1998, p: 99)
Y es ese miedo del habla Eduardo Galeano, el que pareciera apoderarse de las
personas que deben vender la fuerza de trabajo, cuando tienen historias de vida donde
crecieron sintiéndose inútiles, lo cual en esta sociedad significa no ser, quien no produce no
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tiene derecho a vivir dignamente, porque al fin y al cabo la sobrevivencia es individual y
cada persona obtiene a partir de la cantidad de “esfuerzo” que haya invertido.
Esto conlleva a que el trabajo, y la necesidad de utilidad que este proporciona pueda
generar un apego al trabajo aún cuando este se a alienante y le genere a la persona situaciones
de estrés y frustración, esto debido a que debe laborar para asegurar su sobrevivencia, porque
eso el empleo le proporciona significado a su vida, y en cierta forma se convierte en un
motivo para seguir viviendo, en palabras de Pía “Yo hay veces que estoy en la casa y pienso
en que debería de morirme, es que a mí nadie me necesita ¿Cuál es el sentido de mi vida?
Pero cuando yo estoy en el trabajo y veo tanta gente enferma y que me agradece mi trabajo,
yo entiendo que esa es mi misión en este mundo” (Entrevista personal, 2016)
También es importante poder visualizar tanto en el discurso que aporta Pía, como el
de Amaya la diferencia que el género proporciona, y el significado que desde el ser mujer se
le da a la praxis del trabajar, desde la masculinidad el hecho de trabajar se visualiza como
una forma de producir y en términos económicos, por ejemplo Randall, expone “yo le pedía
a mis jefes que me pusieran a hacer noches, porque en ese turno uno gana más, y di yo
necesitaba la plata para salir de tanta deuda” (entrevista personal, 2016). Sin embargo, el
ser mujer transversa el propio significado de trabajar, y como socialmente a las mujeres se
les ha relegado el cuido, y la reproducción de la vida, el trabajo pasa a estar impregnado de
este significado “se siente lindo que haya gente que necesite de mí” (Pía, entrevista personal,
2016)
Las mujeres más capacitadas y modernizadas, asignan al ideal laboral un
espacio central en su sistema de ideales propuestos para el Yo. Aunque sus logros
sean todavía comparativamente más modestos que los de muchos varones de su
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sector social, la satisfacción subjetiva es elevada, debido a que el éxito laboral
implica un ascenso social con respecto de la condición dependiente de la
generación de las madres (Meler, 2012, p:77)
Como se observa existen múltiples variantes que podrían conllevar a que dentro de la
lógica capitalista el trabajo se vuelva una forma de propiciarle sentido a la vida de una
persona, ya sea a través del sentimiento de utilidad que este le genere, o a la mirada subjetiva
que se le da desde el ser mujer.
Lo anterior permite analizar lo innegable de la centralidad del trabajo en la vida de
las personas, por lo general este se suele ver como sólo un ámbito más de la vida de los seres
humanos, sin embargo como se puede comprobar a través de esta investigación, el mundo
laboral trasciende el mero espacio de lo productivo y económico, y se convierte en un creador
de subjetividades, esto tomando en cuenta que mientras la persona trabajadora produce
mercancías, se produce a sí misma, porque el mundo del trabajo no es solo producir servicios
u objetos, sino que se producen las subjetividades de las personas, siendo un espacio
fundamental en el desarrollo del ser, y es ahí en donde se debe de vislumbrar el sentido y la
responsabilidad central que tiene este espacio, en la decisión de una persona de continuar
viviendo o acabar con su vida.
Aquí es importante tomar en cuenta, que la naturaleza del trabajo tal y como la
describe Marx, posee la característica de adaptabilidad al medio social, es decir, es gracias al
trabajo que las personas se relacionan con su medio, siendo de esta manera que la categoría
de trabajo más que una adaptación biológica, sea un intermediario entre el ser humano y la
socialidad. Es a partir del proceso del trabajo que la persona no sólo va a crear objetos, sino
que en esta misma praxis va a conformar la materialidad de su ser, y la transformación de su
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entorno, es por ello que el trabajo va a ser la ruptura del aislamiento individual, creando así
la base para conformación de un ser activo en su contexto social, respecto a esto Lukács
(2009) expone:
Ya que el trabajo, en tanto que base fundamental de toda socialización
humana, incluso la más primitiva, hace salir tendencialmente al hombre de la
esfera de las necesidades biológicas que actúan de manera puramente espontánea,
de sus satisfacción puramente biológica, y en lugar de estas necesidades, vuelve
determinantes las posiciones teleológicas, que, por su naturaleza, adquieren
enseguida un carácter alternativo, es necesario, desde el principio, reguladores
sociales que regulen conforme a las necesidades sociales vitales del momento las
decisiones alternativas que ponen los contenidos de la teleología (p.48)
Es gracias a esta característica del trabajo que las personas logran encontrar en este,
una conexión con su medio social, y la vez una forma de poder darle significado a su
existencia, esta condición aunada a la centralidad del trabajo en las vida de las personas va a
generar que sea a través de este que los seres humanos se sientan útiles, y encuentren a través
de este una razón para continuar viviendo.
Aunado a esto, es importante poder analizar críticamente, que la persona trabajadora
despojada de todos los medios de producción, no posee más que su fuerza de trabajo para
asegurar la continuidad de su vida, es por ello que se ve en la obligación de hacer venta de la
misma, situación que va a mantener a la persona atada al trabajo, es acá en donde va a
encontrar el único medio para la sobrevivencia de su familia, es únicamente a través de este
que las personas van a poder obtener un salario, el cual aparte de asegurar la cobertura de
sus necesidades básicas (alimento, vestido, techo y descanso) y a su vez va a tener acceso a
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mercancías y servicios que el capital la lleva a consumir, de esta forma la persona va a tener
la posibilidad de consumo de acuerdo a sus ganancias económicas. Asimismo el trabajo va a
facilitar que las personas acedan a sistemas de endeudamiento, situación que va a estar
impulsada por la necesidad de consumo que el sistema genera, vendiendo este como el
camino a la felicidad
La mayoría de la gente tiene una capacidad de trabajo que vender y puede
ganarse la vida ofreciéndola para obtener a cambio lo que merece; todo lo que la
gente posee es una recompensa por su trabajo anterior y por estar dispuesta a
seguir trabajando. (Bauman, 1998, p:18)
Todo los relatos acá analizados presentan la característica de que son personas que
viven de la venta de su fuerza de trabajo, esto en una sociedad capitalista que socializa a las
personas bajo una ética del trabajo, en donde se ve que trabajar es un acto moral, en el cual
cada persona tiene la oportunidad de aportar al bien común y presentarse ante el mundo como
una persona útil; viene a generar que algunas de estas personas puedan encontrar en el trabajo
aun cuando es enajenado, un motivo valido para continuar con vida.
(…) si se quiere conseguir lo necesario para vivir y ser feliz, hay que hacer
algo que los demás consideren valioso y digno de un pago. Nada es gratis: se
trata siempre de un quid pro quo, de un “doy algo para que me des”; es preciso
dar primero para recibir después. (…) trabajar es un valor en sí mismo, una
actividad noble y jerarquizadora. Hay que seguir trabajando aunque no se vea
que cosa que no se tenga podría aportarnos el trabajo, y aunque eso no lo
necesitemos para nada. Trabajar es bueno; no hacerlo es malo. (Bauman, 1998,
p:17)
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Es de esta manera como se presenta y se construye socialmente el trabajo, como una
facultad “normal” de las personas, y el no hacerlo genera una condición de “anormalidad”.
Aunado a esto en la sociedad capitalista promueve la premisa de que las personas deben
trabajar y obedecer a sus jefaturas por su propio beneficio, es por medio de este proceso que
estas le proporcionan sentido a su trabajo, esto a partir de sus propias metas, en palabras de
Amaya “Cuando yo conseguí ese primer trabajo fue muy bueno para mí, yo ya tenía plata
para comprar mis cosas y hasta pude empezar el curso de auxiliar en enfermería, porque
obviamente mi esposo no me iba a dar plata para eso” (entrevista personal, 2016) Acá ella
hace referencia a que cuando obtuvo su primer trabajo, fue un motivante para salir de su
depresión y dejar los pensamientos suicidas, ya que ella se pudo sentir independiente y
cumplir sus sueños. Es acá en donde se logra ver claramente como la sociedad capitalista
genera una cultura basada en valores como el agradecimiento, en donde las personas deben
ser siempre agradecidas con lo que tienen, aun cuando sea condiciones enajenantes, siempre
se debe de tener presente que se es privilegiado “porque existen personas en una peor
situación” esta construcción de la moral, provoca que las personas sean pasivas y se
conformen con las condiciones de vida que poseen.
Asimismo estos relatos en los que las personas perciben el trabajo como un factor
importante para continuar con vida, se puede analizar desde la premisa que todas estas
situaciones se desenvuelven en un sistema capitalista que premia el talento, y otorga un valor
de utilidad al trabajo, es a través de este que el trabajador puede aspirar a una vida mejor, y
a ganar una posición visible en la sociedad, en palabras de Bauman (1998):
El trabajo de cada hombre aseguraba su sustento; pero el tipo de trabajo
realizado, definía el lugar al que podía aspirar (o que podía reclamar), tanto entre
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206
sus vecinos como en esa totalidad imaginada llamada "sociedad", El trabajo era
el principal factor de ubicación social y evaluación individual. Salvo para
quienes, por su riqueza heredada o adquirida, combinaban una vida de ocio con
la autosuficiencia, la pregunta "Quien es usted” se responda con el nombre de la
empresa en la que se trabajaba y el cargo que se ocupaba (p:33)
Es frente a este contexto y bajo la naturaleza que le imprime el sistema capitalista al
trabajo, que las personas logran encontrar un sentido a su existencia, y es que ese sentimiento
no se desprende exclusivamente de la satisfacción de las propias necesidades espirituales de
las personas, porque bien lo expone Marx (1849) en la sociedad de explotación capitalista, el
trabajo se vive como una expresión alienada, y no como una actividad de autorrealización,
sino que esta creación de subjetividades satisfechas con su trabajo, nace de esa visión moral
del trabajo, y de una necesidad de encontrar un espacio de reconocimiento dentro de la vida
en sociedad, por tanto se podría afirmar que esta sería una satisfacción forzada bajo una
ideología de supervivencia personal y prosperidad para la sociedad, la cual no permite que
las personas vean el trabajo como enajenante.
5.3. Suicidio y cuestión social
5.3.1. De lo individual a lo colectivo: Colocación de la discusión en torno a la temática
de suicidio como manifestación de la cuestión social.
Actualmente, el control de la producción y la distribución de los recursos está basada
en la propiedad privada de los medios de producción, de manera que los recursos sociales
pasan a pertenecer a un determinado capital, el de carácter privado , siendo el Estado quien
genera las condiciones generales para que este se desarrolle, en donde la acumulación pasa a
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207
ser el eje central, esto sin que la distribución se haga presente, dotándole al trabajo una
relación primordial que lo convierte en el centro de toda la subsistencia humana.
El capitalismo es un sistema económico en el cual la plusvalía se extrae
de los procesos de producción usando el salario del trabajo y utilizando en la
circulación procesos para sostener la acumulación del capital. Las estructuras que
contribuyen a la formación de los salarios son críticas para los efectos de
impuestos y los beneficios de desempleo en el desempeño de los mercados
laborales. Por lo tanto, si el capitalismo muestra signos de recuperación, esto es
a expensas de la clase trabajadora que ha visto mermados sus ingresos salariales,
aumento del desempleo y la desaparición de sus prestaciones sociales. El futuro
de los trabajadores es muy incierto. (Vargas, 2007, p. 72)
De esta manera, el sistema económico imperante en la sociedad actual, deja visibles
numerosas procesos de explotación y opresión que producen desigualdad, poniendo al
margen de los beneficios económicos y sociales a la gran mayoría de personas dando paso a
la precarización laboral, el trabajo informal, el desempleo, entre otras, las cuales son producto
de las condiciones estructurales del capitalismo, que dan por resultado el aumento de la
desigualdad y la pobreza a nivel global.
Es en este marco, que el capitalismo genera las condiciones para que el neoliberalismo
pueda emerger como proyecto político de la burguesía, y abre las puertas para que las
ideologías de países occidentales y más específicamente de los anglosajones, propaguen y
exporten los valores y las prácticas construyendo un bloque histórico para sostener la
hegemonía de estas economías.
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En este contexto, el capitalismo a través del neoliberalismo ha generado una serie de
políticas de ataque al trabajo, lo que ha provocado que la clase trabajadora ha visto la
precarización de sus garantías, quedando a merced de las condiciones del mercado (oferta y
demanda). De esta forma, fenómenos como el desempleo, bajos salarios, jornadas excesivas,
entre otros, son efectos normales en el capitalismo.
Es así como, el trabajo es en una mercancía más dentro del capitalismo, propiciando
que las personas se vean expuestas a la anulación de su humanidad, siendo estos meros
medios para lograr el fin, el cual es la acumulación de riqueza, de manera que esto viene a
repercutir directamente en los trabajadores y las trabajadoras, al verse expuestos y expuestas
a condiciones que violentan su propia subsistencia, llevando a efectos como el suicidio, en
donde este se ha disfrazado bajo el discurso de estrés y de enfermedad mental, con el fin de
eliminar la relación entre la cosificación del ser humano y el aumento de muertes violentas.
¡Cuántas de esas instituciones, disponen a la ligera de la sangre y la vida
de los pueblos! Asimismo, como la justicia civilizada se rodea de una rica serie
de recursos como prisiones, castigos, instrumentos de suplicio para la sanación
de sus dudosos arrestos; y la cantidad inaudita de clases dejadas por doquier en
la miseria; y los parias sociales, golpeados por un brutal desprecio, quizás para
no tomarse el trabajo de arrancarlos del fango. Viendo todo esto, cuesta ver cómo
podría ordenarse al individuo que respete, en sí mismo, una existencia que no es
tenida en cuenta por nuestras costumbres, prejuicios, leyes y modo de vida.
(Marx, 2012, p. 70)
La cita anterior, expresa en palabras de Marx, como el fenómeno del suicidio es una
respuesta al orden social y de la manera en que se configura la sociedad bajo un orden que
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se basa en la explotación y la opresión, el mismo desde una visión social, producto de una
estructura que condiciona la vida de las personas.
¿Qué clase de sociedad es ésta, en la que se encuentra en el seno de
millones de almas, la más profunda soledad; en la que uno puede tener el deseo
inexorable de matarse, sin que nadie pueda presentirlo? Esta sociedad no es una
sociedad; como dice Rousseau, es un desierto, poblado por fieras salvajes”.
(Marx, 2012, p. 71)
De esta forma, contextualizado desde el sistema capitalista, se puede decir que el
suicidio es producto de la cuestión social, ya que esta deriva de las desigualdades sociales,
donde se desprenden contradicciones en relación a los antagonismos generadas por la
dialéctica capital/trabajo, las cuales tienen relación con toda la complejidad social.
La profesión de Trabajo Social se ha caracterizado porque históricamente ha colocado
su accionar en los fenómenos derivados de la cuestión social, donde convergen un sinnúmero
de particularidades estructurales y coyunturales que conforman el escenario de intervención
de la profesión.
Por ello es fundamental que se haga el debido reconocimiento de los fenómenos
sociales desde la dimensión de la cuestión social, y más aún, un fenómeno como lo es el
suicidio, el cual se ha dimensionado, teorizado y tratado desde posicionamientos patológicos,
e individuales, que conlleva a una culpabilización del individuo y la individua como la
culpable de no poder enfrentar sus problemas debidamente, sin embargo como se ha podido
constatar a través de esta investigación, existen muchas condiciones macroestructurales que
en relación con las microestructurales generan una serie de proceso que convergen y pueden
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llevar a que las personas ante sus situaciones vividas y no encontrar explicaciones críticas a
ellas, hallen en el suicidio una respuesta y una reacción ante el mismo sistema que no les
brinda otra salida.
Por todo lo anterior, es que se ve la necesidad de finalizar el análisis de resultados de
esta pesquisa haciendo el análisis y reflexión del fenómeno como parte de la cuestión social.
Partiendo desde las postulaciones de Netto (2002) y Castel (1980) que no existe una nueva
cuestión social como tal, que engloban fenómenos que antes no era tomados en cuenta como
el suicidio, sino más bien que en la actualidad se da una agudización de la contradicción
capital/trabajo.
La “cuestión social” no es otra cosa que las expresiones del proceso de
formación y desarrollo de la clase obrera y de su ingreso en el escenario político
de la sociedad, exigiendo reconocimiento como clase por parte del empresariado
y del Estado. Es la manifestación, en el cotidiano de la vida social, de la
contradicción entre el proletariado y la burguesía. (…) (Netto, 1997 citado en
Valencia, 2009, p.5).
Por esto hablan de la metamorfosis de la cuestión social y no de la nueva
cuestión social. Podemos referirnos a la agudización casi extrema de las
contradicciones, pero no a un cambio de esta contradicción. (Netto, 2002: p.17)
Ahora bien, a partir de esta aclaración, se procederá a realizar esta colocación, con
este fin se estructurara este capítulo en dos acápites, en el primero de ellos se hará una
reconstrucción a partir de las entrevistas que se realizaron a la profesional en psiquiatría del
Hospital Nacional Psiquiátrico y al Lic. Domingo Abarca, fundador de la Red ARCOS en
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Costa Rica, esto con el fin de poder visualizar la forma en que se abarca el fenómeno en
nuestro país, y contraponer las diferentes perspectivas que se trabajan tanto desde el ámbito
institucional, a partir del Hospital San Francisco de Asís, como a nivel de las organizaciones
civiles.
Posterior a esto, en un segundo acápite se realizará el análisis a partir de la
información brindada por las personas participantes en esta investigación y de su historia de
vida, y su experiencia con un intento de autoeliminación, a partir de los discursos de estas
personas se intentará visualizar el suicidio como fenómeno derivado de la cuestión social.
5.3.2 El Suicidio desde su abordaje actual
Actualmente, el fenómeno del suicidio en Costa Rica es considerado como un
problema de salud pública. En el país, como se ha descrito anteriormente, se ha observado
un incremento de las muertes por suicidio, siendo este aumento común en datos registrados
en el mundo entero. Debido a esto, la conducta suicida es un motivo frecuente de consulta,
abordado principalmente en los servicios psiquiátricos, así como en las unidades de
emergencia de los hospitales generales.
En Costa Rica, el Hospital Nacional Psiquiátrico es el encargado de abordar los
intentos de autoeliminación en todo el país, ya que atiende personas de todas las edades del
tercer nivel en la especialidad de psiquiatría, referidos tanto de centros de salud de primer y
segundo nivel como por autoridades judiciales.
Ante lo anterior, se entrevistó a la Dra. Nuria Shedden, quién trabaja como psiquiatra
en este hospital y la cual atiende intentos de autoeliminación de personas de todas las edades
y regiones en el país, lo cual es importante, ya que describir la perspectiva médica y el
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abordaje que se da actualmente del suicidio permite visibilizar la presente concepción
institucional del fenómeno y la respuesta desde instancias públicas.
El primer punto a resaltar es la medición del riesgo suicida de una persona que ingresa
a este hospital por intento de autoeliminación. La Dra. Shedden afirma “nosotros el
instrumento principal que usamos es una escala que se llama SAD, la cual nos da un
resultado y nos dice si una persona tiene riesgo bajo, medio o alto” (Entrevista Personal,
2016). Es decir, se toman ciertos aspectos considerados desde la psiquiatría como riesgo y se
aplican a toda la población. Con el fin de comprender este instrumento, a continuación se
muestra una tabla del mismo y posteriormente su debida forma de análisis:
Tabla 9 : Escala “SAD PERSONS”
Cada uno de las letras del acrónimo representa un factor de riesgo de suicidio y en caso de estar
presente suma un punto:
S: Sex: sexo masculino
A: Age: hombres entre 15-24 o >75 años; mujeres entre 45-54.
D: Depression: depresión
P: Previous attempt: historia previa de intentos
E: Ethanol abuse: adicción, abuso o crisis de ingesta de etanol previo al intento
R: Rational thinking loss: razón perdida (psicosis)
S: Social supports lacking: sin soporte social o pérdida de éste
O: Organised plan: plan organizado de suicidio
N: No spouses: ausencia de personas significativas al momento del intento
S: Sckness: enfermedad crónica o de mal pronóstico
Fuente: Ornistein et al, Revista Hospitalaria Clínica.
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De acuerdo a esta tabla, analizada por Claudia Ornistein, Patricia Tapia y Paul
Vohringer (sf), los resultados son: 0-2 sin riesgo; 3-4: control en casa; 5-6: hospitalización;
7-10: hospitalización voluntaria o involuntaria.
Como se visualiza en la tabla anterior, este instrumento es el usado para evaluar el
riesgo en un intento de autoeliminación, como afirma la Dra. Shedden, sin embargo, es
evidente que el mismo no contempla dentro de este, factores que vayan más allá de la
individualidad de una persona, es decir, únicamente refiere componentes específicos y
particulares como riesgosos, en donde temas como trabajo, situación económica, calidad de
vida, entre otros, no conforman parte del contexto que se analiza.
Estos componentes sociales se vuelven medulares a la hora de comprender un suicidio
y no son analizados, ya que muchas veces no responden a la causa inmediata que identifica
una persona en un intento de autoeliminación, sin embargo están ahí, influyendo tanto
positivamente, como es más frecuente, negativamente. Esto se puede visualizar en el análisis
de Áviles (2010), quién estudió el aumento de los suicidios en una empresa francesa llamada
France Télécom en el momento en que esta se privatizó, este cita a Michel, un trabajador de
la misma que en el año 2009 se suicidó y dejó una nota en la que decía:
“Me suicido a causa de FT [France Télécom]. Es la única causa de mi
muerte voluntaria. No puedo más con las urgencias permanentes, el trabajo
excesivo, la ausencia de formación, la desorganización total de la empresa. Los
directivos practican el “management” del terror. Esa manera de trabajar ha
desorganizado mi vida, me ha perturbado. Me he convertido en una ruina, un
desecho humano. Prefiero acabar. Poner fin a mi vida.” (p. 10)
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En este caso es evidente la influencia del mundo del trabajo en la consumación del
suicidio, sin embargo esto no se hace tan evidente cuando una persona no lo dice claramente,
lo cual influye en que los factores sociales no sean valorados desde las diferentes instancias
tanto públicas como privadas como factores de riesgo. Lo anterior lo señala la Dra. Shedden:
La mayoría de suicidios e intentos de suicidios que llegan al hospital son
por problemas de pareja, ese es el motivo principal. Claro, muchos tienen estrés
en el trabajo y no se sienten bien, eso influye, pero eso es tomado como motivos
secundarios, al final, si toda la presión se termina de romper, por decirlo así, por
una pérdida amorosa, ese es para nosotros el motivo principal del intento.
(Entrevista personal, 2016)
De esta manera, no se aborda el fenómeno desde una perspectiva dialéctica, en donde
tanto lo biológico, como lo psíquico, como lo social es decisivo, sobre todo en una sociedad
capitalista, en donde el trabajo es el centro de la vida de las personas. Esto quiere decir que
el mundo del trabajo es medular y todo lo que esto conlleva: los métodos de organización de
las empresas e instituciones, de dirección, de administración, de gestión, entre otros, los
cuales tienen un impacto mayor sobre la salud mental y deben ser considerados en todo lo
catalogado como factores de riesgo en la conducta suicida.
Sin embargo, como medida ante esto, se hace mención al modo de vida que se plantea
desde el capitalismo en su despliegue neoliberal, en donde valores como la individualidad,
la competitividad, el éxito financiero, entre otros, priman sobre la vida de las personas. Esto
se evidencia en la entrevista realizada a la Dra. Shedden, la cual sostiene que ante el aumento
de los suicidios la sociedad tiene como reto, “Educar a los niños desde pequeños a manejar
la frustración, si hay que dejarlos llorar, que lloren, pero tienen que aprender a conseguir
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cosas y a no conseguirlas también, a manejarse cuando las cosas no salen como quieren”
(Entrevista Personal 2016)
Esto podría implicar un reto para la sociedad, el de criar niños y niñas aptas para el
sistema, capaces de manejar el estrés, capaces de sobresalir, pero de siempre querer más y
sobre todo, de aceptar la vida como se presenta, sin querer cambiarla, sin luchar ni
transformar su realidad, sino amoldarse para lograr el éxito, aunque esto implique trabajar en
exceso, consumir y vivir para esto, perdiendo en el camino la esencia humana. “Cerebro que
no piensa, corazón que no siente” (Ávila, 2010, p. 28), esto implica el dejar de analizar, de
mirar la realidad con una visión crítica, sino que supone el “adiestramiento” de la población
al sistema capitalista, con el fin de crear una masa de trabajadores y trabajadores sumisos y
sumisas, quienes contribuyan a la acumulación de unos pocos.
Existen diversas organizaciones, entre ellas la Asociación Red Costarricense de
Suicidólogos (ARCOS), la cual es presidida por Domingo Abarca, quién afirma que esta
lucha porque el suicidio sea visto desde una perspectiva social y no individual, como se hace
actualmente.
El suicidio es violencia, ha sido declarado desde la Organización Mundial
de la Salud como violencia y aún así en este país nadie quiere entender, siguen
con la visión biologista, nosotros hemos luchado y hemos hablado y hemos ido a
todo lado y no hay forma, el suicidio se sigue viendo desde la manera retrograda.
(Entrevista Personal, 2016)
Como afirma Abarca en la cita anterior, es importante que la lucha no sea solamente
para cambiar en las instituciones la manera de abordar el suicidio, sino también desde el
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Estado, que ejercen control social ante este fenómeno y son mecanismos de preservación del
suicidio como un tabú.
En otras palabras, la escuela, el colegio, la universidad, la familia, la
iglesia, etc., se convierten en los lugares por excelencia en donde se construyen
y difunden lo “bueno” y lo “malo” de nuestras acciones, lo aceptado o rechazado
socialmente de esas acciones. (Abarca, 2011, p. 120)
De esta forma, el suicidio no es sólo individualizado, sino también ignorado, ya que
se comprende desde una visión patológica, de manera que este es producto de personas con
desórdenes mentales, personas no funcionales “los malos”, los que “permanecen en el
infierno”; siendo esto todo un reto de transformar a la hora de comprender el suicidio como
parte de la cuestión social.
De esta forma, el suicidio viene a justificarse en la sociedad capitalista, como se ve
anteriormente, con el discurso de enfermedad mental, ignorando la desesperación y la carga
que suponen la explotación para una persona trabajadora, la centralidad del trabajo, una
centralidad que es forzada, es decir, el trabajo se impone como el centro, no es una elección,
se busca que no haya una denuncia de las injusticias sociales y con esto se espera que la
sociedad esté lista para criar personas adaptadas a este sistema. Tal y como menciona
Murillo:
Acaso podríamos hacernos la misma pregunta que se hizo Marx en 1846,
en la Foxconn de la esclavitud moderna china o la Telecom francesa, empresas
insignia del suicidio como escape de la desesperación obrera; ni hablar de los
suicidios de quien lo pierde todo a manos de los bancos, una postal
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aterradoramente actual de la crisis económica: “¿Qué clase de sociedad es ésta,
en la que se encuentra en el seno de millones de almas, la más profunda soledad;
en la que uno puede tener el deseo inexorable de matarse, sin que nadie pueda
presentirlo? Esta sociedad no es una sociedad; como dice Rousseau, es un
desierto, poblado por fieras salvajes [Marx]” (Murillo, 2013, p. 1)
Ante la cita anterior, hablamos de una sociedad individualista y materialista, la
del capitalismo. Las cultura del consumo, la soledad, la competitividad y otros
principios derivados del sistema, guían de manera ya sea consciente o inconsciente a
las personas para llevar a los individuos e individuas a ser objetos dentro del
capitalismo de manera que gran parte de los hombres y mujeres trabajadores y
trabajadoras no trabajan sólo para obtener una “vida digna” tal y como se vende desde
los centros de poder, sino también para poder acceder a los requisitos de la felicidad
del capitalismo, de la abundancia, del lujo y el derroche. Esto gracias a que, el
capitalismo, fundamentado en las contradicciones sociales y económicas, genera no
sólo la explotación de las personas, sino también una percepción de inferioridad y de
desigualdad, entre quienes no pueden obtener ese estilo de vida.
5.3.2. El suicidio como Cuestión Social
A través de esta investigación se ha querido analizar el suicidio desde un perspectiva
crítica, partiendo que este se ha construido socialmente como un tabú, esto se pudo observar
a través de las experiencias de las personas participantes en esta investigación, Ginger
comentaba en una de sus entrevista “ Es que la gente que se intenta suicidar tiene un antes y
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un después en su vida, por más que pasen los años, usted siempre va a cargar con ese peso,
uno ya no es una persona normal, después de eso, usted es la loca que se intentó suicidar”
(Entrevista personal, 2016). Es fundamental empezar este análisis desde esta perspectiva,
partiendo desde el posicionamiento que expone Ginger, el suicido genera estereotipos, es
abordado como un tabú, y como tal la vida de una persona que ha intentado llevar a cabo un
suicidio, se marca con lo oprobio de las personas. La visión social reside en que es necesario
castigar a la persona que no acepto su destino de vida, y como tal no aguantó los
padecimientos de este “valle de lágrimas”, y es que ésta criminalización tiene sus raíces en
el Cristianismo, situación que ha a través de los años logra socializarse en el imaginario
colectivo, hasta legar a ser parte de la legislación, esto es explicado por Abarca (2011)
En nuestros incipientes estudios de suicidio, lo primero que observamos,
fue que una vez satanizado, en forma casi inmediata el suicidio ingresó a la esfera
de lo jurídico y se criminalizó bajo la influencia del Cristianismo en el Concilio
de Cartago del año 348, cuando las autoridades eclesiásticas la emprendieron
contra el donatismo en general. A partir de entonces empezó la tendencia a
criminalizarse el suicidio en casi todas las legislaciones civiles, incorporando su
prohibición en muchos países del mundo, excepto en algunas legislaciones de
occidente en donde fue considerado como el resultado de una aberración mental
o de una patología emocional. (p. 125)
En Costa Rica, la penalización del suicidio se encontraba estipulada en el artículo 114
del Código Penal de 1841 en donde textualmente establecía lo siguiente. “Al que intente
suicidarse se le impondrá una medida de seguridad consistente en un adecuado tratamiento
psiquiátrico”. Esta disposición siguió vigente hasta setiembre del año 2008 que fue declarada
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inconstitucional, debido a que se estableció que el suicidio no representaba ningún daño a la
sociedad.
Sin embargo, pese a la desaparición de esta medida, el oprobio social, y el
señalamiento de este acto como un tabú en esta sociedad continúa dándose. También, es
rescatable señalar que esta disposición se estableció como inconstitucional pero no se dictó
una alternativa a esto, es decir no existen distintos mecanismos de tratar este fenómeno, y
como desde la ideología el suicidio sigue permaneciendo como una enfermedad mental, en
la actualidad se continua usando como tratamiento el referir al psiquiátrico a las personas que
han tenido un intento de autoeliminación. Sobre esto Cara comenta.
“La segunda vez que yo lo intente el doctor me dijo que tenía que
mandarme al psiquiátrico, que ya no podía ayudarme para que no me internara,
eso era lo menos que yo quería, para mí eso era lo peor que me podía pasar, pero
yo acepte porque yo quería curarme” (entrevista, 2016)
Como se puede visibilizar en esta entrevista, el suicidio se mira como una
enfermedad, ya que ella externaliza que la única manera de dejar de pensar en la muerte es
“buscar la cura”, esta patologización del acto suicida, lo convierte en una anomalía, en algo
que está mal en la persona y que por ende hay que “arreglarlo”, y Cara lo expresa en el
momento en que manifiesta que ella quería “curarse”, la mirada social del fenómeno está
apuntando a que es el individuo y la individua que enfrenta este fenómeno quienes se
encuentran enfermos, ya que no puede adaptarse a la sociedad, y para ello se recurre a
clasificar el intento de autoeliminación como una demencia mental, la cual debe ser tratada
desde los métodos arcaicos, dominantes y autocráticos de la psiquiatría.
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“Los primeros días en el psiquiátrico fueron un infierno para mí, yo me
sentía que estaba loca, es que estaba rodeada de pura gente demasiado loca, era
ese tipo de gente como que usted ve que no viven en este mundo, y di yo creo
que yo no estaba tan loca (risas) y de ahí salí peor” (Entrevista personal, 2016)
Desde la psiquiatría aún se continúa trabajando este fenómeno como si la persona
estuviera enferma, esto sin tomar en cuenta que existe un macro sistema que le imprime un
contexto al fenómeno, en donde existen contradicciones estructurales, que se vienen a
convertir en determinantes para la persona, esto porque se parte de que el ser humano es
social e influye y se encuentra influido por el sistema en que se desarrolla, y en donde existen
ciertas presiones que el propio capitalismo está creando, que se vuelven inmanejables para
los seres humanos, es por ello que si se percibe la razón de esta locura como algo individual,
la cura de la misma estará basada en un tratamiento de hospitalización del individuo
“inadaptado”.
Junto con la aparición del enfermo mental aparece también una figura
nueva para la cultura occidental: el psiquiatra (y con él una nueva disciplina
clasificatoria: la psicopatología). Se trata de una nueva categoría social destinada
a la hospitalización psicológica (de la orgánica ya se encargan los médicos
tradicionales), como una instancia más en el disciplinamiento de la sociedad. La
importancia de la psiquiatría residirá en su funcionamiento como una forma de
higiene pública que se ocupará de aquellos individuos peligrosos que amenazan
el orden de las nacientes sociedades de tipo industrial. En palabras de Foucault:
“La psiquiatría del siglo XIX, por lo menos tanto como una medicina del alma
individual, fue una medicina del cuerpo colectivo”. (…)Entonces, se tiene que el
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entender la locura como una enfermedad implica pensar en la posibilidad de
normalizarla, luego de clasificarla y ubicarla en el lugar que le corresponde
dentro del cuerpo disciplinar de la psiquiatría (Rueda, 2010: p.108)
En esta lógica se le exige al individuo que solucione sus problemas, cuando en
realidad estos derivan de una sociedad capitalista, en donde por medio de sus diferentes
estructuras se encarga de individualizar y aislar la existencia humana, sin valorar que el ser
humano es un ser social, es de aquí que surge la importancia de no particularizar y fragmentar
a la persona, y a los fenómenos, si no ver estos como parte de un todo, y como resultado
histórico y del funcionamiento social. Sin duda alguna, como se explicaba en el capítulo
anterior las presiones laborales son centrales en el análisis que se debería hacer del fenómeno,
sin embargo, si se realiza la colocación del mismo desde la contradicción capital/trabajo se
debe entender que todas las problemáticas que surjan de aquí, están jugando un papel
trascendental dentro del fenómeno del suicidio, ámbitos como el machismo, la
individualización, la apatía, el consumo en exceso y las demás exigencias que el sistema
demanda en cada ser humano dependiendo de su clase social, sexo, y etnia. Es decir, las
contradicciones que genera un sistema que está sustentado en la desigualdad, y la exclusión
en sus diferentes niveles van a provocar una serie de presiones que se manifiestan de manera
directa sobre las subjetividades de las personas, ante esto el ser humano quien no encuentra
un sentido de pertenencia, halla en el consumo una forma de sentirse incluido, aun cuando se
encuentre limitado por condiciones materiales, y deba recurrir al endeudamiento para lograr
acceder al consumo que le exige el capital. Sobre esto don Randall señala lo siguiente
“Es que también uno es tonto, porque yo siempre quería tener todo lo que
veía que salía nuevo, quería vestir bien a mis hijos, que tuvieran buenos celulares,
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y computadoras y todo eso, uno piensa que dando chunches es buen papá,
entonces yo les demostraba así mi amor a mi familia, y di ¿Qué hacía yo si no
me alcanzaba el salario? Me iba a endeudar, y eso es como un ciclo, cuando yo
me di cuenta ya estaba hasta el cuello (…) yo lo que pensaba era que si yo me
mataba esas deudas se cancelaban, entonces yo valía más muerto que vivo”
(Entrevista personal, 2016)
Como es expuesto en la cita anterior, esta sociedad exalta los valores de consumo, la
moral de la sociedad capitalista gira entorno a la capacidad de adquisición, a la utilidad, y a
la destreza de servir al sistema, es por esto que para Randall el valor de su existencia estaba
siendo aniquilado por sus condiciones materiales, y en esta sociedad ¿Qué es de un hombre
que no pueda proveer económicamente a su familia? En palabras de Randall, “Yo me sentía
completamente inútil y cobarde, ni siquiera podía mantener a mi familia, eso era un fracaso
para mí” (Entrevista personal, 2016). Dentro de este sistema el cumplimiento de las
exigencias de consumo por parte de un hombre trabajador, van a determinar el tipo de
paternidad que este ejerce, como se logra ver el capitalismo va a hacer uso del machismo
para acentuar el papel de proveedor y con ello justificar el consumo más allá de lo que sus
condiciones materiales se lo permiten. Por tanto, a nivel general el capitalismo le ofrece a la
persona mucho, sin embargo en lo concreto el individuo se va a topar con las limitantes que
sus condiciones materiales le imprimen. Esto se logra visualizar en el relato que Randall
ofrece, en donde él debió de endeudarse para cumplir con el nivel de consumo que le exige
el sistema.
A pesar de que estas exigencias tienen su origen en la contradicción capital/trabajo,
ya que como se ha expuesto a través de todo este documento, es esta la base que las propicia,
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estas logran trasladarse a los diferentes niveles jerárquicos de la sociedad y con ello a todas
las esferas de la vida de las personas.
Es, pues, que estos no sólo permiten, sino que exigen una activa
contribución por parte de los individuos… Para no fracasar, estos deben ser
capaces de: planificar a largo plazo, adaptarse al cambio, organizarse, improvisar,
fijarse metas, reconocer los obstáculos, aceptar las derrotas e intentar nuevas
salidas; además necesitan: iniciativa, tenacidad, flexibilidad, tolerancia y
fortaleza ante los fracasos. El individuo debe demostrar un talante activo,
inventivo e ingenioso; desarrollar ideas propias y ser más rápido, despabilado y
creativo que los demás, y no sólo en una ocasión concreta, sino
permanentemente, día a día. Los individuos se convierten en actores,
constructores, juglares, escenógrafos de sus propias biografías e identidades y
también de sus vínculos y redes sociales (Beck y Beck-Gernsheim, 2003:p.71)
Y dentro de esta discusión que propone el autor y la autora citados anteriormente,
surge otra contradicción interesante, y es que en esta individualización que exalta el sistema,
y en este sistema cargado de peligros potenciales para el ser humano, se promulga una
seguridad ontológica (Giddens, 1994), es decir se da una corporización de la seguridad. Cada
quien debe de velar por su propio bienestar, es un derecho y una obligación, la persona debe
poseer la autonomía de la búsqueda de la calidad de sí misma, aun cuando no posea las
condiciones materiales para el cumplimiento de esta. Es por esto que el suicidio se convierte
en esa anomalía y trasgresión a la moral capitalista, ¿Por qué tendría que ser el suicidio culpa
de un sistema? ¿Acaso no es obligación de cada persona velar por su propia seguridad?
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El suicido es una expresión de la cuestión social porque las causas que lo condicionan
no son de índole orgánica ni psicológica, los seres humanos no tienden a suicidarse como un
mecanismo natural, si no que existen condicionantes materiales, ideológicas- culturales y
políticas, que desencadenan la ideación suicida. Se trata de poder entender que los fenómenos
sociales no son hechos aislados y caprichos del destino, sino que todos poseen una base
material, y sistémica, por tanto se encuentran determinados por las contradicciones y
antagonismos que se desprenden del capitalismo, y que estos se van a reproducir en el
contexto social y se van a resolver en la vida cotidiana. Este análisis dialéctico de estos
fenómenos va a implicar según (Orrego, sf) que
(…) es abrir un campo inmenso la acción del estadista. Si se demuestra
que la criminalidad obedece, por ejemplo, al precio de la alimentación, abaratar
ese precio será la única solución lógica de ese problema formidable que
inútilmente se trata de resolver por otros medios. Si se demuestra que la acción
del clima, del terreno y del aspecto con que la naturaleza se presenta, tiende a
desarrollar ciertas cualidades de carácter y cierta inclinación intelectual, la
educación debe tomar un giro conveniente para favorecer o resistir su desarrollo
(pp. 22-23)
Es por cuanto, que el suicidio no puede explicarlo el limitado criterio de la voluntad
individual cuando este se desarrolla bajo determinado contexto social, y responde a una base
material, que desde una multiplicidad de mediaciones, generan este tipo de reacciones ante
el sistema, es por cuanto que este no se podría entender como un problema individual, sino
como un fenómeno el cual responde a un escenario social. Sin embargo acá también merece
la pena analizar que este fenómeno no se va a desprender de todo el conjunto social,
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entendido como las relaciones que se entabla entre todas las personas que integra la sociedad,
porque esto no haría más que presentar el “problema” de otra manera, y evitaría poder elevar
el análisis críticamente y encontrar una explicación al fenómeno, sino que la mirada debe de
posicionarse sobre esas fuerzas que mueven la sociedad, es decir tomar como base el sistema
capitalista, que proporciona las condiciones materiales para que una clase se apodere de la
riqueza, los medios de producción y obligue así a determinado grupo a la venta de su fuerza
de trabajo, y ser despojada de todo y a la vez cumplir con los estándares de vida que se
ofrecen y exigen para ser “exitosa”
El desarrollo capitalista produce compulsoriamente, la “cuestión social”-
diferentes estadios capitalistas producen diferentes manifestaciones de la
“cuestión social”, ya que esta no es una secuela adjetiva o transitoria del régimen
del capital: su existencia y sus manifestaciones son indisociables de la dinámica
específica del capital. Según lo anterior la “cuestión social” es constitutiva de la
reproducción del capitalismo. (Esquivel, sf, p:2)
Por ende, es fundamental tomar en cuenta que el capitalismo va a ser la base central,
y por tanto, los diferentes fases de este, van a generar distintas expresiones de la cuestión
social, siendo así que las nuevas formas en que el capitalismo tardío se manifiestan tales
como la transnacionalización de la economía, la desaceleración del crecimiento, el aumento
de la desocupación formal, el crecimiento de las nuevas formas de inserción laboral, y las
exigencias culturales de éxitos, van a provocar distintos fenómenos que se desprenden de una
contradicción capital/trabajo, es por ello que el suicidio desde una perspectiva marxista
encuentra sus explicación en una mirada dialéctica, y es por tanto que el mundo del trabajo
pasa a ser un factor de relevancia al entender el suicidio, sobre esto Cortazzo (1998) menciona
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No acuerdo con la tesis del fin del trabajo, creo sí que ha habido un
cambio en la clase trabajadora tal cual la conocíamos, una profunda
transformación; creo sí que hay nuevas formas de inserción laboral que generan
también otras formas de relaciones sociales; asimismo, modifican las antiguas
formas del ejército industrial de reserva. Estas nuevas formas llevan a pensar de
otra manera la cuestión social, pues estas nuevas relaciones implican también que
sean otros los espacios de negociación y representación (p:6)
Por tanto, tomando en cuenta estos factores y partiendo desde una mirada dialéctica,
e histórica, a través del análisis de los discursos, y experiencias de las personas participantes
de esta investigación es que se logra comprender el suicidio como manifestación de la
cuestión social, esto se logra plasmar de manera gráfica en el siguiente esquema.
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Esquema # 2
El suicidio como manifestación de la cuestión social
Fuente: Elaboración propia
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Tomando en cuenta este gráfico, se puede explicar el suicidio como el último eslabón
de una precarización de las condiciones de vida que va a generar las distintas contradicciones
del capitalismo, tomando como base los fundamentos económicos generales que se van a
desprender de la contradicción capital/trabajo. Esta expresa el profundo antagonismo entre
el trabajo asalariado y el capital, entre las fuerzas productivas y las relaciones de producción
capitalistas que las encadenan, lo cual va a abrir un abismo entre la clase que vive de la venta
de su fuerza de trabajo y la que es dueña de los medios de producción y la distribución,
situación que va a generar el surgimiento de la cuestión social, en donde los diferentes
fenómenos que suscitan en el plano social van a estar íntimamente relacionados a los factores
económicos, especialmente al apropiación de la riqueza en pocas manos,
Cuando se hace mención de la cuestión social es menester identificar el
contexto en el cual se realiza el análisis, en cuanto tiene que ver con los
fenómenos surgidos en los barrios obreros. La forma industrial capitalista del
trabajo puso a los proletarios y a los dueños de los medios de producción en una
relación cara a cara, pero fueron las desigualdades reproducidas por las relaciones
sociales, establecidas al interior de las fábricas, las que instauraron la diferencia
con otras formas de pauperismo previas al surgimiento de la cuestión social.
(Gómez, 2015, p:299)
Estas contradicciones y fenómenos productos del sistema capitalista se van a expresar
en el mundo del trabajo, ya que este va a ser el espacio por excelencia mediante el cual se
van a reproducir los sistemas de explotación y opresión, dando paso a que se generen espacios
precarios, y dominados por largas jornadas laborales, bajos salarios y cargas de estrés muy
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altas, esto se pudo observar en algunos de los discursos de las personas participantes en esta
investigación, sobre esto Amaya comenta:
“A mí me gusta mucho mi trabajo, pero la presión que se siente ahí es
demasiada, más cuando uno viene cargando cosas de la casa” (Entrevista
personal, 2016)
Como se puede analizar a través de este discurso, el espacio laboral es el generador y
agravante de muchas de las presiones que sufren las personas. Sobre este tema Randall
también agrega:
“Yo no fue que quisiera matarme por cosas del trabajo o así, sino más que
todo como les contaba por los problemas económicos que tenía en el momento,
sin embargo también era ahuevado ver que uno pasaba todo el día trabajado y
nunca veía la plata suficiente para salir de esos enredos” (Entrevista persona,
2016)
Como se pudo visibilizar en el análisis que se hace en el segundo apartado de los
resultados de esta investigación, el mundo laboral es central en la vida de las personas, y todo
lo que sucede en este contexto va a afectar directamente a la persona trabajadora, esto debido
a que este es el organizador por excelencia de la vida, y ya sea el tener o no poseer trabajo va
a crear una determinada cotidianidad, es por ello que el trabajo va a ser central en la
construcción de subjetividades, y por ende no se podría explicar los fenómenos sociales sin
antes darle una mirada crítica a este espacio.
Sin embargo, es importante entender que las personas acá entrevistadas no logran
identificar el trabajo como elemento central en la decisión que tomaron respecto al suicidio,
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esto es fundamental analizarlo desde un posicionamiento dialéctico e histórico, tomando en
cuenta que el sistema individualiza los fenómenos, y los convierte en problemas personales,
y que en el imaginario colectivo existe una separación de la esfera personal, social y la
económica, y que a partir de esto va a ser difícil que la persona logre hacer una vinculación
de su situación a factores macrosociales. Sin embargo, todos los elementos que identificaron
como factores detonantes de su intento de suicidio como la depresión, los problemas de pareja
(machismo), las deudas, la apatía, van a estar derivados de determinantes sociales, ya que el
capitalismo construye la supremacía ideológica, moral y política, condicionando y
reprimiendo los métodos de cohesión y solidaridad popular.
Es por tanto que, el suicidio representa una forma de protesta y rebeldía en contra del
sistema, es la manera en que el ser humano externaliza su inconformidad con las normas
sociales, en una sociedad en donde las personas se encuentran sometidos al mercado, a la
burguesía, al trabajo, en donde su subjetividad no le pertenece pero sin embargo, al mismo
tiempo, es su obligación resolver sus problemas, el acto de escoger como y cuando morir es
una forma de tomar posición de ser, de sentir libertad y de recuperar su dignidad.
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Capítulo VI: Reflexiones finales y
Recomendaciones
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Reflexiones finales
“En cambio veo que mucha gente muere porque considera que la vida no merece la pena de ser vivida.
Veo a otros que se dejan matar, paradójicamente, por las ideas o ilusiones que les dan una razón de vivir (lo que
llamamos una razón de vivir es al mismo tiempo una excelente razón de morir). Juzgo, pues que el sentido de
la vida es la más apremiante de las cuestiones”
Albert Camus
A partir del proceso investigativo que demandó este Trabajo Final de Graduación, se
logra hacer el colocamiento teórico del fenómeno del suicidio como parte de las expresiones
de la cuestión social, ligándolo a las contradicciones del sistema capitalista y principalmente
a la contradicción base capital/ trabajo, partiendo de la centralidad que posee el mundo del
trabajo en la vida de las personas, es a través de este proceso que surgen algunas conclusiones
producto del análisis y reflexión, a continuación se exponen cada una de ellas.
El suicidio como Tabú
La muerte es para las personas un tema difícil de comprender, tiene diversos
significados y abordajes, sin embargo, para la mayoría, no es algo de lo que se deba hablar,
mucho menos buscar.
Actualmente se comprenden los problemas que enfrentan los seres humanos y
humanas en gran parte como consecuencia de sus subjetividad, o mejor dicho de sus
decisiones, en tanto se reprimen sus instintos, deseos y fantasías, para que este se adapte al
funcionamiento de una organización social que lo precede y que de este modo lo llena de
padecimientos.
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Para realizar una ruptura con esta concepción del suicidio, es necesario repensar el
fenómeno, cuestionar que en muchas ocasiones no es el sujeto o la sujeta misma la que está
enferma, sino que es producto del sistema y de las contradicciones que este mismo genera.
En ese sentido la persona no ha podido “adaptarse al sistema”, un sistema económico, político
e ideológico, que la hace formar parte de un colectivo, que la despoja de toda libertad y la
lanza a un mundo que “ya está listo”, o en otras palabras, a que las personas se adapten a tal
organización social, esto sin comprender y tener las condiciones materiales que se le exigen
para la subsistencia.
La afirmación anterior no deja de lado el poder cuestionar y denunciar esta estructura,
esta organización capitalista. Si no hay discusión, no hay construcción. El sistema capitalista
es un sistema asesino, que reprime y expulsa a las personas que no se adaptan, mientras
intenta perpetuarse a través de un entramado social que se alimenta de contradicciones. Son
miles las personas que se suicidan cada año producto de las condiciones que genera la
estructura económica del capitalismo y su soporte ideológico que se encarga a partir de su
propia esencia represiva a callar las voces de las personas dispuestas a cuestionarlo.
De esta manera, es necesario cuestionarse el suicidio, analizarlo y sobre todo hablarlo,
es decir, romper con la concepción de que estamos ante un tema ajeno a la sociedad racional
y productiva, y como cosa de “unos pocos locos”, y empezar a analizar el fenómeno como el
producto de un modelo de vida que conduce irremediablemente a la aniquilación de cualquier
tipo de vida
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La centralidad del mundo del trabajo en el fenómeno del suicidio
A través de esta investigación se logra establecer la relación existe entre el mundo
laboral y el suicidio, teniendo como principal premisa que dentro del sistema capitalista y
contextualizado en el periodo tardío del mismo, hubo una transformación del mundo de
trabajo generando un proceso de precarización y deterioro de las condiciones en que se
desarrolla esta actividad, lo anterior, altera el proceso de desenvolvimiento humano dentro
de este ámbito, esto por su parte va a generar un fuerte impacto en la vida de las personas
trabajadoras. Y es que, el capitalismo a través de todos sus niveles coloca el trabajo como el
centro de la existencia humana, y a partir de este se va a generar el ordenamiento de la vida
en sociedad, esto directa o indirectamente va a ser sentido como una presión, generando
desgaste, desmotivación y estrés, factores que pueden convertirse en detonantes de un
suicidio.
A través de esta tesis, se logra visibilizar que dentro del ambiente laboral, y
específicamente en el que se desarrolla en el HSFA, existen ciertas condiciones que las
personas logran identificar como factores que desencadenaron y coadyuvaron a la ideación
suicida, los horarios rotativos, e inestables, la cantidad de trabajo y la propia naturaleza de la
labor que acá se desempeña, son algunos de los cuales se logran identificar como de mayor
influencia en las vivencias de intentos de suicidio que fueron relatadas por las personas
participantes de esta investigación.
Una conclusión importante respecto al mundo del trabajo, y su relación con el
fenómeno del suicidio, es que si bien, la mayoría de las personas participantes no lograron
identificar las presiones laborales como causante principal de su decisión de morir, sino que
en casi la mayoría de los casos se lo atribuyeron a factores familiares, y personales, es
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relevante señalar que dentro del análisis que las investigadoras hicieron a partir de la
reconstrucción de los discursos de estas personas, se logró identificar como en la totalidad de
las vivencias la apatía, el individualismo, y el oprobio por parte de las jefaturas y los
compañeros y compañeras de trabajo, fueron elementos que influyeron en el sentimiento de
aislamiento, rechazo a la vida e imposibilidad de encontrar soluciones que experimentaron
estas personas al momento que tomaron la decisión de atentar contra su vida.
Es fundamental, hacer énfasis en que si bien esta investigación no se centra en el tema
de género, se vuelve importante hacer mención que a partir de ésta se logra desmitificar la
idea tradicional de que el suicidio puede estar asociado a una cuestión de masculinidades, y
que por ello exista una tasa más elevada de suicidios en hombres que en mujeres. No se trata
de negar que las formas de socialización genéricas y que los estereotipos construidos
alrededor del sistema sexo/género influyen directamente en la manera en que hombres y
mujeres, piensan, sienten y actúan sobre el suicidio, y que esto lleva a que vivan de forma
diferenciada el fenómeno; si no que es claro que la presión no viene propiamente dada del
hecho de ser hombre, sino principalmente de la incorporación al sistema productivo, y al
ámbito público. Por ende, se concluye que el género es una condición agudizante, esto debido
a que el sistema capitalista se vale del sistema patriarcal para generar condiciones como la
construcción de la paternidad a base del nivel de consumo, o la inserción de la mujer al
ámbito productivo, facilitando así la sobreexplotación y acumulación de capital, sin embargo
la raíz propiamente del fenómeno del suicidio no se encuentra en el sistema patriarcal, sino
en el capitalismo que lo sustenta promueve y facilita las desigualdades en torno al género.
A través de la historia las mujeres han estado confinadas al espacio privado llamado
familia, sin embargo en las últimas décadas esto ha cambiado, el capitalismo ha requerido,
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que salgan de este ámbito y se inserten en el mundo laboral, lo que viene a provocar que
aquellas presiones que anteriormente estaban únicamente asociadas al ser hombre productor,
y proveedor, vengan ahora también a hacerse parte de la vida de las mujeres, como
claramente se pudo observar en ésta investigación, es aquí en donde se puede observar
críticamente que los mal llamados problemas económicos, de endeudamiento, el desempleo,
y la incapacidad de proveer a su familia, no están dados por condiciones o atributos
individuales, ni por el hecho únicamente de ser hombre, si no que están visiblemente
relacionados con la cuestión social, y los antagonismos que surgen de la contradicción
capital/ trabajo.
Ahora bien, por otro lado, esta investigación parte de la categoría de trabajo como
base ontológica del ser, y a través de la misma se logra comprobar que como tal, el trabajo
determina fundamentalmente la vida de las personas, y que a partir de este los individuos y
las individuas pueden experimentar presiones y sentimientos que le provoquen rechazo a su
vida, o por el contrario, a través del mundo laboral pueden experimentar sentimientos de
utilidad, pertenencia y acceso al consumo, que suelen ser valores sobredemandados en la
sociedad capitalista.
A través de esto, se logra ver que a pesar que existe un contexto macrosocial, una
estructura, que es sustentada por la superestructura, que el sistema capitalista imprime
generalidades de producción y reproducción, y cada realidad posee sus propias
particularidades, por lo tanto se da una complejización del tema y el abordaje del mismo, lo
cual demanda un proceso dialéctico, un ir y venir de lo general a lo especifico, de lo objetivo
a lo subjetivo, y de la praxis a lo teórico, reconociendo cada realidad como parte de un todo
social, sin embargo determinada por las condiciones materiales de cada contexto.
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También, parte de lo que se logra concluir con este trabajo es que el análisis del
espacio laboral como factor determinante del fenómeno suicidio no se da en la actualidad,
porque el discurso oficial que se realiza del suicidio se da de manera fragmentada, y conlleva
la trascendencia de la singularidad, y la inmediatez, lo que provoca que se presente las
condiciones de empleo, y el suicidio como problemáticas sociales parcializadas,
contradictorias y expresadas en la singularidad de cada individuo e individua, esto responde
a los valores del capitalismo, en el que se exalta el individualismo, esto viene a limitar que
se haga una análisis desde las contradicciones generadas por la legalidad del sistema
capitalista desde sus diferentes ámbitos, es así como se invisibiliza las mediaciones (Pontes,
2010) que existe entre estas contradicciones, tales como las presiones laborales, la
individualización, el desempleo, y la precarización de las condiciones de trabajo, en relación
con condiciones familiares, que al fin y al cabo no son más que un producto de la contracción
capital/ trabajo y que median en el fenómeno del suicidio
El suicidio no como enfermedad mental, si no como fenómeno social
A través de esta investigación se logra colocar el suicidio como expresión de un
desorden, pero no un uno mental, o del ser, como tradicionalmente se ha teorizado sobre este
fenómeno; sino uno que se asocia a la norma hegemónica del capitalismo desde los valores
del neoliberalismo, en donde las diferentes expresiones de este, familia, estructura
ideológica, instituciones, Estado, y por supuesto el mundo del trabajo, responden a una lógica
que deja entrever el quiebre del sujeto social ante este sistema contradictorio.
Y es que esta investigación, permite concluir que en la actualidad más que nunca, el
suicidio se posiciona socialmente como un tabú, es aquel fenómeno que pasa al frente de
todos y todas, sin embargo a pesar de que es concreto y palpable, está cubierto por la
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culpabilización y la negación; y es que es claro, el suicidio viene a ser uno de las expresiones
del fracaso del sistema capitalista, ya que deja entrever que las ideas promovidas desde este,
de felicidad y libertad no son reales, el sistema no permite que todas las personas puedan
alcanzar las condiciones materiales y espirituales que se establecen como necesarias para la
plenitud del ser. Lo anterior pone al descubierto la caducidad del capitalismo, esto es
indiscutible, quien decide terminar con su vida se encuentra haciendo uno de los más
extremos actos de protesta, la persona se convierte en sujeta portadora de un mensaje en el
cual se hace visible la disconformidad con un sistema inhumano y decadente.
Es debido a esta exposición que hace la persona suicida del sistema, que la misma es
colocada ante la opinión pública como el producto de un episodio de neurosis, de un estado
de depresión, de una imposibilidad de buscar estrategias de afrontamiento a los problemas,
en fin, el suicidio va a estar asociado a factores subjetivos e individuales, sin embargo es
claro que en el discurso y en las vivencias de las personas que fueron participes de esta
investigación, a pesar de que intentaban culpabilizarse y reproducir el discurso oficial en sus
propias experiencias, de manera no consiente hacían manifiesto que su praxis era una
búsqueda de acabar con una vida de la cual estaban disconformes, era la forma de terminar
con una realidad de la cual no se sentían parte, y esto no es producido por una falta de
“coraje”, o por culpa de un “trastorno mental”, sino por un sentimiento de fracaso al no poder
cumplir con las exigencias del sistema capitalista, las cuales se encuentran diseñadas con el
fin de que sólo un grupo de la sociedad pueda tener acceso a ellas.
Es de esta manera que se logra colocar el suicidio como un fenómeno de carácter
económico e ideológico, dado, influido y variado por el contexto en el cual se desarrollan los
individuos y las individuas, y relacionado con las contradicciones sociales derivadas de la
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cuestión social. Sin embargo, debe quedar claro que no se trata de separar la vida social de
la individual, ni mucho menos de fragmentar la complejidad, porque se conoce con
anticipación que las partes están en estrecha relación con el todo, de igual forma no se desea
obviar el plano individual y psicológico, el cual ejerce presión en el ser humano, e influye en
el fenómeno; sino que simplemente se quiere visibilizar el plano macrosocial, y la influencia
que posee el contexto en el que se desenvuelve una persona, es darle una mirada distinta al
fenómeno, tomando en cuenta las presiones del sistema.
Uno de los principales resultados que arroja está investigación, apunta a la necesidad
de superar la visión clínica del suicidio, e instaurar una perspectiva más social, que parta
desde el reconocimiento de la complejidad del fenómeno. Esto debido a que a partir de la
mirada clínica tradicional se estudia el suicidio desde el abordaje de casos aislados y
particulares, en donde no se establece una relación de los unos con los otros, y es de esta
manera que se llega a la conclusión que las causas productoras del fenómeno tienen que ver
con psicopatologías individuales, lo que hace que el abordaje, y el “tratamiento” se haga de
manera individual, provocando así una culpabilización, que obviamente no aborda el
problemas desde sus bases. Sin embargo, a partir de una mirada social, se hace evidente la
necesidad de colocarse por encima de los suicidios particulares, y verlos como unidad
histórica y dialéctica, los cuales van a relacionarse a las particularidades de la sociedad dada,
es así como la cifra social de los suicidios es un rasgo distintivo de cada personalidad
colectiva.
Es debido a esto, que mediante este trabajo se llega a la conclusión de que si la visión
y la forma de teorizar el suicidio cambia, el abordaje y la metodología del mismo se va a
transformar también, es necesario que se lleve a cabo una nueva conceptualización del
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fenómeno en donde se haga esa superación del sujeto aislado, y a partir de esto se empiece a
construir nuevas formas de pensar, sentir y actuar sobre el suicidio, se necesita superar la
visión clínica y exclusivamente médica del fenómeno, que se reconozca que es necesario que
profesionales en distintas ramas sociales aporten a esta construcción, pero aún más necesario
es que se escuchen las voces de aquellas personas que ya han vivenciado el fenómeno y las
secuelas de un intento de autoeliminación, son las que pueden dar respuesta a las miles de
interrogantes que surgen de este fenómeno tan complejo, sin embargo para hacer esto, se
necesita superar el miedo a hablar del tema, aceptar que es parte de la realidad, y empezar
por desculpabilizar al individuo e individua que simplemente se ha cansado de vivir una vida
que no le pertenecer.
Recomendaciones
A partir de la experiencia que se desarrolla en la elaboración de este Trabajo Final de
Graduación, surgen las siguientes recomendaciones a los diferentes órganos que tuvieron una
actuación directa o indirectamente sobre esta investigación
A la carrera de Trabajo Social de la Universidad de Costa Rica en la Sede de Occidente
Se recomienda velar porque la temática del suicidio como resultado de la
cuestión social sea incorporada a los planes de estudio. Esto debido a que dentro
de la carrera los y las estudiantes no cuentan con ninguna herramienta teórica,
ni práctica del abordaje de este fenómeno. Es de vital importancia que dentro de
la academia se comience a hacer ruptura con los parámetros tradicionalistas,
patológicos e individuales, que se le da al suicidio, y que desde el actuar como
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profesionales de Trabajo Social, cuenten con los insumos para poder darle una
mirada diferente a este fenómeno.
Asimismo, es importante que dentro de la carrera se incentive a los y las
estudiantes a realizar sus Trabajos Finales de Graduación en temáticas y ámbitos
no tradicionales, y que históricamente han sido visto como campos de la
medicina, la psicología entre otras carreras. Lo anterior debido a que la visión
del Trabajo Social, desde una formación crítica y dialéctica, permite darle una
perspectiva diferente a realidades que tradicionalmente han sido vistas
únicamente desde una sola óptica. Este tipo de investigaciones permiten abrir
nuevos campos de acción, insertando el actuar del y la profesional en Trabajo
Social en áreas muy diversas.
Es importante que desde la carrera se vele porque sus estudiantes cuente con
herramientas teóricas y metodológicas en intervención en crisis, aún más cuando
sus temas de investigación se enfocan en fenómenos que son sensibles para las
personas participantes, de esta manera se cuenta con la certeza de que tendrán
los conocimientos requeridos para abordar correctamente este tipo de
situaciones.
A futuras investigaciones:
Para futuras investigaciones se sugiere que se investigue la lógica de
mercantilización de la salud que se empieza a ejecutar a partir de las políticas
neoliberales y sus efectos en el fenómeno del suicidio. Esto debido a que parte
de las aristas de investigación que permitió visualizar esta investigación se
encuentra la necesidad de analizar con mayor profundidad este fenómeno, ya
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que a través de esta investigación se percibe la influencia y los cambios que se
suscitan a partir de la implementación de estas medidas.
Otro tema importante a analizar en futuras investigaciones es el del suicidio y
género, esto debido a que a través de esta investigación se pudo visualizar como
el capitalismo hace uso del patriarcado para agudizar las contradicciones
sociales, por lo que el fenómeno del suicidio analizado como manifestación de
la cuestión social abre todo un campo de análisis en la influencia del género en
el suicidio.
Al Hospital San Francisco de Asís
Se recomienda a este centro hospitalario que se diseñen y ejecuten programas y
proyectos para la prevención del suicidio, en donde se aborden temas como
clima organizacional, satisfacción personal, problemas económicos y familiares,
entre otros. Esto debido a que se visibiliza que este fenómeno es recurrente
dentro de las personas trabajadoras de esta institución, y a pesar de esto no se
cuentan con acciones que busquen minimizar este fenómeno
Organizaciones gubernamentales y no gubernamentales que trabajan el tema de suicidio
Es importante que dentro de las organizaciones tanto gubernamentales como no
gubernamentales que manejan la temática de suicidio, se comience a abordar
este fenómeno desde otro tipo de perspectivas en donde la persona que comete
este acto sea desculpabilizada, y el fenómeno analizado desde posturas criticas
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Que se abran más espacios de debate sobre el suicidio, en donde se incorporen
a profesionales de distintas ramas, y que por medio de seminarios, charlas y
talleres, se construya en conjunto una nueva visión y metodología del suicidio.
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VII. Bibliografía
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Fuentes primarias
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Realizada entre las fechas del 01 de junio del 2016 y el 01 de agosto del 2016
Entrevista realizada a Domingo Abarca, presidente de ARCOS. Elaborada el día 31
de marzo del 2016
Entrevista realizada a Nuria Shedden psiquiatra en el HNP. Elaborada el día 08 de
agosto del 2016
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Anexos
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261
Boleta de notificación individual de
vigilancia epidemiológica
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262
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263
Consentimiento Informado para uso
en personas participantes con
intentos de autoeliminación
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264
UNIVERSIDAD DE COSTA RICA
VICERRECTORÍA DE INVESTIGACIÓN
COMITÉ ÉTICO CIENTIFICO
Teléfonos:(506) 2511-4201 Telefax: (506) 2224-9367
FÓRMULA DE CONSENTIMIENTO INFORMADO
Trabajo Final de Graduación para obtener el grado de Licenciatura
“Influencia de las condiciones laborales en las vivencias de personas con intentos de
autoeliminación en la zona de occidente, en el periodo 2016- 2017”
Código (o número) de proyecto:________________________________________
Nombre de la Investigadora Principal:_______________________________________
Nombre de la persona participante:______________________________________________
A. PROPÓSITO DEL PROYECTO: esta investigación la realizan estudiantes de Trabajo
Social de la Universidad de Costa Rica, Sede de Occidente, Recinto de Tacares. El interés de
este trabajo surge debido a que en los últimos años el número de personas que se suicidan en
nuestro país va en aumento, sin embargo, existen muy pocas organizaciones que investiguen
sobre este fenómeno y se encarguen de acompañar en el proceso a las personas que han
intentado quitarse su vida. Por tanto, el objetivo de esta investigación es estudiar algunos
factores sociales que influyen en el aumento de los casos de suicidio e intentos de
autoeliminación. Para ello se pretende establecer una relación entre las presiones laborales
con el fenómeno del suicidio, no se trata de obviar o invisibilizar los múltiples factores
sociales, psicológicos, familiares, entre otros que influyen en el fenómeno, si no sólo de
ofrecer una mirada distinta del fenómeno.. Por ello, la información que usted nos pueda
brindar desde su experiencia sobre este proceso es muy importante para nosotras como
investigadora.
B. ¿QUÉ SE HARÁ?: Su participación en esta investigación consiste en brindar información
sobre su experiencia de intento de autoeliminación. Para ello, se realizará una entrevista, la
cual es totalmente confidencial, y sus respuestas serán utilizadas únicamente con fines
académicos. Esta entrevista estará conformada por preguntas relacionadas a los motivos que
lo llevaron o la llevaron a usted a intentar quitarse la vida, así como a la respuesta que
tuvieron las instituciones que lo o la atendieron, y los cambios que ha vivido en su dinámica
cotidiana después de este suceso. En la entrevista únicamente participará usted, quien puede
decidir si quiere que estemos presentes las dos investigadoras o con quien usted se siente más
cómodo o cómoda respondiendo las preguntas. Estas entrevistas se realizarán en Grecia el
día y la hora más conveniente para usted. En el proceso de la entrevista vamos a estar
escribiendo las respuestas y si usted lo permite usaremos una grabadora para poder obtener
y detallar toda la información que usted nos comparta. La información grabada es únicamente
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265
para garantizar que tengamos las respuestas que usted nos brinde de manera correcta y será
destruida una vez finalizado el proceso.
C. RIESGOS: Su participación en esta investigación puede provocar que se sienta
emocionalmente frágil, incomoda o que le genere alguna molestia. Usted está en toda la
libertad de llorar y expresar emociones, si esto sucede las investigadoras están capacitadas
para brindarle apoyo en ese momento, asimismo si desea detener la entrevista porque no se
siente capacitado o capacitada para continuar solo hágalo saber y se le respetará su decisión.
De igual forma, si quiere guardar silencio o no responder a algunas preguntas, también lo
puede hacer, usted, su seguridad y su comodidad, son nuestro principal objetivo, así que se
realizará lo necesario para garantizar esto. Si sufriera algún daño como consecuencia de los
procedimientos a que será sometido para la realización de este estudio, los investigadores
participantes realizarán una referencia al profesional apropiado para que se le brinde el
tratamiento necesario para su total recuperación.
D. BENEFICIOS: Como resultado de su participación en este estudio, usted no obtendrá
ningún beneficio directo, sin embargo, es posible que las investigadoras aprendan más acerca
de los factores que conllevan a que una persona tome la decisión de autoeliminarse, y si las
condiciones laborales a las cuales e enfrena una personas se relacionan directamente con la
decisión de una persona a consumar un gesto suicida por lo tanto este conocimiento puede
beneficiar a otras personas en el futuro.
E. ASPECTOS RELEVANTES: Antes de dar su autorización para este estudio usted debe
haber hablado con las investigadoras y ellas deben haber contestado satisfactoriamente todas
sus preguntas. Si quisiera más información más adelante, puede obtenerla llamando o
enviando un mensaje a Stephanie Lobo Zúñiga 8304-54-29 o a Brenda Ledezma Rodríguez
862303-02 en cualquier momento. Además, puede consultar sobre los derechos de los Sujetos
Participantes en Proyectos de Investigación a la Dirección de Regulación de Salud del
Ministerio de Salud, al teléfono 22-57-20-90, de lunes a viernes de 8 a.m. a 4 p.m. Cualquier
consulta adicional puede comunicarse a la Vicerrectoría de Investigación de la Universidad
de Costa Rica a los teléfonos 2511-4201 ó 25115839, de lunes a viernes de 8 a.m. a 5 p.m.
F. Usted recibirá una copia de esta fórmula firmada para uso personal.
G. Su participación en este estudio es voluntaria. Tiene el derecho de negarse a participar o
a discontinuar su participación en cualquier momento, sin que esta decisión afecte la calidad
de la atención médica (o de otra índole) que requiere.
H. Su participación en este estudio es confidencial, los resultados podrían aparecer en una
publicación científica o ser divulgados en una reunión científica pero de una manera
anónima.
I. No perderá ningún derecho legal por firmar este documento.
CONSENTIMIENTO
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266
He leído o se me ha leído, toda la información descrita en esta fórmula, antes de firmarla. Se
me ha brindado la oportunidad de hacer preguntas y éstas han sido contestadas en forma
adecuada. Por lo tanto, accedo a participar como sujeto de investigación en este estudio
_________________________________________________________________________
Nombre, cédula y firma del testigo o testiga
Fecha
_________________________________________________________________________
Nombre, cédula y firma de la Investigadora que solicita el consentimiento Fecha
_________________________________________________________________________
NUEVA VERSIÓN FCI – APROBADO EN SESION DEL COMITÉ ÉTICO CIENTÍFICO
(CEC) NO. 149 REALIZADA EL 4 DE JUNIO DE 2008.
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267
Consentimiento Informado para uso
en personas funcionarias del HNP
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UNIVERSIDAD DE COSTA RICA
VICERRECTORÍA DE INVESTIGACIÓN
COMITÉ ÉTICO CIENTIFICO
Teléfonos:(506) 2511-4201 Telefax: (506) 2224-9367
FÓRMULA DE CONSENTIMIENTO INFORMADO
(Para instituciones y organizaciones participantes de la investigación)
Trabajo Final de Graduación para obtener el grado de Licenciatura
“Influencia de las condiciones laborales en las vivencias de personas con intentos de
autoeliminación en la zona de occidente, en el periodo 2016- 2017”
Código (o número) de proyecto:________________________________________
Nombre de la Investigadora Principal:_______________________________________
Nombre de la persona participante:______________________________________________
A. PROPÓSITO DEL PROYECTO: esta investigación la realizan estudiantes de Trabajo
Social de la Universidad de Costa Rica, Sede de Occidente, Recinto de Tacares. El interés de
este trabajo surge debido a que en los últimos años el número de personas que se suicidan en
nuestro país va en aumento, sin embargo, existen muy pocas organizaciones que investiguen
sobre este fenómeno y se encarguen de acompañar en el proceso a las personas que han
intentado quitarse su vida. Por tanto, el objetivo de esta investigación es estudiar algunos
factores sociales que influyen en el aumento de los casos de suicidio e intentos de
autoeliminación. Para ello se pretende establecer una relación entre las presiones laborales
con el fenómeno del suicidio, no se trata de obviar o invisibilizar los múltiples factores
sociales, psicológicos, familiares, entre otros que influyen en el fenómeno, si no sólo de
ofrecer una mirada distinta del fenómeno.. Por ello, la información que usted nos pueda
brindar desde su experiencia sobre este proceso es muy importante para nosotras como
investigadora.
B. ¿QUÉ SE HARÁ?: El objetivo de que usted participe en esta investigación consiste en
que nos pueda brindar información sobre los protocolos y procedimientos de atención a las
personas con intentos de autoeliminación, que se desarrollan dentro del Hospital San
Francisco de Asís y específicamente en el área en donde usted se desempeña. De igual
manera se realizaran algunas preguntas enfocadas en obtener información sobre las
características que presentan las personas que consuman intentos de autoeliminación, esto
con el fin de poder conocer de manera más amplia, la población estudiada en esta
investigación.. Para ello, se realizará una entrevista semiestructurada, la cual es totalmente
confidencial, y sus respuestas serán utilizadas únicamente con fines académicos. En la
entrevista únicamente participará usted, quien puede decidir si quiere que estemos presentes
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las dos investigadoras o con quien usted se siente más cómodo o cómoda respondiendo las
preguntas. Estas entrevistas se realizarán en el Hospital San Francisco de Asís, el día y la
hora más conveniente para usted. En el proceso de la entrevista vamos a estar escribiendo las
respuestas y si usted lo permite usaremos una grabadora para poder obtener y detallar toda la
información que usted nos comparta. La información grabada es únicamente para garantizar
que tengamos las respuestas que usted nos brinde de manera correcta y será destruida una
vez finalizado el proceso.
C. RIESGOS: Se considera que por la naturaleza de la investigación, las técnicas utilizadas
para la recolección de la información, no representan ningún riesgo para las y los
participantes de este estudio.
D. BENEFICIOS: Como resultado de su participación en este estudio se obtendrá un
beneficio, ya que sus opiniones serán tomadas en cuenta para realizar recomendaciones al
Hospital San Francisco de Asís, con el fin de evidenciar la situación actual que experimentan
las personas con intentos de autoeliminación y como se puede mejorar la atención de las
mismas. Asimismo a través de este trabajo se investigará la corelación que tienen las
condiciones laborales con el fenómeno del suicidio, por lo tanto su información servirá para
poder presentar a la comunidad científica información novedosa y actualizada sobre la
temática. Esto puede que posibilite un enriquecimiento en los servicios y políticas tanto que
se le brindan a esta población.
E. ASPECTOS RELEVANTES: Antes de dar su autorización para este estudio usted debe
haber hablado con las investigadoras y ellas deben haber contestado satisfactoriamente todas
sus preguntas. Si quisiera más información más adelante, puede obtenerla llamando o
enviando un mensaje a Stephanie Lobo Zúñiga 8304-54-29 o a Brenda Ledezma Rodríguez
862303-02 en cualquier momento. Además, puede consultar sobre los derechos de los Sujetos
Participantes en Proyectos de Investigación a la Dirección de Regulación de Salud del
Ministerio de Salud, al teléfono 22-57-20-90, de lunes a viernes de 8 a.m. a 4 p.m. Cualquier
consulta adicional puede comunicarse a la Vicerrectoría de Investigación de la Universidad
de Costa Rica a los teléfonos 2511-4201 ó 25115839, de lunes a viernes de 8 a.m. a 5 p.m.
F. Usted recibirá una copia de esta fórmula firmada para uso personal.
G. Su participación en este estudio es voluntaria. Tiene el derecho de negarse a participar o
a discontinuar su participación en cualquier momento, sin que esta decisión afecte la calidad
de la atención médica (o de otra índole) que requiere.
H. Su participación en este estudio es confidencial, los resultados podrían aparecer en una
publicación científica o ser divulgados en una reunión científica pero de una manera
anónima. I. No perderá ningún derecho legal por firmar este documento.
CONSENTIMIENTO
He leído o se me ha leído, toda la información descrita en esta fórmula, antes de firmarla. Se
me ha brindado la oportunidad de hacer preguntas y éstas han sido contestadas en forma
adecuada. Por lo tanto, accedo a participar como sujeto de investigación en este estudio
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_________________________________________________________________________
Nombre, cédula y firma del testigo o testiga
Fecha
_________________________________________________________________________
Nombre, cédula y firma de la Investigadora que solicita el consentimiento Fecha
_________________________________________________________________________
_________________________
NUEVA VERSIÓN FCI – APROBADO EN SESION DEL COMITÉ ÉTICO CIENTÍFICO
(CEC) NO. 149 REALIZADA EL 4 DE JUNIO DE 2008. CELM-Form.Consent-Inform
06-08
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Guion de entrevista para personas
con intentos de autoeliminación
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UNIVERSIDAD DE COSTA RICA
SEDE DE OCCIDENTE
Guion de entrevista en profundidad
La presente entrevista tiene como finalidad recolectar datos importantes para realizar
la investigación titulada “Suicidio como manifestación de la Cuestión Social: Análisis de las
vivencias personales, sociales y laborales de un grupo de personas con intentos de
autoeliminación, residentes del cantón de Grecia”de la carrera de Trabajo Social de la
Universidad de Costa Rica, en el Recinto de Occidente.
La información brindada será de vital importancia para estudiar y comprender de
manera más certera el fenómeno del suicidio y las implicaciones de las actuales exigencias
mundo del trabajo en la vida de las personas. En virtud de lo anterior, no está demás enfatizar
que los datos que usted exponga, serán tratados con profesionalismo, discreción y
responsabilidad.
1. Datos personales
I. Edad: _____________
II. Sexo: _____________
III. Escolaridad: _____________
IV. Estado Civil: _____________
V. Puesto que desempeña actualmente: _____________
VI. Principales labores que realiza en su trabajo:
________________________________________________________________
________________________________________________________________
________________________________________________________________
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2. Relate algunos aspectos que desee compartir de su vida (familiares, laborales,
emocionales, económicos, etc) que usted considere importantes antes del intento
de suicidio.
3. ¿Qué factores considera que la/lo llevaron al intento de suicidio? ¿Qué situación
enfrentaba en ese momento?
4. ¿De qué manera este incidente ha impactado en su vida? ¿Qué cambios ha
experimentado a partir de entonces?
5. ¿Qué papel considera usted jugaron las diferentes instituciones antes, durante y
después del intento de autoeliminación en su vida? (Hospitales, Iglesia, Familia,
etc)
6. Desde su perspectiva, ¿Qué papel tuvo su trabajo durante el incidente (intento de
autoeliminación)?
¡MUCHAS GRACIAS!
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Entrevista para director de ARCOS
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UNIVERSIDAD DE COSTA RICA
SEDE DE OCCIDENTE
Entrevista semiestructurada dirigida al presidente de ARCOS
La presente entrevista forma parte del trabajo final de graduación para optar por el grado de
licenciatura, titulado “Mi trabajo, mi vida: Influencia de las condiciones laborales en las
vivencias de personas con intentos de suicidio en la zona de occidente, en el periodo 2016-
2017” Esta tiene como principal objetivo conocer la posición que posee esta organización
respecto al fenómeno del suicidio, y a la forma de abordaje que tradicionalmente se le brinda
a las personas con tentativas de suicidio. De igual forma, identificar las principales acciones
que se están realizando por parte de ARCOS.
La información que se obtenga de esta entrevista será utilizada con fines exclusivamente
académicos.
1. ¿Cómo y por qué motivo surge ARCOS?
2. ¿Desde qué posición epistemológica y ontológica conciben el suicidio en ARCOS?
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3. ¿Cuáles son las principales acciones que están llevando a cabo esta asociación?
4. ¿Cuál es su posición frente a la forma tradicional de abordaje que las instituciones
brindan a las personas con intentos de suicidio?
5. ¿De qué manera ARCOS busca cambiar la visión tradicional que se le da al suicidio?
6. ¿Por qué considera usted que en los últimos años se ha dado un aumento en las tasas
de suicido?
7. ¿Desde cuales factores detonantes del suicidio se parte en ARCOS?
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8. Desde ARCOS ¿se toma en cuenta el ambiente laboral y las condiciones de trabajo
como factor clave del suicidio?
9. ¿Cuál es la concepción de suicidiologia que se utiliza en ARCOS y cuál es la
importancia de esta?
10. ¿Considera usted que las acciones políticas, institucionales, y comunales que se están
desarrollando para abordar el suicidio son las correctas? ¿Por qué?
11. ¿Cuáles acciones considera usted que son necesarias para enfrentar el aumento de las
tasas de suicidio?
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Entrevista para psiquiatra del HNP
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UNIVERSIDAD DE COSTA RICA
SEDE DE OCCIDENTE
Entrevista semiestructurada dirigida al área de psiquiatría del HNP
La presente entrevista forma parte del trabajo final de graduación para optar por el grado de
licenciatura, titulado “Mi trabajo, mi vida: Influencia de las condiciones laborales en las
vivencias de personas con intentos de suicidio en la zona de occidente, en el periodo 2016-
2017” Esta tiene como principal objetivo conocer los protocolos de atención a las personas
que presenta intentos de suicidio por parte del HNP, así como la metodología utilizada, y
los programas o proyectos que se disponen para la prevención del fenómeno en la zona de
occidente. La información que se obtenga de esta entrevista será utilizada con fines
exclusivamente académicos.
1. ¿Cuál es el tipo de abordaje que se les dá a las personas que se atiende por intento de
suicidio?
2. ¿Cuáles son los factores sociales, ambientales, y psicológicos que se toman en cuenta
como causantes del suicidio?
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3. Dentro del abordaje que se realiza con la persona que ha presentado intentos de
autoeliminación ¿se visibiliza el ambiente laboral y las condiciones de trabajo como
una causante directa del suicidio?
4. De ser así ¿Qué papel juega este factor en las personas que deciden quitarse la vida?
5. Dentro del HNP ¿se tienen programas o proyectos dirigidos a la prevención del
suicidio?
6. ¿Cuáles son las situaciones más comunes por las que las personas deciden quitarse la
vida?
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7. ¿Cuenta el HNP con bases estadísticas sobre el número de suicidios e intentos de
autoeliminación que suscitan en la zona?
8. ¿Cuáles factores cree usted que estén mediando para que en los últimos años la Zona
de Occidente presente una de las tasas más grandes de suicidios?
9. ¿Qué medidas considera usted que se deben tomar para prevenir y atender este
fenómeno?
10. ¿Considera usted que el método de abordaje que se utiliza actualmente con esta
población es el más idóneo? ¿Por qué?
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11. ¿Cree que a nivel político se están realizando acciones efectivas para disminuir el
número de personas que se suicidan?
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