Dra. Marcia CevallosDra. Marcia Cevallos

!En tu mano estan mis tiempos! !En tu mano estan mis tiempos!

2 3Dra. Marcia CevallosDra. Marcia Cevallos

!En tu mano estan mis tiempos! !En tu mano estan mis tiempos!

“En tu mano están mis tiempos; Líbrame de la mano de mis enemigos y de mis per-seguidores”.

Salmos 31:15

4 5

Todas las citas bíblicas se han tomado de la Biblia Reina Valera 1960 ©, (Sociedades Bíblicas Unidas); Algunos Textos tomados de la Biblia al Día ©1979, por la So-ciedad Bíblica Internacional; Traducción libre; Textos tomados de la Biblia Traducción Actual © Todos los De-rechos ReservadosCopyright © 2001 Centro Bíblico Yeshua, Inc.

Con todos los derechos reservados

(logo tipo)

Adquiera más información acerca del Ministerio de la Dra. Marcia Cevallos, escribiendo a: Centro Bíblico Yeshua y/o Tu Palabra GuardareDra. Marcia CevallosP.O. Box 1636,Piscataway, New Jersey 08855 1636United States of America

Impreso en Editores del Austro, Cuenca Ecuador 07 2890661. © TODOS LOS DERECHOS RESERVA-DOS. No se permite la reproducción ni transmisión de ninguna porción de este libro en ningún formato ni mediante ningún medio, sea electrónico o mecánico, incluyendo el fotocopiado, la grabación, o ningún otro sistema de archivado y recuperación de información, sin previa autorización escrita.

Contenido

I. El creyente vive en el lugar

secreto

II. Apártese del débil sistema del

mundo

III. Tenemos un muro de redención

IV. Las mismas condiciones , re-

sultados diferentes

V. ¡Todo saldrá bien!

6 7

IntroducciónEl creyente debe entender que nosotros

no dependemos de los tiempos. La verdad por la cual nosotros no vivimos bajo el dominio, las reglas, el control o las influencias de cual-quiera que sea el camino que la economía y el sistema que el mundo tenga; se debe a que los tiempos dependen de nosotros ¡la Iglesia! Los tiempos que estamos viviendo están suje-tos a La autoridad de la Palabra de Dios, A la Sangre de Jesús Y al Nombre de Jesús; los cuales activamos por medio de nuestra fe. ¿Por qué? Porque dependemos y somos gober-nados por otra economía y por otro sistema —el Sistema del Reino de Dios—.

En Salmos 27: 1- 7, leemos lo siguiente: (paráfrasis).

El Señor es mi luz y mi salvación ¿a quién temeré? Cuando los malvados se lancen a destruirme, tropezarán y caerán. Sí, aunque un poderoso ejército marche contra mí, mi co-razón no abrigará temor. Confió en que Dios

me Salvará. Lo que pido de Dios, lo que más deseo, es el privilegio de habitar en su Tem-plo, vivir en su presencia cada día de mi vida, deleitarme en sus perfecciones y gloria incom-parables. …..El me esconderá. El me pondrá sobre una alta roca, fuera del alcance de mis enemigos. Entonces le llevaré sacrificios y con gran gozo entonaré sus alabanzas. ¡Escucha mis suplicas, Señor Ten piedad y envíame el socorro que necesito. (Salmo 27:1-7 Biblia al Día).

En este Salmo podemos ver claramen-te donde está la confianza del hijo de Dios. El creyente en Cristo confiesa siempre que Dios es su Salvación, en cualquier tiempo, y aunque un poderoso ejército marche en contra de no-sotros decimos: “Confió en que El Señor me Salvará”. Porque el creyente vive en el lugar secreto. Esta apartado del débil sistema del mundo. Está protegido por el muro de reden-ción. Está consciente que vive en este mundo, pero que no es de

este mundo. Confiesa y cree que: ¡Todo saldrá bien!

8 9

I.- El Creyente vive en el lugar secreto

Usted y yo vivimos en el lugar secreto el cual que se menciona en Salmos 91:1: «El que habita al abrigo del Altísimo morará bajo la sombra del Omnipotente».

“Vivimos a la sombra del todopodero-so, amparados por el Dios que está por sobre todos los dioses” (Biblia al Día).

Las promesas de Dios están implícitas en su Palabra para que cada hijo de Dios las reciba y se apropie de ellas.

En Salmos 27:5, leemos: «Porque él me esconderá en su tabernáculo en el día del mal…».

Y en Salmos 32:7, el salmista declara: «…Tu eres mi refugio en todas las tormentas

de la vida; tu quien me guarda de meterme en problemas Tú me rodeas de cantos de victoria. Yo te instruiré dice el Señor, y te guiare por el camino mejor para tu vida; yo te aconsejare y observare tu progreso. …». (Paráfrasis)

Debemos creer y permanecer firmes en lo que se declara en Salmos 31:15: “Pero yo confiaba en ti, ¡Oh Señor! Yo decía: tú Solo eres mi Dios; en tus manos están los días de mi vida. …” (Paráfrasis)

Oh, lo que dice en la Biblia Reina Va-lera 1960 “Mas yo, en ti confió, Oh Jehová, Digo: Tú eres mi Dios. En tu mano están mis tiempos” Diga conmigo: «En tu mano están mis tiempos…».

Ponga toda su confianza en estas bendi-tas promesas de su Palabra y declárelas cada día de su vida y verá que Dios siempre res-palda su Palabra. El cielo y la tierra pasaran pero su Palabra permanecerá para siempre. En

10 11

Isaías 55:10-11 dice: “Así como la lluvia y la nieve desciende del cielo y permanece en la tierra para regarla, haciendo que la tierra de grano y produzca semilla para el sembrador y pan para el hambriento, así es la Palabra mía. Yo la envió, y siempre da fruto. Realizará cuanto yo quiero y prosperará en dondequiera la envié”. (Biblia al Día)

En la Reina Valera 1960 declara: “así será mi palabra que sale de mi boca; no vol-verá a mí vacía, sino que hará lo que yo quie-ro, y será prosperada en aquello para que la envié”. Es hora de abrir nuestros ojos a la revelación de Su Palabra; apropiarnos de ella y confesar sus promesas porque son nuestras, nos pertenecen por derecho legal, porque so-mos sus hijos, nacidos de nuevo, por el Pacto que Dios hizo con Jesús por nosotros. Somos coherederos con Cristo y herederos de una Salvación tan grande. (Romanos 8:17) “Y si hijos, también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo,..”

II. Apártese del débil sistema del mundo

La voluntad de Dios es que seamos prósperos y no sólo tratar de sobrevivir.

El término sobrevivir significa: “Llevar la vida con dificultad y simplemente existir”. ¡De esa manera no debemos vivir!.

La palabra prosperar significa: “Flore-cer, tener éxito, avanzar y prosperar sin impor-tar los tiempos”.

El Señor desea ver a sus hijos bende-cidos. Si es un creyente nacido de nuevo, ha recibido a Jesús como su Señor y Salvador, Él ha establecido que usted sea BENDECIDO.

Usted ya no es más un cautivo de la economía Babilónica, porque a través de Je-sús, fue liberado de ese sistema confuso e

12 13

impío, y fue trasladado por completo a otro sistema. Como heredero del último Adán, fue colocado de nuevo en el sistema de prosperi-dad del Edén que Dios creó en el principio, fue devuelto al lugar de LA BENDICIÓN.

Así como se lo expresó al primer Adán, Dios también se lo dijo a usted: «…Fructifi-cad y multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzga-dla…» (Génesis 1:28). Él lo ha coronado con Su misma gloria creadora (Salmo 8:5), lo ha bendecido con cada bendición espiritual que se encuentra en los lugares celestiales (Efesios 1:3) y ha liberado a un incalculable número de ángeles para que ministren a nuestra orden o favor (Hebreos 1:14). Él lo ha redimido de la maldición para que la BENDICIÓN de Abra-ham pueda venir sobre usted a través de Jesu-cristo (Gálatas 3:13-14).

No importa de qué punto de vista lo analice, ya se estableció el que usted sea BEN-DECIDO. Y puede vivir en esa BENDICIÓN,

incluso en medio de la confusa economía babi-lónica. Si ¡no cambia lo establecido!

En Juan 17, se establece el hecho de que es probable que nos encontremos en este mun-do, sin embargo, no somos de éste. Estamos apartados del débil sistema del mundo.

Leamos: Juan 17:12-26

Cuando estaba con ellos en el mundo, yo los guardaba en tu nombre; a los que me diste, yo los guardé, y ninguno de ellos se per-dió,… Pero ahora voy a ti; y hablo esto en el mundo, para que tengan mi gozo cumplido en sí mismos. Yo les he dado tu palabra; y el mundo los aborreció, porque no son del mun-do, como tampoco yo soy del mundo. No ruego que los quites del mundo, sino que los guardes del mal. No son del mundo, como tampoco yo soy del mundo. Santifícalos en tu verdad; tu palabra es verdad. Como tú me enviaste al mundo, así yo los he enviado al mundo. Y

14 15

por ellos yo me santifico a mí mismo, para que también ellos sean santificados en la verdad. Más no ruego solamente por éstos, sino tam-bién por los que han de creer en mí por la pa-labra de ellos, para que todos sean uno; como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros; para que el mundo crea que tú me enviaste. La gloria que me dis-te, yo les he dado, para que sean uno, así como nosotros somos uno. Yo en ellos, y tú en mí, para que sean perfectos en unidad, para que el mundo conozca que tú me enviaste, y que los has amado a ellos como también a mí me has amado. Padre, aquellos que me has dado, quiero que donde yo estoy, también ellos estén conmigo, para que vean mi gloria que me has dado; porque me has amado desde antes de la fundación del mundo. Padre justo, el mundo no te ha conocido, pero yo te he conocido, y éstos han conocido que tú me enviaste. Y les he dado a conocer tu nombre, y lo daré a co-nocer aún, para que el amor con que me has amado, esté en ellos, y yo en ellos”.

En el versículo 14, encontramos que Je-sús oró a Su Padre diciendo:

«Yo les he dado tu palabra; y el mundo los aborreció, porque no son del mundo, como tampoco yo soy del mundo». Esta verdad es tan importante que se repite de nuevo en el versículo dieciséis, “No son del mundo, como tampoco yo soy del mundo”.

En el versículo 15, Jesús oró para que el Padre nos liberara del mal que se encuentra en el mundo. “No ruego que los quites del mun-do, sino que los guardes del mal”. Este mal incluye el temor, la pobreza y la enfermedad. En las siguientes escrituras: En Mateo 6:13, leemos: «…líbranos del mal…». En Gálatas 1:4, se nos enseña: El Señor Jesús se dio por nosotros para «…librarnos del presente siglo malo…».

En 1 Juan 5:18, dice: <<Sabemos que todo aquel que ha nacido de Dios, no práctica

16 17

el pecado, pues Aquel que fue engendrado por Dios le guarda, y el maligno no le toca>>

¿Qué significa que el Maligno no le toca?

El apóstol Juan se está refiriendo a to-dos aquellos que han aprendido a vivir por la gracia de Dios y reconocen lo que Jesús ha hechos por nosotros en la Cruz del calvario y que vivimos en ese lugar secreto. ¿Y cuál es ese lugar secreto?, vivir en su presencia y permanecer en su Palabra, creer lo que dice en ella y ser hacedores de ella (Santiago 1:22). Declararé sus promesas, pero sobre todo que vivamos en la Luz ¿Y quién es la Luz? Jesús dijo Yo Soy la luz del mundo. Un cristiano fiel; vive bajo esa cobertura divina porque practica la ley del amor, y bajo esa luz divina (Cristo en su corazón).

Veamos ahora en Juan 17:17, Jesús le pide al Padre: «Santifícalos en tu verdad; tu

palabra es verdad». La palabra santifícalos significa: “Liberar o apartarse de algo”. Por medio de esta oración, hemos sido apartados o separados del débil sistema económico del mundo. «Porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús me ha librado [nos ha apartado] de la ley del pecado y de la muerte» (Romanos 8:2).

No dependemos de la economía. Pros-peramos y florecemos a pesar de lo que esté sucediendo a nuestro alrededor.

18 19

II.- Tenemos un muro de la redención

El Antiguo Testamento tiene similitud con el Nuevo Testamento. Por ejemplo: En Éxodo, encontramos una ilustración de cómo debemos vivir hoy en día.

Dios le indicó a Moisés que se acerca-ra al Faraón y le dijera: «…deja ir a mi pue-blo…». Si el faraón se rehusaba, habría gran-des consecuencias. Las cuales encontraremos descritas en Éxodo 8:21-22:

Porque si no dejas ir a mi pueblo, he aquí yo enviaré sobre ti, sobre tus siervos, so-bre tu pueblo y sobre tus casas toda clase de moscas; y las casas de los egipcios se llenarán de toda clase de moscas, y asimismo la tierra donde ellos estén. Y aquel día yo apartaré la tierra de Gosén, en la cual habita mi pue-blo, para que ninguna clase de moscas haya en ella, a fin de que sepas que yo soy Jehová en

medio de la tierra.

Póngale especial atención a lo que Dios afirmó en el versículo 23: «Y yo pondré reden-ción entre mi pueblo y el tuyo. Mañana será esta señal».

La palabra división, en el idioma hebreo significa lo mismo que redención. De hecho, Dios construyó un “muro de redención” entre los egipcios y los hijos de Israel. Como resul-tado, las plagas que se manifestaron en contra de Egipto no tocaron a los hijos de Dios. Su ganado no murió, el granizo no los tocó y ha-bía luz en la tierra de Gosén, mientras que los egipcios se encontraban en tinieblas.

Ahora bien, ¿cómo se aplica esto a no-sotros?

Leamos Gálatas 3:13-14: «Cristo nos redimió de la maldición de la ley, hecho por nosotros maldición (porque está escrito: Mal-

20 21

dito todo el que es colgado en un madero), para que en Cristo Jesús la bendición de Abraham alcanzase a los gentiles, a fin de que por la fe recibiésemos la promesa del Espíritu».

Hemos sido redimidos, separados y ale-jados de la maldición del temor, de la enferme-dad, de la escasez y de ¡las deudas! Jesús pagó por completo por usted y por mí, a fin de que viviéramos por encima de cualquier circuns-tancia que suceda en el sistema del mundo.

Gracias a Él ¡prosperamos!

Gracias a Él ¡hemos sido apartados de la maldad de este mundo!

Gracias a Él ¡no dependemos de los tiempos!

Declare la Palabra: “En Tu Mano es-tán mis tiempos” Confió plenamente en ti. Porque tú me esconderás en tu tabernáculo en

el día del mal. Tú eres mi refugio en todas las tormentas de la vida; tú quien me guarda de meterme en problemas Tú me rodeas de cantos de victoria.

Y el Señor le responderá: Yo te instruiré y te guiaré por el camino mejor para tu vida; yo te aconsejaré y observaré tu progreso.

22 23

III. Las mismas condiciones, resultados diferentes

Acabamos de encontrar en Éxodo, un principio que se repite varias veces a través de las Escrituras. A pesar de que el pueblo de Is-rael vivía cerca de los egipcios, (en el mismo país) el muro de redención los libró de las plagas. A esto le llamo: Las mismas condicio-nes, resultados diferentes. Podemos estar en el mundo pero no somos del mundo.

En Jeremías 17:5-8, encontramos un gran ejemplo del Antiguo Testamento: “Mal-ditos sean los que colocan su confianza en el ser humano, y se fían de la fuerza humana y alejan su corazón del Señor. Ellos serán como la retama en el desierto, sin esperanza en el futuro. Ellos vivirán en el desierto en una tie-rra despoblada y deshabitada” (Traducción libre).

Ahora, es cuando entra a escena el muro de la redención: “…Pero benditos son los que confían en el Señor y los que lo han hecho su confianza y su esperanza. Ellos son como ár-boles plantados junto a las aguas, cuyas raíces llegan hasta aguas profundas. Como árboles que no sentirán el calor, y que no se preocupan por la sequía. Sus hojas permanecerán verdes y nunca dejaran de dar frutos”.

¿Se da cuenta? Son las mismas con-diciones, pero con diferentes resultados. El hombre que confía en Dios y el hombre que no confía.

En el versículo 8, de la versión Reina Valera 1960, a este tiempo se le denomina: El año de la sequía. Por ejemplo, la persona que: «confía en el hombre, y pone carne por su bra-zo, y su corazón se aparta de Jehová» no dará fruto. En cambio La persona que confía en el Señor: «…siempre dará fruto».

Cuando leemos que su hoja estaba ver-

24 25

de, en hebreo esa palabra significa: “Ingresar a un estado de prosperidad y ser ¡extremada-mente exitoso!”. Un hombre fracasó, el otro tuvo éxito. De nuevo, las condiciones eran las mismas, pero los resultados fueron diferentes. ¡No permitas que el enemigo robe a tu hijo, a tu esposo, esposa, tus bienes, no lo permitas!

En Lucas 6:47:48, encontramos un gran

ejemplo del Nuevo Testamento: «Todo aquel que viene a mí y oye mis palabras y las obede-ce, os indicaré a quién es semejante. Semejan-te es al hombre que, al edificar una casa, cavó y ahondó y puso el fundamento sobre la roca; y cuando vino una inundación, el río dio con ímpetu contra aquella casa, pero no la pudo mover porque estaba fundada sobre la roca» (RV95).

Una vez más, en el versículo 49, leemos acerca del muro de la redención: “Pero el que escucha [la Palabra] y no obedece, es como el hombre que construyó su casa sin funda-

mento. Cuando la corriente la golpeó, de in-mediato se derrumbó, y la ruina de esa casa fue mucha” (Traducción libre). Fue la misma tormenta. Sucedió en la misma comunidad, sin embargo, los resultados fueron muy diferen-tes.

Una casa cayo, pero la otra permaneció porque estaba fundada sobre la Roca; esto nos habla de tener un fundamento firme y convin-cente en la Palabra de Dios.

Tenemos un ejemplo más en la Palabra de Dios. Génesis 26:1-5,12- 16, 23-25: Isaac sembró en la hambruna y cosechó cien veces.

“Después hubo hambre en la tierra, además de la primera hambre que hubo en los días de Abraham; y se fue Isaac a Abimelec rey de los filisteos, en Gerar. Y se le apareció Jehová, y le dijo: No desciendas a Egipto; habita en la tierra

26 27

que yo te diré. Habita como forastero en esta tierra, y estaré contigo, y te ben-deciré; porque a ti y a tu descendencia daré todas estas tierras, y confirmaré el juramento que hice a Abraham tu pa-dre. Multiplicaré tu descendencia como las estrellas del cielo, y daré a tu des-cendencia todas estas tierras; y todas las naciones de la tierra serán benditas en tu simiente, por cuanto oyó Abra-ham mi voz, y guardó mi precepto, mis mandamientos, mis estatutos y mis le-yes”. Y sembró Isaac en aquella tierra, y cosechó aquel año ciento por uno; y le bendijo Jehová. El varón se enri-queció, y fue prosperado, y se engran-deció hasta hacerse muy poderoso. Y tuvo hato de ovejas, y hato de vacas, y mucha labranza; y los filisteos le tu-vieron envidia. Y todos los pozos que habían abierto los criados de Abraham su padre en sus días, los filisteos los ha-bían cegado y llenado de tierra. Enton-

ces dijo Abimelec a Isaac: Apártate de nosotros, porque mucho más poderoso que nosotros te has hecho. Y de allí su-bió a Beerseba. Y se le apareció Jehová aquella noche, y le dijo: Yo soy el Dios de Abraham tu padre; no temas, por-que yo estoy contigo, y yo bendeciré, y multiplicaré tu descendencia por amor de Abraham mi siervo. Y edificó allí un altar, e invocó el nombre de Jehová, y plantó allí su tienda; y abrieron allí los siervos de Isaac un pozo.

Se cuenta como Dios honra a los que lo honran, a los guardan en su Palabra a los que meditan en su Palabra, somos benditos, pros-perados en todas las cosas. Como los creyen-tes en Cristo somos prosperados y bendecidos cuando guardadnos y obedecemos la Palabra de Dios, no permitas que el enemigo robe las bendiciones que Dios te ha dado, ¡No lo per-mitas!

28 29

IV - ¡Todo saldrá bien!

Él nos indicó cómo apartarnos de esos tiempos: Esta Palabra fue dada a un siervo del Señor muy ungido “Aférrense a la Palabra, permanezcan firmes, peleen la buena batalla de la fe, no se alimenten de temor ni proble-mas, sino de la Palabra.

Muchas cosas difíciles se manifestarán en diferentes lugares alrededor del mundo. Esto está sucediendo y no mejorará. Al con-trario, empeorará cada vez más. Es una cues-ta abajo que el mundo no puede detener. No obstante, para la familia de la fe, todo saldrá bien. Todo saldrá bien. Luego, el Señor repitió varias veces:

Alaben, adoren y prediquen la Palabra. Porque Yo lo he dicho, y lo seguiré diciendo hasta que esto se convierta en algo sólido y fuerte en su espíritu —su tiempo ha llegado—. Es tiempo de brillar. Es tiempo para hacer

cosas grandes y extraordinarias en el ámbi-to financiero, en el mundo médico, en todas las áreas en las que este planeta se encuentre en terribles problemas; y muy confundido; al punto que no logra comprender cuán confun-dido en realidad está. Y está sufriendo y des-esperado a causa de esto. Pero a la familia de la fe, todo le saldrá bien.

Te animo querido creyente a: Perma-nezca firme en esta palabra, es más, en toda la Palabra. Usted y yo no dependemos de los tiempos. Hemos sido apartados del sistema del mundo y vivimos en la prosperidad del reino de los cielos, aquí en la tierra.

El primordial propósito de nuestra prosperidad es alcanzar a otros. Estamos pro-tegidos en la familia de fe, a fin de ayudar a aquellos que desean unirse y formar parte de nosotros. Necesitamos estar listos para reci-birlos y ayudarlos a edificar su nueva vida en Cristo.

30 31

Debemos explicarles que no dependen de los tiempos.

Les podemos enseñar cómo unirse a un nuevo nivel de vida en la provisión y prosperi-dad sobrenatural de Dios. Podemos compartir-les las buenas nuevas de que en Cristo: “¡Todo le saldrá bien, a la familia de la fe!”.

Oración por Salvación y Bautismo del Espíritu Santo

Ahora le Invito a todo aquel que nunca ha entregado a Jesús su Corazón a que haga la siguiente oración: ¡Y Jesús será su Salvador y Señor!.

Amante Dios y Padre celestial, vengo a Ti en el nombre de Jesús. Entiendo que en Tu Palabra dice: «Y todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo» (Hechos 2:21). Señor Jesús, yo Te invoco y Te pido que ven-gas a mi corazón y seas el Señor de mi vida. De acuerdo con Romanos 10:9–10: «Que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo. Porque con el cora-zón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación”. Acepto el sacrificio que Tú hiciste por mí en la cruz del Calvario. Me arrepiento de todos mi pecados. Por lo tanto Yo confieso ahora que: Jesús es el Señor,

32 33

y creo en mi corazón que Dios le resucitó de entre los muertos.

¡Señor, Ahora que he nacido de Nuevo! ¡Soy un cristiano, hijo de Dios!!Aleluya, Soy Salvo! Ahora bien, Señor en tu Palabra dice: «Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre celestial dará el Espíritu Santo a los que se lo pidan?» (Lucas 11:13). Enton-ces Te pido que me llenes con Tu Espíritu. Es-píritu Santo te doy la bienvenida a mi corazón y estoy plenamente convencido de que hablaré en otras lenguas, según Tú me concedas ex-presar (Hechos 2:4). En el nombre de Jesús, ¡amén!.

Le animo a continuar con la bendición que Dios le ha dado, y ore en el espíritu cada día. Ahora usted es un creyente ungido y lleno del Espíritu Santo. Le aseguro que ¡Su vida ja-más será la misma!.

Querido lector, en este momento usted ha hecho la decisión más importante en su vida, por lo tanto le damos la Bienvenida a la familia de Dios. Quisiéramos que nos deje saber de su decisión y le estaremos envian-do material de estudio para que comience a caminar en su vida nueva cristiana, crezca y madure en esta.. Contamos con un paquete de libros gratis acerca de la Salvación, el cual nos gustaría enviarle, comuníquese con nosotros: www.seminarioavivmaiento; e-mail: tupala-braguardare@hotmail.com

34 35

Acerca de la Autora:

La Dra. Marcia Cevallos obtuvo su Doctorado del Southeastern Theological Semi-nary, en Christian Education . Es co-fundadora del Centro Bíblico Yeshua, por los últimos 25 anos. (Ahora Seminario de Avivamiento Yes-hua). Ha establecido centros de enseñanza educativa en el Estado de New York, New Jer-sey, y en otros lugares de Latino-América. La Dra. Cevallos trabajo por muchos años como Directora de los Centros de Extensión de American Bible Collage and Seminary, y otras Universidades. También trabajo en conjunto con el Latín American Theological Seminary como Directora y Profesora de cursos tales como: Sermones Expositivos, Introducción al Griego, Griego I y II; Teología Avanzada, Her-menéutica Especializada, Consejería Pastoral y Otros. Durante varios años fue profesora de los Centros de Extensión de las Universidades

dictando cursos de enseñanza de nivel Univer-sitario tales como Literatura Hebrea del Anti-guo Testamento, Historia Inter-testamentaria, Historia de la Iglesia I y II ; La Persona y La Obra del Espíritu Santo, La Persona y la Obra de Cristo, Introducción a la Consejería Cris-tiana, y otros cursos avanzados. Fue Directora del Programa Radial de Niños: “Alcanzando la Niñez para Cristo”, que por muchos años se transmitió por varias emisoras y se levantó una generación de niños y padres conscientes de la Educación de sus hijos. Actualmente la Dra., Cevallos, es Directora del Seminario Bí-blico de Avivamiento Yeshua y del Programa Radial “Tu Palabra Guardare”, que se transmi-te por varias emisoras radiales y por internet, enseñando la Palabra de Dios no adulterada y dando un fuerte énfasis bíblico, miles de per-sonas son bendecidos por sus enseñanzas, en sus libros, sus guías de estudio y sus semina-rios y conferencias en Convenciones de Avi-vamiento.

36 37

Adquiera más información acerca del Ministerio de la Dra. Marcia Cevallos, escri-biendo a:

Centro Bíblico Yeshua y/o Tu Palabra Guar-dareDra. Marcia CevallosP.O. Box 1636,Piscataway, New Jersey 08855 1636United States of America

Literatura disponible del programa Tú Palabra

Guardare:• El Mayor Juramento Hecho por ti y por Mi• ¡Descubra ¡ Como permanecer en esta ca-rrera• La Sanidad Divina es para ti• ¿Qué es conocimiento por Revelación?• Encuentra libertad en el Perdón• ¡Él Vive!• Somos la Bendición de Dios en esta tierra• Desarrolle su fe en el Amor del Padre• Entrad a Sus Atrios con acciones de Gra-cias• ¡Se busca Obreros!• ¿Qué es el Alma?• La voluntad de Dios es la Salvación• La Oración de Acuerdo• Hemos Sido Hechos Justicia de Dios en El (Jesús) Parte I,II,III IV• Como criar a nuestros hijos bajo Princi-pios Divinos ,Parte I,II,III

38 39

• Cuáles son los tipos de Oración• Dios de Pactos• En el poder del Espíritu• Nombre Sobre Todo Nombre• Perdona, Olvida y Recibe Bendición• Siete pasos para obtener la victoria Perso-nal • Véase en el espejo de la Palabra • El Espíritu Santo Nuestro Consolador, Consejero…… Parte I• El Espíritu Santo Nuestro Intercesor, Abogado…… Parte II• Puro de Corazón• Y otros…………………………

Para obtener más información acerca de la Dra. Marcia Cevallos, y si deseas estudiar la Palabra de Dios por Correspondencia o por Internet puedes escribirnos a los siguiente correo electrónico: tupalabraguardare@ho-tmail.com; O visita nuestra página web: www.semian-rioaviamiento.com

Escribanos a:Dra. Marcia CevallosSeminario Bíblico de AvivamientoP.O. Box 1636, Piscataway, N.J. 08854-1636

40 Dra. Marcia CevallosDra. Marcia Cevallos

!En tu mano estan mis tiempos! !En tu mano estan mis tiempos!

La Doctora Marcia Cevallos, y su esposo el pastor Francisco Cevallos, tienen cinco hermosos hijos: Esteban Daniel, Joshua, Esther, Anna e Israel. Ella junto a su esposo pastorean la Iglesia de Avivamiento para las Nacio-nes y dirigen el Seminario de Avivamiento Yeshua.

La Doctora Cevallos también Dirige el Programa Radial “Tu Palabra Guardare”, que se transmite por varias emisoras en los Estados Unidos, en Latino-América y a través del internet por todo el mundo. Además es Confe-rencista y Maestra Internacional, enseñando la Palabra de Dios a través de Convenciones y Congresos a nivel Inter-nacional.

En este libro “En tu mano estan mis Tiempos”.

Usted encontrara cual es la Voluntad de Dios en su Vida

El creyente debe entender que nosotros no dependemos de los tiempos. La verdad por la cual nosotros no vivimos bajo el dominio, las reglas, el control o las influencias de cualquiera que sea el camino que la economía y el sistema que el mundo tenga; se debe a que los tiempos dependen de nosotros ¡la Iglesia! Los tiempos que estamos viviendo están sujetos a La autoridad de la Palabra de Dios, A la San-gre de Jesús Y al Nombre de Jesús; los cuales activamos por medio de nuestra fe.