Enero Febre Ro 2006

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revista san miguel 2006

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  • PARA EL TRIUNFO DE LA INMACULADAPilgrims of Saint Michael - Peregrinos de San Miguel Arcngel

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    Impreso en Canad

    POR UNA ECONOMA DE CRDITO SOCIAL, DE ACUERDO CON LAS ENSEANZAS DE LA IGLESIA, A TRAVS DE LA ACCIN VIGILANTE DE PADRES DE FAMILIA Y NO A TRAVS DE PARTIDOS POLTICOS

    UN PERIDICO DE LAICOS CATLICOS, POR EL REINO DE JESS Y MARA, EN LAS ALMAS, FAMILIAS Y NACIONES

    EDICIN BI-MENSUAL EN ESPAOL - INTERNET: www.periodicosanmiguel.org E-MAIL: [email protected]

    N. 16 (1939) AO 4

    SAN MIGUEL

    En la verdad la paz

    Mensaje de Su Santidad

    Benedicto XVI

    enero - febrero 2006 2 aos $20

    PGINA 2

    AL SERVICIO DE LA VERDAD PLENA DEL HOMBRE

    DE LA CARIDAD A LA JUSTICIACONGRESO INTERNACIONAL

    DE LOS PEREGRINOS DE SAN MIGUEL ARCNGEL

    DOCTRINA SOCIAL Y COMPROMISO DE LOS FIELES LAICOS

    Es tarea propia del el laico anunciar el evangelio con el testimonio de una vida

    ejemplar, enraizada en Cristo y vivida en las realidades temporales: la familia; (...) el ejercicio de las responsabilidades

    sociales, econmicas, polticas. Todas las realidades humanas seculares, personales y sociales, ambientes y

    situaciones histricas, estructuras e instituciones, son el lugar propio del

    vivir y actuar de los cristianos laicos.1

    PGINAS 13 y 14

    Jornada Mundial de la Paz 1 de enero de 2006

    La Sagrada Familia, ejemplo para todas las familias.

    Fiesta de la Sagrada Familia, 30 de diciembre de 2005

    En la festividad de la Sagrada Fa-milia, recordamos y celebramos que Dios quiso nacer dentro de una fa-milia para que tuviera alguien que lo cuidara, lo protegiera, lo ayudara y lo aceptara como era.

    Al nacer Jess en una familia, el Hijo de Dios ha santicado la familia humana. Por eso nosotros veneramos a la Sagrada Familia como Familia de Santos.

    Cmo era la Sagrada Familia?Mara y Jos cuidaban a Jess,

    se esforzaban y trabajaban para que nada le faltara, tal como lo hacen to-dos los buenos padres por sus hijos.

    Jos era carpintero, Jess le ayu-daba en sus trabajos, ya que despus lo reconocen como el hijo del carpin-tero.

    Mara se dedicaba a cuidar que no faltara nada en la casa de Nazaret.

    Tal como era la costumbre en aque-lla poca, los hijos ayudaban a sus mams moliendo el trigo y acarreando agua del pozo y a sus paps en su trabajo. Podemos suponer que en el caso de Jess no era di-ferente. Jess aprendi a trabajar y a ayudar a su familia con gene-

    rosidad. l siendo Todopoderoso, obe-deca a sus padres humanos, conaba en ellos, los ayudaba y los quera.

    Qu enseanza nos da Jess, quien hubiera podido reinar en el ms suntuoso palacio de Jerusaln siendo obedecido por todos! l, en cambio, rechaz todo esto para esconderse del mundo obedeciendo elmente a Mara y a Jos y dedicndose a los ms hu-mildes trabajos diarios, el taller de San Jos y en la casa de Nazaret.

    Las familias de hoy, deben seguir este ejemplo tan hermoso que nos dej Jess tratando de imitar las virtudes que viva la Sagrada Familia: sencillez, bondad, humildad, caridad, laboriosi-dad

    La familia debe ser una escuela de virtudes. Es el lugar donde crecen los hijos, donde se forman los cimientos de su personalidad para el resto de su vida y donde se aprende a ser un buen cris-tiano. Es en la familia donde se formar la personalidad, inteligencia y voluntad

    del nio. Esta es una labor hermosa y delicada. Ensear a los nios el camino hacia Dios, llevar estas almas al cielo. Esto se hace con amor y cario1.

    El Santo Padre explica la Eucarista a los nios

    Anticipndose al n inminente del ao de la Eucarista (el 23 de octubre), el Papa Benedicto XVI reuni a aproximadamente 100,000 comulgantes jvenes el sbado 15 de octubre, para una reunin titulada Pan del Cielo. En junio pasado, el Papa haba hecho extensiva una invitacin a todos nios que iban a recibir su Primera Comunin este ao. La invitacin fue dirigida a todos los nios de la Dicesis de Roma y de las Dicesis cercanas. Sin embargo, nios de todas partes de Italia, Espaa, Francia y otras partes, llegaron en buses el sbado a la Plaza de San Pedro, rebosndola. Los rasgos mas sobresalientes del da fueron sus conversaciones con Benedicto XVI que respondi a siete de los nios, sentados cerca de l, quienes le preguntaron sobre la Eucarista. La reunin termin con la adoracin y la bendicin con la Eucarista. He aqu las siete preguntas de los nios y las respuestas del Santo Padre:

    PGINA 15

    Aplicacin de la Doctrina Social de la Iglesia

    Ante la complejidad del contexto econmico contempor-neo, el el laico deber orientar su accin por los principios del Magisterio Social. Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia, No. 563

    Realmente es deber y obligacin de cada cristiano el traba-jar por el establecimiento de la justicia y de un mejor sistema econmico. En este artculo, damos a conocer la causa verda-dera de la miseria en el mundo, as como tambin los medios para combatirla, aplicando las enseanzas de la Doctrina So-cial de la Iglesia, a travs del Crdito Social.

    Convnzanse los Cristianos de que, al tomar parte activa en el movimiento econmico y social de su tiempo y luchar por una mayor justicia y caridad, pueden mucho por el bienestar de la humanidad y la salvacin del mundo. Const. Iglesia en el Mundo No. 72 PGINAS 8 - 12PGINA 4

    SU EXC. REV. MARCEL AGBOTON, ARZOBISPO DE COTONOU, BENIN, AFRICA . SU EXC. RAYMOND RAZAKARIVONY, OBISPO DE MADAGASCAR CON LA JUVENTUD DE LOS PEREGRINOS DE SAN MIGUEL

  • 2 Michael Journal: 1101 Principale St., Rougemont QC, J0L 1M0, Canada Tel: (450) 469-2209 (514) 856-5714Peregrinos de San Miguel Arcngel www.periodicosanmiguel.org

    san miguelJanuary - February 2006

    Date of issue: December 2005

    enero - febrero 2006 Publicado 5 veces al ao

    EDITOR PROPIETARIO:Peregrinos de San Miguel Arcngel - Instituto por la Justicia Social Louis Even

    DIRECTOR:Thrse Tardif

    COLABORADORES: (Redaccin y traduccin)Nemiliz Ameyali Gutirrez Arroyo (Mxico), A. A. (Ecuador)

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    ENCARGADO DE LA EDICIN:Carlos A. Reyes, M. L. C.

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    Los artculos de este peridico podrn ser reproducidos indicando su fuente y enviando

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    CONTENIDOSAN MIGUEL

    enero - febrero 2006

    MENSAJE DE SU SANTIDAD BENEDICTO XVI

    PARA LA CELEBRACIN DE LA JORNADA MUNDIAL DE LA PAZ

    1 DE ENERO DE 2006

    SIGUE EN LA PGINA 3

    Portada .................................. 1

    Mensaje del Papa por la Paz 2-3

    La Sagrada Familia ............... 4-5

    Sucedi en la Iglesia ............. 6

    Aplicacin Doctrina Social .... 7-12

    Congreso Internacional 2005 13-14

    Benedicto VXVI y los nios ... 15-16

    Antes de nada, quisiera rendir un home-naje agradecido a mis amados Predecesores, los grandes Pontces Pablo VI y Juan Pablo II, inspirados artces de Paz. Animados por el espritu de las Bienaventuranzas, supieron leer en los numerosos acontecimientos histricos que mar-caron sus respectivos Ponticados la intervencin providencial de Dios, que nunca olvida la suerte del gnero humano. Como incansables mensajeros del Evangelio, invitaron repetidamente a todos a reemprender desde Dios la promocin de una convivencia pacca en todas las regiones de la tierra. Mi primer Mensaje para la Jornada Mun-dial de la Paz sigue la lnea de esta noble ense-anza: con l, deseo conrmar una vez ms la rme voluntad de la Santa Sede de continuar sir-viendo a la causa de la Paz. El nombre mismo de Benedicto, que adopt el da en que fui elegido para la Ctedra de Pedro, quiere indicar mi r-me decisin de trabajar por la Paz. En efecto, he querido hacer referencia tanto al Santo Patrono de Europa, inspirador de una civilizacin paci-cadora de todo el Continente, as como al Papa Benedicto XV, que conden la primera Guerra Mundial como una matanza intil y se esforz para que todos reconocieran las razones supe-riores de la Paz.

    El tema de reexin de este ao En la Verdad, la Paz expresa la conviccin de que, donde y cuando el hombre se deja iluminar por el resplandor de la Verdad, emprende de modo casi natural el camino de la Paz. (...)

    La Paz no puede reducirse a la simple au-sencia de conictos armados, sino que debe en-tenderse como el fruto de un orden asignado a la sociedad humana por su divino Fundador, un orden que los hombres, siempre sedientos de una justicia ms perfecta, han de llevar a cabo. En cuanto resultado de un orden diseado y queri-do por el amor de Dios, la Paz tiene su Verdad intrnseca e inapelable, y corresponde a un an-helo y una esperanza que nosotros tenemos de manera imborrable.

    La Paz, concebida de este modo, es un don celestial y una gracia divina, que exige a todos los niveles el ejercicio de una responsabilidad mayor: la de conformar en la Verdad, en la justicia, en la libertad y en el amor la historia humana con el orden divino. Cuando falta la adhesin al orden trascendente de la realidad, o bien el respeto de aquella gramtica del dilogo que es la ley mo-ral universal, inscrita en el corazn del hombre; cuando se obstaculiza y se impide el desarrollo integral de la persona y la tutela de sus derechos fundamentales; cuando muchos pueblos se ven obligados a sufrir injusticias y desigualdades in-tolerables, cmo se puede esperar la consecu-cin del bien de la Paz? En efecto, faltan los ele-mentos esenciales que constituyen la Verdad de dicho bien. San Agustn dena la Paz como tran-quillitas ordinis, la tranquilidad del orden, es decir, aquella situacin que permite en denitiva respetar y realizar por completo la Verdad del hombre.

    Quin y qu puede impedir la consecucin de la Paz? A este propsito, la Sagrada Escritura, en su primer Libro, el Gnesis, resalta la mentira pro-nunciada al principio de la historia por la serpiente, el demonio. La mentira es tambin uno de los pecados que recuerda la Biblia en el captulo -nal de su ltimo Libro, el Apocalipsis, indicando la exclusin de los mentirosos de la Jerusaln celeste: Fuera... todo el que ame y practique la mentira! (22,15). La mentira est relacionada con el drama del pecado y sus consecuencias perver-

    sas, que han causado y siguen causando efectos devastadores en la vida de los individuos y de las naciones. Baste pensar en todo lo que ha sucedi-do en el siglo pasado, cuando sistemas ideol-gicos y polticos aberrantes han tergiversado de manera programada la Verdad y han llevado a la explotacin y al exterminio de un nmero impre-sionante de hombres y mujeres, e incluso de fa-milias y comunidades enteras. Despus de tales experiencias, cmo no preocuparse seriamente ante las mentiras de nuestro tiempo, que son como el teln de fondo de escenarios amenazadores de muerte en diversas regiones del mundo? La autnti-ca bsqueda de la Paz requiere tomar conciencia de que el problema de la Verdad y la mentira concierne a cada hombre y a cada mujer, y que es decisivo para un futuro pacco de nuestro planeta.

    La Paz es un anhelo imborrable en el corazn de cada persona, por encima de las identidades cultu-rales especcas. Precisamente por esto, cada uno ha de sentirse comprometido en el servicio de un bien tan precioso, procurando que ningn tipo de fal-sedad contamine las relaciones. Todos los hombres pertenecen a una misma y nica familia. La exalta-cin exasperada de las propias diferencias contras-ta con esta Verdad de fondo. Hay que recuperar la conciencia de estar unidos por un mismo desti-no, trascendente en ltima instancia, para poder valorar mejor las propias diferencias histricas y culturales, buscando la coordinacin, en vez de la contraposicin, con los miembros de otras culturas. Estas simples Verdades son las que hacen posible la Paz; y son fcilmente comprensi-bles cuando se escucha al propio corazn con pure-za de intencin. Entonces la Paz se presenta de un modo nuevo: no como simple ausencia de guerra, sino como convivencia de todos los ciudadanos en una sociedad gobernada por la justicia, en la cual se realiza en lo posible, adems, el bien para cada uno de ellos. La Verdad de la Paz llama a todos a cul-tivar relaciones fecundas y sinceras, estimula a buscar y recorrer la va del perdn y la reconci-liacin, a ser transparentes en las negociaciones y eles a la palabra dada. En concreto, el discpulo de Cristo, que se ve acechado por el mal y por eso necesitado de la intervencin liberadora del divino Maestro, se dirige a l con conanza, consciente de que l no cometi pecado ni encontraron engao en su boca (1 P 2,22; cf. Is 53,9). En efecto, Jess se present como la Verdad en persona y, ha-blando en una visin al vidente del Apocalipsis, manifest un rechazo total a todo el que ame y practique la mentira (Ap 22,15). l es quien re-vela la plena Verdad del hombre y de la historia. Con la fuerza de Su Gracia es posible estar en la Verdad y vivir de la Verdad, porque slo l es absolutamente sincero y el. Jess es la Verdad que nos da la Paz.

    La Verdad de la Paz ha de tener un valor en s misma y hacer valer su luz beneciosa, incluso en las situaciones trgicas de guerra. Los Padres del Concilio Ecumnico Vaticano II, en la Constitucin pastoral Gaudium et spes, subrayan que una vez estallada desgraciadamente la guerra, no todo es lcito entre los contendientes. La Comunidad Internacional ha elaborado un derecho internacio-nal humanitario para limitar lo ms posible las con-secuencias devastadoras de la guerra, sobre todo entre la poblacin civil. La Santa Sede ha expresa-do en numerosas ocasiones y de diversas formas su apoyo a este derecho humanitario, animando a respetarlo y aplicarlo con diligencia, convencida de que, incluso en la guerra, existe la Verdad de la Paz. El derecho internacional humanitario se ha de

    Se ha publicado el primer Mensaje de S. S. Benedicto XVI para la celebracin de la Jornada Mundial de la Paz , cuyo tema es: En la verdad, la paz. Ofrecemos a continuacin extractos del mensaje:

  • Peregrinos de San Miguel Arcngel www.periodicosanmiguel.orgMichael Journal: 1101 Principale St., Rougemont QC, J0L 1M0, Canada Tel: (450) 469-2209 (514) 856-5714 3

    ANTE LOS RIESGOS QUE VIVE LA HUMANIDAD EN NUESTRA POCA, ES TAREA DE TODOS LOS CATLICOS INTENSIFICAR EN TODAS LAS PARTES DEL MUNDO EL ANUNCIO Y EL TESTIMONIO DEL EVANGELIO DE LA PAZ, PROCLAMANDO QUE EL RECONOCIMIENTO DE LA PLENA VERDAD DE DIOS ES UNA CONDICIN PREVIA E

    INDISPENSABLE PARA LA CONSOLIDACIN DE LA VERDAD DE LA PAZ.

    VIENE DE LA PGINA 2

    considerar una de las manifestaciones ms felices y ecaces de las exigencias que se derivan de la Verdad de la Paz. Precisamente por eso, se impo-ne como un deber para todos los pueblos respetar este derecho. Se ha de apreciar su valor y es preci-so garantizar su correcta aplicacin, actualizndolo con normas concretas capaces de hacer frente a los escenarios variables de los actuales conictos ar-mados, as como al empleo de armamentos nuevos y cada vez ms sosticados.

    Hoy en da, la Verdad de la Paz sigue estan-do en peligro y negada de manera dramtica por el terrorismo que, con sus amenazas y acciones criminales, es caPaz de tener al mundo en esta-do de ansiedad e inseguridad. Mis Predecesores Pablo VI y Juan Pablo II intervinieron en muchas ocasiones para denunciar la terrible responsabilidad de los terroristas y condenar la insensatez de sus planes de muerte. En efecto, estos planes se inspi-ran con frecuencia en un nihilismo trgico y sobre-cogedor, que el Papa Juan Pablo II describi con estas palabras: Quien mata con atentados terro-ristas cultiva sentimientos de desprecio hacia la hu-manidad, manifestando desesperacin ante la vida y el futuro; desde esta perspectiva, se puede odiar y destruir todo. Pero no slo el nihilismo, sino tambin el fanatismo religioso, que hoy se llama frecuentemente fundamentalismo, puede inspi-rar y alimentar propsitos y actos terroristas. Intuyendo desde el principio el peligro destructi-vo que representa el fundamentalismo fantico, Juan Pablo II lo denunci enrgicamente, llaman-do la atencin sobre quienes pretenden imponer con la violencia la propia conviccin acerca de la Verdad, en vez de proponerla a la libre acepta-cin de los dems. Y aada: Pretender imponer a otros con la violencia lo que se considera como la Verdad, signica violar la dignidad del ser humano y, en denitiva, ultrajar a Dios, del cual es imagen.

    Bien mirado, tanto el nihilismo como el funda-mentalismo mantienen una relacin errnea con la Verdad: los nihilistas niegan la existencia de cual-quier Verdad, los fundamentalistas tienen la preten-sin de imponerla con la fuerza. Aun cuando tienen orgenes diferentes y sus manifestaciones se produ-cen en contextos culturales distintos, el nihilismo y el fundamentalismo coinciden en un peligroso desprecio del hombre y de su vida y, en ltima instancia, de Dios mismo. En efecto, en la base de tan trgico resultado comn est, en ltimo trmino, la tergiversacin de la plena Verdad de Dios: el nihi-lismo niega su existencia y su presencia providente en la historia; el fundamentalismo fantico desgura su rostro benevolente y misericordioso, sustituyn-dolo con dolos hechos a su propia imagen. En el anlisis de las causas del fenmeno contempo-rneo del terrorismo es deseable que, adems de las razones de carcter poltico y social, se tengan en cuenta tambin las ms hondas moti-vaciones culturales, religiosas e ideolgicas.

    Ante los riesgos que vive la humanidad en nuestra poca, es tarea de todos los catlicos in-tensicar en todas las partes del mundo el anun-cio y el testimonio del Evangelio de la Paz, proclamando que el reconocimiento de la plena Verdad de Dios es una condicin previa e indis-pensable para la consolidacin de la Verdad de la Paz. Dios es Amor que salva, Padre amoroso que desea ver cmo sus hijos se reconocen entre ellos como hermanos, responsablemente dispuestos a poner los diversos talentos al servicio del bien co-mn de la familia humana. Dios es fuente inagotable de la esperanza que da sentido a la vida personal

    y colectiva. Dios, slo Dios, hace ecaz cada obra de bien y de Paz. La historia ha demostrado con creces que luchar contra Dios para extirparlo del corazn de los hombres lleva a la humani-dad, temerosa y empobrecida, hacia opciones que no tienen futuro. Esto ha de impulsar a los creyentes en Cristo a ser testigos convincentes de Dios, que es Verdad y amor al mismo tiempo, ponindose al servicio de la Paz, colaborando ampliamente en el mbito ecumnico, as como con las otras religiones y con todos los hombres de buena voluntad.

    Al observar el actual contexto mundial, po-demos constatar con agrado algunas seales prometedoras en el camino de la construccin de la Paz. Pienso, por ejemplo, en la disminu-cin numrica de los conictos armados. Cierta-mente, se trata todava de pasos muy tmidos en el camino de la Paz, pero que permiten vislumbrar ya un futuro de mayor serenidad, en particular para las poblaciones tan castigadas de Palestina, la tierra de Jess, y para los habitantes de algunas regiones de frica y de Asia, que esperan desde hace aos una conclusin positiva de los procesos de pacicacin y reconciliacin emprendidos. Son signos conso-

    ladores, que necesitan ser conrmados y con-solidados mediante una accin concorde e infa-tigable, sobre todo por parte de la Comunidad Internacional y de sus Organismos, encargados

    de prevenir los conic-tos y dar una solucin pacca a los actuales.

    No obstante, todo esto no debe inducir a un optimismo ingenuo.

    En efecto, no se puede olvidar que, por desgra-cia, existen todava sangrientas contiendas fra-tricidas y guerras desoladoras que siembran l-grimas y muerte en vastas zonas de la tierra. Hay situaciones en las que el conicto, encubierto como el fuego bajo la ceniza, puede estallar de nuevo cau-sando una destruccin de imprevisible magnitud. Las autoridades que, en lugar de hacer lo que est en sus manos para promover ecazmente la Paz, fomentan en los ciudadanos sentimientos de hostilidad hacia otras naciones, asumen una gravsima responsabilidad: ponen en peligro, en zonas ya de riesgo, los delicados equilibrios alcan-

    zados a costa de laboriosas negociaciones, contri-buyendo as a hacer ms inseguro y sombro el fu-turo de la humanidad. Qu decir, adems, de los gobiernos que se apoyan en las armas nucleares para garantizar la seguridad de su pas? Junto con innumerables personas de buena voluntad, se puede armar que este planteamiento, adems de funesto, es totalmente falaz. En efecto, en una guerra nuclear no habra vencedores, sino slo vctimas. La Verdad de la Paz exige que todos tanto los gobiernos que de manera declarada u oculta poseen armas nucleares, como los que quieren procurrselas inviertan conjuntamen-te su orientacin con opciones claras y rmes, encaminndose hacia un desarme nuclear pro-gresivo y concordado. Los recursos ahorrados de este modo podran emplearse en proyectos de desarrollo en favor de todos los habitantes y, en primer lugar, de los ms pobres.

    A este propsito, se han de mencionar con amargura los datos sobre un aumento preocu-pante de los gastos militares y del comercio siempre prspero de las armas, mientras se quedan como estancadas en el pantano de una indiferencia casi general el proceso poltico y ju-rdico emprendido por la Comunidad Internacio-nal para consolidar el camino del desarme. Qu futuro de Paz ser posible si se contina invirtiendo en la produccin de armas y en la investigacin de-dicada a desarrollar otras nuevas? El anhelo que brota desde lo ms profundo del corazn es que la Comunidad Internacional sepa encontrar la valenta y la cordura de impulsar nuevamente, de manera decidida y conjunta, el desarme, apli-cando concretamente el derecho a la Paz, que es propio de cada hombre y de cada pueblo.

    Los primeros beneciarios de una valiente opcin por el desarme sern los pases pobres que, despus de tantas promesas, reclaman jus-tamente la realizacin concreta del derecho al desarrollo.

    La Iglesia catlica, a la vez que conrma su con-anza en la Organizacin de las Naciones Unidas, desea su renovacin institucional y operativa que la haga caPaz de responder a las nuevas exigencias de la poca actual, caracterizada por el fenmeno difuso de la globalizacin. La ONU ha de llegar a ser un instrumento cada vez ms eciente para pro-mover en el mundo los valores de la justicia, de la solidaridad y de la Paz.

    (...) Es necesario que cada comunidad se en-tregue a una labor intensa y capilar de educacin y de testimonio, que ayude a cada uno a tomar con-ciencia de que urge descubrir cada vez ms a fondo la Verdad de la Paz. Al mismo tiempo, pido que se intensique la oracin, porque la Paz es ante todo don de Dios que se ha de suplicar continua-mente. Gracias a la ayuda divina, resultar cierta-mente ms convincente e iluminador el anuncio y el testimonio de la Verdad de la Paz. Dirijamos con conanza y lial abandono la mirada hacia Mara, la Madre del Prncipe de la Paz. Al principio de este nuevo ao le pedimos que ayude a todo el Pueblo de Dios a ser en toda situacin agente de Paz, dejndose iluminar por la Verdad que nos hace libres (cf. Jn 8,32). Que por su intercesin la huma-nidad incremente su aprecio por este bien funda-mental y se comprometa a consolidar su presencia en el mundo, para legar un futuro ms sereno y ms seguro a las generaciones venideras.

    Vaticano, 8 de diciembre de 2005.

    BENEDICTO PP. XVI

    Una situacin de paz, en el pleno sentido de su valor, no puede existir con la injus-ticia. La paz no puede reducirse a la mera ausencia de conicto; es la tranquilidad y la plenitud del orden (JPII; M. para la jornada Mundial de la Paz, 8 -12-85)

  • 4 Michael Journal: 1101 Principale St., Rougemont QC, J0L 1M0, Canada Tel: (450) 469-2209 (514) 856-5714Peregrinos de San Miguel Arcngel www.periodicosanmiguel.org

    PRIMER DOMINGO DESPUS DE NAVIDADFIESTA DE LA SAGRADA FAMILIA

    LA FAMILIA DE NAZARET

    RECOPILADO POR: AR.

    SIGUE EN LA PGINA 5

    MODELO DE FE Y DE FIDELIDAD

    LA SAGRADA FAMILIA, EJEMPLO PARA TODAS LAS FAMILIAS.La familia es la primera comunidad de vida y amor

    el primer ambiente donde el hombre puede aprender a amar y a sentirse amado, no slo por otras perso-nas, sino tambin y ante todo por Dios. (Juan Pablo II, Encuentro con las Familias en Chihuahua 1990). El Papa Juan Pablo II en su carta a las familias nos dice que es necesario que los esposos orienten, desde el principio, su corazn y sus pensamientos hacia Dios, para que su paternidad y maternidad, encuentre en l la fuerza para renovarse continuamente en el amor. As como Jess creci en sabidura y gracia ante Dios y los hombres, en nuestras familias debe suceder lo mismo. Esto signica que los nios deben aprender a ser amables y respetuosos con todos, ser estudio-sos, obedecer a sus padres, conar en ellos, ayudar-los y quererlos, orar por ellos, y todo esto en familia. Recordemos que la salvacin del mundo vino a travs del corazn de la Sagrada Familia. La salva-cin del mundo, el porvenir de la humanidad de los pueblos y sociedades pasa siempre por el corazn de toda familia. Es la clula de la sociedad.2

    LA FAMILIA DE NAZARETEn este primer viernes despus de la Navidad,

    la Iglesia celebra la esta de la Sagrada Familia.

    Como en el Beln, la mirada de fe nos permite abrazar al mismo tiempo al Nio Divino y a las perso-nas que estn con l: su Madre Santsima y Jos, su padre putativo. Qu luz irradia este icono de grupo de la santa Navidad! Luz de misericordia y salva-cin para el mundo entero, luz de verdad para todo hombre para la familia humana y para cada familia. Cun hermoso es para los esposos reejarse en la Virgen Mara y en su esposo Jos! Cmo con-suela a los padres especialmente si tienen un hijo pequeo! Cmo ilumina a los novios que piensan en sus proyectos de vida!

    El hecho de reunirnos ante la cueva de Beln para contemplar en ella a la Sagrada Familia, nos permite gustar de modo especial el don de la intimi-dad familiar y nos impulsa a brindar calor humano y solidaridad concreta en las situaciones por desgra-cia numerosas en las que por varios motivos falta la paz, falta la armona, en una palabra, falta la fami-lia. El mensaje que viene de la Sagrada Familia es ante todo un mensaje de fe: la casa de Nazaret es una casa en la que Dios ocupa verdaderamente un lugar central. Para Mara y Jos esta opcin de fe se concreta en el servicio al Hijo de Dios que se le con, pero se expresa tambin en su amor rec-proco, rico en ternura espiritual y delidad.

    Mara y Jos ensean con su vida que el matri-monio es una alianza entre el hombre y la mujer, alianza que los compromete a la delidad recproca, y que se apoya en la conanza comn en Dios. Se trata de una alianza tan noble, profunda y denitiva, que constituye para los creyentes el sacramento del amor de Cristo y de la Iglesia. La delidad de los cnyuges es, a su vez, como una roca slida en

    la que se apoya la conanza de los hijos. Cuando padres e hijos respiran juntos esa atmsfera de fe, tienen una energa que les permite afrontar incluso pruebas difciles, como muestra la experiencia de la Sagrada Familia. (Meditacin dominical de S.S. Juan Pablo J.P.II,29 de diciembre de 1997)

    Cuando cumplieron todas las cosas mandadas en la Ley del Seor regresaron a Galilea, a su ciudad de Nazaret. El nio iba creciendo y fortalecindose lleno de sabidura, y la gracia de Dios estaba en l3.

    El Mesas quiso comenzar su tarea redentora en el seno de una familia sencilla, normal. Lo pri-mero que santic Jess con su presencia fue un hogar. Nada ocurre de extraordinario en estos aos de Nazaret, donde Jess pasa la mayor parte de su vida.

    Jess se encarn y quiso ser como nosotros en todo menos en el pecado. Como nosotros, siendo nio, dependi completamente de sus padres. Mara su madre no estaba sola. Tena a Jos, su esposo.

    MEDITEMOS SOBRE LA VIRTUD DE SAN JOS, CUSTODIO DE LA SAGRADA FAMILIA.

    Sin San Jos, Jess hubiese muerto en el vien-tre de su madre. Pero San Jos reconoci a Mara como su mujer, aun sabiendo que aquel nio no era su hijo. El crey que era del Espritu Santo. Cun-tos hombres lo hubiesen hecho?

    Sin San Jos, Jess hubiese muerto, asesinado por Herodes junto a los otros nios de Beln. Cuan-tos pequeos corazones fueron traspasados aquel da. Cuantas madres desconsoladas. Pero Gracias a Jos, Jess y Mara pudieron llegar al da del Cal-vario. Cuntos hombres hubiesen sacricado todo para llevar a la Madre y al nio a una tierra extran-jera y vivir all sin saber hasta cuando?

    Cmo habr sido aquella huida a Egipto?Jos protegiendo a Mara y al nio Jess. Habr pasado hambre, dndoles lo poco que encontrase para comer. Estara agotado, cargando con lo poco que

    tenan sin saber por cierto a donde iban. Pasara noches sin dormir, ya que acampaban al raso, en caminos muy peligrosos. El estara al tanto, desper-tando al menor ruido... Sufrira humillaciones, tra-tando de buscar algn trabajo sin siquiera conocer el idioma...

    La Sagrada Familia sufri como toda familia de inmigrantes, viviendo da a da sin saber el prximo paso de la providencia.

    Cmo habr correspondido Mara?, con qu agradecimiento y dulzura. Mara no se quejaba por las dicultades, mas bien las pasaba por alto. Su forma de ser, llena del Espritu Santo le dara a Jos la fuerza para seguir adelante. S, Jos cobraba fuerza al contemplar a Mara con el nio. Todo tra-bajo y sufrimiento tena entonces sentido para l.

    Jos y Mara conaron en Dios sin poder enten-der las difciles circunstancias en que deban vivir. SU CONFIAZA PLENA EN DIOS les llev a vivirlo todo con amor.4

    De Mara, Jess aprendi formas de hablar, dichos populares llenos de sabidura, que ms tarde emplear en su predicacin. Vio como Ella guardaba un poco de masa de un da para otro, para que se hiciera levadura; le echaba agua y la mezclaba con la nueva masa, dejndola fermentar bien arropada con un pao limpio. Cuando la Madre remendaba la ropa, el Nio la observaba. Si un vestido tena una rasgadura buscaba Ella un pedazo de pao que se acomodase al remiendo. Jess, con la curiosi-dad propia de los nios, le preguntaba por que no empleaba una tela nueva; la Virgen le explicaba que los retazos nuevos cuando se mojan tiran del pao anterior y lo rasgan: por eso haba que hacer el remiendo con un pao viejo... Los vestidos mejo-res, los de esta, solan guardarse en un arca. Mara pona gran cuidado en meter tambin determinadas plantas olorosas para evitar que la polilla los destro-zara. Aos ms tarde, esos sucesos aparecern en la predicacin de Jess. No podemos olvidar esta

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    Al meditar estas escenas, los padres han de considerar con frecuencia las palabras del Papa Pablo VI recordadas por Juan Pablo II: Enseis a vuestros nios las oraciones del cristiano? Preparis, de acuerdo con los sacerdotes, a vuestros hijos para los sacramentos de la primera edad: confesin, comunin, conrmacin? Los acostumbris, si estn enfermos, a pensar en Cristo que sufre? A invocar la ayuda de la Virgen y de los santos? Rezis el Rosario en familia? (...) Sabis rezar con vuestros hijos, con toda la comunidad domstica, al menos alguna vez?

    VIENE DE LA PGINA 4

    1 Tere Fernndez, Catholic.net. 2 Ibidem. 3 Lc 2, 39-40. - 4 Tere Fernndez, Catholic.net. 5 J. ESCRIV DE BALAGUER, Es Cristo que pasa, 148. - 6 CONC. VAT. II, Const. Lumen gentium, 11. - 7 Cfr. Sal 55, 18; Dan 6, 11; Sal 119. - 8 JUAN PABLO II, Exhort. Apost. Familiaris consortio, 60. - 9 Cfr. J. ESCRIV DE BALAGUER, Es Cristo que pasa, 22. - 10 Ibidem, 23. - 11 Preces. II Vsperas del da 1 de enero. - 12 CONC. VAT. II, Const. Lumen gentium, 11. - 13 Ibidem, 35. - 14 PABLO VI, Aloc. Nazaret, 5-1-1964. - 15 Cfr. CONC. VAT. II, Const. Gaudium et spes, 52. - 16 Nota del editor. 17 JUAN PABLO II, Exhort. Apost. Familiaris consortio, 86. (Francisco Hernndez-Carvajal, Hablar con Dios)

    enseanza fundamental para nuestra vida corriente: la casi totalidad de los das que Nuestra Seora pas en la tierra transcurrieron de una manera muy parecida a las jornadas de otros millones de muje-res, ocupadas en cuidar de su familia, en educar a sus hijos, en sacar adelante las tareas del hogar. Mara santica lo ms menudo, lo que muchos con-sideran errneamente como intrascendente y sin valor: el trabajo de cada da, los detalles de atencin hacia las personas queridas, las conversaciones y las visitas con motivo de parentesco o de amistad. Bendita normalidad, que puede estar llena de tanto amor a Dios! 5.

    Entre Jos y Mara haba cario santo, espritu de servicio, comprensin y deseos de hacerse la vida feliz mutuamente. As es la familia de Jess: sagrada, santa, ejemplar, modelo de virtudes huma-nas, dispuesta a cumplir con exactitud la voluntad de Dios. El hogar cristiano debe ser imitacin del de Nazaret: un lugar donde quepa Dios y pueda estar en el centro del amor que todos se tienen.

    Es as nuestro hogar? Le dedicamos el tiempo y la atencin que merece? Es Jess el centro? Nos desvivimos por los dems? Son preguntas que pueden ser oportunas en nuestra oracin de hoy, mientras contemplamos a Jess, a Mara y a Jos en la esta que les dedica la Iglesia.

    En la familia, los padres deben ser para sus hijos los primeros educadores de la fe, mediante la Palabra y el ejemplo 6. Esto se cumpli de manera singularsima en el caso de la Sagrada Familia. Jess aprendi de sus padres el signicado de las cosas que le rodeaban.

    La Sagrada Familia recitara con devocin las oraciones tradicionales que se rezaban en todos los hogares israelitas, pero en aquella casa todo lo que se refera a Dios particularmente tenia un sen-tido y un contenido nuevo. Con qu prontitud, fervor y recogimiento repetira Jess los versculos de la Sagrada Escritura que los nios hebreos tenan que aprender! 7. Recitara muchas veces estas oraciones aprendidas de labios de sus padres.

    Al meditar estas escenas, los padres han de considerar con frecuencia las palabras del Papa Pablo VI recordadas por Juan Pablo II: Enseis a vuestros nios las oraciones del cristiano? Pre-paris, de acuerdo con los sacerdotes, a vuestros hijos para los sacramentos de la primera edad: con-fesin, comunin, conrmacin? Los acostumbris, si estn enfermos, a pensar en Cristo que sufre? A invocar la ayuda de la Virgen y de los santos? Rezis el Rosario en familia? (...) Sabis rezar con vuestros hijos, con toda la comunidad domstica, al menos alguna vez? Vuestro ejemplo en la rectitud del pensamiento y de la accin, apoyado por alguna oracin comn, vale una leccin de vida, vale un acto de culto de mrito singular; llevis de este modo la paz al interior de los muros domsticos: Pax huic domui. Recordad: as edicis la Iglesia 8.

    Los hogares cristianos, si imitan el que form la Sagrada Familia de Nazaret, sern hogares lumino-sos y alegres 9, porque cada miembro de la familia se esforzar en primer lugar en su trato con el Seor, y con espritu de sacricio procurar una conviven-cia cada da mas amable.

    La familia es escuela de virtudes y el lugar ordi-nario donde hemos de encontrar a Dios. La fe y la esperanza se han de manifestar en el sosiego con que se enfocan los problemas, pequeos o gran-des, que en todos los hogares ocurren, en la ilusin con que se persevera en el cumplimiento del propio deber. La caridad lo llenara as todo, y llevara a com-partir las alegras y los posibles sinsabores; a saber sonrer, olvidndose de las propias preocupaciones para atender a los dems; a escuchar al otro cn-yuge o a los hijos, mostrndoles que de verdad se les quiere y comprende; a pasar por alto menudos roces sin importancia que el egosmo podra conver-tir en montaas; a poner un gran amor en los peque-os servicios de que esta compuesta la convivencia diaria.

    Santicar el hogar da a da, crear, con el cario, un autntico ambiente de familia: de eso se trata. Para santicar cada jornada se han de ejercitar muchas virtudes cristianas; las teologales en primer lugar y, luego, todas las otras: la prudencia, la lealtad, la sinceridad, la humildad, el trabajo, la alegra...10.

    Estas virtudes fortalecern la unidad que la Igle-sia nos ensea a pedir: T, que al nacer en una fami-lia fortaleciste los vnculos familiares, haz que las familias vean crecer la unidad 11.

    Una familia unida a Cristo es un miembro de su Cuerpo mstico y ha sido llamada iglesia domes-tica 12. Esa comunidad de fe y de amor se ha de manifestar en cada circunstancia, como la Iglesia misma, como testimonio vivo de Cristo. La familia cristiana proclama en voz muy alta tanto las presen-tes virtudes del reino, como la esperanza de la vida bienaventurada 13. La delidad de los esposos a su vocacin matrimonial les llevara incluso a pedir la vocacin de sus hijos para dedicarse con abnega-cin al servicio del Seor.

    En la Sagrada Familia cada hogar cristiano tiene su ejemplo mas acabado; en ella, la familia cris-tiana puede descubrir lo que debe hacer y el modo de comportarse, para la santicacin y la plenitud

    humana de cada uno de sus miembros. Nazaret es la escuela donde empieza a entenderse la vida de Jess, es la escuela donde se inicia el conoci-miento de su Evangelio. Aqu aprendemos a obser-var, a escuchar, a meditar, a penetrar en el sentido profundo y misterioso de esta sencilla, humilde y encantadora manifestacin del Hijo de Dios entre los hombres. Aqu se aprende incluso quiz de una manera casi insensible, a imitar esta vida 14

    La familia es la forma bsica y ms sencilla de la sociedad. Es la principal, escuela de todas las virtu-des sociales. Es el semillero de la vida social, pues es en la familia donde se ejercita la obediencia, la preocupacin por los dems, el sentido de respon-sabilidad, la comprensin y ayuda, la coordinacin amorosa entre las diversas maneras de ser. Esto se realiza especialmente en las familias numerosas, siempre alabadas por la Iglesia 15. De hecho, se ha comprobado que la salud de una sociedad se mide por la salud de las familias. De aqu que los ataques directos a la familia (como es el caso de la introduc-cin del divorcio, del homosexualismo16 en la legis-lacin) sean ataques directos a la sociedad misma, cuyos resultados no se hacen esperar.

    Que la Virgen Mara, Madre de la Iglesia, sea tambin Madre de la Iglesia domstica, y, gracias a su ayuda materna, cada familia cristiana pueda llegar a ser verdaderamente una pequea Iglesia de Cristo. Sea ella, Esclava del Seor, ejemplo de acogida humilde y generosa de la voluntad de Dios; sea ella, Madre Dolorosa a los pies de la Cruz, la que alivie los sufrimientos y enjugue las lgrimas de cuantos sufren por las dicultades de sus familias.

    Que Cristo Seor, Rey del universo, Rey de las familias, este presente, como en Can, en cada hogar cristiano para dar luz, alegra, serenidad y for-taleza 17

    De modo muy especial le pedimos hoy a la Sagrada Familia por cada uno de los miembros de nuestra familia, por el ms necesitado.

    Familia Jacques, misioneros Peregrinos de San Miguel Arcngel con sus 7 hijos y su abuelo el Sr. Bob Lambert

  • 6 Michael Journal: 1101 Principale St., Rougemont QC, J0L 1M0, Canada Tel: (450) 469-2209 (514) 856-5714Peregrinos de San Miguel Arcngel www.periodicosanmiguel.org

    LA IGLESIA

    SU

    CE

    DI

    EN

    Y EN EL MUNDO

    Card. Marc Ouellet, Arzobispo de Qubec, y primado de Canad, durante la ceremonia de presen-tacin de la Doctrina Social de la Iglesia en la ciudad de Mxico el 21 de noviembre de 2005, junto a nuestra misionera la Srta. Nemiliz Gutierrez y su mam la economista Sra. Mara Jess Arroyo

    Renato Raffaele Cardenal Martino

    Presidente del Ponticio Consejo Justicia y Paz

    Premisa

    Me alegra muy especialmente estar aqu con us-tedes, para vivir esta magnca y comprometedora experiencia eclesial que el Seor Jess nos ha pre-parado para aanzar nuestra fe en l, para aumen-tar nuestra esperanza y para ayudamos a transfor-mar nuestra caridad en ecaces propsitos de bien. Nos hemos reunido aqu para presentar el Compen-dio de la Doctrina Social de la Iglesia, dando a su mensaje universal un oportuno contexto continental. Queremos hacerla con nuestra mirada ja en el ros-tro de Jess, que es el Camino, la Verdad y la Vida (Jn 14,6) de la Iglesia y del mundo entero. En el n-mero 1 del Compendio leemos estas signicativas palabras: La Iglesia sigue interpelando a todos los pueblos y a todas las Naciones, porque slo en el nombre de Cristo se da al hombre la salva-cin. La salvacin que nos ha ganado el Seor Jess, y por la que ha pagado un alto precio (cf. 1 Co 6,20; 1P 1,18-19), se realiza en la vida nueva que espera a los justos despus de la muerte, pero atae tambin a este mundo, en los campos de la economa y del trabajo, de la tcnica y de la comunicacin, de la sociedad y de la poltica, de la comunidad internacional y de las relaciones entre las culturas y los pueblos: Jess vino a traer la salvacin integral, que abarca al hombre entero y a todos los hombres, abrindolos a los admirables horizontes de la liacin divina

    DE LA ECCLESIA IN AMRICA AL COMPENDIO DE LA DOCTRINA SOCIAL

    En este momento, nuestro pensamiento lleno de gratitud se dirige al amadsimo Siervo de Dios Juan Pablo II, que quiso la publicacin del Com-pendio, conando la redaccin del texto al Ponti-cio Consejo Justicia y Paz. l mismo enumer los motivos que lo animaban a solicitar la publicacin de este documento, y los expuso en su Exhortacin apostlica post-sinodal Ecclesia in America. El gran Papa anhelaba la promocin de una cultura de la solidaridad para establecer un orden econmico en el que no domine slo el criterio del lucro, sino tambin el de la bsqueda del bien comn nacional e internacional, la distribucin equitativa de los bie-nes y la promocin integral de los pueblos (n. 52); solicitaba, adems, una renovada fuerza (n. 53), en el testimonio de la Iglesia, de la verdad plena que est en el Hijo de Dios (n. 53), ante la difu-sin preocupante del relativismo y el subjetivismo en el campo de la doctrina moral (n. 53), y escriba: Ante los graves problemas de orden social que, con caractersticas diversas, existen en toda Amrica, el catlico sabe que puede encontrar en la doctrina social de la Iglesia la respuesta de la cual partir para buscar soluciones concretas. Difundir esta doctrina constituye, pues, una ver-dadera prioridad pastoral. Para ello es importan-

    PRESENTACIN PARA AMRICA DEL COMPENDIO DE LA DOCTRINA

    SOCIAL DE LA IGLESIA

    ENCUENTRO CONTINENTAL PARA AMRICA CIUDAD DE MXICO, 21 DE NOVIEMBRE DE 2005.

    te que en Amrica los agentes de evangelizacin (Obispos, sacerdotes, profesores, animadores pas-torales, etc.) asimilen este tesoro que es la doctrina social de la Iglesia, e, iluminados por ella, se hagan capaces de leer la realidad actual y de buscar vas para la accin. A este respecto, hay que fomentar la formacin de eles laicos capaces de trabajar, en nombre de la fe en Cristo, para la transfor-macin de las realidades terrenas. Adems, ser oportuno promover y apoyar el estudio de esta doctrina en todos los mbitos de las Iglesias par-ticulares de Amrica y, sobre todo, en el campo universitario, para que sea conocida con mayor profundidad y aplicada en la sociedad america-na. La compleja realidad social de este Continente es un campo fecundo para el anlisis y la aplicacin de los principios universales de dicha doctrina. Para alcanzar este objetivo - he aqu el proyecto que Juan Pablo II con al Ponticio Consejo Justicia y Paz - sera muy til un compendio o sntesis autorizada de la doctrina social catlica, incluso un catecismo que muestre la relacin existente entre ella y la nue-va evangelizacin. La parte que el Catecismo de la Iglesia Catlica dedica a esta materia, a propsito del sptimo mandamiento del Declogo, podra ser el punto de partida de este Catecismo de doctrina social catlica. Naturalmente, como ha sucedido con el Catecismo de la Iglesia Catlica, se limitara a formular los principios generales, dejando a apli-caciones posteriores el tratar sobre los problemas relacionados con las diversas situaciones locales (n. 54).

    CIUDAD VATICANA, el 23 de noviembre de 2005 (zenit.org) - Benedicto XVI conden la plaga social de la usura, y dijo que debe ser combatida a travs de la prevencin, solidaridad y educacin.

    El Papa hizo su apelacin al nal de la audi-encia pblica general de hoy que reuni a ms de 25,000 peregrinos, incluyendo a 2,000 miembros

    de la Consultora de la Anti-usura Nacional. Esta aso-ciacin de voluntarios de inspiracin cristiana ofrece garantas a los bancos, o la ayuda tcnica para librar de sus ataduras a sus vctimas o a las posibles vctimas de ser cobradas propor-ciones de inters excesi-vas, y anima los esfuerzos culturales y actividades de formacin para promover el respeto a la legalidad. Ellos celebraron su dcimo aniversario asistiendo a la audiencia pblica en la plaza de San Pedro y a una Misa celebrada despus en la Baslica de San Pedro.

    Estimados amigos, dijo el Santo Padre, su multitudinaria presencia me da la oportunidad de

    expresar mi apreciacin cordial por la actividad valerosa y generosa que ustedes llevan a cabo en apoyo de las familias de personas que han sido golpeadas por la deplorable plaga social de la usura. Yo espero que muchas personas se mantengan junto a ustedes, apoyando su com-promiso digno en el campo de la prevencin, solidaridad, y educacin, l agreg.

    En el mismo da, en Genoa, Italia, el Carde-nal Tarsicio Bertone tambin denunci las prcticas usurarias de agencias monetarias internacionales: prstamos del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional, as como los prstamos de pas-a-pas, son usurarios y deben declararse ilegales, dijo el Arzobispo de Genoa.

    El Cardenal Tarsicio Bertone expres esta crtica cuando hablaba sobre las naciones de bajos-ingresos, durante un congreso titulado Nosotros Todava Estamos en Deuda: frica no Puede espe-rar. El congreso fue organizado por la Comisin diocesana de Justicia y Paz en colaboracin con Italia-frica, la Municipalidad de Genoa, y la Fun-dacin Justicia y Solidaridad.

    El Cardenal Bertone dijo al congreso lo siguiente, cuyas palabras fueron transmitidas por Radio Vaticana:. La deuda de hecho se vuelve usura cuando daa el derecho inalienable a la vida, a saber, todos esos derechos que no han sido dados a los hombres sino que le pertene-cen por naturaleza.

    El Cardenal tambin critic a los tecncratas, sobre todo a aqullos de las multinacionales, del Banco Mundial, y del Fondo Monetario que imponen en poblaciones pobres condiciones inaceptables, tales como esterilizacin obliga-toria, o la obligacin de cerrar escuelas catli-cas.

    l describi a la usura como homicidio indi-recto cuando causa la muerte y crea miseria y pobreza. l dijo, una deuda de $6,000 pesa en cada nio nacido en naciones de bajos-ingresos, mitad de su producto interno bruto que va hacia el pago del inters en la deuda.

    BENEDICTO XVI ATACA A LA PLAGA SOCIAL

    DE LA USURA

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    U n a p o r t e al necesario dilogo entre tica y economa

    Hacia un mundo sin pobreza-El crdito social en breve

    En el peridico nmero 11 plasmamos el Estudio de nueve telogos sobre el Crdito Social y en el n-mero 13 el anlisis del P. Georges-Henri Lvesque titulado Crdito Social y el catolicismo. Nuestro objetivo en esos primeros estudios fue el de dar a conocer los principios del Crdito Social, inventados por el ingeniero escocs Clifford Hugh Douglas, y su relacin con la Iglesia Catlica.

    Los nueve telogos concluyeron que la doc-trina del Crdito Social, no iba en contra de las en-seanzas de Iglesia y que todo catlico poda conar en ella; adems de que no contena algo que lo pu-diese considerar como una teora totalitaria, llme-se comunismo o socialismo. La doctrina del Crdi-to Social, no es otra cosa ms que la aplicacin de la Doctrina Social de la Iglesia y est poniendo n, mediante la correccin del sistema econmico, a la pobreza material en varios pases del mundo como Madagascar, Filipinas, Polonia, Mxico, Colombia, entre otros.

    Los Peregrinos de San Miguel sabemos que los frutos de la aplicacin de la verdadera justicia so-cial no son exclusivos para unos cuantos, por esto, los principios del Crdito Social, pueden ser adapta-dos por cualquier persona, asociacin o gobernan-tes de un municipio, provincia, Estado o nacin, no importando el partido poltico al que pertenezcan. El nico requisito, es que deseen conocer la verdadera solucin para poner n al escndalo de la pobreza.

    En este artculo, damos a conocer, bajo la pers-pectiva del fundador de Los Peregrinos de San Mi-guel, el seor Louis Even, una explicacin bsica sobre la creacin del dinero y la teora del Crdito Social, acuada por el Ing. Douglas. La primera par-te, es una compilacin de artculos de nuestro fun-dador, realizada por la economista Dina Razama-hatratra de Madagascar. En la segunda parte, usted encontrar una propuesta para la puesta en prctica de los principios del Crdito Social, mediante la crea-cin de Asociaciones (del Rosario) para el desarro-llo social.

    Cabe mencionar que desde hace 70 aos, el pe-ridico Vers Demain, rgano de prensa de Los Pere-grinos de San Miguel, ha difundido los principios del Crdito Social, pero es en 2003 que comenzamos con el trabajo editorial en espaol. As que no dude en suscribirse hoy mismo al peridico San Miguel, editado en espaol, francs, ingls y polaco para seguir conociendo su fe catlica y el Crdito Social (detalles de suscripcin en la pg. 2). Adems, exis-ten tres textos bsicos del seor Louis Even, para entender el engao bancario actual: la fbula titulada La Isla de los Nufragos, y los libros Alerta, Frau-de Global! y Bajo el signo de la abundancia. Y si despus de haber ledo estos ttulos, quiere estudiar a profundidad cmo sera los modelos micro y macro econmicos con la insercin del crdito social, tam-bin contamos con una tesis realizada por la Dra. en economa, Diane Buchard y muchos otros autores Contctenos hoy mismo!

    Esperamos que este artculo sea una luz que ilumine completamente las conciencias de aquellas personas que lo lean, para unir esfuerzos en la erra-dicacin de la pobreza en el mundo entero.

    1. QU ES EL CRDITO SOCIAL? PARA QU?Para una sociedad ms justa y ms cristiana

    Para terminar con la pobreza espiritual y material

    Por Louis Even

    Hay muchas cosas buenas en un los pases, pero el derecho para tener esas cosas, el permiso para obtenerlas, es lo que les falta a las personas y a las familias que los necesitan. Falta otra cosa ms que el dinero? Qu ms falta, a parte del poder de compra para que la produccin pase de las tiendas a las casas?

    1.1 EL DINERO NACE EN ALGUNA PARTE Pero, dnde comienza el dinero, el dinero que

    falta para tener los bienes que siempre estn ah?

    Primera idea: hay una cantidad estable de dine-ro: como si se tratara del Sol, de la lluvia o de la tem-peratura! Idea falsa. Si hay dinero, es que fue hecho en algn lado. Si no hay, signica que aquellos que lo fabrican, ya no hicieron ms.

    Segunda idea: cuando uno se plantea la cues-tin, uno piensa que el gobierno crea el dinero. Esta idea es tambin falsa. Los gobiernos de hoy no fabri-can el dinero. Ellos se quejan continuamente de no tener lo suciente. Si lo fabricaran, no se cruzaran los brazos por diez, veinte, treinta aos o una eter-nidad, en el momento que tuvieran de frente dicho problema de la escasez de dinero (y no tendramos deuda nacional en ningn pas). El gobierno estable-ce impuestos y realiza prstamos, pero no fabrica el dinero.

    Nuestro nivel de vida, en un pas donde falta el dinero, no est controlado por las cosas que existen alrededor nuestro, sino por el dinero que disponemos para comprar esas cosas bsicas para vivir. Aque-llos que controlan el dinero, controlan nuestro nivel de vida. Aquellos que controlan el dinero y el crdito se han vuelto los maestros de nuestras vidas sin su permiso, nadie puede respirar. (Po XI, Encclica Quadagesimo Anno)

    1.2 DOS CLASES DE DINERO El dinero, es todo aquello que sirve para pagar,

    comprar. Es un smbolo aceptado por toda la pobla-cin de un pas para el intercambio de productos o servicios.

    El material con que est hecho el dinero, no tiene importancia. El dinero ha sido fabricado en la histo-ria de muchos materiales: de madera, de plata, de oro, de papel, de aleaciones de metales, etc. En el Mxico prehispnico, el cacao, era el producto consi-derado para realizar las transacciones de productos y servicios.

    Actualmente, tenemos dos clases de dinero en to-dos los pases: el dinero de bolsillo, fabricado en metal y en papel; y el dinero vir-tual, que no es otra cosa que puras cifras creadas a partir del tecleo de una computadora. El dinero de bolsillo, es el menos im-portante, el dinero virtual, es el ms importante.

    El dinero virtual, es manejado por medio de las cuentas de banco. To-das las transacciones que se realizan por medio de cuentas de banco, utilizan el dinero virtual. Todas las cosas, se pueden com-prar o vender por medio

    del dinero virtual. El dinero de bolsillo circula o deja de circular, segn las transacciones que se hagan en el mundo real. Pero los negocios, no dependen del dinero de bolsillo; stos se mantienen por medio de las cuentas de banco de los hombres de negocios.

    Con una cuenta de banco, uno compra o vende sin servirse del dinero de metal o papel. Uno compra con cifras.

    Supongamos que tengo una cuenta de banco con $40,000. Compro un carro que cuesta $10,000. Yo pago con un cheque y el vendedor endosa dicho cheque y lo deposita en su banco.

    El banquero entonces realiza cambios en dos cuentas: primero aquella del vendedor de carros, la misma que l incrementa en $10,000; luego la ma, la misma que disminuye $10,000. El vendedor de ca-rros tena $500.000, l ahora tiene $510,000 regis-trado en su cuenta bancaria. Yo tena $40.000 en mi cuenta y sta ahora tiene un saldo de $30,000.

    Como podemos ver, el dinero de papel o de me-tal no fue utilizado para dicha transaccin. Y tampo-co fue creado por el gobierno del pas. Yo pas cifras a la cuenta del vendedor. Pagu con cifras. En pro-medio, nueve de cada diez transacciones, se realiza por medio del dinero virtual. El dinero de cifras, es el dinero moderno. Es el ms abundante: hay diez veces ms que el de bolsillo. Es el ms conable, el ms seguro, nadie lo puede robar.

    1.3 AHORRO Y PRSTAMO El dinero de cifras, al igual que el dinero de bol-

    sillo, tienen un inicio. Pues el dinero virtual es una cuenta de banco que se torna existente el momento que se crea dicha cuenta, sin que el dinero disminu-ya ni de otra cuenta de banco, ni de otro bolsillo.

    Hacemos que el dinero crezca en una cuenta de banco de dos formas: el ahorro y el prstamo.

    La cuenta de ahorro es una transformacin del dinero. Yo llevo dinero de bolsillo (billetes y monedas) al banquero y l aumenta las cifras correspondientes a mi cuenta. Yo ya no tengo ms dinero de bolsillo, tengo dinero virtual, dinero de cifras a mi disposicin. Puedo reobtener el dinero de bolsillo, disminuyendo el dinero de cifras. Simple transformacin.

    Pero lo que queremos es saber de dnde nace el dinero. La cuenta de ahorro, simple transformacin, no nos interesa por el momento.

    La cuenta de prstamo es la cuenta que el ban-quero abre para aquel que viene a pedir dinero. Su-pongamos que voy a establecer una manufactura nueva. No me falta otra cosa que dinero, as que voy con el banquero y le pido prestado US$100,000 so-

    APLICACIN DE LA DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA

    IntroduccinPor Misionera Nemiliz Gutirrez

    Misionera Nemiliz Gutirrez en la presentacin del Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia en Mxico DF. Entre los presentes se encuentra Mons. Renato Martino, presidente de la Comisin Episcopal para Justicia y Paz del Vaticano

    SIGUE EN LA PGINA 8

  • 8 Michael Journal: 1101 Principale St., Rougemont QC, J0L 1M0, Canada Tel: (450) 469-2209 (514) 856-5714Peregrinos de San Miguel Arcngel www.periodicosanmiguel.org

    bre garanta. El banquero me hace rmar las garan-tas, la promesa de rembolsar el dinero prestado con el inters. As que el banquero me presta $100,000.

    Me prestar esta cantidad en billetes? Yo no lo quiero as. Sera muy peligroso. Yo soy un hombre de negocios que no se arriesga. Lo que deseo es una cuenta bancaria con $100,000, lo que facilitara para llevar a cabo el negocio.

    El banquero va entonces, a poner en mi cuenta $100,000 como si yo hubiese venido a depositarlos al banco. Pero yo no los he trado. Yo he venido a pedirlos.

    Es una cuenta de ahorro hecha por m? No. Es una cuenta de prstamo creada por el banquero para m.

    1.4 EL FABRICANTE DE DINERO Esta cuenta de $100,000 no fue hecha por m,

    sino por el banquero. Cmo la ha creado? El di-nero del banco ha disminuido a raz del prstamo de $100,000 que el banquero ha puesto en mi cuenta? Preguntmosle al banquero:

    Sr. Banquero, Tiene usted menos dinero en su bveda despus de haberme prestado $100,000?

    Yo no he ido a la bveda.

    Las cuentas de otros han disminuido?

    No, las cuentas de los otros clientes estn intac-tas.

    Qu ha disminuido en el banco?

    Nada ha disminuido

    Sin embargo, mi cuenta de banco ha aumen-tado. De dnde viene el dinero que me est prestando?

    No viene de ninguna parte

    Dnde estaba cuando entr al banco?

    Simplemente no exista

    Y ahora que est en mi cuenta, existe. Enton-ces, acaba de venir al mundo?

    Ciertamente

    Quin lo ha trado al mundo y cmo?

    Fui yo, por medio del tecleo de las cifras en mi computadora. Yo mismo he tecleado la cantidad de $100,000 a su crdito, como usted lo pidi.

    Entonces, usted crea el dinero?

    El banco crea el dinero de cifras, el dinero virtual, el dinero moderno, el cual, hace que se desarrollen los negocios.

    El banquero fabrica el dinero, el dinero de cifras; as que es l quien hace prstamos a las cuentas de empresarios, particulares y gobiernos.

    Cuando yo salgo del banco, hay en el pas una nueva base de cheques aprobada por el banquero. El monto total de todas las cuentas en el pas fue incrementado por $100,000. Con este dinero nuevo, yo puedo pagar a mis trabajadores, comprar maqui-naria, etc. Entonces quin fabrica el dinero nuevo?: El banquero.

    1.5 EL DESTRUCTOR DEL DINERO El banquero, y el banquero solo, crea esta clase

    de dinero: el dinero de escritura, el dinero del que depende el desarrollo de los negocios. Pero el no regala el dinero que l crea. Lo Presta. Lo presta por un cierto tiempo, y despus de cumplido ese lapso de tiempo, hay que reembolsarlo.

    El banquero reclama el inters sobre este dinero que ha prestado. En mi caso, es probable que me re-clame $15,000 de inters, de los $100,000 que ped prestados. l va a retener el monto de inters como garanta de prstamos y yo saldr del banco con una cuenta neta de $85,000, despus de haber rmado un compromiso que dice que tendr que regresar los US$100,000 a la vuelta de un ao.

    Si realizo mi nuevo proyecto, tendr que pagar a los trabajadores comparar cosas, y de esta manera extender mi cuenta bancaria de $85.000 alrededor del pas.

    Al trmino de un ao, ser necesario que tenga ganancias, que vendrn de la venta de mis bienes por un precio superior del que me cost a m, yo de-ber incrementar mi cuenta en una cantidad no infe-rior a $1000.000.

    Al nal del ao, voy a rembolsar el dinero que ped prestado y el banquero va a cancelar mi deu-da. Este dinero no lo meter a la cuenta de ninguna persona. Nadie podr retirar este dinero. Este es el dinero muerto.

    Aquel que presta, crea el dinero. El que reem-bolsa, lo hace morir. El banquero crea el dinero y lo pone en circulacin en el mundo. El banquero pone el dinero en el atad cuando se reembolsa el dine-ro. Entonces, el banquero tambin es el destructor del dinero. En este sistema de bancos, el reembolso debe ser mayor que el prstamo; las cifras del dinero muerto, deben ser mayores que las del dinero crea-do: la destruccin debe sobrepasar la fabricacin.

    Esto parecera imposible y colectivamente es im-posible. Si por ejemplo, yo tengo xito alguien debe ir en bancarrota, debido a que todos juntos no estamos en capacidad de compensar con ms dinero del que fue hecho. El banquero no crea nada sino solamente una suma de capital. Nadie crea lo que es necesario para pagar el inters, porque nadie ms crea el dine-ro. Y sin embargo, el banquero exige tanto el capital, como el inters. Tal sistema no puede mantenerse sino para un continuo y siempre incrementado ujo de prstamos. De ah que tengamos un rgimen de deudas y la consolidacin del poder dominador de los bancos.

    1.6 LA DEUDA NACIONALEl gobierno no crea el dinero. Cuando el gobierno ya no puede imponer impuestos ni pedir prestado a los individuos, debido a la escasez de dinero, el gobierno pide prstamos a los bancos.

    Esta operacin de prs-tamos de los gobiernos a los bancos, pasa exacta-mente de la misma manera que conmigo. La garanta, es todo el pas; la promesa

    para rembolsar, es la obligacin. El prstamo del di-nero, es una cuenta hecha por medio del tecleo de cifras en una computadora.

    Podemos citar un ejemplo. As, en 1939, el go-bierno federal del Canad con el propsito de cubrir los gastos iniciales de la guerra, solicit unos ochen-ta milones a los bancos. Los bancos le prestaron al gobierno y abrieron una cuenta por ochenta millones sin descontar un centavo a nadie, de esta manera le entregaron al gobierno una base nueva de cheques por la suma de ochenta millones.

    Pero en octubre de 1941, el gobierno tuvo que retribuir ochenta y tres millones doscientos mil a los bancos, incluyendo tanto el capital como los intere-ses.

    A travs de impuestos, el gobierno tuvo que reti-rar del pas tanto dinero como haba gastado, ochen-ta millones. Pero adems, tuvo que girar del pas unos tres millones adicionales, dinero que no haba puesto al servicio de pas, que no haba sido hecho ni por los banqueros ni por nadie ms.

    An reconociendo en el mejor de los casos que el gobierno pueda encontrar el dinero que existe, cmo podra encontrar el dinero que nunca fue creado?

    El hecho simplemente es, que el gobierno no lo encuentra. Es simplemente aadido a la deuda nacional. Esto explica porqu la deuda nacional se incrementa en la misma medida en que el desaro-llo del pas requiere ms dinero. Todo dinero nuevo nace como deuda, a travs de los bancos, quienes reclamarn ms dinero del que en realidad emitie-ron.

    Y la poblacin del pas se encuentra colectiva-mente endeudada por la produccin y servicios que ella misma produce! Es el caso para la produccin de las guerras. Es el caso tambin para la produccin en tiempos de paz: creacin de carreteras, puentes, acueductos, escuelas, y dems infraestructura para el pas.

    1.7 EL DEFECTO MONETARIO La situacin se resume en esta cuestin inconce-

    bible: todo el dinero que se encuentra en circulacin, no ha venido de otro lugar, ms que de los bancos. El dinero de metal y papel, no pueden estar en circu-lacin, si no ha sido liberado por los bancos.

    El banco pone el dinero en circulacin solamente por medio de prstamos a un cierto inters. Lo que quiere decir que todo el dinero en circulacin pro-viene de los bancos y debe algn dia regresar a los bancos algn da, incrementado con el inters.

    El banco es el propietario del dinero. Nosotros somos los que solicitamos prstamos. Si alguien puede sostener su dinero por un largo perodo de tiempo, o an permanentemente, otros sin embar-go necesariamente estn en incapacidad de cumplir con sus compromisos nancieros.

    HACIA UN MUNDO SIN POBREZAAPLICACIN DE LA DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA

    SIGUE EN LA PGINA 9

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    Una multiplicidad de bancarrotas, tanto de indivi-duos como de compaias, hipotecas tras hipotecas, y una deuda pblica que siempre va en incremento, son los frutos naturales de tal sistema.

    Reclamar inters sobre el dinero a medida que ste se crea es tanto ilegtimo como absurdo, antiso-cial y contrario a la buena aritmtica. El defecto mo-netario es por consiguiente, tanto un defecto tcnico como un defecto social.

    A medida que el pas se desarrolla tanto en pro-duccin as como en poblacin, se necesita ms di-nero. Pero es imposible obtener dinero nuevo sin la contratacin de una deuda que, colectivamente, no puede ser pagada.

    De manera que nos quedan las alternativas ya sea de detener el desarrollo o adquirir deudas; de hundirnos en desempleo masivo o en una deuda que no se puede pagar. Y es precisamente este dilema el que est siendo sometido a debates en cada pas.

    Aristteles y luego Santo Toms de Aquino, es-cribieron que el dinero no reproduce ms dinero. Pero el banquero crea el dinero nicamente con la condicin de que reproducir ms dinero. En vista que ni gobiernos, ni individuos crean dinero, nadie crea el inters que reclama el banquero. An lega-lizado, el sistema de todo este asunto permanece vicioso e insultante.

    1.8 DECADENCIA Y DEGRADACIN Esta manera de crear el dinero de un pas, por

    medio de forzar tanto a los gobiernos como a los in-dividuos a que se encuentren endeudados, estable-ce una dictadura real sobre gobiernos e individuos igualmente.

    El gobierno soberano se ha vuelto signatario de deudas de un pequeo grupo de acaparadores. El ministro el gobernador, que representa a millones de hombres, de nios, rma deudas impagables. El banquero, quien representa a un grupo interesado en obtener ganancias y dominar, fabrica el dinero del pas.

    Un aspecto muy importante que toca el Papa Po XI, sobre el tema de la decadencia, es el siguiente: Los gobiernos se han rendido a sus nobles funcio-nes y se han convertido en los sirvientes de intere-ses privados.

    El gobierno, en lugar de guiar al Estado, se ha convertido simplemente en un recaudador de im-puestos; y una gran tajada de las rentas pblicas por impuestos, la tajada ms sagrada,fuera de cual-quier discusin, es precisamente para pagar el inte-rs de la deuda nacional.

    Ms an, la legislacin consiste, sobre todo, en imponer impuesos a la gente y eregir en todo lado, restricciones a la libertad. Estas son leyes para ase-gurar que los creadores del dinero sean compensa-dos. No existen leyes para prevenir al ser humano el morirse debido a una pobreza extrema.

    En cuanto a los individuos, la escasez de dinero desarrolla en sus propios hogares una mentalidad de lobos. Frente a la abundancia, solamente aquellos que tienen el muy escaso smbolo de bienes, dinero, tienen el derecho de girar sobre esa abundancia. Por consiguiente, tienen derecho a la competencia, la ti-rana del jefe, contienda domstica, etc.

    Un pequeo grupo maneja a los otros; gran can-tidad de gente gime, muchos en la ms degradante pobreza.

    1.9 CONTROL SOCIAL DEL DINERO Es San Luis, rey de Francia, quien deca: El pri-

    mer deber de un rey es acuar dinero cuando sea necesario para la vida econmica slida de sus go-bernados.

    No es del todo necesario, tampoco se debe re-comendar, que los bancos sean abolidos o naciona-lizados. El banquero es un experto en contabilidad e inversin; muy bien puede continuar recibiendo e invirtiendo los ahorros con ganancias, tomando su parte de las ganancias. Pero la creacin de dinero es un acto de soberana que no debera dejarse en manos de un banco. La soberana debe ser retirada de las manos de los bancos y devuelta a la nacin.

    El dinero de cifras es una buena invencin mo-derna, que debemos tomar. Pero en lugar de tener su origen bajo el rgimen de un sujeto privado, en forma de deuda, estas cifras deberan venir de un or-ganismo monetario nacional, en una forma de dinero destinado para servir a la gente.

    Debemos dejar de sufrir privaciones que se pre-sentan en todos los pases, para tener la facilidad econmica en cada hogar. El dinero ser creado despus de conocer la capacidad de produccin y de servicios que la poblacin puede ofrecer; y des-pus de conocer los deseos de los consumidores de frente a los bienes tiles posibles.

    Por lo tanto, nada debe voltearse en el campo de la propiedad o la inversin. No debe existir la ne-cesidad de abolir el dinero actual y reemplazarlo con otros tipos de dinero. Todo lo que se necesita es que un organismo monetario social aada suciente del mismo tipo de dinero a los dineros que ya existen,

    de acuerdo con las posibilidades del pas y con las necesidades de la poblacin. Uno debe parar de su-frir privaciones cuando existe todo lo necesario en el pas para proporcionar comodidad a cada hogar.

    La cantidad de dinero debe medirse de acuerdo con la demanda de los consumidores por los bienes tiles y posibles.

    Por lo tanto, los productores y consumidores en conjunto, toda la sociedad, la cual al producir bienes frente a las necesidades,debern determinar la can-tidad de dinero nuevo que un organismo, actuando en nombre de la sociedad, deber poner en circula-cin de tiempo en tiempo, de acuerdo con el desa-rrollo del pas. As la gente recuperar su derecho a vivir, su plena vida humana, de acuerdo con los recursos del pas y las grandes posibilidades moder-nas de produccin.

    1.10 PARA QUIN EL DINERO NUEVO?Por lo tanto, el dinero deber ser puesto en circu-

    lacin de acuerdo al nivel de produccin y segn lo dicten las necesidades de distribucin.

    Pero, a quin le pertenece este nuevo dinero cuando entre en circulacin en el pas? Este dine-ro pertenece a los mismos ciudadanos. No le perte-nece al gobierno, que no es el dueo del pas, sino solamente el protector de un bien comn. Tampoco pertenece a aquellos que se hacen cargo de los or-ganismos monetarios nacionales, como los jueces, quienes realizan una funcin social y son pagados estatutariamente por la sociedad por los servicios que proporcionan.

    A cules ciudadanos? A todos. Este dinero no es un salario. Es una inyeccin de dinero nuevo en-tre la poblacin, para permitir al pblico consumidor adquirir bienes que ya han sido hechos o que sean fcilmente realizables, los mismos que estn espe-rando solamente el poder adquisitivo suciente para poner a esta produccin en movimiento.

    Con toda imparcialidad, no hay otro camino ms justo de poner este dinero nuevo en circulacin, que por medio de la distribucin equitativa entre todos los ciudadanos sin excepcin. La participacin tambin hace posible que se logre el mximo benecio del dinero, ya que llega a cada rincn de la tierra.

    Cada vez que se deba aumentar el dinero del pas, cada hombre, cada mujer, cada nio, recin na-cido, tendr as, su parte de la nueva etapa de pro-greso que proporciona el dinero nuevo necesario.

    No es un salario por un trabajo realizado, es un dividendo para cada uno. Es su parte de un capital comn: El Crdito Social. Si hay propiedades priva-das, hay tambin bienes comunes, que a todos les pertenecen bajo el mismo ttulo.

    1.11 RESULTADO: EL ORDEN ESTABLECIDOCul ser, el efecto despus de esta reforma

    nanciera con el Crdito Social? De una manera general, a corto plazo, se tendra el establecimiento del orden nanciero, y por consiguiente, el poltico y social.

    En el orden de superioridad entre las cosas crea-das, el hombre viene inmediatamente despus de Dios y de sus ngeles. El dinero, al igual que cual-quier cosa sin inteligencia, viene despus y debe es-tar sujeto al hombre.

    APLICACIN DE LA DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIAHACIA UN MUNDO SIN POBREZA

    VIENE DE LA PGINA 8

    Las enseanzas de la Iglesia en materia social tienen a la Verdad como su gua, a la Justicia como su nal, y al

    Amor como su fuerza de impulso PAPA JUAN XXIII, ENCCLICA MATER ET MAGISTRA, 1961

  • 10 Michael Journal: 1101 Principale St., Rougemont QC, J0L 1M0, Canada Tel: (450) 469-2209 (514) 856-5714Peregrinos de San Miguel Arcngel www.periodicosanmiguel.org

    VIENE DE LA PGINA 9

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    El orden establecido en la economa es la meta, que guiara las actividades econmicas. Los bienes estaran hechos para satisfacer realmente las nece-sidades. El dinero dejara de ser el n determinante de la industria. (Y no tendramos necesidades artif-cales para vender productos intiles, reduciendo as, el desperdicio de recursos que slo provocan conta-minacin).

    El nivel de vida se regulara por la cantidad de bienes disponibles, ya que la cantidad de dinero se-ra regulada por la cantidad de bienes. El dinero se convertira en lo que debe ser: un instrumento para vender productos, no un arma que conera poder a los individuos.

    El medio para obtener esta reforma del Crdito Social, es evidentemente la formacin de la opinin pblica iluminada y al mismo tiempo motivada para poder manifestarse. No se necesita entonces, hacer una campaa electoral, sino una campaa de edu-cacin.

    Esta difusin del estudio entre las masas, requie-re de un gran nmero de apstoles, que no tengan miedo de la abnegacin y el sacricio. Y esto es tam-bin el establecimiento del orden. El desorden ac-tual es el resultado de egosmos de todas clases, de la degeneracin del sentido social, orgullo y fariseismo de la clase intelectual, la apata ln-guida de las masas. Todo esto debe ser expiado y corregido.

    El Papa Juan Pablo II, escriba en su Encclica Solicitudo rei socialis (n.38): Esas actitudes y es-tructuras de pecado (la sed de dinero y de poder)- no pueden ser vencidas, sin la ayuda de la gracia divina y por una actitud diametralmente opuesta: la de vivir por el bien del prjimo.

    2. EL CRDITO SOCIAL EN LA PRCTICAAsociaciones para el desarrollo social

    Despus de estas importantsimas enseanzas en esta primera parte, podemos aplicar el Crdito Social como solucin a la pobreza en medio de esta era de abundancia que vivimos en nuestros pases

    de Latinoamrica y en el mundo entero.

    Ahora bien, la pregunta que todos nos hacemos es: qu debemos hacer para crear un medio de in-tecambio (dinero) en nuestras regiones, para realizar las transacciones, sin endeudarnos con el sistema bancario actual?

    Entendiendo primeramente que el dinero es todo aquello que sirve para pagar, comprar, y que es aceptado por todo el mundo de un pas (por la socie-dad, en una localidad, asociacin o comunidad); el intercambio de cosas o servicios, involucrar a todo el conjunto de productores, consumidores, a toda la sociedad, quienes, produciendo sus bienes de frente a sus necesidades, podrn determinar la cantidad de dinero nuevo que un organismo, como representante de la sociedad, deber adjuntar de tiempo en tiempo, a medida de los desarrollos de la sociedad.

    Esta manera de pago, pertenece a todos: cada vez que sea necesario aumentar la cantidad de di-nero circulando en la sociedad, cada hombre, cada mujer, nio beb, tendrn as su parte de esta nue-va etapa del progreso que devuelve as, el medio de pago nuevo necesario: el dividendo para cada uno, para su parte de capital comn, es decir, el crdito social.

    Como el banco crea el dinero a partir de la simple escritura tecleo de una computadora, el organismo que se crea a nombre de la sociedad, para generar este nuevo crdito social, lo podr fabricar, para el bien de todos de la misma manera. Este organismo local bancario, realiza mucho mejor su tarea, pues no cobra ningn inters por el dinero creado. La dis-tribucin de las ganancias debe ser realizada de la manera ms justa, as como la participacin en las prdidas.

    Todos sabemos que con el sistema nanciero ac-tual, muchas veces no podemos adquirir algn pro-ducto o servicio de calidad hecho en nuestro propio pas, porque los precios para el consumidor nal, es-tn muy elevados pues contienen impuestos que hay que pagar. Por ejemplo en Mxico el IVA (Impuesto al Valor Agregado) es del 15% y en el Ecuador es del 12%

    Es importante subrayar que con el establecimien-to del crdito social, los migrantes, los desempleados, el mercado negro, es decir, los vendedores (muchas veces ambulantes), que no pagan impuestos como en un lugar establecido y que por ejemplo, venden productos chinos de mala calidad y muy baratos; la gente que se dedica al narcotrco y otras activida-des de mala vida como la prostitucin, etc., todas es-tas personas podran desarrollar sus verdaderas ca-pacidades orientadas al bienestar de la humanidad, porque la situacin econmica personal y comunita-ria, ya no sera causa de estrs, suicidios, divorcios y toda la lista innita de consecuencias que provoca

    el simple hecho de la falta de dinero. Cada uno reci-bira mensualmente su dividendo, esa parte de dinero que, por el hecho de ser persona, le corres-ponde.

    Despus de varios estudios y casos reales proponemos las siguien-tes etapas para poner en prctica este organismo local bancario, que emi-tir, crditos sociales, los cuales debern repre-sentar a la sociedad local, para generar un medio de pago.

    2.1 ETAPAS PARA LA APLICACIN

    Es importante men-cionar que Los Pere-grinos de San Miguel

    hemos presentado los principios bsicos del Crdito Social entre los funcionarios pblicos de algunos pa-ses para que se consideren cambios radicales en las leyes, con las que se conciban nuevas esperanzas de vida para los pueblos; sin embargo, la clase po-ltica de todos los pases, no importando su orienta-

    cin partidaria, estn manejados como tteres por los grandes nancieros, como son el Fondo Monetario Internacional y la Banca Mundial.

    Dice el dicho la unin hace la fuerza y Mxico, por ejemplo, a pesar de ser ms de 110 millones de personas al 2005, no nos hemos unido lo suciente para que haya verdaderas leyes que se ocupen del desarrollo integral del ser humano. Nunca se oirn nuestras demandas porque nuestras mentes han sido manipuladas al mantenerse esclavizadas por completo a la televisin; adems, no hay verdadero liderazgo que oriente hacia la autntica justicia social. Muchas personas se cruzan de brazos sintindose impotentes y slo se dedican a criticar la corrupcin que hay en el sistema poltico, econmico, religioso, pero, qu estn haciendo por el medio ambiente que les rodea, por los suyos, por ellos mismos, su comunidad?

    Los Peregrinos de San Miguel, nos unimos a la demanda de S.S. Juan Pablo II: La reforma ms urgente, corregir el sistema nanciero. Y al mis-mo tiempo, hacemos un llamado para llevar una vida coherente con lo que se piensa, se dice y se hace mediante el rescate de los valores catlicos. El desa-rrollo integral de la persona, es el plan de Dios.

    HACIA UN MUNDO SIN POBREZAAPLICACIN DE LA DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA

    Asociacin del Rosario y Desarrolo Social de Anjozoro, Madagascar. Dirijida por S.E. Rev. Mons. Raymond Ramanantsalama y por la economista Dina Razamahatrata (centro)

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    VIENE DE LA PGINA 10

    A continuacin presentamos estas etapas de aplicacin, con el objetivo de unir esfuerzos y real-mente unirnos para hacer fuerza y ser testigos del verdadero cambio que mediante el Crdito Social, se quiere lograr: cambio del corazn del hombre y por ende de las estructuras de pecado.

    2.1.1 REUNIN DE LOS MIEMBROSEsta etapa es muy importante porque determina-

    r quines conformarn los miembros de la sociedad, comunidad. Se determinara quines aceptarn este nuevo medio de pago para facilitar los intercambios de bienes y servicios.

    Estas comunidades deben ser pequeas. Se debe elegir a tres directores, un presidente, un vice-presidente, un gerente, dos auditores, un secretario.

    Inmediatamente se crearn los artculos de la asociacin, que debern incluir los siguientes pun-tos:

    a) Ningn miembro podr ser parte de la maso-nera ni de ninguna sociedad secreta.

    b) Todos los miembros se guiarn por la Enccli-ca, Vix Pervenit: Prestamos sin intereses, solamente es permitido el compatir ganacias honestas.

    c) Determinar y asentar por escrito los precios de productos y servicios a intercambiar, inclusive los sa-larios.

    d) Determinar tres proyectos de inversin en un ao para el desarrollo de la comunidad.

    e) Las reglamentaciones establecidas por la co-munidad debern ser estrictas y seguidas elmente.

    f) El dividendo es para todos los miembros de la comunidad, sin exepcin.

    2.1.2 ORACIN Debemos comenzar cada reunin con la oracin,

    pues es una manera de ponerse en las manos de Dios, para agradecerle por la abundancia que nos ha dado (Salmo 32, 10), y tambin, para poder tomar buenas decisiones (Salmo 32,8)

    El crear dinero local, por un lado, es un acto de conanza (crdito quiere decir conanza). Debemos propiciar la conanza entre los miembros de la so-ciedad que van a aceptar este medio de pago para facilitar los intercambios entre ellos. Por otro lado, es tambin un acto de fe, porque se necesita que todos los hijos de Dios, se puedan beneciar de los bienes que les han sido dados en abundancia. Y nuestro sis-tema actual, como todo el mundo puede constatar, no permite ni permitir que todos se benecien de lo que Dios ha creado para cada uno de sus hijos (Juan 1,6 / Hebreos 4,16).

    Comenzar la reunin con el Rosario, al menos un misterio. Hijito Domingo, no te asombres del fracaso de tus predicaciones! Ya que es un suelo que no ha sido regado por la lluvia divina. Quie-ro que sepas que, cuando Dios quiso renovar al mundo, l envi la lluvia de la Salutacin Angli-ca, y fue as como el mundo fue rescatado Ex-horta entonces a los hombres, en tus sermones, a rezar mi Salmo (el Ave Mara), y recibirs grandes frutos para las almas. Palabras de la Santsima Virgen a Santo Domingo, en 1214.

    2.1.3 LA REUNIN En esta etapa, se deber realizar la explicacin

    sobre el crdito social (adaptado al nivel de la audien-cia).

    El Crdito Social, que es el dinero social, di-nero emitido por la sociedad, consiste entonces, en una creacin monetaria local. Se debe de tener presente la situacin local, los problemas comenta-dos por la gente de la comunidad, las necesidades verdaderas de la poblacin para su mejor desarrollo y tambin, tener en cuenta los recursos naturales y humanos de los que se pueden sacar provecho en

    la sociedad. Para esto, hay que jar el dividendo que es una inyeccin de dinero nuevo, por medio de su simple escritura.

    Queremos remarcar que el objetivo es y ser siempre procurar que los productores, servido-res y consumidores, puedan realizar las transac-ciones de productos, servicios, conocimientos, etc., y tener el poder de compra suciente. Es de-cir lograr satisfacer las necesidades humanas, la produccin de los bienes que el hombre necesita

    (el rol del sistema de produccin) y la distribucin de estos bienes a la gente que los necesita (el rol del sistema nanciero).

    El dividendo no es un salario. Es una distribucin, a ttulo de coherederos de las riquezas que Dios nos ha dado. Un legado peridico para toda alma viva desde el momento de su concepcin.

    Con relacin a los precios de los productos y ser-vicios, diremos lo siguiente: se reunirn los miembros

    HACIA UN MUNDO SIN POBREZAAPLICACIN DE LA DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA

    SIGUE EN LA PGINA 12

    Ilustracin 1 - Tarjeta en blanco

    Ilustracin 2 - Tarjeta del seor Jos Prez

    Ilustracin 3 - Tarjeta del seor Pedro Rosales

  • 12 Michael Journal: 1101 Principale St., Rougemont QC, J0L 1M0, Canada Tel: (450) 469-2209 (514) 856-5714Peregrinos de San Miguel Arcngel www.periodicosanmiguel.org

    de la asociacin para decidir los precios justos para sus productos y servicios. En comn acuerdo realiza-rn un directorio poniendo los nombres de cada uno de los miembros, su vocacin, especialidad, producto o servicio que ofrece y precio. Esta lista se repartir a cada uno de los miembros y se publicar en una zona visible.

    Luego, se proceder a hacer un inventario de lo que posea la comunidad en cuanto a bienes y servi-cios (PIB), su capacidad de produccin y el nmero de personas en la comunidad. De esta manera se podr establecer el dividendo que a cada persona le corresponder.

    2.1.4 TARJETA INDIVIDUAL Se deben disear con anticipacin las tarjetas

    individuales que se utilizarn en todas las transac-ciones. Un diseo sencillo como este, resulta fcil de utilizar: (Ilustracin 1)

    Descripcin de columnas:

    Fecha: fecha en la que tiene lugar la transaccin.

    Detalle: Descripcin del producto o servicio que se est adquiriendo u ofreciendo. Ejemplo: dividendo, compra de 5kg de frijoles, servicio de peluquera, salario, etc.

    Egresos e Ingresos: Escribir en esta columna la ci-fra que representa el costo del producto o servicio comprado o vendido.

    Ejemplos:

    Al recibir de manera mensual los 100 dlares de dividendo, cada persona escribir en la columna de ingresos esta cantidad, que ha salido del organismo local nanciero.

    Por la compra de 5 kg de frijoles, a $1 el kilo, uno va a pagar 5 dlares. Esta cantidad ($5) se escribir en la columna de los egresos para aquel que compra y en la columna de los ingresos para aquel que ven-di 5 kg de frijol. (Ilustracin 2)

    Por el servicio de peluquera, se pagarn 3 dla-res. Esta cantidad ($3) se escribir en la columna de los egresos para aquel que adquiere el servicio y en la columna de los ingresos para aquel que ofreci sus servicios como peluquero.

    Nmero: Cada miembro debe tener su propio nmero para que los encargados del organismo -nanciero local, lleven la contabilidad y administracin de las transacciones realizadas. Por comn acuerdo, el nmero 001, corresponder al organismo local -nanciero y as, a cada miembro le corresponder un nmero comenzando del 002, 003 , hasta que todo el mundo tenga el suyo.

    En la columna de No. (Nmero), se va a poner el nmero de manera cruzada, es decir, yo consumi-dor, pondr el nmero de la persona a la que acud a comprar el frjol, o el del peluquero con quien fui a cortarme el cabello; y el agricultor que vende frijol y el peluquero que corta mi cabello, pondrn mi nme-ro en su tarjeta. Pasa lo mismo cuando yo recibo mi dividendo: El director del organismo nanciero local, pondr mi nmero en su libro de contabilidad, y yo, pondr su nmero en mi tarjeta (recordemos que es el 001)

    Firma: Igual pasa con la rma pues se coloca la rma de manera cruzada. Yo consumidor, rmar en la tarjeta de la persona con la que acud a com-prar el frjol, o con quien fui a cortarme el cabello; y el agricultor que vende frjol y el peluquero que corta mi cabello, rmarn en mi tarjeta. Pasa lo mismo cuando recibo mi dividendo: El director del organismo nan-ciero local, rmar en mi tarjeta y yo, pondr mi rma en su libro de contabilidad.

    2.1.5 EJERCICIO P