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    n este artículo presento los resultados de unestudio etnográfico realizado en la ciudad dePorto Alegre, Brasil, que tuvo como objetivo

    principal interpretar la comprensión de los niñossobre sus propias vidas en la cuidad. La investiga-ción consistió en que los niños tomaran fotografíasde los espacios que juzgaban importantes en la ciu-dad, así como en grabar conversaciones, realizar ob-servaciones participativas, entrevistas con susparientes y amigos cercanos. El análisis de estos da-tos revela una primera cuestión clave: los niños vi-

     ven la ciudad desde los cuatro espacios-lugaressiguientes: la familia, la escuela, las áreas de ocio ylos espacios creados por ellos mismos. Estos espa-

    cios-lugares poseen sentido para los niños sólo por-que están vinculados con sus relaciones sociales yéstas son modeladas por las amistades, por las lu-chas de poder, las negociaciones, los cambios y losaprendizajes inter e intrageneracionales.

    El trabajo tiene por objetivo presentar una partede los resultados de este estudio referentes a la fami-lia desde la perspectiva de los niños. No se trata deun trabajo sobre los niños, sino también con ellos.1 En este sentido, ofrece aportaciones al campo de laeducación, puesto que:

    • Presenta instrumentos metodológicos que pue-den ser utilizados en la investigación de las cien-cias humanas y sociales, y desde el punto de vista de los niños.

    • Subraya el papel de los niños como sujetos prin-cipales de la investigación al problematizar susroles desarrollados y legitimados socialmente:hijos, alumnos, consumidores.

    • Analiza los conceptos presentados por los niños,

    que una vez incorporados en las agendas de in- vestigación de las ciencias humanas y sociales

    pueden contribuir a la construcción de políticaspúblicas educativas de calidad.

    El texto está organizado en cinco apartados. En elprimero explico las estrategias metodológicas utili-zadas de manera conjunta para reflejar la compren-sión de los nueve niños sobre la ciudad y laconstrucción de la familia como categoría de análi-sis. En el segundo se hace evidente que la familiainfluye en los aprendizajes del niño en la ciudad ytambién es el lugar donde se vive el espacio urbano.En el tercer apartado se enfocan las concepcionesconstruidas por los niños, y se exploran la incorpo-ración y la exclusión de miembros a la familia. El

    cuarto apartado presenta las relaciones jerárquicasconstruidas en la familia, que dependen de factorescomo la posición en el orden de nacimiento entrelos hermanos, las negociaciones constantes y las dis-putas por el poder. La quinta parte habla de las ruti-nas, la organización del tiempo y el espacio familiar,sobre todo en la casa. Las consideraciones finalescierran el artículo.

    METODOLOGÍA

    Se planificaron y combinaron las estrategias citadaspara abordar el trabajo de campo. Realicé una des-cripción detallada de todas las negociaciones antesdel primer contacto, y también durante toda la inves-tigación y en las entrevistas con los niños y sus fami-lias. Las entrevistas tuvieron lugar en sus casas o enel lugar de trabajo de las madres. En el primer en-cuentro informé a las familias y especialmente a losniños que estaba realizando una investigación con el

    objetivo principal de reflejar las impresiones de losniños sobre la ciudad de Porto Alegre. al como seobserva en Mayall (2003), al inicio algunas familiasme consideraban una invitada en sus casas y mi po-sición de investigadora no tenía parámetros estable-cidos claramente. Este dato fue negociado y revisadoen cada visita, sobre todo en aquellas familias queconfundían mi papel con el de una asistente social.

    1 Aunque la infancia haya sido estudiada por la sociología de lafamilia y por la sociología de la educación, Montandon (1997)afirma que estas áreas no han centrado sus estudios directamenteen el niño, ya que lo entienden como un objeto de las prácticaseducativas de los padres o de la escuela.

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    Visité a los niños en sus casas durante 18 meses.

    Además, cada niño fue invitado a fotografiar espa-cios significativos para su vida en la ciudad de PortoAlegre. Cada uno recibió una cámara fotográfica,automática o manual, con un rollo de 12 fotografíasen dos momentos con intervalos de algunos meses.En estos momentos se solicitaba a los niños que fo-tografiaran espacios que juzgaban importantes ensu vida en Porto Alegre y conservaban la cámaradurante siete días. ambién se solicitaba a los padresy madres que permitiesen que los niños no sólo eli-gieran los lugares, sino que tuvieran autonomía paramanipular la cámara y hacer las fotos. Se conjuga-ron la escritura detallada, las fotografías de los niñosy nuestras conversaciones posteriores (Mayall,2003) motivadas por las fotografías, que fueron gra-badas y transcritas.

    Al usar diferentes métodos, fue posible contarcon más posibilidades de expresión. Por encima de

    esto, los métodos visuales no sólo producen datos,

    pues a su vez son formas exitosas de comprometer alos niños y acceder a sus condiciones de vida y expe-riencias diarias. Sin embargo, en este trabajo la foto-grafía no posee sentido por sí sola, sino que debeinterpretarse con la explicación e interpretación delos niños. Estudiar la familia desde el punto de vistade los niños exige que el investigador practique unprocedimiento cauteloso en el recorrido de la plani-ficación, ejecución y evaluación del proceso investi-gativo, además de mucha persistencia, lo que seextiende a otros campos de investigación.

    Morrow (s/f) llama la atención sobre la eleccióndel lugar de la investigación. Destaca que debe co-municarse al niño su derecho a participar o no, de locontrario podría ocurrir una situación confusa, es-pecialmente en contextos cuyas actividades son obli-gatorias, como la asistencia a la escuela. Otro cuidadometodológico es la adecuación de las preguntas a las

    Foto hecha por Giuseppe desde su casa (barrio Bon Fim).

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    experiencias de los niños, puesto que no tendría sen-tido inferir sobre temas difíciles o inexistentes paraellos. Ha de considerarse que a veces la racionalidad y

    las experiencias del adulto pueden anular la identidaddel investigador y superponerse a ella, lo que exigemucho cuidado en las elecciones que deben hacerse yen la programación de los encuentros con los niños.2

    Se pidió el consentimiento informado a todos losresponsables y a los niños. Los nombres propios delas personas fueron modificados, sin que se tratarade una decisión arbitraria de la investigadora: es elresultado de un proceso de investigación que dio voz a los niños y a sus familias. Al final, todas las fa-milias decidieron mantener los nombres reales de

    los niños y de sus parientes en el informe final y enposibles publicaciones. Los nombres de lugares e ins-tituciones se escriben como el original en lenguaportuguesa, con aclaraciones en casos determinados.

    La elección de las historias de vida3 de niños capa-ces de reconstruir la dinámica histórico-estructuralde un grupo social particular orientó el tipo demuestra. ambién fue fundamental para la elecciónde los menores que colaborarían en el estudio el re-conocimiento de que la pluralidad de la infancia seorigina en la diversidad de las condiciones sociales,culturales y económicas en las cuales viven estos ni-ños. Busqué garantizar una muestra diversificada al

    priorizar las categorías de edad, clase social, géneroy vecindad como requisitos de selección. Fueron in-

     vitados a participar niñas y niños de edades entre

    los cuatro y los 12 años, vecinos de barrios de bajo,mediano y alto nivel de renta familiar, y fueron ele-gidos desde mi capital social  (Coleman, 1988), conbase en mi red social propia.

    En el barrio Bom Fim, donde viví entre 2003 y2006, conocí a Jéssica (nueve años, 2004), Leonardo(12 años, 2004), Gabriel (cuatro años, 2004) y Giuse-ppe (siete años, 2004). Victória (nueve años, 2004)fue compañera de la hija de una amiga personal enun colegio y sugerida por ella. La misma amiga mepresentó a la propietaria del colegio, quien me facili-

    tó el contacto con Matheus (seis años, 2004). Las ni-ñas Adriane (nueve años, 2004) y Élida (12 años,2004) fueron recomendadas por una líder comunita-ria en el barrio Bom Jesus, quienes me sugirierontambién a Waldemir (10 años, 2004). Estos hechosme permitieron organizar a los niños en tres grupossegún el barrio. El cuadro 1 sintetiza alguna infor-mación sobre los niños y sus familias. Es importanteseñalar que la familia es la institución que más apa-rece en las fotografías y los relatos de los niños, aun-que en ningún momento se haya orientado laatención de los niños hacia esta dimensión en sus vi-das. Esta categoría no fue pensada previamente, perorequirió de análisis por la cantidad de fotos que ha-cían referencia a la familia, a los familiares y al com-plejo contenido de las conversaciones posteriores.En este sentido, la familia juega un papel de referen-cia, siendo una categoría clave en esta investigación.

    No existe purismo teórico y mucho menos puris-mo en el contexto empírico. Si la investigación teníacomo objetivo perseguir los significados de los espa-

    cios para los niños, esto no hubiera sido posible sinla identificación de las concepciones de otros miem-bros de la familia, que no son necesariamente los pa-rientes consanguíneos. Este dato refuerza que laconcepción de familia debe comprender a los indivi-duos en relación y no a los individuos en sí mismos.

    2 Una de las características fundamentales de la modernidad esla organización dicotómica del mundo en categorías que sepa-ran la infancia de la edad adulta y la relacionan con lo privado,con la naturaleza, con la irracionalidad, la dependencia, la pasi- vidad, la incompetencia y el juego. Por otro lado, la edad adultaha estado relacionada con lo público, con la cultura, con la ra-cionalidad, la independencia, la actividad, la competencia y eltrabajo (Prout, 2005).3 Demartini (2002) afirma que valorar los relatos de los niños enlas investigaciones significa reconocer que poseen una identidady una memoria construidas. Revelar la historia de cada niño y delgrupo al cual pertenecen en el momento de la encuesta permiteanalizar los procesos de socialización de los niños, sin colocarlosnecesariamente en una posición social de inferioridad en rela-ción con el adulto.

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    EL CONTEXTO SOCIAL DE LOS NIÑOSY FAMILIAS DEL ESTUDIO

    A pesar de que las voces de los niños son el eje delestudio, éstas no son independientes de las relacio-nes que componen la familia. Los demás miembrosdel grupo familiar intervinieron en la investigaciónen algunos momentos, como en la elección de las fo-tos, en las conversaciones con los niños y en la parti-cipación en los encuentros. Esto evidencia el papelde la familia como la primera institución a través de

    la cual se ve y se otorga significado al mundo, unproceso que inicia al nacer y se extiende a lo largo dela vida desde las posiciones diversas que ocupa el in-

    dividuo (Sarti, 2004). En el mismo sentido, no seríacorrecto afirmar que la investigación se hace sólocon los niños, lo que se demostró desde el comienzodel proyecto con la solicitud de autorización.

    Aunque presenté los objetivos de la investigacióna los niños, las primeras personas con las que tuvecontacto fueron los adultos responsables de ellos ycon estas personas se acordaron las fechas de los

    Cuadro 1. Informaciones seleccionadas sobre los niños y sus familias en 2004

    Edad Hermanos Edad BarrioPersonas

     por vivienda

    Profesión del

     padre/padrastro

    Profesión

    de la madre

    Jéssica 9 Douglas 14 Bom Fim 4Camarero y sociode restaurante

    Ama de casa ypastelera

    Leonardo 12 Júnior 14 Bom Fim 4Representanteinmobiliario

    Masajista

    Gabriel 4 Daniel 13 Bom Fim 4 Autónomo Funcionaria

    Victória 9 ____ ____Moinhosde Vento

    3 Autónomo Funcionaria

    Matheus 6Bruna

    Gabriela

    12

    4

    Moinhos

    de Vento5 Funcionario

    Ama de casa yorganizadora defiestas infantiles

    Giuseppe 7LorenzoIsabel

    51

    Bom Fim 5Ejecutivo de unaempresa

    Ama de casa

    Adriane 9

    DéboraAlanFábioStéffani

    19161512

    Bom Jesus 9Prensero dedesechosreciclables

    Seleccionadorade desechos endepósito debasura

    Élida 12

    HenriqueBrunaDienniferMaíaraArtur

    161486

    8 m

    Bom Jesus 7Prensero dedesechosreciclables

    Ama de casa

    Waldemir 10AndréJúliaGisele

    262212

    Bom Jesus 4rabajador delmantenimientopúblico urbano

    Ama de casa ycomerciante enel sectorinformal

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    encuentros. Sólo un hombre, Éverton, padre deLeonardo, colaboró durante toda la investigación.Los demás encuentros fueron moderados por lasmadres: Nice, madre de Jéssica; Gisele, madre deGiuseppe; Esther, madre de Gabriel; Daniela, ma-dre de Victória; Andréa, madre de Matheus; Xuxa,madre de Adriane, y Coroca, madre de Élida. Esto

    muestra que los niños no pertenecen a una catego-ría social totalmente autónoma, sino que dialoganconstantemente con otros grupos generacionales,ya sea para la construcción de una cultura propia(Corsaro, 1997) o para someterla a las restriccionesimpuestas por los adultos.

    Victória me hizo pensar sobre los pasos inicialesde la investigación con niños y sobre los equívocos

    que los investigadores pueden cometer. Aunque laniña contestó a mi llamada telefónica, insistí en ha-blar con su madre para concertar la primera visita.

    La niña rechazó mi insistencia en hablar con sumadre, pues como ya tenía algunas informacionesdemandaba más detalles sobre la investigación ydeseaba conocer mi opinión sobre su plan de sacaruna foto desde la ventana de su habitación. El he-cho me llevó a pensar en la jerarquía familiar, queen ocasiones niega el entendimiento y la racionali-dad de los niños simplemente porque es distinta ala de los adultos. Aun cuando los padres sean lostutores, y obviamente también necesiten dar o nosu consentimiento, su opinión no tendría que obe-

    decer al orden jerárquico.4

    La familia es una de las instituciones que mode-ran los aprendizajes del niño en la ciudad y tambiénes el lugar desde donde se vive el espacio urbano. Lafamilia aporta concreción a la urbe mediante unejercicio de apropiación colectiva: nuestra ciudad,nuestra calle, nuestra casa, nuestro parque. Apro- piar  tiene el sentido de pasar a pertenecer , aunqueocurra de distintas formas en cada generación. Porese motivo opté por acceder a cada niño por mediode sus familias en los tres barrios. Como cualquierotra metrópoli brasileña, Porto Alegre, con aproxi-madamente 1.3 millones de habitantes (,2003), sufre problemas sociales, como la existenciade favelas**  y de personas residentes en las calles.Sin embargo, es la capital brasileña con mayor tasade alfabetización —96.55%— y su índice de desa-rrollo humano de 0.865 la coloca en la novena po-sición entre todos los municipios del país (,2003). Esos índices de desarrollo, relativamente al-tos, esconden una desigualdad interna. Cabe efec-

    tuar una comparación más directa entre los índices

    4 Investigaciones dirigidas con los niños en el espacio de la escue-la necesitan, igualmente, considerar esa cuestión.** Favela es un término específico de la realidad social brasileña. Suequivalente de otras regiones sería una barriada, una villa miseriao una chabola. Las favelas se encuentran sobre todo en las monta-ñas (morros) o en la periferia de las grandes ciudades. N. del .

    Foto hecha por Victória desde su casa (barrio Moinhos de Vento).

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    de la madre y del padre o padrastro. No encontréexperiencias de adopción, divorcio o separación, si-tuaciones monoparentales, hermanastros o parejashomosexuales. Sólo Adriane y Waldemir convivencon sus padrastros, incorporados a las familias desderelaciones estables, sin que ninguno de los dos cuen-te con hijos de otras relaciones. Las secciones si-guientes se concentran en la interpretación de lasdefiniciones de los niños sobre la familia y en temascomo la incorporación o exclusión de miembros, lafecha de nacimiento y el papel de la casa.

    ¿QUIÉNES FORMAN PARTEDE LAS FAMILIAS DE LOS NIÑOS?

    Es un hecho aceptado que la infancia fue ignoradapor la sociología hasta el inicio de la década de los

    ochenta, lo que se explica por la posición subordi-nada de los niños en la sociedad (Corsaro, 1997; Qvor-trup, 1994). Para corroborar este argumento,Qvortrup (1987: 28) evoca una antigua canción fol-clórica sueca: “Niños son personas que viven enotro mundo”. Sin embargo, la sociología no ha igno-rado a los niños, los ha silenciado. Muchos aspectosdel pensamiento sociológico sobre los niños derivan

    socioeconómicos de los barrios representados debi-do a las marcadas diferencias sociales entre ellos. Latabla 1 pone en evidencia que, mientras la renta me-dia del adulto a cargo de la vivienda en el barrio BomJesus es de cuatro veces el monto del sueldo mínimomensual, en el barrio Moinhos de Vento esa canti-dad llega a casi 30 veces el salario mínimo. Es im-portante aclarar que la desigualdad es aún mayorporque las viviendas en Bom Jesus están ocupadaspor un promedio de 3.6 personas, contra 2.6 enMoinhos de Vento.

    Otro aspecto relevante es la diferencia entre losaños de escolarización de los vecinos de Bom Jesusy los de los demás barrios, que representan práctica-mente la mitad, si comparamos Moinhos de Ventocon Bom Fim. Además, Moinhos de Vento y BomFim poseen un bajo porcentaje de niños en la pobla-ción, sólo 10%, mientras que en Bom Jesus un tercio

    de la población tiene menos de 14 años de edad.Aunque no divulgue los datos particulares de cadafamilia investigada, éstas son representativas de lascaracterísticas de los barrios.

    Independientemente de las experiencias y condi-ciones de vida, todos los niños participantes en la in-

     vestigación presentan una estructura tradicional deorganización familiar, identificada por la presencia

    Tabla 1. Comparación de los indicadores sociales de barrios seleccionados de Porto Alegre, 2000

      Bom Fim

     Moinhos

    de Vento Bom Jesus

    Población residente con hasta 6 años de edad (%) 5.1 4.6 16.4

    Población residente con edad entre 7 y 14 años (%) 6.6 6.3 15.7

    Escolaridad media de los responsables de las viviendas (años) 12.7 13.2 6.5

    asa de alfabetización, población 15 años y más (%) 99.5 99.3 92.1

    Renta media en reales de las personas a cargo de las viviendas (R$) 2 302 4 479 741

    Fuente: Observatório da cidade de Porto Alegre (2007).

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    del trabajo teórico sobre la socialización, que ha vis-to a los menores a partir de las instituciones y nodesde ellos mismos. Las teorías tradicionales de la

    socialización5 confirman la construcción científicade la irracionalidad, de la naturaleza y de la univer-salidad de la infancia. Paradójicamente, si el siglo reconoció al niño como un sujeto de derechos, elconcepto derecho —asociado a la protección— estárelacionado con la necesidad de control de losadultos sobre los niños. James y James (2004: 3) re-cuerdan que forma parte de la experiencia de so-cialización de los niños “hacer lo que yo [el adulto]ordeno”, lo que refleja el orden jerárquico entre lasgeneraciones.

    Rompiendo con el pensamiento sociológico tra-dicional, Tin (2006) no sólo sugiere la relevanciade diversas formas de socialización —observadasen las condiciones existenciales, en las relacionessociales y en la historia de los grupos y de los indi-

     viduos—, sino también la necesidad de sustituiruna visión de socialización como el resultado de laacción de las instituciones por la idea de un procesoindividual y social. En ese sentido, la socializacióndebe comprenderse como un recorrido que se de-sarrolla durante la vida y no como algo que finalizaen la niñez. Esta afirmación recompone las relacio-nes entre niños y adultos, considerando a los dosgrupos como seres en formación que aprenden delas relaciones intra e intergeneracionales durantetoda la vida. Es así porque se trata de un procesorelacional que implica la interacción entre los indi- viduos y la sociedad, e igualmente comprende dos

    movimientos. Uno es la internalización, o sea, el pro-gresivo aprendizaje y conformación de convencio-nes y normas que transforman a los niños en

    miembros de sus sociedades. El otro es la construc-ción de la identidad, que abarca la habilidad paraadaptarse al ambiente y también para actuar y trans-formarlo. Es el resultado de un juego de roles y de lasíntesis de diferentes significaciones vividas. No ha-bría una identidad, sino un proceso de identificacióndinámico, múltiple y en constante transformación.Al considerar que los seres humanos están en proce-so de socialización a lo largo de toda la vida, quedaclara la tarea de entender que, independientementede edad y tamaño, todos son seres biológicos y socia-

    les en constante adaptación, tensión y negociaciónentre sí, en distintos tiempos y espacios.

    Cuanto más pequeño es el niño, más intensos se-rán sus lazos con la familia. Esta afirmación no debeentenderse como una verdad absoluta, aunque tienesentido en el contexto de este estudio. Los niños demenor edad no sólo narraron más situaciones deconvivencia familiar, también requirieron más auxi-lio de los adultos para la realización de las fotos, co-mo puede percibirse en los testimonios de Gabriel,Giuseppe y Matheus. Los niños mayores, especial-mente Leonardo y Jéssica, se refirieron a un conjun-to más amplio de relaciones —escuela, programasde televisión, hechos políticos— y mostraron un es-fuerzo de construcción de sus identidades fuera dela familia, lo que forma parte del proceso de sociali-zación: la concomitante construcción de la identi-dad y de la internalización social.

    Mason y Tipper (2006) condujeron un estudiocon 49 niños entre siete y 12 años en el norte de In-glaterra. Investigaron cómo los infantes definían y

    ordenaban sus relaciones de parentesco. Un resulta-do interesante es que los niños son creativos al defi-nir sus concepciones de familia, incorporanmascotas, parientes vivos o fallecidos, así comomiembros de diferentes domicilios. Se observa elmismo aspecto entre los niños participantes en estainvestigación: incorporación incluso de otras perso-nas de los más diversos grupos, por ejemplo vecinos

    5 El enfoque funcionalista de los años cincuenta y sesenta, cuyopionero fue Durkheim, concibió la socialización como una estra-

    tegia de entrenamiento para asegurar la internalización de nor-mas y reglas, de forma que los niños volviesen a estar integradosen la sociedad. Parsons (1964: 208) llamó “invasión bárbara” lallegada de los recién nacidos, entendiéndola como una situacióncrítica de todas las sociedades. ras su nacimiento, el niño se vaformando por las instituciones sociales: la familia, la comunidady la escuela. A partir de esas relaciones, asimila la moral y las cos-tumbres que conducen a la convivencia social y poco a poco in-corpora las reglas colectivas a sus valores individuales, porque delo contrario estaría excluido.

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    RELACIONES JERÁRQUICASEN LA FAMILIA

    odavía son pocos los estudios sociológicos que in- vestigan la relación entre el niño y su orden de naci-miento en la familia. Las perspectivas cambian si setrata del campo de la economía y la estadística(Emerson y Portela, 2002; Conley, Glauber y Olasky,2004; Conley y Glauber, 2005) o la psicología(Dunn, 1983; Dunn y Plomin, 1990; Lamb y Sutton-Smith, 1982). En la arena sociológica, Punch (2006)dirigió una investigación con 30 familias escocesascon tres hijos de edades entre los cinco y los 17años. El objetivo era entender la percepción de los

    niños de la relación entre los hermanos y su ordende nacimiento. Como primera estrategia metodo-lógica entrevistó a los 90 niños de manera indivi-dual, los demás encuentros fueron realizados conlos tres hermanos juntos. Para Punch (2006), la im-portancia dada al orden de nacimiento es una cons-trucción social, lo que inspira nuevos estudios sobrelas formas que los niños y sus padres utilizan parainterpretar sus posiciones en la familia. Sin embargo,hay que considerar que, además de ser un procesopermanente de negociación social, los factores bio-lógicos deben ser estimados, ya que tamaño, fuerza yhabilidad son diferentes en cada franja de edad.

    La familia es el escenario de las prácticas de auto-ridad —en general de los mayores sobre los más jóvenes— en aras de su socialización, lo que com-pone un universo complejo de relaciones mutuas,complementarias y asimétricas. Las funciones des-empeñadas por cada miembro, así como las res-ponsabilidades y los deberes, tienen en cuenta laposición del niño en la escala de edad. Punch

    (2006) detectó a través del relato de los niños las ventajas o desventajas de ocupar una posición uotra en la familia. En el caso de los hermanos ma-yores prevaleció la ventaja de ser el “jefe” y de tenerla autonomía de experimentarlo todo antes que losdemás (Punch, 2006: 3). Entre las desventajas se ci-ta la mayor responsabilidad, dar el ejemplo y cuidarde los hermanos menores. Hay que destacar a este

    respecto que la posición en el orden de nacimientono es determinante en las relaciones de poder, aunconsiderando que tamaño y fuerza sean elementos

    importantes.En el estudio llevado a cabo en Porto Alegre, de

    los nueve niños sólo Giuseppe es primogénito. Sipor ejemplo tiene en su poder el control remoto dela televisión, de manera que tiene dominio sobre laprogramación, Lorenzo, el hermano mediano, en-cuentra formas de llamar la atención y pelea conGiuseppe. Por lo común, los padres los separan ypermiten que Lorenzo vea sus programas favoritosen la habitación de la pareja. En un principio, los pa-dres y el propio Giuseppe intentaban alejar a Loren-

    zo de nuestras conversaciones, pero éste encontróuna forma de distraer al hermano, exhibiendo golo-sinas y juguetes, para que lo invitásemos a participaren las entrevistas. Como hermano menor, Lorenzoexperimenta más limitaciones que Giuseppe y lo ex-presa de la siguiente manera: “ha sido Peppe [Giuse-ppe] quien ha escogido las fotos porque él sabía loque era más importante. Nosotros [Lorenzo y el pa-dre] sabíamos poco”. A pesar de estas limitacionescreaba sus estrategias de poder y participación yaque era considerado el menor, el más débil y debía serprotegido por el hermano mayor. A través de estasestratagemas, el niño se volvió activo en todos los en-cuentros y llegó a sacar algunas fotos con la cámarautilizada en la investigación. Consiguió, por tanto, suinserción en el estudio sin amenazar el liderazgo deGiuseppe. Las relaciones no son unilaterales, todo locontrario. El Club da Criança —Club del Niño—7 or-ganiza fiestas hasta el séptimo cumpleaños de los ni-ños y Giuseppe no se preocupa porque cumpliráocho años. Sabe que puede acudir al salón de fiestas

    en el cumpleaños del hermano. Algunas veces ser elmás joven implica ventajas para el propio niño, peroen este caso también para los mayores.

    7 Área recreativa para los niños integrada al sector de restauran-tes del centro comercial Shopping otal , en Porto Alegre. Cuentacon juguetes, carrusel, internet, laberintos y servicio de animado-res infantiles.

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    Matheus y Élida ocupan la posición de hermanosmedianos. Actualmente existe amplia divulgaciónsobre el síndrome del hijo mediano, que sería fruto

    de un sentimiento de no pertenencia de los niñoshacia sus familias, o sea, del reconocimiento exclu-sivo de las desventajas de ser el hijo mediano. Sinembargo, sólo uno de cada cinco niños en el estudiode Punch (2006) reforzó aspectos negativos, mien-tras que los otros cuatro expresaron aspectos positi- vos de los dos universos: en la situación intermediapueden desempeñar tanto el papel de benjamín enrelación con el primogénito, como de mayor respec-to del más pequeño. Élida demuestra una constanteadaptación de comportamiento en su interacción

    con los hermanos. Por ser la hija mediana, se esperaque se encargue de las dos hermanas menores, perosus intereses se inclinan hacia actividades de adoles-cente. Como parte de la rutina familiar, Élida acom-paña y ayuda a las hermanas en las tareas escolares.Sin embargo, la niña empieza a perder interés porlas actividades en las que participaba antes y busca asus semejantes para empezar a frecuentar otros es-pacios, como el “baile do Careca”.8

    Matheus está más cerca de su hermana pequeña,Gabriela, no sólo porque la diferencia de edad esmenor, sino porque compartió con ella el mismo es-pacio en la escuela de educación infantil y tienenamigos en común. Aunque asisten a escuelas distin-tas desde 2005 —cuando Matheus ingresó a la ense-ñanza primaria en otra institución—, ambos acudena los centros educativos por la tarde, mientras que lahermana mayor, Bruña, asiste a la escuela por la ma-ñana. Por otro lado, Matheus ya no quiere ser  pe-queño y en cierta forma subestima su escuelaanterior, donde estudia Gabriela, la nombra “escue-

    lita” y se muestra vanidoso porque en el nuevo cole-gio las actividades son más difíciles. Ser el hermanomenor también supone pros y contras. En el estudio

    de Punch (2006) los niños relataron como un hechopositivo tener hermanos con más experiencia, sereximidos de ciertas tareas, contar con la compasión

    de los padres y ser más consentidos. Si bien, recono-cen la frustración de tener hermanos mayores y máscapaces, de ser vigilados, de sufrir mayor restricciónespacial, de recibir objetos ya utilizados y de serconsiderados “bebés”.

    De una manera u otra, Adriane, Waldemir, Leo-nardo, Jéssica y Gabriel hablan sobre los mismossentimientos. Stéffani, hermana inmediatamentemayor de Adriane, demostró su desagrado durantelos encuentros en los que estuvo presente, pero, alcontrario que Lorenzo, hermano de Giuseppe, se

    mantenía distante y no toleraba la frustración de noparticipar en la investigación. Por ello buscó dife-rentes estrategias para participar: mientras la her-mana dormía, Stéffani escribió algunos de susrecuerdos en un cuaderno donde Adriane tomabaapuntes sobre la investigación, lo que provocó unconflicto entre las dos. ambién aprovechando queAdriane estaba enferma durante una de las visitas,Stéffani se acercó y pidió una hoja de papel para di-bujar y junto al dibujo presentó una descripción de-tallada sobre sí misma. Júnior, más que su hermanomayor, representa un ejemplo de fuerza y protec-ción para Leonardo, quien narra los episodios dedefensa del hermano en los conflictos escolares.Leonardo considera que Júnior es responsable de élen los momentos en que la madre y el padre no es-tán presentes, y atribuye a su hermano la autoridadpara decidir si puede jugar en la calle o no. “Él meobserva”, afirma Leonardo. La admiración por elhermano mayor se evidencia también en la descrip-ción de Leonardo sobre sus habilidades en el uso de

    la computadora, principalmente en las salas de chat  y los ligues en internet.Jéssica relata los momentos en los que juega con su

    hermano, pero en este caso el tamaño de la habita-ción es el elemento que refleja el orden de nacimien-to. La niña asegura que no le importa, pero mientrasla habitación del hermano es “grandota”, de acuerdocon su declaración, la suya es “chiquitina”. Cuando se

    8 Ubicado en el barrio Bom Jesus, se trata de una fiesta típica-mente urbana y brasileña, llamada baile funk, organizada para unpúblico adolescente y que ocurre los fines de semana de las 19:00a las 23:00 horas.

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    refiere a esa misma arena —la habitación—, Gabrieldemuestra la relevancia del hermano mayor comoprotector. En este caso, la creencia de las clases so-

    ciales altas de que el crecimiento físico de los hijosconduce a la necesidad de espacio privado no con-cuerda con el deseo de Gabriel, quien a pesar de te-ner su propia habitación bien decorada y con todaslas comodidades lamenta no compartir más este es-pacio con el hermano. Waldemir vive una experien-cia interesante. La diferencia de edad en relacióncon sus dos hermanos mayores es significativa hastael punto en que llega a considerar su amigo al hijas-tro del hermano. El niño tiene contacto directo sólocon una hermana, Gisele, inmediatamente mayor.

    Como ella estudia por la mañana y participa en en-trenamientos de voleibol tres veces a la semana,cuando ambos están en casa la actitud de él es másde cooperación que de conflicto. La relación con Gi-sele fue especialmente narrada cuando se refirió alas actividades domésticas y a los trayectos de ir y volver de la escuela. Aunque sea hija única y no ne-cesite compartir espacios y objetos con otro herma-no, Victória tiene la figura de su prima muypresente. En su relato, compara constantemente laspropias condiciones físicas y emocionales con las deella, que tiene la misma edad.

    La inmersión prolongada en el campo de investi-gación me permitió acceder a los comentarios másespontáneos e íntimos de los padres en relación consus hijos. Encontré manifestaciones de intimidadque pusieron al descubierto la sorpresa de los pa-dres al ver las fotos hechas por los niños. Un ejem-plo fue la primera reacción de Gisele, madre deGiuseppe: “¿Me dejas ver las fotos? ¿Puedo mirarlas?¡No me lo creo, salieron bien!”. El padre agregó:

    “¡Ha tomado mejores fotos que las mías!”. Las eva-luaciones de los padres sobre las capacidades de losniños son abiertamente comentadas en la familia, loque pone de manifiesto los aspectos positivos y ne-gativos de cada miembro.

    Al hablar de las poblaciones brasileñas empobre-cidas, Sarti (2004) plantea que la familia es una refe-rencia simbólica esencial para ordenar el lugar de

    los individuos en el mundo social, dentro y fuera deella, como se constató en todas las familias de estainvestigación. El modo en que los niños y los padres

    entienden y manejan las diferencias jerárquicas seexpresa en distintas situaciones. La idea de que sedebe “valorar a la madre”, ya que es vista como elprincipal miembro de la familia, es un elemento fre-cuente en los relatos de Adriane, que también laconsidera su mejor amiga. Percibí su esfuerzo cons-tante por presentarse como una persona “chévere”,lo que significa tratar a la madre con obediencia yrespeto. Adriane se muestra crítica con el compor-tamiento de otros niños de su calle, que según suopinión no valoran a sus madres.

    El padre de Giuseppe y las madres de Élida, Vic-tória, Jéssica, Waldemir y Gabriel demostraron inte-rés por usar la máquina fotográfica con el objetivode registrar momentos importantes o de captar imá-genes que juzgasen mejores para la investigación. Esinteresante advertir las diferentes estrategias que ca-da cual utilizó para dejar su marca. Alexandre, elpadre de Giuseppe, captó tres fotos de la habitaciónde los niños bajo el pretexto de probar la máquina.En la familia de Élida, su madre empleó la cámarapara registrar el cumpleaños de un bebé del vecin-dario, en tanto que su tía retrató una sesión de Um-banda.*** Esther, madre de Gabriel, explicó el interéspor usar la máquina y externó su preocupación porel hecho de que su hijo no fuese capaz de tomar lasfotos. Otros incluso fueron requeridos por los pro-pios niños para realizar ciertas tomas. Jéssica le pi-dió a su madre, Nice, que fotografiase la estación deautobuses de Porto Alegre y la Avenida Castelo

    *** Umbanda es el nombre de una religión de origen afrobrasileñade inspiración espiritista, surgida entre finales del siglo e ini-cios del en el estado de Río de Janeiro. Además de los concep-tos africanos, mezcla distintos elementos del catolicismo y de lascreencias de los grupos indígenas latinoamericanos, establecien-do un aspecto sincrético muy importante para la comprensión desu complejo simbolismo. Esta manifestación religiosa es muy po-pular entre todos los grupos sociales de Brasil, si bien goza dediferentes niveles de prestigio. Ha sido estudiada detenidamentepor varias ramas de la antropología. N. del .

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    Branco, ya que iba sentada en el asiento delanterodel coche y tenía una visión más amplia del lugar.Victória solicitó a su madre que captase el edificioen el que trabaja y el Río Guaíba. Waldemir pidió asu vez que su madre le hiciera una foto con su pa-drastro, para tener un recuerdo.

    LA CASA, LA RUTINA Y LAS RELACIONESFAMILIARES

    Jéssica, Leonardo, Giuseppe, Waldemir, Gabriel yVictória fotografiaron sus casas, mientras queAdriane demostró intención en hacerlo pero sumadre se lo impidió. Se comprobó que los niñosentienden sus casas de distintas maneras, según susexperiencias con las personas que comparten la vi- vienda. Aunque las casas de los niños fuesen distin-tas de acuerdo con su clase social, en todas encontré

    que la habitación de la pareja estaba separada de lade los hijos, la cocina y el baño. Sólo en la casa deÉlida el baño se compartía con las personas de lacasa vecina.

    Cada espacio de la vivienda tiene una funciónque sigue las normas sociales, pero los niños pue-den entenderlo de otras maneras. La estructura deuna casa conforme a condiciones ideales o apropia-das está unida a las necesidades sociales y biológi-cas de las personas. La habitación de la pareja es ellugar para el sueño, el sexo y la recuperación de la

    enfermedad. Igualmente, es el lugar adonde acudenlos niños cuando tienen pesadillas, buscando el re-fugio proporcionado por el adulto. La habitaciónde los niños desempeña la función de lugar de des-canso, pero también de juegos e interacción con susiguales. Adriane, Élida, Leonardo, Giuseppe y Ma-theus comparten habitación con sus hermanos, loque todos evaluaron como positivo. De acuerdo

    Foto hecha por Waldemir desde su casa (barrio Bom Jesus).

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    con la lógica de que la separación de las habitacio-nes es necesaria según el género, sobre todo cuandolas diferencias corporales y de intereses comienzan

    a manifestarse, Waldemir y Jéssica consiguieron te-ner su propia habitación, lo que a su vez considerancomo positivo. De igual forma, Gabriel tiene habi-tación individual, pero para él es algo negativo,pues la separación se debió a la voluntad del her-mano de 13 años y no a su deseo personal.

    Veiga (2004) presenta un estudio histórico sobrelos procesos de civilización de los niños y de los adul-tos. Muestra que éstos dependen de las prácticas pe-dagógicas escolares, de los conocimientos sobre lainfancia y de la diferenciación entre adultos y niños

    a lo largo de los siglos. La autora cree que la distin-ción entre niños y adultos surgió de la creación delugares específicos para aquéllos, de la producciónde nuevas relaciones de autoridad y de la elaboraciónde nuevas pautas de comportamiento. Eso significaque el tiempo de la infancia, distinto al de la edadadulta, se produce como un símbolo socializadorcon función de regulación sociocultural y de orien-tación en la cadena de las generaciones, lo que supu-so un largo proceso de aprendizaje, tanto de adultoscomo de niños. Para civilizar  a los menores hubo va-rios movimientos en la historia de la humanidad,entre ellos la educación del hombre noble y burgués—que lo diferenció por igual de los niños y los po-bres— y el aprendizaje de la cortesía y de la vergüen-za. Después emergió el aprendizaje de la nuevacondición de ser mujer, que consistía en los oficiosde madre y ama de casa, y finalmente el aprendizajede cómo ser niño (Veiga, 2004). La restricción de lainfancia a los ámbitos de la familia y de la escuelamasificada surgió con la formación de las ciudades y

    con el predominio de la familia nuclear. Es precisodestacar que se espera que la familia desempeñe lafunción de socialización al establecer los modos decomportamiento y al permitir que sean cada vez másindividuales las necesidades que son públicas en losprimeros años de vida.

    A Gabriel y a Adriane no les gustan sus casas.Aunque ambos se exponen a realidades opuestas en

    términos de condiciones de vivienda —él en un so-fisticado edificio y ella en una  favela—, son de ad-

     vertir algunas conexiones. En las situaciones de

    inseguridad por dormir solo, Gabriel encuentra re-fugio en la habitación del hermano mayor, mientrasque Adriane, por temor a que sus hermanos seanasesinados, busca protección en la cama de su ma-dre. Mientras Adriane se lamenta por problemascomo inundaciones y plagas de ratones en la casa,Gabriel se queja del tamaño de su nueva vivienda:“no me gusta dormir solo”. Estos problemas físicoscobran más sentido cuando se asocian con las rela-ciones que experimentan con los integrantes de susfamilias. Gabriel y Adriane son los menores, por

    ello ocupan una posición diferenciada respecto delos demás hijos. A veces Xuxa se refiere a su hijaAdriane como “bebé” y queda claro que por ser la

    menor es la primera que debe ser protegida. Ga-briel, por otro lado, experimenta sometimiento yautoridad a la vez: o bien sus deseos son prontamen-te atendidos o sus padres dudan de que sea capaz decumplir las tareas sencillas de la casa.

    La casa supone la condición contradictoria, ocomplementaria, de ser pública y privada al mismotiempo. Ciertamente sus características físicas influ-yen en las relaciones. Si las habitaciones y el bañoson los espacios reservados para los miembros de lafamilia, la cocina y la estancia tienen otra connota-ción. Leonardo y Élida prefieren la estancia de suscasas. Leonardo encuentra allí todos los recursosque le gustan —televisión, radio, computadora—,además de que la estancia de la casa es donde puedeparticipar en las conversaciones de la familia, por loque recibió de su madre el sobrenombre de “Oreji-ta”. En este sitio Élida ve la televisión en compañía

    de su hermana inmediatamente mayor, Bruña,aparte de que es el lugar de encuentro de la familia.Para Giuseppe la casa está asociada con la idea de co-modidad —“donde hay un colchón para acostarme yotras cosas divertidas”—, si bien por ser el hermanomayor posee privilegios. Jéssica prefiere su habitaciónfrente a los demás ambientes de la casa, aunque seamenor en comparación con la de sus padres y la de su

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    hermano. Mientras está en casa, realiza todas las ac-tividades allí: las tareas de la escuela, leer, escucharmúsica y dormir, ya que dispone de todas las condi-

    ciones necesarias para ello.La casa también puede estar asociada a una idea

    de castigo, si se entiende como opuesta a la calle. AWaldemir y Leonardo se les impidió salir de casa encumplimiento de castigos motivados por haber sus-pendido sus cursos en la escuela o por la posterga-ción de alguna tarea doméstica. Las sanciones físicasen el interior de sus casas fueron referidas porAdriane y Waldemir. La primera afirma que es unmodo de resolución de conflictos rutinarios al querecurren los hermanos. Él entiende que estas prácti-

    cas pueden tener una función pedagógica y ejempli-fica con el episodio ocurrido cuando el hermano logolpeó porque dejó caer el café en la mesa y se negóa almorzar. Su limitación de tamaño y fuerza no leimpide sin embargo maltratar también a los herma-nos mayores, Stéffani y Fábio. Vera menciona queen ocasiones castiga físicamente a sus hijos Walde-mir y Gisele, alega que ciertos tipos de aprendizajedeben ser realizados en casa y no en la escuela. Giu-seppe citó un castigo de otra naturaleza cuando elpadre arrancó un folio de su cuaderno por condenaralgunas de sus faltas de ortografía.

    Adriane, Élida y Waldemir, los niños de familiascon menos recursos económicos de la investigación,son los únicos que desempeñan actividades domés-ticas de manera cotidiana. Adriane colabora en losquehaceres domésticos por las mañanas, lo que in-cluye asistir al sobrino-bebé en los cuidados de hi-giene y alimentación, y eventualmente en lapreparación de la comida. Hasta diciembre de 2004,Adriane acompañaba a su madre durante algunas

    mañanas al trabajo de reciclaje de basura para ayu-darla en la selección de los materiales. En algunasocasiones la encontré clasificando botellas plásticas,lo que fue justificado por Xuxa: “le gusta estar enmedio de la basura”. Poco después una nueva políti-ca prohibió que los hijos de los trabajadores entra-sen al almacén. Élida y Waldemir colaboran entareas de organización de la casa, como barrer, lavar

    y secar los platos, hacer las camas, quitar el polvo.Waldemir incluso ayuda en el pequeño negocio dela familia atendiendo a los clientes cuando la her-

    mana Gisele está desempeñando otra tarea domés-tica y la madre durme la siesta.

    Desde el punto de vista económico, los niños, asícomo los ancianos, son considerados “pesos socia-les”. La propia sociología ha fortalecido esa idea conel reconocimiento de las teorías de socialización queconcebían la infancia como un periodo de depen-dencia, alejada del mundo social más amplio. Noobstante, los niños no son del todo dependientes,pasivos o no productivos. Por el contrario, desem-peñan un papel fundamental en la economía. Aquí,

    dependencia e independencia pueden entendersetanto como categorías contradictorias como insepa-rables y complementarias, ya que en algunos casoslos adultos son más dependientes de los niños.9 Laconcepción de que los niños son completamente de-pendientes de los adultos impide la comprensión delas relaciones entre los miembros de la familia y, enconsecuencia, sobre los procesos generacionales. Adecir de Morrow (1996), la idea de dependencia delos niños está asociada a la construcción social de lainfancia, basada en las concepciones de irresponsa-bilidad e incapacidad, lo que enturbia la noción deque los niños son competentes y tienen representa-ción en la vida social.

    Conforme a la Constitución Brasileña de 1988, eltrabajo está permitido desde los 16 años de edad,aunque a los 14 años se pueda contratar a un niñoen condición de aprendiz. ¿No es contradictoriopensar que a los niños se les impide ser indepen-dientes antes de alcanzar una determinada edad, si

    9 Los niños no son incapaces, en especial porque actualmente do-minan mejor ciertos conocimientos producidos en el mundo delos adultos, como las nuevas tecnologías, el internet, los juegoselectrónicos y el teléfono móvil. Otro ejemplo de la autonomía delos niños en relación con el control de los adultos es la inmigra-ción. Al estudiar los procesos de inmigración a Estados Unidos,horne et al. (2003) observan que muchos niños son responsa-bles de moderar las relaciones entre sus familias y las reglas delnuevo país, realizando traducciones y ayudando a los padres adesenvolverse en la burocracia estadounidense.

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    ya ejercen esa independencia al enfrentarse con lasactividades domésticas y escolares de manera habi-tual? Según Zelizer (2002), los menores son agentes

    económicos activos y los adultos una mera categoríade personas con quienes desempeñan actividadeseconómicas. La autora considera ilusoria la idea deque los niños en la contemporaneidad pasaron de laesfera de la producción a la del consumo, puesto quesiempre actuaron en los dos ámbitos. omando con-ceptos básicos de la economía, argumenta que losniños están totalmente inmersos en la producción —cualquier esfuerzo que produce valor, como la

     variedad de tareas domésticas—, en el consumo —transferencia de valores no sólo frutos de cambio,

    sino también los regalos de cumpleaños y meriendasen la escuela— y en la distribución —adquisición deobjetos y servicios—. En esta misma línea de re-flexión, Wintersberger (2001) establece algunas rela-ciones entre las etapas de la infancia y las fases deldesarrollo económico de la humanidad para mostrarque la escuela es el espacio de trabajo del niño, aun-que no sea remunerado.

    Leonardo, Adriane, Élida, Jéssica y Waldemir ex-pusieron sus planes profesionales para el futuro.Leonardo planeaba ser abogado, policía civil o mi-litar. Adriane demostró al inicio deseos de trabajaren el mismo almacén de reciclaje que su madre, noobstante cambió de idea y piensa en ser maestra yabogada. Élida opta por ser maestra. Jéssica al prin-cipio dijo querer ser fotógrafa, aunque en la actua-lidad prefiere ser psicóloga. Alentado por lasprósperas perspectivas de su hermana de transfor-marse en jugadora de voleibol profesional, y deacuerdo con las expectativas de la madre, Walde-mir desea convertirse en futbolista. La preparación

    para el futuro puede evidenciarse en la participa-ción de los niños en actividades extraescolares, conagendas definidas motivadas por los padres. En elhorario extraescolar, Victória asiste a clases de pin-tura, voleibol, flauta, inglés, consultas semanales aldentista y a la fonoaudióloga. Jéssica tiene clases deinglés y catequesis, y piensa practicar natación.Giuseppe asiste a la escuela de natación y a clases

    de informática por la tarde. Gabriel va a clases denatación y a un espacio lúdico. Mientras los másprósperos económicamente desarrollan activida-

    des estructuradas fuera de casa, los menos favore-cidos utilizan su tiempo fuera de la escuela en lastareas domésticas.

    Wintersberger (2001) demuestra que en la mo-dernidad el niño ha perdido el status de colaboradoren el presupuesto familiar, al mismo tiempo queaparece como quien sólo produce gastos a la familia.En este sentido, el reconocimiento del trabajo infan-til doméstico y escolar como algo auténtico podríacobrar una connotación positiva con el paso deltiempo, ya que sería comparado con el trabajo re-

    munerado de los adultos. Qvortrup (2001) afirmaque los niños han trabajado siempre, y que lo que hacambiado son los modos de producción. Aunqueentendiendo que es posible percibir varias formasde trabajo simultáneas en todo el mundo, el autorsostiene que el trabajo escolar no es nada más que eltrabajo manual desempeñado por los niños en pe-riodos precedentes, reforzando, de esa manera, laimagen de los menores como económicamente acti-

     vos y no simples inútiles. Es interesante observarque estas dimensiones del trabajo infantil a lo largodel tiempo y el espacio apuntadas por Qvortrup(2001) pudieron ser identificadas en la presente in- vestigación. A pesar de pertenecer a una misma ciu-dad y a un mismo momento histórico, los niñosposeen experiencias distintas en cuanto a su trabajoen la casa y fuera de ella.

    CONSIDERACIONES FINALES

    Si los estudios clásicos de sociología señalan a la fa-milia y a la escuela como los espacios legítimos desocialización, la sociedad contemporánea presentadistintos desafíos y posibilidades para los niños. Lasnuevas formas de trabajo, el cambio en el papel so-cial de la mujer y la madre, la sustitución de unaeconomía industrial por otra de servicios, influyen

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    en la ampliación de oportunidades espacio-tempo-rales para los niños. Sin embargo, de acuerdo con lainvestigación dirigida con los niños en Porto Ale-

    gre, la familia desempeña un papel fundamental ensus vidas, en las que las relaciones con la ciudad sontejidas y ampliadas. Como también demuestra estainvestigación, el concepto de familia depende de lasdefiniciones construidas por sus integrantes a lo lar-go de sus vidas. En un ejercicio de creatividad, losniños son osados al incorporar amigos, vecinosqueridos, parientes de los parientes e incluso ani-males como miembros de sus familias, mostrandouna visión ampliada. En función de si tuvieron o noexperiencias negativas, también excluyen parientes

    consanguíneos de sus círculos familiares.Si, por un lado, las características físicas de los

    adultos facilitan la constitución de relaciones asimé-tricas, basadas en la escala jerárquica, por otro, to-dos los integrantes de la familia son bastante eficacespara construir estrategias de resistencia. Este hechonos muestra que los papeles desempeñados por ca-da miembro de la familia no dependen sólo de as-pectos biológicos, sino de constantes negociacionessociales. Este artículo confirma que las relacionesentre hermanos de diferentes edades evidenciancomplejas relaciones de poder, autonomía y conoci-miento. De esta forma, el contexto de la casa es ellugar donde se constatan las diferencias entre cadahermano, en el modo de organizar ambientes y ruti-nas, así como las tareas y las responsabilidades asu-midas frente a los adultos.

    La mayor parte de las investigaciones sobre la in-fancia en el campo de la educación se hacen aún so-bre los niños y no con  ellos, lo que —de ciertaforma— refuerza el prejuicio de que los niños son

    inmaduros, totalmente dependientes y débiles. Sa-cristán (2005) afirma que la investigación en el áreade la educación optó por el profesor como sujeto deestudio y no por el alumno —niño—, lo que ha fa- vorecido la división del objeto de trabajo y la falta deprotagonismo del niño. El estudio de Martins habíacriticado la concepción de la investigación centradaen el adulto, que “casi siempre presupone y desecha,

    en el grupo que estudia, un conjunto de seres huma-nos silenciados, los que no hablan” (Martins, 1993:53): los niños. Si durante un periodo prolongado los

    niños fueron silenciados en los estudios sobre ellos,es importante reconocer que no podemos caminarhacia el otro extremo. Al defender los estudios sobrela infancia con  los niños, no debemos fortalecer laoposición entre niño y adulto ni nutrir concepcio-nes que defienden que son completamente autóno-mos y viven en un universo separado, ya que ellotambién puede sugerir que los niños producen con-cepciones del mundo desconectadas de un universomayor de relaciones.

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