Etica Al Inicio y Final de La Vida

8
ETICA AL INICIO Y FINAL DE LA VIDA Dilemas éticos del inicio de la vida Las circunstancias de la concepción de un hijo, pueden ser muy variadas, desde un acto de amor puro, hasta el resultado de un hecho traumático y violento; pero pese a esto, aquella nueva vida que se formó, no puede ni debe verse truncada en su existencia. Desde que se toma conciencia del embarazo, la vida debe ser respetada y valorada, tal como la de un ser humano independiente y desarrollado, pues esta vida que está ya creada encierra en sí misma toda la dignidad del ser humano adulto por lo que debe ser respetada y protegida en cualquier circunstancia. Tomando en cuenta nuestra función en la sociedad, debemos velar por la vida y por la calidad de vida. Por lo tanto, debemos cumplir con apoyar a las madres en la planificación familiar y orientarlas en las decisiones que sean en pro de su familia. La entrega de información debe ser siempre completa y nunca nuestras creencias deben influir en nuestras intervenciones, debido a que somos profesionales de una carrera que es una ciencia científica, entonces tenemos el deber de velar por que la información que sea manejada por las familias sea verídica. La llegada de un hijo, es un cambio completo de los estilos de vida de la pareja, por eso debe ser considerado como una opción planificada y meditada. Es por esto que no se puede presionar a los padres a tener o no tener descendencia por motivaciones personales y orientarlos en una u otra decisión. La tenencia de un hijo debe ser de forma responsable, velando prioritariamente por su bienestar y seguridad, de no cumplirse esto, se está ejerciendo una falta a la ética y a los derechos de esta nueva persona. Una opinión basada en los principios de la escuela genetista sobre el inicio de la vida, nos hace darnos cuenta que hay Adriana Isaura Ruiz Aguilera

description

dilemas eticos, no de mi autoria

Transcript of Etica Al Inicio y Final de La Vida

ETICA AL INICIO Y FINAL DE LA VIDA

Dilemas ticos del inicio de la vida

Las circunstancias de la concepcin de un hijo, pueden ser muy variadas, desde un acto de amor puro, hasta el resultado de un hecho traumtico y violento; pero pese a esto, aquella nueva vida que se form, no puede ni debe verse truncada en su existencia. Desde que se toma conciencia del embarazo, la vida debe ser respetada y valorada, tal como la de un ser humano independiente y desarrollado, pues esta vida que est ya creada encierra en s misma toda la dignidad del ser humano adulto por lo que debe ser respetada y protegida en cualquier circunstancia.

Tomando en cuenta nuestra funcin en la sociedad, debemos velar por la vida y por la calidad de vida. Por lo tanto, debemos cumplir con apoyar a las madres en la planificacin familiar y orientarlas en las decisiones que sean en pro de su familia. La entrega de informacin debe ser siempre completa y nunca nuestras creencias deben influir en nuestras intervenciones, debido a que somos profesionales de una carrera que es una ciencia cientfica, entonces tenemos el deber de velar por que la informacin que sea manejada por las familias sea verdica.

La llegada de un hijo, es un cambio completo de los estilos de vida de la pareja, por eso debe ser considerado como una opcin planificada y meditada. Es por esto que no se puede presionar a los padres a tener o no tener descendencia por motivaciones personales y orientarlos en una u otra decisin. La tenencia de un hijo debe ser de forma responsable, velando prioritariamente por su bienestar y seguridad, de no cumplirse esto, se est ejerciendo una falta a la tica y a los derechos de esta nueva persona.

Una opinin basada en los principios de la escuela genetista sobre el inicio de la vida, nos hace darnos cuenta que hay que ser conscientes de que existe una amplia campaa para tratar de minimizar el valor de la vida humana en sus etapas ms iniciales, lo que va fundamentalmente dirigido a limpiar de impedimentos ticos la posible manipulacin de esas vidas humanas en sus primeras horas o das de concepcin. De esta forma, al quitarle valor ontolgico a esa vida que empieza, se permite manipularla sin que de ello se derive ninguna dificultad tica. Este es el caso que ocurre actualmente en Inglaterra, donde est legalizado el experimentar con hemocistoblastos, los cuales son exactamente seres humanos de pocas horas o das de vida (8 clulas aproximadamente). De esta forma se enmascara el trmino de ser humano bajo un tecnicismo cuyo fin es restar importancia o no reconocerlos y quitarle sus derechos que como seres humanos merecen.

Por otra parte, hay una falta de compromiso por parte de los gobiernos en el castigo a personas que cometan acciones que vayan en desmedro o destinadas a evitar el nacimiento de la vida humana en gestacin. Los mdicos y en general, los profesionales de la salud que ejercen prcticas abortivas ilegales no reciben la condena meritoria para un asesino reincidente. Falta de polticas hacen que estos mal llamados profesionales queden sin castigo y continen truncando vidas.

La labor de enfermera como decamos anteriormente es la de educacin a los padres antes de la concepcin y despus de esta, ya que es de vital importancia para el desarrollo del menor que ambos padres se mantengan involucrados en su crecimiento y sean aportes favorecedores para l. Se ha determinado que un embarazo no deseado es un fuerte factor de riesgo para un pobre apego y desarrollo del menor, es por esto que junto con el equipo mdico se debe trabajar junto con las madres que no planeaban tener hijos y educarlas en que estn concibiendo una nueva vida y que bajo ningn punto de vista es un problema, sino que siempre debe ser bienvenida.

Junto con este tema podemos tocar el tema del aborto el que se entiende toda expulsin del feto, natural o provocada, en el perodo no viable de su vida intrauterino, es decir, cuando no tiene ninguna posibilidad de sobrevivir. Si esa expulsin del feto se realiza en perodo viable pero antes del trmino del embarazo, se denomina parto prematuro, tanto si el feto sobrevive como si muere.

El problema del aborto inducido est inmerso en una gran controversia basada en valores que ya no son aplicables a las mujeres que viven hoy en da. La escala de principios que existe hoy en da nos hace reflexionar y poder evaluar en relacin al contexto en que hoy vivimos. Todas las leyes en relacin a este tema estn basadas en estos principios ticos, morales y filosficos, pudiendo anteponerse a problemas morales. Los principios religiosos an en ciertos pases son de gran peso a la hora de legislar sobre la vida, ya que estos trascienden a muchas generaciones y gran parte de la poblacin esta plasmada de ellos.

En los pases latinoamericanos la forma de tratar legalmente el aborto se ha convertido un problema de justicia social, pero tambin en una nueva bandera de lucha de las mujeres, ya que consideran que limita un principio tico fundamental: la libertad individual. Mediante una postura penalizadora y restrictiva sobre el aborto, se le impide a la mujer el ejercicio pleno de su derecho a la maternidad voluntaria.

Se han creado dos bandos: los grupos Pro-Vida (en contra del aborto y su legalizacin) y los grupos Pro-Eleccin (a favor de la legalizacin del aborto). Tanto los grupos Pro-Vida como los grupos Pro-Eleccin estn bien organizados y estn totalmente convencidos de sus respectivas posiciones.

Estos grupos estn de acuerdo en el valor y la dignidad de la vida humana, pero no estn de acuerdo en cuando la vida se inicia y en la relativa importancia que se da a la vida por s misma y a la calidad de la vida. El grupo Pro-Eleccin considera que la vida no se inicia en la concepcin y que la calidad de vida es ms importante que la vida por s misma. El grupo Pro-Vida considera que la vida se inicia en la concepcin y que la vida por s misma es ms importante que la calidad de vida. La tendencia mundial claramente se est orientando hacia la legalizacin del aborto en casos extremos, tales como malformaciones del feto, peligro de muerte de la madre, violacin o incesto.

tica en el fin de la vida

La muerte, fenmeno irreversible es la parte final de la vida; es un evento ineludible con el que termina el ciclo vital de todo ser viviente incluyendo al hombre. Su definicin y sus lmites no son precisos, solamente se puede asegurar sin lugar a dudas que ha ocurrido por la presencia de la desintegracin y putrefaccin, as el hablar de la muerte clnica, enceflica, celular, etc. no es suficiente para su manejo por el profesional en salud. El concepto y definicin de la muerte ha variado a travs del tiempo, de acuerdo con la cultura, religin y pensamiento predominante de cada pueblo y de cada poca, con la creencia o no de la vida despus de la muerte, que conlleva la esperanza de una nueva vida cuando la estancia terrenal haya llegado a su fin, su anlisis filosfico es una obligacin para todo profesional que trate con la enfermedad terminal o enfermedad avanzada progresiva e incurable, la cual se caracteriza por una falta de posibilidades razonables de respuesta al tratamiento especfico, que presenta numerosos problemas o sntomas intensos, un gran impacto emocional para l mismo, sus familiares y el equipo teraputico que le atiende, estando su situacin relacionada implcita o explcitamente con la presencia de la muerte y un pronstico de vida inferior a seis meses.

La muerte como fase terminal y parte de la vida misma, como resultado del envejecimiento y deterioro progresivo orgnico y funcional, como resultado del dao producido por diversas enfermedades agudas o crnicas, cuya historia natural termina en la muerte a corto, mediano o largo plazo, se ha modificado por los recursos que proporciona el avance cientfico y tecnolgico, los que muchas veces lo nico que hacen es modificar la forma y el tiempo de morir, llegndose inclusive al encarnizamiento teraputico o distanasia, el llamado imperativo tecnolgico de la propia medicina.

La idea, de que el hombre tiene del derecho a morir con dignidad ha dominado el debate biotico contemporneo relacionado con el final de la vida humana. Muchos de los autores que abogan por el derecho a una muerte digna entienden que ste incluye el derecho a disponer de la propia vida mediante la eutanasia o el suicidio mdicamente asistido, basndose para ello en el respeto a la libertad individual o autonoma del paciente. Se afirma as, que nadie tendra derecho a imponer la obligacin de seguir viviendo a una persona que, en razn de un sufrimiento extremo, ya no lo desea.

La idea de que la muerte podra representar un alivio para una vida condenada a horribles sufrimientos no es nueva. Morir dignamente tambin significa morir con alivio del dolor; pero la administracin de analgsicos puede acortar la vida. El paciente tiene que conocer esta eventualidad y es suya la opcin de vivir ms, con dolor, o menos, con mejor calidad de vida. Esto no es matar, sino acompaar dignamente en el proceso de morir al paciente, rechazando el morir en soledad, con desfiguracin o sufriendo dolor.

El morir como un acto humano

De acuerdo con la tradicin judeo-cristiana, el derecho a morir con dignidad es parte constitutiva del derecho a la vida.

Sabemos que esta tradicin rechaza recurrir a la eutanasia y al suicidio asistido. Ello implica que el significado que se atribuye al concepto morir con dignidad se distingue radicalmente del propuesto por los defensores de la eutanasia. En efecto, lo que aqu se entiende por derecho a una muerte digna es el derecho a vivir (humanamente) la propia muerte.

Como ha dicho, entre otros Lan Entralgo la muerte no es primariamente un evento mdico o cientfico, sino un evento personal, cultural y religioso. Las convicciones morales y religiosas determinan lo que se considere el comportamiento adecuado frente a la muerte, tanto para el que est muriendo, como para los que lo atienden.

Desde ese punto de vista, es bien conocido que los pacientes que son ayudados a enfrentarse con la muerte y sobrellevar ese conocimiento, atraviesan esta etapa con ms paz y con menos sntomas de alteraciones del comportamiento.

Desde el momento del diagnstico de una enfermedad crnica irreversible, que va a causar la muerte del paciente, provoca un gran impacto emocional tanto en el paciente, como en la familia y en el propio equipo sanitario, que deber cambiar desde ese momento de enfoque y finalidad de su actuacin.

La Respuesta de la Medicina Paliativa: preparar al paciente para enfrentar la muerte con dignidad y calidad de vida. La atencin de los pacientes que atraviesan por una enfermedad terminal requiere del establecimiento en su entorno de cuidados paliativos y calidad de vida. Los cuidados paliativos son los cuidados totales, activos y continuados del paciente terminal y su familia por un equipo multidisciplinario de profesionales, cuando la expectativa mdica no es la curacin.

El abordaje humano de la muerte es un asunto de todo el equipo sanitario, que debern realizar de acuerdo con la familia y de acuerdo tambin con las sucesivas etapas emocionales de adaptacin del paciente. La medicina paliativa es un instrumento que pueden utilizar en estas circunstancias.

Citando el informe de un Comit de Expertos de la OMS, podemos decir que los objetivos de los cuidados paliativos son: Reafirma la importancia de la vida, considerando a la muerte como un proceso normal. Establecer un proceso que no acelere la llegada de la muerte ni tampoco la posponga. Proporcionar alivio del dolor y de otros sntomas angustiosos. Integrar los aspectos psicolgicos y espirituales del tratamiento del paciente. Ofrecer un sistema de apoyo para ayudar a los pacientes a llevar una vida lo ms activa posible hasta que sobrevenga la muerte. Apoyar a la familia para que pueda afrontar la enfermedad del paciente y sobrellevar el periodo de duelo. En definitiva, se trata de saber disponer al paciente para una muerte afrontada con dignidad, concentrndose en mejorar su calidad de vida y en aliviar los sntomas en el marco de un equipo multidisciplinario coordinado y capacitado. Para esto se necesitara resolver una serie de puntos, que se listan a continuacin: Lo primero es saber que se est muriendo. De este modo procurar resolver sus asuntos, tomar en cuenta sus disposiciones, cumplir sus promesas o simplemente despedirse. Es necesario que el enfermo pueda seguir siendo, en cierto modo, agente, y no mero paciente. Por ello debe intervenir en las decisiones que se deban tomar sobre su enfermedad o sobre su persona. El paciente debe recibir verdadera informacin acerca de las decisiones y procedimientos que le afecten a l y a su bienestar y debe consentirlos antes de que se lleven a cabo. Hay que preservar en la medida de lo posible ciertas actividades y relaciones familiares, sociales y profesionales. Sentirse persona implica ser capaz de relacionarse. Si el enfermo nota que es dejado de lado, que se evitan sus preguntas, que no es tocado al saludarle, etc., sentir que pierde dignidad, que no se siente persona. Se debe proteger la prdida de la imagen corporal. Hay que evitar que el enfermo se sienta desfigurado o depauperado. El sentirse persona es a menudo mantenido por consideraciones transcendentes. Al enfermo se le debe facilitar el apoyo espiritual, de acuerdo a la fe que profesa, si lo desea. En este sentido, es importante apuntar que no debe confundirse el morir con dignidad o el derecho a una muerte digna con la eutanasia.

La eutanasia no es precisamente un acto mdico y el suicidio asistido mdicamente no supone morir con dignidad. Tambin es necesario clarificar las expresiones vertidas entre los profesionales del rea de la salud, pues a veces en esto est la confusin del propio debate. As, en las contestaciones dadas por ms de 800 mdicos y enfermeras en un estudio realizado en Valladolid, se deduce que la mayora asocia morir con dignidad a morir rodeado del cario y apoyo de los seres queridos, eliminndose en lo posible los dolores y sufrimientos, de muerte natural, a su tiempo, sin manipulaciones mdicas innecesarias, aceptando la muerte, con serenidad, con la asistencia mdica precisa y el apoyo espiritual oportuno, segn las propias creencias. Slo nueve mdicos y ocho enfermeras asocian muerte digna a poder elegir el momento de la muerte.

Adriana Isaura Ruiz Aguilera