Eugene Rooney, sj.1926– 2016

i n m e m o r i a m

Eugene M. Rooney, sj.

N A C I Óel 29 de noviembre de 1926, en Jackson Heights, Nueva York, Estados Unidos

i n m e m o r i a m

I N G R E S Ó A L A C O M P A Ñ Í A

F U E O R D E N A D O S A C E R D O T E

H I Z O S U S Ú L T I M O S V O T O S

el 30 de julio de 1944, en Wernesville, Pensilvania, Estados Unidos

el 22 de julio de 1957, en Woodstock, Maryland, Estados Unidos

el 15 de agosto de 1960

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H I Z O L O S V O T O S D E L B I E N I Oel 31 de julio de 1946, en Wernesville, Pensilvania, Estados Unidos

P A R T E A L E N C U E N T R O D E L S E Ñ O Rel 22 de junio de 2016, en Manresa Hall Jesuit Community, Pensilvania

E S T U D I O S E S P E C I A L E S

Pedagogía en InglésWoodstock, Maryland (1954)

BibliotecologíaDrexel University, Pensilvania (1954)

E S T U D I O S E N L A C O M P A Ñ Í A

JunioradoWernesville, Pensilvania (1946-1948)

FilosofíaWoodstock, Maryland (1948-1951)

MagisterioSt. Joseph’s Preparatory SchoolFiladelfia, Pensilvania (1950-1954)

TeologíaWoodstock, Maryland (1954-1958)

Tercera ProbaciónAuriesville, Nueva York (1958-1959)

Eugene M. Rooney, sj.i n m e m o r i a m

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M I S I Ó N

1959 - 1969 En St. Joseph’s Preparatory School, Filadelfia: Bibliotecario, profesor, consejero.

1970 En Colegio San Mateo, Osorno: Bibliotecario, profesor jefe.

1971 - 1972 En Residencia San Ignacio de Santiago: Director de Biblioteca San Ignacio.1973 En Scranton Preparatory School, Pensilvania: Consejero estudiantil y

profesor.

1974 - 1977 En Residencia San Ignacio: Director de Biblioteca San Ignacio, Consultor de Biblioteca Bellarmino, Capellán de Calera de Tango.

1978 - 1983 En Colegio San Ignacio de Santiago: 1978 Director de Biblioteca San Ignacio, capellán de Calera de Tango.

1979 Director de Biblioteca de la Provincia (sección San Ignacio y sección Bellarmino) y asistente técnico de Biblioteca Dámaso Alonso Larrañaga en Montevideo. Capellán de Calera de Tango.

1980 - 1982 Director de Biblioteca de la Provincia (sección San Ignacio y sección Bellarmino). Capellán de Calera de Tango.

1983 Director de la Biblioteca de la Provincia (sección San Ignacio). Capellán de Calera de Tango.

1984 En Padre Hurtado: Director de la Biblioteca de la Provincia. Capellán de Calera de Tango.

1985 En Washington D.C.: Ministro de Neale House.

1986 - 1994 En Washington D.C.: Director de Biblioteca del Woodstock Theological Center, Universidad de Georgetown.

1994 - 1996 En Montevideo: Director de Biblioteca Dámaso Alonso Larrañaga.1997 En Colegio San Mateo de Osorno: Director del proceso técnico de las

bibliotecas de los Colegios San Mateo de Osorno y San Francisco Javier de Puerto Montt.

1998 En Padre Hurtado: Encargado del Archivo de la Provincia y del proceso técnico de varias bibliotecas.

1999 - 2011 En Residencia San Ignacio de Santiago: Encargado del Archivo de la Provincia y del proceso técnico de varias bibliotecas.

2011 - 2016 Casa La Colombière, Baltimore: Trabaja en Archivos de la Provincia.

E U G E N E R O O N E Y Y L O S A R C H I V O S D E L P . H U R T A D O

El encargado del archivo de los jesuitas en Chile cataloga los manuscritos originales de AlbertoHurtado en una oficina tras el Colegio San Ignacio de Alonso Ovalle.

Por Javier Salas.

El silencio de la residencia jesuita de calle Alonso Ovalle se corta sólo con el crujir de laságiles pisadas del padre Eugene Rooney (85) sobre un piso de madera santísimamente encerado.El resto es el sonido de pájaros inclasificables y el pasar de las hojas de otro sacerdote centenarioque lee un libro tomando el sol de invierno.

Robusto neoyorquino de origen irlandés, Rooney es fanático de Condorito y dueño de lasllaves de los archivos y escritos personales de Alberto Hurtado.

Este bibliotecólogo de la Universidad de Georgetown llegó en 1969 a Chile, dondeencontró su verdadera misión después de pasar por África y Uruguay.

“Campeón” significa su apellido, cuenta, y hace eco de una vida que ha sido cuesta arriba:en su juventud fue discriminado en el seminario por su sordera crónica, herencia de unameningitis, en 1983 sufrió un infarto que lo tuvo contra las cuerdas y aún se recupera de uncáncer a la piel que afectó sus lacrimales. “Aunque pareciera que lloro de emoción”, ríeestridentemente, mientras exhibe unas fotos del primer santo chileno y una copia fidelísima deltítulo de abogado de Hurtado.

En cualquiera de los ocho kárdex distribuidos en cuatro bodegas donde se guardan losoriginales del creador del Hogar de Cristo, se lee la caligrafía elegante y apasionada de la frase“amar con urgencia al prójimo” que predicaba Hurtado. Se trata de papeles amarillentos depuntas dobladas y bordes ajados. Muchos de ellos llevan notas al pie y manchas de tinta. Rooneymuestra cómo a lo lejos se ve una cita suelta o el dibujo de un instante de esparcimiento de unjoven que deseaba ser cura. El bibliotecólogo finalmente cierra los manuscritos con manos firmes,pero cariñosas y los devuelve al cajón metálico como si fueran una frágil reliquia.

Cuenta que podría haber textos más viejos, pero tras la expulsión de la congregación jesuitase perdieron muchos de ellos. Actualmente todo el material de los dominios del bibliotecólogoestá catalogado en un índice general según las reglas de la Unesco. Aún así, el sacerdote duplicóese trabajo en un práctico archivo Word con el que llega fácilmente a lo que necesita.

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Nota publicada en Diario La Tercera el 10 de septiembre de 2011

Las bóvedas funcionan en lo que fue el ala de los dormitorios del internado. Estánresguardadas y cuentan con extractores de humedad. Gran parte de ese material se respaldógracias a la colaboración de bibliotecarios de la Universidad Alberto Hurtado.

“Antes no había computadores, pero he ido aprendiendo poco a poco. Es un proceso. Siuna persona usa cinturón, a la vez también puede requerir suspensores: yo necesito los dos”, dicealudiendo a la necesidad de contar también con las formas no computaciones de trabajo.

El sacerdote carcajea fuerte para el silencio que reina en el exterior: “Sufrí de cáncer a lapiel, un infarto, soy sordo desde los siete años. Soy un desastre, pero esto todavía funciona”, diceseñalando su cabeza.

“Cuando me encargaron ordenar las bibliotecas y hacerlas públicas, me pidieron compartirestas riquezas de nuestro progreso con estudiantes de la universidad, porque es difícil encontrarun archivo como éste”, cuenta sosteniendo un enorme libro blanco con letras doradas. Es eldiscurso de la canonización que tuvo el Papa en sus manos cuando pronunció por primera vez elnombre de Hurtado como santo. Acá todo está a disposición de los estudiosos del tema y dellector en general, en respaldos registrados y ordenados por Eugene Rooney, el penitente patronodel archivo.

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