FACETAS 19 DE DICIEMBRE

7
IBAGUÉ, DICIEMBRE 19 DE 2010 FA CE CULTURA AL DÍA Crítica El discuro de Vargas Llosa Carlos Arturo Gamboa Cuento Sin testigo Alfonso Carvajal TAS Reportaje Gráfico Tolima visto por los niños Sandra Lombana

description

FACETAS 19 DE DICIEMBRE

Transcript of FACETAS 19 DE DICIEMBRE

Page 1: FACETAS 19 DE DICIEMBRE

IBAGUÉ, DICIEMBRE 19 DE 2010

FACECULTURA AL DÍA

CríticaEl discuro de Vargas LlosaCarlos Arturo Gamboa

CuentoSin testigoAlfonso Carvajal

TASReportaje GráficoTolima visto por los niñosSandra Lombana

Page 2: FACETAS 19 DE DICIEMBRE

FACETAS IBAGUÉ, DICIEMBRE 19 DE 2010

El verbo griego pinó signifi-caba ‘beber’. Con el agrega-do del prefijo pro-, se forma-ba propinó, que expresaba la

idea de extender amistosa-mente el brazo (y el vaso) hacia otra persona para ofre-cerle bebida.

Este verbo griego pasó al latín como propinare, con el mismo significado, pero en el bajo latín de la Edad

Media, se derivó de él el sustantivo propina, que ini-cialmente tenía el sentido de ‘regalo’ o ‘dádiva’ y, más

adelante, denotaría ‘pequeña gratificación por encima de lo convenido para el pago de un servicio’.

Propina Palabra del día

Sobre el discurso de Vargas LlosaPor: Carlos Arturo Gam-boa*

Hay algo que no se puede negar, cuando Vargas Llosa hace literatura o habla de ella su discurso pertenece a las grandes voces universales; así lo expresa en su Elogio a la lectura y la ficción, documento leído en la recepción del pre-mio Nobel, en donde expresa que: Seríamos peores de lo que somos sin los buenos libros que leímos, más conformistas, menos inquietos e insumisos y el espíritu crítico, motor del progreso, ni siquiera existiría. Igual que escribir, leer es pro-testar contra las insuficiencias de la vida. Quien busca en la ficción lo que no tiene, dice, sin necesidad de decirlo, ni si-quiera saberlo, que la vida tal como es no nos basta para col-mar nuestra sed de absoluto, fundamento de la condición humana, y que debería ser me-jor. Inventamos las ficciones para poder vivir de alguna ma-nera las muchas vidas que qui-siéramos tener cuando apenas disponemos de una sola. Esta alta concepción del oficio de lector y de escritor, sólo puede nacer de alguien que a través de su vida ha pro-pendido por un ejercicio rei-vindicativo del arte y que ha dejando, incluso sin los ribetes de un Nobel, una obra prolife-ra en donde su voz narradora deleita y sorprende por el uso del lenguaje. El problema del discurso de Vargas Llosa se hace visi-

ble cuando, como defensor de la democracia liberal, trata de justificar el sistema como el mal menos malévolo, incluso como la panacea de la histo-ria. Su confesión de marxista desencantado no alcanza a justificar su torpeza política, ya que juzga como malvados a unos y olvida la tiranía de los otros. Su sapiencia lo hace retornar a las palabras de Ar-guedas cuando afirmara que el Perú era un lugar en donde confluían “todas las sangres” y reclama, con justa razón, que nuestros pueblos aborígenes aún están sometidos a las tira-nías que no han respetado sus cosmovisiones; pero en esa contradicción discursiva de an-siedad defensora de un modelo de globalización que no respe-ta la identidad de los pueblos, llega a tildar de “democracias populistas y payasas” a Bolivia y Nicaragua, negando con ello el proceso boliviano que le ha demostrado al mundo que aún es posible reivindicar el dere-cho de autonomía de los pue-blos. Igual olvida Vargas Llosa que si existe una democracia payasa en el mundo es la que lidera los Estados Unidos de Norteamérica. ¿Cómo puede alguien con la sagacidad de pensamiento de Vargas Llosa encubrir esta realidad latente? ¿Por qué denunciar procesos como los de Venezuela y Cuba y guardar silencio ante la bar-barie de Guantánamo, de Abu Grhai y Pakistán? Si bien Vargas Llosa afirma descreer de las “ideologías to-talitaristas”, su discurso avala

la peor de todas, la ideología del libre mercado, del capita-lismo de consumo y la demo-cracia impuesta, incluso por medio de la barbarie. Es tan miope la mirada del Nobel que llega a firmar refiriéndose a Latinoamérica, que: …en el resto del continen-te, mal que mal, la democracia está funcionando, apoyada en amplios consensos populares, y, por primera vez en nuestra historia, tenemos una izquier-da y una derecha que, como en Brasil, Chile, Uruguay, Perú, Colombia, República Domini-cana, México y casi todo Cen-troamérica, respetan la legali-dad, la libertad de crítica, las elecciones y la renovación en el poder. Ése es el buen cami-no y, si persevera en él, com-bate la insidiosa corrupción y sigue integrándose al mundo, América Latina dejará por fin de ser el continente del futuro y pasará a serlo del presente. Esta sentencia, más que mal intencionada es inocente, es la mirada inocua de un escritor que tal vez confunde sus ficcio-nes con las realidades, porque desconoce las diferencias enor-mes entre procesos como los de Brasil y Colombia, y termi-na apoyando todos esos des-manes que en nombre de la democracia se han gestado en Colombia durante las últimas décadas, en donde por conser-var un modelo se ha negado el mayor valor del ser humano, la vida misma. Decir que aquí “se respeta la legalidad, la libertad crítica, las elecciones y la reno-vación del poder”, sólo hace

pensar que Vargas Llosa lleva años sin visitarnos, o que no lee los diarios, o que no escucha el llanto de un pueblo sumido en la pobreza, en la injusticia y en la violencia, mientras los defen-sores de la democracia venden sus recursos naturales y se enri-quecen en sus recintos, alejados de la realidad de un pueblo que se ahoga entre el invierno y el olvido. Amigo Vargas Llosa, siga ficcionando, siga en los terri-

torios de la escritura, pero por favor no intente hacernos creer que la democracia globalizada es el remedio, que este es el tiempo de la justicia, porque nunca antes el dolor humano fue tan grande y el miedo al futuro tan arraigado. Amigo Vargas Llosa, un abrazo por ese merecido permio Nobel, pero no olvide que estas ciuda-des tienen sus propios perros.

*Escritor colombiano. Profe-sor UT.

Mario Vargas Llosa, Premio Nobel de literatura 2010

Page 3: FACETAS 19 DE DICIEMBRE

IBAGUÉ, DICIEMBRE 19 DE 2010 FACETAS

El pintor y la futbolistaPor Jesús Alberto Sepúlveda*

CuandoEduardoMogollón,elpintor,encerradoentrepare-desdevientoyramascapricho-sasdeárbolesensuestudiodelaMartinica,terminabasobreellienzo el caótico y encantadoruniversode“Rojo”,YuliPaolaMuñoz Carvajal, la futbolista,inflaba las piolas de la portería brasilera,marcandoungolhis-tóricoparalaSelecciónColom-biafemeninademayoresque,ala larga, resultóSub-campeonaSuramericana y de paso clasifi-caba al Mundial de Alemania,LosPanamericanosdeMéxicoy Los Olímpicos de Londres. Todo para el 2011. Mogollón había pintado, un pardeañosdespuésdelatrage-diadeArmero,susdoloridasyhermosasaguatintasdeesaniñaque contemplaba en cuclillasdesdesumiradaentristecida ladesolación infinita de su pue-blo,elmismodelartista;mien-tras Yuli Paola, la futbolista,que había nacido entre las aguas depiscisunamañanademarzodel 89, empezaba ya a patearpequeñaspelotasytodocuantoobjeto redondo se cruzara ensu camino. Auguraba ya, quizá como una fiel herencia de unos arqueros, Torres ellos, Chitoy Hernán, la historia futboleraque empezaba a construir día a día, entre el Liceo Nacional de la ciudad de la música dondeleyóporprimeravezelvallena-tomáslargodelmundoescritopor García Márquez en las pá-ginasdeCienAñosdeSoledad,y los estudios preliminares depsicología en la Universidad de Ibagué. Mogollón,elpintor,eterni-zaba sonriente al líder guerri-llero del M-19 Carlos Pizarro,al ‘Negro Perini Somnoliento’ sobre su acordeón, a nuestroNobel de Literatura entre ma-riposasensoñadas,desdelama-giadesusmanossobrelamesa,el caballete, la tela, el cartón;YuliPaola, lafutbolista,corre-

Jaime HalesPoeta chileno

Poesía

Mentiras

Amapolaamortajadaestás muriendo en plenaprimavera.

Todo hubiera sido fá-cilsitúno...siyotampo-co...sielmaryelfracasonofueranunosolo,silasmanosblancasy losojostristes ... todo hubierasidofácil. Peronohemosdicholaverdad. Callé mis excursionespor la tarde negando elgirodeldestino:anticiposde fin de primavera como invernal otoño, un acci-dente. Nohasdicholaverdad,musa desnuda, como yo,mentisteenlamañana. Aunqueyo,mientoporvergüenza, tú por trai-ción.

Ausencia

Sentí tu ausencia entodoslosrincones. Eltapetepersaañora-batupisadagemasdeco-loresdesparramadasporel suelo, las huellas delamorsóloenelaire. Partiste silenciosa conuna despedida distraída

conojosvigilantesporlatarde. Lalluvianoerasua-veyelrayocruzópormispreguntas rodaban lashojas sin que nadie lasviera. yomirabaelhorizontesinsaberquepartirías. caminaste en silenciohaciaelabismo. Quise abalanzarme ycontrolémisansias. Anocheció dos vecesenunasolaluna. Nadaesigualporquehayvacíosveotusombraenlosmurosybaldosasel alma errante de unamorcalladocadaárbolimpregnado de maticescadaminutodeplaceresevocados cada paseo enlosparquesaledaños. El alma errante deun amor callado pade-cimiento en todos losrincones silencioso nohaypalabranipoemanicanciones. Todos los espacioseranotrosaunquenuncadejarondeserlosquetu-vimosycuandotumanoidarecorriómispiernasevoquétodoslosminutosdeminoche. Sentí tu ausencia entodoslosrincones.

teaba el verde gramado de unestadio a medio llenar con laSub-20enChile,enBrasil,conlas mayores en la Argentina olosbolivarianosenlosestadiosdel indio Evo Morales, dondeconquistóconsuscompañeras,las “Chicas Superpoderosas”,lamedalladeoroparanuestropaís, al que siempre le han sido tanesquivaslasgloriasfutbole-rasporel ladode losvarones;desde la magia de sus piernasquehacenvibraralmundoen-tregambetas,amaguesygolesprodigiosos. Mogollón, elpintor, cuelgasuscuadrosporigualenlaspa-redesdelMuseodeArte,laSalade Exposiciones de la Univer-

sidaddelTolimaoencualquiergalería del mundo. Yuli Paola, la futbolista tolimense juegaporigualenelMurilloToro,enelMetropolitano,enelMonu-mentalMaracaná,enelAztecadeMéxicoo enunestadiodeLondresmuycercadedondeseinventaron el futbol hace tan-tos años. Mogollón, el artista, pintacon sus manos; Yuli Paola, lafutbolista, pinta con sus pier-nas. Losdos:elpintordelaMar-tinicaylafutbolistatolimense,comodospequeñosdioses,ha-cen milagros.

*Escritor colombiano

Page 4: FACETAS 19 DE DICIEMBRE

FACETAS IBAGUÉ, DICIEMBRE 19 DE 2010 FACETASIBAGUÉ, DICIEMBRE 19 DE 2010

Bajo lapremisa“losniñossonelfuturoylosdefensoresde nuestro patrimonio cultu-ral”,elMuseodeArtedelTo-lima y el Gobierno seccionalinstarona lapoblación infan-til aparticipar en el concurso“Pintemos el Tolima, pinte-mosnuestroentorno”. La maratónica convoca-toria tuvo la receptividad de864pequeños entre los seis y12años,quienesplasmaronloquesientenporsuregiónosuslocalidades,enbuscadequesucreaciónresulteganadora. “Losniñosaceptaronposi-tivamente la invitación dejan-do volar su imaginación para

plasmar sobre un papel sussentimientos y diario vivir desuregión”, indicóMaríaMár-garethBonillaMorales, direc-toraEjecutiva,delMAT. Cadaunadelaspropuestaspictóricas está siendo someti-da a un proceso de selecciónpor parte de un jurado califica-dor, conformado, entre otrosmaestros, por Benhur Sán-chez,MaríaVictoriaBonillayJulioCésarCuítiva,quienesenpocosdíasdaránaconocersuveredicto. Entre los mejores dibujosseránelegidoslosganadores,ytodoslosparticipantespodránverasíseaundíaexhibidassus

creacionesenelrecintocultu-ral. “Queremos intervenir conlosdibujoselMuseo,enbus-cadequelosparticipantesylacomunidadengeneralpuedanobservar cómo los niños vi-sualizan su entorno”,puntua-lizóBonillaMorales.Las propuestas Colores, crayones, vinilos,óleos y plastilinas bastaronpara que los niños del De-partamento demostraran sucreatividadatravésdeilustra-ciones que destacan lugares ysituaciones representativas delaCapitalMusicalylosdemás

Los niños pintaron al Tolimamunicipios del Tolima, comolas zonas cafeteras, las fiestas y laidiosincrasiadesugente. PequeñosdeOrtega,Rovi-ra, Alvarado, Venadillo, Mel-gar, Fresno, Líbano, Lérida,Flandes,CajamarcaeIbagué,atravésdesuspropuestas,plas-maron aquellos hechos y si-tuacionesquehan llamadosuatención,entreelloselempatedelDeportesTolimafrentealJunior. Este dibujo fue una sim-biosisentrelaalegríaylatris-tezasentidapor los jugadoresde cada equipo, al final de un partidodisputado–enlapin-tura-sobreunaextensacancha

degramaadornadaenelcen-troconunagranguitarracus-todiadaalolejosporelboga. A este inocente trabajo sesumarondecenasderepresen-tacionesdelaidentidadfolcló-rica y musical que identifica estatierraPijao. Las esculturas del Parquede la Música se trasladarona la carrera Tercera para unconciertoalosfeligresesdelaCatedral,enalgunasdelaspin-turas. En otras, el protagonismose lo llevaron los ocobos flore-cidos,elpaisajedelcañóndelCombeima, laespesaselvadenuestras montañas y los ríos

quebañanalTolima. El tamal, la lechona y lospersonajesdelamitologíalocalcomoelMohánensucoque-teoconlaslavanderasenelríoMagdalena fueron la temáticaabordada por algunos de losinfantesquehastaconsimpleslapicerosrecrearonlasociedadenqueestáninmersos. “La primera versión delconcurso es muy satisfactoriatanto por la nutrida participa-cióncomoporlacalidaddelostrabajos,teniendoencuentaquelamayoríadeéstos fueronela-boradosporniños sinningunaasesoríadeadultos”,argumentólaDirectoradelMAT.

Page 5: FACETAS 19 DE DICIEMBRE

FACETAS IBAGUÉ, DICIEMBRE 19 DE 2010

El cuentoSin testigo

Por Alfonso Carvajal*

Primero oí un grito, luego el silencio de puño de la ma-drugada. El reloj de la pared señalaba la una. Me asomé a la ventana y en la calle ob-servé el cuerpo inmóvil de una mujer y una mancha de sangre corriendo en el pavi-mento. Distinguí al hombre que huía sin redención. Te-nía un gorro de lana oscura, una desteñida chaqueta de cuadros blancos y pardos. Se refugiaría en el helaje de la montaña, pensé. La escena del crimen estaba alumbrada por el foco de luz del poste de la esquina, la mujer había quedado boca arriba como mirando por última vez a la luna. Tenía el pelo negro, lar-go, desordenado y una falda blanca se le arrugaba por en-cima de las rodillas, exhibien-do un erotismo macabro, su piel era morena y brillaba extrañamente, unos burdos zapatos rojos de tacón la de-lataban, era Maruja, la que-rida del “Ninja”. El asesino -no había la menor duda-, era él, un joven callejero co-nocido en el sector por la manera elegante y brutal de dar patadas en las riñas. En el fondo lo habitaba la bondad y una inmisericorde existen-cia. Nunca le vi amigos, sólo la compañía ocasional de la muerta. El licor, las drogas y la noche habían dañado su carácter. Por efecto de la em-briaguez se mostraba hosco, malencarado y peligroso. De día era jovial, hacendoso, un príncipe mendigo. Ese tras-torno de personalidad, del sol a la luna, siempre me recordó la transfiguración del doctor Jekyll en mister Hyde. Nunca creí ver el horror tan de cer-ca. Alguna vez me resumió su miserable vida, su cuna

turbia, y lloró amargamente. Habló de su padre muerto en un tiroteo entre malhechores, de su madre santa “como un clavel”, la única mujer en quien confiaba, al resto las trataba de vividoras y traicioneras. Le pre-gunté por Maruja, me miró re-celoso, “su novia, hombre”, y únicamente me dijo que “esta-ba perdiendo el año”. Me con-movió tanto, que lo abracé y le di veinte mil pesos para calmar o excitar su desazón. El ‘Ninja’ oficiaba como una especie de vigilante sin carné, de celador a la intemperie, protegiendo el vecindario de truhanes como él. La Policía recogió el cadáver, después de interrogar a los celadores del vecindario que no vieron nada. La calle que-dó limpia, solitaria. Permanecí como una estatua trasnochada durante largo tiempo. Miré el

imprudente reloj marcando grave las cuatro. El amanecer estaba lejos. Un ejército de niebla que bajaba desde Mon-serrate ocultó todo. No pude dormir. La imagen del cuerpo enmudecido en el pavimento; la figura del verdugo corriendo una y otra vez, me agobiaba. Fumé un cigarrillo con una an-siedad enorme. Pensé que era un testigo excepcional, que mi deber me obligaba a delatar al asesino. Sentí miedo. Imaginé el rostro del ‘Ninja’ a la luz del día, fingiendo de inocente, de que nada había ocurrido, y yo con esa verdad, con ese mons-truo consumiéndome por den-tro: paralizado de asombro y pusilánime. Maldije a la una de la madrugada y a la silueta de cuadros blancos y pardos. Compadecí a Maruja, la occisa desparramada en el pavimen-to. Lívida y silenciosa. Hubiera

preferido seguir muerto en el sueño; no vivo en esa pesadilla siniestra, real, que alargaba los minutos en un insomnio de-predador. Parecía un fantasma esperando el sol en la oscura soledad de la sala. Las ventanas fueron las rejas de mi reflexión, de mi insoportable vigilia. Le eché la culpa a mi sueño li-viano, a la noche rota por un último grito. A la casualidad. Renegué haber visto lo que vi. ¿Cómo olvidar el espanto, cómo callar el asesinato de una mujer? Yo era el delator de la noche, el juez implacable de la sociedad anónima, un sapo ner-vioso entre las sombras. Temí muchas cosas. A la venganza del “Ninja”, a la mudez, a la cobardía, a ser el único testigo que ante la ley me convertía en cómplice. Los rayos del sol despuntaron la penumbra del apartamento.

Recibí con fastidio el naci-miento del día y las monta-ñas azules del poniente. Me duché en el vapor de la ne-blina del agua caliente. Me arreglé sin afán, me di fuer-zas ante el espejo, ensayando mi declaración: “Yo lo vi do-blando la esquina, era él, lo reconocí por la chaqueta de cuadros, conozco a la muer-ta, era su novia, pero señor juez es un buen hombre, las circunstancias, la desigual-dad social lo empujaron…” y me dirigí a la Comisaría. Hablaría, señalaría, confesa-ría, le haría frente a la impu-nidad. Cogí la ruta del ase-sino. Creí seguir sus pasos, como si fuera tras él y no a la Policía. Al frente de la plaza de mercado de La Concor-dia, un puñado de personas rodeaba un bulto. Los rumo-res insinuaban una tragedia. En el suelo reconocí la sucia chaqueta de cuadros blan-cos y pardos, ensangrentada. Temblé de vértigo, me em-botaron las náuseas. El fina-do tenía una última sonrisa. Los ojos abiertos de asom-bro. Esa madrugada tuvo dos citas con la muerte: una de ellas se lo llevó, -cavilé in-trovertido-. Yo no era nada. El asesino no existía, consideré innecesario visitar la Comisaría. El alivio de la tristeza me condujo al apartamento. Lloré un minu-to en silencio por el ‘Ninja’ y la inmolada Maruja. Sin que-rer, el destino me había salva-do de ser un delator, idea que nunca me agradó; me produ-cía un agrio sentimiento de culpa y traición. Miré el sitio donde cayó el primer muerto y recordé que el ‘Ninja’ se ha-bía quedado sin testigo.

*Escritor colombiano. To-mado de su libro Peque-ños crímenes de amor.

Page 6: FACETAS 19 DE DICIEMBRE

IBAGUÉ, DICIEMBRE 19 DE 2010 FACETASPor Estanislao Giménez Corte*

IYo he visto al genio. Lo he visto ayer mismo, en una habitación contigua, en soledad, aquí, en el pa-lacio. Escribía, el genio. Pequeño, casi insignifi-cante, pasó en la tarde largos minutos inmóvil, con la vista sobre el papel, las paredes, la ventana, sucesivamente. A raptos de rabia o de excitación respondía resoplando, quejándose, moviéndose, acomodándose las vesti-mentas. Yo, expectante, desde unos tres o cuatro metros, detrás de la puerta entrecerrada, veía y escu-chaba la pluma y la tinta casi cortar el grueso papel: notábase un trazo firme, inequívoco, que atosigaba el pentagrama. Luego me enteré de que no corrige. Tiene la obra completa en la cabeza, me dijeron los de la cocina. Pletórico, lle-no de energía, escribía el genio. Lo he visto. Cada dos minutos, cada tres, tomaba aire, caminaba en círculos, se frotaba la cara. Acariciaba el clavel, el piano, el violín, apenas para confirmar el dictado de su mente, sospecho. Y se reía, el genio. Se reía mientras mojaba la pluma y dejaba destellos geniales en esas páginas. Destellos que yo nunca voy a poder escuchar en un concierto.

IIYo he visto al genio. Tiene ahora catorce años. Toca en las cortes desde los seis. Antes de los diez compuso su primera sinfonía, me dijeron los de limpieza. Conoce Londres, París, Bruselas, Roma. Su fama es moneda corriente entre reyes, príncipes, arzobis-pos. A nosotros, los sir-vientes, no nos dejan asis-tir a sus presentaciones, por supuesto. Ha venido al palacio a recibir el títu-lo de maestro de concier-tos, distinción casi incon-cebible para alguien de su

Curriculum Vitae edad. Aquí, en Salzburgo, su ciudad, su renombre es impresionante. En las es-quinas se rumorea que su padre, Leopold, ha dicho que su hijo es un milagro de la naturaleza. En su mirada, que apenas pude divisar por la puerta en-treabierta, hay una suerte de oscuridad o severidad que no se corresponde con su porte, aniñado aún. Acaso la férrea educa-ción de su padre, que es además su maestro, lo ha atormentado. Pero yo qué sé.

IIIYo he escuchado al genio. No sé nada de música. No he tenido educación. Co-nozco al pequeño gigante por las desmesuras de la chusma y las exagera-ciones de los adláteres. Ignoro las corrientes mu-sicales, los lugares de los vientos, la intromisión de las cuerdas; no sé lo que es un allegro ni un andan-te, pero ¿cómo decirlo?, después de escribir lar-go rato, se sentó al pia-no. Yo debía volver a mis tareas rápidamente; no pude. Allí quedé. Sentí entonces una suerte de placidez que no conocía y una leve excitación que corría en venas y arte-rias y cierta aceleración en la respiración y lue-go el silencio y la calma. Después devino algo así como un estallido, un es-tallido de notas, supongo, de hermosas notas. Yo vi tocar al genio: el clave, el violín; no leía. Sabe, de memoria, obras enteras. Puede plasmarlas en pa-pel con escucharlas una sola vez, me dijeron los guardias. Mi ignoran-cia me permite apreciar, con suerte, menos que un ápice de su arte. Para mí basta. Yo, un bruto, he llorado escuchando al genio. Su padre lo llama Wolfgang; su hermana, Amadeus.

*Escritor argentino. Gaceta Literaria Virtual.Wolfgang Amadeo Mozart

Page 7: FACETAS 19 DE DICIEMBRE

FACETAS IBAGUÉ, DICIEMBRE 19 DE 2010

DIRECTOR: Antonio Melo Salazar JEFE DE REDACCIÓN: Martha Myriam Páez Morales

COORDINADOR: Benhur Sánchez Suárez, Redacción cultural EL NUEVO DÍAPERIODISTA: Sandra Lombana M.

EDITOR: Jenny PerdomoDISEÑO: Katherine Moreno

ILUSTRACIONES: Obras del pintor colombiano, Fernando Mogollón. Colarte.com

FOTOS: Hélmer Parra, suministradas, Colprensa, EL NUEVO DÍA. Carrera 6 No. 12-09

Tels. 2770050 - 2610966 Ibagué - Tolima - Colombia Apartado Aéreo 5476908-K

www.elnuevodia.com.co Todos los derechos reservados. Prohibida la reproducción total o parcial sin autorización expresa del Grupo Editorial Aguasclaras S.A.. ISSN: 021545-8.

Bogotá, Colprensa Luegodepresentarsupri-mera novela, ‘Todo en otraparte’, y un ensayo biográfico‘AlfonsoX’,laescritorabogota-naCarolinaSanínpresentasuprimera colección de cuentos:‘Ponquéyotroscuentos’. Son ocho relatos los que seencuentran en este libro, pro-ductodeañosdetrabajolitera-rio,deescrituralentaypausa-dadehistoriasquellegan,sonescritas y luego esperan pa-cientementever la luzenunapublicacióncomoesta. Entre personajes inocentesyfatales,atravésdeloscualesCarolinaSanínhabuscadosutonoliterario,juntoalosmie-dosyobsesionesdelosqueelladeseaescribir.

Editorial: NormaTítulo: Ponqué y otros cuentosAutor: Carolina SanínPáginas: 126

Bogotá, Colprensa Este año, con el fin de pro-mocionar las nuevas plumasdelaliteraturacolombiana,secreóelPremiodeNovelaJovendelaEmbajadadeEspaña-Col-sanitas,elcualganóelescritorbogotano Santiago Cepeda, de24años. Cepeda este año ha logra-do ganar el Premio Nacionalde Poesía Inédita con su obra‘Ardernohasido luz’,asíqueculmina un año de excelentesresultadosensusprimerospa-sosenelmundodelasletras. Graciasasuritmopropioenla escritura y su visión parti-cular sobre el mundo, Cepedalogró este galardón literario,contando la historia de un jo-ven que intenta sobreponer-se de la muerte de su padre,mientrasrecibecomoherenciaeldiariosecretodeunlegenda-riorockerodeantaño.

Editorial: Planeta Título: ReveladoAutor: Santiago CepedaPáginas: 250

Bogotá, Colprensa DavidCornwell, considera-dounodelosautoresmásim-portantesdelalenguainglesa,reaparece bajo el seudónimodeJohnLeCarré,presentandouna historia entorno a la co-rrupciónfinanciera. Ensuvigésimasegundano-vela, este autor plantea unaintriga, denuncia política ypsicologíaobsesivaenunmun-doqueparamuchospuedelle-gar a ser tedioso y monótono,comoloeslaeconomía. Una joven pareja de clasemediaaltavadevacacionesaun lugar idílico, donde se en-cuentran con un amable ruso,sinsaberqueél losinvolucra-ráenunatenebrosamafiaqueposeelosmásgrandessecretosde quienes manejan la econo-míamundial.

Editorial: Plaza & JanésTítulo: Un traidor como los nuestrosAutor: John Le CarréPáginas: 395

Bogotá, Colprensa Juan C. Villegas ha entre-gadosuvidaalmundodelafey el espíritu, siempre encami-nadaaserútilparalosdemás,lo que le ha permitido teneruna visión más amplia de sunocióndeDios,queahoracom-parteenestelibro. Se tratade ‘Diosno conoci-do’,unserquenoperteneceaninguna religión, la presentacomo una Divinidad que nodistingue credo, raza o clasesocial. Tan sencillo como pro-fundo,JuanC.Villegasmues-traaDioscomo“Unmodelodeamorparatodos”. De manera afortunada, elescritor se aleja de la rigidezde losdogmasreligiosos,paracrearunlibroquenoesunaúl-tima palabra. Es una brújulaque le permite al lector supe-rarsusproblemasdelpasado,unaguíadiariayhacerseunavisiónpropiadelavida.

Editorial: Intermedio EditoresTítulo: Dios no conocidoAutor: Juan C. VillegasPáginas: 206