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    SANTIAGO GUIJARRO OPORTO

    La composicin del evangelio de Marcos

    SEPARATA REVISTA SALMANTICENSISVol. LIII Fasc. 1 - UNIVERSIDAD PONTIFICIA DE SALAMANCA - Enero-Abril 2006

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    ESTUDIOS Salmanticensis 53 (2006) 5-33

    LA COMPOSICION DEL EVANGELIO DE MARCOS

    La investigacin sobre Marcos ha subrayado con razn la peculiaridad del relato de la pasiOn (Mc 14-16) con respecto al resto de laobra (Mc 1-13). Las diferencias entre estas dos partes del evangelioson de carcter literario y tambin teolgico. Desde el punto devista literario, el relato de la pasin posee un escenario y un marcocronolgico muy concretos, una trama bien hilvanada y unos personajes bien caracterizados. En el resto del evangelio, sin embargo, elmarco geogrfico y cronolgico es ms genrico, la trama es msdifusa y la caracterizacin de los personajes ms artificiosa. Desdeel punto de vista teolgico, en el relato de Ia pasin domina Ia im agen de Jesus como MesIas sufriente, mientras que en el resto delevangelio prevalece una visiOn ms triunfalista centrada en susmilagros

    stas diferencias entre Mc 14-16 y Mc 1-13 se deben, segn laopinion ms comn, a que Marcos utiliz en la composicin de suevangelio un antiguo relato de la pasiOn Uno de los principales1 Este trabajo es una version ampliada de un estudio ms breve dedicadoal Prof. Antonio Rodriguez Carmona con motivo de su jubilacin. Dicho volumen,que dirige el Prof. Francisco Contreras Molina, ser publicado prximamente

    por la editorial Verbo Divino.2 Sobre las diferencias entre ambas partes de Marcos, vase: E. Trocm,The Passion as Liturgy. A Study in the Origin of the Passion Narratives in the FourGospels (London: SCM Press 1983) pp. 7-13; y A. Yarbro-Collins, The Beginning ofthe Gospel. Probings of Mark in Context (Minneapolis: Fortress Press 1992) pp.100- 102.3 Los autores de la Escuela de la Historia de las Formas subrayaron ya lapeculiaridad de este relato anterior a Marcos; vase especialmente: M. Dibelius,La historia de las formas evanglicas (Valencia: Edicep 1984) 178-2 10, que aludeconstantemente a Ia reelaboracin lievada a cabo por Marcos. Sobre lainvestigacin acerca de este tema entre 1920 y 1970, puede verse: G. Schneider,Das Problem einer vorkanonischen Passionserzhlung BZ 16 (1972) 222-244. No

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    Mientras realizaba el anlisis redaccional de Mc 14-16 fui liegando a la conclusion de que muchas de las modificaciones introducidas por el evangelista tenIan la intencin expresa de vincular elrelato de la pasin con el resto de las tradiciones recogidas en elevangelio para construir asI una narracin coherente. Esta observacin me llev a preguntarme si en los capItulos precedentes (Mc 1-13)se encontraban indicios que revelaran esta misma intencionalidad, esdecir, si el evangelista habIa introducido en ellos alusiones claras ala pasin con el objeto de fundir los dos bloques. El presente trabajorecoge los resultados de este doble anlisis y propone, a partir de l,una reconstruccin del proceso de composicin del segundo evangelio que pone de manifiesto su originalidad literaria y su alcanceteolgico.

    M0DIFIcAcI0NEs REDACCIONALES EN Mc 14-16

    Las modificaciones introducidas por Marcos en el relato tradicional de la pasin son de tres tipos. En primer lugar, encontramosuna serie de suturas redaccionales muy parecidas a las del resto delevagelio, cuya principal funcin es vincular tradiciones independientes. (Mc 14,1-2. 12. 32, etc.). El segundo tipo de modificacionesson los pequeos aadidos que introduce en algunos episodios delrelato tradicional (Mc 14,28. 43 . 55b. 61b-62. 72b; 15,10. 21 . 22b.27. 31 -32. 39. 40-41. 42b. 43b; 16,7-8). Finalmente, el evangelista ha incluidoalgunas tradiciones sueltas que inicialmente no formaban parte del: la uncin de Betania (Mc 14,3-9); el acuerdo de Judas con los jefesde los sacerdotes (Mc 14,10-12); la preparacin de la cena con losdiscIpulos (Mc 14,12-16); las palabras sobre el pan y el vino (Mc 14,22-25); la oracin en GetsemanI (Mc 14,32-42), tal vez el episodio deljoven que huye (Mc 14,51-52), y las burlas de los soldados (Mc 15,16-20a). La mayorIa de estas modificaciones redaccionales trasladan alrelato de la pasin algunos temas caracterIsticos de Mc 1-13, pero esprobablemente una de las diversas formas orales en las que dicho relato circulaba.Recientemente J. D. G. Dunn ha insistido con buenos argumentos en la importancia de la t ransmisin oral de los recuerdos sobre Jesus en: Jesus Remembered.Christianity in the Making I (Grand Rapids, Mich.: Eerdmans 2003) pp. 192-254.Sobre el carcter oral del relato de la pasin vase pp. 765-769.

    8 Un anlisis detallado de todas estas modificaciones puede verse en mitrabajo citado ms arriba: Guijarro Oporto, El relato pre-marcano de Iapasin..., pp. 358-365.

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    en el segundo grupo (los aadidos introducidos en el relato tradicional) donde encontramos las referencias ms claras.Dos de estos aadidos vinculan la pasin de Jesus con el principal escenario de su actividad en los capItulos precedentes. El primero de ellos, la promesa de un reencuentro en Galilea despus dela resurrecciOn (Mc 14,28), se halla en la escena en que Jesus anuncia el abandono de los discIpulos y las negaciones de Pedro (Mc

    14,26-31). Es un versIculo claramente redaccional, pues rompe laconexin entre el anuncio de Jesus y la respuesta de Pedro a travsdel verbo aKav8aXlw, y utiliza vocabulario y expresiones propios deMarcos. La otra mencin evoca esta misma promesa en la escenadel sepulcro vacIo (Mc 16,7). Tambin en este caso se trata de un versIculo redaccional que rompe la secuencia de la escena tradicionalomo es sabido, la ambientacin de muchas escenas de la actividadde Jesus en Galilea es uno de los rasgos caracterIsticos de laredaccin de Marcos, pues la mayor parte de las referencias a estaregion se encuentran en los sumarios y suturas redaccionales queproporcionan un marco geogrfico uniforme a tradiciones que originalmente no tenIan una ambientacin tan precisa. No es necesarioconsiderar ahora el significado preciso de esta ambientacin galileade las tradiciones sobre Jesus para afirmar que estas dos mencionesde Galilea en el relato de la pasin cumplen la funcin de coheslo

    nar las dos partes del relato.Marcos ha perseguido esta misma finalidad al introducir en elrelato de la pasin a los escribas (ypaiaTetc). Las cinco veces queson mencionados (Mc 14,1 . 43. 53; 15,1 . 31) aparecen junto a los jefesde los sacerdotes (pXlepEtc). La mencin de los escribas tiene claramente un carcter secundario y forzado en las dos ltimas referencias (p.ET. Tv...). En Mc 14,1 se encuentra dentro de un sumario

    redaccional. En la escena de la comparecencia de Jesus ante elSumo Sacerdote la referencia a ellos es tambin secundaria (Mc14,53b), pues ms adelante solo se vuelve a mencionar al SumoSacerdote y a los jefes de los sacerdotes (Mc 14,55. 60 . 63). A la vistade estos datos es razonable pensar que la mencin en Mc 14,43 esigualmente redaccional y que el relato pre-marcano de la pasin no

    9 Una amplia discusin acerca del carcter redaccional de estos versIculosy de su funcin en el relato marcano de la pasin puede verse ya en el primerestudio importante de la redaccin de Marcos: W. Marxen, El evangelista Marcos.Estudio sobre La historia de La redaccin del evangelio (Salamanca: SIgueme1981), PP. 70-85.

    10 Mc 1,14. 16 . 28. 39, etc.; vase: Marxen, El evangelistaMarcos..., pp.52-61.

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    contenIa referencia alguna a los escribas Ahora bien, los escribasson, junto con los fariseos, los principales adversarios de Jesus en eltiempo de su actuacin pblica (Mc 2,6. 16; 3,22; 7,1. 5, etc.). Esto significa que las referencias a ellos en el relato de la pasin tienen lafinalidad de evocar la oposicin de que fue objeto Jesus durante suactuacin y vincular asi su actuacin con su pasin.Una buena parte de las modificaciones redaccionales introduci

    das por Marcos en el relato tradicional de la pasin se refleren aldiscipulado. En dicho relato los discIpulos aparecian bajo una luznegativa: los Doce abandonan a Jesus (el anuncio de Mc 14,27 secumple en Mc 14,50); Judas le traiciona (el anuncio de Mc 14,20-2 1se cumple en Mc 14,43.46) y Pedro le niega (el anuncio de Mc 14,30 secumple en Mc 14,66-72). Marcos acenta esta presentacin negativa yhace del relato de la pasin el momento culminante de un procesode incomprensin iniciado mucho antes en la seccin de los panes(Mc 6,52; 8,14-21) y acentuado con motivo de los anuncios de la pasin(Mc 8,32; 9,33-34; 10,35-40). Al comienzo, en un trIptico compuesto porel evangelista, los que estn con Jesus en casa de Simon (supuestamente sus discIpulos) son incapaces de comprender el sentido de sumuerte cercana (Mc 14,3-10) y Judas, uno de los Doce, pacta con losjefes de los sacerdotes la entrega de Jess (Mc 14,11-12). Del mismomodo, el relato de la oracin de GetsemanI, que tampoco formabaparte del relato tradicional (Mc 14,32-42), subraya su incapacidadpara permanecer junto a Jesus en el momento de la prueba

    obre el trasfondo de este fracaso de los Doce como seguidoresde Jesus, Marcos presenta a una serie de personajes secundariosque se comportan como verdaderos discIpulos Estos personajes

    11 Un anlisis histrico de las diversas tradiciones ileva tambidn a 1 conclusin de que fueron solo los jefes de los sacerdotes quienes intervinieron en lacondena a muerte de Jesus; vdase: E. P. Sanders, Jesus ancLJudaisrri (Philadelphia:Fortress Press 1985) pp. 309-3 17 .12 Marcos ha modificado esta tradiciOn para vincularla a otros relatos demanifestaciOn de los que son testigos un pequeno gupo de discipulos ms cercanos.

    Los protagonistas de este episodio son los tres discIpulos que acompanan a Jesusen otras ocasiones especiales durante su ministerio: la sanaciOn de la hija deJairo (Mc 5,37) y la transfiguraciOn (Mc 9,2). Estos tres discIpulos, junto conAndrs, acompaan tambin a Jesus a casa de la suegra de Pedro (Mc 1,29) y sonlos destinatarios del discurso escatolOgico (Mc 13,3). La menciOn de estos tresdiscIpulos relaciona la escena de GetsemanI con las precedentes y la pasin deJesus con su actuacin. Sobre el carcter redaccional de Mc 14,33a vase: J.Gni)ka, El evangelto segn Marcos. Mc 8,27-16,20 (Salamanca: Sfgueme 1986) p. 301.

    13 Sobre la importancia de los personajes secundarios en Marcos, vase: E.Struthers Malbon, In the Company of Jesus. Characters in Marks Gospel,(Louisville, Kentucky: Westminster Johii Knox Press 2000) 189-225.

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    comienzan a aparecer ya en Mc 1-13, pero en el relato de la pasinson ms visibles. Su actitud hacia Jesus contrasta con el abandono,la traicin y la negacin quo caracterizan a los Doce en estemomento decisivo. La mujer quo unge a Jesus en casa de Simon lohace anticipando su sepultura (Mc 14,8). SimOn de Cirene tomasobre si la cruz de Jesus (Mc 15,21). El centurion es el primero enreconocer que es Hijo do Dios cuando acaba de morir (Mc 15,39).Jos do Arimatea, que ospera la irrupcin del reinado de Dios, seatreve a pedi r a Pilato el c u e rp o de J e s us (Mc 15,42-47). Y unpequeo grupo de mujeros que le habtan seguiclo y servicto cuandoestaba en Galilea y hablan bafado con l a Jerusaln son las nicasque presencian su sepultura y reciben el anuncio de su resurroccin,(Mc 15,40-4; 16,1-8). Es interesante observar que algunas de la actitudes encarnadas por estos personajes secundarios coinciden con lasque aparecen expilcitamente en las instrucciones sobre el s e g u imiento, quo so onc ue ntra n d e sp u s de los tros anuncios do lapasin: tomar la cruz (Mc 8,34 evocado en Mc 15,2 1) o servir (Mc 9,35;10,43.45 evocado en Mc 15,41).

    La mayor parte do estos personajes secundarios fuoron i nt roducidos por Marcos, pues en el relato tradicional do la pasin solo somencionaba a Jos do Arimatea (Mc 15,42-46) y a las mujeros (Mc15,47), pero no con los rasgos propios del discIpulo. Los detalles quopresentan a uno y a otras como discIpulos ejemplares (Mc 15,43b:esperaba el reina do de Dios y Mc 15,40-4: habIan seguido y s e rvido a Jess) son redaccionales, lo mismo que las breves escenasquo introducen a SimOn de Cirene y al centurion (Mc 15,2 1. 39), y elcomentario de Jesus a propsito del gesto de la mujer que le ungeen Betania (Mc 14,8) 15 El discipulado os claramento uno do los tomascentrales del evangelio do Marcos y osta presentacin do los p o r s onajos secundarios, en la quo so advierte un intenso trabajo redaccional, pone de manifiesto su intor s po r d ar continuidad a u n aparadoja que comionza duranto el ministorio do Joss: aquellos d iscIpulos ms corcanos quo le siguieron dosde el principio acaban noontondindolo y lo a b a n d o n a n , miontras quo otros porsonajos

    14 La suegra de Pedro, que una vez curada se pone a servirles (Mc 1,29-31);el endemoniado de Gerasa, que se convierte en enviado de Jesus (Mc 5,18-20); lamujer sirofenicia, que es presentada como modelo de fe (Mc 7,24-30); el ciegoBartimeo, que termina siguiendo a Jesus en el camino (Mc 10,46-52); y la viuda,que es presentada a los discipulos como ejemplo de generosidad (Mc 12,41-44).15 Vase: Guijarro Oporto, E l relato pre-marcano do Ia pasin. . . , pp. 358-364; Gnilka, El evangelio segLrnMarcos... vol II, pp. 259 y 363-368.

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    secundarios encarnan las actitudes del verdadero discIpulo que lesigue hasta la cruz.on todo, las modificaciones ms interesantes para el tema quenos ocupa son aquellas que Marcos introduce al presentar a Jesus,que es el protagonista del relato. En el relato tradicional de lapasin Jesus recibIa dos titulos: Hijo del hombre(Mc 14,2 1) y sobretodo Rey de los JudIos (Mc 15,2. 9. 12). Marcos, sin embargo, introduce en l otros tItulos que ha dado a Jesus en los capItulos precedentes: Maestro (Mc 14,14 = Mc 4,38; 5,35; 10,17; 12,14. 19. 32);Rabbi (Mc 14,45 = Mc 9,5; 11,21); y sobre todo los dos tItulos en losque se resume su cristologia: Meslas e Hijo de Dios (Mc 1,1).

    El tItulo de MesIas aparece en dos pasajes que estn relacionados entre SI: la comparecencia en casa del Sumo Sacerdote y lasburlas de los que pasan ante la cruz. En la primera escena el SumoSacerdote le pregunta a Jesus si l es e l Meslas, el Hifo del Bendito(Mc 14,6 1), y en el episodio de las burlas los jefes de los sacerdotes ylos escribas se mofan diciendo que el Meslas, el Rey de Israel, queha salvado a otros, no puede salvarse a si mismo (Mc 15,31-32). Enambos casos estas afirmaciones forman parte de aadidos redaccionales. En la comparecencia ante el Sumo Sacerdote Jesus es acusado de haber anunciado la destruccin y reconstruccin del templo(Mc 14,57-58). Jesus no responde y es entonces cuando el SumoSacerdote le interroga acerca de su identidad (Mc 14,61b-62). Estapregunta, sin embargo, no guarda relacin directa con la acusacinprecedente. Es ms, a diferencia de la acusacin, que encaja muybien en el contexto judIo de la poca, la pregunta del Sumo Sacerdote refleja claramente los intereses de Marcos Esto significa que

    16 Esta presentacin de los discIpulos, que es uno de los rasgos ms ilamativos del relato de Marcos, ha sido interpretada de formas diversas; vase: R. C.Tannehill, The Disciples in Mark; The Funtion of a Narrative Role, en; W. Telford(ed.), The Interpretation ofMark (Philadelphia: Fortress Press 1985) 134-157; vasetambin el estudio titulado Falible Followers. Women and Men in the Gospel ofMark, en; Struthers Malbon, In the Company of Jesus... pp. 4 1-69. Desde el puntode vista narrativo son interesantes las observaciones de D. Rhoads-J. Dewey-D.Michie, Marcos como relato. IntrocLuccin a la narrativa de un evangelio (Salamanca: SIgueme 2002) pp. 169-186.17 N. Perrin, The High Priests Question and Jesus Answer (Mark 14,61-62),en: Kelber (ed.) The Passion in Mark... pp. 80-95 ha mostrado que se trata de unaconfesin cristolgica, en la que resuenan las afirmaciones que se hacen sobreJesus en los capItulos precedentes. Por su parte, Sanders, Jesus and Judaism...pp. 297-298 observa atinadamente que en el JudaIsmo no se unfan estos dos tItulos, y que por tanto la pregunta refleja un contexto cristiano. Por el contrario, D.L. Bock, Jewish Expressions in Mark 14,61-62 and the Authenticity of the JewishExamination of Jesus JSHist.Jes 2 (2003) 147-159, sostiene que la vinculacin de

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    debe entenderse en el contexto de la presentacin de Jesus que elevangelista ha hecho en los capitulos precedentes. Ms an, dichapregunta y la respuesta de Jesus constituyen la culminaciOn de estalarga y enigmtica presentacin articulada en tomb al ilamadosecreto mesinico. En ellas se descubre, por fin, que solo se puedeafirmar de Jesus que es el Mesfas cuando sta afirmacin incluye laaceptacin de la cruz. Por el contrario , la acusacin de haberanunciado la destruccin del templo y su reconstruccin es una tradicin muy an tigua que formaba parte del relato tradic ional En elrelato de las burlas Marcos ha querido reflejar la doble acusaciOn yha incluido de nuevo el tItulo de Meslas, junto al de Rey de Israel,que es completamente extrao al relato tradicional de la pasin0icho de otro modo, ambas escenas son ms claras y ms coherentes si prescindimos de la pregunta del Sumo Sacerdote sobre laidentidad de Jesus y de la burla de los jefes de los sacerdotes y losescribas.La identificacin de Jesus con el Hijo del Bendito (Mc 14,61b)est Intimamente relacionada con la afirmaciOn del centurion quereconoce a Jesus como Hijo de Dios en el momento de su muerte(Mc 15,39). Se trata , de nuevo, de un aadido marcano al relato tradicional de la pasin, que constituye, junto con la escena precedente, el momento culminante de la manifestacin de Jesus. Marcos

    entrelaza asI la presentaciOn que hace de Jesus durante su ministerio pblico con la revelaciOn de su verdadera identidad en elmomento de la pasin1partir de los anlisis precedentes ilegamos a una primeraconclusiOn: Marcos muestra un gran inters por vincular el relatode la pasin con los capItulos precedentes. Para lograrlo ha realizado una in tensa labor redaccional, que se advierte en algunosdetalles menores como la inclusiOn de las referenc ias a Galilea o lamencin de los escribas. Pero esta labor redaccional se percibe,

    los tItulos de Mesfas e Hijo del Bendito no era extraa al Judaismo y que, portanto, Ia pregunta no debe ser considerada como un aadido cristiano.18 D. Senior, The Passion of Jesus in the Gospel of Mark (Collegeville: Liturgical Press 1984) pp. 94-101.19 En su andlisis sobre las causas de Ia muerte de Jesus Sanders, Jesus andJudaism... pp. 296-306, identifica precisamente esta acusacin como la mds verosImil desde el punto de vista histrico.20 Tal vez una actualizacin del tItulo Rey de los judIos que si se encontraba en el relato pre-marcano (Mc 15,2. 9. 12).21 Sobre el lugar de Mc 14,61b con respecto a las dems confesiones deJesus como Hijo de Dios, vase: Perrrn, The High Priests Question... pp. 85-89.

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    sobre todo, en la continuidad que imprime a su presentacin de losdiscIpulos y de Jesus, hasta el punto de que la revelacin del verdadero discipulado y de la verdadera identidad de Jesus tiene lugar,precisamente, en el momento de su pasin.

    REFERENCIAS A LA PASION EN Mc 1-13

    Las modificaciones redaccionales introducidas por el evangelista en el relato de la pasiOn para retomar algunos temas centralesde los capItulos precedentes tienen su contrapunto en una serie dealusiones que anticipan y anuncian los acontecimientos de la pasinen los capItulos que narran la actividad de Jesus.

    La primera referencia explIcita a la futura pasin de Jesus seencuentra al final de una serie de controversias que Marcos colocacomo segunda tabla de un dIptico en el que se contraponen la aceptacin y el rechazo hacia l (Mc 2,13,6)22. Esta serie do controversiasconcluye con un versIculo redaccional quo no tiene quo vor directamonte con la ltima controversia, poro quo encaja muy bien comoconclusion del conjunto on el quo so ha manifestando una tonazoposicin hacia Joss3 Do hocho, Marcos lo ha colocado precisamonte aquI para vincular ol comienzo do la actividad do Jesus consu pasin. Esta referenda, quo anticipa casi litoralmento la decisiontomada por los Jefes do los sacordotos (Mc 3,6: av[13oXLov 6i6oui = Mc15,1: au3oXiov TrouaavTec), se ha vonido preparando a lo largo do lascontroversias procedentes con dos sutiles alusiones a la pasin, unaa la condona y otra a la muorte de Jesus. La alusin a la condena seencuentra en la acusacin que los escribas lanzan contra l conmotivo do la sanacin del paralItico: Blasferna (Mc 2,7 = Mc 14,29);y la alusin a su muerte on la oxplicacin do la futura prctica del

    22 La primera tabla es lallamada jornada-tipo (Mc 1,21-38). En ella resalta,ante todo, la acogida positiva de Jesus por parte de la gente. La segunda, sinembargo, refleja una oposicin sistemtica por parte de representantes de diversosgrupos (Mc 2,1-3,6). Ambas composiciones estn ambientadas en Cafarnan (Mc1,2 1; 2,1) para subrayar el contraste.23 Sobre la coleccin pre-marcana de las controversias galileas y la laborredaccional de Marcos, vase: S. Guijarro Oporto, Los primeros discipulos deJesus en Galilea, en: S. Guijarro (coord.), Los comienzos del cristianismo. IVSimposlo del Grupo Europeo cle Investigacion sobre los OrIgenes del Cristianismo(Salamanca: Universidad Pontificia 2006) 71-91, PP. 72-76. Sobre el carcterredaccional de Mc 3,6: J. Gnilka, El evangelio segn Marcos. Mc 1,1-8,26 (Salamanca: SIgueme 1986) p. 147.

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    14 SANTIAGO GUIJARRO OPORTOayuno entre sus discIpulos (Mc 3,20: cuando les sea arrebatado).Resulta difIcil saber si estas dos alusiones fueron introducidas porMarcos, pero es claro que en su relato van preparando al lector paraescuchar la sentencia anticipada que sus adversarios dictarn contra Jesus al final de las controversias, alargando asI la sombra de lacruz hasta el comienzo mismo de su actividad pblica en Cafarnari.

    La segunda alusin expilcita a la futura pasin de Jesus est enlos liamados anuncios de la pasin (Mc 8,31-32; 9,3 1; 10,3334)24. Laproblemtica que plantean estos dichos de Jesus es compleja y nopodemos abordarla aquI con detalle5 Nos interesa tan solo analizarsu relacin con el relato de la pasin para averiguar en qu medidatienen la intencin de anticipar dicho relato. Una vision sinOptica delos verbos con que se describe la futura pasin de Jesus revela queentre ellos existen notables semejanzas. El sujeto es siempre elHijo del hombre, un tItulo de Jesus utilizado tambin en el relatode la pasin, como ya hemos visto:IIHNI II:IS ; 3.Debe padecer mucho Ser entregaclo a lossacerdotesSer rechazacio Lo condenardn

    Ser entregacto Lo entregardn a lospaganosSe burlardn de lLo escupirdnLo azotarn

    Serd muerto Lo matarn Lo matardnResucitard Resucitar Resuctar

    Los tres sumarios coinciden en el uso de los dos ltimos verbos:matar (throOvi5oKw) y resucitar (dvLoTiLL), dos coinciden en la condena

    24 Estos tres anuncios se encuentran al comienzo de tres desarrollos quesiguen el mismo esquema: anuncio de la pasin + incomprensiOn de los discIpulos + instruccin sobre el discipulado. Los tres desarrollos conforman una de lascomposiciones ms logradas del evangelio desde el punto de vista literario y teolgico (Mc 8,31-10,52), en la que se percibe claramente una doble intencin delredactor: mostrar que los discIpulos son incapaces de comprender la cruz deJesus y familiarizar al lector con su destino sufriente. Sobre las alusiones a lapasiOn en estos capItulos, vase: Senior, The Passion of Jesus... pp. 28-36.25 Un tratamiento clsico de Ia cuestin puede verse en: G. Strecker, ThePassion and Resurrection Predictions in Marks Gospel Interpretation 21(1968)42-442.

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    rechazo y otros dos en la entrega (a los paganos). Hay, por tanto, unacoincidencia bsica en tres momentos: condena-entrega, muerte yresurrecciOn. De los tres anuncios, el segundo es el ms conciso y eltercero el ms detallado. Estas semejanzas y diferencias entre lostres anuncios indican que se trata, muy probablemente, de tres v e rstones de una misma tradicin. Lo ms probable es que las tres p redicciones se desarrollaran a partir de una de ellas, la ms breve yescueta, en cuyo origen se encontrarIa, probablemente, una palabrade Jesus (Mc 9, 31) 26. Independientemente del origen de este dicho,nos interesa subrayar que los otros dos anuncios fueron compuestosa partir del segundo, porque la detallada enumeracin del terceroreproduce, cast punto por punto, la trama del relato de la pasin:ser entregacto a los sacerdotes (Mc 14,10. 43-50); to condenarn (Mc14,53-65); to entregarn a los paganos (Mc 15,1-5); se burtarn de el..to escupirn... to azotarn (Mc 15,15-20); to matardn (Mc 15,21-32);resuct ar (Mc 16,1-8). La mejor explicacin de este hecho es que elautor del evangelio de Marcos ha redactado este tercer anunctoteniendo presente el relato de la pasin con el propsito de vincularde la forma ms clara posible la actividad de Jesus con dicho relato.

    Dentro de esta misma seccin hay otros tres lugares en los quese alude a la futura muerte y resurreccin de Jesus. El primero deellos se encuentra en la escena que sigue a la transfiguracin. Enella Jesus ordena a sus discIpulos que no cuenten a nadie lo que hanvisto h.asta que el Hijo del hombre haya resucitacio de entre losmuertos (Mc 9,10). En el curso de la conversacin les hace una p regunta retrica que se refiere claramente a su muerte inminente: cYcmo es que est escrito del Hifo del hombre que tiene que padecermucho y ser despreciado? (Mc 9,12). Esta pregunta forma parte deuna conversacin que no t iene apenas relacin con el relato p r e c edente de la transfiguracin (Mc 9,11-13), aunque si con el primeranuncio de la pasin (Mc 8,3 1), lo cual indica que es fruto de la laborredaccional del e v a n g e l i s t a7 La segunda alusin se encuentra en la

    26 J. Jeremias, Teologia del Nuevo Testamen.to: I La predicacin de Jesds(Salamanca: SIgueme 1974) pp. 325-327, identifica en esta predicciOn un ncleoque tiene la forma de mashal, a partir del cual podria haberse desarrollado estaprimera predicciOn: Dios entregar el hombre a los hombres. J. M. Perry, TheThree Days in the Synoptic Passion Predictions CBQ 48(1986) 637-654, pp. 646-65 1,sostiene que el origen de esta prediccin podrIa encontrase en el dicho de Lc13,32, que anunciaba la m u e r te de Jesus al cabo de tres dias. Dunn, JesusRemembered... pp. 798-802 sostiene tambin que las otras dos predicciones sehabrIan desarrollado a partir de Mc 9,3 1.

    27 Gnflka, El evangelio segan Marcos... vol II, pp. 45-46. En la misma direccin apunta el recurso a la Escritura para explicar la muerte de Jesus. Marcos

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    co nv ers aci n de Je su s con los Zebedeos, cu ando los p re g un ta :So is capaces de beber el cliz que yo voy a beber y cle ser b a u ti z ados con el bautisino con el que yo voy a ser bautizado? (Mc 10,38) . Elevangelista ha situado la escena despus del te rc er anuncio de lapasin p ara ref eri rla a la futura m uer te de Jesus y a las consec u oncias que te n dr p a ra los discIpulos. Es probable que esta mismairitencin haya guiado al redac tor pa ra intr oducir la te rc era alusina la pasin de Jesus al final de la exhortacin que dingo a los d is cIp u b s a propsito de Ia peticin de los Zebedeos (Mc 10 ,45). Se tr ataclara m ente de un dicho independiente, que subraya el valor salv Ifico de la m uert e de Jesus y re fuerz a las alusiones a su pasiOn d e ntro de est a seccin del e v a n g e li o8or ltimo, encontramos dos referencias a la m uert e cercana deJesus en el contexto do su actividad en Jerusaln (Mc 11-13). La p rim era estab lece una est recha relacin con el signo del templo: Loescucharon los escribas y los fefes de los sacerciotes sus palabra ssobre el templo y buscaban cmo pod(an acaba con l (Mc 11,18Mc 14,1), m ie ntr as quo la sogunda anuncia veladamonte este mismoacontecimiento en la parabola de los viadores malvados (Mc 12,8:Le m atar on at flu o y le arrofaron fuera de la via). Estas dos lt im as refe re n cias a la fu tu ra m uerto de Je su s se en cu on tra n , lo

    mismo que la prim era (Mc 3,6), en el contexto do una serie do c o ntrovorsias, provocadas en este caso por la accin del templo, quoculminan con una condena do los oscribas (Mc 11,27l2,40)29. Do estemodo, Marcos rolaciona la oposicin contra Joss por causa do suonsean za y actuacin (las controversias) con la causa inmediata desu pasin (la acciOn del templo), fundiendo dos porspectivas c a ra ctorIsticas do los dos bloques do tradicin quo ha quorido unir.utiliza el pasivo yypaTr1-a1 en siete ocasiones y cinco de ellas tienen relac indirec ta con Ia pasin. Dos so encuentran en el relato de la pasin (Mc 14,21. 27),dos en este pasaje (Mc 9,12. 13) y una despus del signo del templo (Mc 11,17),relacionado tambin con la muerte de Jesus (Mc 11,18). Sobre su uso en el relatopre-marcano do la pasin vase: Guijarro Oporto, E l relato pre-marcano de lapastdn..., pp. 385-386.28 Esta interpretacin del sentido de la muorte de Jesus no es propia ni delre lato pre-m arcano do la pasin ni del evangolio do Marcos. La idea do laontrega y del resc ate Os paulin a y estd fo rm ulada cla ramente en lTim 26. Marcosha incluido aqul esto dicho como final do la catequesis a los discIpulos sobre losltimos puestos para explicar con el ejemplo do Jesus el significado do la invitacina hace rse servidores do todos; sobre la composicin de Mc 10,35-45, vase:Gnilka , El evangelio segdn Marcos... vol. II, pp. 114-116.29 Sobre la relac in entre estos dos complots contra Jesus vase: Senior,The Passion ofJesus.. . pp. 24-28.

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    La pasin do Jesus se anticipa tambin en Marcos a travs de lafigura de Juan Bautista. La presentacin quo el evangelista hace dol aparece con ms nitidez cuando la comparamos con la del Documento Q. A diferencia do Q, quo presonta a Juan junto a Jesus y aambos fronte a esta gonoracin (Q 3,2-17. 7,18-35), Marcos insisteon su condicin de precursor y lo asigna un lugar subordinado. Ensu papel do precursor de Jesus, Juan anticipa con su arrosto y consu muerte la pasin do Jesus, como so adviorte en tres pasajesrodaccionales0

    l primero de ellos os el sumario quo introduco la actividadpblica do Jesus con esta indicacin temporal: Despus cle serentregado Juan.. (Mc 1,14). Marcos utiliza (on pasiva) el verbo uapa&6ojn, quo, como hemos visto, pertenoce al vocabulario tIpico delrelato y do los anuncios de la pasin. Esta alusin a la entrega doJuan tione por objeto anticipar la pasin do Jesus. El sogundo pasajees ol relato do la muerto do Juan (Mc 6,17-29). Forma parto de untrIptico compuesto por Marcos (Mc 6,7-13 + 14-29 + 30-3 1). Es posiblequo Marcos haya querido introducir aquI este relato para ilenar unospacio narrativo en el quo los discIpulos no estn con Jesus, perosu intencin ms ovidente paroco sor la do relacionar la misin deJesus y la do sus discIpulos con la muorto do Juan Bautista, quo soconviorto asI on anticipo do la pasin do ambos1 El torcer pasaje Osel dilogo que mantione Jesus con sus discIpulos despus do latransflguracin (Mc 9,11-13). Ya nos homos referido a esto apotegmams arriba, obsorvando quo tiene todos los rasgos do un anadidoredaccional2 En l no so habla do Juan, sino de Ellas, poro os evidente quo la declaraciOn final de Jesus (Mc 9,13) se refiere a lamuerte do Juan como cumplimiento do la profecla sobre Ellas. Esmuy significativo quo en ella so utilico el pasivo yypa1TTaL, que Os laformula a travs do la cual so explicaba el destino do Jesus en elrelato do la pasin.

    30 Sobre los aspectos redaccionales de la presentacin marcana do JuanBautista pueden verse las observaciones de Marxen, El evangelista Marcos... pp.27-40. Es un dato tan evidente que ya este primer estudio redaccional de Marcoslo identifica como uno do los pnncipales rasgos de la reelaboracin do las tradiciones ilevada a cabo por el evangelista.31 Vdase: Senior, The Passion of Jesus... pp. 18-19.32 Suele considerarse redaccional porque refleja una visidn de la relacinentre Juan y Jesus que es muy propia de Marcos. Sin embargo, C. R. Karmierski,John the Baptist. Prophet and Evangelist (Collegville, Mm.: Liturgical Press 1996)pp. 79-86, sostiene quo este dilogo refleja una situacin histrica Cia reflexinquo habrIa provocado en Jesus Ia muerte del Bautista), la cual podria haber dadolugar a los anuncios de la pasin.

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    Estas tres modificaciones redaccionales describen el arresto ymuerte de Juan con los trminos propios de la pasin de Jesus. Lacondicin do Juan como precursor liega en Marcos hasta el extremodo anunciar con su propia vida el destino do Jesus. Do este modo, elevangelista no solo prepara a los lectores para el relato do la pasin,sino quo vincula la actividad do Jesus (Mc 1-13) con su destino domuerte (Mc 14-16).

    Estudiadas las referencias directas a la pasin y las alusionesindirectas en relaciOn con el arresto y muerte de Juan Bautista,hemos de considerar todavIa otra sorie do referencias relacionadascon el discipulado. Son de dos tipos: las quo anticipan el comportamiento do los Doce en el relato do la pasin y las quo se refieren a lapasin do los discIpulos.

    Al primer grupo portonecen dos sutiles modificaciones r e d a ccionales y los pasajes que describen la reaccin de los discIpulosdespus do los tres anuncios de la pasin. En la enumeracin delgrupo de los Doce Judas Iscarioto es prosentado como el que leentreg (Mc 3,19). Esta caracterizaciOn e s significativa porque esnica en la lista. Simon y los Zebedeos son caracterizados con unapodo (Mc 3,16-17), pero no con una descripcin como esta. En ellaaparece do nuevo el verbo T r a p a & 6 o n , quo portenece al vocabulariodo la pasiOn. Esta caractorizacin anticipa la escena del p r e n d imiento (Mc 14,43-50), donde Marcos designa a Judas como Trapa&6oic (Mc 14,44). El otro anticipo do la actitud de los discIpulos en elrelato de la pasin so encuentra en la explicacin do la parabola delsembrador. La semilla quo cae entre piedras representa a aquellosquo cuando liegan la tribulacin y la persecucin por causa cie lapalabra, enseguicta se escanclalizan (Mc 4,17), en clara alusin a lareacciOn do los discIpulos en el momento do la pasin do Jesus (Mc14,27 . 29. 5 0 ) . La incomprensin do los discipulos despus do los tresanuncios do la pasin anticipa tambln las reacciones do los Doce enel rolato do la pasin. Despus del primer anuncio Pedro increpa aJesus para quo no siga el camino do la cruz (Mc 8 , 3 2 b )4 Despus del

    33 La explicacin de la parabola es una interpretacin alegrica en la que sepresentan diversas formas de responder a la liamada de Jesus, aludiendo p r o b ablemente a escenas concretas del evangelio; vase: J. R, Donahue, El evangeliocomo parabola. Metfora, narrativa y teologa erz los evangelios sinpticos (Bilbao:Mensajero 1997) pp. 69-71. En este caso concreto, es interesante notar que elverbo aKavSaXiCw solo se uti liza en Marcos en estos dos lugares, y en Mc 9,42-47con un sentido distinto.34 El verbo increpar ( LTlII(,)) es caracterIstico de los relatos de exorcismo(Mc 1,25 3,12; 4,39; 9,25). En este contexto se utiliza tres veces (Mc 8,30. 32. 33 ) y e n

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    segundo, los discIpulos se ponen a discutir sobre quin es el msimportante (Mc 9,33). Y despus del tercero Santiago y Juan le pidenun puesto de honor en su reino (Mc 10,35-40). Esta incomprensinmanifiesta (Mc 9,32) prepara el completo fracaso de los discIpulos enel momento de la pasin que Marcos acenta, como hemos vistoms arriba.

    Otra serie de referencias relaciona la pasin de Jesus con lasuerte que aguarda a sus discIpulos. Ya dijimos que el relato de lamuerte de Juan (Mc 6,17-29) est situado entre el envIo de los discIpubs y su regreso con el propsito de anticipar el destino de losenviados de Jesus. No es casual tampoco que la ilamada a los primeros discIpulos se encuentre inmediatamente despus del anunciodel reino introducido con una alusin ala entrega de Juan (Mc 1,14).El destino de Juan no solo anticipa la pasin de Jesus, sino tambinla pasin de los discipulos. A ella se alude todavIa ms claramenteen una exhortacin del discurso escatolgico en la que Jesus anuncia las tribulaciones que tendrn que soportar (Mc 13,9-13). Elcomienzo de esta exhortacin, que es muy parecido a los anunciosde la pasin, vincula el destino de los discIpulos con el de Jesus atravs de la mencin del verbo Trapa&6o111. Ms que un anuncio defuturo, estas palabras que Marcos pone en boca de Jesus son unaprofecla ex eventu, en la que se describe la situacin de su comunidad5 Esta misma situacin de persecucin aparece en el incisode la promesa del ciento por uno (Mc 10,30: con persecuciones),que es claramente redaccional6 En ambos casos las persecucionesestn relacionadas con la adhesion a Jesus (Mc 10,29b y 13,9b) y conel anuncio del evangelio (Mc 10,29b y 13,10), que en Marcos caracterizan al discipulado (Mc 1,17; 3,14). De la pasin de los discIpulos sehabla tambin en la instruccin que sigue al primer anuncio de lapasin de Jesus. En ella, negarse a s mismo, tomar la cruz y perdera propia vida son requisitos del autntico discipulado (Mc 8,34-38).En todos estos pasajes la aceptacin terica y prctica de la pasinlos dos ltimos casos describe la forma en que Pedro se dirige a Jesus y ste a l,reforzando su recriminacidn con el apelativo Satands. Con su actitud de incomprensin Pedro se ha convertido en el tentador de Jesus, que le invita a abandonar el camino de la cruz.35 Vase: H. R. Graham, A Passion Prediction for Marks Community: Mark13:9-13 BTB 16 (1986) 18-22; y B. M. F. van lersel, Failed Followers in Mark: Mark13,12 as a Key for the Identification of the Intended Readers CBQ 58(1996)244-263.36 Sobre la redaccin marcana de estos pasajes, vase: S. Guijarro Oporto,Ficlelictacies en contlicto. La ruptura con la familia por causa del ciiscipulaclo y deIa rnisin en la tradicin sinptica (Salamanca: Universidad Pontificia 1998) pp.200-20 1 y 204-205.

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    de Jesus aparece como un elemento indispensable del autnticodiscipulado y se prefiguran las respuestas de algunos personajessecundarios en el relato de la pasin.El anlisis de las alusiones a la pasin en Mc 1-13 corrobora laconclusion a la que hemos ilegado al estudiar la redaccin de Mc 14-

    16. Las referencias al complot contra Jesus o a su futura pasin ymuerte, asI como la peculiar presentacin de Juan Bautista y lospasajes en los que el destino de uno y otro se relacionan con lasuerte que aguarda a los discIpulos se deben, en su mayorIa, a M a rcos. El resultado de esta labor de entrelazado es un relato mejortrabado, que va preparando a los lectores para el momento decisivodel drama narrado en l.

    LA COMP0SIcION DEL EVANGELTO DE MARCOS

    El anlisis precedente corrobora que en el evangelio de Marcospueden identificarse dos bloques narrativos bien diferenciados yque el redactor ha querido entrelazarlos para construir un relatocoherente. Estos dos hechos ofrecen una pista i nt er es an te p a raindagar en el proceso de composicin de este evangelio. La explicacin ms comn de dicho proceso supone que Marcos utiliz t r a d iciones sueltas, junto con algunas agrupaciones de controversias,milagros, parbolas o instrucciones, adems de un relato tradicional de la pasin, creando, a partir de todos estos elementos, unanarracin coherente de la actividad de Jesus7 Existen, sin embargo,otras explicaciones, que dependen en gran medida de la postura desus defensores con respecto a la existencia de un relato p r e - m a rcano de la pasin. La existencia de dicho relato es tambin el puntode partida de la que aquI vamos a proponer y por ello convienesituarla respecto a estas otras explicaciones. Mencionaremos aquIdos de ellas, que podrIan representar los extremos de un espectroen el caben otras ms matizadas.

    En un extremo puede situarse la explicaciOn propuesta hace yams de cuarenta aos por E. T r o c m 8 Su estudio sobre la formacin37 P u e d e considerarse representativa la posicion de J. Marcus, Mark 1-8. ANew Translation with Introduction and Commentary (New York: Doubleday 2000)pp. 56-69.38 E. Trocm, La formation de lEvangile selon Marc (Paris: Presses Universi

    taires de France 1963)

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    del evangelio de Marcos ha tenido una recepcin limitada, pero losresultados del anlisis que hemos realizado ms arriba y otros estudios posteriores sobre el esquema literario de Mc 1-13, invitan a considerar de nuevo su propuesta. Segn Trocm, existieron dosediciones del evangelio de Marcos. La primera de ellas habrIa contenido solo los trece primeros capItulos, mientras que en la segundase habrIa aadido a ellos el relato de la pasin, que existIa comorelato independiente. La tarea del redactor final de Marcos habrIaconsistido, por tanto, en fusionar estas dos composiciones.El principal argumento de Trocm para postular la existenciade una primera edicin de Marcos que habrIa contenido solo Mc 1-13 se basa en una comparacin de este evangelio con los otros dossinpticos. En ella se observa que, mientras Mateo sigue de cerca deMarcos a lo largo de todo el relato, Lucas se separa de l en el relatode la pasiOn. Las coincidencias verbales de Lucas con Marcos, queen el resto del evangelio son aproximadamente de un 50%, en elrelato de la pasin quedan reducidas al 27%. La mejor explicacinde este hecho es que la version de Marcos utilizada por Lucas nocontenIa el relato de la pasiOn. Esta primera observacin se confirma, segn Trocm, cuando se examinan las relaciones entre Mc 1-13 y Mc 14-16. El relato de la pasin es tan diferente del resto que

    puede ser considerado como un apndice perturbador, que elautor de la segunda ediciOn habrIa tratado de ensamblar introduciendo en Mc 11-13 algunas referencias geogrficas que curiosamente no se encuentran en Lucas9a tesis de Trocm podria encontrar otro argumento en lasobservaciones que ha hecho posteriormente J. Schrter acerca delas semejanzas estructurales entre Mc 1-13 y Q. Schrter ha observado que el esquema narrativo de Q coincide con el de Mc 1-13, puesambos escritos comienzan con la presentacin del Bautista, a la quesiguen el bautismo y las tentaciones de Jesus (Q 3,2b - 4,14 = Mc 1,1-

    13), y terminan con un discurso de Jesus sobre la venida del Hijo delhombre (Q 17,23 - 22,30 = Mc 13). El hecho de que existiera otra39 Los argumentos para postular la existencia de estas dos ediciones deMarcos se encuentran en el capItulo IV de su monografla: Trocm, La formationde lEvangue... pp. 169-203.40 Aurique la intencin de Schrter no es explicar el proceso de composicin de Marcos, sino las diferencias entre Q y el Evangelio de Torns, sus observaciones revelan la existencia de Un esquema temporal tradicional compartidopor Q y Mc 1-13; vase: J. Schrter, Erineruag an Jesu Worte. Studien zur Rezeption der Logienuherlieferung in Markus Q und Thomas WANT 76 (Neukirchen: Neukirchener Verlag 1997) pp. 436-458. Vase tambin: J. Schrter Markus, Q und der

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    composicin ms o menos contempornea con el mismo esquemanarrativo hace verosImil la posibilidad de que la primera edicin deMarcos hubiera contenido solo los trece primeros capitulos.Esta explicacin del proceso de formaciOn del evangelio deMarcos, que resulta muy atractiva a la luz de las observaciones deSchrter, tiene, sin embargo, un punto dbil que la hace poco plausi

    ble. Dicha debilidad se percibe cuando se observa la naturaleza dede las modificaciones redaccionales introducidas por el redactorfinal para relacionar Mc 1-13 con Mc 14-16. El anlisis que hemosrealizado en las pginas precedentes muestra que la labor delredactor del evangelio no consisti en unir dos bloques literariospreexistentes, sino en reelaborar una serie de tradiciones anteriores a l para vincularlas a un relato tradicional de la pasin, quetambin modific para convertirlo en el desenlace de su narracin1

    n el otro extremo del espectro puede situarse la posiciOn de W.Kelber y los dems autores que colaboran en el volumen coordinadopor l sobre el relato de la pasiOn en Marcos2 La tesis de fondo, quecomparten tambin otros estudiosos de Marcos, es que el autor delevangelio es responsable de la composiciOn de toda la obra, incluidoel relato de la pasin. Kelber y los dems colaboradores del volumen(J. R. Donahue, V. K. Robbins, N. Perrin, K. E. Dewey, Th. J. Weeden yJ. D. Crossan) son muy escpticos respecto a la existencia de unrelato pre-marcano de la pasin y piensan que Mc 14-16 fue cornpuesto por el autor del evangelio a partir de tradiciones sueltas.

    W. Kelber resume en tres conclusiones los resultados de losestudios reunidos en el volumen: a) los principales temas marcanosy tambin muchos de los secundarios convergen en Mc 14-16; b) locual indica que Mc 14-16 es una parte teolgicamente inseparable yhomognea del conjunto del evangelio; C) y por tanto hay que cuestionar la tesis tradicional de que existi un relato de la pasinindependiente y coherente anterior a Marcos. De estas tres conclusiones se deducen otras tres tesis acerca de la composicin delevangelio: a) desde el punto de vista de la historia de la tradicin no

    historische Jesus: Methodologische und exegestische Erwagungen zu den Anfangende r Rezeption der Verkthdigung Jesu ZNW89 (1998) 173-200, PP. 186-198.41 La explicacin que da Trocm de las relaciones entre Mc 1-13 y Mc 14-16es muy diferente a la que hemos presentado aquI. En este punto radica la diferente interpretaciOn del mismo hecho que fundamenta su explicacin y Ia queahora proponemos. Comprese el anlisis de Trocm en pp. 176-188 con el de losdos apartados precedentes de este estudio.42 W. H. Kelber (ed.), The Passion in Mark: Studies on Mark 14-16 (Philadelphia: Fortress Press 1976)

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    existen diferencias apreciables entre Mc 14-16 y lo que sabemosacerca do la genesis literaria y la cempesicin de Mc 1-13; b) nmguna tradicin pre-marcana ha ejercido un influjo decisivo sobreMarcos; c) el logro literarie de Marces consisti en componer lo quol llama el evangelic a partir de multiples y diversas unidades detradicin3sta explicacin del proceso do cemposicin do Marcos so

    encuentra con serias dificultades cuande so observa quo en flumerosas ocasienes el evangelista ha conservado tradiciones que encierte mode contradicen su prepia vision teolgica. Per otro lado, elanlisis redaccional do las agrupacienos y composicienes pro-marcanas revela que existi una adaptacin do dichas tradiciones a lasituacin y a los intoreses do Marcos y sus destinatarios. El ovangelie do Marcos no es per tanto, al menos dosde un punto do vista literarie, un documento revolucionario, sine un oscrito evolutivo, esdecir una cemposicin realizada a partir do tradiciones precedentos, quo se insortan en un nuevo marco literario y teolgico4n el marco do estas dos prepuostas extremas acerca do la cornpesicin del evangelio, la quo so deduce del estudie quo ms arribahomes realizado so sita on un lugar intermedie. Reconoce la existoncia do agrupaciones y composicienes pro-marcnas y atribuyo al

    redactor final la tarea do haberlas redactado para componer unaobra nueva y original. En esto, la tesis quo propenemos no difiere dola quo es cemnmente aceptada ontre los estudiosos. Sin embargo,come so vera a centinuacin con ms detalle, el estudio precedenteaade a dicha tosis dos elementes quo la precisan. En primer lugar,etorga al relate pre-marcano de la pasin un influjo decisive en lacempesicin del evangelie. Y en segundo lugar sostiene quo MarcosutilizO un esquema cronelgico previamente existente para darforma a las tradicienes acerca de la actuacin do Jesus. La tarea del

    43 Kelber, Conclusion..., pp. 156-158. A ml modo de ver estas conclusionesno pueden deducirse de los estudios reunidos en el volumen. Los elementosredaccionales identificados en ellos no implican necesariamente que no existiera un relato de la pasin, sino que ste fue reelaborado por Marcos. En el estudio del relato pre-marcano que est en el origen de este trabajo se reconocencomo redaccionales los pasajes estudiados en el volumen coordinado por Kelber,pero ello no implica que no pueda reconstruirse un relato tradicional anterior;vase: Guijarro Oporto, El relato pre-marcano de la pasin , pp. 358-364.44 Sobre la redacciOn de la agrupacin de las controversias pre-marcanas,vase: Guijarro Oporto, Los primeros discipulos , pp. 72-76; sobre los elementos redaccionales en el relato de la pasin el artIculo citado en la nota precedente. Sobre Marcos como documento evolutivo: L. Hurtado, The Gospel ofMark: Evolutionary or Revolutionary Document? JSNT 40 (1990) 15-32.

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    evangelista consisti, segn la hiptesis que proponemos, enensamblar el relato de la pasin con el conjunto de las tradicionesrecogidas en los capitulos precedentes para componer una biografla de Jesus. Esta hiptesis da razn de las diferencias que hemosobservado en el anlisis redaccional de los dos bloques literarios deMarcos. En Mc 1-13 el trabajo redaccional consisti en integrardiversas tradiciones y colecciones para construir una narracin conun marco geograflco y temporal, con unos personajes bien caracterizados y con una trama narrativa suficiente. En Mc 14-16, sinembargo, la actividad redaccional del evangelista no consisti enarticular un relato a partir de tradiciones anteriores, sino en reelaborar una narracin ya existente.

    EL GENERO LITERARIO DE MARCOS Y SU S IMPLICACIONES

    El resultado de la labor redaccional llevada a cabo por Marcoses una obra coherente, que posee una personalidad propia desde elpunto de vista literario y teolgico. Este es un aspecto que hansubrayado recientemente los estudios narrativos sobre Marcos,mostrando de manera convincente que este evangelio, tal como haliegado hasta nosotros, posee los rasgos propios de un autnticorelato5 Sin embargo, no se ha insistido tanto en la novedad quesupuso la incorporacin de los recuerdos sobre Jesus a este nuevomolde literario. El proceso que dio lugar a esta nueva formulacinde las tradiciones sobre Jesus puede describirse de forma genricacomo un proceso de narrativizacin; y de forma ms concretacomo un proceso de biograflzacin. Por narrativizacin entiendola incorporacin de tradiciones que originalmente tenIan formasdiversas dentro de un relato coherente. Puede decirse que un relatode milagro o incluso un apotegma biogrflco poseen ya una formanarrativa, pero por si solos no constituyen un relato6 La inclusionde estas pequeas tradiciones independientes en un escenario msamplio para formar una trama en la que los acontecimientos seencadenan entre 51 dando lugar a una caracterizacin ms compleja

    45 El estudio pionero en este campo, que todavIa sigue s iendo un punto dereferencia, es el de Rhoads-Dewey-Michie, Marcos como relato... vase, espec.pp. 15-19 y los capItulos dedicados a la trama narrativa (pp. 105-136) y a lospersonajes (pp. 137-187).

    46 Los retricos contemporneos a Marcos distinguIan claramente el relato(diegesis) de otras composiciones menores como la chreia, el lugar comn, lacomparacin, etc.; vanse las descripciones que hace Ten de AlejandrIa en sus

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    de los personajes es lo que da lugar a un verdadero relato. Por biografizacin entiendo la articulacin de un relato de estas caracterIsticas siguiendo las pautas de un gnero literario concreto: labiograffa helenistico-romana.

    Por lo que sabemos, el autor del evangelio de Marcos fue el primero en crear un relato sobre Jesus. Antes de Marcos, las tradiciones sobre l se habIan agrupado en colecciones formadas porunidades literarias semejantes (milagros, controversias, parbolas,etc.) o en colecciones ms complejas de dichos y enseanzas comoel Documento Q7 En este contexto, el relato de la pasin constituyeuna notable excepcin y la importancia que Marcos le dio en el conjunto de su obra invita a considerar la posibilidad de que le hayaservido como modelo para la composicin de su relato sobre Jesus.En el relato de la pasin encontramos ya una caracterizacin inicialde los personajes, que ser ampliada y desarrollada por Marcos. Unejemplo de ello es la presentacin de los discIpulos. En el relato dela pasin aparecla ya una caracterizacin negativa de los Doce y dealgunos de sus miembros en particular. Marcos la desarrolla, tantoal redactar las tradiciones sueltas incluidas en Mc 1-13, como en sureelaboracin del relato tradicional de la pasin. De esta manera,partiendo de una caracterizacin inicial, construye un personajecolectivo complejo con el que sus lectores se tienen que confrontar8. El relato tradicional de la pasin poseIa tambin una tramanarrativa trabada a base de anuncios y cumplimientos, y de escenasentrelazadas. Este modelo pudo haber sido utilizado por Marcospara articular narrativamente las tradiciones sueltas. Un ejemplode ello son las referencias al complot contra Jesus y los anuncios dela pasin, que hemos analizado ms arriba. Estos anuncios y su cumplimiento en el relato de la pasin confieren al conjunto del evange

    Progymns,nata: M. D. Reche Martinez (edi, Elercicios de retrica (Madrid:Gredos 1991) pp . 51-153.

    47 Algunas de estas colecc iones fueron incorporadas por Marcos a suevangelio y son fcilmente identificables: controversias (Mc 2,1-36; 11,15-12,40);parbolas (Mc 4,1-34); milagros (Mc 4,35-5,43; 6,45-8,10); el estudio fundamentalsobre este aspecto sigue siendo el de H. W. Kuhn, Altere Sammiungen im Markusevangelium (Gttingen: Vandenhoeck & Ruprecht 1971). Sobre 1a composicion y el gdnero literario de Q, vase: J. S. Kloppenborg, Q. El evangeltodesconocido (Salamanca: SIgueme 2005) pp. 151-214.48 Sobre los diversos tipos de personajes y su caracterizacin en el relatopueden verse las observaciones de Rhoads Dewey Michie, Marcos comorelato... pp. 138-144.

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    en el Documento Q, que incluye numerosas ancdotas sobre l, asIcomo el relato de las tentaciones, todo lo ms que puede decirse deesta composicin es que se trata de una forma incipiente de biograf1a4 Marcos, sin embargo, compuso una verdadera biografla, gracias a la articulacin narrativa del relato de la pasin con lastradiciones sobre las acciones de Jesus.

    Antes de Marcos la tradicin sobre Jesus habIa comenzado aformularse siguiendo de un esquema temporal. Si consideramosseparadamente sus trece primeros capItulos y los comparamos conQ, advertiremos que ambos comparten un mismo marco temporal.Este esquema refleja, muy probablemente, una forma ms antiguade recepcin de la tradicin sobre Jesus. En Mc y en Q los recuerdossobre Jesus se han historizado. Son dichos de un personaje delpasado que siguen teniendo relevancia para el presente y por eso serecuerdan. Esta caracterIstica comn los diferencia, por ejemplo,del Evangeflo cle Toms, en el que Jesus es presentado como elViviente, es decir, como un personaje del presente5

    l esquema temporal compartido por Mc 1-13 y por Q sita laactividad de Jesus entre la predicacin de Juan, que anuncia al queviene detrs de l (Mc 1,2-7 = Q 3,7-9. 16b-17) y el discurso escatolgico de Jesus, en el que se anuncia la venida del Hijo del hombre(Mc 13 = Q 17,23-22,30; y ms en concreto Mc 13,24-27 = Q 17,23-24.35). En Marcos, sin embargo, despus de este anuncio de Ia segundavenida de Jesus encontramos el relato de la pasin, que inserta enel marco cronolgico anterior el acontecimiento de la muerte yresurreccin de Jesus. Esto significa que el evangelista ha integradoel esquema temporal que situaba la actividad de Jesus entre sus dosbiografIas de los profetas el modelo seguido por Marcos, afirma, sin embargo quecombinando materiales aretalgicos con el relato de la pasin, Marcos produjo,por primera vez, lo que podrIamos liamar una biografla de Jesus (p. 292).

    54 F. G. Downing, A Genre for Q and a Socio-Cultural Context for A: Comparing Sets of Similarities with Sets of Differences JSNT 55 (1994) 3-26, aplica a Qlos anlisis de Burridge sobre las biografIas helenIsticas y encuentra semejanzasimportantes entre Q y la biografIa de Demon.ax. Vase tambin: S. GuijarroOporto, D(chos prilnitivos de Jesds. Una introduccin al Proto-evangelio de clichosQ (Salamanca: SIgueme 2004) pp. 57-60.

    55 Sobre la semejanza entre Marcos y Q, y Ia diferencia de am bos con elEvangelio de Toms, vase Schrter, Erinnerung an . Jesu Worte... pp. 436-438.Ademds de este esquema compartido por Mc 1-13 y Q, existla al menos otro queincluIa no solo la muerte y la resurrecciOn de Jesus, sino tambiOn su exaltaciOn ala derecha del Padre, situando al final el anuncio de su venida como juez. Este es,en concreto, el esquema que Se puede percibir en los discursos misioneros dellibro de los Hechos; vOase: Ch. H. Dodd, La predtcacion apostOhca y sus desarroflos(Madrid: Fax 1974) pp. 5-39.

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    venidas (Mc 1-13) dentro de otro ms especIficamente biogrfico,que daba gran importancia al final de la vida de Jesus (Mc 1-16). Estecambio supone un paso decisivo en la adaptacin de las tradicionessobre Jesus al modelo de las biograffas antiguas, pues uno de loselementos ms caracterIsticos de stas era el relato de la muertedel protagonista (pasin) y sus consecuencias (resurreccin)6a incorporacin del relato de la pasin propici esta fusion del

    esquema temporal tradicional, que situaba la actividad de Jesusentre sus dos venidas, con el esquema temporal propio de las biograffas, que situaba dicha actividad en el marco de la vida del protagonista. En este nuevo esquema se rompe la continuidad entre laprimera y la segunda venida de Jesus, que ofrecIa un marco propido para conservar sus palabras como enseanzas vigentes en eltiempo que media entre ellas. Con la introduccin del esquema biogrfico, las palabras y las acciones del Jesus terreno se sitan en elpasado. Su muerte y resurreccin introduce un corte que las sitaen una poca distinta. Aparece asI en el horizonte de la tradicinsobre Jesus la categorIa del recuerdo, como evocacin de un pasadosignificativo para el presente. Esta categorIa, que no era tan im portante en Q, debido a su esquema temporal, es, sin embargo, dave enla biografIa de Jesus compuesta por Marcos y lo ser en las deMateo y Lucas que siguieron su modelo7

    a composicin del evangelio de Marcos supuso, por tanto, unavance decisivo en la configurac in de la tradicin sobre Jesussegn el modelo de las biografIas antiguas. Logr situar las composiciones sueltas y las colecciones precedentes en un marco temporaly geogrfico que les conferla unidad, y organiz su relato siguiendoun esquem a biogrfico que daba una personalidad propia a su obra.El resultado de su intento fue, sin embargo, lim itado. De hecho,algunos aos ms tarde, Mateo y Lucas vieron la necesidad de ajustar su vida de Jesus al modelo comn de las biograflas antiguas.No es casual que ambos, probablemente de forma independiente,incluyeran en sus respectivos relatos una narracin sobre la infan

    56 Vase: Burridge, What are the Gospels... pp. 179-180.57 Esta diferen te perspectiva podrIa explicar por qu en Marcos predominael material narrativo (relatos de milagros, controversias, etc.), mientras que Qcontiene sobre todo material discursivo (dichos, orculos profticos, etc.). Esta es,en efecto, como ha observado acertadamente A. D. Jacobson, The First Gospel. AnIntroduction (Sonoma. Ca.: Polebridge 1992) pp. 62-67, una de las diferencias mssignificativas entre ambos escritos.

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    cia de Jesus y una ampliacin de los acontecimientos posteriores asu muerte8e estos dos elementos de carcter biogrfico aadidos por

    Mateo y Lucas al relato de Marcos, el ms importante, desde elpunto de vista del modelo comn en las biografias antiguas, es elprimero. Marcos no sigui en este punto dicho modelo, pues segnla preceptiva de la poca, las biografIas debIan comenzar narrandola infancia y la educacin del protagonista para mostrar que procedIa de una estirpe honorable, que habIa nacido en un lugar renombrado y que habIa recibido una educacin adecuada. El evangelio deMarcos comienza, sin embargo, con la presentacin de un Jesus yaadulto, que va desde Galilea al Jordan para ser bautizado por Juan(Mc 1,9). No comenz asi su relato porque careciera de informacinacerca de los orIgenes de Jesus, pues sabla que era originario deuna aldea llamada Nazaret (Mc 1,9) y que era galileo (Mc 14,70).ConocIa tambin el nombre de su madre y de sus hermanos y hermanas (Mc 6,3). Podia haber comenzado su vida de Jesus refiriendo todos estos datos, pero no lo hizo, porque sabIa que elprincipal objetivo del comienzo de las biograflas era informar sobreel honor del protagonista y los datos de los que disponfa no contribuian a resaltar el honor de Jesus. A pesar de ello, no renunci aeste objetivo tan importante de las biograflas antiguas, sino que lologr presentando a Jesus como Hijo de Dios, que habIa sido anunciado en los orculos profticos y que habIa experimentado un proceso de iniciacin bajo la guia do un gran profeta (Mc 1,1-13),mostrando asI que el honor de Jesus no procede de su ascendenciahumana, sino de su Intima relacin con Dios9

    stas observaciones sobre el gnero literario de Marcos muestran quo la labor redaccional ilevada a cabo por su autor paraensamblar el relato do la actividad de Jesus (Mc 1-13) con el relatode su pasin (Mc 14-16) no tenfa solo como objetivo dar una mayorunidad literaria al conjunto do su obra, sino que trataba de incorpo

    58 Las biografIas antiguas solIan comenzar narrando la infancia de susprotagonistas (su nacimiento ysu educacin) y concluIan con los acontecimientosposteriores a su muerte: Burridge, What are the Gospels... pp. 178-180. Mateo yLucas suponen un segundo estadio en la adaptacin de la tradicin sobre Jesus aeste esquema: ibidem pp. 207y 249.59 He expuesto con ms detalle estos y otros argumentos en: S. GuijarroOporto, ,Por qu comienza asI el evangelio de Marcos, en: J. J. FernndezSangrador S. Guijarro Oporto (coords.), Plenitudo Temporis. Miscelnea homenale al Prof. Dr. Ramn Trevifano Etcheverria (Salamanca: Universidad Pontificia2002) 133-151.

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    rar las tradiciones sobre Jesus a un molde literario bien conocido enla litera tura de entonces: la biografla (oc/vita). Podemos decir, portanto, que Marcos compuso una narracin sobre Jesus de carc terbiogrflco, y que muy probablemente lo hizo a partir del modelo quele ofrecla el relato tradicional de la pasin, el cual puede ser considerado con razn la piedra angular de su evangelio0a relevancia teolgica de este hecho literario no ha sido ponderada an suficientemente1 En la tradicin precedente el centro deatencin eran las enseanzas y las acciones de Jesus; en esta fasela tradicin evanglica se parece bastante a la tradicin rabInica. Sinembargo, cuando estas tradiciones se incluyeron en el marco de unrelato de carcter biogrfico, todo el in ters se centr en Jesusmismo, cosa que no ocurri en la tradicin rabInica2 Esto no significa en absoluto que la tradicin precedente no estuviera interesadaen Jesus. Se tra ta de un cambio de acento, que ser decisivo en eldesarro llo de la cristologIa. Las biografIas antiguas tenfan comoprincipal objetivo ensalzar el honor de sus protagonistas. Lo importan te no eran sus acciones o sus enseanzas, sino la persona, suscualidades morales y su honor, y por ello era tan importan te lacaracterizacin del protagonista. La adopcin de este gnero literario supuso un giro teolgico muy importan te que implicaba unamayor concentracin en la cristologia. Jesus mismo, el enigma de supersona, que Marcos trata de descifrar a travs de una progresivarevelacin de su verdadera identidad, aparece entonces bajo unanueva luz: no es solo el autor de enseanzas y acciones prodigiosas(Mc 1-13) o el mrtir que padece injustamente (Mc 1-14), sino el Hijoamado de Dios (Mc 1,10; 9,7).

    60 La expresin es de Pesch, Das Markusevangelium 1 Komentar zu Kap.1,1-8,26 (Freiburg: Herder 1976) p. 67. Aunque no comparto su propuesta dereconstruccin ni su vision de Marcos como un redactor conservador (expuestacon detalle en las pp. 1-27 del segundo tomo de su comentario), estoy de acuerdoen que el relato de la pasiOn desempenO un papel dave en Ia composicidn deMarcos.

    61 Ha insistido en ella recientemen te L. Hurtado, Lord Jesus Christ: Devotionto Jesus in Earliest Christianity (Grand Rapids: Eerdmans 2003) pp. 270-282, re cogiendo, en parte, las in teresantes observaciones de R. A. Burridge, GospelGenre, Christological Controversy and the Absence of Rabbinic Biography: SomeImplications of the Biographical Hypothesis, in: D. G. Horrell C. M. Thckett(eds.), Christology, Controversy and Community. New Testament Essays in HonorofDavid R. Catchpole (Leiden: Brill 2000) 137-156.62 Burridge, Gospel Genre... pp . 147-153.

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    CONCLUSION

    El estudio realizado en las pginas precedentes sugiere que laintervencin de Marcos en la redaccin del relato tradicional de lapasin y en la composicin de los capItulos precedentes -tuvo porobjeto crear un relato unitario y coherente. El anlisis de las modificaciones redaccionales introducidas en Mc 14-16 ha mostrado, enefecto, que el evangelista reelabor el relato tradicional de la pasinpara convertirlo en la conclusion narrativa de los capItulos precedentes. Esta tendencia se advierto, sobre todo, en la caracterizacinde los personajes centrales del relato, principalmonte Jesus y susdiscIpulos, que adquieren una mayor riqueza y complejidad. El estudio de las referencias a la pasin en Mc 1-13 ha confirmado estamisma tendencia a establecer vInculos entre ambos bloques literarios, pues tanto los anuncios de la pasin y muerte de Jesus, como lapresentacin de Juan Bautista y algunos detalles relacionados conlos discIpulos, se deben a la intervencin del evangelista, que ha tratado de construir un relato bion articulado.

    Ahora bien, la intencin de Marcos no fue solo incluir las tradiciones sobre Jesus en el marco de un relato coherente, sino articularlas siguiendo las pautas de un gnero literario conocido en laliteratura de entonces. La centralidad de Jesus en el relato, asIcomo el marco cronolgico en quo so situaron los recuerdos sobresu actuacin cuando stos so fusionaron con el relato de su pasin,sugioren que Marcos quiso componer una vida de Jesus.

    La importancia do este hecho reside en la novedad quo suponeen el proceso do recepciOn y transmisin de la tradicin sobreJesus. Antes de Marcos, los recuerdos sobre Jesus so habIan transmitido do forma independiente o en colecciones ms o menos elaboradas. Algunas de estas tradiciones tenIan forma narrativa y existIaun relato relativamente amplio sobre la pasin de Jesus. Incluso latradicin do sus dichos, quo habIa alcanzado un mayor grado decomplejidad, habla adoptado do forma tImida algunos rasgos do lasbiografIas antiguas (Documento Q). Sin embargo, la composicin doeste evangelio supone un avanco cualitativo en el proceso do narrativizacin y biografizacin do la tradicin sobre Jesus. Su relatointegra estas tradiciones en nuevo marco narrativo y las adapta almolde literario do las biograflas antiguas. Fuo un cambio do gnoroliterario con importantes implicaciones teolOgicas.

    El ojemplo do Marcos fue seguido por Mateo y por Lucas. Ambosemprondioron la tarea do roelaborar su vida do Jesus con el

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    objeto de completarla, ajustarla mejor al modelo de las biograflashelenIsticas y adaptar su mensaje a la situacin de sus destinatarios, pero es a Marcos a quien corresponde el mrito do haber cornpuesto la primera biograffa de Jesus, y a quien hay que atribuir unode los logros teolgicos ms notables y duraderos del cristianismonaciente.SANTIAGO GUIJARRO OPORTO

    RESUMEN

    Este estudio se basa en una investigaciOn previa sobre el relato promarcano de la pasin. El anlisis redaccional muestra que el autor delEvangelio de Marcos ha reelaborado este relato tradicional para unirloal resto de su narraciOn. Por otro lado, el estudio redaccional de Mc 1-13revela que el propsito de algunas referencias anadidas por el evangelista fue introducir el relato de la pasiOn, Estas observaciones permitenproponer una explicacin del proceso de composiciOn de este evangeho. El autor do Marcos utilizO el relato tradicional de Ia pasiOn comomodelo e incluyO en su narraciOn tradiciones y composiciones orales alas que dio forma siguiendo el esquema de un resumen tradicional de Iaactividad pbhica de Jesus. De este modo, Marcos narrativiz a la tradicin sobre Jesus y lo hizo siguiendo el modelo de las biograflas antiguas, un nuevo molde literario que tuvo importantes implicacionesteolgicas.

    Palabras dave: Evangelio de Marcos; Relato do Ia pasin; Composicin literaria.

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    SUMMARY

    The Formation of the Gospel ofMarkThis essay is based in previous research on the Pre-Markan Passion

    Narrative. Redactional analysis shows that the author of the Gospel ofMark re-worked that traditional story to bind it to the rest of his narrative. On the other hand, a redactional study of Mark 1-13 reveals that thepurpose of some references added by the evangelist was to introducethe passion narrative. These rem arks permit to propose an explanationof the composition process of this gospel. The author of Mark took thetraditional passion narrative as his model and included in his narrativeoral traditions and collections that shaped following the script of a traditional summary of Jesus public activity. In so doing, Mark achieved anarrativization of the Jesus tradition following the model of theancient biography, a new literary model that had important theologicalimplications.

    Key words: Gospel of Mark; Passion Narrative; Literary composition.

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