Hoja Dominical - Tono 5º

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Curación del Hombre Ciego, 6° domingo de pascua

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TROPARIO DE LA RESURRECCIÓN - Tono 5°

Coro: Al Verbo Coeterno con el Padre y el Espíritu, / nacido por nuestra salvación de una

Virgen, / oh fieles, adoremos y alabemos, / porque Él quiso ser levantado en la Cruz en la

carne, / y padecer la muerte, / y levantar a los muertos/ por Su gloriosa Resurrección.//

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Ahora y siempre, y por los siglos de los

siglos. Amén.

CONTAQUIO DE LA RESURRECCIÓN - Tono 5°

Coro: Al infierno, Salvador mío, / descendiste y quebrantaste sus puertas, / siendo

Todopoderoso. / Y levantaste contigo a los muertos, / siendo Creador, / y destruiste el

aguijón de la muerte. / Adán también ha sido libertado de la maldición, / oh Amante de los

hombres, / y por tanto clamamos: Oh Señor, sálvanos.//

Diácono: Atendamos.

Sacerdote: Paz a todos.

Lector: Y a tu espíritu.

Diácono: Sabiduría.

Lector: PROQUIMENO en el Tono 5°

Lector: Nos protegerás, oh Señor; nos conservarás desde esta generación, y por siempre

jamás.

Coro: Nos protegerás, oh Señor; / nos conservarás desde esta generación, / y por

siempre jamás. //

Verso: Sálvame, Señor, pues ya no hay más hombre justo.

Coro: Nos protegerás, oh Señor; / nos conservarás desde esta generación, / y por

siempre jamás. //

Verso: Nos protegerás, oh Señor.

Coro: Nos conservarás desde esta generación, / y por siempre jamás. //

Diácono: Sabiduría.

ECTURA DEL LIBRO DE LOS HECHOS DE LOS APÓSTOLES . (Hechos 16: 16 – 34)

Diácono: Atendamos.

Hermanos: En aquellos días, mientras -nosotros los Apóstoles-, nos dirigíamos al

lugar de oración, nos salió al encuentro una mujer poseída por un espíritu de

adivinación, que daba muchas ganancias a sus amos adivinando la suerte. Ella

comenzó a seguirnos, a Pablo y a nosotros, gritando: Estos hombres son servidores

del Dios Altísimo, que les anuncian a ustedes el camino de salvación. Así lo hizo

durante varios días, hasta que al fin Pablo cansándose de eso, se dio la vuelta, y

dijo al espíritu: “Yo te ordeno en nombre de Jesucristo que salgas de esta mujer”, y

en ese mismo momento el espíritu salió de ella. Pero sus amos, viendo

desvanecerse las esperanzas de sus ganancias, prendieron a Pablo y a Silas, los

trajeron hasta la plaza pública ante las autoridades, y llevándolos delante de los

magistrados, dijeron: Esta gente está sembrando la confusión en nuestra ciudad;

son unos judíos que predican ciertas costumbres que nosotros, los romanos, no

podemos admitir ni practicar. La multitud se amotinó en contra de ellos, y los

magistrados les hicieron arrancar sus ropas y ordenaron que los azotaran…

…Después de haberlos golpeado despiadadamente, los encerraron en la prisión,

ordenando al carcelero que los vigilará con mucho cuidado. Habiendo recibido esta

orden, el carcelero los encerró en una celda hasta el fondo y les sujetó los pies en el

cepo. Cerca de la medianoche, Pablo y Silas oraban y cantaban alabanzas a Dios;

mientras los otros prisioneros los escuchaban. De pronto, la tierra comenzó a

temblar tan violentamente que se cimbraron los cimientos de la cárcel, y en un

instante, todas las puertas se abrieron y las cadenas de los prisioneros se soltaron.

El carcelero se despertó sobresaltado y, al ver abiertas las puertas de la prisión,

desenvainó su espada con la intención de matarse, creyendo que los prisioneros se

habían escapado. Pero Pablo le gritó: “No te hagas ningún mal, estamos todos

aquí.” El carcelero pidió unas antorchas, entró precipitadamente en la celda y,

temblando se postró a los pies de Pablo y de Silas. Luego los hizo salir y les

preguntó: Señores, ¿qué debo hacer para alcanzar la salvación? Ellos le

respondieron: “Cree en el Señor Jesús y te salvarás, tú y toda tu familia”. En

seguida le anunciaron la palabra del Señor a él y a todos los de su casa. A esa

misma hora de la noche el carcelero los atendió y les curó sus llagas.

Inmediatamente después, fue bautizado junto con toda su familia. Luego los hizo ir

a su casa, y preparó la mesa para festejar con los suyos la alegría de haber creído

en Dios. Sacerdote: Paz a ti.

Lector: Y a tu espíritu.

Diácono: Sabiduría.

Lector: ALELUYA en el Tono 5°

Coro: Aleluya. Aleluya. Aleluya.

Lector: De tus misericordias, Señor, cantaré para siempre, de generación en generación

proclamaré tu verdad con mis labios.

Coro: Aleluya. Aleluya. Aleluya.

Verso: Porque tú has dicho, la misericordia se erigirá para siempre. Tu verdad se

establecerá en los cielos.

Coro: Aleluya. Aleluya. Aleluya.

Diacono: Sabiduría. Estemos de pie, escuchemos el Santo Evangelio.

Sacerdote: Paz a todos.

Coro: Y a tu espíritu.

ECTURA DEL SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN JUAN. (Juan 9: 1 – 38).

Coro: Gloria a Ti, Señor, Gloria a Ti.

Sacerdote: Atendamos.

En aquel tiempo: Jesús al pasar, vio a un hombre ciego de nacimiento; sus

discípulos le preguntaron: Maestro, ¿Quién fue el que pecó, éste o sus

padres? Jesús respondió: Ni él pecó ni sus padres, esto es para que las obras

de Dios se manifiesten en él…

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