Honorable Senado de la Nación Argentina - …“2016– Año del Bicentenario de la Declaración de...

66
“2016– Año del Bicentenario de la Declaración de la Independencia Nacional” CONGRESO NACIONAL CÁMARA DE SENADORES SESIONES ORDINARIAS DE 2016 ORDEN DEL DIA Nº 1064 Impreso el día 16 de noviembre de 2016 SUMARIO COMISIÓN DE JUSTICIA Y ASUNTOS PENALES Y DE SEGURIDAD Y NARCOTRÁFICO Dictamen en los proyectos de ley venidos en revisión y el de la señora senadora Michetti (M.C) y del señor senador Solanas, por los que se regula la extinción de dominio y la repatriación de bienes a favor del Estado provenientes de actividades ilícitas Se aconseja aprobar otro proyecto de ley. (CD-31, 32, 33/16 S-4085/15 y S-2387/16). DICTAMEN DE COMISIÓN Honorable Senado: Vuestras comisiones de Justicia y Asuntos Penales y de Seguridad Interior y Narcotráfico han considerado el Proyecto de Ley venido en revisión de la Honorable Cámara de Diputados, registrado bajo expediente CD-31/16, “Regulando la extinción de dominio y repatriación de bienes a favor del Estado provenientes de actividades ilícitas”; el expediente CD-32/16, “Comunica fe de erratas en el proyecto de ley en revisión regulando la extinción de dominio y repatriación de bienes a favor del Estado provenientes de actividades ilícitas”; el expediente n° CD-33/16, “Comunica fe de erratas en el proyecto de ley en revisión regulando la extinción de dominio y repatriación de bienes a favor del Estado provenientes de actividades ilícitas; el Proyecto de Ley de la señora Senadora (MC) Marta Gabriela Michetti, registrado bajo expediente n° S-4085/15, “Sobre extinción de dominio de bienes vinculados al narcotráfico, trata de personas, crimen organizado y delitos de corrupción” y el Proyecto de Ley del señor Senador Fernando Solanas, registrado bajo expediente nº S- 2387/16, “Regulando la acción y el proceso de extinción de dominio de bienes vinculados a la criminalidad compleja”; y, por las razones que dará el miembro informante, os aconsejan la aprobación del siguiente PROYECTO DE LEY

Transcript of Honorable Senado de la Nación Argentina - …“2016– Año del Bicentenario de la Declaración de...

“2016– Año del Bicentenario de la Declaración de la Independencia Nacional”

CONGRESO NACIONAL

CÁMARA DE SENADORES

SESIONES ORDINARIAS DE 2016

ORDEN DEL DIA Nº 1064

Impreso el día 16 de noviembre de 2016

SUMARIO COMISIÓN DE JUSTICIA Y ASUNTOS PENALES Y DE SEGURIDAD

Y NARCOTRÁFICO Dictamen en los proyectos de ley venidos en revisión y el de la señora senadora Michetti (M.C) y del señor senador Solanas, por los que se regula la extinción de dominio y la repatriación de bienes a favor del Estado provenientes de actividades ilícitas Se aconseja aprobar otro proyecto de ley. (CD-31, 32, 33/16 S-4085/15 y S-2387/16).

DICTAMEN DE COMISIÓN Honorable Senado:

Vuestras comisiones de Justicia y Asuntos Penales y de Seguridad Interior y Narcotráfico han considerado el Proyecto de Ley venido en revisión de la Honorable Cámara de Diputados, registrado bajo expediente CD-31/16, “Regulando la extinción de dominio y repatriación de bienes a favor del Estado provenientes de actividades ilícitas”; el expediente CD-32/16, “Comunica fe de erratas en el proyecto de ley en revisión regulando la extinción de dominio y repatriación de bienes a favor del Estado provenientes de actividades ilícitas”; el expediente n° CD-33/16, “Comunica fe de erratas en el proyecto de ley en revisión regulando la extinción de dominio y repatriación de bienes a favor del Estado provenientes de actividades ilícitas; el Proyecto de Ley de la señora Senadora (MC) Marta Gabriela Michetti, registrado bajo expediente n° S-4085/15, “Sobre extinción de dominio de bienes vinculados al narcotráfico, trata de personas, crimen organizado y delitos de corrupción” y el Proyecto de Ley del señor Senador Fernando Solanas, registrado bajo expediente nº S-2387/16, “Regulando la acción y el proceso de extinción de dominio de bienes vinculados a la criminalidad compleja”; y, por las razones que dará el miembro informante, os aconsejan la aprobación del siguiente

PROYECTO DE LEY

“2016– Año del Bicentenario de la Declaración de la Independencia Nacional”

El Senado y Cámara de Diputados,… ARTICULO 1º.- Sustitúyese el artículo 23 del Código Penal por el siguiente: “Artículo 23.- En todos los casos en que recayese condena por delitos previstos en este Código o en leyes penales especiales, ella decidirá el decomiso de los instrumentos y el provecho del delito a favor del Estado nacional, de las provincias o de los municipios, salvo los derechos de restitución o indemnización del damnificado y de terceros de buena fe. Constituyen instrumentos del delito los bienes de cualquier naturaleza que intencionalmente se hubiesen utilizado para preparar, facilitar o cometer el delito. Constituyen provecho del delito los bienes de cualquier naturaleza que provengan directamente del delito y aquellos en que se hubieran transformado o que los hubiesen sustituido. Cuando el autor o los partícipes del delito han actuado como mandatarios de alguien o como órganos, miembros o administradores de una persona jurídica, y el provecho del delito ha beneficiado al mandante o a la persona jurídica, el comiso se pronunciará contra éstos. Si con el provecho del delito se ha beneficiado un tercero de buena fe a título gratuito, el comiso se pronunciará contra éste sin derecho a indemnización. Si el decomiso recayere sobre cosas peligrosas para la seguridad común, se ordenará aunque afecte a un tercero de buena fe, sin perjuicio de la correspondiente indemnización. Si el bien decomisado tuviere valor de uso o cultural para algún establecimiento oficial o de bien público, la autoridad nacional, provincial o municipal respectiva podrá disponer su entrega a estas entidades. Si así no fuere y tuviere valor comercial, dicha autoridad dispondrá su enajenación. Si no tuviere valor lícito alguno, se lo destruirá. En el caso de condena impuesta por alguno de los delitos previstos por los artículos 125, 125 bis, 127, 140, 142 bis, 145 bis, 145 ter y 170 de este Código, queda comprendida entre los bienes a decomisar la cosa mueble o inmueble donde se mantuviera a la víctima privada de su libertad u objeto de explotación. Los bienes decomisados con motivo de tales delitos, según los términos del presente artículo, y el producido de las multas que se impongan, serán afectados a programas de asistencia a la víctima.” Art. 2º.- Incorpórase al Código Penal como artículo 23 bis el siguiente: “Artículo 23 bis.- El decomiso también será aplicable cuando por cualquier razón se deba dictar una decisión que ponga fin al proceso sin condena, cuando en el proceso se hubiese probado que los bienes constituyen instrumentos o provecho del delito. Durante el proceso el juez dispondrá o autorizará todas las medidas cautelares que resulten necesarias y eficaces, según la naturaleza del bien, para asegurar la aplicación del decomiso.” Art. 3º. Incorpórase al Código Penal como artículo 23 ter el siguiente: “Artículo 23 ter: Sin perjuicio de lo dispuesto en el artículo anterior, en los procesos que se sigan por los delitos que se enumeran en este

“2016– Año del Bicentenario de la Declaración de la Independencia Nacional”

artículo, el órgano judicial que intervenga en la instrucción o etapa procesal equivalente dispondrá la extinción del dominio de los bienes que han sido instrumento o provecho del delito y la transferencia del dominio a favor del Estado nacional, provincial o municipal, sin derecho a indemnización ni compensación alguna. La sentencia de extinción de dominio se dictará en el marco del procedimiento especial que a tal efecto establezca cada una de las jurisdicciones, el que deberá garantizar el debido proceso, la defensa en juicio y los derechos de terceros de buena fe, y no producirá ningún efecto en relación con la responsabilidad penal de los imputados en el proceso principal, ni implicará la imposición de pena. Lo establecido en el párrafo anterior será de aplicación en los procesos en que se investiguen los siguientes delitos: a) Delitos de contrabando, producción, tráfico, transporte, siembra, almacenamiento y comercialización de estupefacientes o de precursores químicos o cualquier otra materia prima requerida para su producción o fabricación, que se encuentran previstos en la ley 23.737 y en el artículo 866 del Código Aduanero, o las que en el futuro las reemplacen, y de organización y financiación de dichos delitos; b) Todos los casos en que sea aplicable el artículo 41 quinquies del Código Penal; c) Delitos previstos en los artículos 142 bis, 145 bis, 145 ter y 170 del Código Penal; d) Delitos previstos en los Capítulos VI, VII, VIII, IX, IX bis y X del Título XI del Libro Segundo del Código Penal, delitos previstos en el Título XII del Libro Segundo del Código Penal, y en el artículo 174 inciso 5º de dicho Código; e) Delitos previstos en los artículos 303, 304 y 306 del Código Penal.” Art. 4º.- Derógase el artículo 305 del Código Penal. Art. 5º.- Incorpórase al Código Civil y Comercial de la Nación como artículo 1.907 bis, el siguiente: “Artículo 1.907 bis: Sentencia de extinción de dominio: Los derechos reales sobre un bien también se extinguen por sentencia judicial de extinción de dominio en los supuestos previstos en el artículo 23 ter del Código Penal, sin contraprestación ni compensación de ninguna especie.” Art. 6º.- Incorpórase al Código Procesal Penal de la Nación (ley 23.984) como artículo 195 bis, el siguiente: “Artículo 195 bis.- En los procesos en que se investiguen los delitos enumerados en el artículo 23 ter del Código Penal, el órgano a cargo de la instrucción deberá formar un incidente para el hallazgo, identificación y extinción de dominio de los bienes que pudieran ser instrumento o provecho del delito.” Art. 7º.- Incorpórase al Código Procesal Penal de la Nación (ley 23.984) luego del artículo 535 y como Libro Sexto titulado “Extinción de Dominio”, el siguiente: “LIBRO SEXTO EXTINCIÓN DE DOMINIO

“2016– Año del Bicentenario de la Declaración de la Independencia Nacional”

Artículo 535 bis.- Una vez formado el incidente previsto en el artículo 195 bis, se dará inmediata intervención a la Procuración del Tesoro de la Nación, que tendrá a su cargo el impulso del incidente. Artículo 535 ter.- Cuando el Procurador del Tesoro de la Nación considere que existe semiplena prueba de que determinados bienes han sido instrumento o provecho del delito, solicitará de forma inmediata al juez que interviene en el proceso principal el dictado de las medidas cautelares específicas que resulten necesarias y eficaces para asegurar el desapoderamiento inmediato de los bienes de que se trate y el cumplimiento efectivo de una eventual sentencia de extinción de dominio. Las medidas podrán solicitarse sobre bienes que ya hubieren sido cautelados a los fines del proceso. El juez resolverá fundadamente dentro de los seis (6) días indicando, en su caso, los elementos de prueba con los que considera acreditada la semiplena prueba invocada en la petición. La tenencia y, en su caso, la administración de los bienes objeto de esta medida cautelar, quedará a cargo del organismo especializado que disponga la ley, sin perjuicio de la realización de las medidas de prueba que sobre ellos puedan disponerse en el proceso principal. La decisión podrá ser apelada por aquel a quien le cause gravamen irreparable. Dentro de los tres (3) días de recibido el incidente, la Cámara fijará audiencia para oír a las partes, a celebrarse dentro de un plazo máximo de diez (10) días. Realizada la audiencia, la Cámara resolverá dentro del plazo de cinco (5) días. Estos plazos son perentorios e improrrogables. Artículo 535 quater.- Una vez firme la resolución que dispuso la medida cautelar de desapoderamiento, y dentro de los seis (6) días, la Procuración del Tesoro de la Nación promoverá la acción de extinción de dominio prevista en el artículo 23 ter del Código Penal, que tramitará en el marco del incidente y con intervención del mismo juez. Tratándose de bienes registrables, la acción de extinción de dominio se promoverá contra quien se encuentre registrado como titular del dominio. Si fueren bienes no registrables, se promoverá contra quien ostentaba la posesión. Con la demanda se deberá presentar y ofrecer la prueba correspondiente. Artículo 535 quinquies.- El juez correrá traslado al demandado por el plazo de diez (10) días. Con la contestación, el demandado deberá presentar y ofrecer la prueba. Dentro de los seis (6) días de vencido el plazo anterior, el juez dictará auto de admisibilidad de la prueba y ordenará su producción. El juez deberá prestar especial consideración a las medidas de prueba solicitadas por el demandado para demostrar la legitimidad de su título, y las podrá rechazar sólo cuando resulten inconducentes a tal fin y por resolución fundada. En caso de que se hubieran interpuesto excepciones, estas deberán ser resueltas en esta oportunidad. La prueba deberá producirse dentro de un plazo de treinta (30) días, luego del cual el juez declarará clausurado el período probatorio. Si el demandado se allanare, el juez dictará sentencia de extinción de dominio sin más trámite.

“2016– Año del Bicentenario de la Declaración de la Independencia Nacional”

Artículo 535 sexies.- En el auto que disponga la clausura del período probatorio el juez fijará audiencia con citación de todos los interesados para escuchar sus posiciones y conclusiones sobre la prueba. La audiencia deberá celebrarse dentro de un plazo no mayor a quince (15) días. La audiencia será oral y pública. El juez dará la palabra a la Procuración del Tesoro de la Nación y posteriormente a los restantes interesados, para que aleguen sobre la prueba y formulen sus conclusiones y pretensiones. Acto seguido el juez declarará finalizada la audiencia y pondrá los autos para sentencia. El juez dictará sentencia en un plazo de seis (6) días. Rechazará la acción de extinción de dominio si el demandado hubiere demostrado la legitimidad de su título o que los bienes no han sido instrumento del delito objeto del proceso principal. Artículo 535 septies.- Si el juez no hiciere lugar a la extinción de dominio, dispondrá la devolución de los bienes. Si hiciere lugar a la demanda, declarará la extinción de dominio de todos los derechos que correspondieren, principales o accesorios, en favor del Estado Nacional, y dispondrá la inmediata enajenación de los bienes. La sentencia será apelable en el término de cinco (5) días. La sentencia, cualquiera fuese su sentido, no producirá ningún efecto en relación con la responsabilidad penal de los imputados en la causa principal.” Art. 8º.- Incorpórase como artículo 479 bis del Código Procesal Penal de la Nación (ley 23.984) el siguiente: “Artículo 479 bis.- El recurso de revisión procederá en todo tiempo y a favor del vencido respecto de las sentencias de extinción de dominio, cuando la sentencia penal dictada en el proceso principal pasada en autoridad de cosa juzgada haya declarado: a) La inexistencia del delito vinculado con el bien que ha sido objeto de la sentencia de extinción de dominio. b) La inexistencia de vinculación entre el delito cuya comisión se afirma en la sentencia y el bien objeto de sentencia de extinción de dominio. Resultarán de aplicación al trámite de este recurso, las disposiciones establecidas en los artículos 481, 482 y 483 de este Código. Si la sentencia de extinción de dominio fuere revocada, el tribunal interviniente dispondrá la inmediata restitución del dominio. Si los bienes se hubieran enajenado, se le restituirá el producido de la enajenación, con más los intereses que fije el tribunal interviniente. Si la restitución no resultare posible, quedará expedita la vía civil correspondiente para reclamar los daños y perjuicios sufridos.” Art. 9º.- La administración y disposición de los bienes objeto de acciones de extinción de dominio en procesos judiciales de jurisdicción nacional o federal, estará a cargo de la Agencia de Administración de Bienes del Estado. Art. 10.- La administración de los bienes objeto de acción de extinción de dominio no podrá extenderse más allá del dictado de la sentencia respectiva y el tiempo adicional indispensable para cumplir con esa

“2016– Año del Bicentenario de la Declaración de la Independencia Nacional”

decisión judicial, ya sea que se disponga enajenar los bienes conforme el procedimiento fijado en el párrafo siguiente o su restitución. Si se tratara de acciones, bonos, títulos valores o bienes de oferta pública, estos serán enajenados en el mercado de valores y a su valor de cotización. Si se tratara de otro tipo de bienes se dispondrá su inmediata enajenación en subasta pública. Si el bien pudiera ser objeto de medidas de prueba durante el proceso principal, la custodia permanecerá bajo la órbita del juez hasta tanto aquellas se cumplan, sin perjuicio de las medidas de administración que pudiera disponer la Agencia de Administración de Bienes del Estado a los fines de conservar su valor y/o productividad, previa autorización judicial, cumpliendo con las disposiciones reglamentarias que se dicten al efecto. Art. 11.- Para garantizar que los bienes sometidos al proceso de extinción de dominio mantengan su valor y productividad, y a fin de evitar que su conservación y custodia genere erogaciones para el Estado, la Agencia de Administración de Bienes del Estado podrá celebrar los contratos necesarios por el tiempo que dure su administración y en la medida en que ello no obstaculice ni demore la enajenación. Cuando fuere posible se podrán constituir fideicomisos públicos de administración sólo por el tiempo necesario para cumplir con la enajenación. En ningún caso se utilizarán fondos del erario público para abonar el costo de esa administración fiduciaria. La entidad a cargo de esa administración percibirá sus honorarios y gastos con el producido de los bienes administrados. Cualquier faltante que se presentare para cubrirlos será exigible con la misma preferencia con que se tratan los gastos de administración en un concurso de acreedores sobre el valor de los bienes, una vez que se liquiden o subasten. Art. 12.- Los recursos obtenidos de la enajenación de los bienes objeto de acción de extinción de dominio, sus utilidades e intereses, y el producido de la enajenación de sus frutos y productos serán ingresados a las rentas generales de la Nación, salvo la aplicación específica dispuesta por el artículo 39 de la Ley 23.737 y en el artículo 23 último párrafo del Código Penal en relación con los delitos previstos en los artículos 145 bis, 145 ter y 170 de ese Código. Cuando el objeto de la acción de extinción de dominio sea dinero en efectivo, tendrá el mismo destino que el dispuesto en el párrafo precedente. Art. 13.- Los impuestos y tributos sobre los bienes objeto de acciones de extinción de dominio no generarán intereses durante el proceso de extinción de dominio y de enajenación, y en ese lapso se suspenderá la ejecución de las sentencias de cobro tributario. Una vez enajenados los bienes, se cancelará el valor tributario pendiente de pago. En ningún caso el Estado asumirá el pago de obligaciones tributarias originadas con anterioridad a la sentencia de extinción de dominio del bien. Art. 14.- La Agencia de Administración de Bienes del Estado, por resolución fundada y previa autorización del juez interviniente, podrá

“2016– Año del Bicentenario de la Declaración de la Independencia Nacional”

destruir o donar a instituciones de bien público los bienes objeto de acción de extinción de dominio que por su estado de deterioro o por su naturaleza sea imposible o excesivamente onerosa su conservación hasta el dictado de la sentencia de extinción de dominio o su posterior enajenación. Art. 15.- La Agencia de Administración de Bienes del Estado podrá cancelar lo adeudado por concepto de prenda, garantía mobiliaria o hipoteca contraída de buena fe que afecte al bien sujeto a acción de extinción del dominio, cuando así lo considere conveniente a los intereses del Estado nacional. También podrá presentarse como tercero interesado en los procesos judiciales de ejecución de que pudieran ser objeto esos bienes y pagar el monto adeudado a los acreedores previo verificar la legitimidad, exigibilidad y autenticidad del crédito invocado y de su monto, en cuyo caso se subrogará en los derechos del acreedor. Art. 16.- Invítase a las provincias y a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires a dictar las normas de procedimiento que sean necesarias a los fines de la aplicación local de la extinción de dominio prevista en esta ley. Art. 17.- Comuníquese al Poder Ejecutivo.

De acuerdo a lo establecido por el artículo 110 del Reglamento del Honorable Senado, este Dictamen pasa directamente al Orden del Día.

Sala de la comisión 15 de noviembre de 2016.

Pedro G. A. Guastavino – Sigrid E. Kunath – Ernesto Félix Martínez – Luis P. Naidenoff – Juan M. Pais – Liliana B. Fellner – Marina R. Riofrio – Dalmacio E. Mera – Rodolfo J. Urtubey – Walter B. Barrionuevo – Ada R. del Valle Iturrez de Cappellini – Néstor P. Braillard Poccard – Silvia B. Elías de Pérez – Roberto G. Basualdo – María M. Odarda – Carlos A. Caserio – Marta Varela -

ANTECEDENTES

(I)

“2016– Año del Bicentenario de la Declaración de la Independencia Nacional”

(II)

PROYECTO DE LEY El Senado y Cámara de Diputados,..

EXTINCIÓN DE DOMINIO DE BIENES VINCULADOS AL NARCOTRÁFICO, TRATA DE PERSONAS, CRIMEN ORGANIZADO

Y DELITOS DE CORRUPCIÓN Capítulo I: Disposiciones Generales Artículo 1.- OBJETO. La presente ley regula el procedimiento judicial para la identificación, extinción de dominio y el destino final de los bienes utilizados o que provengan de la comisión de los delitos enumerados en el artículo 9. Artículo 2.- ALCANCE Y AUTONOMÍA. El mecanismo previsto por la presente ley constituye un proceso judicial autónomo, de contenido patrimonial, sobre cosas, sean éstas muebles o inmuebles, destinado a la determinación del origen del dinero con el que fueron adquiridos o su utilización, y la pérdida de derecho real cuando se encuentre probada la vinculación con las actividades delictivas descriptas en la presente ley. Este proceso es independiente de la identificación de su propietario y de la responsabilidad penal que pueda ser recaída sobre el mismo, en el correspondiente proceso penal. Artículo 3.- COMPETENCIA. Es competente para entender en este proceso el juez jurisdiccional en lo civil que corresponda al lugar en donde se encuentre radicado el bien, debiendo unificarse la competencia en el primero que se hubiere iniciado, cuando hubiere multiplicidad de bienes vinculados a la misma investigación. Artículo 4.- COORDINACIÓN. El Juez interviniente en el proceso de extinción de dominio que, en el trascurso de la investigación, tomare conocimiento de elementos relacionados a la comisión de delitos por parte de los propietarios o poseedores de los bienes investigados, deberá notificar al Juez competente en materia penal que corresponda. El Juez penal interviniente en causas en donde se investiguen delitos enunciados en el artículo 9, luego de agotar las medidas de investigación sobre el bien, deberá poner el bien y la información relacionada a disposición del Ministerio Público Fiscal a los efectos de la presente ley.

“2016– Año del Bicentenario de la Declaración de la Independencia Nacional”

Artículo 5.- RETROACTIVIDAD. La investigación judicial podrá indagar acerca de hechos sucedidos con anterioridad a la sanción de la presente ley. Artículo 6.- IMPRESCRIPTIBILIDAD. La acción de extinción de dominio es imprescriptible. Artículo 7.- PROTECCIÓN DEL ADQUIRENTE DE BUENA FE. La acción de extinción de dominio no procederá ante un tercero adquirente de buena fe a título oneroso. Capítulo II: Acción Artículo 8.- LEGITIMACIÓN. La acción de extinción de dominio deberá ser iniciada e impulsada por el Ministerio Público Fiscal, debiendo dar inicio a la misma:

a) Ante la notificación del juez interviniente en una causa penal que haya tomado conocimiento de alguna de las causales establecidas en el artículo 11 para la promoción de la acción; b) Ante la denuncia ante de cualquier particular que hubiera tomado conocimiento de bienes incursos en alguna de las causales establecidas en el artículo 11.

Artículo 9.- BIENES EXTINGUIBLES. Podrán ser objeto de extinción de dominio los bienes utilizados como medio necesario en la actividad delictiva y los obtenidos directa o indirectamente como fruto de la comisión de los delitos tipificados en los artículos 5 (inciso c), 6 (primer y tercer párrafo) y 7 de la ley 23.737, y los artículos 145, 145 bis, 145 ter, 146, 148 bis, 210, 210 bis, 256, 256 bis, 257, 258, 258 bis, 259, 260, 261, 262, 263, 264, 265, 266, 267, 268, 268 (1), 286 (2) y 268 (3) del Código Penal. Artículo 10.- SUSTITUCIÓN DE BIENES. Cuando el bien investigado hubiera sido desapoderado ante un tercero de buena fe, destruido o puesto fuera del alcance para ser aprehendido judicialmente, se podrá sustituir con bienes de origen lícito de valor equivalente. Artículo 11.- CAUSALES. Procederá la acción de extinción del dominio en los siguientes supuestos: a) Cuando el juez penal, según lo prescripto en el artículo 4 último párrafo, hubiera agotado las medidas probatorias y periciales sobre un bien incorporado en la investigación de alguno de los delitos enumerados en el artículo 9 y, prima facie, considere encuadrado en lo normado por la presente ley, aún cuando no se hubiera dictado sentencia condenatoria; b) Cuando la acción por alguno de los hechos delictivos enumerados en el artículo 9 hubiera prescripto, o cuando se hubiera extinguido por fallecimiento, declaración de inimputabilidad del acusado, o cualquier otro motivo de suspensión o extinción de la acción penal;

“2016– Año del Bicentenario de la Declaración de la Independencia Nacional”

c) Cuando el acusado por alguno de los hechos delictivos enumerados en el artículo 9 hubiera sido declarado en rebeldía o se hubiese fugado; d) Cuando el acusado no pueda demostrar fehacientemente el origen lícito de los bienes o exista un incremento patrimonial no justificado, y el juez interviniente considere suficientemente acreditado por diversos medios probatorios que los mismos son instrumento, objeto o producto de las actividades ilícitas enumeradas en el artículo 9; e) Bienes abandonados en los que el juez interviniente considere suficientemente acreditado por diversos medios probatorios que los mismos son instrumento o fueron, objeto o producto de las actividades delictivas enumeradas en el artículo 9, Artículo 12.- PROCESO. El procedimiento para la extinción de dominio se regirá por las normas del proceso ordinario previsto en el Código de Procedimientos Civil y Comercial de la Nación. Artículo 13.- PRUEBA. A los efectos probatorios será admisible todo medio lícito de prueba. Artículo 14.- MEDIDAS PRECAUTORIAS. En cualquier instancia del proceso, el Juez podrá ordenar de oficio o a pedido de parte, las medidas precautorias tendientes a garantizar la conservación, y en caso de proceder, la aprehensión y final disposición de los bienes. Artículo 15.- SENTENCIA. La extinción de dominio se declara mediante sentencia judicial. Capítulo III – Disposiciones Finales Artículo 16.- DESTINO DE LOS BIENES. Una vez producida la sentencia judicial, el Juez deberá disponerlos en favor del Estado Nacional, de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y las Provincias o de los Municipios, salvo los derechos de restitución o indemnización del damnificado y de terceros. En caso de los bienes vinculados a delitos previstos en el artículo 145 bis y 145 ter, deberá procederse según lo dispuesto en el sexto párrafo del artículo 23 del Código Penal. Si el bien tuviere valor de uso o cultural para algún establecimiento oficial o de bien público, la autoridad nacional, provincial o municipal respectiva deberá disponer su entrega inmediata a esas entidades. Artículo 17.- Modifíquese el artículo 1101 del Código Civil, el cual quedará redactado de la siguiente manera:

Art. 1.101. Si la acción criminal hubiere precedido a la acción civil, o fuere intentada pendiente ésta, no habrá condenación en el juicio civil antes de la condenación del acusado en el juicio criminal, con excepción de los casos siguientes: 1° Si hubiere fallecido el acusado antes de ser juzgada la acción criminal, en cuyo caso la acción civil puede ser intentada o continuada contra los respectivos herederos;

“2016– Año del Bicentenario de la Declaración de la Independencia Nacional”

2° En caso de ausencia del acusado, en que la acción criminal no puede ser intentada o continuada. 3° En los procesos de extinción de dominio.

Artículo 18.- Comuníquese al Poder Ejecutivo. Gabriela Michetti. –

FUNDAMENTOS Señora Presidente: El presente proyecto tiene su antecedente en el expediente S-1569-14, cuya figura propuesta, la “extinción de dominio”, no fue analizada en la profundidad que se merece, desvirtuando la discusión sobre este instituto que tanto podría aportar a un tema fundamental para nuestro país, como es la lucha contra el narcotráfico. Por ello que quiero proponerlo nuevamente, a la espera de una dinámica mucho más democrática y abierta al diálogo por parte de los Senadores que ejercerán su rol en el próximo período legislativo. El presente proyecto busca generar una herramienta para atacar con contundencia en el punto más sensible al crimen organizado, el cual es el factor económico de la trama del delito. La creación de un proceso de extinción del dominio sobre los bienes utilizados y/o adquiridos por la comisión de los delitos de narcotráfico, trata de personas, asociaciones ilícitas en general, permitirá quitarle esos recursos a estas organizaciones delictivas. Para elaborar este proyecto tomamos como punto de partida dos proyectos presentados en el Senado de la Nación: el S-0198/2014 de autoría del Senador Giustiniani y el S-1171/2014 del Senador Morales, a cuya claridad en los fundamentos, basados en valiosos aportes de juristas destacados en la materia, adherimos citando algunos de ellos. Ambos proyectos se enfocan en la extinción del dominio de bienes exclusivamente vinculados al narcotráfico, lo cual entendemos como una visión incompleta ya que el entramado del crimen organizado posee una gran complejidad, en la que interactúan distintos delitos. Por ello, este proyecto además de perseguir los bienes vinculados al narcotráfico, avanza también sobre los relacionados a los delitos de trata de personas, corrupción, así como el delito de asociación ilícita en general. La legislación comparada al respecto, así como los lineamientos del marco internacional se condicen con el argumento de la integralidad en la lucha contra el crimen organizado. Cinco países de la región ya cuentan con legislación al respecto (Colombia, México, Nicaragua, Honduras y Perú), esto a su vez se encuentra en sintonía con las recomendaciones de Naciones Unidas, y todas ellas abordan integralmente los delitos que pueden originar la extinción de dominio, como este proyecto de ley. Por el contrario, ninguno de ellos concibe este tipo de procedimientos para un solo delito. En cuanto a la legislación nacional al respecto, existen dos leyes vigentes que sustentan la posición tomada: las leyes 25.632 y 26.097. La ley 25.632 aprueba la Convención Internacional contra la delincuencia organizada transnacional y protocolos complementarios,

“2016– Año del Bicentenario de la Declaración de la Independencia Nacional”

adoptada en la ciudad Palermo, Italia, en diciembre de 2000. En su artículo 12 habla especialmente sobre el Decomiso e Incautación de bienes, y en su inciso 7 destaca que “Los Estados Parte podrán considerar la posibilidad de exigir a un delincuente que demuestre el origen lícito del presunto producto del delito o de otros bienes expuestos a decomiso, en la medida en que ello sea conforme con los principios de su derecho interno y con la índole del proceso judicial u otras actuaciones conexas.” Por su parte la Ley 26.097 Aprueba la Convención de las Naciones Unidas Contra la Corrupción adoptada en la ciudad de New York, Estados Unidos, el 31 de octubre de 2003. En su articulado se destaca el artículo 31, el cual habla de embargo preventivo, incautación y decomiso de bienes, en el inciso 8 se destaca que “Los Estados Parte podrán considerar la posibilidad de exigir a un delincuente que demuestre el origen lícito del presunto producto del delito o de otros bienes expuestos a decomiso, en la medida en que ello sea conforme con los principios fundamentales de su derecho interno y con la índole del proceso judicial u otros procesos.” Creemos conveniente dejar sentado, que un proyecto de esta naturaleza no entra en colisión con el derecho de propiedad dado que para haber derecho sobre un bien, debe probarse que fue adquirido legalmente, no sólo en cuanto a sus formas, sino principalmente con recursos lícitos. La protección jurídica de los bienes en este caso no existe, y por ende el tratamiento de su dominio corresponde al Estado. El presente proyecto se inscribe en el ámbito de competencia del fuero civil, tal cual se destaca en el artículo 3 de la presente norma, dado que entendemos que la ‘Extinción del Dominio’ regula la procedencia de bienes y no de personas, y es importante destacar la importancia de que el proceso civil de ‘Extinción de Dominio’ es autónomo, y no obstaculiza bajo ningún modo el normal procedimiento penal sobre los dueños de esos bienes siendo investigados en una instancia penal, tenga o no una decisión de fondo. Con respecto a la administración de los bienes incautados, entendemos que la gestión administrativa, usufructo, venta, o remate de los mismos deberán estar a cargo del Estado, siguiendo la misma línea que ya posee el artículo 23 del Código Penal, ya sea a través de la Agencia de Administración de Bienes del Estado, o del organismo que corresponda. Por ello, no consideramos necesario la creación de un organismo para la administración de estos bienes, con el espíritu de no engrosar por demás la estructura del Estado Nacional, en el entendimiento de que si ya hay mecanismos para administrar los bienes del Estado, es natural que sean éstos los organismos que administren los bienes incautados provenientes de la Extinción de Dominio. Antecedentes En los fundamentos del expediente S-1171-2014 del Senador Morales se explica la historia jurídica del tratamiento del Dominio, donde dicen que “Originalmente el decomiso del producto del delito ha sido tratado como una sanción penal en todas las tradiciones jurídicas. Sin embargo, diversas dificultades probatorias, como a las relativas del origen -lícito o ilícito- o la “titularidad” (sic)- tanto como a casos de Testaferros como de vehículos corporativos registrados bajo sociedades offshore- llevaron a varios países, tanto de tradición anglosajona como continental, a idear regímenes de decomiso del

“2016– Año del Bicentenario de la Declaración de la Independencia Nacional”

producto de actividades ilícitas bajo procedimiento in rem, que operan bajo estándares administrativos.” En la sección de ‘Derecho Comparado’ del presente texto se encontrarán algunos ejemplos de países de la región que ya han incorporado al tratamiento de dominio en sus plexos normativos, con especial énfasis en destacar que en todos ellos las acciones ilícitas circulan en torno a la figura de Asociación Ilícita, y no únicamente las referidas al narcotráfico. El Dr. Nicolás Francisco Barbier, en su artículo “Recupero de activos de origen ilícito. Un nuevo desafío para el Derecho Argentino” destaca la labor realizada por el Ministerio Público Fiscal desde el año 2009, donde a través de la Resolución N° 134 del 13 de octubre 2009, destaca que "en el marco de las investigaciones que se lleven a cabo por hechos de corrupción, narcotráfico, lavado de dinero, trata de personas, evasión tributaria, contrabando y demás delitos relacionados con la criminalidad económica, realicen -en forma simultánea a las medidas destinadas a lograr el esclarecimiento del hecho ilícito-, la investigación patrimonial de cada una de las personas involucradas. En este mismo sentido, la Procuración estableció que los Fiscales Generales adopten las medidas necesarias para no frustrar el recupero de esos bienes, evitando en el momento oportuno y sin dilaciones innecesarias, su libre disposición por parte de los imputados o las personas jurídicas que representan.” Por lo expuesto por el Dr. Barbier, entendemos que el Poder Judicial ya toma hoy la visión integral sobre el decomiso de bienes que no solamente se circunscriben a la Ley Nacional de Estupefacientes, sino a los delitos de asociación ilícita, entiendo que el crimen trasnacional organizado opera en diferentes facetas las cuales es imprescindible abordar en conjunto para crear un plexo normativo eficiente y efectivo. Derecho Comparado El derecho comparado puede arrojar más luz sobre el tratamiento que se le ha dado al Dominio en diferentes jurisdicciones nacionales. En sintonía con las recomendaciones hechas por las Naciones Unidas, 5 países de la región ya tienen promulgada su propia Ley de Extinción de Dominio, teniendo como común denominador que en todos ellos se abordan de manera integral las distintas áreas del crimen organizado. Por su parte las Naciones Unidas han contemplado este instrumento en su legislación mediante la sanción de la Convención de las Naciones Unidas contra la Corrupción, el cual en su artículo 54 insta a los Estados Parte a “1. Cada Estado Parte, a fin de prestar asistencia judicial recíproca conforme a lo dispuesto en el artículo 55 de la presente Convención con respecto a bienes adquiridos mediante la comisión de un delito tipificado con arreglo a la presente Convención o relacionados con ese delito, de conformidad con su derecho interno: a) Adoptará las medidas que sean necesarias para que sus autoridades competentes puedan dar efecto a toda orden de decomiso dictada por un tribunal de otro Estado Parte; b) Adoptará las medidas que sean necesarias para que sus autoridades competentes, cuando tengan jurisdicción, puedan ordenar el decomiso de esos bienes de origen extranjero en una sentencia relativa a un delito de blanqueo de dinero o a cualquier otro delito sobre el que pueda tener jurisdicción, o mediante otros procedimientos autorizados en su derecho interno; y c) Considerará la posibilidad de adoptar las medidas que sean necesarias para permitir el decomiso de esos bienes sin que medie

“2016– Año del Bicentenario de la Declaración de la Independencia Nacional”

una condena, en casos en que el delincuente no pueda ser enjuiciado por motivo de fallecimiento, fuga o ausencia, o en otros casos apropiados.” Asimismo, la Argentina forma parte del COPOLAD, “Un programa de cooperación entre la Unión Europea (UE) y América Latina (AL), destinado a mejorar la coherencia, el equilibrio y el impacto de las políticas sobre drogas, mediante el intercambio de experiencias, la coordinación bi-regional y el impulso de respuestas multisectoriales, integrales y coordinadas”. Los informes del COPOLAD han tenido repercusiones en organismos judiciales argentinos como la Procuraduría de Criminalidad, que se ha expresado el año pasado en torno a la temática de bienes incautados y las dificultades actuales en su administración: “1.- Los valores secuestrados o incautados no son depositados en cuentas bancarias que generen una tasa pasiva referencial para mantener el valor económico o invertidos en productos financieros de bajo riesgo”; “2.- No existe una cuenta bancaria especial que centralice la información de los valores secuestrados o incautados”; 3.- No existe un organismo especializado en la administración de los bienes incautados a fin de que los gestione de manera eficiente y rentable”. También es necesario mencionar que la Argentina ha firmado, aprobado, y ratificado la Convención Interamericana contra la Corrupción (Ley 24.759); la Convención Internacional Contra la Delincuencia Organizada Transnacional y protocolos complementarios (Ley 25.632); y la Convención Interamericana Contra el Terrorismo (Ley 26.023). En el plano regional, el caso de Colombia es paradigmático en la creación de leyes de Extinción de Dominio, la cual se plasma en la Ley 793/2002 y la Ley 1330/2009 hasta el 20 de Julio 2014 y la Ley 1708/2014 a partir del 20 de Julio 2014. Como Colombia, Las repúblicas de Guatemala (Decreto N° 55-2010), Honduras ( Decreto 27/10, Decreto 258/11), México (Ley Federal de Extinción de Dominio), y Perú (Ley 29212) ya cuentan con legislación en la materia, lo cual crea un impulso regional en sus plexos normativos sobre el tratamiento del Dominio. En el caso Colombiano, el ámbito de la Ley abarca (todos los delitos regulados en el Código Penal y leyes complementarias. Art. 16 y 26 inc.3. Para Guatemala, en su artículo 2, inciso A, incluye al Narcotráfico, Lavado de Activos, Trata de personas, Financiamiento del terrorismo, delitos de corrupción, contrabando, y asociación ilícita. Para Honduras, los delitos tipificados son enriquecimiento ilícito, lavado de activos, narcoactividad, terrorismo, financiamiento al terrorismo, tráfico de personas, secuestro extorsivo, chantaje, explotación sexual, tráfico de órganos, sicariato, y otros delitos contra la salud, la economía, la administración pública, la propiedad, los recursos naturales, la libertad y la seguridad interior y exterior. Por su parte, México y su Ley Federal de Extinción de Dominio hacer referencia a la delincuencia organizada, delitos contra la salud, secuestro, robo de vehículos y trata de personas. Por todo lo expuesto, y teniendo en cuenta que la Argentina se encuentra atrasada con respecto a la sanción de una Ley de Extinción Dominio en comparación con cinco de sus vecinos regionales, creemos que el presente proyecto busca realizar un salto cualitativo en

“2016– Año del Bicentenario de la Declaración de la Independencia Nacional”

la materia, y es por estos motivos que solicito a mis pares que acompañen el presente proyecto de ley. Gabriela Michetti. -

(III)

PROYECTO DE LEY

El Senado y Cámara de Diputados,…

EXTINCION DE DOMINIO DE BIENES VINCULADOS A LA CRIMINALIDAD COMPLEJA

Artículo 1 – Objeto. La presente ley tiene por objeto regular la acción y el proceso de extinción de dominio, así como establecer los mecanismos de administración y destino de los bienes, efectos e instrumentos que se hayan utilizado o provengan de delitos relativos al narcotráfico, la trata de personas, y la corrupción. Artículo 2 – Definición. Se entiende por extinción de dominio la pérdida del derecho patrimonial sobre un bien a favor del Estado, sin contraprestación ni compensación de naturaleza alguna para el titular o beneficiario real, y sin necesidad de condena penal. Artículo 3 – Acción. La extinción del derecho de dominio se declara mediante sentencia judicial y procede en relación a los bienes provenientes directa o indirectamente de las actividades ilícitas previstas en los artículos 5 – con excepción de los supuestos descriptos en los dos últimos párrafos - 6 (primer y tercer párrafo), 7, y concordantes, de la Ley Nacional de Estupefacientes Nº 23.737, y los artículos 145, 145 bis, 145 ter, 146, 148 bis, 210, 210 bis, 256, 256 bis, 257, 258, 258 bis, 259, 260, 261, 262, 263, 264, 265, 266, 267, 268, y 286 del Código Penal de la Nación. Artículo 4 – Naturaleza. La acción y el proceso de extinción de dominio materia de la presente ley son de carácter real, de contenido patrimonial, y autónomos con respecto a otras acciones y procesos. Procede contra el titular real o presunto, o contra los beneficiarios reales de los bienes, independientemente de quien los tenga en su poder o los haya adquirido. Artículo 5 – Competencia. Los procesos de extinción de dominio se tramitan ante el fuero civil y comercial federal. Estas acciones deben ser promovidas por el Ministerio Público Fiscal, de oficio, o a pedido de un particular, funcionario u organismo público, cuando éste tome conocimiento de alguna de las causales establecidas en el artículo 6.El proceso será conocido en primera instancia por el tribunal del lugar donde se encuentren ubicados o se descubran los bienes, efectos e instrumentos vinculados a cualquiera de los delitos mencionados en el artículo 3.

“2016– Año del Bicentenario de la Declaración de la Independencia Nacional”

Artículo 6 – Causales. La acción de extinción de dominio procede en los siguientes supuestos: a) Cuando la acción por alguno de los hechos ilícitos enumerados en el artículo 3 ha prescripto, o cuando se ha extinguido por fallecimiento, declaración de inimputabilidad del acusado, o cualquier otro motivo de suspensión o extinción de la acción penal, b) Cuando el acusado por alguno de los hechos ilícitos enumerados en el artículo 3 ha sido declarado en rebeldía o se ha fugado, c) En el caso de bienes abandonados, d) Cuando el acusado no puede demostrar fehacientemente el origen lícito de los bienes, o el juez interviniente considera suficientemente acreditado que los mismos son instrumento, objeto o producto de las actividades ilícitas enumeradas en el artículo 3, e) Cuando existe un incremento patrimonial no justificado, que permite considerar razonablemente que proviene de las actividades ilícitas enumeradas en el artículo 3, f) Cuando en general, las actividades ilícitas descriptas precedentemente se vinculan a las mencionadas en el artículo 1 de esta Ley. Artículo 7 – Bienes alcanzados. Podrán ser alcanzados por la acción de extinción de dominio los bienes que: a) son instrumento, objeto o producto de las actividades ilícitas enumeradas en el artículo 3. b) provienen de la transformación o conversión total o parcial, física o jurídica, de instrumentos, objetos o productos de las actividades ilícitas enumeradas en el artículo 3, c) constituyen ingresos, frutos, rentas, rendimientos u otros beneficios derivados de esos mismos bienes, d) tienen origen lícito pero son utilizados para ocultar bienes de procedencia ilícita. Artículo 8: Para los efectos de la presente ley se entienden bienes sujetos a extinción de dominio, todos los que son susceptibles de valoración económica, muebles o inmuebles, tangibles o intangibles, y en general todos sobre los que recae o pueda recaer el derecho de propiedad. Igualmente, quedan comprendidos los frutos de esos bienes y sus respectivas rendiciones. Artículo 9 – Bienes por valor equivalente. Cuando no resulta posible aprehender materialmente, identificar, localizar o incautar los bienes muebles, inmuebles y activos financieros comprendidos en el artículo 7, o cuando se acreditan los derechos de propiedad sobre los mismos de un tercero de buena fe, la acción de extinción de dominio procede sobre otros bienes de origen lícito que tengan un valor equivalente. Artículo 10: La extinción de dominio procede respecto de los bienes objeto de sucesión por causa de muerte, cuando los bienes han sido adquiridos por los causantes en cualquiera de los supuestos establecidos en el artículo 7. Artículo 11 – Debido proceso. En el ejercicio y trámite de la acción de

“2016– Año del Bicentenario de la Declaración de la Independencia Nacional”

extinción de dominio, debe garantizarse el debido proceso y el derecho de defensa, permitiendo a la persona que puede resultar afectada, presentar pruebas, intervenir en el proceso, y oponerse a las pretensiones que se están haciendo valer en contra de los bienes. Artículo 12 - Medidas cautelares. Sobre los bienes sujetos a extinción de dominio se pueden aplicar medidas cautelares, a fin de asegurar la cosa o bien objeto del juicio y de tal modo pueda hacerse efectiva la extinción de dominio. Artículo 13 – Prioridad de cobro de acciones civiles. Las acciones civiles por el mismo hecho llevadas adelante con miras a obtener resarcimiento o reparación por daños, tienen prioridad de cobro frente al Estado. Artículo 14 – Imprescriptibilidad. La acción de extinción de dominio es imprescriptible. Artículo 15 – Normas de procedimiento. Los procesos de extinción de dominio se rigen por esta Ley y subsidiariamente por las normas del proceso sumarísimo establecido en el Código Procesal Civil y Comercial de la Nación. Artículo 16- Cooperación internacional. El Poder Ejecutivo Nacional debe promover la celebración de tratados y convenios internacionales de asistencia recíproca, tanto para facilitar la aplicación de la presente ley respecto de bienes que se encuentran en el extranjero, como para prestar colaboración en procesos de extinción de dominio iniciados en otros países respecto de bienes ubicados en territorio nacional. Artículo 17.- Destino de los bienes. Los bienes, efectos e instrumentos cuya extinción de dominio ha sido declarada de acuerdo al procedimiento establecido en la presente Ley, deben destinarse a reparar el daño causado a la sociedad, a las víctimas o al Estado, y en particular a la prevención, investigación, persecución y control del delito, al desarrollo de programas educativos y a la asistencia, rehabilitación e inserción de las víctimas. Artículo 18.- Administración de los bienes. Créase, en el ámbito del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos, la Dirección Nacional de Administración de Bienes en Extinción de Dominio –DINABED-, que tendrá a su cargo la custodia, administración, conservación y disposición de los bienes sujetos a extinción de dominio conforme a la presente ley, cuando así lo resuelva el Juez o Tribunal competente. Artículo 19 - La DINABED, en tanto órgano de custodia, administración y conservación de los bienes sujetos a extinción de dominio, tiene las siguientes obligaciones: a. Interviene como parte en los incidentes que se promueven en el marco de lo previsto en la presente ley; b. Verifica el contenido, la cantidad, la naturaleza y el estado de conservación de los bienes recibidos;

“2016– Año del Bicentenario de la Declaración de la Independencia Nacional”

c. Mantiene los bienes en buen estado de conservación, para lo cual puede realizar todos los actos jurídicos que resultan pertinentes; d. Mantiene un registro público de los bienes bajo su administración; e. Instrumenta los procedimientos de subasta pública; f. Presenta semestralmente informes de evaluación de gestión y cumplimiento ante el órgano de control. Artículo 20.- Control. La Auditoría General de la Nación cumple funciones de auditoría y control del funcionamiento del ente de custodia administración y conservación de los bienes incautados, así como también en el proceso de subasta pública. Artículo 21.- Invítase a las provincias y a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, en el ámbito de sus competencias, a adherir al régimen procesal previsto en la presente ley. Artículo 22.- Esta Ley es de orden público y tiene carácter operativo. Artículo 23.- Comuníquese al Poder Ejecutivo. Fernando E. Solanas. –

FUNDAMENTOS Señora Presidente: Hasta no hace muchos años se atribuía escasa relevancia a la privación de los bienes de origen ilícito en poder de los delincuentes. Una razón de ello era que el proceso penal se dirigía en esencia a la sanción del delito y no tanto a la recuperación de los activos. Pero también lo era por la escasez de medios a disposición de las autoridades judiciales para localizar e identificar tales activos ilícitos. En las últimas décadas, el delito, y sobre todo el relacionado a las diversas manifestaciones de la criminalidad compleja, se ha convertido en un negocio que genera un volumen de riqueza muy importante. Para luchar contra esta forma ilícita de negocio, una política criminal moderna y eficaz debe por ello estar también dirigida a privar a los delincuentes de las ganancias que ingresan procedentes de sus actividades delictivas, con el objetivo central de asfixiar económicamente a las organizaciones criminales y eliminar la que en definitiva es la motivación de tales actividades. La insuficiencia del decomiso como herramienta para enfrentar la criminalidad compleja. El decomiso, como sanción penal, se encuentra establecido en el artículo 23 del Código Penal de la Nación, que establece que “en todos los casos en que recayese condena por delitos previstos en este Código o en leyes penales especiales, la misma decidirá el decomiso de las cosas que han servido para cometer el hecho y de las cosas o

“2016– Año del Bicentenario de la Declaración de la Independencia Nacional”

ganancias que son el producto o el provecho del delito, en favor del Estado nacional, de las provincias o de los municipios, salvo los derechos de restitución o de indemnización del damnificado y de terceros”. Pueden ser objeto de decomiso todas las cosas –objetos materiales susceptibles de valor- que hayan sido efectivamente utilizadas en la comisión de una conducta delictiva. El juez deberá valorar en este caso la “causalidad” y verificar que el bien fue un medio necesario para la comisión del delito. La medida procede fundamentalmente contra el autor y los partícipes (excepcionalmente contra terceros). Además, el instrumento debe haber sido utilizado en la etapa ejecutiva del delito, no contra los bienes utilizados en los actos preparatorios. Tampoco comprende los ingresos derivados de dichos instrumentos. Durante dicho proceso penal, y antes de la sentencia, el juez puede dictar como medidas cautelares el secuestro, la incautación o el congelamiento de los bienes. Para ello, debe respetar el principio de inocencia del imputado y los bienes deben ser conservados en su valor para la eventual devolución a su titular en caso de que la sentencia no disponga el decomiso o, si lo decreta, hacer efectiva la ejecución. Asimismo, el párrafo sexto del artículo 23 del Código Penal de la Nación establece el decomiso penal sin condena en ciertos casos, al señalar que “en caso de los delitos previstos en el artículo 213 ter y quáter (derogados por la Ley Antiterrorista) y en el Título XIII del libro Segundo de éste Código (Delitos contra el orden económico y financiero), serán decomisados de modo definitivo, sin necesidad de condena penal, cuando se hubiera podido comprobar la ilicitud de su origen, o del hecho al que estuvieren vinculados, y el imputado no pudiere ser enjuiciado por motivo de fallecimiento, fuga, prescripción o cualquier otro motivo de suspensión o extinción de la acción penal, o cuando el imputado hubiere reconocido la procedencia o uso ilícito de los bienes”. Lamentablemente, en nuestro país, el decomiso de las ganancias provenientes de la criminalidad compleja se presenta en un número relativamente bajo de sentencias condenatorias. Las investigaciones que avanzan sobre el poderío económico de la criminalidad organizada son una deuda social pendiente atribuible a jueces y fiscales. Por diversos motivos es frecuente que el proceso se dilate mucho en el tiempo. Es habitual que los procesos en los que están involucrados grupos criminales organizados revistan gran complejidad en cuanto a su investigación e instrucción. Ello supone que transcurra un largo tiempo entre el momento en el que se decomisan los bienes y aquel en el que se dicta sentencia que impone el comiso y esta es ejecutada. Esto puede motivar que las cosas decomisadas sufran una pérdida del valor por el paso del tiempo (vehículos, barcos, aeronaves, etc.) Además, la configuración clásica del comiso plantea dificultades de

“2016– Año del Bicentenario de la Declaración de la Independencia Nacional”

aplicación práctica, sobre todo de carácter probatorio, y se revela como un instrumento poco satisfactorio para recuperar activos ilícitos. La necesidad de que exista un proceso penal motiva que, en caso de que éste proceso no pueda iniciarse o que el mismo se paralice o suspenda (por razones de fallecimiento, fuga o defectos de forma durante el proceso, por ejemplo), el decomiso no se llegue a imponer de manera definitiva. Asimismo, en el caso del decomiso se plantean obstáculos relacionados a aspectos probatorios. El proceso penal requiere en esencia que se desvirtúe la presunción de inocencia de manera que quede acreditado, más allá de toda duda razonable, la responsabilidad criminal del imputado. Y precisamente esto puede ser complicado cuando no existan pruebas suficientes para alcanzar una condena penal del presunto responsable, lo que impedirá el decomiso de bienes que son manifiestamente de origen ilícito. Por ello, es imprescindible implementar herramientas legales que, sin renunciar a la persecución penal de los criminales, avancen sobre las riquezas generadas por esta actividad ilícita y favorezcan la recuperación de dichos bienes para el Estado. Nuevas herramientas de política criminal en el derecho comparado: el decomiso anticipado y la extinción del dominio. Las respuestas tradicionales al delito, tales como las penas privativas de libertad y las multas, se han revelado como poco eficaces contra el crimen organizado. Por ello, un complemento esencial de ellas es actuar decididamente contra los bienes (y no sólo contra las personas). Y en esta estrategia cobran sin dudas especial protagonismo las herramientas de decomiso anticipado y extinción de dominio de tales bienes y riquezas. Los delitos relacionados a la criminalidad compleja suelen ser enormemente rentables y generan grandes cantidades de beneficios económicos. Normalmente es la obtención de lucro lo que guía a este tipo de delincuentes. Por eso, una finalidad esencial de la investigación y sanción de estos delitos ha de ser la búsqueda, incautación y decomiso de los efectos y objetos del delito. En este marco, se está dando a esta consecuencia del delito una configuración más moderna, que pretende facilitar la prueba del origen delictivo de los bienes y activos. Esta tendencia tiene su origen en diversas normativas internacionales, que recomiendan a los Estados a introducir en su Derecho interno esta moderna institución jurídica. Así, la Convención de las Naciones Unidas contra el tráfico ilícito de estupefacientes y sustancias sicotrópicas, suscripta en Viena el 20 de diciembre de 1988 contiene disposiciones muy amplias sobre el comiso. Incluso el art. 5.7 permite (no obliga) a los Estados parte la inversión de la carga de la prueba (siempre que sea compatible con el Derecho interno del Estado) respecto del origen de los productos o bienes vinculados al tráfico de drogas a efectos de su comiso. En la misma línea, el Convenio de Naciones Unidas sobre Crimen

“2016– Año del Bicentenario de la Declaración de la Independencia Nacional”

Organizado de 2001, en su art. 12.7, recomienda asimismo la posibilidad de exigir al delincuente que demuestre el origen lícito del presunto producto del delito u otros bienes expuestos a decomiso, siempre que tal práctica sea conforme a los principios del Derecho interno. Y el artículo 31.8 del Convención de las Naciones Unidas Contra la Corrupción también prevé una disposición similar. En Europa, el prototipo de esta configuración más moderna es el denominado “comiso ampliado” o potestad de decomiso ampliada (confiscaallargata, extended forfeiture, erweiterteverfall). Son numerosas las legislaciones que, para hacer frente al crimen organizado y también al terrorismo, han incorporado en sus ordenamientos jurídicos disposiciones que amplían considerablemente el campo de aplicación del comiso. La ya mencionada Convención de las Naciones Unidas Contra la Corrupción recomienda a los Estados Partes “la posibilidad de adoptar las medidas que sean necesarias para permitir el decomiso de esos bienes sin que medie una condena, en casos en que el delincuente no pueda ser enjuiciado por motivo de fallecimiento, fuga o ausencia, o en otros casos apropiados” (art. 54.1) El Convenio Europeo de Varsovia de 16 de mayo de 2005 relativo al blanqueo, seguimiento, embargo y decomiso de los productos del delito y a la financiación del terrorismo dispone que “las partes han de adoptar las medidas necesarias para exigir que el autor de algún delito grave demuestre el origen de sus bienes sospechosos de ser productos del delito u otros bienes susceptibles de ser decomisados”. A tal efecto, la Decisión marco2005/212/JAI del Consejo de Europa de 24 de febrero de2005, relativa al decomiso de los productos, instrumentos y bienes relacionados con el delito, contiene una minuciosa regulación del comiso de los productos del delito. El artículo3 alude expresamente al comiso ampliado o potestad de comiso ampliada, y constituye el “auténtico valor añadido” de la misma. Este precepto obliga a los Estados miembros a proceder al comiso total o parcial de los bienes que pertenezcan a una persona condenada por delitos de terrorismo o cometidos en el marco de una organización delictiva (falsificación del euro, blanqueo de capitales, trata de personas, inmigración ilegal, explotación sexual, pornografía infantil, tráfico de drogas y terrorismo), reconociéndose el comiso ampliado en 3 supuestos posibles: a) cuando un órgano jurisdiccional, con base en hechos concretos, está plenamente convencido de que los bienes de que se trata provienen de actividades delictivas desarrolladas por la persona condenada durante un período anterior a la condena por el delito; b) o bien cuando un órgano jurisdiccional nacional, basándose en hechos concretos, está plenamente convencido de que los bienes de que se trata provienen de actividades delictivas similares desarrolladas por la persona condenada durante un período anterior a la condena por el delito; c) o bien cuando se tenga constancia de que el valor de la propiedad es desproporcionado con respecto a los ingresos legales de la persona condenada y un

“2016– Año del Bicentenario de la Declaración de la Independencia Nacional”

órgano judicial nacional, basándose en hechos concretos, esté plenamente convencido de que los bienes en cuestión provienen de la actividad delictiva de la persona condenada. En estas tres situaciones, para la Directiva Europea se pueden decomisar bienes que no tienen su origen en el delito por el que el sujeto ha sido condenado, esto es, no existen vínculo o nexo entre el delito por el que se condena al sujeto y los bienes que se decomisan. Debe señalarse que, de forma directa o indirecta, se prevé alguna de estas modalidades en Bulgaria, Alemania, Finlandia, Portugal, Irlanda, Estonia, República Checa, Francia, Dinamarca y los Países Bajos. Otros países no europeos dentro del sistema de CommonLaw también han adoptado alguna de estas modalidades de decomiso ampliado: Estados Unidos, algunos estados australianos y canadienses, Sudáfrica, Filipinas, Fiji, etc. En América Latina, la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), a través de su Programa de Asistencia Legal en América Latina y el Caribe (LAPLAC), avanzó incluso en la elaboración de un modelo regional de ley de decomiso sin condena bajo la figura de “extinción de dominio”. En este contexto, estas nuevas herramientas se han venido configurando en la región latinoamericana como un procedimiento totalmente autónomo e independiente del penal, in rem (de carácter civil), que se dirige a privar de la propiedad de los bienes de origen delictivo, sin plantearse cuestiones relacionadas con la responsabilidad criminal de los sujetos. El ejemplo más relevante de esta estrategia es el de Colombia, con su Ley 793 de 2002 d extinción de dominio. En dicho país, la acción procede contra tres actividades ilícitas: el delito de enriquecimiento ilícito, las conductas cometidas en perjuicio del Tesoro Público, y las actividades que impliquen un grave deterioro a la moral social (narco criminalidad, delitos contra el medio ambiente, la seguridad pública, secuestro, trata de personas, tráfico de inmigrantes, etc.) La ley prevé asimismo un Fondo para la Rehabilitación, Inversión Social y Lucha contra el Crimen Organizado, integrado por el producto de la venta y administración de los bienes cuya extinción de dominio ha sido declarada. En Guatemala, la Ley de Extinción de Dominio 55-2010 tiene como objetivo la identificación, localización, recuperación, repatriación, y la regulación de la extinción de los derechos relativos al dominio de los bienes, ganancias, frutos y rendimientos de origen o procedencia ilícita o delictiva, a favor del Estado. En lo que hace a las actividades ilícitas en relación a las cuales este procedimiento puede proceder, la legislación contempla -al igual que en el caso colombiano- un amplio catálogo de conductas asociadas tanto a la criminalidad organizada como al delito común (narcocriminalidad, lavado de dinero, defraudación aduanera, contrabando, fraude, financiamiento del terrorismo, entre otros). En la legislación guatemalteca también se observa la existencia de un organismo con personalidad jurídica propia

“2016– Año del Bicentenario de la Declaración de la Independencia Nacional”

encargado de la administración de los bienes y la gestión de dos fondos: el Fondo de Dineros Incautados y el Fondo de Dineros Extinguidos. Otro de los países que cuenta con una legislación específica en materia de extinción de dominio es Honduras. En este sentido, el decreto 27-2010 regula el procedimiento identificado como de “privación definitiva del dominio de bienes de origen ilícito”. Respecto a su naturaleza, y al igual que en Colombia y Guatemala, se trata de un proceso caracterizado por ser de orden público, naturaleza autónoma e independiente de cualquier otra acción de tipo penal, y se gestiona como un proceso especial. Con relación a las actividades ilícitas que pueden dar lugar al ejercicio de la privación definitiva de dominio, la ley hondureña también contempla un amplio catálogo de actividades: narcoactividad, enriquecimiento ilícito, lavado de activos, terrorismo, extorsión, explotación sexual, etc. Por último, también en esta ley se prevé la creación de un fondo (Fondo Especial para la Prevención Social y la Lucha Contra la Criminalidad), que se destina en gran parte a las unidades que trabajan directamente en la lucha contra la criminalidad organizada. Una de las leyes específicas sobre extinción de dominio más recientes en la región es la que actualmente rige en Perú. En dicho país, la Ley 29912 y su decreto modificatorio 1104/2012 regulan la aplicación y los procesos de pérdida de dominio, estableciendo asimismo los mecanismos de distribución y administración de los bienes o fondos recaudados. Entre los delitos sobre los cuales puede proceder la pérdida de dominio se encuentran el tráfico ilícito de drogas, terrorismo, secuestro, lavado de activos, trata de personas, defraudación tributaria, tráfico de influencias, minería ilegal, entre otros. Para la recepción, registro, calificación, custodia, seguridad, conservación y administración de los bienes y ganancias generadas por la comisión de esos delitos, se creó la Comisión Nacional de Bienes Incautados (CONABI), que deberá destinar el producto de la venta y administración de los mismos preferentemente a la lucha contra la minería ilegal, la corrupción y el crimen organizado. Por último, en México la extinción de dominio tiene incluso rango constitucional. En dicho país la Ley Federal de Extinción de Dominio, reglamentó el artículo 22 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, regulando dicho procedimiento autónomo de la acción penal. Dicha acción procede sólo en cuanto a los delitos de delincuencia organizada; delitos contra la salud (narcotráfico), secuestro, robo de vehículos; y trata de personas. En cuanto al destino de los fondos, éstos se destinan fundamentalmente a la Reparación del daño causado a las víctimas u ofendidos por tales delitos. La extinción de dominio. La extinción de dominio es la pérdida del derecho de propiedad a favor del Estado, sin contraprestación ni compensación de naturaleza alguna para su titular. Se trata de una acción de carácter autónomo, y se dicta mediante sentencia judicial cuando se acredite, entre otras cosas, que los

“2016– Año del Bicentenario de la Declaración de la Independencia Nacional”

bienes proceden directa o indirectamente de una actividad ilícita. Lo importante de esta modalidad es que tiene carácter real, es decir, se dirige contra los bienes, y no es de naturaleza penal. Es decir, no va contra las personas sino contra los bienes. Además, entre sus ventajas, esta acción puede ser interpuesta con criterios probatorios menos estrictos que el decomiso penal. La extinción de dominio se aplica entonces sobre aquellos objetos, instrumentos, efectos o ganancias que por fundadas evidencias se presume son producto directo o indirecto de actividades delictivas. También procede sobre bienes de la titularidad del agente del delito cuando se determine que el mismo ha generado efectos o ganancias; sobre las que se mantienen ocultos; o han sido transferidos a terceros. Por su naturaleza y alcance, la extinción de dominio se constituye en un mecanismo novedoso y una respuesta eficaz contra el crimen organizado, ya que se enfoca exclusivamente en la persecución de toda clase de activos que integran la riqueza derivada de la actividad criminal. La extinción de dominio no tiene los mismos fines que la pena o sanción criminal, sino que persigue remediar un estado patrimonial ilícito surgido como consecuencia de la comisión de un delito. Debe señalarse que esta herramienta es absolutamente compatible con el pleno reconocimiento del derecho a la propiedad, en el entendimiento de que los bienes adquiridos con capitales ilícitos no pueden bajo ningún caso adquirir legitimidad ni gozar de protección legal. La extinción de dominio sin condena penal comprende bienes que son instrumento o producto de actividades ilícitas que, por sus características asociadas a fenómenos de criminalidad organizada, afectan derechos individuales y colectivos fundamentales. En este sentido, debe señalarse que el derecho de propiedad consagrado por los artículos 14 y 17 de nuestra Constitución Nacional no reviste carácter absoluto, sino que su reconocimiento está sujeto al cumplimiento de su función social y, por ende, cede cuando se afecta el orden público y el bienestar general. En consecuencia, este derecho no puede ser reconocido cuando se trate de bienes obtenidos de actividades ilícitas, ni gozarán de protección constitucional ni legal cuando sean destinados a ellas. Por último, debe señalarse que el presente proyecto se basa en la iniciativa que oportunamente presentara el Senador Rubén Giustiniani (Exp. S-198/14), y que acompañáramos con nuestra firma, así como en la Ley Modelo de Extinción de Dominio que impulsa la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODOC) Por las razones expuestas, solicitamos la aprobación del presente proyecto de ley. Fernando E. Solanas. -