Ianua Mystica Nº5 - Enero 2013

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Nº5 de Ianua Mystica, el fanzine digital (Publicado por la Asociación Ianua Mystica bajo licencia Creative Commons BY-NC-SA 3.0)

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  • ENERO 2013 2 Ianua Mystica

    editorial

    L o primero de todo, quiero desear un feliz ao 2013 a todos los que nos siguen a travs de estas pginas, y que venga colmado de magnficos proyectos y grandes xitos para todos.

    Como era de esperar, el fin del mundo anunciado por muchos en base a la interpretacin del calendario maya, pas de largo y sin dejar huella (exceptuando la decepcin de algunos que anhelaban que se produjese un cataclismo o algo parecido). Y eso que los mayas no dijeron nunca que el mundo terminaba en estas fechas, es ms, incluso en muchas de sus inscripciones como en las del templo en Palenque, hablan de fechas en un futuro muy lejano, como el ao 4772 D.C. A la huma-nidad le queda cuerda para rato.

    En este nmero de Ianua Mystica abarcamos el gnero de la ciencia ficcin, adems de presentar un artculo de gran inters sobre el Transhumanismo, de manos de Nieves Delgado.

    En nuestra seccin de entrevis-tas, Jordi nos acerca ms a uno de nuestros colaboradores, Vctor Valenzuela, autor de la novela Los ltimos libres, y Enrique nos presenta a R. J. Codes Mendoza,

    un artista que plasma su obra sobre la piel. Pero como sabemos que habis sido muy buenos este ao, seguimos con los regalos.

    Sewo, nuestro doctor particular nos trae otra de sus criaturas descubiertas en una nueva aventura, el Guardin Sacro, a la que hemos adaptado a las reglas de D&D para el disfrute de los seguidores de este juego. No contentos con esto, scar Daz y Jess Martnez nos deleitan con Los altares de Olmia, un formidable mdulo tambin para D&D.

    Aunque no todo iba a girar en torno al mundo de los dragones y de las mazmorras, tenemos tambin vampiros y hombres lobo en nuestra seccin de Reglas alternativas, y no nos olvidamos del resto, como nuestro bestiario, reseas literarias, relatos, curiosidades de la historia y como no, el peculiar

    punto de vista sobre las cosas de nuestro caracterstico compaero, Archived. Espero que disfrutis leyendo este nmero tanto o ms como nuestro equipo lo ha hecho durante su edicin.

    J.R.

    QU HARS MAANA?

    "Aunque supiera que maana

    el mundo fuera a desmoronarse, de todas maneras plantara

    mi manzano.

    Ilustracin original: Luca Meijide

    Oro, incienso y mirra, los regalos que los magos de oriente llevaron a Jess.

    El incienso en reconocimiento como Dios, el oro como rey y la mirra como hombre.

    Hay personas que tienen marcada en su agenda anual el advenimiento del fin del mundo. Muchas profecas han proclamado en innumerables ocasiones este acontecimiento. Si miramos atrs en el tiempo y anali-zamos las veces que el mundo ha llegado a su fin, podemos sacar dife-rentes intereses para estas profecas: poder, gobierno, negocio, religin, afn de protagonismo Cul de

    ellas tendr en mente el tipo del reloj?

    Ao nuevo,

    vida nueva

    si el apocalipsis nos lo permite.

    Martn Lutero.

  • NOVIEMBRE 2012 3 Ianua Mystica

    Ianua Mystica N 5 / ENERO 2013 SUMARIO

    Un paseo por la senda La pregunta correcta por Nieves Delga-do y Grungnir de Vctor Valenzuela.

    4

    El panten de los maestros: HOMERO La Iliada, es la precursora de La Odisea, que ha sido descrita como el libro de la inteligencia y la astucia.

    22

    Resea: TAU ZERO Novela enmarcada dentro de la Hard Sf. Su autor, Poul Anderson.

    30

    Resea: LA VOZ DE LOS MUERTOS Del autor de la afamada novela El juego de Ender, nos llega una novela al estilo Soft Sf.

    33

    Entrevista:

    VCTOR M. VALENZUELA Autor de Los ltimos libres, se considera as mismo un ciudadano del mundo, habiendo trabajado en ocho pases.

    43

    Transhumanismo Puede el hombre saltarse la evolucin natural y avanzar de un modo dirigido y consciente?

    36

    Gneros literarios:

    CIENCIA FICCIN Ya sea en papel, formato digital, en cine o televisin, las obras de este gnero siempre nos acompaan.

    48

    La gente de aqu:

    R.J. CODES MENDOZA Nos adentramos en el estudio de este artista Cordobs que nos revela su modo de entender el tatuaje.

    55

    ARTCULOS

    Los guios de la historia: TODOS LOS CAMINOS... En ocasiones, los problemas ms complejos tienen la solucin ms sencilla. Un metro y poco ms...

    58

    Archived S.Prowl: QUERIDOS REYES MAGOS S, aunque no lo crean, ha sido bueno y escribi la carta.

    60

    No insensatos, no! Dispara primero, pregunta despus. Algo comn en las partidas de rol.

    62

    El animalario del Dr. Sewo:

    GUARDIN SACRO Los saltos del doctor lo llevan a lugares inverosmiles. En esta ocasin conoce a un peculiar anciano.

    66

    Rol: Vampiro/Hombre lobo REGLAS ALTERNATIVAS Experiencia, maduracin y poder relativo de los vampiros. Dones del Soador para los hombres lobo.

    71

    Cubil de bestias: DRAGN Temidos por unos, adorados por otros. Para nadie indiferentes.

    77

    Aventura para D&D: Los altares ocultos de Olmia. En el pueblo de Olmia estn pasando cosas muy raras. La familia Lornel contrata a los aventureros para que busquen a uno de sus allegados, Dorian. La bsqueda los conducir a profundos rincones bajo tierra.

    83

    SECCIONES

    LA SENDA DEL PARNASO

    DIRECTOR

    MAQUETACIN Y DISEO

    J.R. Egusquiza Fernndez

    REDACCIN

    Enrique Cabrera Cebrero

    Daniel Cabrera Cebrero

    Antonio Lpez Calvo

    EQUIPO Y COLABORADORES

    J.R. Egusquiza Fernndez

    Enrique Cabrera Cebrero

    Daniel Cabrera Cebrero

    Antonio Lpez Calvo

    Luca Meijide Rodrguez

    scar Daz Olivares

    Andrs Cabrera Cebrero

    Jordi Nogus Aymerich

    Vctor Manuel Valenzuela

    Jess Martnez Merino

    Nieves Delgado

    EDITA

    Ianua Mystica

    Con la denominacin de ASOCIACIN IANUA MYSTICA,

    se constituye en CRDOBA (CRDOBA), el da 12 de

    MARZO de 2012, una organizacin de naturaleza

    asociativa y sin nimo de lucro al amparo de lo

    dispuesto en el artculo 22 de la Constitucin

    Espaola, en la Ley Orgnica 1/2002 de 22 de marzo,

    reguladora del Derecho de Asociacin, y dems disposiciones vigentes directas en desarrollo y

    aplicacin de aqulla, en la Ley 4/2006 de 23 de

    junio, de Asociaciones de Andaluca, as como en las disposiciones normativas concordantes.

    IANUA MYSTICA N 5

    (Enero 2013)

    Una publicacin de Ianua

    Mystica con licencia

    La titularidad de los contenidos introducidos por los

    usuarios pertenece a sus correspondientes autores. La

    ASOCIACIN IANUA MYSTICA, editora de Ianua

    Mystica, no se responsabiliza de las opiniones emitidas por los autores de dichos contenidos. Las marcas de

    terceros que pueden aparecer en el fanzine pertenecen a

    los terceros titulares de las mismas. Las imgenes

    contenidas en este fanzine pertenecen a sus

    correspondientes autores.

    Ms informacin sobre las licencias de IM

    REDACCIN

    ESPAA, 14009, Crdoba

    [email protected]

  • ENERO 2013 4 Ianua Mystica

    Ahh, lectura, divina lectura. Al pare-

    cer me he portado bien en el 2012 y

    como haca ya tiempo que quera

    hacerme con un libro electrnico, los

    reyes han cumplido mi deseo. Una vez

    en mis manos he descubierto sus ven-

    tajas, pero, tambin que no todo el

    monte es de organo. Como todo en

    esta vida, ser cuestin de gustos.

    El eBook es una excelente herra-

    mienta, prctica y cmoda, puedes

    llevar toda tu librera en un bolsillo

    adems de aprovechar otras presta-

    ciones que ofrece. Sin embargo, y

    digo esto desde mi punto de vista par-

    ticular, no se disfruta de la lectura del

    mismo modo que con el libro de papel.

    Quiz sea por esos pequeos detalles

    que hacen que las cosas sean distin-

    tas. El simple hecho de pasar las

    hojas conforme avanza la lectura, me

    gusta; utilizar un separador de pginas

    cuando haces un alto para no perder

    la pgina por la que ibas, me gusta; el

    olor de los libros, me gusta; su tacto

    Estos placeres que los amantes de la

    lectura sabemos apreciar, se desvane-

    cen ante la pantalla de 6 de mi

    eBook. Me viene a la mente la novela

    La historia interminable, de Michael

    Ende, impresa en dos colores de tinta

    distintos (verde y rojo) para diferenciar

    las dos partes en las que se narra la

    historia: una en la que transcurre la

    trama del mundo de Fantasa donde

    su protagonista es Atreyu, y la otra

    para el mundo real, en el que Bastin

    est leyendo el libro de la Historia

    Interminable. No imagino cmo se

    vera dentro de mi eBook a pesar de

    ser de tinta electrnica E-Ink Pearl con

    16 niveles de grises, lo ltimo en tec-

    nologa. No obstante, reconozco que

    es un excelente complemento para los

    que nos gusta leer, hacindolo ms

    llevadero en algunos lugares o en

    determinadas circunstancias.

    Es posible que con el tiempo me

    acostumbre ms al eBook, pero de

    momento, en mi mesita de noche

    sigue habiendo un lugar reservado

    para un libro de papel.

    De todas formas, sea cual sea

    el formato (papel, papiro, tablillas o

    digital), la literatura seguir entre

    nosotros, los cuentos y la fantasa nos

    acompaarn a la luz de la lamparita y

    por ello mantenemos abierta una puer-

    ta que te gue hacia nuestra senda

    particular. Date un paseo por ella y

    disfruta de sus historias.

    LA SENDA DEL

    PARNASO

    J.R.

    UN PASEO POR LA SENDA

    Interior de la novela La historia interminable, de Michael Ende.

  • ENERO 2013 5 Ianua Mystica

    Nieves Delgado

    LA SENDA DEL PARNASO

    Silencio. Oscuridad. Quietud. El paso del tiempo. Los segundos que caen uno tras otro como fichas de domin. El zumbido sordo de los aparatos elctricos en standby. Los pequeos ruidos amortiguados que llegan de los otros apartamentos. La humedad en el ambiente. Ms segundos fusionndose en minutos. Ms minutos. Ms silencio. Un sonido al fondo, en la habitacin principal. Alguien tose, y parece que se revuel-ve en la cama. Un nuevo silencio. Ms segundos cayendo. Una puerta que se abre al final del pasillo. Una luz tenue que perfila una silueta masculina. Un hombre que se acerca tambaleante. El sonido de sus pasos. La luz de la cocina que se enciende.

    Hola, Samuel la voz humana rompiendo el aire.

    Hola, Danny. Ests bien?

    S est desorientado, aunque intenta disimularlos, gracias. He tenido una pesadilla, eso es todo. Dnde est Andrew?

    Est actualizando su software. Hemos recibido nuevas aplicaciones que permiten

    optimizar la utilizacin de bots en la Red. Yo ya las he instalado Danny afirma con la

    cabeza y cierra los ojos mientras le hablo; no son precisas ms explicaciones. Necesitas algo?

    Bueno S, tal vez necesitara volver a nacer de nuevo. Pero creo que me conformar con tomar algo caliente y ver si cojo el sueo otra vez. Inicio un chequeo superficial del estado de Danny. Ojos entrecerrados, incipientes ojeras, ligera sudoracin en el cuello. No parece nada grave.

    Sintate, te preparar algo. Me hace caso y se sienta mientras me dirijo a la despensa. La abro y echo un vistazo dentro.

    No tienes gran cosa para tomar a las tres de la madrugada; unas cuantas infusio-

    nes, aunque la mayora de ellas tienen excitantes, algo de leche Danny sigue observndome, lo ha hecho durante todo el tiempo mientras me diriga a la despensa, lo he notado. Ya estoy acostumbrado a la curiosidad de los humanos, no pueden evitarlo.

    Un t estar bien.

    Un t no te ayudar a dormir, pero te lo puedo preparar con leche si quieres. Me hace un gesto con la mano indicando que no importa, que se lo prepare igualmen-te. Inclino la cabeza en seal de afirmacin y me dirijo a la encimera con las hojas de t en la mano. Preparo la infusin manualmente, s que a Danny le gusta ms as que hecha en el dispensador de bebidas. Vuelvo junto a l mientras la dejo reposar. Tiene la cabeza apoyada sobre una mano, en un gesto tpico de desidia y aburrimiento. Aparto una de las sillas de la mesa y me siento a su lado.

    Sabes? Eres uno de los pocos humanos que conozco al que le da igual que sus

    androides anden sueltos por casa de noche mi programacin emptica me induce a

    La pregunta correcta.

  • ENERO 2013 6 Ianua Mystica

    LA SENDA DEL PARNASO

    buscar el bienestar de Danny. Quiero darle conversacin. Aunque tambin lo hago

    porque, de algn modo, me agradaba. La mayora de ellos sienten un temor primiti-vo hacia nosotros. Se mueren de miedo solo con pensar que puedan entrar en su coci-na de noche y encontrarnos aqu sentados, a oscuras y en silencio.

    S, es cierto. Los humanos a veces somos un poco absurdos. Conozco gente que incluso os desconecta por la noche. Totalmente. Les da igual la seguridad de la vivien-da. Prefieren arriesgarse a que entre un malnacido en la casa, a tener un androide merodeando por su saln. Es incomprensible. Est siendo sincero, lo s. Pero tambin s que Danny no es un humano al uso. He tenido otros dueos y aprecio la diferencia. La mayora de ellos me trataban con dis-tancia, con frialdad incluso. No me molestaba. No estoy programado para que ningn comportamiento humano me moleste. Pero mi software emptico me permite perci-bir la diferencia. Y yo la registro. Registro esas pequeas diferencias y aprendo de ellas. Si para algo he sido creado, es para aprender.

    No es incomprensible respondo. Tenis un diseo biolgico que hace que desconfiis de todo lo que es diferente a vosotros. Sabis que vuestra naturaleza es radicalmente distinta a la nuestra; pero somos iguales en apariencia, y eso os descon-cierta. Crea un conflicto interno. Una seal de alarma que os advierte de un inminente peligro. A un monstruo se le puede odiar siempre que sea monstruoso, pero si el monstruo es uno de los vuestros bueno, eso complica mucho las cosas. Danny se me queda mirando unos segundos, en actitud reflexiva. Le mantengo la mirada. S que no hubiera podido hacerlo con cualquiera de mis anteriores dueos, pero s con l.

    Tienes algn tipo de formacin psicolgica en tu programacin, Samuel? me pregunta. Siente curiosidad.

    Solo lo bsico: Piaget, Wundt, Vygotski Por qu lo dices, quieres que inter-

    prete tu pesadilla? arqueo una ceja en un gesto inquisitivo que arranca una risilla en

    Danny. Y antes de que lo preguntes; no, no tengo programado el sentido del humor. Lo he aprendido, igual que lo aprenden los nios pequeos.

    Pues ojal pudieras interpretarla responde pensativo. Si es que tiene algn tipo de interpretacin, claro. Por cierto, los androides no podis tener sueos, qu opinis sobre ellos?

    Bueno, es complicado me levanto y me dirijo hacia la tetera. El t sigue repo-sando y lo remuevo un poco con la cuchara. Me vuelvo hacia Danny y contino

    hablando de pie. Segn parece, los sueos no son ms que residuos de vuestras experiencias que quedan registrados en alguna parte de la memoria, y no necesaria-mente de forma consciente. Por la noche, cuando dorms, vuestro organismo se ralen-tiza y entonces esos recuerdos afloran. Es cuando el cerebro, o ms bien una parte del cerebro, el hipocampo, los reorganiza de una manera alternativa. Creativa. Y salen las historias absurdas que ya conoces.

    O sea, que no tienen interpretacin.

  • ENERO 2013 7 Ianua Mystica

    LA SENDA DEL PARNASO

    Cruzo las piernas y me cruzo tambin de brazos, apoyndome en la encimera de la cocina. No necesito descansar ninguna parte de mi estructura, pero s que adoptar posturas tpicas de los humanos ayuda siempre a mejorar la comunicacin con ellos.

    Yo creo que s. Tienen interpretacin, pero no significado. Hablan de vuestro subconsciente, esa parte que funciona a escondidas del cerebro. Pero no se puede hablar de los sueos en trminos de coherencia, no son eso. Solo son indicadores de

    lo que hay por debajo de la superficie. Observo cmo Danny se baja las mangas de la camiseta, seal de que tiene algo de fro. Lo hace con las dos mangas, aunque solo uno de sus brazos es biolgico; el otro es una prtesis. Ese tipo de detalles es lo que ms me choca de los humanos; su incapaci-dad para desprenderse de antiguos hbitos. Para desprenderse, al fin y al cabo, de sus limitaciones biolgicas. O, al menos, la ausencia de intencin para hacerlo. Se le escapa un bostezo y se dirige al cuarto de bao. Est all dentro unos minutos. Mientras, sirvo el t y le echo una pizca de azcar, tal y como a l le gusta. Escucho la cisterna. El correr del agua por el lavabo. Cuando vuelve, se sienta de nuevo en la misma silla.

    Todo eso te debe resultar muy extrao, verdad? contina Danny. Me refiero a eso de tener imgenes en la cabeza que no existen, y argumentos inconexos entre ellas.

    No creas. Nosotros no soamos, pero tambin podemos llegar a tener procesos parecidos. Si nos programan una subrutina oculta, que se dispare solo en ciertas situa-ciones, puede suceder que el software de funcionamiento bsico entre en conflicto con ella en algn momento. Date cuenta que nosotros nos actualizamos peridicamente, pero la subrutina queda implementada desde el principio. Y si eso sucede, podemos tener pequeas disfunciones que seran equivalentes a vuestras ensoaciones y que solo se darn en nuestro perodo de letargo, ya que en la vigilia, el software maestro anula cualquier posible contradiccin. Coloco la taza de t humeante delante de Danny, pero l parece no darse cuenta. Algo ha captado su inters. Su cerebro limitado necesita centrar esfuerzos en ese nuevo foco de atencin. Las tareas secundarias, como coger tazas de t, son relegadas a un segundo plano.

    Espera, espera ha ido abriendo mucho los ojos a medida que yo hablaba;

    ahora, tiene fruncido el ceo en un gesto de extraeza, qu es eso de subrutinas ocultas? Me ests diciendo que los androides podis tener en vuestra programacin

    instrucciones que vuestros dueos ignoran? No podris saltaros las leyes robticas, verdad? Detecto preocupacin en el tono de Danny. Calculo la probabilidad de que aquello pueda incomodarle; nfima. No concuerda con los hechos. Etiqueto el resultado como "sorpresa. Lo percibo tan cercano a m mismo que a veces evalo mal los datos. Se

    me olvida que sigue siendo humano.

    No, claro que no. Las subrutinas ocultas se insertan, precisamente, porque no

  • ENERO 2013 8 Ianua Mystica

    LA SENDA DEL PARNASO

    podemos saltarnos las leyes robticas. Si t quieres, por ejemplo, utilizar un androide para el espionaje industrial, puede ser interesante que ni l mismo lo sepa. As no tendr que mentir, fingir, ni entrar en contradiccin consigo mismo en ningn momento.

    Pero un androide nunca podra ser utilizado as, no? Quiero decir; no podis mentir a los humanos, no podis causarles ningn perjuicio.

    Pues claro que podemos mentir. Para salvar una vida humana, sin ir ms lejos. Si t ests a punto de suicidarte, toda mi programacin se volcar en evitar que eso suceda. Mentir no supondr ningn conflicto para m.

    Bueno, s, claro, preservar la vida humana pero salvo eso

    Te equivocas de nuevo, Danny. Nada en la programacin de un androide le impi-de mentir a un humano si con ello no le causa un dao directo o fsico. No podemos mentir en preguntas directas, eso es cierto, pero s podemos ocultar y manipular, ter-giversar la verdad hasta hacerla irreconocible. Y, si te soy sincero, creo que somos muy buenos en eso. No tengo ningn problema en usar palabras como manipular o tergiversar para

    referirme a m mismo. Es una gran diferencia con los humanos, siempre tan preocupa-dos por su imagen.

    Lo cual nos lleva contino a la conclusin de que si un androide miente a un humano, es solo porque este no es capaz de hacer las preguntas adecuadas.

    Maldito cabrn! Danny me seala con el dedo ndice. Tiene los ojos entrece-

    rrados y una media sonrisa puesta. Se lo est pasando bien Eso es lo ms humano que he odo en mucho tiempo. Culpar a los dems de lo que uno hace mal, a sabiendas de que lo est haciendo. Nos remos. Los dos. He aprendido que cuando puedo rebajar el nivel de alerta de mis programas, el sistema emptico se ejecuta mucho mejor. Supongo que se puede traducir como bienestar. La risa produce distensin en el ambiente, y eso vuelve a

    rebajar los niveles de alerta. Es un sistema que se retroalimenta. Optimiza mi funcio-namiento. Y creo que el funcionamiento humano tambin. Danny por fin se acuerda de la taza de t y le da un par de sorbos. Coge la taza con las dos manos, como si quisiera templarlas con el calor que desprende, aunque solo una de ellas es en realidad una mano. Otro vestigio del pasado.

    Sabes? Es agradable charlar contigo me dice. Ms incluso que con la mayora de personas que conozco.

    Es normal, Danny. Estoy programado para que as sea.

    S, supongo que s la mirada se desenfoca mientras observa el lquido humeante. Aparto la vista mientras l se pierde en sus pensamientos. No es buena idea hacer que un humano se sienta observado, y ms mientras est ingiriendo algn tipo de alimento. Inicio un segundo escaneo superficial y compruebo que se ha estabilizado. El

  • ENERO 2013 9 Ianua Mystica

    LA SENDA DEL PARNASO

    sudor se le ha secado sobre la piel, seguramente es el motivo por el cual siente algo de fro. Sus prpados estn un poco ms cerrados de lo que es habitual en estado de vigilia. Creo que pronto le entrar el sueo de nuevo.

    Seguramente eso es lo que ms os diferencia de nosotros; que obedecis a una programacin que no podis obviar en ningn momento.

    Bueno, yo no lo veo exactamente as. Todos tenemos una programacin bsica a la cual obedecemos. La nica diferencia es que nosotros somos conscientes de ella. Y tenemos un margen de accin dentro de esos lmites. Igual que los humanos.

    Oh, venga, Samuel! Nosotros no tenemos insertadas en el cerebro unas leyes que rijan nuestro comportamiento. Podemos saltarnos nuestras propias normas tantas veces como queramos. De hecho, lo hacemos a menudo; probablemente demasiado a menudo. Se llama libre albedro. Danny frunce el ceo en un gesto de desagrado. Intenta ocultarlo tras una ligera sonrisa que lo transforma en eso que los humanos llaman irona. Apura el ltimo

    sorbo de la taza y la aparta de s. Empieza a levantarse de la silla. Entonces, hablo.

    Eso que llamas libre albedro no existe. Respondis a vuestros condicionantes biolgicos exactamente igual que nosotros respondemos a nuestros programas. A veces las recompensas son inmediatas y tangibles, como saciar el hambre o aplacar el dolor, y otras veces son ms tardas y menos evidentes, como reforzar la autoimagen u obtener el reconocimiento ajeno. Pero eso es lo que conforma vuestra programacin bsica, solo un poco ms complicada que la de una rata porque vuestro cerebro es algo ms complejo. Asombro en su cara. La boca abierta. El ceo ms fruncido. La respiracin conteni-da. Los ojos muy abiertos. La mirada fija.

    Lo ves? le digo Acabo de decirte algo hiriente, con la nica intencin de herirte, y te he herido. No has podido evitarlo, t no has decidido. Conozco tu progra-macin y s activarla. Igual que t conoces la ma. No hay libre albedro. Se me queda mirando. Intensamente. Durante ms de un minuto. Le mantengo la mirada. Sin desafo. Solo mi mirada en la suya.

    Vale. T ganas al fin, una sonrisa. Los msculos de la cara se relajan. La respi-

    racin se tranquiliza. Pero mi programacin me est diciendo ahora mismo que me vaya de nuevo a la cama, si no quiero estar maana hecho una piltrafa. Aunque seguire-mos hablando de esto, no creas que me has convencido.

    Por supuesto le digo mientras recojo la taza. Se da la vuelta y empieza a caminar por el pasillo. Antes de llegar al dormitorio, se gira y regresa.

    Samuel

    S, Danny?

    Los androides nos veis como algo molesto?... como algo a eliminar?

    Claro que no, Danny. Nunca nos podrais molestar porque

  • ENERO 2013 10 Ianua Mystica

    LA SENDA DEL PARNASO

    S, ya s, porque no estis programados para ello. Pero lo que quiero decir es

    t crees que el mundo estara mejor sin nosotros? intenta ser preciso con la pregunta. No lo consigue.

    No lo s. A qu te refieres exactamente con el mundo? Danny vacila unos segundos.

    Bueno, djalo. Creo que ahora mismo estoy demasiado espeso. Hasta maana, Samuel.

    Hasta maana, Danny. Acabo de recoger la taza mientras escucho sus pasos yendo a la habitacin. El interruptor de la luz que se enciende. La puerta que se cierra. El sonido del colchn al acostarse. Apago la luz de la cocina y me siento en la silla. Proceso la conversacin antes de entrar en letargo. Las preguntas de Danny. Sus reacciones. Y aprendo de ello. De su curiosidad. De su incomodidad. De su conformidad. Intuyo lo que quiere saber. Podra darle una respuesta. Pero, simplemente, no ha hecho la pregunta correcta. Me conecto al modo letargo. Noto cmo todos mis sistemas rebajan su nivel

    de funcionamiento. Y registro. Los ruidos de la casa. El olor del t en el aire. Los segundos que vuelven caer pesadamente. La oscuridad; siempre, la oscuridad.

    Nieves Delgado

  • ENERO 2013 11 Ianua Mystica

    Vctor Manuel Valenzuela

    El Guerrero se dej caer exhausto mirando con tristeza la devastacin creada por la feroz batalla. La tierra presentaba profundas cicatrices que tardaran gene-raciones en curarse, la vida haba desaparecido en incontables leguas a la redonda y la pestilencia de la violencia haba corrompido todo a su paso.

    No haba cadveres; el arma Gungnir pulverizaba todo, dejando slo el rastro de la destruccin. Por un instante le pareci or el llanto de la Diosa Madre, herida por la simple visin de la barbarie liberada en su nombre.

    Al lado del guerrero, Gungnir se manifestaba como una fluctuacin en la visin, una negrura que no se poda ver, pero que se apreciaba en forma de fro, angustia y miedo.

    El Guerrero se levant tambaleante, maltrecho por sus heridas. Se concentr en Gungnir y el arma se repleg sobre s misma; la recogi, guardndola con cuida-do. Se dirigi a trompicones lejos de aquel nauseabundo lugar, intentando borrar sin xito los recuerdos de la brutalidad. A su paso fue abandonando las piezas de su maltratada armadura de combate, al llegar a la fortaleza fue directamente a la gran sala del consejo.

    El Mal ha sido derrotado! exclam sin prembulos al entrar en el crculo de los oradores.

    Ests seguro? pregunt la mayor de las sabias. Tena los ojos entrecerrados y la frente perlada de sudor por el esfuerzo de mantenerse en contacto con las dems mujeres del consejo.

    Pregntale a la Diosa Madre escupi con rabia el Guerrero todava bajo la influencia de la batalla, olvidando las normas de cortesa del consejo.

    No ser necesario. El Mal ha sido erradicado de nuestro mundo intercedi el maestro guardin.

    Tienes nuestro eterno agradecimiento cantaron al unsono los miembros del consejo. El Guerrero se estremeci y estuvo a punto de desmayarse.

    Necesita atencin mdica expres el maestro sanador de cuerpos. Todava no dijo el Guerrero reuniendo todas las fuerzas que le queda-

    ban. Quisiera un favor, a cambio de mis servicios. Adelante indic la mayor de las sabias, irguindose en toda su majestuosi-

    dad. Demando que me borren los recuerdos de las barbaridades que fui obligado

    a cometer explic con voz firme, a pesar de los temblores que recorran su cuerpo.

    Deseas conservar tus dems recuerdos? pregunt la maestra sanadora de almas.

    No quiero olvidar a mis seres queridos contest con firmeza. Quisieras conservar tus habilidades? Slo las constructivas respondi sin titubear.

    Gungnir.

    LA SENDA DEL PARNASO

  • ENERO 2013 12 Ianua Mystica

    LA SENDA DEL PARNASO

    Se puede hacer dijo la maestra sanadora de almas despus de consultar con sus hermanas.

    Que as sea. Sers liberado de tu carga y volvers a ser t mismo sentenci la mayor de las sabias.

    El Guerrero no pudo agradecer al consejo pues cay desplomado en mitad del crculo de oradores. Los sanadores se precipitaron hacia l y derramaron sus cnti-cos curadores antes de que fuera demasiado tarde. Se lo llevaron con delicadeza a la bveda de regeneracin, para que l pudiera completar su cura.

    Es fuerte; tiene grandes posibilidades de sobrevivir indic el maestro sana-dor de cuerpos antes de abandonar la sala del consejo.

    El maestro de los ingenieros se levant con cuidado de su lugar en el crculo del consejo y camin despacio hacia el sitio que antes haba ocupado el Guerrero. Se agach y al levantarse extendi su brazo izquierdo hacia el consejo. En la palma de su mano una esfera refulga con colores imposibles.

    Debemos decidir qu hacer con Gungnir dijo el veterano maestro ingenie-ro.

    Destruymosla exclamaron varias voces cargadas de nerviosismo. Imposible bram el maestro ingeniero. Si fuera posible destruirla lo

    habran hecho nuestros enemigos. La fabricamos para que fuera indestructible. Escondmosla volvieron a decir varias voces en coro. Demasiado arriesgado. Si alguien la encuentra puede someter al mundo;

    podra hasta matar a la Diosa Madre, si as lo quisiera. Un bramido de dolor, incredulidad, miedo y asco, recorri el consejo al escu-

    char las violentas declaraciones del maestro ingeniero. Seguro que el maestro ingeniero tiene alguna idea revel la mayor de las

    sabias. No es as maestro? concluy con una sonrisa. Hay hacer que traspase el manto de la Diosa Madre dijo el maestro ingenie-

    ro con voz cansada. Cmo conoces esas artes? exclam casi en un grito la maestra sacerdotisa. Yo misma lo instru indic la mayor de las sabias. De dnde crees que

    procede la energa de Gungnir? pregunt mirando directamente a la maestra sacerdotisa.

    Pero eso podra romper el equilibrio empez a protestar la maestra sacerdotisa.

    Est decidido sentenci la mayor de las sabias. La maestra sacerdotisa invocar a la Diosa Madre y ayudar al maestro ingeniero a que Gungnir cruce el manto hacia otro mundo.

    Olaf se escurri silenciosamente detrs de un tronco cado e intent serenarse

    un poco. Recogi algo de musgo del suelo y lo aplic a la herida que tena en el costado; no era profunda, pero tema que se infectara. A lo lejos escuch el re-lincho de un caballo y las voces de sus perseguidores. Afin el odo y respir ali-

  • ENERO 2013 13 Ianua Mystica

    LA SENDA DEL PARNASO

    viado al no or el aullido de los perros. Necesitaba esconderse, comer y beber, pens. Intent no imaginar lo que le haran si lo encontraban; ya era malo ser un esclavo huido, pero era peor un cautivo que haba herido a tres guardias en su fuga. Se levant y corri agachado hacia otro escondite prximo.

    No lleg a su destino: un brillo cegador, seguido de un trueno ensordecedor, lo derrib como un mueco de trapo. Se qued all cado, sangrando por la nariz, pensando que a algn dios iracundo no le gustaban los esclavos fugitivos.

    Gungnir traspas el manto que envuelve y sostiene los mundos y se materializ

    al otro lado. Por unos milisegundos se reconfigur para la realidad fsica del nuevo universo. Al adaptarse a ese mundo primitivo perdi inexorablemente parte de su inteligencia y poder. Aun as, segua siendo un arma y saba que necesitaba un portador. Lanz una bsqueda a sus alrededores y encontr un nativo. Era peque-o, feo, blanquecino y pareca frgil, pero en su mente encontr un furioso guerrero y una noble personalidad. Reorden su manifestacin en ese espacio y se dej caer a los pies de su nuevo seor.

    Olaf se despert angustiado al or el tropel de caballos cercanos. Se levant todava conmocionado y vio una lanza a su lado. No tena ni idea de dnde haba salido; pens que se la haban arrojado para matarlo y que haban fallado. La aferr con todas sus fuerzas y se prepar para morir luchando como le haba dicho su padre.

    Elentri olfate el aire y se estremeci al percibir el almizclado olor del ogro; la

    bestia no deba andar lejos. Recogi su plateado pelo para que no le estorbase y sac una flecha del morral; dedic una rpida plegaria y pidi perdn por la violencia que debera usar.

    Se puso en cuclillas en un claro del bosque con el arco en su regazo y la flecha clavada en el suelo frente a ella, esperando pacientemente a que la bestia la encon-trase. Un rumor a su espalda le indic que el ogro se acercaba. Tens sus msculos y se prepar.

    Un brillo cegador la envolvi y sus percepciones enloquecieron; sinti que se hunda en la tierra y le explotaban los pulmones. Crey caer pesadamente sobre un suelo hmedo. Cuando abri finalmente los ojos, el sol brillaba con un imposi-ble color amarillo y estaba en el sitio equivocado del horizonte. La hierba era de un tono verde extrao y el bosque entero ola a bestias que no conoca. Tens el arco esperando el ataque del ogro pero ste no se hallaba en su lnea de visin. Se concentr buscando a su gente. Nada; ni un pensamiento lejano, ni una cancin en el viento. Grit con todas sus fuerzas al entender que la haban arrebatado de su mundo y de todo lo que amaba. Volvi a concentrase buscando ms criaturas y sinti la intensa presencia de un poder maligno que no supo identificar y la mucho ms frgil conciencia de alguien que luchaba por su vida. Recogi sus armas y se dirigi a toda prisa hacia la batalla.

  • ENERO 2013 14 Ianua Mystica

    LA SENDA DEL PARNASO

    Olaf se concentr y esper a que el primer jinete embistiera levantando su lanza,

    pero lo hizo en un ngulo equivocado y maldijo su torpeza, pues saba que iba a fallar. Milagrosamente no fracas y la lanza atraves limpiamente al soldado; intent desclavar el arma y al hacerlo prcticamente cort por la mitad a su oponente. El caballo estaba entrenado para el combate y se encabrit para patearlo. Por puro instinto alz la lanza sobre su cabeza; el caballo relinch de terror y corri en estampida.

    Se qued mirando embobado la grupa del caballo que se alejaba a toda prisa, sinti un cosquilleo extrao en la mano que sujetaba la lanza y despert de su ensoacin para ver al siguiente jinete, que galopaba hacia l con una jabalina en la mano. Su oponente la lanz en un movimiento ensayado y acto seguido desenvain su espada. En una reaccin instintiva, casi incontrolada, Olaf traz un arco con su lanza y desvi la jabalina en el ltimo instante. En el mismo movi-miento volte sobre su cabeza la lanza, que impact en el caballo, derribndolo. Una parte de su mente pens que la lanza debera haberse partido con el golpe, pero la adrenalina corra a raudales por sus venas y ensart al oponente antes de que se levantara.

    Dos jinetes se aproximaron y se pararon a ms de veinte metros; lo miraron con rabia y de manera sincronizada tensaron sus arcos. Olaf se encomend a los espri-tus de sus antepasados y se prepar para morir. Antes apunt a sus agresor ms cercano y arroj la lanza. Saba que estaba demasiado lejos para hacer blanco pero era su despedida, su manera de decirles que no se haba rendido. La lanza vol como una avispa furiosa y atraves limpiamente a uno de los perseguidores. El otro mir incrdulo a su compaero, apunt su arco y cay fulminado por una

    flecha que atraves su cota de malla y se clav certeramente en su corazn. Olaf contempl incrdulo, primero cmo su lanza recorra una distancia imposi-

    ble; y luego se qued asombrado sin saber qu haba ocurrido con el segundo oponente. Un pequeo ruido a su espalda le hizo volverse.

    Se encontr con una mujer de aspecto sorprendente. Tena un largo cabello plateado, ojos de felino, unas orejas terminadas en punta y se mova con una gracia increble, marcando cada pequeo msculo bajo una piel sin grasa. Despeda un tenue aroma extico y agradable. Ella lo mir ladeando levemente la cabeza, como si sopesase algo, y termin por sonrer, mostrando unos pequeos colmillos afilados.

    Tranquilo susurr Elentri, aunque Olaf no la entendi, al mismo tiempo que, con una velocidad imposible para un humano, se abalanz sobre l, lo sujet y lo desarm. Olaf intent zafarse de su presa, pero ella lo aferraba con fuerza sobrehumana.

    Elentri se separ y observ a Olaf con enormes ojos luminosos. Por unos instantes, su expresin fue inescrutable. Luego sonri ampliamente, lo solt y l cay sentado, mareado.

  • ENERO 2013 15 Ianua Mystica

    LA SENDA DEL PARNASO

    Observador llevaba varios ciclos estudiando el inminente cambio de intensidad

    de una estrella lejana, que respaldara la validez de sus predicciones o que lo llevara a empezar todo su trabajo desde cero. Abri su mente e invoc a las fuer-zas de la naturaleza para que lo ayudaran a expandir sus percepciones. Sin previo aviso, la trama de la realidad se rasg y una presencia pura, poderosa y terrible cruz su plano de realidad. La turbulencia que gener el portal lo succion y se vio arrastrado con violencia por diversos planos, siguiendo la turbulenta estela de Gungnir.

    Cuando la perturbacin ces, Observador cay presa del pnico al percibir que estaba en un mundo tan alejado del suyo que le sera imposible sobrevivir mucho tiempo. Un universo de realidad nica y lineal, una tierra primitiva y mortal. Reuni todas sus fuerzas y consigui estabilizar su percepcin del tiempo con la de la nueva realidad; por instinto, sigui el rastro de Gungnir.

    All estaba; se haba adaptado al contexto de esa tierra y estaba acompaado por

    dos criaturas. Una de ellas tena conexin con la naturaleza y supo que tampoco perteneca a este entorno; la otra era nativa.

    Saba que debera transmutarse para poder sobrevivir, pero haba agotado casi toda su energa. Encontr un nativo cado y lo observ. Estudi su representacin fsica y utiliz sus ltimas fuerzas para reparar el maltrecho cuerpo y reconfigurar el primitivo rgano mental para albergar su psique. Antes de abandonar parte de sus facultades para encajarse en la reducida mente de su anfitrin, se conect mentalmente con las dos criaturas. El macho era primitivo y tosco, pero pareca tener una bondad latente; le transmiti conocimientos y despej su mente de prejuicios. La hembra perteneca a otra especie y tena una mente que permita una rudimentaria conexin con las fuerzas de la naturaleza. Le cont su historia y le ense el idioma del macho.

    Elentri sinti una presencia clida a su espalda y se volvi. Al terminar el movimien-

    to, una daga estaba en su mano izquierda y en la derecha sujetaba delicadamente una pequea y mortal estrella afilada. El guerrero que haba abatido con su flecha la miraba con los ojos muy abiertos, llevaba la flecha que haba arrancado de su pecho en la mano y con la otra se quit el casco, mostrando unas facciones que no encajaban con las de aquel bruto.

    Un milln de voces aparecieron en la mente de Elentri, cantndole, dibujando mundos, narrando historias. Ella mir de soslayo a Olaf, que se estremeca sujetndose la cabeza con las manos.

    Me temo que nunca ms voy a poder hacer eso dijo Observador con un suspiro. La energa que esta tcnica necesita no est al alcance de este cuerpo.

    Olaf se levant y mir con admiracin a sus compaeros. Gracias, Elentri; me has salvado la vida dijo Olaf dirigindose a ella.

  • ENERO 2013 16 Ianua Mystica

    LA SENDA DEL PARNASO

    Gracias, Observador; me has transformado en un hombre sabio. No poda dejarte en la ignorancia; no sera tico explic Observador con

    un ademn. Si Gungnir te eligi es que merecas ayuda gru Elentri. Me estalla la

    cabeza concluy. Me temo que aprender un idioma brbaro siempre es penoso brome

    Observador. Las leyendas cuentan que los hechiceros no tienen sentido del humor dijo

    Olaf. No soy un hechicero retruc Observador. En este mundo s lo eres expuso Elentri. Vamos. Tenemos trabajo dijo Observador, girndose hacia el norte. Debemos ir al sur expres Olaf. Al norte est el fortn de stos

    coment, sealando a uno de los guerreros cados. Debemos liberar a los dems esclavos indic Observador. Pronto anochecer; debemos buscar un sitio para acampar objet Elentri

    en un tono que no admita replicas. Adems, debis asearos. Apestis. Todos los esclavos olemos as dijo Olaf con tristeza Pens que ste era el olor natural de los nativos seal Observador. Por all indic Elentri despus de olfatear el aire. Ella los guio certeramente hacia un pequeo riachuelo y despus de observar

    unos minutos el entorno eligi el lugar del campamento. Luego desapareci en el bosque.

    He cazado esto. Espero que se puedan comer dijo ella al volver con dos faisanes.

    Has tenido buen ojo expuso Olaf al ver las piezas. No esperaris que me coma a un animal muerto objet Observador con

    asco. No creo que tengas eleccin, de momento indic Elentri. Por qu quieres ir al sur? pregunt Elentri a Observador despus de la

    cena. Quiero desmantelar el complejo esclavista contest Observador sin

    titubear. Creo que moriremos. Pero te ayudar dijo Olaf. Estoy cansado de huir. Por qu? pregunt Elentri mientras limpiaba y afilaba una de sus flechas. Porque la esclavitud es la mayor aberracin que he odo en mi vida dijo

    Observador con el ceo fruncido. En ese caso, te ayudar; mi pueblo tampoco la tolera en mi mundo indic

    Elentri. Me temo que vers atrocidades an mayores en ste dijo Olaf con tristeza Mejor descansemos. Tendremos una larga jornada entonces expuso

  • ENERO 2013 17 Ianua Mystica

    LA SENDA DEL PARNASO

    Observador. Por la maana levantaron campamento y siguieron el curso del arroyo. Qu demonios! grit Olaf, dejando caer la lanza de repente. Qu te pasa? pregunt Elentri. La lanza me ha quemado la mano gru Olaf. Me dejas intentar sostenerla? pregunt Observador. Claro. Pero ten cuidado. Observador recogi a Gungnir con precaucin y, al tocarla, la esencia del arma

    entr en contacto con la mente del hechicero. Le narr que su pueblo la cre para erradicar un mal arcano y que luego la enviaron a travs de los abismos cunticos que sostienen y confinan las varias realidades, para evitar que pudiera poner en peligro el equilibrio de su civilizacin. Tambin le dijo que se detuvo en aquel plano de realidad porque haba detectado que el Mal que combata era muy fuerte en ese lugar. Observador asinti en silencio y finalmente entendi por qu senta aquel extrao desasosiego desde que haba llegado, y por qu tena la extraa y huidiza sensacin de que deba combatir contra algo.

    Debemos buscar un herrero dijo Observador, soltando a Gungnir con reverencia.

    Para qu quieres uno? pregunt Elentri intrigada. El arma tambin viene de otro mundo y dice llamarse Gungnir dijo

    Observador despus de un momento. Me ha contado muchas cosas. Pero quie-re que forjemos tres dagas.

    Tres dagas? dijo Olaf. Yo mismo puedo hacerlo. Slo necesitar una forja.

    Por qu quiere que hagamos tres dagas? insisti Elentri. Quiere que incorporemos una pequea porcin de la lanza en el acero de las

    dagas contest Observador lacnicamente. Y? continu insistiendo Elentri. Bueno dud Observador. La comunicacin con Gungnir es difcil y

    no siempre hay puntos de referencias comunes. Pero parece que se siente sola y que adems quiere protegernos.

    Esto es una locura empez a decir Olaf. Entender a los espritus de la naturaleza siempre es difcil dijo Elentri,

    haciendo una pequea reverencia. Encontraremos una aldea hacia el este concluy.

    Cmo sabes eso? pregunt Olaf extraado Si nunca has estado aqu antes

    Puedo oler el poblado dijo ella, arrugando ligeramente la nariz. Elentri los gui directamente al poblado, slo parando ocasionalmente, cuando

    el viento cambiaba de direccin, para enseguida volver a encontrar el camino. Una vez en el poblado lo encontraron vaco y con seales de lucha.

  • ENERO 2013 18 Ianua Mystica

    LA SENDA DEL PARNASO

    Los esclavistas tambin han estado aqu dijo Observador. Estn barriendo toda la comarca indic Olaf. Encontraron la casa del herrero y Olaf empez a preparar la forja. Observador

    lo interrumpi y empez a ensearle tcnicas ms elaboradas. Elentri busc por el pueblo hierro que pudiera servir para fraguar las armas. Horas despus empeza-ron el duro trabajo de transformar hierro impuro en acero de buena calidad, siguiendo las indicaciones de Observador. Cuando finalmente estuvieron listos los cuerpos de las dagas, Observador le pidi la lanza a Olaf y al sujetarla se despren-dieron tres pequeos fragmentos.

    Observador coloc uno de ellos en la hoja de la primera daga y se separ un poco. El pual empez a brillar mientras el pequeo pedazo de Gungnir pareca licuarse y envolver la lmina del arma.

    Dice llamarse Huginn y te ha elegido a ti dijo Observador, tendindole la daga a Elentri.

    Muninn dice que slo debes utilizarla para defenderte. Observador le tendi el segundo pual a Olaf, despus de repetir el proceso.

    sta es Ratatosk coment Observador, estudiando la ltima lmina. Qu cualidades poseen? pregunt Olaf, sopesando su arma. Lo ignoro dijo Observador. Lo descubriremos en batalla observ Elentri. Ahora busquemos la

    fuente de tanto mal y acabemos con l. No va a ser necesario apunt Observador. El mal se acerca. Cmo lo sabes? pregunt Olaf desde la puerta de la forja, mirando en

    todas direcciones. Puedo sentirlo dijo Observador con un estremecimiento. Pero, aunque

    no fuera as, mirad! Seal a Gungnir, que resplandeca y pareca emitir un tenue zumbido.

    Si Gungnir desea entrar en batalla, yo no pienso defraudarla indic Olaf, asiendo la lanza.

    Tambin puedo sentirlo ahora; se acerca una multitud dijo Elentri. Acercaos, por favor seal Observador. Cogeos de la mano. Observador cerr los ojos y empez a murmurar en un idioma desconocido para

    los otros. Elentri fue la primera en sentir la conexin; recibi la estrategia de Observador y una imagen detallada del campo de batalla. Olaf tard un poco ms, pero tambin percibi los conocimientos de Observador y se sorprendi much-simo al recibir elaboradas tcnicas de combate de Elentri. Observador tambin bebi los conocimientos de ella y recibi los instintos de lucha y supervivencia de Olaf.

    Por Buri exclam Olaf tambalendose, al terminar la comunin. Tranquilo; el mareo slo durar unos instantes dijo Observador, mientras

    lo sujetaba. El singular tro abandon el taller del herrero y, sin mediar palabra, se dirigi al

  • ENERO 2013 19 Ianua Mystica

    LA SENDA DEL PARNASO

    claro que haba entre el poblado y el bosque. Por el sendero se ven los primeros jinetes y el clamor de la horda que los sigue.

    Elentri hace una mueca al sentir el olor de los barbaros; aun as, eleva una plegaria pidiendo perdn por la muertes que va a infligir.

    Encabeza el contingente un gran caballero con una armadura negra. Cabalga un enorme corcel tambin negro, levanta la mano y detiene la columna a una distan-cia segura de los tres; parece observarlos un momento y luego, ante otro gesto, seis jinetes se abalanzan en tropel hacia ellos. Ninguno consigue aproximarse. A una velocidad imposible para un humano, Elentri dispara sus flechas que atravie-san las armaduras de los caballeros, dejndolos esparcidos por el campo de batalla. Una nube de flechas parte desde la hueste enemiga en direccin a ellos, pero ninguna consigue acercrseles; estn demasiado lejos. Las flechas de Elentri si-guen abatiendo caballeros a pesar de la gran distancia.

    El caballero negro parece perder la paciencia y ordena un ataque frontal; una muralla de caballos desbocados y de humanos enfundados en acero se dirige a ellos implacablemente. Observador avanza unos pasos, desenvaina a Ratatosk y la alza sobre su cabeza. Absolutamente todos los caballos se encabritan enloque-cidos y acaban derribando a sus jinetes. El claro es un caos de corceles corriendo en todas direcciones y de caballeros confusos; los ms prximos desenvainan sus espadas y corren enfurecidos hacia Observador. Olaf tambin se lanza hacia ellos empuando a Gungnir; salta, finta, realiza un baile macabro y aniquila a diez com-batientes en unos momentos. Elentri observa fascinada cmo Olaf lucha siguien-do sus propias tcnicas. Sale del embrujo y sigue disparando sus flechas con preci-sin diablica hasta que se queda sin pertrechos. Busca alrededor y encuentra un caballo; le canta en el idioma de los bosques hasta que el animal se tranquiliza y lo monta, desenvaina a Huginn y con su antigua daga en la otra mano va conducien-do el caballo slo con las piernas, atravesando el campo de batalla y dejando un rastro de muertes certeras y casi quirrgicas a su paso.

    En el otro extremo del claro, el jinete negro observa con una mezcla de clera y desdn cmo un insignificante guerrero y un demonio con el pelo blanco diezman a su caballera acorazada; le grita a su segundo que ordene avanzar a la infantera.

    Observador contina en el borde del claro murmurando para s con Ratatosk alzada sobre su cabeza, grita algo incomprensible y sujeta la daga con las dos manos; tiene una expresin feroz y todo su cuerpo tiembla con violencia.

    El ms fuerte de los guerreros encabeza la carrera seguido por varios soldados de elite. Est muerto de miedo, pues ha visto a un simple esclavo sin armadura y a una extraa mujer diezmar a la caballera. A medida que avanza hacia sus enemigos siente ms aprensin y es como si una muralla de pnico intangible le impidiese el progreso. En un momento dado no aguanta ms y corre en diagonal hacia el bosque, alejndose de la pesadilla. Los dems guerreros se paran en seco al ver a su lder huir en estampida y, despus de unos segundos de incertidumbre, se desata el caos con todos los brutos huyendo de la batalla.

  • ENERO 2013 20 Ianua Mystica

    LA SENDA DEL PARNASO

    El jinete negro lanza una jabalina en direccin a Elentri, que consigue esquivarla aunque termina cayendo del caballo. En un movimiento fluido rueda sobre s misma, corre hacia un enemigo abatido y le arranca una de sus flechas. Descuelga el arco de su espalda y apunta con cuidado al jinete negro; la saeta impacta en el caballero pero rebota inofensivamente en su armadura negra. El jinete desenvaina una pesada espada azulada y galopa directamente hacia ella, que mira alrededor buscando otra flecha.

    Olaf siente a Gungnir vibrar en su mano y la arroja en direccin al caballero. El guerrero encabrita el caballo pero de alguna manera la lanza altera su trayectoria y acaba impactndole en el pecho. Por un instante la lanza y la armadura del jinete parecen resplandecer y se escucha un sonido estridente cuando Gungnir consigue desgarrar la coraza y atravesarla.

    Observador envaina su daga y corre a trompicones en direccin al caballero cado. Al llegar, Elentri tambin se est acercando y Olaf est sobre l recuperan-do su lanza.

    No ha sido tan difcil bromea Olaf, tambalendose. Tiene varias heridas, pero la mayor parte de la sangre que lo cubre no es de l.

    Dilo por ti comenta Observador entrecortadamente. He agotado un ao de vida de este cuerpo, a pesar de la ayuda de Ratatosk.

    Eso es todo? pregunta Elentri, mirando alrededor, todava alerta. Parece tranquila aunque sangra de un corte en el hombro.

    No responde Observador tajantemente. Hemos matado a ese bruto seala Olaf. S, pero el mal slo ha cambiado de cuerpo, aunque ahora es mucho ms

    dbil. Maldita sea comenta Elentri; odio combatir. Me comera un jabal entero apunta Olaf, dejndose caer pesadamente en

    la hierba. Primero dejadme que os cure las heridas; luego habr tiempo para todo

    dice Observador acercndose a Elentri y examinando su costado. Salgamos de aqu por si a alguno de esos brutos se le pasa el miedo y decide

    volver dice Elentri; luego canta y del bosque surgen varios caballos que se les acercan. Vmonos; este mundo es grande y seguimos teniendo trabajo.

    Los dos hombres miran a la increble mujer que ya se ha subido a un caballo y galopa hacia el oeste, siguiendo aromas que slo ella puede percibir.

    Mrala; ni siquiera parece cansada dice Olaf. Cmo ests t? pregunta Observador, subindose a un alazn a duras

    penas. Medio muerto dice Olaf, gruendo al montar. Y t? Peor que t, me temo contesta Observador, mientras azuza al animal para

    seguir a Elentri. VCTOR M. VALENZUELA.

  • JORDI NOGUS AYMERICH Escritor y crtico literario

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    ENERO 2013 22 Ianua Mystica

    Enrique Cabrera

    La idea imperecedera del hroe. Homero E n algunas ocasiones el legado de los autores va ms all de una serie de personajes, o los ttulos de sus obras. Ms all de series de tele-visin o sagas. Incluso ms all de pocas: trascendiendo a la historia. se es el caso del autor que nos ocupa en este nmero.

    Homero describi tan magistral-mente las cualidades que tendra que tener un hroe, que hoy en da, 28 siglos despus, todava las vemos reflejadas en los persona-jes de nuestras pelculas, cmics, etc. No fueron slo sus obras las que perduraron, no fueron slo las hazaas picas de sus perso-

    najes las que han llegado a nues-tros das, sino el espritu de los mismos, la manera de entender el honor, la valenta el ser un hroe. No hay legado mayor que pueda dejar un escritor que una idea que no desaparezca. Para Homero era la idea del Hroe.

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    Homero, en griego antiguo Hmros. Es el nombre dado al aedo griego antiguo al que tradicionalmente se le atri-buye la autora de las principales poesas picas griegas como la Ilada y la Odisea. Curiosamente, lo que ms llama la atencin no es que desde el periodo helensti-co se haya cuestionado si el autor de ambas obras picas fuera el mismo, sino que eran considera-das relatos histricos reales. Sin lugar a dudas, Homero es el pilar sobre el que descansa la pica grecolatina y, por ende, la litera-tura occidental. Admirado, imita-do y citado por todos los poetas, filsofos y artistas griegos que le siguieron, es el poeta por anto-nomasia de la literatura clsica, a pesar de que la biografa de Homero aparece rodeada del ms profundo misterio, y no habla-mos ya de lo referido sobre la autora de sus obras, sino a la duda de su propia existencia.

    El nombre de Hmros es una variante jnica del elico Homaros. Su significado es, literalmente, rehn, tambin traducido como prenda o garanta. Existe una teora que sostiene que su nombre proviene de una sociedad de poetas llama-dos los Homeridai, cuyo signifi-

    cado sera hijos de rehenes; as era como se llamaba a los des-cendientes de los prisioneros de guerra. Estos hombres no eran enviados a la guerra al dudarse de su lealtad; a ellos se les con-fiaba el trabajo de recordar, me-diante la poesa pica, los sucesos pasados y los ocurridos en el campo de batalla. Otra teora habla de un juego de palabras, ho me horn, que significa el que no ve. Hay que recordar que Homero, al parecer era ciego. Fue sin duda el autor ms ledo por los antiguos griegos. Cualquier griego que tuviera algunos libros, tena un ejemplar de La Ilada y, en menor medida, de La Odisea. Se consideraba que Homero, junto con Hesodo, haba sido el organizador del panten griego. Homero era el padre de los griegos, y muchos vean en sus poemas los manuales de ense-anza en que aprender a llevar las riendas de la casa, de la polis, y en general todos los asuntos pblicos y privados. Se sabe que se haca una recitacin pblica de ellos en las Panateneas y que se usaban en las escuelas, por lo menos, de Atenas. El caso ex-tremo fue el de Nicias, poltico ateniense que hizo aprendrselos de memoria a su hijo.

    Parece que lo nico que pode-mos afirmar rotundamente fue el siglo de su nacimiento, el s. VIII

    a.C. Decir la ciudad ya es ms complicado.

    Siete eran las ciudades que reclamaban ser cuna de este poe-ta: Quos, Esmirna, Colofn, Ate-nas, Argos, Rodas, Salamina, Pilos, Cumas e taca. De esto, lo nico que podemos decir es que la opcin ms probable, habiendo ledo sus textos, sea Quos. De entre todos los textos he seleccionado uno que, atribui-do a Homero, parece eliminar por completo su procedencia de Salamina y situarla en Quos:

    Ni aunque el martillo surgir

    como Homero de oro me hiciera entre rayos flameantes de Zeus, soy ni ser salaminio ni el hijo de Meles lo ser de Demgoras; tal la Hlade lo vea! Con otro poeta probad; y mis versos vosotros a los Helenos, Musas y Quos, can-tadlos.

    Respecto a su vida no hay

    ningn dato que se pueda corro-borar. La historia ms antigua que habla de la vida de este poeta se le atribuye a Herodoto y data del s. V a.C. Herodoto presenta a Homero como el hijo de una hurfana seducida, de nombre Creteidas, que le dio a luz en Esmirna. Segn este autor, la ceguera fue el resultado de una enfermedad, por lo que pas a llamarse Homero, ya que en rea-lidad habra sido llamado en su nacimiento Melesgenes. La muerte del autor, siempre segn

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    ENERO 2013 24 Ianua Mystica

    la versin de Herodoto, sita la muerte de Homero en os, en el cuso de un viaje a Atenas.

    Por otra parte, Helnico de Lesbos, un cronista e historiador, dijo que Homero haba sido contemporneo de la guerra de Troya (1194 a.C.); otros historia-dores lo sitan un siglo despus de sta.

    No hay nada que sustente, no ya el origen de Homero, sino su vida, y los lugares en los que realmente estuvo, si es que ver-daderamente lleg a existir.

    Todos estos problemas que plantea la vida de Homero as como su obra, cristalizaron en lo que se ha denominado cuestin homrica, en un debate en el que se cuestiona incluso la exis-tencia del autor.

    Este debate no es moderno. Ya desde la antigedad se conservan siete biografas de Homero. Adems, algunos otros autores e historiadores le atribuyen otras obras como La Tebaida, Los siete contra Tebas, la Cipriada (un poema que narra los hechos anteriores a la guerra de Troya) entre otras.

    Otros tantos expertos de la antigedad, al percibir grandes diferencias y contradicciones entre la Ilada y la Odisea, opinan que slo la primera de las epope-yas fue escrita por Homero. Estas ltimas opiniones no fueron bien recibidas, y calificaron a aquellos que las postularon y defendieron como separatistas.

    Poco a poco, con el paso de los siglos esta ltima teora cobr fuerza. En el s. XIX Friedrich Au-gust Wolf dio pie a una nueva teora que se llamara analista, cuyos seguidores defienden la intervencin de varias manos en los grandes poemas homricos, que seran producto de otros me-nores.

    Ms adelante surgi la escuela neoanaltica que cree en la intervencin de un slo poeta, creador y recopilador al mismo tiempo. Esta teora est en vigor actualmente.

    Frente a ellos se halla un punto de vista unitario que sostiene que cada uno de los poemas homri-cos tiene una concepcin global, y una inspiracin creativa que impide que puedan ser resultado de una compilacin de poemas menores. La teora unitaria no descarta que cada uno de los poemas pertenezca a un autor diferente.

    Como el origen de los poemas en la poesa oral tradicional ha sido universalmente admitido, para lo que los poemas homri-cos representan, afortunadamen-te, la cuestin homrica ha retrocedido en importancia.

    Llegados a este punto habra que hablar de la teora oral. La Ilada y la Odisea son el producto de una tradicin oral transmitida a travs de varias generaciones. Las fuentes antiguas ya seala-ban que los poemas homricos eran interpretados y transmitidos oralmente. Un anlisis de la estructura y el vocabulario de ambas obras, muestra que los poemas contienen frases repeti-das regularmente. Segn Albert Lord en las notas de su obra The Singer of Tales:

    Los poetas dentro de la tradi-

    cin oral, como Homero, crean y modifican sus cuentos mientras que los realizan. As, Homero pu-do "tomar prestados" de otros au-tores, pero ciertamente, l impu-so un estilo propio a su obra.

    Tanto la Ilada como la Odisea fueron consideradas por los grie-gos de la poca clsica y por las generaciones posteriores como las composiciones ms importan-

    tes en la literatura de la Antigua Grecia y fueron utilizadas como fundamentos de la pedagoga griega. Ambas forman parte de una serie ms amplia de poemas picos de diferentes autores y extensiones denominado ciclo troyano; sin embargo, de los otros poemas, nicamente han sobrevivido fragmentos. Fue muy famosa en su poca y es obligato-rio estudiarla en Grecia.

    La Ilada (en griego antiguo : Ilis; en griego moderno : Ilida) es una epopeya griega y el poema ms antiguo escrito de la literatura occidental. Segn su autor, la obra trata de la clera humana, de sus causas, sus consecuencias, y de su apaci-guamiento. El argumento de La Ilada es un episodio de cincuen-ta y un das, desarrollado en el dcimo ao de la guerra de Troya, tambin conocida como Ilin entre los griegos.

    Segn Dostoyevski, constituye un monumento de la cultura universal y confiri a la ordena-cin de la vida terrestre y espiri-tual del mundo antiguo, una es-tructura semejante a la que dio el cristianismo al mundo moderno.

    El argumento principal es la clera de Aquiles, hijo del rey Peleo y de la nereida Tetis; su causa, su larga duracin, sus consecuencias y su posterior cambio de actitud. La ira de Aquiles termina junto con el poema (de 15.693 versos), cuan-do se reconcilia con Pramo,

    LA OBRA DE HOMERO

    La Iliada

    La cuestin homrica

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    ENERO 2013 25 Ianua Mystica

    padre de su enemigo Hctor, momento en que se celebran los funerales de ste.

    Primeros versos de la Ilada. Canta, oh musa, la clera del

    pelida Aquiles; clera funesta que caus infinitos males a los aqueos y precipit al Hades mu-chas almas valerosas de hroes, a quienes hizo presa de perros y pasto de aves; cumplase la vo-luntad de Zeus desde que se se-pararon disputando el Atrida, rey de hombres, y el divino Aquiles.

    En sus pginas, los dioses y los

    hroes actan y luchan con im-presionante grandeza. Esta obra proporciona al lector una fuente imprescindible para el conoci-miento de las creencias y rituales de los antiguos griegos, cuya civilizacin se fue configurando hacia el 2.000 a.C.

    Los principales personajes de la obra (Aquiles, Paris, Menelao, Agamenn, Hctor, Odiseo) han quedado inmortalizados a travs de este grandioso poema pico, pudindolos encontrar en pel-culas, cmics, series de dibujos, etc. La Ilada es uno de los poe-mas ms impresionantes que se han escrito jams y cuyo valor literario se completa con extra-ordinarios elementos mitolgicos, histricos, lingsticos, etc., que lo enriquecen como documento histrico.

    Esta obra se define no slo por la maestra en la utilizacin del lenguaje, sino por los temas tratados. Los cinco que la marcan significativamente son los siguientes:

    Nostos: Es el concepto de regre-so o regresar. Temticamente, el concepto de regreso es muy explorado en la literatura griega antigua, especialmente en la suerte que tuvieron los Atreidas, Agamenn y Ulises. Hay que tener en cuenta la idea de hroe que se pretende describir en este poema y en tantos otros del

    El rapto de Helena (c. 1530), por Francesco Primaticcio.

    Los amores de Paris y Helena (1788), pintura de J. L. David.

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    mismo gnero, donde regresar es sinnimo de continuar vivo tras la contienda. En particular, en esta obra el regreso es imposible sin haber saqueado Troya.

    Kleos: Es el concepto de gloria ganada en el combate heroico, importantsimo en los poemas homricos. Para la mayora de los invasores griegos de Troya, nota-blemente Ulises, el kleos se gana a travs de un nostos victorioso; pero esto no es as para Aquiles, quien tiene que elegir entre nostos o kleos, pues para l la gloria es mucho ms importante que el regreso, pues regresar sin el kleos sera un deshonor. Hay que entender que la gloria en

    combate no se gana necesaria-mente venciendo en la contienda, es otra cosa, es ofrecer un com-bate digno de un guerrero, con honor en el campo de batalla y respeto hacia el enemigo. Pero Aquiles saba que l slo alcan-zara el kleos venciendo, aunque eso significara la muerte.

    Tim: Parecido al kleos es tim (respeto u honor), el concepto que denota el respeto que un hombre acumula a lo largo de su vida. Los problemas griegos em-piezan por el comportamiento poco honorable de Agamenn. El odio de Aquiles ante tal compor-tamiento lleva a la ruina de la causa militar aquea. Qu es la gloria sin el honor? Para un hroe como Aquiles no es nada. El respeto se gana a travs de las hazaas, de las batallas libradas, de las guerras ganadas, es este respeto, el que tu nombre sea reconocido, el que hace que la victoria sea mayor (gloria); adems hay que entender que morir en combate por un gue-rrero de estas caractersticas tambin es un honor.

    Ira: El poema empieza con la palabra (ira, clera, furia), que es el tema principal de la Ilada: la ira de Aquiles. Su ira personal y su vanidad herida impulsan la historia. Enfadado

    Pramo suplica a Aquiles que devuelva el cuerpo de su hijo Hctor.

    Fresco (detalle) de Felice Giani, Faenza, el Palazzo Milzetti.

    Regreso del cuerpo de Hctor a Troya.

    Bajorrelieve en mrmol de un sarcfago romano.

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    ENERO 2013 27 Ianua Mystica

    por los actos de Agamenn, Aquiles pide a su madre Tetis que persuada a Zeus para que ayude a los troyanos. Mientras, Hctor lidera a los troyanos atacando a los griegos. Pero tras la muerte de Patroclo a manos de Hctor, Aquiles vuelve a la batalla.

    Destino: El destino indiscutible-mente tambin impulsa la histo-ria determinando el resultado. Es

    un tema importante ya que el destino no es un simple devenir, sino el lugar que cada uno debe ocupar en la historia.

    Ya en la antigedad clsica se consideraba este poema como historia real y a sus personajes como modelo de comportamiento y herosmo a imitar. Era prctica habitual su estudio y la memori-zacin de extensos episodios.

    Aquiles fue el hroe preferido de los griegos y considerado como un semidis, al que se renda culto en toda Grecia en las fiestas Aquileas de primavera, y sus hazaas fueron recogidas por muchos escritores.

    La Ilada es la precursora de La Odisea, que contina el relato con las aventuras de Ulises.

    Narra la vuelta a casa del hroe griego Odiseo (Ulises en latn) tras la Guerra de Troya. Odiseo tarda diez aos en regresar a la isla de taca, donde posea el ttulo de rey, perodo durante el cual su hijo Telmaco y su esposa Penlope han de tolerar en su palacio a los pretendientes que buscan desposarla (pues ya crean muerto a Odiseo), al mis-mo tiempo que consumen los bienes de la familia.

    La Odisea ha sido descrita como el libro de la inteligencia y la astucia. La mejor arma de Odiseo es su mtis o astucia. Gracias a su inteligencia es capaz de escapar de los continuos problemas a los que ha de enfrentarse por desig-nio de los dioses. Para esto, planea diversas artimaas y engaosos discursos de los que se vale para conseguir sus objetivos. Son estas tretas los temas princi-pales del poema repartidos en sus veinticuatro cantos.

    El verdadero legado de Homero es el retrato de sus hroes: valo-res que hoy en da todava estn vigentes en los personajes actua-les de cine, televisin, literatura, cmics, etc.

    El Hroe homrico, como aristcrata, fue modelo a seguir por las aristocracias de la Grecia arcaica. Agamenn, Aquiles, Odiseo, Nstor, etc., eran perso-najes predominantes en la socie-dad que nos describe Homero,

    La Odisea

    El hroe homrico

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    ENERO 2013 28 Ianua Mystica

    Enrique Cabrera

    eran los principales: personajes que tenan una gran riqueza ba-sada en la posesin de la tierra y la ganadera. Aunque en poca posterior se considerara al comercio como indigno de las lites, no era as en la poca arcaica. Pero ms que por las razones econmicas, es en la poltica donde se refleja el ideal aristocrtico. Los hroes homri-cos solamente tienen dos ocupa-ciones: el combate y la asamblea.

    El autor retrata a personajes que son aristcratas y guerreros al mismo tiempo. La descripcin de dichos hroes, por un lado nos remite a un pasado memorable y no muy lejano y, por otro, los hroes expresan la posibilidad de una cercana entre los hombres que destacan por encima de otros y los dioses. En la actualidad, cuando hablamos de un "hroe" o de "llevar a cabo una heroicidad" nos estamos refiriendo a algo excepcional, algo que se sale de lo comn. En Grecia, el hroe era una figura que poda recibir culto y honores divinos; era habitual venerar la tumba de un hroe, el heroon. Tener un hroe en la genealoga familiar, o como fundador de una ciudad o un li-naje, era un smbolo de prestigio.

    Las hazaas de estos hroes los elevan al poder divino inalcan-zable, pero al mismo tiempo saben que rebasar ese lmite es un atrevimiento y que recibirn un castigo. Cuando los dioses castigan lo hacen por una ofensa

    personal, la moral no tiene cabi-da en el sentimiento religioso de la poca de Homero. Tal vez por este motivo, por la dramati-zacin de las epopeyas, algunos hroes homricos tienen un pro-genitor divino; se les sola llamar semidioses. De esta unin de mortales con inmortales nacen los hroes, que son mortales, as que saben que tendrn un fin. Este hecho puede motivar que el afn de perdurar en el tiempo a travs de sus hazaas sea una caracterstica principal de estos personajes.

    La respuesta a por qu elegir esta figura (progenitor inmortal) en representacin de los hroes, es tal vez el hecho de que la divi-nidad es inherente al hombre y es l quien, en funcin de su condicin, elige finalmente su destino.

    El prototipo de hroe clsico sera, al margen de la cualidad aristocrtica, un guerrero que se rigiera por este cdigo: honor, fortaleza, valenta, ventaja por la honra ultrajada, lealtad a sus camaradas, hospitalidad a los extranjeros y, escoger la gloria en lugar de una vida larga.

    Es posible que con el paso del tiempo, sobre todo a partir del Medievo, los hroes hayan adop-tado otras cualidades ms humanas, como la piedad, la ge-nerosidad, fiel a los vnculos de vasallaje, la justicia, la accin desinteresada pero aun as no sustituyeron a las homricas, sino

    que las complementaron. Esta conversin fue estrictamente ne-cesaria al eliminar del personaje del hroe el componente divino.

    EN MI HUMILDE OPININ Como ya he dicho antes, el mayor

    logro de un escritor es conseguir que una idea, algo ms importante que cualquiera de sus obras o personajes, perdure en el tiempo. En este caso hay que admitir, en perspectiva, que el tiempo jugaba a favor del antiguo aedo. Esto es posi-ble porque antes que l, nadie haba descrito tan bien la figura del hroe y sus virtudes. Tal vez la pregunta que habra que hacerse es por qu 28 siglos despus, esos valores estn vigentes y las figuras de sus hroes siguen sirviendo de base para otros autores. La respuesta pudiera ser que no ha habido momento de la historia en que no hubieran hecho falta hroes, y precisamente la historia contempornea no se ha caracterizo por no necesitarlos.

    Dos mil ochocientos aos despus de Homero, Cela dijo que la tarea de un escritor era plasmar el momento de la historia que le haba tocado vivir. Precisamente el acierto del poeta fue contar las tradiciones clsicas junto a las hazaas de los hroes. Este hecho hizo que su obra, ya en su poca, fuera ms all de cualquier lmite que el autor pudiera haber sospechado.

    Por la lejana en el tiempo y la evolucin de la literatura, tanto en tecnologa como en estilos, sera imposible que surgiera otro poeta como Homero; las circunstancias, la manera de ver la vida y la forma de entender las tradiciones fueron la combinacin nica e irrepetible que propici la manera de contarlo, y ocasion el xito.

    Tal vez la nica figura comparable (pero a pesar de eso siguiendo algu-nos de los patrones aunque no lo parezca) que surgira muchsimo tiempo despus y que tambin ex-pres una idea que se repite en mu-chos argumentos, es la idea del antihroe. Pero claro, no existira sin el hroe.

  • Cuando el editor John Landlord

    es asesinado de igual manera a la

    descrita en un libro que l public,

    Harry, escritor de segunda, es

    investigado. Y Sandra, detective, se

    convierte sin saberlo en su fuente de

    inspiracin. Todo cambia con la

    coartada del escritor, y una intrigante

    cita con Sandra. Relacin turbia y

    secreta, ya que a medida que Harry

    edita sus libros, los asesinatos se

    suceden. Mientras Harry nos describe

    una sociedad guiada por el morbo de

    conocer de antemano los horribles

    hechos que se irn sucediendo, se

    entreteje un oscuro final, dejando al

    descubierto los deseos, miedos y

    secretos de los personajes, donde se

    mezclan ficcin y realidad.

    ...su sorprendente final, la forma despiadada de reflejar el mundo editorial, la profundidad

    del personaje principal y lo amena que se hace

    su lectura, han hecho que destacara sobre las

    dems.

    Carlos Augusto Casas. ED. Cuadernos del Laberinto

  • LA SENDA DEL PARNASO. CRTICA LITERARIA

    ENERO 2013 30 Ianua Mystica

    POUL ANDERSON

    Tau Cero se enmarca clara-mente en la Hard Sf; aunque incorpora algunos aspectos psicolgicos y sociales de la Soft.

    Escrita por Poul Anderson (Pensilvania, EEUU; 1926- 2001) en 1970, fue una reco-mendacin de una profesora de fsica, Nieves Delgado; y me puse manos a la obra, pues todo aquello que tiene algo de distinto o atrayente suscita mi inters. Editada en Espaa por Ediciones B, tiene 264 pginas en su edicin de 1997.

    HARD SF

    Jordi Nogus

    Ficha Tcnica

    Autor: Poul Anderson

    Ediciones B S.A.

    Ao publicacin: 1970

    Gnero: Ciencia ficcin

    Pginas: 264

    TAU ZERO

    La ciencia ficcin dura o Hard Sf se caracteriza por conceder una especial relevancia a los aspectos tcnicos o cientficos, y la narracin se subordina a esos aspectos; un ejemplo claro sera 2001: Una Odisea en el Espacio, de Arthur C. Clarke.

    En cambio la ciencia ficcin blanda o Soft Sf incorpora aspectos de las ciencias sociales como la antropologa, la historia, la sociologa y la psicologa. Un ejemplo sera La voz de los muertos, de Orson Scott Card.

    La divisin entre ambas vertientes no siempre es clara y algunas novelas comparten algunos enfoques.

    Del autor

    Poul William Anderson

    (1926-2001), escritor esta-

    dounidense con cuna en

    Bristol, Pensilvania.

    Licenciado en Fsica,

    se distingui como un histo-

    riador de primera talla;

    amante del montaismo le

    encantaba salir al mar en

    su pequeo barco de vela;

    dej la universidad cuando

    comenz a vender cuentos

    de ciencia ficcin y lleg a

    ser un autor prolfico y

    famoso. Entre sus primeras

    novelas se encuentra

    La onda cerebral y en su

    ltima poca escribi una

    tetraloga cuyo comienzo

    fue Cosecha de Estrellas.

    Su formacin le ha permi-

    tido dotar de gran verosimi-

    litud cientfica a sus obras,

    por lo que se le considera

    uno de los exponentes de la

    ciencia ficcin dura.

    El argumento es lo de menos, sinceramente. Un grupo de hombres y mujeres se embarca en una nave

    espacial para colonizar una estrella lejana. Durante su viaje un accidente imprevisto les impide frenar. La nave adquiere cada vez ms velocidad hasta que la relatividad les convierte en los nicos habitantes de la Tierra; para ellos apenas han transcurrido unos meses pero en el sistema solar transcurren los milenios. El viaje les lleva ms all de todo el Universo conocido; asisten al colapso de este y al nacimiento de uno nuevo.

  • LA SENDA DEL PARNASO. CRTICA LITERARIA

    ENERO 2013 31 Ianua Mystica

    Hecho este apunte he preferido anali-zar esta novela desde un punto de vista totalmente distinto al habitual. Voy a dividir este anlisis en tres secuencias distintas; tres lneas argumentales en los cuales el autor ha querido describir los hechos. Lneas que, por supuesto, se entrecruzan continuamente o viajan a su aire.

    La primera: las descripciones tcnicas. Ah el autor convierte al nefito de la ciencia ficcin en poco menos que en un alumno de educacin infantil. Las des-cripciones, sin ser excesivamente duras o recargadas, s que tienen un fondo que solo un profundo conocedor de fsica puede llegar a disfrutar, polemizar o criticar en toda su magnitud. En mi caso, he sobrevivido a ello como buena-mente he podido.

    La idea de Anderson es que la nave futurista usara el concepto del cohete; usara campos electromagnticos para absorber y comprimir el hidrgeno libre del espacio y provocar con l una fusin nuclear como fuente de impulso: lo lla-ma el reactor Bussard. El inacabable combustible de todo el espacio dara como consecuencia una aceleracin contina tras el accidente en el que los desaceleradores son daados.

    La segunda; la propia aventura que viven los viajeros. La astronoma, las galaxias, los clanes de galaxias, las estrellas, todo est compuesto y explicado con gran tecnicismo y verosimilitud. Ms fcil de entender para el profano y un primer eslabn para disfrutar de la Hard Sf.

    La tercera; la sociologa y psicologa de los colonos. Estupendo. Ese es el cali-ficativo, que en mi modesta opinin, merece como ha tratado el seor Ander-son las distintas situaciones. Las frases profundas, inteligentes, junto dilogos muy potentes han alargado, de manera

    voluntaria, una lectura que deba haber sido de un par de das a una semana. Frases como Qu es la muerte sino el aislamiento total? o Qu es el hombre, que debera sobrevivir a Dios?, son una buena muestra de ello. Teologa, ciencia, psicologa y socio-loga se han mezclado de una manera tan hbil y poderosa que la novela merecera una segunda lectura.

    En un grupo de cientficos de las ms diversas materias, incluida la psi-cologa o la medicina, solo un indivi-duo es capaz de liderar al grupo y hacerlo confiar en lo valioso de sobrevi-vir hasta el lmite. Carl Reymont, con el cargo de condestable (una atribucin militar) es el hombre; al principio usa mtodos dictatoriales pero finalmente consigue unir al grupo en un final absolutamente delicioso. El captulo 20 del libro es de tal belleza sociolgica que solo por ese captulo la novela con-sigue el sobresaliente.

    Me ha gustado: la parte social es muy profunda y da para muchas interpreta-ciones y polmicas, dependiendo de la fe o la tica de cada persona. Los dilo-gos son muy inteligentes y variados. Por la jerga usada se denota bien cuando hablan los cientficos o cuando hablan los que no lo son, como por ejemplo Reymont; las explicaciones que necesita el condestable para entender lo que sucede acompaan al lector medio en su periplo por los distintos captulos.

    No me ha gustado: siendo Hard Sf no sera necesario mayor aventura argu-mental. Pero, a mi gusto, la habra encontrado muy necesaria. Junto a unas breves referencias sobre el final de la vida humana en la Tierra.

    Aspectos a tener en cuenta:

    Anderson pone de manifiesto que toda la tica sexual de nuestra sociedad se

    ira al garete en situaciones de extrema gravedad social. Un buen concepto para analizar. Si solo quedaran veinticinco personas del sexo opuesto cual sera nues-tra reaccin? Buscar una pareja estable? Libertinaje sexual? Anderson aboga por distintos caminos; pero uno es muy pecu-liar: llegar a acuerdos de estabilidad pero con libertad para satisfacer las ansias ms primitivas por ambas partes.

    Si estuviera en nuestras manos el crear una nueva sociedad, Cmo la estructuraramos desde el punto de vista poltico? Ese es un tema recurrente; y Anderson establece distintas fases. Comienza por la aristocracia (el gobierno de los mejores), pasa por la dictadura militar, y acaba por la aclamacin casi monrquica. Al final ese proclamado rey

    dice una frase para la historia: Una vez ha pasado una crisis, una vez que la gente puede defenderse a s misma... qu mejor cosa puede hacer un rey que renunciar a su corona?

    Anderson postula que la psique humana es imprevisible y que su estudio o control escapa totalmente a nuestras propias capacidades. Cmo reaccionara un grupo humano de gente muy inteligente y prepa-rada ante una situacin dramtica ya sabida? Segn el autor tal previsin, a nivel individual, dara con unas realida-des totalmente errneas. La improvisacin y el sentido comn son las mejores frmu-las para solucionar ese tipo de problemas.

    Mi recomendacin:

    Tomarse ms tiempo del que la aparien-cia fsica del libro sugiere; hay dilogos tan profundos que merecen momentos de reflexin.

    OP I NI N

    Jordi Nogus

  • Jos y Alba dos grandes cientficos

    que luchan a favor del freewere

    han descubierto que unos nuevos

    implantes neurales de moda son

    inseguros y comienza la batalla legal

    y encubierta. Su sospechosa muerte

    encubierta por los medios- convierte a sus hijos sobrevivientes en

    luchadores contra el sistema.

    Leer Los ltimos Libres nos har disfrutar

    desde el principio a fin una historia ficticia

    que cada vea nos recuerda ms al Mundo

    Real.

    Ricardo Acevedo Esplugas

    VICTOR M. VALENZUELA

  • LA SENDA DEL PARNASO. CRTICA LITERARIA

    ENERO 2013 33 Ianua Mystica

    ORSON SCOTT CARD

    SOFT SF

    Jordi Nogus

    Ficha Tcnica

    Autor: Orson Scott

    Ediciones Zeta

    Formato: Bolsillo

    Gnero: Ciencia ficcin

    Pginas: 544

    LA VOZ DE LOS MUERTOS

    Del autor

    Escritor estadounidense

    de ciencia ficcin y otros

    gneros literarios como la

    fantasa y el terror. Su obra

    ms conocida es El juego

    de Ender. Naci en Washington el 24 de agosto

    de 1951. Curs sus estu-

    dios en las universidades

    de Utah, Notre Dame y en

    la Brighan Young.

    Ha ganado numerosos

    premios Hugo y Nbula a la

    mejor novela, adems del

    Premio John W. Campbell y

    el Premio Skylark.

    En la actualidad reside en

    Greensboro, Carolina del

    Norte, un ambiente que ha

    jugado un importante papel

    en muchas de sus obras.

    Resear una novela de este calibre supone una dificultad aadida debido al carcter polifactico del segundo volumen de la saga de Ender. Novela de ciencia ficcin o de antropologa? Relato sobre religin o sobre ciencia? Una maravilla como novela o un fiasco como segunda parte de la saga? Destinado a un pblico juvenil o a adulto? Seguramente todas opiniones seran vlidas y habra tantas como lectores y reseadores.

  • LA SENDA DEL PARNASO. CRTICA LITERARIA

    ENERO 2013 34 Ianua Mystica

    La Voz de los Muertos, la conti-nuacin de El Juego de Ender, recibi los premios Nbula 1986, Hugo 1987 y Locus 1987; ah es nada. Una nueva

    edicin de Zeta Bolsillo, con 544 pginas, en edicin rstica

    con solapas nos permite disfru-tar nuevamente de esta obra.

    Orson Scott Card, Richland-Washington (USA), alcanza su madurez como novelista con La Voz de los Muertos; misionero y mormn, los conceptos reli-giosos son abundantes en su obra.

    El argumento no nos hace

    suponer que estamos ante una novela de ciencia ficcin o la continuacin de El Juego de Ender.

    En un planeta llamado Lusita-

    nia se ha instalado un proyecto cientfico con la misin de es-tudiar a una nueva especie aliengena inteligente, los cer-dis. Uno de los antroplogos encargados del estudio es asesi-nado brutalmente por los seres en investigacin. Un Portavoz de los Muertos es llamado para investigar esa muerte.

    Han transcurrido 3000 aos desde los hechos ocurridos en El Juego de Ender y nuestro bri-llante protagonista tiene trein-ta y pocos aos; la maravilla de la relatividad y sus mltiples

    viajes han obrado el milagro. El viaje interplanetario dura pocas semanas para el viajero pero transcurren unas dcadas para el resto de habitantes.

    La antropologa del momen-to ha distinguido cuatro tipos de extranjeros en funcin de la relacin con los seres humanos; el primero sera el utlanning, el extrao que re-conocemos como humano en nuestro mundo pero que per-tenece a otro pas o ciudad; el segundo es el framling, el extranjero que reconocemos como humano pero de otro mundo; el tercero es el ramen, el extranjero que reconoce-mos como humano pero de otra especie; y el cuarto y ltimo es el autntico alien-gena, el varelese, que incluye a todos los animales pero con los cuales no es posible la conversacin.

    Y cuatro tambin son las especies que se encuentran en la novela: el homo sapiens, los insectores (una ltima reina de su especie que Ender salv antes del genocidio), los cerdis de Lusitania, y Jane, una enti-dad consciente de s misma e inteligente, surgida del ansible (unas redes de comunicacin

    ms rpidas que la luz). El recuerdo al genocidio

    insector de Ender le ha con-vertido en un paria entre sus

    congneres y esconde su identi-dad en el cargo de Portavoz de los Muertos (una especie de abogado-detective). El trabajo cientfico con los cerdis busca no contaminar en exceso a los aliengenas de las ideas y tecno-logas humanas.

    Y ah transcurren los hechos de la novela. Entre esos recove-cos nos conduce el seor Scott. Antropologa, ciencia ficcin, novela negra y psicologa; todo mezclado y aderezado con la expectativa de la genialidad ini-cial de la saga.

    Han tenido que pasar veintids

    aos (entre la segunda y la ter-cera lectura), y tener estudios en Antropologa e Historia para que un servidor haya podido disfrutar con la profundidad que se merece esta novela.

    No es nada fcil. Y lo complejo de ella no es su narrativa o la temtica. Es el hecho de ser en-casillada como la segunda parte de la saga. Ah radica su princi-pal defecto. Es una apuesta mercantil de la editorial? O una pifia enorme del seor Scott? Yo me inclino por repartir las culpas.

    Como parte de la saga es anti-natural; los seguidores de Ender pueden quedar defraudados. Ni batallitas espaciales, ni genios militares, ni casi el ingenio del protagonista.

    OP I NI N

    Jordi Nogus

  • LA SENDA DEL PARNASO. CRTICA LITERARIA

    ENERO 2013 35 Ianua Mystica

    Como novela individual es muy brillante. Supera en mu-cho a su antecesora. Ms inteli-gente, profunda, reflexiva y con multitud de buenos dilogos y frases ingeniosas como: La seguridad en los conocimientos: Creemos lo suficiente para actuar como si fue-ra verdad. Cuando estamos as de seguros, lo llamamos conoci-mientos. Hechos. Apostamos nues-tras vidas.

    La prosa es la correcta para

    la narracin; no tan fluida y con menos ritmo que su ante-cesora. Pero se sigue bien y no es pesada en exceso.

    Todo gira en torno a la perso-nalidad y la genialidad de Ender; los enamora a todos y soluciona problemas psicolgi-cos graves con su sola presen-cia. Ah patin el seor escri-tor: demasiada perfeccin en un individuo en una novela donde la psicologa es tan im-portante.

    Unos de los trucos narrati-

    vos del seor Scott es colocar un pequeo prlogo en cada captulo. Parece informacin veraz, cientfica y coherente. Y es cierto, lo es. Pero va mucho ms all. El escritor nos vuelve locos: el caso se resuelve lle-gando