INSTRUMENTOS TRADICIONALES EN ASTURIAS · PDF file3 Pero se ha de tener en cuenta que existen...

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1 TEMA: LOS INSTRUMENTOS TRADICIONALES EN ASTURIAS Instrumentos tradicionales en el Museo Etnográfico de Esquíos (Taramundi) Foto: T. Acero. Junio 2004 Después de la romería. Escultura de Antón. Museo Antón en Candás. Foto: T. Acero, Julio 2004. Material didáctico para Educación Primaria y Secundaria Teresa Álvarez Acero

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TEMA:

LOS INSTRUMENTOS TRADICIONALES EN ASTURIAS

Instrumentos tradicionales en el Museo Etnográfico de Esquíos (Taramundi) Foto: T. Acero. Junio 2004

Después de la romería. Escultura de Antón. Museo Antón en Candás. Foto: T. Acero, Julio 2004.

Material didáctico para Educación Primaria y Secundaria

Teresa Álvarez Acero

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En el mundo rural, la música suele estar supeditada a las posibilidades de las que se dispone en cada momento. Las personas cuando deseamos hacer música utilizamos en primer lugar nuestro instrumento natural por excelencia: la voz, acompañándola inmediatamente con los elementos corporales, palmas, pitos... Y si queremos añadir otros instrumentos echamos mano de lo que tengamos al alcance. Así es que tradicionalmente los instrumentos musicales que se utilizaban se podían construir en casa, con materiales provenientes de elementos vegetales o animales, tales como la flauta de cañavera, el pandero, el pito cabrero... Otras veces, se usan como instrumentos objetos del entorno, como aperos de labranza, útiles de la cocina, etc., ejemplos de esto podrían ser: la pal.letsa, el vanu, la botella de anís... Pero también se emplean instrumentos de origen culto que se introducen a partir de las modas propias de cada época, como el violín, el acordeón y el clarinete.

Los instrumentos que de algún modo pueden identificar hoy en día a la música tradicional en Asturias son la gaita y el tambor que forman el dúo instrumental mas conocido y representativo.

Ramón García “El gaiteru Libardón” Gaiteru en el C.P. Villafría de Otero con su amigo y compañero Foto: T. Acero. Otoño 2005. “El tambor de l´Abadía” Méjico 1909

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Pero se ha de tener en cuenta que existen otros muchos instrumentos tradicionales en Asturias que poseen una gran importancia y que afortunadamente van colocándose en el lugar que les corresponde.

Tal es el caso de un instrumento que aparece en toda la geografía asturiana representado en numerosas manifestaciones iconográficas: la pandereta. Por su sencillez y manejabilidad está omnipresente en el mundo rural asturiano. Se trata de un elemento organológico de primera importancia en el acompañamiento de melodías de tradición oral y siempre en relación con el mundo femenino.

Foto tomada del Anuariu de la Música Asturiana 2001

Los cantares y las melodías tradicionales se han conservado gracias a la transmisión oral de una generación a otra a través del tiempo, y se difunden hoy gracias a la memoria de los ancianos. A partir del siglo XIX se inicia la labor de investigación etnomusicológica, y a través de trabajos de campo se consigue localizar y entrevistar a personas que posean alguna información sobre la cultura tradicional : música, leyendas, cuentos... registrando esta información para que las generaciones futuras puedan conocer lo que sin duda sin estos trabajos se perdería. Por otro lado realizan estudios basados en estos materiales recogidos en los viajes y salidas de campo, creando así los nuevos saberes sobre la materia en los estudios posteriores de gabinete.

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Actividad de percusión en el C.P. Villafría de Otero Foto: T. Acero, primavera 2005.

Una de las representaciones iconográficas más importantes en cuanto al número

de instrumentos que presenta es el claustro gótico de la catedral de Oviedo. En relación a éste, en el número 13 de la revista Asturies, memoria encesa d´un

país, en el artículo de Tina Cuadriello Sánchez, dedicado a la iconografía de los instrumentos tradicionales en Asturias, nos describe como en el claustro gótico de la Catedral de Oviedo abundan las representaciones dedicadas a los instrumentos y aparece textualmente:

Claustro gótico de la Catedral de Oviedo. Foto: T. Acero. Marzo 2004

“Esta escena ta nun capitel del arcu ciegu del murriu oeste del claustro gótico, pertenez a la segunda mitad del siglo XIV. Nesti capitel l´autor axunta : cordáfonos, aerófonos, idiófonos, membranófonos y un bailín”. Se trata de una vigüela de arco, un salterio, un tambor, y más a la izquierda una xiblata, un cordáfono (bandurria), un danzante y un gaiteru con los cuartos traseros de león. Un centauro tocando la citola, y también un tañedor de platillos.

Por otro lado, también se hace referencia a los instrumentistas y danzantes de las procesiones del Corpus en Oviedo en esta reinterpretación gráfica de Fernández-Miranda.

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Ilustración de Mª del Rosario del Camino Fernández-Miranda. En el libro de Yayoi Kawamura Festividad del Corpus Christi en Oviedo

Iniciando la Procesión de Corpus está la parte profana, en primer lugar iban los cofrades carniceros con un toro, a continuación los músicos y danzantes de las distintas cofradías. Detrás la tarasca seguida de gigantes y después la parte religiosa de la procesión con la Custodia Procesional.

Otra de las utilidades de los instrumentos u objetos sonoros tradicionales son los realizados específicamente para el entretenimiento infantil.

Eugenio Martínez Zamora afirma en el libro de la exposición del grupo RAIGAÑU en la Feria de Muestras de Gijón de la Caja de Ahorros de Asturias, editado en Oviedo en 1992, que la generalizada difusión de un sinfín de juguetes musicales construidos con elementos naturales, etc. son hechos que deben ser explicados no solamente desde un punto de vista organológico o musical, sino fundamentalmente desde el conocimiento del contexto en el que aparecen.

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Rana, riqui-raque, carraca y cañavera. Fotos: J. A. Llaneza

Los instrumentos musicales aparecen en todas las culturas unidos a gran cantidad de actividades sociales y siguen su curso adaptándose a nuevas circunstancias y contextos. Así nos podemos encontrar en la actualidad con formas de construcción y ejecución de la gaita, arreglos musicales, combinación de instrumentos, etc. absolutamente novedosos generados en parte por los gustos y las posibilidades técnicas actuales.

Para Martínez Zamora Siempre las dos vías, la referencia al pasado y las innovaciones, son necesarias y convenientes. Sin el conocimiento exacto y riguroso del pasado se perderá un importante legado cultural, o se hablará de él o se utilizará con ignorancia y sin dar vía libre a los deseos y gustos actuales de músicos y público, se estará ejerciendo un “proteccionismo” artificial que producirá además un esfuerzo infructuoso contra el devenir normal de la evolución musical.

En relación a los instrumentistas aparece el fenómeno del “especialista” que es la persona que ostenta una clara supremacía al ejecutar un instrumento en su comunidad y esto es aceptado por todos los demás. Esta persona es capaz de modificar gustos y estilos pues es quien mayor poder tenía para ello. Cada año desaparecen varios de estos personajes llevándose consigo su legado en su mayor parte.

Eugenio Martínez Zamora en su libro titulado Instrumentos musicales en la tradición asturiana, publicado en 1989, nos propone una clasificación de los instrumentos tradicionales en Asturias: IDIOFÓNOS: 1-Entrechocados: Castañuelas Tejoletas Palos 2-Percutidos: Carraca Triángulo Matraca 3-Frotados: Sartén Botella labrada Rique raque

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4- Punteados: Trompa AERÓFONOS: 1-De boquilla: Flauta travesera. 2-Con pico de bisel: Xipla o flauta de tres agujeros Flauta de corteza enteriza. Pito cabrero. 3-Lengüeta simple: Gaitas Clarinete Acordeón. 4-Lengüeta doble: Corneta de corteza Flauta de lengüeta doble Gaita de fuelle CORDÁFONOS:

1- Frotados con arco: Rabel Violín Violín de maíz.

2- Frotados con rueda: Zanfonía MEMBRANÓFONOS: 1-Percutidos con la mano: Pandero y Pandereta Pandeiru o Pandero cuadrado 2-Percutidos con baqueta: Tambor Caja o Redoblante. Bombo VARIOS: Chirimía (especie de dulzaina con diez agujeros) Punteros (parecido a la dulzaina) Cucharas (madera) Cencerros, Mortero, Tallo verde de maíz, flautas de caña o saúco, xipla, xipra o flauta de pan, flauta de canilla (hueso), cuerno con pajón, chifa de espadaña, silbato, chifos, runfiaera, hojas e hierbas, “berrón”, “pitorro”, mirlitón, silbato de chapa, zamploña, berrona, ronquiella, zambomba.

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Ramu en Niembru. Gaita y tambor, panderetas y redoblante. Foto cedida por Pilar Cue y facilitada por Emilio de Pedro Balmori.

Esta parte del tema vamos a dedicarla a presentar una serie de pasajes del libro Leyendas, cuentos y tradiciones de María Josefa Canellada, editado en Gijón en 1983 por Ayalga Ediciones, en la que aparecen varios instrumentos tradicionales como parte fundamental de la historia. EL CORNETA DE BERONES

...”Se oyen unos toques de corneta de caballería, bien tocados aunque con apresuramiento. Es el coxu de Berones, que es un corneta que estuvo en la expedición de Orán, donde herido tras una lucha feroz, conquistó una medalla de distinción al valor. Perdió una pierna, pero no ha sido posible que la medalla llegase a su poder. Ha faltado siempre la oportunidad de hacer la llegar a su pecho y no obstante, es tan dado a las fuerzas armadas de su Majestad Real, que en su casa todo se rige por toques de corneta; hasta tal perfección, que el ganado conoce las horas de la comida y llegada al pesebre por determinadas notas de la corneta soplada. Inclusive los vecinos de Berones, saben las horas determinadas de día por la diligencia del coxu con sus toques diarios que animan la aldea y llegar a la Muezca de Maza”. Noticias, págs 244-249

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EL XATÍN

“Aún viven los rapazos que pasaron un susto horrible al volver de la romería de San Antolín.

Tal vez llevaban en la cabeza algún vaso de más y descendían juntos hacia La Rodriga. Uno de ellos lanzó al aire una tonada. Y cuando los demás se disponían a organizar el “coriquin” de siempre, llegó hasta ellos desde el bosque un grito recio:

-¡Ixuxuúu! Los mozos no dieron importancia al grito pues pesaron que era algún amigo que

contestaba al cantor. Siguieron caminando”.... Cornellana MANUEL ANTONIO ARIAS, Bol. Del IDEA, nº 24, pág. 164

Foto tomada en una braña vaqueira hacia 1970 EL FERRERU CASTIELLU Y EL GAITERU LLIBARDÓN

“Jueren muy amigos. Conociérense nún bar o tabierna qu´había en la calle Alcalá, en Madrid, onde los dos pasaben, cada un per so llau, una temporadina. Nesti bar, que taba enfrente la Plaza Toros, xuntábanse munchos asturianos a falar y a tomar algún vasín, y equí é onde fixeren amistá.

Dimpués d´oyir al Ferreru cuntar cuentos, munchos cuentos que sabia, el Gaiteru quedó prendau delli, y tou lo que dicía´l Ferreru era como artículu de fe pal Gaiteru.

Un día que la xente salía de los toros, taben los dos amigos per ellí, el Ferreru, qu´era más llistu qu´un esguilu, vio venir al mesmu Rey Alfonso XIII ente la xente. No-y custó dengún trabayu facer qu´el Gaiteru garrara la gaita y se ponxera a tocar la Marcha Real. Cuando el Rey ya estaba al llau dellos, empezaren a sonar les notes de la Marcha Real que salín a golfaraes del fuelle. El Rey fúyse al pe la gaita y tantu-y gustó aquello qu´empezó a preguntayos coses, que ónde eren, que ónde paraben y tal y tal”. Castiellu (Cabranes)

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MERCADOS

...” He aquí unas notas que nos dicen cómo era el mercado de Infiesto a mediados del siglo XVIII:

...”Pasamos al lado de un cancionero que con gangosa y monótona voz, deja oír con lamentos romances amorosos y el conocimiento de horribles crímenes producidos por venganzas o por monstruosos animales que nadie es capaz de poder matar. Se acompaña con un fierro triangular de monótono sonido que sirve de fondo a la acción del recitador. Por un ochavo de cobre ofrece en papel de vivos colores los versos o argumento de lo que canta; por un cuarto de cuatro maravedís, tres papeles distintos. Observo que los cantares, debido al largo período de paz que tenemos con nuestro Soberano Fernando, y como en los oyentes dominan la hembras, se inclinan más por los de amores fuertes. Noticias, págs. 243-254

“Los pobres de oficio en el mercado” Xilografía de Cuevas. 1875

Partiendo de los trabajos realizados por J.A. Llaneza y D. García de la Cuesta publicados en sus libros dedicados a los instrumentos tradicionales en Asturias, trataremos de dar a conocer estos instrumentos con una perspectiva pedagógica, por lo que se tratarán organizados en familias: percusión, viento y cuerda, seleccionando los aspectos que nos parecen relevantes de cara a la introducción de este material en las aulas.

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-, Percusión n´el folclore asturianu. (Xixón: VTP. 2001).

-, Percusión, panderu, pandereta.....(Mieres: Editora del Norte. 2001).

-, Percusión, castañueles, tarrañueles, carraques. (Mieres: Editora del Norte. 2001).

-, Percusión, tambores, caxes, redoblantes....(Mieres: Editora del Norte. 2001).

-, Instrumentos cordófonos nel Folclore asturianu. (Xixón: V.T.P. Editorial. 2003).

-, Instrumentos airófonos nel Folclore asturianu . (Xixón: V.T.P. Editorial. 2002).

Plaza del Ayuntamiento de Oviedo con la iglesia de San Isidoro al fondo.

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INSTRUMENTOS DE PERCUSIÓN: PANDERU O PANDEIRU

Se trata de un bastidor de madera, cuadrado, cubierto de piel por las dos partes. En el interior lleva cruzadas unas tiras de tripa con el fin que de retumbe. Sus membranas no son regulables, por ello no tiene ningún mecanismo para poder variar el sonido.

Las primeras referencias iconografías de este instrumento en Asturias, están en la zona de Villaviciosa, en San Xuan de Amandi y en Santa María de la Oliva, correspondientes al siglo XIII.

Capitel de San Juan de Amandi (Villaviciosa) Irene, alumna del C.P. Villafría Foto: T. Acero Mayo 2005 Foto: T. Acero, Junio 2005.

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Cancionero Torner nº 135.

Foto: José Ángel Llaneza

Hay que señalar también que existe un tipo de pandero rectangular.

Cancionero Torner, nº 46 y 47.

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PANDERU RENDONDO O PANDERETA

Cancionero Torner, nº 457

Está formado por un aro

de madera, recubierto por uno de los lados con piel e incrustados en el aro unas chapas metálicas (ruxideres).

El tamaño varía mucho, el diámetro puede medir desde 20 cm. hasta los 50-60. Las ruxideras van en relación al tamaño del diámetro. Ramona Menéndez. El Rebol.lal Foto: Fernando Ornosa

Pandero redondo. San Juan de Amandi. Villaviciosa. Siglo XIII Foto: Ignacio Acuña

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Pandereta de Niembru (Llanes) Foto: T. Acero, invierno 2009

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El papel desempeñado por la mujer en la transmisión de la música tradicional en Asturias es fundamental y también como depositaria de la cultura de tradición oral. Esto se pone de manifiesto en la enorme importancia de este instrumento en todas las manifestaciones musicales populares. Para Fernando Ornosa, la pandereta y sus instrumentistas merecen un reconocimiento especial que hoy en día aún no se les ha dado, en el estudio de nuestra música de tradición oral, y en concreto en relación a la organología. EL PANDORIU. Es un instrumento que aparece en el concejo de Cabrales, es una pandereta, con un diámetro de unos 22 cm. que lleva unido un mango, y en el que las ruxideras están colocadas en dos hileras por grupos de cuatro en cuatro parejas, en total cuatro grupos de ellas. Se usaba exclusivamente para acompañar a la danza del corri-corri en Arenas, tradicionalmente los días de San Juan y San Pedro,aunque hoy en día se danza en otras ocasiones. El mango que es una característica muy importante de este instrumento facilita mucho el acompañamiento, debido a la duración y monotonía de la melodía. Los instrumentos que se conservan aparecen con gran profusión de adornos y dibujos realizados con hierros incandescentes en la madera.

Foto: José Ángel Llaneza

EL VANU Se trata de un apero de labranza muy parecido a la pandereta, pero sin ruxideres. Como en otros casos de instrumentos tradicionales tiene un origen en la utilidad de apero usado en los trabajos cotidianos rurales. Como apuntan los autores “bien haciendo de paleta para la recogida y transporte de grano o harina, bien como “aventador”, para separar el grano de la hoja, en el caso de les fabes”...

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Foto: José Ángel Llaneza

Esgranando y aventando con el vanu. Mañores/Máñules (Tinéu) Foto: Kruger (fragmento)

EL TAMBOR Es un instrumento de percusión que pone en vibración las dos membranas tensadas para producir sonido. El tambor asturiano consta de las siguientes partes: caxa, aros, varilles, parches o peyeyes, cuerda, apretones, chillones, puente y enganche y palos.

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En relación a la caja, podemos decir que actualmente miden unos 31-32 cm de diámetro y 20-21 de largo, dos cm. de ancho. El cilindro de la caja va tapado con dos parches. La calidad de esta piel es muy importante a la hora de conseguir un buen sonido. En la parte superior el parche se llama batidor y es donde se percute. La piel de la parte inferior se llama bordoneru y sobre el están los chillones o bordones. Suele ser más delgada que el batidor para facilitar la vibración de los chillones. Las cuerdas que se utilizan son las de cáñamo o pita. Hacen falta unos 9,5 metros de cuerda para confeccionar un tambor. Con el fin de tensar las cuerdas cuando se aflojan están los apretones, que son tiras de cuero muy rígido. Podemos encontrar tambores con 8 o 10 apretones. Las cuerdas que atraviesan la bordonera de parte a parte a través de unos agujeros abiertos en el aro de abajo, son los chillones. Éstos tienen que ser de tripa de cerdo, gallina o perro , estar bien curtidos y ser bastante gruesos, unos 2 ó 3 mm. Hoy en día se están sustituyendo por el nylon, lo cual hace que el sonido sea diferente. El puente, lleva un tornillo o mariposa y permite aflojar o apretar los chillones. Los palos, es una parte del tambor muy importante, ya que de éstos depende el sonido. Como norma general tienen una longitud de 37 cm. de largo y una cabeza de 1 cm.. Estas medidas son orientativas, pues hay gran diversidad de morfologías. En cuanto al color, parece que abundan los tambores asturianos pintados en azul para la caja y rojo para los aros. En el occidente no es raro encontrarlos con la caja negra y los aros blancos. Hoy en día el tambor está reservado para acompañar a la gaita marcándole el ritmo. También es imprescindible en el acompañamiento de los bailes para facilitar la unión entre el gaitero y los danzantes.

EL REDOBLANTE Sus características básicas coinciden con las del tambor con la diferencia de que la caja tiene un largo de 15 cm.,mayor que el tambor.

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Foto: J. A. Llaneza.

EL BOMBU Se trata de un membranófono percutido, formado por una caja cilíndrica tapada en los dos extremos por cuero. Tiene los mismos elementos del tambor, menos los chillones. Su tamaño suele ser más grande que él y las disposición al tocarlo también es diferente. Se percute con una maza. En ocasiones en la parte superior se colocan platillos. Se usa para marcar el ritmo en las formaciones en las que participa la zanfona, el clarinete o a pequeños grupos de gaitas.

Foto: J.A. Llaneza

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LES CASTAÑUELES

Castañueles en el Colegio Público Villafría de Otero en Oviedo. Foto. T. Acero Mayo 2005 Es un instrumento idiófono de entrechoque. Trancheford define las castañuelas como “dos conchas simétricas de marfil o madera dura, unidas por un cordón y que se golpean la una contra la otra con el fin de aumentar la resonancia.”

David Fernández, alumno de 6º curso del C.P. Villafría, con las castañuelas talladas por su abuelo en San Esteban de Las Cruces. Foto: T. Acero, C.P. Villafría Junio 2007 Las partes de las castañuelas son: Corazón que es la cavidad interior. Concha que corresponde a la parte de fuera. Orejas: parte que no corresponde a la concha. Puente: zona de unión entre las orejas y la concha. Punto: donde se tocan las dos hojas e la base de la concha, esta zona es muy importante para el sonido. En la zona de Oriente se conocen como tarrañueles. Los materiales son variados, aunque suelen ser de maderas duras: cerezal, plátano de sombra, castañal, boj o tejo.

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En cuanto a su forma encontramos las más pequeñas que se denominan pitos, hasta unas enormes que son tradicionales de la zona alta de Cangas del Narcea para acompañar al Son d´arriba.

Pito del Museo Etnográfico de Grandas de Salime Foto: T. A. Acero

Cancionero Torner, nº 285

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LES TARRAÑUELES

Mujer tañendo las castañetas o tejoletas en la cantiga CCCXXX del el Códice “Princeps” .

También corresponde a idiófonos de entrechoque que por su morfología suponemos con los orígenes comunes a las castañuelas. Están formadas por dos piezas independientes, generalmente de madera con forma rectangular. Su longitud puede estar entre 15 o 25 cm. de largo y 3 a 9 cm de ancho. Su grosor varía, desde las piezas muy estilizadas hasta las que son casi cuadradas.Generalmente son de castaño, pero también pueden ser de plátano de sombra o boj. Para tocarlas hay que colocarlas cada una a cada lado del dedo corazón, inmovilizando una con el dedo índice. La otra entre el corazón y el anular pero con capacidad de movimiento.

Foto: José Ángel Llaneza

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FIERROS Parece ser que su origen es indio y allí se denominaba sistro. Está formado por el triángulo metálico con una abertura en uno de los vértices, normalmente en Asturias es un triángulo equilátero. Para hacerlo sonar se suspende de una cuerda y se percute con una varilla metálica. Hasta el inicio del siglo XIX, llevaba unas anillas en la base para aumentar la sonoridad. Acompañaba especialmente a los instrumentos de cuerda para marcar el ritmo.

Foto: José Ángel Llaneza

MATRAQUES Y CARÁQUES Se designan con este nombre a unos instrumentos ruidófonos de la familia de la percusión, más concretamente de los idiófonos. Perdura hoy en día como instrumentos para el juego. Es un instrumento que sustituía a las campanillas de la iglesia en el oficio de tinieblas, en el acta litúrgico. En cuanto a las carracas, se dividen en dos grandes grupos: las que la caja y la lengüeta forman una sola pieza, y las que son piezas independientes. Para la clasificación de las matracas atendemos al material del cual están hechas: de madera y de metal.

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Fotos: José Ángel Llaneza

Las matracas en la zona Oriental de Asturias se llamaban ronquiellas según la información que nos aporta un vecino de Niembru (Llanes), y se utilizaban para “matar al pecau”, el Jueves Santo en los oficios religiosos, después de la consagración, sustituyendo en Semana Santa a las campanillas. “Se hacía un ruido del infierno para matar al pecau. Lo tocaban los guajes, las nenas no.” El ruido de las carracas, en la zona occidental, simboliza las fuerzas de la naturaleza cuando se abrió la tierra, y resucitaron muchos muertos en el momento de la expiración de Jesucristo, según una informante nacida en Busmente (Vil.layón). En esta zona, en la década de los 50 estos instrumentos eran tañidos por niños y niñas. Esta forma de hacer sonar las carracas y matracas también se relaciona con la intención de matar a los judíos por haber sacrificado a Jesucristo. LOS PALOS En Europa y por consiguiente en la Península Ibérica se conocen las danzas de paloteo, o de palos. Son danzas en las que los mozos hacen entrechocar los palos de forma rítmica en los distintos pasajes de la coreografía. En cuanto al tamaño son aproximadamente entre 40 y 50 cm. de largo y dos cm. de diámetro. Normalmente están hechos de avellano pelado, sin la corteza.

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Danza de palos en Peranzanes

LA TROMPA Se trata de un instrumento que participa de algunas características de los aerófonos y de los idiófonos. Originariamente podría realizarse con caña o bambú. En la actualidad ha pasado a integrar los instrumentos realizados en acero o hierro. Tiene forma de anilla sin cerrar y está rematado en los extremos con dos alargamientos en forma de brazos. En el medio se encuentra la lengüeta o lámina vibrante, cuyo extremo libre es el encarado de producir el sonido. Fuera de Asturias se le conoce también con el nombre de: guimbarda, birimbao, pio-poyo, arpa judía, harpa de boca.... Para tocarla, se introduce en instrumento en la boca con la mano izquierda, entre los dientes y con el índice de la mano derecha se puntea el extremo libre de la lámina, sirviendo la cavidad bucal de caja de resonancia.

Foto: José Ángel Llaneza

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LA PAYEL.LA Tal y como sucede con el vano, la payel.la es un útil cotidiano de la vida en el mundo tradicional. Se trata de una sartén hecha de fundición de una sola pieza, con el mango largo para evitar las quemaduras en el llar, la cual se percutía con una llave antigua y grande. Dependiendo de la zona geográfica se denomina de distinto modo. Tixela para la zona entre el Navia y el Eo. Sartén para la zona central, o también cazu o quezu.

Foto: José Ángel Llaneza

LA BOTELLA En general se utiliza la botella labrada de anís por su superficie rugosa. Esta botella se empezó a importar en la segunda mitad del XIX, por lo que su utilización como instrumento tiene que ser relativamente reciente. Se frota con el mango de una cuchara. En otras ocasiones se introducen en la abertura y se sacude percutiendo al ritmo deseado.

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Foto: José Ángel Llaneza

RIQUI RAQUE Tiene como uso el entretenimiento de los niños, por ello están más cerca del juguete que de la música. También se llama molín o ruxidera. Se fabrica con nueces. Se vacían las nueces ayudados de un hierro caliente, perforándolas de parte a parte en sentido transversal. Luego se hace otro agujero cerca de la costura de la nuez, sin que la atraviese, y por aquí se introduce un hilo de bramante que se ata a un palo que hemos metido por el primer agujero. Sujetamos el hilo para que tenga un tope y al enrollarlo produce sonido.

Foto: José Ángel Llaneza.

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INSTRUMENOS AERÓFONOS CLARINETE: El clarinete es un instrumento que conocemos con las características actuales desde el siglo XVIII, tiene una técnica de construcción refinada por lo que pocas personas lo pueden fabricar, por lo que era necesario comprarlo en tiendas especializadas. Este instrumento siempre estuvo en constante evolución. En un primer momento tenía ocho agujeros y dos llaves y a principios del siglo XX ya contaba con trece llaves. Hoy en día podemos encontrarnos con instrumentos que cuentan con diecisiete llaves y veinticuatro agujeros, con un ámbito melódico de tres octavas y una sexta. En Asturias este instrumento se incorpora a principios del siglo XIX en algunas formaciones de música tradicional, especialmente en la zona occidental.

Bandina tradicional de Castropol “Los Quirotelvos”. Fototeca MPd´A

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Manolo de Los Corros. Foto: Mavisa Miravalles. 1985

FLAUTA TRAVESERA:

Cantiga CCXL del códice “Princeps”. Es un instrumento aerófono de cuerpo tubular, generalmente hecho de madera o caña con los agujeros en el mismo plano que la embocadura.

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Los ejemplos más elaborados que conocemos en Asturias pertenecen a la zona occidental con el nombre de travieses y requintos. Los requintos tienen entre tres y cinco piezas unidas por espigos utilizando para la unión piezas de hueso o metálicas. Tiene seis agujeros divididos en dos grupos de tres, cada grupo colocado en una pieza diferente. En los instrumentos más evolucionados aparecen las llaves, con lo que se aumenta las posibilidades sonoras.

Xuan d´Andrín.

La Bandina´l Tombo en Navelgas, invierno 2008 Foto cedida por la familia Castaño.

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XIPLA Es un aerófono con embocadura de bisel y tres agujeros, dos en la parte de alante del tubo y uno atrás, los tres en la parte inferior del instrumento. Para tocar se usan los dedos corazón e índice, en los agujeros de la parte anterior y el pulgar para la parte posterior. Lo más característico es que el mismo ejecutante toca a la vez un tambor, que suelen sujetar a la cadera. En toda Europa hay instrumentos de estas características, y en la Península Ibérica contamos con la gaita charra, en Salamanca, el txistu y la txirula en Euskadi....

Domingo García. Tamburiteiro del Rebol.lal (Degaña).1995. Foto: F. Ornosa

Iglesia de Santa María de la Oliva. Villaviciosa Foto: Ignacio Acuña

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La madera utilizada para este instrumento puede ser de boj, ébano, olivo, almendro, saúco, peral, tejo o encina, dependiendo de las posibilidades geográficas. En Asturias no se conoce fabricantes de xiplas, eran compradas en el norte de León. En cuanto a su longitud, se aproxima a los 40 cm. aunque las hay más pequeñas. Generalmente estaban hechas de dos piezas. En la unión se usan piezas metálicas , astas de toro o vaca, y también de hueso. El ámbito melódico puede alcanzar las dos octavas soplando más o menos fuerte, también en la técnica de este instrumento se utiliza la lengua y la obturación de medios agujeros. ACORDEÓN: En 1829 se registra el instrumento aerófono denominado acordeón por el austriaco Demian y en 1830 el belga Buffet empieza a comercializar los acordeones de botones. En Asturias se inicia su introducción a principios del XX con una gran difusión en la marina occidental, debido según E. Martínez Zamora a la menor penetración en esa zona de aspectos culturales foráneos, un carácter rural más marcado, cierto aislamiento, etc. Se convierte en un símbolo de modernidad ya que acompañaba a los bailes “agarraos”, produciendo en no pocas ocasiones problemas con la jerarquía eclesiástica. Así, un informante de Niembru (Llanes), nos comenta que en su juventud los domingos se hacían bailes en la carretera del pueblo, al son del un acordeonista ciego llamado José María, y estas reuniones eran prohibidas por el cura, ya que el tipo de bailes “agarraos” no eran del agrado del clero, tachándoselos de corruptores. Su asentamiento se debe a que también incorpora melodías tradicionales a lo suelto. En esta época no tenía teclas, sino botones .

Acordeón de José María de la Fuente Cortina de Niembro.”Mari el ciegu” Foto: Carmen A. Acero. 2003

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José María de la Fuente Cortina, acordeonista de Niembro Foto facilitada por Emilio, de Niembro

Es un instrumento polifónico de botones que emite sonido por la presión del aire sobre las lengüetas libres. El aire se introduce de forma mecánica mediante un fuelle que se pliega y se estira con la ayuda de los brazos. Originariamente, hacia 1829, el acordeón tenía cinco botones y cada uno de ellos producía dos acordes, uno al abrir el fuelle y otro al cerrarlo. Su evolución fue rápida y ya 12 años más tarde existen instrumentos con diez teclas capaces de dar dos octavas y media. La difusión de los gramófonos en esta época de principios de siglo, trae como consecuencia la sustitución del acordeón, junto con otros instrumentos populares por estos artilugios, que empiezan a ser el soporte musical de los bailes.

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LA GAITA

Gaita del Museo de Grandas de Salime. Foto: T. Acero

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Gaita con cinco bordones en el Códice “Princeps” de las Cantigas.

Los primeros testimonios de este instrumento en Asturias son esculturas, tallas y pinturas medievales, y las referencias escritas a la gaita se encuentran en documentos municipales y eclesiásticos. Así en el Libro de Acuerdos de Oviedo , el 10 de Junio de 1573, aparece: “Acordóse que salgan los instrumentos de gaitas, atabales y música a dar las alboradas como lo han hecho siempre y se les pague su trabajo ...” También se tienen noticias de que existen gaiteros profesionales desde el S. XVI constatado por los libros de Fábrica de las parroquias1 Por otro lado en el Libro de Acuerdos del Archivo Municipal de Oviedo, según las investigaciones de la profesora Yayoi Kawamura, en 1673 aparece refiriéndose a Juan Ribera, danzante: “...Él y dicho su hijo abían de poner ocho personas y un gaytero para la dança del Corpus y su octabario...”. En el libro de la citada profesora titulado “Festividad del Corpus Christi en Oviedo” en la página 76 se afirma que “otro grupo de danzas, medio mes antes del Corpus, Juan del Valle, Domingo del Valle, danzantes y Domingo Martínez gaitero de Gijón, ofrecieron sus servicios para la danza de los zapateros.” Aparece así citado nominalmente un gaitero de Gijón que participó en las festividades de Oviedo.

1 MARTINEZ ZAMORA. E. Instrumentos musicales en la tradición asturiana.( Oviedo, edición del autor, 1989)

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La importancia de la gaita dentro de nuestra tradición, se observa en las muestras iconográficas, es decir la representación de instrumentos en libros antiguos, en edificios, en pinturas.... En primer lugar podemos destacar la portada principal de la iglesia de Santa María de la Oliva en Villaviciosa construida en el siglo XIII. Allí, en los capiteles de la arcada izquierda, hay representaciones de músicos.

Capitel de la iglesia de Sta. Mª de la Oliva. Villaviciosa. Siglo XIII Aerófono, posiblemente una gaita. Foto: T. Acero. Dic. 2003

En el capitel de la parte exterior, esculpido en arenisca jurásica, está una de las representaciones más antiguas de la imagen de un posible gaitero con su instrumento. En la actualidad se aprecia con mayor dificultad que el resto de las imágenes de los otros capiteles, debido a su especial posición que lo somete a una mayor erosión. Consideramos que las instituciones correspondientes deberían de tomar medidas al respecto, al tratarse de un documento iconográfico único. Y a su lado la representación de otros músicos, en concreto uno tocando un idiófono, suponemos que unas sonajas y otro personaje tocando simultáneamente dos instrumentos, uno aerófono y otro de percusión, antecedente sin duda de los tañedores de xipla y tambor de la actualidad.

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Capiteles de Sta. Mª de la Oliva en Villaviciosa. Siglo XIII. En el de la derecha aparece el tamboritero con la xipla y a su derecha una instrumentista con sonajas en alto. En el capitel de la izquierda está el aerófono mencionado anteriormente. Se aprecia el deterioro especial por la influencia de los agentes climatológicos. Foto: T. Acero. Diciembre 2003

No muy lejos de esta iglesia, en San Juan de Amandi, aparecen otros músicos en mejor estado de conservación ya que se encuentran en el interior de la iglesia, y a unos kilómetros, también en Villaviciosa, está la iglesia de Santa María de Lugás en donde se puede también disfrutar con estos músicos tañendo cordófonos y membranófonos. En el claustro de la Catedral de Oviedo, también aparece una representación de un aerófono con saco de almacenamiento para el aire donde se representa al instrumentista con los cuartos traseros de león. En otro tipo de soporte, el pergamino, encontramos en el Libro de la Regla Colorada, del siglo XIV, un pequeño conejo tocando la gaita en el extremo superior derecho de una página.

Foto: Astur Paredes

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Sillería gótica del coro de la Catedral de Oviedo.

En la Sillería gótica del Coro de la Catedral de Oviedo se encuentran varias figuras de personas y animales tocando instrumentos. En concreto en esta imagen aparece la gaita siendo tañida por un jabalí que deleita a sus congéneres, mientras estos se dedican a placeres más mundanos.

Sillería del Coro, Catedral de Oviedo. Foto: Astur Paredes

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Otra manifestación más de este instrumento se halla en el escudo de piedra de una casa solariega en La Roda, Tapia de Casariego, construcción realizada hacia 1800.

Escudo de una casa solariega en La Roda (Tapia de Casariego) Foto: Ignacio Acuña

El poema de Antón de Marirreguera escrito en el siglo XVII, refiriéndose a la llegada de los restos de Santa Eulalia, dice: Trúxolos al endefeto, De miseria los sacó, Y metiolos per Uvieo Con gaites y procesión. Antón de Marirreguera Pleito entre Oviedo y Mérida (1636) En relación a la gaita y en el resto de Europa, en todo el arco Atlántico se documenta este tipo de aerófono con saco de almacenamiento para el aire. A final del XIX, la gaita adquiere una gran relevancia de la mano de las nuevas investigaciones de carácter folklórico a la sombra de las realizadas en Europa por autores que desean recuperar las tradiciones a la par de los movimientos del nacionalismo musical europeo. Así en la Exposición Universal de París de 1889, Ramón García Tuero, el Gaiteru Libardón tuvo un singular éxito, y no es de extrañar ya que las posibilidades que nuestro

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gaitero sacaba de la gaita acompañándose al tiempo en la tonada debieron de dejar epatados a propios y extraños en aquella época. Este éxito le llevó a viajar por Europa y América en incluso a grabar discos que son un documento único en la actualidad. Al lado del Gaiteru Libardón , estaban también Manolo Rivas de Llanes, Ladislao Martínez (Aladino el de Amandi), y otras figuras que junto con los tamboriteros promocionaban el instrumento, que pasó a ser el dúo instrumental más conocido y representativo de nuestra música tradicional.

Gaiteru en la procesión de la Santina en Tazones hacia 1920. Foto: J. M. Mendoza Ussía (fragmento)

En el siglo XX, hasta la década de los 80, la gaita asturiana fue perdiendo importancia , por un lado por la depreciación de lo autóctono pasando a tener solo un significado “folclorista”, por otro la irrupción del mundo anglosajón y la nueva cultura hacia la que se impulsaba a los jóvenes desde los medios de comunicación. Afortunadamente en esta década un grupo de jóvenes interesados por las tradiciones y el folclore iniciaron un movimiento de recuperación etnomusicológica, realizando trabajos de campo de gran valía que por supuesto, también incluyen a la gaita.

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Cancionero Torner, nº 318

Así es como se inician las escuelas de gaita, armonizando la sabiduría y técnica de los gaiteros clásicos con los conocimientos musicales reglados y las nuevas tecnologías. A este nuevo impulso y desarrollo también contribuye la aparición de nuevos artesanos y constructores de gaitas que ya cuentan con la posibilidad de una perspectiva global de todo el arco atlántico, propiciado por los intercambios de experiencias , los festivales, la aparición de bandas de gaitas y de conjuntos instrumentales.

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Detalle del apunte del natural que J. Pérez Villaamil Hizo en 1846. Foto: Gran Atlas del Principado de Asturias.

Otras melodías donde la gaita es protagonista: A mi me gusta la gaita. Les 40 principales Oigo sonar una gaita Les 40 principales Torner nº 388. en SolM.

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Ramón Llorente, gaitero de Piedra (Llanes) Foto: Ignacio Sánchez. Dic. 2003

Cancionero Torner, nº 319.

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La gaita en la exposición del “Amagüestu 2008” en el C.P. Villafría Foto: T. Acero, Noviembre 2008. PARTES DE LA GAITA ASTURIANA Para esta parte del trabajo nos hemos basado fundamentalmente en el estudio realizado por Javier Álvarez Zaragoza y otros, titulado La gaita asturiana. Método para su aprendizaj,e en la Colección d´Ayures nº 5 del Servicio de Publicaciones del Principado de Asturias, Consejería de Educación, Cultura y Deportes. .

1- El Soplete: La parte por la que se introduce el aire en la zona de almacenamiento de aire es el soplete. Su propio nombre nos hace referencia al hecho de “Soplar”. Su forma es tubular, y en su parte interior tiene un canal cilíndrico. En el punto de conexión con la bolsa de almacenamiento del aire, tiene una válvula o “llingueta”, que no deja salir el aire insuflado, impidiendo una corriente regresiva. Partes del Soplete: - Boquiella: se coloca en la parte superior del soplete y es de un material como acero inoxidable, asta... que impida el deterioro de la madera por la humedad de la saliva. - Asientu o mesa del soplete: contiene en su interior una pieza de almacenamiento de la saliva llamada saliveru para evitar el paso de ésta al fuelle.

2- El roncón: Es el tubo que se coloca encima del hombro del músico. Lo forman varias piezas que son las encargadas de emitir el sonido de bordón, afinado siempre con la tónica del punteru. Este sonido de bordón es mas grave que el del punteru, en concreto dos octavas. Estas piezas que constituyen el roncón son: prima, tercia y copa, siendo ésta última la pieza final del roncón.

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En Asturias es más común la gaita de un solo roncón, pero también se han descubierto gaitas antiguas con un segundo roncón llamado “ronquín”, se trata de un elemento enriquecedor del sonido ya que emite otro bordón diferente, armonizado con el punteru y el roncón. Entre el asientu, o sea la pieza que une el fuelle con el roncón propiamente dicho, se coloca el payón, que es un llingüeta simple que va formando parte de un tubo cilíndrico colocado en la boca del espigu inferior de la prima, que tiene la finalidad de originar el sonido emitido por el roncón.

3- El punteru: Se trata de un tubo de forma cónica donde se hayan los agujeros que nos van da dar la altura diferente de los sonidos con el fin de producir la melodía. En la época medieval, las notas se denominaban puntos, por ello la palabra punteru hace referencia a los puntos o notas que se producen en esta parte de la gaita dependiendo de cuatos agujeros se tapen y cuantos queden sin obturar. Para que el sonido se produzca, es necesaria la payuela , que se coloca en la parte superior del punteru y tiene forma de cono invertido. Dependiendo del tamaño del punteru obtenemos sonidos más graves o más agudos. Así los punteros mas grandes tendrán afinación mas grave. La división tradicional de los punteros por su longitud se corresponde por los tonos en los que están afinados. Los principales son los siguientes: Punteru de 30 cm.......................Re M Punteru de 31,5 cm....................Do # M. Punteru de 33 cm.......................Do M. Punteru de 35 cm.......................Si M. Punteru de 36,5 cm....................Si b M. También se pueden agrupar las gaitas en relación a su afinación como: Gaita redonda: afinada en Do M. Gaita grillera: afinada en un tono más agudo que Do M Gaita tumbal: afinada en un tono más grave que Do M.

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4- El fueye Es la parte más característica de la gaita, ya que se trata de la parte en la que se almacena el aire . Así pues, el aire no llega directamente al elemento que produce el sonido, si no que el ejecutante puede insuflar el aire y dosificarlo según interese para la ejecución de una pieza concreta, oprimiendo el fuelle con el brazo. La presión del fueye ha de ser siempre la misma, de lo contrario el sonido se distorsionaría. Es un instrumento de viento en el que se da la circunstancia de que el propio músico puede tocar y cantar a la vez. El material utilizado para la fabricación del fuelle es la piel de cabrito o cordero. Se ha intentado la fabricación con otros materiales como por ejemplo goma, pero no han dado mejor resultado que el material tradicional. A esta piel se unen los asientos que sujetan las otras tres piezas que están unidas a él: punteru, roncón y soplete. Los fuelles curtidos proporcionan una gran suavidad y resistencia. Se deben engrasar periódicamente para evitar que pierdan aire por los poros de la piel. Al revestimiento del fuelle se le denomina funda o vestíu, que es lo que da vistosidad y originalidad a la gaita. Pero también tiene una función específica y es que limita el tamaño del fuelle para conseguir una forma anatómica y proporcionada en relación a la altura del instrumentista. Nuestro folklore habla del terciopelo como una de las telas escogidas para ello. También se le pueden colocar flecos con el fin de decorar aún más esta parte de la gaita, también cintas o borlas uniendo el roncón con el fuelle. Si yo tuviera una gaita, Con la caña de cerezu, Yo la tocaria´n Carrales Que se oyera´n Picu Pienzu. (Diccionario geográfico popular de Asturias. Luciano Castañón.) CARRALES (Caravia)

XIBLATES DE TEMPORADA Xiblates d´Añal La corneta Xiblates de Maizu Chifla d´espadaña El Berrón Chifos de piescu Pitorru.

Foto: José Ángel Llaneza

XIBLATES D´ ALCACER (cereales)

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Cañavera. Foto: J. A. Llaneza

XIBLATES INTEMPORALES Xiblatos de caña Gaita de llingüeta

Foto: José Ángel Llaneza

Chifla

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Foto: José Ángel Llaneza

Xiblates de picu ELEMENTOS DE ANIMALES Los cuernos: cuernu, xiblata y pitu cabreru. Caracola Chifles de caniella.

Cuernu. Foto: José Ángel Llaneza

Búgara. Foto: José Ángel Llaneza

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Vigulín de maíz. Foto: J.A. Llaneza

LA ZANFONÍA

Grabado J. Cuevas

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La zanfona o zanfonía se define, según la Real Academia Española, como un instrumento musical de cuerda, que se toca haciendo dar vueltas con un manubrio a un cilindro armado de púas. Este instrumento de cuerda frotada con manivela se le conoce en nuestro entorno con varios nombres: zanfonía, chifonía, gaita de rabil, zanfona o zanfoña,.... y en el resto de Europa aparece con diversos nombres: frogólant en Hungría, ninera en Bohemia, relia en Ucrania, lira en Bielorrusia...

Juan Carlos y Teresa, alumnos de zanfonía de la Escuela de Música Tradicional de Oviedo. Junio 2003 Foto: J. A. Llaneza El primer ingenio musical, antecedente de nuestra zanfona, dotado de un mecanismo complejo fue el organistrum que se desarrolló probablemente en los monasterios como herramienta de mucha utilidad en la enseñanza musical acompañando al canto gregoriano. Este instrumento necesitaba dos músicos para ser tañido, uno que hace girar la rueda y otro que se encarga del teclado. En el siglo XI, Guido d´Arezzo modifica es sistema musical griego tomando como base el exacordo y creando una escala basada en sol, con la extensión de dos octavas, justamente la escala diatónica de los primeros organistrum. Se podría pensar que Guido tendría acceso a un ingenio mecánico semejante. El primer documento que habla de un instrumento así se encuentra en la abadía de San Blaise en Provenza (siglo XII).

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Cantiga CLX del códice “Princeps”. Se observan dos sinfonías o chifonías de caja rectangular.

El posible origen de este instrumento según la autora Marianne Broker, está en el Islam, hacia el siglo X, introducido por la península Ibérica ocupada por los musulmanes. Basa su tesis en que en la península Ibérica se encuentra la mayor parte de la iconografía de este instrumento. En concreto en la portada de la Gloria de la Catedral de Santiago de Compostela, realizada por el Maestro Mateo, aparece un organistrum que supone una de las más perfectas representaciones del instrumento.

Cuatro músicos en el pórtico de la Catedral Burgos. La zanfona en la parte inferior derecha. Foto: T. Acero, invierno 2005

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Hasta la aparición de los organistrum los instrumentos de mayor complejidad eran las fídulas o rabeles y también las arpas, éstos estaban realizados con una caja obtenida por vaciado de una madera. Nuestro organistrum supone un avance técnico al precisar un armazón interno, curvado de las planchas de madera con calor y humedad, etc. El número de piezas de este instrumento en aquella época ronda las 250, lo que supone el logro de un instrumento casi polifónico. Como comparación podemos tener en cuenta que la guitarra actual se compone de unas 60 piezas. A partir de este instrumento aparecen otros como la symphonía que consiste básicamente en una caja provista de rueda, derivada del teclado y sin caja de resonancia y la zanfona o viola de rueda, propiamente dicha derivada de la caja armónica en forma de ocho ó guitarra. Estos dos instrumentos, de algún modo, van a hacer desaparecer el organistrum, ya que para tocarlos solo hace falta un músico mientras que para tocar el organistrum hacen falta dos.

Foto: J. A. Llaneza.

En Europa, existen representaciones de zanfonas en los Paises Bajos, Francia, Alemania, Hungría, Italia, Polonia y España. En cada uno de ellos adquiere una evolución independiente en función de las necesidades de repertorio y de las propias características. En Alemania se le conoce por el nombre de dhreiler. En Hungría tiene gran tamaño y se la denomina nyenyere o lôfej. En Polonia recibe el nombre de lira korbowa y tiene su caja tiene forma de violin o cello, con lo que se puede suponer que éstos han sido aprovechados para su construcción. En Ucrania se tienen noticias de ciegos errantes conocidos por el nombre de lirniky que utilizaban la zanfona o rylia como acompañamiento. En los Paises Bajos aparece en las obra de El Bosco El jardín de las delicias donde el pintor representa un nuevo elemento añadido en esta época denominado chien (perro) o trompeta, que es un bordón adicional que reposa en un pequeño puente móvil con la forma de un perro, esto implica un acompañamiento rítmico que responde a los impulsos de la mano con la vibración sobre la tapa armónica del instrumento, lo que conlleva mayor dificultad de ejecución.

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Música-músicas. M y C Maccle. Ediciones J M. Fuzeau

La zanfona fue un instrumento de música culta en la Edad Media, y pasa a ser de uso esencialmente popular en el siglo XVI. Posteriormente tiene gran auge en la corte francesa del siglo XVIII influida por la moda “pastoril”. Los compositores se ven forzados por estos gustos a escribir piezas para este instrumento así es que encontramos obras de Vivaldi o Chedeville para zanfona. Por su lado Haydn compone para la lira organizada, que es parecida a la zanfona y es mezcla de ella con órgano portátil. Estas piezas, hoy en día no se tocan con el instrumento original si no que son sustituidos por el violín o la flauta. En 1720 el lhutier C. Baton decide emplear cuerpos de laúd o tiorba para construir la caja, serán las zanfonas de modelo de cuerpo redondo que existen hoy día. A partir de la Revolución Francesa la zanfona junto con la musette (gaita de época), van a ser los instrumentos imprescindibles en todas las fiestas populares.

Tañedor de zanfona en la catedral de Burgos (detalle). Foto: T. Acero, invierno 2005.

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Desde el organistrum medieval hasta la actualidad se han incorporado una serie de innovaciones técnicas: sistema de capos, palanca de separación de cantoras, diapasones para bordones y trompetas, amplificación independiente de cada cuerda, potenciómetros, etc. Así nos lo demuestra el luthier Jesús Reold, perteneciente a la Asociación Ibérica de la Zanfona. Hoy en día asistimos a una serie de mejoras técnicas que la convierten en un instrumento capaz de interpretar otras melodías aunque no hayan sido creadas específicamente para ella. Se construyen zanfonas electroacústicas, cajas armónicas con materiales no tradicionales, ingenios mecánicos que permiten cambiarlos de tonalidades, múltiples cuerdas afinadas en terceras, quintas u octavas, construcción de trompetas múltiples..... Por ello se debe tener a la zanfona no como un instrumento histórico y antiguo ligado a una época, sino capaz de infinitas posibilidades. Ejemplo de ello son los intérpretes Valentin Clastrier, acompañado por Patrick Bouffard, Nigel Eaton o Giles Chabenat. EL RABEL

José Ángel Llaneza tocando en una actividad escolar en el colegio de Villafría. Primavera 2002. Foto: T. Acero.

“Toca rabelucu toca que te tengo de romper, que a la puerta de mi novia nun quisiste tocar bien”

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Según la Enciclopedia Universal Ilustrada Espasa Calpe, en el tomo 49, se define RABEL: “Nombre europeo del rabeb oriental. Cuando fue introducido en los países occidentales transformóse su caja, presentándose oblonga y bastante pequeña, con los bordes ligeramente cintados para facilitar el juego del arco sobre las tres cuerdas de que contaba al principio. Fueron aumentando hasta cuatro y más durante el siglo XVI” En el siglo XII, en el tratado de teoría de Jerónimo de Moravia, el rabel, que entonces se llamaba rubeba, tenía sólo dos cuerdas afinadas a la quinta y una extensión de dos octavas. Se trata de un instrumento de música pastoril pequeño, de hechura como la del laúd y sus cuerdas son frotadas con un arco. En España a partir del siglo XI aparecen representaciones de instrumentos con estas características en los canecillos románicos, en las ilustraciones de códices, etc. Probablemente en su versión popular esté el origen de nuestros actuales rabeles. Hay quien opina que la forma de ocho tiene más que ver con ciertas violas de caja plana que con el rebec. Sea como fuere estos instrumentos fueron uno de los más usados en toda la Edad Media.

Tañedor del rabel. Cantiga CLXX. Códice “Princeps”. Se observan dos materiales constructivos en la tapa: madera y piel.

A partir del siglo XIV los instrumentos “cultos” de arco, comienzan a evolucionar y a complicarse separándose de sus parientes “pobres”, quedando así los rabeles rústicos y sencillos en manos de las clases populares y especialmente en manos de los pastores. La gran difusión de este instrumento pastoril se debe sin duda a la trashumancia que pone en relación a los distintos pueblos de nuestra Península. Si analizamos la evolución de nuestro rabel, según José Luis Robles, el puente en un principio es plano, todas las cuerdas suenan a un tiempo, lo cual sirve para la práctica del bordón medieval (melodía y bajo continuo). Con la necesidad de tocar cada cuerda por separado, el puente se curva al tiempo que se hacen escotaduras en la caja (formas de ocho) para dar movilidad al arco.

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La tensión de las cuerdas en los instrumentos de cuerda frotada es mayor que en los de cuerda pulsada por lo que se llevan las cuerdas sobre un puente móvil y se fijan mediante un tensor a un fuerte botón o amarre en la caja. En relación a las cuerdas, este autor afirma que en las civilizaciones primitivas las cuerdas eran de fibras vegetales, pasando posteriormente a ser de crines en Asia y de seda en Asia Oriental. También se hacían con tendones o tripas en Asia Menor y todo el Mediterráneo. En el siglo XVII se fabricaban las tripas con entorchados de alambre, pasando ya en el siglo XVIII a ser de alambre metálico y latón. A partir del XIX se utilizaba el acero para las cuerdas y en el XX también se utilizó materiales sintéticos como el nylón. En el interesantísimo artículo de Luis Ángel Payno que se puede consultar en la página http://www.es-aquí.com/payno/arti/rabel.htm dedica a su abuelo Pedro Rodríguez Suárez, constructor de rabeles, su trabajo y refiriéndose a la construcción del rabel, explicita que la tapa del mismo se realiza en madera, en la cual se habrán practicado unos orificios u oídos que va pegada al cuerpo. Asimismo habla de las diferentes piezas: cuerpo, mástil y clavijero, como piezas independientes.4 La afinación para el rabel de Payno sería en intervalos de cuarta, como la primera y segunda cuerdas del laúd. Los rabeles más primitivos son de una sola pieza de madera caja y mástil, la caja de resonancia ahuecada y tallada sobre la misma pieza, aunque existen muchos casos de varias piezas e incluso con dos tapas. Payno enumera las principales partes del rabel y estas son: clavijero, mástil, cuerdas, cuerpo, tapa, puente, oídos, arco y cordal. En relación a las tapas, las más primitivas y más fáciles de obtener y colocar, así como reponer son las de piel seca apergaminada que al humedecerla se vuelve muy maleable y puede tensarse sobre la caja, que al secar alcanza gran tensión. A veces también se usa pieles curtidas impregnadas con algún tipo de cola. La tapa de madera es más complicada de elaborar y requiere una cierta habilidad. La aparición de la hojatala en envases a finales del siglo XIX era aprovechada por algunos rabelistas para confeccionar tapas resistentes y libres del efecto de la humedad. El rabel también es conocido en Asturias y Cantabria como bandurria, fruto de una curiosa metonimia, es decir “confusión” por referirse a instrumentos de semejante forma y porque quizás en otro tiempo el uso del arco era opcional pudiendo tocarse con él o bien punteándose con los dedos o plectro, así lo cree Curt Sachs, musicólogo y una de las máximas autoridades en la materia. Así encontramos en las definiciones de los diccionarios de Cobarrubias de 1616 o el de la Real Academia de 1737 y en el tratado de Juan Bermudo sobre instrumentos de 1515 bandurria hasta el S. XVIII como un instrumento parecido al rabel. En Asturias en el concejo de Caso, se conservan unos rabeles muy elaborados con tapa de piel exquisitamente tallados, de tres cuerdas y que se tocan sentados y apoyados sobre las piernas. Están fabricados por artesanos muy hábiles y están mucho más trabajados que otros del mismo género. Tiene una gran tapa de resonancia de piel que le confiere gran sonoridad. En la zona costera se ha encontrado algún ejemplar, aunque con forma y hechura mas rústica con tapa de hojalata y dos cuerdas. 4 PAYNO, Luis A. Instrumentos musicales de construcción sencilla. Centro Etnográfico de documentación. Diputación de Valladolid. Centro de Profesores de Valladolid. 1986

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Si colocamos en un buscador de internet la palabra “rabel” podremos encontrar gran información sobre el instrumento, teniendo siempre en cuenta que la documentación que allí aparece no está siempre constatada científicamente. Los artesanos de estos cordófonos frotados hoy en día construyen dos tipos de rabeles, el medieval utilizado para la música medieval que se construyen utilizando modelos de miniaturas y tallas medievales con forma de pera y por otro lado, los rabeles utilizados en música tradicional que se construyen en la actualidad basándose en los modelos que aún perviven y se utilizan. La madera que se suele utilizar para construir la caja de un solo bloque es el tejo, abedul, arce, peral y nogal. Una curiosidad digna de ser destacada es que el rabel que aparece en la cantiga 170 de Alfonso X se aprecia en la tapa dos materiales. En la reconstrucción realizada se ha utilizado para la mitad inferior piel de cabra y la mitad superior prolongada como diapasón es de peral, el cuerpo es de abedul . Para Payno las principales partes del rabel son: clavijero, mástil, cuerdas, cuerpo, tapa, puente, oídos, arco y cordal. Es un instrumento compuesto por varias piezas:

-Una pieza de madera única la cual se trabaja con gubias y taladros vaciándola para crear la caja de resonancia junto con el mástil y el clavijero. En un extremo posee un pequeño saliente donde se sujetará el cordal. -La caja de resonancia se cubre con una piel o pergamino sujeta con pequeños clavos de madera llamados tornos, que en épocas más recientes fueron sustituidos por chinchetas. -El “restriellu” o cordal, es una pieza de madera o hueso, que en algunos casos va decorada con gran profusión. Está atado con un trocito de cuerda de tripa al pequeño saliente o tuco de la parte de abajo del cuerpo y de ahí saldrán las cuerdas por lo que esta pieza deberá soportar la tensión de la afinación. -El “caballu” o puente es una pieza de madera , sobre el que pasan las cuerdas hacia el clavijero, que ha de quedar sujeto entre las cuerdas y la piel sin necesidad de pegamento, es la que transmite la vibración a la piel y ésta a la caja de resonancia. El rabel no posee ninguna pieza interior como el violín el alma. -Las clavijas realizadas en madera dura con una forma ligeramente cónica terminada en pala para facilitar el giro con el fin de tensar más o menos las cuerdas para la afinación. -Las cuerdas, tradicionalmente de tripa de animal, podían ser de gallina o cordero. -En la tapa se hacen tres o cuatro orificios con el fin de dejar salir el sonido desde la caja de resonancia, pueden tener varias formas: de efes, circulares...

Se frota con un arco de madera flexible, de avellano o fresno, denominado “cayau” ,”rabil” o “cachaba”, de crines de caballo impregnadas en resina, que son tensadas para conseguir el efecto deseado con la misma mano del instrumentista. En la clasificación de instrumentos tradicionales que propone Eugenio Martínez Zamora se especifica un apartado dedicado al rabel o bandurria. Este problema de la doble acepción de este cordófono frotado es tratado por varios autores.

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“La cuestión parece estar clara, la palabra “bandurria” que, al menos durante los siglos XVI y XVII, sirvió para designar a un instrumento muy similar al rabel (aunque no se menciona el uso del arco), varió durante el siglo XVIII su significado, aplicándose a partir de entonces al instrumento que hoy conocemos como tal. Las razones por las cuales esta palabra ha pervivido en Caleao nos son desconocidas, aunque hay que reseñar que podría ser uno de los pocos donde lo ha hecho.”3 En la misma obra nos cita la definición de bandurria de Cobarrubias en 1611: BANDURRIA. Género de instrumento a modo de rabel pequeño, todo él de una pieza y cavado; tiene por tapa un pergamino y hiérense las cuerdas con los dedos, tiene la voces muy agudas y mezclándole con otros instrumentos alegra la música. Los principales instrumentistas en Asturias: -David Caballín -Ceferino Traviesas y su madre. -Juan Calvo Rodríguez -Vitoriano Poli. -Eugenio Poli. -Juan Durán LA BANDURRIA EN ASTURIAS

Bandurria de Caballín Foto: J. A. Llaneza

3 MARTÍNEZ ZAMORA, E. Instrumentos musicales en la tradición asturiana.( Oviedo: Edición del autor, 1989).

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En esta parte del tema utilizaremos fundamentalmente los trabajos de Daniel García de la Cuesta sobre este instrumento.

El trabajo de recogida de datos con trabajos de campo, sobre la bandurria comenzó a mediados de los años 70 por parte de grupos de investigación etnográfica como “Los Urogallos” de Uviéu y sobre todo de Manolo S. López de “La Quintana” de Xixón.

La denominación de este instrumento como bandurria en los concejos de Casu, L´Infiestu, Llanes y Cangues d´Onís, implica una controversia por coincidir este vocablo con el instrumento cordófono de cuerdas pulsadas utilizado en rondallas y tunas, y también por existir otro instrumento de la misma familia, denominado rabel utilizado en Cantabria, Palencia, Segovia, Ávila, Zamora, Toledo Logroño, Soria y otras regiones que da pie a equívoco y a despreciar y dar por erróneo el nombre de bandurria.

Así es que en los trabajos de campo los entrevistados no saben lo que es un rabel, pero nada más ver una bandurria la reconocen por su nombre.

En la memoria colectiva la diferencia en los instrumentos radica en la posición que se adopta al tañerla. Según las personas que tocan y tocaban la bandurria en zonas de Riaño, en el territorio administrativo de León, Potes o en el pueblo de Pejanda, del valle de Polaciones en el territorio administrativo de Cantabria la bandurria se toca situándola entre las piernas, mientras que el rabel se apoya en el hombro.

En Asturias la utilización que conocemos pasa por el repertorio de baile, alguna danza, pero sobretodo al acompañamiento de asturianaes, cantares y romances. Se da la circunstancia de que los dos instrumentos llegan a tener algunas letras y melodías de repertorio común a más de 500 Kilómetros de distancia en la Península.

Existe mucha relación en el uso de los instrumentos entre Asturies y Cantabria. En el pueblo de Caliao se trabajó mucho en la industria maderera y allí convivieron gentes de la Liébana y del Valle de Polaciones con los del concejo de Caso por lo que el intercambio musical entre unos y otros fue importante.

El ámbito en el que se desarrollaba la música de bandurria era al acabar las jornadas de trabajo, sobre todo en las tareas colectivas como filandones, esfoyaces, y en fiestas y celebraciones de navidad y antroxu.

En el pueblo de Caliao todavía queda gente que encopla y hace letras como ésta donde se cuenta como se hace una bandurria: Vo facer una bandurria, d´un troncu de cerezal, El restriellu ye de texu, el caballu de nozal, El peyeyu d´un corderu, los tornos de recimal, Les cuerdes son de pitina, el rabil ye de peral. Vo cortar el rau a la yegua, pa preparai el sedal, Y cantar enes velaes, pa que me den de cenar.

Hoy en día no quedan bandurrieros de los que aprender, pero contamos con las grabaciones que se le hicieron a David Caballín Traviesas en Coballes, por las que conocemos su repertorio musical, varios toques, ritmos, melodías, etc. y su uso dentro de la tradición.

Los modelos encontrados hechos en Asturias tienen unas medidas que van desde los 50 a 60 cm. de largo por15 o 20 de ancho y de 6 a 8 cm de altura. Está hecho de una sola pieza de madera, que puede ser de arce o cerezo..Tiene forma de ocho irregular y lleva en un extremo un mástil, sin trastes, donde se pulsan las cuerdas. Tiene tres cuerdas de tripa siendo las más apreciadas las de gallina aunque sirven las de cordero.

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La parte posterior del instrumento es plana y tienen talla, con figuras geométricas, rosetones, cruces, caras, corazones y también aparecen en ocasiones las iniciales del constructor o del dueño, lo que se corresponde con la decoración tradicional en Asturies. VIOLÍN

Es un caso más de los ejemplos de instrumentos en los que convive una vía culta y otra popular. En Asturias tuvo un gran auge a finales del siglo XIX y principios del XX, hasta el punto de que se han reunido datos de su presencia en esta época en casi todos los concejos asturianos.

Puertas de la Catedral de Oviedo Foto: T. Acero

Imagen de un cordófono frotado en las puertas de madera talladas en el siglo

XVIII por José Bernardo de la Meana, en la Catedral de Oviedo. En estas mismas puertas también se ve un cordófono punteado en relación simétrica a esta imagen, y en la puerta de la derecha un aerófono a modo de cuerno.

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Cordófono punteado en S. Miguel de Liño ( S. IX) Pintura altomedieval asturiana. Dibujo Magín Berenguer.