Intento de Resumen Teoría Del Delito

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Intento de Resumen Teoría del Delito Apunte Zaffaroni: Concepto jurídico-penal de acción: La acción o conducta, entendida como género de la especie delito, en el marco de un derecho penal reductor, debe ser un concepto idóneo para satisfacer el requerimiento de una clara función política: dado que es de elemental racionalidad que cualquier pretensión de ejercicio del poder punitivo se asiente sobre la acción de una persona, su función será la de bloquear todo intento de desconocimiento de este nivel primario de republicanismo penal (nullum crimen sine conducta). 1) Función delimitadora: Desde la perspectiva de una funcionalidad reductora del poder punitivo el concepto jurídico-penal de acción debe construirse de forma que opere como contención frente a ese impulso, siendo esta función política (de mínima neutralización de la criminalización por selección personal) la que debe revestir carácter prioritario y subordinar a las restantes. Un concepto idóneo para asumir esta función limitadora no puede quedar supeditado a la prueba de verdad o falsedad conforme a su aptitud para abarcar los supuestos de hecho criminalizados primariamente, sino que, a la inversa, debe servir para limitar la criminalización primaria. Su fundamento jurídico debe buscarse en la CN y no en los tipos penales. Cualquier tipo que pretenda habilitar el ejercicio del poder punitivo con base a algo diferente de una conducta humana es inadmisible, porque el estado directamente debe abstenerse de semejantes aberraciones, o sea, que deben ser descartados pretípicamente. 2) Función vinculante: es la que se produce por constituir la acción la materia prima sobre la que recaen todos los desvalores de las diversas y sucesivas compuertas filtrantes de la teoría del delito. Debe servir para que los desvalores operen lo más racionalmente posible sobre un único objeto al

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Esto es lo que el título dice que es, o sea, es un intento, sólo un intento, de un resumen, o sea de algo resumido, de teoría, en teoriiiiiaaaa como diría homero, del delito.

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Intento de Resumen Teora del DelitoApunte Zaffaroni:Concepto jurdico-penal de accin:La accin o conducta, entendida como gnero de la especie delito, en el marco de un derecho penal reductor, debe ser un concepto idneo para satisfacer el requerimiento de una clara funcin poltica: dado que es de elemental racionalidad que cualquier pretensin de ejercicio del poder punitivo se asiente sobre la accin de una persona, su funcin ser la de bloquear todo intento de desconocimiento de este nivel primario de republicanismo penal (nullum crimen sine conducta).1) Funcin delimitadora: Desde la perspectiva de una funcionalidad reductora del poder punitivo el concepto jurdico-penal de accin debe construirse de forma que opere como contencin frente a ese impulso, siendo esta funcin poltica (de mnima neutralizacin de la criminalizacin por seleccin personal) la que debe revestir carcter prioritario y subordinar a las restantes.

Un concepto idneo para asumir esta funcin limitadora no puede quedar supeditado a la prueba de verdad o falsedad conforme a su aptitud para abarcar los supuestos de hecho criminalizados primariamente, sino que, a la inversa, debe servir para limitar la criminalizacin primaria. Su fundamento jurdico debe buscarse en la CN y no en los tipos penales.

Cualquier tipo que pretenda habilitar el ejercicio del poder punitivo con base a algo diferente de una conducta humana es inadmisible, porque el estado directamente debe abstenerse de semejantes aberraciones, o sea, que deben ser descartados pretpicamente.

2) Funcin vinculante: es la que se produce por constituir la accin la materia prima sobre la que recaen todos los desvalores de las diversas y sucesivas compuertas filtrantes de la teora del delito. Debe servir para que los desvalores operen lo ms racionalmente posible sobre un nico objeto al que predican.

Por ello, el concepto de accin que cumpla la prioritaria funcin poltica sealada, debe ser tambin suficientemente amplio para poder abarcar todas las formas tpicas constitucionalmente admisibles de individualizar acciones.Causalismo y finalismo:El concepto causal de accin permite construir una accin a la medida del derecho penal, aunque no tenga nada que ver con la realidad ni con el mundo. Se construye una voluntad sin finalidad. Este concepto no slo no logra explicar la omisin sino que cae en el problema de la regresin al infinito.La teora finalista: su idea rectora fue la construccin de un concepto de accin que respetase los datos de la realidad, o sea, un concepto ntico-ontolgico de la accin lo que implicaba el frontal rechazo del concepto jurdico-penal que no tomaba en cuenta los contenidos de la representacin que rega la conducta conforme a un sentido (un fin), y que, por ende, destrua conceptualmente su esencia de ejercicio de actividad final.Cualquiera sea la combinacin de datos nticos que terminen por definir la estructura de la conducta, la finalidad no puede quedar al margen de su contenido; de la misma manera, la negacin de este contenido final, por la va que fuere, parece emerger ms de prejuicios que reducen el saber a puro decisionismo mstico, que de criterios normativos funcionales, pues nunca un punto de vista funcional puede lograr su objetivo con abstraccin de toda realidad.El fundamento ltimo del finalismo es que el valor (o el conocimiento) no altera el objeto desvalorado, es decir, el punto de vista contrario al idealismo que, en su grado extremo, llega a afirmar que el acto de conocimiento es un acto de creacin. La distincin entre valoracin del objeto y objeto de la valoracin es fundamental e inevitable, no slo en la tipicidad sino en todos los estratos del delito, porque la valoracin siempre es un predicado. No hay predicados sin objetos; luego, pretender que los hay o que el predicado crea objetos, equivale a inventar objetos que no existen.La accin no es un concepto que se pueda inventar a gusto del derecho penal, sino justamente lo contrario, por lo que se impone como premisa el respeto a su estructura ntica, pues de otro modo no obtendr ningn objeto de valoracin sino apenas un valor valorable. Una accin con voluntad sin finalidad en el plano jurdico es una accin sin voluntad en el plano ntico (porque voluntad sin finalidad no existe); y una accin sin voluntad no es una accin sino un proceso causal.Accin para Zaffaroni:El concepto de accin en el derecho penal es un concepto jurdico (Welzel) que, por tanto, no puede inventar lo que en el mundo no existe. Entonces, el derecho penal debe construir su concepto de accin procediendo por abstraccin de datos de la realidad. No hay un concepto de accin real, sino una realidad de la conducta humana, de la que cada saber conforme a sus intereses, abstrae lo que entiende til para su concepto de accin o conducta. No se trata de una decisin del penalista sino de una condicin que no puede eludir: es una condicin ntica.Conforme a la teleologa reductora que orienta esta construccin, un concepto jurdico-penal de accin debe ser til como carcter genrico del delito, entendido como receptor que delimita la materia que se somete a los sucesivos filtros valorativos, en la comn tarea de contener y reducir el ejercicio del poder punitivo.El concepto final de accin tambin se consturye por abstraccin pues es la forma en que lo obtiene cualquier saber acerca de la conducta humana.Resumen: Al postular un concepto jurdico-penal de accin, el propio concepto se encuentra con una fuerte contradiccin constructiva: se procura un concepto prevalorativo que, por ser jurdicamente construido, no puede eludir su carcter valorativo.En consecuencia cabe entender que: a) el concepto de accin es jurdico; b) el procedimiento constructivo es la abstraccin desde la realidad de la conducta, que no impone ningn concepto sino que limita la construccin del concepto; c) la base legal no debe derivarse de los tipos sino de la CN; d) el concepto debe elaborarse teleolgicamente, conforme al objetivo reductor y continente de todo el saber jurdico penal.Apunte de Jakobs:Fundamentos de la imputacin objetiva del comportamiento: El estadio de desarrollo alcanzado por la sociedad concreta de la que se trate es clave a la hora de determinar qu tipo de riesgos sern permitidos y hasta deseados en funcin de tal desarrollo (ejemplos de sociedad industrial incipiente vs. Sociedad actual). Por consiguiente, la imputacin objetiva del comportamiento es imputacin vinculada a la sociedad concreta.

Por tanto, del entramado de relaciones causales que cabe constatar en cualquier contacto que produzca una defraudacin, se selecciona un determinado haz que se define como riesgo determinante, que compete a uno o a varios de los intervinientes, o que la vctima debe soportar a ttulo de desgracia (imputacin objetiva = reparto de responsabilidades).

La causacin resulta de manera manifiesta insuficiente para fundamentar por s sola la imputacin. La causacin nicamente afecta al lado cognitivo de lo acontecido y de ah que no aporte orientacin social. Si en todo contacto social todos hubiesen de considerar todas las consecuencias posibles desde el punto de vista cognitivo, la sociedad quedara paralizada (y esto no es deseable).

Las garantas normativas que el Derecho establece no tienen como contenido el que todos intenten evitar todos los daos posibles, sino que adscriben a determinadas personas que ocupan determinadas posiciones en el contexto de interaccin, determinados cometidos, es decir, aseguran standards personales, roles que deben ser cumplidos. De este modo, posibilitan una orientacin con base a patrones generales, sin necesidad de conocer las caractersticas individuales de la persona que acta.

Con lo dicho queda claro lo que es objetivo en la imputacin objetiva del comportamiento: se imputan las desviaciones respecto de aquellas expectativas que se refieren al portador de un rol. No son decisivas las capacidades de quien acta, sino las de un portador de rol (rol = sistema de posiciones definidas de modo normativo, ocupado por individuos intercambiables; se trata, por tanto, de una institucin que se orienta con base en personas).

La teora de la imputacin objetiva del comportamiento aporta el material con cuya ayuda puede interpretarse el suceso puesto en marcha por una persona como un acontecer socialmente relevante o irrelevante, como socialmente extrao o adaptado, etc. Slo aquello que es objetivamente imputable puede denominarse en un sentido general accin. Por consiguiente, desde el punto de vista del Derecho, no se plantea la cuestin acerca de si una accin se ha producido de manera objetivamente imputable, sino si un suceso, por ser objetivamente imputable, constituye una accin jurdico-penalmente relevante. Sin el esquema objetivo de interpretacin no se alcanza el mbito de lo social.

Resumen: 1) Los seres humanos se encuentran en el mundo social en condicin de portadores de un rol, esto es, como personas que han de administrar un determinado segmento del acontecer social conforme a un determinado standard; 2) Entre autor, vctima y terceros, segn los roles que desempeen, ha de determinarse a quin compete, por s solo o junto con otros, el acontecer relevante, es decir, quin por haber quebrantado su rol administrndolo de modo deficiente responde jurdico-penalmente; 3) Esto rige tanto respecto de hechos dolosos como de hechos imprudentes: solo que en el mbito de los hechos dolosos frecuentemente el quebrantamiento del rol es tan evidente que no necesita de mayor explicacin, lo cual es menos habitual en hechos imprudentes.Instituciones dogmticas:No resulta, segn lo anterior, suficiente la mera equiparacin entre delito y lesin de un bien jurdico. En el caso de la omisin es evidente que no todos responden de cualquier consecuencia lesiva que estn en condiciones de evitar, sino que obligado slo lo est quien es titular de una posicin de garante. Por consiguiente, quien se mantiene dentro de los lmites de su rol, no responde de un curso lesivo aun en el caso en que bien pudiese perfectamente evitarlo.Al trasladar esto al campo de la comisin es necesario describir, por tanto, determinados lmites a los roles sin cuya superacin no debe imputarse un curso lesivo aunque haya sido causado de modo perfectamente evitable.1) No forma parte del rol de cualquier ciudadano eliminar todo riesgo de lesin de otro. Existe un riesgo permitido. Esto dado que la sociedad no es un mecanismo cuyo nico fin sea ofrecer la mxima proteccin a los bienes jurdicos, sino que est destinada a posibilitar interacciones, y la prohibicin de cualquier puesta en peligro hara imposible la realizacin de cualquier comportamiento social.

2) Cuando el comportamiento de los seres humanos se entrelaza, no forma parte del rol del ciudadano controlar de manera permanente a todos los dems; de otro modo, no sera posible la divisin del trabajo. Existe un principio de confianza. ste puede presentarse bajo dos modalidades:

a. Se trata de que alguien, actuando como tercero, genera una situacin que es inocua siempre y cuando el autor que acte a continuacin cumpla con sus deberes. En este caso, la confianza se dirige a que el autor realizar su comportamiento de modo correcto.b. La confianza se dirige a que una determinada situacin existente haya sido preparada de modo correcto por parte de un tercero, de manera que quien haga uso de ella, el potencial autor, si cumple con sus deberes, no ocasiona dao alguno.

3) El carcter conjunto de un comportamiento no puede imponerse de modo unilateral arbitrario. Por tanto, quien asume con otro un vnculo que de modo estereotipado es inocuo, no quebranta su rol como ciudadano aunque el otro incardine dicho vnculo en una organizacin no permitida. Por consiguiente, existe una prohibicin de regreso, cuyo contenido es que un comportamiento de modo estereotipado es inocuo no constituye participacin en una organizacin no permitida (caso del taxista que lleva a los ladrones al banco).

4) Puede que la configuracin de un contacto social competa no slo al autor, sino tambin a la vctima, incluso en un doble sentido: puede que el propio comportamiento de la vctima fundamente que se le impute la consecuencia lesiva, y puede que la vctima se encuentre en la desgraciada situacin de hallarse en esa posicin por obra del destino, por infortunio. Existe, por tanto, una competencia de la vctima. Esto se da en los casos tanto de consentimiento como de infortunio de la vctima, as como la de la lesin de su deber de autoproteccin (tambin en el lado de la vctima lo decisivo est en determinar si la vctima ha desempeado el rol de vctima o, precisamente, el rol de alguien que configura la situacin, es decir, de quien acta a propio riesgo).