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Juicio No. 05241202000021
JUEZ PONENTE: OTAVALO CASTRO ROBERTO ANTONIO, JUEZ PROVINCIAL
(PONENTE)
AUTOR/A: OTAVALO CASTRO ROBERTO ANTONIO
CORTE PROVINCIAL DE JUSTICIA DE COTOPAXI. SALA ESPECIALIZADA DE LO
CIVIL, MERCANTIL, LABORAL, FAMILIA, NIÑEZ, ADOLESCENCIA Y
ADOLESCENTES INFRACTORES DE LA CORTE PROVINCIAL DE JUSTICIA DE
COTOPAXI. Latacunga, jueves 14 de enero del 2021, las 11h45. VISTOS: El Tribunal de la Sala
Especializada de lo Civil, Mercantil, Laboral, Familia, Niñez, Adolescencia y Adolescentes
Infractores de la Corte Provincial de Justicia de Cotopaxi, previo sorteo de la causa, se encuentra
legalmente integrado por sus Jueces Titulares, doctores Santiago Paúl Zumba Santamaría, Diego
Xavier Mogro Muñoz y Roberto Antonio Otavalo Castro (Ponente). Los legitimados activos,
cónyuges Jose Pilaluisa Tulicama y María Angélica Gancino, presentan el recurso de apelación en
forma oral, luego de expresar la decisión por el Tribunal de Garantías Penales de Cotopaxi, en la
audiencia pública, que niega la acción de protección propuesta. Recibida en esta instancia la causa, en
acatamiento a lo previsto en el inciso segundo del Art. 24 de la Ley Orgánica de Garantías
Jurisdiccionales y Control Constitucional, en adelante –LOGJCC, que dice: “…La Corte Provincial
avocará conocimiento y resolverá por el mérito del expediente...De creerlo necesario…convocar a
audiencia…”, lo que en la especie ha ocurrido; fundamentados en lo previsto del Art. 76 numeral 7
letra l) de la Constitución de la República, el Tribunal emite sentencia bajo las siguientes
consideraciones: PRIMERO. JURISDICCIÓN y COMPETENCIA: Este Organismo de Justicia
acorde a la facultad prevista en el Art. 24 de la LOGJCC, en armonía con el Art. 86 de la Constitución
de la República, está investido de jurisdicción y competencia constitucional para resolver el recurso de
apelación. SEGUNDO. VALIDEZ: Revisada la causa, la misma ha sido sustanciada acorde el
trámite establecido en la Constitución de la República y en la LOGJCC, sin que exista omisión de
solemnidad sustancial alguna que influya o pueda influir en su decisión; observándose todas las
garantías al debido proceso, no existe motivo alguno que amerite la declaratoria de nulidad.
TERCERO. ANTECEDENTES: 3.1. Comparecen los cónyuges Jose Pilaluiza Tulicama y María
Angélica Gancino presentando la demanda constitucional de acción de protección en contra del Ing.
MBA Alexis Parreño Velásquez, Director Distrital del MAG de Cotopaxi, indicando: Que mediante
acta realizada el 12 de julio de 2016 en la que constan las firmas en calidad de Secretaria la señora
María Querido, Segundo Pilaluiza y Segundo Pilaluiza Masabanda, quienes son miembros de la
Comunidad Lechepata y la firma del Presidente de la Organización de Segundo Grado (UCICA)
140424933-DFE
Unión de las Comunidades Indígenas de la parroquia Angamarca, en presencia de todos los miembros
de la comuna Lechepata y el Teniente Político de la Parroquia Angamarca, quienes escucharon en la
reunión lo manifestado por el Sr. Julio Gamboy que han falsificado las firmas en dos actas del año
2012 de los compañeros Germánico Tamayo y Efraín Chicaiza, la señora Beatriz Gamboy indicó que
el señor Aníbal Baño ha redactado estos dos documentos falsificando las firmas; que dichos
compañeros informan que nunca han firmado estas actas en las que indica que supuestamente el
difunto tío Segundo Rafael Tulicama le entrega a la señora Beatriz Gamboy el terreno comunal que
usufructuaba, creándose la duda de la autenticidad de estas dos actas de fecha 19 de agosto de 2012 y
de la tercera acta cuya original consta en el libro de actas de la Comuna Lechepata. Que para
solucionar estos inconvenientes los presentes en la asamblea resuelven dejar sin efecto estas actas y
entregar el terreno que usufructuaba nuestro difunto tío, la mitad a su hermano Segundo Pilaluiza
Tulicama y la otra mitad a José Pilaluiza Tulicama, procediendo a realizar trabajos de arado, siembra
de productos propios de la zona y pastizales para ganado vacuno y caballar, que se encuentran
sembrando, cosechando, cultivando, han construido una vivienda y cerramiento de alambrado de los
potreros. Que los derechos constitucionales vulnerados, se refieren al Memorándum No. MAGAP
DPACOTOPAXI20170001MUFSOUJ de fecha 23 de enero 2017, el informe jurídico sobre el
oficio de entrega de terreno comunal, acto administrativo que el MAGAP no se les notificó al casillero
judicial No. 84 y correos electrónicos [email protected] y [email protected] lo que provoca
el irrespeto a los derechos constitucionales; el derecho a la seguridad jurídica, según el Art. 82 de la
Constitución de la Republica sobre la existencia de normas jurídicas previas, claras, públicas y
aplicadas por las autoridades competentes. Que el Director del MAGAP de Cotopaxi debió aplicar lo
que disponen los Arts. 11 numeral 3, 426 ibídem. Que la inobservancia se verifica en el oficio No.
MAGDDCOTOPAXI20200367O que contiene la respuesta sobre la contestación a la petición de la
notificación respecto al oficio No. MAGAPDPACOTOPAXI20170001MUFSOUJS, que se
encuentra como Anexo 1. Que el Director del MAGAP ha provocado inseguridad jurídica, vulnerando
los derechos en perjuicio al derecho a la seguridad jurídica, por cuanto no dispuso se notifique al
casillero jurídico y correos electrónicos señalados en el escrito presentado en el año 2016 y que consta
como Anexo 2. Que la autoridad administrativa debe observar lo dispuesto en el Art. 65 de la
ERJAFE: “Los actos administrativos, para su plena validez deberán ser obligatoriamente notificados
al administrado y mientras no lo sean no tendrán eficacia con respecto a quienes se haya omitido la
notificación. La ejecución de actuaciones ordenadas en actos administrativos no notificados
constituirán, para efectos de responsabilidad de los funcionarios públicos, vías de hecho”, y, el Art
126 ibídem, refiere que todo interesado o administrado tiene derecho a ser notificado con el contenido
de un acto administrativo para que no afecten sus derechos e intereses. Que al no encontrase
notificado el Memorándum No. MAGAPDPACOTOPAXI20170001MUFSOUJ de 23 de enero
de 2017, mismo que contiene el informe jurídico sobre la entrega del terreno comunal, anexo 1; no
asegura la garantía del cumplimiento de las normas y los derechos que les asisten y les ha causado un
acto arbitrario, contrario a la Constitución de la República del Ecuador y la normativa preexistente en
la legislación, vulnerado los derechos determinados en la acción. Que no obstante haber presentado un
escrito en el año 2016 ante el Director del MAGAP de Cotopaxi, que consta como Anexo 2;
solicitando se abstenga de realizar trámite alguno de despojo, señalando casillero judicial No. 84 y
correos electrónicos [email protected] y [email protected] sin tener notificación de
contestación o respuesta dentro de los plazos legales como una clara violación de los derechos de
igualdad de condiciones con la Administración Publica, además a la garantía del derecho a la defensa
prevista en el literal c) del numeral 7 del Art. 76 de la Constitución de la República, que se evidencia
en el Anexo 1. Que con el oficio No. MAGAPDDCOTOPAXI20200307O constante del Anexo 3,
de fecha 11 de agosto de 2020, en respuesta a la solicitud de fecha 21 de julio de 2020 contestando,
dice: “…respecto al numeral 3 de la solicitud, se adjunta las copias con la respuesta al escrito
ingresado por el señor Jose Pilaluiza Tulicama y Maria Angélica Gancino, que se refiere únicamente
al Memorándum No. MAGAPDDCOTOPAXI2017001MUFSUJ de fecha 23 de enero de 2017 y
se enteraron de la existencia del Memorándum No. MAGAPDPACOTOPAXI20170001MUFSO
UJ de fecha 23 de enero 2017, según el Anexo 4. Que solicitaron con un oficio, copias certificadas de
la contestación, decisión o resolución referente al numeral 3 del escrito presentado en el año 2016
solicitando se abstengan de realizar trámite alguno de despojo. La pretensión concreta del accionante,
es que: 1. El Director Distrital del MAG de Cotopaxi registre como válida el acta de fecha 18 de julio
de 2016, resuelta por el Presidente de la Unión de Comunidades Indígenas de Angamarca. 2. Se
declare la nulidad de las actas No. 1 de 19 de agosto de 2012 y dejar insubsistente, por ser un acto
ilegítimo por existir ilegalidades en cuanto a las firmas que son falsas y el número de cedula del tío
Segundo Rafael Tulicama y corresponder a otra persona. 3. Se deje sin efecto el Memorándum No.
MAGAPDPACOTOPAXI20170001MUFSOUJ de fecha 23 de enero de 2017, porque se ha
vulnerado los derechos por no haberse notificado. 4. Que se comunique al Presidente de la Comuna
Lechepata de la parroquia Angamarca, al Presidente de la Unión de Comunas de Angamarca, a la
señora Enma Beatriz Gamboy Baño, al Teniente Político de la parroquia Angamarca, para que se
ejecute la sentencia al amparo del Art. 21 de la LOGJCC. Señala lugar de notificación a los
accionados y casillero electrónico, acompaña anexos, fs. 1 a 34. 3.2. Calificada de procedente la
demanda constitucional, se dispone notificar a los accionados y se fija día y hora para la audiencia
pública; se ha cumplido la notificación a los demandados, fs. 36 a 39. 3.2.1. En la audiencia pública
se ha expuesto por la parte accionada, en lo pertinente: Que la demanda no cumple con los requisitos 3
y 8 de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional y los presupuestos del
Art. 40 numeral 1 y Art. 42 numerales 3, 4 y 5 ibídem, indicando que este asunto es un conflicto de
mera legalidad, es una controversia de carácter administrativa y de carácter penal. Que las
comunidades indígenas han ejercido funciones dentro de su jurisdicción. Que probablemente el
memorando que contiene el informe si fue notificado a los correos electrónicos señalados por los
peticionarios, sin embargo, no existe constancia de ello, pero debe haberse procedido con dicha
notificación. 3.2.2. La Procuraduría General del Estado en su exposición, en la parte principal dice:
Que la demanda es confusa, al igual que la intervención del accionante y no se ha establecido cual es
el derecho fundamental vulnerado. Que se ha tocado temas referentes al pedido de despojo, a la
falsificación de firmas, la entrega de un terreno nula, donación, coincidencia de firmas, censos
comuneros, esto no forma parte del Art. 88 de la Constitución de la República del Ecuador, no se ha
establecido de forma clara y directa cual es la vulneración de derechos, lo que se está impugnando es
un memorando que no habría sido notificado el que sería un acto de simple administración, mismo
que por su naturaleza no requiere ser notificado a personas externas a la administración. Solicita se
niegue la acción de protección. 3.3. Cumplidas las diligencias en este proceso constitucional, se ha
emitido la decisión por el Tribunal a quo, en la parte pertinente dice: “…RESOLUCIÓN: En mérito
de todo lo analizado y expuesto, al amparo de lo dispuesto por el Art. 88 de la CRE, en concordancia
con los previsto en los Arts. 39, 40, numerales 1, 2 y 3; y 41, numeral 1 de la LOGJCC, el Tribunal de
Garantías Penales de Cotopaxi, ADMINISTRANDO JUSTICIA, EN NOMBRE DEL PUEBLO
SOBERANO DEL ECUADOR, Y POR AUTORIDAD DE LA CONSTITUCIÓN Y LAS LEYES
DE LA REPÚBLICA, resuelve: Declarar que NO ha existido vulneración de derechos
constitucionales, al debido proceso, al derecho a la defensa y a la seguridad jurídica de los
accionantes. Negar la acción de protección planteada por Elvis Alexis García García y Alex Fernando
Villacís García…” posteriormente aclarada en auto de fecha 20 de octubre de 2020, fs. 108 a 115.
Decisión de la cual, en la misma audiencia, se han interpuesto el recurso de apelación por los
accionantes y se ha presentado escrito de fundamentación a la apelación. Se ha remitido a la oficina de
sorteos de la Corte Provincial de Justicia a fin de que sea una de las Salas, quien conozca de la
impugnación a la decisión adoptada por el Tribunal de Garantías Penales de Cotopaxi, fs. 1116 a 120,
correspondiendo conocer y resolver por sorteo, al Tribunal de la Sala Especializada de lo Civil,
Mercantil, Laboral, Familia, Niñez, adolescencia y Adolescentes Infractores de la Corte Provincial de
Justicia de Cotopaxi. CUARTO: LA APELACIÒN. 4.1. El Tribunal en esta instancia, conforme lo
dispone el inciso segundo del Art. 24 de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control
Constitucional, dice: “…La Corte Provincial avocará conocimiento y resolverá por el mérito del
expediente...De creerlo necesario…convocar a audiencia…”, acatando con ello lo establecido en el
Art. 76 numerales 1, 7 literales a), c), h), l) de la Constitución de la República, lo que en la especie ha
ocurrido. 4.2. La apelación verifica en base a la resolución impugnada, la prueba presentada en
primera instancia, confrontar el contenido de la resolución con el material fáctico y jurídico ya
incorporado; determinar si la prueba y hechos fueron correctamente analizados. Joaquín Escriche, al
respecto dice: “La provocación hecha del juez inferior al superior por razón del agravio causado o que
puede causarse por la sentencia; o bien, la reclamación o recurso que alguno de los litigantes u otro
interesado hace al juez o tribunal superior para que reponga o reforme la sentencia del inferior”.
Escriche Joaquín. Diccionario Razonado de Legislación y Jurisprudencia, Tomo I, pág. 354; Editorial
Temis S.A., BogotáColombia. Para el maestro Eduardo Juan Couture, la apelación es: “el recurso
concedido a un litigante que ha sufrido agravio por la sentencia del juez inferior, para reclamar de ella
y obtener su revocación por el juez superior”. Couture Eduardo Juan. Fundamentos del Derecho
Procesal Civil, Roque De Palma Editor, Buenos Aires 1958, p 351. 4.3. La Constitución de la
República del Ecuador, en el Art. 76 numeral 7 letra m) garantiza el derecho a recurrir del fallo o
resolución en todos los procedimientos. El Art. 25 numeral 2, literal b) de la Convención
Interamericana de Derechos Humanos reconoce el derecho de las personas a recurrir de los fallos y
resoluciones y desarrollar las posibilidades del recurso judicial, ante el órgano competente. El Art. 24
de la LOGJCC, manifiesta: “Apelación. Las partes podrán apelar en la misma audiencia o hasta tres
días hábiles después de haber sido notificadas por escrito. La apelación será conocida por la Corte
Provincial; si hubiere más de una sala, se radicará por sorteo…” por consiguiente el recurso de
apelación planteado por la parte legitimada activa dentro del término de ley, avala a este Tribunal
resolver y pronunciarse sobre el mismo. 4.4. El Art. 76, numeral 7 letra l) de la Constitución de la
República, expresa que las resoluciones de los poderes públicos deberán ser motivadas, que no habrá
motivación si en la resolución no se enuncian las normas o principios jurídicos en que se funda y no se
explica la pertinencia de su aplicación a los antecedentes de hecho establecidos en el proceso. La
Corte Constitucional del Ecuador, en sentencia No. 22712SEPCECC caso No 022712EP
manifestó, para que determinada resolución se halle correctamente motivada es necesario que la
autoridad que tome la decisión exponga las razones que el Derecho le ofrece para adoptarla. Dicha
exposición debe hacérsela de manera razonable, lógica y comprensible. Una decisión razonable es
aquella fundada en los principios constitucionales. La decisión lógica, por su lado implica coherencia
entre las premisas y la conclusión, así como entre ésta y la decisión. Una decisión comprensible, por
último, debe gozar de claridad en el lenguaje, con miras a su fiscalización por parte del gran auditorio
social, más allá de las partes en conflicto. La motivación resulta una garantía fundamental del debido
proceso, puesto que asegura la transparencia en el actuar judicial. La Corte interamericana de
Derechos Humanos, ha sido enfática al sostener que: “…las decisiones que adopten los órganos
internos que puedan afectar derechos humanos deben estar debidamente fundamentadas, pues de lo
contrario serían decisiones arbitrarias. La motivación es la exteriorización de la justificación razonada
que permite llegar a una conclusión”. 4.5. El Art. 88 del cuerpo constitucional señala: “La acción de
protección tendrá por objeto el amparo directo y eficaz de los derechos reconocidos en la
Constitución, y podrá interponerse cuando exista una vulneración de derechos constitucionales, por
actos u omisiones de cualquier autoridad pública no judicial; contra políticas públicas cuando
supongan la privación del goce o ejercicio de los derechos constitucionales; y cuando la violación
proceda de una persona particular, si la violación del derecho provoca daño grave, si presta servicios
públicos impropios, si actúa por delegación o concesión, o si la persona afectada se encuentra en
estado de subordinación, indefensión o discriminación”. Fundamento que también se halla
desarrollado en la Declaración Universal de Derechos Humanos, el Art. 8 dice: “Toda persona tiene
derecho a un recurso efectivo, ante los tribunales nacionales competentes, que la ampare contra actos
que violen sus derechos fundamentales reconocidos por la constitución o la ley”. 4.6. El Art. 11
numeral 8 de la Constitución de la República, establece: “El contenido de los derechos se desarrollará
de manera progresiva a través de las normas, la jurisprudencia y las políticas públicas…”. El Art. 39
de la LOGJCC, sobre la procedencia de la acción de protección prevé su alcance siempre que “no
estén amparados por las acciones de habeas corpus, acceso a la información pública, habeas data, por
incumplimiento, extraordinaria de protección y extraordinaria de protección contra decisiones de la
justica indígena”. El Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, en el Art. 2 expresa: “Toda
persona cuyos derechos o libertades reconocidos en el presente Pacto hayan sido violados podrá
interponer un recurso efectivo, aun cuando tal violación hubiera sido cometida por personas que
actuaban en ejercicio de sus funciones oficiales”. Por lo expuesto, el Tribunal analizará las
motivaciones de la acción así como las excepciones expuestas por los accionados, la prueba que ha
sido incorporada en este expediente para determinar la existencia o inexistencia de violaciones a
derechos constitucionales, como así lo han manifestado los accionantes. QUINTO: PRUEBA
APORTADA: 5.1. El Juzgador Constitucional para motivar la decisión tiene la obligación jurídica
de analizar los supuestos fácticos en relación con las pretensiones esgrimidas por las partes, en un
contexto constitucional y a la luz de las disposiciones y reglas jurisprudenciales que regulan dicha
acción, para en virtud de aquello poder concluir si la acción propuesta es o no procedente, según lo ha
determinado la Corte Constitucional en varias decisiones. El carácter de protección de las garantías
jurisdiccionales obliga al juzgador a efectuar una verdadera tutela judicial efectiva ante una aparente
vulneración de los derechos constitucionales, para que únicamente, luego de la sustanciación del
procedimiento respectivo, se establezca si se verificó o no esta vulneración. 5.2. En un sistema
adversarial y contradictorio, en observancia a los principios de buena fe y lealtad procesal
consagrados en el Art. 26 del Código Orgánico de la Función Judicial, debemos verificar si el
Tribunal a quo, realizó una correcta valoración de la prueba constante en el expediente, lo que ha
conllevado a emitir su fallo, cuyo resultado es la improcedencia de la acción constitucional propuesta
por los cónyuges Jose Pilaluisa Tulicama y María Angélica Gancino, declarando la inexistencia de
vulneración a derecho constitucional alguno. La ex Corte Suprema de Justicia Ecuatoriana, en fallo de
triple reiteración dice: “la valoración de la prueba es una operación mental en virtud de la cual el
juzgador determina la fuerza de convicción, en conjunto, de los elementos de prueba aportados por las
partes, para inferir si son ciertas o no las afirmaciones hechas tanto por el actor como por el
demandado. Esta operación mental de valoración o apreciación de la prueba es potestad exclusiva de
los jueces y tribunales de instancia y deben hacerlo aplicando, como dice la ley, las reglas de la sana
crítica, o sea aquellos conocimientos que acumulados por la experiencia y que, en conformidad con
los principios de la lógica, le permiten al Juez considerar a ciertos hechos como probados”. 5.3. La
prueba presentada consiste: 5.3.1. Oficio No. MAGDDCOTOPAXI20200367O, de fecha
Latacunga, 21 de septiembre de 2020 dirigido al señor José Pilaluiza Tulicama, suscrito por el Mgs.
Alexis Parreño, Director Distrital del Ministerio de Agricultura y GanaderíaMAG Cotopaxi,
conteniendo la respuesta ala la notificación del memorando No. MAGAPDPACOTOPAXI2017
001MUSFOUJ de 23 de enero de 2017, fs. 1. 5.3.2. Solicitud presentada por los accionantes Jose
Pilaluisa Tulicama y María Angélica Gancino, dirigido al Director del MAGAP en Cotopaxi, fs. 2;
5.3.3. Oficio No. MAGDDCOTOPAXI20200307O, de 11 de agosto de 2020, dirigido al señor
José Pilaluiza Tulicama, suscrito por el Ab. Paulo Emilio Racines Ortega. Director Distrital
Subrogante del MAG Cotopaxi, sobre la entrega de copias certificadas de documentos, fs. 3. 5.3.4.
Memorando No. MAGAPDPACOTOPAXI20170001MUFSOUJ de 23 de enero de 2017,
dirigido al Ing. Alfonso Sánchez Vallejo Director Provincial Agropecuario de Cotopaxi, conteniendo
el Informe Jurídico suscrito por la Ing. Paulina Solomé Albán Taipe, Técnico de Fortalecimiento
Socio Organizativo DPA Cotopaxi y Dr. Luis Marcelo Plasencia Tonato, Analista Jurídico DPA
Cotopaxi, fs. 4. 5.3.5. Copias certificadas de Actas No. 1 de fecha 19 de agosto de 2012 en que
indican las reuniones comunitarias, constantes de fs. 5, 6, 7. 5.3.6. Copias certificadas de la nómina
de comuneros de la Comuna Lechepata, parroquia Angamarca, cantón Pujilí, provincia de Cotopaxi,
fs. 8 a 10. 5.3.7. Copia certificadas de fecha 18 de julio de 2016 constando la reunión de la
Comunidad Lechepata, fs. 11. 5.3.8. Acta Notarial de posesión efectiva de los bienes dejados por
Segundo Manuel Tulicama a favor de sus herederos, fs. 12 a 17. 5.3.9. Copia certificada del Oficio de
fecha Latacunga, 3 de agosto de 2020, dirigido al Ing. Alexis Parreño, Director Distrital del MAG
Cotopaxi, suscrito por el señor José Pilaluisa y recibido el 2 de agosto de 2020, solicitando copias
certificadas del expediente de la Comunidad Lechepata, fs. 18. 5.3.10. Copias certificadas del Acta de
elecciones de Cabildo de la Comuna Lechepata correspondiendo al año 2002, fs. 20 a22. 5.3.11.
Impresiones de datos en línea de José Víctor Tulicama Baño y Segundo Rafael Tulicama, fs. 23 y 24.
SEXTO: ANÁLISIS DEL TRIBUNAL. A efectos de motivar la sentencia en el ámbito
constitucional, se debe tener presente los hechos expresados en la demanda por los accionantes, los
hechos controvertidos a las pretensiones que han expuesto los accionados en la audiencia pública en
primera instancia y segunda instancia; valorar los elementos probatorios aportados, acorde a las reglas
y disposiciones jurisprudenciales en materia constitucional; y finalmente, decidir la aceptación o
negativa de la acción de protección respecto a la existencia o no de vulneración de derechos
constitucionales. 6.1. La corriente neo constitucionalista expresa que la Constitución es un
instrumento regulador de las relaciones sociales conformado por principios generales y normas
programáticas que producen efectos directos, aplicables por un juez o tribunal; en tratándose de
derechos humanos, es de directa e inmediata aplicación porque son justiciables y exigibles sin
necesidad de encontrarse desarrollados en otro texto normativo, de igual forma la aplicación de
normas más favorables que las previstas en la constitución y que se encuentren contenidos en
instrumentos internacionales suscritos y ratificados por el Ecuador, denominado bloque de
constitucionalidad. Acorde a ello, el Art. 6 de la LOGJCC dice: “Las garantías jurisdiccionales tienen
como finalidad la protección eficaz e inmediata de los derechos reconocidos en la Constitución y en
los instrumentos internacionales de derechos humanos, la declaración de uno o varios derechos, así
como la reparación integral de los daños causados por su violación…”. Analizado el caso, el Juez
constitucional al conocer una causa relativa a garantías jurisdiccionales, tiene el deber de abordar
todos los temas relativos a evidencias de violaciones a derechos constitucionales en el caso en estudio,
aun cuando no hayan sido invocadas o alegados por la accionante, como lo señala el Art. 19 del
Código Orgánico de la Función Judicial, al ser juez garantista de los derechos en un Estado
Constitucional de Derechos y Justicia. 6.2. Los hechos que sirven de fundamento a la acción de
protección y la pretensión de la legitimada activa, como acto violatorio acusado es: a) La falta de
notificación de un memorando, afectando con ello el derecho a la defensa . Se deje sin efecto el
Memorándum No. MAGAPDPACOTOPAXI20170001MUFSOUJ de fecha 23 de enero de 2017,
porque se ha vulnerado los derechos por no haberse notificado. b) La nulidad del acta correspondiente
al año 2012, por falsificación de firmas. 6.3. La pretensión concreta: 6.3.1. Que el Director Distrital
del Ministerio de Agricultura y Ganadería de Cotopaxi registre como válida el acta de fecha 18 de
julio de 2016, resuelta por el Presidente de la Unión de Comunidades Indígenas de Angamarca. 6.3.2.
Que se declare la nulidad del acta No. 1 de 19 de agosto de 2012 y dejar insubsistente, por ser un acto
ilegítimo por existir ilegalidades en cuanto a las firmas que son falsas así como el número de cedula
del señor Segundo Rafael Tulicama por corresponder a otra persona. 6.3.3. Que se comunique al
Presidente de la Comuna Lechepata de la parroquia Angamarca, al Presidente de la Unión de
Comunas de Angamarca, a la señora Enma Beatriz Gamboy Baño, al Teniente Político de la parroquia
Angamarca, para que se ejecute la sentencia al amparo del Art. 21 de la LOGJCC. 6.3.3. Que se
notifique con el informe el Memorándum No. MAGAPDPACOTOPAXI20170001MUFSOUJ de
fecha 23 de enero de 2017, a los accionantes. 6.4. Debemos partir que la o el titular de este derecho,
es toda persona o grupo de personas que se considere afectada por la vulneración de sus derechos
reconocidos en la Constitución de la República, quien debe ejercerlos, fundamentado en la
justiciabilidad, promoviendo o exigiendo a las autoridades competentes para que no queden en
simples postulados y sean conocidos por la justicia constitucional, así lo manifiesta la sentencia Nro.
14118SEPCC de 18 de abril de 2018 de la Corte Constitucional: “...los jueces tienen un papel
activo en el nuevo Estado constitucional de derechos y justicia, el mismo que no se limita a la
sustanciación de garantías jurisdiccionales observando los procesos convencionales, sino además al
establecimiento de parámetros dirigidos a todo el auditorio social para la eficaz garantía de los
derechos establecidos en la Constitución, como norma suprema que rige todo nuestro ordenamiento
jurídico, teniendo en cuenta que conforme el texto constitucional, el contenido de los derechos se
desarrolla de manera progresiva a través de las normas, la jurisprudencia y las políticas públicas”.
6.5. La actuación de los juzgadores en el contexto de la justicia constitucional no está supeditada a las
concepciones, principios o directrices rígidas y excesivamente formales que se observa en la justicia
ordinaria, en las actuaciones de los sujetos procesales, en las que cada una de las etapas están
expresamente delimitadas por la ley, en la cual el razonamiento del juzgador en la resolución es un
ejercicio de subsunción de los hechos frente a Ia norma; en la administración de justicia constitucional
el juzgador en su rol de tutelar los derechos constitucionales no está facultado a realizar actuaciones
arbitrarias o desatender su marco constitucional. 6.6. Los supuestos serán analizados para verificar
probables violaciones constitucionales mencionadas por los accionantes, en cuanto a que no fueron
notificados con el informe contenido en el Memorándum No. MAGAPDPACOTOPAXI20170001
MUFSOUJ de fecha 23 de enero de 2017: 6.6.1. La seguridad jurídica. Sobre el derecho a la
seguridad jurídica, el Art. 82 de la Constitución de la República, dice: "…se fundamenta en el respeto
a la Constitución y en la existencia de normas jurídicas previas, claras, públicas y aplicadas por las
autoridades competentes". Genera certeza y permite que la normativa jurídica sea aplicada por las
autoridades competentes, garantizando los derechos en igualdad de condiciones; resaltando la
previsibilidad del ordenamiento jurídico. 6.6.1. a. La Corte Constitucional ha manifestado que la
seguridad jurídica: "reconoce un conjunto amplio de derechos constitucionales, cuyo respeto
constituye un deber ineludible del Estado constitucional de derechos y justicia social", respeto de los
derechos que se da a través del conocimiento previo del ordenamiento jurídico por parte de las
personas: "Por consiguiente, el derecho a la seguridad jurídica se constituye en la garantía de la
confiabilidad del ordenamiento jurídico vigente, puesto que destaca la supremacía constitucional, ya
que establece como su fundamento el "respeto a la Constitución", en el mismo sentido de que tutela la
aplicación normativa por parte de las autoridades competentes”. Además se indica: “…la seguridad
jurídica es un principio del Derecho, universalmente reconocido, que se basa en la certeza del derecho,
tanto en el ámbito de su publicidad como en su aplicación, y que significa la seguridad de que se
conoce o puede conocerse, lo previsto como prohibido, ordenado o permitido por el poder público. La
seguridad jurídica es, en el fondo, la garantía dada al individuo por el Estado de modo que su persona,
sus bienes y sus derechos no serán violentados o que, si esto último llegara a producirse, le serán
asegurados por la sociedad, la protección y reparación de los mismos. En resumen, la seguridad
jurídica es la «certeza del derecho» que tiene el individuo de modo que su situación jurídica no será
modificada más que por procedimientos regulares y conductos legales establecidos, previa y
debidamente publicados”. Corte Constitucional del Ecuador, sentencia No. 0215SEPCC, caso No.
137014EP. Sentencia N.° 08616SEPCC. 6.6.1. b. La garantía de la seguridad jurídica en
derecho, exige que las normas vigentes sean estables en el tiempo y que los actores de la sociedad
tengan posibilidades bastante firmes de cómo los tribunales y autoridades resolverán sus conflictos en
tutela de los derechos, entendiendo que de esta manera se cumple con el Art. 82 de la Constitución de
la República; traducida de esta forma como la tutela judicial efectiva. La Corte Constitucional señala
que la tutela judicial efectiva es: “(...) El derecho a la jurisdicción o derecho a tutela judicial efectiva,
equivale al derecho que tiene todo ciudadano de concurrir al órgano judicial en procura de justicia;
constituye un derecho humano fundamental que debe estar (...) libre de restricción y absolutamente
inviolable, corresponde no solo al que estimula primero la jurisdicción, sino también al emplazado a
defenderse de la pretensión de aquel (...) La tutela judicial no se agota con el mero acceso al órgano
judicial, sino que requiere además que se cumpla la garantía del debido proceso, cuyo meollo radica
en el derecho a la defensa, que (...) responde al impulso natural de la defensa, instinto atávico del ser
humano a la postre convertido en derecho objetivo por el ordenamiento positivo (...)”; que es, “(...) el
derecho que tiene toda persona a acudir a los órganos jurisdiccionales, para que a través de los debidos
cauces procesales y con unas garantías mínimas, se obtenga una decisión fundada en derecho, sobre
las pretensiones propuestas. La tutela jurisdiccional efectiva es concebida por muchos como un
derecho de prestación, a través de él se puede obtener del Estado beneficios porque impone la
actuación de la jurisdicción en el caso concreto, porque exige que el Estado deba generar los
instrumentos para que el derecho pueda ser ejercido y la justicia prestada, de modo que será de
responsabilidad de aquél los defectos y anormalidades en las prestaciones que se le exigen”. (Corte
Constitucional, sentencia N.020lOCC). 6.6.2. El debido proceso. 6.6.2. a. El Art. 76 La
Constitución de la República establece que en todo proceso en el que se determinen derechos y
obligaciones de cualquier orden, se asegurará el derecho al debido proceso, indicando una serie de
garantías, entre ellas el derecho a la defensa, a la motivación de las resoluciones, entre otros. Es el
derecho generador del cual se desprenden todos y cada uno de los principios y garantías que el Estado
ecuatoriano se encuentra obligado a tutelar, no solo conlleva un mínimo de presupuestos y
condiciones para tramitar adecuadamente un procedimiento y asegurar condiciones básicas para la
defensa, sino que dispone desde su inicio y durante el transcurso de toda la instancia la observancia de
estos principios, a fin de concluir con una decisión adecuadamente motivada, de esta manera
garantizar de manera eficaz los derechos de las personas. 6.6.2. b. El debido proceso en los términos
de la sentencia dictada por la Corte Interamericana de Derechos Humanos, dice: “Este Tribunal ha
señalado que es exigible a cualquier autoridad pública sea administrativa, legislativa o judicial, cuyas
decisiones puedan afectar los derechos de las personas, que adopte dichas decisiones con pleno
respeto de las garantías del debido proceso legal”. La Corte Interamericana de Derechos Humanos ha
señalado que cualquier órgano del Estado que ejerza funciones de carácter materialmente
jurisdiccional, tiene la obligación de adoptar resoluciones apegadas a las garantías del debido proceso
en los términos del Art. 8 de la Convención Americana; y, recuerda: “en cualquier materia, inclusive
en la laboral y la administrativa, la discrecionalidad de la administración tiene límites franqueables,
siendo uno de ellos el respeto a los derechos humanos. Es importante que la actuación de la
administración se encuentre regulada, y ésta no puede invocar el orden público para reducir
discrecionalmente las garantías de los administrados”. CIDH Caso Chocrón Chocrón, Díaz Peña,
Uzcátegui y otros Vs. Venezuela. 20 de noviembre de 2015. 6.6.2. c. El debido proceso, derecho
primordial que asiste a las partes que se encuentran en litigio, constituyen garantías a ser observadas
por quienes imparten decisiones sean estas judiciales o administrativas; permite emitir el fallo acorde
al procedimiento preestablecido, su inobservancia acarrearía la nulidad y la falta de credibilidad en la
administración de decisiones de autoridad competente. En la especie, a los hoy accionantes se les ha
respetado su derecho de acceder al ámbito jurisdiccional con la acción constitucional, observando los
principios elementales del debido proceso al presentar su acción, practicar la prueba que creyeron
pertinente, las alegaciones en derecho, escucharles en su última intervención, de igual forma a la
legitimada pasiva. 6.6.3. La MOTIVACIÓN. 6.6.3. a. Según lo dispone el Art. 76 numeral 7
literal l) de la Constitución de la República: “En todo proceso en el que se determinen derechos y
obligaciones de cualquier orden, se asegurará el derecho al debido proceso que incluirá las siguientes
garantías básicas:…7. El derecho de las personas a la defensa incluirá las siguientes garantías:…l) Las
resoluciones de los poderes públicos deberán ser motivadas. No habrá motivación si en la resolución
no se enuncian las normas o principios jurídicos en que se funda y no se explica la pertinencia de su
aplicación a los antecedentes de hecho. Los actos administrativos, resoluciones o fallos que no se
encuentren debidamente motivados se consideraran nulos. Las servidoras o servidores responsables
serán sancionados”. La decisión que adopte una jueza o juez deberá comprenderse tanto por los
accionantes cuanto por los accionados, expresar los motivos que llevaron a adoptar una decisión sobre
determinado hecho o acto puesto a su conocimiento y decisión; teniendo para ello presente, los
antecedentes jurídicos y fácticos singularizados por la accionante y los expuestos como excepciones
por la contraparte. 6.6.3. b. La motivación como garantía para las partes, constituye una obligación
para los juzgadores y autoridades públicas, en el ámbito administrativo, en que deciden sobre derechos
u obligaciones; deben constituirse en parte fundamental del derecho a la defensa de las personas que
intervienen en un proceso, dándoles la posibilidad de entender las razones que llevaron a tomar la
resolución o decisión, en virtud de qué norma jurídica y cómo las circunstancias particulares del caso
se adecuan a la ley o regla invocada, recordando además que para considerar debidamente motivada,
ésta debe cumplir con una exposición clara en derecho, la cual debe ser razonable, lógica y
comprensible, así como expresar cómo los enunciados normativos se adecuan a solucionar los
conflictos presentados, siempre apegada en los principios constitucionales y legales para que sea
razonable; para ser considerada lógica, implica coherencia entre las premisas y la conclusión, así
como entre esta y la decisión; y al hablar de comprensible quiere decir que la misma debe gozar de
claridad en el lenguaje, con miras a su fiscalización por parte del gran auditorio social, más allá de las
partes en conflicto, según así lo indica la Sentencia Corte Constitucional del Ecuador, para el período
de transición, No. 22712SEPCC de 21 de junio de 2012. 6.6.3. c. Cabe recalcar que dentro del
Estado constitucional de derechos y justicia los valores y los principios encuentran supremacía
respecto de las reglas, en tanto tienen como finalidad otorgar mayor eficacia a la protección de los
derechos, de acuerdo con las realidades, porque no solo se defiende el estatus personal de sus titulares
sino que se erigen en contenidos hermenéuticos preferentes en la aplicación del derecho. En el caso
concreto de los accionantes cónyuges señores Jose Pilaluiza Tulicama y María Angélica Gancino,
reconduce a asimilar la idea que la tutela judicial efectiva debe caracterizarse como el derecho que
tienen las personas para acceder al sistema judicial y a conseguir de los tribunales soluciones
motivadas capaces de evitar su indefensión; es decir, cuando una persona pretenda la defensa de sus
derechos o intereses legítimos debe atenderse por un órgano jurisdiccional mediante un proceso
dotado de un conjunto de garantías mínimas. El derecho no debe restringirse al formal acceso a la
administración de justicia, su cometido es más amplio, debe dirigirse a otorgar la garantía de obtener
un pronunciamiento sobre el fondo de las pretensiones que se derivan del proceso; garantizar el
ejercicio de los derechos constitucionales no finaliza con la presencia de un orden normativo que
regule su protección, sino que es necesario contar con mecanismos que aseguren la efectivización de
los derechos constitucionales. En este escenario, los jueces desempeñan un rol significativo en la
defensa y materialización de los derechos constitucionales, en tanto su actividad debe orientarse a
realizar el control y sujeción de las normas ordinarias y la actividad de la administración pública.
6.6.4. Existe legitimación en la causa por los accionantes y accionados, a efectos de resolver el fondo
de esta demanda sobre probables vulneraciones de derechos constitucionales referidos por los actores.
Es importante la comparecencia de los sujetos procesales para un debido proceso y no dejarlos en
indefensión a parte alguna, bajo la garantía constitucional del Art. 76 de la Constitución de la
República, numerales 1, 7 literales a), b), c); de ocurrir, se estaría limitando el derecho a ser
escuchados, a contradecir, a presentar prueba que creyeren pertinentes, cuya consecuencia lógica es la
violación a derechos constitucionales del debido proceso. Legitimación en forma general es la aptitud
de ser parte en un proceso o asunto judicial, este nexo vincula a la persona que se entiende es afectada,
lesionada o amenazada por un hecho o acto que ejecuta la contraparte, quienes deben concurrir para
hacer valer sus derechos y obtener una decisión de fondo en esta acción de protección. SÈPTIMO:
DEL APORTE PROBATORIO Y MOTIVACIÓN. En la acción constitucional, los accionantes,
señores Jose Pilaluiza Tulicama y María Angélica Gancino, presentan: 7.1. a. En la copia certificada
del Oficio del Ministerio de Agricultura y Ganadería No. MAGDDCOTOPAXI20200367O, de
fecha 21 de septiembre de 2020 dirigido al señor José Pilaluiza Tulicama, suscrito por el Mgs. Alexis
Parreño, Director Distrital MAG Cotopaxi, la respuesta que da la entidad al pedido de si se notificó el
Memorando No. MAGAPDPACOTOPAXI2017001MUSFOUJ de 23 de enero de 2017 a los
correos electrónicos rgarzonarcosyaho.es y jhcaleshotmail.com conteniendo el informe jurídico
elaborado por el Analista Jurídico y Técnico de Fortalecimiento Socio Organizativo DPA Cotopaxi,
indica que no existe el documento solicitado. b. Con la solicitud presentada por los accionantes Jose
Pilaluisa Tulicama y María Angélica Gancino, dirigido al Director del MAGAP en Cotopaxi, se ha
establecido que el Memorando No. MAGAPDPACOTOPAXI20170001MUFSOUJ de 23 de
enero de 2017, dirigido al Ing. Alfonso Sánchez Vallejo, en su calidad de Director Provincial
Agropecuario de Cotopaxi, contiene el Informe Jurídico sobre la respuesta a un oficio de entrega de
terreno comunal, este memorando es suscrito por la Ing. Paulina Solomé Albán Taipe, Técnico de
Fortalecimiento Socio Organizativo DPA Cotopaxi y Dr. Luis Marcelo Plasencia Tonato, Analista
Jurídico DPA Cotopaxi, se da la respuesta técnica al Memorando No. MAGAPDPACOTOPAXI
20170135M de fecha 9 de enero de 2015 cuyo antecedente es el oficio que había sido presentado por
el señor José Pilaluisa Tulicama, en que ha pedido se abstenga esa entidad de hacer algún trámite de
despojo de un predio ubicado en la comuna Lechepata, parroquia Angamarca, cantón Pujilí, provincia
de Cotopaxi. c. De las copias certificadas de las Actas de reuniones de la asamblea comunitaria
efectuadas en fecha 19 de agosto de 2019, en que se sostienen por los accionantes que contienen
hechos falsos e incluso firmas falsas, la sustentación debe ser demostrada por los accionantes en otra
vía que está libre para ello y no corresponde hacerlo en la constitucional, al igual que los resultados
que se producen por actos o hechos transmisibles a supuestos derechos de los herederos. 7.2. Con el
fin de establecer y clarificar respecto a que la falta de notificación a los hoy accionantes del
Memorándum No. MAGAPDPACOTOPAXI20170001MUFSOUJ de fecha 23 de enero de 2017,
conteniendo el informe Técnico del Departamento Jurídico dirigido al Director Provincial
Agropecuario de CotopaxiMinisterio de Agricultura y Ganadería, es un acto de simple administración
o un acto administrativo, surten efectos jurídicos; se vulneró con ello, el derecho constitucional a la
defensa. 7.2.1. Para cumplir con este propósito, debemos diferenciar entre el acto administrativo y el
acto de simple administración, en este análisis nos referiremos a lo que expresamente indica el Código
Orgánico Administrativo en adelante COA, el Art. 98 da una definición de lo que debe comprenderse
como acto administrativo, dice: “…es la declaración unilateral de voluntad, efectuada en ejercicio de
la función administrativa que produce efectos jurídicos individuales o generales, siempre que se agote
con su cumplimiento y de forma directa. Se expedirá por cualquier medio documental, físico o digital
y quedará constancia en el expediente administrativo”; y como requisitos para que se considere acto
administrativo o tenga validez, en su Art. 99 ibídem, indica: “Son requisitos de validez: 1.
Competencia 2. Objeto 3. Voluntad 4. Procedimiento 5. Motivación”. Al igual que la Constitución de
la República, en su Art. 76 numeral 7 literal l) ordena que deben motivarse las resoluciones o
decisiones de índole judicial y administrativo, en el COA también prevé que un acto administrativo
debe estar motivado y debe además cumplirse presupuestos de índole legal, fáctico y explicación
pertinente, así lo dispone el Art. 100 ejusdem: “En la motivación del acto administrativo se observará:
1. El señalamiento de la norma jurídica o principios jurídicos aplicables y la determinación de su
alcance. 2. La calificación de los hechos relevantes para la adopción de la decisión, sobre la base de la
evidencia que conste en el expediente administrativo. 3. La explicación de la pertinencia del régimen
jurídico invocado en relación con los hechos determinados. Se puede hacer remisión a otros
documentos, siempre que la referencia se incorpore al texto del acto administrativo y conste en el
expediente al que haya tenido acceso la persona interesada. Si la decisión que contiene el acto
administrativo no se deriva del procedimiento o no se desprende lógicamente de los fundamentos
expuestos, se entenderá que no ha sido motivado”. 7.2.2. En el mismo cuerpo legal indica cuándo, en
que momento debe considerarse eficaz el acto administrativo y cuándo no es eficaz este acto
administrativo, lo manifiesta el Art. 101 del COA: “El acto administrativo será eficaz una vez
notificado al administrado. La ejecución del acto administrativo sin cumplir con la notificación
constituirá, para efectos de la responsabilidad de los servidores públicos, un hecho administrativo
viciado”. Por tanto, debe encontrarse en un expediente y necesariamente debe notificarse al
administrado, bajo sanción de nulidad. En la doctrina se considera al acto administrativo, como la
declaración de la voluntad del órgano competente de la administración pública que crea, modifica o
extingue una situación jurídica y que surte los efectos respecto a una persona o grupo de personas o
terceros, incluso a otros organismos y dependencias de la misma administración. La administración
pública al ejercer sus funciones se expresa a través de resoluciones sean particulares o generales sobre
algún derecho o interés, en este momento nace un acto administrativo. Roberto José Dromi, en su obra
Las ecuaciones de los contratos públicos en la pág. 249, dice al respecto: “todo el obrar jurídico
administrativo es acto administrativo”; y, mencionando a los juristas García de Enterría y Ramón
Fernández al definir el acto administrativo, quienes dicen: “la declaración de voluntad, de juicio, de
conocimiento o de deseo realizada por la Administración en ejercicio de una potestad administrativa
distinta de la potestad reglamentaria”. En este sentido, el acto administrativo debe contener una
obligación expresa de dar, hacer o no hacer, por tanto debe a la vez tener certeza, licitud y posibilidad,
esto es, que debe estar provisto de especificidad, legitimidad, legalidad aplicable y la aplicabilidad a
determinada persona, grupos de personas o entidades. 7.2.3. La jurisprudencia emitida por la Corte
Nacional de Justicia, aclara aún más, cuándo, que entidad y los efectos que provoca un acto nulo, en la
sentencia emitida por la Sala de la Contencioso Administrativo de fecha 26 de marzo de 2013, No.
1922013, dentro del proceso No. 5722009, en su parte pertinente indica: “… (…) f) La doctrina de
los actos administrativos establece que los requisitos esenciales de dichos actos a saber serían: la
competencia del órgano, el cumplimiento de los presupuestos de hecho previstos en la ley para que el
acto pueda ser dictado, el objeto y contenido lícitos, la ausencia total del procedimiento administrativo
previo, el acatamiento de los fines previstos en el ordenamiento jurídico y la motivación. La ausencia
o incumplimiento de uno de ellos, de conformidad con las teorías de la Recurso de Casación No 572
2009 nulidad, repercutiría en una nulidad absoluta radical o de pleno derecho del acto, lo que
provocaría la inexistencia del mundo jurídico del mismo. Lo contrario sucedería con los vicios del
acto administrativo que generan nulidad relativa (anulabilidad), los cuales al no ser graves, serían
susceptibles de ser superados a través de convalidaciones, evitando así la invalidez del acto. g) El
numeral 1 del artículo 167 del Estatuto del Régimen Jurídico Administrativo de la Función Ejecutiva
regula: “1. La Administración Pública Central, en cualquier momento, por iniciativa propia o a
solicitud de interesado, declarará de oficio la nulidad de los actos administrativos que hayan puesto fin
a la vía administrativa o que no hayan sido recurridos en plazo, en los supuestos previstos en este
estatuto.”. Por su parte en el numeral 1 del artículo 170 del invocado estatuto dispone que la
Administración Pública Central podrá revocar en cualquier momento sus actos de gravamen o
desfavorables, siempre que tal revocación no constituya dispensa o exención no permitida por las
leyes, o sea contraria al principio de igualdad, al interés público o al ordenamiento jurídico. Es
necesario indicar que en virtud del artículo 90 del invocado Estatuto se prevé que los actos
administrativos podrán extinguirse o reformarse en sede administrativa por razones de legitimidad o
de oportunidad. Para la primera razón, el artículo 91 disponía que la extinción de un acto por razones
de oportunidad, procede por parte de la misma autoridad que emitió el acto, cuando existen razones de
orden público que justifican tal declaración. El acto administrativo que declara extinguido un acto
administrativo por razones de oportunidad no tendrá efectos retroactivos. Para ello es necesario seguir
el procedimiento previsto en el artículo 92 del citado Estatuto, de configurarse las circunstancias allí
reguladas. Para el segundo de los motivos, la extinción de actos administrativos por razones de
legitimidad (contrarios al ordenamiento jurídico) cualquier acto administrativo expedido por los
órganos y entidades sujetas a dicho estatuto debía ser extinguido cuando se encuentre que dicho acto
contiene vicios que no pueden ser convalidados o subsanados. Los actos así extinguidos tienen efectos
retroactivos. El artículo 97 de la citada normativa estatutaria dispone que la anulación por parte de la
propia Administración de los actos declarativos de derechos y no anulables, requerirá la declaratoria
previa de lesividad para el interés público y su impugnación entre el Tribunal Distrital de lo
Contencioso Administrativo competente, la misma que deberá ser declarada mediante Decreto
Ejecutivo cuando el acto ha sido Recurso de Casación No 5722009 expedido ya sea por Decreto
Ejecutivo o Acuerdo Ministerial; en los otros casos, la lesividad será declarada mediante Resolución
del Ministro competente. La acción contenciosa respectiva podrá interponerse ante los Tribunales
Distritales de lo Contencioso Administrativo en el plazo de tres meses a partir de la declaratoria de
lesividad. h) De lo anterior se desprende que los actos administrativos de “gravamen” o
“desfavorables” a los administrados pueden ser revocados por la administración pública en cualquier
momento, siempre que la dispensa o exención de los gravámenes o cargas establecidas no esté
prohibida en el ordenamiento jurídico. Respecto de los actos administrativos que declaran o establecen
derechos subjetivos a favor de los administrados (situaciones favorables), y que no sean de carácter
efímero o temporal (ya que estos actos pueden también ser retirados en cualquier momento del mundo
jurídico), en virtud del principio de seguridad jurídica, es menester revocarlos previamente a través de
la declaración de lesividad, como requisito previo a acudir al Tribunal Contencioso Administrativo a
obtener una sentencia de revocatoria del acto. Para el caso de los actos absolutamente nulos al ser
contrario al ordenamiento jurídico, la administración debe necesariamente extinguirlos en virtud del
principio de legalidad que rige en el ámbito público, ya que no se puede tolerar la existencia de un
acto con vicios graves, sin embargo en virtud del principio constitucional de seguridad jurídica,
aplicados para terceros de buena fe y por cuanto dicha situación ha creado un acto que reconoce
derechos subjetivos a favor del administrado, debe necesariamente preceder la declaratoria de
lesividad por razones de legitimidad. i)… (…). El acto administrativo es la forma de poner en
conocimiento de sus administrados o entre sus entidades, las disposiciones que emanan de
determinado ente público y de cumplimiento obligatorio. 7.3. Mientras que el acto de simple
administración y que el mismo COA lo ha previsto a partir de los Arts. 120 al 124, nos indican el
concepto, las características, los elementos que la componen y su contenido. 7.3.1. Se indica que el
acto de simple administración es: “…toda declaración unilateral de voluntad, interna o entre órganos
de la administración, efectuada en ejercicio de la función administrativa que produce efectos jurídicos
individuales y de forma indirecta” y que para dirigir las actividades administrativas de los órganos
dependientes, se debe manifestar a través de: “…una instrucción, orden de servicio o sumilla claras,
precisas y puestas en conocimiento de la persona destinataria. Pueden constar insertas en el mismo
documento al que se refieren o por separado. Para su instrumentación se puede emplear cualquier
mecanismo tecnológico. Su incumplimiento no afecta la validez del acto, independientemente de la
responsabilidad disciplinaria de la o el servidor público”. 7.3.2. Sobre el informe o dictamen
administrativo, se dice que: “…aportan elementos de opinión o juicio, para la formación de la
voluntad administrativa. Cuando el acto administrativo requiere fundarse en dictámenes o informes,
en estos estará expresamente previsto el ordenamiento jurídico, como parte del procedimiento.
Únicamente con expresa habilitación del ordenamiento jurídico, un órgano administrativo puede
requerir dictámenes o informes dentro de los procedimientos administrativos”, siendo particularmente
explícitos al manifestar sobre el alcance de la consulta o del informe, se indica: ”…se referirá a los
aspectos objeto de la consulta o del requerimiento; a las materias objeto de la competencia del órgano
emisor y a los aspectos que incumben a la profesión, arte u oficio, de los servidores públicos que lo
suscriben”. 7.3.3. Lo medular del acto de simple administración, es su contenido: “…contendrá: 1. La
determinación sucinta del asunto que se trate. 2. El fundamento. 3. Los anexos necesarios. Los
dictámenes contendrán, además, de forma inequívoca, la conclusión, pronunciamiento o
recomendación”. En este caso, difiere del acto administrativo que se refiere a poner en conocimiento
de los sujetos procesales o entidades de una disposición judicial, mientras que como se indica en las
precitadas normas el dictamen o el informe que solicita determinada autoridad administrativa de la
entidad a sus departamentos, es con el fin de que aporten con elementos de opinión, criterio o juicio
técnico, para en base a ello crear o formar una voluntad administrativa, que incluso no puede ser
observado por la autoridad administrativa, es parte del procedimiento. 7.3.4. Las normas contenidas
desde el Art. 104 a 107, expresan sobre la nulidad del acto administrativo, causales de nulidad, la
declaratoria y sus efectos, como se analizó anteriormente, por tanto se puede sustentar que el
Memorándum No. MAGAPDPACOTOPAXI20170001MUFSOUJ de fecha 23 de enero 2017, si
bien no es jurídicamente un acto administrativo sino un simple acto de administración; no surte los
efectos que este contiene por sí solo, porque debe emanar de autoridad competente como se mencionó
anteriormente, observándose y aplicándose la seguridad jurídica, como el principio constitucional de
la existencia de normas previas, públicas y aplicables, en este caso del COA. 7.3.5. La notificación se
indica por el Art. 164 del COA, que es el acto por el cual se comunica a la persona interesada o a
varios sujetos, el contenido del acto administrativo para que ejerzan sus derechos, se la realiza
mediante boleta, comunicación, medios físico o digital previa constancia y recepción de este
diligencia; en este sentido se indica el término para la notificación que es de tres días a partir de que se
dictó el acto administrativo y la consecuencia de no practicarse esta diligencia, según el Art. 173
ibídem. Por lo expuesto, es el acto administrativo que debe ser objeto de impugnación mientas que los
actos de simple administración no son impugnables salvo excepciones que se encuentra prevista en el
inciso final del Art. 217 ejusdem. 7.4. En cuanto se ha expuesto por los accionantes que se declare la
nulidad de las Actas No. 1 fechadas el 19 de agosto de 2012 y dejar insubsistentes, por ser un acto
ilegítimo por existir ilegalidades en cuanto a las firmas que son falsas así como el número de cedula
del señor Segundo Rafael Tulicama por corresponder a otra persona, se ha manifestado en diversas
sentencias de índole constitucional que la vía idónea para denunciar y reclamar este tipo de probables
hechos o actuaciones, es la ordinaria, no siendo por tanto la vía constitucional la adecuada, porque en
ella se determinarán supuestos hechos de índole penal y su procedimiento es distinto al de una acción
de protección, rápido, eficaz y sin solemnidades sustanciales. Por lo expuesto, de pretender tales
hechos, deben encausarse sus pretensiones en el ámbito legal y judicial de la vía ordinaria. 7.5. En
cuanto a que se disponga al Director Distrital del Ministerio de Agricultura y Ganadería de Cotopaxi,
registre como válida el acta de fecha 18 de julio de 2016, la misma que ha sido resuelta por el
Presidente de la Unión de Comunidades Indígenas de Angamarca, estos hechos de índole
administrativo, deben seguir y observarse su curso normal en esa materia, el administrativo; no es
competencia de este Tribunal que conoce la acción de protección disponer u ordenar la ejecución de
un acto administrativo a menos que se observe la violación a determinado derecho de índole
constitucional, que en el presente caso, no se ha observado. 7.6. Sobre la pretensión que se
comunique al Presidente de la Comuna Lechepata, parroquia Angamarca, al Presidente de la Unión de
Comunas de Angamarca, a la señora Enma Beatriz Gamboy Baño, al Teniente Político de la parroquia
Angamarca, con el contenido de la sentencia, al ser un documento público luego de la emisión de la
decisión por escrito y notificados a los sujetos procesales, se encuentra por ende expuesta a la
publicidad, por tanto, los prenombrados pueden acceder a esta decisión judicial ingresando al sistema
eSATJE. 7.7. Por lo expuesto en la acción de protección y lo manifestado en la audiencia pública en
primera y segunda instancia, sobre la violación de derechos constitucionales a la seguridad jurídica, al
debido proceso, el Tribunal considera que no se ha cometido violación alguna a estos derechos por la
entidad accionada a través de sus representantes. No se observa que se haya dejado en indefensión al
no ser notificados con el informe técnico de índole interinstitucional que puede ser aceptado u
objetado por la autoridad administrativa de la entidad accionada, La Dirección Provincial
Agropecuaria de Cotopaxi del Ministerio de Agricultura y Ganadería, según así lo ha dispuesto el
COA y analizado anteriormente. 7.8. La Corte Constitucional, en la sentencia con fuerza vinculante
No. 00116PJOCC, caso No. 053010 JP, de 22 de marzo del 2016, dispone: “Las juezas y jueces
constitucionales que conozcan de una acción de protección, deberán realizar un profundo análisis
acerca de la real existencia de la vulneración de derechos constitucionales en sentencia, sobre la real
ocurrencia de los hechos del caso concreto. Las juezas o jueces constitucionales únicamente, cuando
no encuentren vulneración de derechos constitucionales y lo señalen motivadamente en su sentencia,
sobre la base de los parámetros de razonabilidad, lógica y comprensibilidad, podrán determinar que
la justicia ordinaria es la vía idónea y eficaz para resolver el asunto controvertido”. Bajo el análisis
realizado en esta decisión, no se ha verificado la vulneración de derecho constitucional alguno
respecto a la seguridad jurídica, al debido proceso, al existir y en vigencia normas jurídicas previas,
claras, públicas y aplicables por las autoridades competentes; por lo expuesto, no se ha demostrado
que se haya violentado en contra de los accionantes derecho constitucional alguno por el representante
de la entidad accionada. 7.9. El Art. 39 de la LOGJCC, sobre la procedencia de la acción de
protección prevé su alcance siempre que “no estén amparados por las acciones de habeas corpus,
acceso a la información pública, habeas data, por incumplimiento, extraordinaria de protección y
extraordinaria de protección contra decisiones de la justica indígena”. El Art. 40 ibídem como
requisitos para su admisibilidad puntualiza: “1. Violación de un derecho constitucional; 2. Acción u
omisión de autoridad pública o de un particular de conformidad con el artículo siguiente; y, 3.
Inexistencia de otro mecanismo de defensa judicial adecuado y eficaz para proteger el derecho
violado”. El Art. 41 ejusdem, sobre la procedencia, dice “Procedencia y legitimación pasiva. La
acción de protección procede contra: 1. Todo acto u omisión de una autoridad pública no judicial que
viole o haya violado los derechos, que menoscabe, disminuya o anule su goce o ejercicio…”; y, el Art.
42 del precitado cuerpo constitucional, sobre la improcedencia, sostiene: “La acción de protección de
derechos no procede: 1. Cuando de los hechos no se desprenda que existe una violación de derechos
constitucionales. 2. Cuando los actos hayan sido revocados o extinguidos, salvo que de tales actos se
deriven daños 6 susceptibles de reparación. 3. Cuando en la demanda exclusivamente se impugne la
constitucionalidad o legalidad del acto u omisión, que no conlleven la violación de derechos. 4.
Cuando el acto administrativo pueda ser impugnado en la vía judicial, salvo que se demuestre que la
vía no fuere adecuada ni eficaz. 5. Cuando la pretensión del accionante sea la declaración de un
derecho. 6. Cuando se trate de providencias judiciales. 7. Cuando el acto u omisión emane del Consejo
Nacional Electoral y pueda ser impugnado ante el Tribunal Contencioso Electoral. En estos casos, de
manera sucinta la jueza o juez, mediante auto, declarará inadmisible la acción y especificará la causa
por la que no procede la misma”. 7.10. Lo que se observa en esta acción de protección por la
documentación aparejada a la demanda, es la mala utilización y aplicación del informe técnico
contenido en el Memorándum No. MAGAPDPACOTOPAXI20170001MUFSOUJ de fecha 23
de enero 2017, por tanto, no contiene efectos jurídicos contra los administrados por no expedirse o
provenir de la autoridad administrativa y encontrase dirigida al Director Provincial Agropecuario de
Cotopaxi y de ninguna manera a favor de determinada persona o en contra de terceros. OCTAVO:
DECISIÓN. Por las consideraciones expuestas, el Tribunal de la Sala Especializada de lo Civil,
Mercantil, Laboral, Familia, Niñez y Adolescencia y Adolescentes Infractores de la Corte Provincial
de Justicia de Cotopaxi, ADMINISTRANDO JUSTICIA EN NOMBRE DEL PUEBLO SOBERANO
DEL ECUADOR, Y POR AUTORIDAD DE LA CONSTITUCIÓN Y LAS LEYES DE LA
REPÚBLICA, al no observar vulneración del derecho constitucional a la seguridad jurídica, al debido
proceso, en consecuencia, rechaza el recurso de apelación, confirma la sentencia venida en grado con
las motivaciones de esta decisión. Sin embargo; como se indicó en líneas anteriores, el Memorándum
No. MAGAPDPACOTOPAXI20170001MUFSOUJ de fecha 23 de enero 2017 dirigido al
Director Provincial Agropecuario de Cotopaxi, debe ser conocido por esta autoridad y resolver lo que
crea pertinente, cumpliéndose el debido proceso, el acceso a la administración de justicia, en este caso
administrativa, y sobre todo, observando el derecho a la defensa que tenemos todas las personas. De
conformidad a lo que establece el Art. 86 numeral 5 de la Constitución de la República del Ecuador y
Art. 25 numeral 1 de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional,
ejecutoriada esta sentencia, remítase copias certificadas a la Corte Constitucional para los fines
pertinentes. Bajo los principios de celeridad y debida diligencia, ejecutoriado el fallo, devuélvase a la
Unidad Judicial de origen. Notifíquese.
OTAVALO CASTRO ROBERTO ANTONIO
JUEZ PROVINCIAL (PONENTE)
MOGRO MUÑOZ DIEGO XAVIER
JUEZ PROVINCIAL
ZUMBA SANTAMARIA SANTIAGO PAUL
JUEZ PROVINCIAL