La Ceniza de Lo Vivo
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LA CENIZA DE LO VIVO
(Poesas)
AGRUPACIN CULTURAL AVE FNIX
Edicin al cuidado de Gonzalo Portals Zubiate
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PRESENTACIN
Identificada siempre con la nigredo alqumica, con
la muerte y la disolucin de los cuerpos, la ceniza
abandona esta vez su color gris claro, aquel que queda
despus de una combustin completa, para
propiciar la conversin y el cambio de un ser en otro
ser, de una cosa en otra cosa, de la debilidad en
fuerza, de la corporeidad en espiritualidad, y
recetar -de paso- aquella vieja frmula de: analiza
todo lo que eres, disuelve todo lo inferior que hay en ti,
aunque te rompas al hacerlo; (y) coaglate luego con
la fuerza adquirida en la operacin anterior.
Smbolo del instinto de muerte o de cualquier
situacin en la que el retorno a lo inorgnico surge
como amenaza, sta, ms parecida a una ceniza
cernada, de sas que se emplean para imprimar los
lienzos, sale de las bocas de los cuerpos prisioneros y da
vida, mediante vuelos y espirales del color del cobre
artificial, a aquello que, cuando el espritu da la
impresin de estar inhibido y agostado, surge como
smbolo de la fuerza de lo indiferenciado y la disolucin.
Relacionada con el polvo, de un lado, y con el
fuego y lo quemado, de otro, la ceniza -antes
reliquia o residuo de un cadver- apela ahora a
una nueva versin de coagulacin filosfica,
suerte de reunin inseparable del principio fijo y
del voltil. La poesa, en manos de gente privada
de su libertad, emerge impertrrita como la fuerza
vital del hombre y de todas las sustancias. No hay,
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entonces, el xido metlico que recubre el
cenotafio; no hay, tampoco, la ausencia del
cuerpo homenajeado. Aqu la vida se empina por
sobre la vida. Vencindole, excedindole en
alguna habilidad o convencindole en alguna
disputa, el hombre, alto, fraterno y esperanzado, le
pone a la muerte la ceniza merecida en la frente.
Gonzalo Portals Zubiate
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PALABRAS PREVIAS
En este nuevo trabajo colectivo de la
Agrupacin Cultural Ave Fnix, reiteran su
participacin autores incluidos en el libro de
narraciones Desde la Persistencia y otros por
primera vez se muestran.
Como la publicacin precedente, esta tambin
ha demandado un denodado esfuerzo debido a
las circunstancias vividas por cada uno de los
protagonistas: Presos Polticos sometidos a uno de
los regmenes carcelarios ms insensibles y
oprobiosos de Amrica Latina y sobrevivientes, en
su mayora, a la accin represiva de Mayo 92
donde fueron ultimados cuarenta prisioneros del
Partido Comunista del Per.
La mayora de los miembros de este colectivo
hemos obtenido hoy la libertad, sin embargo
algunos todava sufren carcelera por ms de 15
aos. Para quienes redescubrimos las calles de
nuestro Per intenso se nos presenta el cmo
reincorporarnos a la vida social, al seno de nuestra
matriz despus de un largo exilio, y ms an,
continuar desarrollando la actividad artstica, lo
cual es abnegacin en un medio tan difcil como
el nuestro. Hemos debido persistir con una mano
en la pluma y con la otra asir una produccin para
el sustento, adems de afrontar una garra
restrictiva y punitiva que nos advierte y nos vigila
de continuo.
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Esta coleccin de poemas es parte del ingente
material que est saliendo a la luz de a pocos: una
faceta de la realidad vivida por nuestra patria a
fines del siglo pasado y que an gravita en el
presente, una muestra de la oralidad de los
insurgentes de los 80 y 90 hecha verso. Para
algunos entendidos en la orfebrera potica quiz
no expresen un nivel homogneo o renan la
maleabilidad tcnica necesaria y no escatimamos
en reconocerlo, pues hemos descubierto la
literatura y continuamos asimilndola
autodidactamente, y toda madurez demanda
persistencia y tiempo de por medio. Pero estn
recogidos aqu por su valor testimonial y la
hondura del sentimiento que los gest.
Los tiempos cambian pero el ideal del hombre
por un mundo mejor, tan antiguo como l se
renueva y busca nuevos senderos. La Solucin
Poltica, para los diversos problemas derivados del
conflicto interno, que nuestra patria requiere,
pretende no ser entendida ni atendida a fuerza de
sepultar la verdadera dimensin de la violencia
acontecida y que hoy cobra nuevas formas con el
inters mismo pero de otro modo, por una
sociedad superior pero de otro modo.
Las poesas se sitan en un segundo momento
del movimiento insurgente, no el del auge de los
ochenta sino cuando el movimiento popular en el
pas viva un repliegue y la aplicacin del
neoliberalismo se impona a tambor batiente. Esto
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signific la prdida de una serie de derechos
fundamentales para el pueblo y un mayor
sometimiento del Per al gran capital, en un
mundo donde a la par se pregonaba el fin de las
ideologas y, en particular, la caducidad del
marxismo. A este condicionante poltico,
econmico e ideolgico smese el momento tan
grave en la vida de un hombre que implica estar
confinado en una crcel del Per.
En fin, y si hoy estos poemas brotan en el terreno
del despertar al cual estamos acudiendo,
esperamos que cada uno cuente su drama, su
propia historia y sirvan justamente al proceso de
revertir y retomar lo que el sistema neoliberal nos
arrebat y pretende continuar hacindolo, sirvan a
perfilar, en suma, los pasos del futuro tomando lo
vivido que ya es historia. As nuestra inmensa
humanidad contine su marcha inexorable hacia
su luminoso porvenir.
Agradecemos a quienes acogieron esta
publicacin pospuesta por cuatro aos.
Agrupacin Cultural
Ave Fnix
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El artista que en el lenguaje del pueblo
escribe en procura de perdurable emocin
vale, en todas las literaturas, mil veces ms
que el que, en lenguaje acadmico,
escribe una acrisolada pieza de antologa.
Jos Carlos Maritegui. Mariano Melgar
Siete ensayos de interpretacin de la realidad peruana
[...] los poemas siempre tienen grandes mrgenes
blancos,
grandes mrgenes de silencio en que la memoria
ardiente
se consume para recrear un delirio sin pasado.
P. Eluard, en D. Delas y J. Filliolet,
Lingstica y potica
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RAMIRO PORRAS PINO
PUKUYSITO
Ah! Pukuysito, t que has vivido
la nueva vida en Ayacucho,
t que le cantas al alba,
a la pachamama, al viento que vuelve,
alza tu vuelo por las alturas,
cuntales la verdad a mis hermanos
y diles que nuestra libertad
se posterga una vez ms.
Ah! Pukuysito, t que dominas el Razuhuillca,
avisa a los campesinos de lquicha,
a los pobres de Ayahuanco,
al viento de Pantaq,
que pasa por Kiturada,
Llochegua,
Parqay
y Santa Ins;
a la muchachita que anochece en Sivia
pero que olvida el olvido sin da de Huaychao,
el de la vena sin aliento y el canto sin abismo.
Pero Chuo an nos espera, Churcampa
y Tambo, y San Miguel.
Pukuysito, nuestro padre nos espera,
Nos espera un futuro tocando todos los sueos.
Nos espera un astro celeste
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en cada volcn de los nios.
Nos espera una galaxia en la honda del pobre
y un pukuysito en cada estrella del cielo.
Ah! Pukuysito!
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PEQUEO MO
Pequeo mo,
paciencia,
que an hay un tiempo
para tu caminar.
chijollitos y pichiuchas
con su trinar te despertarn
en la aurora azul de las victorias
y emprenders entonces
a forjar, flecha al blanco,
la libertad.
Cuando aprendas a caminar
ya ms contigo
no estar tal vez pap.
Cuando cabalgues sus cumbres,
la briosa nube de los cielos,
Ayacucho se alegrar.
Mis huesos all hechos saywas
te guiarn cantando, hijo mo,
y en la hora dura del descanso
entre los ichus y el viento
te cubrirn mis cantos.
Recuerda que te ofrec, pequeo,
un mundo trado por el alba
y donde de paz se llenarn los caminos
y de danzas las calles de polvo.
Fue mayo
y ahora es otro da, otra noche.
Duerme, pequeo Jos,
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duerme pequeo.
Un relmpago de ternura
descendi contigo a la vida
y los himnos se arremolinan
de nuevo en cada trueno,
la libertad te llamar a los Andes.
Tuyo es, Jos, el camino.
Sabes que recodos mil
tiene la vida,
como de Huanta los ros en marzo,
zigzagueantes y puros hacia el mar.
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CHIJOLLITO MALAGERO
Chijollito de dulce trino,
quin dice que es tu canto agorero?
Ayer noms, revoloteando entre los rojos tejados,
me anunciabas las jornadas venideras;
hoy,
sigues acompaando mis pasos,
cantando clarividente
en noches de insomnio
nuevas melodas de libertad chijollito de vuelo premonitorio.
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MADRE, ANOCHE VOLV MIS PASOS
Madre,
volv anoche mis pasos al tiempo sin retorno,
a Macachacra en la memoria,
a la tierra de mil luceros
donde separ el grano de la paja en la vida,
tal tu enseanza.
Vi el tiempo luminoso y silvestre
en que la tullpa, madre, encendida
reflejaba tu silueta en mi alma.
En el aire transparente de las horas
cantaba como jilguero en los molles,
y en mis ojos desde un otero dorma Huanta
en su almohada de hiertico horizonte.
T volvas de viejos viajes
acompaada del pan y del viento,
ambrosas de nuestra pobreza.
Madre,
so que retozaba sobre tu regazo,
embriagado de tu aroma
de dalia y maizal.
Eras puente y camino
de mis pasos que nacan al mundo. Madre,
la belleza de tu alma
se hace canto de esperanza en mi
corazn
y flor que me gua en la adversidad.
Un da, a los rayos del alba,
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juntaremos nuestros pasos paralelos
y ah te dir ante la tierra roja:
Madre, he aqu la aurora de nuestra sangre.
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VICTOR CLAROS AYALA
PAN
Este otoo
de pobres sonrisas
y manos fras
golpea mis sentidos:
bolsillos vacos
mesas desnudas.
Ciertamente,
el verano se hace
con nuestras propias manos:
Se pueblan las calles
definitivamente
de manos obreras
y risas de nios.
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SEMILLA
Cargar
la taclla
para trabajar
amorosamente
como a un rosal
la tierra
sembrar
nuevamente
la rosa
y el cielo.
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TU RISA
Liberada
piedra
brillando
bajo la superficie del ro,
ondas
orillando
alegras.
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GUSTAVO CAYCHO SALDIAS
A FLOR DE PATRIA
A los cados por la verdad
Yo vivo extasiado y absorto con este cielo,
este cielo donde amanece la ternura, el amor, la
esperanza, cielo de mi patria, rbol que nace
[ invencible
como abrazando el mundo, solidario.
Patria de mi ser azotado, te pertenezco en cuerpo y
alma. Ay, per intenso, con minscula, as sintote mo.
Ay, amanecer de mi cuerpo confinado
cmo descender de la frente agrietada
si an se vierte sangre, si an la espiga del alba muere
si al nio que soaba con el mar
le arrancaron a puntapis la infancia
si al hombre que soaba con el mar
le arrancaron a puntapis el padre
si a la mujer que soaba con el mar
le molieron a puntapis las entraas.
Pero yo no quiero esa otra patria hipcrita
mujer
no, no es mi madre, no pretenda que le crea
Quiero mi patria! quiero mi madre!
per elemental
el hombre humano est subiendo del polvo
restituyndose a gritos
cada noche ros de cadveres atraviesan,
ceremoniales,
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convictos de vivir, por las callejas del fuego extinto
Y t, tierra, t no sabes como se pudren los das en la
boca
ya la imagen de la espalda desollada
se pierde en las piedras
y la sed avanza y repta y calcina el corazn
Dame un cielo donde amanezca sin premura
donde no sea tarde la madrugada,
donde nadie diga, aterrado: y ahora quin nos falta ?
y nos miremos aterrorizados, los unos a los otros
no, no quiero un cielo oscuro
donde nos estalle sarcstico
el odio que teje odios, leyes, crceles,
la venganza que asesina el amor
la impunidad del cuchillo carnicero
Quiero la verdad pura e irresistible de una nia
la pureza de una rosa
el roco que baa la hierba
ay, patria del amor y patria de los ros sin tregua.
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DIANA
Hoy me cuesta trabajo escribir
la noche ha trado su rosa mortuoria
a mi alma herida; sus races de gaviotas:
no me busques ya ms en tus juegos de nia
acaso no sientes resbalarse el cielo
de espaldas , impertrrito a cuenta gotas?
Te he nombrado Poesa: cmo iba a callar,
oh mi slaba elemental,
yo vi tardes hambrientas deshacerse en cenizas
crecer la rosa acartonada, falsa y sin alma
erig tu cada a la altura de la vida
intensa cabal definitiva
el galope srdido del viento ululaba
mientras una ciudad sucumba:
gora de la voz perseguida, la voz apstata
Por qu dejaste discurrir intilmente
mis palabras? Mis palabras te sobrepasaban
te avasallaban,
que conste, quise detener la noche con un grito:
ah, trmula sombra de pjaros imposibles
quin avanza, catafalcos, hasta desgarrar
el suave temblor de un cielo estoico y sin cielo.
Hoy las palabras se me atollan en la garganta
y ms dolorosas an cuando los amigos se marchan,
no s si gritar -y te digo, tropiezo de continuo
con mi voz- Sabes lo que es palpar a la muerte?
horizonte del verbo sorprendido; del morro abyecto
quin hunde el pual? an no partir la vida.
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Slo la muerte marchar. La vida, no, es infinita:
Coral del fuego esculpido
por la mano diestra,
Oscolla, qu vastedad para tu alma pequea?
[Instante.
En el ngulo perfecto de la casa, ah donde existen
los sueos infantiles -pap sola leer el peridico
de la maana. Eran su corte suntuosa:
gatos acrbatas, tinterillos, gallinas, chicuelos...
entonces, Poesa, eras tan nia
mam -maternalmente ajetreada- te peinaba
junto al arroyo
(el moito y cintita azul) e bamos a pie
juntillas por los caminos difciles de la vida.
Poesa, por qu elegiste el zumo amargo?
Si supieras cmo cada noche
mi corazn se levanta de las sombras
y avanza convicto de vivir, para poblar
de amor la madrugada an incierta
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CONTIGO
Mi pueblo crece en lo hondo como el sol
que emerge desde la inmensidad;
rbol luminoso
que se interna en el firmamento
San Bartolom
en ti la luz revienta su origen natural
como restituyndose en el preludio del alba
Por Cosacaya dicen- existe girando continuo un cielo muy bello
un cielo gira como corola encendida iluminando
el viejo campanario,
no oyes cmo el mundo
grita y no alcanza su voz? Colofn.
Oh tierra ma donde hasta el polvo arde inacabable
por qu no calcinas el sentido hereditario del viento
ese sopor que sube por las races trmulas del sueo;
quin abreva en tu alma sino el ro de la noche?
salutacin y despedida, ah vida austera, te celebro
mi tierra desnuda, rumor de viento que no perece
races de la muerte abren ventanas inexistentes,
a contraluz
en toda la extensin de la vida:
quin no llama ensangrentada pupila del ocaso.
Mi pueblo se amontona bajo la intemperie;
bajo un cielo incierto;
el fuego que no perece, que no acaba nunca -oh,
sino,
ha cado, te presumo instintivamente efervescido
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a media cintura
Mi pueblo duerme- su historia silbica, su orden...
la calva descubierta, insatisfecha
no vendr
la noche densa gira, irrevocable, heterodoxa.
Yo voy contigo por todos los atardeceres
-mi San Bartolom- bordeando el fondo de los cilicios,
austero, yermo:
Aquiles, el de la mirada honda
parlando siempre con las altas nubes;
los Zorros Saldas
(recalcando en el silencio la slaba precisa);
Los Coposhos rezongando a paso cansino
el tosco huir del da.
-Eran hombre rboles, sus races extendanse
por toda la tierra.
era de verlo, tu espalda labriega!
Porque en ti forj mi despus
tus alas invisibles; celebro
el coraje de tus hombres, oh Poesa, mi pequea!
continua, ineluctable, ce tu rosa como
espino del dolor humano
y tu espacio -Padre elemental- me abarcaba
en la abrupta cada de hombre
para vivir en ti; para morir en ti.
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25
LA PARTIDA SIN AUSENCIAS
qu tiene el cielo que ahora gira
como hoja marchita, hoja inerme?
Las horas pasan por mi vida, ligeras
como nubes sombras: emigraciones, viajes, itinerarios.
Pero llegar yo lo creo as- una hora dulcsima que ya no pase, que ya no huya: oh, ligera avecilla,
nia triste, nos iremos ausentando sin ausencias
(escondiditos para que no se entere mam Teresa)
y cuando el mundo te llame? No te preocupes,
el silencio hablar, el silencio de mi vida
encarcelada,
perseguida, exiliada. Cmo no.
Y en mi tumba crecer ese otro cielo
que tanto quise; esas alas tan blancas, tan blancas.
El mundo te llorar
y t
no estars ya ms con nosotros.
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BREVEDAD
Lumbre que te apagas en lo invariable. Mar a oscuras.
Nace. El grito deja el silencio donde Habita. Va.
[Golpetear
De una mano inoble y que dice un no s qu. Ramajes
An ardiendo en las costas del Olvido. Ven. No me
[abandones,
Mar. Nada de adioses. Voy. Cae
El alma. Recusacin de toda Presencia. Envs del
[retorno.
Y te amo. Aunque ya no sers. Es.
Oh soledad Habitada por una fuente oculta
Carne ma mi sola carne. Ests.
Cmo abrir el corazn si es ceniza
Cmo volver de lo incierto con una rosa en la mano
Cmo nombrar el amor si es plida memoria
Cantan pjaros en el bosque y sin embargo yacen
En silencio los rboles. Y te amo luz asida
A mi sombra. Fontanamar. Patria de mi exilio
Amo el silencio con que dices amor. Manifestada
Belleza como trasposicin del instante. Materia ma. T.
Agua intensa. Amor fluyente. Quin
Eres. Nada me habita. Tu fina imagen se extingue
Naufragada perdida en la trunca ilusin
Porque nada es breve cuando te pienso
La eternidad, amor, se viste de tus veinte aos.
Y te amo. Mistecente palabra evocada. Exacta
[metfora.
Instante que persigo Hasta el desquisio. Rosa
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27
Prohibida y tactada de la ntegra nada
Gracias, amor, por haber compartido el pan conmigo.
Me voy. Maana habr sol.
El agua que baja de la alta noche no ser turbia
El parco el sombro no cantar ya ms
En los ramajes de tu silencio
Mi Turandot, llevars una rosa roja a mi tumba ?
Cmo temo dejarte, mujer, en esta maana inconclusa
Adios patria
Adios paloma
Adios camaradas
Mi silencio ha callado. El ro es un pjaro. Oh mundo
Donde se agot mi canto
Ya el corazn es luz Habitada.
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28
AYACUCHO
A Alida Castaeda Guerra
Madera del dolor que se enraza en la espalda
Del hombre. Guitarra. Noche que se niega a abrirse.
Y la herida que grita en las orillas del espanto.
Espiga formidable extiende el filo de tus alas
Troza el viento. Luz. Extensin para un cuerpo
Que crece mientras muere el polvo. Cuerpo
Cercenado por una mano blanca. Calavera. rbol
Para la vastedad de unos ojos ciegos. Y el hombre
Torna a su origen como luz suspendida en el abismo
De un cntaro. Esfera en cuyo centro la vorgine
Incierta de un tiempo an no parido Hace inevitable
El blancor de un muro. Pasos. Rumor que despierta
En las costillas de Adn. El mundo retrocede ante
Su rostro pagano. Estirpe de plumas el apu
Que picotea el cadver del Hombre. Duele. Carne
Ma la entregada para las fieras. Congreso de la
Repblica. Y sajan nuestros cuerpos. Y escupen
Sobre nuestros cadveres. Y queman nuestras chozas.
Accin cvica condecoraciones palmas. El agua que
[ se
Vierte en el costado del hombre. Dados. Oyes cmo
[ en la
Penumbra tae la sangre y que desborda y es una
[paloma?
El hombre vuelve de su materia. Avanza. Carne hecha
[luz.
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INCERTIDUMBRE
La distancia entre dos cuerpos es nada ms
Que una ilusin. El cuerpo se proyecta
A su origen en la negacin rotunda del Preceder
Para encender una lmpara se requiere aceite
De un animal pudrindose. Dos piedras. La oscuridad
Necesaria. Hay que precaverse del viento fro
Que viene del norte. Un cuerpo puede situarse
Al otro lado del ro. Sombras. Un cuerpo
Tirita en la estacin del tren. La distancia
Ha sido reducida por la intensidad de un beso
Conjeturas al pie de mi Indagar. l no conoce
El otro lado del ro. Ella an ignora el puente.
Mas una mano surgida sbita eleva en alto la
Lmpara. Interroga. La niebla se hace espesa.
La distancia entre dos puntos no Es el vaco
Tampoco la incgnita sino la incertidumbre
Despus del amor. Espejo. Una mujer desnuda
Contempla cmo se va su sombra, sin ms,
Como si zarpara de Ella misma. l. Cuerpos.
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ANTN VALLEMAR
MADRE
Hoy al doblar oscuros laberintos
En cardinales horizontes
Hago descanso en esta mi azarosa existencia
Para volver la mirada hacia ti
Madre auroral
Madre predicante de una patria amaneciente
Y hallar an en el girasol de tus bellos ojos
El candil de mayo que a mis pasos siempre
Alumbraron. Te pienso.
Mas, para hoguera de mi corazn estrujado
Descubro que me convert en tu cabalgante
Pecho
La trasiega espada de una cruda historia amarga
Y el calvario que llevas a cuestas
En el enzarzado latido de tu propio universo
Obrante. El acero sangra en la sombra.
Qu he de hacer para volver a encender
El ardiente verano que fue tu alegra ?
Qu cruel ensaamiento del tiempo !
Que te deja sola y triste en el desierto
Como rbol seco en lamento
Sin hojas , sin flores, sin frutos
Y sin las huellas de abril de tu augusta belleza.
Y yo, desgarrado, tan lejos de ti
-
31
Sin un vaso de agua para calmar tu estarcida
Angustia
Pero no es tarde para desandar mis pasos
Y llevarte entre estas laceradas manos
El aliento de guirnaldas de rosas frescas
Y ornar tu afligido corazn musitante
Con suaves copos de cornalina vertebrante
Esprame, oh Madre
Patria de luz amaneciente
Y prolonga tu camino en el sendero hacia el ocaso
Que ya retorno a ti con alma inflamada
A devolver los besos que un da
Del que la memoria ya me es ingrata
Mi niez rob del enigma de tu regazo.
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32
REGENTE AMOR
Para Silvia, luz hecha mujer
Cuando estamos juntos
No hay ms grande
Que nuestro amor labrado en fuego
Con l
El tiempo se viste de primavera
El viento habla quedo al odo
Los detalles cimbran msica tierna
Para el alma
Y hasta la vida misma
Himno iluminado
Celebra un instante de eternidad
Eterna
Cuando estamos juntos
No hay nada ms slido
Que nuestro amor labrado en fuego
Con l
Las dificultades se transforman
En el vrtigo de cenizas
De sombras deshechas
Las privaciones se convierten
En el resplandor acerado
De los sueos llameantes
Los golpes terribles de la injusticia
En el vendaval desnudo
De la rebelda geomtrica
Y hasta la muerte misma
-
33
Silencio encadenado
Celebra un instante de eternidad
Eterna
Cuando estamos juntos
No hay nada ms contradictorio
Que nuestro amor labrado en fuego
Con l
Podemos vivir o inventar
Instantes reales
Instantes mgicos
Instantes absolutos
Instantes relativos
Instantes alegres
Instantes dolorosos
Instantes felices
Instantes tristes
Instantes divertidos
Instantes aburridos
Instantes coherentes
Instantes absurdos
Instantes imaginativos
Instantes cotidianos
Instantes
Instantes
Instantes
Porque nuestro amor es un instante
Y en l caben todos los instantes
Cuando estamos juntos
Y t me miras
-
34
Con la ternura del alma
Encendida
En el corazn de tus bellos ojos
Un universo oculto se abre dentro de ti:
Una pradera de alegres arco iris
Haciendo piruetas hasta el cielo
Un mar humanizado
De rostro sereno
Jugando con un pajarillo gris
De alas naranjadas
Una multitud de gneos hombres
Cantando un himno imperecedero
Una bandada de aves azules
Llevando en el pico de oro
Banderolas blancas
Con un rojo corazn al centro
Entonces comprendo
Cun inmenso es el amor
Que profesa tu vida por m
Cuando estamos juntos
Yo slo quiero decirte
Que te amo inmensamente
Y celebrar contigo
Un instante de eternidad
Eterna.
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35
NANA PARA EL SOL DE MI CORAZON
Durmete mi botoncito de sol. Durmete.
Durmete brevedad de luz. Instantes de ansias
desnudadas. Sntesis de universo inescrutable.
Durmete en brazos de una cancin iluminada.
Oyes?
La noche es mariposa negra de entraas agitadas
Que hiende su muerte en la piel del guerrero.
Durmete mi nene. Durmete.
Durmete trozo de fuego. Pedacito de trmulo
cielo . Polvo de pensamientos iridiscentes.
Durmete juntito a tu rosa divina. Hoguera
en la que me descubro transparente.
Sientes?
Pintar de arco iris tus sueos y los de ella mientras despierto una bandada de violines.
Si la terrible voz de la penumbra. Revs
de un eco. Estruendo. Voz enajenada.
Oyes?
Si esta voz abrigara arrancar tu fluir callado...
Durmete, nene mo. Durmete como un roco
amaneciente.
Durmete con la miel de la luna en tus labios
que mi encendido fusil har una guardia roja.
Pero maana. Oh maana trepidante de instantes.
cuando la luz desnude tus incgnitas
y huyan las sombras que acallan a la belleza.
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36
Entiendes?
Abraza el fuego de los silencios fulgurantes.
Abraza el pecho abierto de un ave de hierro
levantando al cielo el estruendo de los mares.
Durmete mi nene. Durmete.
Durmete mi botoncito de sol. Astro regente.
Durmete en el canto azul de mi corazn despertando.
Msica viva de arco iris.
Oyes?
Al tornar la alborada. Oscuridad reducida a ceniza.
Imagen revelndose ser tu nombre. Guerrero.
Resplandor de tu verbo germinante.
Durmete mi botoncito de sol. Durmete.
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37
POESIA ABIERTA
Algunos dirn que mi poesa
es la potica de un consternado,
y quiz no se equivoquen.
Otros dirn que es contestataria,
apologtica y hasta subversiva;
y no tendra por qu avergonzarme.
Pero habr quienes dirn:
Es una flor que hace florecer los anhelos.
Y en verdad, de ese don quisiera gozar.
Cunto dara por satisfacerlos!
Nadie negar sin embargo,
haberles construido un mundo de sueos a cada uno;
y a otros, tal vez, inesperadas pesadillas.
Mas aspiro llevar en mi poesa,
con encendida claridad que signan los tiempos,
una chispa de verdad maravillosa
y convertir el susurro en estruendo,
de un mar que agita sus olas de fuego,
abrindose paso entre las montaas.
-
38
OSCAR GILBONIO NAVARRO
CRISOL
De bruces aturdido
La embestida abus del dorso
Ay, recuento mis llagas. Tiemblo
Frente al espejo de mi trrido vino
Silbo a mis vrtebras
Acudan. Frreas
Me machacan con piedra
Puales festinan en ronda
Presumen prpuras togas
Tan slo fundas que no han tejido;
Mas su codicia no oir el rebato
Ni placentero ni pronto
En las brumas suele insurgir
La chispa tenue
Se esperanza la comprensin decantadora
Caer es gaje del caminante
Del guerrero para quizs no volver. Vuelve.
Quin no aprendi de sus rodillas laceradas
U olvida la historia abierta a sables?
Las obras terminan por imponerse al parleo
El sendero serpea ante todos
Cada uno exprese su sustancia:
Estacas a la vera del camino los neutros
O quienes calculan el arreo de ocasin
-
39
Los extraviados se desmandan
El panorama es todo crisol
El herido se incorpora
Retoma el transito
REDIVIVO.
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40
DESPEDIDA
Ha de partir un compaero
Grcil, desposedo
Cargado de esperanzas. Renovado
No quiero retorne a este lugar
Previamente brindamos:
Mantente, hermanito
Contra brumas, desaires, penurias
Cudate hombre:
Los canes rastrean y desgarran
Si les perturba tu andar
Sabes cunto duele
Salud!
Amanece otra vez.
Desciendes ya la rampa
Rumbo al portn epilogal
El alma se me aligera.
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41
DESVELO
Evacuaste la insensible avenida
Larga pltica la nuestra
An calada en mi ser
3 am. Vuelven las querencias vuelven
Y trastean las cuerdas de la vigilia
El reloj deletrea cada sumo instante
Un insecto atraviesa la pared
No me importa
Espero aceptes mi sugerir
Y pueda al cabo dormir
Complacido
Pueda.
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42
CAPULLITO
Brotaste cuando tu madre lo quiso tanto
Al rescate de un primer exilio
Ceremonia recndita apremiante siembra
Por si la vida se nos accidentara
Perviviramos
Debi presentir ella su silencio
Antes que llegaras sobre un delfn rosceo
Sin aguardar tu momento
Ya te queramos
Imprecando mi nombre, ellos, te pegaron
Yo nunca, Lucero
En cada parada una alforja
En cada resurreccin un reencuentro
Manitas al cielo trepando
Vaya concierto
Hoy me pides que componga tus cabellos
Y tu abrupto porte me turba, qu mello1
Once campanadas un misterio. Vida
Qu de travesas habr tornado tu infancia
Desde aquellos detalles primigenios
Y carreras y tropiezos y conquistas
acompaar no pude
Tan slo manuscritos
Extendidos
Silente mano protectora. Y hablante
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43
Desde un antro en una colina. Velado
Para el sufrimiento, la vergenza
Con visaje de Europa distante y fuente
De misivas sucesivas. De algn lugar venidas
O la factora de los ingenios que coloreaban
De padre tus ficciones al da
O tal vez la escuela sumamente vigilada y perpetua
Que t no conocas. Y al conocer
La inocencia cedi a la razn
Quedamente. Arrancaste los disfraces
Del presidio. Era todo esto:
Dura calle, eco, musgo, luz y cenizas
Tiempo
Insurges del revuelo
Relmpago perpetuo
Primavera en invierno
Y me pides que componga tus cabellos
De viento nuevo. Altivo
El patio discurrir de criaturas
Abuelas cansinas se despiden
Unos inician la vida indemne
Otros retornan su andar sin anclas
Qu transitar tiene la vida entonces!
Ayer noms
Refregu tus baberos. Cima
Diminuta de paales repentinos
Ahora casi mujer me sorprendes
Detente un momento.
Eras mi cra prendada al pecho
En aquellos resquicios de los das de hogar
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44
Sola provocar me mostraras
El dulce perlado optimismo
Entonces, tu madre, ambas creo
Ausente y vigente
Disfrutaban del susurro mo:
Ustedes se parecen
en definitiva
Ms cuando al sol sonren.
1. Expresin qu miedo!
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45
LOS PASOS CONSTANTES
A dnde arribaste, Madre, sin pedirlo
Por asir tan slo
De tu creacin
El fuego
Emprende, Lozano Crepsculo, el hallazgo
Del viento que os trajo y os volver fuente
Del abismo que doblegaros intenta
Jalonan vuestros tibios canastos
Rapian lo que no comieron
Por ofrendarlo al hijo
Cautivo
El sobrio alimento, la gota vital
Palpan vuestros honorables cuerpos. Les sacuden
Las faldas plenas de jirones de luz
Vociferan. Les estampan signos oscuros
En los brazos y luego en la frente
Y luego en los dedos que los sealan
Impertrritos. Ellas
Rosa entregada al amor y a las cenizas
Las intimidan con tiros matando al aire
Mas desde el cielo vese la riada perenne
Inconmovible, con su podero de lento torrente
Y avanzan al encuentro con su sangre. Ellas
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46
Lidian an muros de ignominia grilletes
Cruces declinantes polvo de espanto
La angustia cae como sol hirviente
La sed devasta en el vientre
En el pecho en la vigilia de madre
Avanzan sin reposo y avanzan
Cabello nevado dedos curvos. Ella. Cae
(se rompe algo en el mundo)
Acudirn profusas con su socorro de trueno
La culpa viene de ellos, de verdes fantasmas
Vienes del despuntar a las sombras
Media porcin de la Tierra. Mrmol
De ternura
Tras la alambrada y la alambrada
Pervive un umbral fraterno
Para la azucena cada y levantada todava
temblorosa
El hijo colma de gracias
A la esposa en bandera de madre y aos sucesivos
A la hermana que retorna bajo creciente maternidad
A la hija, madre y hermana
A la amada, madre y hermana
A todas Ellas, madre y hermana
Entonces
Las tinieblas sucumben
Avanzan Ellas y avanzan.
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47
POR LO MISMO
A Victoria, tambin prisionera.
Juntos
Por lo mismo
Dos granos
En la vastedad
Del vivero
Que somos
Todava
Acaso surcos discordantes
Orfandad del oasis
Maleza encrespada que tienta
Sin sur sin norte
Rellano de escombros
Donde el alud se ensaara
Y sin embargo emerge un geranio
Molino fulgente del hlito rojo
Encaje intenso y convoca
Fundir en torno suyo
Recamo y sutil calado
SIGAMOS
Es la senda donde ayer trotamos
Donde tus huesos se vuelven pavimento
Por amor ntegro a los pajaritos
All donde quienes fungen sobrevuelo
Cuando la niebla extenuante cae. Dolorosa
Graznando brincan a la orilla opuesta
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48
Y los fros de duda y de fatiga
Empluman del nidal curvos
Y vamos quedando los que somos
Ustedes
Nosotros
Los de allende los muros. Ocano
Del trinar insurgente
Ayer solamos guardarnos un algo
De fiambre, lumbre y nido
Entre estampidas y polvo de luna
Que todo saliera bien
Aun las heridas del cuerpo
Del aliento
Ansiando envolvernos
ACCIN CUMPLIDA
Y a la hora del ayuno
El pocillo desportillado
El grano esplndido
El desvelo
Curado en un montecito
A veces slo cartones
De manta retazos
Danzamos donde los nios clamaban temprano
Porque paladeaban lo que es suyo
Y volamos por laderas
Por cerros sin nombre sin caminos
Por bulevares relucientes tambin
Por residencias de blasones dorados
Supuestamente amparadas del estruendo
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49
Radiamos en fin
Huanchaquitos2 por doquier
Una noche entre adobes y carrizos
Las estelas motivaron un altar
Confesor pulcro de guerreros
Supimos
Cada cual de modo distinto
Haba perdido una parte muy suya
El flagelo de la ausencia
Se arrullaba con nosotros
Ahora que estamos distantes
Y me reprochas lo que no sabes, Mujer
Me convenzo en definitiva:
Al mismo Padre debmonos
Aquello marca a un hijo
Por siempre
Lo sabes
Y si no concordamos esta tarde
Maana La Contradiccin cumplir
Su tarea
Como siempre
Y columpiados
Tiraremos
La misma cuerda
Del cielo.
2. Avecillas de pecho rojo
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50
JOFFRE RUMI VENANCIO
RECUERDO DE FAMILIA
Lentamente cual llovizna
he deshojado mis recuerdos.
Mam sentada dale que dale
con su rueca bailarina
-hilo para poncho- decale
al viento que jugaba con sus polleras.
La papa en los camellones
sonrea en sus flores blancas y azules.
Chomy y yo cazbamos perdices con el viejo perro.
Pap estara cortando cadveres,
Mele, soplando la fogata,
Gloria, trepada a un rbol,
Pila y Mami tal vez jugando con sus muecas
Papall y Clever estaran por cualquier lugar
A la hora del almuerzo
bastantes ramos!
Diez bocas hermanas, ms pap y mam,
los perros y los chanchos...
!pobre pap!
quiz por eso se dedicaba a cortar cadveres.
Recuerdo que Everth ira a ser doctor
porque pap lo haba soado,
hoy no entiendo por qu rehus el mandil blanco,
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51
Madre slo peda que su hijo
fuera un buen campesino u ovejero.
Pero padre ya haba soado,
Recuerdo nuestra casita amplia
de paja y eucaliptos,
vivamos junto con los pjaros del alba.
Para otros pareca casa de locos:
de nosotros, slo nuestro doctor se avergonzaba.
iA quin le importa ahora los sueos de pap!
Era como alimentarse de peces pintados
o escribir en el aire con agua clara
Ay pap, soador de imposibles!
Junto al huaychao y los zorzales
recuerdo tambin las caras ojerosas,
las bocas hambrientas
y los harapos flameando
entre los llorosos y tristes maizales,
Ahora est mam canosa,
con muchas arrugas que el tiempo le puso,
de caminar lento y encorvado,
mas, con la misma alegra de siempre.
Busqu hilvanar esta tarde los caminos
y hall
que nuestro doctor opera en el quirfano
la pobreza de maestro y receta lecciones de huelga,
De los cazadores de perdices uno caza fortuna,
-
52
el otro va y viene en busca de un mundo nuevo.
Las de las muecas
una aprendi bastante y le gust el juego,
la otra tir los juguetes porque no son de ella;
Mele contina soplando la fogata de la sobrevivencia.
Los que jugaban por cualquier parte
ya estn bastante crecidos,
se han hecho muy serios:
se emborrachan y sbitamente lloran.
El buscador de nuevos mundos
ha cado en la trampa que le tendieron.
Le arrebataron sus sueos,
degollaron sus proyectos
y mutilaron su alegra.
Sin embargo, terco en su camino
no ha bajado el puo,
con sus sueos al hombro
cabalga sobre el futuro.
Vendr maana a cantar con los nios,
a resucitar los sueos
y rescatar la alegra arrebatada,
a sembrar los claveles,
a construir jardines bermejos
tan intensos como la sangre.
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53
CARLOS CAMA MARTINEZ
BSQUEDA
Al volver a casa
querrs, como siempre
al atardecer
llevarme contigo.
Ms, nuestras manos
se desprendern como ramajes
en la ausente primavera.
Y a pesar de ello, sin que t me veas,
ir contigo.
Y volviendo a casa,
me buscars en la multitud,
entre el tumulto del camino,
y cada sollozo brotado
dibujar en tus pupilas
al leal heredero de tus lides,
y dirs entonces:
S, ser. Vendrs conmigo!
Yo estar tras estos muros.
Y a pesar de ello, sin que t me veas,
estar contigo
para secar tus lgrimas
con mis manos
hechas viento.
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54
JOHN NGELES COTILLO
RBOL HUMANO
Quiz el verso est en tu sonrisa
o quiz, t eres el poema
y yo solamente escribo
Se habr tu idioma mezclado con mi idioma
para confundirnos en el refugio
de un pliegue del mundo.
Habr un vino sagrado estancado en el tiempo
aguardando su hora
para embriagar de locura su momento.
Habrn tus pasos elaborados en la arena nocturna
a los que mis pasos acompaaran,
dibujando una senda con tus luminosas huellas.
Y habr tu voz con su libertad ,
la libertad con su bandera de siempre
y en esta historia sin ltima letra...
estars : siempre con tus manos alzadas
siempre con tu voz vivificante
hasta que alcances y acaricies tu
[meta.
Habrn dispersos quizs en el rbol humano
quiz el verso
tu sonrisa quiz
el poema que quiz eres
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55
y quiz yo solo escriba,
u otros con eternas palabras lo intenten,
para que la historia no alcance su ltima letra
hasta que quiz ya no haya ms quizs
pero s la bandera de siempre
por que en ti ... la vida
...su vida prosigue.
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56
PUEBLO
Has venido de las fbricas
de los socavones de la vida
de las industrias de la lucha
Has venido de las tierras
de los surcos lastimados
en que sequa tras sequa
germina la pobreza.
Has venido con tus manos
agrietadas de faena.
Has venido con tus brazos
cargados de esperanza.
Has venido con llagas y con sangre
con dolor y con tragedia.
Has venido con tu caminar
de inmensos recorridos
empuando tu bandera.
s!
empundola has venido
y la izars
maana
y para siempre
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57
JUAN ALONSO ARANDA COMPANY
A MI HERMANO JOS
Cumplas veinticuatro
era tu santo.
Mam llevaba la torta,
y en fiesta que t no hiciste,
te agasajaron los cuervos.
A mam y los dems invitados,
los dejaron fuera.
Tocaron las campanas con fuego.
Y las flores en otoo florecieron.
Te abrazaron los clidos hierros,
y apagaste las velas...
con un suspiro eterno.
(Mam en sollozos dijo: ya no quiero fiesta).
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58
RAFAEL
Recuerdo tu mandbula pequea,
como tu sonrisa a flor de viento.
Concilibulo de secretos,
prohibiciones nulas, saltar lo inconmensurable.
Acampar en Noveno Cielo.
Deportista de persecuciones y riesgos.
Queras la vida, cmo la queras
pero despreciabas, s que despreciabas
la muerte.
Al final suspiraste
te vi en la T.V.
y llor de nuevo.
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59
CARLOS
Rizos, risas, pincel suelto;
bigotes de brocha
siempre bajo sospecha.
Te burlabas de la rigidez
satrico comentario.
Amante del cine, la mujer, bohemio
( eras demasiado refinado para la vida austera ).
Artista en toda una palabra
demasiado sensitivo
para asumir el comentario.
Ibas seduciendo la vida,
coqueteando la muerte.
En un saln tan peligroso
se puede bailar un tango ?
Apagaste los colores de tu lienzo
chamuscado cuerpo
irreconocible carbn
entre los hierros;
tu sonrisa pcara persisti
hasta tu muerte.
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60
NMEROS
Trece, son los que se van agolpando,
como, pinceladas tristes
en balcn ajeno.
Edad tierna para el que vive,
sufrimiento, impiedad, desconsuelo
para el que confinado muere.
Cuntos otoos ms ? Quiz slo un invierno.
No veo florecer mi rosal entre los cuatro muros.
nueve candados que retumban ,
sobre mi reja.
Trece fatdico. Recuerdo, espanto,
fueron doce los apstoles
( Era nmero sagrado ).
Hasta las treinta monedas,
en donde quedaron once con el traidor colgado.
Lo colgaron, se colg ?
Nunca fue del todo aclarado.
Me asalta una duda. Qu dira en su fro
calabozo Miranda de Bolvar ?
Cundo ser el da que baje el gran juez ?
Hasta cundo seguir de inculpado ?
Cundo la tortuga galopar sobre el lomo del
elefante universal ? Tierra rebotars como pelota
de hule sobre la conciencia de los fros muros.
Sobre mi uniforme a rayas,
marca las verticales delasrejas
y mi dedo juega un michi eterno.
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61
DESAPARECIDO
Vuelvo a leer tu nombre
en los que no se presentaron:
a la mesa ,
al trabajo.
En los que faltaron a la clase,
en quienes plantaron a la novia,
en los que hicieron llorar a la madre,
y no dieron de comer a los hijos.
En los que no asistieron a su entierro.
T te justificas diciendo:
que no fue tu culpa,
que te desaparecieron
Por qu dejaste entonces ?
Torturar tu cuerpo
desmembrarte
calcinarte.
Volarte hasta el recuerdo. En un silencio absurdo,
donde ya no hablan los muertos.
Porque siempre me dices, que no fue tu culpa,
que te desaparecieron.
Hasta cundo te seguir buscando ?
encajando los huesos de otro ajeno.
Ya me cans de mirar las caras a los muertos.
Por qu no apareces para tu santo entierro ?
Quiero la certeza de tu muerte
y terminar mi luto eterno.
Ya de nada te culpo, si culpas tienes
fue la de ser tan bueno,
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62
holocausto para dioses del averno.
Busco, en la arena fina del desierto.
En la helada puna,
en la cinaga, el mar, infierno.
(No quiero ser un alma en pena buscando)
Jessica, Antonio !
Martn ! Dnde se perdi tu libro ?
Kenel !, tu sonrisa no la encuentro
son todos ausentes.
Muertos y no muertos.
(No tengo la certeza de sus muertes)
Porque mientras haya memoria que se niegue a
herrumbrarse
mientras haya silencio
que permita escuchar los latidos
de los que vivimos
(Tenemos las certeza de no estar muertos, aunque
de los otros no sabemos).
Y el eco de los que se fueron.
Siempre habr una lista infame que dir
DESAPARECIDO.
Mientras no haya piedra que llore
la memoria del nombre
perdido,
ni ojo que vea al
desaparecido
nosotros seguiremos buscando
en nuestros recuerdos
o en el olvido.
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63
MANTENTE FIRME
Cuando las olas revienten contra los cuerpos
aferrados a los cabos y aparejos,
sitiados por la tormenta de tropical empuje,
y la nave zozobre como pndulo loco
en la inmensidad del mar y la penumbra,
marinero, mantente firme,
en tenaz espera,
Aun cuando la nave parece que se hunde
bajo la estruendosa tempestad
y los rayos slo alumbren
calamidades por doquiera
y haya quienes se arrojen a la mar
atrados por cantos de sirena,
marinero, mantente firme,
en tenaz espera.
Curtido por la mar
los aos te ensean
a tener paciencia,
aun cuando el mstil se haya roto
y se haya perdido ms de una vela
y se lancen las ratas prefiriendo el mar
a tu navo de guerra,
marinero, mantente firme,
en tenaz espera
Porque mientras haya timn
y timonel en brega
la tormenta ceder por ms que sea fiera
y el puerto tras el horizonte
all te espera.
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64
REFERENCIAS
RAMIRO PORRAS PINO (Huanta, 1962)
Cantautor Ayacuchano. Otro de los protagonistas de la
lucha y el drama de nuestro pueblo. Prisionero por ms de
una dcada, se dedica hoy a la creacin y difusin musical,
habiendo incursionado tambin en poesa y en pintura.
VICTOR CLAROS AYALA (Lima, 1965)
Estudi en El Agustino y particip en la vida cultural de este
barrio. En prisin continu la prctica y el aprendizaje de la
poesa y acogi la narrativa en el Taller Jos Saramago organizado por la Agrupacin Cultural Ave Fnix. Al obtener
la libertad, impedido por la legislacin antiterrorista de
reincorporarse a la docencia de Matemticas, que es su
profesin, tuvo que incursionar en otros rubros laborales sin
dejar su lado su inquietud por la literatura.
GUSTAVO CAYCHO SALDIAS (Huarochir, 1967)
Estudi para docente de literatura en La Cantuta. Activ en
el mbito literario de Chosica. Soport caso 17 aos de
prisin asumiendo con tenacidad la poesa. Por los caminos
de la ausencia y Habitada Luz son dos de sus poemarios ya
publicados en medio de las dificultades del encierro. Est
abocado adems a la creacin de narraciones y ensayos,
siendo su poesa su gran pasin.
HEL DE LA CRUZ AZAA (Chimbote, 1965)
Estudi Medicina en la UNMSM. Prisionero desde 1992 hasta
hace poco. Se dedica a la poesa y narrativa. Integr
-
65
diversos talleres de formacin literaria que de desarrollaron
en prisin. Producto de su actividad creativa cuenta con
diversidad de cuentos por publicarse. (Antn Vallemar)
OSCAR GILBONIO NAVARRO (Lima, 1966)
Estudi secundaria en el colegio Nuestra Seora de
Guadalupe. Prisionero incursion en la narrativa y poesa desde mediados de los 90 aportando a la primera
publicacin de la Agrupacin Cultural Ave Fnix: el libro de
relatos El mundo est cambiando. En libertad, gestion y
culmin sus estudios de Ingeniera de Sistemas en la UNI.
Integr crculos literarios en el centro del pas.
JOFFRE RUMI VENANCIO (Hunuco, 1964)
Ex miembro de la Sanidad de las Fuerzas Policiales. En prisin
ejerci y promovi la actividad potica. Obtuvo la libertad
el 2004 pero por revocatoria del Juzgado se encuentra
actualmente perseguido, al igual que sus coacusados.
CARLOS CAMA MARTINEZ (Lima, 1970)
Creci en el barrio de Comas. En prisin comparti y
promovi la inquietud artstica. El ao 2002 obtuvo el tercer
premio de poesa en el certamen de Confraternidad
Carcelaria. En libertad, se reincorpora al I.S.T. Carlos Cueto
Fernandini para culminar sus estudios de Administracin.
JONH NGELES COTILLO (Chimbote, 1964)
Estudiante de Trabajo Social en la UNFV. Amante y
autodidacta en msica y arte. Purg ms de 15 aos en
prisin entre Yanamayo y Canto Grande. Actualmente
-
66
integra la Agrupacin Cultural Ave Fnix, dedicndose a la
poesa y a la composicin musical.
JUAN ALONSO ARANDA COMPANY (Lima, 1969)
Realiz estudios de Administracin y Economa; contina
hacindolo de modo autodidacta. Gan el concurso de
Confraternidad Carcelaria el ao 2004 con el cuento
Amistad, y consecutivamente el tercer y segundo lugar en
poesa y cuento, respectivamente, en las ms recientes
ediciones del concurso de Dignidad Humana y Solidaridad.
Tiene una novela indita. Se encuentra purgando prisin por
ms de 15 aos.
-
67
NDICE
LA CENIZA DE LO VIVO ....................................................................... 2
PRESENTACIN ...................................................................................... 3
PALABRAS PREVIAS ............................................................................... 5
RAMIRO PORRAS PINO ........................................................................ 9
PUKUYSITO ........................................................................................... 9
PEQUEO MO ................................................................................. 11
CHIJOLLITO MALAGERO ......................................................... 13
MADRE, ANOCHE VOLV MIS PASOS ......................................... 14
VICTOR CLAROS AYALA ................................................................... 16
PAN ..................................................................................................... 16
SEMILLA .............................................................................................. 17
TU RISA ............................................................................................... 18
GUSTAVO CAYCHO SALDIAS .......................................................... 19
A FLOR DE PATRIA ........................................................................... 19
DIANA ................................................................................................ 21
CONTIGO .......................................................................................... 23
LA PARTIDA SIN AUSENCIAS ......................................................... 25
BREVEDAD ........................................................................................ 26
AYACUCHO ..................................................................................... 28
INCERTIDUMBRE ............................................................................... 29
-
68
ANTN VALLEMAR ............................................................................. 30
MADRE ............................................................................................... 30
REGENTE AMOR .............................................................................. 32
NANA PARA EL SOL DE MI CORAZON ....................................... 35
POESIA ABIERTA ............................................................................... 37
OSCAR GILBONIO NAVARRO ......................................................... 38
CRISOL ............................................................................................... 38
DESPEDIDA ........................................................................................ 40
DESVELO ............................................................................................ 41
CAPULLITO ........................................................................................ 42
LOS PASOS CONSTANTES .............................................................. 45
POR LO MISMO ................................................................................ 47
JOFFRE RUMI VENANCIO .................................................................. 50
RECUERDO DE FAMILIA ................................................................. 50
CARLOS CAMA MARTINEZ ............................................................... 53
BSQUEDA ........................................................................................ 53
JOHN NGELES COTILLO .................................................................. 54
RBOL HUMANO ........................................................................... 54
PUEBLO .............................................................................................. 56
JUAN ALONSO ARANDA COMPANY ............................................ 57
A MI HERMANO JOS .................................................................... 57
RAFAEL ............................................................................................... 58
-
69
CARLOS ............................................................................................. 59
NMEROS .......................................................................................... 60
DESAPARECIDO............................................................................... 61
MANTENTE FIRME ............................................................................. 63
REFERENCIAS ........................................................................................ 64
NDICE .................................................................................................... 67
CONTRAPORTADA ............................................................................. 70
-
70
CONTRAPORTADA
Nueve hombres se han prestado las alas del ave
fnix y se han echado a volar. Sus planeos rasantes,
memoriosos, llenos de ternura, repletos de paisaje,
empapados de promesas, reclamos y lgrimas
apretadas, colman un cielo que han creado para que
otros y otras se asomen y lo vean.
En La ceniza de lo vivo, nueve poetas
hermanados por la experiencia poltica, la identidad
ideolgica y la condena carcelaria, se encuentran en
un mismo espacio para intercambiar y sumar sus voces.
Como en un profuso canto coral, potica tras
potica cada uno de ellos eleva una voz que siendo
metal tambin es flor. Metal y flor, la ausencia, el amor,
el exilio, la tortura, la muerte, la lucha, el espanto y la
memoria, siempre la memoria: sa, que estos hombres
han retratado a fuerza de viento interior para no
perder el camino que los devuelva a ellos mismos.
Los Editores
FOTO: Parte de la Agrupacin Cultural Ave Fnix entre
compaeros e invitadas al final de Conversatorio La mujer en la
Literatura Peruana, organizado en el Penal de Canto Grande en
el 2004. De izquierda a derecha:
Sentados: una nia visitante, Leda Quintana, Gustavo Caycho,
Roxana Crislogo, Carolina Fernndez y Carlos Cama.
Parados: Germn Arapa, Martin Peralta, Bill Cordero, Jos Cama,
Oscar Gilbonio, Manuel Marcazzolo, Hel de la Cruz, Carlos Saravia
y Francisco Saavedra.
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71
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72
La ceniza de lo vivo
Libro de poesa de la Agrupacin Cultural Ave Fnix,
se imprimi en octubre de 2008,
en los talleres de Arteidea Editores
http://www.fenixperu-trilceur.blogspot.com/