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La otra modernidad. 50 años de «Dialéctica de la Ilustración» Daniel INNERARITY La Dialektik der Aufkldrung que los exiliados Adorno y 1-{orkheimer publicaron en 1947 ha sido un libro crucial para la filosofía de este siglo. Su relevancia se debió en buena parte a que no se limitaba a continuar el lamento tradicional contra los inconvenientes de ser moderno, ni festeja- ba las ambiguas conquistas de la racionalidad. A estos lúcidos fragmentos les debemos, entre otras cosas, la ruptura de una alternativa incómoda, de una dramática elección entre la mera prosecución o la despedida precipi- tada de eso que llamamos Ilustración. La aporía frente a la que nos encon- tramos en nuestro trabajo —advierten en el prólogo— se presenta como el primer asunto que hemos de investigar la autodestrucción de la Ilustración. No tenemos ninguna duda —y aquí reside nuestra pétitio principii— de que la libertad en la sociedad es inseparable del pensamiento ilustrado. Pero cre- emos igualmente haber reconocido que precisamente este pensamiento, al igual que las formas históricas concretas en las que está implicado, contie- nen el germen de aquel retroceso queacontece hoy en todas partes. Sila Ilus- tración se hace cargo reflexivamente de este momento reaccionario, vence a su propio destino’. La posibilidad de mantener las conquistas de la modernidad a salvo de su propia perversión podría ser la definición del objetivo con el que estos filósofos convocaron a otros muchos y definieron el horizonte que habría de presidir buena parte de las discusiones posteriores. Argumentar contra M. Horkheimerílh. W. Adorno. Dialektik derAufkltirung. Philosophische Fragmente, Frankfurt l986, 3. Ano/e..~ del Seminario de Metafísica, n.” 30-i996. servicio de Publicaciones, Universidad Complutense. Madrid

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La otra modernidad.50 añosde «Dialécticade la Ilustración»

Daniel INNERARITY

La Dialektik derAufkldrung que los exiliadosAdorno y 1-{orkheimerpublicaronen 1947 ha sido un libro crucial parala filosofía de estesiglo.Su relevanciase debió en buenapartea queno se limitaba a continuarellamentotradicional contralos inconvenientesde sermoderno,ni festeja-ba las ambiguasconquistasde la racionalidad.A estoslúcidosfragmentoslesdebemos,entreotrascosas,la rupturadeuna alternativaincómoda,deunadramáticaelecciónentrela meraprosecucióno la despedidaprecipi-tadade eso quellamamosIlustración.La aporíafrente a la quenosencon-tramosen nuestrotrabajo —adviertenen el prólogo—sepresentacomoelprimer asuntoquehemosde investigarla autodestrucciónde la Ilustración.No tenemosningunaduda—y aquíresidenuestrapétitioprincipii— de quela libertad en la sociedadesinseparabledelpensamientoilustrado. Pero cre-emosigualmentehaber reconocidoqueprecisamenteestepensamiento,aligual que lasformashistóricasconcretasen las queestáimplicado, contie-nenel germendeaquelretrocesoqueacontecehoy en todaspartes.Sila Ilus-tración sehacecargoreflexivamentede estemomentoreaccionario, venceasupropio destino’.

La posibilidadde mantenerlas conquistasde la modernidada salvodesupropiaperversiónpodríaserla definición del objetivo con el queestosfilósofos convocarona otros muchosy definieron el horizontequehabríade presidirbuenapartede lasdiscusionesposteriores.Argumentarcontra

M. Horkheimerílh. W. Adorno. Dialektik derAufkltirung. PhilosophischeFragmente,Frankfurt l986, 3.

Ano/e..~ del Seminario de Metafísica, n.” 30-i996. servicio de Publicaciones, Universidad Complutense. Madrid

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la modernidaden nombrede la modernidadno es otra cosaquedefenderla convenienciade otra modernidad.Esteprogramaapuntabauna tareaque fue inoportunamenteinterrumpidapor los posterioresdebatesentremodernidady postmodernidad.Una de sustesisfundamentalesafirmabaque la despedidade la modernidadsólo puedeabocara unaciegarepeti-ción de susenergíasaniquiladoras.Piensoque esteplanteamientoes to-davíaultil paraelaborarunateoríadel presentey definir las dimensionesdela racionalidad.Al hilo dealgunade susreflexiones,voy a tratar de sos-tenerquees mejor la transformaciónde la modernidad—o la atención aalgunasde susmodalidadesde menorincidenciahistórica—quelas alter-nativasplanteadascon posterioridad.

1. LA INDIFERENCIA DEL MUNDO

El conflicto acercade la correctacomprensiónde la modernidadsere-fiere a la reacciónquedebetomarsefrentea unaexperienciahistóricaquetodos coincidenen entendercomo la extrañezacrecientedel mundo.Laexperienciadel hombremodernofue la del mundocomo algo indiferentea los propósitoshumanos,resistentea nuestrasestrategiascognoscitivas.Con la pérdidadcunaautoridadtradicional,dela imagenunitaria delmun-do.unadimensióndecontingenciahastaentoncesapenasadvertidairrum-pe desagradablementey es vivida con una inquietuddesconocidaenotrasépocasde mayorcongruencia.Blumenberghainterpretadoesteaconteci-mientocomo la experienciade la divergenciaentreel tiempo de la vida yel tiempodel mundo’; el yo aparecedesposeídode suantiguacentralidaden el universo,el mundosemuestracomo unarealidadindiferenteanues-trasprevisionesy deseos,se impone un eursotestarudode acontecimien-tos queno cuentanconnosotros,aumentala sensacióndequeestamosro-deadospor unacontingenciacreciente,en forma de historia involuntaria,lenguajeinexacto,destinoimprevisible, escasezde tiempo, disparidades,fragmentacióny autonomizaciónde lasdiversasesferasde la vida, desco-nexión entrepasado,presentey futuro.

Blumenbergha ilustradoestadisarmoníacon unabella imagenastro-nómica a la que recurrieronmuchosfilósofos ínodernosy contemporáne-os: la no simultaneidadentrela luz emitida por lasestrellasy nuestraper-cepción de ella. La sublimidad de una presencíainmediatadel cieloestrellado,quefue paralos primerosmodernoscifra de nuestrainsignifi-cancia,adquiereposteriormenteun nuevo carácter:el desplazamientoen-tre los acontecimientosy su significación subjetiva, la equivocidadde lapresencia.La distinción entre lo presentey lo ausente,lo níanifiestoy lo

Lebenszeitnoé Weltzeit,Suhrkamp,Frankiurt 1986.

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oculto, dejadeservir comocriterio deinteligibilidad del mundoy de orien-tación de nuestraconductasobreél. En Schopenhauer,Nietzschey Marxesposiblerastrearestametáforaquerevelala opacidadde lo real: el mun-do es un medio perezosoparala expansiónde la razón,pararefutartodoslos errores,para satisfacerlos deseos.Todo llega demasiadotarde. Ni si-quierala aceleracióndel tiempohumano—el progreso—permiteyarecu-perarla simultaneidad,la coincidenciaentrepretensióny resultado,in-tencionessubjetivasy realizacioneshistóricas,el sery la apariencia,la lógicay la retórica.

Los grandessistemasdel idealismoalemánacuñaránunaexpresióncer-teraparacalificar esemalestaranteun mundoquenosresultaindiferente:escisión(Entzweiung).Uno de los hilos eonductoresde la Dialéctica de laIlustración consisteprecisamenteen mostrarcómolas culturaspuedenen-tenderseformasde restablecerunaunidadperdidaentreel hombrey la na-turaleza.Los ritualesmágicos,las narracionesmíticas,los sistemasmeta-físicosy la misma Ilustraciónson intentosde recuperarla congruencia,luchascontrala separación,intentosde liberar almomentopresentedelpo-derdel pasado3,derecuperarla fiabilidad dela presencia.En la Ilustración,estemalestarantela disparidades llevado al extremode tiranizar lo hete-rogéneoen unaidentidadabstractay constrictiva.

Desdeestossupuestos,la discusiónfilosófica se ha centradobásica-menteen la determinaciónde quédebahacerseparasuperaresaruptura,cómo recuperarla congruenciaentreel mundohumanoy el mundonatu-ral, social e histórico y, sobretodo, quétipo de avenenciaesdeseable.

La concepciónhegemónicade la modernidadentienderacionalidadylibertadcomo instanciasde reconciliaciónquegeneranun movimientoten-dentea la anulacióndeaquellasdivergencias.La autonomíasubjetivacon-sisteenestarreconciliadoconsigomismoy con el mundo.El objetivo delarazónesla concordanciade todossuslenguajesen un horizontecomún,elencajeentrelas orientacionesteóricas,prácticasy estéticas.El mundosó-lo puedeser entendidocorrectamentea la luz de la escisiónsuperada.Launidaddel mundosealcanzaen la forma universalde la razón,queesunamedidasuprahistóricaparael discernimientodelos estadoshistóricos,unadiscriminacióncerterade la contingencia.Estaaspiraciónes lo queHegelsentencióal declararque la función dc la reflexión filosófica escombatirlo contingente.

El planteamientopostmodernomáshabitualsedesembarazadeesaten-sión haciala unidadquecaracterizabaa todoslos diagnósticostristesdelaescisión.Desapareceasí el problemaacercade cómo debanserpensadossímultáneamenteunidad y pluralidad. Su posición es la de un perspecti-vísmoradical quedisuelveel mundoen versionesinconmensurablese in-

Dialektik derAufkliirung, 39.

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diferentes.No existenadaparecidoaunaarticulacióndelosdiferenteslen-guajesde la razón.La racionalidades un conceptolocal queúnicamentetiene significacióndentrode unasdeterminadasformasde vida y en dis-cursosparticulares.Piensoqueestaposiciónes unavariantefragmentadade la modernidadquepretendíasuperarabsolutamentela escisión.La con-gruenciaesaquí recuperadaplenamenteaunqueseaen cadaperspectiva.Estaconservaciónde lasexigenciasmodernasdereconciliaciónesunamc-ra repeticiónen formatosparticularesde aquellaincapacidadde la mo-dernidadhegemónicaparapensary actuaren contextosde contingencia,variacióny analogía.

La otra modernidades la de aquellatradición romántica,hermenéuti-ca, pragmática,escépticae historicistaquecorreparalelaal debatehege-mónicoentreel racionalismoy susdesmontadoresoficiales.No esunatra-dición antimoderna,sino unalíneaquediscurreenparaleloy ptíedeayudara sutilizar, estilizar y profundizarlos idealesmodernos,sin necesidaddedesmentirlos.Entre susadvertenciasfundamentalessecuentanla finitud,la contingencia,la razónpráctica, la corregibilidadde nuestrasinstalacio-nes en el mundo, el interéspor trabary articular,la comunicaciónde lasexperiencias,el privilegio otorgadoa la experienciaestética,el preferir laatencióna la deducción,el gustopor la ironía, unapreocupaciónpor com-prenderque esmuy anterior a la de juzgar,el horror a la autocomplacen-cia desenmascaradora,un cierto pesimismoqueno esciegoantelo mejorEsadisposiciónacultivar la contingenciapropiay extraña,esesentidodela finitud puederastrearseenpensadorescomo Vico, Erasmo,Montaigne,Herder, Hólderlin, Schiller,Schleiermaeher,Dilthey, el primer Heideggery el segundoWittgenstein,Adorno y Horkheimer.Bajtín, Dewey, Benja-mm y, entre los pensadoresactuales,Gadamer,Marquard,Blumenberg,Taylor y Rorty.

Estaotra modernidadrechazalaspretensionesde obteneruna recon-ciliación ahistóricade lo diverso,,peromantienela asniraciónde articularcon sentidoesadiversidad. Defiende los conceptosde razón,autonomía,subjetividady progreso,perotambiénla necesidaddc revisarlos.Dondelamodernidadtradicionalpensabade maneraunitarista, la otra modernidadespluralista; perono se abandonaa la disociaciónde unasprácticasde larazon irreconciliables,sino que indagaen las posibilidadesde articularlas.Estaconcepcióndiscutequeexistaalgoasícomola expresiónquedesigneacabadamenteel mundo,o la forma de vida buenade individuos finitos ehistóricos.Su idea regulativa no es la plenitud por acercamiento,sino eldesplieguede lospotencialesde la razónhistóricamentevariables.Ilustrarconsisteen usar, ampliar y corregir recíprocamentelos diferenteslengua-jes de la razón,sin la ilusión dc unaconcordanciafinal de esoslenguajesydesushablantes.En todo caso,la concordanciamismaesentendidacomoalgohistóricamentevariabley, por consiguiente,como un objeto posiblede nuevascontroversias.Es racional que permanezcacomo algo contro-

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vertido quése entiendepor racional.Esaproblematicidadespara moder-nos y postmodernossuperable—ya seapor síntesis,ya por astillamientode las perspectivas—,mientrasque la otra modernidadhacede estairre-solubilidadel motordelascontroversiasfilosóficas, la inquietuddeunaex-perienciasiempreinsatisfecha,aquello que justifica quesigamossome-tiendo a discusiónpúblicanuestrasparticularesvisionesdel mundo.

2. LOS LENGUAJES DE LA RAZON

El problemaqueasí se planteano esotro queel de cómo searticulanunidady diferencia,si esposiblecorregir la modernaseparaciónde las es-ferasde la vida—cuyodesarrolloirreflexivo ha sido pagadocon esafalsaconcienciaqueAdorno y Horkheimerseñalaron—sin anularsusrespecti-vas lógicas.Desdela perspectivade lo quehe denominadola otra moder-nidad,la unificacióntotalitaria y la rígidaseparacióndelascapacidadesra-cionalesaparecencomo ideologíascomplementariasde unamodernidadatrapadaen unaambiguadialéctica.

La Escuelade Frankfurt—especialmentesusegundageneración—in-dicó una líneade soluciónapuntadapor unarazóncomunicativa,quepue-deserentendidaensentidoliteral ometafórico.Lo quepropongoesadop-tar ambasvisiones,másallá del planteamientode la comunicacióncomounaespeciede neutrointercambioinformativo o un procedimientoparalaobtenciónde acuerdos.La racionalidadcomunicativaha de sertomadaensusentidomás radical, como racionalidadque consisteen comunicarlasdiferentesformasde la racionalidad—instrumental,moral, estética—sinanularlasen lo quetienende específico.La razónconsistepropiamenteenel intentode percibir lo común,o sea,lasreferenciasinternasy las especi-ficidadesde esasformasde racionalidad.

La racionalidadirrestrietadela comunicacióndebeserpensadaal mis-mo tiempocomo una «comunicación»en cuyo libre «juego»se despliegaproductivamenteel potencialdc una razónmultilateral. La mediacióndelosmomentosdela razónno es un problemamenorquela separacióndelosaspectosde la racionalidad, mediantelos cualessediferencianentresí lascuestionesde verdad,de justicia y de gusto. De un estrechamientoempiris-ta delproblemadela racionalidad, sólo protegela prosecuciónconstantedeaquelloscablesentrelazadosen los que ciencia, moral y arte tambiénco-municanentrest. Este programapropuestopor Habermasseñalael tipode comunicaciónsobreel que esnecesarioincidir, aunque—a mi juicio—estápensadodesdela hegemoníade un tipo de argumentaciónteóricay de-mostrativaen detrimentode otrasposibilidadesdejustificación.La unidad

J. 1-labermas.TheoriedeskornmunikativenHandelas,II, Suhrkanip,Frankfurt t981,585.

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de la razón no equivalea la unidad de la argumentaciónqueespropiadela teoría,sino el engranajeirreductible de susmodalidades,entrelasqueha de contarsetambién la racionalidadprácticay los juicios de gusto,queno sonformassecundariaso derivadasde unaracionalidaddemostrativa.

Y es queno solamentees irracional la carenciade fundamentos,sinotoda praxisqueconfíageneralmenteen un únicotipo de fundamentos.Es-to lleva a la consecuenciade queen todoslos modosde racionalidadhayunaanomalíapotencial.Poresoesprecisomantenerlas diferenciasperci-bidas,sin caeren las falsasdisociaciones.En todo razonamiento—en lademostraciónteórica,en el discursopráctico,en la crítica estética—com-pareceninevitablementepresupuestosqueno puedensertematizadosenla argumentacióncorrespondiente.Toda forma de justificación ha de ha-cer usode presupuestosqueno puedenserjustificadosen suámbito. Estaremisión entredimensionesdiversasde la racionalidades un antiguoprin-cipio de la serenidaddialéctica,siempreque la dialécticapuedaserenten-dida como el artede pensarunidosmomentosquese copertenecen,peroqueno sereducenuno al otro.

La razónseriaentoncesel trato transgresorcon lo otro inmanenteencadaforma de racionalidad,sin limitar metafísicamentepor ello el pensa-mientoen nombrede una alteridadextraterritorial de la razón.La preo-cupaciónde limitar la razón mediantela apelacióna algo completamenteotro—tal como aparece,por ejemplo,enAdornoo Bloch—ignoraqueesadimensiónpuedeseridentificadaen el senomismo de la racionalidad,enla pluralidadde susformas.

Pero también escierto que la merapluralidad, la coexistenciade di-mensionesde la racionalidad,no explicasuficientementeel sentidode laracionalidadcomunicativa.La racionalidadsemanifiestacomoun conceptocontrastante,comola capacidadde articular, sustituir, matizaro transitarentresusdiferentesversiones:teórica, técnica,moral,política o estética.La unidadde la razónse consiguemediantela capacidadde cambiodelasperspectivasracionales.El principio de esafacultadinterracionalescom-batir tanto la falsalimitación como la falsadeslimitación.

La filosofía esnecesariamenteun pequeñosabotajea la compartimen-talizacióndel trabajoideadapor la razónmoderna.Estaagilidadno seejer-ce paradisolver la diferenciaentre las diversasformas de discursoy susprácticascorrespondientes,sino paraindagarsusrelacionesy dara cono-cer la parcialidadde susorientaciones.Actuar de partisanosde esadiplo-maciainterior de la razón,como contrabandistasde argumentosy pers-pectivas,traficar con los lenguajesde la racionalidad,es a mi juicio laestrategiaque idearonlos autoresde Dialéctica dela Ilustración. Frenteasusadministradores,la filosofíacaracterizaa aquelpensamientoqueno ca-plinto antela dominantedivisión del trabajo ni abandonasustareasantedi-cha división. Lo existenteconstriñea los hombresno sólo medianteviolen-cia física e interesesmateriales,sinopor medio de la sugestiónprepotente.

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Lafilosofíano essíntesis,cienciafundamentalo cienciacumbre,sino el es-fuerzoderesistir la sugestión,la resoluciónpara la libertad intelectualy real5.Y estalibertad tiene muchoquever con la lucidez dela relación,el acier-to comparativo,la cooperaciónentredimensionesdiversasde la razón.

La relatividadde las distintasdimensionesde validezno tieneconse-cuenciasrelativistas,mientrasla parcialidadde la argumentaciónconozcala posibilidaddeunacrítica externadesuspresupuestos.Relativismoy fun-damentalismoconvergenen la ceguerapara la relatividadde las dimen-sionesde validezen las quese descomponela razónde unaorientacióndevalidezno relativa.En el ejercicio del discernimientoentrelos lenguajesdela razón semanifiestala experienciade la condicionalidadde todapre-tensiónde validezincondicionaday, al mismo tiempo, se hacevaler la in-condicionalidadde estaexigenciade contrastar

a) Teoría como discernimiento y relación

A la filosofía modernaque he denominadohegemónicale correspon-de un conceptode teoríacomo el desplieguesistemáticode la unidad su-prahistóricade la razón.La filosofía del perspectivismopostmodernose-ría, por el contrario,la demostraciónde las limitacionesdetodapretensiónracional.La filosofía de la modernidadpluralista es la reconstruccióncrí-tica y la interpretacióndelasformashistóricamentedadasderacionalidad.Si la primeraabogapor la razónen cuantotal y la segundapor lo otro delarazón, la modernidadpluralistaes abogadade la razónposible.

Resulta interesanteadvertir que existe un complementariedadentremodernidadtradicional y postmodernidad,entre fundacionalismoy con-textualismo.Posiblementeseala filosofía de Derrida la quemejor ilustreestacomplicidad,esacomunidadde supuestosque existeentreel pensa-mientotrascendentaly la deconstrucción.Solo alguien fascinadosecreta-mentepor lascondicionesde posibilidadpuedeestarinteresadopor redu-cir los conceptosfundamentalesde la filosofía occidentala suscondicionesdeimposibilidad. Estodesacreditaa talesconceptosúnicamentesi seacep-ta quela acreditaciónpretendidapor la filosofía trascendentalseríala úni-ca válida.La modernidadalternativano creeen la posibilidadjustificado-ra de una instanciatrascendental,por lo que tampocoencuentraningúnsentidoen deconstruirla.Ocurrealgo parecidocon la tesisde Lyotard dequecarecemosde criteriosdevalidezmetanarrativos:estacarenciasólo espresentadacomo un hallazgopor quien habíahecho dependerla validezde la argumentaciónde una retóricaomniabarcante.

El viejo conceptodeunarazónunitaria y eternasehadisueltoenla plu-ralidad de dimensioneshistóricamenteabiertase históricamenteparticu-

‘Dialektik derAufkliirung, 259.

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lanzadas.Peroentreestasdimensionesexisteunarelacióndeinterdepen-dencia. Cadaorientaciónse alimentade presupuestosy procedimientosque no puedenser problematizadosen su propio dominio. Si esto es así,entoncesun disensoabsolutoes tanimpensablecomo un absolutoconsen-so. La razónse manifiestacomo un uso a vecesconflictivo y a vecescon-vergentede suslenguajesracionales,cuyo telosno consisteen unacon-cordanciacontrafáctica,sino en el procesoinacabablede correcciónliberadoraentrelas orientacionesunilaterales.Esracional la aperturaha-cia talescorrecciones.Larazónno es tantounafuerzadereconciliación niunacelebraciónde la heterogeneidad,sino un arte dediscernir6.

A partir de estaconcepciónesposibleofrecerunajustificación no apo-rética de la modernidad.Lo primero queha de tenerseen cuentaesquecualquiercrítica de la razónoperanecesariamentedesdela racionalidad.Poreso el escepticismopostmodernoessiempremásracionalde lo quesepuedepermitir Y al fundamentalismomodernose le puederecriminarsucegueraanteel hechode que la racionalidadse da siempreen una inter-pretación contingente.La otra modernidad,en cambio, atiendea supro-pia finitud: a sustendenciasdisgregadorasy a lascondicioneshistóricasdela razón y de la libertad.

La primerageneraciónde la Escuelade Frankfurt,debidoasufijacióna la filosofía de la conciencia,estabaen cierto modo atrapadapor dos desusmás importantescorolarios:la rigidez de los significadosy la inevita-ble desproporcióndel conceptofrentea lo particular Tanto la crítica a larazóninstrumentalcomo el desenmascaramientodel sujetoerantodavíapsicologistas,enla medidaenqueseorientabansegúnel modelodeun su-jeto queconstituyeel significado,queseenfrentaen susingularidadtras-cendentala un mundode objetos.Una filosofía del lenguajeen clavewitt-gensteinianamuestra,por el contrario,que la accióncomunicativano estágobernadapor unasubjetividadconstituyenteque suscribemonológica-menteunasignificacióna signoslingilísticos. La naturalezaquesepiensaast mismaen elsujeto’ puedetraducirseenun lenguajequesepiensaasímis-moen el sujeto,apartándoloasí del carril de la filosofía de la conciencia;el significadono es unaunidadindependiente,dada,objetiva,sino queseexplicapor el juegointersubjetivodel lenguajeenel quese inscribe.Dees-te mododescubrelo otro de la razón en el interior de la ~

Piensoque Adorno y Horkheimerconfundieronla concepcióncosifi-cadoradel lenguajeque erapropia de la filosofía de la concienciacon ellenguajecomo tal y por eso sevieron obligadosa rechazaruna racionali-daddiscursiva,a librar unabatallatitánicacontrael conceptounificadory

Ci M. tice!. Dic Kunstder Enlzweiun.g.Suhrkamp,Frankfuri [985.• Cf I)ialektik derA ufkíiirung, 47.Albrccbt Wcllmer, Zar Dialektik der Moderneunó Posttnoderne.Vernunftkritil< nach

Adorno, Suhrkamp,Frankfuri l985, 80.

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en favor de lo diferente, de lo no-idéntico. Consideraronla racionalidaddiscursivacomo algo similar a los sistemasesencialmentemonológicosdela lógica formal y de las cienciaspositivas,que constande relacionesde-ductivasentreproposiciones.Perounadelascosasqueestoscincuentaañosnoshanenseñadoes queel pensamientoconceptualno se puedecaracte-rizar como un procesomonológico. La argumentaciónno poseela lineali-dadde unasdeduccioneslógicasni la estabilidaddesignificacionesfijas; esmásbien un ir y venir entrela cosay el conceptoen el marcode la inte-raccióndialógica.Porotra parte,las prácticascomunicativastienenmenosquever con unaracionalidaddetipo instrumentalquecon las accionesco-municativasordinarias.Este es el motivo por el queresultenun tanto in-tempestivoslosesfuerzosde la primerageneracióndela Escuelade Frank-furt paraencontraruna referenciafuera de la esferadel pensamientoconceptual.La tesisdeWellmer—un herederode estatradiciónde la Teo-ría Crítica— esqueel descentramientodel sujetoha acontecidodentro dela razón discursivagraciasa su dimensióncomunicativa;bastacon desa-rrollar suspotencialesparadisolver las pretensionesde la razón instru-mental y de la totalizaciónfalsificadora.

b) La acción de una razón insuficiente

Si la razónteóricamodernadesarrollósu estrategiapararesponderaldesconciertoteóricocausadopor un mundoindiferente,la razónprácticapuedeentendersecomoun intentosimilarpor recuperarla congruenciaen-tre el ordendc las accionesy el orden delos eventos,entreel plano de lamoral individual y la lógicasocialo, si seprefiere unaterminologíawebe-nana,entrelasconviccionesy lasresponsabilidades.Nuevamentela aten-ción exclusivaa estaconvergenciaponede acuerdoa la modernidadhege-mónica y a la postmodernidaden boga; aunqueel signo sea opuesto—aspiracióna la unidadsin fisuras,enun caso,celebracióndela inutilidaddeeseintento, en el otro—, ambascompartenel principio queAdornofor-mulóen un celebreaforismode Minima moralia segúnel cual no hay vidarecta en la vida falsa9.Estasentenciaadmiteuna lecturapatéticay otra cí-nica. Quienesla interpretande unau otra maneratienenen comúnla ideade queefectivamentelas cosasdeberíanserasí,que la discrepanciaentrelas dosdimensioneshaceimposible—trágica o gozosamente—la actua-ción moral.Lo justo seríael encajeperfectoentrelo interior y lo exterior,suacompasamientosin sobresaltos.La discrepanciasupondríaeliminar to-da referenciamoral del horizonteque tenemosal nuestroalcance,paranuestradescargao a nuestropesarSólo obraríabien quienconsiguierala

‘Miniman2oralia. Reflexionenaus detnbeschiidigtenLeben,CesammelteSchriften,Suhr-kamp, i’rankfurt 1980.4.43.

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coincidenciaprácticade las intencionesmorales,el cursohistórico, lasde-cisíonespolíticasy las estimacionespúblicas.

Aunque no seaestala pretensiónde Adorno, su maximalismoéticoinvita a un correspondienteminimalismo. Si no esposiblev¡vir con rec-titud en la vida presente—en esoque denominacontextode ceguerauni-versal—,¿cómosabemosque estavida es falsaen su totalidad?No sirvepara nadadecir, como hacenlos autoresde Dialéctica de la Ilustraciónqueen medio de la falsedadtenemosunacierta ideade la vida correcta,la ideade un impulsosatisfechohacia la felicidad total, generaly comple-tu. Talesideascarecende contenidoy susentidocrítico escompletamen-te indeterminadomientrasningunaexperienciavinculea los hombresconla felicidad y la justicia queen ellas se promete,unaexperienciaen suscondicionesconcretasde vida quepuedanentendery reconocercomofe-hz y justa. Sólo puedetenerunaideao expectativade vida correctaquienya hayatenido algunaexperiencia—todo lo particular y limitada quesequiera—de vida correcta.Si existealgo así como una vida falsa,enton-ceshayelementoscorrectosen lo falsoo, al menos,delo mejoren lo peor.El maximalismoético queponetodo en el paréntesisde unapromesautó-pica de felicidad conduceal absurdola ideade un universalismoético ydebilita asíla crítica moral. A lo cualaplaudeconentusiasmoel mínima-lismo postmoderno,de acuerdocon la tradicional alianzaentreel abso-lutismo y el relativismo.

El juego del lenguajede la moral no es un juego del lenguajecual-quierajunto a otros. La tesisde la pluralidad de la razónno tiene nadaque ver con un pluralismo plano e indiferenciado.La intromisión recí-proca entre los diversosmodosde consideraciónes un mandatomoralde toda razónilustradaacercade suconstituciónplural. El pluralismoesuna incitación a la universalidad.Las normasque se refieren al respetomutuo entre las diversasformasde vida son universales.Pero un uni-versalismoéticopluralista no argumentadirectamentedesdeel reino delos fines y de la reconciliacióntotal, no es el resultadodeductivode unateoría; se apoyamás bien en la realidad de formasy concepcionesdi-versasde vida buena.El principio detoleranciaentrelas formasde vidasurgedesdeunas formasde vida particularescomo exigenciadirigida atodas esasformas de vida. Se podría decir que un universalismomoralconsecuenteno es otra cosaque un particularismoético consecuente-mente reflexivo.

No solamentehayvida rectaen la vida falsa,sinoquehaydiferentesdi-mensionesde lo positivoy lo negativo,cuyaidentificacióny discriminaciónes lo propio del sentidomoral.Y esque los principios que la razónprácti-caaprendey formula lo sonen unainterpretacióncontingente.Estaparti-cularidades la que confierea la moral el rostro de una moral vivida y nosolamentesabida. Estasversionesde la buenavida no sonhallazgosde larazón universalsino invencionesde la razón históricao práctica.No hay

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ningún argumentoa partir de la razón’0parauniversalizarunamoralhis-tóricaconcretay de ahí la obligatoriedadde confrontary medir la propiaforma de vida con otras.Peroestono tiene quever con el relativismoquepareceseguirsede la ausenciade un fundamentodefinitivo. Que no hayafundamentoabsolutoparaunadeterminadamoral es precisamenteel mo-tivo de una moral universalista.La carenciarelativade fundamentoeselmejorfundamentoparael reconocimientode otrasformasdevida.El uni-versalismomoral no sesiguede unapiruetade la razónquetrasciendeto-do lo particular,sino queesconsecuenciadel aprendizajede la contingen-cia en queesarazónse realiza.

Peroestauniversalidadno eslageneralidaddeunarazónteórica,sinolapropiade unarazónpráctica.Porsupuestoqueen el contextode las delibe-racionesprácticas,siempreesposibleretrotraerseteóricamentealossupuestosquedebenserjustificadosy quehastaentonceshabíandesempeñadounafun-ción implícita. Peroestaforma de reflexividad de las argumentacionesqueconsisteen podercuestionarencualquiermomentolos supuestosacercadelmundoquesoportabanlas consideracionesanterioreses un comportamien-to genuinamenteteórico;no puedeconvertirseen la formageneraldeargu-rnentación,comohacenami juicio Habermasy Apel.

En los asuntosmoralesno seda unaproblematicidadanálogaa la queplanteael ámbitode la teoría.Las premisasproblemáticasno se resuelvencomoocurreen eldiscursoteórico.Noscomportaríamosde manerateóricasi tratáramoslas motivacionesmoralescomo proposicionesautosuficientes—acercade la calidaddemáximasy normas—,sin atribuirlesla fuerzaqueúnicamenteprocedede unadeliberaciónpráctica.Tratar las cuestionesmo-ralescomo asuntosprácticossignifica,ademásdela formulacióndeobliga-cionesgeneralizables,llevar acabolo queHabermasdenominaun «discur-sode aplicación»;peroen estediscursola validezde loscomportamientosestramitadaalmismotiempoquelainterpretaciónde lassituacionesen lasqueseactúa.Estassituacionesy conflictos queenellasaparecenson losproble-masmoralesquehay queresolver.Habermasparecedar a entenderquesetratade cuestionesteóricasque se «traducen»a asuntosprácticosporqueasemejaexcesivamenteel discursomoralal teórico.Perola racionalidadprác-tica no es deductiva,no es el resultadodc un principiode razónabrumado-ra ponderadoen la universalidadabstractade la teoría:es la razóninsufi-cientequeorientala contingenciaen quevivimos.

c) La diferenciaestética

El tercerlenguajede la razónal quemc voy a referirseencuentrahoysobrecargadode responsabilidad.Nosencontramosantelaparadojadeque

‘“Cf Dialektik der A ufkliirung, 127.

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determinadasdefensasde la estéticaestánhechasacostade lo estético.Tambiénenestadimensiónla otra modernidadpuedeaportarla visión deunaestéticasin esteticismo,sin esadeslimitaciónde la estéticaque ame-nazacon echara perderel núcleo sustancialdel discursoestético.Las tra-dicionesde la otra modernidadquehe mencionado—comoel romanticis-moo la hermenéutica,por ejemplo—otorgaronalo estéticounaposiciónprivilegiada,perono lo disolvieron en un esteticismodifuso; másbiensu-brayaronsuespecificidad,la diferenciaestética.

Pensarestéticamenteseha convertidohoy en unapromesademasia-do inmediataparaoponerseal pensamientoracionalistay evitaraun tiem-po la derivairracionalista.En esteplanteamiento,pensarestéticamenteno sepresentacomo unamásentre las diversasmanerasde pensar,sinocomo el mejor modo de hacerlo.En los cuartelespostmodernosestádemodasostenerun continuosin rupturasentreel ámbitode la estéticay lateoría del conocimiento,o entrela estéticay la ética.Lyotard,Welsch,De-rrida, Goodman,Vattimo, Foueault,Baudrillard, son algunosde los quedefiendenesteplanteamiento.Voy a referirmeaquí exclusivamentea lapopularizaciónquededicho programahallevado acaboWolfgangWelsch.Parecemosvivir enun tiempoen el quela tesisnietzscheanadel carácterfic-ticio de/o real sehacecadavezmásplausible”. La realidadmismadevie-ne cadavez másficticia. Para hacersecargo de una verdadtal senecesitaprecisamenteun pensamientoestético.Como la realidadse haceestética,debesertambiénla reflexión acercade la realidadcadavezmásestética.Allí donde la realidadse ha convertidoen softwareya no valen las viejascategoríasde sery aparienciay el realismo o ficcionalismo como lasfor-masdepensamientocorrespondientes.Cuandola realidadconstade tenuesmeandrosy tránsitos indiscerniblesde aparienciay realidado ficción y cons-trucción, para seguir la huella de talesprocesosy estar a la altura de la si-tuación, senecesitaun pensamientosimilarmentemóvil yflexible, única-mentees capazde navegarun pensamientoe.rtético.Esta conclusiónseráun buen ejemplode deducciónestética,perono lógica. Comosi parate-ner experienciade algo hubierade carecersede cualquierdistanciahaciael objeto de estudio.Al final, unomismo seríasupropio intérprete,lo cuales—a la vistade lo pocoquenoscomprendemosanosotrosmismos—unailusión narcisista.

La estéticailimitada no aciertaahacersecargode lo estéticoni dentroni fueradel arte. Quisieradefenderunaconcepciónmásbien convencío-nal —moderna—de la percepciónestéticafrente a la estetificaciónpost-modernadela realidad.Contraestohay un primerargumentode tipo «la-boral», de división del trabajo: la estéticano puedecumplir bien su tareacuandotieneque liquidar tambiénlas faenasdela ontología,la epistemo-

..4srheíischesDenken,Rcclam,Stuttgart 1989.

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logia y la ética.¿Cuálesesatareaespecífica?Puesprecisamentedefender,explicitarunaseriede distinciones,sin cuyorespetonuestravida teóricayprácticaseriainfinitamentemáspobre. La diferencia,por ejemplo,entreexperienciay experienciaestética,entrelos artistasy losconstructores,en-tre cosasy objetosartísticos.

DesdeNietzschese ha insistidoen quenuestracomprensiónde la rea-lidad es en última instanciaficticia. Perodel hechode quenuestrasorien-tacionesteóricasy prácticastengan—en diversosgrados—el carácterdeconstructos,no sesigueunaindiferenciagenéricade esasorientaciones;sesiguequecuantodescubrimoscomorealidadnuncaesabsolutamentein-dependientede los mediosconlos queaccedemosa esarealidad.El de-senmascaramientodelcarácterde artefactodenuestrapercepciónymoralno significaqueel conocimientoy la acciónesténconstituidosestética-mente.A no serqueseconsiderelaobjetividadcomoalgoaccesibleúni-camentedesdeunosprocedimientosneutros,como aquellametodologíaasépticaqueidearonlos racionalistas.Dedicarseadesmentirloses dar in-directamenteporválido el esquemade unasubjetividadabstractaenfren-tadaa unaobjetividadsin sentido.Es evidenteque la modernidadalter-nativano se daríaporsatisfechaconestostérminosdel problema.

Welschdeclaraqueante la televisiónquesuministrarealidaddebesu-cunibir definitivamentenuestravieja fe en la realidad.Estadeclaraciónsó-lo afectaríaa un realismotosco.Perosi esesentidode realidades aquellaconfianza—frágil y revisable—inscritaen el mundode la vida en laposi-bilidad de distinguir en principio sery apariencia,ilusión y realidad,ver-dad y mentira,discursoliteral y metafórico,entoncesno acierto acom-prender cómo debesucumbir sin arrastrar también toda suerte depensamiento.La televisióntrabajaen cualquiercasoconel intercambioentresery apariencia,realidady ficción, los mezclay confunde,pero noanulaesasdiferenciascomotales.En casocontrario,no podríamosentre-tenernos—como ocurreen algunaocasión—anteel televisorLa simula-ción dejaríade tenerinterés,asícomolapercepciónsabidaquesubyaceenla simulación.Que larealidadseamodeladapor los mediosde comunica-ciónno quieredecirquesehayaconvertidoen estéticao virtual. Significa,másbien, queen estosmediospuedeoperarsesiemprede nuevosmodosconla diferencia entresery apariencia,virtualidady realidad.

Quiensostienequetodapercepciónes estéticapierdelaposibilidaddeentenderel espaciodejuego específicode la percepciónestética.Por esoes estéticamenterazonableoponersea la traducciónde lasformasde arteen formasde vida. Con el simplerechazode la diferenciaentreel mundoy el arteno se gananada;de lo quese trataes de hacervisibleesadiferen-ciacomodiferenciaen elmundode la actividadhumana.No tenemosel ar-te en la pluralidadde susformasparaquenossirvande ayudaenla conse-cución de otros fines. Lasobrasde arteson construccionesqueno tienenotrofin que~aerecciónde susirregularespresencias.

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Así parecieronentenderloAdorno y Horbeimer.La obra dearte tieneen comúncon el encantamientoqueestableceun ámbitopropio, cerradoensímismo,sustraídodel contextode la existenciaprofana’. La percepcióndel arteinauguraun espacioy un tiempode la percepciónquenossitúaenun estadiode libertadfrenteanuestrasorientacionesteóricasy prácticas.Quiense interesaporel arte,quiereestar—perono de forma permanen-te—enel tiempode esalibertad.Esemarcode libertaddesapareceríasi seextendieraa todala realidad.Por esoel pensamientoestéticoes un malaliadode laexperienciaestética,puessólo quiereaplicargestosy conteni-dosde las obrasde artea su situación;esa«traducción»desproveea lasobrasde artede la libertadcon la quehanhechosuapariciónen el mun-do, deesadimensióndeextrañezaconlaqueirrumpenen nuestropresente.

El abandonode la oposiciónentreartey vidaquehoy se nosexigenovaami juicio enla líneadel difusoesteticismopostmoderno;habríade líe-varsea caboa partir de unaconsideracióndel arteno comoanulacióndelavoluntad,anticipode unautopía,liberaciónde la racionalidado embe-llecimientode lavida, sino másbiencomoexperiencia,segúnhanseñala-do entreotrosDewey,Marquardo Jaul3.La genuinafuncióndelarteesmásbienarticularformasdepercepcióndel mundoy representarimaginativa-menteposiblesreaccionesfrentea esemundo.Estasrepresentacionesne-cesitanun distanciamientofrenteal mundo,puesen casocontrariono po-drían surgir ni serpercibidas.Y el mundoactualnecesitade talesformasde distanciamientoparaliberarsede la estrechezde supropia imagendela actualidad.La autonomíadel arte contradicetodacongruenciasatisfe-cha: tanto la perfeccióndel mundocomola del arte mismo.En la expe-rienciaestéticase recuperaunacierta familiaridadcon el mundoquenoanulasuindiferencia.PoresocuandoProusten Le tempsretrouvéhabladeesapluralidadde mundosque nos resultaaccesiblegraciasa las obrasdearte, recurreprecisamenteala metáforaconla quecomencéestasconsi-deraciones.Esaexperiencia,dice, es la recepciónde unaluz emitidahacemuchossiglospor un foco ya apagado.Peroahorael saberquesu emisoryano existeno suponeun descubrimientodecepcionante,sinotodolo con-trario: es la vigenciadelsignificadoquetrasciendelaeficaciainmediatadesu facticidad,cl aprendizajede quehayverdadesque no respondena he-chos,significacionesquehanescapadode la tiranía del tiempo.

La ironía y el humorsonprecisamenteunacelebraciónde la contin-gencia,reaciosala congruenciadefinitiva, proclivesala diferenciay el en-cuentro,malvadosy solidarios,satíricosy patéticos.Adornoy Horkheimerentendieronquela risa,debidoa queno es reflexiónde unacontradicciónsino reflejo antesu inesparadaexistencia,correspondea unavivenciadeno-identidad”.La otra modernidadtambiénha hechovalerel trato iróni-

Dialektik derAnfklarung,25.Cfid 85.

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coconel mundoy poresoha sidosiempreunainversióndel heroísmoconel que la modernidadtriunfantese presentaba.La otra modernidadno seha establecidocomo unanegaciónde primera; le ha bastandoconinte-rrumpir el cursodel mundo,conproducir representacionesen las queelpresentechocaraconlas fronterasde su autosuficiencia.El arte irónicocontradicela formacoherentedel mundo;cuandoaciertaahacerlo,esqueha vuelto a fracasar