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    AÑO 15 N.º 173MAYO de 2015

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    2 LA REVISTA AGRARIA / 173

    Publicaciones

    contenido

    4

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     Agricultores familiares:

    no todos son iguales ni

    necesitan lo mismo

    MESA REDONDA

    La agroexportación en el

    Perú

    El Poncho Verde. Cajamarca yla visión de Pablo Sánchez Ze- 

    vallos. Asociación Los Andes

    de Cajamarca (ALAC) y Minera

    Coimolache. Lima, diciembre

    de 2014.

    La publicación recoge el trabajo y el

    compromiso de uno de los cajamar-

    quinos más ilustres y reconocidos

    por su labor en la protección y la conservación de la riqueza natural de

    la región: el ingeniero agrónomo Pablo Sánchez Zevallos, cuyo legado

    se resume en una de sus frases más sencillas: «Cubramos la montaña

    de un poncho verde». El libro tiene el objetivo de ser un aporte al desa-

    rrollo turístico, social y cultural de Cajamarca, mediante una edición que

    muestra la biodiversidad y el enorme potencial de la región. La fnalidades restaurar las laderas deforestadas y degradadas, convirtiendo a los

    árboles en un elemento revitalizador del espacio rural y en una fuente de

    producción y capitalización.

     Apropiarse del desierto. Agricultura globalizada y dinámicas socioambientales en la costa pe- 

    ruana. El caso de los oasis de Virú e Ica-Villacuri . Marshall, Anaïs. Instituto Francés de EstudiosAndinos (IFEA) e Instituto de Investigación para el Desarrollo (IRD), 2014.Este libro es fruto de una tesis de doctorado sustentada en la Universidad Paris 1 - Panthéon-Sorbonne (2009) por la geógrafa

    francesa Anaïs Marshall, catedrática de la Universidad Paris 13 - Norte, Sorbonne-Paris-Cité. Desde los años noventa, uno

    de los más importantes efectos de la política de liberalización de mercados económicos y de liberalización del mercado

    de tierras, en el Perú, es la implantación de empresas agroindustriales, principalmente en el desierto costero, donde se

    observa una profunda transformación del espacio rural. ¿En qué condiciones se han instalado dichas empresas? ¿Qué tipo

    de relaciones instauran con los otros actores del medio rural local? ¿Cuáles son los efectos sociales y ambientales de esasinstalaciones? La autora responde estas preguntas analizando el caso de los valles de Virú e Ica-Villacuri.

    Debate Agrario. Análisis y Alternativas,núm. 47. Eguren, Fernando (dir.). Lima:

    Centro Peruano de Estudios Sociales

    (Cepes), abril de 2015.

     A raíz de la rápida y marcada elevación de los

    precios de algunos alimentos básicos en 2007

    y 2008, la seguridad alimentaria escaló varios

    peldaños como un problema preocupante en la

    agenda de varios países. Lamentablemente, en

    el Perú, debido a diversos factores, la seguridad

    alimentaria no ocupa un lugar destacado en la

    agenda política. El análisis de este complejo proceso fue el objetivo del

    Foro de Seguridad Alimentaria: Desafíos del Futuro y Tareas del Pre-

    sente, organizado por Cepes en noviembre de 2013 y cuyas ponencias

    se recogen en esta edición de Debate Agrario. Los autores tienenla expectativa de que la publicación contribuya a reavivar el interés por

    un tema de tanta importancia para la población, como es el alcanzar la

    seguridad alimentaria para todos.

    15

    Cuando los intereses

    lucrativos quieren pesar

    más que la salud de los

    niños

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    3MAYO de 2015

    l intento de limitar el tamaño de la propiedadagraria, otra vez se pone en agenda: un grupo

    de parlamentarios pondrá a consideración de la

    Comisión Agraria del Congreso de la República una

    propuesta que establece límites máximos a la extensión

    de tierras. Recordemos que el establecimiento de

    límites no es algo nuevo en la historia peruana.

    No hay que olvidar que, en la década de 1950,

    una propuesta de ley planteada por la Comisión

    de Reforma Agraria y la Vivienda, formada por el

    gobierno de Manuel Prado, recomendaba un límite de

    250 hectáreas en la costa. Años después, la reforma

    agraria emprendida por el gobierno del general

    Velasco Alvarado estableció para esa región un límite

    máximo de 150 hectáreas. Durante el gobierno de

     Alberto Fujimori, se derogó la normativa anterior y

    se eliminaron los límites. Fue así como volvieron a

    constituirse nuevos latifundios, los que en la actualidad

    son propietarios de alrededor de la tercera parte de las

    tierras de cultivo de la costa.

    Estos latifundios, sin embargo, son bastante

    diferentes de los que existían antes de la reformaagraria: están orientados a la exportación, aplican

    tecnologías modernas y técnicas de administración

    efcientes, y cumplen con un conjunto de regulaciones

    impuestas por los agentes que importan la producción,

    entre ellas las que aseguran la inocuidad de los

    productos y condiciones laborales mínimas aceptables.

    Es importante subrayar que muchos de los nuevos

    latifundistas tienen hoy extensiones bastante mayores

    que las que tenían los hacendados de antaño y que

    fueron expropiados por la reforma agraria.

    También debe destacarse el hecho de que losmayores neolatifundistas son corporaciones con

    intereses en otros sectores de la economía —fnanzas,

    editorial

    E

    Fernando Eguren

    Director 

     Los límites de la propiedad agraria:nuevamente en discusión

    seguros, pesca, comercio, transporte, etc.; la actividadagraria es una más entre otras—. Entre ellos están los

    grupos familiares Romero, Rodríguez, Brescia, Dyer,

    Huancaruna, Oviedo y Wong. Hay que anotar que los

    sucesivos gobiernos, desde la década de 1990, han sido

    los principales promotores de la creación y desarrollo

    de esta estructura neolatifundiaria al trasladar a estas

    corporaciones las decenas de miles de hectáreas

    eriazas ganadas al cultivo gracias a grandes obras de

    irrigación. Estas operaciones han sido subsidiadas con

    miles de millones de dólares. Igualmente, los mismos

    gobiernos han fomentado la consolidación de los

    neolatifundios con una legislación que no solo reduce

    a la mitad el impuesto a la renta a la agroindustria, sino

    también reduce los costos laborales.

    La reciente propuesta alcanzada a la Comisión

     Agraria para que sea dictaminada recoge en lo esencial

    la que fuera presentada por el congresista José León en

    2011: el establecimiento de techos a la propiedad de

    10 000 hectáreas bajo riego en la costa, 5 000 hectáreas

    bajo riego en la sierra y 20 000 hectáreas bajo riego en

    la selva. No propone ninguna limitación para las tierrasde cultivo de secano, que no tienen riego.

     Al proponerse límites tan elevados, lo que se

    hace en realidad es promover que continúe el proceso

    de formación de latifundios, en abierto contraste con

    la declarada motivación que da lugar a la propuesta

    presentada a la Comisión: defender y apoyar a

    la pequeña y mediana agricultura. La suposición

    de que el establecimiento de esos límites logrará

    cumplir con esa defensa solo puede explicarse por el

    desconocimiento de la realidad agraria o por un ánimo

    demagógico de los autores.

    Publicación del Centro Peruano de Estudios Sociales

    Av. Salaverry 818, Jesús María, Lima 11/ PerúTelf. (511) 4336610

    Email: [email protected]: www.larevistaagraria.org

    www.facebook.com/LaRevistaAgrariaTwitter: @RevistaAgraria

    Directora fundadoraBertha Consiglieri (1950-2007)

    Director Fernando EgurenComité editorial

    Laureano del Castillo, Javier Alvarado,Beatriz Salazar, Ricardo Marapi,Pedro Castillo, Miguel PintadoCorrección/Diagramación

    Antonio Luya / José Rodríguez

    Distribución gratuita con La Repúblicael último miércoles de cada mes.

    LICENCIA CREATIVE COMMONS

    Algunos derechos reservados

    Usted es libre de copiar, distribuir y comunicar públi–camente esta obra bajo las condiciones siguientes:- Debe reconocer los créditos de la obra- Debe ser usada solo para propósitos no comerciales- No se puede alterar, transformar o generar una

    obra derivada a partir de esta obra.

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    4 LA REVISTA AGRARIA / 173

     pa alrededor del 97 % de las 2 213 000unidades agropecuarias (UA) regis-

    tradas por el último Censo Nacional

    Agropecuario (IV Cenagro). Cerca de

    los dos tercios están en la sierra, pero

    su número es también muy importante

    en las otras dos regiones (ver tabla 1).

    Su presencia es tan abrumadora, que

    no puede concebirse el desarrollo rural

     —la manera más ecaz para combatir

    la pobreza en el campo— sin que ella

    desempeñe un papel central. Además,

    dado el peso de lo rural en la mayor parte de las regiones, el fomento y

    el progreso de la agricultura familiar

    serían un impulso importante para el

    desarrollo descentralizado del país y

    de cada una de las regiones.

    ¿Qué es la agricultura familiar?

    Aunque hay matices en su deni-

    ción, hay consenso internacional en

    cuanto a que una denición operativa

    de la AF debe contener, al menos,

    Son más de 550 millones los agricul-tores familiares en el mundo. Están

     presentes en los cinco continentes,

    y en todos ellos conforman la más

    numerosa y principal fuente provi-

    sora de alimentos. Va creciendo un

    consenso global acerca de que, en

    un futuro lleno de incertidumbres, la

    agricultura familiar (AF) está del lado

    de las soluciones.

    En el Perú, la AF predomina sobre

    las otras formas de agricultura: agru-

    AGRICULTORESFAMILIARESNo todos son iguales ni

    necesitan lo mismo* Fernando Eguren / Miguel Pintado1

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    tres elementos comunes: i) la con-

    ducción directa del predio y el uso

     preponderante de la fuerza de trabajo

    familiar; ii) el acceso limitado a los

    recursos, sobre todo, tierra y capital;

    y iii) la estrategia de supervivencia de

    ingresos múltiples (por tener recursoslimitados, las familias requieren diver-

    sicar sus fuentes de ingresos con ac-

    tividades económicas extraprediales).

    Aun participando de estos elemen-

    tos comunes, el universo de la AF es

    muy heterogéneo. Reconocer esta

    heterogeneidad es muy importante,

     pues, cuando se trata de denir polí-

    ticas, estas tienen que adecuarse a los

    diferentes tipos de AF; sería un error

     pensar que una política puede sercomún a todos ellos. A esta tipología

    se dedica lo que sigue de este artículo.

    La heterogeneidad de la

    agricultura familiar

    Para dar cuenta de la heterogenei-

    dad de la AF y elaborar los tipos de

    AF existentes, utilizamos la informa-

    ción de la base de datos del IV Cena-

    gro y tomamos en consideración dos

    variables: i) el tamaño de la UA enhectáreas, adoptando como extensión

    máxima 10 hectáreas estandarizadas2;

    y ii) el nivel tecnológico de la UA: la

    ausencia o presencia de riego y el uso

    de semillas certicadas3. Excluimos

    como parte de la AF a toda UA que

    emplea asalariados permanentes.

    La tipología resultante es la si-

    guiente:

    - Agricultura familiar de subsis-

    tencia  (AFS). Incluye aquellasUA menores de 2 hectáreas es-

    tandarizadas y que pueden, o no,

    hacer uso de ambas tecnologías

    (riego o semillas certicadas). Aun

    contando con un nivel tecnológico

    adecuado, su aprovechamiento

    enfrenta severas restricciones de-

     bido al limitado acceso a la tierra.

    Tomando en cuenta la variable de

    control tecnológica, este tipo puede

    subdividirse en dos grupos:

    o  Agricultura familiar de subsis-

    tencia crítica. Está conformada

     por aquellas UA que cuentan

    con menos de 2 hectáreas es-

    tandarizadas, pero no tienenriego y no hacen uso de semillas

    certificadas. Se consideran en

    estado crítico, puesto que poseen

    escasas tierras y su nivel tecno-

    lógico —en términos de los dos

    indicadores estudiados— es nulo.

    o  Agricultura familiar de subsis-

    tencia no crítica. Está compuesta

     por UA con extensión menor de

    2 hectáreas estandarizadas y que

    hacen uso de por lo menos una

    de las dos tecnologías analizadas.

    Si bien algunas pueden tener unnivel tecnológico adecuado, su

    limitada extensión restringe las

     posibilidades de expansión de

    la producción, lo que hace ex-

    tremadamente difícil un nivel de

    capitalización que supere la sola

    reproducción familiar.

    - Agricultura familiar intermedia 

    (AFI). Comprende a todas las

    unidades agropecuarias de 2 a 5hectáreas estandarizadas y que

     pueden, o no, hacer uso de ambas

    tecnologías. Al igual que en el caso

    anterior, podemos subdividirla

    a partir de la variable de control

    tecnológica:

    o  Agricultura familiar intermedia

    con menor potencial . Reúne

    a aquellas UA de entre 2 y 5

    hectáreas estandarizadas4  que

    no tienen acceso al riego y nousan semilla certicada; es decir,

    tienen escaso potencial tecnoló-

    gico.

    o  Agricultura familiar intermedia

    con mayor potencial . A diferencia

    de la anterior, aquí las UA usan al

    menos una de las dos tecnologías

    (riego y semillas certificadas).

    La combinación entre mayores

    recursos naturales (tierra) y tec-

    nológicos abre la posibilidad de

    »

    «El hecho de que lainmensa mayoríade las unidades

    agropecuarias

    familiares son de

    subsistencia (con

    escasa tierra y bajos

    niveles tecnológicos)

    implica que las

    políticas orientadas

    a ellas no pueden

    limitarse a la actividad

    agraria: tienen que ser

    multisectoriales.

    Tabla 1. Distribución de las UA según tipo de agricultura y región natural, 2012

    Regiónnatural

    Agricultura familiar Agricultura no familiar Total

    N.° de UA % N.° de UA % N.° de UA

    Costa 324 363 15 26 137 46 350 500

    Sierra 1 392 032 65 15 000 27 1 407 032

    Selva 440 438 20 15 536 27 455 974

    Perú 2 156 833 100 56 673 100 2 213 506

    Fuente: IV Cenagro. Elaboración propia.

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    6 LA REVISTA AGRARIA / 173

    superar los requerimientos de la

    reproducción familiar, aunque,

    dada la escasa dotación de tierras,

    con dicultades.

    - Agricultura familiar consolidada 

    ( AFC). Comprende las UA con ex-tensiones de 5 a 10 hectáreas estan-

    darizadas5. Todas estas UA utilizan al

    menos una tecnología considerada,

    aunque con frecuencia las dos. Estas

    condiciones necesarias son coheren-

    tes con la mayor estabilidad de las

    UA pertenecientes a este segmento

    y que poseen un mayor grado de

    capitalización y de acceso a recursos.

    ¿Dónde están? Distribución dela AF por tipo según regiones

    La AF es, como se ha visto, ab-

    solutamente mayoritaria en el Perú.

    La mayor parte —el 88 %— es AF

    de subsistencia, porcentaje que en su

    mayor parte está en situación crítica.

    Apenas el 2.1 % de la AF está conso-

    lidada, y el 10 % está en una situación

    intermedia. Esta distribución varía

    entre las regiones: en la sierra, el 95 %

    de las UA son AF de sobrevivencia,y apenas el 1.2 % son consolidadas.

    En la costa, la importancia de la AFC

    es mayor, pues representa el 10.4 %

    de las UA de esa región, pero las de

    sobrevivencia son casi dos tercios del

    total regional (tabla 2).

    Reexiones fnales

    Poca duda cabe acerca de que las

    necesidades de, por ejemplo, una

    AFS crítica ubicada en las zonasaltas de los Andes son diferentes

    de las de una AFC localizada en

    la costa. Mientras que esta última

     puede aprovechar mejor políticas

    sectoriales que contribuyan a mejorar

    su actividad productiva agraria, la

     primera —dado lo limitado de sus

    activos— encontrará mejores opor -

    tunidades en actividades económicas

    extraprediales más dinámicas en su

    distrito o provincia, promovida por

    los gobiernos regionales o locales

    y en una perspectiva multisectorial.

    De ahí la relevancia de tomar en

    cuenta los tipos de AF: medidas que

    son apropiadas para un tipo de AF, pueden no serlo para otro tipo. Así, el

    hecho de que la inmensa mayoría de

    las unidades agropecuarias familiares

    son de subsistencia (con escasa tierra

    y bajos niveles tecnológicos) implica

    que las políticas orientadas a ellas no

     pueden limitarse a la actividad agra-

    ria: tienen que ser multisectoriales.

    Por otro lado, la heterogeneidad de

    la AF no se limita a las diferencias

    en el tamaño del predio o en el niveltecnológico. En el Perú, un porcentaje

    apreciable de la AF forma parte de co-

    munidades campesinas y nativas. Los

    diversos entornos institucionales y

    culturales también deben ser tomados

    en consideración, pues ellos inuyen,

     por ejemplo, en los comportamientos

    de las familias, en sus prácticas pro-

    ductivas y en la forma en que usan

    los recursos. Estas particularidades

    también tienen que ser consideradasen el momento de diseñarse políticas

    que pretendan apoyar a la AF, el

    sector social —con largueza— más

    importante del campo.

    Notas* Este artículo resume una sección de un es-

    tudio más amplio realizado por los autores

    a solicitud de la FAO.

    1 Sociólogo. Director de La Revista Agraria

     y presidente del Cepes / Economista. Inves-

    tigador del Cepes.

    2 Puesto que no toda tierra tiene la misma

     signicación económica, para comparardiferentes tipos de tierra es necesario apli-

    car un coeciente de estandarización. Estetoma en cuenta las diferencias en términos

    del acceso al riego (distinción entre UAbajo riego y en secano), la localizaciónde las UA (costa, sierra y selva) y el tipode tierra que compone la UA (tierras con

    cultivos, pastos naturales, manejados, etc.).Ver José María Caballero y Elena Álvarez,Aspectos cuantitativos de la reforma agraria

    1969-1979 , apéndice 1, «Metodología parael cálculo de los coecientes de estandari-

     zación de tierras», IEP..

    3 De una lista extensa de indicadores

    tecnológicos, se escogieron solo dos: la presencia de riego y el uso de semillas

    certicadas, pues consideramos que sonlos principales indicadores del nivel tec-nológico de las UA. En el caso del acceso

    al riego, su importancia es indiscutible enla medida en que es considerado el primer

     y más importante cambio técnico en la

    agricultura. En el caso del uso de semilla

    certicada, lo consideramos un indicadortecnológico clave, puesto que supone elacompañamiento de otras tecnologías

    (paquete tecnológico), como plaguicidas,insecticidas, fertilizantes, etc.

    4 En este grupo también están incluidas las

    UA mayores e iguales a 5 hectáreas es-

    tandarizadas que no cuentan con ninguna

    de las dos tecnologías de estudio. Solo el

    mayor acceso a la tierra no garantiza que

    la UA sea categorizada como de agricul-

    tura familiar consolidada, pues ese mayoracceso debe ser combinado con un nivel

    tecnológico adecuado.

    5 Una excepción a esta regla es el caso de las

    UA que, aun teniendo una extensión mayoro igual a las 10 hectáreas estandarizadas,

     son consideradas dentro de la AF (conso-

    lidada). Este es el caso de las UA, de diezhectáreas a más, cuya fuerza de trabajo noestá compuesta por trabajadores remune-

    rados (eventuales o permanentes), sino solo por mano de obra familiar.

    Tabla 2. Distribución de los tipos de AF por región natural. Porcentajes

    Regionesnaturales

    AFS AFI

    AFC TotalCrítica No crítica

    Menorpotencial

    Mayorpotencial

    Costa 9.5 56.3 0.5 23.3 10.4 324 363

    Sierra 51.9 43.1 2.3 2.2 0.5 1 392 032

    Selva 70.3 10.7 14.5 3.2 1.2 440 438

    Total (100 %) 49.3 38.5 4.5 5.6 2.1 2 156 833

    Fuente: IV Cenagro. Elaboración propia.

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    Como en otras ocasiones, LRA organizó una mesa redonda para

    ofrecer a sus lectores informa-

    ción y análisis acerca de temas

    importantes vinculados a nuestra

    realidad rural y agraria. En esta

    oportunidad, el tema tratado fueel de las agroexportaciones. En

    la mesa redonda participaron Lo-

    renzo Castillo, gerente de la Junta Nacional del Café; José Chlimper,economista, empresario agroexpor-tador y exministro de Agricultura;

     Manuel Glave, doctor en economíae investigador principal de Grade;

     y Luis Paz, agrónomo y asesor dela presidencia ejecutiva de Sierra

     Exportadora. Los resultados de la

    mesa redonda se ofrecen luego de

    una breve presentación histórica

    de la agroexportación en el Perú.

    Antecedentes de la

    agroexportación en el Perú

    La economía del país ha estado

    vinculada a las agroexportaciones

    durante una parte importante de

    su historia. Hasta el siglo XVIII,

    las exportaciones principales eran

    de metales, aunque ya se enviaba

    cacao a la metrópoli1. En las pri-

    meras décadas del siglo XIX se

    exportaba chancaca —producida

    en las haciendas azucareras de la

    costa central— a Chile. Luego de

    la independencia, las exportaciones

    agrarias adquirieron más importan-

    cia: al cacao se agregaron el café,

    la cinchona (para la extracción de

    quinina), el algodón, el azúcar, la

    lana de oveja y la bra de alpaca.

    Después de la guerra con Chile, la

     producción de caña de azúcar y de

    algodón fue el motor de la moder-

    nización de la agricultura costeña

    y, también, de la formación de

    latifundios.

    En 1930, el valor de las exporta-

    ciones de algodón, azúcar y lanas

    era similar al de las que procedían

    de las mineras, y en los años si-

    guientes las superaron largamen-

    te2. «En cualquier otro periodo de

    la historia del Perú —leemos en

    una publicación de 1941—, de la

    Conquista en adelante, un estudio

    sobre la economía habría debido

    comenzar con algún mineral o fósil;

    con el oro, la plata o el guano. Hoy,

    el Perú es un pueblo eminentemente

    agrícola»3. En los últimos años de

    la década de 1950 y comienzos de la

    siguiente se alcanzaron los picos de

    exportación de la bra de algodón

    (hasta 127 000 toneladas en 1962)4 

    y azúcar y derivados (638 000 tone-

    Mesa redonda

    La agroexportación en el PerúSon decenas de miles los agroexportadores,

    pero muy heterogéneos y reciben apoyo diferenciado del Estado

     Fernando Eguren / Ricardo Marapi

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    8 LA REVISTA AGRARIA / 173

    ladas en 1963)5. Contribuyó a ello

    la expansión de la frontera agrícola

    en la costa, con irrigaciones, que

    amplió las áreas de producción de

    ambos cultivos: el algodón en un 45 %

    y la caña en un 42 %6.

    Con la expropiación de las plan-taciones cañeras y algodoneras por

    la reforma agraria, ejecutada entre

    1969 y parte de la década de 1970,

    las exportaciones agrícolas se redu-

     jeron en forma signicativa. El al-

    godón decayó, convirtiéndose en un

    cultivo de importancia secundaria,

    y gran parte de la producción fue

    absorbida por la industria textil7.

    Otro tanto ocurrió con las lanas.

    En cambio, la producción y las

    exportaciones de café —cultivado

     principalmente en la selva alta— se

    incrementaron a partir del inicio de

    los años sesenta.

    La agroexportación en tiemposrecientes

    En la década de 1990 se inicia un

    nuevo periodo en las agroexporta-

    ciones, más amplio y diversicado

    que los anteriores. En términos

    de valor, es una historia de éxito.

    Entre 1994 y 2014, el valor total

    de las exportaciones agrícolas pasó

    de USD 476 millones a USD 5079

    millones. El valor de las exporta-

    ciones de los productos agrícolas

    «tradicionales» se multiplicó por

    3.4 veces, y por nueve veces el de

    los «no tradicionales».

    El principal producto de ex-

     portación agrario por valor es el

    café, seguido por el espárrago y elconjunto de frutales. Los cultivos

    andinos están representados por la

    quinua y la tara.

    La ampliación de la frontera agrí-

    cola en la costa está estrechamente

    ligada al incremento de las agroex-

     portaciones «no tradicionales»: las

    cerca de un cuarto de millón de hec-

    táreas incorporadas a la agricultura

    costeña gracias a las grandes obras

    de irrigación, incrementaron en másde un tercio las áreas cultivables de

    esta región8.

    En este crecimiento exponencial

    de las exportaciones han cumplido

    un papel muy importante las grandes

    empresas agroindustriales. Este

     proceso se ha acompañado de una

    verdadera revolución tecnológica y

    de gestión, y también de una rápida

    concentración de la propiedad de

    la tierra por corporaciones que hadado lugar a lo que podría llamarse

    neolatifundio.

    En la gestación y consolidación

    de este poderoso sector agroex-

     portador, el Estado ha cumplido

    un papel decisivo al crear, a lo

    largo de las dos últimas décadas,

    favorables condiciones lega-

    les (Constitución de 1993; Ley

    26505, de tierras; Ley 27360, de

    fomento de inversiones; entreotras), económicas (menor tasa

    de impuesto a la renta; importan-

    tes inversiones fiscales), sociales

    (régimen laboral más flexible y

    menos oneroso) e institucionales

    (agencias del Estado al servicio

    de la agroexportación: Prompex;

    agregados comerciales; ferias

    internacionales; delegaciones ofi-

    ciales; tratados de libre comercio).

     

    0

     1 000

     

    2 000 

    3 000

    4 000

    5 000 

    6 000

            1         9        5         0

            1         9        5         3

            1         9        5         6

            1         9        5         9

            1         9         6         2

            1         9         6        5

            1         9         6         8

            1         9        7        1

            1         9        7        4

            1         9        7        7

            1         9         8         0

            1         9         8         3

            1         9         8         6

            1         9         8         9

            1         9         9         2

            1         9         9        5

            1         9         9         8

             2         0         0        1

             2         0         0        4

             2         0         0        7

             2         0        1         0

             2         0        1         3

    Tradicionales No tradicionales Total

    Exportaciones agropecuarias Valor FOB (millones USD)

    Fuente: BCR.

  • 8/9/2019 La Revista Agraria 173, Mayo 2015 (texto completo)

    9/16

    9MAYO de 2015

    LRA: ¿Cuál es la percepción que

    tienen acerca de la actual situación

    que atraviesa la agroexportación

    en el Perú?

    Luis Paz: Sin duda, es un motorde desarrollo, a pesar de que estamos

    hablando solo de 160 000 hectáreas

    en la costa dedicadas a la agroexpor-

    tación [sobre cerca de un millón de

    hectáreas en la región]. Es un motor

    que ha inuido notablemente en el in-

    greso de divisas, la generación de más

    empleo y una mejor remuneración, y

    que ha aumentado el valor del patri-

    monio de los propietarios de la tierra,

    muchos de los cuales las alquilan olas venden a mejores precios.

    Manuel Glave:  Hay dos ideas

    fuerza sobre el tema. Una primera

    se ubica en un ámbito histórico: la

    agricultura de exportación ha jugado

    un rol central en el dinamismo eco-

    nómico de la sociedad peruana en

    diferentes momentos de la historia

    republicana. Por ejemplo, el boom 

    del algodón, del azúcar y el de la brade lana. Después hubo una caída de

    la agricultura de exportación en los

    sesenta y setenta, luego de la reforma

    agraria, lo que la hizo dejar ese rol

    estratégico, el que fue asumido por

    otros sectores, como la industria de la

    harina de pescado y la minería. En los

    noventa, la agricultura de exportación

    vuelve a asumir un rol estratégico

    con otros rostros, otros cultivos y

    otras características. Entonces, es unaactividad estratégica en el largo plazo

    y que explica el dinamismo histórico

    del país en diferentes momentos La

    segunda idea que hay que destacar

    está vinculada con la coyuntura

    actual: es una actividad muy hetero-

    génea, no solo porque en los últimos

    quince años hayan reaparecido los

    neolatifundios, sino porque, en gene-

    ral, hay diferentes cadenas de valor

    que articulan a diversos actores. Ahí

    viene una gran inquietud: ¿cuáles

    son los incentivos de política pública

    dirigidos a los diferentes tipos de

    agroexportadores? En un reciente

    artículo de LRA, se señala que másdel 90 % de las unidades agrope-

    cuarias que exportan están confor-

    madas por pequeños agricultores1.

    Pero, al hablar en términos de valor

    de exportación, las 600 empresas

    más grandes explican el 90 % del

    valor de la agroexportación. Sin

    embargo, desde el punto de vista

    de número de unidades productivas,

    es necesario contar con políticas

     públicas diseñadas para promover

    una agricultura de exportación más

    eciente, sostenible, y que tengan

    impacto en diversos objetivos y

    no solamente en la generación de

    divisas. ¿Cuáles son los efectosde no promover cadenas de valor

    que abarquen un mayor número de

    unidades productivas?

    José Chlimper: Considero esen-

    cial el desarrollo de esta nueva agri-

    cultura de exportación, que es distinta

    a las de los sesenta y setenta. Es esen-

    cial por una razón: en el Perú existen

    30 millones de estómagos que pueden

    consumir, en promedio, un kilo de

    alimentos al día; es decir, estamos

    hablando de 30 000 toneladas diarias.

    Según el último Censo Nacional

    Agrario (Cenagro), existen cerca de

    2 300 000 unidades productivas entrecampesinos, agricultores, empresas y

    todas las formas; o sea, cada agricul-

    tura debe atender a aproximadamente

    13 estómagos. No hay forma de que

    un agricultor pueda salir adelante

    si su mercado es, en promedio, de

    solo 13 consumidores. Recordemos

    que en el Perú solamente somos 30

    millones de habitantes; por eso, si

    queremos sostener a esas 2 300 000

    unidades, la única forma es atender

    a 1500 millones de estómagos en el

    mundo, para que, en promedio, cada

    agricultor tenga más de 600 consumi-

    dores como un mercado posible para

     poder salir de la pobreza. Ahí está laimportancia de la exportación. No

    es un tema ideológico, sino práctico.

    Desde esa perspectiva, considero

    que el desarrollo de la agricultura de

    exportación es fundamental, dada la

    actual estructura, porque 2 300 000

    unidades productivas no deben aten-

    der solamente a un pequeño mercado

    de 30 millones de ciudadanos.

    Respecto a la cifra de Luis Paz,

    sobre las 160 000 hectáreas en la

    Luis Paz: «El pequeño agricultor tiene

    dificultades para negociar porque un

    comprador europeo o norteamericanono quiere comprar un solo contenedor,

    sino que pide la garantía de comprar en

    mayor cantidad y de manera continua.

    Un pequeño agricultor que produce solo

    un contenedor va a tener problemas

    en vender. Es necesario tener políticas

    para incentivar una serie de facilidades

    para que los pequeños productores

    puedan ampliar sus parcelas y mejorar

    su economía de escala».

    LA MESA REDONDA

  • 8/9/2019 La Revista Agraria 173, Mayo 2015 (texto completo)

    10/16

    10 LA REVISTA AGRARIA / 173

    costa dedicadas a la agroexportación,

    quiero destacar que, de los USD 5500

    millones en productos agroindustria-

    les exportados en el último año, más

    del 20 % vienen de la sierra y la selva:

    cacao, café y quinua. ¡Con esos tres

    ya tenemos más de mil millones dedólares!

    Lorenzo Castillo: Lo novedoso

    de la década de 1990 hacia adelante

    es que la agroexportación cambió de

    escenarios y actores. El eje agroex-

     portador ya no está entre los produc-

    tos llamados tradicionales —salvo

    el café, que está incluido en ese ru-

     bro—, sino que está concentrado en

     productos hortícolas y frutícolas. Estadinámica ha originado empleo ma-

    sivo, criterio de rentabilidad, enfoque

    empresarial en la gestión y, por cierto,

    una relación de privilegio en políticas

    e incentivos en relación con otros

    sectores. Este tipo de agricultura es

    el que tiene más futuro en relación

    con otros productos. El tema que

    nos preocupa es la existencia de una

    segmentación articial que afecta a

    un gran número de pequeños agricul-tores rurales. Los actuales incentivos

    gubernamentales están concentrados

    en la llamada agricultura no tradicio-

    nal , mientras que en la agricultura

    tradicional, donde está el café, existen

    carencias y diversos problemas. El

    gran desafío es realizar un proceso de

    transparencia en la cadena de valor,

    donde todos los actores de la cadena

     podamos compartir riesgos y bene-

    cios. En la medida en que reduzcamosesos problemas de diferencia, el país

    tendrá una agricultura sostenida y

     potente. Necesitamos acabar con

    ese tratamiento diferenciado porque

    la agricultura es una sola y todos

    deben tener iguales oportunidades

    de desarrollo.

    José Chlimper: Creo que no hay

     políticas diferenciadas con base en

    si el destino es de exportación o es

    nacional. Lo que sucede es que hay

    una correlación, no causalidad, donde

    el pequeño productor tiende a ser másinformal, por lo cual no le afectan los

     benecios tributarios y laborales que

    contiene la ley, a la cual sí se acogen

    los grandes exportadores, por ser

    formales. Me explico: un productor

     pequeño informal —es indistinto si

    exporta o no—, usualmente no les da

    uniformes, ni transporte, ni seguridad

    social a sus trabajadores y no los tiene

    en planilla; entonces, ¿de qué le sirve

    el régimen laboral del sector agrario?Igualmente, si no paga impuestos,

    ¿de qué le sirve el régimen tributario

    o la devolución anticipada del IGV?

    En la ley y en las políticas no hay,

     pues, dis tinción entre agricultura

    de exportación y la que no lo es. Lo

    que sucede es que al informal no le

    conviene usar la ley.

    Manuel Glave: El tema de la

    informalidad y la formalidad me

     parece central. Lorenzo preguntaba

    si existen políticas diferenciadas que

     benecian solo a algunos actores.José contesta, directamente, que la

    ley no discrimina ni hace diferencias

    respecto a si un productor exporta

    o no, sino que dicha ley diferencia

    cuándo un productor es formal o

    informal. El desafío está, por con-

    siguiente, en contar con políticas

    que lleguen a este gran universo de

     pequeños productores no formales,

     porque si seguimos apostando por un

    régimen universal en el mundo de laformalidad, nunca vamos a llegar a

    ese sector aún informal.

    LRA: Hay una gran diversidad

    de productores agrarios que ex-

    portan; sin embargo, existe la

    idea de que la agroexportación

    está asociada, principalmente, a la

    gran dimensión en la tenencia de

    tierras, es decir, a los latifundios.

    ¿Acaso el modelo de la gran escala

  • 8/9/2019 La Revista Agraria 173, Mayo 2015 (texto completo)

    11/16

    11MAYO de 2015

    Por ejemplo, los agricultores de

    ProCitrus tienen 50 hectáreas en

     promedio; es decir, no tienen latifun-

    dios. Ellos se han asociado y ahora

    son los principales exportadores

    de palta, a pesar de que empezaron

    con cítricos. La economía de escalaes, entonces, fundamental. Sin ella,

    los pequeños productores tendrán

    dificultades para cumplir con las

    normas de calidad, investigación y

    competitividad.

    Manuel Glave: En realidad, es un

    tema de percepción esta asociación

    de la agroexportación con la gran

    dimensión y el nuevo latifundio

    capitalista. En la actualidad, el prin-cipal producto de agroexportación

    continúa siendo el café. Recordemos

    que los productores de café y cacao

    tienen, en su gran mayoría, menos de

    5 hectáreas de cultivo en promedio.

    Habría que preguntarse: ¿cuánto del

    crecimiento de la agroexportación

    se explica por el neolatifundio capi-

    talista y cuánto por la pequeña agri-

    cultura informal de exportación? Las

    cifras nos dicen que el crecimientode la agroexportación no tradicional

    es de diez veces y el de la tradicional

    (como el café y el algodón) es de tres

    a cuatro veces. Por eso, es necesario

    destacar que el crecimiento del sec-

    tor agroexportador en los últimos

    quince años también se explica

     por el dinamismo de ese pequeño

     productor. Hay, pues, un tema de

     percepción.

     José Chlimper: ¿Por qué está

    asociada la agroexportación a la

    gran dimensión? Por el mercado.

    La respuesta no está en todos los

    casos relacionada ni con la economía

    de escala ni con la productividad.

    La respuesta está en el mercado.

     Nosotros hemos hablado mucho de

    oferta, pero nos olvidamos de la de-

    manda, de aquellos 1500 millones de

    estómagos que existen en el mundo

    es un requisito para la agroexpor-

    tación?

    Luis Paz: En el programa Sierra

    Exportadora hemos apoyado a los

     pequeños agricultores, individuales

    o asociados; sin embargo, tenemos

    muchas dicultades porque el nivel

    de conanza entre ellos no es fácil.

    Hemos trabajado con la Cooperativa

    Coopain Cabana, en Puno, que tiene

    700 pequeños productores de qui-

    nua. En muchas partes, la mayoría de

     productores venden su quinua a USD4.50 el kilo, mientras que en dicha

    cooperativa han logrado venderla a

    USD 6.50 porque la calidad de su

     producto es alta gracias a que tienen

    un gran trabajo de certificación

    orgánica. Ellos aún no están a cargo

    de la exportación, sino que colocan

    su producto a través de exportadores

    con experiencia y conocimiento en el

     proceso. Lo ideal es que en el futuro

    la cooperativa empiece a hacerlo.

    Eso es importante para el aspecto de

    la negociación. Las grandes empre-

    sas, como Camposol, Virú y otras,tienen ventajas en la negociación.

    Sin embargo, el pequeño agricul-

    tor tiene dicultades para negociar

     porque un comprador europeo o

    norteamericano no quiere comprar

    un solo contenedor, sino que pide

    la garantía de comprar en mayor

    cantidad y de manera continua. Un

     pequeño agricultor que produce solo

    un contenedor va a tener problemas

    en vender. Hay formas de trabajarcon la pequeña agricultura, pero es

    necesario tener políticas para incen-

    tivar —lo que plantea  La Revista

     Agraria en varios de sus artículos—

    una serie de facilidades para que

    los pequeños productores puedan

    ampliar sus parcelas y mejorar su

    economía de escala. Para ello, se

    necesita nanciamiento y asesoría.

    Los que manejan grandes extensio-

    nes también tienen otras ventajas.

  • 8/9/2019 La Revista Agraria 173, Mayo 2015 (texto completo)

    12/16

    12 LA REVISTA AGRARIA / 173

    y que tenemos que alimentar. Pon-

    gamos un ejemplo: cuando uno llega

    a otro país con un contenedor de

    quinua, el comprador (que puede ser

    un supermercado) no tiene tiempo

     para atendernos por varios factores:

    tiene que abastecerse 52 semanas alaño, atender la oferta de otros países,

    comprar otros granos, etc. Así, el

    mercado mundial está estructurado

    de tal manera que nos obliga a los

     peruanos a pensar en las facilidades

    que debemos darles a nuestros

     propios productores para que se

    organicen en unidades grandes y

     puedan atender esta demanda. Tam-

     bién es importante el tema de las

    certicaciones a los productos que

    exportamos. Un pequeño productor

    no cuenta con los recursos (tiempo

    y dinero) para certicarse porque los

    costos son muy altos. Es ahí donde

    los gobiernos regionales y locales

    deberían intervenir con políticassobre el tema; incluso, que la cer-

    ticación corra a cargo del Estado.

    También quiero referirme al térmi-

    no neolatifundio capitalista. Quiero

    recusar ese concepto. Una cosa es la

    gran extensión agraria, como Virú,

    Agrokasa, Camposol, etc., donde

    tenemos grandes extensiones, pero

    hay que recordar que los principales

    terratenientes del Perú son las co-

    munidades. El 60 % de la tierra está

    en manos de ellas. La comunidad

    de Olmos, luego de cederle más

    de 100 000 hectáreas al Proyecto

    Olmos, aún tiene más de 300 000

    hectáreas. Los segundos grandes

    tenedores de tierras son las coopera-

    tivas azucareras, que actualmente casino exportan. Hay que destacar que la

    actual hortifruticultura —que exportó

    el año pasado cerca de USD 1982

    millones— se ha desarrollado sobre

    desiertos y no les ha quitado tierras

    a los valles tradicionales. En algunos

    casos, como Chavimochic, ha reci-

     bido el apoyo del Estado. Recuso el

    uso de la palabra latifundio porque,

    desde una perspectiva histórica, ar-

    rastra unas relaciones sociales dentro

    de la unidad productiva. Y eso es lo

    que ya no hay. Las nuevas y grandes

    extensiones están tremendamente

    vigiladas por esos 1500 millones de

    consumidores de otros países, que

    exigen no solo que les embarquentoneladas de productos, sino también

    que se respeten ciertas condiciones

    ambientales, sociales y laborales.

    Las auditorías son muy severas y per-

    manentes. Entonces, ya no arrastran

    esa carga de la palabra latifundio. Yo

     preero hablar de la gran extensión

    agraria con modo capitalista.

    Lorenzo Castillo: Quiero refe-

    rirme a los conceptos y al lenguaje

    discriminatorio que se utilizan para

    calicar a la agricultura como «tra-

    dicional» o «no tradicional». Este

    es un enfoque que está vinculado

    con el uso o no uso de la tecnología:

    la «tradicional» es calicada como

    obsoleta porque no usa tecnología,mientras que la «no tradicional»

    sí la usa y es considerada como la

    única viable. Hay que superar este

    enfoque discriminatorio. En la ac-

    tualidad existe un gran número de

    actores, entre grandes y pequeños,

    que se dedican a la agroexportación.

    Por ejemplo, en el sector cacultor

    tenemos 130 empresas registradas

    como exportadoras ante la Superin-

    tendencia Nacional de Administra-ción Tributaria (Sunat); de estas, 80

    son de organizaciones de pequeños

     produc tores. El gran desafío es

    cumplir con los retos del mercado

    internacional: estándares de cali-

    dad, inocuidad, trazabilidad, entre

    otros. Para un pequeño productor

    individual esto es inviable debido a

    un tema de estructura de costos. Por

    otro lado, quiero resaltar que una de

    las grandes contribuciones de la pe-queña agricultura de exportación se

    da en el proceso de descentralización

    económica y política del país. En

     pueblos como Putinapunco, en Puno,

    el café se desarrolló gracias a la ar-

    ticulación de pequeños productores

     para hacer una economía de escala,

    la cual es clave para articularse de

    manera sostenible en la exportación.

    Manuel Glave: Otro gran dilemaactual de la agricultura llamada no

    tradicional   y de gran escala es el

    tema de los recursos hídricos. Por

    ejemplo, el caso de Ica es dramático.

    En general, esa agricultura de gran

    escala y alta eciencia tecnológica

    depende del acceso y provisión de

    recursos hídricos, pero el Estado no

    ha terminado de establecer reglas

    claras para ello. Esta situación ge-

    nera escenarios conictivos, como

    Manuel Glave: «¿Hasta qué punto

    la gran propiedad genera un cambio

    de tal magnitud en el paisaje social y

    político de un territorio, que termina

    siendo “propietario” de centros po-

    blados e incluso hasta del mismo

    alcalde? Definitivamente, se están

    generando cambios en la identidad de

    la población local cercana a esta gran

    propiedad. ¿Hasta qué punto estoscambios son positivos o negativos?».

  • 8/9/2019 La Revista Agraria 173, Mayo 2015 (texto completo)

    13/16

    13MAYO de 2015

    cierra el caño. Donde no se paga el

    agua es en aquellos valles donde la

    usan mal y donde existe informalidad.

    Lo que existe es un pésimo manejo

     por parte del Estado y una debilidad

    institucional. En los últimos años

    hubo avances gubernamentales paramejorar la gestión de los recursos

    hídricos e incluso existe actualmente

    una nueva ley; sin embargo, esta no

    se cumple porque no hay una institu-

    cionalidad para hacer que se cumpla.

    Los que más respetan esta ley son los

    agricultores formales, mientras que

    los informales la incumplen.

    LRA: Se ha hablado mucho de

    las ventajas, pero también existen

    desventajas y efectos generados por

    este modelo de gran agroexporta-

    ción. ¿Cuáles son los inconvenien-

    tes que tiene este modelo? ¿Cuáles

    son las externalidades negativasque encuentran ustedes?

    Luis Paz: Hay que destacar la

    necesidad de contar con más mercados

     para nuestra producción, porque esta

    sigue incrementándose. Por ejemplo,

    veamos las cifras del crecimiento es-

     pectacular de la quinua en los últimos

    años10, e igual sucede con la uva, la

     palta y otros productos. Tenemos una

    gran capacidad de producción para el

    mundo y no solo para el Perú. ¿Qué

    hacemos para que la pequeña agricul-

    tura mejore su producción, su calidad

    y pueda exportar? Una estrategia del

     programa Sierra Exportadora es pro-

    mover que los empresarios exporta-

    dores de la costa apoyen con capaci-

    taciones, por ejemplo, a los pequeños productores de palta de Huancavelica

    y Ayacucho, de una o dos hectáreas. Al

    mejorar la productividad y la calidad,

    también aumentan los precios y ambos

    actores ganan.

    Lorenzo Castillo: La agroexpor-

    tación ha desarrollado un proceso

    innovador en la agricultura, lo que

    el Estado no ha podido hacer. La

    inversión en el acceso a tecnologíaes un factor importante en el futuro

    de la cacultura y donde el Estado

    tiene la responsabilidad de cumplir

    un rol. En la actualidad no con-

    tamos con recursos humanos con

    capacidades y competencias para la

    innovación y el soporte técnico. Esta

    es una inversión que debe realizarse

    en el mediano plazo. Los centros

    tecnológicos no están a la altura de

    la demanda y en el café enfrentamosgraves problemas para desarrollar

     procesos de renovación. En el tema

    de la innovación, el Estado no tiene

    claridad para realizar incentivos a n

    de que la agricultura peruana tenga

    un mayor acceso a la tecnología. Por

    ejemplo, el café ha sufrido estragos

    debido a la roya amarilla, que ha

    devastado el sector. Para introducir

    un germoplasma nuevo y planto-

    nes in vitro, los cacultores tienenque pagar un 18 % de IGV. Otros

    sectores agroexportadores reciben

    exoneraciones para la adquisición

    de sus insumos, pero los cacultores

    están obligados a pagar estos im-

     puestos si quieren salvar sus plantas.

    La pequeña agricultura no se podrá

    desarrollar mientras la estructura de

    costos sea impactada por factores

    del entorno, que son los que generan

    las mayores dicultades. Estos son

    lo que ocurre entre Huancavelica e

    Ica. También existe una percepción

    de que los agricultores exportadores

    capitalistas «se la están llevando

    fácil» porque no están pagando el

    costo real de oportunidad de los

    recursos hídricos, ya sea en Chavi-mochic, Olmos o por la napa freática

    de pozos subterráneos en Ica. Existe

    una percepción crítica de que la

    agricultura de gran escala está sien-

    do demasiado beneciada por los

    incentivos. A la sociedad peruana,

    en general, hay que explicarle que el

    tema de la agricultura de exportación

    no solamente se reere a las grandes

    unidades capitalistas, sino también a

    las decenas de miles de productores

    de pequeña escala que también le

    dan un dinamismo al sector.

    José Chlimper: Con respecto alcomentario de Manuel acerca del

    agua, quiero recordar que el agua

    es de la Nación y la administra el

    Estado. Aquí no hay derechos reales

    de agua, como sí existen en Chile o

    Estados Unidos. En el Perú, la agro-

    exportación no tiene un benecio en

    el tema del agua porque sí paga las

    tarifas que establece el Estado. En

    Chavimochic se paga 2.5 céntimos

     por metro cúbico; si no se paga, se

    José Chlimper: «Recuso el uso de lapalabra latifundio porque, desde una

    perspectiva histórica, arrastra unas

    relaciones sociales dentro de la unidad

    productiva. Y eso es lo que ya no hay.

    Las nuevas y grandes extensiones

    están tremendamente vigiladas por

    esos 1500 millones de consumidores

    de otros países, que exigen no solo que

    les embarquen toneladas de productos,

    sino también que se respeten ciertascondiciones ambientales, sociales y

    laborales».

  • 8/9/2019 La Revista Agraria 173, Mayo 2015 (texto completo)

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    14 LA REVISTA AGRARIA / 173

    elementos claves para sostener y

    desarrollar la pequeña agricultura

    exportadora.

    José Chlimper: Como toda acti-

    vidad económica, la agroexportación

    también genera externalidades, ymientras más crece la primera, las

    segundas son más grandes y tienen

    un mayor impacto. Por ejemplo, en

    el ámbito de la logística, el Perú ex-

     porta más de 160 000 contenedores

    que, para llegar al puerto del Callao,

     pasan por las pistas y carreteras de

    la ciudad de Lima, representando

    una fuerte carga de tráco para las

     poblaciones urbanas. Una segunda

    desventaja tiene relación con el

    tema del mal uso y abuso de los

    agroquímicos. El agro mal hecho

    es mucho más contaminante que la

    minería informal, pues el destino

    de su producción es el consumo.

    La agricultura de la gran empresacapitalista está sujeta a los controles

    ambientales del mercado y sí cumple

    estándares altísimos porque cada

    embarque atraviesa varios controles.

    Pero existen otras unidades produc-

    tivas que abusan tóxicamente de los

    agroquímicos: no hay ningún control

    sobre el uso, aplican los plaguicidas

    y a los tres días dichos cultivos ya

    están en el mercado. Allí hay una

     bombita de tiempo. Espero que en

    el Perú podamos controlar cada vez

    más este problema.

    Manuel Glave: ¿Hasta qué punto

    la gran propiedad ocasiona un cam-

     bio de tal magnitud en el paisaje

    social y político de un territorio,que termina siendo «propietario» de

    centros poblados e incluso hasta del

    mismo alcalde? Denitivamente, se

    están generando cambios en la iden-

    tidad de la población local cercana

    a esta gran propiedad. ¿Hasta qué

     punto estos cambios son positivos o

    negativos? En muchos casos, espe-

    cialmente en las grandes extensiones

    de monocultivos como caña y palma,

    con más de 5 000 o 10 000 hectáreas,

    se está produciendo una externalidad

    negativa, no solo en el aspecto del

    impacto ambiental negativo por el

    uso de un monocultivo, sino también

    en el del fuerte impacto en la iden-

    tidad territorial de las poblacioneslocales. Por otro lado, insisto en el

    tema del uso de los recursos hídricos:

    es necesario que en el Perú tengamos

    la capacidad de realizar balances hí-

    dricos integrales en cada valle. Hasta

    que eso no quede claro, siempre

    existirá la inquietud y percepción de

    que las grandes empresas exporta-

    doras vienen beneciándose de una

    externalidad ambiental sin pagar el

    costo real de oportunidad del agua.

    Notas1 Anexo estadístico del Compendio de

    historia económica del Perú. Tomo 3.

    Economía del periodo colonial tardío.

     Lima: IEP/BCR, 2010, p. 414.2 Nelson Manrique. «Historia de la agri-

    cultura peruana», en Compendio dehistoria económica del Perú. Tomo 5. La

    economía peruana entre la Gran Depre-

    sión y el reformismo militar 1930-1980.

     Lima: IEP/BCR, 2014, p. 161.3 El Perú en marcha. Ensayo de geografía

    económica. Lima: Banco Italiano, 1941, p. 118.

    4 El área sembrada de algodón llegó a

    cubrir más de un cuarto de millón de

    hectáreas anuales entre 1960 y 1964.5 La presencia del capital extranjero en las

    haciendas azucareras era predominante, salvo en Cayaltí y Pomalca.

    6 Rosemary Thorp y Geoffrey Bertram.

     Perú. Crecimiento y políticas en unaeconomía abierta. Lima: Mosca Azul /

     Fundación Friederich Ebert / Universi-

    dad del Pacíco, 1985, p. 351.7 A partir de 1976, el volumen de algodón

    consumido internamente por la industria

    textil superó el volumen exportado. Fer-

    nando Eguren. «Evolución de la produc-ción algodonera», en Fernando Eguren,

     Jorge Fernández Baca, Fab ián Tume.Producción algodonera e industria textil

    en el Perú. Lima: Desco, 1981, p. 122.8 En el ámbito nacional, en el periodo

    intercensal, las áreas irrigadas se in-

    crementaron de 1 729 000 hectáreas a2 580 000 hectáreas. En el año censal

    2012, el 70 % de estas tierras esta -ban trabajadas. El 57 % —1 469 000hectáreas— de las tierras bajo riegoestán en la costa, concentrados en seisdepartamentos (Piura, Lambayeque, La

     Libertad, Lima, Ica y Arequipa), pero notodas están efectivamente cultivadas. En

    los predios censados de la costa había

    207 000 hectáreas no cultivadas por

     fal ta de agua; las áreas cultivadas eran

    939 000 hectáreas. (Fuente: Resultadosdefinitivos del IV Cenagro.)

    9 Según el último Cenagro, el número deexportadores agrarios en el país supera

    los 16 000, de los cuales el 96 % sonagricultores y solo el 4 % empresarios(artículo de La Revista Agraria 171:

    «El boom agroexportador, pero ¿de qué productores?».

    ).

    10  El salto de las exportaciones de quinua ha

     sido notable: de USD 31 millones en 2012

    a USD 196 millones en 2014 ( Gestión ,23/02/2015). El Minagri estima que en

    2015 se llegará a los USD 200 millones

    ( Gestión , 28/05/2015).

    Lorenzo Castillo: «Los actuales

    incentivos gubernamentales están

    concentrados en la llamada agricultura

     no tradicional, mientras que en la

    agricultura tradicional, donde está

    el café, existen carencias y diversos

    problemas. Necesitamos acabar con

    ese tratamiento diferenciado porque

    la agricultura es una sola y todos

    deben tener iguales oportunidades dedesarrollo».

  • 8/9/2019 La Revista Agraria 173, Mayo 2015 (texto completo)

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    15MAYO de 2015

    en varios casos, sus posiciones han

    sido viscerales o interesadas.

    «La Ley 30021 tiene que ser

    revisada»

    Uno de los primeros en expresar

    su crítica a los parámetros aprobados

     por el Ministerio de Salud fue Alex

    Daly, presidente del Comité de Ali-

    mentos de la Sociedad Nacional de

    Industrias. Es claro que su gremiotiene un marcado interés en revisar

    y, si se puede, derogar la Ley de la

    Alimentación Saludable.

    «La Ley 30021 tiene que ser re-

    visada. Lo que hay es una serie de

    sobrerregulaciones, restricciones y

     prohibiciones que solo afectan a los

     productos fabricados por la industria.

    (…). Es decir, si yo pongo a la venta

    un alimento sin ninguna garantía de

    inocuidad, como un turrón o unamanzana acaramelada, eso es sano

     para la ley; pero lo que sale de una

    industria que tiene todos los regis-

    tros, eso sería malo. Eso es injusto»,

    expresaba el vocero de la SNI en una

    reciente entrevista televisiva3.

    Lo que olvidan los voceros de la

    industria alimentaria —en su fallido

    intento de argumentar o confundir

    a la opinión pública— es que el

    espíritu de la mencionada ley no

    es prohibitivo, sino más bien el de

     promover una mayor transparencia

    en la información. La ley no solo

    contempla el establecimiento de pa-

    rámetros técnicos, sino también otras

    acciones complementarias —que la

    industria pretende olvidar—, como la

     promoción de la actividad física, de

    alimentos saludables a través de los

    kioscos escolares, y la regulación de

    la publicidad; sin embargo, la indus-

    tria solo se ha enfocado en los pará-

    metros. Es un intento fatuo comparar

    un alimento altamente procesado

    con un producto artesanal, como una

    manzana acaramelada. Estos últimos

    deberán ser regulados en futuros

    reglamentos y en la promoción de

    las políticas educativas para mejorar

    los hábitos alimenticios de los niños.

    «El problema de la obesidad nose soluciona con leyes »

    Sin duda, un gran temor de la in-

    dustria alimentaria es perder el gran

    negocio que signica la venta de sus

     productos en los kioscos escolares,

    donde su mercado está constituido

     por millones de niños peruanos. Por

    ello, intentan convencer a la opinión

     pública acerca de que la solución al

     problema de la obesidad no se logrará

    con una ley.En una reciente entrevista tele-

    visiva4, la abogada especialista en

    derecho del consumidor, Karina Se-

    minario —del estudio Torres y Torres

    Lara Abogados—, planteaba que «el

     problema del sobrepeso y la obesidad

    en los niños no se solucionará con

     prohibiciones y coerciones, sino que

    con una buena educación se podría

    atacar el problema de manera más

    eciente. (...). Es un tema meramente

    educativo».

    Minutos después, la mencionada

    abogada, que parece defender la

     posición de la industria, descubría el

    verdadero interés de esta: «En lugar

    de retirar casi el 95 % de lo que se

    vende en los kioscos, se debería pro-

    mover la nutrición de otra manera.

    Poner en los colegios a nutricionistas

    (…) o promover la nutrición en la

    currícula escolar», señaló.

    Un intenso debate se está producien-do en las últimas semanas respecto a

    la futura aplicación de la Ley de Pro-

    moción de la Alimentación Saludable

    de Niños, Niñas y Adolescentes,

    conocida popularmente como «Ley

    de la comida chatarra». Y recalcamos

    su condición de futura porque, a dos

    años de su publicación, dicha ley aún

    no puede aplicarse.

    Un primer paso para la entrada envigencia de la ley se dio el pasado 18

    de abril, cuando se publicó el Decreto

    Supremo 007-2015-SA, que esta-

     blece los parámetros técnicos para

    los niveles mínimos de grasas, sales

    y azúcar en las bebidas y alimentos

     procesados2. Si un producto supera

    los niveles establecidos, deberá llevar

    una etiqueta de advertencia. Clara-

    mente, la norma servirá para que el

     público consumidor —especialmentelos padres de familia— tome una de-

    cisión informada sobre la protección

    de su salud y la de sus hijos.

    Uno pensaría que nadie, en su sano

     juicio, estaría en contra de una ley

    de este tipo, que regula el consumo

    de alimentos procesados dañinos y

     protege la salud de los niños y adoles-

    centes. Sin embargo, esta regulación,

    en el gran negocio de productos alta-

    mente procesados, no ha caído nada

     bien a las corporaciones que forman

     parte de la industria alimentaria y que

    saben que sus intereses lucrativos

    serán afectados.

    En medio del debate producido en

    los medios de comunicación acerca

    del impacto de los parámetros de

    grasas, sales y azúcar, hubiera sido

    interesante escuchar argumentos co-

    herentes por parte de los voceros de

    la industria alimentaria. Sin embargo,

    Análisis de algunos desatinados argumentos de la industria alimentaria

    Cuando los intereses lucrativos quierenpesar más que la salud de los niños

     Ricardo Marapi1

  • 8/9/2019 La Revista Agraria 173, Mayo 2015 (texto completo)

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    16 LA REVISTA AGRARIA / 173

    Líneas atrás mencionábamos que

    el espíritu de la Ley es de promoción;

    sin embargo, el único lugar para el

    que implanta una prohibición son,

     precisamente, los kioscos de los

    colegios. ¿Por qué? Por una simple

    razón: proteger la salud de los niños

    y adolescentes, pues en esos kioscos

     —como lo admite la misma indus-tria— el 95 % de los productos que

    se venden en la actualidad pueden ser

    considerados como comida «chata-

    rra». Si a ello le sumamos el hecho de

    que los padres no pueden controlar a

    sus hijos en la escuela, los cuales son

    vulnerables a ser manipulados por la

    millonaria y persuasiva publicidad,

    entonces los menores pueden ser

    tentados a consumir esos productos

    nada saludables. Así como el Esta-do prohíbe la venta de cigarrillos y

    alcohol en los colegios, es correcto

    que empiece a hacer lo mismo con

    los productos «chatarra». A la indus-

    tria alimentaria y a las empresas de

     publicidad, obviamente, no les con-

    viene perder ese millonario ingreso

    económico y por eso se oponen a la

    ley, a costa, incluso, de la propia salud

    de los niños.

    «Los parámetros afectarán a la

    industria y a los TLC»

    Finalmente, los voceros de la in-

    dustria alimentaria han armado que

    los mencionados parámetros técnicos

    afectarán de manera negativa la pro-

    ducción de dicha industria. «De no

    corregirse estos parámetros habría

    un impacto negativo en el sector

    de alimentos y bebidas, sobre todo

    en las micro y pequeñas empresas

    (mypes)»5, advertía el presidente de

    la SNI, Luis Salazar Steiger.

    Es decir, en lugar de pensar en ela-

     borar un plan futuro para reducir los

    niveles de grasa, sal y azúcar en los ali-

    mentos y bebidas que dicha industria

     procesa, las palabras del empresario

    nos hacen pensar que esta pretende

    insistir en la elaboración de productosaltamente procesados y que afectan la

    salud de los niños, tal como lo certica

    la Organización Mundial de la Salud.

    Además, con esa lógica radical, los

     plaguicidas prohibidos internacional-

    mente, por ejemplo, tampoco deberían

    ser regulados, pues hacerlo afectaría a

    las empresas peruanas y a los emplea-

    dos que los producen.

    Este «argumento» de la generación

    de empleo es utilizado también —en eldebate televisivo mencionado anterior-

    mente— por Alex Daly, representante

    de la SIN: «¿Cuánto genera de empleo

    el sector privado? Los palmicultores de

    la selva han pasado de 12 000 a 75 000

    hectáreas de palma, logrando erradicar

    el cultivo de hoja de coca. [La ley]

    simplemente lo que hace es destruir la

    cadena productiva, porque el mercado

    de la palma son las galletas, los helados

    y los chocolates, que son productos

    que tú dices que asesinan...», señalaba,

    exaltado, el empresario.

    Pero, al parecer, esa «alerta» no era

    suciente para la industria. El presi-

    dente de la Asociación de Bebidas y

    Refrescos sin Alcohol (Abresa), Cé-

    sar Luza, llevó el nivel de alerta a una

    escala internacional: «Un reglamento

    de este tipo traerá conictos con los

    organismos internacionales de co-

    mercio y los tratados internacionales,

    además de afectar la generación de

    ingresos de miles de familias que

    dependen de un salario proveniente

    de estas industrias6», manifestaba el

    vocero de los empresarios.

    El «cuco» del incumplimiento de

    los tratados de libre comercio (TLC)

    que ha rmado el Perú, y el de los cas-

    tigos que vamos a sufrir, son utilizadoscomo último recurso por los empre-

    sarios industriales, como sondeando

    a las autoridades gubernamentales la

     posibilidad de negociar una reducción

    en los parámetros técnicos o, incluso,

    la misma derogatoria de la ley. Menu-

    da tarea les espera a las autoridades

    del Ministerio de Salud, que deberá

     pedir el apoyo de la sociedad civil or-

    ganizada para defender el reglamento

    aprobado y tambièn el próximo sobrela publicidad de la comida «chatarra»,

    momento en el cual, sin duda, las em-

     presas de publicidad y los grandes me-

    dios de comunicación serán quienes

    salgan a cuestionarlo al ver afectados

    sus millonarios intereses.

    Notas1 Periodista. Editor de La Revista Agraria.

    2 «Ley de Promoción de la Alimentación

    Saludable: Un reglamento a medias». Eguren, Fernando. La Revista Agraria 172,mayo de 2015.

    .

    3 «La Hora N, con Jaime de Althaus», 13 demayo de 2015.

    4 Programa «Debate y Diálogo». TV Perú 7.3..

    5 «SNI: Ley de Alimentación Saludable poneen riesgo salud de consumidores». Diario

    Gestión , 24 de abril de 2015..

    6 «Abresa: Reglamento de Ley de Alimenta-ción Saludable no tiene bases cientícas».

     RPP, 27 de abril de 2015..