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    Carlos Garca Gual y Digenes Laercio

    La secta del perro / Vidas de los filsofos cnicos

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    El moderno Digenes. Antes de buscar al hombre, hay que haber encontrado lalinterna. Tendr que ser la linterna del cnico

    !. "#$T%&C'$,Humano, demasiado humano,##, (, )*

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    +-LG

    $stos son buenos tiem/os /ara el cinismo, inme0orables /ara el sarcasmo como1orma crtica. $l 2malestar en la cultura3 se nos ha 4uelto tan agobiante, que lo ms e1ica5de nuestra so1isticada 1armaco/ea nos estimula a renunciar a ella, la cultura, en la mayormedida /osible, o ms taimadamente, a consumirla en una 1orma abaratada y light, en/ldoras de 1rmula reconocida. $l consumismo 1ren6tico y la /ro/aganda ensordecedora detantos /roductos nos in4itan a com/rarnos ga1as y ore0eras /ara 4er y or menos a 1in de noembotarnos del todo. Tal 4e5 lo ms /rudente sera esca/ar de la ci4ili5acin que nosabruma, a la 2naturale5a3, o lo que nos hayan de0ado de ella, de tanta /er4ersinci4ili5adora y tanto /rogreso desconcertado. 2Trasmutar los 4alores3 1ue el 4ie0o lema del cnico Digenes. +ero, en un mundode /acotilla, /ara qu6 sub4ertir los 4alores +ara qu6 es1or5arse en troquelar de nue4o lasmonedas, si la galo/ante in1lacin 76tica y /oltica7 anula /ronto los e1ectos de cualquier1alsi1icacin Tal 4e5 una caracterstica del cinismo moderno sea la renuncia al escndalocon el que el cnico antiguo, con su /ersonalidad agresi4a, se en1rentaba, en solitario, a lasociedad de su entorno. +ues, a estas alturas, escandali5ar a la sociedad actual, he ah algoque /arece im/osible. 8i4imos en una sociedad abierta y /ermisi4a, que cuenta conim/lacables medios /ara marginar al /ro4ocador y ahogar cualquier /rotesta incon4enientecon ayuda de los medios de comunicacin. 'ay un cinismo di1uso y uni4ersal, /ero biensola/ado. &on muchos los cnicos, /ero 4an sin el 4ie0o manto y sin al1or0a, disimulados yconsentidos. Como ya en Grecia, el cinismo que abomina de la ci4ili5acin es una /lantatarda de la cultura saciada de con4encionalidad y retrica9 su a1n /or la naturale5a y sudes/recio /or la urbanidad es un 1enmeno urbano. &u 1ero5 y e0em/lar indi4idualismo esuna res/uesta a la alienante re/resin general del 2/rogreso3. $l cinismo moderno, esa 2mala conciencia ilustrada3, busca tambi6n, como elantiguo, la senda de la 1elicidad, ya que no un 2sendero de /er1eccin3. +ero, des/u6s detantos libros, de tantas re4oluciones, de tantas crticas 1ilos1icas, est desencantado detodo, y no mantiene la actitud de desa1o a las normas abiertamente. $s un cinismoresignado. +. &loterdi0: cita la 1rase de G. ;enn, 2uno de los ms destacados /orta4oces dela moderna estructura cnica3, que dice< 2&er tonto y tener traba0o, eso es la 1elicidad3,como l=cida y des4ergon5ada 1ormulacin del cinismo de nuestro siglo. Lo contrario< serinteligente y cum/lir una tarea su/one una conciencia desgraciada en un conte>to alienante. +ero no cometer6 la descortesa 7que en un libro sobre lo cnico tam/oco seragra4e7 de a/ro4echar este /rlogo /ara una disertacin sobre las di1erencias entre el

    cinismo actual y el antiguo. Conste que no me 1altara bibliogra1a /ara res/aldar el ensayo.Tengo a mano los libros de ?. 'einrich,Antique Kyniquer und Zynismus in der Gegenwart,de )@9 de #. !etscher,Reflexionen er den Zynismus als Kran!heit unserer Zeit, de)@B9 de '. "iehues+roebsting,Der Kynismus des Diogenes und der "egriff desZynismus, de )@B@9 y de +. &loterdi0:,Kriti! der #ynis$hen %ernunft, de )@*E, en dos tomos,/or no citar ms que a autores alemanes. La tentacin de una di4agacin 1ilos1ica sobre eltema es 1cil de 4encer, sobre todo gracias a la /ere5a. &ugiero, sin embargo, que el tema/uede 4aler la /ena de una meditacin actual y que incluso estara a la moda.

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    Como el !6li> ?rull de Thomas Fann o como !6li> de A5=a, en su reciente yautobiogr1icaHistoria de un idiota $ontada &or 'l mismo o El $ontenido de la feli$idadH,hay /rotagonistas en relatos de un no4elado y l=cido cinismo, de un cinismo entre satrico y/icaresco, que nos a/untan con sus guiIos y /eri/ecias /ersonales una inter/retacinmoderna de la b=squeda de la 1elicidad. $sa 2a1anosa in4estigacin3 es esencial en el

    cinismo, como tambi6n la a/uesta /ersonal en el em/eIo9 /ero el cnico antiguo as/iraba ala etiqueta de 2sabio3, e>/edida en el gremio de los 1ilso1os, gremio huraIo y de n1ulas/edaggicas. Las biogra1as de los cnicos que 7en sus %idas y o&iniones de los filsofos m(silustres7 redact Digenes Laercio, un erudito que 4i4i unos cinco siglos des/u6s de suhomnimo, el +erro, biogra1iado /or 6l, tienen /oco de aut6nticos relatos biogr1icos. &on/oco ms que una sarta de an6cdotas y sentencias que, /or lo dems, o1recen escasasgarantas de ser aut6nticas. Tienen, no obstante, a su 1a4or el ser 1ero5mente di4ertidas, yalgunas de ellas han sido celebradas durante siglos como bre4es muestras del humorantiguo, un humor saga5, cido y 1ilos1ico. $n nuestro estudio 4amos a e4ocar esas siluetas a modo de sombras chinescas, de/er1iles en blanco y negro, tal como nos lo /ermiten esos testimonios escuetos, quetraducimos luego. 8amos a hablar del cinismo antiguo, griego, que 1ue ms una actitud 4itale0em/li1icada inol4idablemente en tres o cuatro 1iguras seIeras que un sistema o unaescuela 1ilos1ica original. $n alemn cabe desde mediados del siglo J#JH la distincin entreKynismusyZynismus, t6rmino este que denomina el cinismo en general, mientras que la /rimera/alabra indica el 2cinismo3 histrico, el de la secta hel6nica que introdu0o el nombre en losmanuales de 1iloso1a. Trataremos, /ues, aqu del cinismo que en alemn lle4a la ?, del!ynismscon !de /erro, es decir, deri4ado de !yon, 2can3. La distincin entre un cinismocon %, esa 1ricati4a tan sesgada, escurridi5a y elegante, y el otro con ?, oclusi4a /icuda yun tanto brbara, dara /ie sin duda a comentarios semiticos 1inos9 /ero, como no se da encastellano, /rescindamos de ellos. Los !yni!o)que, ba0o el emblema del /erro, lle4aron una4ida canina tomando el sol en el gora ateniense o en el mercado de Corinto, 1ueron los/recursores memorables de otros mil cnicos annimos, dis/ersos /or el mundo helensticoy el romano, iluminados /or un mismo soleado a1n de sabidura /rctica y en4ueltos en unatuendo mnimo y mendicante. $n contra/osicin a las /restigiosas escudas antiguas de1iloso1a el cinismo no /as de ser una burlona /antomima con1rontada a una estu/endatragedia. K sin embargo $l /ro/sito de las /ginas que siguen es el de ser4ir de introduccin al te>to deDigenes Laercio que luego hemos traducido, y, a/ro4echando ese /rete>to, comentar lostemas 1undamentales de ese /ensamiento y actitud insertos de mal modo 7con grosera ycausticidad7 en la historia de la 1iloso1a griega. Fe interesa subrayar lo que tu4o dees/ec1ico el cinismo como 1orma de /ensar crtico, sub4ersi4o 7/ero no /orque /iense,como alguien di0o en el siglo J#J, que sea 2una 1iloso1a del /roletariado3 ni mucho menos7, y re4ulsi4o, 1rente al idealismo /latnico y la retrica con4encional. Mn /ensamientoque se e>/resa ante todo a tra46s de las an6cdotas, los gestos y los chistes, que quiere/ro4ocar mediante la risa y el sarcasmo, que reduce la 4ida a mnimos y /ro/one unascetismo hacia lo animal como camino a la 24irtud3, surgido en el momento de madure5de la ci4ili5acin hel6nica como negacin de los re1inamientos de la ci4ili5acin, no de0a deser sor/rendente y atracti4o, y tal 4e5 hasta un /unto actual. $sas /ginas rei4indicantambi6n el buen nombre de Digenes Laercio, a1icionado a los chismes como buen erudito,

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    que acerc al transmitirnos esa 4isin caricaturesca de unos 1ilso1os que /ronto 1ueroncaricatura y que buscaron ese lado cmico e irnico de la crtica, /ara sus stiras y susrecha5os. Las an6cdotas que cuenta este saga5 com/ilador del siglo ### d. C. son an6cdotasestu/endas y 0ustamente 1amosas, reales o in4entadas mucho antes. "unca la an6cdotacobr tanto sentido, y nunca un /ensamiento se e>/res tan claramente mediante las

    an6cdotas9 son como /etardos que el terrorismo intelectual del cnico coloca al /ie de losmonumentales sistemas ideolgicos, quiebros giles contra la seriedad 1antasmal de lao/inin dominante, muecas un tanto de /ayaso, o/ortunas e inteligentes /aradesenmascarar esa a/aratosa seriedad de las ideas solemnes y las con4enciones c4icas. "o he /retendido escribir una historia del mo4imiento cnico que est hecha en ellibro de D. . DudleyH ni un estudio sobre la 1igura de Digenes y su re/ercusin culturalque est bien tra5ada en el erudito estudio de '. "iehues+roebstingH, ni tam/oco me hedetenido en rastrear las huellas del cinismo en la literatura. Fi intencin es muy modestato, tan a1amado durante siglos, y sugerir algunasre1le>iones en torno a esas /intorescas 1iguras, que en las historias de la 1iloso1a ocu/an unmenguado es/acio entre &crates y %enn, el 1undador de la $stoa. "o tanto con a1n de/recisar detalles histricos, como /or el gusto de subrayar qu6 di4ertidos y sagaces a sumodo 1ueron. Tambi6n el humor es un arma dial6ctica, como se 4e en esas an6cdotas, que leacreditan un /uesto de honor en la literatura 1ilos1ica. Deseara, en cualquier caso, que este comentario resaltara la agude5a de esas 1alsasbiogra1as y no enturbiara la di4ersin de esta lectura. Creo que este /equeIo libro tiene unadoble /osibilidad< se /uede comen5ar leyendo mis /ginas o se /uede iniciar con la lecturade las del libro 8# de Digenes Laercio, /ara concluir con las de comentario. Aunque elresultado ser seguramente el mismo, aconse0ara la segunda a quienes desconocen el te>tode Laercio, y la /rimera a los dems. La traduccin castellana de Digenes Laercio hecha /or N. rti5 y &an5, que es laque habitualmente se /ublica, y la =nica com/leta, en es/aIol, tiene cerca de doscientosaIos. !ue una buena 4ersin, aunque su l6>ico resulte en ocasiones algo obsoleto. A la male he /uesto algunas notas, las que me han /arecido o/ortunas o necesarias /ara entenderme0or el te>to. Como la nota bibliogr1ica, no tienen un /ro/sito acad6mico9 solo quierenresultar =tiles al lector. Fe gustara haber e4itado el engolamiento y la /esade5, que tanto desdeciran deltema aqu tratado.

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    ). $L $F;L$FA D$ LA D$&8$GO$"%A

    Desde aqu se /er1ila el sentido de la des4ergPen5a. Desde que la 1iloso1a ya solo esca/a5 de 4i4ir hi/critamente lo que dice, le toca a la des4ergPen5a /or contra/eso decir loque se 4i4e. $n una cultura en la que el endurecimiento hace de la mentira una 1orma de4ida, el /roceso de la 4erdad de/ende de si se encuentran gentes que sean bastanteagresi4as y 1rescas 2des4ergon5adas3H /ara decir la 4erdad. Los /oderosos abandonan su/ro/ia conciencia ante los locos, los /ayasos, los cnicos9 /or eso de0a la an6cdota decir aAle0andro Fagno que querra ser Digenes, si no 1uera Ale0andro. &i no 1uera el loco de su/ro/ia ambicin, tendra que hacer de loco /ara decir a la gente la 4erdad sobre s mismo.K cuando los /oderosos comien5an /or su lado a /ensar cnicamente 7cuando saben la4erdad sobre s mismos y, sin embargo, 2siguen adelante37 entonces reali5an al com/letola modernade1inicin del cinismoH.

    +. &LT$D#N?, #, (Q

    'ay en el burgu6s un lobo encerrado, que sim/ati5a con el 1ilso1o /erruno. +eroeste 4e en el sim/ati5ante en /rimera lnea al burgu6s y le muerde siem/re. Teora y/rctica estn entrete0idas ine>tricablemente en su 1iloso1a y no da nada /or unaa/robacin solo teor6tica.

    +. &LT$D#N?, #, (Q

    +ara los griegos 1ue, desde antiguo, el /erro el animal im/=dico /or e>celencia, y elcali1icati4o de 2/erro3 e4ocaba ante todo ese 1ranco im/udor del animal. $ra un insultoa/ro/iado mote0ar de 2/erro3 a quienes, /or a1n de /ro4echo o en un arrebato /asional,

    conculcaban las normas del mutuo res/eto, el decoro y la decencia. Al 2/erro3 lecaracteri5aba la 1alta de aids, que es 2res/eto3 y 24ergPen5a3. &imboli5a la ana)deiabestial, 1ranca y 1resca. Cuando en el canto # de la*l)adaAquiles se en1urece contra Agamenn, que le haarrebatado su cauti4a con des/tica des1achate5, le llama 2re4estido de des4ergPen5a3,2cara de /erro3, y 2t= que tienes mirada de /erro3 *l+# )R@, )@, ((H. Agamenn, que sinel menor re/aro o1ende a sus aliados, merece el e/teto de 2gran des4ergon5ado3, un gra4ebaldn /ara un 0e1e de las tro/as y seIor de /ueblos. Fs adelante, en el mismo /oema, la bella 'elena se cali1ica a s misma de 2/erra3*l+8# ERRH, al meditar cun im/=dicamente abandon a su es/oso al 1ugarse con +aris.%eus, encoleri5ado contra 'era, no encuentra insulto ms duro /ara su di4ina consorte que

    decirle< 2no hay nada ms /erro que t=3 *l+8### R*EH. La des4ergPen5a de 'era reside enel escaso res/eto que guarda a 4eces al di4ino %eusH. $ntre los insultos que los dioses hom6ricos se a/lican, solo encuentro uno ms1uerte< el de !yn(muia, 2mosca de /erro3, que Ares y 'era *l+JJ# E@R, R()H le en0aretan aAtenea. A la im/udicia del /erro la mosca aIade otros rasgos< es to5uda, re/ugnante ymolesta. $l actuar sin 4ergPen5a a la manera bestial, /ero sin la inocencia animal, 0usti1icala equi/aracin con el /erro, un gra4e insulto /ara dioses y hombres ya en los /oemas de'omero.

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    La im/ortancia de lo que los griegos llamaban aids4ergPen5a, res/eto, sentidomoralH /ara la con4i4encia c4ica est bien subrayada en el mito de +rometeo y loshumanos, tal como lo re1iere el so1ista +rotgoras en el dilogo /latnico de su nombre. Al1inal del relato mtico, cuenta que %eus, a/iadado de los hombres a los que +rometeo yahaba obsequiado el 1uego, base del /rogreso t6cnico, /ero a=n carentes de ca/acidad

    /olticaH, en4i al dios 'ermes /ara que les re/artiera a todos los 1undamentos bsicos de lamoralidad< aids/udor, res/eto, sentido moralH y d)!esentido de la 0usticiaH. K %eus leencarg muy claramente que a todos los humanos les dotara de tales sentimientos. 2Atodos, di0o %eus, y que todos /artici/en. +ues no e>istiran las ciudades si tan solo unos/ocos de ellos lo tu4ieran, como sucede con los saberes t6cnicos. $s ms, dales de mi /arteuna ley< que a quien no sea ca/a5 de /artici/ar de la moralidad y de la 0usticia lo eliminencomo a una en1ermedad de la ciudad3 +latn, rot(gorasE(( dH. La con4i4encia c4ica encuentra, /ues, seg=n ese mito 7que es una ilustradaalegora7, sus a/oyos bsicos en la /artici/acin uni4ersal en el /udor y la 0usticia. $n elrelato mtico se dice d)!e, /ero el t6rmino ms e>acto es el de di!aiosyne, es decir, no la0usticia como norma, sino el sentido de lo 0usto, como algo /re4io a su reali5acin ennormas legalesH. &i los humanos carecieran de aidsy di!aiosynela 4ida en sociedad serademasiado sal4a0e y bestial, aborrascada /or el egosmo y la 4iolencia. &i alguno no/artici/ara de esos sentimientos que de1inen al ser humano destinado a la con4i4encia, elconse0o de %eus, seg=n +rotgoras, es rotundo< que lo condenen a muerte. Al margen deesos sentimientos no hay 4ida ci4ili5ada. Fucho antes, ya 'esodo haba subrayado que la 0usticia era lo que de1ina elmbito de lo humano, en contra/osicin al mundo de los animales, que solo conocen la leyde la 1uer5a y se de4oran unos a otros. $n el mundo de las bestias, seIalaba, no hay otrad)!e. $l halcn de la 1bula de4ora al ruiseIor sin re/aro ninguno -ra+(QE y ss.H. Al 1inaldel mito de las edades el mismo /oeta, /esimista, /ro1eti5aba que tanto Aids como"6mesis abandonaran el mundo d. )@Q y ss.H. La sociabilidad humana descansa sobre esos dos /ilares9 sobre ellos le4anta lasociedad sus con4enciones legales. Las leyes que encau5an los hbitos y regulan las /autasdel com/ortamiento en un mbito c4ico son con4enciones concretas y de1inidashistricamente, /ero se sustentan en un reconocimiento uni4ersal de lo decente y lo 0usto,que caracteri5a al hombre en tanto que humano. $so es lo que +rotgoras, en el dilogo de+latn, quiere decir. La educacin se basa tambi6n en esos dos grandes sentimientos< el dela decencia y el de la 0usticia. Algo que los animales, los brutos, ignoran. K, dentro de los animales, /arece que unos lo ignoran ms que otros. $n un e>tremodel dominio bestial estn animales tan /rudentes y ci4ili5ados como las hormigas y lasabe0as 7no ol4idemos que el atento Aristteles tambi6n cali1ic a la abe0a, como alhombre, de#on &oliti!n, 2animal c4ico37. Disci/linadas, organi5adas en comunidad,e0em/larmente laboriosas, las abe0as son /ara algunos /ensadores griegos un /aradigma deci4ilidad. $n el otro e>tremo, sin embargo, est el /erro, /ese a que no es una 1iera sal4a0e,sino un com/aIero 1iel del hombre, dom6stico y domesticado. +ero el /erro es muy /ocogregario, es insolidario con los suyos, y est dis/uesto a traicionar a la es/ecie canina y/asarse del lado de los humanos, si con ello obtiene ganancias9 es agresi4o y 1iero, o 1iel ycariIoso, seg=n sus relaciones indi4iduales. 8i4e 0unto a los hombres, /ero mantiene sushbitos naturales con total im/udor. $s natural como los animales, aunque con4i4e en unes/acio humani5ado. +artici/a de la ci4ili5acin, /ero desde un margen de su /ro/iacondicin de bruto. Mno dira que com/arte con el escla4o 7seg=n la 4ersin aristot6lica7

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    la ca/acidad de ca/tar algo de la ra5n, del lgos, en el sentido de que sabe obedecerlasrdenes de su amo, /ero no mucho ms. $s su1rido, /aciente, 1iero con los e>traIos, y seacostumbra a 4i4ir 0unto a los humanos, ace/tando lo que le echen /ara comer. $s 1amiliary hasta urbano, /ero no se oculta /ara hacer sus necesidades ni /ara sus tratos se>uales,roba las carnes de los altares y se mea en las estatuas de los dioses, sin miramientos. "o

    /retende honores ni tiene ambiciones. &encilla 4ida es la 4ida de /erro. Suienes comen5aron a a/odar a Digenes de &ino/e 2el +erro3 tenan muy/robablemente intencin de insultarle con un e/teto tradicionalmente des/ecti4o. +ero el/arad0ico Digenes hall muy a0ustado el cali1icati4o y se enorgulleci de 6l. 'aba hechode la des4ergPen5a uno de sus distinti4os y el emblema del /erro le debi de /arecer/inti/arado /ara e>/resin de su conducta. +redicaba, ms con gestos y una actitud constante que con discursos y arengas, elrecha5o de las normas con4encionales de ci4ilidad. +ostulaba un retorno a lo natural yes/ontneo, desligndose de las obligaciones c4icas. $>iliado en Atenas y en Corinto,asista como es/ectador irnico al tr1ago de las calles sin go5ar de derechos de ciudadana."o /racticaba ning=n o1icio, ni se /reocu/aba de honras y derechos, no tena 1amilia y no4otaba ni contribua al quehacer comunitario. Deambulaba /or la ciudad como unes/ectador irnico y sin com/romisos, sonriente y morda5. Fendigaba /ara sustentarse,aunque se contentaba con /oco. &u cobi0o ms 1amoso 1ue una gran tina0a de barro 2eltonel de Digenes3H, su a0uar un burdo manto y un bastn de /eregrino. Digenes lle4abauna ociosa 4ida de /erro en medio de la ciudad atribulada y bulliciosa. Ka los so1istas haban seIalado la o/osicin entre las leyes de la naturale5a y las dela con4encin< la&hysis1rente al nmos. Digenes lle4a al /aro>ismo la contra/osicin yelige libremente atender solo a lo natural. $n su 4uelta a la naturale5a, encuentra en losanimales sus modelos de conducta. &e com/lace obser4ando el ir y 4enir de un ratn querecoge sus alimentos alegremente y halla en el /erro un buen e0em/lo /ara un 4i4irdes/reocu/ado y sincero. Digenes se ha des/rendido de las /reocu/aciones cotidianas que hacen a loshombres distintos a los animales, y con ello se u1ana de conseguir la inde/endencia y lalibertad. ;a0o la enseIa del im/=dico /erro se yergue escandali5ando a sus con4ecinoscomo un /aradigma del aut6ntico hombre 2natural3. ;usca, con su 1arol, un hombre de4erdad9 6l se contenta con ser un hombre /erruno, es decir, un !yni!s. &us secuacesace/tan el cali1icati4o con orgullo< los cnicos /rocurarn imitar la ana)deia, la2des1achate53, y la adia&hor)a, la 2indi1erencia3, de Digenes. $st claro, sin embargo, que la actitud im/=dica del cnico dista mucho de ser algoes/ontneo y natural. &e trata, ms bien, de una /ostura bien ensayada y asumida 1rente alos dems, una actitud no solo agresi4a, sino tambi6n de1ensi4a, que no es tanto el 1inalcomo el comien5o de una toma de /osicin crtica 1rente a la sociedad y sus ob0eti4os. $saana)deia, que es 21rescura, des1achate5 y des4ergPen5a3, se escuda en su indecencia yembrutecimiento /ara atacar los 1alsos dolos y /ro/ugnar un desenmascaramientoideolgico. $s, ante todo, una carta de /resentacin /ara el desa1o, con la /ro4ocacin y elescndalo que in4itan al reto. Cuando el cnico se niega a rendir homena0e a 2lores/etable3, lo que /retende es denunciar la inautenticidad de esa res/etabilidad y sussu/uestos, que los dems ace/tan /or costumbre y comodidad ms que /or ra5onamiento.Con sus gestos soeces y sub4ersi4os est contestando los 4alores admitidos en elintercambio social. +orque el cnico busca una re4alori5acin de los hbitos, 6l quiere2reacuIar la moneda3, como lo /roclamaba Digenes. Contra las 4anas mscaras, las

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    insignias y los /re0uicios, el cnico se monta en una moral mnima, desembara5ada delastre, una asc6tica que conduce a la libertad y a la 24irtud3, a contra/elo de las /autastradicionales. La a/aricin del cinismo es un sntoma histrico. La silueta del cnico, con su toscomanto y su morral, se inscribe en un /reciso conte>to helenstico. $n una 6/oca de crisis

    ideolgica y moral se destaca el des4ergon5ado y morda5 Digenes /aseando /or el goracon su 1arol en /leno da en busca de un hombre. Ka 4a /romediado el siglo #8 a. C.,mientras Ale0andro ha sometido un 4asto im/erio, cuando en la Atenas 4ocinglera ydesilusionada se e>tiende la 1ama de ese +erro cuya inde/endencia ri4ali5a con la de losdioses. Como en otros momentos, la a/aricin de estos ti/os y sus /r6dicas es un sntomamani1iesto del malestar en la ci4ili5acin y el recha5o de una cultura que denuncian comore/resora y retrica. &e /arecen a los 2hi//ies3 y 2beatni:s3 de tiem/os cercanos, ms quea los 4ie0os 2clochards3. $l cnico denuncia, no con hermosos discursos, sino con 5a1ios y agresi4osademanes, el /acto c4ico con una comunidad que le /arece inaut6ntica y /erturbada, y/re1iere renunciar al /rogreso y 4agabundear /or un sendero indi4idual, a costa de unes1uer5o /ersonal, con tal de esca/ar a la alienacin. +re1iere tomar como modelo a losanimales sencillos que andar embrutecido en el rebaIo dom6stico, adormilado /or lasrutinas y con4enciones de la gran ciudad. As se em/eIa en un arduo ascetismo hacia lalibertad. ei4indica el 4alor del es1uer5o 7que en griego se dice&ons7. "o el del traba0o,/or lo que este tiene de integracin y alienamiento9 sino el e0ercicio de la sobriedad y elendurecimiento de la sensibilidad 1rente a las tentaciones del con1ort y el lu0o, que norecha5a /or /ecaminosos, sino /or costosos9 ya que suelen com/rarse a costa de sumisin.Act=a con una audacia /ersonal que a los dems les /arece des4aro y locura. +latn de1inea Digenes como un 2&crates enloquecido3. $l cnico Fnimo obtiene su libertadhaci6ndose /asar /or loco, arro0ando al aire las monedas de /lata de la banca dondetraba0aba, un gesto surrealista, alegre, memorable. Crates renuncia a sus rique5as /ara irsede 4agabundo 1ilos1ico. La indi1erencia 1rente a lo que otros consideran los mayoresbienes, como el honor y el dinero, margina al cnico, como a un animal 1eli5, de las 1erocescom/eticiones /or esos bienes. "o es natural que el hombre quiera ser 1eli5 como un /erro. Tras esa /roclama sealberga un /rograma 6tico claro y re4olucionario. Como se dirige solo al indi4iduoconsciente y no a la masa, no es un moti4o gra4e de /reocu/acin /ara los /olticos. Lare4olucin moral y la sub4ersin que /ro/one el cnico es solo /ara unos cuantos, algunosha&&y few, marginales y audaces, /ues los ms son inca/aces de la 1iloso1a e ina/tos /arala 4ida cnica, que es alegre /ero dura. 'ay algo de de/ortista es/iritual en el cnico9 y surelacin con la cultura mantiene cierta ambigPedad, como comentaremos luego. "o busca,al modo rousseauniano, solo la inocencia 1eli5 del buen sal4a0e9 es crtico, austero yanrquico. Como 1enmeno histrico el cinismo griego est determinado /or la crisis de1initi4ade la /olis como comunidad libre y autrquica. La destruccin de la /olis como marcocomunitario inde/endiente y autnomo signi1ic una enorme conmocin es/iritual.Des/u6s de !ili/o y de Ale0andro Fagno, el /oder en las ciudades hel6nicas quedaba alarbitrio del caudillo militar que, con sus e06rcitos mercenarios y la ayuda de la ca/richosa!ortuna, lograra el dominio real. Cmo seguir creyendo en los 4enerables lemas de laideologa democrtica Cmo a=n seguir con1iando en la custodia de los antiguos dioses

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    Cmo con1iar en las instituciones mancilladas y /er4ertidas de una ciudad sumisa a lostiranos y asediada una y otra 4e5 La libertad y la autarqua /erdidas /or la comunidad solo/odan recu/erarse, en el me0or de los casos, /ara el indi4iduo, si encontraba un recursointeligente /ara esca/ar a tanta o/resin y 1alsa. "o caba una sal4acin /oltica, tan soloun sal4a4idas /ersonal /ara el nau1ragio9 /ara esca/ar del a5ar y la 4iolencia, y rerse de la

    -y$he. Cuando la libertad de /alabra en la ciudad se 4io /rohibida /or la sumisin almonarca de turno, el cnico rei4indic, a ttulo /ersonal, la 1ranque5a ms absoluta, la&arres)a9 cuando se /rohibi que las comedias se burlaran de indi4iduos /or su nombre, lastira de los cnicos agudi5 sus ataques contra todos9 cuando en la corte se im/uso el gestode la humillacin total ante el soberano, la&ros!)nesis, se record el ademn dis/licentecon que Digenes haba mandado a /aseo al gran conquistador, a su /aso /or Corinto9 enun mundo sometido al terror, la humillacin y el desatino, solo el sabio que de casi nadanecesitaba /udo /roclamarse libre y 1eli5. Como indicaba $. &chart5< $l ideal de una e>istencia sin necesidades, que en tiem/os de Digenes /udo/arecer una originalidad, adquiri una terrible e1iciencia cuando las guerras de losDidocos, con sus catstro1es destructoras, cayeron sobre las ciudades hel6nicas, y nadieestu4o ya seguro de que una buena maIana no se encontrara en el caso de tener queacogerse a una 4ida de /erro, de la que antes se haba mo1ado. La doctrina de laindestructible libertad del indi4iduo, que una generacin antes era toda4a una /arado0a,con4irtiose ahora en un consuelo, que /ara muchos helenos no era ya /arad0ico ni tri4ial. La descon1ian5a en la sociedad y en los bene1icios del /rogreso cultural secom/ensa con un cierto o/timismo res/ecto de la naturale5a del indi4iduo /ara alcan5ar,mediante su es1uer5o saga5, la 4erdadera e>celencia y, con ella, la 1elicidad. La 4a de la 4erdadera e>celencia, de la inde/endencia res/ecto del mundo entero,e>celencia e inde/endencia que /uede conseguir todo aquel que se lo /ro/one, consiste enno de0arse dominar /or nada, /or ning=n contratiem/o, ni /or hambre, la sed y el 1ro, ni/or el dolor 1sico, la /obre5a, la humillacin o el destierro, sino 4er en todo ello una meraocasin de /robar la /ro/ia 1uer5a moral y de 4oluntad, ocasin de endurecimiento.!arter)a/, de 2ascesis3 en sentido cor/oral y anmico. La libertad de 4oluntad y accin estdada a todo el mundo. $se es el abru/to sendero /or el que se yerguen las grandes/ersonalidades histricas, como Ciro el 8ie0o, que Antstenes haba /ro/uesto comomodelo en su escrito. $sta con1ian5a en la 4oluntad humana tiene como /resu/uesto unaconce/cin o/timista del ser del hombre desde el /unto de 4ista moral. K cuandoAntstenes declara que la ciencia ms im/ortante es la de 2desa/render el mal3, /areceindicar que el indi4iduo es bueno /or naturale5a y asimila el mal /or in1luencia de lacultura9 lo =nico que tiene que hacer, /or consiguiente, es 4ol4er a su 4ida natural. $stas lneas de U. "estle /arecen destacar lo esencial de esa actitud< descon1ian5aen la cultura y con1ian5a en la naturale5a humana, a1n a la naturale5a animal. Al margen dela historia y la ci4ili5acin el animal go5a de una dicha natural. Tambi6n el hombre /uedeintentar esa 4uelta a lo natural, e0ercitndose en 4i4ir seg=n la naturale5a, que en 6l no esinstinto, sino ra5n. +ara ello necesita unas /autas morales9 bien sencillas son las que/ro/uso Digenes, a/odado el +erro, un 2sabio3 escandaloso y /roca5. $l gran bene1icio que Digenes con1iesa haber sacado de la 1iloso1a es 2el estar/re/arado contra cualquier embate del a5ar3, seg=n recoge Digenes Laercio en 8# E. $sadecisin y 4alenta /ara combatir contra la -y$hees una de las ba5as del cinismo c1. sobre

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    este tema, los 1ragmentos recogidos en Giannantoni, o. c., ### RB)H. La lucha contra lasinclemencias de la 4oluble !ortuna, que en la 6/oca helenstica 1ue temida como una/oderosa y arbitraria di4inidad 7que reem/la5aba en el es/acio 4acante /or su desercin alos antiguos dioses de la /olis7, ocu/a tambi6n un lugar im/ortante en las doctrinas de lose/ic=reos y los estoicos. $l miedo o los recelos ante el curso a5aroso de la e>istencia es la

    mayor amena5a contra la autosu1iciencia del sabio. La a&(theiao atarax)a, im/asibilidad oim/erturbabilidad del nimo 1rente a los 4ai4enes del a5ar, son escudos /ara ese combate.Tambi6n lo es la indi1erencia hacia la mayora de los su/uestos bene1icios de laci4ili5acin, que /ueden desa/arecer en cualquier turbulencia. De modo que, al reducir las necesidades materiales a un mnimo, al renunciar a losre1inamientos /ara buscar solo lo natural, lo rudimentario, lo animal, el cnico de0a muybre4e asidero a la -y$he, inca/acitada /ara regatearle ese mnimo sustrato de su dicha. $l/rimiti4ismo del cnico, un /recursor de ousseau en algunos as/ectos, es undes/o0amiento 4oluntario de lo accesorio con 4istas a asegurarse la inde/endencia y totallibertad. C1. A. D. Lo4e0oy,rimiti0ism and related *deas in Antiquity, "ue4a Kor:, )@,es/ecialmente los ca/tulos ###< 2"aturale5a como norma3, y #8< 2+rimiti4ismo cnico3H.+ero tambi6n tiene sus riesgos el e>tremar esa /ostura. $ntre las an6cdotas acerca de lamuerte de Digenes, una dice que muri /or las mordeduras de los /erros, y otra, msinteresante que 1ue al no /oder digerir los tro5os del /ul/o que haba comido crudo.echa5ar lo cocido 7uno de los bene1icios del 1uego ci4ili5ador de +rometeo7 es unsigno de renuncia a lo ci4ili5ado9 /ero la carne cruda, que un /erro digiere bien, /uederesultar mort1era /ara un hombre 4ie0o, como el em/ecinado Digenes.

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    (. A"TV&T$"$&, $L +$CM&

    $l sabio seguir el cinismo, /orque es un ata0o del camino a la 4irtud, seg=nA/olodoro en su1oral. &olo 6l es libre, los hombres 4ulgares son escla4os.

    D#-G$"$& LA$C#, 8##, )()

    Como seIala U. ?. C. Guthrie, Antstenes resulta una 1igura /uente entre laso1stica y algunos escritores /ostsocrticos. 'aba sido disc/ulo del brillante Gorgias, yconser4 toda su 4ida el inter6s /or la retrica9 enseIaba cobrando a sus disc/ulos unacantidad acordada de antemano, como los so1istas9 y los ttulos de sus numerosos escritosindican la 4ariedad de sus conocimientos y /reocu/aciones. Lamentablemente hemos/erdido todas sus obras, /ero la larga lista de nombres recogida /or Digenes Laercio es/or s misma bastante signi1icati4a. Al hacerse disc/ulo de &crates debi de su1rir algo

    /arecido a una con4ersin, como la de quien /or 1in ha encontrado la senda segura de la/er1eccin moral, y /arece haber /ro1esado a este una de4ocin asidua y cordial. De&crates tom Antstenes algunos de los tra5os 1undamentales de su 6tica y su asc6tica< elante/oner a todo lo dems el cuidado del alma, el menos/recio de los bienes de 1ortuna, ela1n /or el dilogo, la crtica a los /olticos y demagogos, etc. +latn lo menciona una sola 4e5. $n el2ednlo cita entre los com/aIeros de&crates en sus =ltimas horas, testigo mudo en el dilogo sobre la inmortalidad del almaque el 4ie0o maestro mantiene con los /itagricos &immias y Cebes antes de beber la cicuta.$n aquella ocasin inol4idable, al lado del buen Critn y de los ntimos disc/ulos, allestu4o Antstenes. !altaban en cambio el hedonista Aristi/o, al que acaso la escena le/areciera demasiado /enosa /ara asistir a ella, y el /ro/io +latn, que estaba en1ermoH.

    Cada uno de los socrticos a/rendi del gra1o y estimulante maestro lo que ms con4enaa su /ro/io carcter y talento. La imagen que Antstenes suscribi 1ue /arecida a la que/ercibimos en los te>tos de Neno1onte 1emorales,"anqueteyA&olog)aH, la de un/ensador e0em/lar, 1undamentalmente un irnico moralista, asceta y crtico. Conocemos muy /oco de la obra de Antstenes /ara emitir un 0uicio sobre su 4alaintelectual. $ntre los que lo han hecho, unos los consideran como el aut6ntico heredero de&crates y el =ltimo miembro de la Gran Generacin as ya Grote y ?. +o//erH, y otrosuna mala co/ia del maestro, una 1igura un tanto limitada y /rocli4e a la rigide5, ms atentaa lo 1ormal que a la genuina b=squeda de la 4erdad mediante la continua inquisicin. $stclaro que tanto +latn como Aristteles tu4ieron hacia Antstenes un recelo no e>ento dedesd6n. $s interesante seIalar que 6l escribi dilogos socrticos antes que +latn 7

    aunque nos 1iguramos que /oco en com=n tendran con los sutiles coloquios de sucondisc/ulo, diecisiete aIos ms 0o4en7, y su/onemos que sus obras debieron /erderse/ronto. Antstenes no 1und /ro/iamente una escuela, aunque tu4o disc/ulos quemantu4ieron sus tesis lgicas, ya que Aristteles cita a los 2antist6nicos3. Daba leccionesen el gimnasio de Cynosarges, en las a1ueras de la ciudad, un lugar 1recuentado /oratenienses de origen dudoso y metecos y e>tran0eros c1. Demstenes (E, ()E, que indicaque tal gimnasio estaba asignado a los bastardosH. +ero no trat de establecer un centro de

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    enseIan5as encaminadas a /ro4eer a los 04enes de una 1ormacin su/erior y 1ilos1ica,como 1ueron luego la Academia /latnica o el Liceo de Aristteles. &e interes en laeducacin y la retrica, como ya seIalamos, y comentaba a los /oetas, ado/tando lae>6gesis alegrica de algunos mitos. "os queda una 1rase suya en la que /odemos /ercibirun eco de Gorgias y de &crates 2el 1undamento de la educacin es la in4estigacin de las

    /alabras3. "o 1ue un 2cnico3 en el sentido estricto del t6rmino, aunque Digenes Laercio noslo /resente, siguiendo /autas de otros eruditos helensticos, como el 1undador de la sectacnica. !ue, en todo caso, el /recursor de Digenes el +erro, y el eslabn que une a este conel socratismo. $l caso es que tanto a Antstenes, como en torno a Digenes, se 1abularon /rontouna serie de an6cdotas y de dichos agudos que hacen muy di1cil discernir qu6 hay de ciertoen lo relatado sobre sus 4idas. As, /or e0em/lo, la noticia de la bastarda de Antstenes, hi0ode una escla4a tracia, que le sir4e a Digenes Laercio /ara re1erirnos un /ar de an6cdotasingeniosas. #gnoramos qu6 1undamento real tendra, ya que ni +latn ni Aristteles niNeno1onte aluden a ello. Tambi6n de otros /ersona0es se mencionan chismosas in4encionesacerca de sus madres /ara desacreditarlos. As, de $ur/ides se contaba que la suya habasido una 4erdulera, sin ning=n 1undamentoH. Sui5 est6 conectado el tema con el que el1ilso1o enseIara en el gimnasio de Cynosarges, qui5 de/ende de 1uentes de algunasol4encia, o qui5 surge de alg=n relato malinter/retado. +ero el des/recio /or la noble5ade sangre enca0a bien en el ideario de un /ensador /rocli4e al cinismo. La /ure5a de sangrey la noble cuna eran /ara 6l, sin duda, algo indi1erente, /uesto que ni la una ni la otrasigni1ican nada 1rente a la 4irtud aut6ntica, que el sabio mani1iesta en sus hechos. &cratesera de 1amilia humilde, /ero un ateniense cabal /or ambos lados9 Antstenes /odasobre/asarle en esto, siendo hi0o de una escla4a. Tal in1undio /udo ser4ir a quienesobser4aban en sus escritos que tanto los brbaros como los griegos o1recan e0em/los de4irtud, y que la noble5a de alma quedaba desligada de la ciudadana ateniense. Sue, encualquier caso, no se le discute9 su /adre se las habra ingeniado /ara colar a su bastardo enlas listas de los ciudadanos legtimosH. 'ubo, /or /arte de algunos historiadores antiguos de la 1iloso1a, un em/eIo clarode situar a Antstenes en la cabecera del cinismo, y en establecer as una sucesin de 1iguras1ilos1icas que enla5aran a &crates con el estoicismo, en una serie clara< &cratesAntstenesDigenesCrates%enn. Al tiem/o que se o1reca una continuidad de latradicin escolar se /ostulaba as la consideracin del cinismo como una escuela socrtica,in1undi6ndole una dudosa coherencia y un /rograma intelectual am/lio. "o encontramos en Antstenes los tra5os agresi4os del cnico, al que Digenes de&ino/e o1recer una silueta de1initi4a. "i la des4ergPen5a radical ni la indi1erencia absolutares/ecto a los criterios 4alorati4os c4icos ni la 1ero5&arres)a2libertad de /alabra3Hadquieren en 6l el sentido /ro4ocador de que har gala Digenes, 2un &cratesenloquecido3. +ero lo cierto es que los cnicos desarrollaron hasta el e>tremo rasgos queestn, con una moderacin /re4ia, en el discurso de &crates. As en el"anquetedeNeno1onte c. *H, Antstenes, que no tiene un bolo, elogia la 4erdadera rique5a, la del alma,a1irmando que la otra no sir4e /ara nada. Tambi6n des/recia los /laceres, y llega a/roclamar una y otra 4e5 que /re1iere ser dominado /or un delirio que /or el /lacer. $logia el es1uer5o, como el camino que lle4a a la 4irtud. #ndudablemente, esemenos/recio de la hedon'y a/recio del&onscomo medio /ara alcan5ar la aret'tena/recedentes en la 6tica tradicional9 es una /auta heroica, e0em/li1icada en 'eracles. $n un

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    1amoso a/logo mitolgico, el so1ista +redico comentaba la eleccin de 'eracles en laencruci0ada, cuando 4inieron a su encuentro en 1orma de bellas muchachas la acicalada1igura de la 8olu/tuosidad y la austera de la 8irtud, y el h6roe /re1iri el rudo caminoindicado /or estaH. Antstenes se resignaba a una 4ida sin grandes rique5as, moderada yaustera9 /ero no 4i4a en la miseria ni mendigaba. Cobraba sus lecciones, y ale0aba a

    quienes no /odan /agarle 2con un bastn de /lata3. !ue a la guerra a combatir /or su/atria y se /ort heroicamente en la batalla de Tanagra. Andaba mal 4estido con un mantoagu0ereado, y estaba habituado a un r6gimen muy 1rugal, /ero no des/reciaba acudir a unbanquete cuando estaba in4itado, como el mismo &crates. &ocrticos son tambi6n su a/recio /or la educacin, su b=squeda de la 4irtud y sucrtica a la demagogia en que haba cado el r6gimen democrtico de Atenas. $n todos estosrasgos est /r>imo a los estoicos, ms cercano a %enn que al agresi4o Digenes. Lasan6cdotas que hablan del encuentro de uno y otro re4elan bien el recelo de Antstenes antelos /aro>ismos de su no querido disc/ulo. Claramente se /resenta Antstenes como /recursor de cnicos y estoicos en la/roclama re/etida de la autosu1iciencia del sabio /ara la 1elicidad, que solo de/ende de su/ro/io saber y 4irtud. $sa insistencia en la aut(r!eiadel indi4iduo, 1rente a la 1ortunainconsciente, caracteri5a la /r6dica 1ilos1ica de este socrtico que 4io en 'eracles ele0em/lo heroico del 4alor moral y en &crates al me0or maestro de 4irtud. &us temas 1a4oritos 7dice Digenes Laercio, en 8#, ))7 eran estos< Sue esenseIable la 4irtud. Sue los nobles no son ms que 4irtuosos. Sue la 4irtud es su1iciente/or s misma /ara la 1elicidad, sin otro a/oyo ms que la 1ortale5a socrtica. Sue la 4irtudest en los hechos, y no necesita ni largos discursos ni muchos conocimientos. Sue el sabioes autosu1iciente, /ues los bienes de los dems son todos suyos. Sue la im/o/ularidad es unbien y 4ale el es1uer5o. Sue el sabio 4i4ir no de acuerdo con las leyes establecidas, sino deacuerdo con la de la 4irtud. La adox)a, 2mala 1ama3 o la 2im/o/ularidad3, es un bien, seg=n Antstenes.&crates estimaba, seg=n a/unta +latn en 4arios te>tos, que la o/inin de la mayora noera una norma que mereciera el res/eto, ya que la dxano era algo estable ni 1undado en lara5n. +ese a que en las instituciones democrticas esa o/inin mayoritaria es lo decisi4o,&crates /ona a sus disc/ulos en guardia contra la tirana de unas gentes irres/onsables/or su a/asionamiento o su ignorancia. $l sabio debe guiarse /or su /ro/ia ra5n y no /oro/iniones a0enas, como ya desde 'erclito haban dicho los 1ilso1os, que, ms queatenerse a la dxa, /re1eran la 2/arado0a3, el situarse al margen de la o/inin&ar3 dxan.+ero tambi6n aqu Antstenes a4an5a algo ms, al a1irmar que la adox)aes un bien.agathn/, como lo es el es1uer5o .&ons/. ecordemos que la moral tradicional griega se basa en la a/robacin que eltriun1ador recibe de la colecti4idad. La aret'tradicional est recom/ensada /or el /restigioante la comunidad que ensal5aba y /remiaba con la 2buena 1ama3, la eudox)a, al que hadestacado /or su 4aler. &e trata de una moral basada en la com/etencia continua, y de laidea misma de la aret'4a unida a la e>celencia o su/erioridad. "o se /remia el ser bueno,sino el ser me0or que los dems. K esa 24irtud3, generalmente unida a la nocin de 6>ito otriun1o, atrae hacia quien se destaca /or ella un res/landor de gloria, que coincide con ela/lauso y la admiracin y el elogio de todo un /ueblo. $l 2sabio3, que ahora se /ro/onecomo ideal de conducta, no solo /rescinde de esa a/robacin colecti4a, sino que, seg=nAntstenes, la des/recia. &u im/o/ularidad /uede ser un test de su 4irtud, /arad0icamente.8a contra corriente, desdeIoso de los a/lausos y censuras de la muchedumbre. $l di4orcio

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    entre la moral del sabio y la de la gente queda ya de mani1iesto. Cuando Antstenes a1irmaque solo la 4irtud es lo im/ortante, est sobreaIadiendo que todo lo que los otrosconsideran bienes, como la belle5a, la salud, las rique5as, son cosas que el sabio a/recia enmuy /oco9 son cosas 2indi1erentes3. $sa indi1erencia del sabio es la caracterstica de loscnicos.

    $ncontramos en Antstenes e>/lcita la /ro/uesta de /resentar como e0em/lo 6ticola 1igura del 2sabio3, que encarna el ideal de la 4ida 1ilos1ica. La 1igura del so&hs,/resentada con matices un tanto di4ersos, ser una /ie5a esencial en las 6ticas de lasescuelas helensticas9 tanto estoicos como e/ic=reos nos darn su 4ersin de ese modeloideal, en cuyo tras1ondo se /er1ila una silueta socrtica. La sabidura que se busca es ms/rctica que terica 2la 4irtud se e>/resa mediante los hechos3H, y es ante todo moral 2la4irtud no necesita de muchos discursos ni de larga doctrina3H. "o son los muchosconocimientos los que de1inen al sabio, sino ante todo el tem/le de su nimo. $lconocimiento ms necesario es el de desa/render los 4icios. $l bene1icio del a/rendi5a0e1ilos1ico es la mayor ca/acidad /ara con4ersar uno consigo mismo. $se homilei heaut4iesun hermoso lema, dentro de esta 6tica /ara el indi4iduo. $sa moral de la autosu1iciencia, que Antstenes inaugura y que ser de enormetrascendencia, es la res/uesta del 1ilso1o a unos tiem/os duros, de 1eroces crisis /olticas yde cambios sociales. $l 1ilso1o se resigna a buscar en s mismo su dicha, y as se hace lailusin de ser libre en un ambiente donde la libertad est abolida y sometida a la 4iolencia yla demagogia. $s interesante obser4ar que incluso Antstenes, escritor de tantos libros ysobre tantos temas, haya insistido en que lo esencial es la 4irtud austera y la 1ortale5a delnimo. Tanto los estoicos como los e/ic=reos lo reconocern tambi6n. Los cnicos darn atodo esto un /er1il ms acerado, a tra46s de la /alabra custica de Digenes y sus gestosescandalosos. Antstenes no tema la adox)a9 /ero Digenes ir a buscarla. Antstenes noconsideraba un mal terrible a la /obre5a9 Digenes se instalar en la miseria. &i Antstenes4a algo ms all de &crates, luego Digenes dar e>/resin rotunda a los /rece/tos deAntstenes, e>agerando su desa1o a las con4enciones de la ciudad. Tras la /6rdida de los te>tos, es im/osible e4aluar la ca/acidad literaria deAntstenes. Consideramos, sin embargo, m6rito suyo el haber introducido a la /ar que la1igura e0em/lar del sabio, dos /ersona0es singulares como modelo de conducta< el /ersaCiro y el heroico 'eracles, /ara re/resentar un /rototi/o de la aret'buscada. A Ciro lededic cuatro obras, seg=n el catlogo de Digenes Laercio, y a 'eracles tres. $n la 1iguradel rey /ersa /odemos su/oner que destacara la rectitud y la austeridad del gobernanteideal, 1rente a las tentaciones del /oder absoluto y los /laceres cortesanos. +robablementetratara en estos libros /erdidos de la educacin del /rnci/e, como lo har Neno1onte en la5iro&edia, seIalando el 1eli5 resultado de una buena&aide)asobre una noble&hysis.#deali5ado, Ciro el Grande resultaba un magn1ico rey /ara aquellos /ersas que a/rendanante todo dos cosas< a dis/arar el arco certeros y a decir siem/re la 4erdad. Sue un brbaro/udiera /resentarse como e0em/lo de noble5a, austeridad y buena educacin a los griegosresulta signi1icati4o de la /ers/ecti4a /edaggica de Antstenes. +ero a=n ms lo es el que ado/tara al su/erh6roe 'eracles como arqueti/o deles1or5ado 1ilso1o. De0ando a un lado algunas caractersticas tradicionales del h6roe, comosu brutal a/etito y su desen1renada se>ualidad, ya otros /ensadores del siglo 8 haban 4istoen el magnnimo h6roe al h6roe trgico /or e>celencia, ensal5ado /or su constantees1uer5o, /eregrino asc6tico y solitario 1ilntro/o. $n la ideali5acin del h6roe habaactuado tambi6n la inter/retacin alegrica que, sin duda, tambi6n /racticaba AntstenesH.

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    $l bi5antino &uidas recoge un te>to claro al res/ecto, que remonta a 'erodoro de 'eraclea,un historiador de 1inales del siglo 4, que dice as< A 'eracles, hi0o de Alcmena, la historia lo acredita de 1ilso1o y lo re/resenta4istiendo una /iel de len lle4ando una ma5a y sosteniendo tres man5anas. Las man5anasde las 'es/6ridesH. e1iere el mito que gan las tres man5anas matando al dragn con su

    ma5a, esto es, 4enciendo al ser/enteante ra5onamiento de los malos deseos con la ma5a dela 1iloso1a, 4estida en la meditacin como en una /iel de len. K as, tras haber matado consu ma5a a la ser/iente del deseo, tom las tres man5anas, es decir, las tres 4irtudes< noen1urecerse, no amar las rique5as, no amar el /lacer. +or medio de la ma5a de la 1iloso1a yde la /iel de len de la ra5n auda5 y tem/lada 4enci el 4eneno de los malos deseos y/ractic la 1iloso1a hasta su muerte. 'e aqu un e0em/lo de esa inter/retacin alegrica que daba a los 4ie0os mitos unsentido moral a la altura de los tiem/os. Del 1or5udo 'eracles mediante esa sutilreinter/retacin surga el santo estoico, el m>imo re/resentante de la 4ida es1or5ada, encuya 4ida el&onsera el instrumento de la 4irtud9 una 4irtud, aret', que aunaba laresistencia, !arter)a, la bene4olencia hacia los hombres, euno)ay&hilanthro&)a, con laausteridad de una 4ida de 4agabundo atl6tico, armado tan solo de la /iel de len y de lama5a, como un antici/o del cnico mendicante, 4estido solo con su burdo manto y su bastnde 4ia0e. 'eracles no 1ue un h6roe guerrero, como los de la 4ie0a 6/ica, sino que seen1rentaba a sus duras tareas solitario y resuelto, 2sencillo, sin ta/u0os, ca/a5 de lasmayores em/resas, en1ocando todo su saber a la accin, des/ro4isto de /alabrera3 1rg.RBR "auc:, atribuido al6i$imniode $ur/idesH. Ka +rdico lo haba /resentado 7en su1amoso a/logo de 2'eracles en la encruci0ada37 como el /rototi/o de la 4ocacinheroica. Sui5s a 'eracles se a/licaban esos 4ersos trgicos que el cnico Digenes ado/t/ara describirse a s mismo< 2&in ciudad y sin casa, /ri4ado de /atria, mendigo errante,busco mi sustento da a da3 Digenes Laercio 8#E* W2rg+ Ades&+(*R "auc:H. Losestoicos /rosiguen la glosa de la 1igura de 'eracles ideali5ado como 2el me0or de loshombres3, (ristos andr4n. 2'6rcules no conquist nada /ara s. +as /or el mundo sina/etecer nada, sino 0u5gando las cosas que deba conquistar< enemigo del mal, cam/en delbien, /ortador de la /a5 a la tierra y al mar3. &6neca,De en+#, )E, EH. $n misma lnea de/ensamiento, $/icteto ###, (R, )E)H desarrollar a=n ms el comentario. 'eracles era el h6roe /atrn del gimnasio de Cynosarges en el que, seg=n noticias,enseIaba Antstenes. All estaba su estatua9 el musculoso cam/en de la lucha ado/taba ungesto noble y su1rido, como el atleta que sabe que tras el triun1o le aguardan nue4oscombates, y que el /remio es e1mero y el entrenamiento /enoso y cotidiano. Los cnicosinsistirn en que el entrenamiento es necesario /ara la /rctica de la 4irtud, y /ara que elobrar 4irtuoso sea un hbito. De modo que la imagen del atleta 4ena muy bien /ara la/r6dica moral, con aIadir des/u6s que la ascesis im/ortante no es la del cuer/o, sino la delalma, /orque lo que im/orta, en de1initi4a, no es la 1ortale5a 1sica, sino la anmica.$0em/lo su/remo de 4igor y 1uer5a, is$h7s, era 'eracles tanto en uno como en otro /lano. Al menos desde esa inter/retacin de la que estamos hablando. +ara G. Furray ahtendramos un estu/endo e0em/lo de esa reacuIacin de los 4alores, esa&ara$har(xis, queDigenes el Cnico se /ro/ona como meta de su 1iloso1ar. $l tradicional /atrn de losatletas se trans1ormaba en /atrn de los 1ilso1os del manto rado y el desarraigo. Tambi6nDigenes escribi un tratado sobre 'eracles, tal 4e5 en 1orma de /aratragedia,/robablemente un o/=sculo de intencin didctica.

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    &abemos que en elHera$lesde Antstenes el h6roe a/areca 0unto al centauroSuirn, mtico educador de h6roes 7como Aquiles y Nasn7, y escuchando los conse0osde +rometeo, otro 1amoso y trgico 1ilntro/o quien le aconse0aba atender a lo que est /orencima del hombre /ara as ca/tar el 4alor de lo humano< ele4ar su mirada /or encima de loterreno /ara as actuar de modo ms noble. Tanto en uno como en otro encuentro /odemos

    /ensar que los conse0os 6ticos res/ondan al ideal heroico de una moral su/erior, /orencima de la 6tica c4ica, una moral indi4idualista y uni4ersal. $l rudo y tena5 atleta, hi0ode %eus y de una mortal, el bastardo y des/osedo 'eracles se trans1orm, morali5ado, en el/atrn del cnico 4agamundo, a sugerencias de Antstenes. +or a5ar se nos han conser4ado dos bre4es te>tos de Antstenes< dos /ie5asretricas, que en su estilo recuerdan a Gorgias y en es/ecial a su Elogio de alamedesH,/ero que contienen ideas caractersticas del /recursor del cinismo. &on dos discursos/uestos en boca de Xya> y de Mlises, en el 1amoso e/isodio del 20uicio de las armas3 deAquiles, que los aqueos decidieron entregar al me0or de los h6roes. Cada uno de loscaudillos e>/one sus m6ritos y critica al otro. $l e/isodio haba sido tratado ya en la 6/ica yla tragedia /or &1ocles y $ur/idesH. Xya> era el /aladn de corte arcaico, el guerreroim/4ido 1iado en su 1uer5a y su cora0e, in1le>ible y 1irme en el ataque tras su enormeescudo. Mlises era el combatiente astuto y dis/uesto a todo /ara obtener la 4ictoria. $l/rimero haba rescatado con su 4alor el cad4er de Aquiles9 el segundo haba entrado enTroya dis1ra5ado y nocturno /ara robar el talismn /rotector y haba ideado el medio deconquistar la ciudad con el 1amoso caballo de maderaH. !rente al orgulloso y arcaico Xya>,Mlises habla como un h6roe&olytro&os2de muchos recursos3H, luchador inde/endiente ysabio, ca/a5 de arrostrar la a1renta con tal de lograr la 4ictoria. Ferecidamente, en esacontra/osicin, iba a obtener el /remio como digno heredero de Aquiles. !rente al a/recio/or la 1igura monoltica de Xya> contra el taimado Mlises, que encontramos en +ndaro ylos trgicos, el disc/ulo de Gorgias /re1iere a este, que encarna un nue4o ti/o de h6roe,su1rido y autrquico. !rente a los nostlgicos de los ideales de la 6/oca arcaica 7seIala L. Gil /. )H7,un nue4o ti/o de h6roe humano 4ena a ocu/ar el /uesto del h6roe aristocrtico. La 4irtudmoral reem/la5aba a la 1uer5a 1sica, la re1le>in al cora0e, la 1ilantro/a al egosmo, eldes/recio de la dxaa la sed insaciable de 1ama. Mlises, como el /oeta que le cantara, a loso0os del /recursor del cinismo, encarnaba la 1igura del sabio. $l Xya> de los /oetas,in0ustamente tratado /or el destino, /erda sus contornos trgicos /ara con4ertirse en el/rototi/o del hombre que /or sus de1ectos se desli5a /or la /endiente de su /ro/ia ruina. Como 'eracles, Mlises se en1rentaba a los&noide un largo /eregrinar con nimoauda5 y armado ante todo con su saber. Ciro, que /or sus m6ritos haba llegado desde un origen muy humilde al tronoim/erial de +ersia9 'eracles, es1or5ado y austero /eregrino, 1ilntro/o 4encedor demonstruos, y el muy astuto y su1rido Mlises, que con su ingenio triun1 de los mayoresa/uros, eran tres /aradigmas re/resentati4os en esa 6tica de tra5os sobrios que seIalaba elascetismo como el me0or camino a la 4irtud, ob0eti4o arduo que en s mismo conlle4aba su/remio y recom/ensa. La 6tica constitua el 4erdadero n=cleo de esa 1iloso1a, conmenos/recio de los conocimientos meramente tericos o cient1icos, esos en!y!l)amath'mata, que son un adorno accesorio y acaso su/er1luo de la /ersonalidad. Antstenes tiene un enorme a/recio /or la educacin, la&aide)a, que constituye 2lams bella corona3 /ara la 4ida y es /ara el alma lo mismo que la gimnasia es /ara elcuer/o9 la educacin es mucho me0or que la rique5a y di1erencia a los que la tienen de los

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    otros que 4i4en como sonmbulos. +ero hay que escribir los conocimientos en el alma y noen los cuadernos de notas Digenes Laercio, 8#, H, /ara que no se /ierdan. &on los bienesque sobrenadan con uno en cualquier nau1ragio. +ara esa educacin los e0em/los de esas1iguras 4irtuosas, que muestran una autosu1iciencia cercana a la delso&hso el aut6ntico1ilso1o, constituyen unas ilustraciones memorables. $sos son los que 4i4en 2seg=n la ley

    de la 4irtud3, muy /or encima del 4ulgo. La educacin est destinada a 1ormar indi4iduostan 1irmes y nobles como esos modelos, aunque no se es1uercen /ara lograr la 1ama, sino/or mantener su sabia y austera inde/endencia en las circunstancias 4ariables de la 4ida enuna comunidad desasosegada. Como &crates, Antstenes criticaba la democracia de sutiem/o, /or la irres/onsabilidad del /ueblo y la demagogia de los /olticos, en una ciudadque no saba distinguir a los buenos de los malos y donde los cargos no se elegan deacuerdo con los m6ritos reales. &in embargo, Antstenes no renunciaba a sus deberesc4icos, aunque se distanciase de la /oltica e1ecti4a. 2'ay que acercarse a ella 71rg. BQ G7 como al 1uego, no demasiado, /ara no quemarse, ni a/artarse mucho, /ara no helarse3. Como se 4e /or la larga lista de ttulos recogida /or Digenes Laercio, las obras deAntstenes eran 4ariadas y numerosas, de modo que no era in0usti1icado el cali1icati4o de2charlatn uni4ersal3 .&anto&hy8s &hl'don/que le ad0udic el satiricen Timn DigenesLaercio 8#, )*H. $n die5 secciones en griego tmoiH se nos dan sesenta y un ttulos, aunquealgunos /arecen re/etirse. Algunos de estos escritos eran tratados bre4es y cuestiones deretrica, otros tenan la 1orma de dilogos, como elAl$i)ades, laAs&asia, elHera$lesmayor, el 5iro menor, y elol)ti$o, el de6a %erdad, etc.9 algunos tenan 1orma dediscursos, y otros de sermones o 2diatribas3, del ti/o que luego ser corriente entre loscnicos y los estoicos. "o /odemos entrar aqu en un anlisis de su temtica ni en los /roblemasminuciosos de esos escritos, /erdidos /or com/leto. emitimos al libro de +at5er,Antisthenes, )@BQ, o a las e>celentes /ginas en que G. Giannantoni resume la cuestin, o.c., ###, //. ()(EQH. $s/ecialmente interesante resulta que toda4a en ese catlogo a/areceuna obra tituladaer9 &hyseos, 2&obre la naturale5a3, de la que, /or !ilodemo,conser4amos una notable sentencia< 2Dice Antstenes en su :ore la naturale#aque /orcon4encin .!at3 nnom/hay muchos dioses, /ero /or naturale5a .!at3 &hysin/hay unosolo3. tros autores Cicern, Lactancio, Clemente de Ale0andraH se hacen eco de la 1rase,y aIaden que a ese dios =nico no se /arece nada y nada /odemos saber de 6l /or medio deimgenes, seg=n Antstenes resumido /or Clemente de Ale0andraH. $l contenido deltratado, en dos libros, no era naturalista, al modo de los /resocrticos, sino que insista en lao/osicin entre&hysisy nmos, como el de al'theia1rente a dxa, atacando con ello lareligin /o/ular y o1icial, sus ritos y mitos, en la lnea ilustrada de la so1stica. Fe /arecemuy atinada la obser4acin de Giannantoni< Mn Antstenes 2telogo3, en el sentido al menos en que hablaron de 6l DPmmler yNoYl, no es ms que una in4encin. K tam/oco /arece ace/table la tesis de U. Naeger, quiencoloca las ideas de Antstenes en el /roceso de 1ormacin del conce/to de teologa naturaltal cual lo concibieron, a tra46s de 8arrn, los /adres de la #glesiaH. La re1erencia ms4erosmil de estas tomas de /osicin es la /ol6mica contra la dxay contra el nomoso. c.,###, ((B((*H. $n tal sentido Antstenes marca ya la /osicin que los cnicos ado/tarn en materiareligiosa< un 4ago tesmo natural y una descon1ian5a burlona hacia las religiones /ositi4as ycon4encionales, con sus muchos dioses, y sus ceremonias que /ara el cnico carecen desentido, como tantos otros ritos c4icos.

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    "o sabemos qu6 1undamento encontraba Antstenes a esa 1e en un dios =nico /ornaturale5a, un dios muy abstracto, ya que no se le aseme0a ninguna imagen de las 1ormadas/or los humanos. Acaso, como luego dirn los e/ic=reos, el 1undamento gnoseolgico, /aratal creencia sera el consenso uni4ersal sobre la e>istencia de algo di4ino y la 2e4idencia3,en(rgeia, de esa /resencia de dios en el mundo. Los cnicos usan tambi6n el /lural

    2dioses3, /or e0em/lo, /ara decir que los sabios son amigos de ellos. Mn uso meta1rico+recisar ms es di1cil, /or lo escaso de los te>tos al res/ecto.

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    E. D#-G$"$&, $L +$

    "o tron contra los tiranos, /ero se burl de los 1ilisteos burgueses, que se 0actabande una libertad y una educacin heredadas, y dis1rutaban los goces de una ci4ili5acinmaterial muy ele4ada, como si la hubiesen creado ellos, /orque /odan /agarla. A este ti/ode 1ilisteo era a quien constantemente /inchaba Digenes, /atenti5ndole su mala ndole,mostrndole escla4i5ado /or las e>terioridades de la ci4ili5acin, que no hacan ms queale0arle de la naturale5a, y /oniendo de mani1iesto la 4aciedad, la 1alta de ingenio, laarti1iciosidad de toda esa cultura.

    $. &C'UAT%

    Lo que Digenes Laercio nos cuenta sobre la 4ida de Digenes el Cnico en losca/tulos centrales de su libro 8# es un abigarrado centn de an6cdotas de muy dudosa

    autenticidad. Como seIala D. . Dudley, esas historietas y chistes 2/ertenecen ms a unaantologa del humor griego, que a una discusin de 1iloso1a3 o. c., /gina (@H Z)[. Digenesde &ino/e circa RQQE(E a. C.H 1ue ya en 4ida una 1igura e>tra4agante y /ro4ocadora consus escandalosos gestos y sus mordaces r6/licas, /ero luego se con4irti en el 1ilso1ocnico /or e>celencia, atrayendo sobre su /ersona toda una serie de dichos y an6cdotas demuy 4ariada /rocedencia. 8ino a ser una 1igura literaria arquet/ica< un morda5 comentadorde todo, un auda5 denunciador de todas las con4enciones, un ingenio burln sin el menorre/aro en sus im/ro/erios. +ara esa 4ersin /o/ular y t/ica de Digenes, 6l es ante todo un 1ilso1o /rctico,que en sus actos e0em/li1ica la teora de la escuela, lle4ando al /aro>ismo las m>imas queAntstenes ya haba /roclamado en sus escritos, /ero sin reali5arlas del todo. $n Digenes

    estas cobran un /er1il ta0ante9 a la indi1erencia 1rente a lo que no a1ecta a la 4irtudcorres/onde la adia&hor)acnica, de la que se sigue la ana)deiay la&arres)ao libertad de/alabra. !rente a la irona socrtica el cnico encuentra en esa&arres)aun m6todo sencillo/ara denunciar los 1alsos dolos, y /ro/one una nue4a 4aloracin, sub4irtiendo las normastradicionales. $s el lema que, de acuerdo con el conse0o dado /or el orculo de Del1os,cum/le el 1ilso1o

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    griegas se debatan en sus guerras ci4iles, el cnico se instalaba como es/ectador dis/licenteante las tremendas crisis /olticas, solitario 0oyeuren medio del gora ateniense. Tambi6n6l escribi, seg=n /arece, unaoliteia, /ero en una /auta /ardica y ut/ica, en clarao/osicin a lo que haca su contem/orneo Aristteles, un meteco conser4ador. +ara un hombre de esa 6/oca, el destierro era una terrible condena, solo in1erior a la

    muerte, /uesto que signi1icaba el desarraigo de su ciudad y el quebranto de sus la5os1amiliares. &olo una bestia o un dios /uede 4i4ir al margen de la comunidad c4ica, diceAristteles. Digenes sacar /artido a ese 4i4ir sin lastre c4ico. Considera que el hombrees autosu1iciente /ara la 4irtud, si es sabio, en el sentido /rctico de la sabidura. +oco esnecesario /ara 4i4ir, al menos /ara el que est desligado de muchas ocu/aciones y deberescon4encionales, como el e>iliado y /obre que no busca honores ni bienes de 1ortuna.+robablemente encontr en las enseIan5as del socrtico Antstenes un acicate a su /ro/iotalante austeroZ([. $l bullicio urbano es /ara el cnico un curioso es/ectculo, un tantogrotesco y sin sentido. $n 6l se acomoda como es/ectador marginado y bu1n ocasional. Des/ro4isto de /atria, sin 1amilia, Digenes ni siquiera tena casa /ara dormir ba0otechado y no mostraba ninguna /reocu/acin /or su 1utura tumba. La 1amosa tina0a que leser4a de cubculo 7es decir, el 2tonel de Digenes37 4ino a ser un smbolo de sue>trema 1rugalidad. Mna an6cdota cuenta que quebr su escudilla cuando obser4 a unmuchacho beber en el hueco 1ormado con sus manos y a otro que usaba como cuenco lacostra cnca4a de un /an. &u a0uar era mnimo, de acuerdo con su /obre5a y, sobre todo,con su a1n asc6tico de ser4irse de lo indis/ensable. $l ratn gil y omn4oro, acomodado atodo, le sir4i de modelo, seg=n el mismo Digenes re1era. A quien le /regunt qui6n leenterrara, no teniendo 1amiliares ni sier4os recordemos que el recibir honores 1=nebres eraalgo muy im/ortante /ara un antiguo, y que los 1amiliares /r>imos 4elaban /or estedeberH, le res/ondi< 2Suien quiera quedarse con mi morada3. Tambi6n di0o que le gustaraser4ir de alimento a los /erros y los /0aros una 4e5 muerto. $so es, /recisamente, uno delos moti4os de horror en la guerra, seg=n la tradicin, como se seIala ya en el comien5o dela*l)adaH. As, hasta el cad4er de un cnico /uede resultar =til a la naturale5a. Tam/ocotiene recelo de la ultratumba. Las 4arias an6cdotas que /onen a Digenes 1rente a un rey o un tirano 7!ili/o,+erdicas, Ant/atro, o Ale0andro7 e>/resan bien, mediante la contra/osicin y la r6/licacoloquial, la inde/endencia y la libertad del 1ilso1o. &in duda, la ms 1amosa de ellas es ladel encuentro de Ale0andro y Digenes en Corinto. A la /regunta del 0o4en Ale0androimo indi4idualismo, ambos /orencima de las con4enciones de la gente y de la 6/oca. La an6cdota es 0ustamente archiconocida, y desde antiguo circul en muchas4ariantes, que testimonian el n=cleo com=n< el to&osdel encuentro entre el rey y el sabio.$l&hilso&hos/one en e4idencia la in1erioridad del tirano /or su insaciabilidad y susumisin a la dxa9 el sabio est /or encima de esa ambicin de rique5as, honores, /oder y/asiones que determinan la conducta del monarca9 todo eso es, /ara el cnico, 4anidad,ty&hos. &eg=n las 4ersiones de la an6cdota, /ercibimos que hubo dos tradiciones, la unahostil y la otra ms 1a4orable a la 1igura de Ale0andro. $sta destaca, de /aso, lamagnanimidad del 0o4en monarca, que elogia y admira a Digenes. Como los dems encuentros de Digenes con otros reyes, tambi6n esta carece de

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    base histrica. Aunque /udo tener lugar un encuentro de Digenes y Ale0andro, cuando estea=n no haba /artido /ara sus conquistas en Asia y no era /or tanto el conquistadora1amado que la an6cdota /resu/one /ara su mayor sentidoH, el coloquio es in4erosmilhistricamente. Lo que, ob4iamente, no le hace /erder su 4alor simblico. &obre detalles ycrticas remito al e>celente y eruditsimo ca/tulo de G. Giannantoni en su ya citado

    :o$rati$orum reliquiae, ###, //. E@BRQRH. $n otros relatos encontramos un encuentro seme0ante entre Ale0andro y otros sabiosde as/ecto /r>imo a los cnicos< los gimnoso1istas hind=es, o su re/resentante, Clamo oDndamis. Tambi6n ah los 1ilso1os nada quieren del gran rey, sino que los de0e en /a5.Como en el e/isodio 1icticio de la 4enta de Digenes como escla4o 7del que hablaremosluego7, lo que el encuentro destaca es que solo el sabio es gobernante de s mismo, contotal autarca y serenidad. 2La 1ascinacin de la an6cdota reside en que indica la emanci/acin del 1ilso1o del/oltico. Aqu no es el sabio, como el intelectual moderno, un cm/lice del /oderoso, sinoque le 4uel4e la es/alda al /rinci/io del /oder, la ambicin y la autoridad3, como a/unta&loterdi0:. Ka en la 6/oca antigua +latn y Aristteles haban 1igurado, sin gran 6>ito, comoconse0eros de /rnci/es, /or bre4e /la5o9 los cnicos como esta an6cdota acent=a, noalbergan tales inquietudes. +ronto en las r6/licas y agudo en las /arodias, Digenes debi de ser un autoringenioso. $scribi algunos libros, que sos/echamos bre4es, e incluso alguna tragedia, tal4e5 en cla4e de /arodia. +ero /ocos recuerdan al Digenes escritor, y todos al actor de su/ro/ia 1arsa tragicmica. Al admitir, como hace hoy la totalidad de los estudiosos, queescribi algunos te>tos aunque no e>actamente los trece dilogos, las e/stolas, y las sietetragedias que le atribuye Digenes LaercioH, hemos de /ensar que las condiciones de 4idade Digenes no 1ueron las de e>trema /enuria que le 1i0a la leyenda. Ka algunos eruditosantiguos, como &oscrates de odas y &tiro, seg=n a1irma Digenes Laercio, y alg=nmoderno !. &ayreH han dudado de que 1uera suyo cualquiera de los escritos quetradicionalmente corran ba0o su nombre. +ero no hay 1undamento /ara un recha5o global. Lo cierto es que hay 2una leyenda de Digenes3 como la hay de &crates9 si bienms 1abulosa la del cnico, que no tu4o quien lo recordara con el a1n /reciso con el que+latn y Neno1onte e4ocaron a su maestro. La biogra1a de Digenes que nos o1receDigenes Laercio unos quinientos aIos des/u6s de su muerteH recoge un montn de dichosy an6cdotas, $hre)aiy a/otegmas ingeniosos, donde lo en tro0atoconstituye el moti4oes/ecial. &e los han colgado a un Digenes que es un ti/o literario y no un /ersona0ehistrico. Los cnicos histricamente seguros /ara nosotros 7como seIala G. Giannantoni/. RRRH7 son los de la tercera generacin, des/u6s de Antstenes y Digenes9 es decir,Crates, Fnimo, etc., en los que la acti4idad literaria est en /rimer /lano. Digenes es ti/ocasi mtico, e0em/lar y t/ico. Como un imn ha atrado sobre su 1igura una serie dedichos, algunos de una tradicin 1a4orable al cinismo, otros no tanto, de muy 4ariadoorigen, y de transmisin /o/ular. Las colecciones de $hre)aicomen5aron con un escrito deFetrocles, o acaso con la obra de Teo1rasto, 5om&endio de di$hos de Digenes, y con otroste>tos de Tecrito de Suos y de Demetrio de !alero. +ero esos centones suelen engrosarcomo bolas de nie4e rodando de uno a otro co/ista, acumulando y /er1ilando chismes ychistes. "o es casual, sin embargo, que la doctrina y la crtica del cnico se e>/rese a tra46sde an6cdotas y dichos memorables, del g6nero que los griegos denominaron $hre)ai,2m>imas3 o 2sentencias3 chistosas casi siem/re9 ons mots, agude5as y chan5as, que

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    de0an un im/acto en la memoria del oyente. Digenes es un humorista y a/ro4echa elrecurso didctico a ese g6nero que re=ne 4arias 4enta0as< es /o/ular y gr1ico, /orque unbuen gesto o una a1ortunada imagen 4ale /or muchas /alabras9 4a bien con el carcterbraquilgico y morda5 de esos /redicadores de urgencia, que des/recian los largos 1rragosde la retrica y /re1ieren un buen e0em/lo a un buen discurso9 ataca el es&rit du s'rieuxque

    es burgu6s y res/etuoso con lo t/ico9 y combate el intelectualismo de la 1iloso1aestablecida y ele4ada 7como la /latnica7 como asaetendola con tctica de guerrillero.$l ordinario Digenes usa su 4ulgaridad, /ero tambi6n su concentrada irona, tanto contrael buen tono social como contra la 1iloso1a idealista, en4uelta en un halo de res/etabilidad.$sta 21rescura3 del cnico es un arma ideolgica, y re1le0a su conce/cin del mundo, que no4e trgico, sino absurdo. 2"o hay en los cnicos la menor huella de la melancola queen4uel4e a los dems e>istencialismos. &u arma no es tanto el anlisis como lascarca0adas3, como anota +. &loterdi0: EQ(EQ(H. 2Antiteor6tico, antidogmtico,antiescolstico3, Digenes se e>/resa a tra46s de sus gestos, 2contestando3 y /arodiandocreencias e ideas cuya res/etabilidad le /arece chistosa. Descubre lo ridculo en elcom/ortamiento de uno y otros9 y /incha con su comentario irnico la hincha5n de estos yaquellos. $s /or eso grande el riesgo de menos/reciar el /eso 1ilos1ico del cinismo, /orquese nos ha transmitido anecdticamente, como seIala &loterdi0:, y, como bien dice, lohicieron ya 'egel y &cho/enhauer. 'asta tal /unto el es&rit du s'rieuxest in1iltrado en las4enas de los historiadores y eruditos, que resulta di1cil encontrar quien 0usti/recie lasagacidad del buen Digenes Laercio cuando nos conser4 amenamente ese estu/endoacer4o de 1rases y gestos que son una antologa del humor 1ilos1ico. $s di1cil traducir /or un t6rmino e>acto el griego $hre)ai, que resulta ms 4ago queotros similares, comognmelat.sententiaH, a&&htegmalat. di$tumH o a&omnemneumalat. $onmemoratioH. Los retricos helensticos como Ten, A1tonio y 'ermgenesH seocu/aron de este g6nero 7el de las $hre)ai7, que tiene su origen en las escuelas socrticasy que alcan5 su m>imo desarrollo gracias a los cnicos el /rimer coleccionista de $hre)ai/arece haber sido el cnico Fetrocles 7seg=n Digenes Laercio, 8#, EE7, aunque talesan6cdotas circularon desde antiguo re1eridas a los &iete &abios o a ti/os chistosos como el1abulista $so/oH. Ka Suintiliano 7al tratar de la $hre)aien #, @, R7 seIala los 4ariosmodos de introducirla, que son los que encontramos en Digenes Laercio< )< 26l decaque3, (< 2/reguntado /or, contest3, E< 24iendo a, coment3, R< 2siendore/rochado /or, re/lic3. Tales dichos /ueden ser introducidos en una biogra1a/orque caracteri5an al /ersona0e. +lutarco usa tambi6n el /rocedimiento, que estaba enboga y era bien a/reciado /or un /=blico acostumbrado a esa literatura a la 4e5 /o/ular yerudita. Tambi6n era un buen recurso oratorio, /ara di4ertir al auditorio. $n las diatribas de los cnicos, las an6cdotas y dichos tienen 1undamentalmente unmensa0e 1ilos1ico, dan un com/endio de saber en /ldoras y encubren su incitacin moralcon la in4itacin a la risa. &u bre4edad las hace recomendables /ara el recurso 1cil. &u/lasticidad las con4ierte en e0em/los muy a /ro/sito /ara a/licar en situaciones 4arias. $lriesgo de que el n=cleo 6tico se disuel4a en la mera di4ersin no /uede e4itarse, y sin dudalas colecciones se han aumentado con muchos chismes /o/ulares ms graciosos queinstructi4os. $l gusto de la 6/oca helenstica, y luego de la &egunda &o1stica, /or loretrico y /o/ular ha 1acilitado, sin duda, la circulacin de este g6nero literario. Alg=n te>to/a/irceo atestigua la am/lia di1usin de esos dichos de Digenes, en serie abierta, de usoqui5s retrico o escolar. +or otra /arte, esa literatura con1irma que tambi6n el buen humor

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    y la caricatura dieron al cinismo inicial su as/ecto ms saludable, /ara e>/resin de lacrtica. "o en 4ano algunas de esas an6cdotas son lo ms memorable de Digenes9 /orencima de te>tos y siglos grises a=n suenan las /alabras del 4ie0o cnico, y sus risas. $s/ecial atencin, sin embargo, merecen los /argra1os BQ a BE de DigenesLaercio, como resumen do>ogr1ico escueto y de buena suerte.

    $n esos a/untes acerca de sus o/iniones 4emos que Digenes comien5arecomendando el entrenamiento, tanto 1sico como es/iritual, /ara adquirir los hbitos deuna 4ida a/untalada en la 4irtud. La as$esistanto del cuer/o como del alma es necesaria/ara 1ormar al atleta cabal, /recursor del cnico, a4e5ado a en1rentarse a los continuosembates de la 1ortuna sin rechistar, y con el talante im/4ido. +ara llegar a esaim/asibilidad que es lema de la secta se requiere un endurecimiento /re4io tanto 1sicocomo sentimental. La gimnasia del cuer/o debe doblarse con una gimnasia del es/ritu,/ara desembocar en la conquista de la 4irtud, una conquista que no es solo actual, sino quedebe mantenerse mediante los hbitos. Ka Aristteles en sus>ti$asinsiste en la im/ortanciade los hbitos, y en ese /unto los 1ilso1os helensticos estaban todos de acuerdo. Lasabidura /rctica requiere una /rctica constante de la 4irtud, y el sabio es un e>/erto,como el buen 1lautista o el atleta, gracias a su entrenamiento. $n la com/aracin con elt6cnico en un o1icio late un eco socrtico. Mna 4e5 entrenado, el sabio des/recia el /lacer y no cae en las tentaciones deldeleite9 y de esa 4ictoria sobre el /lacer saca un /lacer /eculiar, un goce de la libertad sintrabas. La inde/endencia del sabio se constituye sobre su obediencia solo a lo natural, conmenos/recio de las con4enciones legales. $l cnico tiene 2el mismo g6nero de 4ida que'eracles, y no ante/one nada a su libertad3. Donde tradu5co 2g6nero de 4ida3 el te>togriego em/lea el t6rmino $har($ter, que e4oca la imagen del troquel de la moneda, laim/ronta de la acuIacin, y la&ara$har(xis/romo4ida /or Digenes, de acuerdo con elconse0o del orculo dei1ico. $s la libertad del indi4iduo que no reconoce otras normas quelas de la naturale5a uni4ersal. Digenes deca 2que solo hay un gobierno 0usto< el deluni4erso3 .1nen orth8n &olite)an einai ten en !osm4i/. $l egosmo del sabio se com/ensacon una bene4olencia uni4ersal y csmica. $l cosmo/olitismo de Digenes tiene, a /rimera 4ista, un as/ecto negati4o< elrecha5o de la ciudadana en cualquier /olis concreta9 es una nota del desarraigo que ele>iliado intenta remediar con su em/adronamiento en lo uni4ersal. +ero tiene tambi6n unas/ecto /ositi4o, y es /ara los cnicos un gran m6rito el haber /roclamado, antes que losestoicos, y antes de que las conquistas de Ale0andro dieran a esa /roclama 4alores msdeterminados, ese humanitarismo que da a todos los humanos una misma /atria, como unamisma es la naturale5a de los hombres. Mna 4e5 ms tenemos la recurrencia a la &hysiscomo lo 1undamental en la 4ida. Digenes, que haba encontrado sus moti4os de dicha en eldestierro 7le0os de la semibrbara &ino/e, en Atenas, haba hallado a Antstenes y la&aide)aque le o1reca la 4erdadera libertad7, saba que la 4erdadera libertad est en eseuni4ersalismo, que las leyes y los /re0uicios nacionales le niegan al indi4iduo. !rente a las1ronteras nacionales el cnico 4agabundo encuentra que 2solo hay una aut6ntica&olite)a, ladel uni4erso habitado3. Los estoicos aIadirn que todos los hombres son hermanos, hi0osde un =nico dios y /artici/antes de un mismo lgos, la ra5n uni4ersal. Los cnicos toda4ano desarrollan esa teora del ecumenismo, /ero la intuyen y la mani1iestan con escuetoslemas y gestos. +ronto los re4eses /olticos harn del destierro una suerte com=n a muchos9 /rontola libertad c4ica ser /ara muchas ciudades mero recuerdo y 4ana retrica. $ntonces la

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    /roclama del cosmo/olitismo resuena como un consuelo y una in4itacin a la 1raternidad.Los muros de la /olis encerraban al indi4iduo en un mbito 1amiliar. Ka Aristteles habaseIalado que la /olis se com/one de 1amilias. La ut/ica&olite)ade los cnicos niegatambi6n la 1amilia y la /ro/iedad, de manera que ah encuentra su m>ima e>/resin ela1n uni4ersalista. $n un /lano realista, el cnico no busca otra 1orma de ci4ili5acin, ya

    que lo ci4ili5ado, lo aste?on, est unido a la 4ida en una comunidad ciudadana, lo que niegaes que las trabas de la ciudad tengan un 4alor decisi4o9 lo decisi4o es la libertad indi4idual,lo ms uni4ersalmente humano enra5a a los hombres no en la /olis concreta donde nacen,sino en el cosmos. Tal 4e5 esa sentencia se e>/licara en suolite)a, que no de0a de e4ocarnos la obra/latnica de id6ntico ttulo. LaRe&@li$ade Digenes com/arte con la de sucontem/orneo +latn que era unos 4eintitantos aIos mayor y que, /or lo que sugieren lasan6cdotas, se lle4aba tan mal con 6l como con AntstenesH algunos rasgos ut/icosos de cara a la educacin, lacomunidad de las mu0eres y de los hi0os. $n esto iba ms alia del modelo /latnico, /uescomo en lo del comunismo, +latn solo lo /ro/ona /ara la clase dirigente, la de los1ilso1osH. Como Digenes admita tan solo la ley natural, llegaba a admitir como naturalesel incesto y la antro/o1agia, /uesto que /arecan estar atestiguados como costumbres dealgunos /ueblos. $saolite)a, que in1luy a su 4e5 en la obra del mismo ttulo com/uesta/or el estoico %enn, e>/resara sin duda el cosmo/olitismo cnico. Las sub4ersi4as /roclamas de los cnicos son demasiado generales /ara tenere1ectos reales o re4olucionarios en su conte>to histrico, como F. #. !inley y algunos otroshan seIalado, ya que /resentaban un /rograma tan demoledor de todo que no in4itaba a laaccin. De hecho los cnicos no incitaban a la accin re4olucionaria, sino que ladesaconse0aban, al 4er el mundo en /anorama tan grotesco y bestial. Lo 2ci4ili5ado3,aste?on, es un /roducto de la /olis, como tambi6n lo es la ley, nmos9 /ero tanto lo unocomo la otra se construyen sobre unos com/romisos que el cnico egosta no est dis/uestoa suscribir9 ante todo /re1iere la libertad. Con que no critica tanto la escla4itud real 7enuna sociedad escla4ista como la griega esa crtica haba sido ensayada /or algunos so1istas7, sino que ataca la escla4itud es/iritual, en cuanto sometimiento a 4alores 1alsos,alienacin de los ms, en su masi4o acatamiento de las o/iniones irracionales y su sumisina las seducciones de los /laceres. Tambi6n Digenes /ro/one una&aide)a, asc6tica sin duda, con 1inalidad moral. Deella e>clua ciertos saberes cient1icos, como la geometra, la astronoma, la m=sica y otrasenseIan5as, al considerarlas innecesarias e in=tiles. Tambi6n es en esto anti/latnico9recordemos que /ara entrar en la Academia e>iga +latn conocimientos de geometraH. La 1rase de Digenes que deca que actuaba como el maestro de coro que da lasnotas en un tono ms alto /ara que los dems entonen a la altura adecuada merece seraut6ntica. Digenes e>agera9 busca siem/re esa nota chillona, /ara atraer la atencin. +arallamar la atencin, como lo re4elan las an6cdotas, no 4acila en 2dar la nota3 y hacer el/ayaso. +ro4ocador calle0ero, Digenes es agresi4o con unos y singularmente atracti4o /araotros. Digenes Laercio recoge la noticia de que entre sus oyentes tu4o a 4arios /olticos dela 6/oca. $sa 1aceta de bu1n est 4inculada a su /ersonalidad y queda bien re1le0ada en la1rase atribuida a +latn, que lo de1ini como 2un &crates enloquecido3. +ero, de otro lado,est en relacin con su /edagoga, que trata de sacudir a los dems, en hacerles 4er que loque tienen /or normas intangibles /uede 1cilmente ser conculcado9 que hay que atre4erse aquebrar los tab=es, que el ridculo y la im/o/ularidad son sanciones que no son tan terribles

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    como amena5an. Suien /iensa que el mayor bien es la sinceridad, el decirlo todo, la&arres)a, necesita obrar con la desen4oltura de Digenes y so/ortar el a/odo de 2el +erro3. Como un /erro, 2reali5aba en /=blico tanto los actos de Dem6ter las necesidadescor/reas ms /erentoriasH como los de A1rodita3 es decir, los actos se>uales 4ariosH.Desconoca el amor y otras /asiones. &e arre0untaba con las mu0eres que /oda, como ya

    Antstenes recomendaba, y careca de a1ectos 1amiliares. &in duda era un /aci1ista, aunque,como buen obser4ador de la naturale5a, no debi de hacerse muchas ilusiones sobre lamarcha del /rogreso social, si es que tal idea se le ocurri< Cuando obser4aba la e>istencia de /ilotos, m6dicos y 1ilso1os, /ensaba que elhombre es el ms inteligente de los animales9 /ero cuando re/araba en la /resencia deint6r/retes de sueIos, adi4inos y sus clientes, o 4ea a los grandes /ersona0es engredos /orla 1ama o /or la rique5a, /ensaba que nada hay ms 4ano que el hombre. "o con1iaba en la utilidad de las ciencias /ara el /rogreso moral. &u 1iloso1a estabatoda en1ocada a la 6tica, y toda su 6tica era indi4idualista y libertaria. 'ay dos an6cdotas de Digenes que me /arecen muy re4eladoras de sudistanciamiento 1rente a la comunidad c4ica. Mna cuenta que 2sola entrar en el teatroto/ndose con los que salan. Cuando le /reguntaron que /or qu6 lo haca, contest< es lomismo que trato de hacer a lo largo de toda mi 4ida3 Digenes Laercio, 8#, RH. Con esegesto Digenes e>/resa su desinter6s /or el drama re/resentado, que 6l no ha ido a 4er, y,en contraste, su a1n /or de0arse 4er a la salida, entor/eciendo el /aso de los asistentes. 8asiem/re a contracorriente, entre coda5os y em/ellones, a contra/elo de lo normati4o. "o leinteresa el teatro 7que era uno de los centros de la educacin ciudadana en Atenas7 ni laleccin trgica ni la e4ocacin mtica, /ero quiere entrar en el teatro cuando el escenario yaest6 4aco. 2$so es lo que hago a lo largo de mi 4ida3, deca, ad4irtiendo el simbolismo desu actuacin. Las tragedias que se le atribuyeron estaran escritas como /arodia y caricaturade los con1lictos trgicos. $n ese mismo es/ritu, el cnico 4e la tragedia desde un ngulodistorsionado, ba0o una /tica a0ena al es/ritu heroico y c4ico que animaba el gran arteateniense. Tal 4e5 esas /arodias tu4ieran algo inno4ador, /or su mismo aire grotesco yes/er/6ntico. $l incesto y el /arricidio no eran, /ara el cnico, terribles /ecados, tan soloerrores de a/reciacin, que la naturale5a /oda e>cusar. Con esa mentalidad, lo trgico 7enEdi&o, o en -iestes, /or e0em/lo7 quedaba disuelto. Digenes, si escribi tales tragedias,no las hi5o desde luego /ara la escena dionisaca ni las re/resent al /ie de la Acr/olis. La otra an6cdota que cuenta es la siguiente< Al anunciar !ili/o que iba a atacar Corinto, y al estar todos dedicados a los traba0osy corriendo de un lado a otro, 6l em/u0aba haci6ndola rodar la tina0a en que 4i4a. Comouno le /reguntara< 2+or qu6 lo haces, Digenes3, di0o< 2+orque, estando todos tana/urados, sera absurdo que yo no hiciera nada. As que echo a rodar mi tina0a, no teniendootra cosa en que ocu/arme3. Luciano, 5+ e+ Hist+, E W Digenes Laercio, 8#, @H. 2Tambi6n yo em/u0o mi tina0a /ara no /arecer ocioso entre tantos traba0adores3,dice el cnico en el te>to de Luciano. +ero el cnico no hace nada /or el bien com=n, tansolo /arodia la agitacin a0ena, en un gesto burln. De los escritos de Digenes nos habra gustado conser4ar esa suolite)a, que estabaen la lnea de la de Antstenes y sir4i de modelo a la de %enn el estoico. Describa elr6gimen de gobierno ideal de acuerdo con la ideologa del cnico. +or su com/onenteut/ico estos escritos resultan una /arodia o caricatura de la gran obra /oltica de +latn, y,como esaRe&@li$a, no as/iraban a reali5arse en la tierra, sino a inscribirse como modelosen el cielo o en el alma de los 1ilso1os. La de Digenes debi de lle4ar al colmo los

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    /rece/tos a4an5ados /or Antstenes, con /leno des/recio de las leyes habituales en lasciudades griegas, buscando una ciudad gobernada tan solo de acuerdo con las leyes2naturales3. $s el e/ic=reo !ilodemo quien nos da algunas noticias /untuales sobre la obraatribuida a Digenes en un 1ragmento /a/irceo, deA$er$a de los estoi$os, /a/iro n=meroEE@, coll. J#J W 1rg. )( GH. !ilodemo se hace eco ya de la /ol6mica en torno a la

    atribucin de la obra, muy discutida desde antiguo y singularmente escandalosa. $n ella no solo se declaraba que las mu0eres y los hi0os seran comunes, sino que seadmita el incesto en todas sus 4ariantes< los hi0os tendran relaciones se>uales son susmadres y hermanas, y los casados se liarn con las criadas, de0ando libres a sus mu0eres/ara otros enredos amorosos, sin ninguna 4iolencia. $l amor ser libre sin restricciones. Alconsumismo de bienes se aIade una 1rugalidad notable en el 4estir, a la moda cnica. Todos4estirn lo mismo y /racticarn los e0ercicios gimnsticos, desnudndose tanto hombrescomo mu0eres. &e /racticar el canibalismo y 7no sabemos en qu6 condiciones7 el/arricidio. Tal 4e5 en casos de eutanasia /ara los 4ie0osH. "o se admitir una ciudad =nicacomo /atria ni una ley que no sea uni4ersal. &in duda, aunque no se atestigPee>/lcitamente, quedar abolida la guerra y los guerreros y acaso los sacerdotes tambi6nH.+or un a/unte de Ateneo, sabemos que la =nica moneda que ah se utili5ara son las tabas9los astrgalos, que ser4an /ara el 1amoso 0uego de niIos, asumen ese /a/el l=dico en unmundo donde la economa no ser, ciertamente, monetaria. La conquista de la libertad es el ob0eti4o de esta sabidura /rctica. Sue la4erdadera sabidura da el /oder gobernarse a s mismo, inde/endi5ndose de la alienacinde la dxay el nmos, /ara ser4irse de la 1ranque5a de /alabra, la&arres)a, y de lades/reocu/acin res/ecto de los 4alores con4encionales, la adia&hor)a, es la a1irmacin1undamental de Digenes, que en la teora es tambi6n un categrico secua5 de Antstenes.La idea de que 4i4ir de acuerdo con la naturale5a, !at3 &hysin, conduce a 4i4ir seg=n la4irtud, !at3 aret'n, y que eso es el =nico ata0o a la 1elicidad, /ro4iene de Antstenes.Digenes es, sin embargo, un disc/ulo a4enta0ado y ms auda5 en sus e>/resiones comoheraldo e4ang6lico. &eg=n un testimonio recogido /or $/icteto Dis+###, (R, B@ W 1rg. 8 ; (( GH,deca Digenes que 2Desde que me libert Antstenes, 0ams 1ui escla4o3. K comenta$/icteto< Cmo le liber $scucha lo que dice< Fe enseI las cosas que son mas y las queno son mas. Lo /osedo no es mo< /arientes, 1amiliares, amigos, 1ama, lugares habituales,modo de 4ida, todo eso no son sino cosas a0enas. Su6 es entonces tuyo $l uso de lasre/resentaciones imaginati4as. $se me mostr que lo /oseo como algo ine4itable ein4iolable. "adie /uede im/edirme, nadie /uede 1or5arme a usar mi imaginacin sino comoquiero. Ciertamente esa idea liberadora /uede remontar a Antstenes y qui5, a tra46s de 6l,a &cratesH. $n el hermoso discurso sobre la rique5a que /ronuncia en el "anquetedeNeno1onte #8, ERRR W 1rg. 8 A *R G.H, comien5a Antstenes diciendo< 2"o /ienso que loshombres, amigos, tengan la rique5a o la /obre5a en sus casas, sino en sus almas3. Kcontin=a haciendo notar que son los hombres con su actitud mental los que se escla4i5an ose liberan, 4i4en /ara la dicha y la 4irtud, o /ara la tirana y la ruindad. $l tema enla5a conel del des/recio de los bienes de 1ortuna, y la /ol6mica contra el a1n de dinero y deganancias materiales la&hilargyr)ay la ais$hro!'rdeiaH, que