Lecturas Sobre El Futbol

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Entrenar para gestionar el instante El juego es lo inmediato, ocurre aquí y ahora.... Foto: todayonline.com El juego es lo inmediato, ocurre aquí y ahora, se soluciona el momento con vista a condicionar un futuro en parte incierto e imprevisible, pero del que deseamos que surja un evento táctico "conocido" para poder lograr una adaptación mejor a ese "futuro" (un instante más). El mecanismo no es una explicación válida para lo que el juego envuelve, no es mecánico como un televisor que con un botón prendo y apago, es más complejo por tratarse de 22 personas que se interrelacionan bajo ciertas reglas de juego y en relación de colaboración y oposición mútua (ver lógica interna de juego). Mecanizar es gestionar el pasado, el presente y el futuro, significa que "si hago esto, sucede aquello", y el fútbol está bastante alejado de esa concepción, sobre todo por la cuota de imprevisibilidad y variabilidad que siempre está impresa en cada situación contextual del juego. "Mecanismo no mecánico"... eso es. El fútbol es un fenómeno no lineal. Desde un entendimiento sistémico del juego, puedo afirmar que eso sucede porque los jugadores no pueden manejar toda la información que las situaciones contextuales van ofreciendo, y que los equipos (entendidos como sistemas abiertos) van intercambiando con el medio en el que se desenvuelven, en esa constante interacción e interrelación con éste. El hecho de no manejar toda la información, obliga a, crearle certezas a mi compañero para que pueda hacer algo eficaz, al mismo tiempo que busco generar incertezas en el rival (problema de la información), y eso se logra potenciando un modelo de juego bien demarcado y adaptable.

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Entrenar para gestionar el instante

El juego es lo inmediato, ocurre aquí y ahora....

Foto: todayonline.com

El juego es lo inmediato, ocurre aquí y ahora, se soluciona el momento con vista a condicionar un futuro en parte incierto e imprevisible, pero del que deseamos que surja un evento táctico "conocido" para poder lograr una adaptación mejor a ese "futuro" (un instante más). 

El mecanismo no es una explicación válida para lo que el juego envuelve, no es mecánico como un televisor que con un botón prendo y apago, es más complejo por tratarse de 22 personas que se interrelacionan bajo ciertas reglas de juego y en relación de colaboración y oposición mútua (ver lógica interna de juego). Mecanizar es gestionar el pasado, el presente y el futuro, significa que "si hago esto, sucede aquello", y el fútbol está bastante alejado de esa concepción, sobre todo por la cuota de imprevisibilidad y variabilidad que siempre está impresa en cada situación contextual del juego. 

"Mecanismo no mecánico"... eso es. El fútbol es un fenómeno no lineal. Desde un entendimiento sistémico del juego, puedo afirmar que eso sucede porque los jugadores no pueden manejar toda la información que las situaciones contextuales van ofreciendo, y que los equipos (entendidos como sistemas abiertos) van intercambiando con el medio en el que se desenvuelven, en esa constante interacción e interrelación con éste. El hecho de no manejar toda la información, obliga a, crearle certezas a mi compañero para que pueda hacer algo eficaz, al mismo tiempo que busco generar incertezas en el rival (problema de la información), y eso se logra potenciando un modelo de juego bien demarcado y adaptable. 

Entonces... hay que entrenar para desenvolverse ahí. Hay que entrenar de forma "no lineal", con "ejercicios no lineales"; éstos deben intentar replicar situaciones contextuales con el fin de lograr una transferencia positiva a la competencia, que se materializará en una mejor adaptación al desenvolvimiento del juego. Por lo tanto, este tipo de "ejercicio no lineal" hará que los jugadores no puedan manejarlo todo, fomentando así el hecho de "saber sobre un saber hacer"; eso obliga a conceptualizar ejercicios que, con mayor o menor complejidad (mantendiendo siempre la especificidad) introduzcan al jugador a los principios del modelo de juego en relación a la realidad de lo que el juego en sí es. 

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¿Qué busca un modelo de juego? arraigar unos principios comportamentales en los jugadores... ¡generar hábitos! y es justamente el hábito quien gestiona el instante (en el fútbol como en la vida). Estos hábitos tienen una intencionalidad determinada, que busca generar unas sinergias determinadas, e intercambiar una cierta información con el medio en el que se desarrolla. La Periodización Táctica intenta generar esos hábitos asumiendo el "Principio de las propensiones" (en relación al de la Alternancia Horizontal en especificidad y al de la Progresión Compleja) como fundamento para ello: este principio metodológico se basa en la conceptualización de ejercicios que logren generar una aparición sistemática de determinado comportamiento, que tenga relación siempre con el todo que se desea; pero esto no quiere decir que haya que repetir un comportamiento sin más... hay que buscar que determinado contexto impulse la aparición de ese comportamiento, pero siempre dentro de una situación contextual lo más específica posible. 

El "ejercicio no lineal" prioriza aprender un "saber hacer", aunque buscando hacerlo inteligible: "saber sobre un saber hacer". "Sabemos qué buscamos pero NO declaramos "su paradero" de entrada, pensamos para encontrarlo". Los estímulos externos, los condicionantes estructurales, buscan ir alterando las situaciones contextuales, y así la naturaleza comportamental de cada jugador en sus relaciones sectoriales, intersectoriales y colectivas ante una oposición (opcional en el ejercicio, obligatoria en el juego); lo que busca el ejercicio es configurar un determinado comportamiento (moldeando contextos), que radica en la idea madre, el modelo de juego. Buscamos que el jugador, sabiendo el objetivo, desarrolle ideas (creativas), soluciones y respuestas, en relación al todo organizado que buscamos, y dentro de las situaciones contextuales específicas que se plantean. 

El instante se maneja en la realidad del juego, y no en ejercicios descontextualizados que buscan mejorar una cosa determinada... se entrenar para jugar el juego real. 

Las nuevas ideas se generan a partir de una cuestión puntual: los estímulos externos generan en las operaciones cognitivas, ciertas alteraciones que benefician (o no) a las adaptaciones del individuo (dentro del modelo de juego) al contexto variable e imprevisible en el que se encuentre. 

El hábito gestiona el instante. Entreno para generar hábitos. Juego gestionando el aquí y ahora.

¿Que no debe hacer nunca un jugador para perder peso?

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La perdida de peso en los jugadores se debe realizar con pautas marcadas por expertos en nutrición.

Foto: as.com

Llegó septiembre y el balón de las ligas de fútbol más importantes ya ha empezado a rodar. Los equipos han estado realizando en los meses de Julio y Agosto su puesta a punto para comenzar la temporada lo más en forma posible. 

Los jugadores durante la pretemporada deberían haber conseguido un peso y una composición corporal adecuada pero es habitual que todavía haya algunos que tengan esa asignatura pendiente. Si es así, es necesario que se alcance de manera rápida sin poner en peligro la salud del jugador.  Comúnmente llamamos perder peso o adelgazar al hecho de reducir unos kilos en la báscula, y cuando se realiza de forma saludable se consigue el objetivo de reducir la grasa corporal. Pero antes me gustaría dejar claro que perder peso no es siempre sinónimo de reducir grasa, o viceversa. 

Por ello, si dividimos el cuerpo en cuatro componentes nos encontramos con la masa grasa, la masa muscular, la masa ósea y la masa residual. Pues bien, de los cuatro mencionados, la grasa es el único compartimento que el jugador debe reducir. Cuando esto sucede, el propio peso de la grasa hace que bajen los números en la báscula. 

Lo interesante de todo esto es lograr la reducción de la masa grasa sin perder masa muscular. Si la pérdida de peso es adecuada y se combina, como ocurre en el fútbol, con un correcto entrenamiento físico, se puede dar el caso de que el jugador reduzca el componente graso y aumente su masa muscular; esta situación

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puede provocar que el peso del deportista disminuya poco o aumente algo. Por otro lado, reducir el compartimento muscular para perder peso es un error y da lugar a que el deportista se lesione más rápidamente. 

Otro aspecto que no se debe confundir es creer que se ha reducido grasa cuando se pierde líquido. Es evidente que si cualquier persona se pesa antes y después de orinar comprobará que en cuestión de segundos su peso ha descendido, pero en ningún caso ha reducido su grasa. Es bueno que sepan que cualquier fluctuación de peso que se dé en poco espacio de tiempo no proviene de la reducción de grasa. 

Por los motivos que he comentado, recomiendo a los entrenadores que más que exigirle un peso concreto a un jugador, mire primero su valor de grasa y la evolución de la misma junto con el peso a lo largo del tiempo. 

A continuación, destacaré algunas recomendaciones que el jugador nunca debe saltarse para bajar de peso. 

- Dejar de beber agua: El agua es imprescindible para vivir y más aún cuando se practica ejercicio. Estar deshidratado implica que el deportista se lesione antes y aunque pueda pesar menos, esos gramos no provienen de reducir la grasa. - Entrenar en ayunas: La intensidad de un entrenamiento o un partido de fútbol conlleva que el organismo realice un gasto importante de energía que si no la cubre antes con una adecuada alimentación puede provocar que el jugador se canse más o le dé “una pájara”. - Eliminar alimentos que contengan carbohidratos: Cualquier alimentación que se aleje de la equilibrada o restrinja los alimentos más básicos pone en riesgo la salud del deportista y no consigue el fin de eliminar grasa. El ejercicio que un jugador realiza requiere de un alto contenido de carbohidratos y el hecho de llevar a cabo una dieta, no hace que el cuerpo deje de necesitar estos nutrientes o determinados alimentos. - No cenar: Acostarse sin comer o realizar una cena insuficiente da lugar a que no se recupere bien el organismo después del ejercicio y a que se destruya masa muscular a favor de la grasa. - Utilizar diuréticos o quemagrasas: Estas sustancias nada tienen que ver con un suplemento nutricional que haga aumentar el rendimiento deportivo. Además su eficacia para la pérdida de peso no está avalada científicamente. En ningún caso, el jugador debe utilizarlos sin supervisión médica o del dietista-nutricionista. - Entrenar con plásticos: El efecto de cubrir el cuerpo con plástico es aumentar la temperatura corporal y sudar más. Permite que el cuerpo se deshidrate más fácilmente y no hace reducir la grasa corporal. 

- Bajar de peso por miedo a una posible sanción interna del club:  Un jugador debe ser siempre un buen profesional y tiene que saber que su rendimiento no puede estar condicionado a que sea multado o no. 

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 Es necesario que el entrenador sea consciente de los peligros que conlleva una pérdida de peso rápida y milagrosa para la salud de sus jugadores y no debe permitir que ninguna de estas situaciones ocurra en su equipo. 

Estrategias de hidratación para un partido de fútbol II

Comenzado el partido, es importante que se continúe bebiendo...

Fotos: Sport.es | Mundodeportivo | As.com

Como continuación del artículo anterior, os hablaré de las pautas de hidratación que el jugador debería seguir

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durante el partido de fútbol y cuando haya finalizado el mismo.

Comenzado el partido, es importante que se continúe bebiendo aunque las posibilidades para hacerlo no son siempre las más adecuadas. Estas van a variar de un encuentro a otro y dentro del mismo, entre los jugadores de distintas posiciones.

Una buena opción para facilitar la reposición de líquidos durante el encuentro es colocar las bebidas, siempre que el reglamento no lo impida, lo más cerca posible de la banda y distribuirlas a lo largo de todo el campo, en ambos laterales y detrás de las porterías. De esta forma, se asegura que todos los jugadores tengan acceso a las botellas; no sólo los que desarrollan su juego cerca del banquillo.

La mayor ingesta de líquidos y fuentes de energía durante el partido no sólo dará a los jugadores mayor agilidad permitirá, sino que también puede ayudar a mantener sus habilidades y el razonamiento en momentos en que los jugadores estarían ya extenuados. Además, los jugadores fatigados son más propensos a sufrir lesiones.

Pasados 30 minutos del inicio del esfuerzo empieza a ser necesario compensar la pérdida de líquidos pero como se ha comentado al inicio, esto no es siempre posible. Es por eso por lo que se deben aprovechar todas las pausas que ofrecen cada partido y sobre todo el descanso para reponer líquidos. Un aspecto en el que hay que incidir es que los jugadores no deben esperar a tener sed para beber, puesto que en este momento ya se ha iniciado la deshidratación y el rendimiento deportivo estaría mermado. La sed es un mecanismo de defensa que tiene el organismo para avisarnos de que algo va mal y que debemos ingerir líquidos. Hay que tener en cuenta que la pérdida de peso que experimentan los jugadores en el partido es directamente proporcional a la disminución del rendimiento (si la pérdida de peso es del 1%, su rendimiento disminuiría en un 10%). Otro uno por ciento de pérdida de peso adicional supondría otro 10% de pérdida del rendimiento y así sucesivamente.

Los 15 minutos de descanso es un momento clave para la reposición de fluidos, debido a que es el único periodo de tiempo en el que se tiene la seguridad de que los jugadores lo pueden emplear para beber.

El objetivo es que los jugadores ingieran la cantidad de líquido suficiente durante el partido. Beber más de lo que se pierde por sudor puede resultar también perjudicial, ya que el jugador puede sentirse más pesado y tendrá probablemente un malestar gastrointestinal. Las bebidas más aconsejables para este momento son las bebidas isotónicas y el agua.

Cuando se acaba el ejercicio, la rehidratación debe iniciarse tan pronto como sea posible. El objetivo fundamental

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es reponer el agua y las sales minerales perdidas por el sudor, dado que las pérdidas a través del sudor y la orina continúan durante la recuperación. Se recomienda que los jugadores no tarden mucho tiempo para volver a beber y es conveniente que vayan bebiendo mientras se dirigen al vestuario.

La recomendación que se debe seguir, una vez acabado el ejercicio, es ingerir como mínimo un 150% de la pérdida de peso en las primeras 6 horas tras el ejercicio para cubrir el líquido eliminado tanto por el sudor como por la orina, y de esta manera recuperar el equilibrio hídrico. La bebida ideal para este caso es la isotónica, aunque en algunas ocasiones se pueden emplear también una bebida hipertónica o agua. Cuando no se dispone de una bebida deportiva el agua es mejor que nada.

Una manera sencilla de saber la cantidad de agua perdida en una actividad física es pesarse antes y después de realizar el ejercicio. Es necesario que el jugador se pese en ropa interior o pantalón corto y una vez acabado el ejercicio se seque el sudor con una toalla. También la

densidad de la orina (examinada mediante los cambios de coloración) puede ser un complemento de la observación anterior. Se dice que cuando la orina está de color claro, tipo limonada, el jugador está bien hidratado y cuando es más oscura, tipo zumo de manzana, el jugador no ha alcanzado el estado de hidratación adecuado y debe beber más.

Esta observación puede ser útil incluso antes de comenzar un partido, aunque hay que tener cuidado porque la toma de ciertas sustancias como los suplementos vitamínicos pueden alterar el color de la orina sin verse afectada la hidratación.

Cada jugador tiene unas determinadas pérdidas y necesidades de líquidos, por lo que es recomendable hacer una correcta planificación, tanto individualmente como de todo el equipo. Al igual que comentaba con la comida previa al partido, no se debe experimentar en el día de la competición, sino en los entrenamientos.

A continuación muestro unas pautas generales de hidratación para un partido de fútbol que pueden variar según las características individuales de cada jugador y las condiciones meteorológicas del encuentro.

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Como trabajar y entrenar las Transiciones

Solo unos pocos entrenadores trabajan bien las tan preciadas transisciones...

Foto: vavel.com | jaimedelcampo

Dentro de las fases del juego, destacamos aquellas acciones que se dan entre las fases de ataque y defensa y que conocemos por transiciones ofensivas y defensivas. 

Dentro del mundo del fútbol, hemos tenido grandes entrenadores y equipos que manejaban las transiciones a las mil maravillas. Yo destaco a dos que a mi humilde entender han hecho que sus equipos realicen muy bien las transiciones, Luis Aragonés en el Atlético de Madrid y José Mourinho, quien en la actualidad es el entrenador que a mí entender, da mayor importancia a estas fases del juego. 

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En los últimos tiempos el juego de posición, los mantenimientos y el juego combinativo, habían ganado “el pulso” a las transiciones, siendo estas muy lentas, esperando un posicionamiento y una estructura ofensiva, para la búsqueda del juego de ataque. 

Dentro del trabajo de transición, bien de ataque a defensa o de defensa a ataque, tenemos que saber que se nos van a dar situaciones totalmente distintas y variables en función del lugar donde nos encontremos y que para que se produzcan con las suficientes garantías, deberá existir una estructura de juego, un sistema.

Jorge Valdano dice: “estando la casa en orden, todos se sienten más libres para moverse”.

Un equipo debe tener muy claro en su estructura, sistema y conceptos de juego, las situaciones de transición, para así poder sacar beneficio de estas, tanto en el plano ofensivo, como defensivo y no convertirse en un equipo plano y previsible en cualquiera de los dos momentos del juego (ataque, defensa). La parte más importante dentro del trabajo de transición, es hacerle ver al jugador que tiene que cambiar “el chip” que tiene que pasar de atacar a defender y/o viceversa, de la manera más rápida posible. Ese cambio de rol, es lo que debemos trabajar con nuestros jugadores. Que el jugador reaccione rápido a la pérdida o a la recuperación. En cuanto a los factores que debemos tener en cuenta en el trabajo de transiciones, destacamos: 

1.- Modelo de juego de nuestro equipo. 

2.- La zona del campo donde se produce la pérdida o recuperación del balón. 

3.- Posicionamiento del equipo, si este se encuentra realizando una presión en campo contrario, si se encuentra en un posicionamiento intermedio o si bien se encuentra en repliegue intensivo. 

4.- Sistema y modelo de juego del equipo rival.

5.- Momento del partido en el que nos encontramos, así como el marcador.

6.- CUANDO ATACO, DEFIENDO Y CUANDO DEFIENDO, ATACO. ASPECTOS DE TRABAJO EN LA TRANSICIÓN DEFENSIVA

• ACOSO AL POSEEDOR DEL BALÓN.

• TAPAR LÍNEAS DE PASE.

• JUGADOR QUE PIERDE EL BALÓN INICIA LA PRESIÓN O EL MÁS CERCANO.

• PIERDO=RECUPERO.

• ORIENTACION DE LA PRESION.

• IMPEDIR PROGRESION DEL RIVAL.

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• AYUDAS DEFENSIVAS.

• RECUPERAR EL BALON LO ANTES POSIBLE.  ASPECTOS DE TRABAJO EN LA TRANSICION OFENSIVA

• VELOCIDAD EN LA TRANSICIÓN DEF-ATA Y ACOMPAÑAR LA TRANSICIÓN.

• CONTRAATAQUE RÁPIDO,LECTURA DE ESPACIOS.

• MUCHA MOVILIDAD Y PROGRESIÓN EN EL JUEGO.

• POCOS PASES PARA LLEGAR RÁPIDO ARRIBA.

• INTERCAMBIÓ DE POSICIONES. 

EJERCICIOS PARA TRABAJAR Y MEJORAR LAS TRANSICIONES 

   

La importancia de acelerar el cambio de rol de atacante a defensor

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Foto: montevideo.com

El fútbol es un deporte colectivo, de los que más jugadores de forma simultánea participan en el partido. Los equipos de baloncesto son de cinco jugadores, los de balonmano de siete, los de fútbol de once y los de rugby quince. 

Resulta curioso ver las transiciones que se dan en estos deportes, por ejemplo en balonmano, que una vez finalizada la jugada todos los jugadores cambian su “chip” y se convierten en defensores. Y sin embargo, en el fútbol no es así. 

Es habitual ver jugadores que cuando fallan un gol, les cuesta la misma vida volver a entrar en el partido. El aspecto psicológico no suele trabajarse en iniciación, y luego, llegan a la etapa de perfeccionamiento con ese déficit. 

Pero peor es cuando un jugador de fútbol pierde un balón, y gesticula, culpabiliza al compañero o al árbitro, e incluso se queda mirando al entrenador buscando una excusa a su pérdida del balón. Y nosotros nos preguntamos: ¿por qué no defiende primero, y cuando el balón esté detenido, busca excusas? Lamentablemente, la palabra excusas está puesta a conciencia. Lo que se deberían de buscar por el bien del equipo, y del propio jugador, serían soluciones y otras acciones para que en la siguiente jugada, no vuelva a pasar lo mismo. 

Y esa expresión “la siguiente jugada es la más importante”, ha de estar presente en todas nuestras acciones como formadores deportivos. En un deporte en el que, a diferencia del baloncesto o balonmano, donde la eficacia anotadora es alta, en el fútbol, es habitual tirar 10 veces a portería y no meter ningún gol. 

Es decir, el jugador debe estar preparado para el fallo. Celebrar un gol es fácil. Lo difícil es querer recuperar el balón una vez se ha perdido. Y no pensar que ya lo recuperará el compañero. O lo que hemos hablado antes, que la culpa la tiene todo el mundo, menos el que ha perdido el balón. 

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Una pregunta que hacemos muchas veces a los jugadores que entrenamos es si han visto algún delantero que falle un gol y que en la repetición lo meta… Por tanto, para nosotros, la jugada terminada es HISTORIA. Y siempre, la jugada más importante es “la siguiente”. 

Los ejercicios que a continuación se plantean son muy simples y practicados por muchos entrenadores. Y existen muchas variantes de ellos. El único condicionante que ponemos fijo y obligatorio es el orden de transición: Primero se ataca, luego se defiende y por último se descansa; para volver a empezar a atacar. 

También queremos repetir algunas de nuestras expresiones más usadas, referidas a la temática de este artículo: 

• “La siguiente jugada siempre es la más importante.” • “Ningún delantero falla y después la mete en la repetición.” • “Nunca habrá broncas por un mal control, un mal pase o una mala definición, sí las habrá por perder un balón y pensar que se recupera solo”. • “Celebrar un gol es fácil, lo difícil es correr a robar el balón después de fallar uno”. • “Subir al ataque es fácil, lo difícil es bajar cuando se ha perdido el balón”.

La importancia del pase en categoría Infantil

El pase en el fútbol relaciona a dos jugadores del mismo equipo a través del balón.

Gráficos: fpE

 

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Podemos definir EL PASE como aquella acción técnica que nos permite crear o establecer una relación entre dos o más componentes de un mismo equipo.Debe dominarse a la perfección en todas sus facetas, pase corto, medio o largo. Ligado al control del balón, son ambos, los que nos ofrecen una rapidez y velocidad en el juego, tanto a nivel individual como colectivo.

En categoría infantil el nivel técnico del jugador es muy alto, por lo que debemos exigirle una correcta realización.

Nuestro propósito siempre y como se podrá observar en las tareas mostradas, es que el jugador domine los espacios y los tiempos para una correcta ejecución, siendo la trayectoria del balón, la que nos marcara con que pierna se deberá ejecutar un pase si se realiza al primer toque o por el contrario, si procede realizar un control.En categoría infantil, donde algunos jugadores ya tienen capacidad técnica y fuerza, como para realizar un pase de larga distancia, trabajamos todas sus formas (corto, medio, largo).

Se debe incidir en la correcta posición corporal, en el equilibrio a la hora de ejecutar la acción, en la superficie de contacto y en la distancia con respecto al balón de la pierna de apoyo, así como en el equilibrio corporal que nos ofrecen los brazos para ejecutar la acción. Cada tipo de pase, necesita de una velocidad y una coordinación de movimientos distintos. Las tareas que aquí muestro, llevan una evolución desde el pase corto, hasta el pase largo. La primera tarea, busca una perfecta ejecución de los pases en espacios cortos y reducidos, donde la presión del rival será de alta intensidad, mientras que en las dos tareas posteriores, jugamos más con los espacios y los tiempos de ejecución, así como con las orientaciones con respecto al balón. 

EJERCICIOS PARA TRABAJAR Y MEJORAR EL PASE 

     

Estilos y modelos de enseñanza en el fútbol

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A continuación, citaremos seis estilos de enseñanza que se dan en el fútbol...

Foto: uefa.com

Si planificas para un año, siembra trigo. Si planificas para una década, planta árboles. 

Si planificas para una vida, educa personas (Kwan Tzu).

En este artículo, diferenciaremos distintas concepciones, a veces un poco confusas, relacionadas con la metodología de entrenamiento que estamos dejando de manifiesto con mis artículos para futbolparaentrenadores.com . Analizaremos algunos de los diferentes estilos de enseñanza y valoraremos su idoneidad en la puesta en práctica. No obstante, siguiendo a Sicilia y Delgado (2002) “el profesor (entrenador) debe dominar distintos estilos de enseñanza y deberá aplicarlos según el análisis previo de la situación.

CONCEPTOS.

Concepto de método de enseñanza: “Conjunto de momentos y técnicas para dirigir el aprendizaje del alumno/a hacia determinados objetivos” (Sicilia y Delgado, 2002).

Siguiendo a los mismos autores, definimos Estilos de Enseñanza como: “La manera, relativamente estable, que el profesor de manera reflexiva adapta su enseñanza al contexto, a los objetivos, al contenido y a los alumnos/as; interaccionando mutuamente y adaptando las decisiones al momento concreto de la enseñanza y aprendizaje de sus alumnos/as.”

ESTILOS DE ENSEÑANZA.

A continuación, citaremos seis estilos de enseñanza que se dan en el fútbol, tres de ellos tradicionales, y otros tres más vanguardistas:

ESTILOS TRADICIONALES:

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A.- Mando Directo: El entrenador controla el principio, el durante y el final del ejercicio. Se presenta un modelo de ejecución y el futbolista debe imitarlo. Proviene de carácter militarista, lo que lo hace muy formal y rígido.

B.- Asignación de tareas: El entrenador decide el antes (tarea) y el después, pero el futbolista decide la ejecución.

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 C.- Enseñanza recíproca: Basado en la capacidad del futbolista para corregir al compañero. Es por tanto, por parejas. Uno ejecuta y el otro corrige. El entrenador corrige al observador, nunca al ejecutante.

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ESTILOS VANGUARDISTAS:

A.- Descubrimiento guiado: El entrenador orienta el aprendizaje pero permite que los futbolistas investiguen, tomen decisiones y descubran. No existen modelos. La implicación cognitiva es elevada, siendo el futbolista el protagonista de su formación.

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B.- Resolución de problemas: El aprendizaje se realiza a través de la búsqueda, el futbolista decide durante, después y a veces, antes de la actividad. Existe una o varias respuestas posibles. Mayor implicación cognitiva.

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C.- Libre exploración: Lleva al extremo el desarrollo de la creatividad. El futbolista se encuentra en un lugar, con unos materiales y decide todo el proceso: elegir actividades, la organización, las decisiones, el ritmo… Apropiado para iniciación deportiva, para los primeros días de entrenamiento con plantillas bastante renovadas o incluso, para trabajar la estrategia, como veremos en el siguiente ejemplo.

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  Así pues, existen muchas formas de entrenar y enseñar el fútbol, muchas teorías, muchos modelos, muchas perspectivas… En los tiempos que corren se están dejando atrás los modelos tradicionales basados en la preparación física y la repetición correcta de gestos técnicos, para llegar a entrenar el fútbol desde una perspectiva táctica, buscando el desarrollo cognitivo del futbolista y hablando de otros factores como: psicológicos, sociales, afectivos…

No obstante, no podemos dar por terminada la investigación en el fútbol, ninguna metodología va a ser definitiva, y como profesionales del fútbol, debemos estar en continuo desarrollo.

A continuación, exponemos las características de cada modelo, así como el tipo de entrenador que encuadraríamos en ellos, siguiendo a Pérez y Martínez (2008) y Romero (2005).

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MODELO TRADICIONAL DE ENSEÑANZA DEPORTIVA

Estos modelos están enfocados al desarrollo de gestos técnicos, buscando la reproducción perfecta de ellos. Los gestos técnicos son entrenados de forma aislada hasta conseguir el modelo deseado. Posteriormente, pasan a enseñar el gesto dentro de un contexto aislado. Finalmente, se introduce al futbolista en una situación real de juego.

Características:

• Van de lo técnico a lo táctico. • De situaciones aisladas a situaciones reales.• De lo individual y analítico a lo colectivo y global.• De lo particular a lo general.

 Entrenadores encuadrados dentro de este modelo:

“Entrenador tradicional”: Es aquel que concibe el entrenamiento como una actividad guiada y dirigida por él, donde los pensamientos de los jugadores no tienen cabida, y donde todos han de seguir el mismo ritmo de aprendizaje, por tanto no atienden a los distintos niveles de aprendizaje que pueden darse.

“Entrenador como ejecutor Técnico”: Es aquel entrenador que se centra, por encima de todo, en la eficacia del entrenamiento, prestando toda su atención a los resultados y a la adquisición de técnicas perfectas.

MODELO CONSTRUCTIVISTA DE ENSAÑANZA DEPORTIVA

Es la alternativa al modelo tradicional. Se centra en la teoría constructivista de Piaget (asimilación-acomodación). Sitúan al futbolista en situaciones de juego en las que se les presenten problemas tácticos o de toma de decisiones. Buscarán respuestas a los problemas planteados y reflexionarán sobre la solución o soluciones más adecuadas.

 Entrenadores encuadrados dentro de este modelo:

“Entrenador práctico-procesual”: Se centra fundamentalmente en la práctica, siendo su preocupación al entenderla como sustancial en el desarrollo de los jugadores. El punto de referencia primordial de este modelo de entrenador es la situación real de juego, de forma que la mayoría de las actividades que realiza las encamina a ello. Busca, por encima de todo, la práctica de los jugadores, actividades en las que estén ocupados durante toda la sesión de entrenamiento.

“Entrenador constructivo”: Intenta satisfacer las necesidades del futbolista, atendiendo a sus recursos y posibilidades de desarrollo cognitivo y socio-afectivo. Es un entrenador centrado en el futbolista. Sus motivaciones van encaminadas hacia los procesos, y no hacia los resultados, por lo que intenta dar explicaciones de todo lo que se hace, porqué y con qué finalidad se plantean las prácticas.

“Entrenador socio crítico”: Es aquel entrenador que intenta cambiar la realidad del entrenamiento del fútbol y el estado en el que se encuentra. Le da más importancia a los efectos del fútbol como medio de educación, desarrollo, etc., que como

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deporte en sí mismo. Pretende, a través de los objetivos que se plantea, que el entrenamiento que oferta a sus futbolistas, sea una enseñanza encaminada hacia la emancipación del sistema actual.

Comida Post-Partido ¿Y ahora que?

Es muy importante saber que comer tras un gran esfuerzo.

Fotos: elmundo.com | bundesliga.com

Pita el arbitro el final del partido y los jugadores se dirigen al vestuario con la satisfacción, o no, de haber realizado un buen encuentro. A partir de ahí ducha, gomina y a casa pero, ¿Es importante la comida después de haber jugado un partido? 

Es evidente que el resultado de ese encuentro ya no va a cambiar pero, al igual que un ejercicio tiene una fase de calentamiento, al principio, y otra de vuelta a la calma, al final, la alimentación también hay que cuidarla una vez concluido el encuentro. 

Hay que tener en cuenta que un jugador, después de haber realizado 90 minutos de juego a un altísimo nivel, necesita comer, y más aún cuando la comida principal se ha realizado unas 3-4 horas antes del comienzo del partido. 

Por ello, una buena alimentación una vez concluido el encuentro es fundamental para reparar el organismo del esfuerzo realizado y dejarlo recuperado lo antes posible para el siguiente ejercicio, más si cabe cuando hay un entrenamiento programado al día siguiente o un nuevo partido a los dos o tres días. 

Así, desde un punto de vista nutricional, la comida debe incluir un contenido alto en hidratos de carbono, moderado de proteínas y bajo en grasas. De esta forma se conseguirá recargar los depósitos de glucógenos gastados y

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favorecer la síntesis proteica frente a la degradación muscular. Hay que evitar una comida rica en grasas puesto que enlentecen la reposición. Beber es también otro aspecto clave para recuperar las pérdidas de sales minerales y agua por sudor. 

Una buena opción para empezar lo más pronto posible con la comida es instalar en el vestuario un catering improvisado para que los jugadores, antes de salir, tomen allí mismo un tentempié. Luego, cuando salgan del estadio, se les debe pautar cuáles son las opciones más validas para tomar en casa o en un restaurante, esta comida no debe superar dos horas desde el pitido final. Si el partido se juega fuera de casa y hay un viaje de por medio el club será el encargado de administrar esta comida. 

La comida de un encuentro jugado como visitante no tiene por qué ser muy distinta a la de un partido como local pero se debe ajustar a las posibilidades del viaje. 

A continuación muestro una opción para una comida post-partido: 

 

Aunque hablamos de comida, la hidratación no es menos importante. De hecho, es el aspecto que el jugador más debe cuidar una vez acabado el partido. No serán buenas opciones las bebidas alcohólicas y los refrescos. Si se elige cerveza, a no ser que se haya ganado un título, ¡que sea SIN!

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Por último recordad que un partido comienza y termina en la mesa.