Liahona Enero 2015

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LA IGLESIA DE JESUCRISTO DE LOS SANTOS DE LOS ÚLTIMOS DÍAS • ENERO DE 2015 Ezra y Flora Benson: Unidos en la obra del Señor, pág. 32 Aprender a enseñar como enseñó el Salvador, pág. 24 La persona más importante de tu vida, pág. 56 Manos pequeñas, gran diferencia, pág. 64

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REVISTA LA LIAHONA ENERO 2015

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  • LA IGLESIA DE JESUCRISTO DE LOS SANTOS DE LOS LTIMOS DAS ENERO DE 2015

    Ezra y Flora Benson: Unidos en la obra del Seor, pg. 32Aprender a ensear como ense el Salvador, pg. 24La persona ms importante de tu vida, pg. 56Manos pequeas, gran diferencia, pg. 64

    LEMA DE LA MUTUAL PARA 2015

  • A la izquierda: El amanecer en invierno en la Playa Ein Gedi del Mar Muerto, con sal en primer plano.

    Lucas 14:34

    Buena es la sal; pero si la sal pierde su sabor, con qu se sazonar?

  • 18

    E n e r o d e 2 0 1 5 1

    SECCIONES8 Cuaderno de la conferencia

    de octubre de 2014

    10 Hablamos de Cristo: Una hora para velar con lPor Maritza Gonzles Espejo

    12 Nuestro hogar, nuestra familia: El camino a una familia eternaPor Garth y Sandy Hamblin

    14 Reflexiones: LucirnagasPor David Wright

    15 El prestar servicio en la Iglesia: Una patata para la maestraPor Bonny Dahlsrud

    16 Noticias de la Iglesia38 Voces de los Santos de los

    ltimos Das

    80 Hasta la prxima: Cmo puedo saber que el Seor me ha perdonado?Por el presidente Harold B. Lee

    Liahona, enero de 2015

    MENSAJES4 Mensaje de la Primera

    Presidencia: Sigan a los profetasPor el presidente ThomasS. Monson

    7 Mensaje de las maestras visitantes: Los atributos de Jesucristo: Hijo obediente

    ARTCULOS DE INTERS18 Qu es lo que escogern?

    Por el lder RussellM. NelsonEn una poca de la vida en que tienen muchas decisiones que tomar, asegrense de tomar las correctas.

    24 Qu clase de maestros hemos de ser?Por la Presidencia General de la Escuela DominicalEs el Salvador quien mejor puede ensearnos la manera de ensear Su evangelio.

    28 El consejo proftico y las bendiciones del temploPor el lder Koichi AoyagiSi seguimos al profeta y tenemos la adoracin en el templo como prioridad, recibiremos bendicio-nes en la vida.

    32 Flora y yo: Compaeros iguales en la obra del SeorPor AaronL. WestSepa cmo el amoroso y solidario matrimonio que el presidente Ezra Taft Benson comparta con su esposa Flora lo ayud en cali-dad de decimotercero Presidente de la Iglesia.EN LA CUBIERTA

    Frente: Fotografa cortesa de la Biblioteca de Historia de la Iglesia. Cubierta interior del frente: Fotografa por Gilad Mass.

  • 42

    72

    50

    42 Reunirse con frecuencia: Consejos familiares para matrimoniosPor Nichole EckCmo comenzar a tener consejos de familia que sean significativos yexitosos.

    46 El valor para casarmePor Christian HgglundSaba que el siguiente paso para m era el matrimonio, pero quera esperar hasta que el Seor me

    dijera qu hacer.

    J V E N E S A D U L T O S

    48 Lema de la Mutual para 2015Por las Presidencias Generales de las Mujeres Jvenes y de los Hombres JvenesEl lema de la Mutual de este ao nos ayuda a entender la mejor ma-nera de prestar servicio a nuestro Padre Celestial.

    50 Un paso a la vezPor Hillary OlsenLos jvenes de Italia expresan cmo sirven al Seor con todo el cora-zn, alma, mente y fuerza.

    53 Servir a Dios con todo el corazn, alma, mente y fuerzaCmo ponen en prctica el lema de la Mutual de este ao? A con-tinuacin encontrarn algunas ideas.

    55 Pster: Embrquense56 Por qu es importante

    Jesucristo en mi vida?Aqu encontrarn cinco razones por las cuales el Salvador puede ser la persona ms importante en su vida.

    60 Cmo alcanzar metas eternasPor el lder Robert D. HalesEstas cuatro metas les traern gozo a medida que cumplan su misin en la tierra.

    61 Cmo lo s: El centro de mi vidaPor Roberto Pacheco PretelCristo en las Amricas? Las misio-neras deban estar equivocadas.

    62 Al grano63 Obsequiar el mejor regalo

    Por Mariela RodrguezAl seguir el consejo del profeta, pude obsequiarle el mejor regalo.

    J V E N E S

    64 Aydanos!Al igual que estos nios, t puedes demostrar que te interesas por los dems al encontrar formas de ayudar a otras personas.

    66 Desafo de las Escrituras del Nuevo TestamentoEsta actividad te ayudar a leer algunos versculos del Nuevo Testa-mento cada semana de este ao.

    69 Hacer algo bueno con mi tiempoPor ClaytonW.

    70 Nuestra pgina71 Testigo especial: Cmo pueden

    ayudarme las Escrituras?Por el presidente Boyd K. Packer

    72 El arma secretaPor Jessica LarsenIvy era la ms pequea de la clase; cmo poda ayudar al equipo a ganar?

    74 La hora de las Escrituras: Un recorrido para aprender en cuanto a Jesucristo

    76 La lista de las diez prioridades de AbbyPor RosemaryM. WixomCules son tus diez metas ms importantes de la vida?

    77 Figuras de las Escrituras del Nuevo Testamento: Jess enseando en el templo

    78 La oracin en el autobsPor Mitzy Jimnez RamrezNuestro Padre Celestial escucha tus oraciones dondequiera que ests.

    N I O S

    Busca la Liahona que est escondida en este

    ejemplar. Pista: Busca un asiento en el autobs.

  • ENERO DE 2015 VOL. 39 N 1LIAHONA 12561 002Publicacin de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los ltimos Das en espaol.La Primera Presidencia: Thomas S. Monson, Henry B. Eyring, Dieter F. UchtdorfEl Qurum de los Doce Apstoles: Boyd K. Packer, L. Tom Perry, Russell M. Nelson, Dallin H. Oaks, M. Russell Ballard, Richard G. Scott, Robert D. Hales, Jeffrey R. Holland, David A. Bednar, Quentin L. Cook, D. Todd Christofferson, Neil L. AndersenEditor: Craig A. CardonAsesores: Mervyn B. Arnold, Christoffel Golden, LarryR. Lawrence, James B. Martino, Joseph W. SitatiDirector administrativo: David T. WarnerDirector de operaciones: Vincent A. VaughnDirector de Revistas de la Iglesia: Allan R. LoyborgGerente administrativo: Garff CannonEditor administrativo: R. Val JohnsonEditor administrativo auxiliar: Ryan CarrAyudante de publicaciones: Lisa C. LpezRedaccin y revisin: Brittany Beattie, David Dickson, DavidA. Edwards, Matthew D. Flitton, Lori Fuller, Garrett H. Garff, LaRene Porter Gaunt, Mindy Anne Leavitt, Michael R. Morris, Sally Johnson Odekirk, Joshua J. Perkey, Jan Pinborough, RichardM. Romney, Paul VanDenBerghe, Marissa WiddisonDirector administrativo de arte: J. Scott KnudsenDirector de arte: Tadd R. PetersonDiseo: Jeanette Andrews, Fay P. Andrus, Mandie M. Bentley, C. Kimball Bott, Thomas Child, Nate Gines, Colleen Hinckley, Susan Lofgren, Eric P. Johnsen, Scott M. Mooy, Mark W. Robison, Brad Teare, K. Nicole WalkenhorstCoordinadora de Propiedad Intelectual: Collette Nebeker AuneGerente de produccin: Jane Ann PetersProduccin: Kevin C. Banks, Connie Bowthorpe Bridge, Julie Burdett, Bryan W. Gygi, Denise Kirby, Ginny J. Nilson, Gayle Tate RaffertyPreimpresin: Jeff L. MartinDirector de impresin: Craig K. SedgwickDirector de distribucin: Stephen R. ChristiansenCoordinacin de Liahona: Francisco Pineda, Patsy Carroll-CarliniDistribucin:Corporation of the Presiding Bishop of The Church of Jesus Christ of Latter-day SaintsSteinmhlstrasse 16, 61352 Bad Homburg v.d.H., GermanyInformacin para la suscripcin:Para suscribirse o para cambios de direccin, tenga a bien contactar a servicios al clienteTelfono gratuito: 00800 2950 2950Tel: +49 (0) 6172 4928 33/34Correo-e: [email protected] lnea: store.lds.orgEl precio para la suscripcin de un ao: EUR 5,25 para Espaa; 2,25 para las Islas Canarias y 7,5 para Andorra.Los manuscritos y las preguntas deben enviarse en lnea a liahona.lds.org; por correo a Liahona, Room 2420, 50 E. North Temple Street, Salt Lake City, UT 84150-0024, USA; o por correo electrnico a: [email protected] (un trmino del Libro de Mormn que significa brjula o director) se publica en albans, alemn, armenio, bislama, blgaro, camboyano, cebuano, coreano, croata, checo, chino, chino (simplificado), dans, esloveno, espaol, estonio, fiyiano, finlands, francs, griego, holands, hngaro, indonesio, ingls, islands, italiano, japons, kiribati, letn, lituano, malgache, marshals, mongol, noruego, polaco, portugus, rumano, ruso, samoano, suajili, sueco, tagalo, tailands, tahitiano, tongano, ucraniano, urdu, y vietnamita. (La frecuencia de las publicaciones vara de acuerdo con el idioma.) 2015 por Intellectual Reserve, Inc. Todos los derechos reservados. Impreso en los Estados Unidos de Amrica.El material de texto y visual de la revista Liahona se puede copiar para utilizarse en la Iglesia o en el hogar, siempre que no sea con fines de lucro. El material visual no se puede copiar si aparecen restricciones en la lnea de crdito del mismo. Las preguntas que tengan que ver con este asunto se deben dirigir a Intellectual Property Office, 50 East North Temple Street, Salt Lake City, UT 84150, USA; correo electrnico: [email protected] los lectores de Mxico: Certificado de Licitud de ttulo nmero 6988 y Licitud de contenido nmero 5199, expedidos por la Comisin Calificadora de Publicaciones y revistas ilustradas el 15 de septiembre de 1993. Liahona es nombre registrado en la Direccin de Derechos de Autor con el nmero 252093. Publicacin registrada en la Direccin General de Correos nmero 100. Registro del S.P.M. 0340294 caractersticas 218141210.For Readers in the United States and Canada: January 2015 Vol. 39 No. 1. LIAHONA (USPS 311-480) Spanish (ISSN 0885-3169) is published monthly by The Church of Jesus Christ of Latter-day Saints, 50 East North Temple, Salt Lake City, UT 84150. USA subscription price is $10.00 per year; Canada, $12.00 plus applicable taxes. Periodicals Postage Paid at Salt Lake City, Utah. Sixty days notice required for change of address. Include address label from a recent issue; old and new address must be included. Send USA and Canadian subscriptions to Salt Lake Distribution Center at the address below. Subscription help line: 1-800-537-5971. Credit card orders (Visa, MasterCard, American Express) may be taken by phone. (Canada Poste Information: Publication Agreement #40017431)POSTMASTER: Send all UAA to CFS (see DMM707.4.12.5). NONPOSTAL AND MILITARY FACILITIES: Send address changes to Distribution Services, Church Magazines, P.O. Box 26368, Salt Lake City, UT 84126-0368, USA.

    E n e r o d e 2 0 1 5 3

    Ideas para la noche de hogar

    TEMAS DE ESTE EJEMPLARLos nmeros indican la primera pgina del artculo.

    Albedro, 18Amabilidad, 72Amor, 15Arrepentimiento, 12,

    39, 80Artculos de Fe, 69Conferencia general, 8Contencin, 62Conversin, 12Decisiones, 4, 6, 18Enseanza, 24Escrituras, 66, 71

    Expiacin, 10Ezra Taft Benson, 32Familia, 12, 28, 32, 42, 46Instruccin acadmica, 18Jesucristo, 7, 10, 24, 56,

    61, 74Matrimonio, 28, 32, 42, 46Metas, 60, 76Nuevo Testamento, 66,

    68, 74, 77Obediencia, 7Obra del templo, 12, 28

    Obra misional, 40, 48, 53, 55, 63

    Oracin, 78Perdn, 80Profetas, 28, 32Respeto, 72Santa Cena, 10Servicio, 15, 38, 41, 48,

    50, 53, 55, 64Tentacin, 14Vida eterna, 14, 60, 76Vida premortal, 18

    Cmo alcanzar metas eternas, pg.60, y La lista de las diez priorida-des de Abby, pg. 76: Con el comienzo de un nuevo ao, usted y su familia tal vez estn pensando en ciertas metas que esperan alcanzar individualmente y como familia. Considere la posibilidad de leer el artculo de la hermana RosemaryM. Wixom acerca de la lista que hizo una jovencita con las diez metas ms importan-tes de su vida e invite a sus hijos a escribir su propia lista de metas. Sus hijos mayo-res tambin podran beneficiarse de una conversacin sobre el discurso del lder RobertD. Hales acerca de las metas eternas y la importancia de hacer planes para alcanzar esas metas. Anime a los miembros

    de su familia a escribir sus metas y a col-garlas en un lugar visible de su hogar.

    Desafo de las Escrituras del Nuevo Testamento, pg. 66: Considere la posibilidad de comenzar el desafo de leer las Escrituras del Nuevo Testamento como familia. Para comenzar, podra pedir a cada miembro de la familia que comparta su relato favorito de la vida de Jesucristo. Luego, como familia, visiten gospelart.lds.org o scripturestories.lds.org para encontrar videos y lminas que se relacionen con su calendario de lectura. Tambin podran representar escenas del Nuevo Testamento a medida que lean losrelatos.

    Este ejemplar contiene artculos y actividades que se podran usar para la noche de hogar. Los siguientes son dos ejemplos:

    EN TU IDIOMALa revista Liahona y otros materiales de la Iglesia estn disponibles en muchos idiomas en languages.lds.org.

  • 4 L i a h o n a

    Serv en la Marina de los Estados Unidos hacia el final de la Segunda Guerra Mundial. Era marinero, el ms bajo de todos los rangos de la marina. Luego ascend a marinero de primera clase, despus de lo cual califiqu para ser auxiliar de tercera clase.

    La Segunda Guerra Mundial acab y ms tarde me dieron de baja, pero tom la decisin de que, si alguna vez volva a las fuerzas armadas, quera servir como oficial. Pens: No ms cocinas de comedores para m, ni fregar cubiertas, si puedo evitarlo.

    Despus de que me dieron de baja, me un a la Reserva Naval de los Estados Unidos. Asist a sesiones de entrena-miento los lunes por la noche y estudi mucho para poder cumplir con los requisitos acadmicos. Hice todo tipo de exmenes imaginables: mentales, fsicos y emocionales, y finalmente llegaron las buenas noticias: Usted ha sido aceptado para recibir la comisin de alfrez en la Reserva Naval de los Estados Unidos.

    Con gran alegra se lo mostr a mi esposa, Frances, y dije: Lo logr! Lo logr!. Ella me abraz y dijo: Has tra-bajado muy duro para conseguirlo.

    Pero entonces sucedi algo. Fui llamado como conse-jero en el obispado de mi barrio. La reunin de consejo del obispo era la misma noche que el entrenamiento en la marina. Saba que se trataba de un terrible conflicto y saba que no tena tiempo para dedicarme a la reserva naval y a mis deberes en el obispado. Qu iba a ha-cer? Deba tomar una decisin, as que or al respecto. Despus fui a ver a quien haba sido mi presidente de estaca durante mi adolescencia, el lder Harold B. Lee

    (18991973), que en aquel entonces era miembro del Qurum de los Doce Apstoles. Me sent a la mesa con l y le dije lo mucho que esa comisin significaba para m. De hecho, le mostr la carta de nombramiento que haba recibido.

    Tras sopesar el asunto por un momento me dijo: Esto es lo que debe hacer, hermano Monson: Escriba una carta a la Oficina de Asuntos de la Marina y dgales que, por ha-ber recibido un llamamiento como miembro del obispado, no puede aceptar esa comisin en la Reserva Naval de los Estados Unidos.

    Se me cay el alma al suelo. Adems, aadi: Despus, escriba otra carta al comandante del Duodcimo Distrito de la Marina en San Francisco y dgale que desea que se le d de baja de la reserva.

    Yo le dije: lder Lee, usted no entiende cmo funcionan las fuerzas armadas. Desde luego no me darn la comisin si yo rehso aceptarla, pero el Duodcimo Distrito de la Marina no me dejar ir. Con la guerra a punto de estallar en Corea, seguramente llamarn a un suboficial a presentarse; y si me llamaran de nuevo al servicio activo, yo preferira volver como oficial comisionado; pero eso no suceder si no acepto esta comisin. Est seguro de que eso es lo que me aconseja hacer?.

    El lder Lee puso su mano sobre mi hombro y me dijo, en un tono paternal: Hermano Monson, tenga ms fe; las fuerzas armadas no son para usted.

    Regres a casa. Volv a poner la comisin humede-cida por las lgrimas en su sobre, junto a una carta en la que declinaba aceptarla. Despus escrib una carta al

    Por el presidente ThomasS. Monson

    SIGAN A LOS

    M E N S A J E D E L A P R I M E R A P R E S I D E N C I A

    profetas

  • E n e r o d e 2 0 1 5 5

    CMO ENSEAR CON ESTE MENSAJE

    No muchos miembros de la Iglesia recibirn consejo de un apstol frente a frente, como lo recibi el presidente Monson, pero podemos ser bende-cidos al seguir las enseanzas de los profetas y apstoles. Considere la posi-bilidad de leer los discursos del presidente Monson de la ltima conferencia general (incluso las palabras de apertura y de clausura). Busque instrucciones especficas o llamados a la accin. Podra hablar de lo que ha aprendido con las personas a las que visita y pensar en maneras de aplicar los consejos del presidente Monson.

    Para ideas sobre cmo ensear este mensaje a los jvenes y los nios, vaya a la pgina 6.

    Duodcimo Distrito de la Marina y solicit que me concedieran la baja dela reserva naval.

    Mi baja de la reserva naval estuvo en la ltima tanda tramitada antes de que estallara la guerra en Corea. La unidad de mi cuartel fue llamada al servicio. Seis semanas despus de ser llamado como consejero del obis-pado, fui llamado a ser el obispo de mi barrio.

    No estara hoy delante de ustedes si no hubiera seguido el consejo de un profeta, si no hubiera orado en cuanto a esa decisin y si no hubiera llegado a apreciar una importante verdad: que la sabidura de Dios muchas veces parece ser insensatez para el hombre1. Sin embargo, la leccin ms grande que podemos aprender en esta vida es que cuando Dios habla y Sus hijos obedecen, siempre les ir bien.

    Se ha dicho que la puerta de la historia gira sobre bisagras pequeas, y lo mismo sucede con nuestra vida. Las decisiones determinan el destino; pero no se nos ha dejado solos para tomar decisiones.

    Si quieren ver la luz del cielo, si quieren sentir la inspiracin del Dios

    Todopoderoso, si quieren tener en su pecho el sentimiento de que su Padre Celestial los est guiando, entonces sigan a los profetas de Dios. Cuando sigan a los profetas, estarn en territorio seguro.

    NOTA 1. Vase 1Corintios 2:14.

    ILUST

    RACI

    N

    POR

    PAUL

    MAN

    N.

    No estara hoy delante de ustedes si no hubiera seguido el consejo del lder Harold B. Lee.

  • 6 L i a h o n a ILUST

    RACI

    N

    POR

    CASE

    Y NE

    LSO

    N.

    Encuentra tu camino

    Debemos tomar muchas decisio-nes a fin de regresar a nuestro Padre Celestial. Podemos tomar las mejores decisiones cuando segui-mos al profeta.

    Encuentra tu camino a travs del laberinto. Cuando tomes una deci-sin, busca el consejo del profeta!

    El presidente Henry B. Eyring, Primer Consejero de la Primera Presidencia, habl acerca de una ocasin en la que sigui el consejo proftico. Durante una conferencia general, el presidente Ezra Taft Benson (18991994) inst a los miembros a que saldaran sus deudas, especialmente sus deudas hipotecarias.

    El presidente Eyring dijo: Mir a mi esposa despus de la reunin y le pre-gunt: Crees que haya alguna manera de que pudiramos hacer eso?. En un

    JVENES

    NIOS

    Ayuda a los demsVe hacia abajo y luego a la izquierda

    Lee las EscriturasVe a la derecha

    Ve a la IglesiaVe hacia arriba

    OraVe hacia abajo y luego ala derecha

    Comparte tu testimonioVe a la derecha

    principio no podamos. Sin embargo, aquella noche l pens en una propiedad que haban tratado de vender sin xito durante aos. Confibamos en Dios y en el mensaje de Su siervo, [as que] hi-cimos una llamada telefnica Escuch una respuesta que hasta el da de hoy fortalece mi confianza en Dios y en Sus siervos. Aquel mismo da, un hombre haba hecho una oferta para comprar la propiedad de la familia Eyring por una cantidad justo un poco mayor que

    su hipoteca. En poco tiempo, la familia Eyring se vio libre de deudas (vase Con-fa en Dios, luego ve y hazlo, Liahona, noviembre de 2010, pgs. 7273).

    Tal vez no tengan que pagar una hipoteca, pero el consejo proftico puede guiarlos aqu y ahora a tomar decisiones difciles relacionadas con el empleo, la educacin, la misin y el noviazgo. Analice con su familia o com-paeros cmo pueden seguir al profeta cuando tengan que tomar decisiones.

    Consejo para tomar decisiones difciles

  • E n e r o d e 2 0 1 5 7

    Los atributos de Jesucristo: Hijo obediente

    Este artculo es parte de una serie de mensajes de las maestras visitantes que presentan atributos caractersticos del Salvador.

    Seguir el ejemplo de obediencia de Jesucristo aumenta nuestra fe en l. Sorprende acaso, dijo el lder JeffreyR. Holland, del Qurum de los Doce Apstoles, que Cristo escogiera, primero y ante todo, definirse a S mismo en relacin a Su Padre (que lo am, lo obedeci y se someti a l como el Hijo leal que era)? La obediencia es la primera ley de los cielos1.

    Las Escrituras ensean que cuando recibimos una bendicin de Dios, es porque se obedece aquella ley sobre la cual se basa (D. y C. 130:21). Nues-tro crecimiento espiritual tiene lugar a medida que nos acercamos a Dios por medio de la obediencia e invitamos el poder de la expiacin del Salvador a nuestra vida.

    Al vivir en obediencia a los prin-cipios y mandamientos del evangelio de Jesucristo, dijo el lder D.Todd

    Christofferson, del Qurum de los Doce Apstoles, recibimos un caudal continuo de bendiciones que Dios nos promete al hacer convenio con nosotros. Esas bendiciones nos dan los medios que necesitamos para actuar y no simplemente para que se acte sobre nosotros a lo largo de la vida La obediencia nos da mayor control sobre nuestra vida, mayor capacidad para ir y venir, para trabajar y crear2.

    Otras EscriturasLucas 22:4146. Doctrina y Convenios 82:10; 93:28.

    Con espritu de oracin, estudie este material y procure saber lo que debe compartir. De qu manera el entender la vida y la misin del Salvador aumentar su fe en l y bendecir a las hermanas que estn bajo su cuidado en el programa de maestras visitantes? Si desea ms informacin, visite reliefsociety.lds.org.

    De las EscriturasPuede darse a otra persona

    la fortaleza espiritual que pro-viene de la obediencia constante a los mandamientos?, pregunt el lder DavidA. Bednar, del Qurum de los Doce Apstoles. La respuesta clara es no3.

    La parbola de las diez vr-genes es un ejemplo de este principio. Mientras que todas las vrgenes tomaron sus lm-paras para recibir al esposo, slo cinco fueron prudentes y pusieron aceite en sus lmparas. Las otras cinco fueron insensatas ya que no tomaron consigo aceite.

    Entonces lleg el clamor a medianoche: He aqu el novio viene; salid a recibirle. Todas las vrgenes arreglaron sus lmparas, pero las insensatas no tenan aceite. Y les dijeron a las vrgenes prudentes: Dadnos de vuestro aceite, porque nuestras lmparas se apagan.

    Pero las vrgenes prudentes respondieron: Para que no nos falte a nosotras y a vosotras, id ms bien a los que venden y comprad para vosotras mismas. Y cuando las vrgenes insensatas se fueron, lleg el novio; y las vrgenes prudentes entraron con l y se cerr la puerta (Mateo 25:113).

    Considere lo siguienteCules son algunos ejemplos de obediencia en las Escrituras?

    M E N S A J E D E L A S M A E S T R A S V I S I T A N T E S

    NOTAS 1. JeffreyR. Holland, The Will of the Father

    in All Things (devocional en la Universi-dad Brigham Young, 17 de enero de 1989), pg.4, speeches.byu.edu.

    2. D.Todd Christofferson, El poder de los convenios, Liahona, mayo de 2009, pgs. 2021.

    3. DavidA. Bednar, Convertidos al Seor, Liahona, noviembre de 2012, pg. 109.

    Fe, Familia, Socorro

  • 8 L i a h o n a

    CUADERNO DE LA CONFERENCIA DE OCTUBRE DE 2014Lo que yo, el Seor, he dicho, yo lo he dicho sea por mi propia voz o por la voz de mis siervos, es lo mismo (D. y C. 1:38).

    El ao pasado, cuando el presidente Monson marc el cumplimiento de cinco aos de servicio como Presi-dente de la Iglesia, reflexion en sus cincuenta aos de servicio apostlico e hizo esta declaracin: Les aseguro que la Iglesia est en buenas manos. El sistema establecido para el Con-sejo de la Primera Presidencia y el Qurum de los Doce [Apstoles] nos asegura que siempre estar en buenas manos y que, pase lo que pase, no hay necesidad de preocuparse ni de temer. Nuestro Salvador Jesucristo, a

    La senda de CristoCuando nos esforzamos por colocar a Cristo en el centro de nuestra vida al aprender Sus palabras, seguir Sus enseanzas y recorrer Su senda, l ha prometido compartir con nosotros la vida eterna, por la cual dio su vida. No hay mayor propsito que ste: escoger aceptar Su disciplina, llegar a ser Sus discpulos y hacer Su obra a lo largo de nuestra vida. Ninguna otra cosa, ninguna otra eleccin, podr transformarnos en lo que l nos puede convertir.Presidente Thomas S. Monson, Examina la senda de tus pies, Liahona, noviembre de 2014, pg 88.

    quien seguimos, a quien adoramos y a quien servimos, siempre est a la cabeza1.

    Presidente Monson, le damos las gracias por esas verdades! Y le damos las gracias por su vida de servicio ejemplar y devoto. Lo sostenemos, no slo levantando la mano, sino con todo nuestro corazn y esfuerzos consagrados!lder Russell M. Nelson, Sostengamos a los pro-fetas, Liahona, noviembre de 2014, pg. 76.

    NOTA 1. Mensaje del Presidente Thomas S. Monson,

    Church News, 3 de febrero de 2013, pg 9.

    A medida que repase la Conferencia General de octubre de 2014, puede utilizar estas pginas (y los cuadernos de la conferencia de ejemplares futuros) para ayudarle a estudiar y aplicar las enseanzas recientes de los profetas y apstoles vivientes, as como de otros lderes de la Iglesia.

    P U N T O S D O C T R I N A L E S D E S TA C A D O S

    Nos dirigen profetas vivientes

    U N A P R O M E S A P R O F T I C A

  • E n e r o d e 2 0 1 5 9

    CRIS

    TO Y

    EL

    PRIN

    CIPA

    L JO

    VEN

    RICO

    , PO

    R HE

    INRI

    CH H

    OFM

    ANN,

    CO

    RTES

    A D

    E C.

    HAR

    RISO

    N CO

    NRO

    Y CO

    .

    TODOS SON BENDECIDOS POR EL AYUNOTestifico de los milagros tanto espirituales como temporales que

    reciben quienes viven la ley del ayuno. Aprecien ese sagrado privilegio, al menos mensualmente, y sean tan

    Para leer, ver o escuchar los discursos de la conferencia general, visite conference.lds.org.

    TEMPLOSA veces, ms de un discursante aborda el mismo tema del Evangelio. Esto es lo

    que dijeron tres discursantes en cuanto a los templos:

    Podemos recibir inspiracin y revelacin en el templo, as como el poder para sobrellevar las adversidades de la vida. Hermana Linda K. Burton, Prepa-rados de una manera como nunca se haba conocido, pg. 112.

    Mediante el espritu fortalecedor del templo podemos conocer la realidad, el poder y la esperanza de la Expiacin del Salvador en nuestra vida personal. Hermana Neill F. Marriot, Compartir su luz, pg. 118.

    Si hemos de recibir las bendiciones que Dios nos ofrece tan generosamente, nuestro sendero terrenal debe llegar al templo. Los templos son una ex-presin del amor de Dios. Hermana Jean A. Stevens, Hijas de Dios bajo convenio, pg.117.

    E N B U S C A D E P A R A L E L I S M O S

    generosos como sus circunstancias lo permitan con las ofrendas de ayuno y con otras donaciones humanitarias, educativas y misionales. Les prometo que Dios ser generoso con ustedes, y las personas que reciban alivio de sus manos les llamarn bienaventurados para siempre.lder JeffreyR. Holland, No somos todos men-digos? Liahona, noviembre de 2014, pg. 42.

    RESPUESTAS PARA USTED Cmo son uno Nuestro Padre

    Celestial y Jesucristo? Vase de Ro-bert D. Hales: La vida eterna es conocer a nuestro Padre Celestial y a Su Hijo, Jesucristo, pg. 80.

    Qu es un testimonio y cmo lo obtengo? Vase de Craig C.

    Christensen: Yo s estas cosas por m mismo, pg. 50.

    Qu hago mientras busco respues-tas a mis preguntas? Vase de M. Russell Ballard: Permanezcan en el bote y sujtense!, pg. 89.

    Cada conferencia, los profetas y apstoles dan respuestas inspiradas a preguntas que los miembros de la Igle-sia puedan tener. Utilice el ejemplar de noviembre de 2014 o visite conference.lds.org para encontrar las respuestas a estas preguntas:

  • 10 L i a h o n a

    En una ocasin, cuando estaba pre-parndome para dar un discurso en la reunin sacramental, estudi el artculo La expiacin de Jesucristo, del lder JeffreyR. Holland, del Qurum de los Doce Apstoles, en la revista Liahona de marzo de 2008. En ese artculo, el lder Holland relata un sueo que el lder OrsonF. Whitney (18551931) tuvo, en el cual vio al Sal-vador en el huerto de Getseman. El lder Whitney describi el dolor y el sufrimiento que vio al Salvador sopor-tar; y luego escribi:

    Poco despus se levant y camin hasta donde los apstoles estaban arrodillados y dormidos! Los sacu-di con dulzura, los despert y, con un tono de tierno reproche, total-mente desprovisto de la menor inten-cin de ira o reprimenda, les pregunt si acaso no podan velar con lal menos una hora

    Regres a su sitio, or de nuevo y volvi para encontrarlos nuevamente dormidos. Una vez ms los despert, los amonest y volvi a orar como lo haba hecho antes. Eso sucedi en tres ocasiones1.

    Al leer esto, el espritu de reve-lacin ilumin mi mente. En ese

    Padre Celestial y de nuestro Salvador Jesucristo. Cuando centramos nuestros pensamientos en el Seor es, en cierta manera, como si lo acomparamos durante el momento de agona que l padeci cuando tom sobre S nuestros pecados. Es un tiempo para reconocer el dolor que sufri por nosotros.

    La reunin sacramental lo es todo para m; es la hora de salvacin infinita. Se ha convertido en un mo-mento sagrado en el que recuerdo

    H A B L A M O S D E C R I S T O

    UNA HORA PARA VELAR CON LPor Maritza Gonzles Espejo

    instante me di cuenta de que la ma-nera en que yo poda velar con l una hora era a travs de la manera en que participaba de la Santa Cena cada domingo. Desde entonces, he aprendido que sta es una hora en la que podemos orar a nuestro Padre Celestial de un modo ms significa-tivo. La oracin es esencial en todo momento, pero el Espritu que est presente en el momento de la Santa Cena nos brinda la oportunidad de elevarnos y estar ms cerca del

    UN MOMENTO DE REFLEXIN Y REVERENCIA[La Santa Cena] debe ser un momento importante, reverente, de reflexin; que promueva sentimientos e impresiones espirituales. Por tanto, no debe reali-zarse de prisa; no es algo que se tenga que hacer a la carrera para que entonces podamos dedicarnos al verdadero propsito de la reunin sacramental, sino que esta ordenanza es el verdadero propsito de la reunin. Todo lo que se diga, se cante y se ore en esos servicios debe estar en armona con la grandiosidad de tan sagrada ordenanza.Vase del lder Jeffrey R. Holland, del Qurum de los Doce Apstoles, Haced esto en memoria de m, Liahona, noviembre de 1995, pg. 68.

  • E n e r o d e 2 0 1 5 11

    y me comprometo, en oracin y en espritu, a honrar mis convenios y a seguir el ejemplo perfecto de mi Salvador. S que l vive y que me ama. S que todos podemos ser salvos nicamente por medio de Su sacrificio y Su preciosa sangre que fue derramada. S que esto es verdad porque, a medida que me he esforzado por velar con l, se ha iluminado mi entendimiento, mi vida ha sido bendecida y mi visin de la vida eterna en Su presencia ha llegado a ser ms profunda. La autora vive en Ica, Per.NOTA 1. OrsonF. Whitney, citado por JeffreyR. Holland en

    La expiacin de Jesucristo, Liahona, marzo de 2008, pg. 32.

    CMO PUEDE CAMBIAR MI VIDA EL PARTICIPAR DE LA SANTA CENA?En la Conferencia General de octubre de 2012, el lder DonR. Clarke, de los Setenta, ense: Si nos preparamos debidamente para la Santa Cena, sta puede transformarnos. A continuacin sugiri cinco principios que nos pueden bendecir si participamos dignamente de la Santa Cena:

    1. Sentir gratitud por la expiacin de Jesucristo.2. Recordar que estamos renovando convenios bautismales.3. Procurar el perdn de nuestros pecados.4. Buscar inspiracin para resolver nuestros problemas.5. Participar dignamente de la Santa Cena a fin de que podamos

    ser llenos del Espritu Santo.

    El lder Clarke prometi: La reunin sacramental ser excelente si la Santa Cena es el centro de nuestra adoracin1.NOTA 1. Vase de Don R. Clarke, Las bendiciones de la Santa Cena, Liahona,

    noviembre de 2012, pgs. 104106.

  • 12 L i a h o n a

    Un domingo por la maana, des-pus de beber alcohol y kava con amigos durante casi toda la noche, Siope Akauola, de Tonga, iba de regreso a su casa cuando vio a una familia vestida con ropa de domingo; rean y conversaban mientras camina-ban juntos. Siope se preguntaba por qu estaran tan felices, de modo que los sigui para ver a dnde iban.

    Los vio entrar a un edificio de los Santos de los ltimos Das y observ por la ventana mientras llegaba ms gente. Sus rostros irradiaban felici-dad mientras las familias se senta-ban juntas y cantaban canciones de adoracin.

    Siope pens en su esposa Liu; el amor que haban compartido al ca-sarse se iba esfumando, y l deseaba recuperar ese amor. Se apresur para llegar a casa y le dijo a su esposa que haba encontrado la manera de ayudar a la familia para que tuvieran xito: tenan que unirse a la Iglesia.

    Ese mismo da, Siope fue a la casa del obispo, quien lo reconoci por haberlo visto ebrio en las calles. Al conversar, Siope detect duda en el rostro del obispo, pero l estaba firme en su decisin; con resolu-cin, le dijo al obispo que quera bautizarse. Tras una pequea pausa, el obispo invit a Siope a pasar y empez a ensearle el evangelio de Jesucristo.

    Al principio Liu se mostr renuente, pero observ con atencin a medida que su esposo cambiaba gradual-mente para bien. Siope empez a pa-sar ms tiempo con sus hijos y a tratar con ms amor a su esposa y su fami-lia, de modo que Liu tambin empez a tomar las lecciones misionales y al poco tiempo ambos se bautizaron.

    Al acercarse el primer aniversario de su bautismo, la familia Akauola reflexionaba sobre las maravillosas bendiciones del templo. Siope dijo: Si las bendiciones del templo son mucho ms grandes que las que recibimos al ser bautizados, imagnense cun mara-villosas deben ser las bendiciones del templo. A pesar de su deseo de ser sellados, el Templo de Tonga estaba en una fase de renovacin, de modo que tendran que esperar ms de un ao o realizar el costoso viaje a Nueva Zelanda o a Fiji para asistir al templo.

    La familia pens y or mucho en cuanto a lo que deban hacer; final-mente decidieron sacar un pequeo prstamo. Mientras esperaban la apro-bacin del mismo, el banco donde se tramitaba el prstamo fue destruido en un incendio; debido a ello, todos los prstamos se aplazaran hasta el ao siguiente.

    Siope y Liu se sentan desanima-dos; se sentaron en la pequea sala de su casa y oraron por un milagro. Mientras oraban y deliberaban juntos,

    EL CAMINO A UNA FAMILIA ETERNApor Garth y Sandy Hamblin

    N U E S T R O H O G A R , N U E S T R A F A M I L I A

    Una vez que se convirtieron al Evangelio, los Akauola estuvieron resueltos a entrar en el templo.

    recibieron la respuesta: En mi mente vi a nuestra camioneta que nos son-rea, y supe que sa era la respuesta a nuestras oraciones, dijo Siope. Pudieron vender la camioneta al da siguiente y comprar boletos de avin para que la familia de cinco personas viajara a Fiji.

    Llegaron a Nadi, Fiji, muy tarde esa noche, con tres nios cansados y un largo viaje en auto por delante para llegar hasta el templo en Suva. Liu dijo: Aprend que cuanto ms nos es-forzamos por acercarnos a la casa del Seor, ms se esfuerza Satans para que nos demos por vencidos antes de recibir la bendicin.

    Mientras se encontraban sentados en el aeropuerto, tratando de decidir cul sera el siguiente paso que habran de dar, una mujer los ayud a hacer arreglos para su alojamiento y para el viaje a Suva al da siguiente a un costo

  • E n e r o d e 2 0 1 5 13

    que representaba una fraccin de las tarifas comunes. Sintieron que Dios les haba enviado un ngel para ayudarlos.

    Llegaron al templo al da siguiente. Al entrar en el templo sent paz y tranquilidad en el corazn, dijo Liu; nunca en mi vida haba visto seme-jante limpieza y blancura como en el templo. Entonces pens: Si el templo es una casa construida por el hombre y es as de hermosa, qu maravilloso debe ser el hogar que nuestro Padre Celestial nos ha prometido!.

    Las experiencias que tuvieron en el templo cambiaron la vida de esa

    familia. Liu dijo: Durante todo el tiempo que estuvimos en Fiji sent el amor que nuestro Padre Celestial tiene por nosotros; cuando decidimos seguirlo, l realmente nos cuida.

    La familia Akauola sigui reci-biendo bendiciones maravillosas des-pus de que regresaron a casa. Tanto Siope como Liu recibieron becas universitarias, obtuvieron su ttulo de maestros y consiguieron trabajo en la Escuela Secundaria Liahona.

    Mientras enseaban all, conocieron a muchos jvenes que necesitaban un lugar donde vivir. A veces uno, y

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    a menudo dos y tres jvenes tocaban a la puerta de Siope y Liu, y ellos los acogan. En su pequea casa viven ahora veinte personas. Tienen otros cinco hijos adoptivos que ya se han ido para asistir a la universidad o a servir en misiones.

    Siope y Liu saben que esos jvenes crecern y florecern si se les brinda amor y estructura. Aquellos que no eran miembros de la Iglesia han abrazado el Evangelio y ahora tienen grandes deseos de servir en misiones. Siope y Liu se refieren a los jvenes que estn bajo su cuidado como sus hijos, y todos ellos los llaman mam y pap. Los Akauola saben que han sido ricamente bendecidos y se sien-ten felices por compartir esas bendi-ciones con los dems.

    Los autores son originarios de Alaska,EE.UU., y prestan servicio en una misin en Tonga.

  • 14 L i a h o n a

    Hace algunos aos trabaj en un sitio arqueolgico llamado Aguateca, ubicado en una regin hermosa y remota de Guatemala, a la cual nicamente se puede llegar por lancha tras un largo viaje por el sinuoso Ro Petexbatn.

    Una noche, regresaba a Aguateca con varios arquelogos despus de pasar el da en un sitio cercano. Mien-tras viajbamos por el ro, con slo el suave zumbido del motor y el chirrido de los insectos, me recost en un costado de la lancha para disfrutar del paseo tranquilo y la noche sin luna, ms clara de lo comn. Mientras la lancha zigzagueaba por el ro, trat de mantener mi sentido de la orientacin siguiendo la Estrella Polar. La estrella a veces desapareca tras las oscuras siluetas de los rboles que bordea-ban las riberas, pero en poco tiempo, siempre volva a aparecer.

    En un recodo del ro, volv a per-derla detrs de las copas de los r-boles. Una vez que la lancha sigui rumbo al sur, la volv a localizar, sintindome como un viejo marinero, orgulloso por la habilidad que tena de mantener la orientacin. Sin embargo, despus de observarla unos momen-tos, me di cuenta de que haba come-tido un error: no haba localizado la Estrella Polar ni ninguna otra estrella; lo que observaba era una lucirnaga.

    Fue entonces que me di cuenta de que las muchas estrellas que

    divisaba eran en realidad lucirnagas que revoloteaban silenciosamente en el aire clido de la noche. Sor-prendentemente, el resplandor de las docenas de lucirnagas que estaban encima de nosotros era casi idntico al brillo de las estrellas y galaxias dis-tantes, y con los giros y las vueltas de la embarcacin sobre el ro, era fcil confundirlas.

    Cmo pude confundir una mi-nscula lucirnaga con una estrella de un brillo casi infinito?, me pregunt. La respuesta era clara: era cuestin de perspectiva. La luz relativamente dbil y fugaz de las lucirnagas se pareca a la de las estrellas slo porque las lu-cirnagas estaban a pocos metros por encima de m y las estrellas estaban muy distantes. Desde mi perspectiva, las dos parecan casi idnticas.

    Al igual que las lucirnagas, las tentaciones y las pruebas parecen

    LUCIRNAGASPor David Wright

    R E F L E X I O N E S

    Mantenemos la vista en las recompensas eternas, o en alguna otra cosa?

    grandes porque estn a la mano, mientras que las bendiciones prometi-das, al igual que las estrellas, pueden parecer muy distantes.

    Nuestra miopa espiritual puede tener muchas consecuencias. Cuanto ms distante parezca estar la recom-pensa, ms grande es la tentacin de pensar que podemos postergar el da de nuestro arrepentimiento y an regre-sar a nuestro Padre Celestial a fin de reclamar nuestra herencia eterna (vase Alma 34:3334). Quizs empecemos a dudar de la recompensa eterna o de-cidir que es ms divertido satisfacer al hombre natural ahora en vez de espe-rar las bendiciones que tal vez lleguen mucho ms tarde. Tal vez tengamos temor a la implacable y larga lucha contra el pecado, o no tengamos la fe de que nuestro Salvador nos ayudar a soportar los bofetones de Satans.

    De vez en cuando, todos perdemos nuestra perspectiva eterna; el desafo es recuperarla lo antes posible. Aun-que el mundo nos ofrezca recompen-sas atractivas y falsas, podemos dirigir la mirada hacia Jesucristo al navegar por los giros y las vueltas de la vida y confiar en que l es el galardonador de los que le buscan (Hebreos 11:6).

    Ya han transcurrido aos desde que hice ese viaje por el ro, pero aun hoy me detengo cuando me enfrento a la tentacin, y me digo a m mismo: Es slo una lucirnaga. El autor vive en Florida, EE. UU. ILU

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  • E n e r o d e 2 0 1 5 15

    Como maestra de escuela primaria por ms de veinticinco aos, he recibido muchas cosas interesantes de mis pequeos alumnos. Entre los obsequios comunes hay notitas diver-tidas, dibujos y trabajos manuales ela-borados con mucha imaginacin. Sin embargo, el ao pasado fue la primera vez que reciba una patata (papa).

    Una patata para la maestra, dijo Emma con orgullo cuando se acerc a mi escritorio, porque no tena una manzana. Era una patata mediana, bien lavada y muy bella, tanto como lo puede ser una patata. Le di las gra-cias y la coloqu sobre mi escritorio. Observ que los grandes ojos azules de Emma brillaban de orgullo cada vez que miraba la patata a lo largo del da.

    Despus de la escuela, mientras me encontraba trabajando en el es-critorio, no pude evitar ver la patata y sonre con ternura. Los nios ven las cosas de manera tan inocente; y con esa patata comn y corriente, Emma me ense algo impor-tante. La dej sobre el es-critorio durante ms de una semana, ya que me serva de recordatorio.

    Como maestra visitante y hermana del barrio, deseaba prestar servicio a los dems, pero siempre esperaba tener una manzana antes de dedicar tiempo a brindar ayuda. Si me encon-traba ocupada y no poda preparar un guisado, o si deseaba obsequiar una flor especial pero no poda ir a la florera, pasaba por alto la voz apa-cible y delicada del Espritu que me susurraba que alguien necesitaba mi ayuda.

    Har algo este fin de semana, cuando disponga de tiempo, me deca a m misma. Nadie me necesita hoy.

    Pero, y si alguien realmente me necesitaba? Qu habra ocurrido si no hubiese pasado por alto la impresin de visitar a una vecina anciana o a la joven viuda que acababa de perder

    UNA PATATA PARA LA MAESTRAPor Bonny Dahlsrud

    E L P R E S T A R S E R V I C I O E N L A I G L E S I A

    Aprend que no todo el tiempo tengo que realizar actos sobresalientes de servicio; un pequeo acto de amor es igualmente apropiado.

    a su esposo? Podra haber ayudado o prestado servicio, incluso si en ese momento slo hubiese podido ofrecer una patata?

    De Emma aprend una gran lec-cin que estoy intentando llevar a la prctica: si no tengo una manzana, entonces obsequio una patata, y lo hago en ese momento; no espero a hacer un guisado o una tarta espe-cial de crema de limn; en vez de ello compro una caja de galletas. No voy con frecuencia a la florera, pero puedo hacer una visita para conversar sin llevar una flor; sera genial obse-quiar una tarjeta confeccionada en casa, pero tambin lo sera una rpida llamada telefnica. No todo el tiempo tengo que realizar actos sobresalientes de servicio; un pequeo acto de amor es igualmente apropiado.

    Ahora tengo la patata en casa, pero no creo que jams la coma; me

    sirve como un recordatorio cons-tante de prestar servicio cuando

    recibo la impresin de hacerlo. Doy lo que pueda en el mo-mento en vez de esperar hasta ms tarde. Una patata para la

    maestra fue en realidad el mejor de los regalos.

    La autora vive en Utah, EE. UU.FOTO

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  • 16 L i a h o n a

    NOTICIAS DE LA IGLESIA

    El desafo de indexa-cin logr un rcord

    Los participantes del desafo interna-cional de indexacin establecieron un nuevo rcord del mayor nmero de participantes en la indexacin en lnea en un solo da. El 22 de julio de 2014, un total de 66.511 voluntarios acudieron a internet para ver imgenes de registros histricos y transcribir la informacin para incluirla en la base de datos de bs-queda de FamilySearch.org. El rcord an-terior para un da, de 49.025 voluntarios, se estableci en julio de 2012, durante elpunto mximo del esfuerzo de indexar el censo de 1940 de los EE. UU.

    El desafo tambin produjo el segundo nmero ms alto de registros combinados totales (indexados o arbitra-dos) que se hayan enviado, llegando a un poco ms de 5,7 millones. (Cada registro lo indexan dos voluntarios, y luego lo revisa un tercer voluntario, conocido como el arbitrador, para ase-gurar la calidad y la precisin.)

    Nuestros miembros, jvenes y ma-yores, han participado con un corazn feliz, dijo el obispo Crouet, en Toulouse, Francia. Qu hermosa experiencia.

    Christopher Jones, de Gales, dijo: Planeamos nuestra noche de hogar para que todos pudiramos indexar, dos padres y siete hijos entre 5 y 18 aos. Alfinal, como familia indexamos un poco ms de 900 registros!.

    Natalie Terry, de Bangkok, Tailandia, dijo que le encant participar en el da mundial de indexacin con su hija de 13 aos. Y Chris Shead, de Chorley, Inglaterra, dijo que pudo encontrar unos 30 nombres nuevos de su familia, incluso a una nia pequea que haba fallecido poco despus de su bautizo y cuyo nombre haba quedado perdido entre los registros del censo.

    Los requisitos animan a los alumnos de seminario a elevar el aprendizajeLos nuevos requisitos para la gradua-cin de seminario, que ayudarn a los alumnos a elevar el aprendizaje, se estn implementando por toda la Iglesia. Los requisitos, que entran en vigencia al comenzar el estudio de este ao de Doctrina y Convenios eHistoria de la Iglesia, incluyen dos importantes elementos:

    1. Se les requerir a los alumnos de se-minario que lean el libro de Escrituras que estn estudiando ese ao adems de recibir los crditos basados en la

    asistencia y en una aprobacin ecle-sistica de su obispo o presidente de rama. En el pasado, se ha hecho hincapi en la lectura de las Escritu-ras, pero ahora es un requisito para poder graduarse.

    2. Se les requerir a los alumnos aprobar dos evaluaciones de aprendizaje durante el ao, con una calificacin de al menos un 75 por ciento. Una de las eva-luaciones se tomar a mitad del ao y la segunda al finalizar el ao acadmico. Las evaluaciones tendrn que ver principalmente con la comprensin doctrinal y laaplicacin de los principios del Evangelio en la vida cotidiana.

    Los nuevos requisitos de semina-rio, junto con Predicd Mi Evangelio: Una gua para el servicio misional y el curso de estudio dominical para los jvenes, Ven, Sgueme, proporcio-narn a los jvenes la oportunidad de que sean ms autosuficientes en su testimonio, profundicen su com-prensin del Evangelio y aumenten su capacidad de compartir su cono-cimiento al prepararse para una vida deservicio y discipulado.

    Al final de cada ao, los alumnos recibirn un certificado indicando que completaron los requisitos necesarios (incluso la lectura y las evaluaciones), o un certificado de reconocimiento, indicando que cumplieron con los requisitos de asistencia.

    Alumnos de seminario en Guyana, Sudamrica, estudiando juntos las Escrituras.

    Si desea ms informacin sobre noticias y eventos de la Iglesia, vaya a news.lds.org.

  • E n e r o 2 0 1 5 17

    Apstol da consejos sobre las redes socialesA partir de aqu, en este mo-mento, los exhorto a que inunden la tierra con mensajes llenos de rectitud y de verdad, mensajes que sean autnticos, edificantes y dignos de alabanza, yque literalmente inunden la tierra como con un diluvio, dijo el lder David A. Bednar, del Qurum de los Doce Apstoles, en un dis-curso de la Semana Educativa en la Universidad Brigham Young el 19de agosto de 2014.

    Ruego que no participemos simplemente en una crecida de agua que se alza rpidamente y luego retrocede con la misma ra-pidez, dijo l, en un mensaje que se centr en el poder de las redes sociales para comunicar la verdad. El lder Bednar dijo que la nuestra es una poca singular de la historia del mundo en la que vivimos, en la que somos bendecidos con un progreso milagroso de innovacio-nes e inventos que han posibilitado y acelerado la obra de salvacin.

    Aproximadamente el 40% de nuestra fuerza misional mundial pronto usar dispositivos digitales como herramientas en la obra de

    El lder David A. Bednar dice que las redes sociales propor-cionan una oportunidad singular de compartir el Evangelio.

    conversin, retencin y activacin, dijo. Confo en que todos tambin reconozcamos cmo la tecnologa ha acelerado la obra de historia familiar y la del templo, nuestro estudio personal y familiar del Evangelio restaurado; y ha hecho posible que aprendamos, veamos y experimentemos el mundo en maneras extraordinarias.

    Destac los recientes esfuerzos en las redes sociales, entre ellos un video de la Pascua producido por la Iglesia, Gracias a l, que fue visto ms de cinco millones de veces en 191 pases y territorios, y el hashtag #pensasteorar, que dio lugar a ms de 40.000 conversaciones sobre la necesidad de orar.

    stos y otros esfuerzos son slo una gota, dijo l, llamando a los Santos de los ltimos Das a que ayuden a transformar esa gota en un diluvio. Tambin dijo que cuando usemos las redes sociales:

    No debemos exagerar, embe-llecer o pretender ser alguien o algo que no somos. Nuestro material debe ser digno de con-fianza y constructivo.

    Nuestros mensajes deben pro-curar edificar y alentar en vez de discutir, debatir, condenar odenigrar.

    Sean valientes y audaces pero no prepotentes al sostener y defender nuestras creencias, y eviten la contencin. Como discpulos, nuestro objetivo debe ser el de utilizar los medios de las redes sociales como vehculo para proyectar la luz y la ver-dad del evangelio restaurado deJesucristo.

    Se puede desperdiciar mucho tiempo, se pueden daar o des-truir muchas relaciones, y se pueden interrumpir valiosos mo-delos de rectitud cuando la tec-nologa se usa incorrectamente. No debemos permitir que ni aun las aplicaciones buenas de las redes sociales prevalezcan ante el mejor uso de nuestro tiempo, energa y recursos.

    No tenemos que convertirnos en expertos ni fanticos de las redes sociales; y no tenemos que pasar cantidades exageradas de tiempo creando y diseminando mensajes complicados.

  • Ruego que elijan ser una luz al mundo a fin de salvar a los hijos de Dios, para tener gozo y, al final, ganar la bendicin de la vida eterna.

  • E n e r o d e 2 0 1 5 19

    Ustedes, la juventud bendita1, son literalmente hijos e hijas de Dios, naci-dos en este tiempo particular de la historia del mundo para un propsito sumamente sagrado. Aunque los valores morales y religiosos de la sociedad parecen debilitarse en todo el mundo, la juventud de esta Iglesia debe empuar el estandarte del Seor y ser faros de luz para atraer a los dems hacia l. Ustedes tienen una identidad y un propsito nicos.

    Cul es su identidad? Ustedes son hijos del convenio que Dios concert con el padre Abraham cuando a ste se le prometi: en tu descendencia sern bendi-tas todas las familias de la tierra (Hechos 3:25; vanse tambin 1Nefi 15:18; 3Nefi 20:25). Ustedes tambin son la esperanza de Sin2, en este perodo de la historia del mundo en que el Evangelio se proclamar ampliamente a lo largo de todo el planeta.

    Cul es su propsito? Ustedes, hermanos, fueron preordenados en un reino pre-mortal para poseer el sacerdocio (vase Alma 13:23); y ustedes, hermanas, fueron elegidas desde antes de la fundacin del mundo para dar a luz y cuidar a los hijos de Dios; al hacerlo, glorifican a Dios (vase D. y C. 132:63). Hermanas, han consi-derado lo que realmente significa ser creadoras junto con Dios?

    Cada uno de ustedes, jvenes y jovencitas, fueron comisionados por nuestro Padre Celestial para edificar el reino de Dios sobre la tierra en este tiempo y prepa-rar un pueblo para recibir al Salvador cuando l gobierne y reine como el Mesas milenario. Su noble linaje, identidad, propsito y comisin divina los distingue de todas las dems personas.

    Por el lder Russell M. NelsonDel Qurum de los Doce Apstoles

    QU ES LO QUE

    ESCOGERN?Ustedes fueron comisionados por nuestro Padre Celes-tial para edificar el reino de Dios en la tierra en este

    tiempo y preparar un pueblo para recibir al Salvador.

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  • 20 L i a h o n a

    Pero ni su linaje, ni sus ordenaciones y comisiones pre-mortales pueden salvarlos ni exaltarlos. Eso lo conseguirn ustedes mediante sus decisiones personales y al elegir tener acceso al poder de la expiacin del Seor en su vida. El gran principio eterno del albedro es fundamental en el plan de nuestro Padre. De modo que, ustedes, juventud bendita, qu es lo que escogern?

    Escogern adquirir mayor conocimiento?Son ustedes los que deben obtener una educacin; na-

    die la puede obtener por ustedes. Dondequiera que estn, cultiven el profundo deseo de aprender. Para nosotros, los Santos de los ltimos Das, el obtener una educacin no slo es un privilegio, sino una responsabilidad religiosa. La gloria de Dios es la inteligencia (D. y C. 93:36). De hecho, nuestra educacin es para las eternidades.

    Cualquier principio de inteligencia que logremos en esta vida se levantar con nosotros en la resurreccin;

    y si en esta vida una persona adquiere ms conoci-miento e inteligencia hasta ese grado le llevar la ventaja en el mundo venidero (D. y C. 130:1819).

    Ese tipo de perspectiva a largo alcance los ayudar a tomar buenas decisiones en cuanto al aprendizaje.

    No tengan miedo de luchar para lograr sus metas e incluso sus sueos! Sin embargo, sepan que no hay atajos para lograr la excelencia y la competencia. La educacin es la diferencia que existe entre desear poder ayudar a otras personas y el ser capaces de ayudarlas.

    Qu modo de vida escogern?Se espera que vivan de manera diferente a los dems.

    Ustedes saben lo que Pablo le dijo al joven Timoteo: s ejemplo de los creyentes en palabra, en conducta, en amor, en espritu, en fe y en pureza (1Timoteo 4:12)3. Elijan pensar y actuar de manera diferente a las personas del mundo. Decidan tener un aspecto diferente y vean la influencia para bien que llegarn a ser. Como dijo en una ocasin Ardeth G. Kapp, ex presidenta general de las Mu-jeres Jvenes: No puedes ser un salvavidas si luces como todos los dems nadadores en la playa4.

    Como parte de la juventud bendita, ustedes han tenido un gran comienzo en la vida, pero tambin tienen una responsabilidad adicional. Porque de aquel [o aquella] a quien mucho se da, mucho se requiere (D. y C. 82:3; vase tambin Lucas 12:48). Parte de lo que se requiere es ser un recluta. Cuando se bautizaron, en realidad se

    volvieron a alistar en el ejrcito del Seor5. En la vida pre-mortal, estuvieron del lado de Jesucristo durante la guerra en los cielos; y ahora el conflicto entre las fuerzas del bien y del mal contina en la tierra. Es real! (Vanse Apocalipsis 12:79; D. y C. 29:4041). Del lado de Dios est Jesucristo, que fue preordenado para ser el Salvador del mundo (vase 1Nefi 10:4); del otro lado est Satans, un rebelde, destructor del albedro (vase Moiss 4:3)6.

    El plan de Dios permite que el adversario los tiente a fin de que ustedes puedan ejercer su albedro para elegir el bien sobre el mal, elegir arrepentirse, y elegir venir a Jesucristo, creer en Sus enseanzas y seguir Su ejemplo. Qu gran responsabilidad y enorme confianza!

    La libertad de actuar por ustedes mismos es tan funda-mental para su progreso y felicidad eternos que el adver-sario dedica un empeo extraordinario a destruirla (vanse 2Nefi 2:27; 10:23).

    Establecern prioridades para que eso los ayude a tomar decisiones?

    No todas las decisiones que deban tomar sern entre algo bueno y algo malo; muchas veces tendrn que elegir entre dos buenas opciones. No todas las verdades son igual de importantes, de modo que ustedes tendrn que establecer prioridades. En su bsqueda de conocimiento, tengan presente que la verdad ms importante que pue-dan aprender proviene del Seor. El Salvador mismo confirm esto en Su oracin intercesora a Su Padre; l dijo: sta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el nico Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado ( Juan 17:3). Por encima de cualquier cosa que procuren aprender, procuren conocer a Dios, su Padre Celestial, y a Su Hijo Jesucristo. Lleguen a conocerlos y a amarlos, como yo los amo.

    Otro importante pasaje de las Escrituras que me ha ayudado en la vida es ste: mas buscad primeramente edificar el reino de Dios, y establecer su justicia, y todas estas cosas os sern aadidas (Mateo 6:33).

    Ms que cualquier cosa en este mundo, ustedes querrn tomar decisiones que conduzcan al destino final y glorioso de la vida eterna. sa es la gran gloria que Dios tiene para ustedes (vanse D. y C. 14:7; Moiss 1:39). Elijan la vida eterna como su mayor prioridad! Estudien las Escrituras, como por ejemplo las secciones 76 y 88 de Doctrina y Convenios, a fin de entender ms en cuanto a las diferentes bendiciones que les esperan a aquellos que eligen la vida

  • E n e r o d e 2 0 1 5 21

    eterna y a los que no lo hacen. Elijan la vida eterna como su mayor prioridad y vern cmo las dems decisiones sern ms fciles de tomar.

    Con quin decidirn relacionarse?Se relacionarn con muchas buenas personas que tam-

    bin creen en Dios. Ya sean judos, catlicos, protestantes o musulmanes, los creyentes saben que en realidad existe la verdad absoluta. Los creyentes en Dios tambin tienen una conciencia; los creyentes obedecen voluntariamente la ley civil y la divina, incluso las leyes que no se puedan imponer.

    Debido a que tienen el cometido de obedecer la ley civil y la divina, se detienen en un semforo con la luz roja a pesar de que no se divise ningn trfico. Como hijos de Dios, ustedes saben que aunque la polica no los apre-henda, robar y asesinar es algo malo y que, al final, Dios los tendr por responsables. Saben que las consecuencias de no guiarse por las reglas no slo son temporales sino eternas.

    Al transitar por la vida, tambin conocern a personas que no creen en Dios. Muchas de ellas an no han encon-trado la verdad divina y no saben dnde buscarla; pero ustedes, juventud bendita, estn aqu para rescatarlas. En grandes cantidades, ustedes estn respondiendo al llamado del profeta de Dios para que haya ms misioneros. Esta-mos profundamente agradecidos por cada uno de ustedes!

    Al relacionarse con los no creyentes, tomen conciencia de que algunos tal vez no tengan buenas intenciones hacia ustedes (vanse D. y C. 1:16; 89:4). Tan pronto como se den cuenta de eso, huyan de ellos rpido y de forma per-manente (vase 1Timoteo 6:56, 11).

    Lamentablemente, conocern a personas cuya bs-queda desesperada por algo que para ellos parece ser felicidad los arrastra por las resbaladizas cuestas del pe-cado. Cudense de esa resbalosa cada! Cualquier placer en el pecado es slo pasajero, mientras que sus obsesio-nantes recuerdos llevan la mancha del remordimiento constante y devastador. La distorsin pecaminosa de la intimidad divinamente concebida para unir al esposo y

    Muchas personas an no han en-contrado la verdad divina y no saben dnde buscarla; pero ustedes, juventud bendita, estn aqu para rescatarlas.

  • 22 L i a h o n a

    a la esposa es tan slo una vana falsificacin. Cada ex-periencia ilcita va despojada de significado profundo y dulces recuerdos.

    Escogern la libertad o el cautiverio?Hay fuerzas inicuas por doquier; ustedes literalmente es-

    tn viviendo en territorio enemigo7. Abunda la plaga de la pornografa ponzoosa que atrapa a todos los que ceden a sus garras insidiosas.

    El Seor, al ver lo que vendra, dijo: Y ahora os des-cubro un misterio, una cosa que se halla en las cmaras secretas, para llevar a cabo vuestra destruccin con el transcurso del tiempo, y no lo supisteis (D. y C. 38:13; vase tambin el versculo 28).

    Piensen en cunta gente en cmaras secretas est tra-tando de destruir su vida y su felicidad! La tentacin carnal no es algo nuevo. El apstol Pedro amonest en cuanto a esta misma trampa cuando escribi:

    seducen con las concupiscencias de la carne a los que habanescapado;

    les prometen libertad, siendo ellos mismos esclavos de la corrupcin. Porque el que es vencido por alguno es hecho esclavo del que lo venci (2Pedro 2:1819).

    Eviten ese cautiverio, mis amados hermanos y hermanas. Si ahora estn viendo pornografa, dejen de hacerlo! Ya! Busquen la ayuda de su obispo. Nadie es lo suficiente-mente sabio para engaar por s solo al adversario una vez que lo haya envenenado la pornografa. Es tan destructiva como la lepra, tan adictiva como la anfetamina y tan corro-siva como la leja.

    Decidirn seguir al Seor o las filosofas de los hombres?

    Estudien detenidamente La Familia: Una Proclamacin para el Mundo8. En todo el mundo, la familia est siendo objeto de ataque, pero las verdades de la proclamacin sobre la familia los fortalecern.

    Tienen que comprender las consecuencias de largo alcance que se derivan del conflicto actual de la sociedad en cuanto a la definicin del matrimonio. El debate actual tiene que ver con la pregunta de si se pueden casar dos personas del mismo sexo. Si ustedes tienen alguna duda sobre la postura de la Iglesia en cuanto a ste o cualquier otro asunto de importancia, medtenlo en oracin, y des-pus presten odo a los mensajes profticos de los profetas vivientes. Sus inspiradas palabras, junto con la inspiracin

    del Espritu Santo, brindarn a su mente una comprensin ms completa y verdadera9.

    El debate del matrimonio es tan slo una de las muchas controversias a las que harn frente en el futuro. En oposi-cin a las voces estridentes del adversario, ustedes, juven-tud bendita, elegirn defender al Seor y Su verdad.

    El apstol Pablo profetiz en cuanto a la situacin de nuestros das (vase 2Timoteo 3:15). A la visin precisa que tuvo Pablo sobre la devastacin espiritual de nuestros das le sigui su consoladora conclusin, donde nos deca cmo permanecer a salvo: desde la niez has sabido las Sagradas Escrituras, las cuales te pueden hacer sabio para la salvacin por la fe que es en Cristo Jess (2Timoteo 3:15).

    A este consejo agrego el mo: Sigan estudiando las Escrituras; sigan haciendo las cosas que edifiquen su fe en Jesucristo; y despus fjense en las buenas decisiones que de manera natural se inclinen a tomar.

    Su fe en Jesucristo y en Su evangelio les dar el valor para casarse y traer hijos a su familia mientras son jvenes y pueden tenerlos. Cuando tengan la edad que yo tengo, atesorarn a sus hijos, sus nietos y a los hijos de sus nie-tos, ms que cualquier fama o fortuna que pudiesen haber obtenido de otra forma.

    Cmo se prepararn para la entrevista personal que tengan con el Salvador?

    Ustedes, los integrantes de la juventud bendita, no son perfectos an; ninguno de nosotros lo es. Por ello ustedes, junto con el resto de nosotros, estamos muy agradecidos por la expiacin del Salvador, la cual brinda pleno perdn, si nos arrepentimos con sinceridad. Tambin saben que su estada aqu en la mortalidad es relativamente breve. Con el tiempo, cada uno de ustedes se graduar de esta frgil existencia y pasar al mundo venidero.

    A cada uno de nosotros le espera el da del juicio. S que el guardin de la puerta es el Santo de Israel; y all l no emplea ningn sirviente (2Nefi 9:41). S, cada uno de nosotros tendr una entrevista personal con Jesucristo.

    Cada da que pasan en la tierra les da el tiempo y la oportunidad de prepararse para esa entrevista. Quiero que sepan una cosa: Al elegir seguir al Seor, nunca es-tarn solos. Dios les ha dado acceso a Su ayuda mientras transitan por el peligroso sendero de la mortalidad. Si de manera diligente y ferviente le revelan al Seor los deseos de su corazn mediante la oracin diaria, l enviar a Sus ngeles para que los ayuden (vase D. y C. 84:88). l les

  • E n e r o d e 2 0 1 5 23

    ha dado el Espritu Santo para que est a su lado a medida que vivan dignamente; les ha dado las Escrituras para que puedan deleitarse plenamente en las palabras de Jesucristo (vanse 2Nefi 9:51; 32:3); les ha dado las palabras de los profetas vivientes para que les presten atencin.

    En quin pondrn su confianza?Ustedes saben que Dios es su Padre; l los ama; l desea

    que sean felices. Pongan su confianza en l (vanse 2Nefi 4:34; 28:31). Mantnganse enfocados en Su santo templo; sean dignos de recibir las ordenanzas de la investidura y del sellamiento. Permanezcan fieles a esos convenios y regresen al templo con frecuencia. Recuerden, la meta ms sublime que podrn tener es lograr la ms grande de todas las bendiciones de Dios, o sea, la vida eterna (vase D. y C. 14:7). Las ordenanzas del templo son esenciales para recibir esa bendicin (vase D. y C. 131:13).

    Los invito a estudiar, con oracin, la declaracin de las Escrituras en cuanto a su identidad, propsito y bendicin (vase D. y C. 86:811). S, ustedes son en verdad una juventud bendita, cada uno creado a la imagen de Dios.

    Ustedes son los herederos legtimos; y sern probados y evaluados. Ruego que elijan ser una luz al mundo a fin de salvar a los hijos de Dios, para tener gozo y, al final, ganar la bendicin de la vida eterna. De un discurso de un devocional del Sistema Educativo de la Iglesia: Juventud bendita: qu es lo que escogern?, pronunciado en la Universidad Brigham YoungHawi, el 6 de septiembre de 2013. Para leer el texto com-pleto, vaya a cesdevotionals.lds.org.

    NOTAS 1. A vencer, Himnos, N 167. 2. Oh Dios de Israel, Himnos, N 5. 3. El trmino griego anstrofe, del cual se tradujo la palabra conducta

    significa un modo elevado de vivir. 4. Ardeth Greene Kapp, I Walk by Faith, 1987, pg.97. 5. Vase Somos los soldados, Himnos, N 162. 6. Algunas personas describen el albedro como libre albedro, pero esa

    expresin no figura en las Escrituras. En las Escrituras se habla nica-mente de albedro moral (vase D. y C. 101:78).

    7. Vase de BoydK. Packer, Consejo a los jvenes, Liahona, noviembre de 2011, pg. 18.

    8. Vase La Familia: Una Proclamacin para el Mundo, Liahona, noviembre de 2010, pg. 129.

    9. La proclamacin inspirada de la Iglesia sobre la familia declara: La familia es ordenada por Dios. El matrimonio entre el hombre y la mujer es esencial para Su plan eterno. Los hijos merecen nacer dentro de los lazos del matrimonio y ser criados por un padre y una madre (La Familia: Una Proclamacin para el Mundo, Liahona, noviembre de 2010, pg. 129).

    Elijan pensar y ac-tuar de manera dife-rente a las personas del mundo. Decidan tener un aspecto diferente y vean la influencia para bien que llegarn a ser.

  • 24 L i a h o n a

    El Seor resucitado estaba a punto de concluir Su minis-terio en las Amricas; haca poco que haba descendido de los cielos, trayendo la luz para disipar las tinieblas que haban cubierto la tierra de los nefitas y los lamanitas despus de Su muerte. Haba en-seado, testificado y orado; haba bendecido, aclarado inquietudes y establecido Su Iglesia. Ahora, mien-tras se preparaba para dejar a Sus discpulos, les dio un encargo que debe haberles infundido confianza:

    sabis las cosas que debis ha-cer en mi iglesia; pues las obras que me habis visto hacer, sas tambin las haris

    Por lo tanto, qu clase de hom-bres habis de ser? En verdad os digo, aun como yo soy (3Nefi 27:21, 27).

    Jess nos invit a que llegsemos a ser como l, y uno de Sus mayores atributos es Su habilidad de ensear. l es el Maestro de maestros. Para llegar a ser como l, nosotros tambin tenemos que llegar a ser maestros ms amorosos y capaces de cambiar vidas, no slo en la Iglesia, sino tambin en nuestro hogar. Para llegar a sercomo

    Por la Presidencia General de la Escuela Dominical

    Si de verdad deseamos llegar a ser como el Salva-dor, debemos aprender a ensear de la manera que l ense.

    QU CLASE DE maestros HEMOS DE SER?

    l, debemos tener en nuestro corazn el ferviente deseo de ensear como l ense.

    Preguntas e invitacionesJess sola ensear por medio de

    preguntas e invitaciones. Considere-mos un ejemplo de la poca que pas con Sus discpulos en el continente americano. En una ocasin, cuando estaban orando, el Salvador apareci y mediante una pregunta introductoria les hizo una invitacin: Qu que-ris que os d? (3Nefi 27:2). Cmo responderan si el Salvador les hiciera esa pregunta?

    Los discpulos respondieron: Seor, deseamos que nos digas el nombre por el cual hemos de llamar esta iglesia; porque hay disputas entre el pueblo concernientes a este asunto (3Nefi 27:3).

    Cristo respondi la pregunta de ellos con otra Suya: No han ledo las Escrituras que dicen que debis tomar sobre vosotros el nombre de Cristo, que es mi nombre? (3Nefi 27:5). Esta pregunta les record a Sus discpulos que deban esforzarse por responder sus propias preguntas, y que en las

    TadR. Callister, presidente (centro); John S. Tanner, primer consejero (izquierda); y DevinG. Durrant, segundo consejero (derecha)

  • E n e r o d e 2 0 1 5 25

    TRES

    NEF

    ITAS,

    PO

    R G

    ARY

    L. K

    APP.

    Escrituras podan encontrar respuestas a muchas de ellas.

    Entonces, para concluir, les record la importancia de Su nombre. Sus palabras los invitaban a actuar y les prometan una bendicin: y el que tome sobre s mi nombre, y persevere hasta el fin, ste se salvar en el pos-trer da (3Nefi 27:6).

    Un modelo de enseanzaEn esos breves versculos, Jesu-

    cristo nos imparti un modelo divino de enseanza. Empez con una pre-gunta que invitaba a la reflexin con el objeto de discernir las necesidades de Sus discpulos; despus esper sus respuestas y las escuch.

    Una vez que los discpulos con-testaron, los ayud a encontrar lo que buscaban dirigindolos a las Escrituras.

    Por ltimo, extendi dos invitacio-nes y prometi una bendicin mara-villosa a los que estuvieran dispuestos a actuar de acuerdo con ellas. El mtodo de enseanza que Cristo us en esa ocasin se podra sintetizar en estos cinco principios:1. Hagan preguntas eficaces.

    El Salvador pregunt: Qu queris que os d?. Esta pregunta da lugar a una variedad de respuestas. Al hacer tales preguntas, ayudamos a los alum-nos a expresar lo que desean apren-der, y los ayudamos a concentrarse en las cosas de mayor importancia; los hacemos tomar parte en un aprendi-zaje activo.2. Escuchen a sus alumnos.

    Jesucristo escuch cuando dijeron: Seor, deseamos que nos digas el nombre por el cual hemos de llamar esta iglesia. Al escuchar con atencin,

  • 26 L i a h o n a

    estamos mejor preparados para enfo-carnos en las necesidades de nuestros alumnos.3. Utilicen las Escrituras.

    Cristo les record a Sus discpu-los: No han ledo las Escrituras que dicen que debis tomar sobre voso-tros el nombre de Cristo, que es mi nombre?. Tanto el maestro como el alumno deben pasar tiempo escu-driando las Escrituras al preparar lecciones. El estudio de las Escrituras es una parte clave de la preparacin espiritual del maestro as como la delalumno.4. Inviten a los alumnos a actuar.

    El Seor invit a Sus discpulos a (1) tomar Su nombre sobre s y (2) a perseverar hasta el fin. En Predicad Mi Evangelio dice: Muy rara vez debe usted hablar a las personas o ense-arles sin invitarlas a hacer algo que fortalezca su fe en Cristo1. se es un buen consejo no slo para los misio-neros, sino para todos los maestros del Evangelio.5. Recuerden a sus alumnos las bendiciones que se prometen al ser obedientes.

    Por ltimo, Jesucristo prometi a Sus discpulos que quienes actuaran de acuerdo con Sus invitaciones se [salvaran] en el postrer da. Con fre-cuencia, Cristo nos promete Sus ms ricas bendiciones como recompensa a nuestra obediencia (vase D. y C. 14:7). Como maestros de Su evange-lio, podemos hacer lo mismo.

    El ejemplo anterior ilustra varios mtodos importantes de enseanza que utiliz el Salvador; adems de ellos, a veces enseaba mediante parbolas o analogas. De vez en cuando, desafiaba e incluso reprenda

    a sus crticos; sin embargo, siempre ense con amor, an a los que re-prenda (vase Apocalipsis 3:19).

    Amen a sus alumnosNosotros tambin debemos ense-

    ar siempre con amor y caridad si queremos hacerlo a la manera del Salvador. El amor abre por igual el corazn del maestro y el del alumno, a fin de que ambos [sean] edificados y se [regocijen] juntamente (D. y C. 50:22).

    Un ejemplo vvido del amor que el Salvador tiene por Sus dis-cpulos se encuentra en 3 Nefi, donde l ora y llora por la gente, y la bendice. Tras orar a Su Padre por ellos, los nefitas sintieron Su amor: nadie puede conceptuar el gozo que llen nuestras almas cuando lo omos rogar por nosotros al Padre (3Nefi17:17).

    Tan grande era Su amor, que llor de gozo por ellos y los bendijo por su fe:

    Benditos sois a causa de vuestra fe. Y ahora he aqu, es completo mi gozo.

    Y cuando hubo dicho estas pala-bras, llor (3Nefi 17:2021).

    Un amor grande hace posible un gran aprendizaje. En las Escrituras se registra que la sonrisa de su faz fue sobre ellos y se abrieron sus corazo-nes, y comprendieron en sus corazo-nes (3Nefi 19:25, 33).

    Animen a sus alumnos a testificar

    El Salvador tambin brind a sus discpulos la oportunidad de compar-tir sus testimonios. Por ejemplo: Y al llegar Jess a la regin de Cesarea de Filipo, pregunt a sus discpulos, diciendo: Quin dicen los hombres que es el Hijo del Hombre?

    Y ellos dijeron: Unos, Juan el Bautista; y otros, Elas; y otros, Jeremas o alguno de los profetas.

    l les dijo: Y vosotros, quin decs que soy yo?

  • E n e r o d e 2 0 1 5 27

    Respondi Simn Pedro y dijo: T eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente! (Mateo 16:1316).

    Despus de que Pedro comparti su testimonio, Cristo pronunci mara-villosas bendiciones sobre l:

    Bienaventurado eres, Simn hijo de Jons, porque no te lo revel carne ni sangre, sino mi Padre que est en los cielos.

    Mas yo tambin te digo que t eres Pedro, y sobre esta roca edificar mi iglesia, y las puertas del infierno no prevalecern contra ella.

    Y a ti te dar las llaves del reino de los cielos, y todo lo que ates en la tie-rra ser atado en los cielos; y todo lo que desates en la tierra ser desatado en los cielos (Mateo 16:1719).

    En nuestro esfuerzo por llegar a ser verdaderos maestros, con frecuen-cia tambin haremos preguntas que motiven a los alumnos a compartir su testimonio, tanto verbalmente como en su corazn; los invitaremos a procurar tener experiencias persona-les que edifiquen su testimonio en la vida cotidiana; y despus, si el am-biente del saln de clases o del hogar es propicio para el Espritu, ellos se sentirn cmodos de compartir unos con otros sus experiencias espirituales y testimonio.

    Vivan lo que enseanJesucristo exhort a los dems a ha-

    cer lo que l hizo (vase 3Nefi 27:21) a fin de seguirlo (vase Mateo 4:19). l viva lo que enseaba y, por tanto, enseaba por medio del ejemplo.

    Para ensear a prestar servicio, prest servicio. Qu gran leccin debi haber sido para Sus discpulos cuando l les lav los pies! Pues si

    yo, el Seor y el Maestro, he lavado vuestros pies, vosotros tambin debis lavaros los pies los unos a losotros.

    Porque ejemplo os he dado, para que as como yo os he hecho, voso-tros tambin hagis ( Juan 13:1415).

    Para ensear a amar, l am. Un mandamiento nuevo os doy: Que os amis unos a otros; como yo os he amado, que tambin os amis los unos a los otros ( Juan 13:34).

    Para ensear a orar, l or. Des-pus de hacer oraciones tan perso-nales y sublimes que no se pueden registrar, l dijo: Y as como he orado entre vosotros, as oraris en mi iglesia He aqu, yo soy la luz; yo os he dado el ejemplo (3Nefi 18:16).

    Jesucristo ha establecido un mo-delo para todos los maestros del Evangelio que deseen ensear a Su manera. Aunque no seamos perfectos como l, podemos esforzarnos dili-gentemente por vivir de acuerdo con lo que enseamos. Como dice la letra de la cancin de los nios, los maes-tros deberan ser capaces de decir: Hazlo conmigo, sigue, sgueme2.

    Ensear a la manera del Salvador

    Se invita a todos los maestros del Evangelio a que adopten los siguientes principios fundamentales, los cuales reflejan el modo en que el Salvador ense:

    1. Amen a quienes ensean. Dediquen atencin a cada

    persona. Concntrense en las necesidades

    de sus alumnos.

    2. Preprense espiritualmente. Vivan de acuerdo con lo que

    ensean. Estn al tanto de los recursos

    disponibles.3. Enseen mediante el Espritu.

    Ayuden a sus alumnos a recono-cer al Espritu.

    Sean maestros dciles a quienes se les pueda ensear.

    Creen un ambiente propicio para aprender.

    4. Descubran el Evangelio juntos. Establezcan altas expectativas. Alienten a sus alumnos a testificar. Hagan preguntas eficaces. Escuchen a sus alumnos.

    5. Enseen la doctrina. Utilicen las Escrituras. Utilicen historias y ejemplos. Prometan bendiciones y

    testifiquen.6. Inviten a los alumnos a actuar

    Ayuden a sus alumnos a practicar. Den seguimiento a las invitacio-

    nes que extiendan.

    Al aplicar estos principios, llegare-mos a ser mejores maestros, mejores alumnos, mejores padres y mejores discpulos de Jesucristo, ya que l nos ha mandado: que os enseis dili-gentemente, de manera que todos sean edificados de todos (D. y C. 88:77, 78, 122). Rogamos que las personas a quienes enseamos vis-lumbren una porcin del verdadero Maestro en nosotros y que a raz de esa experiencia no slo salgan infor-mados, sino transformados.

    NOTAS 1. Predicad Mi Evangelio: Una gua para el

    servicio misional, 2004, pg. 212. 2. Hazlo conmigo, Canciones para los nios,

    pg. 141.ME

    AMAS

    MS

    QUE

    ST

    OS?

    PO

    R DA

    VID

    LINDS

    LEY.

  • E n e r o d e 2 0 1 5 29

    Cuando yo era joven, el entonces lder Spencer W. Kimball (18951985), que era integrante del Qurum de los Doce Apstoles, fue de visita a Japn y habl en una conferencia a la que asist. Todava recuerdo su consejo: Los jvenes deben servir en una misin y casarse en el templo.

    Sent la influencia del Espritu Santo y resolv que servi-ra en una misin y me casara en el templo, aun cuando en esa poca no haba ninguno en Japn.

    En ese entonces tena diecinueve aos y cursaba el se-gundo ao de mis estudios universitarios. Mis padres, que no eran Santos de los ltimos Das, se opusieron rotunda-mente a que sirviera en una misin. Todos los das oraba rogando que me dieran permiso y su bendicin para ha-cerlo. Seis meses despus, el Seor contest mis oraciones:

    Estamos teniendo dificultades econmicas, me dijeron, y ya no vamos a poder pagarte los estudios ni mante-nerte. De ahora en adelante, tendrs que hacerte cargo de ti mismo. Adems, no nos molesta si quieres servir en una misin.

    Contaba con la bendicin de mis padres, as que dej los estudios, prest servicio en la Iglesia como misionero de construccin y despus busqu un trabajo a fin de juntar fondos para una misin proselitista. Con la ayuda del Se-or, hall tres empleos! Durante el ao siguiente, todos los das salvo los domingos, reparta peridicos de tres a siete de la maana, limpiaba edificios de las nueve de la maana

    Por el lder Koichi AoyagiDe los Setenta

    Testifico que cuando oremos pidiendo gua, sigamos a los profetas vivientes y demos prioridad al templo en nuestra vida, el Padre Celestial nos guiar y nos bendecir.

    a las cuatro de la tarde, y trabajaba de cocinero entre las cinco de la tarde y las siete y media de la noche; luego me cambiaba de ropa y trabajaba de noche como misionero de distrito.

    Cuando tena veintids aos, me llamaron a la Misin Lejano Oriente Norte. En el transcurso de la misin, expe-riment el mayor gozo que haba sentido hasta entonces, tuve muchas oportunidades de apreciar el amor de Dios y recib innumerables bendiciones. Tambin mi familia fue bendecida durante mi servicio misional, ya que mis padres pudieron resolver sus dificultades econmicas.

    Seguir al profetaAl terminar la misin, el Espritu me indujo a seguir la

    segunda parte del consejo que nos haba dado el presi-dente Kimball y no demorar el casamiento en el templo. Un ao antes, los miembros de la Iglesia en Japn haban empezado a hacer planes para realizar un viaje al Templo de Salt Lake City, EE.UU. Como slo faltaban tres meses

    EL CONSEJO PROFTICO Y

    las bendiciones del templo

  • 30 L i a h o n a

    LA OBEDIENCIA, UNA GUA INFALIBLEUn Padre Celestial amoroso ha trazado nuestro curso y ha proporcio-nado una gua infalible: la obediencia. Recibimos un conocimiento de la verdad y la respuesta a nuestros ms

    grandes interrogantes cuando somos obedientes a los mandamientos de Dios.Presidente Thomas S. Monson, La obediencia trae bendiciones, Liahona, mayo de 2013, pg. 89.

    amiga de Shiroko, nos permiti formar parte del grupo de santos japoneses que fueron al Templo de Salt Lake City, EE.UU.

    No es posible expresar el regocijo que sentimos al se-llarnos como matrimonio eterno. Jams olvidaremos aque-lla experiencia. Algo que aument nuestro gozo fue que habamos investigado cinco generaciones de antepasados y preparado sus nombres para la obra del templo. Mientras estbamos en Salt Lake City, efectuamos las ordenanzas vicarias por esos parientes; el llevarlas a cabo nos hizo sentir ms cerca de ellos. Sabamos que se sentan felices por nuestros esfuerzos.

    ramos una pareja pobre de recin casados, pero dimos prioridad a la asistencia al templo; desde entonces, bamos al Templo de Laie, Hawi, tan seguido como nuestros me-dios econmicos nos lo permitan.

    Bendecidos por el temploNecesitamos el templo ms que ninguna otra cosa,

    dijoel profeta Jos Smith1.En el plan de salvacin de Dios, el templo es esencial

    para nuestra felicidad eterna porque all efectuamos las ce-remonias y ordenanzas sagradas de salvacin. La Gua para el Estudio de las Escrituras nos dice que el templo es el lugar ms sagrado que cualquier otro centro de adoracin, y que el Seor visita sus templos2.

    Si honramos nuestros convenios del templo y asistimos a l con un corazn humilde, con pureza, honor e integri-dad3, sentiremos el Santo Espritu y recibiremos ms luz y conocimiento. Al salir del templo, estaremos armados con el poder del Seor, llevaremos Su nombre sobre nosotros, Su gloria nos rodear y Sus ngeles nos protegern (vase D. y C. 109:13, 22).

    Cuando regresamos a Japn despus de casarnos y empec a buscar empleo, las promesas del Seor se cumplieron.

    El Seor cumple Sus promesasAl nacer nuestro primer hijo, slo tena un trabajo de

    media jornada; nos sentimos sumamente dichosos pero yo saba que no podra mantener a una familia sin un trabajo de tiempo completo, por lo que empezamos a orar fervien-temente pidiendo la ayuda del cielo.

    para que se realizara el viaje, or y ayun a fin de que se me guiara a encontrar a una joven digna a la que pudiera llevar al templo.

    Poco despus, asist a una actividad de la Iglesia en el lugar donde viva, la ciudad de Matsumoto; all me encon-tr con Shiroko Momose, una joven que asista a la misma escuela secundaria que yo cuando me convert a la Iglesia. Al verla, el Espritu me confirm de inmediato que ella era la joven que se haba preparado para m.

    Al poco tiempo de empezar a salir juntos, le propuse matrimonio; me hizo muy feliz que me aceptara, pero me sorprendi lo que me dijo despus:

    Me alegro muchsimo de saber que tu Seor es mi Seor. Cuando anunciaron el viaje al Templo de Salt Lake, anhelaba poder ir y muchas veces or pidiendo al Seor que me ayudara a encontrar a alguien con quien casarme all. Hace aproximadamente un ao, mientras oraba, el Espritu me hizo saber que deba esperarte y que ibas a proponerme matrimonio cuando regresaras de la misin.

    Aquella fue una gran experiencia espiritual para los dos y fortaleci nuestra decisin de casarnos en el Templo de Salt Lake. Tenamos muy poco dinero para el viaje, pero eso no nos desanim; para entonces sabamos que, si con-fibamos en el Seor y guardbamos Sus mandamientos, l nos ayudara a alcanzar todo lo que no podramos lograr de otra manera.

    Suplicamos ayuda a nuestro Padre Celestial en oracin e hicimos todo esfuerzo posible por recaudar los fon-dos que nos hacan falta. Ese empeo, combinado con algo de ayuda econmica que recibimos de una persona

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    Antes de ser misionero, haba querido trabajar en comer-cio exterior pero, para ser contratado por una compaa mercantil, el solicitante por lo general deba tener un ttulo universitario y ciertas certificaciones. Yo no las tena ni haba terminado mis estudios universitarios; sin embargo, cuando oramos, sentimos que el Seor nos bendecira y me ayudara a encontrar un trabajo.

    A pesar de mi falta de estudios, decid tomar los exme-nes para postulantes en varias compaas mercantiles. Las dos primeras me rechazaron, pero tuve una experiencia peculiar al presentar la solicitud en la tercera compaa.

    En aquella poca, la Iglesia contaba con pocos miem-bros japoneses y haba mucha gente que tena prejuicios hacia nuestra religin. Cuando me entrevistaron tres repre-sentantes de esa tercera compaa, se fijaron en mi cu-rrculo y se enteraron de que era Santo de los ltimos Das; entonces empezaron a hacerme preguntas sobre la Iglesia, pidindome respuestas detalladas. Por haber regresado de la misin haca poco tiempo, no tuve dificultad para hablar sobre la Iglesia restaurada de Jesucristo.

    Durante por lo menos cuarenta minutos les habl del Evangelio y expres mi testimonio de la vida de Jesucristo,

    de la Apostasa, de la primera visin de Jos Smith, del Libro de Mormn, de la Restauracin y de las enseanzas de la verdadera Iglesia de Jesucristo.

    Ninguno de los que me entrevistaba me interrumpi mientras hablaba. A los pocos das, la compaa me ofre-ci un empleo con un salario asombrosamente alto. Ms adelante, cuando le pregunt al gerente por qu me haban contratado, me contest: Durante la entrevista, tuve la seguridad de que eras responsable, sincero y leal, y que as tambin sera tu trabajo en nuestra compaa.

    Testifico que el Seor cumple Sus promesas. Durante aquella entrevista, sent sobre m el poder del Espritu del Seor, tal como l lo promete a los que asisten al tem-plo y honran los convenios que hacen all. Tambin sent Su Espritu conmigo mientras trabajaba en esa empresa, donde tuve la bendicin de hacer muchas contribuciones importantes.

    Un templo en JapnEn 1975, durante una conferencia regional que tuvo lu-

    gar en Tokio, el presidente Kimball anunci la construccin del Templo de Tokio, Japn. Sobrecogidos de emocin, los santos japoneses prorrumpieron en aplausos como demos-tracin de regocijo y gratitud ante la noticia.

    El Templo de Tokio se termin en 1980. Durante el pro-grama de puertas abiertas y la dedicacin, los santos fueron bendecidos con maravillosas experiencias espirituales e in-menso gozo, lo cual continu despus de la dedicacin del templo al comenzar ellos a recibir sus propias ordenanzas y a actuar como representantes de sus antepasados fallecidos.

    Actualmente, casi cuarenta y cinco aos despus de que Shiroko y yo nos casamos, mi decisin de seguir el consejo de los profetas contina bendicindonos a nosotros y a nuestros hijos. Hemos edificado un hogar maravilloso a la manera del Seor, fundado en el evangelio de Jesucristo y en los convenios del templo.

    Testifico que cuando oremos pidiendo gua, sigamos a los profetas vivientes y demos prioridad al templo en nues-tra vida, el Padre Celestial nos guiar y nos bendecir.

    NOTAS 1. Enseanzas de los Presidentes de la Iglesia: Jos Smith, 2007, pg. 442. 2. Gua para el Estudio de las Escrituras, Templo. 3. SpencerW. Kimball, tomado de su oracin dedicatoria del Templo de

    Tokio, Japn, citada en Church Almanac, 2013, 2013, pg. 297.

  • Compaeros iguales en la obra del SeorFlora y yo

    Izquierda: Flora Amussen y Ezra Taft Benson cuando eran jvenes. Derecha: El matrimo-nio Benson disfrutando de un da con sus seis hijos.

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    Por AaronL. WestServicios de