Libro Transformaciones Recientes de Las Universidades

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T RANSFORMACIONES  RECIENTES  D E LAS  U NIVERSIDADES L  A TI NO A M ER ICANAS .  A GENDAS  Y   A CTO RES  EN LA PRODUCCIÓN  DE CONOCIMIENTO Coordinadores Guillermo Campos, Fernando Piñero  y Sil vana Andrea Figuero a  BUAP - UNCPBA - UAZ  Ana M. Taborga  Antonel a Giglio Cristian Guglielminotti  Elizabeth López Bidone Fernanda Di Meglio Francisco Betancourt Núñez Germán Sánchez Daza Humberto de Luna López, Irma Lorena Acosta  José Luis Hernández Suárez  José María Araya Leonel Álvarez Yáñez  María Eugenia Martínez  María Paz López  María Soledad Oregioni  Nerina Sarthou 

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Varios autores analizan diversos procesos de las universidades latinoamericanos

Transcript of Libro Transformaciones Recientes de Las Universidades

  • TRANSFORMACIONES RECIENTES DE LAS UNIVERSIDADES

    LATINOAMERICANAS.AGENDAS Y ACTORES EN LA

    PRODUCCIN DE CONOCIMIENTO

    CoordinadoresGuillermo Campos, Fernando Piero

    y Silvana Andrea Figueroa

    BUAP - UNCPBA - UAZ

    Ana M. TaborgaAntonela Giglio

    Cristian GuglielminottiElizabeth Lpez Bidone

    Fernanda Di MeglioFrancisco Betancourt Nez

    Germn Snchez DazaHumberto de Luna Lpez,

    Irma Lorena AcostaJos Luis Hernndez Surez

    Jos Mara ArayaLeonel lvarez Yez

    Mara Eugenia MartnezMara Paz Lpez

    Mara Soledad OregioniNerina Sarthou

  • Transformaciones recientes de las Universidades Latinoamerica-nas. Agendas y actores en la produccin de conocimiento /

    Guillermo Campos, Fernando Piero y SilvanaAndrea Figueroa(coordinadores)

    Libro electrnico: Edicin 2010, Argentinaedicin 2011, Mxico

    Benemrita Universidad Autnoma de Puebla UniversidadNacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires

    Universidad Autnoma de Zacatecas ISBN UNCPBA: 970-950-658-253-1

    ISBN BUAP: 978-607-487-260-6

    DERECHOS RESERVADOS 2010, UNIVERSIDAD NACIONAL DEL CEN-TRO DE LA PROVINCIA DE BUENOS AIRESGral. Pinto 399 C.P.: B7000GHG Tandil, Buenos Aires, ArgentinaDERECHOS RESERVADOS 2010, BENEMRITA UNIVERSIDAD AUTNO-MA DE PUEBLA, FACULTAD DE ECONOMA4 sur 104, Cdigo postal 72000 Puebla, Puebla, Mxico

    Reconocimiento por su actividad de revisin de captulos originales a:Mximo Quitral Rojas. Historiador. Magister en Estudios Internacionales. Universi-dad de Santiago de Chile.Alicia Fischbarg. Evaluadora tcnica del Registro de Organismos y Entidades de Cien-cia y Tecnologa (ROECyT).Daniel Herrero. MBA en Economa. Facultad de Ciencias Econmicas de la Universi-dad Nacional de Centro de la Provincia de Buenos Aires.

  • UNIVERSIDAD NACIONAL DEL CENTRODE LA PROVINCIA DE BUENOS AIRES

    RectorCr. Roberto M. Tassara

    VicerectorIng. Agr. Omar Losardo

    Secretaria AcadmicaProf. Mabel Pacheco

    Secretaria de Ciencia, Arte y TecnologaDra. Anala Amandi

    Subsecretario de FortalecimientoLic. Jos Mara Araya

    Secretario GeneralIng. Guillermo Corres

    Secretario AdministrativoCr. Jos Luis Bianchini

    Secretario Legal y TcnicoDr. Osvaldo Ricardo Zarini

    BENEMRITA UNIVERSIDADAUTNOMA DE PUEBLA

    RectorDr. Enrique Agera Ibaez

    Secretario General BUAPDr. Jos Ramn Eguibar Cuenca

    Vicerrector de Investigacin yEstudios de Poagrado

    Dr. Pedro Hugo Hernndez

    Vicerrector de DocenciaMtro. Jaime Vzquez Lpez

    Directora Facultad de EconomaMtra. Vernica Y. Ayance

    Secretario de Investigacin yEstudios de Posgrado

    Dra. Paulina Irma Chavez

    Coordinador del CEDESDr. Jess Rivera de la Rosa

    Edicin 2010, ArgentinaEdicin 2011, Mxico

    Benemrita Universidad Autnoma de Puebla / UniversidadNacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires /

    Universidad Autnoma de ZacatecasISBN UNICEN: 970-950-658-253-1

    ISBN BUAP: 978-607-487-260-6

  • NDICE

    Presentacin

    MARCO CONTEXTUAL

    La produccin del conocimiento cientfico-tecnolgi-

    co en Amrica Latina, tendencias y debates

    Germn Snchez Daza

    Polticas pblicas de educacin superior e investigacin

    en Amrica Latina

    Guillermo Campos Ros y Mara Eugenia Martnez de Ita

    LAS POLTICAS PBLICAS Y ESTRATEGIASINSTITUCIONALES

    Modelos econmicos, polticas pblicas y sistema cien-

    tfico-tecnolgico en la Argentina

    Jos Mara J. Araya y Ana M. Taborga

    Poltica y Gestin de la Investigacin en las universidades

    pblicas nacionales. El caso de la UNCPBA-Argentina.

    Nerina Sarthou y Fernando Piero

    Hacer ciencia en las universidades mexicanas: entre las

    presiones inmediatas, el bien pblico y la sumisin al

    capital

    Irma Lorena Acosta Reveles y Silvana Andrea FigueroaDelgado

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  • Los rganos de gobierno y el clima organizacional de la

    UAZ. Un ejercicio comparativo.

    Leonel lvarez Ynez

    Actores y polticas de la Cooperacin Internacional y la

    Internacionalizacin Universitaria: el caso de la UNCPBA.

    Mara Paz Lpez y Mara Soledad Oregioni

    UNIVERSIDAD-SECTOR PRODUCTIVO: UNA DESEADAVINCULACIN?

    Contribuciones al proceso innovativo regional a partir

    de la vinculacin Universidad-Empresa. Caso de estu-

    dio: Polo Informtico-UNICEN.

    Fernanda Di Meglio y Elizabeth Lpez Bidone

    La gestin de la ciencia y la tecnologa en las Univer-

    sidades Nacionales. El caso de la aplicacin de los

    programas de la Agencia Nacional de Promocin

    Cientfica y Tecnolgica y las Unidades de Vinculacin

    Tecnolgica (MINCYT).

    Antonela Giglio, Cristian Guglielminotti y Fernando Piero

    La Universidad Autnoma de Zacatecas y su vincula-

    cin con la planta productiva del estado

    Humberto de Luna Lpez, Jos Luis Hernndez Surez y Fran-cisco Betancourt Nez

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  • PRESENTACIN

    Guillermo Campos,Fernando Piero y

    Silvana Andrea Figueroa

    Una revisin de las polticas de Educacin Superior e investiga-cin en Amrica Latina implica guardar distancia respecto a unconjunto de interpretaciones que sobre el mismo tema se hanproducido de manera profusa en esta regin. En general, la ten-dencia ha sido elaborar documentos de naturaleza descriptiva enlos que las estadsticas han excluido al anlisis y la educacinaparece simplemente como algo dado e inexpugnable. Por otrolado, cuando los documentos abordan el anlisis ms all de loestadstico, generalmente lo han hecho desde la perspectiva delpensamiento dominante y terminan exaltando un modelo -el ac-tual- como el ejemplo a seguir de manera ciega. Son realmenteescasas las elaboraciones hechas desde una perspectiva que miracrticamente las polticas ensayadas en la educacin superior, quese atreven a dudar de los supuestos beneficios que se planteandesde "un lugar tan sagrado como son las universidades". Estetexto se ubica en la ltima corriente.

    Un elemento peculiar de este libro es que incluye autoresque han vivido el proceso de cambio universitario desde hace almenos dos dcadas y que lo han hecho desde fuera de toda posi-cin jerrquica. El espacio de reflexin es Amrica latina y eltema: las polticas de educacin superior, sus cambios y tenden-

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  • cias. Dadas las caractersticas del sistema universitario enLatinoamrica, se incluyen reflexiones sobre los modelos de in-vestigacin que existen en la zona. Los espacios vividos por losautores son tres universidades de provincia: una, en la Argentinay dos en Mxico, lo cual dota de un doble filo a la observacin,pues algunos de los "errores" de las polticas aparecen ampliadoscuando se les mira desde universidades que no son las que po-seen la mayor fuerza e influencia en cada nacin. Si bien los efec-tos de las polticas se generalizan al conjunto de universidadesde un pas, se constata que se viven de manera ms dramtica enlas que se ubican en provincia.

    Este libro considera 10 artculos; 5 de ellos escritos porinvestigadores de la Universidad Nacional del Centro de la Pro-vincia de Buenos Aires en Argentina, 3 elaborados por investiga-dores de la Universidad Autnoma de Zacatecas y 2 artculosms, de investigadores de la Benemrita Universidad Autnomade Puebla en Mxico. En conjunto, dan una buena panormicade la evolucin del sistema de educacin superior en AmricaLatina y de sus tendencias ms importantes, incluyendo a la es-tructura de investigacin. En el mbito de lo especfico, se tratanprocesos ms recientes como el de la vinculacin entre la univer-sidad y la empresa y la internacionalizacin.

    A diferencia de quienes plantean la imposibilidad de cons-truir una visin general del sistema de educacin superior enAmrica Latina -dada la alta heterogeneidad de cada sistema edu-cativo y de las diferencias socioeconmicas de cada pas- en estetexto se deja sentir la persistencia de elementos comunes de po-ltica y de intencionalidad detrs de todas las obvias diferencias.El origen de las actuales polticas de educacin superior y deinvestigacin es el mismo en todos los pases de la regin; encuanto a tiempo y en cuanto a sentido. Adems, fueron los mis-mos organismos internacionales los que emitieron las propuestasy ejercieron las presiones para su adaptacin a cada nacin.

    Una idea fuerza que se maneja en este libro es la slidaasociacin entre las caractersticas del sistema de educacin su-

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  • perior y el patrn de acumulacin dominante, pero especialmen-te porque los antecedentes polticos de esta imposicin son par-ticularmente dramticos cuando se piensa en Argentina o en otrospases de Latinoamrica (ver artculo de Taborga y Araya). Cuan-do este tema se toca desde lo nacional, no se puede dejar deidentificar el costo que para cada pueblo ha significado disponerde un sistema de produccin cientfica como el argentino, peroque muchas veces ha sido construido y sostenido en los ambien-tes ms adversos.

    Otra de las ideas que hacen diferente la visin crticade este libro es reconocer que la posicin que en este momen-to se tome respecto de la manera en que hay que tratar a unade las tendencias ms complicadas de la educacin superior:la masificacin, se est convirtiendo en un criterio de diferen-ciacin sobre el futuro de la universidad latinoamericana. Seafirma en uno de los captulos que, al contrario de lo que pro-ponen los que ven a la universidad desde el tradicionalismo,no se debe frenar la masificacin de la matrcula. Habr quepensar en las mejores formas de continuar el crecimiento, demodo que se garantice una mayor calidad y se recupere unavisin de universidad no fragmentaria ni "eficientista" (verartculo de Campos y Martnez).

    Se afirma a lo largo de este texto que las polticas de edu-cacin superior de las universidades latinoamericanas no se handecidido en cada pas. La labor de las autoridades nacionales hasido "naturalizar" las propuestas y hacerlas ver como surgidas delas necesidades locales o, en todo caso, como estrategias de "ali-neacin" del sistema educativo con los cambios sociales y eco-nmicos globales. En ese sentido, los resultados son muy diversosde pas a pas, especialmente cuando aparecen en el escenarioregional nuevos proyectos polticos de desarrollo nacional comoel de Venezuela, Bolivia y Brasil. No se puede calificar a los re-sultados de este proyecto de manera axiolgica, la fragmentacinde la formacin de los individuos es diablica, perocolateralmente, la combinacin de la dinmica que ha adquirido

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  • la educacin superior en esta regin y las dinmicas de cambiosubyacentes a nivel social, ha generado resultados positivos, unode ellos: la feminizacin.

    Particularmente crtica es la visin que en este libro sesostiene sobre la vinculacin entre la universidad y la empresa.Desde la especificidad de la experiencia en estas universidadesde provincia se relata la carencia de una teora de la vinculacino de, al menos, un intento de conceptualizacin que permita aesta funcin sustantiva de la universidad salir del burocratismo yde la simulacin, cimentada a travs de la firma "histrica" deconvenios entre instituciones y que, finalmente, no llevan a nin-gn resultado prctico (ver todos los artculos de este captulo).

    Los sealamientos hechos sobre algunas de las tenden-cias que se analizan en este libro son muestra de las fuertes simi-litudes de procesos educativos del nivel superior entre pases deAmrica Latina, habra que incluir los programas deinternacionalizacin, de emprendedores universitarios y de incu-badoras de empresas, que en general viven etapas muy inicialesde aplicacin o de reconsideracin sobre su sentido (ver artculode Piero et al) o bien, casos como los parques tecnolgicos -endonde los hay- donde las aplicaciones se orientan a lo incrementaly sin gran impacto hacia lo local.

    Una propuesta hipottica de este libro se refiere al posi-ble efecto negativo que la concentracin existente en todos lossistemas de educacin superior latinoamericanos ejerce en tr-minos de: lo territorial, lo institucional y lo acadmico al limitaroportunidades de desarrollo a instituciones de menor influenciae imponer -eso s, a todos- agendas de formacin y de investiga-cin provenientes del marco de pensamiento instituido.

    Se cierra esta presentacin con una cita del articulo deLeonel lvarez que se incluye en este libro y que expresa demanera muy clara la conclusin ltima a la que se podra llegar alfinalizar la lectura de este libro: La universidad ha ido cambiando,pero no como resultado de un proceso de deliberacin y reforma interna,

    sino ms bien siguiendo la fuerza de los hechos, sin que hayamos logra-

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  • do imprimirle hasta ahora una direccin mucho ms reflexiva

    Solo nos queda aadir que este libro es el resultado de unamplio proceso de colaboracin que se ha generado entre losequipos de trabajo de las tres universidades que hemos seala-do, y hacer explcito nuestro agradecimiento al respaldo que noshan brindado las autoridades de nuestras dependencias para lo-grar publicar el presente libro.

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  • MARCO CONTEXTUAL

  • 3LA PRODUCCIN DE CONOCIMIENTO ...

    LA PRODUCCIN DE CONOCIMIENTO CIENTFICOTECNOLGICO EN AMRICA LATINA

    Germn Snchez Daza *

    Desde el ltimo tercio del siglo pasado la relevancia que tiene elconocimiento cientfico tecnolgico para el funcionamiento eco-nmico y social es cada vez mayor, por lo que su produccin,distribucin, circulacin y uso se han convertido en una preocu-pacin mundial y de cada pas; desde el punto de vista econmi-co, diversos estudios han mostrado su incidencia en lacompetitividad y productividad de los pases y de las empresas.En este contexto, se han generado un conjunto de estrategias ypolticas para impulsar la produccin y, en su caso, la asimilacindel conocimiento cientfico tecnolgico; considerando la exis-tencia de enormes diferencias entre los pases del mundo. Laimplantacin del patrn de acumulacin neoliberal puso en ten-sin los sistemas de ciencia y tecnologa existentes, imponindo-les nuevos retos y formas de funcionamiento.

    Para el caso de Amrica Latina, se han realizado estudiosdiagnsticos que la ubican con rezagos importantes en sus capa-cidades de produccin y uso del conocimiento cientfico y tecno-lgico, por lo que se han utilizado polticas que buscan mejorarlas

    * Investigador del CEDES, Facultad de Economa UAP, Mxico.

  • 4GERMN SNCHEZ DZA

    y hacerlas funcionales a los requerimientos competitivos de laseconomas latinoamericanas, de tal forma que sus sistemas deinvestigacin se han visto modificados.

    El objetivo del presente artculo es analizar las caracte-rsticas de la produccin del conocimiento cientfico tecnolgicoen la regin, identificando la visin que existe sobre l y su ubi-cacin en el contexto mundial. Se trata de un acercamiento a laproblemtica regional con la finalidad de destacar los aspectos ydebates ms importantes, dejando para un estudio posterior yms amplio las particularidades y diferencias de cada uno de lospases que la conforman.

    La institucionalizacin de la produccin de conocimientocientfico tecnolgico en Amrica Latina, la periodizacin

    La produccin de conocimiento de manera sistemtica einstitucional en Amrica Latina se puede considerar que tiene yauna larga historia, como lo han mostrado diversos estudios, lasculturas prehispnicas haban desarrollado ya un conjunto de co-nocimientos y saberes que les permitieron dar cuenta de diversosfenmenos naturales y utilizarlos en beneficio de sus actividadessustanciales (Saldaa, 1996). Al respecto Sagasti (1981:136) con-cluye que antes de la llegada de los conquistadores espaoleslas antiguas civilizaciones americanas haban logrado elaborar unabases sustantiva de conocimientos desarrollados a travs del tiem-po, partiendo de la experiencia directa y del dominio personal deoficios y actividades artesanales, y evolucionando hacia la trans-misin oral y escrita de conocimientos empricos y especulativos.

    Sin embargo, en el sentido moderno y bajo la visin occi-dental dominante, la produccin de conocimiento cientfico-tec-nolgica tiene sus orgenes hacia fines del siglo XIX,identificndose cinco fases en su evolucin (Vessuri, 1996):

    * surgimiento de la investigacin, vinculada con el programa po-sitivista europeo, como parte integral de los esquemas de mo-

  • 5LA PRODUCCIN DE CONOCIMIENTO ...

    dernidad de las nuevas naciones;* incipiente institucionalizacin de la ciencia experimental (1918-

    1940);* las dcadas del desarrollo (1940-1960), se institucionaliza la

    investigacin, surgen los grandes institutos y centros;* el surgimiento de la poltica cientfica (1960-1980), una cues-

    tin que emerge es la dependencia tecnolgica;* una quinta fase testimonia el surgimiento de un nuevo pblico

    para la ciencia: el empresariado industrial (1980-1990), la pre-ocupacin es la competitividad y la innovacin.

    A lo largo de estas fases, se estructur un sistema de in-vestigacin y se desarroll una gestin institucionalizada quedefini estrategias y polticas de ciencia y tecnologa en la regin.Fue en las universidades donde se logr enraizar, de manera na-tural, la investigacin, que por sus mismas caractersticas, erafundamentalmente acadmica, orientada ms por criterios cien-tfico generales que por los requerimientos econmicos y/o so-ciales. Las polticas utilizadas hasta la dcada de los ochenta delsiglo pasado se han denominado como ofertistas, estimulaban lageneracin de conocimientos en el entendido de que el avancede la ciencia por definicin se traduca en progreso.

    As, se puede observar que aun despus de la denomina-da dcada perdida, las instituciones de educacin superior, fun-damentalmente universidades, de Amrica Latina concentrabanla mitad de los gastos en actividades e investigacin en ciencia ytecnologa, en tanto que el estado era el principal sector definanciamiento.

    Sin embargo, a raz del cambio en el patrn de acumula-cin, se establecieron nuevas demandas productivas y sociales,al amparo de las polticas del Consenso de Washington se impu-sieron la lgica del mercado y de la competitividad como ejes defuncionamiento econmico y social, lo cual se tradujo en fuertespresiones sobre el sistema de ciencia y tecnologa, la visinhegemnica se fue imponiendo a travs de los diagnsticos y

  • 6GERMN SNCHEZ DZA

    polticas de financiamiento de los organismos mundiales, en par-ticular del Banco Mundial, el BID y la OEA. De esta manera enla dcada de los ochenta se ingresa a la quinta fase, siendo en losnoventa cuando se implementan modificaciones sustanciales entodos los sistemas de ciencia y tecnologa de la regin, elaborn-dose polticas pblicas que acentuaban.

    En virtud de la profunda crisis estructural acontecida enesa dcada, ser a lo largo de la de los noventa, cuando los siste-mas de ciencia y tecnologa de Amrica Latina sufrirn un con-junto de cambios derivados de las concepciones y demandas queel nuevo patrn de reproduccin genera. De esta manera, unacaracterstica de esos aos es la elaboracin de diagnsticos delas capacidades y potencialidades de los sistemas de ciencia ytecnologa, tomando como marco el concepto de Sistema Nacio-nal de Innovacin, poniendo especial nfasis en la aportacin dela ciencia y la tecnologa hacia el sector productivo.

    Los dos ejes centrales sobre los cuales se irn articulandolas diversas polticas y cambios institucionales son: una mayorvinculacin con el sector productivo y la introduccin de crite-rios de eficiencia y calidad en las actividades de investigacinque se efectan. Las polticas especficas y los instrumentos paraello sern muy diversos, e implicarn la transformacin de lossistemas, pues se incluye la reorientacin de la investigacin(con nfasis en la aplicada), de las instituciones que la generan(impulso de los centros de investigacin autnomos y con crite-rios de mercado, cierre de algunos que eran pblicos o transfe-rencia al sector privado) y de las formas de financiamiento(creacin de fondos especficos para la innovacin tecnolgica yla vinculacin); la modificacin de las instituciones de fomento ygestin de las actividades de CT, dando mayor importancia a losaspectos regionales y la descentralizacin de las actividades; asi-mismo se fomenta la creacin de incubadoras de empresa, par-ques cientficos y centros universitarios de vinculacin.

    Es claro que las polticas pblicas implementadas en laregin han modificado sustancialmente al sistema de ciencia y

  • 7LA PRODUCCIN DE CONOCIMIENTO ...

    tecnologa, en particular a las Universidades, tanto en trminosde los recursos dedicados como en relacin a sus resultados yorientacin de la misma actividad de investigacin. Un indicadorque ilustra esta transformacin es la modificacin de la composi-cin sectorial del financiamiento y la ejecucin del gasto en in-vestigacin y desarrollo.

    De los grficos 1 y 2 nos interesa destacar que entre 1990y 2008 hay una tendencia muy clara de una creciente participa-cin del sector empresarial, tanto en el financiamiento como enla ejecucin del gasto; asimismo, se muestra una tendencia a dis-minuir la actividad de las instituciones de educacin superior enla ejecucin del mismo, entre 1990-2000, sin embargo, en lossiguientes aos hay una recuperacin, aunque ms lenta, estoscambios ilustran como en un primer momento existi una fuertepresin sobre las IES y, posteriormente, un fortalecimiento desus actividades de investigacin.

    Grfico 1.Composicin del gasto en investigacin y desarrollo en

    Amrica Latina y el Caribe 1990-2008, por sector de financiamiento

    Elaborado con base en RICYT, 2010

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    Gobierno Empresas Educacin

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    lucra tivos

    Extranjero

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  • 8GERMN SNCHEZ DZA

    Grfico 2.Composicin del gasto en investigacin y desarrollo en

    Amrica Latina y el Caribe 1990-2008,por sector de realizacin

    Elaborado con base en RICYT, 2010

    Las reacciones a estas polticas y sus consecuencias han sido di-versas, dependiendo de las caractersticas de los pases de la re-gin latinoamericana y de cada institucin, pero se observa queaun existe debate en torno a las estrategias que se implementan odeben elaborar por parte de las Universidades.

    La produccin de conocimiento cientfico tecnolgicolatinoamericano en el contexto mundial

    De la periodizacin expuesta en el pargrafo anterior nos intere-sa destacar la manera en que se integra la regin latinoamericanaal contexto mundial; en este sentido slo queremos destacar lossiguientes aspectos:

    Primero. El proceso de expansin de la produccin deconocimiento cientfico tecnolgico en la regin se consider

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    Gobierno Empresas Educacin

    Superior

    O. privados no

    lucrativos

    1990

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    como el resultado de la difusin de lo acontecido en las regionesdesarrolladas, mientras que la tecnologa se absorba a travs dela modernizacin productiva, la ciencia era trasplantada desdelos centro europeos (Saldaa, 1997). Como lo seala Vessuri, enel origen de esa expansin est la conformacin de la cienciacolonial, que cuando menos habra que considerar en una dobleperspectiva: la necesidad que tenan las metrpolis para fortale-cer su dominio, lo que inclua el mbito cultural y, en especial elconocimiento cientfico-tecnolgico, y, la contraparte, los intere-ses y expectativas que se generaron en las colonias sobre la adop-cin y generacin de esos conocimientos: La institucionalizacinde la ciencia occidental en el mundo en desarrollo se ha dadocomo instrumento de los intereses de los pases ms avanzados ytambin como resultado de los esfuerzos de las naciones subde-sarrolladas por dominar los conocimientos que constituan la pro-mesa de modernidad. (Vessuri, 1996: 227). La evolucin de esaciencia colonial estar en funcin de cmo se resuelva esa pers-pectiva dual, de las culturas, tradiciones y relaciones de poderen las diversas colonias.

    En ese proceso, el derecho al acceso a esos conocimien-tos, la creacin de capacidades para su generacin y, posterior-mente, el darle un acento propio, en funcin de los requerimientospropios de la regin latinoamericana, son parte de las disputasque definirn el destino de la ciencia colonial. Cabe destacar queel incipiente desarrollo que se da con el positivismo no logra rom-per con el carcter difusionista y subordinante de la ciencia occi-dental. Al respecto Sagasti (1981) seala que hacia fines de delsiglo XIX, en Amrica Latina aun no se haba constituido la cien-cia como una actividad bien establecida y careca del apoyo gu-bernamental, institucional; destacando tres causas principales: laausencia de una demanda social que a su vez era consecuenciade un incipiente desarrollo econmico-, las herencias culturalesde la colonia en especial los religiosos-, la inestabilidad polticoeconmica de los pases de la regin y, finalmente, la inacabadaconstruccin de una identidad cultural.

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    GERMN SNCHEZ DZA

    Segundo. La industrializacin de la economa fue uno delos componentes centrales de la visin de progreso adoptada enla regin y, en general, formaba parte de la avasalladora moderni-dad, si bien hacia fines del siglo XIX se inician algunos procesospor ejemplo el ferrocarril, la electricidad y el telfono-, ser has-ta la dcada de los cuarenta cuando cobra auge el proceso deindustrializacin, bajo el denominado modelo sustitutivo de im-portaciones. En tanto proceso imitativo de lo acontecido en laseconomas capitalistas ms avanzadas, la adquisicin y asimila-cin de conocimientos tecnolgicos de stas, de manera natu-ral, formaban parte de l.

    En la medida que los pases latinoamericanos incorpora-ban procesos industriales ms avanzados, la adopcin de las tec-nologas era obligada, bien implcitamente incorporada en losequipos y maquinaria importada- bien explcitamente mediantela compra de tecnologa (patentes, asesoras, servicios, etc.). Laspolticas generadas a posteriori, as como las teorizaciones sobreel modelo, asumieron que la diversificacin y la creciente com-plejidad de los procesos conduciran, a largo plazo, a la genera-cin de sectores productivos que produciran sus propiastecnologas; en esta perspectiva, la inversin extranjera directaera bien vista en tanto que contribua con la instalacin de plan-tas con tecnologas ms avanzadas, que tendran a su vez un efectodifusor sobre su entorno.

    En esa visin haba cuando menos cuatro supuestos so-bre los conocimientos tecnolgicos importados: 1) es mejor, lanica o la ms conveniente, 2) es neutra, libre de valores, 3) todatecnologa moderna es la que mejor sirve para el desarrollo, 4)est suficientemente probada (Sabato y Mackenzie, 1982:234).En el caso de la teora cepalina, ya en la dcada de los cincuenta seplanteaba la existencia de estructuras productivas duales(Fitzgerald, 1998 y Katz, 1998), por un lado las empresas locales,con capacidades tecnolgicas, y por otro, las empresas trasnacionalesque poco inters tenan en desarrollar tecnologa en la regin-;por lo cual planteaba la necesidad de que el estado encabezara la

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    LA PRODUCCIN DE CONOCIMIENTO ...

    realizacin de actividades de investigacin y desarrollo.Por otro lado, paralelo a los procesos de industrializacin,

    como hemos sealado en la periodizacin, se fue institucionalizandola investigacin cientfica, establecindose lo que se denomin enesos aos como la infraestructura cientfico tcnica, que inclua laformacin de una capa de cientficos y tecnlogos que deberan deser el capital humano que generara los conocimientos requeridospara el desarrollo econmico y social. As se desarrollaron los sis-temas educativo superior y el de investigacin, estando claramen-te integrados, siendo de carcter pblico, fundamentalmente. Seconsider que con la construccin de esa infraestructura, se darasimultneamente la relacin con las necesidades productivas decada uno de los pases y regiones.

    Tercero. A partir de la dcada de los sesenta, tanto elmodelo de industrializacin como sus teorizaciones mostrarnsus limitaciones, de tal forma que a partir de esos aos evolucio-narn rpidamente las contradicciones econmicas lo que semostrar como el agotamiento del modelo (Bitrn, 1992)- y sedesarrollarn las crticas a la visin y a las polticas dominantes,dentro de stas surge lo que se ha denominado como PensamientoLatinoamericano en Ciencia, Tecnologa y Sociedad (PLACTS) (Dagninoet al, 2003). Al respecto, Vacarezza (1998) puntualiza nueve as-pectos fundamentales de ese pensamiento, de los cuales destaca-mos slo los siguientes:

    1) la ubicacin histrico-estructural del atraso en ciencia y tec-nologa de nuestros pases, por lo que la aplicacin de rece-tas de otras experiencias no era vlida;

    2) por tanto, la visin lineal del proceso de desarrollo no era v-lida, reivindicando, conjuntamente con la teora de la depen-dencia, que el atraso era una caracterstica propia de la rela-cin asimtrica entre los pases;

    3) la ciencia era parte de la dependencia cultural, Varsavsky lla-m la atencin sobre la textura ideolgica del cientificismocomo un complejo de orientaciones de la ciencia dependiente,

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    GERMN SNCHEZ DZA

    focalizada en los intereses de la comunidad internacional yajena a las necesidades de las sociedades locales;

    4) as, el subdesarrollo en ciencia y tecnologa es resultado de ladinmica del sistema capitalista mundial, que se expresa en ladominacin cultural, la emigracin de cientficos del sur al nortey la transferencia de tecnologa;

    5) la superacin de ese atraso se lograra bien por la ruptura revo-lucionaria, bien por la adopcin de polticas que dinamizaran alos distintos actores, la propuesta de Sbato y Botana (1968) esuna expresin de esta ltima versin; (Vacarezza, 1998: 21-24).

    El PLACTS desarrollar estas ideas y formular un conjunto depropuestas de poltica que buscaban corregir la situacin exis-tente: la necesidad de crear un acercamiento entre los distintosactores, poniendo como eje la innovacin y la ruptura de la de-pendencia; la generacin de tecnologas apropiadas o adecuadas(a los objetivos, valores culturales, caractersticas ecolgicas,necesidades de la poblacin y a los factores y recursos de cadapas y regin, Sbato y Mackenzie, 212).

    La implementacin de estas propuestas se ver truncadatanto por la crisis mundial de mediados de los setenta y su agudaexpresin en Latinoamrica en la dcada siguiente, como por laimplantacin del predominio ideolgico y poltico del pensamientoneoliberal. Asimismo, las propias caractersticas que tena elPLACTS se constituyeron en limitaciones para lograr su desarro-llo e implementacin en el nuevo contexto de las economas lati-noamericanas (ver Dagnino, et al, 2003).

    Cuarto. El patrn de acumulacin neoliberal ser impul-sado a partir de fines de la dcada de los setenta, teniendo comofundamento el denominado Consenso de Washington (Williamson,1990) e implantando una nueva lgica de funcionamiento. Laapertura comercial y financiera, la retraccin del estado y el frac-cionamiento e internacionalizacin de los procesos de produc-cin hicieron que los mercados adquieran el estatus de globales.En este sentido, la competencia mundial (que era liderada por

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    LA PRODUCCIN DE CONOCIMIENTO ...

    los grandes oligopolios internacionales, convertidos en empresasglobales) impona precios y condiciones productivas, de tal for-ma que la competitividad de las empresas deba estar sustentadaen tecnologas de punta y en la innovacin permanente. El pa-trn neoliberal coloc la generacin de conocimiento cientfico ytecnolgico como fundamento de su funcionamiento, conocimien-to que era principalmente desarrollado en los pases capitalistasavanzados y las empresas globales. La insercin de Amrica Lati-na a este patrn implicar aceptar esos fundamentos, lo cual pon-dr en tensin a los sistemas de ciencia y tecnologa que se habanconstituido (y que haban sufrido fuertemente las crisis de la d-cada de los ochenta del siglo pasado).

    As, los diversos diagnsticos elaborados por el BancoMundial, el World Economic Forum y el Banco Interamericanode Desarrollo destacaban el pobre desempeo de las economas lati-noamericanas, resultado de la baja competitividad y de que sussistemas de ciencia y tecnologa no respondan a sus necesida-des, concluyendo con un conjunto de polticas a implementarpor los gobiernos de la regin. Al respecto, se puede mencionarcomo el Banco Mundial (2002) analizaba la situacin de Amri-ca Latina y el Caribe desde el mbito de los problemas del creci-miento econmico, argumentaba que la brecha de productividadde la regin con respecto a los pases ms desarrollados se habaampliado y que esto obedeca a los rezagos existentes en educa-cin y tecnologa y la falta de sincrona al enfrentarlos; en el casode la educacin propona poner mayor atencin al nivel de se-cundaria y a la capacitacin, en tanto que ...la prioridad de lapoltica tecnolgica en la mayora de los pases de ALC es laadopcin y adaptacin de tecnologas procedentes del extranje-ro: la apertura hacia el comercio exterior, la inversin y la tecno-loga ayudar a los pases a desarrollar sus propias capacidadestecnolgicas. Para esto ltimo, el sistema de innovacin de unpas debe ser congruente y contar con un sistema de incentivosordenado (BM, 2002: 5).

    Adems, recomendaba economizar los esfuerzos en

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    GERMN SNCHEZ DZA

    investigacin y desarrollo (no repetir lo que en otros pases se ha-ca), aumentar la innovacin del sector privado, fortalecer los de-rechos de propiedad intelectual, fomentar las redes internacionalesy promover los vnculos entre las universidades y la industria.

    Los diagnsticos que se elaboraron en la dcada de losnoventa destacarn que los sistemas de ciencia y tecnologa enAmrica Latina eran importantes, pero tenan debilidades y defi-ciencias, en especial en su aplicacin y desarrollo tecnolgico, des-tacando la falta de vnculos entre las capacidades de investigacin,ubicadas principalmente en las universidades, y los requerimien-tos de la estructura productiva y social (Hansen et al, 2002)

    De manera sinttica, la visin impuesta conceba que laproduccin de conocimiento cientfico y tecnolgico en AmricaLatina era dbil, que era necesario efectuar un conjunto de refor-mas que implicaban la modificacin de las instituciones de in-vestigacin y los sistemas de incentivos, el establecimiento devnculos de ellas con empresas privadas (nacionales y globales),el fortalecimiento de la propiedad intelectual y los mecanismosde comercializacin de la tecnologa; se trataba de reconstruirtanto las capacidades latinoamericanas de produccin de cono-cimiento y su insercin mundial.

    La produccin de conocimiento cientfico y tecnolgico deAmrica Latina. Algunas caractersticas

    Como hemos mencionado en el pargrafo anterior, un conjuntode estudios de varios organismos internacionales acentuaron losbeneficios y/o limitaciones de la integracin al patrn de repro-duccin global. En ellos se plantearon las oportunidades que abrala especializacin productiva y comercial, pues se aprovechabanlas capacidades existentes, logrando as la eficiencia y mejorasignacin de los recursos nacionales e internacionales. Un ejem-plo de esto fue el Informe sobre el Desarrollo Industrial 2002-2003 de ONUDI que propona que lo fundamental para el

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    LA PRODUCCIN DE CONOCIMIENTO ...

    desarrollo industrial es la capacidad para competir, en un contex-to de apertura de mercados, polticas macroeconmicas de esta-bilizacin y de reformas institucionales. Especficamenteplanteaba que la competitividad se logra a partir de fomentar lacapacidad y aumentar la productividad mediante la innovacin yel aprendizaje concertados. A fin de evaluar el desempeo indus-trial de los pases y ubicar sus determinantes, elaboraron el ndi-ce de Rendimiento Industrial Competitivo que buscaba medir lacapacidad de un pas para producir manufacturas de forma com-petitiva, en realidad trataba de medir el grado en que los proce-sos industriales se integraban al patrn de especializacin ydesarrollo tecnolgico. En este ndice diez pases latinoamerica-nos elevan ligeramente su desempeo en la dcada de los noven-ta, destacando los pases centroamericanos y Mxico, que habanlogrado una fuerte instalacin de plantas maquiladoras(subcontratistas), que aprovechaban los recursos existentes (manode obra barata e infraestructura subsidiada), la tecnologa eratotalmente importada.

    Al respecto, se puede observar en el grfico 3 el fuertedeterioro de la Balanza Tecnolgica, que a partir del inicio de ladcada de los noventa ha tenido un creciente dficit, tanto entrminos absolutos como medido en relacin al PIB. Esta ten-dencia muestra claramente la dependencia tecnolgica de la re-gin y la consecuente transferencia de recursos hacia los pasesproductores de tecnologa, los capitalistas avanzados.

    Efectivamente, se ha mostrado cmo este patrn de acu-mulacin en Latinoamrica se ha basado en la compra de tecno-loga importada, destruyendo capacidades de manera selectiva yorientando la competitividad de las empresas a partir de la com-pra de tecnologa y no en su generacin; esto a pesar de los dis-cursos y polticas desarrolladas desde la dcada de los noventa(Snchez, 2009a).

    En este sentido, contrasta el inters por la medicin delas actividades cientfico-tecnolgicas de la regin, que se haconvertido en una preocupacin constante de los gobiernos y los

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    GERMN SNCHEZ DZA

    organismos internacionales, acentuando sus impactos econmi-cos, en especial sus vnculos con la innovacin. De manera par-ticular esta preocupacin se ha estimulado con el reconocimientode que estamos en una nueva fase econmico-social, que estbasada en el conocimiento (para su discusin ver Snchez, 2009b).

    Grfico 3.Saldo de la balanza tecnolgica de Amrica Latina y elCaribe, Millones de Dlares y como Porcentaje del PIB

    Elaborado con base en FMI, 2010.

    Un ejemplo de estas mediciones es el Knowledge AssessmentMethodology del Programa Conocimiento para el Desarrollo delBanco Mundial, cuyo objetivo es la generacin de herramientasbenchmarking interactivas para ayudar a los pases a identificarlos desafos y oportunidades que enfrentan en la transicin a laeconoma basada en el conocimiento. En esa metodologa se haelaborado el ndice del Conocimiento, que busca medir la capa-

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    LA PRODUCCIN DE CONOCIMIENTO ...

    cidad de los pases para generar, adoptar y difundir el conocimien-to, considera tres pilares de la economa del conocimiento: re-cursos humanos y educacin (tasa de alfabetizacin, matrcula deeducacin secundaria y terciaria), el sistema de innovacin (pago yrecepcin de regalas y licencias, patentes otorgadas en la oficinade patentes de EUA y artculos cientficos publicados) y las tecno-logas de la informacin y la comunicacin (TIC: lneas telefni-cas, computadoras y usuarios de internet) (World Bank, 2010). Esdecir que trata de incluir variables de desarrollo tecnolgico y cien-tfico, educativas y de difusin tecnolgica.

    En el cuadro 1 se pueden observar los valores del ndi-ce para los aos de 1995, 2000 y 2009, para el caso de las dis-tintas regiones del mundo; destaca que los valorescorrespondientes a Latinoamrica estn por debajo del prome-dio mundial. Al analizar los subndices que lo conforman en-contramos que el correspondiente a las TIC es el que muestramayores rezagos, de tal forma que la brecha que separa a laregin del Grupo de los 7 es de poco ms del doble en 1995 yse acrecienta a 3.59 hacia el 2009. En el cuadro 2 se observaadems que es en el subndice de educacin donde la reginlogra disminuir ligeramente la brecha y en innovacin seincrementa ligeramente; estos comportamientos dan como re-sultado que la brecha en trminos del ndice de Conocimientoaumente escasamente, pasando de 1.62 a 1.66. Estos indicadoresvendran a respaldar los diagnsticos oficiales mencionadosanteriormente, sin embargo habra que discutir la validez y so-lidez de las variables, adems de las condiciones y supuestosexistentes en los indicadores y los diagnsticos, as por ejemplohabra que discutir hasta donde la innovacin puede ser expre-sada por el nmero de patentes otorgadas.

    Ahora bien, considerando los indicadores de la RICYT(2010), se puede observar que la regin latinoamericana haincrementado sus esfuerzos dedicados a las actividades de inves-tigacin y desarrollo, de tal forma que el gasto en ellas pas del0.52% al 0.62% del PIB entre 1990 y 2008 (Grfico 4), asimis-

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    GERMN SNCHEZ DZA

    mo se elev el nmero de investigadores de 81,657 en 1993 a216,953 en 2008 con lo cual pas de 0.52 investigadores porcada mil PEA a 1.02. A pesar de estos esfuerzos, esos indicadorespermanece muy por debajo de lo invertido por los pases capita-listas ms avanzados (superior al 2% del PIB, por ejemplo Japnha invertido ms del 3%) y el de investigadores por cada mil dePEA para esos pases es superior a 9.

    Cuadro 1.ndice de conocimiento (I. C.), 1995, 2000 y 2009

    Elaborado con base en World Bank, 2010.

    Cuadro 2.Brecha de Latinoamrica respecto al G7, Subndices del I. C.

    Elaborado con base en World Bank, 2010.

    1995 2000 2009

    Europa Occidental 9.04 8.95 8.78

    Grupo de los 7 9.21 8.99 8.91

    Asia Central y Europa 6.88 6.69 6.69

    Asia Oriental y Pacfico 7.39 7.05 6.71

    Mundial 6.86 6.56 6.19

    frica del Norte y Medio Oriente 6.20 6.00 5.68

    Latinoamrica 5.70 5.62 5.37

    frica 3.71 3.07 2.72

    Asia Sur 3.16 2.65 2.55

    1995 2000 2009

    . C. 1.62 1.60 1.66

    Innovacin 1.52 1.51 1.58

    Educacin 1.95 1.77 1.73

    TIC 2.15 3.25 3.59

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    LA PRODUCCIN DE CONOCIMIENTO ...

    Como mostramos en los grficos 1 y 2, el financiamientosigue teniendo como fuente principal al estado, aun cuando laparticipacin del sector privado se ha incrementado; por el ladode la realizacin, las instituciones de educacin superior siguensiendo importantes, pero estn pasando a segundo lugar, pues elsector privado tiende a desplazarlas. Estos cambios son sustan-ciales y reflejan las polticas ejercidas en los ltimos veinte aos.

    Grfico 4.

    Gasto en investigacin y desarrollo de Amrica Latina

    y el Caribe, % del PIB

    Elaborado con base en RICYT, 2010

    Ahora bien, lo que habra que preguntarse es sobre el re-sultado de esos esfuerzos, los impactos que tienen en los mbi-tos econmicos y sociales de la regin, cuestin que slo podrresponderse en la medida que hagamos un anlisis ms detallado,por pases, de los productos y aplicaciones del conocimiento ge-nerado. Sin embargo, en el mbito ms general, segn los datosde la UNESCO, se puede observar que a pesar de que se consta-

    0.4

    0.45

    0.5

    0.55

    0.6

    0.65

    1990

    1991

    1992

    1993

    1994

    1995

    1996

    1997

    1998

    1999

    2000

    2001

    2002

    2003

    2004

    2005

    2006

    2007

    2008

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    ta un crecimiento en la generacin de conocimiento cientfico, suparticipacin en el contexto mundial no ha mejorado. As, porejemplo, el nmero de publicaciones cientficas se elev de 27,650a 48,791 entre 2002 y 2007, de tal forma que su aportacin altotal mundial se increment en ms de un punto porcentual; peroen patentes otorgadas su presencia se mantuvo constante, verCuadro 3. Cules son, entonces, los usos del conocimiento ge-nerado en la regin? Al respecto Pablo Kreimer ha sealado que setrata de una Ciencia Aplicable no Aplicada (CANA), lo cual ha-bra que completar sealando que una buena parte de esos conoci-mientos se integran a la academia mundial, que finalmente estdominada por los mismos pases capitalistas avanzados.

    Al respecto, Tunnerman (2005) seala que la divisininternacional del trabajo hace que los universitarios, los cientfi-cos, los artistas y los intelectuales de los pases perifricos de-pendientes no participen de la academia mundial en una situacinde igualdad con aquellos de los pases centrales hegemnicos;puntualiza tres aspectos centrales: 1) hay desigualdad en lo querespecta a los recursos financieros, instrumentales y tcnicos paralas investigaciones; 2) hay desigualdad en las oportunidades parala divulgacin y aplicacin de los resultados de los trabajos; 3)para asegurar la pertenencia a la academia mundial, los miem-bros de los pases perifricos dependientes aceptan restringir susinvestigaciones a problemas, cuestiones, temas, mtodos y tc-nicas definidos en los pases centrales hegemnicos.

    No es de sorprender que una expresin de este fenmenosea precisamente la denominada fuga de cerebros, es decir laemigracin de investigadores y personal de alta calificacin.Segn Albornoz, Matos y Alfaraz (2010) hacia mediados de lapresente dcada en los pases de la OCDE haba 1.5 millones degraduados universitarios latinoamericanos, adems en 2001 ha-ba ms de nueve mil latinoamericanos en Espaa con grado dedoctor; cuestin similar aconteca en EUA, segn los datos dela NSB (2010) en el ao 2003, haba ms de once mil latinoame-ricanos con ese grado.

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    LA PRODUCCIN DE CONOCIMIENTO ...

    Cuadro 3.Participacin de Latinoamrica en indicadores cientficos

    y tecnolgicos mundiales

    UNESCO, 2010

    La pertinencia de la produccin del conocimientocientfico-tecnolgico y otros saberes

    De esta manera, la produccin del conocimiento cientfico tec-nolgico en la regin latinoamericana ha sido cuestionada, desdela visin dominante se intenta reorientarla hacia una mayoraplicabilidad y usos comerciales. Al mismo tiempo, se hanimplementado polticas que buscan profundizar la integracin delsistema de investigacin con los dems actores, incluyendo lasempresas globales, de capital trasnacional, y los centros de in-vestigacin de los pases capitalistas avanzados.

    Sin embargo, hay que aadir que a estos presiones de lavisin dominante se integran los esfuerzos por apropiarse delconocimiento y saberes tradicionales, a travs de su codificaciny posterior expropiacin, va derechos de propiedad intelectual.Al respecto se puede sealar las presiones que hay sobre esosconocimientos a partir de los acuerdos de la OMC y de los acuer-dos comerciales bi y multilaterales, ejemplo de estos ltimos sonlos firmados por EUA con varios pases latinoamericanos, que

    2002 2007

    PIB 8.1 8.5 Poblacin 8.5 8.5 Gasto en Investigacin y Desarrollo 2.8 3.0 Investigadores 2.9 3.5 Patentes otorgadas en oficina de EUA 0.3 0.2 Patentes otorgadas tradicas (EUA, Europa y Japn) 0.2 0.2 Publicaciones 3.8 4.9

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    han hecho realidad los postulados del frustrado proyecto ALCA(Snchez, 2009a).

    Los cuestionamientos a estas tendencias dominantes pro-vienen de distintos mbitos y actores. Al respecto, podemos se-alar tres que nos parecen relevantes.

    En primer lugar estara la polarizacin econmico y so-cial que ha generado el patrn de acumulacin, que ha arrojado avarios millones de latinoamericanos a la pobreza con sus diver-sas magnitudes- y a la exclusin. Si bien en el periodo de augede esta dcada se logr una relativa disminucin (Albornoz,Matos y Alfaraz, 2010), en trminos absolutos se ha incrementadola poblacin en esa condicin, as como aquella que se mantieneexcluida, reforzando la existencia de una economa informal enla que se anidan diversas estrategias de sobrevivencia y tambinde novedosas formas de resistencia y de construccin de alterna-tivas a la hegemona neoliberal. Esta problemtica en su conjun-to cuestin de fondo, y a partir de la misma realidad, la visinlineal sobre la produccin del conocimiento cientfico y su im-pacto positivo sobre el desarrollo y el progreso social. Vale lapena preguntarse qu tipo de conocimiento se est generando y aque intereses responde.

    Es en este contexto que han surgido las experiencias dela economa solidaria, que demandan otro tipo de produccin deconocimiento cientfico-tecnolgico, que implica una perspecti-va cognitiva diferente, no se trata de retornar a las tecnologasapropiadas, sino de desarrollar una nueva forma de produccindel conocimiento, segn Dagnino se trata de una adecuacinsociotcnica (Dagnino, s/f).

    En segundo trmino, otra tensin surge de la crisisecolgica que atraviesa el mundo, y que se expresa agudamenteen la regin, con la depredacin de la naturaleza y la contamina-cin ambiental. El desarrollo de una conciencia crtica en las so-ciedades latinoamericanas ha permitido generar propuestas queimplican la reconstruccin epistemolgica de la produccin delconocimiento cientfico-tecnolgico. Al respecto podemos citar

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    LA PRODUCCIN DE CONOCIMIENTO ...

    a V. Toledo y A. Castillo (1999) que, para el caso de la CienciaEcolgica, es necesario fortalecer su institucionalidad y la ela-boracin de polticas especficas; para el desarrollo de la investi-gacin ecolgica proponen que est vinculada con todos y cadauno de los actores del manejo de los recursos naturales, que losproductores rurales sean participes de ella, integrando la sabidu-ra acumulada de las culturas locales, de tal forma que la investi-gacin debe ser multidisciplinaria y participativa. Sealan que esindispensable e inaplazable lograr una ciencia ecolgica latinoa-mericana pertinente con su realidad social.

    Tercera, el surgimiento de nuevos gobiernos latinoameri-canos, vinculados con sectores populares y comprometidos en laconstruccin de alternativas al modelo neoliberal, ha cuestiona-do la forma tradicional en que se genera y transmite el conoci-miento cientfico-tecnolgico, construyendo as nuevos programasde investigacin y educativos. Es el caso de Bolivia, que ha plan-teado como lema de su Plan Nacional de Desarrollo una BoliviaDigna, Soberana, Productiva Y Democrtica Para Vivir Bien yentre sus lineamientos de polticas se encuentran tres: Ciencia,tecnologa e innovacin en la integracin nacional para el desa-rrollo productivo con soberana e inclusin social; Cultura Cien-tfica inclusiva para la construccin de una sociedad delconocimiento con caractersticas propias; y, Recuperacin, pro-teccin y utilizacin de los saberes locales y conocimientos tc-nicos ancestrales.

    Por su lado, Venezuela ha efectuado importantes modifi-caciones a su sistema de investigacin y de educacin superior,plasmadas desde la misma Constitucin; al respecto, en su PlanNacional de Ciencia, Tecnologa e Innovacin 2005-2030 se se-alan como objetivos estratgicos: 1) promover la independen-cia cientfica y tecnolgica con la finalidad de alcanzar mayoresniveles de soberana cientfico-tcnica necesarios para construirun modelo endgeno de desarrollo ambientalmente sustentablepara el pas; 2) desarrollar una ciencia y tecnologa para la inclu-sin social donde los actores de la sociedad venezolana sean suje-

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    tos de accin en la formulacin de polticas pblicas en ciencia ytecnologa y partcipes del nuevo pensamiento cientfico que segesta en el pas; 3) generar mayores capacidades nacionales en cien-cia, tecnologa e innovacin, referidas a la formacin de talento, lacreacin y fortalecimiento de infraestructura cientfica y al con-junto de plataformas tecnolgicas requeridas en nuestro pas.

    Estos tres cuestionamientos a la forma de produccin elconocimiento cientfico tecnolgico en Latinoamrica son expe-riencias que ya estn echadas a andar, algunas de ellas sontangenciales o muy localizadas, sin embargo, en su conjunto nosmuestran nuevos horizontes y mayores retos. Estas experienciasreclaman tambin un cambio en los actores sociales, demandanuna apertura de los actores tradicionales, en especial de los inves-tigadores y acadmicos en general, y se incorporan actores quenunca antes haban sido tomados en cuenta. La orientacin quetome la produccin de conocimiento en la regin depender dela posicin que tomen esos actores y de la incidencia que tenganpara cuestionar y cambiar el patrn neoliberal, que est en crisis.

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    LA PRODUCCIN DE CONOCIMIENTO ...

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    LAS POLTICAS PBLICAS DE EDUCACIN ...

    LAS POLTICAS PBLICAS DE EDUCACINSUPERIOR EN AMRICA LATINA Y EL PROBLEMA

    DE LA CONCENTRACIN EDUCATIVA.

    Guillermo Camposy Mara Eugenia Martnez*

    Introduccin

    Las polticas pblicas de educacin superior en Amrica Latinade los ltimos treinta aos se han definido, contradictoriamentefuera de los espacios educativos; e incluso, fuera de los gobier-nos locales. Los cambios experimentados han seguido una lgicaexterna a las necesidades e intereses de cada pas. Para dar senti-do a estas afirmaciones se podra identificar el objetivo que ali-ment dichos cambios e identificar sus resultados.

    El objetivo de las polticas en materia de educacin su-perior ha sido ms bien un proceso de largo alcance, que ha pro-curado la imposicin de un marco de accin comn en todos lospases de Amrica Latina (AL) incluyendo el Caribe. El marcocomn impuesto posee una racionalidad propia de un entornoexterno y alejado de las necesidades internas de cada pas. Porms que, posteriormente, los respectivos gobiernos locales ha-yan ido acomodando sus proyectos nacionales con el proyecto

    * Investigadores del CEDES, Facultad de Economa BUAP, Mxico. Miembros

    del Cuerpo Acadmico Capitalismo Contemporneo

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    GUILLERMO CAMPOS Y MARA EUGENIA MARTNEZ

    comn externo, explicitando objetivos similares a los definidosdesde fuera.

    En esa larga duracin de la transformacin educativa dela posguerra en AL, se pueden identificar dos momentos cruciales:uno con la firma de los acuerdos de la Alianza para el Progreso(ALPRO) en 1961, con el cual se impuls -va concesin de cr-ditos o apoyos- un programa de ampliacin en la cobertura delos sistemas educativos. En esta ola de ampliacin presupuestalse incluy al sistema de educacin superior (ES), cuyos estu-diantes estaban movilizndose hacia 1968 por la obtencin dedemandas de diverso tipo, entre otras, la ampliacin de oportuni-dades de estudio.

    Otro momento significativo fue 1991, cuando se firmel Consenso de Washington, y una vez ms, desde fuera, seimpuso a AL un modelo educativo unificador, con tareas muyespecficas a cumplir por el sistema de educacin superior.

    A partir de los nuevos y relativamente mayores recursosfinancieros la universidad latinoamericana fue cambiando gra-dualmente. Las tendencias ms importantes en el proceso de con-solidacin de este nivel en AL son: 1) Masificacin, 2)Feminizacin, 3) Privatizacin y 4) Concentracin.

    En ocasiones se incluye la internacionalizacin como unanueva resultante, sin embargo an es muy incipiente su presen-cia e incluso, apenas est en construccin la estructurainstitucional que la haga factible, por ello no nos detendremos eneste punto.Adems de estos cuatro fenmenos centrales, se puede mencio-nar uno ms, ubicado en el tema de la masificacin de la matrcu-la, pero cubre ms all de solo la licenciatura, se trata de losestudios de posgrado. Este subnivel tambin muestra signos decrecimiento explosivo, tanto as, que ya se le denomina: el boomdel posgrado (Martnez et al, 2011).

    De manera no siempre simultnea pero si ineludible, es-tos cuatro fenmenos se fueron cumpliendo en cada uno de lossistemas nacionales de educacin superior en Amrica Latina,

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    LAS POLTICAS PBLICAS DE EDUCACIN ...

    las nicas diferencias fueron el momento y la profundidad conque se present cada tendencia.

    En este artculo se pondr el nfasis en la carencia depolticas educativas verdaderamente genuinas para esta regin y,adems se analizara la problemtica que introduce en los siste-mas de educacin superior el tema de la concentracin; en lamedida que los otros tres procesos han sido los ms estudiados y,porque detrs de ellos va apareciendo gradualmente -de una for-ma o de otra- el impulso concentrador; es decir, este ltimo efec-to se va mostrando no slo por s mismo, sino a travs de losotros, de manera que empricamente tambin se comienza a per-cibir su presencia, mediada por las peculiaridades de cada uno delos otros tres efectos.

    No existe un momento en que se pueda decir que apare-ce el fenmeno concentrador; en un principio se le entendi comoel resultado natural del crecimiento sin planificacin. En la d-cada de los noventa del siglo XX el crecimiento fue explosivo y,junto a verdaderos logros en cuanto a la satisfaccin de la de-manda, tambin aparecieron complicaciones de muy diverso tipo:megauniversidades, zonas territoriales sin atencin, carencia derecursos humanos con adecuada formacin, ausencia de agendasde investigacin pertinentes, etc. Es decir, problemas diversosque dificultaron un crecimiento no slo ms racional en cuanto asu matrcula y funcionamiento, sino que se configuraron relacio-nes difciles de manejar a nivel de lo laboral, lo administrativo, losalarial, etc.

    La dcada de los noventa va a tener un significado espe-cial en lo tocante al desarrollo de este rgimen educativo. Prcti-camente todos los pases incrementaron de manera muy notablelos recursos para poder satisfacer la demanda. En principio todopareca un asunto de nmeros y sus obvias implicaciones apare-can simplemente como un sntoma del crecimiento de oportu-nidades que comenz a brindar la expansin sbita de la ofertapblica y privada de este tipo de estudios.

    Las manifestaciones del crecimiento -pero adems de ese

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    GUILLERMO CAMPOS Y MARA EUGENIA MARTNEZ

    crecimiento inusitado- nunca fueron expresin de la voluntad delos gobiernos latinoamericanos. Se adaptaron -por decirlo en tr-minos muy ligeros- a la decisin de una poltica norteamericanaque, en el primer momento -el de la dcada de los sesenta- estabacontenida en un contexto previo de lucha inventada por el go-bierno de los Estados Unidos (EUA). Esta guerra unilateral ha-ba sido declarada desde trece aos atrs por el Presidente Trumancontra un enemigo casi imaginario que era el comunismo.Guerra fra sin sustento de argumentos objetivos, que se iniciprcticamente al trmino de la II Guerra Mundial1.

    La historia siempre la construyen los ganadores, pero nosiempre a partir de sus xitos, tambin lo hacen a travs de retro-cesos y de sus errores. La relacin entre los EUA y Amrica Lati-na ha tenido un historial plagado de imposiciones, muchas vecesbasados en clculos errneos. El fin de la II Guerra Mundial tam-bin signific para los EUA la posibilidad de perder los enormesbeneficios econmicos que les dio la gran guerra2, para no per-

    1 El inicio de la creacin de un enemigo imaginario ocurri dentro de los EUA y

    con los mismos ciudadanos norteamericanos. La dramaturga Lilian Hellman

    describe con mucha claridad el inicio de esta era negra de construccin de

    miedos."mejor odiar a una persona, al invasor de nuestra casa o de nuestra

    familia, que odiar una idea. Pero qu hacer cuando esa idea se oculta bajo la

    apariencia inofensiva y respetuosa de la ley?. Entonces es necesario endurecerse

    contra todo tipo de simpata humana, contra todo tipo de atraccin personal.

    Entonces se monta una cruzada, y se perpeta con una inquisicin" (Wills en

    la Introduccin de Hellman,1979 p.p. 20-21).

    2 A comienzos de 1940 los EUA se enamoraron de la guerra total, y no es de

    sorprender. La guerra era lo mejor que le haba sucedido al pas en mucho tiem-

    po. Logr lo que el New Deal no pudo lograr jams: sacarlo por completo de la

    gran depresin y devolverle la riqueza expansionista de su "Edad sobredorada"la

    nacin se reacomod y se revitaliz: los negros se desplazaron al norte en busca

    de nuevos empleos, las mujeres ingresaron al mercado de trabajo, los laborato-

    rios, las fbricas, las universidades crecieron con la ayuda federal y los programas

    de guerra..hasta el secreto de la estructura del universo -el tomo- sirvi a los

    propsitos nacionales que eran los propsitos de la humanidad y del mundo

    (Wills, 1979).

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    LAS POLTICAS PBLICAS DE EDUCACIN ...

    derlos encausaron su lucha contra una idea: el comunismo. Escomunismo: era la revolucin cubana, pero adems, amplios con-tingentes de una generacin de jvenes en diversas partes delmundo tambin seducidos por esta idea del comunismo3.

    El inicio de la guerra contra el comunismo se inici den-tro de los EUA ejerciendo una insana conduccin de las actitu-des de sus ciudadanos, mismas que se encausaron de maneranotablemente fcil, a travs de la generacin del odio. Este sen-timiento se encauza hacia un enemigo construido artificialmentemediante efectos noticiosos y mercadotecnia. A este miedo denaturaleza construida se le ha llamado el odio virtuoso(Hellman, 1979) y ha sido -en una de sus mltiples aristas deaccin- el motor impulsor de las polticas de apoyo a la educa-cin impulsadas por la Alianza para el Progreso (ALPRO), don-de destinaron un importante presupuesto para -entre otras muchascosas- mejorar el acceso a la educacin y, con ello, al mismo tiem-po, prevenir la difusin de las ideas comunistas.

    El odio virtuoso al comunismo se ampli en 1961 haciaAL a travs de la ALPRO con apoyos a la agricultura pero tam-bin con fondos para la educacin. En 1969, bajo la presidenciade Richard Nixon (quin fuera prominente miembro del Comitde Actividades Anti Norteamericanas de McCarthy en la dcadaanterior), su vicepresidente Nelson Rockefeller elabor un infor-me donde ya se daba cuenta de que la matricula de educacinsuperior en algunos pases latinoamericanos se haba duplicado(Rockefeller, 1969).

    A los EUA en materia educativa les interesaba especial-mente erradicar el analfabetismo pero la carencia de un proyecto

    3 Rusia no era en ese momento una amenaza verosmil para los EUA "grave-

    mente lisiada por la guerra, y an sin armamento nuclear, ciertamente no era una

    amenaza que justificara un programa tan extenso de defensa propia. El poder

    militar de Rusia no justificaba las medidas de emergencia (iniciadas en 1947)Ru-

    sia era una amenaza ideolgica y no una amenaza militar." (Wills, 1979).

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    GUILLERMO CAMPOS Y MARA EUGENIA MARTNEZ

    bien definido junto al dominio de otros objetivos de mayor im-portancia y, los conflictos polticos internos adicionados de laemergencia de protestas juveniles y universitarias, orillaron a losgobiernos locales a canalizar recursos para ampliar el ingreso alas universidades. Si se mira as, la masificacin de la matricularesult ser un hecho ms bien fortuito cargado de una inerciaincontrolable y no una poltica planificada de crecimiento delsistema educativo latinoamericano.

    Muchos discursos han oficializado posteriormente el cre-cimiento de la matricula en ES mediante el argumento de que erauna manera de concretar la voluntad democratizadora de los go-biernos de esta regin. Se ha querido llenar con contenidos fic-ticios un proceso que ha escapado a su control. La carencia dedireccionalidad en la poltica educativa volvi incontrolable elconjunto de resultados derivados de su aplicacin, o bien esosresultados adoptaron formas y expresiones no imaginados, algu-nos de dichos resultados no planificados son la base de las actua-les tendencias de la ES.

    Es indudable que algunas de las tendencias de la ES hanrecibido impulsos especficos para consolidarlas y desarrollarlas,como la feminizacin, o bien son direccionados desde las esferaseconmicas como la privatizacin y finalmente, la concentracinde todo el sistema de educacin superior que surgi como unexcedente involuntario al que, en el mejor de los casos, se haquerido justificar evocando al temporal efecto benfico de laseconomas de aglomeracin.

    En este artculo se plantea a la concentracin como uneje que permite problematizar las tendencias de desarrollo de lossistemas de educacin superior en la regin latinoamericana, por-que explica mejor el despojo de oportunidades con que operael modelo educativo contemporneo, no slo en las zonas rura-les sino tambin en las zonas urbanas.

    Un segundo momento crucial en la definicin de las pol-ticas educativas del nivel superior en AL fue la celebracin delConsenso de Washington a inicios de la dcada de 1990. En este

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    LAS POLTICAS PBLICAS DE EDUCACIN ...

    convenio se definieron las caractersticas del sistema educativoque AL debera asumir bajo la modalidad de una crtica al siste-ma anterior, pero imponiendo un modelo educativo donde elmercado es el que define el papel formativo de la escuela.

    El nuevo modelo educativo impuso criterios de compe-tencia y accin individual. Basado en un esquema de competen-cias laborales ha intentado generar habilidades comunes en losaproximadamente 20 millones de estudiantes del nivel superioren AL, ha impuesto estrategias de vigilancia comn sobre losestndares de calidad, ha propiciado la generacin de un merca-do de la ES a travs del apoyo a la universidad privada y, a pesarde este esfuerzo unificador, lo que realmente ha logrado es lafragmentacin. Realmente el modelo neoliberal de las compe-tencias ha conducido a una fragmentacin de los sujetos y a unafragmentacin de los contenidos acadmicos.

    En este segundo momento se puede percibir la translacinde un modelo externo mucho ms acabado, ms definido que losmarcos generales del anterior proyecto de los sesenta de laALPRO. En una especie de nueva edicin, todos los pases de laregin latinoamericana fueron tropicalizando este modelo ge-neral a las condiciones locales, hacindolo aparecer como unadecisin propia.

    Por razones tcnicas se tocaran solo los casos de Argenti-na, Chile, Colombia, Venezuela, Brasil y Mxico, lo cual coincidecon el hecho de que estos 6 pases concentran el 78.9 % de lamatrcula de educacin superior de toda la regin. Visto de ma-nera panormica, estos seis pases estn explicando en gran partelas tendencias de la ES en Amrica Latina. De hecho, solamenteVenezuela -y eso a partir del ao 2000- posee un modelo educa-tivo que se ha diferenciado del modelo unificador presente en elresto de pases latinoamericanos, aunque evidentemente, cadauno va mostrando diferencias en la manifestacin de cada una delas cuatro tendencias.

    Aun cuando se tocar de manera ms puntual ms ade-lante, es interesante reflexionar sobre el alto nivel de concentra-

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    GUILLERMO CAMPOS Y MARA EUGENIA MARTNEZ

    cin que existe sobre el servicio educativo a nivel de la reginlatinoamericana, ya que puede ser uno de los elementossintomticos del nivel de atraso existente. Casi el 80% de todo elservicio de educacin superior y de posgrado se est ofreciendoen tan slo 6 de los aproximadamente 50 pases existentes enesta regin.

    Cuadro 1.Amrica Latina. Matricula de Educacin Superior (2006).

    Fuente: Gazola, Ana (2008). Unesco-IESALC

    1. La masificacin de la matricula

    La masificacin de la matricula en el nivel de educacin superiorha sido analizada en varias perspectivas, todas ellas provistas deun discurso que hace evidente la visin de realidad sobre la quese soportan. Se pueden identificar tres discursos que dan cuentade las diferentes visiones que diversos actores mantienen sobreeste tipo de educacin, as como sobre las propuestas que ellosmismos plantean para orientar un mejor desarrollo para la educa-cin superior. Destacan dos de ellas porque se hacen desde posi-ciones institucionales y, en ese sentido cuentan con una mayorinfluencia y han logrado hacerse de un mejor acompaamientoterico y plantear lneas de accin con un mayor nivel de aplica-cin. Ambas perspectivas parten de un esquema comn, el es-

    Pas Matricula % Brasil 4,802,072 28.2 Mxico 2,709,255 15.9 Argentina 2,173,960 12.8 Venezuela 1,859,943 10.9

    Colombia 1,260,886 7.4 Chile 615,405 3.6 Subtotal 13,421,521 78.9 Total de la regin 17,017,789 100.0

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    LAS POLTICAS PBLICAS DE EDUCACIN ...

    quema productivista, pero sobre esa misma base, configuran dis-cursos encontrados, que se diferencian tanto en los criterios deanlisis como en las propuestas de polticas que se deben adop-tar para lograr que la ES aporte logros en el proceso de solucina la problemtica de la regin.

    Una tercera perspectiva, ubicada en un plano ms ideol-gico, hace su anlisis a partir de las influencias que sobre lo educa-tivo ejerce el actual patrn de acumulacin productiva. Si bienaporta criterios de anlisis interesantes, su influencia es muy limi-tada y adolece de un proyecto de acciones a futuro para la educa-cin superior. Esta posicin instala a esta perspectiva en un planoms de denuncia que de propuestas de poltica alternativa.

    La primera corriente de anlisis se puede identificar comola corriente instituida; en el sentido de que es la corriente msampliamente difundida y por tanto se ha convertido en la pers-pectiva de anlisis dominante, sus voceros son los ms destaca-dos a nivel intelectual -dentro de este marco de una teoradominante- y con presencia en las instancias de gobierno. Preci-samente, parte de su fuerza viene de que sus portavoces han for-mado parte de los organismos internacionales y nacionalesencargados de administrar y definir tareas para la ES. Su opininno solo es tomada en cuenta por los organismos internacionales,sino que influye en la adopcin de polticas educativas locales.Es por ello que al ser una posicin emitida desde las institucio-nes de gestin educativa, se les identifica como una corriente depensamiento instituida.

    La segunda corriente no deja de tener voceros importan-tes pero con un nivel menor de impacto, est compuesta por per-sonajes surgidos -en su mayor parte- de las bases de docentes einvestigadores de diversas universidades de la regin latinoame-ricana; en general sus portavoces son los rectores de institucio-nes pblicas, que se han agrupado en organismos de apoyo mutuo,como la UDUAL y el Consorcio de Macrouniversidades. Estacorriente est en proceso de consolidacin y convencimiento consus pares de otras universidades. Sus anlisis sobre el origen de

    Pas Matricula % Brasil 4,802,072 28.2

    Argentina 2,173,960 12.8 Venezuela 1,859,943 10.9

    Colombia 1,260,886 7.4

    Subtotal 13,421,521 78.9 Total de la regin 17,017,789 100.0

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    GUILLERMO CAMPOS Y MARA EUGENIA MARTNEZ

    las diversas tendencias que muestra la ES son muy consistentesacadmicamente y son diametralmente opuestos a los que conci-be la corriente instituida. La gestin acadmica que realizan -sibien heterognea- es reconocida como de calidad. Sus propues-tas acerca del desarrollo de las tendencias en el sistema de ESvan en un sentido inverso al planteado por la corriente dominan-te. La identificaremos como corriente de transicin. Es unaperspectiva crtica, con una propuesta que puede ser viable, queno niega la importancia de elevar la calidad del servicio educati-vo pblico, ni de rendir cuentas y transparentar el ejercicio de losrecursos que se les otorga, pero que si reivindica un modelo deformacin que no se cia al dictado del mercado y a visiones quepretendan la fragmentacin de los saberes. Esta corriente, en elsentido de ser una transicin entre la vieja universidad y otranueva que se est construyendo sin negar la importancia de anti-guos logros, tiene un sentido instituyente en su discurso y en suspropuestas, por ello es que se le identifica como corrienteinstituyente.

    A la tercera corriente de anlisis sobre la ES la identifica-remos como ideolgica, debido al planteamiento fuertementevalorativo de su anlisis.

    Un primer tema de diferenciacin entre los discursos delas corrientes mencionadas es el de la masificacin de la matrcu-la. Este es el sntoma ms evidente en la revisin de la evolucinde la ES en Amrica Latina. La masificacin de la educacinsuperior en esta regin es uno de los temas ms abordados en losestudios sobre la educacin regional y es que se trata de un pro-ceso no slo muy evidente, sino que su impacto va ms all de lomeramente educativo. Ha sido tan impresionante el crecimientode este nivel que a partir de l se han generado cambios de tipoeconmico y social. Esta regin paso, en un intervalo de cuaren-ta aos, de una matrcula de unos pocos cientos de miles de alum-nos en el nivel superior, a casi dos decenas de millones hacia laprimera dcada de este siglo XXI (Rama, 2005). Este crecimientoexplosivo en la demanda por este tipo de estudios tuvo su momen-

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    LAS POLTICAS PBLICAS DE EDUCACIN ...

    to de mayor expansin en las dcadas que van de 1970 a 19904.

    La gratuidad ha sido tambin, sin duda, otro factor de impulso en

    este proceso de masificacin de la educacin superior, en tanto el

    aumento de la cobertura es derivado de la incorporacin de nuevos

    estudiantes procedentes de sectores con menores ingresos y menos

    capitales culturales, y donde todos los consumos tienen elasticidad

    positiva respecto de los preciosLa expansin de la matrcula de la

    educacin superior permiti que en tan solo 35 aos la regin avanza-

    ra desde una cobertura de apenas 7,03% en 1970 a 31,77% en 2005,

    medida sobre la poblacin de 20 a 24 aos, al pasar de 1,6 millones de

    estudiantes a 15,9 millonesLa demanda por acceso a la educacin

    ha promovido en la regin el pasaje de una educacin de elites a una

    educacin de masas, y como derivacin de ello ha incentivado mlti-

    ples transformaciones en los sistemas universitarios. (Rama, 2008)

    Los pases con una demanda ms amplia y consolidadaen sus sistemas educativos son: Brasil, Mxico, Argentina, Vene-zuela, Colombia y Chile. Durante muchos aos se ha observadola creciente masificacin de las matriculas del nivel superior peropoco ha llamado a reflexin este fenmeno. Algunos autores lointerpretan como una manifestacin de la democratizacin en elacceso (Papadopulos y Radakovich, 2003) y hasta fuente de cons-titucin de democracia. En este artculo se pone en duda estaexplicacin y busca una dilucidacin ms compleja.

    Se comentaba que paralelamente a la masificacin se hangenerado procesos sociales importantes, por ello, ms que insis-tir en el movimiento numrico de la matrcula, haremos un inten-to por acercarnos al anlisis del crecimiento tomando en cuentalos efectos mencionados.

    4 De acuerdo con datos del IESALC-UNESCO de 2008, la matrcula en educa-

    cin superior pas en tan slo una dcada de: 7.6 millones en 1998 a 17 millones

    en el 2008 y comenta -para enfatizar la masificacin- que en los ltimos 37 aos,

    el nmero de estudiantes que optaron por la educacin terciaria se ha

    quintuplicado (Gazola, 2008).

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    GUILLERMO CAMPOS Y MARA EUGENIA MARTNEZ

    1.1 La corriente instituida (o de la tercera reforma del nivelsuperior)

    Esta corriente est encabezada por el Instituto Internacional parala Educacin Superior de Amrica Latina y el Caribe (IESALC),de la UNESCO. Con base en anlisis empricos muy completossobre el comportamiento de la educacin superior en la reginlatinoamericana ha estructurado una explicacin de la evolucinde la ES a partir de etapas que se van superando a travs dereformas, de modo que la historia reciente de la ES se explicacomo una sucesin de reformas: tres hasta este momento.

    La primera reforma, la de ms larga duracin ocurri en-tre 1918 y 1970, inici con la Reforma de Crdoba en Argentina,que en esencia planteaba la posibilidad de una universidad popu-lar, con posibilidades de acceso para los sectores tradicionalmenteexcluidos. El modelo de esta primera Reforma se confrontabadirectamente con el viejo modelo de universidad formadora delites, buscaba la autonoma de las instituciones y la concebacomo un servicio pblico sostenido por el estado, que de ningu-na manera se deba ver como una concesin, sino como una ma-nera de que los gobiernos redistribuyeran la aportacin fiscal delos ciudadanos de manera ms equitativa. Un rasgo central eraque se pensaba como una universidad gratuita y autnoma.

    Sin duda esta concepcin de universidad y su concordan-cia con los proyectos nacionalistas es un elemento central en laexplicacin del relativo xito que tuvo este modelo de universi-dad, que abri la lgica de un entendimiento natural sobre unafutura masificacin de la demanda. Esta reforma procuraba lainclusin de sectores populares y de bajos ingresos en este niveleducativo. Se corresponda ampliamente con los proyectos dedesarrollo econmico basado en la sustitucin de importaciones,con la consolidacin de naciones latinoamericanas y permiti unamayor movilidad social.

    La segunda Reforma universitaria ocurre justamente enel momento de la masificacin e inicia de manera general en la

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    LAS POLTICAS PBLICAS DE EDUCACIN ...

    dcada de los 70. Las universidades pblicas crecieron de mane-ra desmesurada. En este periodo no solo creci excesivamente laeducacin pblica sino tambin la educacin privada. Las uni-versidades privadas comenzaron a disputar porciones mayoresdel mercado educativo. De hecho, se construye en ese momentoel mercado de la educacin superior. Este fue el momento en queinicia una de las tendencias actuales de la educacin superior: laprivatizacin.

    Otro de los rasgos tpicos de la segunda Reforma fueronlos intentos por descentralizar este servicio. Se ampli la ofertahacia las ciudades grandes y medianas del interior de cada pas, secrearon nuevas universidades en la provincia y se consolidaron lasque ya existan. Este esfuerzo descentralizador tampoco se realizbajo un plan adecuado y no impidi que continuara vigente la lgi-ca concentradora, pero ahora tambin operaba en provincia.

    En este mismo auge de cambios y de nuevas tendencias dedesarrollo del sistema de ES se ubica uno que es bastante signifi-cativo: la feminizacin. Se podra reconocer que junto al creci-miento de la oferta global, se ampli la participacin de la mujerdentro de los espacios de profesionalizacin y de investigacin enAL. Las matrculas universitarias de esta regin no solo vieron cre-cer al nmero de mujeres registradas, sino que en una o dos dca-das en muchas carreras superaron la presencia masculina.

    La segunda reforma universitaria fue una especie de pre-paracin para los cambios que se haran explcitos unos aos mstarde. Fue en este momento que aparecieron contractualmentelas primeras plazas de tiempo completo y con ellas laprofesionalizacin de la docencia universitaria.

    La tercera reforma de la educacin superior tendra suinicio en la dcada de 1990 y dura hasta la fecha. Segn sus pro-motores, forma parte de las necesidades que plantea la sociedaddel conocimiento. Se supone que en esta etapa la competencia sedirime en una estructura econmica basada en el conocimiento,es decir en la generacin de nuevas tecnologas y en la aplicacincreciente de los desarrollos cientficos. Las nuevas modalidades

  • 42

    GUILLERMO CAMPOS Y MARA EUGENIA MARTNEZ

    de la competencia global han implicado un incremento en losgastos de investigacin y desarrollo (I+D) aunque los presupues-tos asignados aun dejen mucho que desear.

    En la lgica de esta corriente la respuesta a la masificacinconsiste en reducir el ingreso y a convencer a las institucionesde educacin superior sobre la necesidad de elevar la productivi-dad, tanto de los docentes como de las instituciones. Los contex-tos laborales que se imponen al interior de las Instituciones deEducacin Superior (IES) son de una creciente competencia, quefinalmente es el motor que obliga a las universidades latinoame-ricanas a introducir cambios en sus estructuras y en sus conteni-dos. Las universidades que se han adaptado con mayor facilidada los nuevos retos -dicen los voceros de esta corriente- son lasque han logrado mantenerse y enfrentar ms exitosamente losproblemas de financiamiento, pertinencia e internacionalizacinde la compleja actividad universitaria.

    Esta corriente de anlisis retoma el diagnstico que hizoel Banco Interamericano de Desarrollo (BID, 1997) respecto alos ambientes y rendimientos de las universidades latinoamerica-nas con financiamiento pblico. El organismo -despus de reco-nocer algunos logros- destaca como principales problemas:

    * Exceso de conflictos y falta de suficiente determinacin en laspolticas.

    * Negociaciones injustificables y fuerte debilidad en la toma dedecisiones

    * Ineficiencias en los procesos de gestin y prdida de tiempo* Incapacidad para aumentar o proteger los gastos no relaciona-

    dos con el personal* No se toman en cuenta las diferencias de desempeo entre

    instituciones, unidades o personas* Fuerte dependencia del presupuesto pblico y bajo nivel de

    generacin de recursos propios

    Con base en este parcial diagnstico del BID, es que sos-

  • 43

    LAS POLTICAS PBLICAS DE EDUCACIN ...

    tienen la necesidad de una mayor participacin de las institucio-nes privadas y de una mayor y ms estricta regulacin por partedel estado. Presentaremos una cita que resume perfectamenteesta visin:

    la creciente cobertura terciaria expresa la formacin de una nueva

    estrategia de supervivencia de los hogares, en la cual las familias au-

    mentan su propensin a invertir en educacin en razn de los salarios

    superiores, el menor desempleo y la menor precariedad de estos em-

    pleos (La tercera Reforma universitaria) se define por un contexto

    de fuertes cambios que est obligando a que las universidades se

    transformen y se modernicen. Una de las novedades es la reaparicin

    del Estado en materia de regulacin, con los sistemas de asegura-

    miento de calidad, los consejos de rectores, la aparicin de ministerios

    de educacin superior (Rama, 2008)

    Esta visin de las tres reformas realmente pone el eje deanlisis en la masificacin, las reformas resultan ser ms bienformas de entender el origen de este inusitado crecimiento y apartir de ello, acomodar el proceso educativo a la propuesta dediversos organismos internacionales, en ocasiones el BID en otrasla Organizacin para la Cooperacin y el Desarrollo Econmico(OCDE), especialmente esta ltima en todo lo que tiene que vercon el punto de apreciacin de que transitamos por una nuevafase de desarrollo a la que identifica como Sociedad basada enel conocimiento o Economa del Conocimiento.

    Es esta corriente quiz la ms influyente dentro del m-bito educativo y ha definido acciones prcticas para los diversossistemas de ES de la regin. A las instituciones tambin les pro-porcionan los argumentos para hacer los cambios:

    poseedoras de una actitud emprendedora o empresarial esas ins-

    tituciones han alterado sus comportamientos habituales, se han ro-

    deado con un anillo de unidades que actan flexiblemente frente a los

    nuevos contextos de generacin y uso del conocimiento, han aprendi-

    do a constituir equipos de tarea que se organizan flexiblemente con

    propsitos especficos, han revitalizado sus programas acadmicos

    tradicionales, han aceptado competir y salir ms all de sus lmites

  • 44

    GUILLERMO CAMPOS Y MARA EUGENIA MARTNEZ

    fsicos, han creado ncleos de liderazgo interno con un ntido perfil

    reformista y han diversificado sus fuentes de ingresos. De esa forma

    han empezado a cambiar; sobre la base de una tradicin casi milenaria

    pero sin temor a re-inventarse en funcin del futuro. (Brunner,

    1999)

    1.2 La corriente de la transicin (o del crecimiento sostenido).

    Esta es una lnea de pensamiento que se ha manifestado en me-nor medida. Si bien ampliamente compartida, no posee la densi-dad de voceros requerida para tener un efecto mayor. De hecho,los dos ms recientes rectores de la Universidad Nacional Aut-noma de Mxico (UNAM), Juan Ramn de la Fuente y Jos Na-rro han encabezado y adems, han sido abiertos promotores deesta corriente. Son probablemente los que de manera ms clarahan planteado una direccin de las universidades que, sin negarla influencia del mercado ni sus criterios de medicin de la pro-ductividad, no se someta a l. Abanderan un proyecto que sinnegar los cambios que vive la sociedad, no se proponga que larespuesta a ellos conduzca a una formacin de los jvenes basa-da en el individualismo y en el utilitarismo.

    La Unin de Universidades de Amrica Latina5 (UDUAL)y la Red de Macrouniversidades de Amrica latina y el Caribe,comparten algunas posiciones similares. Si bien no es explicita suposicin, si se puede deducir en sus rganos de divulgacin (LaGaceta y la Revista Universidades) que hay muchos ngulos deafinidad con la propuesta sostenida por los rectores de la UNAM

    5 Actualmente, la Unin de Universidades de Amrica Latina cuenta con 155

    universidades afiliadas en 22 pases de Amrica Latina, cuya matrcula asciende a

    ms de dos millones de alumnos, 200,000 profesores y alrededor de 5,000 pro-

    gramas de pregrado y 3,800 de posgrado. La Unin est considerada como un

    organismo no gubernamental reconocido por la UNESCO como rgano regio-

    nal de consulta y asesora. (Santamaria, 2001).

  • 45

    LAS POLTICAS PBLICAS DE EDUCACIN ...

    y que, finalmente se definen de manera general pero dejan verque estn en proceso de constitucin de una corriente amplia, nototalmente