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  • Serie Lingstica

    1. MemoriasVII

    EncuentroInternacionalde Lingsticaen el Noroeste

    Consejo Editorial:

    Sergio Bogare!. El Colegio de MxicoBernarcl Comrie, Max Planck Inst i tu fr Evolutionre AnthropologieZarina Estrada Fernndez, Universidad de SonoraT, Givn. University of OregonJames Harr i s , Massachusetts Ins t i tu te of TechnologyJane H. H i l l , Universi ty of ArizonaLuis Fernando Lara, El Colegio de MxicoPaulette Levy, Universidad Nacional Autnoma de MxicoMara del Carmen Moni a Ley va. Univers idad de SonoraRosa Mara Ortiz Ciscomani, Universidad de SonoraCecilia Rojas Nieto, Universidad Nacional Autnoma de MxicoVernica Vzquez Soto, Universidad Nacional Autnoma de Mxico

    Editores:Mara Teresa Alessi Mol ina

    Gerardo Lpez Cruz

    Hermosillo, Sonora. Editorial UniSon, 2(304

  • Lmites de la gramtica en la adquisicin del lenguaje

    Cecilia Rojas NietoInstituto de Investigaciones

    ... de oro es el rbol Je la teor:i.Pero verde es el r b o l di- l ; i v i d a .

    El, HORIZONTE DE LA INVESTIGACIN

    Despus de haber logrado avances sustanciales en torno los dos lemas polmicos que guiaron por casi veinte aos la investigacin sobre -'I desarro-llo de lengua, la universalidad o especificidad del desarrollo de la lengua yla determinacin unilateral o la interaccin del desarrollo l ings t ico y i ' ldesarrollo cognitivo, en los ltimos aos, dos problemas se han situado enel centro de la discusin terica, la reflexin crtica y la refurmulaaonmetodolgica: la ndole de las gramticas infantiles y su a f in idad o dispar i -dad con las gramticas del estado adulto y la concepcin del fenmenolingstico compatible con el proceso de desarrollo.

    Ambos problemas corresponden a dos supuestos que no haban llegado aser formulados como preguntas de investigacin; cosa que s haba sucedi-do -y con avances sustanciales en la configuracin de sus respuestas- conla cuestin de la universalidad o especificidad lingstica del proceso dedesarrollo y la relacin entre cognicin y lenguaje.

    La suposicin de la continuidad, -como se le conoce con nombre y ape-llido en la tradicin chomskiana (Pinker 1984), para la cual constitua unpunto terico fundamental- concibe que "los nios operan con las mismascategoras y reglas que los adultos". Esta misma concepcin se p-escri ta demanera menos razonable, pretorica y sin nombre, como resultado de unsimple desliz metodolgico o una ausencia de pensamiento crtico, en otrosprogramas de investigacin que no tenan un compromiso terico con taltipo de suposicin.

    1 Este trabajo forma parte del proyeeto Gramticas emergentes, apoyado por CONA-CYT (30798-H).

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    As, sucesivos modelos de la gramtica adulta, en su respectivo periodode gloria, se consideraron adecuados y se ut i l izaron para caracterizar lasgramticas infantiles. Y eso vale para los estudios de adquisicin con nfa-sis l ingstico desde sus inicios. Pinsese, por ejemplo, en la Gramtica dePivote, inspirada por un modelo de anlisis distribucional, que se propusoinicalente para dar cuenta de las primeras construcciones infantiles(Brame 1967); o el t rabajo de ndole generativo a la Ronsenbaum para ex-pl icar la ruta de adquisicin de ciertas estructuras de complementacin(Chomsky 1969), pasando por la proyeccin del modelo de Gramtica deCaso de Fillmore para dar cuenta de las relaciones semnticas tempranas(Bowerman 1973) o la aplicacin ms reciente de propuestas concretas delmodelo de Funcin y Referencia, de la gramtica cognoscitiva a la Langac-ker o la Gramtica Lxico Funcional -y lo mismo podra ocurrir con lareciente Gramtica Construccional Radical.

    La investigacin sobre la identidad, semejanza o diferencia de las suce-sivas formas del conocimiento del infante con las propuestas para el adultohaba permanecido a la zaga de la investigacin; se disolva en el mejor delos casos como un problema metodolgico, sin constituir, sino en contadosy notables casos, un objeto de reflexin explcita o una cuestin emprica.

    Por otra parte, una concepcin idealizada del trabajo cognitivo abstradode su fenomenologa corporal e interactiva, permita buscar en los diseosabstractos de la lengua, las regularidades que derivaran en las prediccionesdel trabajo infantil y de sus logros sucesivos.

    La lengua sublime y abstracta de los modelos formales -y aun funciona-les- prefigurada como meta del proceso de desarrollo, era tambin conside-rada el punto de partida del trabajo in fan t i l . Aunque no se tuviera la msplida idea de cmo -sin acudir a argumentos sobre una base gentica- ydnde tena acceso el nio a tal abstraccin,

    El hecho es que, como manifestaba Bowerman (1982), los encuentrosdel nio con la lengua ocurren en eventos concretos, temporales, y corres-ponden ms a encuentros con prcticas l ingsticas y usos distribuidos en eltiempo en el curso de la accin verbal que con el objeto abstracto concebi-do por la l ingst ica como "la lengua".

    As, junto con la reflexin relativa a la afinidad, identidad o diferenciade la gramtica infant i l y la gramtica del estado adulto, pensar el proceso

    Lmites de la gramtica en la adquisicin del lenguaje \ ^

    de construccin de la lengua que realiza todo nio, en sus propios t r m i n o sy no mediado por la mirada de las propuestas de organizacin de las eramticas tpicamente idealizadas del estado adulto, tiene en el hori /onic unatarea ms compleja que la de simplemente determinar la forma en que e!conocimiento infantil es caracterstico, y an diferente, del que a l e a n / a eiestado adulto. Debe a la vez proponer una concepcin del fenmeno l i n -gstico compatible con el proceso de adquisicin. Esto supone r econs t ru ;-en volumen y complejidad- el universo del proceso del desar ro l lo que hasido objeto de una higienizaein mxima; configurar un escenario pa ra lainvestigacin en el cual el nio sea el centro y reponer aquel lo que ha (cia-do de lado la mirada idealizada de la lingstica centrada en la forma deuna lengua a la que en cuanto tal el nio no tiene acceso.

    ANTECEDENTESindependientemente de que estos problemas se asocien a la mirada queactualmente se ejerce en diversos mbitos, la forma pa r t i cu l a r de las gra-mticas infantiles ya haba sido detectada por investigadores como MelNsaBowerman o Martin Braine, con lucidez y perspicacia notables.

    Forma y funcin. Melissa Bowerman haba sealado muy temprano la d i s -tancia entre el tipo de conocimiento que desarrolla el nio imc ia lmen t e ; elconocimiento adulto. El uso aparentemente adulto de formas con s i g i i i f i . ado -y podra aadirse: construcciones- que presentan los nios, resul ta dela incorporacin de fragmentos (piece meal) de pares de forma s i g n i f i c a d o ,muy apegados al contexto y con un caracterstico xito pragmtico. L! co-nocimiento subyacente a estos usos adecuados no correspondera a un enocimiento abstracto de sus propiedades intrnsecas, ni resul tar a del a n l i -sis o reconocimiento de relaciones abstractas entre forma y s i g n i f i c a d o , ,cual slo acceden gradualmente despus de un proceso no l i nea l de incor-poracin, anlisis y reorganizacin (Bowerman 1982, 1985b)

    Generalidad de las construcciones. Paralelamente, en un trabajo clsicr enadquisicin sobre las construcciones infantiles tempranas Braine (1976)

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    -como Bowerman- insista en la especificidad del conocimiento infantil yen la inadecuacin de todas las propuestas que la desconsideraban. Todosse equivocan en la misma direccin, afirmaba:

    "atribuyen a los nios categoras y reglas que son substancialmente ms abs-tractas y con un alcance ms amplio de las que los datos indican que poseen losnios, [...j Al inicio del desarrollo sintctico, la capacidad sintctica infantil esms limitada y mucho ms concreta de lo que las teoras [...] suponen" (1976:4).

    Braine caracterizaba estas construcciones como:

    "frmulas de alcance limitado para realizar tipos de significado especfico [ . . . ]en ocasiones muy reducido. [ . . . ] constituyen un conjunto de alternancias posi-bles: especie de repertorio (score) reducido y nuclear de frmulas"

    y consideraba el desarrollo sintctico como fragmentario y gradual; apun-taba y predeca la existencia de diferencias entre los individuos asociadas alaprendizaje de una frmula tras otra, sin un orden preestablecido (contra-riamente a la suposicin dominante de que la ruta normal de desarrollo esprcticamente una y la misma).

    El profundo sentido de estas afirmaciones tempranas y su alcance teri-co y metodolgico no logr cambiar el curso de la investigacin de maneraradical e inmediata y -considero- no ha terminado de ser comprendido demanera cabal ni de tener el impacto que seguramente llegar a tener. Y mearriesgo en esta prediccin pues domina el escenario actual una propuestaaltamente influyente que ha acogido y desarrollado la ruta a que apuntabanestos indicios tempranos y parte del cuestionamiento de la asuncin de lacontinuidad, que re formulada como pregunta de investigacin (Tomasello2000b) y operacionalizada en un programa de investigacin impresionan-temente prolfico, deja ya sentir su influencia en la investigacin sobre eldesarrollo del lenguaje.

    A mi juicio, este cambio en curso en el paradigma de investigacinconstituye en un sentido epistemolgico un cambio doble: el cambio de unamirada genrica hacia una mirada especfica y el cambio de una miradaplatnica hacia la concrecin fenomenolgica del uso o la accin lingsti-

    ca. Dado que cuando se trata del acercamiento a lenguas diversas la cons-truccin de una mirada especfica ha tomado siglos a los estudios del len-guaje y se mantiene an como un problema en curso de solucin, no es deextraar que la atencin temprana sobre aspectos especficos del lenguajeinfantil que citaban a una consideracin particular no hayan tenido la con-secuencia lgica esperable e inmediata. En el mismo sentido, tampoco esde extraar la llegada tarda y reticente a la fenomenologa del uso l ings-tico, dado el secular dominio del platonismo en los estudios del lenguaje(Harris 1998).

    Teora basada en el uso. Es mrito de Tomasello, a quien correspondeun lugar muy destacado en cuanto catalizador y escucha receptivo de estaspropuestas antecedentes, haber integrado una teora de la adquisicin quecombina una propuesta sobre la forma de las gramticas infanti les con laatencin al uso concreto como el punto de partida de las construccionesinfantiles. Su teora basada en el uso (Usage-Based Theory), en una desig-nacin reciente (Tomasello, en prensa), ha pasado por el desarrollo dehiptesis particulares, como la hiptesis de las Islas verbales (Tomasello1992) o la hiptesis de la Adquisicin de base lxica (Lieven, Pine y Bald-win 1997; Tomasello 2000a) y finalmente al incorporar el uso lingsticocomo punto de partida de la construccin infantil se ha constituido en lasntesis que actualmente conocemos.

    Segn Tomasello, los nios realizan generalizaciones sobre su lenguaque son adecuadas desde el inicio, pero su gramtica difiere de las gramti-cas adultas en trminos de alcance, grado de abstraccin, productividad ycorrelacin (Tomasello 2000b). Por ejemplo, no todos sus elementos sonverdaderamente simblicos y sus construcciones son ms simples, concre-tas y vinculadas a tems particulares -con lo cual se honra, a mi juicio, lasmiradas que Bowerman y Braine promovan. Adems, al recuperar e inte-grar el uso lingstico como el punto de partida del proceso de desarrollode la lengua y de su gramatizacin gradual, la teora de Tomasello permiteesperar efectos particulares en la forma misma de la gramtica infant i l ;sobre todo si esta mirada al uso se vincula con la conceptualizacin delnio como un "aprendiz conservador" (conservative learner) (Tomasello2000b).

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    Independientemente de que tras una propuesta terica como la anterior,se opte por enfatizar la afinidad -pues los nios llegan a generalizacionesadecuadas en su lengua desde el inicio- o se enfatice la diferencia de lasgramticas infantiles -pues difieren en alcance, generalidad y productivi-dad- lo que me interesa destacar es que la investigacin ha integrado losargumentos de quienes desde muy temprano insistan en el carcter particu-lar de la organizacin de las gramticas infantiles y al atender al uso lin-gstico cambia fundamentalmente la concepcin de qu constituye el datolingstico de donde parte la construccin infantil. Finalmente la conjun-cin de ambos asuntos anuncia una caracterizacin ms adecuada del pro-ceso de desarrollo de la lengua materna.

    UNA VUELTA DE TUERCA: EL IMPACTO DE LA MIRADA AL USO LINGSTICO

    Concebir las prcticas lingsticas concretas, el uso lingstico -en la con-cepcin ms extendida- como el lugar donde el nio encuentra el lenguajee inicia la construccin de una gramtica -constituye un cambio de pers-pectiva radical-, que resulta en un cambio consecuente de observables, deresultados y de interpretaciones. Ms aun, buscar una caracterizacin in-trnseca del habla y del conocimiento que desarrolla el nio nos dirigehacia un espacio de investigacin que difiere en un sentido profundo de lainvestigacin antecedente. Por ejemplo, tomar en serio e investigar la posi-bilidad de que las gramticas infantiles no sean equivalentes a las gramti-cas adultas nos detiene de atribuir a la lengua infantil las categoras delvocabulario descriptivo acuado para la lengua adulta idealizada, o nosinvita a retrasar su atribucin gratuita, sin pruebas, hasta el momento enque podamos ofrecer argumentos para ello.

    El cambio de mirada que procura este programa permite considerar denueva cuenta, y desde un ngulo diverso, cuestiones que han sido estudia-das desde la concepcin de la lengua en cuanto sistema o desde la perspec-tiva de la determinacin cognitiva de su desarrollo. Para vislumbrar la dife-rencia de resultados que se asocian a la mirada que promueve la teorabasada en el uso, convendra contrastar las afirmaciones que se hacen res-pecto al aparentemente mismo proceso desde estas diferentes perspectivas.

    Para efectos de esta charla, haremos un recorrido por algunos estudiosque he realizado o promovido (Rojas 1994, 1998, 2001, 2002a y 2000b;

    Bartolucci 2002) y que utilizar a modo de exponer los puntos que alumbraesta perspectiva. Consideraremos para ello tres problemas que se presentanen el inicio del proceso de desarrollo de la lengua y sobre los cuales secuenta ya con estudios promovidos por miradas previas a la entrada del usolingstico: ndole de la incorporacin inicial de lxico, adscripcin de sig-nificado en la incorporacin lxica, seleccin de las formas de incorpora-cin.

    En torno a la incorporacin lxica. Un lugar donde puede ponerse a pruebala hiptesis de la adquisicin basada en las prcticas lingsticas nos ubicaen los inicios mismos del lenguaje, en lo que toca al desarrollo lxico y alos elementos que incorpora el nio inicialmente.

    La entrada a este problema a partir de la investigacin con nios anglo-hablantes, oyentes casi ideales, en entornos culturales urbanos, de clasemedia, llev a sealar el predominio de elementos de ndole nominal en losvocabularios tempranos, y constituy la base una propuesta terica de ndo-le cognitiva.

    Prediccin de ndole cognitiva. La prediccin de ndole cognitiva pona demanifiesto diversas condiciones asociadas al conocimiento de objetos, talescomo su estabilidad temporal, separabilidad, permanencia, concrecin, quehaca esperable y natural la adquisicin primaria de los elementos dedica-dos a su designacin: los nombres, y llevaban al predominio consecuentede nombres en los vocabularios tempranos (Getner 1978, 1982; Clark1993).

    Contrargumentos a favor de la especificidad de las lenguas. Una primeradificultad a esta prediccin, la ofreci la investigacin realizada en otrosmbitos culturales y lingsticos menos accesibles, que dejaban ver que nose cumpla en todos los contextos ni entre nios que adquiran otras len-guas.

    La reformulacin de la prediccin cognitiva como resultado de la cons-tatacin de la especificidad lingstica reconoce que la adquisicin de ver-bos o de nombres est mediada por la estructura de la lengua, en trminosdel contraste entre lenguas amigas de los verbos (verb-friendly) y lenguas

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    amigas de los nombres (noun-friendly), que permiten predecir un sesgorespectivo hacia la incorporacin de verbos o nombres.

    Diversas razones en el orden estructural de la lengua se asocian a estosresultados contrarios a la prediccin cognitiva. Por ejemplo, las lenguascon una palabra verbal rica en marcacin de argumentos puede acompaar-se de la omisin de su expresin lxica independiente y favorecer con ellola adquisicin de lxico verbal; en cambio, una lengua con una palabraverbal sin marcas de argumentos se asociara a la expresin lxica de stosy favorecera la adquisicin de nombres. Este mismo efecto tendra la pre-sencia en la lengua de patrones de lexicalizacin con verbos especficos queempaquetan informacin sobre sus argumentos.

    Los resultados de la investigacin promovida por esta polmica apuntanclaramente al impacto que ejerce en el trabajo de incorporacin lxica delinfante la configuracin de sistemas lingsticos diversos. Ciertamente, losdiversos tipos de marcacin de argumentos en lenguas diversas posibilitanla omisin flexible de argumentos o requieren de manera ms estricta supresencia lxica: lo cual inclina la balanza lxica a favor de uno u otro tipode tems lxicos y se relaciona con la posible preeminencia de nombres overbos en los inventarios lxicos infantiles tempranos (Brown 1998, Choi yGopnik 1995, de Len 1998, Tardif 1996). En una lengua como el espaol,los argumentos tipolgicos correran en ambas direcciones. La riqueza dela flexin verbal y la amplia presencia de clticos argumntales constituyenun punto favorable a la ausencia de argumentos lxicos y sugiere la pre-eminencia de la incorporacin de verbos. En tanto que la organizacinlxica incluye por una parte verbos genricos o ligeros (hacer, dar, poner)de alta frecuencia de uso, que hacen esperable la expresin de argumentoslxicos. Tambin se cuenta con verbos especficos pero esta especificidadno atae en general a la caracterizacin de argumentos, sino ms bien aposiciones no argumntales -como direccin: entrar salir, o modo: encajo-nar, acomodar; por ello, desde una perspectiva semntica, la caracteriza-cin de los argumentos de estos verbos queda a cargo de su expresin lxi-ca y hace esperable la presencia de nominales, favorable a la incorporacinde nombres en los vocabularios infantiles tempranos.

    As, aunque las predicciones en espaol a este respecto no sean unidi-reccionales y tajantes, la investigacin de los efectos del tipo de sistema

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    lingstico permite, al menos dudar de que las diferencias en la conforma-cin del vocabulario pueden reducirse a efectos de ndole cognitiva. Sinembargo, al mismo tiempo, la explicacin de ndole tipolgica tambinenfrenta diversas dificultades para acreditar la conformacin de los lxicosiniciales a la cuenta directa del tipo de sistema lingstico.

    Porque -como hemos sealado- el nio no tiene acceso al sistema deuna lengua en cuanto tal, sino slo a los usos concretos desplazados en eltiempo que lo realizan. Por tanto, el sistema no puede causar directamente,en cuanto sistema, los efectos que slo pueden producir sus realizacionesconcretas; el sistema de la lengua est mediado por su realizacin en lasprcticas concretas; en el uso lingstico.

    Independientemente de esta apora conceptual, tambin podemos encon-trar dificultades metodolgicas que comparten por igual ambas perspecti-vas: la explicacin cognitiva y la explicacin de sistema lingstico.

    Problemas para la adscripcin categorial de metas-nominales y de metas-verbales. En primer lugar, la incorporacin de formas que son nominales overbales en la lengua meta no implica su funcionamiento nominal o verbalcorrelativo en el habla infantil, y para dejar clara esta falta de compromisoentre su incorporacin y su categorizacin en el habla infantil, deberamosdesignarlas ms bien metas-verbales y metas-nominales, y no nombres yverbos. As pues, identificar los vocabularios infantiles como formados porverbos o nombres desconsidera que aun cuando estos elementos lo sean enla lengua meta, su estatuto categorial en el habla infantil debe ser objeto deinvestigacin, no de estipulacin. Por ejemplo, la incorporacin de metas-nominales no implica que stas sean usadas en el habla infantil para lasdesignacin de entidades y por tanto no podemos argumentar que su adqui-sicin sea favorecida por las caractersticas cognitivas de los objetos a loscuales no sabemos si designan en cuanto objetos.

    Usos precategoriales y/o como holofrases. De hecho, la exploracin delfuncionamiento de los formantes del vocabulario infantil dificulta conside-rar su adscripcin a una categora lxica -independientemente de su ads-cripcin correspondiente en la lengua meta. La perspectiva de anlisis cen-trada en el nio argumenta que estos elementos funcionan como holofrases,

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    relacionados globalmente con una intencin comunicativa y una escenaglobal y no como categoras lxicas definidas. Metas-nominales y metas-verbales, por igual,- identifican -o indexan, en la concepcin y terminologade Silverstein (1987)- escenas y procesos como una totalidad.

    (1) Usos holofrsticosrelacionado con traslado de objeto -generalmente al entregar,pero tambin al recibir.relacionado con la escena de patear una pelota pero tambinante la presencia de sta.relacionado con la inminencia de la miccin como anuncio deevento.llamado de atencin a la madre.atendiendo a la presencia de un perro/ aludiendo a la activi-dad vocal del perro; viendo las croquetas de que se alimentael perro.relacionado con abrir la puerta y salir al exterior: eventual-mente la calle pero realmente al vestbulo de la escalera.

    ten:

    gol:

    pip:

    mam:guagua,

    calle:

    A la vez , una diferencia que podemos acreditar en la accin infantil , esla preferencia por lo que parece una indexacin genrica (como ten, dame,mira, poni, vamos) o por una indexacin ms especfica (como agua, pan,nene, calle). De modo que, si estos elementos, de hecho, indexan una si-tuacin o escena compleja de manera sincrtica, no podemos decir que losverbos predican ni los nombres nominan: sino que unos y otros tipos demeta, de hecho, funcionan como elementos precategoriales.

    Ausencia de contraste. Junto con esta funcin holofrstica que comparten ypor tanto no discrimina entre formas de ndole nominal o verbal, encon-tramos una concurrente falta de distincin a partir de diferencia de marca-cin formal. Los criterios que normalmente permiten sealar diferenciasentre varias categoras, tales como la marcacin o las posibilidades deconstruccin estn inicialmente ausentes. Aun en lenguas como el espaolcon una rica morfologa flexiva en el verbo y con posibilidad de marcacinen el nombre, el vocabulario inicial no ofrece la posibilidad de considerar

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    estas marcas flexivas como tales, puesto que no ofrecen contrastes (Aguirre2002, Rojas 2002a, 2002b; Sebastin, Soto y Gathercole 2001). Por ejem-plo, las metas verbales que el nio incorpora a su lxico incluyen, por su-puesto una marca flexiva, pues no es usual en espaol que los nios pro-duzcan races desnudas -aunque ocasionalmente puedan documentarse talescasos-, pero estas formas flexivas son una por cada tem lxico, y perma-nece como tal por un periodo variable. Veamos los siguientes ejemplos,por ofrecer algunos casos recurrentes en diversos nios (2)

    (2) Flexin verbal: incorporacin con una forma nica sin contraste (di-versa con diversos verbos)mirar: miraver: a vercaber: cabequerer: quierocaer: cayayudar: ayudasir: vamos

    venir: vendormir: a (dor)mirestar: estpoder: p(u)edoromper: rompi

    dar: damebailar: bailarpicar: picanecesitar: (nec)esitotapar: tap

    acompaar: copaas abrochar: bochas

    Esta falta de contraste se manifiesta tambin en el dominio de la flexinnominal. Cierto es que en general los elementos de meta nominal se incor-poran en singular -la forma de uso ms frecuente en el habla adulta-, perohay que hacer notar que tambin pueden incorporarse en plural, sin un usoprevio en singular, como en (3):

    (3) Incorporacin inicial de sustantivos en forma de pluralElia: calcetines, paposJulio: cubiertos, carreras, luchasTita: pastas, pesos, manos, zapatos, huevos, ojos.

    La produccin de formas plurales, a partir de formas incorporadas ensingular, es un evento posterior -aunque temprano y gil- a la incorpora-cin de algunos nominales plurales como formas bsicas.

    Por tanto, no se cuenta inicialmente con evidencias formales -de marca-cin diversa- ni con evidencias funcionales -pues su uso es holofrstico- ni

  • Cecilia Rojas Nieto

    con evidencias de combinatoria en construccin -pues estamos en el perio-do en que un enunciado corresponde a una palabra o a una amalgama:construcciones no analizadas (Pine y Lieven 1993)- como para poder atri-buir al lxico de meta verbal o el lxico de meta nominal una adscripcincategorial desde el momento de su incorporacin. Por lo mismo, no pode-mos acudir a argumentos cognitivos o a argumentos de sistemas lingsticospara explicar un contraste que no podemos demostrar que existe desde unprimer momento. La seleccin de metas-verbos o metas-nombres asociadaa lenguas caractersticas no parece corresponder a la seleccin de nombresqua nombres o de verbos qua verbos, sino muy posiblemente a otros facto-res que posibiliten su identificacin y procesamiento o que promuevan suincorporacin. Tales como su prominencia prosdica y separabilidad en eluso de la lengua meta, su presencia recurrente y/o frecuente en el uso y suvinculacin con situaciones que interesan al nio y atrapan su atencin(Slobin 1985, Tomasello 2000a).

    EL IMPACTO DEL USO LINGSTICO EN LOS VOCABULARIOS INFANTILESTEMPRANOS.La diversidad de las formas-meta. Podemos constatar que el lxico que elnio incorpora no se reduce a elementos nominales o verbales en la lenguameta, sino que los nios incorporan desde un principio elementos y frasesno analizadas de formas-meta muy diversas, que en conjunto pueden repre-sentar hasta la mitad del inventario infantil.

    FLOR(1;07,05)JULIO (2;00,00)ELIA(1;09,16)TITA (1;09,20)RANGOS

    META: VERBOS13 =.27116 = .27618 = .30521 =.280

    .271 ~ .305

    META: NOMINALES11 = .22917 = .29322 = .37221 = 280

    .229 ~ .372

    META: VARIOS24 . = .50025 = .43119 = .32233 = .440

    .322 ~ .500

    TOTAL48585975

    Tabla 1. Resumen de formas-meta al eruzar la frontera de 50 tems lxieos.

    Recurdese que en general los estudios descriptivos de lxico tempranosealan la presencia recurrente de tems muy diversos (Bloom, Tinker yMargulis 1993, Dromi 1999, Kauschke y Hofmeister 2002). Nuestros re-

    Lmites de la gramtica en la adquisicin del lenguaje 27

    gistros tempranos, cuando la produccin lxica sobrepasa por vez primeralos cincuenta tipos, incluyen, por ejemplo, formas decticas (ste, aqu,as, yo), preverbos (no, s, ya) y categoras lxicas diversas (verde, ahora,al rato, ms, otro), formas varias asociadas a rutinas interactivas (hola,adis, bravo, gracias, uno dos y tres: como preparacin-anuncio de unaaccin), onomatopeyas varias (guau, miau, po) y trminos especficos delhabla aniada (reme < duerme = asociado a dormir; upa < suba = aso-ciado a desplazamiento ascendente). En contraste, los estudios dirigidos avalidar la incorporacin de nombres o verbos no suelen considerar perti-nente mencionar que entre los elementos lxicos ms tempranos se incorpo-ran tambin elementos de categoras lxicas diversas, no slo verbos ynombres. Sin embargo, la conformacin heterognea del lxico infantiltemprano en trminos de las categoras-meta sugiere que el tipo de elemen-tos que el nio extrae e incorpora de la lengua materna puede no tener unarazn cognitiva -favorable a los nombres- o de sistema -asociada a nom-bres o verbos y excluyente de las dems categoras-meta. La diversidad decategoras-meta de donde provienen los elementos lxicos incorporadostempranamente por el nio, independientemente de su frecuencia relativa,apuntara a la equidad cognitiva y de categorizacin formal, cuestin hartoimplausible, y citan a buscar una explicacin que permita entender por quse incorpora todo tipo de elementos lxicos antes de su configuracin cate-gorial en el vocabulario infantil temprano.

    En este sentido, una mirada atenta al uso y la interaccin puede mostrarque los vocabularios de nios que procesan la misma lengua materna refle-jan los efectos de las prcticas lingsticas que frecuenta su familia y la;eventuales formas que las indexan. Los elementos lxicos entran asociado;a eventos y situaciones interactivas, con independencia de su adscripcircategorial en la lengua meta. Al parecer, la incorporacin de unos y otro:tendr que ver con los procesos de interaccin que indexan y no con un;preseleccin guiada por su peso cognitivo o por su posicin en el sistem;de la lengua.

    As se hace patente en los vocabularios de los nios de nuestros estudios. Cuando las formas lxicas que el nio est usando alcanzan por primera vez, en una toma, un nmero superior a los 50 tipos, se muestra y,un sesgo explicable en trminos de las prcticas maternas recurrentes, qu