Linguística y Filosofía, Mario Bunge

66
LINGÜÍSTICA Y FILOSOFÍA ariel quincenal

description

Un texto del reconocido físico y filósofo argentino Mario Bunge.

Transcript of Linguística y Filosofía, Mario Bunge

  • LINGSTICA Y FILOSOFA

    ariel quincenal

  • ariel quincenal(oiftvirm fundada por

    tNimh A R i . l ' H ) y JOSI.T M, C\l SAM IGUA

    Cubierta: Ra Ferrer ("Onomatopeya")

    1." edicin: abr! 1983

    1983: Mario Bunge

    Derechos exclusivos de edicin en castellanoicsc vatios para futi el mundo:

    {> 98: Editon'il A i i e l , S. A,CtSrre^a, 270 BaicelonaS

    ISBN: 84 344 0816 3Depsito Legal: B, 12117 - 1983

    Impreso en Espaa

    A los maestros de la lengua castellana,custodios de la Comunidad Hispano-Americana,hoy lingstica y sentimental,maana total y efectiva.

  • PREFACIO

    Se fia dicho del filsofo que es una personaque sabe un poco de todo. (Lo ijue equivale a afu-mar que el filsofo ignora lo ms de iodo.) Nadapuede serle del todo ajeno toda la vida: deb-"sentir curiosidad por as estrellas y os monos,por a poltica y la historia, por las ideas abs-tractas y las palabras. De todos los especialista*,l es el generalisia.

    Esta mliiple y constante curiosidad que carac-teriza al filsofo autntico e, lleva a veces a me-terse en camisas de once vaias. En ocasiones me-rece el reproche que. e.n Iti Edad Media solia diri-girse al lingista: Graniinaticus ipsa arrogantiaest. Peto al menos no podr acusarse al filsofode indiferencia. Valga esto como excusa por ha-berme metido con la lingistica o, por mejor de-cirlo, con algunos problemas de la lingistica y,en particular, de la lingistica generalivo-trans-formacional iniciada por Noam Chomskv.

    Agradezco til profesar E, F. Konrad Koerner(Department of Lingiisiics, Universitv of Ottawa iel haberme invitado a exponer lo esencial de estetrabajo en el A7/7 Congreso Internacional de Lin-gistas (Tokio, 982). Tambin les estoy agradeci-do a mi alumno Mike Dillinger (Depatfment oLinguistics) v a mis colegas Harry fracken (De-

    7

  • pattment of Pliilofophy) v Mic.he.l Paradis (Depart-menrf Lingistica),' as como al Profesor RoyH atrit (Univcrsity
  • cretas. Para Wittgenstein, el anlisis pretericodel lenguaje es el remedio para curar la enfer-medad que llamamos filosofa, en tanto quepara Chomsky el anlisis terico del lenguaje estanto un fin en s mismo como el mejor mediopara comprender al hombre. Finalmente, mientrasque para Witgenstein cualquiera puede ocuparsede estas cuestiones, para Chomsky la lingsticaes un saber especializado. Estas diferencias expli-can las que hay entre los discpulos de cada unode los dos maestros. Wittgenstein atrae a perso-nas interesadas primordialmente por palabras,pero no por la ciencia lingstica, y que ademsbuscan obtener el mximo beneficio de la mnimainversin intelectual. En cambio, Chomsky atraems a las personas que se interesan ms por lasteoras que por los hechos.

    En este estudio nos ocuparemos principalmen-te de algunos de los problemas metodolgicos yfilosficos suscitados por !a gramtica generativo-transformacional (GGT) introducida por Chomsky(1957, 1963, 1965, 1971, 1972, 1975, 1980, 1981),La GGT emergi de y, en parte, tambin contrala escuela estructuralista dominante en aquel en-tonces. (No hay tormentas en un cielo azul: todarevolucin cientfica tiene races en alguna tradi-cin.) Cada una de estas escuelas est compro-metida con una filosofa: el estructuralismo conel positivismo; y la GGT, o por lo menos el pro-pio Chomsky, con una mezcla de platonismo, kan-tismo e intuicionismo, mezcla que Chomsky lla-ma racionalismo. El compromiso filosfico deChomsky explica en parte su evolucin personaldesde 1955: en su perodo inicial aplic la filoso-

    10

    fa [en particular la lgica matemfica] a la l in-gstica, y en el perodo ms reciente ha aplicadola lingstica a la filosofa (Hyines 1972).

    Queda claro entonces que la investigacin lin-gstica est lejos de ser filosficamente neutral .Este hecho justifica en parte el que quien escribeun fsico convertido en filsofo se inmisemaen la lingstica. Esta intervencin no es desinte-resada, sino que se ensaya con el fin de averiguar:a) si la GGT responde satisfactoriamente a losproblemas filosficos fundamentales acerca dellenguaje, comenzando por Qu es el lenguaje?*,y h) si la GGT est necesariamente atada a latotalidad de la filosofa de Chomsky, en particulara su mentalismo, lunatismo y apriorisrno metodo-lgico. Sin embargo, stos no son los nicos pro-blemas filosficos que se han de abordar en lapresente monografa. Nos ocuparemos tambinde varios otros aspectos tle la grave crisis metodo-lgica y filosfica por la que est pasando la l in-gstica. Tampoco esta investigacin ser desin-teresada: nos gustara ayudar a detectar y elimi-nar algunos de los obstculos metodolgicos yfilosficos que obstruyen el avance de la investi-gacin lingstica.

    11

  • CAPITULO I

    LENGUAJE Y LINGSTICA

    Los lingistas estn de acuerdo en que sutarea es estudiar las lenguas, pero discrepan encuanto a lo que es el lenguaje. Este desacuerdopuede explicarse por el hecho de que la lings-tica tiene profundas races en los estudios huma-nsticos y muy cortas en las ciencias, en particu-lar la antropologa, Al igual que en el caso deotros conceptos importantes, es dable esperar queel concepto de lenguaje acabe por ser definido(implcitamente) por una teora amplia o por unsistema de teoras.! Entretanto, la diversidad deconcepciones del lenguaje, que refleja conflictosfilosficos, afecta a la investigacin lingstica alahondar innecesariamente las zanjas entre las di-versas escuelas lingsticas. El cuadro 1 muestraalgunas de las diferencias.

    La diversidad de concepciones del lenguajeest relacionada no slo con la diversidad de es-cuelas lingsticas, sino tambin con la actualfragmentacin del estudio del lenguaje en unamedia docena de disciplinas diferentes. Estas dis-ciplinas, que estn conectadas slo dbilmenteentre s, son la lingstica pura (ciencia de la gra-mtica), la psicolingstica, la sociolingstica, laneurolingstica, la lingstica mdica y la lin-gstica aplicada. (La lingstica antropolgica, o

    13

  • M,*>5"3e*c

    *~~

    tut

    CU

    AD

    RO

    1

    onflic

    tivas

    se

    u

    .H-S6rti-iboy>C3

    aS3ut.a

    >>

    el

    cere

    bro-

    en-s

    ocie

    dad

    rasg

    os

    evolu

    tivos

    e

    hist

    ric

    os

    com

    parti

    dos

    mtu73B41g

    la m

    ente

    univ

    ersa

    lesin

    nato

    s

    la cu

    ltura

    univ

    ersa

    lescu

    ltura

    les

    J g13 w

    Un

    L es

    tLo

    s univ

    enlin

    gist

    icos

    relac

    iona

    da

    con to

    das

    las ca

    paci

    dade

    sse

    nso

    rio-m

    otric

    es

    '

    coo

    s|sa ano

    relac

    ioi

    otr

    as

    facul

    cogn

    oscit

    iv

    c OTo ^

    rela

    cion

    ada

    otr

    as

    facu

    ltaco

    gnos

    citiv

    as

    13'S

    La

    facu

    ltad

    lengu

    aje

    es'

    u

    y co

    gnos

    citiv

    asap

    rend

    iend

    o

    por

    imita

    cin

    ,

    asocia

    cin,

    indu

    cci

    n,

    hip

    tesis

    , et

    nec

    esar

    ia

    nac

    iend

    o

    oA

    apre

    ndie

    ndo

    indu

    cci

    n

    u1-u3t3a93

    JCp

    xa***"3

    *

    inne

    cesa

    riaim

    posib

    leopt

    ativ

    a

    T O28 8

    La

    teor

    aap

    rend

    izaje

    anl

    isis

    de

    corp

    ora,

    as

    com

    o co

    njet

    ura

    >c

    n

    intro

    spec

    ciico

    njet

    urai*t!3CU

    indu

    cci

    n

    ade

    co

    rpor

    alin

    gst

    icos

    V

  • no puede entenderse cabalmente a menos que setenga en cuenta y se intei relacione los siguien-tes parmetros: a) el contenido^proposicional(u sea, en nuestros le minos, el sepjido y la rgfe-reacia de la expresin); b) la pragmtica (o sea,las circunstancias concretas de la comunicacinv e r b a l ) ;
  • "

    embargo, al igual que los dems problemas de lamisma categora, no puede ser investigado por lasola filosofa. '

    Acaso se comprender mejor la naturaleza delproblema s se intenta responder la cuestin re-lacionada: Existe el lenguaje?. Segn el idea-lismo, el lenguaje existe por s mismo, sea comoidea platnica que preexiste a las gentes y planeapor encima de stas o como creacin humana,aunque inmaterial. Evidentemente, no puede ha-ber prueba emprica de ninguna de estas varieda-des del idealismo, ya que slo tenemos experien-cia de cosas materiales. El idealismo lingsticono slo es infundado, sino que favorece el cortarlos lazos de la lingstica pura con las dems ra-mas de la lingstica.

    Una ontologa naturalista (o materialista) comola nuestra (Bunge 1977, 1979, 1981) niega la exis-tencia independiente de objetos inmateriales e in-tenta unirse a la ciencia. En semejante ontologa,el lenguaje no existe de la manera como existenlas estrellas y los animales. En semejante ontolo-ga, lo real no es el lenguaje, sino los seres huma-nos (u otros seres racionales) ocupados en produ-cir, transmitir o entender frases. Preguntar siexiste el lenguaje es como preguntar s existen lavida o la mente. La respuesta es un no incon-dicional. No hay lenguajes autnomos, del mismomodo que no hay vida o mente por s mismas.Hay, en cambio, animales pensantes y, en par-ticular, animales capaces de hablar y compren-der el habla. Supondr que este hecho, la produc-cin y comprensin del habla, es el hecho lin-gstico primario. Todo lo dems relativo al len-

    18

    guaje es construccin conceptual, empezando porel lenguaje mismo. Brevemente: el habla es real,el lenguaje no.

    Sin embargo, nada nos impide fingir que haymentes, ciencias o lenguajes independientes deprocesos cerebrales, como nos hacemos la cuentade que hay nmeros y melodas en s mismos.Creamos Ja ficcin de que hay lenguajes en simismos cada vez que hacemos abstraccin delas iiosineracias de los hablantes y sus interlo-cutores, de los escritores y sus lectores, limitn-donos a considerar aquello que comparten. Cuan-do estas gentes comparten una gramtica o sea,cierta manera de combinar y comprender ciertossonidos o smbolos, decirnos que hablan o escri-ben la misma lengua.

    Anlogamente, por diferentes que sean las ma-neras como distintos individuos piensen determi-nado objeto matemtico, podemos ungir que estepertenece a un sistema conceptual impersonal yextrasocial llamado matemtica. Semejante f ic-cin es necesaria para hacer matemtica e in -cluso para estudiar la psicologa y la sociologa (Jela investigacin matemtica. (La ficcin se con-vierte en falsedad slo cuando se la reijca, o sea,cuando se postula que el mundo est habitadopor objetos inmateriales tales como teoras ma-temticas, sinfonas y lenguajes en s, o sea, des-ligados de los matemticos, los msicos y los ha-blantes respectivamente.; (Para el status ontolgi-co de tales objetos culturales, vase Bunge 1981.)

    El lingista puro, al igual que el matemtico,tiene derecho a simular que existe tal cosa comoun lenguaje desligado de procesos biolgicos y

  • sociales concretos. Recurre a tal ficcin cuandocentra su atencin e las similitudes lingisticasenire los miembros de una comunidad de habla.Lo hace cuanti concibe no fonema corno unaclase de equivalencia de sonidos, o una oracincomo una clase de equivalencia de cadenas signi-ficativas de sonidos. En tal caso, se ocupa de loque Saussure llamaba langue (lengua) a dife-rencia de parole (habla), y de lo que Chomskydenomina competencia a diferencia de perfor-mance (desempeo). El hecho lingstico prima-rio es un hecho de parole o de performance, node langue o de competencia, Lengua (langue)y competencia lingstica son constryctos: sonmodelos_ cqncejHuales de procesos que ocurrenen o entre cerebios.

    Postularemos que la lingstica pura (o cien-cia de la gramtica) se ocupa solamente de talobjeto modelo, en tanto que los dems lados delhexgono lingstico (figura 1) estudian ciertos as-pectos del hecho lingstico primario, o sea, laproduccin, comprensin y utilizacin de expre-siones lingisticas. En otras palabras, estas otrasramas de la lingstica estudian la parole o la per-formance, (Desde nuestro punto de vista, Chomskyno yerra al distinguir la competencia del desem-peo, caso particular de la til distincin aristo-tlica ent re potencia y acto. Su error consiste enaf i rmar que la primera es el estado inicial delhablante, en lugar de ser un refinado constructo.Volveremos a este punto en el cap. 6.)

    Ademas de construir objetos^ modelo talescorno oraciones, gramticas y lenguajes, los lin-gistas se ocupan (o deberan ocuparse) de cons-20

    truir teoras que describan tales objetos modelo.(Por teora entendemos un sistema hipottico-deductivo.) Tales teoras deberan dar cuenta, in-directamente, de algunos aspectos del hechojlin-gsticp primario. En particular, tales teoras lin-gsticas podrn describir procesos psicolings-icos, gramticas de lenguas particulares o lo quefuere. Ms an, cualquier objeto modelo, porejemplo una gramtica, podr ser descripto porteoras diferentes o, incluso, rivales. En este sen-tido, la lingstica no se distingue de las demsciencias de hechos, (Por ejemplo, tanto la mecni-ca relativista como la clsica describen cuerposidealizados, sea como puntos materiales, sea comomedios continuos.) El cuadro 2 resume So ante-rior y permite comparar la situacin en lings-tica con la que se da en otras dos ciencias.

    El contraste entre la lingstica pura y las de-ms ramas de la lingstica (recurdese fig. 1)puede resumirse como sigue. Mientras los lin-gistas puros se ocupan de conjuntos (infinitos)de constructos, tales como oraciones gramatica-les, los dems lingistas estudian ^sucesos y pro-cesos en cosas concretas tales como hablantesy comunidades lingsticas.! Pero, desde luego, losreferentjgs^ medfatos de la7 lingstica pura son(o deberan ser) hechos lingsticos que involu-cran hablantes y comunidades lingsticas. Y noes posible estudiar tales hechos sin usar algunasde las herramientas conceptuales forjadas porlos lingistas puros. De aqu que la relacin entrela lingstica pura y las dems ramas de la lin-gstica sea de complementacin antes que deexclusin mutua o dominacin. (Sin embargo, se-

    21

    4 ***-...-

  • CUADRO 2Hechos y conceptos en tres ciencias

    tem Lingstica Fsica Biologa

    Teoras generales Con el tiempo, teorasgenerales (universales)de la produccin delhabla, de gramticas,etctera

    Mecnica relativista demedios continuosMecnica clsica de me-dios continuos

    Teora general de lae v o l u c i n por muta-cin, seleccin natural,etctera

    Teoras especficas(modelos) de objetosmodelo

    Teoras de la sintaxis(o semntica, o fonolo-ga) del castellano (omandarn, nhuatl, et-ctera)Teoras sociolingsti-cas, psicolingfsticas yneurolingsticas de fe-nmenos lingsticosparticulares

    Teoras relativistas dela mecnica de materia-les de clases especialesTeoras clsicas de lamecnica de materialesde clases especiales

    Teoras de la evolucinhumana (o equina, etc.)

    f ! ~s~" -iM'- * "-*' .'.*,*

    Objetos modelo(representaciones con-ceptuales de cosas oprocesos reales)

    Hechos en el mundoreal

    Lenguaje en generalLenguas habladas porhablantes idealesGramticasReglas gramaticalesTransformaciones deestructuras de frasesEstructuras de frasesCategoras lexicalesDiscursosOracionesFrasesMorfemasFonemasProduccin y compren-sin de frases pronun-ciadas

    Cuerpo fluidoContinuo deforinableSistema deformable departculasSistema rgido de par-tculasPartcula puntual

    Poblaciones que coevo-lucionan en un mediovariable (o constante)Poblacin nica en unmedio variable (o cons-tante)G e n o m o simplificadoen un medio variable(o constante)

    Especiacion, extincin,mutacin seleccin na-tural, etc., de poblacio-nes reales en interac-cin las unas con lasotras v con un mediovariable

  • ra interesante poder deducir las gramticas conayuda de principios psicolingsticos y sociolin-gt lis I icos.)

    Otra manera de expresar lo mismo me ha sidosugerida por Mike Dillinger y gira en torno al con-cepto tle sistema. Un .sistema puede representar-se por una terna composicin-medio-estructura in-te i mi nus externa (Bunge 1979). En tanto quelos lingistas puros construyen sistemas concep-tuales, sus colegas en las dems ramas de la lin-gstica estmlian__sistenias reates tales como per-sonas en desarrollo y comunidades en evolucin.(Sin embargo, esta claro que aqullos se refierenpresumiblemente a sistemas reales o concretos,los cuales a su vez se estudian a la luz de siste-mas conceptuales.)

    F21 concepto de sistema conceptual se aplica aun lenguaje 7, haciendo las identificaciones si-guientes:

    Composicin de /, = Vocabulario (conjunto demorfemas) de L.

    Medio de: I, Referentes extralingslicos deelementos del vocabulario de L.

    Estructura de L:Interna = Reglas de formacin, transfor-macin y pronunciacin de L.Externa ---= Reglas semnticas y pragmti-cas de L. " '

    Puesto que en esta concepcin los componen-tes de L se tornan como si fuesen atemporales, elsistema en cuestin es l mismo a temporal y, porlo tanto, imaginario antes que concreto. (Esto vale,con mayor razn, para el lenguaje en general.) Encambio, un hablante real es un sistema concreto

    24

    que vive y acta en una sociedad, de modo quecambia en el transcurso del tiempo. Y una comu-nidad lingstica es otro sistema concreto y cam-biante: un sistema compuesto por los hablantesde cierto idioma metidos en algn medio natu-ral y social y relacionados entre s, as como conmiembros de otras comunidades lingsticas, me-diante vnculos (entre ellos, lingsticos) compren-didos en la estructura social de la comunidad.(Para la concepcin de la sociedad como sistema,vase Bunge 1980 b.)

    Se puede, pues, concebir las distintas ramasde la lingstica como estudios de sistemas deotras tantas clases, algunos conceptuales, otrosmateriales. Sin embargo, todos ellos deben darcuenta, en ltima instancia, de los mismos hechoslingsticos bsicos. (Desgraciadamente, a menu-do se pierden de vista estos hechos cuando sebusca regularidad y generalidad, bsqueda queimplica altos grados de abstraccin. Esto sucedea menudo en lingstica matemtica.)

    Semejante variedad Je enfoques no dar comoresultado la rivalidad si ninguno de ellos pretendeexcluir o subordinar a los dems. Pero esto es pre-cisamente lo que est ocurriendo en lingsticaen estos momentos: el estudio puro (internalistao abstracto) del lenguaje, que se centra en la sin-taxis, pretende que su campo de estudio es el msimportante de todos. De ah la lucha. Pero estalucha merece un captulo aparte.

    25

  • CAPITULO 2

    EL LEVANTAMIENTO DE CHOMSKY

    La lingstica y su filosofa fueron alteradasprofundamente por los manifiestos de Chomskyde 1957 y de 1965. El primero culmin en la etapatemprana, predominantemente sintctica, de laGGT, mientras que el segundo expuso la llamadateora estndar que pretenda cubrir la lings-tica general, ia psicolingstica y bastante ms.

    La transformacin causada por la obra deChomsky y su escuela ha sido saludada a menudocomo una revolucin cientfica (vanse Harmancompil. 1981 y Smitii & Wilson 1979). Otros handesafiado esta evaluacin de la contribucin deChomsky sosteniendo que no fue sino una con-tinuacin de la lingstica estructural posteriora Bloomfield (Derwng 1979, Koerner 1982). Nohay duda de que esto ltimo es cierto, pero tam-bin es verdad que toda revolucin tiene sus pre-cursores. Lo que importa es averiguar si Choms-ky y sus colaboradores introdujeron una nuevaestructura conceptual en particular nuevos pro-blemas, mtodos, teoras y metas en la inves-tigacin lingstica. (Vase Bunge (1983a, parauna dilucidacin del concepto de estructura con-ceptual de una disciplina.)

    independientemente de las races histricas de

    26

    lo GGT, est claro que sta fue revolucionariaen algunos respectos, particularmente en sintaxis,la cual haba sido descuidada por los estructura-listas. (Sin embargo, sostendremos ms abajoque la GGT fue contrarrevolucionaria en otrosrespectos.) En primer lugar, Chomsky moshque las gramticas de estructura de frase soninadecuadas por carecer de reglas de transforma-cin, de modo que no dan cuenta del mapeo dedeclarativos en interrogativos, de formas activasen pasivas, etc. (Una transformacin sintcticaes un mapeado o funcin de un conjunto en otro.)Esta deficiencia llev a Chomsky a concebir unagramtica de una manera nueva y ms amplia:segn l, una gramtica contiene no solamentereglas de formacin (que especifican estructurasde frases), sino tambin reglas de transformacin(que especifican transformaciones de estructurasde frases). Ms an, una gramtica, entendida eneste sentido amplin, debera contener tambinciertas reglas morfofonmicas (o de representa-cin fontica) y, a partir de 1965, tambin re-glas semnticas o de significacin. Tambin eranovedosa la insistencia de Chomsky en la nece-sidad de construir teoras lingsticas exactas(matemticas), en una poca en que la mayorade los lingistas dedicaban la mayor parte desus esfuerzos a trabajo de campo, como ocurretodava en antropologa (cuna de la lingsticamoderna). En una palabra, la GGT fue revolucio-naria en algunos respectos.

    Pero la GGT fue tambin contrarrevolucionariaen la medida en que sus cultivadores rompieronla tradiccin de investigacin emprica y propi-

  • ciaron un retorno a la especulacin a la maneratic Wi lhe l in von Humboldl. En efecto, la GGT pue-de considerarse como una suerte de lingsticahuniunisa paralela a la psicologa y la sociologahumanislas (en oposicin a las correspondientesdisciplinas cientficas o empricas), que empezarona ganar algn terreno acadmico poco despusdel primer manifiesto de la GGT. (Chomsky 1972,p. 165, afirma claramente que la GGT debe pocoo nada a la ciencia y est en cambio firmementeenraizada en las humanidades, en particular enla tradicin filosfica racionalista.) Este aspectodel levantamiento de Chomsky ayuda a explicarsu popularidad no slo entre los filsofos, sinotambin entre los estudiantes de la generacinde la gea de Vietnam, quienes cuestionaban elvalor de la ciencia. Ello explica igualmente laemigracin masiva de lingistas norteamericanos,ile los depai lamentos de antropologa a los dehumanidades.

    Tambin est claro que las teoras de Choms-ky no han sido aceptadas umversalmente por laprofesin lingstica, ce modo que su estilo deinvestigacin no puede considerarse como un pa-radigma dominante al estilo de los dechados cons-truidos por Newton o urwiri (vanse Partee 1971,en Harniari cornpil. 1981, y Percival 1976). Estofue evidente en el Congreso Internacional de Lin-gistas de '1982, on el cual la GGT desempe unpapel modesto. Ms an, la escuela de Chomsky,tan homognea y poderosa en la dcada de 1960,.se ha dividido en varios grupos no slo en cuantoal problema del significado, sino tambin respec-to de varios otros problemas. (Se cuentan ms28

    de catorce enfoques distintos de la sintaxis: vaseMoravcsik & Wirth compil. 1980.) Lo que es ms,el propio Chomsky es el principal heresiarca, cla-ra prueba de su honestidad intelectual, as comodel estado incierto de la GGT.

    Con todo, la GGT es un campo de investigacinestablecido, y las ideas de Chomsky acerca demultitud de cuestiones siguen inspirando a inves-tigadores en todo el mundo. Al mismo tiempo, lafascinante personalidad de Chomsky, as corno susfrancas opiniones sobre una mul t i tud de asuntos,junto con sus valientes actos, Se han granjeadouna admiracin universal y han contribuido po-derosamente a popularizar la lingstica. Otro fac-tor que contribuye a la popularidad de Chomskyes que razona y escribe mucho mejor que el lin-gista medio.

    Cualesquiera que sean el tamao y la perdura-bilidad de la innovacin de Chomsky, vivimos a susombra. Los filsofos, contra su costumbre, nohan sido tardos en comprender este hecho; msan, muchos de ellos se har> incorporado a la cortede Chomsky. Ahora bien, fun filsofo no deberacomprar a ciegas el paquete ntegro que ofreceChomsky, porque contiene no slo novedades tc-nicas en lingstica novedades que el filsofopuede no ser capaz de evaluar correctamente,sino tambin un sinnmero de tesis filosficassobre la lingstica y la psicologa, as como di-versas mximas metodolgicas concernientes a lamanera de investigar en lingstica.) Puesto quetodas ellas son debatibles, el filsofo debera cum-plir con su deber profesional, que es examinarlascrticamente. Tambin debera establecer si estas

    29

  • F

    tesis son esenciales o accidentales a la GGT. Siencontrase que algunas de estas tesis son acciden-tales, o sea, separables de la GGT, ayudara a loslingistas a evaluar la GGT por sus mritos intrn-secos, (Analoga: Al evaluar la mecnica cuntica,es preciso empezar por separar el grano matem-tico y emprico de la paja filosfica. No sera justojuzgar el uno por la otra.) Esto es, precisamente,lo que nos proponemos hacer en lo que sigue.

    Comenzaremos por hacer una lista de las tesisfilosficas y metodolgicas ms caractersticas sos-tenidas en algn momento por Chomsky. Helasaqu:

    TESIS LINGSTICAS

    Ll. Tesis general: Un lenguaje es un conjun-to infini to de oraciones en s mismas, o sea, sepa-radas de cualesquiera contextos o circunstanciasbiolgicas, psicolgicas o sociales.

    L2. Tesis sintctica: Toda oracin tiene noslo una estructura sintctica superficial que pue-de descubrirse con ayuda de la gramtica ordina-ria (de constituyentes o de estructura de frase),sino tambin una estructura sintctica profundaque no puede descubrirse del mismo modo. (stasola ser la idea central de la gramtica transfor-macional: Chomsky 1965, p. 16. La distincin noes clara, y el propio Chomsky no hace gran usode ella en sus escritos recientes, p. ej., 1980.)

    L3. Tesis semntica (o de Kati-Postal): Laestructura profunda determina la interpretacinsemntica, de donde la sintaxis domina a la se-

    30

    !,

    '--

    V.

    mntica, (sta era la idea bsica que motivla teora de la gramtica tiansf'ormacional desdeel comienzo: Chomsky 1965, p. 136. AunqueChomsky sigue sosteniendo la primaca y autono-ma de la sintaxis, ha abandonado la tesis de Kat/-Postal. Hoy da afirma que la significacin es de-terminada juntamente por la estiuctura superficialy la profunda: vase 1980, cap. 4, y 1981. Desgra-ciadamente, no ha propuesto una teora del signi-ficado, de nodo que el contenido de la nueva tesises tan impreciso como el ce la anterior.)

    TESIS PSICOLGICAS/'/. Menasmo: El lenguaje est en la men-

    te, no en el cerebro, y menos an en la sociedad.Por consiguiente, todo fenmeno l ings t ico debeexplicarse en trminos Tr iunfa l i s tas . (Sin embar-go, de cuando en cuando Chomsky rinde tr ibutoretrico a la neurociencia del futuro.)

    P2. Facultad lingstica: El hombre es nicopor haber nacido con una jai alt de langage. dis-tinta de las dems capacidades mentales e inde-pendiente de stas; tampoco est relacionada conlas capacidades sensorio-motrices.

    P3. lunatismo: Heredamos no slo la facultede langage, sino tambin lo esencial de toda len-gua, a saber, la gramtica universal. Adquir i r unalengua no es aprendera desde el comieu/o, sinoelegir la gramtica que mejoi concuerda con losihsurnos lingsticos fragmentarios y ruidosos querecibimos desde que nacemos. En otras palabras,

    31

  • lodo ser humano tutee euu cierta competencialingistica que va mucho ms all de la meraposibilidad de aprender a hablar. El ejercicio deesta competencia no hace sino perfeccionar eldesempeo (peformalice).

    l'4. El desarrollo (ontogenia) y la evolucin(filogenia) son irrelevantes a la competencia lin-gistica, la cual e.s innata, universal e invariable.

    P5. La comunicacin, un modo de compor-tamiento social, es igualmente irrelevante a lacompetencia lingistica.

    TnSIS MTODOL(3CJICAS

    M. La meta ltima de la investigacin lin-gstica es construir teoras amplias y exactas dela competencia y del desempeo lingsticos.

    M2, Postlese inobservables (estructuras ysucesos mentales) para explicar los fenmenos(las oraciones). (P. ej., es preciso suponer quehay es undulas de segundo orden que subya-eeri a capacidades de segundo orden, las cua-les a su vez construyen estructuras mentalesde primer orden que subyacen a capacidadeso facultades mentales, las cuales finalmente, seejercen al hablar; Chomsky 1980. Desgraciada-mente, las nociones clave de estructura mental,construccin y subyacencia quedan sin dilucidar.)32

    M3. Descrbase y expliqese todo dato lin-gstico en trminos puramente mentalistas, sinintentar, por ahora, relacionar las estructuras yprocesos mentales con cualesquiera mecanismosfisiolgicos, o interpretar la funcin mental entrminos de "causas fsicas" (Chomsky 1972, p-gina 14).

    M4. Ignrese la funcin social o finalidad dellenguaje como medio efe comunicacin: Chomsky1980. (sta es una consecuencia prctica de P5.)

    M5. No se intente construir teoras del apren-dizaje. (Consecuencia prctica de P3.)

    M6. Valrese la comprensin (insight) y laexplicacin, ms que la confirmacin emprica y elmbito (coverage): Chomsky 1980, p, 11.

    En los captulos siguientes examinaremos conalgn detalle estas tesis. Anticipemos ahora algu-nas conclusiones de nuestro estudio, a fin de podercompletar nuestra evaluacin del levantamientode Chomsky,

    Ad Ll. Sin duda, el lenguaje puede estudiarse(en lingstica pura y general) como un conjuntode oraciones en s mismas, esto es, independiente-mente de la manera como son producidas, enten-didas y utilizadas. Sin embargo, la produccin ycomprensin de oraciones deben estudiarse tam-bin como procesos fisiolgicos; y la comunica-cin por va del habla debe estudiarse como pro-ceso social. Estos diversos estudios son compe-

    33

  • 'lmentarios antes que mutuamente excluyentes (re-curdese cap. ).

    Ad L2, La distincin entre estructura super-ficial y estructura profunda est lejos de ser clara.Por consiguiente, no puede sostenerse seriamenteque haya reglas precisas para transformar (ma-pear) la una en la otra. Sin embargo, la distincinse torna clara y til a la semntica si la estruc-tura profunda se entiende como estructura lgica(concepta! o preposicional) (vase cap. 4).

    Ad L3. No podernos decir qu determina lainterpretacin semntica a menos que se dilucideadecuadamente este ltimo concepto, es decir,a menos que se suplemente la teora sintcticapor una teora semntica. Hasta ahora, la GGTcarece de una semntica apropiada. Acaso valgala pena investigar si la semntica del autor (Bun-ge 1972, 1973, 1974a, 1974b), que asigna un sentidoy una referencia a todo concepto y a toda propo-sicin, puede emplearse para dilucidar el concep-to de significacin lingstica..(Volveremos a estetema en el cap. 4.)

    Ad Pl. No hay duda de que la produccin ycomprensin de expresiones lingsticas son fen-menos mentales. Pero no se pierde nada y, encambio, hay mucho por ganar si se explican losfenmenos mentales como procesos cerebrales.Ms an, no hay explicacin propiamente dicha(a diferencia de la mera subsuBCJn) sin meca-nismo, ni hay mecanismo sin materia^ (Ms sBreesle asunto en el cap. 6.) De modo que la lings-

    tica no puede explicar nada a menos que se aliecon la psicologa fisiolgica y la ciencia socia!.Sin stas, la lingstica es como la astronoma sinfsica, o sea, como la astronoma anterior a New-ton.

    Ad P2. Hay numerosas pinchas de que la a-cult de langage est ntimamente relacionada conotras funciones cognoscitivas, as como con lassensorio-motrices. Algunas de estas pruebas sonpsicolgicas; otras, neurolisiolgicas. Por esto esinapropiado estudiar Ja habilidad lingstica se-paradamente tle otras habilidades del sistema ner-vioso.

    Ad P3. No hay la menor prueba emprica delinnatisrno y, en cambio, hay numerosas pruebasempricas contra l. Esto no implica que nos veomos forzados a adoptar el empirismo. La solucincorrecta es la que propone la psicologa f i s io lg i -ca: heredamos un cerebro a medio organizar, elcual terminamos de organizar en el curso de nestras vidas a medida que percibimos, pensamos,sentimos, actuamos, ele.-El conocimiento no es heredable. En particular, no nacemos con un conocimiento de la gramtica universal; si la conoci-ramos desde el nacimiento, no seguiramos intentando descubrirla?,

    Ad P4 & P5. Si estamos seriamente interesados en comprender la adquisicin y el uso tle unalengua, debemos estudiar el desarrollo, la evolu-cin y la interaccin social.

    34 35

  • Ad MI. Puesto que no hay lal cosa como unacompetencia lingstica innata, universal y cons-tante, no es posible reunir pruebas empricas enfavor de una teora acerca de ella. En cambio, esposible distinguir teoras en lingistica pura (o sea,leonas acerca de consti netos lingsticos talescomo lenguaje y orden de las palabras) deteoras en otras lamas de la lingstica (o sea,teoras acerca de procesos reales tales corno lalectura).

    Ad M2. Postular inobservables para explicarlos fenmenos es, en efecto, necesario y caracte-rstico de la ciencia moderna. Sin embargo, estopuede hacerse cientficamente (corno en fsica)o no (corno en psicoanlisis). No podemos usarinobservables arbitrarios para explicar los fen-menos lingsticos, sino solamente inobservablesescrutables, o sea,{'mobservables representados porconceptos que se presentan en teoras emprica-mente contrastables.; Las estructuras mentalespostuladas por Chorhsky no son de este tipo. lmismo reconoce que podemos conocerlas tcita-menle y especular acerca de ellas, pero no apre-henderlas por medios objetivos (p. ej., neurofisio-lgicos).

    Ad M3, No hay nada malo en postular estadosy procesosjnentales, con tai que la mente no seconciba como un enle que existe por s mismo. Laprohibicin de neurologizar es un "obstculofilosfico arbitrario al avance cientfico.

    Ad M4. La prohibicin de hacer investigacinsocioliugstica es igualmente anticientfica, por-

    li-

    que el lenguaje es, entre otras cosas, un fenme-no social.

    Ad M5. Necesitamos teoras del aprendizaje,aunque no las teoras superficiales propuestas porfos psiclogos conductistas. Necesitamos teorascontrastables capaces de describir el aprendizajey, ms an, de explicarlo en trminos neurofisio-lgicos (p. ej., teoras que incluyan la hiptesis,de Hebb, del uso y desuso).

    Ad M6, La comprensin y explicacin no sonvaliosas en s mismas, porque pueden ser provis-tas a bajo coste por teoras pseudoeieiUficas. Loque necesitamos es la comprensin que suminis-tra la explicacin cientfica, la cual es ms que lamera subsuncin bajo leyes o reglas.

    En sntesis: a) no hay duda de que la obra deChomsky y su escuela han producido un levan-tamiento en la lingstica; b) este levantamientotiene aspectos positivos (progresistas) y orosque son negativos (regresivos); c) acaso sea po-sible desligar todos los aspectos negativos del pa-quete de Chomsky de sus contribuciones positi-vas, librando as a la GGT de una filosofa que laestorba. Exploremos esta posibilidad.

    37

  • CAPTULO 3

    SINTAXIS

    Segn los lingistas clsicos, la gramticacoincide con la sintaxis, Chomsky (1957) ampliel concepto de gramtica incluyendo en sta lasreglas morfofonmicas y, ms adelante (1965), lasreglas semnticas o de signiiicado. (Tambin hadefinido la gramtica como una Funcin que apa-rea cadenas de sonidos o signos con significados,)En este captulo nos ocuparemos de este conceptoampliado de gramtica y, en particular, de su com-ponente sintctica. En definitiva, lo que distinguea la GGT ce sus predecesoras es principalmente laprioridad que asigna a la sintaxis. Ms an, sos-pecho que, una vez que se hayan disipado el polvoy el humo causados por la batalla en curso, laGGT se ver como una importante contribucina la teora de la sintaxis.

    Segn Chomsky (1965, p, 4), una gramticade una lengua se propone describir la competen-cia intrnseca del hablante-oyente ideal. Pero,dado que tal hablante-oyente ideal forma sola-mente oraciones gramaticales (bien formadas),las gramticas son prescriptivas o normativas,contrariamente a la afirmacin de Chomsky peroconforme a la lingstica clsica. (Volveremos aeste punto dentro de un ralo.) Ms an, segn38

    Chomsky (1965), las gramticas son teoras quepermiten generar o derivar oraciones de la ma-nera como las teoras matemticas le permiten auno deducir teoremas. En particular, la gram-tica universal, que sera innata , sera tambin unateora. Se sigue que asignamos a la mente, comopropiedad innata, la teora general del lengua-je que hemos llamado "gtamtica universal"')(Chomsky 1972, p, 88), Sofrenemos los caballosy sigamos escuchando al maestro.

    La funcin de una gramtica de una lenguaes generar todas las in f in i t a s oraciones gramatica-les (bien formadas) de la lengua, y solamente ellas.Esta generacin es efectuada por las reglas gra-maticales, en particular las sintcticas, Chomskyconcibe estas reglas por analoga con las reglasde la lgica matemtica. May dos clases de reglassintcticas: las de estructura de frase (o super-ficial) y las de transformacin. Las primerascorresponderan a las reglas de formacin defrmulas bien formadas, de la lgica matemtica.Ejemplo: oracin > frase nominal -f frase ver-bal. Las segundas corresponderan a Jas reglasde deduccin de la lgica. Ejemplo: las reglas quegobiernan el mapeo (mappittg) de oraciones (o,mejor dicho, de sus estructuras de frase) en susnegaciones (vase el Apndice 1).

    Adems, la giamlca, en el sentido de Choms-ky, asigna a toda oracin una estructura profunda,objeto un tanto misterioso. En la teora estndarde 1965, la estructura profunda determina el sig-niiicado, en tanto que la superficial es apareadacon signos escritos o con sonidos. En este l t imocaso, las reglas de aparcamiento son las reglas

  • fonolgicas, que tambin ornian parte dtf la gra-mtica en el sentido do Chomsky.

    Esta coneept ion (Je la gramtica suscita, entreo rus, ios siguientes problemas de inters filosfi-co: a) que es una gramtica? (en particular, esuna teora, como sostiene Chomsky?); b) qu esuna regla gramatical: prescripcin, convencin,ley o tendencia?; c) en qu sentido puede de-cirse que una gramtica genera las oraciones deuna lengua?; ti) cmo estn representadas lasgramticas en la mente (o en el cerebro)?, y e)qu son las estructuras profundas y cul es surelacin con las superficiales? Procedamos a in-vestigar estas y otras cuestiones relacionadas conellas.

    Es bien sabido que la palabra gramtica esambigua: designa tanto la estructura interna deuna lengua como un modelo conceptual de dichaestructura. Asi, lingistas diferentes pueden pro-poner diversas gramticas (modelos conceptuales)de una misma gramtica (estructura interna) deuna lengua dada. Chomsky toma nota de esta am-bigedad pero confunde sistemticamente ambosconceptos, al punto de afirmar que la competen-cia lingistica incluye un conocimiento tcito dela gramtica universal, o estructura comn a todaslas lenguas,

    Segn la fGT, una gramtica de una lenguadebe t'geiierar tudas las oraciones de esta lenguay solamente ellas. El trmino generacin setoma de la matemtica, donde una frmula quedefine un con jun to dado de objetos (p. ej., unalami l l a de tunciones) se dice que los genera. Peroel mismo Chomsky ha aclarado ocasionalmente

    40

    que el trmino generacin no debera interpre-tarse literalmente, o sea, en sentido onolgco.(Slo el cerebro humano, o algn substituto ai;ti-ficial del mismo, puede generar oraciones en elsentido literal del trmino.) Hablando con propie-dad, una regla gramatical slo puede caracterizar,especificar o analizar las oraciones bien formadas.

    Una novedad de la GGT, adems de que inclu-ye reglas de transformacin, es que el ltimo pasoen la generacin o derivacin de una oracinconsiste en ejecutar la operacin que Chomskyllama lxica! insertion (insercin lexicogrfica).Esta operacin consiste en llenar los blancos in-dicados por las diversas categoras con palabrasespecficas. Por ejemplo, las reglas Art * la yS> nia, aplicadas a la cadena caegorial Art$S,generan la cadena terminal la$nia. Pero stasno son reglas propiamente dichas, en ninguna delas acepciones reconocidas de la palabra regla.Son ejemplos de categoras lexicogrficas y, porser ejemplos, no pueden formar parte de un mo-delo conceptual general como es una gramtica.sta no es una observacin trivial, porque, si talesreglas de ejernplificacin no son reglas propia-mente dichas, entonces no puede sostenerse queuna gramtica genere oraciones particulares: slopuede decirse que genera (describe, especifica,analiza) tipos ce oraciones.

    Hay ms: entre la generacin de oracionesy la deduccin lgica de proposiciones no hay sinouna similitud o analoga. En efecto, las oracionesse derivan con ayuda o, mejor dicho, permi-so de reglas gramaticales ms ejemplificaciones(inserciones lexicogrficas). Pero no se deducen

    41

  • al modo de teoremas. (Por este motivo llamaraxioma a la oracin inicial no pasa de ser unabroma.)

    Por lo tanto, contrariamente a lo que sostienenChomsky y sus discpulos, aunque las gramticasse parecen a teoras, no son teoras. Slo descri-ben y codifican ciertos aspectos del lenguaje: noexplican (Foley 1977, p, 4). Por cierto, una gram-tica, si es adecuada, cubre o subsume toda ora-cin posible de la lengua respectiva. Pero la sub-suncin no es una explicacin propiamente dicha(vase Bunge 1983 b). Slo la neurolingstica, lapsicolingstica y la sociolingstica podrn even-tualmente explicar cmo producimos y entende-mos oraciones, al exhibir los mecanismos de laproduccin y comprensin de oraciones. Anlo-gamente, la bioqumica puede explicar la elabo-racin de alimentos proscripta por los libros decocina, y la ciencia social podr explicar la con-ducta social prescrpta por los cdigos jurdicos.

    Para comprender que la relacin lgica deconsecuencia o deductibilidad no figura en ningu-na regla gramatical, considrese las reglas quedescriben la transformacin de una oracin ensu negacin o en la pregunta correspondiente. Evi-dentemente, no puede decirse que una oracinimplica su negacin, y menos an la correspon-diente interrogacin. O, para ser ms especficos,consideramos las siguientes reglas de estructurade frase y ejempliicaciones:

    O -> FN 4- FVFN -+ Art 4- SFV - V -f FN

    Art * mr, unaS muchacho, nia, libroV ~* /t yo, vio

    donde los smbolos que figuran a la izquierda de-signan categoras lexicogrficas: O, oracin ; FN,frase nominal; FV, frase verbal; S, sus tant ivo;V", verbo, y Art, artculo. Estas reglas y ejemplifi-caciones generan oraciones tales como un mu-chacho vio una nia, una tuna ley un libro, unmuchacho ley una nia y un libro vio una nia.Pero ninguna de estas oraciones se sigue lgica-mente de tales reglas y ejempliicaciones. Por con-siguiente, las gramticas no son teoras, Y lasteoras acerca de gramticos no son metateoras.

    Chomsky ha afirmado repetidamente que lasreglas gramaticales no son normas que sirvenpara canonizar o excomulgar expresiones pro-nunciadas o escritas por hablantes reales: segnl, tales reglas describen la competencia (no elcomportamiento real o desempeo) de un hablante-oyente ideal. Tambin ha propuesto una catarterizacin formal, aunque sibilina, de una regla ,a saber, como un par ordenado < X , V> tal queX-+Y, que a su vez ha de leerse: reeserbaseX como Y (Chomsky & Miller 1963, p. 292). Aho-ra bien, si es una regla de formacin (f)de estructura de frase), entonces slo alirnia queX est compuesta de (y, por lo tanto, puede ana-lizarse como) F. Y si < ,V, Y> es una icgia detransformacin, slo a f i rma que A' se t ransforma(obligatoria u optativamente) en Y. Concebidas deesta manera, las reglas gramaticales no son ins-trucciones o prescripciones para hacer algo, sino

    42 43

  • que csiu en un pie Je igualdad con las leyesalgebraicas de la asociativitlad y la distributividad.tAcaso no tue por descuido que Chomsky 1957,pagina 49, identific reglas con leyes.) Por su-puesto, tales oraciones pueden interpretarse prag-mticamente, e->to es, como instrucciones, porejemplo, para ana!i/ar una formula. Pero estovale paia toda iorrnula y, en particular, paratodo enunciado de ley, (Ms precisamente, todoenunciado de ley sirve de base para dos reglaso prescripciones: una para hacer algo y oir paraevitar que algo suceda; vase Bunge 1969, 1983 a.)En definitiva, una egla gramatical de la forma X Y slo afirma que una expresin de tipo Xpuede analizarse como una sucesin de expresio-nes de tipu Y (Clujinsky 1962, p. 539),

    Esta concepcin de las reglas gramaticaleses muy diferente de la concepcin como entescoa poder generativo, que es como las concibeChomsky cuando hace psicolingstica. As, porejemplo, nos dice que conocer una lengua esposeer cierta estiuctura mental consistente enun sistema de reglas y principios que generan yrelacionan repiesentaciones mentales de variostipos {Chomsky 1980, p, 48). Aqu las reglas ya noson descripciones o anlisis, sino entes activos,si bien inmateriales, que empujan o guan la for-macin de procesos mentales de la manera comoION mticos ego, superego, id y libido del psicoan-lisis nos hacen sentir, pensar y hacer ciertas eo-sa.v Est claro que es preciso elegir: o bien lasreglas gramaticales son constructos que describeno prescriben, o bien son componentes de una es-

    44

    tructura mental que tiene el poder de generarestados mentales,

    La eleccin entre estas dos interpretaciones ri-vales es sencilla. En primer lugar, a nocin deuna estructura mental activa y separada de uncerebro activo es grotesca, aunque slo sea poi-que las estructuras (conjuntos de relaciones) nopueden obrar sobre las cosas de las que son estruc-turas. (No hay estructuras en s: toda estructuraes la estructura de alguna cosa; vase Bunge1979.) En segundo lugar, la hiptesis mentalistade que la mente es algo distinto de un conjuntode funciones cerebrales carece de soporte empri-co. (Volveremos sobre este asunto en los captulossiguientes.) En tercer lugar, tambin carece deapoyo emprico la hiptesis de Chomsky de quela mente tiene componentes activos y pasivos. Enresolucin, podemos hacer a un lado la idea deque las reglas gramaticales son entes que poseenun poder generativo. Examinemos las dems po-sibilidades,

    Quedan las siguientes posibilidades mutuamen-te excluyentes: las reglas gramaticales son, bienconvenciones, bien regularidades objetivas; y, silo ltimo, son ya leyes sin excepcin, ya tenden-cias. A primera vista, la opinin de que las gram-ticas son convencionales es abiolgica y ahistrica.Pero no todas las convenciones son adoptadas li-bremente o impuestas por la fuerza. Por ejemplo,llamar, a una silla, silla, chaise o Stuhl constituyeotras tantas convenciones, ninguna de las cualestue adoptada por una asamblea o impuesta porun dspota. Convencional no es sino el dual denatural o legal (en conformidad con la ley

    45

  • naural). A diferencia de las leyes (naturales), lasconvenciones pueden ser obedecidas o violadas, yello de diversas maneras y ms o menos conscien-temente, De modo que, en principio, es posible quelas gramticas sean convencionales. Sin embargo,la investigacin de universales lingsticos, la his-toria del lenguaje y la interaccin entre lenguajey sociedad hacen concebir dudas acerca de la ver-dad de la hiptesis de que las lenguas sean pura-mente convencionales.

    La posibilidad restante es considerar las re-glas gramaticales como proposiciones que repre-sentan regularidades lingsticas: si no leyes, almenos tendencias. En este caso debemos enfrentarel problema de las excepciones a las reglas gra-maticales: debemos saber cmo reconocer expre-siones gramaticalmente incorrectas y qu hacercon ellas, (Como se ver en un momento, stosno son sino dos aspectos de un mismo problema.)El empirista consecuente se resistir a admitir laexistencia misma de expresiones gramaticalmenteincorrectas: slo acceder a comprobar si la sos-pechosa figura en el corpus que le es accesible;si no figura, la declarar poco frecuente. En teora,el empirista debera predicar la doctrina anarquis-ta de que todo est permitido. En cambio, el ra-cionalista consecuente desechar como incorrectatoda expresin que no se ajuste a su gramtica.De esta manera se evitar el disgusto de contem-plar cmo su modelo favorito es arruinado poralgn miserable contraejemplo. Y, para salvar latesis innatista con la misma piedra, imputar in-correccin a accidentes de desempeo, jams46

    a la competencia, a la que considera perfecta,invariable y universal.

    Es probable que los gramticos de la vida real.los que se ocupan de escribir gramticas o ana-lizarlas, no sean empiristas estrictos ni racionalis-tas estrictos, sino ms bien racioempiristas queadmitiran tanto regularidades gramaticales comoexcepciones a stas. (Vase Bunge 1983 b para unasntesis de empirismo y racionalismo.) Es proba-ble que admitan que, tanto los cor pora como Jasgramticas que intentan dar cuenta de ellos, sonimperfectos. Y es probable que empleen algunasexcepciones para refomiuku algunas reglas, y al-gunas reglas para regularizar a los irregulares oincluso rechazarlos. No hay en esto circulo vi-cioso, sino un dar y tomar entre datos empricosy modelos conceptuales, como en cualquier otraciencia. La diferencia es que el lingista al igualque el tecnlogo, pero en contraste con el cient-fico natural- puede alterar el lenguaje, si bienslo en muy pequea medida en la mayora delos casos. En efecto, los porteros lingsticos, comolos crticos literarios y los miembros de las aca-demias de lenguas, as como los reformadores yplaneadores lingsticos, hacen precisamente eso.Pinsese en reformadores de la lengua tales comoAndrs Bello y George ernard Shaw, quienesreformaron reglas fonticas y regularizaron veibosirregulares.

    Quien adopte esta tercera postura admit i rtcitamente que las reglas gramaticales no sonconvenciones puras ni leves estrictas, sino msbien tendencias que, com tales, son corregiblesen aras de la generalidad, la sencillez o la eufona.

  • f;En otras palabras, el lenguaje no es completa-mente convencional ni completamente natura!.Es, en cambio, resultado de la invencin limitadapur leves y circunstancias, A este respecto, el len-guaje no difiere de la ciencia, el arte o la poltica:los cuatro, y otros con ellos, son creaciones huma-nas en las que se unen la necesidad, el azar y elartiiicio. (Dicho sea de paso, Chomsky se contra-dice cuando niega que las lenguas sean creacioneshumanas al mismo tiempo que insiste en la crea-tividad lingstica de cada uno de nosotros.)

    El prximo punto de nuestro orden del da esste: dnde esiden las gramticas? Chomsky(1972, 1975, 1980) afirma que las gramticas estnrepresentadas en la mente, y la gramtica uni-versa! desde el momento de nacer, (Ms an,Chomsky imagina que el infante es capaz de deci-dir qu gramtica se ajusta mejor a las muestraslingsticas que le dan. Volveremos a este puntoen el cap. 6.) Sin embargo, Chomsky no dilucidalo que entiende por repiesentacin ni explica lamanera como las gramticas estaran represen-tadas en la mente: se trata de un mapa fiel, deuna proyeccin o de qu? La tesis es tan impre-cisa, que se reduce ai lugar comn de que las gra-mticas son construcciones conceptuales,

    Slo los conductislas rechazaran la tesis deque las gramticas son constructos; pero el pro-pio Chomsky los ha criticado eficazmente (Choms-ky 1959, 1972, 1975, 1980), El problema interesantees el de si las gramticas residen en un esprituinmaterial, en el cerebro o en ninguno de ellos.La primera posibilidad es descartada por la psi-cologa fisiolgica, que concibe la mente como una

    48

    coleccin de funciones (procesos) cerebrales; tam-bin es implausible a a luz de la neurologa, quemuestra que el agramatismo (o habla telegrfica)es una disfuncin cerebral. Con todo, el fracasodel rnentalismo o, por lo menos, su incompati-bilidad con la neurociencia contempornea nonos obliga a adoptar la hiptesis de que la gram-tica est en el cerebro, por ejemplo, como circui-to neuronal, o asamblea de neuronas, o engrama,o siquiera como mera disposicin o propensina que se efecten ciertas conexiones neuronales.La razn de ello es que la gramtica de una len-gua, en el sentido de estructura de sta, no esseparable de la lengua misma. La pregunta co-rrecta, en cambio, parecera ser: Dnde residela lengua? Sin embargo, tambin esta nueva pre-gunta est mal concebida, porque presupone queel lenguaje, como el sol o el rey, debe estar loca-lizado en alguna parte. Si el lenguaje se concibecomo un constructo (recurdese cuadro 1, del ca-ptulo 1), entonces no puede estar en ninguna par-te, porque slo los entes materiales estn locali-zados. Lo que s tiene localizacin espaciotemporales el proceso de hablar o, mejor dicho, el sistemadel habla: las reas de Wernicke y Broca juntocon el rgano vocal. En otras palabras, el hablao, ms bien, la produccin y comprensin deexpresiones lingsticas es localizable e identifi-cable con procesos fisiolgicos. Lo que vale parala gramtica corno estructura del lenguaje valetambin, mtiatis mulandis, para la gramticacomo modelo de tal estructura. As, por ejem-plo, la GGT del castellano no est en ninguna par-te: no est representada en la mnte ni en el

    49

  • cerebro. Al igual que los dems constructos, laGGT del castellano existe slo como proceso: a se-mejanza del habla (parole, speech), es generaday entendida por algunos cerebros. (Ms sobre elstatus de los constructos, en Bunge 1981.)

    Concluiremos este captulo con una observa-cin sobre la pluralidad de sintaxis. Una sintaxises parte de la estructura interna de una lengua(recurdese cap. 1). Por ello, una sintaxis carecede existencia independiente: slo existe realmen-te como parte de la estructura interna del hablareal. (Las estructuras son propiedades; y las pro-piedades, en particular las relaciones y coleccio-nes de las mismas, carecen de existencia autno-ma. Lo que existe realmente es siempre algunacosa material dotada de propiedades: vase Bun-ge 1977.) Por el mismo motivo, una sintaxis notiene poder generador: puede ser generativaslo en sentido metafrico. Y, puesto que unasintaxis forma parte de la estructura de una len-gua, hay tantas sintaxis como lenguas, dialectose incluso idiolecos. Sin embargo, no todas estassintaxis se incluyen en lo que los lingistas teri-cos llaman la gramtica de una lengua. Enefecto, sta incluye solamente la sintaxis de lavariante cannica; por ejemplo, la sintaxis delcastellano pero no la del argentino, En cambio,los lingistas de campo estudian hablas realesantes que modelos idealizados de las mismas.

    Lo que acaba de decirse tiene una consecuen-cia metodolgica importante e inquietante: que loque cuenta como excepcin para el lingista te-rico acaso no cuente como tal para el lingista decampo. El primero puede intentar considerar las

    desviaciones respecto de su modelo conceptualcomo incorrecciones antes que como contraejem-plos. Esta situacin es inevitable en las disciplinasque tratan de pautas hechas por el hombre, pau-tas que son mezclas de ley y convencin. (Es decir,estas pautas no son puramente convencionales,como las leyes de la matemtica ni puramentenaturales u objetivas, como las de la fsica.) Elfranco reconocimiento de esta situacin deberacontribuir a disminuir la tensin entre los lingis-tas tericos y los de campo,

    Esto concluye por el momento nuestro examende la sintaxis. El asunto de la estructura profun-da versus la estructura superficial, que habamosincluido en nuestro orden del da, ser tratado enel captulo siguiente. Ahora abandonamos el do-minio de la teora exacta para entrar en el de laintuicin y lo que en ingls se llama hand-waving.

    50 51

  • CAPITULO 4

    SEMNTICA

    Antes de Chornsky (1965), los lingistas solantener buen cuidado de rio aventurarse en las bru-mosas colinas de la semntica; ahora vagan, per-didos, por ellas. Chomsky y su escuela tuvieron laexcelente idea de subrayar que, ya que el signifi-cado es un aspecto del lenguaje, la teora lings-tica debera tener una componente semntica.(Esta idea era u lugar comn para los filsofosdesde Peirce y Frege, pero no se haba difundidoa la l ingst ica.) Tambin tuvieron la buena ideade exactificar la imprecisa tesis, de los gramti-cos de Port Roya!, de que la plena comprensinde una oracin exige poner a la luz las ideas queella expresa. Esta intuicin llev a dos innova-ciones; la distincin entre estructura superficialy estructura profunda, y la tesis de que esta ltimadetermina el significado.

    La esencia del concepto de estructura profun-da es que expresa el contenido de una oracin(Chomsky 1965, p. 136). Por ejemplo, un indio let

  • sea suficientemente concreta o est bien definida(Chomsky 1971, p. 183). El lector buscar en vanoun sistema hipottico-deductivo que dilucide ysistematice las nociones de referencia o de sentidoen el voluminoso tratado de Lyons (1977), la nicaexposicin sistemtica de las doctrinas semn-ticas por un simpatizante de Chomsky,

    En todo cas, segn la teora estndar (1965) oestndar extendida (1971), para determinar signifi-cados debemos descubrir estructuras profundas.Desgraciadamente, no parece haber una definicinclara y general de este concepto: todo lo que hayson ejemplos. Ms an, no puede existir un pro-cedimiento efectivo para determinar estructurasprofundas. En efecto, la mxima metodolgica M2(cap. 2) recomienda postular inobservables paradar cuenta de las apariencias, en lugar de inten-tar inferir Jos primeros a partir de las segun-das. De modo, pues, que es menester conjeturarlas estructuras profundas. Esto no sera objeta-ble si supiramos a ciencia cierta qu son las es-tructuras profundas. En ausencia de tal conoci-miento, su bsqueda se parece a la bsqueda delsagrado grial tal como la describi Mark Twain.

    No obstante, nos las arreglamos para conjetu-rar estructuras profundas (no chomskyanas) sinla gua de la GGT. Considrese, por ejemplo, laoracin tom el libro prestado, que est afectadade ambigedad estructural. Puede derivrselade (o mostrar que es compatible con) tom pres-tado el libro, o tom el libro yue haba sido obte-nido en prstamo (tal vez por un tercero). Cuandose le presenta la oracin original (o su estructurasuperficial), el oyente o lector debe adivinar la54

    proposicin designada ambiguamente por aqulla,o debe hacer una averiguacin. I.a GGT no leayudar a conjeturar ni a inquirir, porque'stasson cuestiones de conocimiento substantivo, node gramtica. Lo que puede hacer la GGT es ana-lizar el proceso en trminos de estructuras profun-das y reglas de transformacin. En otras palabras,la persona confundida por la oracin acerca dellibro prestado aprender de la CGT lo que ya sabe,a saber, la estructura superficial de la oracin.

    A primera vista, esta situacin parece similara la que se presenta en fsica, donde, dada la com-posicin atmica de un material, es posible deter-minar sus macropropiedades, en tanto que el pro-blema inverso carece de solucin nica. Sin em-bargo, hay una importante diferencia, a saber,que la fsica contiene teoras generales y exactasque relacionan estructuras atmicas y molecula-res (o sea, profundas) con propiedades macrof-sicas (o superficiales). Mientras que el fsico po-see un conocimiento exacto y abundante de susestructuras profundas, el l ingista carece del co-nocimiento correspondiente. Por lo tanto, as comoel fsico puede proceder racionalmente, el lingis-ta debe proceder intuitivamente. Otra disanalogaes sta: la microfsica puede predecir algunasmacropropiedades tales como la superconducti-vidad y la superiluidez, desconocidas por la ma-crofsica; o sea, la primera puede corregir y en-riquecer a la segunda. En cambio, al lingista nole es dado corregir o enriquecer las oraciones ysus estructuras superficiales a la luz de su anli-sis profundo.

    En conclusin, parecera que no sabernos con

  • exactitud qu^s Ja estructura profunda ni cmodcitrminarla. Sin embargo, existe una solucinseijcilla def primero de estos problemas: puederesolverse redeliniendo el concepto de estructurapioimida y procediendo como sigue (Bunge 972,1973, 1974a, 1974b). Primero, identifiqese el ob-jeto que subyace a la oracin dada con la propo-sicin (o las proposiciones) designada(s) por laoracin de marras. (Recurdese que las proposi-ciones, como los conceptos que las componen, sonobjetos conceptuales, no lingsticos, y que unaproposicin dada puede expresarse de diversasmaneras en cualquier lengua. Ms an, las pro-posiciones son invariantes respecto de cambiosde lengua, al menos dentro de la familia de len-guas que poseen el mismo poder expresivo.) Se-gundo, identilquese la estructura del objeto pro-fundo con la forma lgica de la proposicin (Har-rnan 1972). Por ejemplo, la forma lgica de laproposicin designada por la oracin la nia leeel libro es Lab, donde L denota el acto de leer,a nombra a la nia y I? al libro en cuestin. Laforma lgica de la proposicin que subyace a laoracin pasiva el libro es ledo por la nia es Rba,donde R es la conversa de R, Y la de la proposi-cin designada por la nia lee ahora el libro esR'ahc, donde c denota el momento actual y R' esahora una relacin ms compleja (ternaria en lu-ga i de binaria).

    La alternativa propuesta resuelve el problemade caracterizar estructuras profundas, al identifi-carlas con formas lgicas, pero no el problemade determinarlas. Efectivamente, sigue correspon-diendo al oyente-lector la tarea de decidir qu

    56

    proposicin es designada por la oracin que leinteresa. (El anlisis sintctico no ayuda a revelarla forma lgica. As, por ejemplo, las oracionesella acaba de llegar, she jitst carne y sie ist ebcngekommen, aunque estructuralmente diferentes,designan la misma proposicin.) Si la oracin esambigua, el oyente tendr que adivinar y ensayar,o bien hacer alguna averiguacin para determinarla proposicin que el hablante tena in mentecuando pronunci o escribi la oracin. A este res-pecto, el individuo no est mejor preparado quecon la GGT, pero al menos ahora sabe qu debebuscar.

    El mtodo propuesto no simplifica necesaria-mente las cosas. Por el contrario, es capaz de ex-hibir complejidades ocultas. Por ejemplo, exam-nese la palabra abri en las oraciones siguientes:

    1. La puerta se abri.2. Mara abri la puerta.3. Mara abri la puerta ayer.4. Mara abri la puerta ayer con esta llave.

    En 1) abri designa un predicado unario alque podemos llamar Ai. La forma lgica de laproposicin designada por 1) es, pues, A\p, dondep designa la puerta. En 2) la misma palabra de-signa un predicado binario Aj, y la forma lgica esAimp, donde m denota a Mara. En 3) el conceptodesignado por la palabra abri es un predicadoternario A3; la forma lgica correspondiente esAutnpa. Finalmente, la proposicin subyacente a4) tiene la forma lgica A*mpal, donde A4 es unpredicado de cuarto grado. Cada uno de estos an-

    57

  • lsis corresponde a una interpretacin diferentede la palabra difusa abri, (Invito al lector aproponer conceptos an ms complejos designadospor la misma palabra.) En resolucin, el anlisiseoiiceptual puede exhibir una complejidad insos-pechada al nivel lingstico superficial. En particu-lar, puede exhibir la-'dependencia de la estructurasintctica respecto del significado.!

    En resumen, el procedimiento propuesto se re-duce a distinguir las palabras de los conceptosque algunas de ellas designan, y las oraciones delas proposiciones que algunas de ellas designan.(No todas las palabras designan conceptos. Porejemplo, de carece de significado independientecuando aparece en la expresin acaba de llegar,que en una lengua mejor construida debera es-cribirse acabade llegar, o incluso llegaracaba. An-logamente, no toda oracin designa una proposi-cin. Por ejemplo la libertad libera, digna de unHeidegger o de un Sartre, carece de significado.)En otras palabras, el procedimiento consiste enexhibir (o, ms precisamente, conjeturar} las capasconceptuales que suhyacen a las lingsticas.

    Este mtodo tiene dos ventajas. El primero esque existe una teora, a saber, la lgica, que nosayuda a descubrir la forma lgica ce cualquierproposicin, y ello de manera inequvoca. (La am-bigedad es siempre lingstica, nunca lgica.) Se-gundo, existe una teora, a saber, la semnticaformulada por el autor (Bunge 1972, 1973, ~1974a,1974b), que asigna un significado a todo conceptoy a toda proposicin. Aun cuando esta teora fueconcebida para analizar sistemas hipottico-deduc-tivos formulados de manera exacta (o sea, mate-58

    mlicamente), acaso sea aplicable tambin, conlos debidos cambios, a las lenguas naturales,Exploremos esta posibilidad, dejando la investi-gacin detallada al lingista,

    La esencia de nuestra semntica es que todoconcepto y toda proposicin tienen tanto un -sen-tido como una referencia, y que el significado deun constructo (comepto o proposicin) es el par-ordenado formado por su sentido y su referen-cia, Ambos son contextales por depender delcuerpo de conocimientos en que se presenta elconstructo en cuestin. Ms an, el sentido de unconstructo en un contexto determinado se definecomo el conjunto de todos sus implicantes (o pre-supuestos) e implicados (o consecuencias), o sea,como su ascendencia lgica ms su progenie lgi-ca, Y la (clase de) referencia ce un constructoes el conjunto de todos los objetos (materialeso conceptuales) a los que se aplica, sea verdade-ramente o no. (Obsrvese que la referencia difiereen general de la extensin o dominio de validez.Obsrvese tambin que el significado precede a laverdad.) Llmese SAc) al sentido y Rt{c) a la refe-rencia de un constructo (concepto o proposicin)c en un contexto (o cuerpo de conocimientos)C, El significado de c en C, entonces, est dadopor la definicin

    Vanse la figura 2 y el Apndice 2.(Janet Fodor ll>77 y algunos otros l ingis tas

    identifican el significado con lo que, en nuestrateora, no es sino una parte del sentido de un

    59

  • SUPERFICIE

    Conslructo

    PROFUNDIDAD

    {, (pt Significado

    FJ< , . J (..da uiaciua designa U I M jMupuMt'ioii /; que I K I K tasignificado Mt(p) cu el contexto C. L proyeccin i/quierdaScf i del t,igiiik;adu ei el scnuo, y la derecha Rc(p) la refe-

    rcncia tic en (,'.

    coiisiructo, a saber, el conjunto de los construc-tos que implica. Sinith & Wison 1979 proponentina modificacin de esa doctrina del significado.Ninguno de estos autores se ocupa de la referen-cia, ninguno de ellos usa herramientas matemti-cas para exactificar y sistematizar estas nociones,y ninguno de ellos menciona mi teora.)

    En caso de duda, nuestra semntica puedeayudar a poner en claro de qu se est hablando(referencia) y qu se est diciendo (sentido).Tmese por ejemplo Ja frase los amantes de Ve-rona. Esta f rase designa ambiguamente las propo-siciones ~ "

    60

    5. Los personajes centrales de la tragedia deShakespeare, Romeo and Jidiet y

    6, Las personas que han visitado Verona.

    La raz de la diferencia entre 5) y 6) es ladiferencia entre sus clases de referencia: mien-tras que 5) se refiere a Romeo y Julieta (e impl-citamente tambin a Shakespeare y su tragedia),6) se refiere a una coleccin muchsimo ms nu-merosa de personas (entre las cuales no figuraShakespeare, quien nunca puso el pie en Verona).

    La diferencia de referencia acarrea una dife-rencia de sentido. As por ejemplo, 5) implica queShakespeare escribi por lo menos una tragedia,en tanto que 6) presupone que Verona es visitable.(Obsrvese que nos hemos limitado a citar un des-cendiente y un antecesor lgico en cada caso. Estose debe a que, en un contexto abierto y difusocomo es el conocimiento ordinario, es muy difcilubicar todos los presupuestos y las consecuenciasde un constructo. Las cosas cambian en el caso deuna teora matemtica o cientfica; en este caso,los implicantes de una proposicin son todas laspremisas de las que se concluye, y los implicadostodas las proposiciones que se sigueo lgicamentede ella.)

    Uno de los famosos ejemplos de Chomsky esel par de oraciones

    7. Persuad a un especialista que examine aJuan.

    8. Persuad a Juan que se haga examinar porun especialista.

    61

  • Cliomsky (1965, p. 23) propuso que las estruc-turas profundas que subyacen a 7) y 8} son, res-pectivamente,

    7'. Persuad-a un especialista - un especialis-ta examinar a Juan.

    8', Persuad - a Juan - un especialista examina-r a Juan,

    En nuestra terminologa, las proposiciones quesubyacen a 7) y 8), respectivamente, son las con-junciones

    7", Persuad a un especialista & un especia-lista examinar a Juan.

    8". Persuad a Juan & un especialista exami-nar a Juan.

    Sin embargo, esta construccin puede hacersems natural observando que, en el fondo, la rela-cin de persuadir es ternaria; x persuade a y quehaga z. Por consiguiente, las proposiciones ante-riores no son sino diferentes ejemplos de Pxyz:

    1'". Pabc, donde a = yo, b = un especialista,c examinar a Juan.

    8'". Parle, donde d = Juan, e = ser examina-do por un especialista.

    Nuestro prximo ejemplo es la pareja9, Juan se sonre.

    10. Juan se mueve.

    Estas oraciones se analizan de la misma ma~era en la gramtica de la estructura de frases,

    j! No es necesario cocinar una estructura lingsticaj; rprofunda para advertir que hay una diferencia, entre las proposiciones designadas por las ora-

    f* ciones anteriores. Basta observar que, mientras. sonrerse es un predicado unario (o de una va-riable), moverse es binario, ya que todo mo-vimiento es relativo a algn marco de referencia(p. ej., una casa). En otras palabras, mientras quela forma lgica de 9) es Pa, la de 10) es existe porlo menos un individuo x tal que .t es un marco dereferencia, y Qax. De modo que, aun cuando 9)es sintcticamente similar a 10), las proposicionescorrespondientes son estrucuralmente (lgica-mente) diferentes. (Lo mismo vale para el f a -moso par de Chomsky: John is easy to picase yJohn i*5 eager to picase,)

    Otro caso famoso por no decir infame, es:las verdes ideas incoloras duermen j tirio smente,En 1957, Chomsky declar que esta oracin esgramatical, pero en 1965 mud de opinin. Segnnuestro criterio, esta oracin es gramatiealmenteinobjetable y, ms an, tiene sentido, y es poresto que la descartamos. La descartamos por sercontradictoria, ya que nada puede ser a la vezincoloro y verde. Adems, involucra un error ca~tegorial (category mistake), como dira Aristte-les, ya que el ser verde y dormir no puede predi-carse de las ideas. Esta predicacin es incorrectaporque las proposiciones resultantes, las ideasson veriles y las ideas duermen, son falsas (nocarentes de sentido). No puede esperarse que la

    63

  • gramtica suplante a la lgica o suministre co-tiucmieno tctico.

    Nuestras observaciones finales se referirn aalgunos eontraejemplos aparentes a la llamadateora implicava del significado, segn la cual elsignificado de una oracin es igual al conjunto delas consecuencias lgicas de la proposicin co-rrespondiente. Smith & Wilson (1979, cap. 6) sos-lienen que, aun cuando las oraciones 11) y 12) quesiguen tienen las mismas consecuencias, no sonsinnimas:

    11. Juana le habl a Alex.12. Juana le habl a Alex.

    Las oraciones escritas podrn ser iguales, perolas habladas no lo son, corno lo sugieren los sub-rayados. De hecho, /designan proposiciones dife-rentes,} a saber: """ '"""

    I I ' . Juana, y nadie ms, le habl a Alex.12'. Juana le habl a Alex, y a nadie ms.

    Otro par de oraciones que refutara dicha teo-ra sera el que sigue:

    13. Shelley fue un poeta.14. Shelley fue un poeta o Ibsen fue un pa-

    yaso.

    Puesto que 13) implica a 14), el significado de14) debera estar incluido en el de 13), lo que vacontra la intuicin. Es verdad, pero esto y cosaspeores pueden ocurrir en contextos abiertos. La ^t

    !* ?I I

    I

    teora implicativa del significado o, mejor dicho,de parte de ste, fue construida para ser aplicadaestrictamente slo a los lenguajes exactos. Enstos no est permitido introducir nombres y pre-dicados una vez que se han introducido los b-sicos (primitivos); por consiguiente, en tales con-textos cerrados el principio lgico de adicin (Sip, entonces p o q) no podr hacer los. Analoga:la geometra elemental se aplica exactamente sloa objetos geomtricos ideales, y aproximadamentea objetos reales tales como una lnea costera es-cabrosa. La nica manera de aplicar la geometraelemental a situaciones reales es desdeando lasirregularidades de stas. Si uno desea representarms fielmente objetos reales irregulares, tendrque servirse de geometras ms avanzadas. Ascomo la teora de los fracales (que incluye di-mensiones fraccionarias) puede tratar con lneascosteras irregulares, es posible que una versinrefinada de la teora implicativa del sentido dcuenta de las complejidades del lenguaje ordina-rio.

    Para terminar: la nocin de estructura pro-funda de Chomsky e, incluso, la tesis de Katz-Postal, contienen algo de valor. La intuicin valio-sa detrs de estas ideas cs^captlirada por la teorasemntica segn la cualj los conceptos y las pro-posiciones, pero no las oraciones, son los portado-res de significado, |? que ste tiene/dos componen-tes o proyecciones: el sentido y la referencia: Lareorientacin de !a semntica que proponemostiene, entre otras, las consecuencias siguientes:

    I. La tentativa de construir o descubrir re-glas gramaticales que efectan la aloracin de

    65

  • estructuras profundas (o sea, el mapeado de es-tructuras protundas en superficiales) est conde-nada al fracaso no slo por la vaguedad de la no-cin de estructura profunda en GGT, sino tambinporque lo que subyace a las oraciones son jgrp-posiciones,_ no otras joracipnes.

    I . Las tareas de descubrir significados y derefinados son tareas del anlisis conceptual y dela construccin de teoras, no de la gramtica.

    Ifi . Dado que los significados son contexta-les, es preciso realizar el anlisis conceptual encontextos cognoscitivos determinados, no al nivellingstico, que es supuestamente neutral entrela verdad y la falsedad,

    IV. El anlisis sintctico tiene limitacionesque slo el anlisis lgico o semntico puedentrascender. En primer lugar, (el anlisis sintcti-co se aplica slo a las oraciones (o expresionesgramaticales), las que no constituyen sino unsubconjunto de la coleccin de expresiones jin-gsTl^as~ilgnilicativas. Pinsese en Ms caf?,Vayase!, o incluso A y ! y U f f ! (V. Ro-binson, 1975). En segundo lugar, a veces la sinta-xis ni siquiera puede resolver el problema deidentificar las categoras lexicogrficas. Por ejem-plo, en la oracin uno es poca cosa, uno puededenotar sea el nmero uno, sea al hablante. En elprimer caso, uno ser identificado como un subs-tantivo, y en el segundo, como un pronombre;pero en cualquier caso la sintaxis, lejos de serprevia a cualquier otro conocimiento, va a la cola.(Otro ejemplo: en el dicho tejano the bigger thebeter, la palabra the no es el artculo determina-do ni significa lo mismo en sus dos posiciones.)66

    V. Mientras que el anlisis sintctico es lin-gsticamente conservador (puesto que se l imi taa analizar un Corpus lingstico), el anlisis lgicoy semntico puede revelar defectos que sugieranla conveniencia de reformar la lengua. Por ejem-plo, la oracin arreglamos (oda clase ile calzadoest bien formada y es aceptable pata casi todoslos hispanohablantes. Sin embargo, est mal con-cebida, porque el zapatero no puede tocar clasescon su lezna: slo toca zapatos individuales. Laexpresin correcta es arreglamos zapatos de todasclases,

    VI. Revelar formas lgicas ayuda a aprehen-der aspectos lingsticamente invariantes, o sea,a revelar universales cognoscitivos por debajo depeculiaridades y accidentes lingsticos. Pero eltema de los universales merece captulo aparte.

    6?

  • CAPTULO 5

    UNIVERSALES LINGSTICOS

    Los lingistas, no menos que otros cientficosy hunianistas, desean descubrir ta unidad en me-dio tic la diversidad, y la pauta bajo el caos apa-rente. No es de sorprender entonces que, antesdel interregno enipirista en lingstica, varios fi-lsofos y lingistas hayan especulado sobre la exis-tencia ile universales lingsticos, en particularsobre los rasgos categoriales, sintcticos y fono-lgicos que puedan compartir las lenguas co-nocidas. En el caso de los filsofos, la base dela conjetura de fu existencia de tales universalesfue la tesis de la unidad de la especie humana, (Enaquel tiempo, esta tesis fue rechazada por los ra-cistas y no pasaba de ser un prejuicio liberal.)Sin embargo, poco se hizo por descubrir semejan-tes universales, con excepcin del trabajo de Ja-kobson M-bic los rasgos lonolgicos caracters-ticos.

    Clioinsky no se sorprendi por el fracaso delos l ingistas clsicos en su empresa de descubriruniversales, porque se haban limitado a estruc-turas superficiales, las cuales varan considerable-mente de un lenguaje a otro. En cambio, la ideade estructura profunda y la hiptesis del innatis-nio conducan inevitablemente a la bsqueda de

    68

    una gramtica que se ajustase a todas las lenguasnaturales. (Ms de una hiptesis cientfica tieneun origen espreo. El rbol de familia de unahiptesis importa poco comparado con su verdady su potencia explicativa.)

    Cuando formul la teora estndar de laGGT, Chorasky (1965) ya estaba firmemente com-prometido con la idea de la gramtica universal(GU). Al comienzo la defini como el estudio delas condiciones que deben satisfacer las gram-ticas de todas las lenguas humanas (1972, p. 126).Ms tarde repudi esta caracterizacin, adoptan-do en cambio esta otra: la GU es el estado ini-cial de cualquier aprendiz de cualquier lengua,o sea, es la facultad innata de lenguaje (1979,passim, y 1980, p. 69). Y, aun ms recientemente,el estado inicial es identificado con un ente, eldispositivo de adquisicin del lenguaje (langtia-ge acqdsition device, o LAD), ste actuara comouna caja negra que recibe insumos empricos yproduce la gramtica (Chomsky 1981, p. 35), Pa-semos por alto los errores de identificar un estado .(de una cosa) con una cosa y de creer que un mo-delo de caja negra, tal como el LAD (= GU), pue-de explicar algo. Las cajas negras describen y enocasiones predicen, pero no pueden explicar: slolas cajas translcidas, o mecanismos, pueden ex-plicar: vase Bunge 1983 b.

    Chomsky logr que el estudio de los universa-les lingsticos se tornara un problema respetableluego de un largo eclipse, pero las principalesinvestigaciones en este terreno han sido hechasfuera de su escuela. Ellas se han conducido casisiempre sin la ayuda de la GGT (lo que es una

    69

  • pena) y sin el auxilio de la hiptesis de que todosios humanos nacemos con un conocimiento tcitode la GU (lo que es una suerte).

    Las investigaciones empricas ms notablesde los universales lingsticos son las llevadas acabo por Greenberg (1966) y los lingistas inllui-dos por ste (Greenberg et al,, 1978). Estos inves-tigadores han utilizado una tipologa que agrupalas lenguas respecto del orden de las categoraslexicogrficas bsicas; sujeto (S), objeto (O) y ver-bo (V). As, el castellano es del tipo SVO, comose ve por la oracin Pepe patea pelotas. En cam-bio, el japons es del tipo SOV y el gales del tipoVSO; los tipos VOS y OSV tienen pocos repre-sentantes, y el tipo OVS parece no tener ninguno.Sin embargo, algunas lenguas parecen desprovis-tas de sujeto, asunto ste de acalorados debates.Adems, es fcil encontrar excepciones. Y el usode las categoras de la GGT (o sea, frase nominal,frase verbal, etc.) llevara a una tipologa diferen-te. (Dicho sea de paso, la tipologa de Greenbergno es una clasificacin propiamente dicha porqueno es exhaustiva. En efecto, parece que algunaslenguas, por ejemplo, el latn clsico, carecen de unorden bsico de palabras, ya que permiten todaslas permutaciones de las principales categoraslexicogrficas.)

    Se puede distinguir entre categoras universa-les, tales como V y FF, y patitas universales (prin-cipios, reglas o leyes), tales como las de facilidadde pronunciacin y percepcin. En principio, am-bas categoras podran ser fonolgicas, sintcticasy semnticas, aunque es dudoso que haya univer-sales semnticos. Pero no todos los universales

    son estrictos o absolutos: algunos no son sinotendencias o invariantes en ciertos familias de len-guas, aunque no en todas, (Estos universales re-gionales se denomina incorrectamente estads-ticos.) Por ejemplo, el ruso carece de artculo,y en la mayora de las lenguas (no en todas) todaoracin tiene sujeto y el sujeto precede al objeto.Otro universal regional: las lenguas cuyo ordenbsico es VSO tienen preposiciones en lugar deposposiciones.

    La nocin misma de universal lingstico plan-tea por lo menos dos problemas de inters filos-fico: cmo encontrarlos y corno explicarlos. El pri-mero es un problema metodolgico. La solucinobvia es que los universales lingsticos slo pue-den establecerse estudiando muchas lenguas y,ms precisamente, una muestra representativa delas 4.000 lenguas conocidas. sta es la estrategiaadoptada por todos los investigadores serios. Encambio, la escuela de Chomsky ha elegido la estra-tegia opuesta: sostiene que, puesto que la gia-mtica universal es innata, un estudio profundoy sincrnico de una sola lengua (que por casuali-dad resulta ser el ingls) debera bastar paradescubrir los universales. Como era de prever,esta prescripcin metodolgica ha sido severamente criticada como anticientf ica (vanse Givn1979 y Comrie 1981).

    Tratar de descubrir la * esencia del lenguaje(o la competencia l ingst ica) examinando unanica lengua es como tra tar de encontrar la esen-cia de la vida estudiando una sola bioesperie y,lo que es peor, investigando una especie extrema-damente compleja como la nuestra, en lugar de

    70 71

  • Ialguna modesta bacteria. El enfoque apriorstay sincrnico no ha producido ningn universallingstico. Lo poco que se conoce se ha averi-guado estudiando algunos centenares de lenguas,Y este estudio no ha exhibido hasta ahora unagramtica universal cabal, lo que no impide quelos transftmuacionalistas hablen de la GU cornosi hubiesen visto su partida de nacimiento.

    La explicacin de la presunta existencia deuniversales lingsticos no orece dificultades paraChonisky, puesto que ha postulado que la GU esinnata y, ms an, que es el dispositivo de ad-quisicin del lenguaje. Por este motivo, ha re-chazado enrgicamente toda tentativa de explicarlos universales lingsticos en trminos evoluti-vos o histricos, de la manera como los bilogosexplican los universales biolgicos (tal como lamolcula de DNA) o los historiadores explican losuniversales sociales (tal como el intercambio).

    Aunque Chornsky ha sugerido que la lings-tica debera cultivarse como una ciencia natural,rechaza la hiptesis de que el lenguaje humanoproceda de un sistema ms primitivo de comuni-cacin y pensamiento (Chomsky 1980). La raznque aduce para este recha/o es que el lenguajehumano se basa sobre principios enteramentediferentes de los de la comunicacin animal.Pur esto, especular sobre la evolucin del len-guaje humano a partir de sistemas ms simplesle parece- quiz tan absurdo como especular acer-ca de la "evolucin" de los tomos a partir denubes de. partculas elementales (1972, p. 70).

    Sin embargo, los fsicos y qumicos, a partir deProu, han especulado acerca de la evolucin at-

    72

    mica y molecular; hay incluso un respetado Jour-nal of Molecular Evoluion. Ms an, tal investi-gacin est siendo cada vez menos especulativa,y parte de ella es hoy da constituyente de la bio-loga evolucionista. El rechazo por Chonisky delenfoque evolucionista del lenguaje, junto con suinnatismo, provienen de su mentalismo, as comode su incomprensin de la teora de la evolucin.En efecto, Chonisky cree que sta niega la emer-gencia de novedades radicales, que son precisa-mente las que tratan de explicar los bilogos evo-lucionistas. (Para crticas adicionales, vase Pia-tek 1982.)

    Chomsky va ms all y niega explcitamenteque el lenguaje sea una creacin humana que haevolucionado junto con la cultura. Pregunta:Hemos "hecho" el ingls usted y yo? Esto pare-ce carecer de sentido o ser falso. No tuvimos la po-sibilidad de elegir el lenguaje que adquirimos;simplemente, este se desarroll en nuestras men-tes en virtud de nuestro estado interno y nuestroambiente, Fue el lenguaje "hecho" por nuestrosantecesores remotos? Es difcil atribuirle sentidoa esta opinin. En efecto, no hay ms razones parapensar que el lenguaje ha sido "hecho" que paracreer que el sistema visual humano y las diversasformas que toma han sido "hechos por el hombre"(1980, p. 11).

    Al preguntar si una lengua es obra de un indi-viduo, Chomsky se dirige a un espantapjaros: latesis de que el lenguaje es una creacin humanadebe entenderse en un sentido social e histrico.Anlogamente, la matemtica no fue obra de unsolo individuo, sino de miles de personas en el

    73

  • curso de miles de aos. Sin embargo, la mate-mtica es una creacin humana e incluso una

    i creacin comparativamente reciente: las teoras, matemticas no se encuentran en la naturaleza y

    . eran desconocidas hace unos pocos miles de aos.Sin duda, el lenguaje se desarroll en nues-

    tras mentes en virtud de nuestro estado infernoy nuestro ambiente, pero esto vale tambin parael resto de nuestro equipo mental y cultural, (Apropsito, obsrvese la confusin, tal vez delibe-rada, entre desarrollo, u ontogenia, y evolucin,o filogenia. Si el desarrollo individual recapitulasela evolucin, como crea Haeckel, entonces el es-tudio de la manera como los infantes y los niosadquieren ciertas destrezas y conceptos nos en-seara cmo los adquirieron los homnidos y loshombres primitivos, como lo han sugerido Parkery Gibson 1979. Pero la ley de Haeckel no esuna ley. Los infantes no tienen un sistema nervio-so maduro y no se ganan la vida ni la defienden debestias feroces y otras amenazas ambientales,)

    Chomsky tiene una visin esttica del lengua-je, Esta visin contrasta violentamente con la bio-loga evolucionista, la antropologa y la historiahumana, ninguna de las cuales habla de una na-turaleza humana invariante, en particular de unequipo mental constante. Como sola decir Dob-zhansky, en la biologa nada tiene sentido si noes a la luz de la evolucin ; lo mismo puede de-cirse de la psicologa y de las ciencias sociales.Despus de todo, la comunicacin es parte de lacultura ; ms an, es un componente esencialde la estructura social humana. Y la cultura debeestudiarse no slo sincrnicamente, sino tambin74

    diacrnicaniente. En particular, es preciso estu-diar la evolucin del lenguaje a partir de modosms primitivos de comunicacin, as como loscambios diacrnicos de sintaxis, semntica y fo-nologa, si pretendemos comprender el estadoactual del lenguaje.

    Es verdad que hay muy pocos datos empneosacerca del origen y la evolucin del lenguaje hu-mano; esto es de esperar tratndose de un campode investigacin joven y asediado por el ejrcitomentalista. Sin embargo, ya hay algunos resulta-dos, tales como el estudio de la emergencia, com-parativamente reciente, de nuevas lenguas (creo-les) a partir de lenguas chapurradas (pidgms)en Hawaii y oros lugares (Bickerton 1982), Otroes la identificacin del atea de Broca en unpar de crneos de homnidos que vivieron hacedos millones de aos. (Si se confirmara, esfe ha-llazgo debilitara considerablemente la curiosahiptesis de que el lenguaje se form hace tanslo unos pocos miles de aos, como lo sostieneJaynes 1976.) En todo caso, todos los estudioshistricos estn afectados de pobreza de dalos ymuchos de stos son inevitablemente circunstan-ciales. La reconstruccin hipottica de uno pro-tolengua, como el protondoeuropeo, es tan arries-gada corno la reconstruccin hipottica de la faseinicial de la expansin del universo.

    Para impulsar la investigacin del origen y laevolucin de las lenguas, debrramos elaborar, en-tre otras, las hiptesis siguientes:

    Primera, el cuerpo de los homnidos {en par-ticular su ceiebro y su aparato vocal) debe haberestado preadaptado para la adquisicin de la

  • facultad del lenguaje; u sea, la posibilidad deu d q u i t r esta ul t ima debe haber preexisttdo. Enotras palabras, algunos homnidos carentes delenguaje deben haber estado equipados con loscircuitos neuronales adecuados para producir ycomprender trozos de habla de algn tipo, (Lapreadaptacin to es inisteiiosa. La mayora delas adaptaciones son de este tipo: la evolucin esoportunista, no piincpista. Por ejemplo, la larin-ge y la lengua no fueron diseadas, sino slousadas para hablar.)

    Segunda, es posible que slo los lenguajeslicos, o sea, capaces de expresar pensamien-

    tos sean tpicamente humanos.Tercera, debido a la unidad de la especie hu-

    mana o sea, a su origen a partir de una nicaespecie ancestral, es probable que todas laslenguas hayan evolucionado a partir de un troncocomn. Aunque esta hiptesis goza de poco favorentre los lingistas, especialmente los transforma-ciuna!islas, es inevitable en una perspectiva evo-lucionista,

    Cuarta, puesto que el habla no es slo un me-dio de comunicacin, sino tambin una herra-mienta para pensar, debe haber evolucionado un-to con el conocimiento. Es probable que los len-guajes simblicos se hayan tornado posibles so-lamente cuando se formaron razonamientos y apa-reci la necesidad de discutirlos. Antes de esa po-ca, puede haber bastado un lenguaje mucho msprimitivo. La hiptesis de la coevolucin del len-guaje y el conocimiento es reforzada por la psi-culoga del desarrollo, Ja cual muestra que la fa-

    76

    m

    cuitad del lenguaje no est separada de las demsfacultades me