LOS MEDIOS AUDIVISUALES Y LA ANOMIA

Para empezar debemos conocer qué es anomia, se refiere a vivir sin reglas o normas sociales, se puede afirmar hoy en día que los medios audiovisuales del SXXI se han encargado de destruir parte del saber y entendimiento de la persona, en lugar de transmitirlo e incrementarlo. Giovanni Sartori critica exageradamente los medios audiovisuales, pero aun así merece una gran reflexión, él crítica y explica cómo la televisión e Internet tienen una nefasta colaboración en la formación del hombre de la anomia; es decir, del hombre sin respeto por las reglas.

Los medios audiovisuales invaden paulatinamente la cultura contemporánea. Las estadísticas revelan que cada vez se leen menos libros y se compran menos periódicos. Como consecuencia de ellos, el internet, la televisión, la radio, se convierten en la única, principal y exclusiva fuente de formación e información de la ciudadanía.

El politólogo y ensayista italiano, Giovanni Sartori, retoma sus tesis sobre los efectos de la televisión y hace, en su nueva obra, Homo Videns, la sociedad teledirigida, un análisis de la influencia de la televisión y de la cibernética en la sociedad actual. Intenta dar respuesta a los interrogantes de futuro que plantea el nuevo esquema de comunicación social que se está configurando actualmente. Un sistema dónde predominan los individuos solitarios, la comunicación es cada vez menos personal, la televisión se convierte en el vehículo universal de transmisión de información, desde los países más poderosos hacia todo el planeta, y aparece un nuevo elemento comunicacional: las redes de comunicación cibernéticas.

Según Sartori, este homo sapiens, formado como tal mediante el lenguaje verbal y fundamentalmente con la escritura, se convierte, por medio de su exposición continua a las imágenes, en un homo videns incapaz de desarrollar procesos cognoscitivos, concretamente la capacidad de abstracción.

Homo Videns

En el mundo del homo videns no hay más autoridad que la de la pantalla: el individuo sólo cree en lo que ve (o en lo que cree ver). Sin embargo, la imagen también miente; puede falsear los hechos con la misma facilidad que cualquier otro medio de comunicación, con la diferencia de que, "la fuerza de la veracidad

inherente a la imagen hace la mentira más eficaz y, por tanto, más peligrosa".

Homo Digitalis

Los jóvenes de hoy día interactúan de otra manera entre sí, por lo que la comunicación y la forma de establecer relaciones sociales son demasiado diferentes a lo que era antes. El concepto de homo digitalis es como la evolución del ser humano que somos actualmente “rudimentarios’’ a un ser humano “dependiente”, que deja que su vida sea manejada totalmente por la tecnología. Las generaciones de los actuales jóvenes, son las que están más enfocadas en las nuevas tendencias tecnológicas, y los inventos tecnológicos cada vez toman más fuerza y más importancia en la vida de los seres humanos, debido a que se está creando una dependencia hacia todo tipo de aparatos, creando así una nueva humanidad.

Con el homo digitalis la desproporción entre el producto que se ofrece en la red y el usuario que lo debería consumir es colosal y peligrosa. El exceso de bombardeo nos lleva a la atonía y a la anomia.

La televisión destruye más saber y más entendimiento de los que transmite. Esta televisión produce imágenes y anula los conceptos, y de este modo atrofia nuestra capacidad de abstracción y con ella toda nuestra capacidad de entender”. Esta tiene una inflación de imágenes vulgares, material con escasez de cultura y aprendizajes.

Con el paso del tiempo estos medios han sido dirigidos por gente sin ética que manipula la realidad haciendo de hechos trágicos un espectáculo.

El mundo real no es espectáculo y el que lo convierte en eso deforma los problemas y nos desinforma sobre la realidad.

Nuestro quehacer en este mundo globalizado se reduce a pulsar botones de un teclado. No tenemos ningún contacto con la realidad, no aprendemos a superar dificultades con los demás. No hay una experiencia humana. Estamos desinformados sobre una realidad que deberíamos conocer como lo es la existencia de pobreza, guerras y mucha necesidad.

Vargas Llosa opina lo siguiente: La prensa seria ha empezado a contribuir a la degradación de los niveles

culturales y éticos de la información. José Pablo Feinmann, argentino, escribe sobre la violencia mundial,

disfrazada en los noticieros por la televisión: Es tanta la realidad que nos dan que no podemos retenerla, tienen el

objetivo de saturar, de abotagar nuestra conciencia, nuestro juicio crítico y asesinarlo al tiempo que se asesina la realidad, de la que terminamos por saber solo una cosa: nada, y creyendo a la vez que lo sabemos todo.