Los niños misioneras están de fiesta. El próximo · 250 eran monjes budistas. Los cristianos...

16

Transcript of Los niños misioneras están de fiesta. El próximo · 250 eran monjes budistas. Los cristianos...

EDITORIALEl subidón de ser misionero

PAÍS A PAÍSMyanmar

TÚ,¿QUÉ PIENSAS?El cáncer en África:medicamentos más baratos

ESCAPARATEPaloma Niño, presentadora de "La horafeliz" de Radio María

HAGIOGRAFÍAFederico Sopeña, jesuitamisionero en la India

FIRMAS INVITADASJuan Vicente Boo, autor del libro "Píldoras para el alma"

ANÉCDOTAMurillo

ASÍ VA EL MUNDO

PÓSTER

DESDE LA MISIÓNJornada deInfancia Misionera: Atrévete a ser misionero

ESTE MUNDO

REPORTAJEParadojas del móvil

PUERTAS ABIERTASNo, a los jóvenes tranquilosque no lucha contra el mal

NOMBRES PROPIOS

JÓVENES MISIONEROSGrupo Misionero de Cartagena

CON NUESTROSMISIONEROSSergio Cánovas, de Valencia, en Perú

RELATOSuperpoderes

ESTÁ EN LOS LIBROS

PARTICIPARON

PIENSA Y JUEGA

LA LLAMADA

3

4

8

10

14

16

19

20

24

22

28

27

30

32

34

36

38

41

42

43

44

Los niños misioneras están de fiesta. El próximo

28 de enero celebran la Jornada de Infancia

Misionera. Y nos lanzan a todos una invitación:

"Atrévete a ser misionero". Ellos lo son, y de los

buenos. Bajo el lema "los niños ayudan a los

niños", han formado una gran red de solidaridad.

Ayudan y se sacrifican por otros niños que viven

con dificultades, y rezan también por ellos.

Aunque nosotros no seamos ya niños, unámonos

a ellos para lograr que el mundo sea un lugar

mejor y más justo para todos.

EDITAObras Misionales Pontificias

Director Nacional de OMPAnastasio Gil García

DirecciónRosa Lanoix

Diseño y maquetaciónAntonio Aunés

ColaboradoresJusto Amado, Fuencisla del Amo,Alfonso Blas, Ana María Fernández, María Teresa Fernández del Vado, Coro Marín, Alicia Muñoz, María Puncel Reparaz, Quique,Dora Rivas, Joan Sanmartí, José Ignacio Rivarés, Francisco Solé,Montserrat Vilaseca, Juan Zabala.

Fotografía:José Ramón Moreno Guillo, EFE,Archivo de OMP y 123RF.com

Depósito Legal:M. 7103-1991

Imprime: :ARIAS MONTANO, S.A.

Para ponerte en contactocon nosotros:SUPERGESTOC/ Fray Juan Gil, 528002 - MadridSi lo prefieres, llámanos alTef: 91 590 27 80También puedes hacernos llegar un e-mail: [email protected] nuestra página web: www.revistasupergesto.eswww.omp.es y www.domund.org

SuscripcionesRoberto Murga

[email protected]

AÑO XXVII Nº133 ENERO - FEBRERO 2018

uieres experimentar un

subidón? ¿Vivir una expe-

riencia a tope, revolucio-

naria, que seguro que te va a engan-

char? "Atrévete a ser misionero". Es la

propuesta que nos lanza Infancia

Misionera en su Jornada anual, que se

celebra el 28 de enero.

Quizás, en un principio, pienses que

no es para tanto. Pero ¿no te parece

atrevido y arriesgado dejarlo todo –las

seguridades que nos ofrece una familia,

unos padres que nos protegen y cubren

nuestras necesidades; las comodidades

de una sociedad "del bienestar", aunque

sea a costa del malestar de otros; la

garantía de contar con un presente y un

futuro prometedor...–, para marchar a

un país lejano, en el que se pueden

vivir situaciones de conflicto y de vio-

lencia, de miseria y necesidad, de per-

secución y falta de libertades?

¿No te parece rompedor y revolucio-

nario que, mientras nos estimulan a ser

competitivos en el tener y en el poder,

como factores de felicidad, se nos pro-

ponga como ideal de la bienaventuran-

za estar al servicio de los más necesita-

dos, de los descartados y humillados, de

los que sufren injusticia y opresión, de

los cautivos y encarcelados, de los

enfermos y desatendidos, de los ham-

brientos y sedientos?

Un misionero o misionera, en su

humildad, sí que te diría que no es para

tanto, que es mucho más lo que se reci-

be que lo que se da. Porque ellos ya

han experimentado el subidón de

encontrarse con Dios en los más nece-

sitados de su buena noticia de justicia y

misericordia. Han formado una nueva

familia en hogares de chapa y miseria,

donde la más rica posesión es tenerse

los unos a los otros. Han hecho de

aquellas tierras su patria de acogida,

más allá de esas fronteras puestas por

los que quieren poner límites a una

despreciada pobreza.

Si no quieres renunciar a esta expe-

riencia única y extraordinaria, atréve-

te, como propone Infancia Misionera, a

ser misionero, a dar testimonio de lo

que Jesús nos enseña para construir el

mundo que Él quiere para todos. Y,

como nos dice el papa Francisco: "Ama

a las personas. Ámalos uno a uno". Eso

sí: "Respeta el camino de todos, por

lineal o atormentado que sea, porque

cada uno tiene una historia que

narrar". "Sé responsable de este

mundo y de la vida de cada hombre.

Porque toda injusticia contra un pobre

es una herida abierta, y disminuye tu

misma dignidad". "Y, sobre todo,

sueña. Sueña con un mundo que toda-

vía no se ve, pero que es cierto que

llegará. La esperanza nos lleva a la

existencia de una creación que se

extiende hasta su cumplimiento defini-

tivo, cuando Dios será todo en todos".

Que no nos falte la valentía y el atrevi-

miento para esta misión. Sg

NÚM. 133, ENERO-FEBRERO DE 2018 SUPERGESTO 3

Q¿

omo Bangladesh, Myanmar esuna antigua colonia británicasituada en el sureste de Asia.

Hoy su nombre oficial es Repúblicade la Unión de Myanmar, pero hastano hace mucho era conocida comoBirmania. Además de hacer referen-cia a sus habitantes, la palabra myan-mar significa "fuerte y rápido". El Rei-no Unido se hizo con el control deesas tierras en el siglo XIX, concreta-mente en tres guerras sucesivas quetuvieron lugar en 1824, 1953 y 1885.

Sus gentes no recuperarían la inde-pendencia hasta 1948. La naciente de-mocracia que siguió a la descoloniza-ción tuvo, sin embargo, una vida muycorta: pereció con un golpe de Estadoen 1962. El Ejército se hizo con el po-der, socializó la economía y durantedécadas cerró el país a cal y canto.Hoy es una de las naciones más po-bres del mundo. De hecho, ocupa elpuesto número 145 (de un total de 176)en el Índice de Desarrollo Humano dela ONU correspondiente a 2016.

Myanmar tiene 676.563 kilómetroscuadrados. Es, por tanto, mayor queEspaña (505.990). Y también está máspoblada: 51,4 millones de habitantes,según datos de 2014, frente a nuestros46,5 millones. Pese a ello, estamosante uno de esos países a los que cos-taría situar en el mapa. Apenas nosllegan noticias de él y, cuando lo ha-cen, apenas les prestamos atención,pues nos cae muy lejos.

Myanmar se halla, como ya se hadicho, en el sureste asiático, flan-

C

"Supergesto" visita hoy Myanmar, la antigua Birmania. Unpaís fascinante, mayor que España, en el que viven 135 etniasy se hablan 117 lenguas distintas. Una de esas etnias, los rohingya, sufre desde tiempo una persecución brutal, hasta el punto de que más de medio millón de personas -la mitad, niños- se han visto obligados a huir a la vecina Bangladesh.El papa Francisco visitó hace poco ambos países.

4 SUPERGESTO NÚM. 133, ENERO-FEBRERO DE 2018

queada por Bangladesh, la India, Chi-na, Laos y Tailandia. Con todos elloscomparte frontera. Y no poca: conIndia, China y Tailandia, en concreto,unos 2.000 kilómetros con cada uno.Otros 1.930 kilómetros son de costa,porque Myanmar también tiene mar.El país cuenta con tres cadenas mon-tañosas –Rakim Yoma, Bago Yoma yShan Plateau– que discurren de nor-te a sur, desde el Himalaya. Su picomás alto, el Hkakabo, tiene 5.881 me-tros. Y su río más largo, el Ayeyar-wady, discurre a lo largo de 2.170 ki-lómetros hasta su desembocadura enel golfo de Martaban. Debido a susabundantes precipitaciones –1.000mm. en las zonas más áridas y más de5.000 mm. en las más lluviosas– almenos el 40% del territorio está ocu-pado por bosques. El problema, co-mo en tantos otros sitios, es que laexplotación intensiva a la que estosson sometidos desde hace unos añosestá degradando considerablementeel medio ambiente.

La capital de Myanmar, desde2005, es Nay Pyi Taw (o Naipyidó).Se trata de una ciudad de nuevo cu-ño, levantada por el gobierno mili-tar, que cuenta con 1,1 millones dehabitantes. Esta "Ciudad Real delSol" –tal es el significado de sunombre– ha sido construida en elcentro del país... y a lo grande. Tie-ne autopistas de ocho carriles yelectricidad las veinticuatro horasdel día, cuando en el resto de la na-ción los cortes en el suministro sonfrecuentes. En ella se hallan las se-des de los ministerios y organismosoficiales, pero muchas embajadas

mantienen aún sus delega-ciones en Yangon (Rangún),cerca de la costa, en el gol-fo de Bengala. Rangúntiene 5,2 millones y siguesiendo la capital econó-mica del país. Otras ciu-dades importantes sonMandalay (1,2 millones),Bago (491.000) y Hpa-an(421.000).

Myanmar es lugar de unagran diversidad étnica y cul-tural. En él viven nada me-nos que 135 etnias distintas.Y se hablan 117 lenguas,siendo la oficial el birmano.Los birmanos son aproxima-damente el 68% de la pobla-ción. Tras ellos, los gruposétnicos más importantesson los shan (9%), karen(7%), rakhine (4%), chinos (3%), indios(2%) y mon (2%). La nación está es-tructurada en siete Estados (Chin,Kachin, Kayah, Kayin, Mon, Rakhiney Shan), siete regiones y un territo-rio de la Unión: Naipyidó, la nuevacapital. Los Estados están pobladosmayormente por minorías étnicas ygozan de relativa autonomía, mien-tras que en las regiones la etniaprincipal es la birmana.

Un país de monjes

Myanmar es un país budista. Lainmensa mayoría de la población(80%-89%) practica el budismo the-ravata, sobre todo en el centro dela nación. Solo en la llanura de Ba-gan hay más de 3.000 templos de

NÚM. 133, ENERO-FEBRERO DE 2018 SUPERGESTO 5

Myanmar cuenta con varios calendarios.

Uno de ellos es el budista, que comienza

a contar a partir del año 543 a.C., fecha

en la que Buda alcanzó el nirvana. Según

ese cómputo, el país está hoy en el año

2561. Este calendario tiene una semana

de ocho días, y es que el miércoles se

divide en dos días: el Bohdahu (o día

del nacimiento de Buda), que va desde

las doce de la noche a las doce del me-

diodía, y el Yahu (dedicado a Rahu, dios

hindú), que abarca las siguiente doce ho-

ras. Se trata de un calendario lunar, con

12 meses de 28 días cada uno.

los siglos XI al XIII. En Pyay, hayun Buda sedente de diez pisos de al-tura, mientras que en Win Sein TawYa la representación del Iluminadotiene 170 metros. El número demonjes en todo el territorio secuenta por millares. De hecho, seespera, pues así está socialmenteestablecido, que todos los varonesvivan en un monasterio budista almenos dos veces en su vida: la pri-mera, entre los diez y veinte años,como novicio; y la segunda, a partirde esa edad, como monje ya forma-do. Los monjes precisamente prota-gonizaron en 2007 la fracasada "Re-volución del Azafrán" (por el coloranaranjado de sus túnicas) contra elgobierno militar. De los más de1.600 presos políticos que había enlas cárceles hace unos años, más de250 eran monjes budistas.

Los cristianos representan solo el4% de la población, el mismo por-centaje que los musulmanes; el 2% delos habitantes practican otras reli-giones, y el 1% es animista. Los cris-tianos birmanos se concentran sobretodo en los Estados de Chin o Ka-chin, donde son mayoría. Hay menoscatólicos que protestantes. La Iglesia

católica birmana es joven, muy jo-ven, pese a que la fe llegó allí porprimera vez a mediados del sigloXVI, en la época de San Francisco Ja-vier. En 1866, el país contaba única-mente con dos sacerdotes católicos,y el primer obispo nativo no fue or-denado hasta 1954. Hoy esa jovenIglesia cuenta ya con un represen-tante en el colegio de cardenales: elarzobispo de Yangon, Charles MaungBo, salesiano. Estamos hablando deun territorio de misión en el que tresde sus archidiócesis y trece diócesisdependen de la vaticana Congrega-ción para la Evangelización de losPueblos. A comienzos de 2016, laIglesia católica local contaba con 24obispos, 888 sacerdotes, 128 religio-sos, 1.961 religiosas, 601 misioneroslaicos y 3.056 catequistas. Pese a to-do este personal, la Iglesia birmanasolo tenía a su cargo dos escuelassecundarias y cuatro primarias. Elloes debido a que en los años sesentadel pasado siglo, la Junta Militar seincautó de más de ochenta centroscuya devolución exigen ahora losobispos al Gobierno. El Estado deMyanmar y la Santa Sede establecie-ron relaciones diplomáticas plenasel pasado 12 de agosto, tras la visitaal Vaticano de la hoy Consejera deEstado Aung San Suu Kyi, premio No-bel de la Paz 1991.

Guerra permanente

Myanmar es un país en guerra.Una guerra interna y permanente

que enfrenta al Tatmadaw (el Ejér-cito nacional, el duodécimo mayordel mundo con 488.000 efectivos)con numerosos grupos insurgentesde base étnica. El Gobierno alcanzóen 2015 un acuerdo de alto el fuegocon ocho de esos grupos, pero va-rios más lo rechazaron. Los birma-nos, por tanto, y mucho menos losturistas, no pueden desplazarse li-bremente por el país, y necesitanpermisos para visitar ciertas regio-nes. El Tatmadaw tiene en su haberun larguísimo historial de atrocida-des y violaciones de los derechoshumanos de la población civil de lasetnias minoritarias.

Pese a que desde marzo de 2016Myanmar está gobernado por políti-cos civiles, el poder de los militaressigue siendo enorme. Aung San SuuKyi, cuyo partido arrasó en las elec-ciones de noviembre de 2015, es hoyla cara visible del Gobierno, pero lascarteras claves –Interior, Defensa yFronteras– siguen en manos cas-trenses, como castrense es tambiénla propiedad de las grandes empre-sas nacionales. La Constitución apro-bada en 2008 establece que el 25% delos escaños del Parlamento y una delas vicepresidencias deben corres-ponder a militares. Por decreto. Laorganización Transparencia Interna-cional situaba hace unos años aMyanmar como el tercer país máscorrupto del mundo, solo superadopor Somalia y Corea del Norte. Y Re-porteros sin Fronteras lo calificó ensu día de "paraíso de la censura". Pe-

6 SUPERGESTO NÚM. 133, ENERO-FEBRERO DE 2018

se a que la in-mensa mayoríade la población

es pobre de solemnidad, el Gobiernotiene en marcha desde hace años unprograma nuclear en colaboracióncon Corea del Norte. China ha sidosu tradicional aliado en la región.

Los rohingya

Tres han sido las noticias por lasque Myanmar ha salido en los noti-ciarios españoles en los últimosaños: la primera, por Aung San SuuKyi. "La Señora", como es tambiénconocida, lleva décadas luchandopor la implantación de la democraciay los derechos civiles en su país. Los19 años que pasó en prisión han he-cho que algunos la llamen "la Man-dela birmana". La segunda noticiafue el ciclón Nargis, que en 2008causó 28.458 muertos, 33.019 heridosy 33.416 desaparecidos, según datosoficiales, aunque algunas ONG eleva-ron la cifra a más de 100.000 vícti-mas y dos millones de desplazados. Yla tercera y última ha sido –siguesiendo– los rohingya.

Los rohingya son hoy por hoy, y enpalabras de la ONU, "la minoría másperseguida en el mundo": un pueblode religión musulmana que vive, ma-yormente, en el Estado de Rakhine,al noreste del país, y cuyos miem-bros son considerados extranjerospor el propio Gobierno, pese a llevardécadas y hasta siglos morando allí.Los rohingya eran hace unos años

entre un millón y un millón y mediode personas. La "limpieza étnica"desatada por el ejército en agostopasado hizo que en pocas semanashuyesen a la vecina Bangladesh, pa-ra salvar la vida, cerca de medio mi-llón de ellos. La mitad de esa cifraeran niños. Hoy, estos niños, la ma-yoría ya huérfanos, sobreviven en loscampos de refugiados levantados enla frontera gracias a la ayuda interna-cional. Aung San Suu Kyi ha sido muycriticada internacionalmente por ne-gar lo que la ONU ha descrito comouna limpieza étnica "de manual". Elcardenal Bo ha salido en su defensa,aduciendo que la antigua Premio No-bel está liderando una transición po-lítica nada fácil. La ho-ja de ruta de dichatransición fue diseñadaya en 2011.

En Myanmar no hayapenas ancianos. Laesperanza de vida allíes de solo 65 años.Únicamente el 5% de lapoblación tiene más de60 años, mientras queun tercio de los habi-tantes no alcanza los15. La población es po-bre. La renta per cápi-ta es allí de poco másde 900 dólares. Porhacernos una idea: enEspaña, en 2016, erade 26.528.

JOSÉ IGNACIO RIVARÉS

NÚM. 133, ENERO-FEBRERO DE 2018 SUPERGESTO 7

Myanmar es un país fascinante.Además de sus innumerables tem-plos, una de las cosas que más lla-man la atención de los turistas sonlos elefantes. Estamos en el país quecuenta con más elefantes domestica-dos de todo el mundo, y el únicoen el que los paquidermos son utili-zados aún en número importantepara el trabajo, especialmente en laindustria maderera.

Repercusión internacional tienentambién las "mujeres jirafa" de la tri-bu padaung. Se trata de mujeres ori-

ginarias del Estadode Kayah, al estedel país, ya en lafrontera con Tailan-dia, que desdetiempos inmemoria-les se ponen en elcuello aros de la-tón, lo que haceque estos lo defor-men. Inicialmente,esta práctica bus-caba que las jóve-nes no resultasentan atractivas paralos asaltantes delas tribus vecinas,

pero hoy se ha convertido en un me-dio de vida para atraer turistas.

Miles de niños

rohingya han quedado

huérfanos y sobreviven

en campos de refugiados

levantados en la frontera.

Sg

El papa Francisco no tiene móvil ni tableta, sin embargo, es uno de los líde-

res mundiales con más seguidores en las redes sociales. Su cuenta @Pontifex

ha batido récords. Cuenta con 40 millones de followers en nueve idiomas. Los

mensajes que lanza hablan de cuestiones esenciales: los jóvenes, la solidaridad,

la misericordia, el servicio, la ternura, la fe... y han sido recopilados y ordena-

dos por primera vez en un libro, Píldoras para el alma (Espasa). Su autor, el co-

rresponsal desde hace 19 años del diario ABC en el Vaticano, Juan Vicente Boo,

quien asegura que, como Jesús de Nazaret, Francisco "sale a todos los caminos"

y que "las redes sociales son un camino fantástico para acercar el Evangelio a la

gente". Juan Vicente Boo (A Pobra do Caramiñal, La Coruña, 1954) es autor

también del libro El papa de la alegría . Ha trabajado durante 13 años como co-

rresponsal en Bruselas y Nueva York, con un breve paréntesis en Hong Kong.

Es ciudadano honorario de Little Rock, Arkansas. Su trabajo como corresponsal

en el Vaticano combina la cercanía diaria al Papa con la perspectiva mundial de

economista y periodista veterano, especializado previamente en defensa y políti-

ca exterior. Ha sido promotor y consejero delegado de la agencia televisiva Ro-

me Reports, donde impulsó documentales de referencia mundial como Benedic-

to XVI: La aventura de la verdad. Su trabajo le ha permitido volar con los tres

últimos papas –Juan Pablo II, Benedicto XVI y Francisco– en más de medio cente-

nar de viajes internacionales. Ha trabajado en 61 países y ha sido galardonado

con el Premio ¡Bravo! de comunicación de la Conferencia Episcopal Española.

Un0 de los rasgos más atractivosdel papa Francisco es que trata

a los jóvenes como adultos. Les es-cucha con atención y les habla consinceridad, sin caer en la adulaciónfalsa como hacen las empresas pu-blicitarias.

Francisco sale a los caminos de losjóvenes incluso en las redes socia-les. Su cuenta en Instagram @Fran-ciscus, abierta hace un par de años,ha superado los 5 millones de segui-dores, la mayoría entre los 25 y los34 años, en Estados Unidos y Brasil.

Pero lo más espectacular es suarrastre en Twitter, donde ha supe-rado hace poco los 40 millones deseguidores después de ganar un mi-llón al mes desde el pasado mes demayo. Cuando le pregunté si susseguidores pueden meditar y rezaresos tuits, su respuesta fue inme-diata: "Sí, claro”, dijo. “Están siem-pre a su disposición… ¡Qué los usenpara rezar!".

Cuando empecé a rescatarlos y or-denarlos por los grandes temas deque habla Francisco, volví a descu-brir muchos tuits entrañables como"Queridos jóvenes, Jesús quiere sersu amigo; y quiere que ustedestransmitan por doquier la alegría deesta amistad".

O incisivos, como "Queridos jóve-nes, vale la pena apostar por Cristoy por su Evangelio, arriesgar todopor los grandes ideales".

El capítulo "Jóvenes" es uno de los32 temas de Píldoras para el alma, miselección de los mejores 500 tuitsdel papa Francisco, que acaba de pu-blicar Espasa. Otros capítulos son"Alegría", "Esperanza", "Familia","María", "Perdonar", "Ternura" …

¿Cuál es la fórmula secreta deFrancisco para ser un gran comuni-cador? Sencillamente, saber escu-

16 SUPERGESTO NÚM. 133, ENERO-FEBRERO DE 2018

char. Escuchar sin prisa a las perso-nas: a los ricos y a los pobres, a losadultos y a los jóvenes.

Y quiere que lo haga toda la Igle-sia. Por eso ha convocado en el Va-ticano un encuentro mundial de jó-venes -cristianos y de otras confe-siones- la próxima primavera, parapreparar el Sínodo de Obispos de oc-tubre de 2018 sobre "Los jóvenes, lafe y el discernimiento vocacional".

Lo anunció personalmente el pa-sado mes de octubre subrayan-do que, con este encuen-tro, "la Iglesia quiereescuchar la voz, lasensibilidad, la fe, ytambién las dudasy las críticas delos jóvenes. ¡Te-nemos que escu-char a los jóve-nes! Por eso, lasconclusiones de lareunión del 19 al 24de marzo serántransmitidas a los pa-dres sinodales".

En estos cuatro años he vistomuchas veces el sufrimiento del Pa-pa cuando habla del desempleo ju-venil, mencionando de vez en cuan-do el altísimo porcentaje de España.

Francisco quiere que los jóvenesencuentren trabajo porque solo así esposible empezar a pensar en crearuna familia. Ha sido el primer Papaque ha convocado una reunión de pa-rejas de novios en la plaza de San Pe-dro, precisamente en un día de SanValentín, el 14 de febrero de 2014.

La mayoría de las 12.000 parejas seemocionaron al escuchar el testimo-nio de los gibraltareños Marie Alexiay Nicolás. Habían decidido casarseporque se querían. Y también por-que, en el matrimonio, "las alegrías

se multiplicanpor dos, y las

penas se dividenpor la mitad".En el verano de

2015, el Papa aconsejabaen un tuit: "Queridos jóvenes, no ten-gan miedo del matrimonio: Cristoacompaña con su gracia a los espososque permanecen unidos a Él".

Durante una audiencia general dejunio de 2016, Francisco tuvo a su la-do a una docena de jóvenes refugia-dos procedentes de África y OrienteMedio. Quería que les viesen las de-cenas de miles de personas reuni-das en la plaza de San Pedro y queles viese el mundo entero porque"son nuestros hermanos", y "elcristianismo no excluye a nadie,hay sitio para todos".

El cristianismo es amar a Dios y alprójimo. Y nunca odiar. Me impresionómucho la fuerza con que se lo dijo a un

grupo de jóvenes palestinos en uncampo de refugiados cerca de Belén.Les insistió en que no odiasen ni bus-casen venganza contra quienes inva-dieron su país, les robaron las casas, lalibertad e incluso la nacionalidad.

A veces el Papa hace confidenciasen público a los jóvenes. En un esta-dio de Nairobi habló con toda clari-dad sobre los peligros del tribalis-

mo, la corrupción o el recluta-miento por las guerrillas a más deveinte mil muchachos y muchachas.

Para animarles a no caer en elpesimismo ante las contrariedadesles dijo: "Voy a contarles una con-fidencia. Yo en mi bolsillo llevosiempre dos cosas: un rosario pararezar y una cosa que parece extra-ña, que es esto…".

Era un díptico de cuero marrónoscuro con 14 chapas cuadradas demetal: "Es un Vía Crucis, un pequeñoVía Crucis", la historia de angustia,tortura y muerte de Jesús cuyo pun-to final no es el sepulcro sino la Re-surrección.

En muchas ocasiones Francisco seha referido a un problema que algu-nos quieren ocultar: los elevados ín-

dices de suicidio juvenil que, en Es-paña sin ir más lejos, suponen la pri-mera causa de muerte de jóvenes,incluso más que los accidentes detráfico. A esto se añaden los nume-rosos intentos de suicidio, cuyomensaje hay que saber captar antesde que sea demasiado tarde.

En sus conversaciones con jóve-nes, ya sea en encuentros reducidoso en conversaciones mundiales gra-cias a Google Hangout, el Papa haescuchado sus comentarios sobre laviolencia de género y el acoso esco-lar, el bullying, la facilidad para caeren las drogas, el consumismo y suvacío espiritual…

Con frecuencia, les invita a escu-char a los abuelos, que son el enla-ce con una sabiduría ancestral y

18 SUPERGESTO NÚM. 133, ENERO-FEBRERO DE 2018

ayudan a no agobiarse, a poner ca-da cosa en su sitio. A no desanimar-se con los fracasos y no volverseengreídos con los éxitos.

En su primera Semana Santa comoPapa, Francisco se fue a celebrar los

oficios religiosos del JuevesSanto a la cárcel ju-venil de Roma, don-de lavó los pies a

doce chicos y chi-cas, incluida unamusulmana.

No rehúye lassituaciones du-ras, sino todo locontrario. Ha es-

cuchado los rela-tos de muchos

hombres y mujeresque sufrieron abu-sos sexuales a ma-

nos de sacerdotes cuandoeran menores de edad. Y por eso hacreado la Pontificia Comisión deProtección de Menores, la mejor delmundo, para prevenir y erradicaresa lacra que afecta a todas las pro-fesiones y toda la sociedad.

Sabe hablar de la afectividad y delamor, y salir al paso de la fragilidademotiva y el narcisismo, endémicosen algunos ambientes.

Entre tantos buenos ratos deFrancisco con jóvenes recuerdo lacita con doce youtubers de variospaíses, que sumaban 27 millones deseguidores.

Me gustó lo que le dijo a la británi-ca Louise Pentland, especializada enbeauty blogs igual que la mexicanaDulce Candy: "Estoy muy contento deque hagas ese trabajo en el campo dela belleza. Es una gran cosa. Predicarla belleza y mostrar la belleza ayuda aneutralizar la agresividad".

Es un Papa que escucha y que reza.Que arrastra porque predica con supropio ejemplo personal. Y por esoilumina la vida de tanta gente.

JUAN VICENTE BOO@juanvicenteboo

Sg

e cumplen 400 años del nacimiento de Murillo, y Sevilla, su ciudad natal, con-memora la efeméride con exposiciones –hasta ocho–, simposios, conciertos–más de treinta– y otras iniciativas culturales. El "Año Murillo" devuelve a la vida

a uno de nuestros más gloriosos artistas del Barroco. Fue, como es sabido, el pintorpor excelencia de Inmaculadas (solo en el Museo del Prado hay cuatro de ellas), perotambién, y esto es menos sabido, de niños de la calle, especialmente en situacionespicarescas. Murillo los pintó espulgándose, comiendo frutas o dulces, con animales,jugando a los dados, vendiendo flores... Los especialistas subrayan la dulzura y ter-nura de sus personajes infantiles, para los que en ocasiones utilizó como modelos asus propios hijos. La belleza y el candor del rostro de algunas de sus Inmaculadas tam-bién procedían del de su mujer, Beatriz Cabrera.

Bartolomé Esteban Murillo (Sevilla 1617-Sevilla 1682) era de buena familia. Su pro-genitor, "un barbero, cirujano y sangrador reputado", estaba considerado un "hombrerico". Bartolomé fue el menor de catorce hermanos. Sus padres lo tuvieron siendo yamayores, de resultas de lo cual a los nueve años, y en apenas seis meses, se quedóhuérfano de ambos. Quedó entonces bajo la tutela legal de una hermana mayor y desu marido, que lo pusieron a estudiar en el taller de Juan del Castillo, un modesto pin-tor local pariente de la familia. Tendría, por entonces, 12 ó 14 años. Años después via-jaría a la Corte de Madrid, donde presumiblemente conoció a los también sevillanosVelázquez y Zurbarán, así como al granadino Alonso Cano.

Murillo, que en el siglo XIX estaba considerado el mejor pintor de la historia, fue unapersona modesta, humilde, amable y nada pretenciosa. Y un buen cristiano que practica-ba la caridad asistiendo a los enfermos y repartiendo pan entre los pobres de su parro-quia. Pobres, en esa época, había muchos en Sevilla. La ciudad, que cuando él nació tenía120.000 habitantes y era una de las más pobladas de España, vio reducida su población ala mitad tras la peste de 1649. El propio pintor perdió en esa pandemia a varios hijos.

El genial artista se casó a los 27 años. Era joven, de buen aspecto y disponía de recur-sos. Todo "un partido", vamos. Sin embargo, la novia se presentó a la ceremonia lloran-do y diciendo que la obligaban a casarse en contra de su voluntad, y el enlace tuvo quesuspenderse. Seis días después, cambió de opinión y se celebró la boda. Beatriz Cabrerafue el amor de su vida. Le dio al menos diez hijos, de los que solo sobrevivieron cuatro.Después de perder a su esposa en el último parto, Murillo no volvió a casarse.

Cuentan que el pintor tuvo siempre especial predilección por un cuadro. No erasuyo, sino de un artista llamado Pedro de Campaña. Se trataba de un Descendimiento,al que solía contemplar con frecuencia en la capilla de la iglesia de la Santa Cruz deSevilla. En cierta ocasión, el sacristán del templo, viéndolo inmóvil y ensimismadoante el lienzo, se le acercó y le preguntó qué hacía tanto tiempo allí. La respuesta delartista le dejó atónito: "Esperar a que acaben de bajar de la Cruz al Señor".

Murillo, que sobrevivió a la peste, murió con 65 años de resultas de la caída de unandamio sobre el que estaba pintando. En su testamento había pedido ser enterradoen esa iglesia, hoy desaparecida.

JOSÉ IGNACIO RIVARÉS

Sg

NÚM. 133, ENERO-FEBRERO DE 2018 SUPERGESTO 19

S

e lo atrevidos y geniales que sonlos niños saben mucho los mi-sioneros, por eso les hemos pe-

dido a dos de ellos, a Alicia Giraldo, mi-sionera en Costa de Marfil, y a DanielMaría Mateos, misionero en Luanda,Angola, que nos lo cuenten.

Alicia está rodeada de muchos niñosen su misión. Niños a los que le falta decasi todo y, aún así, se atreven y se aga-rran a la esperanza con una sonrisa. "Dehecho ellos son pequeños misioneros.Porque oran en su grupo, porque apren-den a conocer el Evangelio y hablan de

él en su lenguaje a sus padres, que mu-chos no son cristianos, sino musulma-nes, animistas, o bien nada de eso; por-que se visitan unos a otros, porque ensus actividades ayudan y dan alegría aotros niños, porque se olvidan de surealidad para pensar en la tristeza de losotros. Porque en su sencillez e inocen-cia dan amor en todo momento".

A este respecto, Daniel, desde Luan-da, la capital de Angola, añade que "sin

Atrévete a ser misionero es la invitación que este año el Secretariado deInfancia Misionera les hace a todos los niños con motivo de su Jornada quecelebrarán el próximo 28 de enero. A esta llamada se une también la del papaFrancisco que les pide que sean atrevidos, valientes, para contribuir a crear,entre todos, un mundo de hermanos. "Atreveos a ir contracorriente; atreveostambién a ser felices", les dice el Papa. Y añade: "Queridos niños: con vuestraoración y vuestro compromiso colaboráis en la misión de la Iglesia".

D

24 SUPERGESTO NÚM. 133, ENERO-FEBRERO DE 2018

ninguna duda los niños pueden ser mi-sioneros, independientemente de su si-tuación política, económica, cultural...pues ser misionero significa cumplir lamisión que Jesucristo nos ha encomen-dado: ser sal, luz y fermento para elmundo. Por eso esta misión puede rea-lizarse en cualquier lugar, pues los re-cursos necesarios para poder llevarla acabo es conocer el amor infinito de Diosmanifestado en su Hijo Jesucristo. Nohace falta nada más".

Alicia Giraldo, Misionera de Santa Tere-sita, tiene en su misión a un grupo de cienniños de Infancia Misionera. "Este año he-mos llegado a 105, por el momento...",aclara. Cuenta que tienen la ventaja deque la gente allí las conoce mucho por sutrabajo en el hospital, además tienen uncomedor escolar para niños huérfanos ymás pobres, un centro de alfabetizaciónpara mamás y jóvenes... esto hace que es-tos niños del barrio quieran implicarse. "Elniño africano es muy sociable y solidariocon la enfermedad, la pobreza que lesagobia... Bueno, aquí puedo escribir un li-bro con estas cuestiones, pero, sobre to-do, ellos rezan el rosario en las casas desus compañeros y con sus papás. Si hayuno de ellos enfermo, el día de reunionesoran por él o van a visitarlo. Aquí hay mu-cho sida, paludismo..., muchos niños na-cen ya con sida. En grupo, ellos olvidansus tristezas y tienen razones para seguiradelante. Además, cuando rezan el PadreNuestro, el Ave María, eso es un alivio por-

que es un coro poderoso,unido al de la Iglesia univer-sal", explica orgullosa de susniños de Infancia Misionera.

Y aunque parezca increíble, los niñosde la parroquia de Daniel, en Luanda,también son de Infancia Misionera. "Elgrupo nació en la parroquia hace aproxi-madamente 20 años, cuando el párrocodecidió que los niños podían contribuircon su testimonio y con todo lo queaprendían en la Iglesia a transmitírselo alos niños de su barrio y a sus compañe-ros de colegio. ¿Qué hacen? Pues dar tes-timonio de su fe y de Jesucristo, visitarenfermos, ayudar a otros niños... y esteaño han decidido también formar un gru-po coral para cantar en las misas y en lasfiestas y actividades de la parroquia, y deesta forma evangelizar a otros niños pormedio de las canciones y de la música".

Le preguntamos a este joven misioneromadrileño -tiene 32 años- cómo lo consi-gue: "Pues haciéndoles ver que Dios les haescogido para una gran misión, y que sonmuy afortunados de que alguien les hayahablado de Él y hayan podido conocerle,y que hay todavía muchísimos niños quetodavía no han tenido esta suerte". Añade,con mucha simpatía, que, al principio, nofue tan fácil. "Cuando llegué, recién orde-nado, a la parroquia, los niños pequeñosse pensaban que yo era Jesucristo, porquecomo era blanco, tenía entonces unos 27años, tenía barba... como todas las imáge-nes que habían visto de Jesucristo era de

un hombre blan-co, de más o me-nos mi edad, conbarba... entonces

todos los niños se acercaban y me toca-ban y decían: ¡Jesús!, ja,ja".

También Alicia, misionera en Colom-bia durante cinco años y ahora en Costade Marfil, quiere aportar su nota simpá-tica. Cuenta que a su grupo de InfanciaMisionera se quieren apuntar todos. Re-cuerda la insistencia de un pastor evan-gélico al que sus hijos no lo dejaban enpaz, y pensó: "Por qué no, rezamos to-dos a un mismo Dios. Además ellos meganan, quieren ser como los otros niñosy rezarle a la Virgen". O cuando un pa-dre musulmán se empeñó, sí o sí, en lle-var a sus hijas al grupo porque veía salira los niños muy felices. "Y así el grupode Infancia Misionera se va haciendomás grande cada día", añade.

Actualmente la Infancia Misionera seha extendido por todo el mundo. Sonmás de 130 los países en donde estaObra está activa. Y son millones los ni-ños que actualmente ayudan a otros ni-ños en dificultad. El Fondo Universal deSolidaridad de la Obra de Infancia Mi-sionera distribuyó en 2016 un total de16.941.176,76 euros, para sostener 2.858proyectos de ayuda a la infancia de losterritorios de misión. La aportación deEspaña ha sido de 2.764.424,95 euros.

MONTSERRAT VILASECA

NÚM. 133, ENERO-FEBRERO DE 2018 SUPERGESTO 25

Sg

Actualmente la Infancia

Misionera se ha extendido

por todo el mundo.

Son más de 130 países

en donde está.

34 SUPERGESTO NÚM. 133, ENERO-FEBRERO DE 2018

Jacinta tiene 20 años,estudia Trabajo Socialen la Universidad de

Murcia y en el verano de2017 hizo su primera expe-riencia misionera enDouala (Camerún). Allídescubrió que "la misiónno es un viaje sino unaforma de vida". Una formade vida que contiene la"fórmula" de la felicidad:

"No hay otra cosa que ten-ga más sentido que apro-vechar la vida que tene-mos y darle sentido ofre-ciéndola a los demás,transmitir la alegría desentir que cada día es unaoportunidad para ser me-jor y estar verdaderamen-te convencido de que to-dos tenemos algo bueno ynecesario que aportar a

Cuando el misionero javeriano Paulino Ramírezacompañó a los jóvenes de la diócesis de Cartagena ala JMJ de Polonia, no se imaginaba que contar a loschicos su vida en Camerún iba a ser la chispa que encendiera en ellos el deseo misionero. Al regresar a Murcia, Paulino comentó esta inquietud en la diócesis, y de ahí surgió el Grupo Joven Misioneroque ya ha tenido su primera experiencia en Camerún.

este mundo". Ana, una au-xiliar de enfermería de 22años que estuvo con Jacin-ta en Douala, se ha dadocuenta de que "para la mi-sión no es necesario irse aÁfrica", aunque esta fue "lamejor experiencia" de suvida y, sin duda, la volveríaa repetir. Pero lo más im-portante para Ana es que"hacer misión también esconocer las necesidades delas personas que tenemoscerca y poder ayudarlas".

¿Qué vivieron Jacinta yAna en la misión para sen-tir que sus vidas habíancambiado? La respuesta lada María, otra joven delGrupo Misionero, que haaprendido de los pobres yenfermos mucho más de loque ella les haya podido en-señar: "Eran pobres mate-rialmente pero ricos espiri-tualmente. No tenían nadapero creían en Jesucristo.Estaban vacíos de cosas ma-teriales pero llenos de Dios.Aquí materialmente quizáslo tenemos todo y, sin em-bargo. queremos más ymás, y nos olvidamos deque lo único que puede lle-nar ese vacío que sentimosen nuestro interior es Dios".Lo que han visto los jóvenesque viajaron a Douala esque lo que da la fuerza aaquella gente "para seguiradelante, a pesar de los su-frimientos y dificultades decada día, es la fe en Jesu-

cristo". En algunos casos, laexperiencia misionera hasido un revulsivo para lavida de fe. Ana confiesaque fue a Camerún "en unmomento de crisis de fe", yallí se reconcilió con ella;en África, vio "la necesidadde las personas". Laura,otra de las chicas del Gru-po Misionero, había pasadouna racha alejada de Dios,"sin ir a Misa", pero "gra-cias a esta misión", ha au-mentado su "amor a Dios".

Con los jóvenes viajó aCamerún el delegado de Ju-ventud, Antonio Jiménez; yen representación de laDelegación de Misiones, eljaveriano Paulino Ramírez.Las Delegaciones de Juven-tud y Misiones de la Dióce-sis de Cartagena trabajancontinuamente con los chi-cos del Grupo Misionero. Elobjetivo principal de este

trabajo conjunto, como re-cuerda Paulino, "es ponera nuestra pastoral juvenilen estado de misión ycrear un clima permanenteen nuestras comunidadespara que los jóvenes sesientan discípulos misione-ros". O como dice el dele-gado de Misiones, José LuisBleda, "la iglesia de Carta-gena tiene un único objeti-vo: la evangelización".

Lo primero que los res-ponsables del Grupo re-cuerdan a los jóvenes an-tes de viajar es que todostenemos "la vocación mi-

sionera por el bautismo", yque, aunque puede haber"un tiempo de misión, esimportante el tiempo don-de sembramos los frutosrecogidos en nuestras co-munidades y compartimoslo vivido con nuestras gen-tes". Paulino subraya que"después de la misión vie-ne lo bueno" y añade que"si se ha descubierto la lla-mada a evangelizar en eldía a día de la misión per-sonal, habrá merecido lapena la experiencia".

Los jóvenes le han hechocaso y continúan la misión

aquí. Muchos de los que es-tuvieron en Camerún hanparticipado activamente enla pasada campaña del Do-mund, ofreciendo sus testi-monios en diferentes parro-quias y colegios, organizan-do vigilias de oración o mer-cadillos solidarios. Para in-vitar a sus amigos a teneruna experiencia semejantea la suya, nos quedamoscon la invitación de Ana: "Aque vean la vida desde otraperspectiva; no todo es fá-cil, las personas sufren y noporque se hayan peleadocon sus parejas o porque no

tengan que ponerse el finde semana. Hay problemasmucho más graves y aun asíla gente sigue adelante ysiempre con una sonrisa".

"Es una experiencia quetodo el mundo deberíarealizar al menos una vezen la vida", concluye.

ANA FERNÁNDEZ DORA RIVAS

NÚM. 133, ENERO-FEBRERO DE 2018 SUPERGESTO 35

Sg

Grupo Misionero de Cartagena

www.delejucartagena.es

[email protected]