TRABAJO-PRESENTACIÓN:

SEMINARIOMECANISMOS NEURÓTICOS

CURSO SUPERIOR GESTALT 2009

Realizado por:

José Antonio Reverte PozoAntonio Fernández EsteveInma Vidal Peiró

Tutora:Clara Álvarez

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ÍNDICE

1. Introducción1.1. Bosquejo histórico1.2. Conceptos relacionados1.3. Aspectos fundamentales del concepto de resistencia en terapia gestáltica

2. Mecanismos Neuróticos 2.1. Introyección 2.2. Proyección 2.3. Confluencia 2.4. Egotismo 2.5. Desensibilización 2.6. Retroflexión 2.7. Deflexión 2.8. Proflexión

3. El lado sano de los Mecanismos Neuróticos 3.1. Aprovechar la estructura del Mecanismo

A) DesensibilizaciónB) IntroyecciónC) ProyecciónD) RetroflexióinE) ConfluenciaF) DeflexiónG) ProflexiónH) Egotismo

3.2. Antídotos para los Mecanismos Neuróticos 3.3. Movilización de energía entre opuestos

A) Introyección-ProyecciónB) Retroflexión-Confluencia

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C) Proyección-RetroflexiónD) Confluencia-Introyección

4. Algunas indicaciones clínicas para el abordaje psicoterapeútico de los principales Mecanismos Neuróticos

A) ProyecciónB) RetroflexiónC) IntroyecciónD) Confluencia

5. Referencias bibliográficas

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MECANISMOS NEURÓTICOS

1. INTRODUCCIÓN

El modelo de los MECANISMOS NEURÓTICOS (MN), puede ser considerado como uno de los pilares esenciales de la práctica clínica desde la perspectiva de la terapia gestáltica, hecho avalado por la circunstancia de haber sido aceptado tanto por la corriente gestáltica de la escuela de Cleveland (Este) como por la californiana (Oeste) siendo esta última poco dada a aceptar los elementos de corte teórico.

A continuación vamos a exponer en este trabajo una descripción más o menos exhaustiva de los conceptos de RESISTENCIA (R), así como de los MN como expresión de las transacciones de la misma descritos a lo largo del proceso evolutivo clínico por los terapeutas gestálticos.

1.1. BOSQUEJO HISTORICO

El concepto de R es un concepto psicoanalítico descrito por primera vez por S. FREUD quien observó que a lo largo del desarrollo de una análisis que discurría de modo favorable, en un momento dado el cliente parecía ”que fuerzas psíquicas del paciente se oponen a los procedimientos y procesos de análisis , es decir, que estorban la libre asociación, que obstaculizan los intentos del paciente por recordar de lograr y asimilar los insight, que operan contra el Yo razonable del paciente y su deseo de cambiar, pudiendo ser consideradas todas estas fuerzas como RESISTENCIA...”.

Así, desde el punto de vista psicoanalítico clásico, la R es un proceso la mayoría de veces inconsciente que es explicada por la aparición de elementos o tendencias que son consideradas por el paciente como potencialmente peligrosas para él y siguiendo el imperativo terapéutico psicoanalítico, deberán hacerse conscientes para su erradicación ypor tanto, será la condición necesaria para que se produzca la “curación” del proceso neurótico.

Las diferentes formas que adoptó la R desde el punto de vista operativo fueron denominadas por Freud MECANISMOS DE DEFENSA y F. Perls mantuvo la palabra MECANISMOS, a pesar de discrepar

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profundamente del modelo mecanicista freudiano tan en boga a finales del XIX y principios del XX, por entender que la actuación de estos básicamente es automática, al margen de la conciencia y la voluntad del sujeto.

FRITZ PERLS, se había formado como psicoanalista y además fue analizado a su vez por varios por lo que estaba completamente familiarizado con el concepto de R tradicional.

Quizás fueron dos analistas heterodoxos los que más huella dejaron en el modo en que afrontó la creación del modelo que daría lugar a la TERAPIA GESTALT. Estos fueron KAREN HORNEY y WILHEM REICH .

HORNEY hacía fundamentalmente hincapié en la importancia crucial de las relaciones interpersonales y su intervención en la formación del núcleo enfermo de la neurosis.

W. REICH fue aún más lejos en la heterodoxia de sus postulados y el estudio de la R lo llevó a acuñar dos nuevos conceptos:

El primero: El carácter en su totalidad constituye la resistencia más profunda a la maduración de la personalidad.

Segundo: El MECANISMO DE DEFENSA REPRESION (quizás el más importante) no solo se trata de una instancia psíquica sino que tiene también un sustrato fisiológico y somático, acuñando el término de CORAZA CARACTERIAL.

Otras corrientes de pensamiento que influyeron en PERLS fueron:El PSICODRAMA de L. MORENO, religiones orientales como el TAOISMO y el BUDISMO ZEN, y una corriente filosófica en boga durante los años veinte del siglo pasado llamada TEORIA DE LA GESTALT de la que obtiene material (teoría del campo, relación fondo-figura) y de la que incluso toma el nombre.

1.2. CONCEPTOS RELACIONADOS

Para llegar a tener una visión cabal de los MN es imprescindible exponer una serie de conceptos que forman parte de la base teórica además de en la actitud gestáltica como son:

TEORIA DEL CAMPO. NOCIONES DE CONTACTO Y AJUSTE CREATIVO. AUTO-REGULACION ORGANISMICA.

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TEORIA DEL CAMPO: Siguiendo a Yontef: ”es un método de exploración que describe el campo total del cual el evento actual forma parte en vez de analizarlo en términos de categoría a la que pertenece por su “naturaleza” (p.e. la clasificación aristotélica), o de una secuencia causa-efecto, unilateral, histórica (p.e. la mecánica newtoniana).Así, el campo es el TODO en el cual las partes están relación y correspondencia inmediata unas con otras y ninguna parte queda al margen de la influencia de lo que ocurre en otro lugar del campo. El campo reemplaza a la noción de partículas separadas, aisladas. La persona en el espacio de su vida constituye un campo.”Toda investigación psicológica debe partir de la interacción entre un organismo y una ambiente, e incluso las mismas nociones de organismo y ambiente deben ser consideradas como abstracciones.

En TERAPIA GESTALT (TG) dos situaciones de campo requieren atención primordial:

La situación vital del paciente en su entorno habitual. Y la relación “aquí y ahora” en la sesión terapéutica.

FRONTERA DE CONTACTO: Para Perls, la experiencia humana se da, en efecto, en la frontera entre le individuo y su entorno y en consecuencia dicha experiencia es FUNCION de esta frontera y no un hecho exclusivamente intrapsíquico del sujeto.Más aún, en TG se considera que el desarrollo evolutivo del organismo se produce a partir del flujo-intercambio entre el sujeto y el medio . A la capacidad innata de discernir que es lo que se necesita incorporar y rechazar del o hacía el medio es lo que en TG se llama AUTO-REGULACION ORGANISMICA, concepto clave donde los haya en estemodelo, pues conlleva implícito la completa confianza en la naturaleza como guía óptima para el desarrollo y evolución personal.

Cuando la función FRONTERA DE CONTACTO es correcta y la AUTO-REGULACION ORGANISMICA es dueña de la situación en curso se produce lo que llamamos AJUSTE CREATIVO, consecuencia del cual será un correcto flujo organismo-ambiente y una “nutrición” óptima.

Lo anterior, conlleva a decir que un entorno en épocas infantiles particularmente neurótico condicionará, a partir de la imitación de pautas de conducta, una merma en la utilización de los recursos a su alcance por parte del niño y la estructuración de un fondofijación caracterial neurótica en el adulto a costa de interferir en el flujo sano deseable por la distorsión de la función del contacto.

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Por todo lo expuesto, podemos decir que los MN son mecanismos de auto-interrupciones del crecimiento espontáneo del organismo y se ponen de manifiesto tanto en el transcurso de la vida cotidiana del paciente como de la experiencia terapéutica.

1.3. ASPECTOS FUNDAMENTALES DEL CONCEPTO DE RESISTENCIA EN LA TERAPIAGESTALTICA.

Desde el punto de vista conceptual, podemos definir la resistencia como mecanismo relacional que opera en el límite de contacto entre mecanismo y entorno con la finalidad primordial de evitar el establecimiento de un contacto pleno en el momento presente.

Más allá, la mayoría de las veces la acción de la resistencia apunta en dos direcciones complementarias:

La evitación del contacto pleno en la experiencia organísmica como medida de protección frente a ciertas vivencias amenazantes (intranquilidad, excitación, miedo, dolor, etc.).

Y la evitación del contacto pleno con el ambiente como medida defensiva frente a una vivencia de demasiada cercanía o exposición.

En términos de la teoría de campo, el fenómeno de la resistencia siempre representa un proceso cuya aparición está determinada tanto por factores propios del organismo del cliente como por factores propios del organismo del psicoterapeuta. De hecho, como Zinker asevera, “resistencia es un término que sólo denota una observación exterior de mi estado de renuencia. Aunque lo que puede observarse es que yo me resisto a alguna conducta, idea o actitud, mi propia experiencia me dice que estoy actuando para preservar, mantener y acentuar mi propio yo, mi integridad. Y lo que a usted en la superficie que observa, se le presenta como una renuencia casual al cambio, puede constituir para mí una crisis espiritual, una lucha por mi vida”.El cliente, a menudo siente o intuye que se está cuidando a sí mismo, aunque muchas veces la resistencia no es una actividad que se lleva a cabo de manera consciente. Ocurre de manera automática y pocas veces es resultado de una elección personal deliberada. Por lo dicho, resulta imprescindible diferenciar entre dos aspectos básicos de la resistencia. Por un lado, su intención de autoprotección, motivación que debe serrespetada y entendida en el contexto, y, por otro lado, sus medios, que tienden a ser anacrónicos y habiendo dejado de tener sentido en la situación presente, dificultan el reconocimiento consciente de que existen formas diferentes, más satisfactorias y más congruentes de lograr efectos

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idénticos. Así, para los terapeutas geltásticos, la aproximación a la comprensión global de la resistencia debe abarcar diferentes aspectoscomplementarios que revelan su complejidad intrínseca:

En términos del imperativo de la supervivencia del organismo, la resistencia representa una medida defensiva frente a la percepción de una amenaza y cuya intención es preservar la integridad organísmica.

En términos contextuales, la resistencia es la forma más oportuna de la cual dispone el individuo para resolver una problemática simultáneamente objetiva y subjetiva que surge en el campo.

En términos de interacción terapéutica, la resistencia puede ser visualizada como un momento particular propio del diálogo entre cliente y psicoterapeuta como respuesta a un estímulo que proviene del otro.

En términos fenomenológicos, la resistencia representa una evitación de lo obvio,(recordemos que Perls define al neurótico como persona incapaz de ver en si misma aquello que es obvio para los demás).

Y en términos psicodinámicos la resistencia es un bloqueo del flujo espontáneo de la experiencia en curso.

Es importante señalar que, a diferencia de la visión psicoanalítica, las resistencias no son conceptualizadas como obstáculos que es necesario remover para acceder con rapidez a aquello que la resistencia intenta dejar fuera de la conciencia del cliente, limitando sus posibilidades de contacto con los elementos del ambiente -entre ellos, el psicoterapeuta- ycon sus necesidades organísmicas. Más bien, la terapia Gestalt asume que la resistencia es un fenómeno importante en sí mismo, puesto que es una fuerza valiosa del ajuste creativo del organismo a su entorno y que fue usada en un inicio con el objetivo de manejar condiciones ambientales desfavorables o dañinas.Por lo dicho, la resistencia es experimentada por el cliente como parte de su identidad y como expresión vital de su “si mismo (self)”. Por ello, la tentativa de romper o eliminar la resistencia sería lo mismo que romper o eliminar una capacidad de uno mismo y su aparición en la situación clínica puede ser visualizada como intento del individuo para protegerse de algún elemento del campo que percibe como amenazante. Por otro lado, la resistencia también cumple la función de conservar las formas habituales de la experiencia y de inhibir las posibilidades de cambio y crecimiento del organismo, una función que se opone a los esfuerzos terapéuticos por principio.Para Perls el hecho de acudir a terapia es ya en sí mismo, de algún modo, una defensa contra el ajuste creativo y con ello, una resistencia al propio

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crecimiento. Cree que la principal resistencia se encuentra en la reticencia del self a desarrollarse. Así, el self se controla a sí mismo para oponerse a su propio crecimiento.

Clínicamente nosotros valoramos la resistencia como una medida encaminada a proteger la personalidad del paciente y conlleva una negativa a flexibilizar, modificar o renunciar a determinados patrones muchas veces habituales pero insatisfactorios, desadaptativos o disfuncionales de interacción y contacto con el ambiente.La aparición de una resistencia señala que se ha tocado un punto donde el sujeto siente que están sus límites organísmicos con la aparición de temor derivada de la creencia de estar poniendo en peligro las fronteras de su propia identidad, situación que provoca el fenómeno de un imperioso movimiento reactivo de retirada o defensa. Los terapeutas gestálticos comprenden la urgente necesidad de autoprotección del individuo que determina las resistencias y su valor positivo como respuestas organísmicas cuando se ponen de manifiesto, en vez de visualizaras como contrariedades indeseables pero inevitables que acompañan un proceso psicoterapéutico: si él pudiese, se comportaría de modo distinto. El paso evolutivo incompleto desde el apoyo ambiental hasta el autoapoyo restringe las posibilidades de conducta y experiencia del paciente y dificulta la adquisición de nuevas pautas conductuales y en consecuencia, experienciales.

Para los psicoterapeutas, es fundamental aprender a diferenciar entre al menos dos tipos de resistencia:

RESISTENCIA TÉCNICA : Es un concepto que hace referencia a las consecuencias en la vivencia del cliente de los manejos terapéuticos incorrectos, las intervenciones clínicas carentes de tacto y/o inoportunas y las torpezas inevitables en las que el psicoterapeuta ocasionalmente incurre. Visto así, la resistencia técnica es con frecuencia un efecto secundario no intencionado y tienen que ser eliminados como otros automatismos que escapan al darse cuenta del terapeuta. Otras veces, la resistencia técnica es una resistencia consciente mediante la cual el cliente hace uso de mecanismos de evitación de contacto con la finalidad de protegerse de lo que percibe como inadecuación o falta de empatía o consideración de su experiencia presente. Se debe, por lo tanto, principalmente a la percepción de determinados aspectos de la situación terapéutica como peligrosos y amenazantes. De acuerdo con Yontef, este tipo de resistencia tiende a producirse cuando el terapeuta empuja al cliente o es excesivamente directivo con el objetivo de lograr que este último sea distinto de lo que es o/y

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cambie con rapidez. De alguna manera, la resistencia técnica es un fenómeno que actúa al servicio de la autorregulación organísmica natural y del autoapoyo maduro.

RESISTENCIA FUNCIONAL: Siguiendo a Schneider, el comportamiento del cliente se etiqueta, con fines de orientación, momentáneamente como resistencia funcional en cuanto uno descubre cómo evade, de manera complicada y quizás incluso genial, aquello que, de acuerdo a la observación del terapeuta, constituye lo obvio. Este tipo de resistencia tiende a activarse de manera inconsciente y tiene claros orígenes en las vivencias de la infancia. En la terapia gestáltica, la resistencia funcional recibe una parte importante de la atención del psicoterapeuta y la teoría de los mecanismos de la neurosis, que examinaremos enseguida, da cuenta de sus manifestaciones más definidas y mejor conocidas.

2. LOS MECANISMOS DE LA NEUROSIS COMO TRANSACCIONES DE LA RESISTENCIA (POLSTERS &POLSTERS).

Perls entiende los mecanismos de la neurosis fundamentalmente como perturbaciones que el organismo introduce en el límite de contacto y que traen consigo dificultades importantes para establecer un contacto directo y pleno con los elementos del ambiente relevantes en términos de necesidades organísmicas y, también, para la capacidad el individuo de darse cuenta de sus propias necesidades. Define estas perturbaciones como “interferencias majaderas, crónicas y cotidianas en el proceso de crecimiento y de autorreconocimiento”. Se produce en alguna medida la confusión entre el self y el entorno. En este sentido, todo mecanismo neurótico conlleva una apreciación distorsionada de los propios límites organísmicos.

Tanto Latner como Yontef han especificado que la confusión entre el self y el ambiente indicada por Perls como aspecto significativo de la acción de los mecanismos neuróticos puede manifestarse, por un lado, como difusión, impermeabilización, disolución o pérdida de la frontera de contacto y, por otro lado, como alteración de su naturaleza, de sus características definitorias o de su ubicación real.

Aunque las perturbaciones del límite de contacto operan a través de algunos mecanismos neuróticos distinguibles entre sí, los terapeutas gestálticos creen que un tipo determinado de comportamiento neurótico

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es el resultado de la interacción dinámica entre estos mecanismos y no de su acción aislada. Así, cualquier mecanismo contiene o implica facetas del funcionamiento de los restantes.

La comprensión adecuada de la teoría de los mecanismos neuróticos está ligada a su modelo descriptivo de las etapas del fenómeno de contacto. Desde esta perspectiva, las diferencias entre las diversas perturbaciones del límite de contacto guardan una relación estrecha con la etapa específica del proceso de contacto entre organismo y ambiente durante la cual se produce, en efecto, el trastorno. Las perturbaciones del límite decontacto precisan, a su vez, en qué momento del ciclo de contacto tiene lugar la resistencia del cliente.

Repasamos las fases del CICLO DE CONTACTO (hay diferentes modelos). Vamos a citar el de terapeutas gestálticos como Zinker y Kepner, que involucra las siguientes etapas:

Aparición de una sensación. Darse cuenta de la necesidad emergente que la sensación señala. Movilización de suficiente energía como para iniciar la

satisfacción de la necesidad emergente. Acción en el sentido de “la conducta o movimiento que lo pone a

uno en contacto”. Contacto en el sentido de aquel proceso “por el cual me

comprometo...” con el elemento relevante del ambiente. Y retirada.

Las dificultades surgen en cuanto este ciclo es interferido de modo habitual por medio de la utilización de mecanismos neuróticos que ocasionan perturbaciones significativas del límite de contacto, ya que, en este caso, el individuo es incapaz de encontrar satisfacción a sus necesidades, una situación, que tarde o temprano conduce a un cierto grado de malestar.

A continuación describiremos los diversos mecanismos neuróticos que la teoría de la terapia Gestalt ha reconocido y conceptualizado desde las formulaciones originales de Perls, a partir de los cinco mecanismos detallados por Perls, Goodman y Hefferline en 1951. Los terapeutas gestálticos contemporáneos han ido describiendo nuevos modelos de mecanismos neuróticos quedando ahora la lista en:

DESENSIBILIZACIÓN INTROYECCIÓN PROYECCIÓN RETROFLEXIÓN

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EGOTISMO DEFLEXIÓN PROFLEXIÓN CONFLUENCIA

Aaunque a sabiendas de la complejidad del asunto estamos abiertos a la posibilidad de aumentar el número de éstos a partir de la descripción de otros matices y modelos.

2.1. INTROYECCION

Es posiblemente el MN mejor conocido y fue descrito desde el principio por Perls utilizando una metáfora en la que la que equipara la alimentación física con la “nutrición” desde el punto de vista de los contenidos psicológicos y habla de la necesidad de incorporar elementos del ambiente en una primera fase (una manzana es su ejemplo) y una labor fisiológica llevada a cabo por las estructuras digestivas que van a producir una desestructuración de los elementos “crudos” haciéndolos asimilables por el organismo. Dicho esto, podemos decir que la INTROYECCION es el MN en que sólo se incorpora el material psicológico externo sin que se produzca la segunda fase desestructuradora necesaria para la asimilación y subsiguiente crecimiento evolutivo del sujeto tendente a culminar en el auto-apoyo.

Esto se traduce desde el punto de vista clínico en la aparición de un MN mediante el cual “incorporamos dentro de nosotros mismos, patrones, actitudes, conductas y modos de pensar que no son verdaderamente nuestras “. Puede ser interpretado como una especie de pseudo-metabolismo que implica “incorporación” pasiva de elementos del entorno que no son digeridos y por tanto no son asimilados. En este sentido, un introyecto es un contenido específico (p. ej: un valor, una creencia, una pauta de conducta, una reacción habitual, etc.) que el organismo incorpora de modo no selectivo, sin ser asimilado y que es adoptado como propio en base a una imposición externa llevando esto a que lo identifiquemos como propio lo que no lo es dando lugar a la apreciación por parte de los demás a la configuración de una personalidad impostada, inauténtica, “una personalidad como si” basada en la imitación.

En el ciclo gestático el introyecto se va a producir entre la etapas del “darse cuenta y la mivilización energética”, es decir, el organismo renuncia a “agredir” el contenido introyectado no movilizando los

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recursos necesarios para disgregar-cuestionarlo. Así, el individuo no se plantea aclarar la naturaleza de su necesidad y acaba confundiéndola conla necesidad del otro.

Desde el punto de vista de la ubicación del límite de contacto, se corre hacia fuera, es decir, elementos percibidos como propios son en realidad “artefactos” del ambiente que están ocupando un espacio como en “una mochila”, son transportados pero no forman “parte de uno”.

En términos evolutivos es posible que la introyección sea un estratagema destinado a intentar identificarse el niño con el “enemigo” (habitualmente los padres) favoreciendo dicho proceso la conducta excesivamente exigente en cuanto a labores de desempeño por parte del adulto que a menudo se sustenta en reglas constantes y rígidas de conducta: Los DEBERIAS, TIENES QUE..., HAY QUE SER, que casi nunca tienen que ver con las que se darían si se tuviera presente en primer término las necesidades del niño, tratándose con frecuencia de padres que exigen la satisfacción de sus demandas narcisistas insatisfechas, debido a lo cual el niño ve sus necesidades desplazadas de manera crónica.

Todo lo dicho resulta en una erosión de la “identidad organísmica” del niño y disminuyen cada vez más su confianza en sus reacciones espontáneas. Hay una rendición y los valores externos logran imponerse produciéndose una actitud crónica de resignación y sumisión. Se ve forzado a prescindir sus propias normas potenciales, percibidas a menudo como principios egoístas que van en contra de las afirmaciones del tipo:”Así es como debe ser”. De este modo, el desplazamiento de la necesidad emergente es llevado a cabo a través de lo que llamamos “inversión del afecto”, en la terminología psicoanalítica; así el que introyecta asume su apetito frustrado invirtiendo su afecto antes de que pueda reconocerlo. Este cambio de dirección se hace, sencillamente, mediante la inhibición misma. Lo que se quiere se siente como inmaduro, desagradable, inapropiado, etc,... o al revés, si es un impulso para rechazar algo que está inhibido (oponerse a la “nutrición forzada”), se convence de que se trata de algo conveniente y bueno, que eso es realmente lo que él desea.

La introyección entonces se produce en dos fases: Primero: el introyector toma del ambiente los elementos objeto del

introyecto desde la creencia de no disponer él mismo de recursos.

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Segundo: olvida que está actuando por cuenta ajena, y al perder conciencia de ello acaba creyendo que los contenidos psíquicos son realmente suyos.

Clínicamente, el introyector desarrolla una personalidad poco espontánea como consecuencia de que sus contenidos mentales están saturados de: debes..., así es como..., tienes que... y otra opiniones prestadas y pasando a regir su funcionamiento el cúmulo de introyectos que se encargan de mantenerlo más o menos inconsciente y percibiendo el resultado de lo dicho como una sensación de incomodidad e insatisfacción producto de la aparición de incompatibilidades, que por otro lado son inevitables, entre lointroyectado y sus necesidades organísmicas.

Para terminar, comentar tres características estructurales de la personalidad del introyector que a su vez explican el origen y mantenimiento de los introyectos; estas son:

La impaciencia La pereza Y la avidez

Impaciencia: pretende engullir con rapidez cualquier material disponible.Pereza: Evita le agresión necesaria para desestructurar dicho material.Avidez: Pretende conseguir la mayor cantidad de material posiblemente en un intento de neutralizar la ansiedad y el malestar latente creyendo que a más cantidad de contenidos menos posibilidades de errores vitales causantes de sus recurrentes frustraciones.

2.2. PROYECCIÓN

Perls la define como “un rasgo, una actitud, un sentimiento o un fragmento de comportamiento que, realmente, pertenece a tu propia personalidad, pero que no es experimentado como tal; en vez de esto, se atribuye a objetos o personas del entorno y luego se experimenta como dirigida por ellos hacia ti, en vez de que sea al revés”. Sería como el reverso de la introyección e implica la tendencia a hacer responsable al ambiente de lo que se origina en uno mismo.

Los terapeutas gestálticos consideran, en términos generales, que la proyección puede ser entendida como “una interrupción en el contacto al tratar una parte de si mismo como si fuera un objeto del entorno” y, por otro lado, reconocen que el imputar al ambiente lo complementario a lo

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que el organismo experimenta como manera de legitimar su propia experiencia también puede ser considerado proyección.

Desde el punto de vista del proceso de contacto, el límite de contacto es reubicado un poco demasiado a nuestro favor, de modo que el organismo percibe y experimenta partes de sí mismo como si fueran partes del entorno y en el proceso de contacto se encuentra consigo mismo.

Desde la perspectiva de las etapas del ciclo gestáltico, la proyección actúa interfiriendo el contacto pleno entre las etapas de sensación y darse cuenta; en la proyección el organismo es capaz de experimentar con claridad la sensación corporal que señaliza la aparición de una necesidad organísmica y la emoción que la acompaña. Sin embargo, no asocia la sensación y el afecto consiguiente con el self y no se identifica con ellos y, por lo tanto, es incapaz de generar una respuesta activa de búsqueda de satisfacción de la necesidad específica emergente; de hecho, el individuo que proyecta inhibe los impulso psicomotores organísmicos para evitar el proceso de “dejarse llevar” por las implicaciones de su vivencia corporal. Con ello, el cuerpo se transforma en un objeto de la experiencia, deja de ser vivenciado como sujeto experiencial y es tratado como si fuera ajeno al self.

Perls describió en el proceso de la proyección al menos cinco fases: En primer lugar, el organismo es consciente de la naturaleza de un

impulso que ha surgido y a sí mismo de los objetos ambientales. En segundo lugar, interrumpe su propia actitud agresiva hacia el

entorno. En tercer lugar, el individuo pierde la sensación de que es él quien

experimenta el impulso por lo que dicho impulso presente es excluido de las posibilidades o actividades que el individuo considera aceptables para sí mismo y para el ambiente. No obstante, permanece el darse cuenta de que tal impulso o necesidad existe.

En cuarto lugar, el origen del impulso o la necesidad es trasladado hacia el mundo exterior, típicamente hacia alguna persona en particular (pantalla).

En quinto lugar, el impulso parece dirigido, a la fuerza, hacia el propio organismo porque tu “yo”, sin que sea consciente de ello está a la fuerza interrumpiendo tu impulso dirigido hacia afuera.

La proyección conlleva una incapacidad para soportar la responsabilidad de los propios deseos y sentimientos.

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Clínicamente, veremos que paradójicamente, el organismo tiende a manifestar una actitud de provocación pasiva respecto del ambiente, lo cual indica la presencia de un deseo profundo, aunque negado y reprimido, de acercamiento y contacto con determinados elementos pertenecientes al entorno. Así, dado que el individuo, por distintas razones, se siente incapaz de iniciar la interacción con el entorno, concreta este deseo adjudicando su propia motivación al ambiente con el objetivo de conseguir que el entorno de inicio a un intercambio; así, se inmoviliza y espera que su problemática le sea solucionada desde afuera sin su interacción activa. En vez de ser un participante activo en su vida, se convierte en objeto pasivo y víctima de las circunstancias. Sin embargo, cuando el contacto está a punto de producirse y/o se produce, el individuo experimenta una intensa ansiedad ya que se encuentra con su propia agresión. De este modo, la proyección busca lograr una escenificación del escenario que el individuo, de modo simultáneo, más desea y más teme.

La mayor parte de las proyecciones está ligada íntimamente a la activación de ciertos introyectos inconscientes, percibiendo determinados introyectos como partes intrínsecas de sí mismo y experimenta aquellas facetas de su personalidad de las cuales se quiere deshacer como introyectos e inaceptables e indigeribles. Espera liberarse de estosintroyectos fantaseados, que en realidad no lo son ya que son partes proyectadas de sí mismo.

La proyección surge de una sensación intensa de que el organismo no podrá, al mismo tiempo, sobrevivir y poseer sus impulsos y necesidades, ya que identificarse con ellos amenaza con implicar al individuo en situaciones, que según cree, lo ponen en peligro. Por ello, determinados impulsos y necesidades son negadas y proyectadas en el entorno y, así, la personalidad se empobrece.

La proyección involucra borrar la realidad y destruir lo verdadero y precipita la necesidad de llenar el hueco que se ha creado mediante fantasías. Donde teníamos aspectos que no podíamos soportar, llegamos a tener vacíos porque hemos vertido partes de nosotros mismos en el ambiente.

Perls reconoce el rol significativo que juega la fantasía en la personalidad del individuo que proyecta en al menos dos sentidos:

Por un lado, el mundo interno de la imaginación parece manifestar una tendencia a ser muy activo y vívido.

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Y, por otro lado, en muchas ocasiones “los individuos han hecho suposiciones basadas en sus propias fantasías y no han reconocido que son solamente suposiciones”.

Latner opina que las circunstancias descritas colocan al individuo en una posición de desvalimiento infantil porque no puede experimentar partes de sí mismo que le permitirían custodiarse a sí mismo permaneciendo, de este modo, inmaduro y dependiente del apoyo ambiental.

Para Perls, la proyección esencialmente es un fenómeno INCONSCIENTE. La persona que proyecta no puede distinguir en forma satisfactoria entre el mundo interior y el exterior. Visualiza en el mundo exterior aquellas partes de su propia personalidad con la que se niega a identificarse. El organismo las experimenta como si estuvieran fuera de las fronteras del ego y responde consecuentemente con agresión.

Clínicamente, el individuo que proyecta de forma habitual se caracteriza por un aspecto marcado por la rigidez muscular, por una actividad fantasiosa cargada de imágenes ligadas al sufrimiento y a una sensación de amenaza y, así mismo, por una tendencia al pensamiento rumiativo y cargado de afectos. Tiende a presentar una serie de “pruebas” de que aquello que imagina corresponde a lo que observa y, en este sentido, muchas veces se apropia de un elemento verdadero y lo adorna exagerando su relevancia. Así, mediante la utilización de justificaciones y racionalizaciones, construye su propio daño, experimentándolo como daño que le es infringido desde afuera.

Un aspecto peculiar del proyector habitual constituye la elección de “pantallas adecuadas” de proyección; éstas exhiben al menos algún rasgo o actitud parciales que facilitan la justificación de la proyección.Además, el individuo que proyecta tiende a tener aguda conciencia de sus propias facetas personales negadas como características presentes en los demás y, en consecuencia, emite con facilidad juicios sobre las demás personas y actúa en base a sus juicios sin verificar si acaso se corresponden o no con la realidad. Cuando dice “ellos”, por lo comúnquiere decir “yo”. Gran parte del tiempo sólo ve en el entorno reflejos de las partes negadas de su propia personalidad con lo cual estrecha sus posibilidades de contacto con el entorno real. Así, trata la experiencia de su propio cuerpo como si fuera algo que le sucede al cuerpo como si estuviera fuera del self y se experimenta como emocionalmente separado de sí mismo. La desconexión respecto del cuerpo amortigua el impacto de las sensaciones corporales en la organización de su conducta y omite datos relevantes para el reconocimiento de las necesidades organísmicas

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emergentes. La necesidad de estos individuos de controlar sus cuerpos indica cuán fuera de control sienten que está su sí mismo corporal. Esta necesidad de control rígido sobre los impulsos del cuerpo, por su parte, favorece la expresión impulsiva y explosiva de sentimientos y conductas que, cuando se producen, son vividas como ajenas al self.

Para terminar, hacer mención de la importancia que tiene el diferenciar entre la proyección psicopatológica y la “normal”. La proyección psicopatológica es la ausencia del darse cuenta respecto de su ocurrencia y respecto de la manipulación del límite de contacto, así como una falta de capacidad para responsabilizarse de aquello que se proyecta y para reconocer la contribución de las propias fantasías a la construcción de la propia percepción. Por otro lado, ha quedado claro que existen diferentes grados de proyección, variando desde la paranoia hasta los prejuicios.

2.3. CONFLUENCIA

La característica básica de la confluencia es la de la disolución de la frontera de contacto. El individuo no experimenta ningún límite entre el mismo y el entorno y, en consecuencia, se siente fusionado con lo que lo rodea.

En tales circunstancias no es posible un pleno contacto ya que el contacto supone el encuentro del organismo con aquello que le es externo. La ausencia de percepción del límite de contacto implica que el individuo pierde toda sensación de si mismo como entidad separada del entono.

La confluencia en el ciclo gestáltico: La confluencia guarda relación con una interrupción entre las etapas de contacto y reposo al final del ciclo y también, superponiéndose a la desensibilización y a la represión, supone una interrupción entre las etapas de reposo y sensación al inicio del ciclo.

El individuo no es que quede “pegado” al contacto en curso. El individuo se encuentra anclado a una sensación de seguridad y familiaridad que le produjo una experiencia ya pasada y que le impide que una nueva necesidad o deseo se manifieste. El organismo no siente ninguna necesidad, deseo, apetito o urgencia y no es capaz de discriminar entre el mismo y el entorno.

El crecimiento natural del organismo se ve impedido acarreando rutina y estancamiento en la vida de un individuo.

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El individuo que vive en confluencia parece estar a la deriva, suele dejarse llevar por las influencias de los demás y el ritmo de la vida sin oponer resistencia o imponer una dirección especifica de elección personal.

Tiene dificultades para contactar consigo mismo y con los demás y también tiene dificultades para retirarse. Sin el componente de la retirada, el contacto con el ambiente inevitablemente se trasforma en confluencia. El individuo experimenta un estado de confusión que le impide saber que es lo que quiere hacer y que le está impidiendo a si mismo saberlo o ponerlo en practica. No hace las cosas personal y profesionalmente porque le gusten a él sino para satisfacer a los demás. No confía en sus propias capacidades y potencialidades y evita hacerse responsable de ellas. El objetivo de gran parte de su comportamiento es el de conseguir que los demás hagan todo el esfuerzo por él. Es como volver al estado de indefensión del niño.

La confluencia está íntimamente relacionada con la introyección. Al confluir con una determinada persona y su modelo de actuar a lo largo del tiempo en realidad se está confluyendo con un introyecto.

Hay autores que piensan incluso que la confluencia está en la base de todos los mecanismos neuróticos, ya que su acción dificulta la emergencia de una determinada necesidad.

Lo curioso de este mecanismo neurótico es que suelen establecerse lo que los Polster denominan contratos de confluencia entre dos o mas personas.Este tipo de contratos suelen establecerse entre los dos miembros de una pareja, entre padres e hijos, o incluso de forma unilateral entre un individuo y la sociedad. Así, si un individuo confluente siente como si su limite de contacto se disolviera en la otra persona y por tanto se adapta a ella, la otra parte del contrato de confluencia siente como si este individuo fuese una extensión de si mismo.

La confluencia puede establecerse entonces, o bien por ajuste de la propia persona al otro o bien por medio del ajuste del otro a uno mismo:

En el primer caso, el individuo se convierte en alguien que dice a todo que si, que intenta camuflarse y pierde su propia individualidad.

En el segundo caso, el individuo no puede soportar las contradicciones y de este modo se ve obligado a persuadir, sobornar o incluso intimidar.

Esta característica de la confluencia puede observarse con claridad en padres que consideran a sus hijos meras extensiones de si mismos e

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ignoran que sus hijos están destinados a ser alguien diferente, al menos en algunos aspectos.Se ha llegado a relacionar este tipo de confluencia, en la que existe una actitud de tratar a los demás como extensiones de uno mismo, con ciertos trastornos narcisistas de la personalidad.

Este individuo prefiere hablar de “nosotros” en lugar de hablar de “yo”. Existe una confusión básica entre el mismo y los demás que se manifiesta incluso en el lenguaje.

Experimentan con rapidez el imperativo de restablecer la confluencia previa interrumpida sin importar lo que sea necesario hacer para lograrlo o bien huyen hacia el aislamiento y el mal humor sintiéndose ofendidos y haciendo recaer en el otro el peso de la reconciliación.

Hay dos reacciones emocionales muy conocidas que se encuentran vinculadas a la interrupción de la confluencia previa existente:

La culpa: Surge cuando uno asume la responsabilidad de la interrupción de la confluencia previa.

El resentimiento: Surge cuando no aceptamos el que la otra persona no se sienta culpable por la interrupción de la confluencia previa.

Ambas reacciones emocionales persiguen el restablecimiento de la confluencia perdida y la reparación de la vivencia intolerable que ello supone.

2.4. EGOTISMO.

El límite de contacto no es reubicado ni disuelto, sino que se elimina la característica central del fenómeno del contacto, la interacción reciproca entre organismo y entorno, ya que el individuo está pendiente sólo de su propia contribución y no de la del entorno.

El interés del individuo se centra en su propia identidad y en como experimenta la frontera de contacto sin importarle las cualidades de aquello que contacta o la propia naturaleza del proceso de contacto.El individuo se desconecta entonces de todo aquello que esta fuera de si mismo.

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La frontera de contacto se vuelve tan impermeable que se pierde la posibilidad de contacto con los demás y el bienestar que ello produce en el self.

Ante una situación de contacto el individuo pensando siempre en si mismo, se asegura de que no aguarda ningún tipo de peligro inesperado. Esta actitud provoca una ralentización de la espontaneidad manteniendo una introspección casi crónica.

Evita los fenómenos ambientales impredecibles a través de su tentativa de aislarse a si mismo como única realidad. Toma el control del ambiente y se apropia de el. Intenta incrementar su poder de manipulación sobre el entorno incorporando cada vez más elementos ambientales en base a un mayor conocimiento de los mismos. El egotista se convierte en soberano de su mundo y su dominio es el mismo y todo lo que entra en contacto con él. Se coloca en el centro de la vida y de manera orgullosa y arrogante, se considera la medida de todas las cosas. Percibe satisfacción cuando logra ejercer control sobre el entorno y cuando siente que resuelve una situación victoriosamente.

La falta de espontaneidad y el control deliberado de la situación contribuye a incrementar su desconfianza con respecto al mundo externo. Esta desconfianza suele llevarlo a conductas de autosuficiencia pero, sin embargo, el self experimenta un vacío profundo carente de necesidades e intereses definidos. Al estar centrado en sus propias acciones, pensamientos y sentimientos no llega realmente a conocer en profundidad al otro. El sólo sabe como controlar, manipular y vencer. Su incapacidad para entregarse y su falta de flexibilidad le dificultan enormemente para establecer vínculos satisfactorios y estables.

Cuando no logra mantener el control sobre sus necesidades organísmicas su comportamiento es impulsivo.

2.5. DESENSIBILIZACIÓN

Cuando determinadas sensaciones perturbadoras aparecen y no podemos actuar sobre la fuente ambiental que las produce ni escapar de ellas, la única solución que nos queda es alterar la percepción de esas sensaciones.

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Los seres humanos somos capaces de amortiguar el impacto de las sensaciones de dos modos:

Reduciendo la atención sobre las mismas. Disminuyendo la capacidad de percepción de sus órganos.

La desensibilización es un disturbio de la frontera de contacto que impide al organismo experimentar una sensación que llevaría a la toma de conciencia de una necesidad que busca ser resuelta, tales como:

Perturbaciones intrínsicamente incómodas (frío, hambre, dolor fisico).

Perturbaciones que se vuelven incomodas por una determinada circunstancia (por ejemplo no poder moverse).

Sensaciones que entran en conflicto con un determinado introyecto (represión).

Formas de acción del proceso de desensibilización: Atención selectiva ( no prestar atención o distraerse). Intelectualización (desconectarse de la realidad corporal). Interferir con la respiración ( se congela la vivacidad de las

sensaciones). Contracciones musculares ( para evitar la vitalidad del cuerpo).

Aquí podemos observar claramente la vinculación descubierta por Reich entre el carácter del proceso mental del mecanismo neurótico y el carácter corporal y fisiológico del mismo.

La desensibilización constituye una restricción de las posibilidades de contacto con el entorno. La vivencia que el individuo tiene de si mismo y del mundo muchas veces es de pocos contrastes. Las cosas siempre están igual sin sufrir cambios.

Con el fin de alejarse de esta experiencia plana habitual el individuo puede intentar acceder a experiencias sensoriales mas intensas a través del alcohol, las drogas o bien deportes de riesgo.

2.6. RETROFLEXIÓN

Retroflexión literalmente significa “darse bruscamente la vuelta contra algo”; es decir, una acción que inicialmente iba dirigida desde el organismo al entorno, cambia su dirección y se vuelve de nuevo hacia el organismo. De este modo, el individuo se hace a sí mismo lo que desea hacerle a su entorno o se hace a sí mismo lo que desea que su entorno le

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haga a él; trazando así una línea divisoria entre él y el ambiente pero, en realidad, dicha línea divisoria la está trazando por en medio de sí mismo.

Las retroflexiones más importantes son: El odio dirigido contra uno mismo. El narcisismo. Y el autocontrol excesivo (siendo la autodestrucción la más

peligrosa de todas).

Aquí se interrumpe el ciclo de la experiencia entre las etapas de movilización energética y acción.

Desde el punto de vista evolutivo, en algún momento del desarrollo infantil, la persona se encontró en el entorno con algo que sintió que no podía superar; en la mayoría de los casos, los cuidadores del niño se mostraron hostiles ante sus tentativas inocentes por satisfacer sus necesidades, tendiendo a frustrarlo y castigarlo. Lógicamente, las diferencias de poder garantizaron el fracaso del niño y éste, para evitar el dolor emocional, renunció a la satisfacción de sus necesidades y permitió que el entorno impusiera sus propios deseos a costa de los suyos.

Con respecto a las polaridades, comentar que la retroflexión exige al organismo dividirse a sí mismo en dos energías opuestas pero complementarias, llegándose a establecer de este modo las polaridades internas. La persona escinde su personalidad y una parte de la misma hace de la otra su entorno, llegando a constituirse en su peor enemigo. Así, lo que empezó siendo un conflicto entre organismo-ambiente, se termina transformando en un conflicto interno (“en una guerra civil”) entre dos aspectos de la personalidad o entre dos formas contrapuestas de comportarse. Este conflicto se refleja incluso en el lenguaje cuando la persona utiliza, por ejemplo, expresiones del tipo “Me pregunto…”; “Me digo…”; “Tengo que obligarme a…”; etc,…

Por otro lado, existe una íntima relación entre retroflexión e introyección, puesto que toda retroflexión tiene su origen en un introyecto consciente o inconsciente, ya que como el mecanismo de la retroflexión en el niño está vinculado al miedo a ser rechazado o castigado por el ambiente ante determinadas conductas, en el organismo infantil se genera una secuencia que, por ejemplo, incluiría los siguientes introyectos: “Mis padres no me prestan ninguna atención”; por lo tanto, “Nadie me prestará atención” y, en consecuencia, “Tengo que proporcionarme la atención por mi propia cuenta”.

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Desde el punto de vista clínico, la persona puede llegar a desarrollar alguna enfermedad psicosomática, por ejemplo, debido a un introyecto que afirma que “No hay que mostrar agresividad hacia los demás”, la persona puede volverla contra sí misma y, con el tiempo, llegar a desarrollar una enfermedad psicosomática en la que se vean implicados los demás y va a mantener dicha enfermedad a través de retroflectar de manera crónica. Otros ejemplos: “Siento rabia hacia mi compañero; en vez de expresarla, aprieto las mandíbulas y, al tiempo, padezco bruxismo”; o “Alguien me pisa y, en vez de enfadarme con él, me enfado conmigo misma porque estoy en un lugar de paso, expuesta a pisotones”.

Algunas características de los retroflectores habituales son: Pueden formular ideas y planes con una implicación

extraordinaria y, sin embargo, cuando llega la hora de actuar se sienten desernegetizados por la timidez y la inseguridad que experimentan, llegando a paralizar las acciones que iban encaminadas a materializar esos planes. Por ejemplo: “La persona decide que va a estudiar una carrera determinada, pero cuando llega el momento de matricularse siente que no va a ser capaz de sacarla adelante y desiste de la idea”.

Son capaces de aceptar la auto-agresión con más facilidad que la agresión dirigida hacia el entrono; de hecho, cuando surge la agresión hacia los demás, la viven con culpa, siendo frecuentes las actitudes de auto-desprecio y los sentimientos de inferioridad. En este sentido, la retroflexión actúa como un mecanismo de autopunición. P.e.: “Me enfado con mi pareja porque no ayuda en las tareas domésticas y luego me siento culpable”.

También son frecuentes la introspección y la racionalización en contextos que no lo requieren (p.e.: “en vez de contactar con el ambiente, la persona prefiere contactarse con su mundo interno”).

Algunas consecuencias de la retroflexión son: El repertorio afectivo y conductual será limitado, lo cual va a

impedir a la persona desenvolverse con soltura, naturalidad y espontaneidad, ya que se inclinará hacia la auto-observación excesiva.

El retroflector típico suele presentas síntomas psicosomáticos como consecuencia de contraer su musculatura de forma crónica para detener e inmovilizar determinados impulsos organísmicos. P.e.: “Puedo deprimirme y terminar con una úlcera de estómago, en vez de enfrentarme con quien me perjudica sistemáticamente”.

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En ocasiones, puede reconocerse por un sobre-desarrollo de determinados grupos musculares y por el dolor que se genera en las articulaciones que están comprimidas de manera constante.

2.7. DEFLEXIÓN

El concepto de deflexión no fue formulado por Perls, sino por los Polsters, con el fin de reemplazar el concepto de desensibilización. Algunos psicoterapeutas gestálticos la consideran como un subproceso de la retroflexión. Aquí, el organismo escoge un elemento del ambiente distinto al que podría satisfacer su necesidad plenamente y poder completar el ciclo gestáltico; es decir, el impulso es dirigido hacia un sustituto en el ambiente, enfriando así el contacto directo y real. P.e.: “Entro en una cafetería y en la barra está el chico que me gusta con un amigo, voy hacia él pero cuando llega el momento de contactar, desvío mi atención hacia su amigo y me pongo a hablar con éste”.

Existen dos tipos de deflexión: La sustitución de un objeto. P.e.: “Cuando golpeo un objeto para

expresar la rabia que tengo hacia mi jefe”. Y la sustitución de un tema. P.e.: “Cuando le respondo a otra

persona cambiando de tema para evitar una discusión”.

Ejemplos de mecanismo deflectivos son: El circunloquio; la verborrea; emplear un lenguaje vago o exagerado; ser complaciente; tomarse a risa lo que se dice; evitar mirar al otro de forma directa; hablar abstractamente en vez de ser específica; irse por las ramas; presentar ejemplos que no vienen al caso o que no son ilustradores; preferir la cortesía a la franqueza; preferir sistemáticamente emociones débiles a emociones intensas; hablar de asuntos pasados cuando la situación presente es más relevante; hablar sobre alguien en vez de hablarle a alguien; no entender lo que se está discutiendo y, por último, restar importancia a lo que se dice.

Estas conductas suelen ser frustrantes. El aburrimiento, la apatía y la desenergetización son deflexiones típicas que desestabilizan las relaciones interpersonales.

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2.8. PROFLEXIÓN

Este mecanismo fue incorporado a la teoría gestáltica por Crocker. Es una combinación entre la proyección y la retroflexión. Se trata de hacerle al otro lo que me gustaría que el otro me hiciese a mí. P.e.: “Adular el vestido de otra persona para que así se interese en mi ropa y la valore”; “Ponerme simpática en un ambiente hostil y atemorizante para ser tratada con la misma simpatía” (bar lleno de hombres).

La proflexión, en definitiva, es una forma de manipulación seductora.

3. EL LADO SANO DE LOS MECANISMOS NEURÓTICOS

3.1. APROVECHAR LA ESTRUCTURA DEL MECANISMO

Hay que rescatar el aspecto saludable del mecanismo, es decir utilizar para el crecimiento la estructura de estos mecanismos de por si inevitables.

A) DESENSIBILIZACIÓN

En determinados momentos la desensibilización puede resultar muy útil e incluso indispensable:

Aliviar determinadas necesidades físicas como el hambre o el dolor. Aliviar el sufrimiento ante una perdida.

B) INTROYECCION

Hay una tendencia natural a absorber aquello que se desarrolla en nuestro entorno. Los dialectos y los acentos del lenguaje se “pegan” sin que nos demos cuenta. Los niñitos caminan y se mueven como sus padres sin intentar imitarlos.

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La introyección constituye un elemento básico en el desarrollo humano, la educación, la cultura y la tradición.

Educación: Cualquier proceso de aprendizaje y educativo es un proceso introyectivo. P.e.: Al escuchar a un profesor o un conferenciante; en la lectura de un libro, etc,…

Cultura y conocimiento: No somos los primeros habitantes del planeta y, por tanto, no podemos prescindir de aquello que nos aportan nuestros antepasados. Aprovechamos lo recibido como base para poder seguir construyendo. Sin la habilidad organísmica para introyectar, la convivencia social y la cultura no serian logros humanos capaces de mantener una continuidad en el tiempo.

Tradición: Las tradiciones culturales y religiosas exigen un cierto grado introyectivo para la continuidad de las mismas. Los niños adquieren la afición por la fiesta a través de los padres o el contacto social y son piezas claves en el mantenimiento y mejora de las mismas a lo largo del tiempo.

C) PROYECCION

La proyección constituye un excelente medio de autoconocimiento y también una herramienta indispensable en la comunicación empática con otra persona.

Autoconocimiento: La proyección es un excelente sistema de conocimiento de uno mismo. Nos facilita datos sobre nosotros mismos en una doble dirección:

Se trata de ir a la búsqueda de lo propio que no sabemos que es nuestro hasta no encontrarlo fuera. Hay que reapropiarse de lo proyectado como base de conocimiento y desarrollo.

La elección de una determinada pantalla y no otra nos dará igualmente pistas sobre nosotros mismos y nuestra historia personal.

Comunicación: La proyección es una reacción natural sin la cual seria imposible extrapolar lo que se sabe o intuye acerca de uno mismo como valido para los demás, y por tanto sin ella no sería posible la comprensión y comunicación entre los seres humanos. Es un hecho básico de la vida que “Hace falta una persona para conocer a una persona”.

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Puede manifestarse de modo útil en: En Intuiciones y presentimientos En la planificación y anticipación En la creatividad artística

D) RETROFLEXION

Como ocurría con los otros mecanismos expuestos, la retroflexión es un proceso natural de nuestra vida cotidiana. Pensar es un proceso intrínsecamente retroflexivo, un modo sutil de conversar con uno mismo y, sin embargo, un acto indispensable para poder manejarnos en la vida.

La retroflexión nos puede resultar útil en determinadas circunstancias sociales de convivencia y puede igualmente a través de la disciplina, modificar el destino final de del conflicto hacia una mejora de la autoestima.

Convivencia: Puede ser considerada saludable cuando sirve para contrarrestar las consecuencias indeseables de la espontaneidad humana, siempre y cuando se sepa controlar el carácter autopunitivo del mecanismo. En este sentido, la retroflexión oportuna es un signo de madurez y puede incluso considerarse sello distintivo de la civilización humana.

Disciplina: Toda disciplina supone un esfuerzo que va en contra de nuestra tendencia personal en ese instante pero con un sentido final a favor de uno mismo. La retroflexión moviliza una energía similar pero con un sentido final autodestructivo. Desarrollar la disciplina es movilizar la habitual energía retroflexiva cambiando el destino final por otro mas saludable. Este es un buen sistema para disolver la tendencia autopunitiva y aumentar la autoestima.

E) CONFLUENCIA

Venimos de una confluencia en el útero materno y vamos hacía otra confluencia si entendemos la muerte como una experiencia de entrega y abandono. El proceso de la vida no es más que un proceso de individuación. Entendido en términos de polaridad, la individuación no es más que el polo opuesto de la disolución en el todo y la vida no es más que un continuo equilibrio entre ambos polos.

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La confluencia forma parte de nuestras vidas y la disolución temporal de nuestra frontera de contacto es un acto habitual que realizamos constantemente, que nos puede resultar útil e incluso nos puede llevar a experiencias de tipo místico.

Experiencias cotidianas de confluencia: La confluencia esta implicada en etapas experienciales tales como:

Adquisición de conocimientos La alimentación La empatía La concentración intensa El orgasmo El Extasis

En estas experiencias, la disolución temporal de la frontera de contacto constituye una condición básica esencial.

Representación de roles: La confluencia puede ser necesaria en actividades que conllevan la representación de un rol en el que hay que separarse de las propias necesidades y deseos (p.e.: un rey ante un programa de actos preestablecido).

Trascendencia: Algunos autores consideran a la confluencia como una plenitud, como la expresión misma del pleno contacto. La trascendencia es el aspecto sano de la confluencia. Es la capacidad de trascender los limites del individuo o del ego como dice la psicología transpersonal. Desarrollar este aspecto sano de la confluencia facilita la experiencia de lo que se denomina experiencia cumbre o satori.

F) DEFLEXION

Cuando la deflexión se realiza de modo consciente y en concordancia con las necesidades emergentes, puede ser de una gran utilidad.

Lenguaje diplomático: La atenuación de un contacto del que se anticipan consecuencias embarazosas, donde una expresión insidiosa puede resultar un acto sin retractación posible.

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Situaciones de relación social: Ante una situación de baja confianza entre los interlocutores, puede resultar prudente reflectar la ira para evitar un conflicto que difícilmente podrá ser luego aclarado.

G) PROFLEXION

La proflexión es una forma de manipulación seductora. Cualquier vendedor o relaciones públicas ha de utilizar mecanismos proflectores en su trabajo. Dan simpatía para recibir simpatía y así poder acercarse al cliente.

H) EGOTISMO

Cuando se manifiesta de manera consciente puede ser útil; p.e.: cuando una persona quiere manifestar sus puntos de vista en una situación adversa.

Puede resultar útil en la elaboración de un proceso largo y complejo de maduración que buscará la utilización de actitudes que no rechacen el contacto y aumenten la autoestima.

3. 2. ANTIDOTOS PARA LOS MECANISMOS NEUROTICOS

Si nos centramos en los cuatro principales mecanismos neuróticos que plantea la gestalt, podemos observar que cada uno de ellos, entendido como una disfunción, lleva asociado un antídoto que facilita la resolución e integración del mismo.

1.- INTROYECCION – ASIMILACION2.- PROYECCION – REAPROPIACION3.- RETROFLEXION – EXPRESION DE LO NEGATIVO4.- CONFLUENCIA – DIFERENCIACION

3.3. MOVILIZAR ENERGIA ENTRE OPUESTOS

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A) Introyección – Proyección

El trabajo conjunto con ambas polaridades nos ayuda a ser capaces de reapropiar aquello proyectado enlazándolo con los introyectos recibidos que nos han llevado a sentir inaceptación de nosotros mismos y proyectar fuera aquello que no reconocíamos como nuestro al entrar en conflicto con el introyecto existente.

B) Retroflexión- Confluencia

Al retroflector le viene bien aprender a confluir. La posibilidad de fusionarse con los otros le permite atravesar sus dificultades de contacto.

C) Proyección – Retroflexión

Proyectar hacia fuera aquellas quejas que nuestro juez interior está lanzando hacia dentro. Al Retroflector le viene muy bien proyectar fuera la energía que le esta torturando dentro.

D) Confluencia – Introyección

Se puede trabajar con ambas a un tiempo ya que la disolución de ambas se realiza de forma similar. Discriminar y asimilar para la introyección y diferenciar e individualizar para la confluencia.

Podriamos preguntarnos para qué sirve cambiar un mecanismo por otro si ambos son neuróticos. Pues bien, sirve para mucho ya que al cambiar el énfasis y movilizar de otro modo las energías se afloja la cualidad básica de la neurosis que es la fijación.

4. ALGUNAS INDICACIONES CLÍNICAS PARA EL ABORDAJE PSICOTERAPEÚTICO DE LOS PRINCIPALES MECANISMOS NEURÓTICOS

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La secuencia psicotrerapeútica debería empezar por disolver las proyecciones y, sólo después de ello, pasar a elaborar las retroflexiones y, en último lugar, las introyecciones.

A) PROYECCIÓN

Con respecto a las proyecciones, algunas formas de promover su retirada consisten en:

Que el cliente sustituya expresiones lingüísticas impersonales (“ellos, los otros, los demás”) por otras expresiones más personales (“yo”).

Devolverle los fragmentos de su identidad dispersa; la puesta en práctica de este objetivo no es fácil, ya que el cliente siente que “quien no está a su lado, está contra él” y se “atrinchera” frente a cualquier sugerencia para que se reapropie de sus características proyectadas. Por ello, una confianza básica es primordial para establecer la relación terapeútica.

Muchas veces el cliente va a proyectar en el terapeuta las partes de sí mismo que no acecpta o las partes que son complementarias a su propia experiencia.

Crear una conexión más afianzada del cliente con su propio cuerpo y, además, del self con el entorno.

También es importante trabajar con los sentimientos e introyectos que subyacen a la necesidad de proyectar.

B) RETROFLEXIÓN

Algunos de los objetivos en su manejo clínico consisten en: Invertir la dirección de la acción retroflectada para que la persona

en vez de dirigirla hacia dentro, la enfoque hacia fuera. Pueden emerger sentimientos de miedo, culpa, vergüenza y

resentimiento debido, en la mayoría de los casos, a que los impulsos retroflectados son agresivos y existe en el cliente algún introyecto que censura la expresión de éstos. Esto va a conllevar la tarea terapeútica adicional de poner al descubierto el introyecto implicado y elaborarlo.

Facilitar al cliente el contacto con el elemento apropiado del ambiente; para ello, va a ser necesario que éste contacte consigo

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mismo y que tome consciencia de la lucha interna que mantiene. Los primeros contactos que el cliente hace con el entrono suelen ser torpes, primitivos e infantiles, lo que va a reflejar las características de la edad en la que el impulso fue retrofectado. Con el tiempo, esta toma de contacto se irá adaptando a sus posibilidades actuales.

Por último, señalar que no es suficiente la liberación mecánica de la tensión emocional y física contenida en la retroflexión, ya que si el contenido interno que la alimenta no es tratado y resuelto, después de una descarga catártica, la tensión psicosomática volverá a instalarse en el cuerpo del cliente.

En líneas generales, podemos decir que el trabajo terapéutico constaría de estos 4 pasos:

Localizar la retroflexión. Hacerla consciente. Posibilitar que el cliente acepte la polaridad del conflicto interno y

de los movimientos expresivos inherentes. Y encontrar un nuevo ajuste creativo al entorno.

C) INTROYECCIÓN

El abordaje clínico se basa en la toma de consciencia de todo aquello que no es verdaderamente propio. Así, el proceso consistiría en:

La adquisición de una actitud selectiva y crítica hacia las cosas. El desarrollo de la capacidad para “masticar” la experiencia, con

el fin de extraer de ella lo necesario y desechar lo innecesario. Y, tanto en sentido literal como figurado, la recuperación de la

capacidad de experimentar reacciones de repugnancia y asco, ya que representan las respuestas organísmicas frente a lo que el organismo no percibe como adecuado para su funcionamiento.

Para todo ello, es importante intensificar y fortalecer el self del cliente, para que éste pueda elegir en función de sus propias experiencias y así poder desarrollar su capacidad para diferenciar adecuadamente lo propio de lo ajeno.

Señalar que en las intervenciones clínicas se deben evitar las interacciones en las cuales el terapeuta se convierta en una autoridad

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que emite indicaciones, comentarios o consejos que, acto seguido, serán introyectados por el cliente, el cual busca y exige respuestas o soluciones hechas, debido a sus características de personalidad.

D) CONFLUENCIA

El manejo clínico de la confluencia debe enfocarse a que: El cliente recupere la posibilidad de experimentar una línea

divisoria ente él mismo y el entorno. Así, implicaría que el individuo pueda reconocer, vivenciar y asumir aquellas elecciones, necesidades y sentimientos que son exclusivamente suyos y que tenga la oportunidad de darse cuenta de que éstos no tienen por qué coincidir con los de los demás. Debe ser capaz de afrontar y atravesar su terror a separarse del otro sin resultar dañado.

Por último, comentar que estos clientes suelen pedir confluencia al terapeuta; pudiendo mostrarse pasivos y esperar que el terapeuta realice los esfuerzos necesarios por ellos. Tienden a mostrarse ansiosos porque no saben ni sienten nada o a sumergirse en una especie de somnolencia, lo cual puede provocar en el terapeuta la sensación de adormecimiento.

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