Mesa redonda: La agroexportación en el Perú - Manuel Glave - La Revista Agraria - 0515

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7 MAYO de 2015 Como en otras ocasiones, LRA organizó una mesa redonda para ofrecer a sus lectores informa- ción y análisis acerca de temas importantes vinculados a nuestra realidad rural y agraria. En esta oportunidad, el tema tratado fue el de las agroexportaciones. En la mesa redonda participaron Lo- renzo Castillo, gerente de la Junta Nacional del Café; José Chlimper, economista, empresario agroexpor- tador y exministro de Agricultura; Manuel Glave, doctor en economía e investigador principal de Grade; y Luis Paz, agrónomo y asesor de la presidencia ejecutiva de Sierra Exportadora. Los resultados de la mesa redonda se ofrecen luego de una breve presentación histórica de la agroexportación en el Perú. Antecedentes de la agroexportación en el Perú La economía del país ha estado vinculada a las agroexportaciones durante una parte importante de su historia. Hasta el siglo XVIII, las exportaciones principales eran de metales, aunque ya se enviaba cacao a la metrópoli 1 . En las pri- meras décadas del siglo XIX se exportaba chancaca —producida en las haciendas azucareras de la costa central— a Chile. Luego de la independencia, las exportaciones agrarias adquirieron más importan- cia: al cacao se agregaron el café, la cinchona (para la extracción de quinina), el algodón, el azúcar, la lana de oveja y la fibra de alpaca. Después de la guerra con Chile, la producción de caña de azúcar y de algodón fue el motor de la moder- nización de la agricultura costeña y, también, de la formación de latifundios. En 1930, el valor de las exporta- ciones de algodón, azúcar y lanas era similar al de las que procedían de las mineras, y en los años si- guientes las superaron largamen- te 2 . «En cualquier otro periodo de la historia del Perú —leemos en una publicación de 1941—, de la Conquista en adelante, un estudio sobre la economía habría debido comenzar con algún mineral o fósil; con el oro, la plata o el guano. Hoy, el Perú es un pueblo eminentemente agrícola» 3 . En los últimos años de la década de 1950 y comienzos de la siguiente se alcanzaron los picos de exportación de la fibra de algodón (hasta 127 000 toneladas en 1962) 4 y azúcar y derivados (638 000 tone- Mesa redonda La agroexportación en el Perú Son decenas de miles los agroexportadores, pero muy heterogéneos y reciben apoyo diferenciado del Estado Fernando Eguren / Ricardo Marapi

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Manuel Glave, investigador principal de GRADE, reflexionó en torno a la situación actual de la agroexportación en el Perú durante una mesa redonda organizada por La Revista Agraria. “La agricultura de exportación ha jugado un rol central en el dinamismo económico de la sociedad peruana en diferentes momentos de la historia republicana. […] es una actividad muy heterogénea, no solo porque en los últimos quince años hayan reaparecido los neolatifundios, sino porque, en general, hay diferentes cadenas de valor que articulan a diversos actores.” En ese sentido, anotó que “desde el punto de vista de número de unidades productivas, es necesario contar con políticas públicas diseñadas para promover una agricultura de exportación más eficiente, sostenible, y que tengan impacto en diversos objetivos y no solamente en la generación de divisas.” http://bit.ly/1JnYb71

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    Como en otras ocasiones, LRA organiz una mesa redonda para ofrecer a sus lectores informa-cin y anlisis acerca de temas importantes vinculados a nuestra realidad rural y agraria. En esta oportunidad, el tema tratado fue el de las agroexportaciones. En la mesa redonda participaron Lo-renzo Castillo, gerente de la Junta Nacional del Caf; Jos Chlimper, economista, empresario agroexpor-tador y exministro de Agricultura; Manuel Glave, doctor en economa e investigador principal de Grade; y Luis Paz, agrnomo y asesor de la presidencia ejecutiva de Sierra Exportadora. Los resultados de la mesa redonda se ofrecen luego de una breve presentacin histrica de la agroexportacin en el Per.

    Antecedentes de la agroexportacin en el PerLa economa del pas ha estado

    vinculada a las agroexportaciones durante una parte importante de su historia. Hasta el siglo XVIII, las exportaciones principales eran de metales, aunque ya se enviaba cacao a la metrpoli1. En las pri-meras dcadas del siglo XIX se exportaba chancaca producida en las haciendas azucareras de la costa central a Chile. Luego de la independencia, las exportaciones agrarias adquirieron ms importan-cia: al cacao se agregaron el caf, la cinchona (para la extraccin de quinina), el algodn, el azcar, la lana de oveja y la fi bra de alpaca. Despus de la guerra con Chile, la produccin de caa de azcar y de algodn fue el motor de la moder-

    nizacin de la agricultura costea y, tambin, de la formacin de latifundios.

    En 1930, el valor de las exporta-ciones de algodn, azcar y lanas era similar al de las que procedan de las mineras, y en los aos si-guientes las superaron largamen-te2. En cualquier otro periodo de la historia del Per leemos en una publicacin de 1941, de la Conquista en adelante, un estudio sobre la economa habra debido comenzar con algn mineral o fsil; con el oro, la plata o el guano. Hoy, el Per es un pueblo eminentemente agrcola3. En los ltimos aos de la dcada de 1950 y comienzos de la siguiente se alcanzaron los picos de exportacin de la fi bra de algodn (hasta 127 000 toneladas en 1962)4 y azcar y derivados (638 000 tone-

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    La agroexportacin en el Person decenas de miles los agroexportadores,

    pero muy heterogneos y reciben apoyo diferenciado del estadoFernando Eguren / Ricardo Marapi

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    ladas en 1963)5. Contribuy a ello la expansin de la frontera agrcola en la costa, con irrigaciones, que ampli las reas de produccin de ambos cultivos: el algodn en un 45 % y la caa en un 42 %6.

    Con la expropiacin de las plan-taciones caeras y algodoneras por la reforma agraria, ejecutada entre 1969 y parte de la dcada de 1970, las exportaciones agrcolas se redu-jeron en forma signifi cativa. El al-godn decay, convirtindose en un cultivo de importancia secundaria, y gran parte de la produccin fue absorbida por la industria textil7. Otro tanto ocurri con las lanas.

    En cambio, la produccin y las exportaciones de caf cultivado principalmente en la selva alta se incrementaron a partir del inicio de los aos sesenta.

    La agroexportacin en tiempos recientes

    En la dcada de 1990 se inicia un nuevo periodo en las agroexporta-ciones, ms amplio y diversifi cado que los anteriores. En trminos de valor, es una historia de xito. Entre 1994 y 2014, el valor total de las exportaciones agrcolas pas de USD 476 millones a USD 5079 millones. El valor de las exporta-

    ciones de los productos agrcolas tradicionales se multiplic por 3.4 veces, y por nueve veces el de los no tradicionales.

    El principal producto de ex-portacin agrario por valor es el caf, seguido por el esprrago y el conjunto de frutales. Los cultivos andinos estn representados por la quinua y la tara.

    La ampliacin de la frontera agr-cola en la costa est estrechamente ligada al incremento de las agroex-portaciones no tradicionales: las cerca de un cuarto de milln de hec-treas incorporadas a la agricultura costea gracias a las grandes obras de irrigacin, incrementaron en ms de un tercio las reas cultivables de esta regin8.

    En este crecimiento exponencial de las exportaciones han cumplido un papel muy importante las grandes empresas agroindustriales. Este proceso se ha acompaado de una verdadera revolucin tecnolgica y de gestin, y tambin de una rpida concentracin de la propiedad de la tierra por corporaciones que ha dado lugar a lo que podra llamarse neolatifundio.

    En la gestacin y consolidacin de este poderoso sector agroex-portador, el Estado ha cumplido un papel decisivo al crear, a lo largo de las dos ltimas dcadas, favorables condiciones lega-les (Constitucin de 1993; Ley 26505, de tierras; Ley 27360, de fomento de inversiones; entre otras), econmicas (menor tasa de impuesto a la renta; importan-tes inversiones fiscales), sociales (rgimen laboral ms flexible y menos oneroso) e institucionales (agencias del Estado al servicio de la agroexportacin: Prompex; agregados comerciales; ferias internacionales; delegaciones ofi-ciales; tratados de libre comercio).

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    Exportaciones agropecuariasValor FOB (millones USD)

    Fuente: BCR.

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    LRA: Cul es la percepcin que tienen acerca de la actual situacin que atraviesa la agroexportacin en el Per?

    Luis Paz: Sin duda, es un motor de desarrollo, a pesar de que estamos hablando solo de 160 000 hectreas en la costa dedicadas a la agroexpor-tacin [sobre cerca de un milln de hectreas en la regin]. Es un motor que ha influido notablemente en el in-greso de divisas, la generacin de ms empleo y una mejor remuneracin, y que ha aumentado el valor del patri-monio de los propietarios de la tierra, muchos de los cuales las alquilan o las venden a mejores precios.

    Manuel Glave: Hay dos ideas fuerza sobre el tema. Una primera se ubica en un mbito histrico: la agricultura de exportacin ha jugado un rol central en el dinamismo eco-nmico de la sociedad peruana en diferentes momentos de la historia republicana. Por ejemplo, el boom del algodn, del azcar y el de la fibra de lana. Despus hubo una cada de la agricultura de exportacin en los sesenta y setenta, luego de la reforma agraria, lo que la hizo dejar ese rol estratgico, el que fue asumido por otros sectores, como la industria de la harina de pescado y la minera. En los noventa, la agricultura de exportacin vuelve a asumir un rol estratgico con otros rostros, otros cultivos y otras caractersticas. Entonces, es una actividad estratgica en el largo plazo y que explica el dinamismo histrico del pas en diferentes momentos La segunda idea que hay que destacar est vinculada con la coyuntura actual: es una actividad muy hetero-gnea, no solo porque en los ltimos quince aos hayan reaparecido los neolatifundios, sino porque, en gene-ral, hay diferentes cadenas de valor que articulan a diversos actores. Ah

    viene una gran inquietud: cules son los incentivos de poltica pblica dirigidos a los diferentes tipos de agroexportadores? En un reciente artculo de LRA, se seala que ms del 90 % de las unidades agrope-cuarias que exportan estn confor-madas por pequeos agricultores1. Pero, al hablar en trminos de valor de exportacin, las 600 empresas ms grandes explican el 90 % del

    valor de la agroexportacin. Sin embargo, desde el punto de vista de nmero de unidades productivas, es necesario contar con polticas pblicas diseadas para promover una agricultura de exportacin ms eficiente, sostenible, y que tengan impacto en diversos objetivos y no solamente en la generacin de divisas. Cules son los efectos de no promover cadenas de valor que abarquen un mayor nmero de unidades productivas?

    Jos Chlimper: Considero esen-cial el desarrollo de esta nueva agri-cultura de exportacin, que es distinta a las de los sesenta y setenta. Es esen-cial por una razn: en el Per existen 30 millones de estmagos que pueden consumir, en promedio, un kilo de

    alimentos al da; es decir, estamos hablando de 30 000 toneladas diarias. Segn el ltimo Censo Nacional Agrario (Cenagro), existen cerca de 2 300 000 unidades productivas entre campesinos, agricultores, empresas y todas las formas; o sea, cada agricul-tura debe atender a aproximadamente 13 estmagos. No hay forma de que un agricultor pueda salir adelante si su mercado es, en promedio, de

    solo 13 consumidores. Recordemos que en el Per solamente somos 30 millones de habitantes; por eso, si queremos sostener a esas 2 300 000 unidades, la nica forma es atender a 1500 millones de estmagos en el mundo, para que, en promedio, cada agricultor tenga ms de 600 consumi-dores como un mercado posible para poder salir de la pobreza. Ah est la importancia de la exportacin. No es un tema ideolgico, sino prctico. Desde esa perspectiva, considero que el desarrollo de la agricultura de exportacin es fundamental, dada la actual estructura, porque 2 300 000 unidades productivas no deben aten-der solamente a un pequeo mercado de 30 millones de ciudadanos.

    Respecto a la cifra de Luis Paz, sobre las 160 000 hectreas en la

    Luis Paz: El pequeo agricultor tiene dificultades para negociar porque un

    comprador europeo o norteamericano no quiere comprar un solo contenedor,

    sino que pide la garanta de comprar en mayor cantidad y de manera continua.

    Un pequeo agricultor que produce solo un contenedor va a tener problemas

    en vender. Es necesario tener polticas para incentivar una serie de facilidades

    para que los pequeos productores puedan ampliar sus parcelas y mejorar

    su economa de escala.

    La mesa redonda

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    costa dedicadas a la agroexportacin, quiero destacar que, de los USD 5500 millones en productos agroindustria-les exportados en el ltimo ao, ms del 20 % vienen de la sierra y la selva: cacao, caf y quinua. Con esos tres ya tenemos ms de mil millones de dlares!

    Lorenzo Castillo: Lo novedoso de la dcada de 1990 hacia adelante es que la agroexportacin cambi de escenarios y actores. El eje agroex-portador ya no est entre los produc-tos llamados tradicionales salvo el caf, que est incluido en ese ru-bro, sino que est concentrado en productos hortcolas y frutcolas. Esta dinmica ha originado empleo ma-sivo, criterio de rentabilidad, enfoque empresarial en la gestin y, por cierto, una relacin de privilegio en polticas e incentivos en relacin con otros sectores. Este tipo de agricultura es el que tiene ms futuro en relacin con otros productos. El tema que nos preocupa es la existencia de una segmentacin artifi cial que afecta a un gran nmero de pequeos agricul-tores rurales. Los actuales incentivos gubernamentales estn concentrados en la llamada agricultura no tradicio-nal, mientras que en la agricultura tradicional, donde est el caf, existen carencias y diversos problemas. El gran desafo es realizar un proceso de transparencia en la cadena de valor, donde todos los actores de la cadena podamos compartir riesgos y benefi -cios. En la medida en que reduzcamos esos problemas de diferencia, el pas tendr una agricultura sostenida y potente. Necesitamos acabar con ese tratamiento diferenciado porque la agricultura es una sola y todos deben tener iguales oportunidades de desarrollo.

    Jos Chlimper: Creo que no hay polticas diferenciadas con base en si el destino es de exportacin o es

    nacional. Lo que sucede es que hay una correlacin, no causalidad, donde el pequeo productor tiende a ser ms informal, por lo cual no le afectan los benefi cios tributarios y laborales que contiene la ley, a la cual s se acogen los grandes exportadores, por ser formales. Me explico: un productor pequeo informal es indistinto si exporta o no, usualmente no les da uniformes, ni transporte, ni seguridad social a sus trabajadores y no los tiene en planilla; entonces, de qu le sirve el rgimen laboral del sector agrario? Igualmente, si no paga impuestos, de qu le sirve el rgimen tributario o la devolucin anticipada del IGV? En la ley y en las polticas no hay, pues, distincin entre agricultura de exportacin y la que no lo es. Lo que sucede es que al informal no le conviene usar la ley.

    Manuel Glave: El tema de la informalidad y la formalidad me

    parece central. Lorenzo preguntaba si existen polticas diferenciadas que benefi cian solo a algunos actores. Jos contesta, directamente, que la ley no discrimina ni hace diferencias respecto a si un productor exporta o no, sino que dicha ley diferencia cundo un productor es formal o informal. El desafo est, por con-siguiente, en contar con polticas que lleguen a este gran universo de pequeos productores no formales, porque si seguimos apostando por un rgimen universal en el mundo de la formalidad, nunca vamos a llegar a ese sector an informal.

    LRA: Hay una gran diversidad de productores agrarios que ex-portan; sin embargo, existe la idea de que la agroexportacin est asociada, principalmente, a la gran dimensin en la tenencia de tierras, es decir, a los latifundios. Acaso el modelo de la gran escala

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    Por ejemplo, los agricultores de ProCitrus tienen 50 hectreas en promedio; es decir, no tienen latifun-dios. Ellos se han asociado y ahora son los principales exportadores de palta, a pesar de que empezaron con ctricos. La economa de escala es, entonces, fundamental. Sin ella, los pequeos productores tendrn dificultades para cumplir con las normas de calidad, investigacin y competitividad.

    Manuel Glave: En realidad, es un tema de percepcin esta asociacin de la agroexportacin con la gran dimensin y el nuevo latifundio capitalista. En la actualidad, el prin-cipal producto de agroexportacin contina siendo el caf. Recordemos que los productores de caf y cacao tienen, en su gran mayora, menos de 5 hectreas de cultivo en promedio. Habra que preguntarse: cunto del crecimiento de la agroexportacin se explica por el neolatifundio capi-talista y cunto por la pequea agri-cultura informal de exportacin? Las cifras nos dicen que el crecimiento de la agroexportacin no tradicional es de diez veces y el de la tradicional (como el caf y el algodn) es de tres a cuatro veces. Por eso, es necesario destacar que el crecimiento del sec-tor agroexportador en los ltimos quince aos tambin se explica por el dinamismo de ese pequeo productor. Hay, pues, un tema de percepcin.

    Jos Chlimper: Por qu est

    asociada la agroexportacin a la gran dimensin? Por el mercado. La respuesta no est en todos los casos relacionada ni con la economa de escala ni con la productividad. La respuesta est en el mercado. Nosotros hemos hablado mucho de oferta, pero nos olvidamos de la de-manda, de aquellos 1500 millones de estmagos que existen en el mundo

    es un requisito para la agroexpor-tacin?

    Luis Paz: En el programa Sierra Exportadora hemos apoyado a los pequeos agricultores, individuales o asociados; sin embargo, tenemos muchas dificultades porque el nivel de confianza entre ellos no es fcil. Hemos trabajado con la Cooperativa Coopain Cabana, en Puno, que tiene 700 pequeos productores de qui-nua. En muchas partes, la mayora de productores venden su quinua a USD 4.50 el kilo, mientras que en dicha cooperativa han logrado venderla a USD 6.50 porque la calidad de su producto es alta gracias a que tienen un gran trabajo de certificacin orgnica. Ellos an no estn a cargo de la exportacin, sino que colocan su producto a travs de exportadores con experiencia y conocimiento en el proceso. Lo ideal es que en el futuro la cooperativa empiece a hacerlo.

    Eso es importante para el aspecto de la negociacin. Las grandes empre-sas, como Camposol, Vir y otras, tienen ventajas en la negociacin. Sin embargo, el pequeo agricul-tor tiene dificultades para negociar porque un comprador europeo o norteamericano no quiere comprar un solo contenedor, sino que pide la garanta de comprar en mayor cantidad y de manera continua. Un pequeo agricultor que produce solo un contenedor va a tener problemas en vender. Hay formas de trabajar con la pequea agricultura, pero es necesario tener polticas para incen-tivar lo que plantea La Revista Agraria en varios de sus artculos una serie de facilidades para que los pequeos productores puedan ampliar sus parcelas y mejorar su economa de escala. Para ello, se necesita financiamiento y asesora. Los que manejan grandes extensio-nes tambin tienen otras ventajas.

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    y que tenemos que alimentar. Pon-gamos un ejemplo: cuando uno llega a otro pas con un contenedor de quinua, el comprador (que puede ser un supermercado) no tiene tiempo para atendernos por varios factores: tiene que abastecerse 52 semanas al ao, atender la oferta de otros pases, comprar otros granos, etc. As, el mercado mundial est estructurado de tal manera que nos obliga a los peruanos a pensar en las facilidades que debemos darles a nuestros propios productores para que se organicen en unidades grandes y puedan atender esta demanda. Tam-

    bin es importante el tema de las certificaciones a los productos que exportamos. Un pequeo productor no cuenta con los recursos (tiempo y dinero) para certificarse porque los costos son muy altos. Es ah donde los gobiernos regionales y locales deberan intervenir con polticas sobre el tema; incluso, que la cer-tificacin corra a cargo del Estado.

    Tambin quiero referirme al trmi-no neolatifundio capitalista. Quiero recusar ese concepto. Una cosa es la gran extensin agraria, como Vir, Agrokasa, Camposol, etc., donde tenemos grandes extensiones, pero hay que recordar que los principales terratenientes del Per son las co-munidades. El 60 % de la tierra est

    en manos de ellas. La comunidad de Olmos, luego de cederle ms de 100 000 hectreas al Proyecto Olmos, an tiene ms de 300 000 hectreas. Los segundos grandes tenedores de tierras son las coopera-tivas azucareras, que actualmente casi no exportan. Hay que destacar que la actual hortifruticultura que export el ao pasado cerca de USD 1982 millones se ha desarrollado sobre desiertos y no les ha quitado tierras a los valles tradicionales. En algunos casos, como Chavimochic, ha reci-bido el apoyo del Estado. Recuso el uso de la palabra latifundio porque,

    desde una perspectiva histrica, ar-rastra unas relaciones sociales dentro de la unidad productiva. Y eso es lo que ya no hay. Las nuevas y grandes extensiones estn tremendamente vigiladas por esos 1500 millones de consumidores de otros pases, que exigen no solo que les embarquen toneladas de productos, sino tambin que se respeten ciertas condiciones ambientales, sociales y laborales. Las auditoras son muy severas y per-manentes. Entonces, ya no arrastran esa carga de la palabra latifundio. Yo prefiero hablar de la gran extensin agraria con modo capitalista.

    Lorenzo Castillo: Quiero refe-rirme a los conceptos y al lenguaje

    discriminatorio que se utilizan para calificar a la agricultura como tra-dicional o no tradicional. Este es un enfoque que est vinculado con el uso o no uso de la tecnologa: la tradicional es calificada como obsoleta porque no usa tecnologa, mientras que la no tradicional s la usa y es considerada como la nica viable. Hay que superar este enfoque discriminatorio. En la ac-tualidad existe un gran nmero de actores, entre grandes y pequeos, que se dedican a la agroexportacin. Por ejemplo, en el sector caficultor tenemos 130 empresas registradas como exportadoras ante la Superin-tendencia Nacional de Administra-cin Tributaria (Sunat); de estas, 80 son de organizaciones de pequeos productores. El gran desafo es cumplir con los retos del mercado internacional: estndares de cali-dad, inocuidad, trazabilidad, entre otros. Para un pequeo productor individual esto es inviable debido a un tema de estructura de costos. Por otro lado, quiero resaltar que una de las grandes contribuciones de la pe-quea agricultura de exportacin se da en el proceso de descentralizacin econmica y poltica del pas. En pueblos como Putinapunco, en Puno, el caf se desarroll gracias a la ar-ticulacin de pequeos productores para hacer una economa de escala, la cual es clave para articularse de manera sostenible en la exportacin.

    Manuel Glave: Otro gran dilema actual de la agricultura llamada no tradicional y de gran escala es el tema de los recursos hdricos. Por ejemplo, el caso de Ica es dramtico. En general, esa agricultura de gran escala y alta eficiencia tecnolgica depende del acceso y provisin de recursos hdricos, pero el Estado no ha terminado de establecer reglas claras para ello. Esta situacin ge-nera escenarios conflictivos, como

    manuel Glave: Hasta qu punto la gran propiedad genera un cambio de tal magnitud en el paisaje social y poltico de un territorio, que termina siendo propietario de centros po-blados e incluso hasta del mismo alcalde? Definitivamente, se estn generando cambios en la identidad de la poblacin local cercana a esta gran propiedad. Hasta qu punto estos cambios son positivos o negativos?.

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    cierra el cao. Donde no se paga el agua es en aquellos valles donde la usan mal y donde existe informalidad. Lo que existe es un psimo manejo por parte del Estado y una debilidad institucional. En los ltimos aos hubo avances gubernamentales para mejorar la gestin de los recursos hdricos e incluso existe actualmente una nueva ley; sin embargo, esta no se cumple porque no hay una institu-cionalidad para hacer que se cumpla. Los que ms respetan esta ley son los agricultores formales, mientras que los informales la incumplen.

    LRA: Se ha hablado mucho de las ventajas, pero tambin existen desventajas y efectos generados por este modelo de gran agroexporta-cin. Cules son los inconvenien-tes que tiene este modelo? Cules son las externalidades negativas que encuentran ustedes?

    Luis Paz: Hay que destacar la necesidad de contar con ms mercados para nuestra produccin, porque esta sigue incrementndose. Por ejemplo, veamos las cifras del crecimiento es-pectacular de la quinua en los ltimos aos10, e igual sucede con la uva, la palta y otros productos. Tenemos una gran capacidad de produccin para el mundo y no solo para el Per. Qu

    hacemos para que la pequea agricul-tura mejore su produccin, su calidad y pueda exportar? Una estrategia del programa Sierra Exportadora es pro-mover que los empresarios exporta-dores de la costa apoyen con capaci-taciones, por ejemplo, a los pequeos productores de palta de Huancavelica y Ayacucho, de una o dos hectreas. Al mejorar la productividad y la calidad, tambin aumentan los precios y ambos actores ganan.

    Lorenzo Castillo: La agroexpor-tacin ha desarrollado un proceso innovador en la agricultura, lo que el Estado no ha podido hacer. La inversin en el acceso a tecnologa es un factor importante en el futuro de la caficultura y donde el Estado tiene la responsabilidad de cumplir un rol. En la actualidad no con-tamos con recursos humanos con capacidades y competencias para la innovacin y el soporte tcnico. Esta es una inversin que debe realizarse en el mediano plazo. Los centros tecnolgicos no estn a la altura de la demanda y en el caf enfrentamos graves problemas para desarrollar procesos de renovacin. En el tema de la innovacin, el Estado no tiene claridad para realizar incentivos a fin de que la agricultura peruana tenga un mayor acceso a la tecnologa. Por ejemplo, el caf ha sufrido estragos debido a la roya amarilla, que ha devastado el sector. Para introducir un germoplasma nuevo y planto-nes in vitro, los caficultores tienen que pagar un 18 % de IGV. Otros sectores agroexportadores reciben exoneraciones para la adquisicin de sus insumos, pero los caficultores estn obligados a pagar estos im-puestos si quieren salvar sus plantas. La pequea agricultura no se podr desarrollar mientras la estructura de costos sea impactada por factores del entorno, que son los que generan las mayores dificultades. Estos son

    lo que ocurre entre Huancavelica e Ica. Tambin existe una percepcin de que los agricultores exportadores capitalistas se la estn llevando fcil porque no estn pagando el costo real de oportunidad de los recursos hdricos, ya sea en Chavi-mochic, Olmos o por la napa fretica de pozos subterrneos en Ica. Existe una percepcin crtica de que la agricultura de gran escala est sien-do demasiado beneficiada por los incentivos. A la sociedad peruana, en general, hay que explicarle que el tema de la agricultura de exportacin

    no solamente se refiere a las grandes unidades capitalistas, sino tambin a las decenas de miles de productores de pequea escala que tambin le dan un dinamismo al sector.

    Jos Chlimper: Con respecto al comentario de Manuel acerca del agua, quiero recordar que el agua es de la Nacin y la administra el Estado. Aqu no hay derechos reales de agua, como s existen en Chile o Estados Unidos. En el Per, la agro-exportacin no tiene un beneficio en el tema del agua porque s paga las tarifas que establece el Estado. En Chavimochic se paga 2.5 cntimos por metro cbico; si no se paga, se

    Jos Chlimper: Recuso el uso de la palabra latifundio porque, desde una

    perspectiva histrica, arrastra unas relaciones sociales dentro de la unidad

    productiva. Y eso es lo que ya no hay. Las nuevas y grandes extensiones

    estn tremendamente vigiladas por esos 1500 millones de consumidores

    de otros pases, que exigen no solo que les embarquen toneladas de productos,

    sino tambin que se respeten ciertas condiciones ambientales, sociales y

    laborales.

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    elementos claves para sostener y desarrollar la pequea agricultura exportadora.

    Jos Chlimper: Como toda acti-vidad econmica, la agroexportacin tambin genera externalidades, y mientras ms crece la primera, las segundas son ms grandes y tienen un mayor impacto. Por ejemplo, en el mbito de la logstica, el Per ex-porta ms de 160 000 contenedores que, para llegar al puerto del Callao, pasan por las pistas y carreteras de la ciudad de Lima, representando una fuerte carga de trfico para las

    poblaciones urbanas. Una segunda desventaja tiene relacin con el tema del mal uso y abuso de los agroqumicos. El agro mal hecho es mucho ms contaminante que la minera informal, pues el destino de su produccin es el consumo. La agricultura de la gran empresa capitalista est sujeta a los controles ambientales del mercado y s cumple estndares altsimos porque cada embarque atraviesa varios controles. Pero existen otras unidades produc-tivas que abusan txicamente de los agroqumicos: no hay ningn control sobre el uso, aplican los plaguicidas y a los tres das dichos cultivos ya estn en el mercado. All hay una bombita de tiempo. Espero que en

    el Per podamos controlar cada vez ms este problema.

    Manuel Glave: Hasta qu punto la gran propiedad ocasiona un cam-bio de tal magnitud en el paisaje social y poltico de un territorio, que termina siendo propietario de centros poblados e incluso hasta del mismo alcalde? Definitivamente, se estn generando cambios en la iden-tidad de la poblacin local cercana a esta gran propiedad. Hasta qu punto estos cambios son positivos o negativos? En muchos casos, espe-cialmente en las grandes extensiones

    de monocultivos como caa y palma, con ms de 5 000 o 10 000 hectreas, se est produciendo una externalidad negativa, no solo en el aspecto del impacto ambiental negativo por el uso de un monocultivo, sino tambin en el del fuerte impacto en la iden-tidad territorial de las poblaciones locales. Por otro lado, insisto en el tema del uso de los recursos hdricos: es necesario que en el Per tengamos la capacidad de realizar balances h-dricos integrales en cada valle. Hasta que eso no quede claro, siempre existir la inquietud y percepcin de que las grandes empresas exporta-doras vienen beneficindose de una externalidad ambiental sin pagar el costo real de oportunidad del agua.

    Notas1 Anexo estadstico del Compendio de

    historia econmica del Per. Tomo 3. Economa del periodo colonial tardo. Lima: IEP/BCR, 2010, p. 414.

    2 Nelson Manrique. Historia de la agri-cultura peruana, en Compendio de historia econmica del Per. Tomo 5. La economa peruana entre la Gran Depre-sin y el reformismo militar 1930-1980. Lima: IEP/BCR, 2014, p. 161.

    3 El Per en marcha. Ensayo de geografa econmica. Lima: Banco Italiano, 1941, p. 118.

    4 El rea sembrada de algodn lleg a cubrir ms de un cuarto de milln de hectreas anuales entre 1960 y 1964.

    5 La presencia del capital extranjero en las haciendas azucareras era predominante, salvo en Cayalt y Pomalca.

    6 Rosemary Thorp y Geoffrey Bertram. Per. Crecimiento y polticas en una economa abierta. Lima: Mosca Azul / Fundacin Friederich Ebert / Universi-dad del Pacfico, 1985, p. 351.

    7 A partir de 1976, el volumen de algodn consumido internamente por la industria textil super el volumen exportado. Fer-nando Eguren. Evolucin de la produc-cin algodonera, en Fernando Eguren, Jorge Fernndez Baca, Fabin Tume. Produccin algodonera e industria textil en el Per. Lima: Desco, 1981, p. 122.

    8 En el mbito nacional, en el periodo intercensal, las reas irrigadas se in-crementaron de 1 729 000 hectreas a 2 580 000 hectreas. En el ao censal 2012, el 70 % de estas tierras esta-ban trabajadas. El 57 % 1 469 000 hectreas de las tierras bajo riego estn en la costa, concentrados en seis departamentos (Piura, Lambayeque, La Libertad, Lima, Ica y Arequipa), pero no todas estn efectivamente cultivadas. En los predios censados de la costa haba 207 000 hectreas no cultivadas por falta de agua; las reas cultivadas eran 939 000 hectreas. (Fuente: Resultados definitivos del IV Cenagro.)

    9 Segn el ltimo Cenagro, el nmero de exportadores agrarios en el pas supera los 16 000, de los cuales el 96 % son agricultores y solo el 4 % empresarios (artculo de La Revista Agraria 171: El boom agroexportador, pero de qu productores?.

    ).10 El salto de las exportaciones de quinua ha

    sido notable: de USD 31 millones en 2012 a USD 196 millones en 2014 (Gestin, 23/02/2015). El Minagri estima que en 2015 se llegar a los USD 200 millones (Gestin, 28/05/2015).

    Lorenzo Castillo: Los actuales incentivos gubernamentales estn concentrados en la llamada agricultura no tradicional, mientras que en la agricultura tradicional, donde est el caf, existen carencias y diversos problemas. Necesitamos acabar con ese tratamiento diferenciado porque la agricultura es una sola y todos deben tener iguales oportunidades de desarrollo.