Monografia Penal

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Delito de lesiones al concebido I. BIEN JURIDICO PROTEGIDO El bien jurídico protegido o tambien denominado bien jurídico tutelado es la expresión de una aspiración político criminal de ejercer protección “sobre todos aquellos ámbitos, comprendidos en la esfera personal del individuo o en su correlación con la comunidad, que sean necesitados y merecedores de dicho revestimiento tutelar”. 1 Al tenor del Art. 124-A del C.P. peruano vigente, el bien jurídico protegido es la integridad física y la salud del feto. Es decir, se protege la salud del ser humano que tiene vida dependiente. 2 A examen del legislador, se considera al ser vivió en la etapa que comienza con la anidación del ovulo fecundado en el útero de la mujer hasta que se inicie el parto. Como bien refiere Peña Cabrera, “decir que la salud es el bien jurídico es decir muy poco, en vista de la magnitud y complejidad que abarcan estos injustos, cuando adquieren concreción material (...)”. 3 La figura genérica del delito de lesión contiene dos manifestaciones para identificarse como tal: o puede ser un daño en el cuerpo o en la salud. 4 La integridad corporal o física es el objeto de protección considerado por la doctrina y jurisprudencia clásica, tomando en cuenta los órganos que componen el organismo humano. Resulta, pues, vulnerada a través de toda perdida, 1 Peña, Raúl. Derecho Penal parte especial. T. I., p. 222 2 Salinas, Ramiro. Derecho Penal Parte Especial . p. 271. 3 Ob.cit. p. 222 4 Soler, Sebastián. Derecho penal argentino, T. III, cit., p. 131.

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Delito de lesion al concebido

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Delito de lesiones al concebido

I. BIEN JURIDICO PROTEGIDO

El bien jurídico protegido o tambien denominado bien jurídico tutelado es la

expresión de una aspiración político criminal de ejercer protección “sobre todos

aquellos ámbitos, comprendidos en la esfera personal del individuo o en su

correlación con la comunidad, que sean necesitados y merecedores de dicho

revestimiento tutelar”.1

Al tenor del Art. 124-A del C.P. peruano vigente, el bien jurídico protegido es la

integridad física y la salud del feto. Es decir, se protege la salud del ser humano que

tiene vida dependiente.2 A examen del legislador, se considera al ser vivió en la

etapa que comienza con la anidación del ovulo fecundado en el útero de la mujer

hasta que se inicie el parto.

Como bien refiere Peña Cabrera, “decir que la salud es el bien jurídico es decir

muy poco, en vista de la magnitud y complejidad que abarcan estos injustos,

cuando adquieren concreción material (...)”.3

La figura genérica del delito de lesión contiene dos manifestaciones para

identificarse como tal: o puede ser un daño en el cuerpo o en la salud.4

La integridad corporal o física es el objeto de protección considerado por la doctrina

y jurisprudencia clásica, tomando en cuenta los órganos que componen el

organismo humano. Resulta, pues, vulnerada a través de toda perdida, inutilización,

menoscabo o desfiguración de cualquiera de los órganos, miembros o partes del

cuerpo.5

No obstante, deben considerarse todos los aspectos que involucran un daño al

individuo. Es decir, considerar las dimensiones del acto lesivo. Por ejemplo, la

castración de un hombre, al margen de exteriorizar una grave afectación a la

integridad corporal, produce –qué duda cabe–, una repercusión negativa muy

significativa en la psique del sujeto; por lo que habrá de decirse, que algunas veces,

el daño a la salud puede extenderse a varias de las dimensiones que la componen,

sino que ello implique una doble lesión.6

De ahí que se afirme que el bien jurídico pese a conceptuarse de una manera

única o sintetizada tiene varios aspectos que deberán ser delimitados, para

1 Peña, Raúl. Derecho Penal parte especial. T. I., p. 2222 Salinas, Ramiro. Derecho Penal Parte Especial. p. 271.3 Ob.cit. p. 2224 Soler, Sebastián. Derecho penal argentino, T. III, cit., p. 131. 5 Peña, R. p. 2236 Peña, R. Estudios de Derecho Penal. Delitos contra la vida. p. 285.

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identificar la tipicidad penal de la conducta.7 El menoscabo a la salud personal, es

decir, al bien jurídico, no puede ser entendido como menoscabo físico o material sin

impactos psicológicos. Pues, como expresa la Organización mundial de la Salud

(OMS) salud es un “estado de bienestar físico, mental, y social, y no meramente la

ausencia de enfermedad o invalidez”. 8 La salud es, pues, un bien jurídico con

contenido relativo puesto que presenta características particulares de acuerdo a la

persona. Por ejemplo, es distinto el contenido de la salud de un joven que el de un

anciano.9 Al respecto, como apunta Juan Michue “de acuerdo a la doctrina

mayoritaria representada por González Rus, Muñoz Conde, Higuera Guimer (…) el

bien jurídico penal que se protege en esta clase delitos es la salud del nasciturus,

entendido como aquel estado donde el ser humano ejerce normalmente todas sus

funciones, propias de cada etapa de su formación hasta alcanzar el nacimiento”.10

En el caso de las lesiones al concebido, se toma en cuenta este criterio sub

examine de que es un ser en pleno desarrollo. Por lo que se defiende su integridad

(física o corporal) y su salud, a partir del asentamiento en la matriz endometrial

como lo considera la teoría recogida por el legislador, es decir, la teoría de la

anidación. Cabe considerar que para cierto sector de la doctrina española

(Carbonell Mateu, González Cussac) el bien jurídico penal que se protege con las

lesiones al feto recogidos en su texto legal no es otra que la salud de las personas

nacidas quienes sufrieron la lesión con anterioridad al nacimiento. Esto en razón de

que se sigue protegiendo la salud e integridad de las personas. Esto es, el objeto

de protección no es el feto mismo, sino la persona que nacerá con taras físicas o

psíquicas.11 De ahí que las lesiones al no nacido sean un apéndice de los delitos de

lesiones. Para Michue, Juan, esta situación encuentra su fundamento en el aspecto

penológico pues tanto la legislación penal española, la peruana y la colombiana

castigan las lesiones al nasciturus con una pena mayor respecto al delito de aborto.

Ahora, cabe aclarar que en el tipo que contempla la lesión al concebido o feto

no se superpone el bien jurídico vida ni tampoco el bien jurídico salud, puesto que

ambos son categorías que pertenecen a lo que la doctrina actual denomina “bienes

vitales”. Por tanto, la salud como concepto genérico puede englobar los bienes

vitales naturales (integridad física, salud corporal), por lo que es preferible,

siguiendo un criterio clarificador, sostener que la salud es el bien jurídico al cual va

7 Peña, R. Ob. cit. p. 225.8 Bustos Ramírez, Juan. Manual de Derecho Penal. Parte Especial, cit., p. 70; 9 Berdugo, Ignacio. Delitos contra la Salud Personal:..., cit., p. 168. 10 Michue, Juan. El delito de lesiones contra la vida humana dependiente: precisiones de dogmática penal y política criminal. p. 84.11 Ídem. p. 86.

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dirigido el daño o menoscabo sea desde su estado postnatal o prenatal (lesión al

concebido).12

II. ELEMENTOS CONSTITUTIVOS DEL DELITO

II.1. Tipo Penal

Nuestro Código Penal vigente incluía originariamente las lesiones (en su

forma dolosa o culposa) en los individuos mas no en el concebido o

nasciturus. Así, el art. 1 de la Ley N° 27716, publicada el 08 de mayo de

2002, incorporó al Código Penal el artículo 124-A que tipifica el delito de

daños o lesiones al concebido o feto con el contenido siguiente: “El que

causa daño en el cuerpo o en la salud del concebido, será reprimido con

pena privativa de la libertad no menor de un año ni mayor de tres”.

II.2. Tipicidad objetiva

El delito de lesiones o daño al feto se configura cuando el agente o

autor desarrolla o efectúa, haciendo uso de cualquier medio o instrumento,

una conducta orientada a causar u ocasionar daño o lesiones en la

integridad física o salud del concebido. Las lesiones a la integridad o la

salud del feto deben tener la magnitud de las lesiones previstas en los

supuestos de los artículos 121, 122 Y 123 del Código Penal vigente, por lo

que el operador jurídico al momento de aplicar la norma en comentario,

deberá remitirse a aquellos supuestos.

La ley se refiere a dos clases de lesiones, una en la integridad física del

feto, y otra en la salud del mismo, la primera se limita a ocasionar

deformaciones, tanto en el aspecto interno como externo, en la etapa de

formación o en la etapa desarrollada; la segunda clase, se refiere al daño o

menoscabo en la salud, como en el funcionamiento de los órganos;

afectación que puede prolongarse hasta después del nacimiento como ya

se expresó en el apartado anterior. Como bien sostiene Salinas Siccha “es

indudable que el feto para desarrollarse o desenvolverse normalmente,

requiere de salud, mucho más que un ser extrauterino, pues cualquier

afectación a su salud trae consecuencias para su desarrollo futuro. No

debe obviarse que un ser en formación es más propenso a ser afectado

que un ya nacido, el mismo que se refleja en el APGAR (prueba

universalmente aceptada por los pediatras que sirve para determinar el

12 Michue, Juan. Ob. cit. p. 44.

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estado de salud del recién nacido, el mismo que se basa en la frecuencia

cardiaca, esfuerzo respiratorio, no muscular, respuesta estímulos y

coloración de piel). De donde resulta que el feto en su evolución necesita

de plena salud, su alteración puede ocasionar trastornos irreparables que

necesariamente van a influir negativamente en su vida fuera del vientre

materno”.13

El "causar daño en el cuerpo o salud del concebido", muy bien puede

englobar todas y cada uno de los comportamiento previstos expresamente

en el artículo 157 del Código Penal español que regula el delito de lesiones

al feto. En efecto, allí se expresa que comete delito de lesiones al feto

aquella persona que por cualquier medio o procedimiento, le causa una

lesión o enfermedad que perjudique gravemente su normal desarrollo, o

provoque en el mismo una grave tara física o psíquica. En nuestro sistema

penal, no hay lesiones al feto o concebido por negligencia como sí se

regula en el artículo 158 del Código Penal español. Como advierte Salinas

Siccha “es una omisión que debe corregirse, caso contrario, los fetos se

encuentran desprotegidos o desamparados ante temerarias negligencias

de los profesionales de la salud que tienen que ver con ellos”.14 Al

respecto, Michue opina que el tipo penal contenido en el Art. 124 - A

encierra dificultades para su interpretación puesto que presenta aspectos

formales como de fondo que puede confundir al operador jurídico. “En lo

que se refiere al aspecto de forma del tipo penal bajo análisis, la dificultad,

prima facie, se presenta en la ubicación sistemática del precepto legal que

lo contiene (art. 124-A); pues, ésta conduce a dos razonamientos

equivocados: disfuncionalidad del bien jurídico penal y considerar a los

delitos culposos como regla general. Ello contraviene con el sistema

dogmático que rige nuestro ordenamiento penal, generando por ello una

confusión entre los operadores del derecho”.15

En efecto, por la ubicación del precepto que tutela la salud de la

persona nacida se presta a la confusión de considerar la salud de la vida

humana independiente. Por otro lado, la ubicación del tipo como anexo de

ilícito en su forma genérica culposa (art. 124) puede conducir a que se

conciba como un ilícito penal de comisión culposa. Estas dos confusiones

son equívocos superables al tomar en cuenta el principio de legalidad o

13 Salinas, R. Ob. cit. pp. 269-270.14 Idem. p. 270. 15 Michue, J. Ob. cit. p. 91

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tipicidad, puesto que solo lo que prescribe y sanciona la norma es lo único

presto a interpretación.

En cuanto al aspecto de fondo, se debe precisar que el delito de lesión

al concebido es de carácter doloso y pese a no precisarse la magnitud del

acto, si presenta una forma grave o leve, el legislador presupone que al

tratarse de un nasciturus, cuyo diagnóstico es complicado y recuperación

delicada, es la forma grave la que reviste al tipo. Además, como bien

señala Portocarrero Hidalgo, del precepto legal se desprende dos clases

de lesiones: uno en el cuerpo del feto y otra en la salud del mismo.16 De ahí

que se conciban dos niveles de afectación. No obstante el legislador creyó

conveniente subsumir el tipo al bien jurídico genérico salud, cuyas razones

ya explicamos en el primer ítem.

II.3. Sujeto activo

De acuerdo con el Art. 124-A del C.P., el sujeto activo del delito de

lesiones al feto puede ser cualquier persona. El tipo penal no exige alguna

cualidad o calidad especial en el sujeto activo. En consecuencia, puede ser

perfeccionado, realizado o cometido tanto por un ignorante en la ciencia

médica como por un iniciado en ella. No se excluye tampoco a la madre. Al

respecto, en caso de verse un resultado mortal puede concurrir un

concurso con el delito de autoaborto.

II.4. Sujeto pasivo

De manera general, en el caso de delitos de lesiones son sujetos

pasivos todos aquellos sobre los cuales rechacen los efectos perjudiciales

de la conducta criminal, una visible lesión a las esferas corporal, fisiológica

y/o mental.17 En el caso de las lesiones en el concebido, la víctima o sujeto

pasivo de la conducta en análisis es el feto o ser humano en formación

comprendido desde la anidación o implantación del óvulo fecundado en el

útero de la mujer hasta el momento que comienza el parto de la gestante.

El Diccionario de la Real Academia coincide con este criterio al definir al

feto como "el embrión de los mamíferos placentarios y marsupiales, desde

que se implanta en el útero hasta el momento del parto".

II.5. Tipicidad subjetiva

16 Portocarrero, Juan. Delito de lesiones, p. 173.17 Peña, R. Ob. cit. p. 227

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Como ya referimos, el tipo penal trata una conducta punible netamente

dolosa. No cabe la comisión por culpa o imprudencia, es decir, el agente

debe actuar con conocimiento y voluntad de ocasionar daño a la salud o

integridad física del ser concebido. Puede presentarse cualquier tipo de

dolo ya sea directo, indirecto o eventual.

El dolo directo o de primer grado es aquel cuya realización típica llevada

a cabo es la perseguida por el autor. Esto es, hay un dominio del aspecto

volitivo sobre el cognitivo. Luego, “(…) en las lesiones al nasciturus el dolo

se manifiesta por querer dañar la salud, conduciendo por ello su voluntad a

ese objetivo”.18 Por ejemplo, puede darse el caso de que un sujeto inyecte

a la gestante una sustancia que dañe al feto con ánimo de venganza.

El dolo de consecuencias necesarias o dolo indirecto es aquel en el cual

se produce un hecho típico indisolublemente ligado a lo perseguido por el

autor y que por eso mismo es conocido y querido por él. En este tipo de

dolo predomina el aspecto intelectual sobre el volitivo. “El sujeto activo

conoce que con su acción se van a realizar los elementos del delito de

lesiones al nasciturus, esto es, sabe que con su conducta producirá el

menoscabo en la salud del feto, aun cuando no quiere ese resultado”.19 Por

ejemplo, cuando un médico receta un determinado fármaco a la gestante

que produce en el feto efectos secundarios o en la transmisión dolosa de

una enfermedad infecto contagiosa a la gestante, como el SIDA, cuando el

autor considera que dicha enfermedad se transmitirá al feto.20

Por último, en el dolo eventual o dolo condicionado, el sujeto activo al

desplegar su conducta asume la posibilidad de producción del resultado.

Esto es, “el autor se representa el resultado como posible consecuencia de

su acción y a pesar de ello lo realiza, aceptando la causación del mismo si

efectivamente llegara a producirse”.21 Ejemplo de ello tenemos a las

parejas de las gestantes que pese a tener alguna enfermedad transmisible

por vía sexual mantienen relaciones con la madre y sabiendo que pueden

causar con dicho acto un daño a la madre.

Puede, tambien, presentarse en un caso concreto un error de tipo que

excluye de la sanción al agente del hecho debido que no se ha previsto

como delito a las conductas culposas.22 Dado que las formas de

18 Michue, Juan. Ob.cit. p. 103.19 Idem. P. 104.20 Portocarrero, J. Ob. cit. p. 177.21 Michue, J. Ob cit. p. 10422 Salinas, R. Ob. cit. p. 272.

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culpabilidad pueden verse excluidas por el error, es decir una

representación falsa de la realidad. En este sentido, podemos distinguir

entre “error de tipo” que es la ignorancia o conocimiento equivocado por

parte del sujeto activo de alguno o todos los elementos que conforman el

tipo objetivo) y “error de prohibición”, es decir, aquel que recae sobre la

antijuricidad o injusto del hecho. 23

Por otro lado, si se llega a determinar que el daño ocasionado el sujeto

pasivo, se originó a consecuencia de una conducta negligente o

imprudente, se descartará la comisión del delito. Esto en razón de que,

como expresamos líneas arriba, el legislador no considero la forma culposa

o imprudencia. No obstante, desde un enfoque político-criminal es

necesaria la punibilidad de este tipo de conductas por cuanto son los

sucesos más comunes. Como luego desarrollaremos, la jurisprudencia

penal española trae muchos ejemplos y su texto legal contiene la lesión

imprudente o culposa al feto.

La imprudencia o conducta culposa, según la dogmática penal, consiste

en la infracción del deber de cuidado personalmente exigible y en la

producción causal de un resultado (elemento objetivo) teniendo en cuenta

las capacidades y experiencias personales (elemento subjetivo).24 En

términos de la jurisprudencia nacional, “el tipo objetivo de los delitos

culposos o imprudentes exige la presencia de dos elementos: a) la

violación de un deber objetivo de cuidado, plasmado en normas jurídicas,

normas de la experiencia, normas de arte, ciencia o profesión, destinadas

a orientar diligentemente el comportamiento del individuo, y b) la

producción de un resultado típico imputable objetivamente al autor, por

haber creado e incrementado un riesgo jurídicamente relevante, que se ha

materializado en el resultado lesivo del bien”.25 Pues, como apunta Salinas

Siccha, “teniendo como objetivo una normativa penal coherente y con

consistencia interna y observando la realidad que también por conductas

negligentes se lesiona el cuerpo y la salud de los fetos, consideramos de

lege ferenda que el legislador en el futuro debe incorporar un capítulo

específico para regular tanto las conductas dolosas como culposas que

lesionan le bien jurídico integridad física y salud de los concebidos o

fetos”.26 Por otro lado, como ya se había expresado en la descripción de la

23 Michue, J. Ob. cit. p. 10524 Idem. p. 105.25 Recurso de nulidad N° 4288-97, citado por Michue, Juan, Ob. cit. p. 10526 Salinas, R. Ob. cit. p.272.

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conducta o el tipo, el precepto contempla a cualquier sujeto activo,

incluyendo a la madre y al médico o profesional de salud. Tanto la gestante

como el medico pueden incurrir en un acto imprudente, sobre todo el

profesional médico. La doctrina considera que la actividad profesional del

médico presenta una mayor inclinación a desencadenar actos negligentes.

El legislador debería, pues, tomar en cuenta estos aspectos mencionados.

El delito de lesión es un delito de resultado por lo que se consuma o

perfecciona en el mismo momento que el agente por cualquier medio

ocasiona o causa lesión en la integridad física o causa daño a la salud del

feto. Obviamente, con lo avanzado de la ciencia médica, la lesión o daño

causado puede terminar con atención médica tanto antes del nacimiento

como después del parto. Es posible la tentativa. Habrá tentativa cuando el

agente desarrolla su comportamiento orientado a ocasionar lesión en el

feto, sin embargo, no logra alcanzar su objetivo por la intervención de

circunstancias extrañas a su voluntad, o también por su propio

desistimiento.

II.6. Antijuricidad

Una vez que se ha determinado que en la conducta analizada concurren

todos los elementos objetivos y subjetivos que conforman la tipicidad de la

lesión al concebido previsto en el art. 124-A, el operador jurídico deberá

pasar inmediatamente a analizar la antijuricidad. Esto es, entrará a

determinar si la conducta es contraria al ordenamiento jurídico o en su

caso, concurre alguna causa de justificación de las previstas y sancionadas

en el artículo 20 del Código Penal. En la práctica judicial es frecuente

encontrarse con la legítima defensa como causa de exclusión de la

antijuricidad. No obstante, “no parece indicado un análisis detallados de

todas y cada una de las causas de justificación, pues la apreciación de

algunas resulta improbable. Así, por ejemplo, la legitima defensa no tiene

campo de juego alguno en este delito, pues no parece imaginable un

supuesto en el que una acción de lesiones al nasciturus sea medio racional

y necesario para eludir una agresión ilegítima”.27

El estado de necesidad (justificante) es la causa más probable que puede

configurarse en esta figura penal. Por ejemplo, ante un hecho como el

siguiente: “Una mujer de ocho meses de gestación es arrojada, para

27 Michue, J. Ob. cit. p. 107.

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salvarle la ida, desde el segundo piso de su vivienda que estaba en llamas.

Puesto que arrojar a la gestante era el único medio para salvarla del

incendio, no obstante que se tenía la certeza de causar lesiones al hijo que

llevaba en el vientre producto de la caída, lo que ocurrió finalmente”.28 Por

definición el estado de necesidad es el estado de peligro actual para

legítimos interese que únicamente pueden conjurarse mediante la lesión de

los intereses legítimos de otra personas. Esta figura se encuentra en el inc.

4 del art. 20 del C.P. vigente.

Los requisitos para la aplicación de esta causal de justificación se presenta

bajo dos aspectos: uno objetivo y otro subjetivo. El primero requiere que

una situación de peligro sea real inminente. En el ejemplo planteado: el

“incendio de la vivienda de la gestante”. Por otro lado, debe presentarse

una acción necesaria por parte de la persona que realiza la defensa a partir

de una ponderación, esto es, el bien jurídico defendido debe ser de mayor

valor que el sacrificado. En el ejemplo: la salud del nasciturus es el bien

jurídico sacrificado a favor de la vida de la madre.

El segundo aspecto lo conforma el conocimiento de estar en una situación

de peligro y la voluntad de defensa para evitar un mal grave. De ahí que el

aspecto cognitivo, en el ejemplo, sea el hecho incendiario, y el volitivo sea

la voluntad de hacer el acto riesgoso pese a la posibilidad de causar daño

al feto.

II.7. Culpabilidad

Después de analizar la conducta tipa y al no concurrir causa alguna que

justifique frente al ordenamiento jurídico, el operador jurídico entrara a

determinar si aquella conducta puede ser atribuida o imputable a su autor.

En consecuencia, analizará si la persona a quien se le atribuye la conducta

típica y antijurídica es imputable penalmente, es decir, goza de capacidad

penal, para responder por su acto. En este aspecto por ejemplo, tendrá

que determinarse la edad biológica del autor del homicidio. "La minoría de

edad constituye una causa de inimputabilidad criminal, cuya importancia

normativa supone una presunción legal iure et de jure que incide en una

dimensión biológica de la persona, por lo que bastará la sola constatación

28 Michue, J. Ob. cit. p. 107.

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de que el sujeto no haya alcanzado la mayoría de edad para fundar la

exclusión de su responsabilidad penal".29

II.8. Autoría y participación

II.8.1. Autoría

Para definir quién es autor, la doctrina se inclina por la teoría del

dominio de hecho para considerar como autor a quien tenga dicho

dominio. No obstante, el art. 23 del CP define al autor como aquel

“que realiza por sí o por medio de otro el hecho punible y los que

cometan conjuntamente”.

Así, nuestro Código punitivo se afilia a la doctrina dominante que

distingue tres supuestos: autor directo, autor mediato y coautoría.

Autor directo o inmediato es quien domina la acción y realiza integra

y directamente los actos ejecutivos. En el caso del delito de lesión

al concebido, el autor directo es quien directamente cause

menoscabo en la salud del sujeto pasivo

El autor mediato es quien, para lesionar al nasciturus se vale o

utiliza a otra persona de la que se sirve como instrumento. La

primera domina la voluntad de la segunda.

La figura de la coautoría se enmarca dentro de un plan grupal o

unitario. Esto es, son coautores dos o más personas que acuerdan

llevar a cabo diferentes acciones que van dirigidas a menoscabar la

salud de la persona en formación (sujeto pasivo), distribuyéndose

las tareas, sea de manera mediata o inmediata. Todos los coautores

tienen dominio de hecho debido al reparto de roles.

Los tres supuestos de autoría están regulados en el art. 23 del C.P.

vigente.

II.8.2. Participación

La participación en derecho penal se le conceptualiza como la

cooperación o apoyo intencional a un tercero en la comisión de un

delito doloso. Sólo los delitos de carácter doloso resisten la

categoría de la participación. La participación siempre es dolosa, no

cabe una participación culposa. Resulta imposible que en un delito

culposo se hable de partícipes. Partícipes son los sujetos cuya

actividad se encuentra en dependencia, en relación a la del autor,

29 Salinas, R. Ob. cit. p. 40.

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no tienen dominio de hecho y contribuyen a la realización delictiva

de otra persona. Son los que efectúan un aporte doloso en el

injusto doloso de otro, trátese de una instigación o de una

complicidad. El partícipe interviene en un hecho ajeno, por ello es

imprescindible la existencia de un autor, respecto del cual se

encuentra en una posición secundaria. De ahí que no sea posible

un partícipe sin un autor.

Al respecto, nuestro C.P. vigente clasifica a los partícipes en

instigadores (art. 24) y cómplices (art. 25). Instigador o inductor es

quien dolosamente determina o hace que otra persona (inducido)

idee la comisión de una acción delictiva. En el delito de lesión, es

quien instigue a otro a menoscabar la salud del feto. Ahora, cabe

aclarar que si el acto fracasa, es decir, no se realiza el resultado, no

cabe lugar a hablar de instigador. Esto en aplicación del principio de

accesoriedad.

Cómplice, a su vez, presenta una clasificación. Tenemos al

cómplice primario y al secundario. El primero es quien participa de

los actos preparatorios, su aporte es necesario para la realización

del tipo penal, pero no tiene dominio de la voluntad ni del hecho. Su

pena es la misma que el del autor. Por otro lado, el cómplice

secundario participa desde la ejecución del tipo penal pero su

aporte no resulta significativo en la realización del hecho. Es una

colaboración no necesaria, por lo que su pena es atenuada. De ahí

que se afirme que el cómplice tiene responsabilidad en tanto que su

aporte haya contribuido a que el autor realice el delito, mas si este

no llega a concretarse, dicho aporte carece de relevancia penal.30

CONCLUSIONES

30Michue, J. Ob. cit, p. 11

Page 12: Monografia Penal

La lesión al concebido es el daño, deterioro o menoscabo a la salud o integridad física

del feto. Consideramos, siguiendo a la doctrina moderna, la salud como concepto

genérico puede englobar los bienes vitales naturales (integridad física, salud corporal).

De ahí que la salud es el bien jurídico al cual va dirigido el daño o menoscabo sea

desde su estado postnatal o prenatal (lesión al concebido).

El delito de lesiones o daño al feto se configura cuando el agente o autor desarrolla o

efectúa, haciendo uso de cualquier medio o instrumento, una conducta orientada a

causar u ocasionar daño o lesiones en la integridad física o salud del concebido.

De acuerdo con el Art. 124-A del C.P., el sujeto activo del delito de lesiones al feto

puede ser cualquier persona. El tipo penal no exige alguna cualidad o calidad especial

en el sujeto activo. En consecuencia, puede ser perfeccionado por cualquiera,

inclusive la madre.

La víctima o sujeto pasivo de la conducta en análisis es el feto o ser humano en

formación comprendido desde la anidación o implantación del óvulo fecundado en el

útero de la mujer hasta el momento que comienza el parto de la gestante.

El delito de lesión al concebido recogido por nuestro ordenamiento jurídico penal solo

contempla su forma dolosa pese a que la dogmática y la política criminal identifican

como necesario la tipificación de la forma culposa o imprudente, además de que se

ubique la vigente norma en un capitulo autónomo para su correcta interpretación.

En este tipo de delitos caben el dolo directo, indirecto y el eventual. La lesión culposa

está presente en legislaciones extranjeras como la española y colombiana. Además de

estos elementos constitutivos, en las lesiones al concebido, podemos identificar

estados de necesidad, exculpación, autoría y participación.

BIBLIOGRAFIA

Page 13: Monografia Penal

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