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    S E R I E C U L T U R A u

    Dirigida por Nstor Garca Canclini

    Se ha vuelto necesa rio estudiar la cultura en nuevos territorios. La indus-

    trializacin y la globalizacin de los procesos culturales, adems de mo-

    dificar el papel de los intelectuales y los artistas, provoca que se interesen

    tambin en este campo los empresarios y los economistas, los gestores de

    proyectos cul turales y los animadores de la comunicacin y la par t icipa-

    cin social. La serie Culturas dar a conocer estudios sobre estos nuevos

    escenarios, as como enfoques interdisciplinarios de las reas clsicas, las

    artes y la l i teratura, la cultura popular, los con flictos fronterizos, los desa-

    fos culturales del desarrollo y la ciudadana. Darem os preferencia a estu-

    dios en espaol y en otras lenguas qu e estn renovando tanto el trabajo de

    las disciplinas dedicadas a la cultura antropologa, historia y comuni-

    cacin com o los campos del conocimiento que se abren para estos temas

    en la economa, la tecnologa y la gestin sociopoltica.

    T E R E S A P I R E S D O R I O C A L D E I R A

    J OO S T S M I E R S

    J E A N -P IE R R E W A R N I E R

    G E O R G E Y D I C E

    R O S A L A W I NO C U R

    S C O T T M I C H A E L S E N

    Y D A V I D E . J O H N S O N

    G U S T A V O L I NS R I B E IR O

    G E O R G E Y D IC E Y T O B Y M IL L E R

    J O OS T S M I E R S

    T I E N NE B A L I B A R

    R E N A T O O R T I Z

    Ciudad de muros

    Un m undo sin copyright

    Artes y m edios en la g lobal izacin

    La m undializacin de la cultura

    El recurso de la cultura

    Usos de la cul tura en la era g lobal

    Ciudadanos mediticos

    La construcc in de lo pbl ico en la radio

    Teo ra de la frontera

    Los l mites de la po l t ica cul tura l

    Postimperialismo

    Cultura y po l t ica en el mundo

    contemporneo

    Poltica cultural

    Un m undo sin copyright

    Artes y m edios en la g lobal izacin

    V iolencias, identidades y civilidad

    Por una cu l tura po l t ica g lobal

    Mundializacin: saberes

    y creencias

    MEDIOS,

    MODERNIDAD

    Y TEC NOLOGIA

    Hacia una teora interdisciplinaria

    de la cultura

    David M or ley

    Traduccin de Margarita Polo

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    NDICE

    2007 David Morley

    All right reserved

    Ttulo del original en ingls:

    Media Modemity Technology: The Geography of the New

    Authorised translation from the English language edition published by Routledge, a member of the

    Taylor & Francis Group.

    Traduccin: Margarita Polo

    Primera edicin: diciembre de 2008, Barcelona

    Derechos reservados para todas las ediciones en castellano

    Editorial Gedisa, S.A.

    Avenida del Tibidabo 12, 3

    08022 Barcelona, Espaa

    Tel 93 253 09 04

    Fax 93 253 09 05

    [email protected]

    www.gedisa.com

    ISBN: 978-84-9784-250-1

    Depsito legal: B. 43386-2008

    Diseo de coleccin:

    ans

    Impreso por Romany Valls

    Impreso en Espaa

    Printed in Spain

    Queda prohibida la reproduccin parcial o total por cualquier medio de impresin,

    en forma idntica, extractada o modificada, de esta versin castellana de la obra.

    Ilustraciones

    Agradecimientos

    1

    Introduccin

    3

    Primera parte: La geograf-a de la modernidad

    y la orientacin del futuro

    1.

    EurAm, modernidad, razn y alteridad: despus

    de Occidente?

    3

    2.

    Ms all de la abstraccin global: la teora regional

    y la espacializacin de la historia

    3

    Segunda parte: Domesticidad, mediacin y tecnologas de lo nuevo

    3.

    Asuntos pblicos e historias ntimas: mediacin,

    domesticacin y dislocacin

    121

    t/

    4.

    Retrica de lo sublime tecnolgico: las paradojas

    de la racionalidad tcnica

    171

    Tercera parte: Tecno

    ntropologa: iconos, ttems y fetiches

    5. La televisin: no tanto un medio visual como un

    objeto visible

    225

    6.

    Tecnologas mgicas: lo nuevo, lo brillante y lo simblico

    C o d a

    7.

    Prodigios y maravillas: modernidad, tradicin y tecnologa

    275

    ndice analtico

    301

    249

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    Ilustracin

    3. Anuncio de un refrigerador de Siemens con televisin

    incorporada. Reproducida con autorizacin de Siemens plc y BSH

    Home Appl iances L t d .

    3. A SU NT OS PBL IC OS E H IST OR IA S NT IM A S

    M E DIA CIN, DOM E ST ICA CIN Y D ISL OCA CIN

    Tras haber examinado algunas perspectivas tericas genera-

    les sobre la s nuevas fo rmas de modern idad y su geogra f a en

    un n ive l m acro, me concen tra r ahora en una m ic roperspec t i-

    v a s o br e o t r a f o r ma d e n o v e d a d , e n r e l a c in c o n l a s n u e v a s

    tecno logas de nues tro t iempo, sobre cmo han s ido dom es t i -

    cadas y cmo v ivimos con e l las en n uest ra ex is tencia cot id iana .

    M i in te rs espec f ico en es te cap tu lo es abordar la s cues t iones

    L

    de la iden t idad desde e l pun to de v is ta de cmo deb emos com -

    \ prenderTa idea de la casa mediatizada, y tambin abordar las

    cues t iones de tecno loga desde e l pun to de v is ta de cmo pod e-

    mos com prender tan to e l proceso h is tr ico de su dom es t icac in

    como e l fenmeno con temporneo de su d is locac in .

    En es te contex to t ambin me propongo e laborar una pers -

    pec t iva que t ra ta de a r t icu la r lo s imbl ico con las d imens iones

    materiales del anlisis. Lynn Spigel aborda este aspecto de otra ma-

    nera cuando sos t iene que e l auge s imultneo de l suburbio pro-

    ducido por l as masas y un lugar ubicuo l l amado

    televisionland

    (la t ierra de la televisin) plantea una serie de cuestiones que hace

    poco t iempo los acadmicos han comenzado a indagar .

    1 Al re-

    plantear estas cuestiones retomo, siguiendo a Spigel, la formula-

    c in de Raym ond Wil l iams de la priva t izac in mvil a f in de

    describir los estilos de vida de los suburbios mediatizados. Para

    Wil l iams , la priva t izac in m vil o frece la do ble sa t is facc in

    de perm itir a las personas qued arse en casa, seguras, dentro del

    mbito de su seguridad on to lgica famil ia r , y a l mismo t iempo

    viajar (imaginaria o virtualmente) a lugares que las generacio-

    nes anteriores ni siquiera podan imaginar visitar.

    2

    Spigel sos t iene que, por lo menos en e l contex to nor teamer i -

    cano, se puede com prender la genealoga de las ideas sobre la do-

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    mest ic idad en un mundo sa tu rado por los medios como un desa -

    rrollo en tres etapas principales en el perodo de posguerra. Com o

    ella observa, en la situacin inmediatame nte posterior a la guerra

    / la televisin se vea, en gran m edida, como agente de enlace, capaz

    de juntar las

    vidas de los fam iliares qii-EhibiltiTid7seTa-rados por

    la guerrultesidga se vea como un agente e ormas dese-

    i h re s d e

    ' juntar a la familia

    .3

    La pr imera e tapa de l desa rro l lo

    de la te levis in en e l per odo de posguerra impl ic e l mod elo del

    hom e theatre

    (basado en ideas de acce sibilidad, de traer una sa-

    lida imaginaria en la ciudad a la cultura dom stica sedentaria de

    espectadores pasivos, seguros en ca sa, en el crculo familiar, en

    la sala de estar; perm itir visi tas imaginarias a los grandes placeres

    de la ciudad y una se nsacin falsa de estar participando en la vida

    pblica, para familias que, en realidad, se quedaba n seguras en los

    suburbios . Es ta pr imera e tapa , segn opina Spige l , e s la que en-

    capsula realmente el modelo de la privatizacin mvil de Wi-

    lliams. Con el advenimiento de la te levis in porttil en Estados

    Unidos en los arios sesenta, destinada a simbolizar las aspiracio-

    nes de lo que la industr ia entonces imaginaba como u na audiencia

    mv i l y ms ac t iva de personas que es taban en l a onda , es te

    mo delo fue suplantado por e l (an v igente) modelo de l hogar

    mv i l , que se carac ter iza no t anto por l a pr iva t izac in m vi l ,

    sino por lo que la autora l lama la m ovilidad privatizada .4

    En la l t ima e tapa de es tos desa rro l los , como sos t iene Spi-

    gel, se da el modelo de la ca sa inteligente digitalizada (a la que

    nos re fe r i remos ms ade lan te ) , que o frece no tan to una imagen

    de mov ilidad, sino un espacio sensible que, com o suele decir-

    se, t rasciende profundam ente las divisiones interior/exterior y tra-

    ba jo /casa , en e l sen t ido de que rea lmente hace innecesa r io t ras -

    ladarse adonde sea . En su fo rma d ig i ta lizada , la misma casa se

    puede co nsiderar, en trminos de Viri l io, como el lt imo vehcu-

    lo, donde e l confor t , la seguridad y la e s tab i l idad pueden con-

    vivir felizmente con la posibilidad de un vuelo instantneo di-

    gi ta li zado adonde sea , y l a impor tac in ins tantnea en casa de

    elementos deseados procedentes de cualquier otro lugar.s Sin

    embargo , com o veremos , todo es te d iscurso

    high-tech

    suele es-

    tar cuidadosamente enmarcado y domesticado por una visin

    A S UNT OS PBLIC OS E H IS T OR IA S NT IM A S : M E DIA CIN, DOM E S T IC A C IN Y D IS LOC A C IN /

    123

    Queda claro, en el presente contexto, que tenemos que ir

    ms all del inters prcticamente exclusivo que los estudios so-

    b re medios s iempre han tenido por la te levis in, a f in de abordar

    e l s igni f i cado contemporneo de una gam a ms am pl ia de t ec-

    nologas de l a comunicac in. Sin embargo, sos tendr que ne-

    cesitamos descen tra r los m edids en nues tro m ar i- r i t t icb ,

    pa ra comp render mejor la s maneras en qu e los procesos de los

    Ea os y- l Vid-a-cotidiana se entrelazan. El problema que afron-

    tamos no ser resuelto por las propuestas contemporneas de

    modernizar los estudios sobre medios, reconceptualizndolos

    com o es tudios sobre l a web o a lgo s im i lar, ya que e l lo slo

    implica r a co locar a In te rne t en e l cen tro de la ecuac in , don

    so l a e s ta r la te lev is in . Ese cam bio s lo reproduc ir a una p ro-

    blemtica tecnolgicamente determinista muy antigua, pero con \

    una nuev a apar ienc ia . Aqu la cues t in c lave es , pa ra dec ir lo de \ \

    fo rma paradj ica , cmo comprender la va r iedad de maneras en

    que los medios nuevos y los an t iguos se adaptan unos a o tros y

    conviven en formas s imbit icas , y t ambin cmo v iv imos con

    e l los en tan to pa r tes de nues tros con jun tos de m edios pe rso-

    nales o domsticos. '

    La muy anunciada) muerte de la geografa

    Entre o t ras cosas , es tas nuevas tecnolog as de co municacin

    han s ido promocionadas com o e l anunc io de la muerte de la

    geograf a . Desde un p unto de v i s ta br i tnico , un e jemplo con-

    temporneo e locuen te que pa rece r a sea la r en esa d irecc in es

    el crecimiento de los

    call centres

    (centros telefnicos de atencin

    a l c l iente) ins ta lados en l a India . Debido a l a com binacin de

    una econ om a con sa lar ios ba jos y un a l to n ive l en e l dominio

    de l ingls na t ivo , numerosas em presas br i tn icas han ins ta lado

    en ese pa s una gran cant idad de cen t ros t e le fnicos de a ten-

    cin a l c l iente . A los em pleados de esos ce nt ros se les impar ten

    cursos in tens ivos sobre la cu l tu ra br i tn ica con tempornea y se

    los forma para que presenten , a quienes los l laman , una forma

    muy desar ro l lada de br i t anidad v i r tua l , que ocul te por com-

    pleto su ubicacin ge ogrfica real . Se les incita a uti l izar nombres

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    M E DIOS , M ODE R NIDA D Y T E C NOLOGA

    que suene n ingleses para ident if i carse cuando responden las

    llamadas y a que, en la medida de lo posible, dis imulen su acen-

    to ind io . En rea l idad , en a lgunos de esos cen tros ahora se ense -

    a de l ibe radamente a los empleados a h abla r con acen tos br i t -

    nicos regionales , a fin de establecer mejor la autenticidad de su

    bri tan idad y la ve rac idad de la impres in que se le s ensea a

    dar, de responder a quienes los llaman como si estuvieran en

    a lgn lugar cerca de casa En las panta ll as de los ordenado-

    res de esos centros, en la India, continuamente se muestra la

    temperatura actu al en el Reino Unido y la hora del meridiano de

    Green wich, y se l es pide que o peren en funcin de es tos da tos

    para satisfacer a los clientes britnicos. Adems, los emplea-

    dos tienen que estar al corriente de las noticias y las te lenovelas

    en G ran Bre taa y consu l ta r los in formes de l t iempo br i tn icos ,

    a fin de poder entablar una conversacin ms amena con sus

    clientes.

    Sin embargo , s i b ien es tos cen tros te le fn icos ya no neces i-

    tan es ta r en e l te rr i to r io geogrf ico de l Re ino U nido para t ra ta r

    eficazmente con sus clientes britnicos, no estn (a pesar de los

    defensores de la nomadologa posmoderna) en cualquier lado, y

    tampoco estn de ningn modo desterritorializados. Estn

    ubicados prec isamente donde es tn porque la Ind ia o frece a los

    inversores la atractiva combinacin de un alto nivel de habilida-

    des en e l mane jo de l ingls na t ivo con una econ om a de ba jos

    sa la r ios, como resu l tado de la la rga h is to r ia de la presenc ia im -

    perial bri tnica en t ierra india. Por razones del mismo t ipo, los

    cent ros t e le fnicos f ranceses y espaoles t i enden a es ta r en e l

    norte de frica. De modo que la supuesta geografa dester

    -

    i

    -

    6

    in te rpre ta com o un conjunto de geog raf as secundar ias o a

    la sombra , c reada s a t ravs de l a comp le ja h is tor ia de l imp e-

    rialismo.

    Adems, a pesar de las dis imulaciones que por lo general se

    I

    practican en esos centros de atencin telefnica, e l c iberespacio

    t iene una geogra f a muy rea l . Como han dem os trado las

    gaciones realizadas por el Centre for Advan ced Spatial Analysis

    de Londre s, la densidad relativa de las conexiones a Internet por

    A S UNT OS PBLIC OS E H IS T OR IA S NT IM A S : M E DIA CIN, DOM E S T IC A C IN Y DIS LOC A C IN / 125

    enormem ente y e l acceso a esas tecno logas (y a la conec t iv i-

    dad que o frecen) depende en gran m edida de donde uno es t ,

    tanto en el espacio geo grfico com o social. ' En general, la distri-

    buc in de es tas nuevas tecno logas copia la s e s t ruc tu ras de po-

    der establecidas, y los flujos del trfico por Internet t ienden a se-

    guir las rutas establecidas por las formas de comunicacin

    an te r io res . Com o demues tra M at thew Zook, la economa de la

    era de la informac in est lejos de ser sin lugar, y en realidad

    l a produccin de conocimiento es t a r ra igada en lugares muy

    par t i culares , lo que co ns t i tuye un med io de innovacin geo-

    grfico especfico. Com o observa Ca stells en su introduccin al

    trabajo de Zook, la ubicacin de los dominios de Internet es uno

    de los pa trones ms concen trados_en e l p lano espac ia l , no s lo

    por pas s ino tamb in por regin, e incluso por lugares espec fi-

    cos dentro de las reas metropolitanas. ' Adems, como demues-

    t ra Zook, una pa r te muy desproporc ionada de la produ cc in , la

    dis tribucin y el consumo de datos sobre Internet tiene lugar, en

    rea l idad , den tro de l te rr ito r io geogrf ico de Es tados Unidos : no

    slo la tercera parte de los nombres de dom inios mundiales est

    regi s t rada en ese pa s , s ino que cas i todo e l t rf i co mund ia l de

    Interne t pasa a t ravs de t rece servidores ra z ins ta lados en

    Estados Unidos, que tienen los directorios maestros de los sufi-

    jos de dominios ( .com, .net, .uk, . fr, e tc .) . Zook observa que la

    gran paradoja es que, a pesar de la capacidad de In ternet de t ras-

    cender e l e spac io , la gran ma yora de la s compaas mun dia les

    punto.com

    sigue estando agrupada en un nmero muy pe-

    queo de con g lomeraciones urbanas : Nueva Y ork, Los ngeles ,

    Lond res y San Franci sco . '

    Adems , como ha dem os trado e l proyec to Globa l ised So- f

    ciety en Copenhag ue, a pesar de todas las opiniones que anuncia-

    ban que In ternet significara la muerte de la geog rafa, la pregun-1

    ta D nde es t s? es una deTi1rnISTrs is tentes en las ses iones

    de c l t por In terne t , y

    preginits como Miide-

    ViVSr

    -

    O, iriS

    tcnicamerit, '

    -

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    6/45

    r

    126 / M E DIOS , M ODE R NIDA D Y T E C NO LOGA

    premisa de un espac io abs t rac to , f luctuante , es constantemen-

    te desafiada por los participantes que pasan una cantidad de

    tiempo considerable en la creacin de anclajes geogrficos

    para textos cuyos orgenes terrestres se ocultan en la interfaz

    del ordenador

    .11

    Anlogamente a las observaciones que he p resentado ms

    ar r iba sobre e l uso de la hora br i tn ica y las norma s cu l tu ra -

    les bri tnicas en los c entros de a tencin telefnica en la India, los

    inves t igadores de Cop enhague tambin ha l la ron muchos e jem -

    plos de lo que carac te r izan com o dar por sen tado que E s tados

    Unidos es e l lugar y la cul tura de la red y de la norteamerica-

    nidad como la norma silenciosa o la posicin por

    default

    del uso de In te rne t :2 Es tas supos ic iones es tn incorporadas en

    ac t i tudes y prc t icas que cons t ruyen a E s tados Unidos como e l

    centro del universo en lnea y a las dems partes del mundo

    com o su per i fer ia , y es tn expresadas en f rases hechas , como

    cuando alguien se ref iere a s mismo en l nea diciendo que escr i-

    be desde e l sur , suponiendo que e l des t inatar io del mensaje

    entender que s ign i f ica e l sur de Es tados Un idos ; o cuando a l -

    gunas personas se ref ieren a s mismas diciendo que estn en la

    hora de la costa este, sin sentir la necesidad de indicar que

    se t ra ta de la costa este de determinado pas ." En efecto , en ese

    sent ido Estados Unidos (y la hora de E stados Unidos) s igue con-

    formando, en am plia medida, e l horizonte de la percepcin de lo

    que podramo s l lamar lo real en l nea.14

    ' Pongamos un e jemplo de o t ra tecnologa , a la que m e re fe r i -

    f m s ade lan te . Al igua l que con In te rne t , l a pr imera pregunta

    ;que se hace en muchas conversaciones por telfono mvil es

    .Dnde es ts? . A pesar de los a rgumentos de M eyrowi tz de

    1

    yque a l adven imien to de la t e lev is in s ign i f ica que noso t ros

    (quienesquiera que seamo s) ahora vivimos en un otra par te ge-

    neral izado, y no en un lugar que pueda espe cif icarse , y a pesar

    de la opin in de Wark de que ya no tenemos ra ces u o r genes ,

    s ino slo an tenas y te rmina les , parece que , en rea l idad , an se -

    I

    guimos

    habitandipcalidadesPo

    r l iCas realesi-qeas-imisni

    t ienen consecuencias m uy reales para nuestras posibi l idadesde.

    -c-ri-ocirhiento o accin.15

    A S UNT OS PBLIC OS E H IS T OR IA S NT IM A S : M E DIA C IN, DOM E S T IC A C IN Y DIS LOC A C IN / 127

    Historias mediadas y la domesticacin de la televisin

    Rodeados com o es tamos de los deba tes acerca de l impac to

    que en e l fu turo tendrn las nuevas tecnolog as de la comu ni-

    cacin, es muy posible que lo primero que nec esi temos, si desea-

    mos ev i tar los pel igros tanto del utopismo com o de la nostalgia ,

    y adem s evi tar e l error his tr icamente egoc ntr ico de t ra tar los

    dilemas de nuestra propia poca como si fueran nicos s en-

    contrar alguna manera de ubicar esos debates uturokgico.s_.en una

    perspect iva his tr ica . Por supuesto , es ta preocupacin nos l leva

    - u-ha de las cuest iones ce ntrales del t rabajo his tr ico: la cues-

    t in de la per iodizacin y de cm o dis t inguir entre las formas de

    acceso y provis in de los medios en d esarrol lo , ya que son t rans-

    formadas por procesos de cambios inst i tucionales , econmicos,

    pol t icos, tecnolgicos y cul turales . Contamos con algunas pau-

    t as que pueden gu ia rnos . John E l li s ha sea lado acer tadamente

    la necesidad de dis t inguir , por lo que respecta a la te levisin, en-

    t re lo que l llama la era de la escasez (cuando h ab a pocos

    canales), la era de la disponibi l idad (cua ndo el nm ero de ca-

    nales en ofe r ta para e l t e lespec tador comenz a aum entar pau-

    la t inamente) y la e ra ac tua l de la abu ndanc ia y la incer t idum-

    bre (donde h ay ml t ip les canales , cont roles remotos , v deos

    programados y fragmentacin de la audiencia).16

    La cues t in c lave es de te rminar qu es exac tamente lo que

    es t s i endo t rans fo rmado y cm o, en r e spues ta a e sos cambios ,

    neces i tamos adapta r nues t ros parad igm as ana l t icos . Jun to con

    la conveniente genealoga de modelos de domest ic idad y consu-

    mo d e medios qu e propone S pigel , ser a t i l considerar e l t raba-

    jo de Robe r t Al len sobre la t ransform acin de la indu st r ia del

    c ine como resu l tado de cam bios tan to dem ogrf icos como tec-

    no lgicos , en un contex to donde la c rec ien te cen t ra lidad de los

    valores famil iares en la esfera pol t ica tambin se ref le ja en el

    creciente predomihio en el M er-ca-do de pel culas para pblico

    famil iar. El anl isis de Allen clari fica no slo la m anera en que,

    'en Estados Unidos, los vdeos y los DVD domsticos se han

    transformado en el principal modo de consumo de pelculas,

    s ino tambin cm o func ionan ahora las pe l cu las en v deo : no

    son tanto una fuente de ingresos (ya en 19 92 los ingresos por ta-

  • 7/24/2019 Morley.medios,Modernidad y Tecnologia

    7/45

    qui l la regis t raban una d i sminuc in de l 25%), s ino como forma

    de mercad eo de p la ta forma para las ven tas de produc tos au-

    xil iares (en part icular , juguetes y juegos) que h oy en da co nst i -

    tuyen la pr inc ipa l fuen te de ga nanc ias de la indus t r ia . En re la -

    c in con m is observac iones acerca de la neces idad de ev i ta r e l

    med iacentrismo, lo que los anl isis de Allen y Spigel nos ofre-

    cen , como e jemplos , son man eras de t razar l as in te rconex iones

    entre los discursos pjf i r iE6

    -

    1-&

    -

    AFrf7,-

    1 7 5 5

    -en--b

    ios

    -

    afi

    os en la estructura domstica, las definiciaes

    iliu7ares de do-

    mest ic idad , los modo s de consumo de los medios y sus e rec tos

    retroactivos en los modos de la produccin industr ial . ' '

    El desarrol lo del t rabajo his t rico sobre los medios de co-

    municac in ha s ido uno de los m s impor tan tes de l per odo re -

    ciente , sobre todo el de Paddy Scannel en el Reino U nido y el de

    Spigel y Jeffrey Sconce en Estados Unidos.iR Con una perspec-

    tiva a ms largo plazo, el trabajo de Siegfried Zielinski ubica

    acer tadamen te la rec ien te h i s to r ia de l c ine y la t e lev isin en e l

    contexto ms amplio de la historia de lo que l llama la au-

    diovis in . Subraya que e l c ine y la te levis in deber an verse

    slo como en treactos en esa historia. Anlogamen te, la coleccin

    a ca rgo de B arba ra Mar ia S ta f fo rd y Frances Te rpak , basada en

    la exhibicin del LA Getty Museum, en 2002, sobre disposi t i -

    vos visuales maravi l losos, por lo general ubica las tecnologas

    de m edios mod ernas den t ro de la l a rga se r ie h i s tr ica de ins -

    t rumentos para e l aumento de la percepcin, desde el gabinete

    de cur ios idades y e l

    peep show

    hasta la cmara osc ura , e l mi-

    croscopio y e l d i9 rama."

    Sin embargo, a pe sar de estas dignas excepciones, cuando se

    aborda la his tor ia de los medios por lo general se suele hacer de

    mane ra muy reducida , tanto en trminos ins ti tucionales como

    tecnolgicos. Mi principal inters al respecto son las historias

    n t imas d e cm o v iv imos con medios tan d i s t in tos . Una cues-

    t in importante en este sent ido es cmo nuestros recuerdos per-

    sonales , sobre todo de la infancia , son formulados en torno a ex-

    periencias con los medios, como los program as y los personajes

    emblem t icos de la t e lev isin . Al respec to , tambin podr amos

    t razar un paralel ismo con el anl is is de Gaston Bachelard acer-

    ca de cm o la es t ruc tura mater ia l de la casa provee e l te j ido

    sobre e l que se van t ramando los recuerdos de la in fanc ia , pero

    ahora ta l vez debamo s ampl iar la analog a y pensar cmo ese

    tej ido t iene una estructura mediada y mater ia1.

    2 0

    De sde es te punto de vis ta , tambin debem os p res tar a ten-

    c in a la com ple ja h i s to r ia de l proceso de dom es t icac in de la

    televisin, reconociendo que, al respecto, la historia domstica

    de la te levis in est le jos de ser s ingular . As como, c on el t iem-

    po, el televisor fue d esplazndose de su lugar fi jo en la sala de es-

    tar a otros espacios de la casa, el telfono ha hecho un viaje si-

    milar , ta l como descr iben Eliseo Vern y sus c olegas en Francia .

    En efecto , e l te lfono se ha mult ipl icado paulat iname nte y se ha

    trasladado del espacio pblico de la recepcin a otros cuartos de

    ..

    la casa.

    2 1

    Clarame nte, cuando l legamos a la era del te lfono m-

    vi l (que E jn i idrar m s de ta l ladamente ms ade lan te ) , no slo

    se trata de la personalizacin total de la tecnologa, sino que

    muchos usuarios lo consideran como una parte de su cuerpo,

    como un reloj de pulsera. Como dijo un maestro britnico al

    describir las dif icultades que tena para lograr que los alumnos

    no llevaran el telfono mvil al aula de examen, donde estn

    prohibidos, el problema es que, para los nios de hoy en da, el te-

    lfono es como una d imensin de su exis tencia que dan por des-

    contada: para e l los es com o cualquier otro ar t culo de su vest i -

    menta [ . . . I Se lo ponen en el bols i l lo por la maana y no piensan

    conscientemente en el lo; para esos nios, tener te lfono es s im-

    plemente una parte normal de estar vestidos, y viceversa_

    2

    En oposicin al argumento de Simon Frith, segn el cual

    his tricamente las t ecnologas de d i fus in re forzaban los pla -

    ceres de l corazn co mo un s i t io para las ac t iv idades de l oc io

    dom st ico que antes hab an adop tado form as ms pb l icas , la

    cues t in actual puede ser lo que e l surg imiento de formas p-

    blicas de te levis in y de las nuevas tecnologas de comunicacin

    personalizadas hacen ahora para desestabilizar la centrali-

    dad de la casa.

    2 3

    En efec to, hoy en da el telfono mv i l suele ser

    la direccin vi

    rtuaraTialiefs

    ailla filie

    -

    va orporizciii

    e su

    sent ido de

    , capa mi

    _

    l a l nea te le fn ica f i j a se con-

    v ie r te en un m ed io de com unicac in abso lu tamen te secundar io ,

    y de aparente insignif icancia para muchos de los in tegrantes de

    l a nueva generac in en e l Reino Un ido , que ra ra vez se m oles -

    1 2 8 / M E D I O S , M O D E R N I D A D Y T E C N O L O G A

    S U N T O S P B L I C O S E H I S T O R IA S N T I M A S : M E D I A C I N , D O M E S T I C A C I N Y D I S L O C A C I N / 1 2 9

  • 7/24/2019 Morley.medios,Modernidad y Tecnologia

    8/45

    130 / M E DIOS , M ODE R NIDA D Y T E C NO LOGA

    tan en dar su telfono fijo (si es que lo tienen), excepto como

    una suer te de refuerzo o d e l t imo recurso , y s lo dan su

    nmero m vi l .

    Hogares mviles y educacin Palm Pilot

    ..

    ..

    , Aunque tengamos que evitar los peligros de una noma-

    idologa demasiado general izada de la vida posmoderna, las mo-

    vil idades, del t ipo que sea n, s in duda son cen trales para nuestro

    anlisis . En este contexto, ahora la familia extendida t iene que

    \ ser vis ta como la fam il ia estrechada, gracias a las conexiones te-

    lefnicas a larga distancia, sobre todo en el caso de los inmi-

    ,grantes , que suelen gastar una gran parte de su salar io en l lama-

    Idas a su pas de origen. Como Ro ger Rouse dice, esto les permite

    1no slo "estar en contacto", s ino contr ibuir a tomar decis iones

    part icipar en la vida familiar a distancia . ' Esto pone en evi-

    dencia las maneras en que las personas se han adaptado a las ca-

    pacidades que esas n uevas tecnologas les ofrecen para perm it ir -

    les , li te ra lmen te , es tar en dos lugares a l mismo t iempo . Como

    Kevin Robins y Asu Aksoy sost ienen en su estudio de los inmi-

    grantes turcos en Lon dres, esa capacidad de osci lar entre lugares

    ahora no e s , pa ra m uchos inmigran tes , ms que un hecho t r iv ia l

    de la v ida co t id iana , pues por lo genera l van y v ienen , en d i fe -

    ren tes mom entos de un m ismo d a , en t re cana les de te lev is in

    turcos y br i tnicos, entre conversaciones cara a cara en L ondres

    y l lamadas te lefnicas a lar la dis tancia a par ientes o am igos que

    es tn le jos , prac ticando una gran var iedad d e in te racc iones co-

    mun icat ivas por diferentes medios. En ese sent ido, dando vue l ta

    a la panacea de Raym ond Will iams, Robins y Aksoy insis ten en

    que, para muchos inmigrantes, lo usual es ahora la cultura

    t ransnacional , por lo meno s en sus formas me diadas.25

    Evidentemente, las nuevas tecnologas son cada vez ms im-

    por tantes en la v ida de m uchas fam il ias , no s lo las de los in-

    migrantes . La inves t igacin real izada por Jan Eng l ish-Lueck,

    Charles Darrah y James Freem an de la San Jos State Universi ty

    of California sobre Tener una famil ia en Si l icon Valley deriva

    de un estudio etnogrf ico a largo plazo real izado como parte de

    A S UNT OS PBLIC OS E H IS T OR IA S NT IM A S : M E DIA C IN, DOM E S T IC A C IN Y DIS LOC A C IN / 131

    su Si l icon Val ley Cul tures Project (Proyecto de cul turas de S i-

    l icon Valley). Como centro de la industr ia informtica de Cali-

    fornia , Si l icon V alley, con su concen tracin s in igual de

    techies,

    ofrece un laborator io natural para e l es tudio de las ms actuales

    apl icaciones tecnolgicas en la vida co t idiana y, en real idad, de

    la saturacin tecnolgica de la vida domstica. Para dar slo

    una idea , en ese contex to un e n t rev is tado en e l marco de l pro-

    yecto se descr ibi apologt icamente como algo ant icuado por

    seguir escr ibiendo las notas donde organiza sus act ividades dia-

    r ias con lpiz y papel, en lugar de usar la Palm Pilot . '

    Al invest igar estas cuest iones, English-Lueck y sus colegas

    es tud ia ron una gran var iedad de lo que descr iben como los ho-

    gares infomatizados de la zona, que por lo general poseen

    una m asa bs ica de d i spos i t ivos de in formacin , inc lu idas gra -

    badoras de c in tas de v deo , reproduc tores de CD , d i scos lser ,

    fax , con tes tador au tomt ico , se rv ic io de contes tador au tomt i -

    co,

    pagers,

    ordenadores f i jos y m viles , Palm Pilots y te lfonos

    mviles . As como Bausinger sost iene que, en lugar de estudiar

    el uso de las tecnologas de medios una por una, deberamos

    prestar atencin a cmo funcionan todas juntas, como con-

    juntos de medios, En glish-Lueck insiste en que no debera ver-

    se a esas personas como s imples propie ta rias o usuar ias de d i s -

    pos i t ivos ind iv idua les , s ino como operadoras de ecos is temas

    de tecnologa ."

    Por supuesto, incluso en la vanguardia de la alta tecnolo-

    ga los mismos disposi t ivos pueden u t i lizarse de var ias mane-

    ras y pueden tener efectos cont rar ios en hogares de di ferentes

    t ipos, juntando a famil iares que ya mantienen una relacin cer-

    cana, a l mismo t iempo que permite a otros a le jarse y, por ende,

    colocando los ant iguos patrones de re laciones en formas med ia-

    das y de u na m anera d i fe ren te . ' As , en a lgunos casos se c rean

    nuevas r edes de conexin med ian te l a p roducc in y e l env o de

    vdeos a t ravs de l cor reo e lec t rn ico y , ahora , por la d i s t r ibu-

    cin electrnica de imgenes f i jas y m viles de la vida domst i-

    ca a t ravs de la cm ara de l t e l fono mvi l ( los pr imeros pasos

    del beb; lo que le pas a Jack al salir de la escuela hoy). En

    ot ros casos , los miembros de la fam i l ia han m ani fes tado sen t i r

    place r po r pode r se r ms independ ien tes y pasa r ms t i empo f -

    o

  • 7/24/2019 Morley.medios,Modernidad y Tecnologia

    9/45

    132 / M E DIOS , M ODE R NIDA D Y T E C N OLOGA

    sicamente separados, porque se s ienten ms seguros gracias a

    l as fo rmas v i r tua les de contac to a d i s tanc ia que perm i ten es tas

    tecnologas (en rea l idad , segn Engl i sh-Lueck, l a n ica vez en

    que todos los miemb ros de una famil ia haban estado f s icamen-

    t e jun tos a lgunas semanas fue cuando acordaron es ta r todos en

    casa para ser entrevis tados por e l invest igador).

    Una de las pr incipales preocupaciones de la invest igacin de

    Engl i sh-Lueck y su equipo es la d i fum inac in rad ica l de los l -

    mites ent re t rabajo y hogar deb ida a l desarrol lo de los nuevo s

    pat rones de t raba jo en casa que perm i te la t ecnologa de l o rde-

    nador . En ese con tex to , un aspec to in te resan te es la medida en

    que los discursos inst i tucionales sobre la ident idad que se or igi-

    nan en el mundo de los negocios comienzan a abrirse camino en

    ,1 e l hogar . Nos en cont ramos con s i tuac iones donde las fami l ias

    cada vez M s se ven. s mismas y a Sus problemas en los trmi-

    nos de la teora de la gest in. De mo do que sus diversas act ivida-

    des se o rga n izan u t i l izando los pr inc ip ios de la g es t in comer-

    c ia l , com o en e l caso de una fam i l ia que haba es tablec ido una

    Declarac in de m is in fam i l ia r , der ivada de l l ibro de S teven

    Covey,

    Los siete hbitos de la gente altamente productiva,

    que

    haban impreso y pegado en la puer ta de l re f r igerador ."

    Si bien esas instancias de t ransferencia de los modos de or-

    ganizacin de g rupo y de ac t iv idades basados en e l ordenad or

    desde e l mundo de los negoc ios has ta e l espac io doms t ico son

    exclusivas, por lo menos hasta hoy, de las secciones ms tecno-

    lg icamente avanzad as de las sociedades r icas , ahora se es tn

    expandiendo m s al l de los confines de Si l icon Valley. En todo

    Estados Un idos , dado e l auge de los d isposit ivos de compu ta-

    cin mviles , como los Palm Pilots en el mbito domst ico de la

    clase media , ahora diversos s i t ios web promo cionan calendarios

    basados en In t erne t y tamb in ahora p rog ramas como W eSync

    y Organ i sedHome.com

    permiten que los famil iares separados

    puedan mantenerse en contacto y coordinar sus actividades a

    distancia.

    Como sostienen estos investigadores, todo esto revela un

    cuadro de s i tuac in donde ahora los nuevos modos de comuni -

    cac in e lec t rn ica se han conver t ido en la in f raest ruc tura de la

    vida famil iar . Esto se da, sobre todo, en fam il ias de c lase med ia ,

    A S UNT OS PBLIC OS E H IS T OR IA S NT IM A S : M E DIA C IN, DOM E S T IC A C IN Y DIS LOC A C IN / 133

    donde los padres es tn ocupados , son profes iona les , v iven con

    horar ios muy a jus tados y t i enen que equi l ibra r cons tan temente

    las exigencias del t rabajo y la fam il ia . En estos casos, la organi-

    zacin de la f ies ta de cum pleaos de los hi jos est junto con las

    obl igac iones de t raba jo , y los acuerdos se negoc ian tan to en t re

    cnyuges com o entre padres e hi jos , as como cuan do se l lega a

    un acuerd o con un c l iente . Por lo tanto, los disposi t ivos de te le-

    com unicac iones se u t i l i zan para coord inar l as obl igac iones la -

    bora les de los padres y los com promisos soc ia les en s incron a

    con e l c lub de los n ios despus de la escue la . En lugar de ver

    una simple oposicin entre la tecnologa y la 'familia, en esta

    cul tura , ahora ma ntener y ac tual izar la inf raes t ructura tcnica

    que apoya, y Tosibilita las actividades de la familia es vista

    crri t iM a iOrma ciave de t rabajo famil iar. Adems, estas tec-

    nologas a menudo const i tuyen las modalidades de la in t imidad

    dom st ica . Como d ice Engl i sh-Lueck, los en t rev is tados d i je -

    ron l l egar a su casa por la noche , sen ta rse jun tos , cada uno con

    su ordenador por t t i l , lee r cada u no su cor reo e lec t rn ico y ha-

    blar sobre eso, [ . . .] [y] eso es lo que ahora consti tuye su "t iem-

    po para la pare ja"

    .31

    Para los miembros muy est resados y mvi les de esas famil ias

    con dob les ingresos, la cuest in de quin pasa a bu scar a los ni-

    os de qu lugar y a qu h ora , por e jemplo , de sus ac t iv idades

    despus de la escuela , se nego cia cada da , por te lfono mv il y

    por cor reo e lec t rn ico . Cuando l legan a casa , los n ios pueden

    reci tar sus act ividades para e l d a s iguiente , mientras los padres

    l as ano tan debidamente en sus Pa lm P i lo t s , ver if ican s i hay a l -

    gn problema co n sus dem s c i tas y prometen a sus h i jos con-

    f i rmar les e l lugar y la hora do nde pasarn a buscar los a me dia

    tarde del da s iguiente . ste es un mundo don de ahora la educa-

    cin vir tual t iene que l levar par te de la carga del cuidado d e los

    hi jos , y donde estar en contacto e lectrnico con un hi jo (dar le la

    bienvenida a casa con un m ensa je de tex to , desear le que ten-

    ga un buen da como una manera de demostrar preocupa-

    cin y responsab i l idad) puede cu mpl i r un papel cada vez ms

    impor tan te en los pa t rones de c r ianza d e los h i jos . '

  • 7/24/2019 Morley.medios,Modernidad y Tecnologia

    10/45

    134 / M E DIOS , M ODE R NIDA D Y T E C NO LOGA

    A S UNT OS PBLIC OS E H IS T OR IA S NT IM A S : M E DIA C IN, DOM E S T IC A C IN Y DIS LOC A C IN / 135

    Vigilancia tecnolgica en la esfera domstica

    En las fam il ias que son ob jeto del es tudio de Si l icon V alley,

    los d i spos i tivos de com unicac in m vi les ll evan una par te im-

    portante de la carga de la educ acin y, lo que es bastante prede-

    cib le , de la par te de la mad re . As , e l es tudio muest ra que una

    madre s iempre l leva un

    pager

    y un te lfono mvil para estar en

    contacto con su hi jo adolescente cuando l lega a casa despus de

    l a escue la . En esas fami l ias tamb in hay un s i s tema cada vez

    ms complejo de reglas famil iares que r igen el uso (y penal izan

    el no uso) de los disposi t ivos tcnicos a t ravs de los cua les se co-

    munican (se les dice a los nios que deben tener s iempre encen-

    didos sus

    pagers

    o te lfonos). Incluso una madre dice: M e pon-

    go nerv iosa cuando [ su h i jo] no t i ene e l t e l fono encendido .

    3 3

    med iada se es tn expandiendo cada vez m s . S in duda , y en e l

    Reino Unido tambin, ahora se ha vuelto muy comn que los

    padres efecten di ferentes formas de te lecuidado de los h i -

    jos y los equipen con te lfonos mviles precisamente para poder

    sabe r dnde e s tn y qu e s tn hac iendo .

    Esta forma de vigilancia parental posibil i tada por la tecno-

    loga es un negocio cada vez m s grande. En el Reino Unido, en

    el verano de 2005 se hizo el lanzam iento come rcial , a l in ic io de

    las vacaciones escolares de verano, del servicio KidsO K, que

    permite a los padres seguir cont inuam ente e l paradero de los hi-

    jos a t ravs de los enlaces GPS de sus te lfonos mviles . ' Por su-

    puesto , s ta no es una va unidireccional ; tambin hay ejemplos

    de hi jos adultos que imponen a sus pa dres mayores e l uso del te-

    l fono mv i l , para m antener los ba jo v ig i lanc ia , como p ar te de

    su obl igacin de cuidarlos .

    3 5

    Pero no slo se trata de una

    cuestin de vigilancia intergeneracional: la prensa bri tnica ha

    publicado recientemente una ser ie de ar t culos donde se da cuen-

    ta del fenmeno emergente de re laciones de adultos que rompen

    cuando uno d e los miembros de la pareja descubre la inf idel idad

    del o t ro cont rolando subrep t ic iamen te la cas i lla de m ensajes

    rec ib idos de su te l fono m vi l .'

    En ese contexto, el telfono m vi l o el

    pager

    t amb in se con-

    vier ten en un s mbolo concre to que represen ta la perm anenc ia

    del vnculo entre los miembros de la famil ia . Como dicen Andr

    Caron y Li t iz ia Caranovia , independien temente de s i es t en-

    cendido o no, es e l s mbo lo de la disponibi l idad recproca de los

    miem bros de la famil ia y de es tar constanteme nte "en contac-

    to" . Por supuesto , com o tambin ob servan, e l s ignif icado atr i -

    buido a ese smbolo puede ser diferente para cada miembro:

    para una m adre, puede ser e l s mbolo del cordn umb il ical e lec-

    trnico con sus hijos, que a veces pueden verlo, con resenti-

    miento , com o una suer te de cor rea e lec t rn ica . '

    La medida en que el hogar t rasciende el espacio f s ico de la

    casa para incorporar las extensiones como el coche est bien

    establecida, y esas cuest iones de formas mediadas de vigi lancia

    parental a dis tancia tambin surgen en e se contexto. En Estado s

    Unidos, como observan James Hay y Jeremy Packer en su estu-

    dio sobre la in tegracin progresiva de una variedad de disposi t i -

    vos de comunicac in en e l au tomvi l , ahora es pos ib le ins ta la r

    una caja negra en el coche y controlar cmo conducen sus hi-

    jos ado lescen tes cuando toman e l coche pres tado , lo que au to-

    mt icamen te adv ie r t e a l conduc to r que e s t supe rando l a ve -

    locidad permitida o cometiendo alguna forma de infraccin

    vehicular def inida por los padres . Com o dice una mad re, todos

    los coches debe ran tener este disposi t ivo; [ . . .] es como tene r una

    niera en el coche.

    3 8

    Aqu ta l vez sea necesar io hacer una observacin, pues a lgu-

    nos de e s tos comen ta r io s pueden in te rpre ta r se como una sue r t e

    de nos ta lg ia i r rac iona l por un mund o prev i r tua l de mi par te . S i

    b ien reconozco ca ba lmente los benef ic ios po tenc ia les de es tas

    tecnologas en el hogar , tambin hay l mites por lo que respecta

    a la sust i tucin de los v nculos reales por vnculos vir tuales . Este

    argum ento ha s ido sos ten ido por Dei rdre Boden , que ha l la , en

    su invest igacin sobre agentes de Bolsa , que el contacto por co-

    r reo e lec t rn ico y por te l fono se cons ideraba inadecuado para

    mantener la con f ianza persona l de la que , en l t ima ins tanc ia ,

    dependen su s acuerdos f inancieros. Para esos f ines , slo se con-

    sideran sufic ientes las reuniones cara a cara , es decir , segn B o-

    den, la compu lsin de la proximidad incluso en un m undo al-

    tamente tecnologizado.

    3 9

    Sea en e l m undo de l a s f i nanz as o en

    las re laciones famil iares , la cuest in es cmo pu ede m antenerse

  • 7/24/2019 Morley.medios,Modernidad y Tecnologia

    11/45

    A S UNT OS PBLIC OS E H IS T OR IA S NT IM A S : M E DIA C IN, DOM E S T IC A C IN Y DIS LOC A C IN / 137

    36 / M E DIOS , M ODE R NIDA D Y T E C N OLOGA

    la confianza sin esas reuniones cara a cara, y es dif ci l lograrlo

    s in e l g rado de redundanc ia comunica t iva que p roporc iona l a

    prox imidad f s ica para en tabla r y mantener re lac iones de co n-

    fianza, sobre todo cuando hay problemas. Sin embargo, cabe

    observar que En gl i sh-Lueck y su equipo tambin ha l la ron ev i -

    dencia de angust ia en la vida cot idiana. La angust iada concien-

    cia de sus entrevistados ac erca de la fragi l idad de todas esas ac t i -

    vidades organizadas en microd ispos i tivos e lec t rn icos jus to a

    t i empo se m ide g r f icamen te po r l a m ed ida en que a d ia r io in -

    t en tan cons t ru ir una redundanc ia com unica t iva de sa lvaguar-

    dia : se comunican por correo electrnico,

    pager

    y te lfono para

    recordarse mutuamente e l mismo acuerdo domst ico, como una

    forma de seguro cont ra los pe l igros t r iv ia les , pero con pos i -

    bles consecuencias de peso, de una b ater a muerta o un fal lo tc-

    nico en a lguno de sus m uchos disposi t ivos de comu nicacin."

    Fragmentacin e individualizacin

    Sin duda , l a v ida fami l ia r de nues t ro t i empo es t cam bian-

    do, mientras nos adaptam os a las nuevas tecnologas y hal lamos

    la manera de ha cer f rente a nuevas es t ructuras de t rabajo y de

    movilidad y, a pesar de su continua centralidad ideolgica, el

    ncleo

    familiar estdegyendo.rpidmente en Occidente

    sea-p~o-ate en defini tiva, imp"or ' tn-feTensar-demde, est e l

    I i ireV" 57-Z6n-d U-gallina l este a 'speCi, )ro e s evidente q ue

    necesi tamos e

    laborar un-M do-drri iii ,s2u-e pueda 7rt iet t lar

    E - 5 - 1 - c - a - m - b - i - o

    - - s - s e

    -n la drlo-ra'fa de IO CIi-Ogares con elTkicfp7cre-

    -CirriTeritb-deferris-denisedio's

    Sersdnaliza

    do~s, individuales

    que 's est produciendo en nu est ra poca. En este co ntexto' se ha

    sostenido que, en el Reino Unido, e l xi to de un programa te le-

    visivo de tipo magacn familiar, como

    Nationwide,

    que se

    emit i con tanta repercusin en el horar io pr incipal de noche de

    la BBC1 durante muchos ar ios en el Reino Unido, no podra re-

    pet i rse en la ac tual idad. Segn e l ver i f icador de C anal 4 , Tim

    Gardam, que haba participado en el programa

    Nationwide,

    [ste] funcion porque se em it i a una sociedad y un pbl ico de

    espectadores de televisin que suelen ver juntos la tele, si tua-

    c in que , segn Gardam , ya no es pos ib le , pues se t ra t de la

    l t ima generacin de la televisin fam il iar.41

    Por cier to , en el Reino Unido los m odos de v er la te levis in

    han cam biado rad ica lmente en los l t imos a r ios ; l a cos tumbre

    de que toda la fam il ia junta vea la te levis in ha s ido reemplaza-

    da por modo s individual izados de consum o de los medios . Elhogar m ult ipantal la ya es la norm a, y esto afecta a la vida do-

    mst ica de ma neras profundas. Ahora ms del 50% de los nios

    bri tnicos entre 4 y 9 ar ios t iene un te levisor y, con frecuen cia ,

    t ambin t i ene una conso la de juegos en su habi tac in . M uchos

    anal istas han sealado, adem s, que existe una fragmentacin in-

    t e rna de l hogar , com o la moda que r ige en much as casas de la

    a l imentac in por tu rnos , donde los miembros de la fam i l ia co-

    men en h orar ios dis t in tos comidas preparadas en el m icroondas.

    Podem os ver , en tonces , que la ins t ituc in de la com ida fami-

    l iar, aunque para mucho s t rabajadores fuera a lgo as como una

    fan tas a de c lase media , ahora ha s ido socavada por la comb i-nac in de comidas rpidas , de fc i l preparac in , d i sponibles

    en los supermercados, con nu evas tecnologas para cocinar y los

    nuevos pa t rones de t raba jo de las m ujeres que , en pocas an te -

    r io res , habr an preparado la comida .

    A fin de colocar estos cambios demog rficos y tecnolgicos

    en las estructuras domst icas y formas tecnolgicas en un mar-

    co terico ms ampli9, , ,, tal vez debamos volver a la toura.-de Ul-

    r ich Beck sobre-Tr

  • 7/24/2019 Morley.medios,Modernidad y Tecnologia

    12/45

    138 / M E DIOS , M ODE R NIDA D Y T E C NO LOGA

    Retomar ms adelante la cuest in part icular del walkman,

    pero ahora debem os hacer a lgunas observaciones s i no desea-

    mos reducir nuestra perspectiva histrica. La individualizacin

    del ocio es anter ior , en bastante t iempo, a la invencin del walk-

    man y, en realidad, se puede interpretar que existe desde que

    se invent la imprenta, por lo menos. Como observa Witold

    Rybczynski , la pr ivat izacin de la lectura [ . . .] [fue] [ . . .] uno d e

    los p r incipales desarrol los de la era m oderna tem prana [y] un

    hi to en la h i s to r ia de l o c io [ . . .] La re f lex in , l a con tem plac in ,

    la privacidad y la soledad estn asociadas a la lectura de l ibros

    [. . .] [y] a ret irarse del mundo circundante, as como a las preo-

    cupaciones de la vida cot idiana.

    4 4

    Sin emb argo, s i bien la estra tegia para e l ocio de re t i rarse a l

    espacio privado suplantada por el walkman tal vez pueda ser

    anloga, en cier tos aspectos, a la prct ica sol i tar ia de la lectura ,

    se puede sos tene r que m uchas o t r a s fo rmas con temporneas de

    consumo individual izado de los medios t ienen una funcin algo

    diferente. Si b ien este argumento rev ela cierto tono nost lgico, el

    novelis ta Richard Powers ha escr i to recientemente sobre los as-

    pec tos nega t ivos de la decadenc ia contempornea de la l ec tura

    como u na forma de ocio, en favor del uso constante de disposi t i -

    vos de comunicacin individuales que nos mantienen actual iza-

    dos y en onda con los acontec imientos de l mundo m s ampl io .

    Para Powers, la lectura representa e l l t imo refug io del contagio

    epidmico del t iempo real en el que estamos atrapados s iem-

    pre: pel cula del ao, disco del mes, personal idad del da , escn-

    dalo del minuto a t ravs d e todas nuestras tecnologas , que nos

    ofrecen dos m omen tos envuel tos en uno solo . La pantal la divi-

    dida , e l "mul t it a reas" , e l env o de m ensa je de voz p or te l fono

    mvil inalmbrico, las not icias en RSS , la escena dentro de la es-

    cena, son todas maneras de que n ecesi temos -y, a decir verdad,

    podamos- no pe rde rnos nada . s te e s un mundo en que

    s i em pre s e nos p uede enco n t r a r , si em pre es t am os ac tua l i z ados

    y s iempre es tamos inmersos en la imagen del mu ndo desplegable ,

    nunca estam os solos, nunca estarnos fuera del f lu jo constante de

    datos que no s l levan cada vez ms le jos . En t iempo rea l , vivimos

    en dos cabezas , t res t iempos y cuat ro cont inentes a la vez, y recu-

    A S UNT OS PBLIC OS E H IS T OR IA S NT IM A S : M E DIA C IN, DOM E S T IC A C IN Y DIS LOC A C IN / 139

    peramos e l t i empo que perdimos por culpa de l t rnsi to con las mi-

    llas que recorre el viajero habitual.

    4 5

    sta es una visin significativa, claramente distpica, de lo

    que el futuro tecnolgico nos tiene reservado. Retomar esta

    cuest in ms adelante .

    Domesticar el futuro

    La cuest in del futuro y la cuest in de la tecnologa s in duda

    estn inextr icablemente vinculadas, no slo porque el futuro (y

    cada vez m s el presente) se def ine en trminos tecnolgicos. Si ,

    para muchas personas, el futuro representa un mbito preocupan-

    tee Q

    d

    - '7 1

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    0.1.1011311n,Us,s4

    -n7ffrr,e

    e s a

    preocupa io

    S ` t

    s imbol izada por -y en- las fo rmas tecnolgicas . La cues i inn-

    tonces 'e s cmo esa p roblemt ica

    -

    esfera teckIgica puede ser

    natural izada y domest icada, con objeto de volverla meno s amena-

    zante y ms m anejab le para sus hab i tantes . Por supuesto , hay

    una vis in a l ternat iva de todo es to : es tn aquel los (def in idos ,

    sobre todo , por la generac in , e l n ive l de educac in y la c lase)

    para quienes el futuro es la esfera de la esperanza, y no d e la pre-

    ocupacin. Para e l los , la tecnologa funciona como el smbolo

    br i ll an te y resplandec ien te de esas esperanzas , pero en ambos

    casos , sea posi t ivo o negat ivo, esas cues t iones s iguen es tando

    vincu113175n

    rs i

    g

    Ai rawg-:abac i i

    -

    dlas tecnologas .

    Si en el Occidente r ico, por lo menos, la cotidiari ictnb ca-

    racter iza por lo que Bausinger una vez l lam la omnipresencia

    discreta de lo tcnico, una de las conclusiones ms sorprenden-

    t es de la inves t igac in sobre los usos dom s t icos de la TIC" es

    cmo, en muchos hogares, las personas se preocupan mucho

    por disfrazar la presencia de tecnologas de la comunicacin en

    sus casas; con frecuencia ocu l tan el te levisor , e l ordenador y los

    cables en comp art imentos de mad era o detrs de una cort ina. Si

    un nme ro cada vez mayo r de tecnolog as se ha natura l izado,

    hasta el pun to de l legar a la invisibil idad l i teral -o psicolgica-

    en e l mbi to domst ico , debemos entender cm o se fue rea l i-

    zando ese proceso.

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    13/45

    A S U NT OS P BLIC OS E H IS T OR IA S NT IMA S : ME DIA C IN, DOME S U C A C IN Y DIS LOC A C IN /

    4

    140 /

    M EDI O S, M O DERN I DA D Y TECN O L O G A

    Domesticacin y naturalizacin

    La otra razn por la cual una perspect iva his tr ica sobre los

    nuevos m edios deber a se r cen t ra l en nues t ro enfoque de es tas

    cuest iones es que, en la prct ica, la dinmica de h acer que las tec-

    nologas sean fci les de usar para e l consumidor con frecuencia

    \ implica inser tar las en formas reconocibles de pocas anter iores .

    r

    t-r-igrliiiidja innovacin tecnolgica suele ir acompaada

    del impulso cont inuo de lograr un tecnofu turo seguro . incorpo-

    rndolo en form atos , i conos y s mbolos fam i l ia res . As , Akiko

    Busch m enciona los ejemplos de las cocinas de diseo actuales,

    que contienen refr igeradores con puertas de mad era que los ca-

    muflan com o si fueran alacenas, y los te levisores colocados en

    gabinetes de est i lo Shaker don de ahora sus h i jos ven las pel cu-

    las de

    Terminator.'

    A veces es po s ib le ver que esa es t ra tegia de d i seo gu iada

    por la nostalgia apunta a calmar los tem ores a la tecnologa pro-

    pios de generaciones anter iores; por e jemp lo, la prensa br i tnica

    dio a conocer una not ic ia respecto a que u n asi lo de ancianos, en

    Bristol, haba hecho una peticin para que algn donante le

    proporcionara una cabina de te lfono roja y un buzn rojo tra-

    dic ionales , para que los ancianos se s in t ieran ms seguros a l

    hacer l lamadas o enviar car tas . Anlogamente, en el Reino Uni-

    do sue len publ icarse anunc ios de reproduc tores de CD que pa-

    recen antiguos, sobre todo en publicaciones destinadas a una

    poblac in de ms edad , como

    Radio Times y Daily Telegraph.

    Uno de los g randes x i tos del mercado d e la e lec t rnica en e l

    Reino Unido fue, en 2004, la radio digital retro, descrita por

    Caroline Roux com o el heredero na tural de la te levis in de los

    ar ios c incuenta d i simulada en e l fa l so mueble bar . S in em bar-

    go, es t c laro que es tos ar t culos no s lo a t raen a las personas

    mayores : lo s jvenes que v iven v idas muy t ecno log izadas t am-

    bin sue len com prar la misma c lase de nos ta lg ia . As , una im-

    por tan te gu a de d i seo de l Re ino Unido , des t inada a un p bl i-

    co am bicioso, joven, que m aneja tecnolog a , tena un ar t culo

    sobre siete magnf icos receptculos para te levis in, descr i tos

    como armar io de lus t re

    wenge,

    de roble s l ido y de teca

    rec ic lada , todos con un aspec to rs t ico que ocu l ta l a presen-

    c ia de a l ta t ecnologa m oderna de t rs de las puer tas de m adera

    cerradas."

    Al respecto, David Aaronovitch ha e scr i to acerca de los ha-

    bi tan tes de l Reino Unido a los que ta l vez en verdad les gus-

    ta r a v iv i r en la pgina pr inc ipa l de l ca t logo de "Pas t T im es".

    En E s tados Un idos , Aaron Be t sky obse rva que hoy en d a pa re -

    ce haber una ne ces idad ma yor de lo famil iar , lo conocido, lo

    antiguo y lo seguro, ya q ue la gente quiere vivir en la casa don -

    de imagina que se criaron sus padres, quieren martillos que

    parezcan antiguos, aunque tengan mangos ergonmicos. [...]

    quieren [...] lo vernculo y, por supuesto, lo vernculo sera

    natural izado hasta e l extremo de la invis ibi l idad." Exactamente

    de l a m isma manera , un anunc io no r teamer icano de l l t imo s i s -

    t ema dom s t ico mul t ifunc iona l de en t re ten imien to es una ima-

    gen de v ida fami l ia r que mues t ra e l nuevo s i s tema ins ta lado en

    el mismo t ipo de gab inete de mad era t radic ional donde , como

    hemos vis to , se ponan los te levisores cuando fueron introduci-

    dos por pr imera vez en el hogar , en una p oca anter ior . Adems,

    l a imagen de l anunc io , donde todos los m iembros de la fam i l ia

    se m ues t ran sonr ien tes, ba jo la mirada benv ola de l padre , po-

    dra der ivarse prct icamente de un retra to de Norm an Rockwell

    de la vida famil iar suburbana en Estados Un idos en los ar ios c in-

    cuenta. As, la naturaleza potencialmente problemtica de la

    nueva tecnologa es neutral izada por e l hecho de que se mu estra

    com o fe l izmente incorporada en e l s imbol ismo t ranqui l izador

    del hogar m s convenc iona l ."

    Sin embargo,

    el proceso

    de dom es t icac in de lo s med ios va

    ms al l

    de es t No es

    sTou-ncuesti

    3e-C73177Tjr i t l rga

    a sentirse :91, cz42. ,c4n.laL,tgcn:"ofgTas arniro.ITYPI.-Eiret

    o e os hogares

    de Silicon Val-ley ante 's menc ionados, sostu-

    ve que las tecnologas que ut i l izaban para coordinar sus vidas se

    haban conver t ido ,

    In efecto, en la infraestructura de las fami-

    l ias , Con e l advenimien to de Ia Dream house (casa de los sue-

    os) e lectrnica, sea en las pr imeras versiones que S pigel descr i-

    be en los arios cincuenta/sesen ta o, en la actual idad, en el paraso

    domst ico to ta lmente conec tado de Bi l l Ga tes , debidamente

    anal izado por Fiona Allon (vase ms adelante), l legamo s a una

    nueva s i tuacin. ' En lugar de dom est icar las tecnolog as e lec-

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    142 /

    M EDI O S, M O DERN I DA D Y TECN O L O G A

    S U NT OS P BLIC OS E H IS T OR IA S NT IMA S : ME DIA C IN, DOME S T IC A C IN Y DIS LOC A C IN / 143

    trnicas, en el caso de la casa inteligente lo que sucede es que

    la misma esfera domstica se mediatiza y se vuelve totalmente

    electrnica. En esta visin del hogar, las tecnologas ya no son

    un mero suprm

    r iT

    si

    irn

    c

    -

    67 75

    S2Lepa

    rr

    tgilirSr

    Otro' 1

    6rpendente anuncio, producido en Estados Unidos

    por Applied Materials en su campaa televisiva Information

    for Everyone (Informacin para todos) muestra a un grupo

    numeroso de nios de clase media, vestidos a la moda, cuya na-

    cionalidad no se distingue, que descienden ruidosamente del

    transporte escolar al final del da y van entrando, de modo re-

    lajado y amistoso, en una casa vaca pero repleta de tecnologa.

    En el transcurso del anuncio se nos muestra que, si bien la casa

    no tiene ocupantes adultos (a pesar de que se ve el tpico y ami-

    gable perro labrador), s tiene una alarma electrnica, un tele-

    visor, un reproductor de vdeos, muchos controles remotos, un

    ordenador de escritorio, un ordenador porttil, un equipo de

    msica, una guitarra y un teclado electrnicos.' Al entrar a la

    casa, el primero de los nios (que parece tener unos nueve aos)

    teclea, como si tal cosa, el cdigo para desactivar la alarma,

    mientras charla con sus amigos y sin prestar demasiada atencin

    a la tarea tcnica bastante compleja que est realizando. Mien-

    tras, los nios van recorriendo la casa, se sacan los zapatos, en-

    cienden los ordenadores, se sientan en el sof, comen patatas

    fritas mientras llaman por telfono mvil o se pelean por tener

    el control remoto del televisor. Al final, no se sabe dnde est

    geogrficamente esa casa con los nios, pero lo que s sabemos,

    metafricamente, es que se sienten totalmente en casa con

    una gama de tecnologas altamerie sofisticadas. En realidad,

    para esos nios el placer de volver a casa al final de la jorna-

    da escolar parece ser, en gran medida, sentirse en casa con la

    tecnologa.

    Adems, no slo la casa est siendo transformada de esta

    manera; lo mismo sucede con el automvil. Como James Hay y

    Jeremy Packer observan, la instalacin de telfonos, ordenado-

    res personales, sistemas de navegacin y bsqueda de automvi-

    les es cada vez ms importante en el diseo de automviles; ya

    no es un aspecto suplementario. En ese sentido, la inteligencia

    del automvil reforzado con medios de comunicacin es inse-

    parable de toda la infraestructura de comunicacin, de la que el

    automvil slo es un punto de enlace.

    5

    Todo esto nos lleva a la necesidad de reconceptualizar una

    nueva versin de la idea de Raymond Williams acerca de la pri-

    vatizacin mvil, en la medida en que ahora las tecnologas que

    pueden utilizarse para adoptar las nuevas formas virtuales de

    viaje dentro de casa son mucho ms poderosas que lo que Wi-

    lliams haya podido imaginar. Sin embargo, conviene recordar

    que las casas que fueron construidas en Levittown en el pero-

    do de posguerra en Estados Unidos tambin tenan, como una

    caracterstica clave de su deseabilidad, televisores empotrados

    en las paredes de la sala de estar. La casa electrnica tiene una

    historia, que haramos bien en recordar cuando imaginamos su

    futuro." Adems, retomando la cuestin de la domesticacin de

    las formas futuristas de tecnologa, como seala Allon, pue-

    de decirse que incluso Bill Gates representa la forma de vida fa-

    miliar que imagina al comportarse en su casa de los sueos

    totalmente conectada de la manera ms convencional, ms su-

    burbana, lo que muestra que la futurologa casi siempre va ha-

    cia atrs en la misma medida que hacia delante."

    Tecnologa y nostalgia en la casa inteligente

    La visin de Gates de la casa inteligente se basa en la pro-

    duccin de un tipo particular de espacialidad conectada pero

    muy domesticada, un modo de vida compatible con el espacio

    de flujos de una aparente movilidad incontrolada. Adems, im-

    plica la produccin de una retrica implcita de la manera de ha-

    bitar ese espacio, y la casa inteligente/conectada se presenta

    como la manera de encontrar un lugar dentro de la gran red

    global multinacional y descentrada de las comunicaciones.

    5 6

    Ante todo,

    esta visin de ,la utpjtecn_91

    3zista..po.r_la,

    casa instrumental ofrece una retrica de cmo vivir con con-

    TErryseirTaZ en un mundo in

    -

    segiii:571

    Trrite se

    presenta como un recinto conectado, sensible y seguro, que ofre

    :

    ce una intensa sensacin de privacidad en un mundo de ciudades

  • 7/24/2019 Morley.medios,Modernidad y Tecnologia

    15/45

    144 /

    M EDI O S, M O DERN I DA D Y TECN O L O G A

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    145

    --n

    asoladas por e l cr imen, e l terror ismo y la a l ienacin suburbana.

    En ese contexto, la casa funciona como un equilibrio entre el

    acceso instantaneo al mundo exterior ado or 1 olo a

    711s-

    quilidad personal inviolables. Como

    dice Margaret Morse, ste es el discurso de la autonoma de

    , l a ind iv idua l idad pro tegida , que of rece una forma de conex in

    con el mundo y, al mismo tiempo, es una proteccin contra

    e --

    En esta vis in, la casa tambin es un espacio en el que se en-

    marca la nueva tecnolog a , se cul tur iza y se hace segura en e l

    contexto de imgenes del pasado socialmente conservadoras , de

    l a a rmona rura l y la es tabil idad fami l ia r . De m odo que vem os

    que las formas de la a l ta tecnologa ms modernas de consumo

    in tegrado , computac in y d i spos i t ivos de com unicac in con-

    vergen en torno a una ima gen mu y tradicional de la maravi l losa

    fami l ia nuc lear es t i lo Hol lywood de los a r ios c incuenta . ' An-

    logamente , en re lac in con la comercia l izacin del ordenador

    M acin tosh Per forma a f ines de los a r ios noventa , Alexander

    Chance l lo r observ que , a pesar de la decadenc ia demogrf ica

    de los hogares de fami l ias nuc leares , e l o rdenador l l eg con un

    fol le to que mostraba una fotograf a de la famil ia perfecta y t ra-

    dicional de cuatro miembros reunida alrededor del aparato.

    Adem s, el diseo del

    software

    supona que el hombre de la casa

    determinara , a t ravs de una apl icacin l lamad a At Ease , qu

    miem bros de la fami l ia t endr an acceso a de te rminados n ive les

    de informacin y control , a l modo (supuestamente) t ranquil iza-

    dor , aunque au tor i ta r io , de l c ls ico

    pater familias

    victoriano.

    Ga tes subraya los valores y las vi rtudes famil iares de confort ,

    privacidad y relax, vinculando su utopa tecnolgica con una

    l a rga h i s to r ia de sueo de dom es t ic idad t ranqui la , de ta l modo

    que , como sos t iene Al lon , e l mundo v i r tua l a l que aspi ra Gates

    es pac f ico y dom es t icado , sin e lementos d i s rupt ivos o desco-

    nocidos, [ . . .] un lugar donde se vive una calidez, una familiari-

    dad y una int imidad general izadas y global izadas. ' Como vimos

    antes, en relacin con la domesticacin de otras tecnologas, el

    resul tado es , una vez ms, un complejo hbr ido de la a l ta tecno-

    loga y lo t rad ic iona l , un mu ndo don de las "fachadas" sue len

    es ta r en f lagran te opos ic in a sus in te r io res ; l a fachada que s i -

    mula es tar hecha a m ano y cam ufla todos los apara tos de a l ta

    tecnologa que contiene. En este sent ido, e l est i lo

    country

    de

    los mue b les y e l p ino natura l conno ta una no sta lg ia rs tica , s i

    no buclica , de un mundo ant iguo, ms seguro, com o si los im-

    plementos de al ta tecnologa cada vez m s sofist icados de las ca-

    sas [ . . .] tuvieran que ser co mpen sados [ . . .] con un sel lo que cer-

    t i fique los t iempos pasad os.61

    Y ahora? Dis-locar los medios?

    He t razado has ta aqu l a l a rga h i s to r ia de la domes t icac in

    paulat ina de algunos m edios, en part icular la te levis in, y he to-

    mado l a casa in te ligen te como e l pun to cu lm inan te o f ina l de

    esta his tor ia , donde la m isma casa se convier te en un lugar to tal-

    mente tecno logizado/conectado y l lega a ser definido por las tec-

    nologas que la cons t i tuyen . ' S in em bargo , podr a a rgume ntar -

    se que ahora estamos ante e l comienzo de una his tor ia bastante

    diferente , donde el re la to se encamina en la direccin contrar ia ,

    hacia la de-dome st icacin de los medios y la dis locacin radical

    de la dom est ic idad.

    En m uchos pases , la te levis in comenz como m edio pbli-

    co, que era vis to colect ivamente en lugares pblicos y paulat ina-

    mente fue entrando en las casas y , poco a poco, en los interst icios

    de stas . Pongamos dos ejemplos: en el per odo inmediatamente

    poster ior a la Segunda G uerra Mu ndial , en Estados Unidos la te-

    levisin era exhibida, sobre todo, en lugares pblicos como

    bares y grandes a lmacenes o en el t ransporte pblico. Anloga-

    mente , en Japn , a com ienzos de los a r ios c incuenta , l a t e lev i -

    sin funcion com o una suerte de teatro a l a ire l ibre para e l p-

    bl ico que vea eventos depor t ivos , como luchas en esc enar ios

    insta lados en esquinas y en plazas y parques pblicos, donde la

    mult i tud se reuna a contem plar los .' S in embargo, es evidente

    que , a l haber co lon izado tan fuer teme nte la casa en e l per odo

    poster ior , ahora la te levis in se ha vu el to a escapar de sus confi-

    nes . Hoy en da , en todos lados, espacios pblicos como salas de

    espera , es tac iones de t ren , aeropue r tos , comercios , bares , res-

    taurantes o lavanderas , encontramos te levisores . La diferencia

  • 7/24/2019 Morley.medios,Modernidad y Tecnologia

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    146 /

    MEDIOS, MODERNIDAD

    Y

    T E C N O L O G

    S UNT OS PBLIC OS E H IS T OR IAS NT IM A S : M E DIA C IN, DOM E S T IC A C IN Y DIS LOC A C IN / 147

    es que ahora es un suplemento y no, como originalmente era,

    una alternativa a su lugar en casa, como Anna McCarthy, en

    Estados Unidos, y Goran Bolin, en Suecia, han documentado

    en sus es tud ios sobre las nuevas formas am bien ta les de te le -

    visin pblica."

    Una impor tan te m ot ivac in com erc ia l para es te t ipo de de-

    sarrollo ha sido la concienciacin, en la industr ia de la publici-

    dad , de la medida en que la casa es un en torno donde los anun-

    cios te levis ivos pueden, en e l mejor de los casos, esperar formas

    distra das de atencin del espectador . Otra es su creciente preo-

    cupacin acerca de la movilidad virtual creada para los es-

    pectadores en el hogar por el control remoto, que les permite

    cambiar de canales, programar lo que van a ver y evitar los

    anuncios. Otra motivacin es haberse dado cuenta de que es

    muy dif c il l legar a a lgunos grupos dem ogrficos par t icularmen-

    te deseables (como los hom bres con al tos ingresos y los jvenes

    con ingresos perso nales disponibles) a t ravs de la te levis in en

    el hogar y , por lo tanto , es m ejor hacer lo en o t ros lugares . Por

    todas es tas razones , ha habido una fue r te neces idad com erc ia l

    de elaborar formas pblicas de te levis in basadas en la public i-

    dad a f in de l l egar has ta esos consum idores po tenc ia les donde-

    quiera que se renan, com o pb l icos ms dispuestos a dejarse

    captar, as es tn haciendo vida social en bares y restaurantes

    o esperando un vuelo en el aeropuerto . Tras hab er colonizado la

    casa y vis to que algunos de los consumidores c lave a los que se

    desea l legar estn ausen tes de los confines de sta , ahora la pu-

    bl ic idad com erc ia l ha dec id ido segui r los fuera de l hogar y des-

    plazarse a la esfera pb lica .

    Desde e l punto de vis ta de los patrocinadores , las formas p-

    bl icas de la te levis in t ienen algunas ventajas c lave: fundamen-

    ta lmente , es tn l ib res del zapeo, ya que e l p rogramado r , no

    el espectador, t iene el control exclusivo de los contenidos de la

    panta l la ; adems, la ub icacin del te levisor (por lo general de

    grandes dimen siones) por encima de l nivel de la vis ta suele dar-

    le un aire de autoridad que no tiene la pantalla pequea habi-

    tual . Por otro lado, e l pblico de esos lugares de espera (de la

    c lase que sean) sue le es ta r abur r ido y , por lo tan to , busca a lgu-

    na forma de dis traccin visual , pero adems algunos grupos de-

    mogrficos especficos tambin pueden ser alcanzados si se

    t ransmiten anuncios en los lugares correctos, donde el grupo

    deseado ya ha decidido, por as decir lo, estar presente y, por lo

    tan to , d i sponible para e l anunc ian te . Com o expl ica un d i rec tor

    de una agenc ia de publ ic idad c i tado por M cCar thy, la demo-

    graf a del [pblico] est controlada por e l lugar donde el m ensa-

    je se t ransmite ."

    Es natural , entonces, que s i se considera que esos anuncian-

    tes es tn in tentando hacer h ab i tar y pasar a t ravs de lugares

    part iculares [ . ..] una experiencia "auspiciada", para l legar mejor

    a los consum idores , just if iquen la in trusin con frecuencia inde-

    seada de la pan ta l la en la v ida pbl ica como un a a t racc in gra-

    tu i ta , es decir , o tra dimensin de la ndole p blica de un s i t io."

    Sin embargo, m uchas personas han l legado a sent ir que ese t ipo

    de formas d e te lev isin comerc ia l basadas en de te rminados lu -

    gares son, en efecto, un atentado contra la privacidad indivi-

    dual . El punto culminante de esa tenden cia en e l Reino Unido

    fue el escndalo, en 2004, surgido por la insta lacin de te leviso-

    res comerciales a l pie de la cama de pacientes de hospi ta les por

    la compa a i lus t remente l lama da Pat ient l ine . Es t c laro

    que esta form a de te levis in se dir ige a un p blico que, por def i-

    nicin, est cautivo. Adems, los televisores estaban diseados

    de ta l modo que se enc endan automticam ente a las 6 de la ma-

    ana y funcionaban s in interrupcin hasta las 10 de la noche. En

    ese caso en part icular , nadie poda escapar , l i teralmente; quienes

    no queran ver los programas no po dan apagar e l te levisor y es-

    taban obl igados a asis t i r a una ser ie in interrumpida de anuncios

    de servic ios no deseados y de repet i t ivos mensajes acerca del

    cuidado de l pac ien te em i t idos por las au tor idades de l hospi -

    tal. Cuando a ste se le presion por la irritacin y la angus-

    t ia que todo el lo estaba causando a m uchos pacientes muy e nfer-

    mos, el portavoz de la compa a dijo , poco convincentemente, que

    e l hecho de q ue los te lev isores no tuv ie ran una tec la para apa-

    garlos haba sido un acc idente.67

    Estas evoluc iones deben en tenderse en e l con tex to ter ico

    ms am pl io de los deba tes sobre la t ransformacin perman ente

    de las re laciones entre las e sferas pblica y pr ivada. Al respecto,

    Armand M at te la rt ha sos ten ido con ac ie r to que , desde hace ya

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    -

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  • 7/24/2019 Morley.medios,Modernidad y Tecnologia

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    150 / M E DIOS , M ODE R NIDA D Y T E C NO LOGA

    S UNT OS PBLIC OS E H IS T OR IAS NT IM A S : M E DIA C IN, DOM E S T IC A C IN Y D IS LOC A C IN / 151

    pareciendo efect ivam ente o sustrayndose de la esfera pblica ,

    aunque s iguen estando f s icamente presentes en el la ." Volvien-

    do a mis observaciones anter iores sobre la manera en qu e la his-

    toria de la individual izacin del ocio es anterior a la invenc in de

    t ecnologas como la de l walkman, aqu t ambin conviene con -

    s iderar e l pape l de la l ec tura de l per id ico como un a forma an -

    ter ior , con la que los t rabajadores que tenan que viajar para l le-

    gar a la of ic ina podan ret i rarse del espacio pblico a un mundo

    ms p r ivado . Al respecto , e l x ito del nuev o diseo en tab loi -

    des ms pequ eos de a lgunos de los per idicos de g randes di -

    mensiones del Reino Unido, que en su formato original eran

    algo incmodos de leer en autobuses o trenes repletos, es sin

    duda ot ro ndice de la adap tacin ex i tosa y de la cont inua im-

    portancia de los medios impresos, para cumplir las mismas fun-

    ciones en nuevas condiciones.

    En su teorizacin ejemplar de la funcin protectora de las

    tecnologas del sonido, B ul l se inspira en el t rabajo de varios te-

    r icos de lo u rbano , desde las preocupac iones de Georg S immel

    acerca de los efectos problemticos en el individuo de la sobre-

    carga sonora en la c iudad a tes tada has ta las observaciones de

    Richard Senne t t sobre la s maneras en que l a t endenc ia con tem-

    pornea de las personas de ret i rarse al santuario de los guetos

    sol ipsis tas auriculares socava la capacidad d e sostener encuen-

    t ros po tenc ia lmente produc t ivos con la a l te r idad que cons t i tu -