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Es difícil hacer una biografía de alguien muy cercano . . .Se le tuvo muypróximo a uno, pero no se le vió a plenitud. Se le conocieron 3 lados de su

fecunda vida, pero muchas planicies quedaron en la obscuridad. Así essiempre. Los colores de su vestimenta no los llegamos a detectar en vida. Muy extraño es esto... Pero nosotros hacemos un esfuerzo, un intento, y noslanzamos a la reconstrucción de los hechos de una vida . . .

E l Ingeniero Manuel Rodríguez Aguilar no llegó a los cincuenta años de edad. Se nos fue antes, y nos dejó abandonados en este mundo antes de los 60’s.

Fue corta su vida, pero fue muy vasta su existencia. Subió montes, cruzó ríos, encontró luceros en los cielos. Fue amigo de las gentes y de los libros. Y cada día aprendía cosas. “Uno siempre está al principio”, decía.

Comentaba que a diario se vivía una vida, que cada día era una vida distinta, y que había que vivir cada día con mucha pasión, con muchas ganas. La

vida empezaba al despertar y terminaba al dormir.

Boletín de la Asociación Mexicana de Geólogos Petroleros, A.C.Julio 2010, Volumen 55, No. 1, pp. 50-56

Manuel Rodríguez Aguilar, 1910-1956

Texto de Eduardo Rodríguez Solís

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E n su época de gran auge, su porte de moro, con bigote siempre, lo hacíasemejante al actor Omar Shariff. Era muy seguro de sí mismo y vestía

siempre con trajes cruzados y corbatas de regimiento. Era un gran tipo.

El Presidente de la República, Miguel Alemán, recibió en su des-pacho de Los Pinos a los delegados de la Decimoquinta Reunión Anual de la Sociedad Geológica del Sur de Texas. México, D.F., 21 de octubre de 1948.

Manuel Rodríguez Aguilar con sus 3 hijos varones, de izquierda a derecha, Eduardo (el autor), Miguel Ángel y Manuel.

En Culiacán vió los primeros rayos de sol. Su madre era María Luisa Aguilar, y su padre se llamaba Manuel Rodríguez Gutiérrez. Y este Rodríguez

Gutiérrez era un gran diseñador de escaleras, al grado de que a la fechamuchos son los edificios del D.F. y de otros lugares que conservan esosespacios bellos que suben y luego bajan. Qué escaleras hacía ese ingeniero.

Le gustaba el sol, el vuelo de los pájaros, la observancia de la luna y lasestrellas. Le encantaban las nuevas amistades y cuidaba a los viejos

conocidos. Le llegó a fascinar el arte y las hazañas de muchos: Beethoven y su extraordinaria música, Picasso y sus líneas y figuras siniguales, Manolete y sus actos peligrosos.

Recordando a Manuel Rodríguez Aguilar

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Rodríguez Gutiérrez siempre quiso subir las más altas montañas, y lo hizo en cierta forma, porque llegó a ser Gobernador del Estado de Sinaloa, y

también formó parte del Gabinete del Presidente Venustiano Carranza. Fue Secretario de Comunicaciones. Y también era consejero personal de ese caudillo Carranza. Tiempos difíciles tuvo que experimentar al lado del bueno de don Venustiano.

La señora María Luisa Aguilar murió y dejó a sus hijos Manuel y María Luisa a la sombra del ingeniero. Tiempo después, el Ingeniero Rodríguez

Gutiérrez, viviendo la rutina de caminar todos los días en una calle donde había una casona que tenía las ventanas abiertas, dejando salir el sonido de algún vals de Chopin . . . Se enamoró de la ejecutante del piano de concierto, una señorita de apellido Padilla . . .

La Familia Rodríguez Solís en México, D.F., 1953

D e ese matrimonio nacieron 4 habitantes más para este planeta: Fernando, Roberto, Toñita y Josefina

Hubo amor apasionado y se hicieron los lazos correspondientes. Luego una banda sinfónica tocó la marcha nupcial que se compuso para la obra “Sueño

de una Noche de Verano”, de William Shakespeare. Los novios estabancontentos y la aventura de la vida la tenían adelante.

Entonces Manuel Rodríguez Aguilar tenía 5 hermanos: La María Luisa, y los medios hermanos Rodríguez Padilla. Eran 6 universos que empezaban a

levantarse . . . 3 hombres y 3 mujeres. El mundo era redondo, como lo sigue siendo ahora.

Eduardo Rodríguez Solís

53Recordando a Manuel Rodríguez Aguilar

El Presidente de la República, Lic. Miguel Alemán, con el Lic. Marco Antonio Muñoz, Gobernador del Estado de Veracruz, el Ing. Manuel Rodríguez Aguilar y el Lic. Ángel Carvajal. Jalapa, Ver., 10 de diciembre de 1950.

En la boda de Manuel y Evangelina hubo una gran lluvia de margaritas yclaveles. Se cantó y se bailó y se brindaron muchas copas por la joven

pareja . . . Hubo risas, buenos deseos y regalos de muchos colores.

Al paso del tiempo, desfilaron las escuelas. Manuel Rodríguez Aguilar optó por las ciencias . . . Quería ser un ingeniero, como su papá.

El joven Manuel tomó una espada imaginaria y empezó a pelear como un mosquetero. Quería llegar muy lejos . . . Sus apuntes y sus lecturas le

ayudaban mucho, pero más le alentaban el amor y los consejos de una joven maestra, que se llamaba Evangelina Solís Cervantes, y le gustaban las artes de la espada y el sable . . . La Evangelina era campeona de esgrima . . . LaEvangelina era miembro del equipo olímpico mexicano.

Evangelina se ponía su peto y su máscara. Blandía su espada o su sable y ponía a temblar a sus adversarios. Era una esgrimista ágil, segura y

peligrosa.

En 1936 estando en la Isla de Trinidad, isla protegida por los ingleses, nació Manuel, el primer hijo. Aquel universo era caribeño, cálido de clima y de

gente buena.

El joven ingeniero trabajaba en la Shell. Se estaba volviendo un experto en la localización de depósitos de hidrocarburos. Eran los tiempos en que se

descubrían los domos de aceite o gas, a escasos quinientos metros deprofundidad. Se trabajaba en el lodo, en zonas complicadas e insalubres.

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El petróleo en México estaba en manos de empresas extranjeras, y losobreros de ese oro negro se decían unos a otros que esa riqueza debería

ser de los mexicanos. “Todo lo que está debajo de nosotros tiene que sernuestro”, decían algunos.

Visita al General Juan Perón de los integrantes de la Misión Petrolera de México, encabezada por Antonio J. Bermúdez, Manuel Rodríguez Aguilar, Luis Mora, Héctor Lara Sosa, Abel de la Cueva, Manuel Álvarez del Castillo (embajador de México en Argentina), Dr. Oscar Hasperue Becerra (embajador de Argentina en México) y el senador D. Fernando López Arias. Buenos Aires, 28 de febrero de 1951.

Se le designa como Jefe de las Exploraciones en México y viaja por barco con su pequeña familia para Veracruz. A los pocos meses de su estadía en

México nace su segundo hijo, Eduardo Daniel.

El Ingeniero Manuel Rodríguez Aguilar asegura que una buena estrella lo ilumina . . . Un día compra la suscripción de un periódico de circulación

nacional y se pone a escuchar la transmisión por radio del sorteo de una casa amueblada . . . La buena estrella está con él, ya que su boleto recibe el premio mayor de esa casa amueblada, con un coche a la puerta. Qué suerte tiene el ingeniero.

Este ingeniero y su gente de confianza viajan por diversos lugares y van asegurando, a sus maneras, la localización de muchos depósitos de gas o

aceite. La riqueza petrolera del país crece en abundancia. Petróleos Mexicanos, la empresa que es de todos, se consolida ante los ojos de propios y extraños.

En 1938 el Presidente Cárdenas hace surgir la Expropiación de laIndustria Petrolera en México y muchas compañías tienen que hacer las

maletas. El oro negro es ahora de nuestro Cuerno de la Abundancia . . .Rodríguez Aguilar está en Holanda y se pone a las órdenes del GeneralCárdenas y de quien ahora manejará los destinos de una nueva empresa.

Eduardo Rodríguez Solís

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En sus tiempos libres se ve al ingeniero llegar a su casa. Toma sus grandes vasos de agua con hielo o espera el paso del vendedor de raspados para

solicitar un doble de tamarindo, bien copeteado. De vez en cuando juega billar con los amigos o se va al Frontón México o al Hipódromo de las Américas, o se va de noche, con su esposa Eva, a escuchar la música de Agustín Lara y su orquesta. Toña La Negra canta “Arráncame la Vida”. Rodríguez Aguilar vive con pasión el tiempo que le ha tocado.

Los ingenieros José Colomo, coordinador, y Manuel Rodríguez Aguilar, jefe del Departamento de Exploración de PEMEX con el director de la mis-ma institución, Antonio J. Bermúdez, en uno de los pozos de Moralillo, Veracruz, 4 de Julio de 1949.

Una ocasión se va al Frontón México y cae un aguacero. Hay agua por todos lados. El ingeniero sale al estacionamiento y alguien le entrega las llaves

de su coche. Echa a andar el motor y siente algo extraño. Voltea para atrás y descubre que alguien está durmiendo en el asiento posterior... Con ese nuevo amigo se va a cenar y al día siguiente “ese alguien” llega a la oficina delIngeniero Rodríguez Aguilar . . . Se le incorpora como empleado y ahí enPemex se queda (hasta que, pasados muchos años, se jubila). “Buena persona, el ingeniero”, dice “ese alguien”.

Nuevas localizaciones de petróleo y los trabajos van a la perfección. Lasoficinas de exploración crecen y el panorama es halagador. Rodríguez

Aguilar y su gente han integrado un gran equipo. Nada los detiene.

Una vez estando en Nueva York, camina Rodríguez Aguilar por las calles de Manhattan con Abel Quezada, pintor y caricaturista mexicano. Entran a un

bar a refrescarse, y sucede que ahí está un hombre hablando mal de México. El Ingeniero Rodríguez Aguilar no puede permitir eso, y arremete contra el iluso, y lo saca casi a patadas del lugar. Una semana después, Abel Quezada saca en un periódico una tira cómica, haciendo una narración del evento. El caricaturista se olvida de la tonelada de malas palabras que se dijeron.

La familia de Rodríguez Aguilar ha crecido. Ya andan por ahí el niño Miguel Ángel y Mimí (Evangelina Rodríguez Solís). Se sigue explorando y se

encuentra más petróleo.

Recordando a Manuel Rodríguez Aguilar

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Una noche se presenta en el Nicté-Ha la esplendorosa Josephine Baker. Está lleno el lugar, casi no se puede respirar . . . Un publicista ve al Ingeniero

Rodríguez Aguilar fumando cigarros Delicados. Se acerca a él y le pregunta si puede participar en una campaña de publicidad. El dice que sí, y pronto se ve su retrato al lado de un texto que dice: “Los Mejores Técnicos Mexicanos FumanDelicados”. Y luego se ve su nombre completo . . .“Me estoy haciendo famoso”, dice el Ingeniero Rodríguez Aguilar.

Otro día, estando en el hipódromo, Manuel Rodríguez Aguilar compra un boleto para “Negra Consentida”, en Primer lugar. Arranca la carrera. Los

caballos van casi volando. “Negra Consentida” va hasta atrás. Parece un caso perdido... Pero los dioses hacen que este caballo empiece a rebasar a los contrincantes . . . Hasta que llega en primer lugar . . . El premio es muy jugoso. Casi suma su pago mensual de Pemex . . . Pero Rodríguez Aguilar se apiada de un amigo que ha perdido mucho dinero... Le regala su ticket... “Esa yegua estaba bonita”, se acuerda Rodríguez Aguilar.

El Ingeniero Manuel Rodríguez Aguilar se identificaba mucho con lapersonalidad de Don Quijote de la Mancha. Le apasionaba su intensa

existencia y su cuerda locura. Don Quijote era un modelo a seguir. Era unrompecabezas de sentimientos. Era el hombre luchando siempre. Era elhombre saltando obstáculos… Y ese libro de Miguel de Cervantes Saavedra era para Manuel Rodríguez Aguilar, un precioso libro de cabecera.

P ero después de la grandeza en la vida, vino la caída en la existencia de este técnico mexicano. Las luces se empezaron a apagar y se fue llegando al

final . . . A ése que tenemos que llegar algún día.

Fofografías proporcionadas por:Evangelina Rodríguez de Novom

Se le internó en el Hospital Inglés y se le practicó una complicada cirugía en la cabeza. Pero la fortaleza se vino abajo. La omega de una vida intensa

llegó.

Hubo días de silencio absoluto . . . Al grado que 2 perritos Manchester Toy, que siempre buscaban las caricias del Ingeniero Rodríguez Aguilar,

murieron de tristeza . . . Se llamaban Pancho y Pulga . . . Eran negros condorado, y jugaban de lo lindo con aquel ingeniero que ya estaba en los cielos. . .

Pero quedan los recuerdos, las cartas, las fotografías, los hijos, los nietos y los amigos siempre fieles, como Jorge Hardy, como El Negro Ortega, como

Azicri, como Castillo Tejero . . . Queda la música, los paisajes, los pájaros, la noche con su luna, los días con su sol . . . Los amores de la vida . . .

04-Nov-09, Houston, Texas

Eduardo Rodríguez Solís