Oracion del joven

1
Señor: Me siento aturdido en el abismo de la vida moderna. Este fue un día agitado. Pensando en el estómago en las exigencias del cuerpo, me olvidé de elevarme a Ti. Dominado por las pasiones desperdicié el tiempo en futilidades. Entre torturas y ansiedades, salí en busca de sensaciones fuertes. Ahora me detengo cansado… Corrí de un lado a otro, estuve fustigado por los impositivos de la preocupante vida, y en este momento, me deparo con las manos vacías de hechos nobles y el corazón sin paz…. ¿Por que me permito afligirme con tantas cuestiones de la vida transitoria, cuando ya me encuentro convencido de la verdadera realidad? Todavía ayer, haciendo un examen de conciencia, me prometí rectificación, corrección interior. Pero, nuevos fracasos me asaltan en el día de hoy. Padezco temores que dan testimonio de mi fracaso de los pocos valores morales íntimos que poseo. La verdad, no obstante, es que Te amo. Sin embargo, me sorprendo a cada momento distante de Ti. Ayúdame a no abandonarte, porque soy yo quien necesita de Tu vigorosa Presencia. La juventud, cual licor embriagante, corre por mis venas y me hace perder la calma…. Las ambiciones me convocan a la corrida desenfrenada, a la búsqueda final, de ninguna cosa. Oigo las invitaciones ardientes del mundo, atrayentes, seductoras, y me inquieto, porque simultáneamente Tu voz me penetra y me arrebata. Señor: Ayúdame en la barca frágil de mi juventud ansiosa en que naufrago y sálvame! Me aquieto, confiante, registro Tu voz la cual me dice gentil: -Buena ánimo. Aquí estoy! Condúceme contigo al puerto de la paz, Amigo Divino. Espíritu: Marcelo Ribeiro, psicografía Divaldo P. Franco, libro: “Terapéutica de Emergencia” ORACION DEL JOVEN

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Señor:Me siento aturdido en el abismo de la vida moderna.Este fue un día agitado. Pensando en el estómago en las exigencias del cuerpo, me olvidé de elevarme a Ti. Dominado por las pasiones desperdicié el tiempo en futilidades. Entre torturas y ansiedades, salí en busca de sensaciones fuertes.Ahora me detengo cansado… Corrí de un lado a otro, estuve fustigado por los impositivos de la preocupante vida, y en este momento, me deparo con las manos vacías de hechos nobles y el corazón sin paz…. ¿Por que me permito afligirme con tantas cuestiones de la vida transitoria, cuando ya me encuentro convencido de la verdadera realidad? Todavía ayer, haciendo un examen de conciencia, me prometí rectificación, corrección interior. Pero, nuevos fracasos me asaltan en el día de hoy. Padezco temores que dan testimonio de mi fracaso de los pocos valores morales íntimos que poseo. La verdad, no obstante, es que Te amo. Sin embargo, me sorprendo a cada momento distante de Ti. Ayúdame a no abandonarte, porque soy yo quien necesita de Tu vigorosa Presencia. La juventud, cual licor embriagante, corre por mis venas y me hace perder la calma…. Las ambiciones me convocan a la corrida desenfrenada, a la búsqueda final, de ninguna cosa. Oigo las invitaciones ardientes del mundo, atrayentes, seductoras, y me inquieto, porque simultáneamente Tu voz me penetra y me arrebata.Señor:Ayúdame en la barca frágil de mi juventud ansiosa en que naufrago y sálvame!Me aquieto, confiante, registro Tu voz la cual me dice gentil:-Buena ánimo. Aquí estoy! Condúceme contigo al puerto de la paz, Amigo Divino. Espíritu: Marcelo Ribeiro, psicografía Divaldo P. Franco, libro: “Terapéutica de Emergencia”

ORACION DEL JOVEN