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Pequeños productores de granos básicos en América Central Cuantificación, caracterización, nivel de ingresos, pobreza, y perfiles demográficos, socioeconómicos y ocupacionales

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Pequeños productores de granos básicos

en América CentralCuantificación, caracterización, nivel de ingresos, pobreza, y perfiles demográficos, socioeconómicos y ocupacionales

© FAO-RUTA 2010

Producido por:• Componente de Coordinación Regional, Programa Especial para la Seguridad Alimentaria (PESA) Centroamérica• Unidad Regional de Asistencia Técnica (RUTA)

Autor: Eduardo Baumeister

Revisión Técnica: • Arturo Angulo Urarte, Oficial Profesional Asociado, Asistencia para políticas

públicas y extensión agropecuaria, Componente de Coordinación Regional PESA Centroamérica

• Carmelo Gallardo, Coordinador Componente de Coordinación Regional PESA Centroamérica

• Dina López, Coordinadora Adjunta Componente de Coordinación Regional PESA Centroamérica

• Miguel R. Gómez, Director Unidad Regional de Asistencia Técnica

Edición y Revisión:Roger Argueta Mondragón, Comunicaciones Componente de Coordinación Regional PESA Centroamérica

Colaboración:María del Mar Martín, Coordinara Área de Gestión del Conocimiento y Comunicación RUTA

Fotografía:Unidad de Comunicación, Componente de Coordinación Regional PESA Centroamérica

Edición: junio de 2010Diseño e impresión: Comunica

Tiraje: 500 ejemplares

Impreso y hecho en Honduras

Las denominaciones empleadas en este producto informativo y la forma en que aparecen presentados los datos que contiene no implican, de parte de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) o de la Unidad Regional de Asistencia Técnica (RUTA), juicio alguno sobre la condición jurídica o nivel de desarrollo de países, territorios, ciudades o zonas, o de sus autoridades, ni respecto de la delimitación de sus fronteras o límites. La mención de empresas o productos de fabricantes en particular, estén o no patentados, no implica que la FAO o RUTA los aprueben o recomienden de preferencia a otros de naturaleza similar que no se mencionan.

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de Centroamérica, Av. Reforma 6-64. Zona 9. Edificio Plaza Corporativa Reforma. Torre 1. Oficina 1001, Guatemala, Guatemala, o por correo electrónico a [email protected]

• Unidad Regional de Asistencia Técnica (RUTA), Bº Escalante. Del Parque Francia, 25 mt sur, casa # 342. San José, Costa Rica, o por correo electrónico a [email protected]

ContenidoIntroducción | 5

I. Pequeños productores de granos básicos en América Central | 71.1. Introducción | 7

1.2. Metodología empleada | 7

1.3. Número de productores de granos básicos | 9

1.4. Trascendencia nacional de las familias productoras de granos básicos | 10

1.5. Evolución del número de productores de granos básicos en las últimas décadas | 10

1.6. Áreas y tamaños medios de los productores de granos básicos en los principales rubros | 12

1.7. Evolución de las áreas de granos básicos en el Istmo 1987-2006 | 13

1.8. Condición de género de los productores de granos básicos | 13

1.9. Localización geográfica de los productores de granos básicos en cada país | 14

1.10. Consideraciones finales | 18

II. Características socioeconómicas de los hogares | 192.1. Introducción | 19

2.2. Características sociodemográficas | 19

2.3. Ocupaciones principales de los pequeños productores de granos básicos | 21

2.4. Otras fuentes de ingresos de los hogares productores de granos básicos | 22

2.5. Tipo de vivienda y acceso a servicios básicos | 23

2.6. Nivel de pobreza e ingresos | 24

2.7. Las formas de tenencia de las explotaciones de granos básicos | 26

2.8. Niveles de producción y de autoconsumo de granos básicos | 27

2.9. Acceso a granos a través del mercado | 28

2.10 Consideraciones finales | 29

III. Implicaciones generales, conclusiones y recomendaciones para mejorar la situación de los pequeños productores de granos básicos | 313.1. Conclusiones principales | 31

3.2. Recomendaciones Generales | 32

Fuentes utilizadas | 37

Pequeños productores de granos básicos 4 en América Central

Programa Especial para la Seguridad Alimentaria–PESA Unidad Regional de Asistencia Técnica–RUTA 5

E l Informe Pequeños productores de granos básicos en América Central está compuesto por tres capítulos. La preocupación principal

está puesta en el diagnóstico sobre la situación de los pequeños productores de granos básicos en América Central. El primer capítulo aborda la cuantificación de este grupo de productores, al-gunos rasgos demográficos básicos y su ubicación geográfica dentro de los seis países considerados. El segundo capítulo estudia las características so-cioeconómicas de los pequeños productores de granos básicos de la región: formas de inserción ocupacional, niveles de pobreza, fuentes de ingre-sos, niveles de producción y de autoconsumo de granos básicos. El tercer capítulo está centrado en un conjunto de implicaciones generales vinculadas con el mejoramiento de la situación de este estrato productivo.

El estudio está sustentado en el procesamiento de diversas encuestas, tanto de Hogares de Propósitos Múltiples, Encuestas de Nivel de Vida y los Censos Agropecuarios disponibles en la primera década del presente siglo.

Es importante comprender la situación de la po-blación rural, especialmente de las y los pequeños productores pobres, en el marco de una coyuntura económica mundial (crisis financiera y de estructu-ras de producción, alza de precios de los alimentos, entre otros), que ha vuelto a poner a la agricultura en el centro de los debates.

Varias son las razones para comprender la situa-ción de las y los pequeños productores centro-americanos:

Aunque la agricultura en Centroamérica está »perdiendo parte de su importancia económica relativa, sigue siendo clave en términos de ge-neración de divisas y de absorción de mano de obra, sobre todo de aquella con menor grado de formación.

Las y los pequeños productores en Centroamé- »rica se identifican con la pobreza rural, por lo que apoyar a este sector supone combatir di-rectamente la pobreza de la región.

Las y los pequeños productores en Centroamé- »rica cumplen una doble función: suministran alimentos básicos al conjunto de la población y aportan mano de obra temporal a los otros sectores agropecuarios: grandes fincas, agroin-dustria, ganadería, etc.

Mejorar las condiciones de vida en el campo »tiene beneficios económicos y sociales para el conjunto de los países: reduce la migración in-terna (rural-urbana y rural-rural que presiona sobre la frontera agrícola) y mejora el consumo interno de bienes y servicios.

La coexistencia de factores estructurales y coyun-turales que mantienen y pueden agravar la situa-ción de hambre para casi un tercio de la población, y las condiciones de pobreza para una mayoría de esta misma población, sugiere la necesidad de plantear estrategias de política pública de medio y largo plazo. Un ejemplo de esta coexistencia de factores se vivió en 2008 cuando el alza de pre-cios de los alimentos empeoró la ya insuficiente capacidad de compra de los más pobres, quienes, además, dedican una mayor proporción de sus ingresos a comprar alimentos.

El presente estudio es el resultado de un trabajo conjunto en el marco de un acuerdo amplio de coordinación entre el Componente de Coordina-ción Regional de los Programas Especiales para la Seguridad Alimentaria (PESA) de Centroamérica y la Unidad Regional de Asistencia Técnica (RUTA), con el fin de contribuir al análisis de las iniciativas regionales a favor de la Seguridad Alimentaria Nu-tricional (SAN).

Introducción

Programa Especial para la Seguridad Alimentaria–PESA Unidad Regional de Asistencia Técnica–RUTA 7

por los Institutos Nacionales de Estadísticas de los respectivos países y fueron reprocesadas por los ejecutores del presente trabajo. En la búsqueda y procesamiento se contó con la colaboración del Dr. Juan F. Rocha Núñez.

Las ventajas de utilizar estas fuentes son:

Están disponibles para todos los países para un a) período relativamente reciente; a diferencia de los Censos Agropecuarios de los años 2000, que sólo están accesibles para Panamá, Guatemala y Nicaragua (El Salvador -2007- no ha sido pu-blicado oficialmente);

Son diseñadas con un cuestionario que trata de b) captar con cobertura nacional (rural y urbana) características de los miembros de hogares, en aspectos educativos, demográficos, ocupacio-nales, etc.;

Son susceptibles de reprocesarse y están dis-c) ponibles para que otros los puedan utilizar a profundidad; por el contrario, muchas de las bases de datos de los Censos Agropecuarios son de menor acceso;

Una de las ventajas más notoria de las encuestas d) mencionadas es que cuentan con información sobre inserción ocupacional agrícola (a nivel de la propia unidad familiar vinculada al hogar del productor agropecuario, bajo su inserción como trabajador por cuenta propia, empleador o tra-

I. Pequeños productores de granos básicos en América Central

1.1. IntroducciónEl primer capítulo del estudio Pequeños pro-ductores de granos básicos en América Cen-tral está centrado en los siguientes aspectos: aportar datos para saber cuántos son las y los pequeños productores de granos básicos en Centroamérica, identificando rubros, localiza-ción geográfica y género de los mismos.

1.2. Metodología empleada FuentesLa base para preparar las evidencias empíricas del presente informe han sido: Encuestas de Hogares –Encuestas Permanentes de Hogares de Propósitos Múltiples en los casos de El Salvador, Honduras y Costa Rica–; y las Encuestas de Nivel de Vida –ENCOVI/ MECOVI en los casos de Guatemala, Ni-caragua y Panamá. También, se utilizó de manera complementaria la Encuesta Agrícola de Honduras levantada por el Instituto Nacional de Estadística (INE) de 2006; y se tuvo acceso a algunos tabu-lados preliminares del Censo Agropecuario de El Salvador de 2007. Son datos de 2005 para Nica-ragua y Honduras; de 2006 para Guatemala, El Salvador y Panamá; y de 2007 para Costa Rica. Las encuestas en todos los casos fueron procesadas

Pequeños productores de granos básicos 8 en América Central

bajador familiar no remunerado), la inserción agrícola fuera de la unidad familiar, como asa-lariado agrícola; y las inserciones no agrícolas del productor (trabajador por cuenta propia o empleador) y de otros miembros del hogar;

Permite conocer las sub ramas dentro de la agri-e) cultura donde se ubica el trabajador por cuenta propia o empleador, por ejemplo, en nuestro caso los granos básicos;

En general, reúnen mucha más información so-f) cio demográfica, socioeconómica, relación con la pobreza, migración, remesas, necesidades básicas satisfechas y no satisfechas, que otros instrumentos;

Las encuestas tipo MECOVI/ENCOVI (para Gua-g) temala, Nicaragua y Panamá) tienen un módulo agropecuario que permite profundizar variables típicamente agrícolas; tales como distribución de la producción de granos básicos por tama-ño de las explotaciones (propias o no propias del productor), producción de granos básicos vendida o autoconsumida (para cada uno de los rubros), compra de granos básicos para el consumo doméstico; posesión de medios de trabajo específicos de la producción agrope-cuaria, acceso al crédito, entre otras variables específicas.

DesventajasExisten también desventajas, particularmente en las Encuestas de Hogares de Propósitos Múltiples (El Salvador, Honduras y Costa Rica) y en menor medida en las Encuestas de Nivel de Vida (EN-COVI).

Particularmente, la medición de la producción agrí-cola aparece subestimada, dado que las encuestas no pueden captar exhaustivamente la existencia de varios ciclos agrícolas en los países de la región y que mínimamente tiene tres ciclos agrícolas prin-cipales (el propio de primera parte del “invierno” llamado a veces ciclo de primera, que arranca ge-neralmente en el mes de mayo; el de la segun-da parte del invierno, llamado a veces segunda o postrera; y el ciclo propio de la estación seca, que transcurre aproximadamente entre diciembre y abril del año próximo y se desarrolla en zonas donde el período de lluvias se extiende a los prime-ros meses del año). Junto a esto existen los ciclos productivos propios de la agricultura de riego en sus diversas modalidades.

La unidad de recolección de los datos es el ho-a) gar (definido mínimamente por el lugar donde duerme un grupo de personas y aportan en dinero o en la especie la preparación y el con-sumo de algunas de las comidas diarias) y no en la unidad de explotación agrícola (propio de Censos y Encuestas Agropecuarias).

Esto no permite conocer el uso detallado del suelo agropecuario, los rendimientos, la produc-ción en sus distintos rubros, la situación a nivel municipal o departamental, y particularmente no se sabe con exactitud la localización de la parcela agrícola, en la medida en que la unidad geográfica de observación es el hogar.

Sin embargo, cabe indicar que en el grueso de las explotaciones agropecuarias coincide la ubi-cación del hogar y de la explotación agrope-cuaria, como espacios contiguos o cercanos. La diferencia se observa más en los estratos gran-des, donde el domicilio u hogar puede estar en la capital del país o en una ciudad importante y la explotación agropecuaria puede estar en otro departamento distante.

A su vez, estas encuestas de hogares no logran b) captar adecuadamente a los grandes producto-res agropecuarios, porque el carácter de socie-dades anónimas o el carácter de técnicos, pro-fesionales o comerciantes hace que al interior del hogar se opaque la presencia de la gran o mediana finca; en la medida en que los posi-bles empleadores agropecuarios son al mismo tiempo técnicos, profesionales, gerentes asa-lariados de las empresas del grupo económico familiar, y en buena medida, captados como asalariados de alto nivel y no como productores agropecuarios, dada la opción ocupacional del entrevistado.

Incluso pueden aparecer como no económi-camente activos (mujeres u hombres) que no “trabajan”, pero que son propietarios de fincas grandes (sociedades anónimas u otras formas de personerías jurídicas), dado que la condi-ción para ser considerado ocupado, y por tan-to conocer la categoría ocupacional, es haber trabajado durante un período dado de manera sostenida o estar buscando empleo de manera activa, en el caso de los desempleados.

Programa Especial para la Seguridad Alimentaria–PESA Unidad Regional de Asistencia Técnica–RUTA 9

En varias de las encuestas no se conoce el régi-c) men de tenencia de la tierra con la que trabaja el productor; así como el tamaño de la parcela donde trabaja ese productor.

Generalmente, las encuestas no pueden distin-d) guir si el productor contrata de manera temporal o permanente a trabajadores asalariados, pero si se puede saber si son empleadores o patrones en la medida en que contratan por definición. En el caso de los trabajadores por cuenta propia, no se puede establecer si contratan trabajadores asalariados temporales.

El carácter muestral de estas encuestas, diseña-e) das para captar hogares, puede perder precisión cuando a nivel de una región determinada quie-re conocerse el número de productores, tanto a aquellos que declaran como actividad principal trabajar por cuenta propia o ser empleadores con el rubro principal (los granos básicos), como a aquellos que lo hacen como ocupación se-cundaria.

Vistos los pros y los contras de este abordaje, nues-tra conclusión es que para los propósitos del cono-cimiento de condiciones socioeconómicas de los pequeños agricultores de granos básicos, y ante la ausencia de censos recientes en algunos de los países considerados; así como ante la mayor ri-queza de variables, la opción de las Encuestas de Hogares es, en principio, muy útil.

1.3. Número de productores de granos básicos El procesamiento realizado permite estimar que en los seis países considerados (Guatemala, El Salva-dor, Honduras, Nicaragua, Costa Rica y Panamá) puede cuantificarse un total cercano a los dos mi-llones de productores de granos básicos, com-prendiendo a productores de maíz, frijol, arroz y sorgo (véase tabla 1). El 89% de esos productores vive en zonas rurales, con una proporción muy similar entre los distintos países. Estos producto-res representan el 52% de la población rural de América Central.

El tamaño medio de los hogares es de 5,4 miem-bros, un poco más reducidos, como es de espe-rar, en Costa Rica con 4,5 miembros por hogar, hasta un máximo medio de 6 personas por hogar productor de granos básicos en Guatemala y Ni-caragua.

La población rural que vive en hogares donde se producen granos básicos, suma cerca de 10 mi-llones de personas, que representa cerca del 56% de la población rural de América Central hacia el año 2007. Todos los países mantienen porcentajes superiores al 50%, salvo Costa Rica donde sólo el 2% de su población rural pertenece a hogares que producen granos básicos (véase tabla 1).

Tabla 1 | Centroamérica: Número de hogares productores de granos básicos (GB) y población rural 2005-07

PaísProductores GB (miles)

Tamaño Familia

% Rurales

Población Rural GB,

miles

Total Rural miles

% Pob. GB/ Total

Rural

% Pob. GB/total

Guatemala 941,8 6,0 82,7 4.673 6.935 67 42,5

El Salvador 325 5,4 84,4 1.481 2.719 54 24,7

Honduras 385,1 5,7 92,2 2.024 3.738 54 30,5

Nicaragua 289,3 6,0 90,9 1.565 2.440 65 31

Costa Rica 7,6 4,5 86,9 30 1.664 2 0,8

Panamá 115,7 5,0 95,2 551 919 60 17,5

TOTAL 2.064,5 5,4 10.337 18.415 56 29

Fuentes: Encuestas de nivel de vida, de Guatemala, Nicaragua, Panamá, Honduras; datos preliminares del Censo Agropecuario de El Salvador 2007; Encuesta de Hogares de Costa Rica y de El Salvador. En el total regional puede haber diferencias en la suma por el redondeo de cifras.

Pequeños productores de granos básicos 10 en América Central

1.4. Trascendencia nacional de las familias productoras de granos básicosAl proyectar el peso poblacional de las familias productoras de granos básicos, incluyendo el seg-mento de familias urbanas vinculadas a la produc-ción (en la que la o el productor reside en una zona urbana), se puede estimar que cerca de 12 millones de personas (casi un tercio de la población centro-americana) están vinculadas a un hogar donde se producen de manera directa granos básicos.

Una proporción mayor se da en Guatemala (42,5%), menor en Panamá (17,5%) y muy reducida en Costa Rica (2%).

Tabla 2 | Centroamérica: Peso poblacional de las fa-milias productoras de granos básicos, 2005-07

PaísPoblación

total (miles)

Población GB

(miles)

% Población

Guatemala 13.300 5.651 42,5

El Salvador 7.100 1.755 24,7

Honduras 7.200 2.195 30,5

Nicaragua 5.600 1.736 31

Costa Rica 4.500 34 0,8

Panamá 3.300 579 17,5

TOTAL 41.000 11.950 29

Fuentes: Ídem tabla 1 e Informe Estado de la Región 2008, para la estimación de la población total. La columna Población GB (Población de las familias productoras de granos básicos), en este caso incluye la porción urbana de estos hogares.

1.5. Evolución del número de productores de granos básicos en las últimas décadasA partir de los años noventa se han producido importantes modificaciones en la producción de granos básicos en América Central. Se ha reducido la producción de algunos rubros, incrementándose la importación de granos básicos de fuera de la región, principalmente maíz amarillo, arroz y algu-nas variedades de frijol. Hacia 1987 se estimaba en cerca de 1.4 millones el número de hogares productores de granos básicos. Esta investigación muestra que para 2007 se han superado los dos millones de hogares; es decir, existe un incremento del orden del 45% (véase tabla 3).

Por una parte, hay países donde se presenta un fuerte crecimiento del número de productores, entre los que destacan Guatemala y Nicaragua. En el caso de Guatemala, se combina una fuer-te subdivisión de las parcelas con un importante incremento del minifundio, avances de frontera agrícola -en zonas de la llamada Franja Transversal del Norte y los departamentos de Alta Verapaz y Petén-, y una fuerte presión poblacional.

Resulta ilustrativo para el caso de Guatemala in-dicar que entre el Censo Agropecuario de 1979 y el Censo de 2003 se produjo un incremento del 62% del número de productores. La cifra de pro-ductores de granos básicos de 2006 utilizada en este estudio surge de la ENCOVI de ese año y se trata de una encuesta de hogares que capta par-celas de granos básicos de muy pequeña escala, haciéndolo en mayor medida que los habituales censos agropecuarios. El levantamiento censal de 2003 distinguió una boleta para fincas censales y otra para actividades de traspatio, que comprende árboles frutales y animales ubicados en las inme-diaciones de la vivienda familiar.

En el caso de Nicaragua, a los factores apuntados para Guatemala se agregan las consecuencias de la reforma agraria de los años ochenta y noventa que trajo aparejado el incremento del acceso a la tierra. Además, se observa la expansión de la frontera agrícola después del conflicto bélico de los años ochenta, con un continuo desplazamien-

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to hacia áreas orientales de la región Central y en zonas del Caribe. Nicaragua es el único de los seis casos donde se registra un considerable crecimien-to de las áreas cosechadas de granos básicos en la región (véase tabla 7).

En Panamá, con amplias zonas con muy baja densi-dad de población, se ha continuado el crecimiento de los productores de granos básicos en el marco de un país fuertemente urbano.

En Honduras se observa un crecimiento casi nulo del número de agricultores dedicados a los granos bási-cos, asociado en buena medida al bajo crecimiento de las áreas de cultivo y al incremento de las impor-taciones entre los años noventa y el presente.

Por su parte, en El Salvador, se observa un in-cremento del número de productores de granos básicos: Las áreas de granos básicos actuales son similares a las alcanzadas en los años ochenta del siglo pasado.

En el caso de Costa Rica, la marcada reducción de la producción de granos básicos y la reconversión productiva de una parte de estas familias hacia otros cultivos hizo también disminuir drásticamente el número de productores de granos básicos.

En relación con la tabla 3, es necesario aclarar las diferentes tendencias. Los casos de Guatema-la y Nicaragua, con tasas altas de crecimiento del número de productores, responden a causas dis-tintas: en el caso de Guatemala tiene que ver en buena medida por la profundización del minifun-

Tabla 4 | Centroamérica: Evolución del número de productores de granos básicos y distribución porcentual según países 1987-2005-06 (miles, porcentajes y diferencias porcentuales)

PaísNúmero de productores % diferencia

1987 2005-07 1987 2005-06 %

Guatemala 486 941,8 34,3 45,6 11,3

El Salvador 271,4 325 19,2 15,7 -3,5

Honduras 377,7 385,1 26,7 18,7 -8,0

Nicaragua 153 289,3 10,8 14,0 3,2

Costa Rica 45 7,6 3,2 0,4 -2,8

Panamá 84 115,7 5,9 5,6 -0,3

TOTAL 1.417,1 2.064,5 100 100 00

Fuente: F. Devè, citado por CADESCA: La Inseguridad Alimentaria en Centroamérica, 1989 y cuadro 1 del presente estudio.

dio en amplias zonas del Altiplano y el Oriente que ampliaron el número de productores como consecuencia del crecimiento demográfico de las zonas rurales; y por los cambios de localización de muchas familias durante los años ochenta como consecuencia del conflicto interno de ese país. En 1979 el censo reportó un área media por finca de 11,4 manzanas y en 2003 indica un tamaño me-dio de 6,4 manzanas por finca para todo el país. Si esto ocurrió con el conjunto de las fincas, fue aún más marcado en las fincas de menos de 5 manzanas donde el crecimiento demográfico fue más marcado.

Tabla 3 | Centroamérica: Evolución del número de productores de granos básicos, 1987 y 2005-07 (miles)

PaísAños Incremento

%1987 2005-07

Guatemala 486 941,8 93,8

El Salvador 271,4 325 19,7

Honduras 377,7 385,1 2,0

Nicaragua 153 289,3 89,1

Costa Rica 45 7,6 -83,1

Panamá 84 115,7 37,7

TOTAL 1.417,1 2.064,5 45,7

Fuente: F. Devè, citado por CADESCA: La Inseguridad Alimentaria en Centroamérica, 1989 y cuadro 1 del presente estudio.

Pequeños productores de granos básicos 12 en América Central

En el caso de Nicaragua, como se explicó antes, los cambios del número de productores están aso-ciados a la reforma agraria, la parcelación de las tierras de las cooperativas del sector reformado y a los avances de la frontera agrícola, luego de finalizada la guerra interna.

En la tabla 4 se observa la distribución porcentual de los productores de granos básicos en 1987 y la estimación para el presente en el conjunto de América Central. Se incrementa el peso relativo de Guatemala y Nicaragua; mientras disminuye el peso relativo de los productores de El Salvador, Honduras y Costa Rica. No se observan variaciones en el caso de Panamá.

Tabla 5 | Centroamérica: Áreas de granos básicos 2006 (hectáreas)

País Maíz Frijol Arroz Sorgo G.B

Guatemala 791.759 247.822 12.360 40.801 1.092.742

El Salvador 240.978 87.379 4.194 89.149 421.700

Honduras 305.000 128.000 5.900 56.100 495.000

Nicaragua 343.160 228.518 87.812 39.318 698.808

Costa Rica 6.260 14.035 48.876 0 69.171

Panamá 54.570 9.860 95.670 1.038 161.138

Total 1.741.727 715.614 254.812 226.406 2.938.559

Fuente: FAOSTAT.

Tabla 6 | Centroamérica: Áreas por productor de granos básicos, maíz, frijol, arroz (ha anuales por productor)

País (ha) Prod. GB (ha) Maíz-prod (ha) Frijol-prod. (ha) Arroz-prod

Guatemala 1,2 0,84 0,47 6,9

El Salvador 1,3 1,3 n.d. 4,7

Honduras 1,3 0,89 1,50 1,8

Nicaragua 2,4 1,56 1,20 9,1

Costa Rica 9,1 2,09 1,75 52,2

Panamá 1,4 1,17 0,77 5,1

Fuente: Tabla 5, y estimaciones basadas en las mismas que la tabla 1.

1.6. Áreas y tamaños medios de los productores de granos básicos en los principales rubrosEn las tablas 5 y 6 pueden verse las áreas cosecha-das según rubros y el tamaño medio de las parcelas en los mismos.

El promedio de áreas de maíz oscila entre 0,8 ha por productor en Guatemala y un poco más de 2 ha en Costa Rica. Para frijol, Guatemala presenta también el promedio más bajo, indicio del fuerte peso del minifundio en esa estructura agraria, y 1,75 ha en Costa Rica.

Programa Especial para la Seguridad Alimentaria–PESA Unidad Regional de Asistencia Técnica–RUTA 13

Diferente es el panorama de las áreas de arroz con un tamaño medio para el conjunto del Istmo de 7,3 ha (10 manzanas) y con cerca de 50 ha en prome-dio en el caso de Costa Rica, 9 ha en Nicaragua y 7 ha en Guatemala, promedios muy superiores a los observados en maíz y en frijol.

1.7. Evolución de las áreas de granos básicos en el Istmo 1987-2006En la tabla 7 puede verse la distribución relativa de las áreas de granos básicos, tanto para 1987 como para 2006, en los países del Istmo. El gran cambio es el incremento del peso de Nicaragua, confirmando una fuerte orientación a la produc-ción de granos básicos (particularmente en maíz blanco y frijol rojo) observado desde los años no-venta; mientras que en 1987 representaba cerca del 13% del área regional cultivada, en 2006 cerca del 24%.

Por el contrario, se reduce el peso de Costa Rica y El Salvador y se observan reducciones menores en los casos de Guatemala y Panamá. En resumen, el área total pasa de cerca de 2.7 millones de ha en 1987 a un poco más de 2.9 millones de ha en 2006.

En la medida en que en este período los rendi-mientos por unidad de superficie no se elevaron de manera significativa, este incremento de áreas cosechadas de menos de 10% entre 1987 y 2006 contrasta con el crecimiento de la población, que según datos de FAOSTAT fue de un 46%; esto tuvo como consecuencia un incremento en las im-portaciones extra regionales de granos básicos (particularmente harina de trigo, maíz amarillo, arroz y algunas variedades de frijol). Del total de las casi tres millones de hectáreas de granos bá-sicos cultivadas en América Central en 2006 un 83,6% corresponden a maíz y frijol (con un 59,3% y 24,3%, respectivamente).

1.8. Condición de género de los productores de granos básicosLa titularidad de los hogares que producen granos básicos sigue en su mayoría a cargo de varones. En la tabla 8 puede verse una marcada regularidad entre los seis países considerados. En el marco de la división genérica del trabajo en estos hogares, la actividad de preparar la tierra y sembrar sigue a cargo mayoritariamente de los hombres.

Tabla 7 | Centroamérica: Evolución de áreas cosechadas de granos básicos y peso relativo regional (miles ha)

País

1987 2006 Diferencia

% Área % Área %

Guatemala 1.029,7 38,5 1.092,7 37,2 -1,3

El Salvador 478,2 17,9 421,7 14,4 -3,5

Honduras 458,5 17,2 495 16,8 -0,3

Nicaragua 340,9 12,8 698,8 23,8 11

Costa Rica 184,9 6,9 69,2 2,4 -4,6

Panamá 180,6 6,8 161,1 5,5 -1,3

TOTAL 2.672,8 100 2.938,6 100 00

Fuente. FAOSTAT y cálculos propios.

Pequeños productores de granos básicos 14 en América Central

Las mujeres son más visualizadas en las tareas de recolección y principalmente de las labores de post cosecha tales como el desenvainado del frijol, el desgranado del maíz y, por supuesto, en todas las tareas vinculadas al procesamiento de los alimen-tos en el hogar o a su comercialización (tortillas u otros subproductos del maíz) en los mercados locales.

Tabla 8 | Centroamérica: División por sexo de los productores de granos básicos

País%

Varones%

MujeresTotal

Guatemala 85 15 100

El Salvador 85 15 100

Honduras 88 12 100

Nicaragua 83 17 100

Costa Rica 83 17 100

Panamá 88 12 100

Fuente: Tabulaciones de encuestas nacionales de hogares.

1.9. Localización geográfica de los productores de granos básicos en cada paísEn esta sección se aborda la distribución regional de los productores de granos básicos a partir de los dominios que las respectivas encuestas establecen para sus estimaciones.

Para todos los casos se contrasta la localización de estos productores y la del conjunto de la po-blación para mostrar cuáles son los territorios que prevalecen.

GuatemalaEn la tabla 9 puede verse la intensidad relativa de los productores de granos básicos con respecto a la distribución general de la población. El Nor Oc-cidente, asiento de los departamentos de Quiché y Huehuetenango con importantes núcleos indí-genas fuertemente vinculados con la agricultura, los tejidos y las artesanías, cuenta con el 13,5%

de la población del país que representa cerca del 22% de los agricultores de granos básicos. En el Sur Oriente se observa una fuerte especialización, reúne a los departamentos de Jutiapa, Jalapa y Santa Rosa, con predominio de campesinos mes-tizos. En Santa Rosa, fuerte productor de café, una parte de pequeños agricultores de granos básicos trabajan en labores permanentes o estacionales de este rubro concentrado en grandes propietarios. En los departamentos de Jutiapa y Jalapa se ob-serva más concentración de familias productoras en granos básicos y ganadería.

La mayor concentración de agricultores de granos se observa en la región de Sur Occidente que reúne a varios departamentos, San Marcos, Retalhuleu, Quetzaltenango y Suchitepéquez. Estos tienen pre-sencia indígena, pequeños agricultores de granos básicos y grandes explotadores de café; asimismo en las tierras planas de la costa existen siembras en gran escala de caña de azúcar, banano y otros cultivos comerciales. Aquí también se incluye a los departamentos de Sololá y Totonicapán que son marcadamente indígenas y con predominio de pe-queños agricultores que, junto a granos básicos, también producen hortalizas y café.

Tabla 9 | Guatemala: distribución por regiones de la población total y de los productores de granos básicos 2006

RegionesPobla-

ción (%) Prod. GB

(%)Relación

Metropolitana 22,9 2,5 0,11

Norte 8,9 8,9 1,00

Nor Oriente 8,3 9,3 1,12

Sur Oriente 8,1 12,8 1,58

Central 10,8 9,6 0,89

Sur Occidente 24,1 30,1 1,25

Nor Occidente 13,5 22,2 1,64

Petén 3,4 4,6 1,35

Total 100 100 1,00

Fuente: Ídem tabla 1.

Programa Especial para la Seguridad Alimentaria–PESA Unidad Regional de Asistencia Técnica–RUTA 15

El Salvador Las encuestas de El Salvador distinguen cinco gran-des regiones:

En Occidente, formada por los departamentos de Santa Ana, Ahuachapán y Sonsonate, existieron históricamente grandes explotaciones de café que en parte fueron modificadas por la reforma agraria de los años ochenta.

La región Central, que está compuesta por los de-partamentos de Chalatenango, con fuerte peso campesino; La Libertad, que produce junto a gra-nos básicos, caña de azúcar y café; y Cuscatlán, con actividad cañera, café, tabaco y granos bási-cos. Suma un peso similar en población y propor-ción de productores de granos básicos con alrede-dor del 17% del conjunto nacional. En la llamada región Paracentral, formada por los departamentos de Cabañas, San Vicente y La Paz, se observa, en términos relativos, una especialización en activida-des de granos básicos, en la medida en que reúne cerca del 16,9% de estos productores y suma sólo el 9,4% de la población del país.

La mayor concentración de productores de granos básicos de El Salvador se concentra en el Oriente, en los departamentos de San Miguel, Usulután, La Unión y Morazán, con cerca del 37% de los agri-cultores de granos básicos y mostrando también una mayor especialización hacia estas actividades, dado que suma el 19,8% de los habitantes del país. Ésta también es una zona de actividad cañera y ga-nadera. De este modo se observa que las regiones Paracentral y Oriental suman cerca del 53,7% de los agricultores de granos básicos, aunque estas zonas juntas representan el 29,2% del conjunto de la población salvadoreña.

Tabla 10 | El Salvador: Distribución de productores de granos básicos y población total 2006

RegionesPoblación

(%)Prod. GB

(%)Relación

Occidental 21,5 23,5 1,09

Central 16,9 17,5 1,04

Paracentral 9,4 16,5 1,76

Oriental 19,8 37,2 1,88

AMSS 32,4 5,3 0,16

Total 100 100 1,00

Fuente: Tabulaciones de la EHPM 2006 y página web de la DGEyC El Salvador http://www.digestyc.gob.sv/

Por último, el Área Metropolitana de San Salvador (AMSS), formada por 14 municipios, doce del de-partamento de San Salvador y dos de La Libertad (Santa Tecla y Antiguo Cuscatlán), suma, como es de esperar, sólo el 5% del total de productores de granos básicos del país.

HondurasDesde el punto de vista de una zonificación agraria se distingue en Honduras un total de siete regio-nes. La mayor concentración de pequeños agricul-tores de granos básicos se encuentra en el Norte del país, en los departamentos de Cortés, Santa Bárbara y Yoro, zonas que articulan productos co-merciales como caña, banano y café con la produc-ción de granos básicos. Esta región suma el 21% de los agricultores y el 31% de la población del país, dado el peso de ciudades como San Pedro Sula y otros municipios de fuerte expansión en zonas francas o facilidades portuarias.

En segundo lugar, se ubica el Occidente del país en los departamentos de Lempira, Ocotepeque y Co-pán, que suman el 18% de todos los productores de granos básicos del país (tanto en maíz como en frijol) y el 10% de la población total, indicando el fuerte carácter campesino de esta zona.

En tercer lugar, cabe situar a la región Centro-Oc-cidente, formada por los departamentos de Intibu-cá, La Paz y Comayagua, que agrupan al 16% de estos productores y el 11% de la población. Tanto la región de Occidente como la región Centro-Oc-cidente tienen mucho mayor peso en productores de granos básicos que en población nacional.

En cuarto lugar, se ubica la región de Centro-Oriente que reúne al departamento de El Paraíso, limítrofe con Nicaragua, y buena parte del depar-tamento de Francisco Morazán, donde se asienta la capital, Tegucigalpa. Se agrupan aquí el 15% de los agricultores de granos básicos, pero se reúne cerca del 24% de la población del país.

En quinto lugar, se registra a la región Nor Orien-te, formada por el departamento de Olancho, con cerca del 11% de los agricultores. Se trata de una zona que ha actuado como frontera agrícola, con peso importante en granos (incluyendo, a diferen-cia de otras zonas del país, la presencia de grandes productores en rubros como maíz) y en ganadería, con una marcada especialización agrícola. Aunque es el departamento más extenso de Honduras, con cerca de 23,000 kilómetros cuadrados, reúne sólo al 6,5% de la población.

Pequeños productores de granos básicos 16 en América Central

En sexto lugar, se ubica la región Sur, formada por los departamentos de Choluteca y Valle, con cerca del 11% de los agricultores, un marcado peso rela-tivo de los productores de granos básicos, y suma sólo el 8% de la población total del país.

Y en séptimo lugar, se señala a la región del Litoral Atlántico en la parte norte del país, formado por los departamentos de Atlántida y Colón, se obser-va una fuerte presencia de productos comerciales (banano, cítricos y piña), con cerca del 8% de los agricultores de granos básicos y el 9% de la po-blación nacional. Como parte del Litoral Atlántico cabe considerar el amplio, pero muy despoblado departamento de Gracias a Dios, que reúne aproxi-madamente a un poco más del 1 por ciento de los agricultores del país.

Tabla 11 | Honduras: Distribución de productores y población total 2001

Regiones Total (%)

Prod. GB (%)

Rela-ción

Sur 8,4 11 1,31

Nor Oriente 6,5 11,1 1,71

Centro Occidental

10,7 15,7 1,47

Centro Oriental 23,8 15 0,63

Norte 31,2 21 0,67

Occidente 10,1 18,2 1,80

Litoral Atlánti-co

9,3 8 0,86

Total 100 100 1,00

Fuente: Basado en tabulaciones especiales Censo de Población 2001.

NicaraguaDe acuerdo con la Encuesta de Nivel de Vida se establecen cuatro dominios o regiones:

La región Central, que comprende los departa-mentos de Nueva Segovia, Madriz y Estelí -en el Norte- Jinotega y Matagalpa -en el Centro Nor-te- y los departamentos de Boaco y Chontales. Suma cerca del 55% de todos los agricultores de granos básicos y cerca del 32% de los habitantes, mostrando un índice de especialización en granos básicos elevado (1,70).

En segundo lugar, se ubica la región del Pacífico, con cerca del 24% de los agricultores de granos básicos, pero dada la presencia urbana importante (ciudades como León, Chinandega, Masaya, Di-riamba, Jinotepe, Granada y Rivas) se agrupan aquí cerca del 29,5% de la población del país.

Por su parte, la región Atlántica, que reúne una parte importante del territorio nacional, alberga al 18,3% de los productores de granos básicos. Esta proporción se incrementa permanentemente debido al avance de la frontera agrícola y hace que el peso en áreas cosechadas de granos, particular-mente de maíz, se incremente año con año. Esta zona suma el 14% de la población del país.

Por último, el departamento de Managua suma sólo el 3% de los productores de granos básicos, principalmente medianos y grandes que viven en la ciudad de Managua. Pero este dominio alcanza cerca de la cuarta parte de la población nacio-nal.

Tabla 12 | Nicaragua: Distribución de productores y población total 2005

Regiones Total (%)

Prod. GB (%)

Relación

Managua 24,5 3,1 0,13

Pacífico 29,5 24,1 0,82

Central 32 54,5 1,70

Atlántico 14 18,3 1,31

Total 100 100 1,00

Fuente: Tabulaciones de la ENCOVI y página Web INIDE.

Costa RicaLos datos permiten distinguir seis regiones:

La mayor concentración de agricultores de granos básicos se observa en la región Chorotega, donde se localizan cerca de la mitad de todos estos pro-ductores. Está formada básicamente por la provin-cia de Guanacaste, en el Nor Occidente del país, limítrofe con Nicaragua. Esta región reúne a sólo el 7,6% de los habitantes de Costa Rica.

En segundo lugar, se encuentra la región Brunca, en el Sur del país, en cantones como Coto Brus, Golfito, Osa, Corredores y Pérez Zeledón. Se agru-pan en esta región el 16% de todos los producto-res de granos básicos de Costa Rica, que suma el 7,5% de todos los habitantes, mostrando también

Programa Especial para la Seguridad Alimentaria–PESA Unidad Regional de Asistencia Técnica–RUTA 17

una clara especialización relativa hacia los produc-tores de estos cultivos.

En tercer lugar, se ubica la región Central, donde se encuentra el grueso de la población nacional (64%), incluye todas las ciudades principales (San José, Heredia, Cartago y Alajuela). En esta región habita el 15,6% de los agricultores de granos bá-sicos. Los agricultores de granos han tendido a desplazarse hacia otras regiones del país.

En cuarto lugar, se ubica el Pacífico Central, en zonas de la provincia de Puntarenas, con el 8% de los agricultores y el 5% del total de la población nacional.

En quinto lugar, se ubica la región Huetar Norte -limítrofe con Nicaragua con cantones como San Carlos y Los Chiles, de fuerte desarrollo agrícola (piña, frijol) y presencia de mano de obra nicara-güense. Suma cerca del 8% de los productores de granos básicos y el 5% de la población del país.

Tabla 13 | Costa Rica: Distribución de productores y población total 2007

RegionesTotal (%)

Prod. GB (6%)

Relación

Central 64 15,6 0,24

Chorotega 7,6 49,9 6,57

Pacífico Central

5,2 8,2 1,58

Brunca 7,5 16 2,13

Huetar Atlántica

10,2 2,5 0,25

Huetar Norte 5,5 7,8 1,42

Total 100 100 1,00

Fuente: Tabulaciones de la EHPM 2007.

PanamáPanamá cuenta con nueve provincias y tres comar-cas indígenas. La mayor concentración de produc-tores de granos básicos se observa en la provincia de Veraguas (zona Centro Occidental, con costas en ambos mares), con cerca del 21% de todos los agricultores y suma sólo el 7,4% de la población nacional.

En segundo lugar, se ubica la comarca indígena Ngobe Buglé con cerca del 15% de todos los pro-ductores de granos básicos, ubicada en el Occiden-

te del país sobre el Océano Atlántico. Esta es una zona también de predominio relativo de los agri-cultores de granos básicos, dado que sólo suma el 3,9% de la población de todo el país.

En tercer lugar, cabe señalar a la provincia Coclé, en el Centro Occidental Vertiente del Pacífico, con alrededor del 14% de los productores de granos y el 7% de la población, mostrando también un perfil claramente especializado en la presencia de este tipo de agricultores.

En cuarto lugar, está la provincia de Panamá que reúne cerca del 10% del total de los agricultores de granos básicos, pero sumando casi el 49% de toda la población del país.

En quinto lugar, Chiriquí, en el Occidente Vertiente del Pacífico, limítrofe con Costa Rica, con el 8,3% de los agricultores, pero con cerca del 13% del total de la población (segunda provincia en po-blación después de Panamá).

El resto de las provincias tienen un peso relativo menor, tanto en agricultores de granos básicos como en población total (para detalles, véase la tabla 14).

Tabla 14 | Panamá: Distribución de productores y población total (2000)

Provincias y Comarcas

Pro-duct. GB

%%

Pobla-ción

Bocas 2.567 2,6 3,1

Coclé 14.180 14,1 7,1

Colón 3.766 3,8 7,2

Chiriquí 8.275 8,3 13,0

Darién 7.057 7,0 1,4

Herrera 6.792 6,8 3,6

Los Santos 4.460 4,4 2,9

Panamá 10.298 10,3 48,9

Veraguas 21.232 21,2 7,4

Com. Kuna 4.659 4,6 1,1

Com.Emberá 1.725 1,7 0,3

Com. Ngobe Buglé

15.243 15,2 3,9

Total 100.254 100 100

FUENTE: Tabulaciones propias del Censo de Población de 2000.

Pequeños productores de granos básicos 18 en América Central

1.10. Consideraciones finalesEn este capítulo se presentan:

Estimaciones del total de productores de gra- »nos básicos para cada uno de los seis países de la región con datos de la segunda mitad de la primera década del siglo XXI;

Estimaciones del peso de hombres y mujeres »en la composición de los productores de gra-nos básicos;

Estimaciones varias para calificar el peso social »de las familias productoras de granos básicos, tanto en el ámbito rural como nacional, de cada uno de los países;

Evolución de los productores entre 1987 y el »2007;

Distribución regional de los productores en cada »uno de los seis países considerados.

Entre mediados de los años ochenta del siglo pa-sado y la primera década del siglo XXI se han pro-ducido importantes modificaciones en la condición de los productores de granos básicos en América Central.

En algunas regiones, específicamente Costa Rica, se redujo el número de productores de granos básicos contribuyendo a la disminución de la pro-ducción interna y al reemplazo por importaciones. En otros casos, la mayoría, se amplió el número debido a la conjunción del crecimiento demográ-fico, los avances de la frontera agrícola y/o a con-secuencia de reformas agrarias. Sin embargo; esta ampliación se ha dado, en muchos de los casos, en condiciones precarias de reducción del tamaño de las parcelas, sin acceso al crédito o tecnologías que incrementen los rendimientos.

En 1987 cada familia que sembraba granos básicos tenía en promedio una disponibilidad media de 1,8 hectáreas de tierra, mientras que para 2007 se es-tima que esa media bajó a 1,4 ha, o sea, un menor acceso al área sembrada, en un contexto general de no crecimiento sustantivo de los rendimientos de estos cultivos.

Estas modificaciones en el contexto agrario se dan paralelamente a un crecimiento significativo de la proporción de habitantes urbanos (demandantes netos de alimentos) y a la ampliación de la deman-da de granos para la alimentación animal. Este incremento en la demanda interna hasta el mo-mento no ha repercutido de una manera directa y significativa en el pequeño productor de granos básicos centroamericano.

Programa Especial para la Seguridad Alimentaria–PESA Unidad Regional de Asistencia Técnica–RUTA 19

II. Características socioeconómicas de los hogares

2.1. IntroducciónEl presente capítulo gira en torno a: i) caracterís-ticas sociodemográficas; ii ) formas de inserción ocupacionales de los pequeños agricultores y más ampliamente de los hogares de los cuales son parte, fundamentalmente como jefes de hogar; iii) otras fuentes de ingresos aparte de los generados por las actividades agrícolas in-dependientes; iv) los vínculos entre los hogares y los niveles de pobreza que presentan; v) las características de las viviendas y acceso a ser-vicios básicos; vi) las formas de tenencia y ta-maño de sus explotaciones agropecuarias; vii) los niveles de producción y de autoconsumo de granos básicos; y viii) la proporción de hogares de los pequeños agricultores de granos básicos que recurren al mercado para abastecerse de estos granos.

Las fuentes de información primaria son las mismas que las consignadas para el capítulo I y se agregan como fuentes los Censos Agro-pecuarios de Guatemala 2004; los datos preli-minares del Censo de El Salvador 2007; datos de la Encuesta de Productos Agropecuarios de Nicaragua 2008; y estudios monográficos de granos básicos de Costa Rica (MAG 2009, preliminares).

2.2. Características sociodemográficasEn la tabla 15 se presentan algunas características sociodemográficas relevantes para la caracteriza-ción de este estrato de agricultores. Cabe enfati-zar el carácter fuertemente rural de la residencia de estos productores (un rasgo ya indicado en el capítulo I), aun en una región donde la tendencia principal es hacia la urbanización de su población (véase tabla). Cerca del 87% de los pequeños pro-ductores reside en zonas rurales, con una marca-da homogeneidad entre los seis países analizados –más allá de las diferencias nacionales en las defi-niciones de qué es urbano y qué es rural.

Edades: Por otro lado, la edad promedio de es-tos agricultores –que en su mayoría son jefes de hogar varones– es de 49 años, por encima de la edad media de los jefes de hogares rurales de los distintos países de América Central, que ronda en los 45. Lo anterior se reafirma al observar el peso de los estratos extremos (menores de 30 años y mayores de 65 años). Los datos indican una menor prevalencia de agricultores jóvenes y sugiere que se desplazan hacia otras inserciones ocupacionales dentro del agro o simplemente migran (dentro de los países o al exterior).

Pequeños productores de granos básicos 20 en América Central

Tabla 15 | Centroamérica: Características sociodemográficas de los productores de granos básicos (%)

País % Rural

Tamaño hogar

Edad media

% Hombres

Educación Estructura de edades % años

Años Indíge-nas

-30 +65

Guatemala 77,0 5,8 46 85,4 2,1 61,3 13,7 13,0

El Salvador 84,4 5,4 50 85,3 2,2 6,3 9,7 17,4

Honduras 90,9 5,5 48 87,9 2,3 Sd 12,0 15,0

Nicaragua 88,2 5,8 47 82,9 2,0 8,4 12,0 12,8

Costa Rica 86,9 4,5 52 82,8 4,5 Sd 2,8 19,2

Panamá 93,1 5,2 51 87,6 4,4 16,8 7,4 18,8

Región 87 5 49 85 3 nd 10 16

Fuentes: Tabulaciones especiales de las ENCOVI (Guatemala 2006, Nicaragua 2005 y Panamá 2006); Encuestas de Hogares de Propósitos Múltiples de Honduras 2005, Costa Rica 2007 y El Salvador 2006.

En el caso de los agricultores, se conjugan las ba-rreras de entrada al acceso a la tierra (expresada en la tendencia al minifundio), que limita a los más jó-venes el acceso a la tierra, junto con los factores de atracción de los estratos de trabajadores jóvenes hacia trabajos urbanos, o en las últimas décadas, la importante migración al exterior de origen rural, formada en buena medida por personas jóvenes de sexo masculino.

Niveles educativos: En la tabla 15 pueden verse los años de educación en promedio alcanzados por los productores de granos básicos que muestran bastante correlación con otros indicadores del de-sarrollo social del Istmo. En Costa Rica y Panamá rondan en promedio entre los cuatro y los cinco años de educación formal, indicio de que una pro-porción considerable de los mismos completó los estudios primarios. Por el contrario, en Guatemala, El Salvador, Honduras y Nicaragua rondan los dos años de educación formal, lo que significa que una parte sustantiva no ha recibido educación formal o no ha completado la educación primaria.

En síntesis, se trata de un grupo social con muy baja educación formal, lo que se constituye en una traba para su incorporación a procesos productivos más intensivos, para seguir adecuadamente ins-trucciones sobre el uso de determinados insumos, pues dependen principalmente de la trasmisión oral o de la memorización en las capacitaciones técnicas recibidas.

El 42% de la fuerza de trabajo de la región cen-troamericana tiene menos de 30 años (según el Estado de la Región 2008), mientras que en el caso de los pequeños productores de granos básicos en promedio sólo el 10% tiene menos de 30 años.

En la tabla 16 pueden verse las diferencias en las edades promedio de la población económicamen-te rural en su conjunto y la específica de los agri-cultores productores de granos básicos.

Tabla 16 | Centroamérica: Edad promedio de los miembros de la población económicamente activa rural, y de los agricultores productores de granos básicos 2005-2007

País

Edad prome-dio PEA

Rural

Edad prome-dio pro-ductores

Razón edad pro-ductores/ edad PEA

rural

Guatemala 35 46 1,31

El Salvador 36 50 1,39

Honduras 35 48 1,37

Nicaragua 34 47 1,38

Costa Rica 36 52 1,44

Panamá 37 51 1,38

Región 35 49 1,40

Fuentes: Edad promedio PEA Rural tomado de CELADE, Observatorio Demográfico, número 2, Población Económicamente Activa 2006.

Programa Especial para la Seguridad Alimentaria–PESA Unidad Regional de Asistencia Técnica–RUTA 21

Tabla 17 | Centroamérica: Ocupación principal de los productores de granos básicos (%)

País Patrón T.C. Propia

Produc-tores (GB como ac-tividad

principal) Patrón+TCP

% TCP /Prod.

AsalariadosOtras

ocupaciones

Guatemala 1,0 48,2 49,2 98 36,5 14,3

El Salvador 8,8 61,8 70,6 88 26,7 2,7

Honduras 0,8 71,4 72,2 99 21,9 5,9

Nicaragua 1,2 67,3 68,5 98 25,6 5,9

Costa Rica 9,3 43,4 52,7 82 38,6 8,7

Panamá 4,2 57,7 61,9 93 27,4 10,7

Región 4 58 62 93 30 8

Fuentes: Ídem tabla 15.

pal (patrones agrícolas y agricultores por cuenta propia), y por otro lado, aquellos que tienen la producción de granos básicos como actividad se-cundaria. En este segundo grupo se incluyen los asalariados agrícolas y los que tienen otras ocupa-ciones no necesariamente agrícolas como actividad principal.

Teniendo en cuenta esta clasificación, puede indi-carse que el 62% de los que cultivan granos bá-sicos en América Central tienen en esta actividad su principal ocupación (véase tabla 17). De ellos, el 93% son pequeños agricultores por cuenta propia (llegando al 98 y 99% en países como Nicaragua, Guatemala y Honduras) y sólo el 7% son patro-nes agrícolas con asalariados permanentes a su cargo.

Aquellos que tienen la producción de granos bá-sicos como actividad secundaria son el 38%. Un 30% es alcanzado por asalariados agrícolas per-manentes o por jornaleros temporales en cultivos de exportación. El 8% restante corresponde a per-sonas que tienen su principal fuente de ingresos en actividades no agrícolas como el comercio in-formal, labores en la construcción, la industria o la artesanía. Este último sector es especialmente importante en Guatemala superando el 14%.

Condición étnica: En la misma tabla 15, puede observarse la importancia de los productores de granos básicos indígenas. En el caso de Guatemala cerca del 61% es indígena, lo que muestra el alto peso de este estrato étnico en muchas zonas del país, particularmente en el Occidente (Altiplano, Boca Costa y el Norte del país).

No hay datos disponibles para Honduras y Costa Rica. En el primero de los países, sin embargo, exis-ten estratos campesinos indígenas en el Occidente (especialmente en el departamento de Intibucá) y en la Costa Atlántica (zona de la Mosquitia).

2.3. Ocupaciones principales de los pequeños productores de granos básicos En función de su ocupación laboral principal, los pequeños productores de granos básicos en Amé-rica Central se pueden clasificar en dos grandes grupos: por un lado, aquellos para los que la pro-ducción de granos básicos es su actividad princi-

Pequeños productores de granos básicos 22 en América Central

2.4. Otras fuentes de ingresos de los hogares productores de granos básicosPara profundizar la caracterización de las fuentes de ingresos de los hogares que producen granos básicos, en la tabla 18 se presenta la proporción de hogares que tienen miembros que se insertan de manera permanente como asalariados agrícolas y/o asalariados no agrícolas (el propio productor de granos básicos o algún otro miembro de su hogar), así como aquellos hogares que reciben remesas del exterior.

Cerca de un tercio de los hogares productores de la región registran algún miembro como asalariado agrícola de manera permanente. Los extremos se observan en Panamá con el 24,5% de los hogares y en Costa Rica con cerca del 50%. También, es importante el número de los hogares que declaran tener asalariados no agrícolas.

En la medida en que la población ocupada por hogar es en promedio inferior a dos personas de manera permanente económicamente activas es razonable suponer que la mayor parte de los ho-gares que tienen asalariados agrícolas no tengan al mismo tiempo asalariados no agrícolas, ya que junto a un trabajador por cuenta propia o patrón agrícola se agrega, a lo sumo, otro puesto per-manente.

En consecuencia, se puede estimar que más del 50% de los hogares con productores de granos básicos tienen algún miembro trabajando como asalariado permanente. Esta proporción de ingre-sos asalariados puede ser aún mayor si se tiene en cuenta el trabajo asalariado temporal, donde se puede incorporar el propio agricultor o miembros no económicamente activos del hogar (mayorita-riamente mujeres y niños).

Recepción de remesas: Junto al peso significativo del trabajo asalariado se observa una presencia creciente de hogares que reciben remesas del ex-terior que, en buena medida, son aportadas -no en todos los casos- por miembros del hogar que se desplazaron al exterior y las envían a sus hoga-res de origen.

Muchos hogares, dadas las conocidas dificultades de seguridad ciudadana en la mayor parte de los países considerados, no suelen declarar esta infor-mación en las encuestas de hogares; de modo que las cifras presentadas deben considerarse como el “piso” de las proporciones de hogares en esta condición.

En Guatemala, cerca del 18% de los hogares pro-ductores declaran remesas del exterior. En El Salva-dor, como es de esperar debido a las altas cifras de migración al exterior, se observa la proporción más alta con cerca del 28%; en Honduras con cerca del 14%; y en Nicaragua con 5% de los hogares. En este último país existe un importante segmento de hogares productores que envían a sus miembros de manera temporal a labores agrícolas en Costa Rica y El Salvador, pero como se trata de períodos de ausencia inferiores a seis meses, el grueso del dinero es transportado a los hogares de origen por el propio migrante, por algún familiar o por amigos que regresan antes a su comunidad. Asimismo, utilizan otros mecanismos informales fuera de los bancos o casas de envíos.

Tabla 18 | Centroamérica: Hogares con miembros trabajando como asalariados y hogares recibiendo remesas del exterior (% de hogares)

País

Hogares/asalaria-dos agrí-

colas

Hogares/ asalaria-dos no

agrícolas

Hogares con

remesas

Guatemala 24,8 32,6 17,7

El Salvador 33,4 19,0 28,1

Honduras 28,9 12,3 13,5

Nicaragua 32,6 20,4 5,1

Costa Rica 49,0 26,7 Sd

Panamá 24,5 24,8 Sd

Región 32 23

Fuentes: Ídem Tabla 15.

En síntesis, se puede afirmar que en las últimas décadas se ha profundizado un patrón histórico, asociado a los hogares productores de granos bá-sicos, alrededor del mayor peso de las fuentes de ingreso que provienen fuera de la finca familiar (trabajos asalariados, migraciones estacionales al exterior y remesas familiares de los que migran de manera permanente, fundamentalmente hacia Estados Unidos y Costa Rica).

Programa Especial para la Seguridad Alimentaria–PESA Unidad Regional de Asistencia Técnica–RUTA 23

La mayor parte de las viviendas de estos produc-tores son precarias, pero son propiedad de las fa-milias con una relativa alta homogeneidad entre los distintos países considerados. A diferencia del pasado, donde una parte del campesinado cen-troamericano vivía como colonos dentro de las haciendas cafetaleras y ganaderas y tanto las vi-viendas y las tierras que sembraban eran propiedad de los hacendados, en la actualidad se observa que una parte importante se ubica (de manera precaria) en viviendas que consideran propias.

Es difícil establecer a través de las encuestas de hogares el grado de propiedad plena de esas vi-viendas, en cuanto a si cuentan o no con todos los documentos legales, pero la alta proporción de las familias que declaran como propia y la alta homogeneidad entre las cifras de los seis países reafirmarían la consistencia de esas cifras.

En verdad, con la expansión de los cultivos de al-godón, banano, caña y palma africana se redujo paulatinamente el sistema de colonato o formas cercanas, lo cual disminuyó la proporción de traba-jadores viviendo dentro de las fincas patronales en viviendas colectivas (bajo la forma de campamen-tos o nombres similares según los países) o casas dispersas, que siembran granos para el autocon-sumo en parcelas no propias.

Al mismo tiempo, se produjeron importantes cam-bios en la distribución de estos productores que antiguamente se ubicaban más sobre el eje Pací-fico del Istmo y se amplió el peso hacia el Oriente o el Caribe -Honduras, Nicaragua, Costa Rica- o hacia el Norte en el caso de las partes Norte de Huehuetenango, Quiché, Alta Verapaz y todo el departamento de Petén en Guatemala. En Panamá sigue más poblado el eje Pacífico, dentro de las peculiaridades geográficas de este país.

Este desplazamiento hacia fronteras agrícolas hizo que los pequeños productores se asentaran en tierras nacionales, sobre las cuales han obtenido algún estatus de tenencia que les permite construir sus precarias viviendas. Esto amplió el número de viviendas campesinas consideradas como propias a lo que se suma el desplazamiento de antiguos colonos a pequeños centros poblados de caracte-rísticas semiurbanas, en buena medida desarrolla-dos sobre terrenos ejidales o municipales.

Si bien la proporción de hogares que recibe in-gresos externos a la finca es alta, no todos los obtienen con la magnitud capaz de compensar la reducción de los tamaños medios de las explo-taciones agrícolas (en Guatemala, entre 1979 y 2003 el tamaño medio de todas las explotaciones agropecuarias se redujo prácticamente a la mitad), salvo en situaciones donde la productividad por unidad de superficie se eleva de manera significa-tiva, permitiendo compensar la reducción de las áreas de las parcelas familiares.

Sin embargo, la proporción de hogares rurales con acceso directo a la siembra de granos básicos ha tendido a disminuir en el tiempo. Estimaciones re-cientes, consignadas en el capítulo I, indican que la proporción de hogares rurales con acceso directo a la siembra de granos básicos alcanza en Guatemala al 67% de los hogares; en El Salvador al 64%; en Honduras al 54%; en Nicaragua al 64%; en Pana-má al 60%; y en Costa Rica al 2% de los hogares rurales. Esto significa que, aproximadamente, el 61% de los actuales hogares rurales centroameri-canos tienen acceso directo al cultivo de alguno de los granos básicos principales (tabla 1).

América Central registra un total aproximado de 3.4 millones de hogares rurales, de los que cerca de dos millones tienen acceso, en tierras propias o ajenas, a la siembra de alguno de los granos bá-sicos principales; tanto para los que declaran esa condición como ocupación principal (por cuenta propia o patrones agropecuarios), como de aque-llos que tienen otra ocupación principal.

El resto de los hogares, son familias sin acceso directo a la tierra que realizan actividades agríco-las (como asalariados) y no agrícolas, o en menor magnitud, son productores agrícolas comerciales de exportación que no siembran granos básicos.

2.5. Tipo de vivienda y acceso a servicios básicosEn la tabla 19 se presentan algunos indicadores de las condiciones de vida materiales de los hogares de los productores de granos básicos. En primer lugar, se observa que el 54% de las viviendas aún tiene piso de tierra (con extremos que van desde el 15% en Costa Rica hasta el 68% en Nicaragua).

Pequeños productores de granos básicos 24 en América Central

Otro elemento a destacar es la utilización de ma-teriales como zinc, teja y laminas de cemento en la construcción de las viviendas. También se observa un mayor número de instalaciones de energía eléc-trica en estos hogares. En Guatemala, El Salvador y Costa Rica se registra una proporción cercana al 70% de los agricultores con acceso al servicio eléctrico; sin embargo, en Honduras, Nicaragua y Panamá, la proporción es mucho menor.

Tabla 19 | Centroamérica: Características de las viviendas de los hogares productores de granos básicos, 2005-07

País% viviendas piso/tierra

% viviendas propias

% Techo zinc-teja

% viviendas/ energía eléctrica

% Teléfono celular

Guatemala 55,6 89,2 99,0 68,7 36,3

El Salvador 46,6 77,4 99,1 72,6 38,3

Honduras 54,6 87,8 96,5 33,0 4,9*

Nicaragua 67,7 79,1 89,6 39,7 3,5*

Costa Rica 15,1 84,0 98,6 81,8 36,8

Panamá 38,8 91,1 82,9 40,5 9,1

Región 54,0 85 94 56 n.d

* Telefonía fija, Fuente: Ídem tabla 15.

2.6. Nivel de pobreza e ingresosEn la tabla 20 se presenta el nivel de pobreza de los hogares de los productores de granos básicos. Para el conjunto de la región centroamericana, cerca de dos tercios de los hogares que siembran granos básicos se ubican por debajo de las líneas de pobreza, según las definiciones nacionales de ese umbral.

Son pobres aquellos que no obtienen el suficiente nivel de ingresos (monetario o no monetario) para cubrir los alimentos básicos para la familias y otras necesidades básicas como vestido, educación, vi-vienda o salud. La proporción más baja de hogares pobres se encuentra en Costa Rica con el 40% del total de productores y el más alto en Honduras, con cerca del 90%.

Por último, es interesante la ampliación que la te-lefonía celular ha tenido entre estos hogares. En Guatemala, El Salvador y Costa Rica más de un tercio cuenta con telefonía celular. No se disponen de datos similares para Honduras y Nicaragua, pero también se ha ampliado la presencia de celulares, particularmente entre los más jóvenes y los hoga-res que tienen migrantes permanentes o tempo-rales en el exterior (véase tabla 18).

Son pobres extremos los que no cubren las ne-cesidades alimentarias básicas, ya sea por la vía del autoconsumo de lo que producen o por la ca-pacidad de compra. Estos alcanzan el 32% del conjunto de la región, cuya magnitud más pre-ocupante se registra alrededor de los producto-res de granos básicos; en esta situación se en-cuentran cerca del 20% de todos los agriculto-res de Guatemala, El Salvador y Costa Rica; 35% en Nicaragua y Panamá; y 60% en Honduras. Los datos elevados de Honduras son corroborados por un estudio del Banco Mundial, que estima que la población rural dedicada a actividades agrícolas y que se encuentra en situación de pobreza alcan-za al 91,5% del total, una proporción similar a la presentada en la tabla 20 (World Bank, Hondu-ras: Poverty Assesment, 2006 vol. 2 pág. 197). Lo anterior confirma el alto peso social de los hoga-res involucrados en la actividad de granos básicos (cerca del 54% de los hogares rurales hondureños

Programa Especial para la Seguridad Alimentaria–PESA Unidad Regional de Asistencia Técnica–RUTA 25

Tabla 20 | Centroamérica: Pobreza de familias productoras de granos y de las familias rurales (%)

PaísPobres Extre-mos

Pobreza Nacional Extrema

Pobres No

Pobres Total

% de pobres rurales

Relación % pobres

GB/ % pobres rurales

Guatemala 20,5 48,0 68,5 31,5 100 71,7 96

El Salvador 19,7 35,9 55,6 44,4 100 48,4 1,15

Honduras 60,0 30,7 90,7 9,3 100 72,2 1,26

Nicaragua 35,0 41,2 76,2 23,8 100 64,3 1,19

Costa Rica 19,6 20,6 40,2 59,8 100 46,5 86

Panamá 35.6 29,7 65,3 34,7 100 67,1 97

Región 32 34 66 34 100 61,7 1,07

Fuentes: Ídem tabla 15 y Banco Mundial 2006 para la estimación de pobreza rural en Honduras.

se dedican a sembrar granos básicos de manera independiente) y que sus condiciones de pobreza son similares al conjunto de las personas rurales que pertenecen a hogares dedicados principal-mente a actividades agrícolas. En la misma tabla 20 puede verse también la proporción de hogares pobres rurales.

En la tabla 21 se presenta una estimación del ingre-so campesino, de los trabajadores por cuenta pro-pia dedicados a la agricultura, que en su inmensa

mayoría son productores de granos básicos. Sobre la base de las encuestas de hogares, El Estado de la Región 2008 consigna una apreciación de remu-neración media mensual para distintas categorías ocupacionales (estimación de Trejos 2008).

Sobre la base de esa estimación, se calculó el in-greso por hogar de los trabajadores campesinos donde se asumió una media de 1.7 ocupados por hogar para nuestra estimación.

Tabla 21 | Centroamérica: Remuneración media mensual campesina, por día persona y líneas rurales de in-digencia y pobreza rurales, en dólares corrientes, 2006-07

PaísRemuneración

mensual campesina (US)

Por Hogar (US)Día persona del

hogar (US)

Línea de indigencia día

persona

Línea pobreza día persona

Guatemala 92 156 1,04 1,59 2,78

El Salvador 104 177 1,18 0,82 1,67

Honduras 72 122 0,82 1,17 2,03

Nicaragua 91 155 1,03 0,75 1,31

Costa Rica 179 304 2,03 1,29 2,25

Panamá 87 148 0,99 1,23 2,14

Media 104 177 1,18 1,14 2,00

Fuentes: Costa Rica, El Salvador, Honduras, Nicaragua y Panamá, remuneración mensual campesina (trabajadores por cuenta propia, fundamentalmente productores de granos básicos) tomada de Trejos 2008, en Estado de Región 2008. Para Guatemala, estimación propia basada en Panorama Social de América Latina 2008 de CEPAL. Los miembros ocupados por hogar (una media de 1,7 por hogar) sobre estimaciones de población económicamente activa rural, población rural, y ajustes para llegar a ocupados por hogar promedio. Líneas de indigencia y pobreza según CEPAL, Panorama Social de América Latina 2008.

Pequeños productores de granos básicos 26 en América Central

En efecto, se puede estimar que el ingreso prome-dio de los asalariados que trabajan para la pequeña y mediana producción tienen una remuneración media mensual de 97 dólares mientras que los tra-bajadores por cuenta propia lo hacen con 104 dó-lares (basado en Trejos 2008 y cálculos propios en: http://www.estadonacion.or.cr/estadoregion2008/regional2008/ponencias/Ponencia-Trejos-Merca-dos-trabajo.pdf).

Esto muestra la fuerte persistencia de la vincula-ción entre la producción campesina, en este caso el ingreso neto de la producción de granos básicos (descontando sólo los gastos de los insumos com-prados) por día, mes o año, y los salarios obtenidos en las actividades del sector (particularmente en la pequeña y mediana producción).

En la tabla 21 se comprueba la diferencia entre Costa Rica y el resto de los países, mucho más homogéneos entre sí, con ingresos medios por día de persona del hogar productor, cercana a un dólar por día.

En la tabla 21 se puede comparar la remuneración por día persona miembro del hogar (columna 3) con las líneas de indigencia y de pobreza rural es-timadas por la CEPAL. Tanto las cifras de remune-ración como de indigencia y pobreza deben ser vistas como parámetros de la situación de estos pequeños productores.

En las encuestas de hogares es difícil captar de forma adecuada el ingreso neto de actividades agrícolas; porque implica controles apropiados de compras de insumos, demandas ocasionales de fuerza de trabajo, y estimar adecuadamente el au-toconsumo de granos en los balances de ingresos monetarios y no monetarios. Se deberán hacer es-tudios más detallados para precisar correctamente estos niveles de ingreso.

En síntesis, las tablas 20 y 21 muestran la existencia de importantes estratos de productores de granos básicos en situaciones de bajos ingresos (tabla 21), lo cual es consistente con el hecho de que cerca de dos tercios de los mismos se encuentran en situación de pobreza; y cerca de un tercio de es-tos dos tercios se encuentran en extrema pobreza (presentado en la tabla 20).

2.7. Las formas de tenencia de las explotaciones de granos básicosEn la tabla 22 se presenta la proporción de pro-ductores de granos básicos que siembran en tierras propias. La información es extraída de las Encues-tas de Hogares.

Tabla 22 | Centroamérica: Proporción de producto-res en tierras propias

País % Tierras propias

Guatemala 62

El Salvador nd

Honduras 73

Nicaragua 72

Costa Rica n.d

Panamá 73

Región 63

Fuentes: Encuestas ENCOVI, Encuestas de Granos Básicos.

En el conjunto de la región se observa que el 63% de los agricultores trabaja en tierras consideradas como propias, mientras que el 37% lo hace exclusi-vamente en tierras ajenas. Cabe señalar que buena parte de estas tierras ajenas, particularmente en zonas altamente pobladas con una alta densidad de población (Altiplano de Guatemala, la mayor parte de El Salvador, el Occidente de Honduras), pertenecen a pequeños propietarios, muchas ve-ces ligados por vínculos familiares con los arren-datarios.

Esto se ha acelerado con la emigración internacio-nal. La ausencia de varones jóvenes en los hogares con emigrados hace que se recurra a arrendatarios (sobre la base de arreglos informales y de corto plazo) de las propias comunidades. Sin embargo, en las zonas ganaderas se ceden tierras de uni-dades medianas y grandes a trabajadores asala-riados para que siembren granos básicos. Esto se realiza bajo distintas modalidades: i) como forma de pago por parte del propietario; ii) a cambio de retribuciones en especie o de dinero por el uso de la tierra, por parte del asalariado.

Programa Especial para la Seguridad Alimentaria–PESA Unidad Regional de Asistencia Técnica–RUTA 27

En el caso costarricense buena parte de los produc-tores son arroceros con un claro carácter comercial. Esto, unido a la fuerte reducción de productores en las décadas pasadas, hace que las áreas por pro-ductor sean significativamente superiores (9,1 ha; tabla 6) al resto de la región centroamericana.

2.8. Niveles de producción y de autoconsumo de granos básicosSe estima que la proporción de maíz, frijol y sorgo que se destina al autoconsumo en aquellas fami-lias que cultivan estos rubros se encuentra entre el 46 y 47%; siendo destinado el 53% restante al mercado (tabla 24).

Este hecho hace que la media neta de granos bá-sicos disponibles para el consumo por familia y año, después de restar el porcentaje destinado a la venta, sea de 15 quintales de maíz y cinco quintales de frijol. Esta cantidad se encuentra por debajo de las necesidades alimenticias familiares (para una familia modelo media de 5,4 miembros) que ron-daría entre los 18 y 19 quintales para el maíz y los 5,4 quintales para el frijol. Estos datos corroboran y explican en buena medida el alto porcentaje de los productores de granos básicos (30%) que se encuentra en la extrema pobreza al no llegar a cubrir sus necesidades alimenticias.

Tabla 23 | Centroamérica: Peso porcentual produc-tores granos básicos con menos de tres manzanas de tenencia (2,1 ha)

País % productores GB

Guatemala 92*

El Salvador 86**

Honduras 62***

Nicaragua 39****

Costa Rica n.d

Panamá 52*****

* productores maíz, Encovi, 2006

* * total productores con menos de 3 manzanas, Censo Agropecuario 2007 datos provisionales

*** productores de maíz, Encuesta Granos Básicos

**** productores maiceros y frijoleros , Encovi 2005

***** maiceros, Encovi 2006

Fuentes: Encuestas Encovi, Encuestas de Granos Básicos,

Censos.

Se trata de parcelas en su gran mayoría pequeñas, por debajo de una hectárea de extensión especial-mente en Guatemala y El Salvador. Muchas de es-tas parcelas se encuentran en zonas de poca lluvia, laderas pronunciadas o suelos de baja calidad.

El tamaño de las parcelas en Nicaragua, con un 60% de los productores por encima de las 3 man-zanas (tabla 23), es significativamente mayor; he-cho asociado a una menor presión sobre la tierra, a los efectos de la reforma agraria y a los avances de la frontera agrícola.

Tabla 24 | Centroamérica: Producción nacional destinada al autoconsumo familiar (%)

País Maíz Frijol ArrozMaicillo/

sorgo blancoFuente

Guatemala 45 37 1 28 ENA 2007

El Salvador 46 45 1 44 CAN 2007

Honduras 46 51 4 58 EGB 2007

Nicaragua 53 36 19 55 EPA 2008

Costa Rica n.d n.d n.d n.d n.d

Panamá 43 62 n.d n.d ENCOVI 2007

Promedio regional 47 46 6 46

Pequeños productores de granos básicos 28 en América Central

En el caso del arroz, la proporción de autoconsumo es mucho menor (6%) porque la mayor parte de los productores de arroz son de tipo comercial y con mayor dimensión.

Para estas familias, el acceso a granos básicos a través del mercado es desigual por producto y país, pero significativo. Se estima que más de una cuarta parte de las familias productoras de granos básicos compran maíz, más de la mitad compran frijol y más de las tres cuartas partes compran arroz.

2.9. Acceso a granos a través del mercadoEn la tabla 26 se presenta para tres países la pro-porción de hogares que siembran granos básicos (uno o más de esos cultivos) y que al mismo tiempo recurren al mercado para obtenerlos. Los datos deben ser vistos como indicadores indirectos de la situación de los productores de granos, por-que puede haber productores excedentarios que al mismo tiempo compran y venden y que en co-yunturas específicas del año tienen que recurrir a la compra de granos, pero que en el balance tienen un consumo adecuado.

En Guatemala el 39% de los productores compra el maíz en los mercados locales, el 66% lo hace en el caso del frijol y el 88% compra el arroz. A su vez, cerca del 7% de los hogares señala que compra tortillas de maíz.

En el caso de Nicaragua la proporción de produc-tores de granos básicos que compra maíz o frijol es mucho menor que la observada en Guatema-la, lo cual se vincula con la mayor disponibilidad promedio de autoconsumo de estos rubros (véa-se tabla 25) y por el mayor tamaño medio de las explotaciones.

Sin embargo, la proporción de productores en ex-trema pobreza en Nicaragua es elevada, lo cual explica la existencia de un estrato en condiciones muy precarias, particularmente en el amplio corre-dor seco que divide el Pacífico de la región Central (que se extiende desde Chinandega Norte, León Norte, Las Segovias Occidentales, las partes secas de Jinotega y Matagalpa, para finalizar en la parte occidental de Boaco) y también en algunas zonas aisladas de la Costa Atlántica.

La proporción importante (40%) que compra frijo-les en ese país se asocia a que este rubro se obtiene en mejores condiciones en determinadas zonas, pero forma parte de la dieta general rural y urbana. Por su lado, el arroz es masivamente comprado, al igual que en el resto de la región.

En Panamá se observa que cerca de un poco más de la cuarta parte de los agricultores compra maíz, 54% compra frijoles y el 78% hace lo mismo con el arroz.

Tabla 25 | Centroamérica: Producción y autoconsumo promedio por familia productora de granos básicos, 2005-2007 (quintales anuales producidos y auto-consumidos de maíz y frijol)

País Producción Maíz Producción FrijolAutoconsumo

MaízAutoconsumo

Frijol

Guatemala 29 7 13 3

El Salvador 38 12 18 5

Honduras 31 13 14 7

Nicaragua 39 14 21 5

Costa Rica 44 29 n.d n.d

Panamá 24 3 10 1

Región 34 13 15 4

Fuentes. FAOSTAT, Censos, Encuestas citadas en el cuadro 1 y cálculos propios.

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Tabla 26 | Guatemala, Nicaragua, Panamá: Porcenta-je de los productores que compran granos básicos

PaísTort i -llas

Maíz Arroz Frijol

Guatemala 7,3 39,3 88 66

Nicaragua 12 15,0 83 40

Panamá n.d 26,7 78 54

Fuente: Encuestas Encovi, 2005-07.

2.10 Consideraciones finalesSegún los datos analizados, el grueso de los ho-gares productores de granos básicos en América Central presenta condiciones precarias en cuanto a la educación y características de las viviendas. El promedio regional de educación formal es de tres años, mientras que cerca de la mitad de las casas tienen aún piso de tierra; aunque se observa mayor acceso a la energía eléctrica y a la telefonía celular.

Asimismo, es de recalcar que se ha producido un proceso de envejecimiento importante de los pe-queños productores de granos básicos que ahora alcanzan una edad en promedio de 49 años; que es, en definitiva, superior a las generaciones ante-riores que se dedicaron a este rubro.

Se comprueba que cerca del 40% tienen como actividad secundaria la producción propia de gra-nos básicos; siendo su actividad principal el trabajo asalariado agrícola en explotaciones ajenas u otras ocupaciones laborales. Se observa también a nivel general una importancia creciente de los ingresos obtenidos fuera de la finca, tanto por la vía del sa-lario como por remesas que llegan del exterior.

La investigación permitió comprobar que en pro-medio son relativamente más pobres las familias productoras de granos básicos que el conjunto de familias rurales de la región. Un tercio son “pobres extremos”, otro tercio son “pobres no extremos” (ambos grupos suman cerca del 66% de todos los productores) y el tercio restante son “no pobres”.

Si bien se ha incrementado la proporción de agri-cultores que siembran en tierras propias, cerca del 40% aún siembra en tierras ajenas; aunque las formas de colonato han disminuido dando lugar a una mayor relación entre pequeños propietarios de tierras con pequeños arrendatarios. Existe un estrato importante que tiene acceso limitado a la tierra. De esta manera, se verifica que una propor-ción substancial no logra satisfacer sus necesidades de granos básicos, esto se refleja en síntesis en el tercio en situación de extrema pobreza que no logra cubrir sus necesidades alimentarias mínimas. Asimismo, un sector importante recurre al merca-do para abastecerse del maíz, frijol o arroz.

Pequeños productores de granos básicos 30 en América Central

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III. Implicaciones generales, conclusiones y recomendaciones para mejorar la situación de los pequeños productores de granos básicos

Modificaciones sociales asociadas Paralelamente, se produjeron otras importantes modificaciones sociales en las últimas décadas:

En primer lugar, se amplió la parte de la produc-ción de granos básicos dirigida a los mercados urbanos en expansión, en la medida en que la población urbana total del Istmo pasó de repre-sentar el 38% en 1970 a cerca del 55% en 2007 (basado en FAOSTAT).

En segundo lugar, los hogares rurales, sin acceso directo a la tierra o con un acceso muy reducido, ampliaron su peso relativo debido a que el impor-tante crecimiento demográfico no se tradujo en una ampliación en el acceso directo a la tierra, tan-to porque los programas estatales fueron limita-dos o porque por la vía de los mercados de tierras también existieron limitaciones para los pequeños productores. Sin embargo, parte de estos hogares rurales sin tierra diversificaron sus estrategias de empleo hacia actividades no agrícolas. De todas formas el grupo de hogares rurales con poco ac-ceso a la tierra agropecuaria dedicados a trabajos asalariados agrícolas estacionales se incrementa-ron por las razones ya expuestas.

En tercer lugar, en la situación de los productores pequeños se observan algunos efectos notorios de las últimas décadas que comprenden : i) re-ducción del área de las parcelas como efecto de la división permanente de las fincas familiares; con lo cual el área sembrada de granos básicos promedio por familia se redujo, parcialmente compensado por una mejoría no muy significativa en los rendi-mientos por manzana; ii) en promedio, las fincas de granos básicos no generan la producción de autoconsumo suficiente de maíz y frijol para el consumo anual de las familias y para sostener a

3.1. Conclusiones principalesRitmo de crecimiento de la producción de granos básicos y de la población en la regiónEn las últimas cuatro décadas, la producción de granos básicos en América Central no ha crecido al ritmo de la población. Mientras que en 1970 la producción de granos básicos por habitante del conjunto del Istmo era de 156 kilos anuales, en 2007 puede estimarse en 125 kilos por habitante. Esta disminución en la producción, junto con el importante crecimiento de la demanda de granos para alimento animal (alimentación de aves, tanto a nivel de establecimientos comerciales de gran escala como de granjas de tipo familiar) se tradujo en el fuerte incremento de las importaciones de granos básicos, fundamentalmente maíz amarillo y arroz.

Tabla 27 | Centroamérica: Producción de granos bá-sicos por habitante (kilos anuales/habitante)

País 1970 2007Diferencia

%

Guatemala 170 111 -34,6

El Salvador 156 126 -19,3

Honduras 164 114 -30,6

Nicaragua 181 183 1,1

Costa Rica 96 47 -51,4

Panamá 128 100 -21,5

Total 156 125 -19,8

Fuente: FAOSTAT; (arroz, frijol, maíz y sorgo) para El Salvador datos 2007 del Censo Agropecuario.

Pequeños productores de granos básicos 32 en América Central

los animales menores del patio de autoconsumo; por lo cual una parte importante de estos granos básicos, incluyendo el arroz, deben adquirirse en el mercado (véase tabla 26)

En cuarto lugar, se observa una importante frac-ción de productores de granos básicos en situación de extrema pobreza (en la medida en que una parte de esas familias que no logran producir sus alimentos por la vía del autoconsumo, no gene-ran un nivel de ingresos que les permita comprar alimentos).

Los pobres extremos son por definición aquellos que no generan ingresos (monetarios o no mone-tarios) para obtener de manera estable a lo largo del año los alimentos básicos para el consumo de todos los miembros del hogar; esto se asocia a los importantes niveles de subnutrición y desnutrición crónica infantil observadas.

Principales estratos de productores de granos básicosDe lo expuesto en los capítulos I y II de este infor-me cabe extraer que existen de manera aproxima-da tres grandes estratos de familias rurales produc-toras de granos básicos, con grandes diferencias porcentuales en cuanto a su distribución entre los seis países de América Central (en especial Costa Rica):

Un primer estrato de familias de productores »de granos básicos, aproximadamente el 30%, que no obtienen ingresos (monetarios o no mo-netarios) que les permitan cubrir sus alimentos básicos (que en Honduras alcanza el 60% y en Nicaragua y Panamá el 35%);

Un segundo estrato, formado por cerca del 35% »de las familias que son pobres no extremos, o sea, que cubren las necesidades alimentarias, pero que no cubren adecuadamente otras ne-cesidades básicas;

Y por último, un tercer estrato de familias no »pobres, con un tercio aproximado del total, que cubren tanto las necesidades alimenticias como no alimenticias básicas (existiendo países en si-tuación más precaria como Honduras y Nicara-gua donde sólo representan el 9,3% y 23,8% respectivamente).

3.2. Recomendaciones GeneralesEn el marco de las principales iniciativas de políticas públicas que involucran a pequeños productores de granos básicos se hacen algunas recomenda-ciones que podrían alimentar a esas iniciativas en proceso de ejecución y de mejoramiento en su formulación y alcances.

O sea, en el marco de la Política Agrícola Cen-tro Americana (PACA); de la Estrategia Regional Agroambiental y de Salud (ERAS); y de la Estrate-gia Centroamericana de Desarrollo Rural Territorial (ECADERT), todas ellas impulsadas por los gobier-nos de la región y por organismos de cooperación internacionales.

Por la naturaleza del presente estudio, las reco-mendaciones se hacen hacia el mejoramiento de la situación productiva y alimentaria de los pequeños productores de granos básicos. Sin embargo, se parte del supuesto de que el acceso efectivo a los alimentos encuentra mayores dificultades entre las familias sin control de tierras (propias o de otros propietarios), particularmente entre el estrato rural formado por jornaleros agrícolas temporales que pueden laborar una parte del año en diversas la-bores remuneradas.

Las series de salarios mínimos agrícolas con respec-to al valor de la canasta básica alimentaria mues-tran que existen importantes discrepancias (un salario agrícola mínimo no cubre el valor de la ca-nasta básica alimentaria -tablas de INCAP-), con lo cual se estaría indicando la necesidad de ingresos adicionales en un hogar de jornaleros para poder cubrir satisfactoriamente esos requerimientos.

Las políticas que por tanto se efectúen en el área productiva, comercial y social deben ser conscien-tes de este gran sector poblacional que supera los 10 millones de habitantes en el área Centroame-ricana. Con el conocimiento de sus características reales, su nivel de precariedad y sus oportunidades, sus intereses deben ser priorizados.

Prioridad, familias productoras en extrema pobreza

La prioridad de una política para mejorar la si-a) tuación de los productores de granos básicos debería dirigirse a ese amplio segmento de pro-

Programa Especial para la Seguridad Alimentaria–PESA Unidad Regional de Asistencia Técnica–RUTA 33

ductores de granos básicos centroamericanos (más del 30%, según tabla 20; y que incluso alcanza el 60% en Honduras y el 35% en Nica-ragua y Panamá), que no logran cubrir con sus ingresos monetarios y no monetarios, los gastos mínimos de alimentación de sus hogares.

Estos grupos pueden, de manera aproximada, b) localizarse en concentraciones geográficas (en algunos casos en departamentos enteros de los respectivos países, en otros casos en muni-cipios), asociadas a grados de pobreza prevale-cientes, densidades de población rural y nive-les de desnutrición crónica infantil medidos por los Censos de Talla, número y tamaño medio de las explotaciones y mapas de uso del suelo que regularmente se disponen en los países. En definitiva, desde el punto de vista de la ope-ratividad de una política pública práctica, se requiere algún criterio de diferenciación geo-gráficamente determinado, que permita a las agencias ejecutantes actuar en el terreno. Esto puede completarse con censos específicos de posibles beneficiarios, levantados por las pro-pias agencias.

Las políticas públicas favorables al mejoramien-c) to de la situación productiva de pequeños pro-ductores de granos básicos (centradas en este documento en el énfasis de su capacidad de producir alimentos para el consumo inmediato) debe partir de “pisos” mínimos del contenido de las acciones que podrían desarrollarse, y de posibles “techos” máximos de cambios en el acceso a activos productivos.

Un “piso” de políticas hacia estratos actualmente en extrema pobreza, pero que son productores de granos básicos, debería incluir líneas de acción que puedan ser ejecutadas por un conjunto de agen-tes públicos, ONG, agencias de cooperación, etc. Presupone, sin embargo, un marco de mediano plazo de políticas integrales de desarrollo rural, que abarque a los gobiernos centrales, munici-pales y estructuras locales de participación de los pobladores, y que permita la coordinación de las distintas agencias. Esa líneas podrían ser:

i) Mejoramiento de las semillas de granos bá-sicos: Tanto por la vía de la diseminación de mejo-res variedades “nativas”, por selecciones realizadas de manera artesanal por los productores en sus comunidades, haciendo intercambios con otros grupos similares, o como por la posible introduc-ción de variedades “mejoradas” importadas, con

las ventajas (resultados más rápidos) y desventajas ( dependencia futura de la compra de las semillas, posibles efectos sobre otros cultivos o la salud hu-mana, etc.).

Lo que se busca es mejorar los rendimientos por unidad de superficie, dado que una de las princi-pales limitantes de este estrato es la extensión de tierra que controlan. En la medida de los recursos disponibles, cabría facilitar la diseminación de fer-tilizantes químicos. Hay que tener presente que el rendimiento promedio de maíz en los años 2000 para el conjunto de Centroamérica es de 28 quin-tales por manzana (alrededor de 1.800 kilos por ha ó 1,8 toneladas por ha; mientras que la media de las Américas para el año 2007 es cercana a las siete toneladas por ha; y la de Estados Unidos, cercana a 9.5 toneladas métricas por ha, según datos del FAOSTAT).

ii) Patio agrícola: Mejoramiento de la actividad de economía de patio en torno a la vivienda de las familias, alrededor de cultivos o especies animales sobre la base de áreas reducidas (horta-lizas, frutas, árboles frutales, plátanos, animales menores), dependiendo de las circunstancias de los distintos tipos de hogares involucrados.

La versión extrema de esta línea de acción es el cultivo de plantas en llantas viejas de vehículos, macetas, cajones, etc. Existen experiencias, unas más cercanas a las tradiciones indígenas y otras más “modernas” que comprueban que los hoga-res, por la vía del patio mejorado, pueden mejorar su dieta (más carne y vegetales más diversificados) e incluso pueden vender algo en los mercados lo-cales, aunque la comercialización no debería ser la motivación primaria de estas economías de pa-tio.

El fortalecimiento de los patios (particularmente, mejoramiento de los animales menores) puede requerir, en algunos casos, de la provisión de trans-ferencias condicionadas por parte de las agencias participantes. Esto posibilitaría ampliar la cantidad y la calidad de estos animales menores (funda-mentalmente aves) para mejorar sustantivamente la alimentación familiar. Debería incluirse, además dentro del apoyo, semillas para sembrar algunos cultivos (que ocupen espacios reducidos); desti-nados exclusivamente a la alimentación de los animales adicionales, para evitar conflictos entre los alimentos destinados al consumo humano y el dirigido a estos animales menores.

iii) Agua: Un complemento tecnológico para esta

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actividad, que puede beneficiar al bienestar de la familia, es el contar con un mejor acceso al agua que permita hacer riego complementario, parti-cularmente durante la época de escasez de lluvia. Puede abarcar distintas opciones, desde cosecha de agua en distintos tipos de recipientes, hasta el mini riego mediante bombas de mecates (manua-les) que permiten extraer agua, u otras modalida-des según zonas geográficas.

iv) Estabilización de los asentamientos huma-nos: Por cierto, el mejoramiento de la economía de patio con árboles frutales, el cercar el área para evitar la entrada de animales propios o ajenos y el esfuerzo de instalar pozos para extraer agua, pre-supone cierta estabilidad en el asentamiento de las familias sobre el espacio trabajado. No es factible en hogares que se encuentran en una situación de inestabilidad de tenencia sobre el área del patio considerada. Esta estabilización presupone apoyo de las alcaldías y de dependencias de los gobier-nos centrales para legalizar muchos asentamien-tos actualmente precarios; o sea, de los pequeños terrenos donde se ubican las viviendas.

v) Salud y educación: De igual modo, se supone el impulso de capacitaciones complementarias so-bre salud y nutrición humana. Acciones sobre las escuelas donde concurren los niños de los hogares, los centros de salud donde se atiende a las mu-jeres embarazadas, incentivos para que los niños concurran a las escuelas y, entre otras cosas, se les enseñe sobre las ventajas prácticas de mejorar la alimentación y no depender exclusivamente de los granos básicos en la dieta familiar, como es el caso de los grupos campesinos, fundamentalmente de los más alejados de las tradiciones indígenas.

Acceso a la tierra y pequeños productores de granos básicosEn América Central la superficie de pastos repre-senta, de manera aproximada, un poco más del 70% de la superficie agropecuaria trabajada, mien-tras que los granos básicos representan el 16%, los cultivos tradicionales de exportación el 9%, y los otros cultivos, que incluyen frutas y hortalizas entre otros, suman el 5% restante (según datos del FAOSTAT).

La expansión ganadera fue importante en los años sesenta, en el marco de la llamada “conexión ham-burguesa”; sin embargo, en las últimas décadas las exportaciones de carne vacuna se redujeron significativamente (con la excepción de Nicaragua),

y se ha producido un vuelco hacia la ganadería de producción de leche. El hato actual, para el pro-medio 2005-07, según FAOSTAT, es de aproxima-damente 13 millones de cabezas, lo cual significa que, en promedio, existe una relación de 0,92 ha por cabeza de ganado vacuno.

El hato ganadero ha tenido un crecimiento bajo entre fines de los años setenta del siglo pasado y el presente, al pasar de 10.7 a 13 millones. En el mismo período, la población rural estuvo cerca a duplicarse al pasar de un poco menos de 13 mi-llones de habitantes a una estimación para 2010 cercana a 21.6 millones, con el consiguiente creci-miento de la densidad de población rural.

Tabla 28 | Centroamérica: Superficie trabajada según rubros principales, 2005-06

Rubro Superficie trabajada (%)

Granos Básicos (maíz, frijol, arroz, sorgo)

16,0

Tradicionales de expor. (café, caña, banano)

8,7

Otros cultivos 4,7

Pastos 70,7

Superficie agropecuaria tra-bajada

100

Fuente: FAOSTAT y cálculos propios.

Tabla 29 | Centroamérica: Proporción, número y densidad de habitantes rurales (1960-2015)

Año

Habitantes Rurales

Densidad Rural

(hab/km2)% Millones

1980 58 12.9 25,9

1990 55 15.4 30,9

2000 51 18.4 36,9

2010 48 21.6 43,3

2015 46 22.8 45,7

Fuente: CEPAL / México y cálculos propios.

En las próximas décadas, si bien disminuirá la pro-porción de población rural, debido al proceso ge-neralizado de urbanización, en términos absolutos

Programa Especial para la Seguridad Alimentaria–PESA Unidad Regional de Asistencia Técnica–RUTA 35

la población rural y por consiguiente la densidad rural, se habrá incrementado. Cabe tener en cuen-ta, que esta densidad efectiva podrá ser aún mayor debido a que partes importantes del territorio se amplían permanentemente hacia actividades ur-banas, turísticas o son afectadas por condiciones cada vez más recurrentes de sequía que las hacen menos aptas para actividades agrícolas.

En consecuencia, un debate serio sobre posibles cambios en el uso del suelo agropecuario en Amé-rica Central se encuentra a la orden del día, al-rededor de una posible disminución de las áreas destinadas actualmente a la ganadería extensiva y su posible uso para actividades agrícolas más intensivas. La magnitud de las áreas involucradas habla sobre este tema, casi 12 millones de ha en praderas de pastos y menos de 3 millones de ha dedicadas a granos básicos.

Habría que pensar, al mismo tiempo, en un mejora-miento de la productividad ganadera que permita reducir una porción de su área para actividades de granos básicos. De ninguna manera se trataría de cifras dramáticas, que habría que precisar en cada caso, pero podría ser una contribución importante en tres dimensiones básicas:

Contribuir a la reducción de la subnutrición y la »extrema pobreza rural, al posibilitar la amplia-ción en pequeña escala de tierra para producto-res con muy poco acceso actual a la tierra. Las modalidades de ese acceso pueden ser múlti-ples: compra-venta de tierras con algún apoyo estatal y arriendo, entre otras;

Mejorar el manejo de los recursos naturales, »dado que la ganadería extensiva y la agricultura de granos básicos de frontera agrícola son una de las causas principales de la disminución del bosque primario y secundario;

Mejorar el manejo de la ganadería, pues daría »lugar a una ganadería relativamente más in-tensiva.

Implicaciones generales para los distintos tipos de estructuras agrarias A continuación se elaboran, de manera general, algunos criterios a tener en cuenta en el apoyo a la producción de alimentos básicos por parte de productores que se encuentran en condición de extrema pobreza:

a) Zonas de cultivos extensivos de mediana y gran escala de agro-exportación (café, caña, banano, palma africana).

En estas zonas de fincas medianas y grandes los campesinos en extrema pobreza son generalmente trabajadores asalariados permanentes o tempora-les que pueden tener, en muchos casos, pequeñas parcelas reducidas de granos básicos. El mejora-miento de esas pequeñas parcelas con mejores rendimientos puede generar más granos para los hogares. El complemento con patios mejorados puede mejorar la dieta familiar.

b) Zonas secas

Estas zonas tradicionalmente padecen de proble-mas de sequía que pueden destruir las cosechas de granos básicos, situación que se agudiza por el cambio climático. El patio mejorado con acceso a mini riego, bombas de mecate (sencillas impulsa-das manualmente) puede producir vegetales para el autoconsumo y alimentar a los animales meno-res. El agua adicional puede mejorar el consumo humano.

c) Zonas de frontera agrícola

Por lo general, el acceso a la tierra es de mayor dimensión, aunque pueden ser suelos de menor calidad productiva y alta fragilidad. La cantidad de maíz producida puede generalmente cubrir las necesidades familiares. Se requieren mejores for-mas de conservación de los granos para dismi-nuir pérdidas post cosechas. Se trata de impulsar manejos menos depredadores del medio ambien-te (particularmente del bosque) y apoyar que se complemente más con la cría de animales menores (aves, cerdos) para que parte de los granos exce-dentes se destinen a estos animales, que pueden mejorar el autoconsumo o salir para la venta a los mercados cercanos.

Por la presión demográfica, muchos campesinos de zonas del Pacífico o de las regiones centrales de Honduras, Guatemala y Nicaragua, se siguen tras-ladando a la frontera agrícola en zonas del Norte y del Oriente de esos países, por tanto debe conside-rarse el apoyo a estos estratos de productores

d) Zonas ganaderas

La ganadería vacuna se desarrolla en buena medi-da sobre formas extensivas que abarcan cerca del 70% de la superficie agropecuaria trabajada en la región. En las últimas décadas, la carga animal por unidad de superficie es baja y no ha mejorado en el

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conjunto de la región. Ceder parte de la superficie de pastos a actividades como granos básicos de pequeños productores puede ser una alternativa que habría que considerar.

Implicaciones en relación con otros estratos productores de granos básicosComo lo indica la tabla 27, la producción de gra-nos básicos por habitante actual es inferior a la que se alcanzaba varias décadas atrás. Uno de los grandes cambios es que en el pasado, con la excepción del trigo, el resto de los granos que se consumían se cultivaba en el Istmo. En la actuali-dad un destacado porcentaje de los granos básicos consumidos proceden del exterior. Esto indica que hoy la competencia de los productores internos comerciales se hace en buena medida con la pro-ducción importada.

De modo que la ampliación de la producción in-terna de los granos (maíz amarillo y arroz) basada principalmente en productores de tipo comercial (y de aquellos pequeños productores hoy de sub-sistencia que podrían dar el salto y vincularse a los mercados), tendría que tener algún tipo de política hacia los productos importados (protección aran-celaria, o no arancelaria, particularmente obser-vando a la región como una unidad). De lograrse cierto consenso en ese aspecto podría potenciarse la producción comercial de granos, debido a que la demanda interna se amplía permanentemente por el incremento de la población urbana y al hecho de que el consumo de granos per cápita sigue siendo elevado y no disminuye por los procesos de tras-lado de la población del campo a la ciudad o por otros cambios del proceso general de moderniza-ción. Cabe recordar que el promedio de cereales que se consumen en América Central era de 148 kilos anuales por habitante en 1961; mientras que para 2003 alcanzaba los 161 kilos (según datos disponibles basados en FAOSTAT).

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